06-el patrimonio cultural iberoamericano

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Patrimonio

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    Generalmente cuando tenemos la oportuni-dad de hablar de la relacin que existe en-tre las ciencias naturales y la conservacin del patrimonio cultural, nos referimos a los trabajos puntuales ms significativos en nuestro quehacer, al uso de nuevas tecno-logas o a la obtencin de resultados rele-vantes frente al estudio de bienes culturales de gran significado, por ello en esta opor-tunidad me gustara referirme ms que a la realizacin de algunas hazaas importantes a la situacin en que se encuentra gran parte del patrimonio en los pases de Iberoamri-ca y que representan un gran reto para los profesionales que trabajan en el estudio y la preservacin de la memoria material de estos pueblos y en especial a los llamados cientficos de la conservacin.

    Aunque las formas de trabajo de los cien-tficos del patrimonio de nuestros pases son similares y varan en funcin de los recur-sos disponibles, del inters de los estados y de la existencia de instituciones del sector privado que apoyan las tareas de conserva-cin del patrimonio cultural, hemos podido percibir que nos une una problemtica co-mn y unas necesidades enormes de apoyo cientfico a los procesos de conservacin y a la implementacin de estrategias para la salvaguarda de nuestro patrimonio.

    Muchos de nuestros laboratorios han sido diseados a imagen y semejanza de laborato-rios de pases desarrollados que fueron pen-sados para otras necesidades y en realidades muy diferentes a las nuestras. En este orden

    de ideas muchos de los trabajos que realizan los cientficos del patrimonio no responden a las urgentes necesidades del patrimonio cultural y por ende gran parte de nuestro patrimonio est en riesgo de perderse. Sobre las necesidades ms apremiantes de conser-vacin de este patrimonio me quiero referir a continuacin.

    El patrimonio iberoamericano tiene mu-chas caractersticas comunes, la historia de nuestros pases, los procesos socioculturales y las variables geogrficas son responsables de que se genere un patrimonio singular, que puede ser clasificado y agrupado de muchas formas, cualquiera de las cuales se puede repetir en diferentes regiones del con-tinente; de esta forma podramos hablar de patrimonio cultural de los pases del Caribe, de patrimonio de la regin andina, de la re-gin amaznica, etc

    Para poder proteger el patrimonio es im-prescindible conocer la vulnerabilidad del mismo ante una amplia variedad de amena-zas latentes, la vulnerabilidad est relaciona-da directamente con la composicin mate-rial de los objetos, su forma de elaboracin y su estado de conservacin. Estos aspectos han sido estudiados por las ciencias naturales desde hace ms de treinta aos en muchos de nuestros pases, no obstante la informa-cin que se ha ido produciendo es dispersa y de difcil consecucin. Esta falta de organi-zacin y sistematizacin de la informacin ha propiciado que muchos bienes cultura-les hayan sido sometidos reiterativamente

    El patrimonio cultural iberoamericano: un reto para las ciencias naturales

    Mario O. FernndezFacultad de Estudios del Patrimonio Cultural. Universidad Externado de Colombia

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    a toma de muestras y anlisis cientficos, lo que adems de representar una agresin a los bienes culturales se convierte en una per-dida de recursos que en estas regiones siem-pre son insuficientes para estudios de este tipo. Aun cuando somos consientes de la necesidad de los estudios de la materialidad y las tcnicas de elaboracin, consideramos necesario que las ciencias naturales dedi-quen tambin esfuerzos a reducir los riesgos deterioro a los que est expuesto la mayor parte de nuestro patrimonio cultural.

    Para comprender mejor los peligros a los que estn expuestos nuestros bienes cultu-rales dividiremos los riesgos de deterioro en cuatro grupo de amenazas que hemos de-terminado en nuestro trabajo cotidiano en la conservacin del patrimonio cultural y a partir de la experiencia aportada por innu-merables colegas de Amrica Latina.

    Los fenmenos geolgicos son manifes-taciones naturales recurrentes, que tienen su origen en la dinmica interna y externa de las tres capas concntricas de la tierra que se conocen como el ncleo, manto y

    corteza, las cuales se registran en distintas formas de liberacin de energa. Los sismos o terremotos se manifiestan en la litosfera terrestre por la liberacin sbita de ener-ga, acumulada dentro o entre los lmites de las placas tectnicas por su dinmica de desplazamiento, originando vibraciones o movimientos bruscos de corta duracin e intensidad variable, en todas direcciones a partir del epicentro.

    La mayor actividad ssmica del planeta se concentra en el cinturn circumpacfico (conocido como el cinturn de fuego), que incluye las costas orientales de Asia y occi-dentales de Amrica; desde la parte sur de Chile pasando por Per, Ecuador, Colom-bia y extendindose por Centro Amrica hasta alcanzar Mxico.

    Existen muchos ejemplos de terremotos que han azotado a diferentes pases de Am-rica, en Colombia por ejemplo se recuerda el terremoto de Armenia, de enero de 1999, que produjo serios daos materiales, un 60% de infraestructura colapsada y mil per-sonas fallecidas1.

    Muchos otros terremotos con efectos de-vastadores se han producido, cabe recordar el de Mxico en 1985 en el Distrito Federal, donde se perdieron ms de 10.000 vidas. El reciente terremoto del Per gener cuantio-sas prdidas. Segn el diario El Comercio el 32% del patrimonio monumental de la cos-ta central peruana fue destruido. El diario no hace mencin a las colecciones de bienes muebles que se perdieron en el desastre2.

    Los ejemplos de este tipo son muchos en el continente, los daos sufridos por el pa-trimonio cultural generalmente son desco-nocidos, las prioridades despus de la emer-gencia se dirigen a las victimas mortales y heridos, luego los recursos no son suficientes y el tiempo va dejando a un lado los efectos de estas catstrofes. De lo que s debemos

    1 Diario El Tiempo, Bogota Colom-

    bia 27 de enero de 1999.2 Diario El Comercio. Per. 30 de

    agosto de 2007.

    Figura 1. Incendio forestal, en los cerros orientales de Bogot, cerca del Santua-rio de Monserrate.

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    estar conscientes es que una gran cantidad de ciudades latinoamericanas estn expues-tas a esta terrible amenaza que se constituye en un riesgo significativo de deterioro para los acervos histricos del continente y que indiscutiblemente no estamos preparados para enfrentar a este tipo de desastre.

    Los pases de Amrica Latina no han prestado mucha atencin a los maremotos, razn por la cual no se han preparado para enfrentar este tipo de desastres, a pesar de que los expertos advierten que a futuro en esta regin podran producirse eventos simi-lares al registrado en el ocano Indico que acab con la vida de ms de 150.000 per-sonas y devast las costas de una decena de naciones en diciembre del ao 2005.

    En las costas americanas sobre el ocano Pacfico desde el sur de Chile, hasta Mxico, y frente a las playas del mar Caribe existen placas tectnicas que en caso de moverse a gran intensidad generaran olas de gran ca-pacidad destructiva. Muchas ciudades lati-noamericanas con costas, presentan impor-tantes instituciones culturales contenedoras de colecciones e invaluables vestigios patri-moniales a escasos metros del mar.

    El terremoto ms grande registrado en el planeta tierra que el hombre civilizado recuerde, ocurri el da Domingo 22 de Mayo de 1960 a las 14:55 p.m., en Valdivia, Chile, tuvo una magnitud de 9,5 grados en la escala Ricther, con 37 epicentros y una duracin de 10 minutos, se produjeron tres tsunamis, olas gigantes que asolaron y de-formaron la costa chilena con ms de 5.000 vctimas fatales, destruccin total de pobla-dos de pescadores, las grandes olas llegaron hasta Japn. En realidad aun en la actuali-dad no se conoce con exactitud los daos ocasionados por este fenmeno3.

    Otras amenazas relacionadas con los fe-nmenos geolgicos son los deslizamientos.

    Estos fenmenos son desplazamientos de masas de tierra o rocas por una pendiente en forma sbita o lenta y su ocurrencia de-pende de variables como: clase de de rocas y suelos, orientacin de las fracturas o grietas en la tierra, cantidad de lluvia en el rea, ac-tividad humana (cortes en ladera, falta de canalizacin de aguas, etc.).

    Las erupciones volcnicas son una amena-za que abarca a todo el continente americano, los datos histricos reportan que este tipo de eventos son ms acentuados en Amrica del Sur, tanto en la cantidad de muertos como en el nmero total de afectados, no obstan-te Amrica Central y el Caribe tambin son susceptibles a este tipo de desastres.

    Algunos desastres asociados con actividad volcnica an son difciles de olvidar, por ejemplo en Colombia el 13 de noviembre de 1985, la ciudad de Armero, la tercera en importancia en el departamento del Tolima, es borrada del mapa por la explosin del volcn Nevado del Ruiz, en quince minutos perecieron 23 mil personas; no se tuvo en cuenta la peligrosidad de la zona del Ruiz,

    3 Lagos Lpez, Marcelo (2000):

    Tsunamis de origen cercano a la cos-

    tas de Chile, en Revista de Geografa

    Norte Grande, n. 27. p. 93-102.

    Figura 2. El patrimonio en riesgo. Museo de Ocaa norte de Santander Colombia.

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    situada dentro del rea ssmica conocida como anillo de fuego.

    El nmero de volcanes activos en el con-tinente americano es muy elevado y frecuen-temente tenemos noticias de las amenazas de erupcin en diferentes regiones.

    El otro grupo de riesgos a que est ex-puesto el patrimonio se relaciona con los fenmenos hidrometeorolgicos que se ge-neran por la accin violenta de los fenme-nos atmosfricos, siguiendo los procesos de la climatologa y del ciclo hidrolgico. Estos fenmenos pueden llegar a ser extremada-mente destructivos y se pueden producir de forma inesperada. De estos eventos los hu-racanes ocupan un importante lugar en la escala de peligro para nuestros pases.

    Los pequeos pases del Caribe y Am-rica Central han padecido devastacin y miles de muertes por huracanes cada vez ms frecuentes y los meteorlogos predi-cen cada vez un mayor nmero de estos eventos, las perdidas materiales so enormes, existen muy pocos reportes del patrimonio cultural que se pierde por estos eventos, las

    instituciones culturales no estn preparadas lo suficientemente para enfrentar este tipo de desastre.

    A este tipo de riesgo pertenecen las inun-daciones, que se clasifican segn su origen, en pluviales por acumulacin de lluvia de precipitacin, granizo o nieve sobre terrenos planos o de insuficiente drenaje y en fluvia-les o lacustres originadas por desbordamien-to o ruptura de contenedores como son presas, lagos, ros. Las inundaciones ocasio-nadas por la presencia de estos fenmenos o excesivos escurrimientos por las diversas cuencas hidrolgicas perturban el orden so-cial, generando elevados daos econmicos y prdidas de vidas humanas.

    El 13 de marzo de 1993 la ciudad de La Habana sufri uno de los fenmenos me-teorolgicos ms complejos de los ltimos aos. Fuera de la temporada ciclnica y to-mando la direccin contraria a la acostum-brada por los huracanes que azotan a la isla caribea con relativa frecuencia, se produjo un evento climatolgico que tuvo una ac-cin devastadora en la costa norte de la re-gin occidental de la Isla de Cuba. Varias instituciones culturales cubanas sufrieron graves daos, entre ellas la Biblioteca de la Casa de las Amrica y La Galera de Arte Popular Mestizo Latinoamericano que per-dieron importantes obras all atesoradas

    Las inundaciones se suceden en todo el continente, trayendo consigo una estela de luto y prdidas materiales que incluyen im-portantes vestigios del patrimonio cultural. Podemos recordar inundaciones como las de Venezuela en 1999, las inundaciones de Santa F, Argentina y las ms recientes en febrero del presente ao en Bolivia.

    El tercer grupo de factores est relacio-nado con el hombre. Se trata de situaciones en las que la accin de los seres humanos, consiente o no, suele ocasionar vctimas ci-

    Figura 3. Libro con biodeterioro.

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    viles, prdidas de bienes de servicios bsicos y de medios de vida. Entre esas situaciones cabe citar las guerras (civiles o de otro tipo), los conflictos en la comunidad, los despla-zamientos masivos de personas (se trate de refugiados o de desplazados internos), el reasentamiento forzoso de personas, los de-sastres ecolgicos, los desastres tecnolgicos, los incendios, etc. En otro orden tambin se ubica dentro de este grupo de riesgos que tienen que ver con las actividades propias de las instituciones culturales y que tienen una relacin directa con la gestin administrati-va y todos los aspectos relacionados con el uso del patrimonio y su preservacin.

    Los incendios producidos intencional-mente o por accidentes siempre estn rela-cionados con la actividad humana. Este fla-gelo ha sido el responsable que en tiempos muy breves se pierdan importantes colec-ciones completas de bienes culturales mue-bles. La historia recoge mltiples casos de incendios en iglesias, bibliotecas, archivos y museos, en el caso latinoamericano tambin son innumerables los eventos de este tipo.

    El 11 de Mayo de 1943 el incendio de la Biblioteca Nacional del Per enlut por va-rias dcadas la cultura nacional de ese pas. Cuando la ciudad dorma, una densa hu-mareda alert a los escasos transentes, los bomberos acudieron pero debido a la natu-raleza propia del combustible y su almace-namiento, el fuego devor todo a su paso. El local qued casi destruido. Las salas Europa, Amrica, el saln de lectura y el depsito de publicaciones fueron pasto de las llamas y no se pudo salvar nada. Una Comisin de Notables de la poca, determin que pudo ser intencional4.

    En la Argentina un incendio destruy gran parte de un edificio histrico rosarino, inaugurado en 1902, donde funcionaba el Museo de Ciencias Naturales y la Facultad de

    Derecho, causando una verdadera catstrofe y sin que se registraran victimas. El inmue-ble qued prcticamente destruido por las llamas que se habran originado por bombas de estruendo arrojadas durante una marcha gremial estatal, segn la principal hiptesis de los investigadores del accidente.

    En la madrugada del 8 de julio de 1978, un pavoroso incendio destruy el Museo de Arte Moderno de Ro de Janeiro reduciendo a cenizas su valioso acervo. Despus de la segunda guerra mundial, no se conoca una semejante catstrofe artstica y cultural. El desastre caus asombro y consternacin en el mundo entero, lo anunci la prensa con grandes titulares: El mayor desastre de Arte Moderno, y uno de los mayores ocurridos en Amrica Latina. Si bien las causas del fuego nunca pudieron ser aclaradas, parece-ra que tuvieron su origen en el auditorio, donde la noche anterior un grupo de jve-nes haba realizado un espectculo que ter-min muy tarde; los vigilantes se retiraron de inmediato. Se habl de un cigarrillo mal apagado, de algn aparato mal conectado,

    4 Museo bomberos peruanos http://

    www.desastres.org/museo/incendios.

    html.

    Figura 4. Monumento a Los Lanceros de Rondn. Pantano de Vargas. Boyaca Colombia

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    de un cortocircuito, y tambin se habl de la fatalidad5.

    Los conflictos sociales son un flagelo que en esta regin han generado daos incal-culables al patrimonio cultural. En el caso especfico de Colombia, existen varios ejem-plos de prdida del patrimonio documental por este factor.

    El 9 de abril de 1948, el asesinato del candidato del partido liberal Jorge Elicer Gaitn produjo en la ciudad de Bogot, una gran rebelin popular, que ocasion grandes estragos en la capital colombiana y en otras ciudades del pas, convirtiendo en ruinas una cantidad importante de instituciones y edificios. Se destruy la Cancillera, el Mi-nisterio de Gobierno, el Palacio Arzobispal, la Prefectura de seguridad, los archivos del Prontuario de gabinetes de identificacin donde estaban consignados los anteceden-tes de conducta de todos los habitantes de la capital.

    Otro ejemplo mas reciente es lo aconte-cido el 6 de noviembre de 1985. El movi-

    miento guerrillero M-19 se toma el Palacio de Justicia; luego de 28 horas de combate con fuerzas del ejrcito, el palacio es reduci-do a cenizas. La Biblioteca de la corte Supre-ma de Justicia con la historia de Colombia desde 1810 qued totalmente destruida.

    En Bolivia el 12 de febrero del 2003, se produce un levantamiento popular en La Paz, que concluy con el saqueo e incendio de varios edificios pblicos, entre los que se encontraban la Biblioteca y el Archivo del Congreso. Un puado de jvenes logr impedir que junto al palacio, ardieran los Archivos Nacionales de Bolivia, memoria histrica de la Nacin. Slo la llegada de tropas del ejrcito logr disolver a la mul-titud. Como resultado de estos disturbios se perdieron importantes documentos de la memoria histrica de este pas.

    La falta de sistemas de seguridad son un factor importante para que se produzcan con cierta frecuencia robos de bienes cul-turales en nuestras instituciones. El trfico ilcito es un mal que abarca todo el conti-nente, los bienes arqueolgicos, los expo-nentes de la poca colonial y los objetos de arte religioso se encuentran entre los objeti-vos ms preciados de las mafias del arte en esta regin. La variedad de objetos robados va desde pequeas miniaturas y pinturas en iglesias hasta retablos enteros o pesadas es-culturas monolticas como las sustradas en Colombia del Parque arqueolgico de San Agustn.

    Los museos, archivos y bibliotecas son objeto de robos de diferente tipo. El pblico es un factor a tener en cuenta. Tambin es-tas instituciones son asaltadas o se producen robos planificados por las mafias dedicadas al trfico de obras de arte. Existen mltiples ejemplos, como el robo a la Biblioteca Ge-neral San Martn de la ciudad de Mendoza, Argentina, de donde fueron sustrados ms

    5 Museo Torres Garcia http://www.

    torresgarcia.org.uy/noticia_80_1.

    html.

    Figura 5. Conservacin preventiva de la biblioteca Museo histrico de Boli-var. Quinta de San Pedro AlejandrinoSanta Marta. Colombia.

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    de 100 libros de los siglos xvi, xvii y xviii. En este caso la falta de seguridad y vigilan-cia nocturna facilitaron el acto delictivo. La seguridad contra robos es uno de los proble-mas ms graves que enfrenta el patrimonio en nuestro continente.

    La historia reciente de Amrica da cuenta de mltiples ejemplos de prdida de bienes culturales por actos vandlicos realizados por individuos, grupos de personas e incluso gobiernos dictatoriales. Podemos destacar la quema de libros en Chile durante la dicta-dura militar en los aos 70, el uso de grafitis en esculturas en espacio pblico, as como la mutilacin y atentados terroristas, cabe sealar los daos sufridos por la escultura El pjaro del artista colombiano Fernando Botero en junio de 1995, donde perdieron la vida 28 personas y ms de 200 resultaron heridas. Una gran cantidad de monumentos en espacio pblico se encuentran en lamen-table estado de conservacin por causa de actos vandlicos.

    La conservacin del patrimonio cultu-ral depende en gran medida de las polti-cas de las administraciones custodias de las colecciones. Cuando los responsables de la administracin no tienen la capacitacin suficiente, o el personal encargado no est preparado para asumir la responsabilidad de administrar una coleccin, se presentan grandes riesgos de deterioro y prdida de los bienes culturales. Entre los problemas ms recurrentes se encuentran las deficiencias en la organizacin de los depsitos, ausencia de polticas claras de uso, manipulacin, tras-lados, limpieza y conservacin. Todos estos aspectos cuando se realizan sin tener en cuenta las normas mnimas de conservacin se constituyen en amenazas que ponen en riesgo la preservacin de los acervos.

    Muy relacionada con la administracin de las colecciones se encuentra otra importante

    amenaza a la que est expuesto el patrimo-nio, el de las intervenciones y restauraciones inadecuadas. Con frecuencia se presentan personas que han recibido capacitaciones o charlas en conservacin y se creen conserva-dores restauradores, las iniciativas de estos personajes inciden negativamente en la sal-vaguarda de nuestros bienes culturales. Las intervenciones realizadas por personal no calificado, sin la realizacin de diagnsticos previos y utilizando materiales y mtodos inadecuados ocasionan daos aun mayores que los existentes en los objetos.

    Otro aspecto que muchas veces es difcil de clasificar o definir ya que tiene un alto contenido poltico, est generando la prdi-da de una parte importante de la memoria histrica de la humanidad. En ocasiones y en la medida que el patrimonio cultural est cargado de un alto valor simblico, donde se concentran las creencias, las aspiraciones, los logros y la memoria histrica de los gru-pos sociales, se convierte en objetivo a des-truir frente a conflictos armados.

    En la historia reciente existen mltiples ejemplos de destruccin de patrimonio como resultado de conflictos armados; cabe destacar la destruccin de la Biblioteca de Sarajevo en 1992 provocada por los serbios. Las innumerables bibliotecas y museos des-truidos por los talibanes en Afganistn y el incendio y saqueo de casi todas las bibliote-cas y museos iraques en el 2003.

    En nuestro continente existen tambin muchos ejemplos de estas calamidades, como el saqueo de la Biblioteca Nacional de Per durante la ocupacin chilena, o las prdidas por atentados terroristas.

    El 18 de julio de 1994 se produjo el mayor atentado terrorista de la historia de Argentina: una bomba destruy el edificio de la Asociacin Mutual Israelita Argenti-na, muriendo 85 personas y perdindose los

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    archivos histricos del instituto Judo de In-vestigaciones.

    En Colombia tambin han ocurrido atentados terroristas como los del Club El Nogal y el Edificio del Departamento Ad-ministrativo de Seguridad con prdidas de vidas humanas y valiosos documentos de archivos y bibliotecas.

    El tema de las condiciones ambienta-les es otro que nos preocupa grandemente y que an no est solucionado en nuestra regin. Para hablar de los factores ambien-tales es necesario tener en cuenta el contex-to biogeogrfico del continente americano. Este constituye un espacio geogrfico com-plejo, hecho de la yuxtaposicin de zonas ecolgicas muy contrastadas, entre las que figuran zonas de bosques por encima de los 2. 500 m, regiones lacustres templadas de montaa, laderas montaosas atlnticas con bosques de neblina, bosques lluviosos de planicies tropicales de baja altitud, estuarios martimos, islas tropicales, vastos espacios semiridos cubiertos de vegetacin xerfila y de plantas leguminosas. La diversidad de

    variables y comportamiento de los parme-tros ambientales dificulta la comprensin y el diagnstico de los procesos de deterioro del patrimonio en las diferentes zonas geo-grficas del continente.

    Estos parmetros son fundamentales para la correcta conservacin del patrimonio cul-tural independientemente del soporte de que estn elaborados los bienes culturales y la si-tuacin geogrfica de la institucin custodia.

    Cuando estos parmetros no son ade-cuados, se generan deterioros de diversa na-turaleza que en muchas ocasiones generan daos considerables en los documentos y la informacin que estos soportan.

    Los problemas generados por la ilumi-nacin inadecuada de las colecciones son generalizadas y existe an un gran desco-nocimiento sobre el peligro que este factor representa para los diferentes materiales del patrimonio material. La temperatura y humedad relativa del aire aunque son ms estudiadas tambin son responsables de incontables deterioros en los materiales, la falta de diagnsticos adecuados, el uso in-discriminado de sistemas de climatizacin artificial y la falta de programas de moni-toreo diagnsticos y de valoracin y segui-miento a las soluciones planteadas tambin representan un grave problema en nuestra regin.

    Hemos abordado de manera muy general los principales riesgos de deterioro a los que est expuesto nuestro patrimonio cultural. Las noticias de las ltimas semanas no son alentadoras. Segn un informe presentado en Bruselas por el Grupo de Expertos In-tergubernamentales sobre Evolucin del Clima, la eventual alza de la temperatura supondr la extincin de 30% de las espe-cies vivas, la elevacin del nivel del mar y la ocurrencia de una serie de fenmenos catas-trficos; lluvias torrenciales, vientos huraca-

    Figura 6. Exposicin por el Da del patrimonio en Colombia.

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    nados, inundaciones que nos hace pensar en la urgente necesidad que tenemos los pro-fesionales dedicados a la conservacin del patrimonio cultural a trabajar teniendo en cuenta estos peligros.

    La necesidad de que se generen progra-mas de prevencin de desastres es eviden-te. Tambin se hace necesario involucrar al pblico y a la comunidad en los temas de conservacin y llamar la atencin a toda la sociedad del peligro que corre nuestro pa-trimonio cultural y lo importante que es el trabajo conjunto y no escatimar esfuerzos ni recursos para preservar la memoria histrica de nuestros pueblos.

    Conscientes de la necesidad de socializar el trabajo que desarrollan los cientficos del patrimonio, el Laboratorio de Ciencias na-turales de la Facultad de Estudios del Patri-monio cultural de la Universidad Externado de Colombia ha desarrollado una serie de estrategias encaminadas a difundir el traba-jo que se realiza y destacar la importancia que tienen los trabajos desarrollados para la conservacin y disfrute del patrimonio cultural. En este sentido se destaca la ex-posicin Arte dentro del arte: otra mirada desde la ciencias naturales, con la cual a partir de las imgenes de microfotografas se mostr el trabajo de investigacin realizada a diferentes exponentes del patrimonio cul-tural; monumentos arquitectnicos, monu-mentos en el espacio pblico, y bienes mue-bles de diferente naturaleza. Esta exposicin tuvo un impacto positivo en el pblico que asisti de manera masiva a visitarla, a partir de esta experiencia se han realizado otras ex-posiciones, en todas ellas se ha pretendido que el pblico acceda a las diferentes reas del laboratorio y que pueda interactuar con los equipos.

    Los retos que presenta el patrimonio cultural en Iberoamrica son muy grandes,

    debido a que desconocemos cmo estn elaborados gran parte de nuestros bienes culturales, cmo se alteran estos objetos, qu mecanismos generan los deterioros, cules son los agentes biolgicos que ms les afectan y cmo erradicarlos. La igno-rancia del patrimonio, no es sin embargo la nica amenaza, siendo necesario trabajar en el establecimiento de planes de emer-gencias para enfrentar los desastres natu-rales, estudiar los efectos de la contami-nacin ambiental y los mecanismos para minimizar los daos que estos fenmenos ocasionan.

    En ese sentido, las ciencias naturales tie-nen mucho que aportar a la conservacin del patrimonio ante las enormes carencias que se presentan, siendo prioritario el tra-bajo conjunto entre los cientficos y los dems profesionales, en la creacin de es-trategias que no estn dirigidas a la impor-tacin directa de instalaciones, mtodos y tecnologas de otros lugares, especialmente de Europa y Norteamrica, sino a la rein-terpretacin de las necesidades y a la solu-

    Figura 7. Intervenciones inadecuadas.

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    cin de nuestros problemas con los recur-sos disponibles en trminos de prospectiva y sostenibilidad.

    A este respecto, el entrenamiento de cien-tficos en el estudio y conservacin del patri-monio cultural, parece ser una tarea urgente a nivel de adiestramiento y sensibilizacin de los profesionales en torno a la problem-tica de los bienes culturales, sin embargo hasta el momento no hay una oferta clara para la especializacin de los cientficos de la regin; no obstante en la actualidad se ha

    venido trabajando a otro nivel, brindando herramientas cientficas en la formacin de otros profesionales del patrimonio como muselogos, arquelogos y restauradores.

    Es nuestra responsabilidad, trabajar en el intercambio de informacin y en la conse-cucin de soluciones a problemas comunes fortaleciendo la participacin de toda la sociedad como nica va en que nuestros esfuerzos puedan ser efectivos en la salva-guarda de la memoria material de nuestros pueblos.