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PSICOPATIAS E HIPERTIROIDISMO La relacion existente entre alteracio- nes emocionales e hipertiroidismo ha sido conocida y mencionada desde hace ya mucho tiempo. Sin embargo, la ob- jetivacion psicofisiologica del problema esta muy lejos todavia de una formula- cion cabal. Los avances recientes y cada dia mas precisos en el campo de la in- vestigacion neurologica (sistema Iimbi- co, substancia reticulada e hipotalamo ] permiten augurar un brillante futuro para la Psicofisiologia y, concretamente, un esclaramiento cada vez mayor del te- ma que actualmente nos ocupa, asi co- mo de las interrelaciones neuroendocri- nas en general. Los puntos fundamentales pueden reo ducirse a tres perspectivas diferentes del "memento" nosolcgico: 1. Las alteraeio- nes emocionales -neuroticas y psico-' ticas- constitutivas del cuadro clinico del hipertiroidismo, 2. El desequilibrio vegetativo y los traumas psiquicos que a menu do preceden 0 contribuyen al de- sencadenamiento de la hiperfuncion ti- roidea. 3. Las alteraciones de la perso. nalidad, presentes de larga data, que pudieran contribuir al desarrollo de la disfuncion tiroidea, 0 dicho en otros terminos, el planteamiento de la posi- bilidad de que el hipertiroidismo repre- sente una respuesta caracteristica de un tipo especial de personalidad frente a una agresion psiquica tambien especifi. ca, al menos en su esencia. Debe enten- derse que el "tipo especial de persona· lidad" a que hacemos refereneia esta condicionado obviamente por el poten- Dr. HERNAN MENDOZA HOYOS cial genetico del sujeto, asi como por su relacion ambiental. El neurotico chisico simboliza su con- flicto sin patologia somatica, el sufri- miento se hace a un nivel cortical; son sus actitudes y su 'pensamiento los que presentan una distorsion 0 mejor, una deformacion. Eventualmente, cuan- do los conflictos emocionales descargan su energia por cauces autonomos, la en- fermedad somatic a puede precipitarse 0 puede exaltarse si ya estaba presente. Para que la angustia siga la via vis- ceral bien puede presuponerse la exis- tencia de una "debilidad" hereditaria, de un verdadero "anlage" constitucional degenerativo, despertado 0 puesto en marcha por influencias nerviosas (1.2). Asimismo debe existir una manifiesta inestahilidad en relacion con el ambien- te, originada muy tempranamente duo rante la formacion de la personalidad. De todos modos en el neurotico la sim- holizaoion se encuentra ya totalmente desprendida de la realidad que pudo originarla, es precisamente esa simboli- zacion psiquica 0 somatica - sin subs- trato, sin materia, totalmente inconexa, metaplasica, para emplear un termino morfologico, 10 que constituye la rna- nifestacion de la enfermedad. En el hi- pertiroidismo, no cabe duda, al menos en 10 que hace relacion a su valor mi- mico y expresivo, el temblor, el sudor, la sensacion de sofocacion, la taquicar. dia, la exoftalmia, la inestabilidad, sim· bolizan el panico. El miedo magnifica- do, desnudo. El estudio psicodinamico - 67-

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PSICOPATIAS E HIPERTIROIDISMO

La relacion existente entre alteracio-nes emocionales e hipertiroidismo hasido conocida y mencionada desde haceya mucho tiempo. Sin embargo, la ob-jetivacion psicofisiologica del problemaesta muy lejos todavia de una formula-cion cabal. Los avances recientes y cadadia mas precisos en el campo de la in-vestigacion neurologica (sistema Iimbi-co, substancia reticulada e hipotalamo ]permiten augurar un brillante futuropara la Psicofisiologia y, concretamente,un esclaramiento cada vez mayor del te-ma que actualmente nos ocupa, asi co-mo de las interrelaciones neuroendocri-nas en general.

Los puntos fundamentales pueden reoducirse a tres perspectivas diferentes del"memento" nosolcgico: 1. Las alteraeio-nes emocionales -neuroticas y psico-'ticas- constitutivas del cuadro clinicodel hipertiroidismo, 2. El desequilibriovegetativo y los traumas psiquicos que amenu do preceden 0 contribuyen al de-sencadenamiento de la hiperfuncion ti-roidea. 3. Las alteraciones de la perso.nalidad, presentes de larga data, quepudieran contribuir al desarrollo de ladisfuncion tiroidea, 0 dicho en otrosterminos, el planteamiento de la posi-bilidad de que el hipertiroidismo repre-sente una respuesta caracteristica de untipo especial de personalidad frente auna agresion psiquica tambien especifi.ca, al menos en su esencia. Debe enten-derse que el "tipo especial de persona·lidad" a que hacemos refereneia estacondicionado obviamente por el poten-

Dr. HERNAN MENDOZA HOYOS

cial genetico del sujeto, asi como porsu relacion ambiental.

El neurotico chisico simboliza su con-flicto sin patologia somatica, el sufri-miento se hace a un nivel cortical;son sus actitudes y su 'pensamiento losque presentan una distorsion 0 mejor,una deformacion. Eventualmente, cuan-do los conflictos emocionales descargansu energia por cauces autonomos, la en-fermedad somatic a puede precipitarse 0

puede exaltarse si ya estaba presente.Para que la angustia siga la via vis-

ceral bien puede presuponerse la exis-tencia de una "debilidad" hereditaria,de un verdadero "anlage" constitucionaldegenerativo, despertado 0 puesto enmarcha por influencias nerviosas (1.2).Asimismo debe existir una manifiestainestahilidad en relacion con el ambien-te, originada muy tempranamente duorante la formacion de la personalidad.De todos modos en el neurotico la sim-holizaoion se encuentra ya totalmentedesprendida de la realidad que pudooriginarla, es precisamente esa simboli-zacion psiquica 0 somatica - sin subs-trato, sin materia, totalmente inconexa,metaplasica, para emplear un terminomorfologico, 10 que constituye la rna-nifestacion de la enfermedad. En el hi-pertiroidismo, no cabe duda, al menosen 10 que hace relacion a su valor mi-mico y expresivo, el temblor, el sudor,la sensacion de sofocacion, la taquicar.dia, la exoftalmia, la inestabilidad, sim·bolizan el panico. El miedo magnifica-do, desnudo. El estudio psicodinamico

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de estos pacientes revel a la existencia deun trauma emocional 0 la activacion deun conflicto en el momento en que seinstauran los sintomas tfpicos de la en-fermedad. El ingrediente emocional dela agresion sufrida es muy frecuente-mente el miedo (3).

Se ha hecho afirmacion de que lassiguientes caracteristicas son propias delas celulas y de las fibras relacionadascon la regulacion de la actividad antero-hipofisaria: 1. Son filogeneticamenteantiguas; 2. Multiple modalidad de im-pulsos convergen sobre elIas; 3. Debenestar relacionadas con funciones supe-riores, puesto que los facto res psiquicosy emocionales desempefian papel pri-mordial en la actividad anterohipofisa-ria (4). El Iripotalamo recibe fibras afe-rentes con todas las modalidades senso-riales y pOl' ende estimulos determinan-tes de cambios funcionales adenohipofi-sarios pueden ser de modalidades muyvariadas, Tanto el sistema reticular co-mo eI hipotalamo y el sistema Iimhicoestan relacionados con la regulacion dela conciencia y de las emociones, Essabido que el miedo y las emociones, engeneral, alter an la secrecion de hormonaantidiuretica, de adrenocorticotrofina,de las gonadotrofinas y de la tirotrofi-na. La situacion inversa, es decir, el dec-to de las diferentes concentraciones hor-monales en sangre sobre el sistema ner-vioso, parece indudahle, La tiroxina po-see un definido efecto sobre las neuro-nas del cerebro medio y su apltcacionen varias regiones del tallo cerebral enrenacuajos afecta el tiempo de desarro-llo de los reflejos nerviosos locales y elritmo de desarrollo de las neuronas.

El hipotalamo posee la potencialidadde aumentar 0 de disminuir la secrecionpituitaria, como consecuencia, los cam-bios funcionales glandulares pueden mo-dificar 0 alterar los patrones de conduc-tao Los estimulos sobre el hipotalamo ymas concretamente sobre el tracto suopraoptico hipofisario, determinan res-puestas diferentes en relacion con lafuncion tiroidea, de acuerdo con la ca·pacidad funcional de la corteza suprarre-

naI. En terminos generales, en el animalintacto (desde el punto de vista supra·rrenal) el estimulo hipotalamico noproduce alteraciones significativas dela funcion tiroidea; pOl' eI contrario, eneI animal adrenalectomizado determinauna Iriperfuncion. Es importante anotarque la elevacion muy evidente y mani-fiesta de las concentraciones de hormo-na tiroidea en sangre no modifica lastasas elevadas de Iiberacion de tirotro-fina hipoaifisaria, en las condicionesmencionadas. Es decir, el efecto hipota-lamico sobre la secrecion de tirotrofinapredomina definidamente sobre el efec-to inhibitorio de las eIevadas concentra-ciones de hormona tiroidea en sangre.POl' 10 tanto, la tirotoxicosis del Gravesimplica necesariamente la existencia deuna causa extratiroidea. Se puntualizaasi el posible origen neurogenico dela hiperfuncion tiroidea, subrayado pOl'el hecho clinico corrientemente obser-vado de "stress" emocional como factoretiologico de la enfermedad de Graves(5 - 6).

Bosquejado ya el problema en rela-cion con los puntos 2 y 3 de 10 que lla-mamos "memento" nosologico, vale de-cir con: a) Traumas psiquicos que pre-ceden 0 contribuyen al desencadena-miento de la tirotoxicosis y b) Eatruc-tura particular de la personalidad deltirotoxico, bien vale la pena que nosocupemos del primer punto.

En el primer punto consider amos lasalteraciones emocionales como compo-nentes del cuadro clinico del hipotiroi-dismo y es justamente sobre algunos me-canismos de las alteraciones de la con·ducta en la hiperfuncion tiro idea sobrelos que queremos detenernos.

Nuestraconciencia del espacio-tiempoconsiste fundamentalmente en la dura-cion de ciertos recuerdos en el sistemanervioso central, en la persistencia deciertos residuos de comunicacion. "Esen ti, oh mi mente, en donde yo mido eltiempo" decia San Agustin, 0 en otrosterminos "tengo conciencia de metaboIi-zar al traves del espacio-tiempo y pOl' 10

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tanto existo", El tiempo subjetivo, eltiempo fisiologico, depende por 10 tan-to de la actividad metabolica, de la tem-peratura corporal, de la intensidad delos procesos oxidativos. La duracion dela vida es justamente la dura cion delproceso metabolico. Lo que se qui eresignificar es que en el proceso de lahiperfuncion tiroidea se presenta unaalteracion sostenida y persistente deltiempo fisiolOgico que muy bien puedeexplicar muchas de las manifestacionesemocionales de la enfermedad.

"Llegar retrasado" es .un efecto de ladisminucion de la actividad metabolica,por el contrario "llegar anticipadamen-te" es un efecto del aumento de laactividad metahdlica. En los estadoshipermetabolicos, las fracciones de tiem-po, segundos 0 minutos, trans curren ra·pidamente, eltiempo se contrae, lashoras pasan Ientamente y por 10 tanto,se "llega anticipadamente". La situacionopuesta es el comun denominador de losestados de hipometabolismo, el tiempose expande.

Hipermetabolismo: El tiempo reloj sesobre·estima, se "llega temprano", eltiempo se contrae, el tiempo transcurremas lentamente, "el tiempo no pasa".

Hipometabolismo: El tiempo reloj sesub·estima, se "llega tarde" el tiempo seexpande, transcurre riipidamente", losdias vuel;m.

La situacion anterior sustentada pornumerosas observaciones y experiencias(7 • 8 . 9 . 10 • II) pone muy de mani·fiesto la alteracion del tiempo fisio16·gico, 0 tiempo individual, 0 tiempo sub·jetivo, sufrida por el hipertiroideo si seIe contrast a con el eutiroideo, que sinlugar a dudas es el especimen dominan·teo El sujeto hipermetabolico se debateen un ambiente en donde el tiempo po·see un valor que no es el suyo, 8U ritmo

contrasta abiertamente, agresivamente,con el ritmo comun. La ansiedad pare·ce ser su consecuencia logica y con esta,la psicopatia encuentra un fertil campo.

Ya para terminar justo es hacer men-cion de las psicosis en el curso del hi per·tiroidismo y de cuya incidencia se co-nocen numerosas publicaciones.

En general, la psicosis hace su apari-cion en el curso de la enfermedad ysuele regresar paralelamente con las ma-nifestaciones tirotoxicas, Ni la edad niel sexo parecen ser factores contribute-rios 0 determinantes. El cuadro clinicoes esencialmente polimorfo y por 10tanto no existe una psicosis caracteristi-ca de la hiperfuncion tiroidca. Algunasveces, los trastornos psicoticos se instau-ran cuando el tratamiento se encuentraavanzado y las manifestaciones tirotoxi-cas han regresado parcialmente. Los bar-hitiiricos pueden ocasionalmente agravaro desencadenar el cuadro mental, quizapor bloqueo de los procesos frenadorescorticales. El tratamiento quirurgico nodebe intentarse en presencia de enferme·dad mental ya que puede agravar seve·ramente el cuadro clinico. La psicotera·pia profunda no se considera indicadaen presencia del cuadro tirotoxico agu-do, los mecanismos de la personalidadpueden debilitarse por razon de la toxi.cidad tiroidea y el estimulo terapeuticodel trauma emocional precipitante suma·do a la vivencia de situaciones reprimi.das puede precipitar la psicosis (12).

Han sido muy brevemente esbozada8las manifestaciones mentales patologicasen el curso de la tiro toxicosis y se hahecho particular enfasis sobre sus po·sibles mecanismos. Consider amos quelos adelantos cada vez mas firmes en elterre no de la psicofisiologia esclarece·ran muy pronto las inquietudes que ha·yamos podido despertar.

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BIBLIOGRAFIA

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12 MENDOZA, H., MANZANILLA, L. M.,TORRES, M.: Psicopatlas Tirotoxicas. Rev.Soc. Col. de Endocr. Torno I NQ 2. Bogota,octubre 1956.

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