miliamilia.net/wp-content/uploads/2016/03/historia-de-los...6 origen del apellido milia la historia...
TRANSCRIPT
1
MILIA
2
Este trabajo está dedicado a mi padre Fernando Alberto MILIA
SAN JULIÁN.
Él fue quien comenzó esta búsqueda de nuestras raíces.
3
Prólogo
"En lo pasado está la historia del futuro."
Juan Donoso Cortés, Marqués de Valdegamas
Este trabajo solamente abarca la historia de los Milia desde el antepasado
más antiguo que he podido encontrar hasta Zenón Pedro Milia y Rico. La
esposa de Zenón es quien emigra con sus hijos después de enviudar y ahí
comienza la parte argentina de nuestra familia.
Debo hacer algunas advertencias: el lector detallista podrá observar que en
los documentos originales hay nombres escritos de manera distinta. Por
ejemplo, en uno de los documentos se ve el nombre Miliara en lugar de
Milia. También el apellido Novo figura como Nobo o Noba en distintos
documentos. Son errores cometidos por el párroco de turno o su asistente.
Todos esos errores se comprueban como tales porque en documentos
anteriores o posteriores la misma persona figura con el nombre correcto.
Además, no debemos olvidar que en esos tiempos mucha gente no sabía
leer y escribir. Si el párroco cometía un error es posible que nadie más lo
notara. Todos sabemos de errores del mismo tipo que se cometen inclusive
en nuestros tiempos, aún con toda la tecnología disponible.
Los documentos originales de los siglos XVII, XVIII y XIX son muy difíciles
de leer. Sin embargo he podido obtener los datos más importantes que son
los que muestran la genealogía de los MILIA.
La búsqueda de los antepasados se realizó así: se obtuvo la Fe de Bautismo
de Zenón Pedro MILIA Y RICO, de donde se sacaron los nombres de sus
4
padres, y así sucesivamente hacia el pasado siguiendo la línea de sangre.
Parece simple cuando lo relato, pero este trabajo es el resultado de muchas
búsquedas infructuosas y algunos hallazgos. Es posible que en el camino
nos hayamos pasado por alto a hermanos de quien fuera parte de nuestro
linaje directo. Con los documentos que figuran al final de esta búsqueda
quizás sea posible encontrarlos.
Los datos aquí contenidos son ciertos y probados por documentos o cruce
de los mismos. Hay, como en todas las familias, historias y leyendas que
con el tiempo se transforman en certezas. Algunas son muy simpáticas y
muchas posiblemente sean verdaderas.
Además he agregado cosas que mi padre escribió poco antes de morir.
Mi propósito, como fuera el de mi padre, es dejar un legado a las
generaciones futuras para que ellas sepan de dónde venimos.
5
ÍNDICE
Título 1
Dedicatoria 3
Prólogo 4
Índice 5
Origen del Apellido Milia 6
Nuestros Ancestros Gallegos y Asturianos 10
Relatos e Historias Familiares 17
Documentos Adjuntos citados en el texto. 33 a 56
6
Origen del Apellido Milia
La historia de nuestro apellido se remonta a la zona norte de Galicia, cerca
del Cabo Ortegal, donde el Mar Cantábrico, conocido también como Golfo
de Vizcaya se confunde con el Océano Atlántico. En ese lugar, hoy llamado
Ortigueira vivieron los Milia de antaño. Tiempo después algunos de
nuestros antepasados directos se mudaron un poco más al sur, a la zona de
Ferrol.
En el año 1391 Juan de la Milia manifiesta ser descendiente de la Infanta
Milia y de Don Rodrigo Romáez, conde de Monterroso, fundadores del
Solar de Santa María de Ortigueira, y toma como apellido el nombre de su
antepasada Milia. Este hecho está documentado en el libro de Juan Félix
Francisco de Rivarola y Pineda, titulado Monarquía Española, publicado en
1736. A continuación se transcribe el párrafo correspondiente. Además se
adjuntan copias de las páginas 285 a 287 del libro como referencia (ver Fig.
1).
“Esta casa procede por varonía de la infanta Millia, de la real casa de Inglaterra, y
de Don Rodrigo Romaez, conde de Monterroso, señor de la casa y castillo de
Bahamonde, en el reino de Galicia, hijo del rey Don Ramiro II de Leon, fundadores
del famoso solar de Santa María de Ortigueira, padres de siete hijos, de quienes
procedieron los marqueses de Parga, con el apellido Bahamonde; los de Velez y
Molina, con el de Fajardo; los condes de Fuensaldaña, con el de Vivero, etc. Juan de
la Millia, descendiente de uno de los siete hijos de la infanta y del conde Don
Rodrigo: Que tomando por apellido el nombre de ella, se le dió por geroglífico una
M coronada en campo azur, sobre un águila en campo rojo, con tres bandas de oro
que ciñen y rodean el pecho, y un castillo también en campo de oro, y la infanta con
la espada defendiendo la fortaleza cuando se vió acometida de los moros. A cuyos
estímulos dejó el citado Juan de la Millia el sosiego y casa de sus padres y salió de
7
los reinos de Galicia, el año de 1391, a servir al rey Don Juan I y fué su escudero.
Don Martin R. de la Millia y Velazquez, descendiente de este ilustre casa, fué
regidor perpetuo de la ciudad de Carmona y primer señor de la villa del Saltillo,
por merced del rey Don Felipe IV, año 1626, su data en San Lorenzo el Real. Y
Don Martin R. de la Millia Tamariz y Góngora, cuarto señor de la villa del Saltillo
y regidor perpétuo de Carmona, fue creado primer marques de dicho título por el
rey Don Felipe V. Son sus armas: Partido; el primero de gules y una águila de
sable esplayada, sobrepuestas tres bandas de oro; el segundo de este metal y un
castillo de su color, de cuyo homenaje se levanta la infanta Doña Millia armada con
espada; sobre el todo escusón de azur y la inicial M de oro coronada de lo mismo;
bordura general de este metal y ocho leones de gules. El estudio del escudo
heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia R., pues
esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la
inclusión del elemento águila, que es la más noble de las figuras utilizadas en
heráldica, es el símbolo del rey del cielo, emperador de los pájaros, custodia del rayo
y su significado es el de la fuerza y poder terrenal por la Gracia de Dios. Los
esmaltes del arma de los R. pregonan los siguientes valores: el Gules es el símbolo
de la fuerza, del poder, del amor ferviente a Dios y al prójimo, tal es el significado
de este esmalte, a lo que habría que añadir el afán de dominio, el coraje, la audacia,
la fortaleza y la magnanimidad, un alto porcentaje de este tipo de escudos
familiares se dieron por actos de guerra.”
Se puede ver que Rivarola y Pineda escribe el apellido con “elle” en lugar
de una sola “l” pero también escribe el nombre de la princesa con “elle”.
Es muy común encontrar estos errores en escritos de esa época. Debe
tomarse en cuenta que la ciudad de Ortigueira hoy cuenta con
aproximadamente 7.000 habitantes. En el año 1391 la población era ínfima
y prácticamente no existe la posibilidad de que sean dos familias distintas.
Rivarola y Pineda también nos ofrece los datos del blasón de la familia el
cual se muestra en la portada de este escrito. Sin embargo, una descripción
mejor se encuentra en el libro de Vicente de Cadenas y Vicent, Repertorio de
8
blasones de la comunidad hispánica, 2ª ed., Madrid: Instituto Salazar y Castro,
1987, 4 volúmenes y apéndice.
Rivarola y Pineda es uno de los pocos, aunque no el único, que registra la
relación entre la Infanta Milia y Juan de la Milia. También debemos tomar
en consideración que no podemos comprobar lo que dice Juan de la Milia,
es decir que es descendiente de la Infanta Milia. La Infanta Milia de
Wessex fue, según algunos registros, hija del Rey Egbert de Inglaterra.
Nació circa 815, probablemente en Wessex, Inglaterra. La infanta Milia se
casó con Rodrigo Romaes (o Romaez). Don Rodrigo nació circa 790 y
murió en el 818 en Ortigueira, La Coruña, Galicia. Entre el año 815 y el año
1391, cuando Juan de la Milia reclama ser su descendiente transcurren más
de 500 años y no hay datos concretos de esos tiempos.
De todas maneras, como se explicó anteriormente, tanto la Infanta como
Don Rodrigo vivieron y murieron en Ortigueira, el mismo lugar donde
nació y vivió Juan de la Milia.
Los genealogistas consultados coinciden en decir que la relación existe
sobre todo cuando se toma en consideración el lugar (Ortigueira) y que se
trata de un apellido (Milia) muy poco común.
Por lo tanto, podemos concluir que el apellido MILIA fue creado por Juan
de la Milia en el año 1391 y es él quien crea el blasón (escudo) de la familia
(Figura 2).
Tampoco tenemos datos de personas con el apellido Milia entre 1391 y
1605, momento este último en el que ya contamos con documentos de la
familia Milia en Ortigueira.
En la ciudad de Santa Marta de Ortigueira, hoy conocida simplemente
como Ortigueira, vivió el antepasado más antiguo que figura en los
registros de España. Ese antepasado fue Antonio DE MILIA quien nació
circa 1605. De él no tenemos una Fe de Bautismo. El año de nacimiento ha
9
sido estimado a partir de los documentos del matrimonio de su hijo,
Antonio DE MILIA DE VILAR (Fig. 3)
Los datos de Antonio DE MILIA DE VILAR fueron obtenidos en la
Parroquia de Santa María – San Claudio de Ortigueira, en la ciudad del
mismo nombre. Están en el Tomo 1 que tiene esa parroquia, o sea que ya
no hay registros anteriores en ese lugar. Es posible que existan registros
anteriores en otra parroquia pero no se han podido encontrar hasta hoy.
Posteriormente, parte de la familia fue emigrando hacia el sur de Galicia,
en especial nuestros antepasados directos, pasando por San Juan de
Filgueira para terminar en Ferrol.
La parte asturiana, de la cual también estamos muy orgullosos, pertenece a
la rama PRIETO PASARÓN de donde viene Ludovina Eduviges PRIETO
PASARÓN, esposa de Zenón Pedro MILIA Y RICO. Los Prieto Pasarón
son de la zona de El Franco, Asturias. Muchos de ellos vivieron en
Viavelez, cerca de La Caridad. Quizás en el futuro alguno de nuestros
descendientes se interese y pueda investigar esa rama de la historia
familiar. Como punto de partida se puede usar la Fe de Bautismo de
Ludivina (Ludovina, Luz).
10
Nuestros Ancestros Gallegos y Asturianos
Nuestra familia empieza con la Infanta Milia de Wessex, princesa, hija de
Egbert III El Grande, Rey de Inglaterra (c. 775-839). Milia se casó con
Rodrigo Romaes, Conde de Monterroso. Tuvieron dos hijas, Adosinda
Romaez y Aldonza (Sancha) Rodríguez. Milia y Rodrigo Romaes fundaron
la casa de Santa Marta de Ortigueira en lo que hoy es Ortigueira, Galicia.
Varios siglos después, Juan de la Milia, nacido circa 1570 y residente de
Ortigueira, descendiente de la Infanta Milia, toma como apellido el nombre
de su antepasada creando el apellido MILIA que hoy llevamos.
El antepasado más antiguo del quién tenemos documentación fue Antonio
DE MILIA, nacido circa 1605. Como se mencionó anteriormente, sólo
sabemos de su existencia a través de documentos donde figura su hijo
Antonio. También conocemos el nombre de su esposa, Doña Anna DE
VILAR, nacida circa 1610.
No conocemos el lugar de nacimiento de los integrantes de la pareja pero
sabemos que vivieron en Ortigueira donde nació y se casó su hijo Antonio
DE MILIA DE VILAR en la Parroquia de Santa María – San Claudio de
Ortigueira.
El siguiente en nuestro linaje fue Antonio DE MILIA DE VILAR.
Antonio nació circa 1635 en Ortigueira y fue bautizado en la Parroquia de
Santa María.
Se casó en la misma parroquia con Antonia FERNÁNDEZ GAMEL (n.
circa 1640). El casamiento (Fig. 3) se realizó el 10 de febrero de 1664. El acta
que lo certifica es el primer documento formal que tenemos de nuestros
ancestros.
Nota: Por alguna razón que desconocemos, los apellidos de Antonia están
invertidos (según la norma). Sus padres fueron Domingo GAMEL y María
11
FERNÁNDEZ por lo que Antonia debiera haber sido GAMEL
FERNÁNDEZ y no al revés como figura en los documentos.
Tuvieron varios hijos: Esteban (c. 1680 - nuestro antepasado directo), María
(1665), Antonio (1666), Andrea (1668), Benito (1670), Matheo (1673), Rosa
(1675) y Cecilia (1677). Tenemos la Fe de Bautismo de algunos de ellos
pero no la de Esteban (Fig. 4 a 6).
La historia continúa con Esteban DE MILIA quien por alguna razón no
utilizó su nombre materno, o por lo menos no figura en los documentos.
Esteban nació circa 1680 en Ortigueira.
Se casó dos veces. Su primera esposa se llamaba Fructuosa RODRÍGUEZ,
con quien contrajo matrimonio en 1716 (Fig. 7)
Su segunda esposa, madre de nuestro siguiente ancestro, se llamaba Polinia
NOVO DA FOLGUEIRAS, con quien se casó en 1720 (fig. 8)
Tuvieron, que sepamos, un hijo a quien pusieron el nombre de Vicente
Marcelo DE MILIA NOVO, quien figura en algún documento como
Caetano.
El siguiente de nuestros ancestros fue Vicente Marcelo (o Caetano) DE
MILIA NOVO.
Vicente Marcelo nació en Ortigueira el 11 de junio de 1721 (Fig. 9)
Se casó con Vicenta Benita DE ANEIROS, nacida circa 1695. Los padres de
Vicenta fueron Pablo DA FOLGUEIRAS y Cathalina NOBA.
El matrimonio se realizó en la parroquia de Santa María – San Claudio en
Ortigueira, el 13 de diciembre de 1745 (Fig. 10)
Tuvieron un hijo de nombre Vicente Andrés J. DE MILIA DE ANEIROS y
un hermano de nombre Andrés Antonio.
Vicente Andrés J. DE MILIA DE ANEIROS es el siguiente en nuestro linaje
MILIA.
12
Vicente Andrés J. nació el 2 de julio de 1765 (Fig. 11) en Ferrol (A Coruña)
por lo que debemos suponer que sus padres se mudaron allí desde
Ortigueira en algún momento anterior a su nacimiento. Su fallecimiento se
produce el 22 de octubre de 1816 en Ferrol (Fig. 12).
Su esposa fue Andrea DE SANTIAGO FERNÁNDEZ, nacida en 1770 y
fallecida el 10 de septiembre de 1801 en Santa Marina del Villar, Ferrol. Los
padres de Andrea fueron Andrés DE SANTIAGO (nacido circa 1740) y
María FERNÁNDEZ (nacida circa 1745).
El matrimonio de Vicente Andrés y Andrea se realizó el 2 de abril de 1793
en Ortigueira (Fig. 13).
Tuvieron un hijo, llamado Pedro Manuel MILIA FERNÁNDEZ.
Pedro Manuel MILIA FERNÁNDEZ es por lo tanto el siguiente en la línea
MILIA.
Pedro Manuel nació en Ferrol, A Coruña, el 29 de junio de 1794 (Fig. 14).
Su esposa fue María RICO RODRÍGUEZ, nacida en 1810 en San Juan de
Filgueira, A Coruña. Los padres de María fueron Silvestre RICO (nacido
circa 1780) y Juana RODRÍGUEZ DE GOYO (nacida circa 1785).
El matrimonio se llevó a cabo en 1835.
Que sepamos tuvieron un hijo, Zenón Pedro MILIA Y RICO. Es posible
que una persona de nombre Vicenta MILIA Y RICO, vecina de Ferrol, sea
hermana de Zenón, pero no tenemos prueba de que haya sido así. Lo
deducimos debido a que portaba los mismos apellidos paterno y materno y
residía en el mismo pueblo. Esos datos están en el padrón de Ferrol de
1887 (Fig. 15).
Finalmente llegamos a Zenón Pedro MILIA Y RICO, el último de nuestros
ancestros por la rama paterna que no emigró a Argentina. Después de
Zenón la historia de nuestros antepasados se traslada a Argentina de la
mano de su esposa Ludovina.
13
Zenón nació el 19 de octubre de 1837 (Fig. 16) en Ferrol y falleció en Cavite,
Filipinas, el 29 de enero de 1885 (Fig. 17) mientras prestaba servicios para la
Armada Española.
Su esposa fue Ludovina Eduviges PRIETO PASARÓN, nacida en Viavélez,
Comunidad de El Franco, Asturias, el 25 de mayo de 1851 (Fig. 18). Sus
padres fueron Manuel PRIETO PASARÓN y Josefa BLANCO
HORTIGUERA. Ludovina tuvo tres hermanos: Zacarías, Serafina y
Valdomero, de quienes tenemos sus respectivas Fes de Bautismo.
Zenón y Ludovina se casaron en octubre de 1873 en Montevideo, Uruguay.
Sabemos con certeza que tuvieron dos hijos: nuestro bisabuelo Federico
Ángel (nacido en Montevideo) y nuestro tío abuelo Enrique Juan (nacido
en Ferrol). Hay indicios de que tuvieron varios hijos más. Más adelante
vamos a mostrarlos ya que me voy a explayar más sobre los integrantes de
esta pareja.
Zenón es el primer MILIA de quien tenemos mucha información, ya que
disponemos del legajo completo de su servicio en la Armada Española.
Este archivo se encuentra en el Archivo de la Armada Española ubicado en
Ciudad Real, España.
14
Zenón y Ludovina
A continuación vamos a hacer una reseña de las vidas de Ludovina y
Zenón Pedro. La historia de nuestro linaje MILIA en España termina con
ellos. El resto, como sabemos, transcurre en Argentina.
Ludovina Eduviges PRIETO PASARÓN
En esta investigación nos encontramos con una sorpresa. El nombre que
figura en la Fe de Bautismo es Manuela Heudoviges, reemplazado en el
margen del documento por Ludivina. Llama la atención que el nombre
Manuela (su abuela se llamaba igual) no apareciera nunca más en ningún
otro documento, tanto en España como en Argentina. También fue una
sorpresa que su apellido, PRIETO PASARÓN, haya sido el apellido
compuesto de su padre. El apellido de soltera de su madre era BLANCO-
ORTIGUERA MARTÍNEZ-SANT. La explicación sobre este uso no
convencional es que el apellido PRIETO era muy común en esa zona. El
uso del apellido compuesto PRIETO PASARÓN se remonta, como mínimo,
al abuelo de Ludovina.
Zenón Pedro MILIA Y RICO
Estos datos fueron extraídos del legajo que tiene la Armada Española en
Ciudad Real, España y que lleva el número 1242.
El siguiente es un resumen de su actividad en la Armada Española:
El 26 de abril de 1854 ingresa voluntariamente a la Armada Española como
grumete. El 19 de noviembre de 1854 se embarca en la urca Santa María.
Regresa al Arsenal de Ferrol el 17 de abril de 1857. Se embarca en el vapor
Don Antonio Ulloa el 27 de julio de 1858. Se le entrega la Cruz Sencilla por
el natalicio de S.A. el Príncipe de Asturias.
El 17 de enero de 1860 es habilitado como 3er Contramaestre y embarca en
el vapor Velazco. El 1º de febrero de 1860 trasborda a la urca Ensenada para
15
luego embarcar en el vapor Ferrol, y después nuevamente en el vapor Don
Antonio Ulloa. El 15 de diciembre de 1860 embarca en la goleta Circe donde
revista durante todo el año 1861.
Con la Circe navega hasta Filipinas, donde llega el 2 de febrero de 1862. El
18 de marzo desembarca y pasa al Arsenal de Cavite para internarse en la
enfermería de ese Arsenal. El 22 de abril regresa a la Circe. El 11 de junio
de 1863 desembarca para internarse en el hospital donde se queda. La Circe
parte sin su presencia.
El 1º de abril de 1864 se presenta en el Arsenal de la Carraca (Cádiz),
procedente de Filipinas. Había llegado a bordo de la urca Santa María. El
31 de mayo se embarca en la corbeta Colón. El 24 de diciembre de 1865
trasborda en Cádiz a la urca Trinidad.
El 15 de abril de 1867 trasborda en La Habana a la fragata Carmen. El 22 de
octubre de 1868 pasa al vapor Bazán, luego en 1869, a la fragata Gerona en
La Habana.
Después pasa por varios buques y mientras presta servicios en la corbeta
Ceres pide la baja en Montevideo en 1874. En ese momento la Ceres se
encontraba en lo que se llamaba Estación Naval del Sur de América
(Montevideo). Debemos suponer que la familia se queda en Uruguay ya
que Zenón se reincorpora a la Armada en Montevideo el 20 de junio de
1876 con el mismo grado. El 17 de agosto de 1876 se embarca en la corbeta
Narváez.
En 1876 el Capitán General de Ferrol propone el ascenso de Zenón a
Alférez de Fragata. Su nombramiento se produce por medio de una cédula
real firmada por el Rey Alfonso XII (Fig. 19).
El 17 de abril de 1879 se lo destina al Apostadero de Filipinas.
En su legajo, con fecha 16 de febrero de 1883, figura como Guarda Almacén
Accidental y posteriormente en el Departamento de Personal.
16
En febrero de 1884 presenta una solicitud para ir A Coruña, lo que nunca
sucedió y fallece en Cavite, Filipinas, pocos meses después, en enero de
1885.
Zenón tuvo muchos destinos en su vida naval. Estas son algunas
anécdotas de su actividad como marino que figuran en su foja de servicios:
Su primer destino como grumete fue la urca Santa María. Este buque, que
llevaba el mismo nombre de una de las naves de Cristóbal Colón, era un
buque mucho más moderno. El comandante de la nave dice de Zenón: “…
Sabe leer y escribir: tiene la aptitud y robustez necesarias para la fatiga del mar
según expresan los facultativos que lo reconocieron en el certificado que también es
adjunto…” y propone su ascenso a Contramaestre.
Años después, cuando la Trinidad hace escala en Nassau, Bahamas, Zenón
fue detenido y encarcelado por la policía local. El informe del comandante
dice que “la causa… fue el delito que había cometido de darle un golpe con un
palo a un negro… lo hizo por el motivo siguiente… el contramaestre (Zenón) y el
2do maquinista salieron para pasear juntos. Salió un perro de una de las casas
mordiendo en una pierna al maquinista, este le dio un palo y saliendo un negro de
la misma casa levantó un bastón para golpear al maquinista. Se interpuso el
Contramaestre y recibió el golpe por lo que levantó el que llevaba castigando al
negro en defensa propia”. El relato continúa en el expediente; el cónsul
español interviene y Zenón fue finalmente absuelto. No queda claro en el
expediente pero aparentemente la Trinidad levó anclas antes de que Zenón
fuera liberado.
17
Relatos e Historias Familiares
De Zenón no tenemos muchos relatos familiares. Sabemos que era un
hombre apuesto y, visto su legajo, un verdadero hombre de mar.
Ludovina fue, según cuenta la generación de sus nietos, una mujer de
carácter muy fuerte. Seguramente lo era para emigrar dos veces en el siglo
XIX a Sudamérica, la primera de ellas, a Montevideo.
Zenón y Ludovina se conocieron y se casaron en esa ciudad, donde ella
trabajaba como maestra. Pero sus historias son anteriores a eso.
Sabemos cómo llegó Zenón a ese puerto, donde estaban apostados buques
de la Real Armada que eran sede de la Legación española.
Pero la pregunta es: ¿cómo llegó Ludovina a un lugar tan lejano? Las
historias familiares nos cuentan que su padre se habría casado con otra
mujer. No sabemos si había enviudado o si se había separado. Dicen que
Ludovina se llevaba muy mal con su madrastra y que por lo tanto decidió
emigrar. En esa época hubo una gran emigración asturiana a América. Los
destinos favoritos eran Cuba, Argentina y, en menor medida, Uruguay.
Seguramente algún amigo o familiar estaba en esas épocas en Montevideo.
Por estos motivos, nuestro abuelo Federico Ángel Milia nació en aquella
ciudad, donde vivieron un tiempo. Según Leonor Milia San Julián, estaba
prohibido transportar mujeres en los buques de la Real Armada, pero la
bisabuela, con su fuerte carácter, habría conseguido que le permitieran
hacerlo cuando su esposo fue trasladado de regreso al Arsenal de Ferrol.
Es importante recordar su condición de marino para comprender el porqué
de tantos viajes, esos que constan en su foja de servicios, que le obligaron
luego a dejar periódicamente a su familia en España, hasta fallecer en
tierras tan remotas como las islas Filipinas.
18
Hay datos que nos dicen que Zenón y Ludovina tuvieron otros hijos,
además de Federico Ángel y Enrique Juan. En el censo de la ciudad de
Rosario del año 1895 figuran Ludovina, Federico (veinte años), Enrique
(dieciséis años) y, junto a ellos, un niño de nombre José MILIA de diez años
de edad (Fig. 20). Según mi padre Fernando Alberto MILIA, los hijos
habrían sido varios: Hugo, Horacio y José aunque no tenía certeza sobre los
nombres. Dos de ellos se habrían ahogado en el río Paraná, cerca de
Rosario y el otro habría fallecido por enfermedad mientras estudiaba en La
Plata. Conversaciones entre las tías Leonor Milia San Julián y su hermana
Jovita, grabadas por María Leonor MILIA, parecen indicar que estos datos
son verdaderos.
En 2001, María Alicia MILIA y yo fuimos a Viavélez (Asturias occidental)
donde tuve el gran placer de conocer a Pilar Prieto Pasarón, viuda de
Méndez. Nunca supe exactamente cuál era el parentesco entre esa parte de
la familia Prieto y Ludovina, pero creo recordar que era bastante cercano.
Pilar tenía muy buena memoria y recordaba cosas que su madre le había
contado. Por ejemplo: cuando Ludovina, que por entonces vivía en Tapia
de Casariego, se enteró de que había enviudado, dijo: “No voy a ser viuda
en España. Eso es como morir en vida”, o palabras similares. Entonces
decidió emigrar por segunda vez, ahora a la Argentina, a la ciudad de
Rosario, donde vivía un primo. La madre de Pilar recordaba muy bien el
día que Ludovina se fue, junto con sus hijos, para embarcar a América.
Con la salida de Ludovina y sus hijos con destino a lo que hoy es el hogar
de todos nosotros, doy por finalizada esta búsqueda de nuestros
antepasados en España.
19
A continuación transcribo escritos de mi padre, Fernando Alberto Milia
San Julián. Mi padre escribió esto en octubre o noviembre de 1997, muy
poco tiempo antes de morir en enero de 1998. Nos da un excelente
panorama de lo que fue nuestra familia en los albores del siglo XX.
Algunas fechas, como ser fechas de nacimiento y fallecimiento, contienen
errores mínimos pero no quise cambiar el texto por respeto a mi padre.
RAICES
NOTA PRELIMINAR: La que expongo a continuación no es el texto final
sino una versión tentativa, cuyo propósito es el de consolidar los datos
obtenidos y coordinarlos con la ficción, congruente con aquellos, necesaria
para construir la historia. Si piensan que pretendo hacer una historia
novelada, acertarán. Probablemente la versión última tenga carácter
epistolar.
Son bienvenidas las críticas, comentarios y aportes de toda índole.
El texto lleva como agregados tablas genealógicas (nota de Fernando Ricardo
Milia Lozano: estas tablas no se incluyen acá) en las que se registran todos los
integrantes de la familia, tanto los correspondientes a líneas de sangre
como a los que han ingresado a ella por matrimonio.
Esta búsqueda de nuestras raíces consiste, esencialmente, en develar
y contar la historia de cuatro celtíberos: Zenón Milia, Ludovina Eduviges
Prieto Pasarón, Lucinda Pérez de Arancedo y Villa de Moros y Lizardo San
Julián, enunciados por orden alfabético de apellidos. El primero natural de
Galicia, los restantes asturianos, nacidos estos tres en una pequeña aldea,
Viavélez, ubicada en el fondo de una ría que asoma al Mar Cantábrico.
Hagamos una primera semblanza de estos personajes de nuestra saga,
comenzando por las damas y en orden de edad.
20
Ludovina Eduviges Prieto Pasarón
Nacida en Viavelez, circa 1850, en Viavélez, Asturias. Huérfana de madre,
posiblemente entre los doce y los quince años. Su padre la envió a estudiar
el magisterio, creemos que en Oviedo. Mientras ella estudiaba su padre se
volvió a casar. Como en el cuento de Cenicienta, cuando regresó con su
diploma de maestra no se adaptó a convivir con su madrastra.
Con el carácter y decisión que demostró a la largo de su larga vida, se
las arregló para salir de su casa, lo hizo en compañía de una familia que
emigraba al Uruguay. Fue así que efectuó su primer cruce del Atlántico.
Lucinda Pérez de Arancedo y Villa de Moros
El de Lucinda es el perfil más suave del cuarteto y su prosapia es la
más alta del grupo. La casa solariega de los Pérez de Arancedo domina,
todavía hoy, la ría de Viavélez, explicitando la situación socioeconómica de
su familia.
Se casó con un marino mercante (ver más abajo), de buen linaje
también él.
Zenón Milia
Ingresó muy joven en el Real Colegio Naval de España. Esto implica
haber pasado la prueba de nobleza, en esos tiempos condición primera y
sine qua non. Fue destinado circa 1870 a la Estación Naval del Rio de la
Plata. En Montevideo conoció y desposó a Ludovina Prieto Pasarón, su
primogético -Federico Ángel- nació en esa ciudad.
Lizardo San Julián
Liz(s)ardo es el personaje más escurridizo del cuarteto. Por principio
hay informaciones contradictorias sobre su lugar de nacimiento, una de las
versiones señalan a Viavélez, según otra habría nacido en Andorra.
21
Sus estudios marítimos los hizo en una escuela de Liverpool
(Inglaterra). Ya graduado prestó servicios prolongados en una Línea de
Vapores que unía El Ferrol con Brasil y El Río de la Plata. Emigró a Rosario
llamado por Carlos Casado del Alisal.
LUDOVINA
Comencemos la historia con Ludovina, nacida en 1850. A los quince
años quedó huérfana de madre y fue enviada a cursar el magisterio en la
capital de la provincia astur, es decir a Oviedo. En aquellos en tiempos, en
España, el magisterio era una profesión mayoritariamente de hombres, las
maestras apenas llegaban al 10% del total. Esa circunstancia indica que
Luz, como a ella le gustaba ser llamada, no era una jovencita convencional.
Mientras ella estudiaba, su padre contrajo nuevas nupcias. Cuando
Luz regresó con su diploma de maestra bajo el brazo se produjo una
situación muy incómoda, no hizo buenas migas con su madrastra, mejor
dicho las hizo muy malas. Con la fuerza de carácter que demostró a lo
largo de toda su vida, resolvió la situación emigrando al Uruguay con una
familia amiga, el consentimiento y algunos dineros que le aportó su padre.
Llegó a Montevideo a mediados de 1871, es decir cuando tenía 21 años.
ZENÓN Y LUZ
Zenón ingresó a la Armada Española alrededor de 1860, a los quince
años. Después de once años de carrera naval (la que no conocemos todavía
en detalle) fue destinado a la Estación Naval (de la Armada Española) en el
Rio de la Plata, que usaba como apostadero el puerto de Montevideo.
Según los datos bastante imprecisos que tenemos hasta ahora, llegó a bordo
de la Corbeta Narváez, en la que debe haber tenido el cargo de primer
oficial o segundo comandante.
En 1872 Montevideo era pequeña, de manera que no se necesitó
demasiada ayuda del destino para que Zenón y Luz se conocieran, Cupido
los flechara, noviaran y finalmente se casaran en octubre de 1873. Su
22
primogénito, Federico Ángel, nació el 16 de julio de 1874. A fines de 1875
Zenón fue destinado a El Ferrol, base naval española ubicada en Galicia,
donde la familia se estableció durante una década. Allí nacieron otros cinco
varones: Enrique Juan, José, Julián, Horacio y Hugo, los dos últimos
murieron muy pequeños durante una epidemia.
A fines de 1884 u 85 Zenón fue destinado a Filipinas, muy
convulsionada en ese entonces por movimientos independentistas. Durante
un desembarco desapareció (la fecha más probable es 1886), su cadáver no
fue hallado. Cuando la noticia llegó a España semanas después de algunos
meses (recordemos que por aquellos tiempos no había radio, satélites,
teléfonos y tantas otras cosas que hoy forman parte de nuestra vida)
Ludovina se encontró en una difícil situación.
Por ese entonces Ludovina había regresado a su natal Viavélez. Su
pensión se demoraba porque su marido estaba desaparecido, no muerto.
Además España había dejado de ser república para volver al régimen
monárquico de los Borbones y las finanzas gubernamentales no andaban
muy bien (tampoco en tiempos de la 1a. República). Cuando ¡por fin !, la
pensión llegó resultó magra para las necesidades de toda una familia.
LIZARDO, LUCINDA Y MAGDALENA
Mientras Ludovina y sus hijos vivían su parte de esta historia,
apareció en Viavélez un extraordinario personaje del siglo XIX, que había
transformado la economía de la cuenca media del Río Paraná. Se llamó
Carlos Casado del Alisal. Este español, hermano de un famoso pintor, José
Casado del Alisal, estudió la profesión de marino mercante, la que ejerció
en su juventud. Tras dos naufragios en el Mar del Norte abandonó su
profesión, que le aparejaba el inconveniente de tener los pies húmedos con
demasiada frecuencia. Compró tierras en el Uruguay, el Paraguay y en la
zona de Rosario de Santa Fe, donde fundó tres colonias agrícolas, de las
que Casilda (así llamada en homenaje su madre y su hija) es la más grande
y conocida.
23
Carlos Casado comenzó aplicando técnicas modernas de cultivo que
se tradujeron en grandes cosechas de granos, luego construyó un ferrocarril
(el Noroeste Argentino) que unía Casilda con el puerto de Rosario, con lo
que hizo posible la exportación económica. Aprovechando las altas
barrancas junto al rio desarrolló una estación portuaria en la que los granos
se cargaban por gravedad, lo que disminuyó costos y aceleró las
operaciones. Creó el primer sistema operativo de exportación de cereales
de la Argentina, en realidad fue el primer trader de nuestro país. Fundó
bancos para financiar todas esas actividades (uno de ellos evolucionó hasta
ser el hoy Banco Provincial de Santa Fe) y, ya rico, adoptó una política
activa de beneficiencia, en la Argentina y en España.
A esa altura de desarrollo de sus empresas decidió, hacia 1884, que le
faltaba un astillero para reparar y, eventualmente, construir los barcos que
requerían sus negocios de exportación. En un viaje a España contrató a un
técnico (arquitecto naval) español que resultó ser nuestro abuelo, Lizardo
San Julián, que tenía un taller de reparaciones navales en Viavélez y que
estudiara en Bilbao, en la misma escuela de náutica en que lo hiciera
Carlos Casado. Cuando tuvo lugar el encuentro en el que Casado
convenció a San Julián, éste ya se había casado con Lucinda Pérez de
Arancedo que acunaba una bebé, Magdalena Guadalupe. Para afirmar el
trato, Carlos Casado del Alisal fue el padrino de bautismo de Magdalena.
Fue así que Lizardo vendió su taller naval y emigró, con Lucinda y
Magdalena y su hermano Francisco, a Rosario, donde construyó un
astillero que se sumó a las empresas de Carlos Casado. Lo instaló donde la
Avenida Pellegrini desciende la barranca para encontrar el Río Paraná. La
familia San Julián instaló su casa cerca del astillero, en la calle
Cochabamba, donde nacieron los tres hermanos de Magdalena.
24
LUDOVINA, OTRA VEZ MAESTRA
En 1886 asumió el cargo de Gobernador de la Provincia de Santa Fe el
doctor José Gálvez, que venía de ser ministro de Gobierno del doctor
Manuel María Zaballa. La gestión de Gálvez fue muy progresista (incluyó
la creación de la Universidad de Santa Fe, hoy Universidad Nacional del
Litoral). También impulsó la educación primaria y en este campo una de
sus medidas fue contratar maestros españoles, para alfabetizar e integrar a
la Nación los inmigrantes que no hablaban el español, que ya eran parte
importante de la población de la Provincia de Santa Fe.
Esta política educativa santafecina, convocando a maestros españoles,
fue divulgada mediante la revista madrileña “La Semana Católica”, la
convocatoria fue escuchada por muchos más que las cuarenta vacantes
abiertas, no sólo Ludovina pasaba entonces por momentos difíciles ; toda
España vivía momentos difíciles, particularmente los maestros.
Tal era la situación que describía la revista “La Escuela Primaria”,
editada en Mérida (Yucatán, México) mediante un artículo en el que, bajo el
título “Los Maestros de España” explicaba la aflictiva situación en que se
encontraban los maestros peninsulares, algunos de los cuales - según la
revista mexicana- habían llegado a morir de hambre.
Esto puede explicar una actitud de nuestra heroína cual fue la de
obviar todos los procedimientos que debían cumplirse ante los consulados
argentinos y encaminarse directamente a Rosario de Santa Fe. Esto le fue
posible porque, tras la noticia de la desaparición de Zenón Milia
aparecieron numerosos amigos y camaradas de armas que le ofrecieron
ayuda. Hemos recogido indicios de que Zenón habría sido masón, en cuyo
caso los amigos estarían cumpliendo con la solidaridad típica de esa
fraternidad, muy numerosa y poderosa en aquellos tiempos. Fue así que
25
Luz cruzó por tercera vez el Atlántico, la primera (hacia el Río de la Plata)
lo había hecho soltera, la segunda (de regreso a España) casada y con su
primogénito, Federico Ángel ; la tercera (otra vez hacia el Rio de la Plata)
viuda y con sus cuatro hijos vivos. Por qué eligió Rosario es fácil de
suponer, recordando que ya estaban allá Lizardo y Ludovina, con la
pequeña Magdalena.
Los comienzos en Rosario no fueron fáciles. Como no había cumplido
con las formalidades que fijaba la Provincia, su título de maestra no tenía
validez local. De haber conseguido sentar plaza como maestra, el sueldo no
sería suficiente para alimentar cinco bocas, aún sumando la magra pensión
española. Pero Luz no era persona de arredrarse ante tamaños
impedimentos, y decidió establecer su propia escuela. Conociendo los
quilates de Ludovina podemos imaginarla diciendo: “¡No me queréis como
Maestra, pues me tendréis como Directora!”
Comenzó por buscar una propiedad adecuada. Encontró una,
desocupada, que pertenecía al señor de la Torre (1). Buscó al propietario y
le sometió un alegato que más o menos rezaba así: “Dadas las necesidades
de instrucción de la población rosarina y la falta de escuelas, es un pecado
tener desocupada una vivienda apta para instalar en ella un
establecimiento educativo, que yo estoy debidamente capacitada para
dirigir. No me pida Vd. un alquiler hasta que la haya instalado y esté
percibiendo las colegiaturas de los educandos. Cédamela Vd. en comodato
por seis meses y luego conversaremos”.
Tras convencer al señor de la Torre, Ludovina consiguió -no sabemos
dónde ni cómo- los muebles para instalar las aulas y, a continuación,
reclutó las maestras y los alumnos. Quienes conocimos a Ludovina
podemos atestiguar de su voluntad y poder de convencimiento, pero es
evidente que tras ella estaba el apoyo de la masonería o, quizás, Lizardo
San Julián le haya conseguido el apoyo de Carlos Casado del Alisal. Sea
1 Padre de Lisandro de la Torre.
26
cual fuere la explicación, el hecho es que la Escuela Colón funcionó desde
1888 hasta 1910, en la casona de la calle Dorrego.
FEDERICO, EL HOMBRE DE LA CASA
Cuando murió su padre, en 1886, Federico Ángel tenía doce años. Por
fuerza de las circunstancias heredó, muy a su pesar, el rol del hombre de la
casa. Cuando todavía estaban en El Ferrol y luego en Viavélez debió cuidar
de sus hermanos, ya en Rosario debió trabajar para ayudar al
sostenimiento de su hogar. Comenzó de mandadero y repartidor, sin
perjuicio de que la ayuda que prestaba a su madre en la Escuela Colón.
Cuando fue algo mayor comenzó a incursionar en el comercio, sobre todo
en los frutos del país, que serían su rubro durante el resto de su vida. En
estos tiempos se hizo hombre de a caballo, que era el único medio idóneo
para esa actividad (recordemos que el automóvil recién aparecía en
Europa).
Fue una época muy dura que superó con fortaleza de carácter y
voluntad de trabajo. Federico Ángel disfrutó muy poco de su infancia; ya
en su madurez recordaba los dos o tres felices años que pasara en Viavélez,
que él no dejaba de evocar. En esa época española perdió dos hermanos,
víctimas de epidemias. Ya en Rosario su adolescencia la vivió trabajando
duramente; en el período rosarino perdió otros dos hermanos, Julián y José.
El primero ahogado en el río Paraná cuando intentaba salvar a un amigo en
peligro. José, al que una mejora en la situación familiar le había permitido
estudiar Ingeniería en la Universidad de la Plata, murió de tisis en esa
ciudad.
En el curso de esa evolución llegó a residir en Rio Cuarto (Córdoba)
entre los años 1894 y 1899. Allí comenzó a ser el competidor de un
barraquero de la ciudad de Santa Fe, don Ricardo Aldao. Éste le tomó
simpatía, lo valoró por su trabajo y lo respetó como competidor; finalmente
27
resolvió la cuestión convenciéndolo para trabajar como su colaborador en
Santa Fe. Más tarde lo ayudó a establecerse independientemente.
Fue así que en 1904, a los treinta años, luego de mucho y muy arduo
trabajo se encontró en una situación estable, patrón de sí mismo, con
negocio establecido (barraca de frutos del país) en la esquina de Boulevard
Candioti y calle Francia, frente a la Sociedad Rural. Había remontado la
corriente de adversidades, podía considerarse establecido. Pensó que ya
podía y debía casarse (tenía 30 años de edad).
En sus periódicas visitas a su madre, en Rosario, había visto crecer a
una niña a quien, en alguna oportunidad, le enseñara a remontar barriletes.
La niña ya no lo era; era una hermosa joven que ya no remontaba cometas
sino sus ilusiones de mujer. Ilusiones entre las cuales él creía estar. Así que
le escribió a Ludovina para que hiciese el pedido de mano; al borde del
siglo XXI suena algo cursi (ya tampoco se dice cursi), pero debemos
recordar que estamos a principios del siglo XX.
MAGDALENA
Magdalena Guadalupe San Julián salió de Viavélez poco después de
ensayar sus primeros pininos. El largo y no muy cómodo viaje por mar,
primero desde Rivadeo hasta Vigo, donde tomaron un paquebote hasta
Buenos Aires y, finalmente, el tren hasta Rosario fue una vorágine de la
cual la preservó su corta edad. Española de nacimiento, fue una santafecina
que en nada se diferenciaba de sus tres hermanos indianos, Palmira,
Leonor y Eugenio José; salvo que, por ser la mayor, se debió convertir en la
más eficaz ayudante de su madre Lucinda. Desde muy corta edad ya se
adivinaba la eficiente ama de casa y esplendorosa repostera que conocimos
sus hijos.
Pero Magdalena tenía un hobby. Era una artesana en la construcción
de barriletes y una experta en los combates aéreos en los que, con un vidrio
aguzado en la cola de la cometa, se cortaba el cordel del rival; lo supe en
28
mis ocho o nueve años cuando me enseñó el arte de fabricarlos.
Sorprendido le pregunté dónde había aprendido y me respondió “En
Viavélez todos los niños construyen y juegan con cometas”. Repliqué
“Mamá, ¡vos saliste chiquitita de Viavélez!”, ella con una sonrisa dijo, a la
vez que cambiaba un sonrisa cómplice con Papá, “Puede que me lo
enseñara un muchacho que lo aprendió en Viavélez”.
Feliz con mi barrilete terminado crucé la Plaza de Mayo rumbo a mi
lugar, allí donde el arroyo El Quillá lamía las barrancas del convento de
San Francisco. Cuando los brillantes colores del cometa lucieron en el
límpido cielo de aquel ventoso día de primavera de 1927 o 1928, rebosaba
de felicidad porque ¡tenía padres que sabían de cometas!
Hoy intuyo que Magdalena, mi madre, debe haber tenido también
tardes exhultantes en las barrancas rosarinas donde el Boulevard Pellegrini
desciende al encuentro con el Paraná, en días ventosos de primavera, allá
por los años 1894 a 1900. Con seguridad que su mano adquiría experiencia
guiada por la del joven, diez años mayor que ella, que era su profesor en
cometas. El cordel que unía la cometa con esas manos, marcaba el esquema
de una futura familia, la mía, la nuestra.
Magdalena, como Federico, vió signada su infancia y su adolescencia
por la circunstancia de ser el vástago mayor de una familia de inmigrantes
que luchaba por un futuro en la nueva tierra. Las fatigas y las dificultades
fortalecieron su carácter pero no le restaron dulzura y capacidad de brindar
amor. Ellos, Federico y Magdalena, erigieron un hogar en el que el
bienestar no era un fin sino un medio para que sus hijos se realizaran
intelectual y profesionalmente. Ocupar un lugar en el mundo mediante el
cultivo del espíritu y el físico era la consigna, implícita pero vigente.
Desaprovechar esas oportunidades alcanzaba el rango de grave pecado.
Fuimos una familia en la que la disciplina se basaba en el ejemplo y en la
responsabilidad, no en los castigos.
29
Nos dieron así la posibilidad de gozar de nuestra infancia y nuestra
adolescencia, una felicidad que a ellos les había sido parcialmente
retaceada.
Un sueño de barrilete, hecho realidad
El 16 de junio de 1906 es una fecha muy particular para esta saga que
estamos develando. Treinta y cinco años hacía que el destino jugaba con
cuatro almas guiándolas por los rincones del Mundo. Veinte años habían
transcurrido desde la desaparición de Zenón Milia en Filipinas y de la
salida de los San Julián-Pérez de Arancedo de Viaveles. Dieciocho de que
Ludovina hubiese establecido su Escuela Colón.
Dos mujeres y un hombre, nacidos en una pequeña aldea, difícil de
encontrar en los mapas, atraídos por la esperanza de una vida mejor,
guiados por Dios a través de los mares, de las dificultades y penurias,
asistían a una boda, celebrada en la ciudad de las barrancas que se asoman
al Paraná para ofrecer el panorama de un río majestuoso.
El 16 de junio de 1906 se unieron en matrimonio Federico Ángel Milia
y Magdalena Guadalupe San Julián. Sus padres cristalizaban sueños tejidos
con las almas de sus primogénitos. Pensaban, quizás, que habían arreglado
una boda que les placía. Pero no sabían, como nosotros, que era un
romance que venía de lo alto, desde un barrilete que refulgía en el cielo un
ventoso día de primavera, cuando una niña de diez años aprendía a volar
cometas con un mozo veinteañero.
Santa Fe de la Veracruz, hito final
Los recién casados establecieron su hogar en Santa Fe, ciudad dónde
Federico había anclado económicamente. El primer domicilio fue en la calle
9 de Julio, allí nacieron todos mis hermanos. Yo me demoré poco más de
cuatro años, dando tiempo a que la familia se mudase a la calle San
Jerónimo 785 Sur (numeración antigua) entre las de Garay y Corrientes.
30
En 1925 dimos el salto a la casa propia y no a una cualquiera. Papá
compró, en un remate judicial, toda una mansión en calle General López
2642, frente a la Plaza de Mayo. Pero algunos engorros judiciales
demoraron la posesión hasta 1926.
El entorno era muy particular, la Casa de Gobierno sobre el lado Sur
de la Plaza, al Oeste los Tribunales, hacia el Este el Colegio de la
Inmaculada Concepción (jesuita) y su anexa Iglesia de la Merced. Al norte
de la Plaza nuestra cuadra, General López entre San Martín y San
Jerónimo, también era muy especial, muy establishment y poco o nada
residencial. Comenzando desde el Oeste (la esquina de General López y
San Jerónimo) la cuadra estaba ocupada por la Catedral, su Parroquia, la
familia Busaniche (actualmente esta casa ha sido incorporada a la
Parroquia), la residencia de Manuel de Iriondo, nuestra casa, la de la
familia Santa Cruz, una casona que normalmente era un comité radical,
que hacía una suerte de L rodeando a la casa de los Santa Cruz y tocaba
con nuestro predio por el fondo. Finalmente, en la esquina de San Martín,
el Bar del Plata regenteado por el Gordo López, toda una institución (el bar
y el Gordo) en aquella época. Tiempos en que el whisky no había llegado a
Santa Fe, donde el refinamiento consistía en beber copetines pero, por algo
estábamos en Santa Fe, todo el mundo tomaba cerveza.
La particularidad señalada de la cuadra me afectó severamente,
resultó que yo, el benjamín de la familia, era el único niño de la cuadra. Mi
hermano más próximo en edad era mujer (Porota). Por otra parte la casa
tenía un primer patio, muy formal rodeado de galerías, luego un segundo
patio más informal en el que teníamos hasta un frontón. Tras una
balustrada venía el jardín y, por fin, la zona mágica del “fondo” que
convocaba todas mis aventuras imaginarias. Fue así que los años 1926 y
1927 transcurrieron creyendo yo ser el único loco bajito del mundo. Mi
ingreso a la Escuela N° 2 General Belgrano, en la esquina de Amenábar y
San Jerónimo, me trajo a la realidad de un mundo en el que yo no era un
31
único ejemplar. Allí gané mis primeros amigos, que lo siguen siendo (vivos
o muertos) setenta años después.
La parte inmobiliaria de la saga familiar se cierra con el alquiler de
General López, ya vacía de hijos, y la mudanza de Papá y Mamá a la calle
Juan de Garay entre San Martín y 25 de Mayo. Fue un desarraigo muy
doloroso, sobre todo para Magdalena.
32
Documentos citados en el texto
33
Fig. 1a – Página 285 del libro Monarquía Española de Francisco de Rivarola y
Pineda.
34
Fig. 1b – Página 286 del libro Monarquía Española de Francisco de Rivarola y
Pineda
35
Fig. 1c – Página 287 del libro Monarquía Española de Francisco de Rivarola y
Pineda
36
Fig. 2 - Escudo de los Milia creado en el año 1391 por Juan de la Milia.
37
Fig. 3 – Matrimonio de Antonio de Milia de Vilar con Antonia Fernández
Gamel (1664),
38
39
Fig. 4 a 6 – Fe de Bautismo de tres hijos de Antonio de Milia de Vilar,
hermanos de nuestro antepasado directo Esteban de Milia (c. 1650).
40
Fig. 7a – Primer matrimonio de Esteban de Milia con Fructuosa
RODRÍGUEZ (1716).
41
Fig 7b – Primer matrimonio de Esteban de Milia (1716)
42
Fig. 8 – Segundo matrimonio de Esteban de Milia con Polinia Novo da
Folgueiras (1720)
43
Fig. 9 – Bautismo de Vicente Marcelo de Milia Novo (1721)
44
Fig. 10a – Matrimonio de Vicente de Milia y Vicenta de Aneiros (1745)
45
Fig. 10b – Matrimonio de Vicente de Milia y Vicenta de Aneiros (1745)
46
Fig. 10c – Matrimonio de Vicente de Milia y Vicenta de Aneiros (1745)
47
Fig. 11 – Bautismo de Vicente Andrés de Milia de Aneiros (1765)
48
Fig. 12 – Fallecimiento de Vicente Andrés de Milia de Aneiros (1816)
49
Fig. 13 – Matrimonio de Vicente de Milia y Andrea Fernández (1793)
50
Fig. 14 – Bautismo de Pedro Manuel Milia Fernández (1794)
51
Fig. 15 – Padrón de Ferrol (1887) donde figura Vicente Milia y Rico.
52
Fig. 16 – Bautismo de Zenón Pedro Milia y Rico (1837)
53
Fig. 17 – Fallecimiento de Zenón Milia y Rico (1885)
54
Fig. 18 – Bautismo de Manuela Liduvina Prieto Pasarón (1851)
55
Fig. 19 – Ascenso de Zenón Milia y Rico a Alférez de Fragata, firmado por
el Rey Don Alfonso XII (1877)
56
Fig. 20 – Censo de Rosario donde figura José Milia (1895)