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Los resultados del plebiscito, mostraron una inmensa mayoría silenciosa1 y una muy leve mayoría de votantes por el no2, en relación con el número de votantes por el sí. Cuando los resultados se ubican en el mapa del país, el sentido de estos emerge con mayor claridad, en los territorios más afectados por la desprotección del Estado y por la guerra se impuso la voluntad de paz. Ello es evidente, aún en departamentos en los que el mayor porcentaje de votantes dijo no, como en Norte de Santander, Antioquia, Tolima y Huila, en los que, a pesar de los datos globales del departamento, localidades duramente golpeadas por el conflicto dijeron sí a la paz3.

 

Tomado  de  la  Registraduría  Nacional  del  Estado  Civil.  En  verde  los  departamentos  en  los  que  ganó  el  sí

                                                                                                               1.   Indiferencia,   desconfianza,   confusión,  miedos,   escasa   o   inapropiada   formación   política   y,   también,   posturas   políticas,   se   amalgaman   en   esta  heterogénea  y  robusta  franja  de  la  población  que  no  votó.  

2.  Muchos  de  los  cuales  acudieron  a  las  urnas  engañados  por  las  artimañas  que,    de  manera  perversa,  se  sembraron  sobre  el  terreno  abonado  por  los  vicios  politiqueros.  

3.   Algunos   ejemplos   son:   Tibú,   El   Tarra,   Convención,   Hacarí,   San   Calixto,   Teorama   y   El   Carmen,   (Norte   de   Santander);   Ituango,   Apartadó  (Antioquia),  Roncesvalles  (Tolima),  en  Algeciras  (Huila).    

 

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Para continuar y para fortalecer nuestro propósito de construir paz con justicia social, tenemos mucho que reconocer, aprender, agradecer y restituir a las víctimas. Ellas han dado lecciones de ciudadanía, generosidad y compromiso con la paz. El próximo 10 de diciembre, en Oslo Noruega, el presidente Juan Manuel Santos recibirá el Premio Nobel de la Paz. A este estaban también nominados, entre muchos otros, las víctimas del conflicto armado colombiano (representadas en algunas víctimas emblemáticas). El comité del Nobel, en el texto a través del cual le concede este al presidente Santos, reconoce: “Ver la valentía y la voluntad de los representantes de las víctimas a la hora de dar testimonio de las atrocidades y de confrontar a los responsables de cada parte beligerante, ha provocado una fuerte impresión.”. Por su parte, el presidente afirmó: “Lo recibo, en especial, en nombre de las millones de víctimas que ha dejado este conflicto que hemos sufrido”. Como un acto de reafirmación de nuestra voluntad de paz y de homenaje y respeto a las víctimas, invitamos a que, el 10 de diciembre, vayamos a los territorios más afectados por el conflicto armado en el país (sin tener en cuenta cómo hayan votado) a acompañar a las víctimas en un recibimiento simbólico del Nobel paz. Esta convocatoria es para Universidades, organizaciones, movimientos sociales, artistas y, en general, sujetos y colectivos, empecinados en que ya es hora de construir paz, con justicia social, en Colombia. La propuesta es que apropien esta iniciativa, la difundan y organicen grupos para visitar tales territorios el 10 de diciembre. Les proponemos el siguiente proceso general, a partir del cual construir cada encuentro con las víctimas, en sus propios territorios:

1. Organizar los grupos que harían la visita.

2. Definir el territorio a visitar.

3. Contactar las organizaciones de víctimas y las autoridades locales. Compartir la iniciativa, solicitar su consentimiento, invitarlos a construir conjuntamente la propuesta de la actividad simbólica particular.

4. Generar procesos de negociación y organización de los encuentros, a través de medios

telefónicos, virtuales y, en la medida de lo posible, con una visita previa de una comisión para planear en terreno. Para los encuentros sugerimos acciones de: recepción simbólica del Nobel, memoria (del conflicto, de las víctimas y de la resistencia), de reconocimiento, de aprendizaje (¿cómo seguir avanzando en horizontes de paz?) y un espacio para dar, para compartir entre anfitriones y visitantes y renovar el compromiso con la construcción de paz y la no repetición de la violencia, que tanto mal ha hecho a esta sociedad.

 

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5. Organizar los asuntos logísticos de viaje y estadía. La financiación corre por cuenta de quienes visitan, según sus propios medios y estrategias.

6. El proceso de organización a concertarse con la comunidad a visitar, todo debe ser acordado

con ella.

7. Es importante, que compartamos la información del proceso (la comunidad que se decida visitar, el diseño del encuentro,…) entre los que nos sumemos a esta iniciativa, con el fin de no saturar ninguna localidad, articularnos entre quienes visitemos la misma comunidad, circular toda la información como afirmación de voluntad de paz y retroalimentar las propuestas. La información del proceso se debe compartir al correo: territoriosaprendizajesdepaz@gmail.com

8. Tanto la preparación como el desarrollo de los encuentros deben documentarse y circularse

ampliamente, como acciones que convocan a no cejar en los propósitos de paz y a consolidar el lugar que nos corresponde como sociedad civil en la exigencia de garantía a nuestro derecho a la paz. La información debe circular, libremente, a través de las redes de cada una de las organizaciones participantes. En principio, en la página web de la Universidad de Caldas, se alojarán los materiales de difusión que vamos acopiando.

Comuníquennos sus sugerencias e inquietudes.

GABRIEL GALLEGO MONTES Decano Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de Caldas gabriel.gallego@ucaldas.edu.co

MARÍA ROCÍO CIFUENTES PATIÑO Centro de estudios sobre conflicto, violencia y convivencia social –CEDAT- Universidad de Caldas maria.cifuentes@ucaldas.edu.co Teléfono: 6 – 8862720 extensión 22103. Mayor información: María Eugenia López Q. Centro de estudios sobre conflicto, violencia y convivencia social –CEDAT-, Universidad de Caldas. marujaime@hotmail.com Teléfono: 6 – 8862720 extensión 22103.