12 CLAVES PARA UN VERANO REDONDO

1.- Cierra el círculo

La práctica de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) también debe acompañarnos en

vacaciones porque, en muchos casos, los resi-duos, lejos de desaparecer, crecen de forma

considerable durante la época estival debido a la gran cantidad de fiestas y celebraciones.

Estés donde estés, no bajes la guardia. Consu-me de forma responsable, minimiza la produc-

ción de desechos, aprovecha al máximo los productos y, una vez agotada su vida útil, depo-sítalos en los contenedores correspondientes.

2Un poco de

orden3

Intensifica tu lucha contra el abandono

de basura

4No deseches tu

picnic

5 Ojo con el

desperdicio alimentario

11Regala buenos

momentos

10 Voluntariado

ambiental. ¿Por qué

no?

9El ecoturismo, una magnífica alternativa de ocio y recreo

8 Mueve tus

piernas y tu corazón

1 Cierra el círculo

6 Recupera tu

armario

7 Con la máxima

energía y el mínimo

consumo energético

12Recarga pilas

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Un poco de ordenNo abandones tus buenos hábitos

cotidianos en la segregación de residuos y, de ser posible, refuérzalos. Recuerda que los envases de plástico, las latas y los briks deben depositarse en

el contenedor amarillo; que el destino de los envases de cartón y papel es el azul; que los

envases de vidrio sólo pueden ir al iglú verde; y que la fracción resto debe introducirse en el contenedor verde genérico. Sé cuidadoso

también con otros materiales que tienen sus propias vías de recuperación a través de

establecimientos comerciales, lugares específicos de recogida y puntos limpios

municipales.

Intensifica tu lucha contra el abandono de basura

El buen tiempo invita a la realización de actividades que, durante el resto del año, quedan

limitadas debido, en muchos casos, a la climatología adversa. Es época de largos paseos para gozar del entorno natural, de los bosques, de

las playas, de los ríos, pero, por favor, jamás dejes basura abandonada. Recoge y guarda tus

residuos hasta el momento en que puedas gestionarlos correctamente.

No deseches tu picnicFuera platos, vasos y cubiertos plásticos de un

solo uso, así como servilletas y manteles de papel. Introduce la ecología en tu picnic. Alimentos

saludables y utensilios reutilizables constituyen la mejor combinación medioambiental.

Ojo con el desperdicio alimentarioDisfrutar de la gastronomía no significa

dispendio. Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo para el consumo humano acaban desperdiciados. Con esta cantidad se

podría dar de comer a 2.000 millones de personas. Compra únicamente lo que necesites

para comer, presta atención a la fecha de caducidad y de consumo preferente (la primera

indica el momento a partir del cual un producto no se puede consumir por razones de salud, la

segunda el momento a partir del cual un producto puede perder propiedades, pero sigue siendo apto para el consumo), ajusta las raciones al número

de comensales y aprovecha las sobras. Recuerda: “Comer sí, tirar no”.

Recupera tu armarioRevisa tu ropero. Seguro que descubrirás

maravillosas prendas que habían quedado en el olvido. Con un par de toques, lograrás que estén de plena actualidad. No obstante, si no las vas a usar, dónalas para propiciar su reutilización y/o

reciclaje.

Cierra el círculoLa práctica de las tres erres (reducir,

reutilizar y reciclar) también debe acompañarnos en vacaciones porque, en muchos

casos, los residuos, lejos de desaparecer, crecen de forma considerable

durante la época estival debido a la gran cantidad de fiestas y celebraciones. Estés donde estés, no bajes la guardia. Consume de forma responsable, minimiza la producción de desechos, aprovecha al máximo los productos y, una vez agotada su vida

útil, deposítalos en los contenedores correspondientes.

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Con la máxima energía y el mínimo consumo energético

Tu energía mueve el mundo, pero el gasto de combustibles fósiles lo ralentiza. Regula los

termostatos, no dejes la nevera abierta, lava con agua fría, tiende la ropa al sol y prescinde del uso

de la secadora. Luces, las imprescindibles, y desconecta los electrodomésticos cuando no

estén funcionando.

Mueve tus piernas y tu corazónEvita el vehículo particular. Camina y muévete en bicicleta. El velocípedo sólo consume la energía de tu cuerpo, te ayuda a hacer ejercicio y a estar

en forma, no genera ruido y necesita poco espacio para aparcar. Y, si no tienes otra opción

que recurrir al transporte motorizado, elige siempre el público.

Voluntariado ambiental. ¿Por qué no?

Hazte voluntario/a ambiental. Será una buena inversión para tu tiempo de vacaciones. Podrás desarrollar una actividad que te permitirá estar

en contacto permanente con la naturaleza, conocer lugares estupendos, gente nueva y

aportar tu grano de arena en la consecución de un mundo mejor. Un magnífico legado.

Regala buenos momentosUna entrada para el cine, para el teatro, para un

concierto, una tarde en el parque de atracciones. ¿Por qué tienen que ser obsequios adornados

con excesivos envoltorios? Las jornadas con tus seres queridos siempre son el mejor regalo.

Recarga pilasDesconecta y recarga tu mente de buenas

vibraciones y buenos propósitos ambientales para retomar el próximo curso. Regresa a la

rutina con sostenibilidad reforzada.

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El ecoturismo, una magnífica alternativa de ocio y recreo

Apúntate al ecoturismo. Recréate en los atractivos naturales que nos ofrece el paisaje, la

flora y la fauna, contribuye a su protección y conservación, y divulga sus bondades.

La responsabilidad ambiental es una cualidad que también se enseña y se aprende.