13- pensamientos, ideas y creencias druídicas
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DRUIDOSOFIA
Libro V
Pensamientos, Ideas
y
Creencias
Drudicas
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autor de alguna de ellas, piensa que sus derechos son vulnerados, y desea que
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Nota sobre el texto: En cualquier punto del presente libro se pueden usar
indistintamente, tanto trminos masculinos como femeninos para designar al
gnero humano e incluso el uso del vocablo druidas bardos, vates, etc., para designar tanto a los hombres como a las mujeres que practican esta espiritualidad, especialidades o funciones.
El autor desea recalcar que su uso no obedece a una discriminacin sexista,
sino que su empleo es para facilitar la fluidez en la lectura, englobando en los trminos a ambos sexos por igual.
Iolair Faol
Est permitida la reproduccin parcial de
este libro, por cualquier medio o
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presente libro.
Para la reproduccin total de este libro,
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ndice
Prlogo... 4
Druidismo Hoy 4
Orgenes del Druidismo. 36
El Druidismo como Espiritualidad y Religin. 119
La Oracin en el Druidismo. 150
Principios Drudicos 168
El Pantesmo Drudico 217
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Prlogo
El Druidismo de Hoy
Seguramente, algunas personas de las que leern el
presente libro, se harn la siguiente pregunta, pero... An
existen los Druidas y el Druidismo?
Concdeme lector/lectora, la prerrogativa a priori de la credibilidad y mantn imparcial tu juicio, que ser firme
testimonio de una conciencia abierta y ecunime.
Permteme opinar y rebatir aquellos argumentos que
niegan su existencia en los tiempos actuales o la validez y
vigencia espiritual de sus mensajes en la actualidad; Pues
te dir categricamente, que existen an, y que su
filosofa, mstica y espiritualidad; el Druidismo, todava
puede contribuir en mucho, tanto al planeta Tierra, como
a todos los seres que habitan en l.
Pero mucho ms aun puede aportar a aquellos individuos
que deseando crecer anmicamente, han buscado por
distintas sendas msticas, con la ilusin o anhelo de hallar
una que les llene espiritualmente.
Indudablemente, los druidas y el Druidismo, no existen
como lo hicieron antao, esto es una certeza. Ni hoy son
tan numerosos, ni estn esparcidos por la geografa de los
pases, por los que en otro tiempo, deambularon y se
asentaron los celtas. sta es otra evidencia.
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Ya no ocupan, ni se ocupan de ningn estrato social
significativo como lo hicieron antao en sus sociedades,
pues dichas sociedades y su cultura ya no existen ms que
en minsculos vestigios.
Ni siquiera los druidas de hoy, se manifiestan
abiertamente por los medios de comunicacin, ni
aparecen en eventos religiosos como hombres o mujeres
espirituales, ni su filosofa es conocida, como lo fue en
tiempos pretritos... Todo ello es indudable, pero...
tambin es cierto, que todo y as, an existen.
Antao...
Los druidas fueron jueces, mdicos, magos, sacerdotes,
poetas, msicos, guas espirituales, astrnomos,
astrlogos, historiadores y filsofos, y desempearon
muchas otras funciones notorias en el interior de unas
sociedades concretas y sus paradigmas.
Hoy en da...
Los druidas ciertamente, estn ms ocultos y silenciosos,
ms restringidos, ms esparcidos, incluso ms mermados,
pero siguen existiendo y afortunadamente, aumentando
paulatinamente.
No todos los individuos que afirman contemplar dicha
espiritualidad, realmente siguen una tica Drudica, ni
todos los grupos u rdenes drudicas, que hoy se
proclaman drudicas, lo son.
Tambin abunda bastante lo tildado de Druidismo Blanco de Fin de Semana. Un druidismo, en minscula, carente de fondo y slo preocupado por las
formas y la parafernalia. Pero con todo, el Druidismo
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serio existe, est vivo y con proposiciones interesantes
que exteriorizar y plantear.
En esta poca en que vivimos de grandes tribulaciones,
interrogantes y dudas, tanto en el mbito social como
personal, pues lo ltimo es efecto bsicamente de lo
primero, es cuando brota con mayor nfasis la pregunta
clave:
Es demasiado tarde para el Druidismo?
Real y taxativamente muchos pensamos que no, aunque la
oportunidad histrica de antao haya desaparecido en las
brumas de los imperios y de las ideologas que se le
opusieron y aunque la sociedad celta se haya difuminado
en las sociedades actuales, herederas de aquellas que la
arruinaron.
Aunque el consumismo, el hedonismo y lo material
dominen nuestras vidas, muchos pensamos, que sigue
existiendo la posibilidad de que los seres humanos,
encontremos en el Druidismo una forma adecuada,
acertada y equilibrada dentro de todas las concepciones
filosficas y metafsicas, para realizarnos como
individuos nicos.
Solo aquellos a quienes ya no les basta crecer
econmicamente. Solo aquellos que no slo buscan un
bienestar material, demasiado habitual en los parmetros
desproporcionados de nuestras sociedades. Solo aquellos
que desean y pretenden crecer espiritualmente, tienen la
mente suficientemente abierta para lograr un
acercamiento a la Divinidad, en cualquiera de sus facetas.
El Druidismo no es una religin exclusivamente, ni
tampoco es nicamente una espiritualidad o un
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pensamiento filosfico; es las tres cosas, al unsono. Una
apreciada trada que constituye uno de los pilares tradicos
sobre los que se sostienen los fundamentos msticos del
Druidismo Dinmico.
Es decir; Espiritualidad, Filosofa y Religin
Desde un punto de vista individual e ntimo, el Druidismo
es una Espiritualidad teida de aspectos filosficos
tericos y prcticos, metafsicos, artsticos e ideolgicos.
Es un sentir y una visin del Mundo y de nuestra relacin
con ste, sin dogmas o doctrinas obtusas. La
espiritualidad que posee de forma intrnseca cualquier ser
humano, se halla por encima de la fe, de las creencias o de
preceptos religiosos. Se halla inscrita en su misma
energa, en su mente, en su alma. Se expande con las
emociones positivas, con la aspiracin a una superacin
personal permanente, con un crecimiento anmico
progresivo, con el cometido de buscar la felicidad ajena e
incluso la propia, sin avasallar la de otros, ni en buscar un
dominio sobre ser alguno.
Se encuentra en la inspiracin para realizar creaciones
artsticas y en su transmisin. En las impresiones
sugestivas obtenidas de las cosas sencillas y naturales. En
los matices de los ocasos y amaneceres. En las
tonalidades del arco iris, en los olores y colores de los
bosques y sus ros, en los xtasis al contemplar la
inmensidad de los soles que aparecen como estrellas en
las noches o crepsculos matutinos.
El Druidismo estimula a que el individuo se conozca a s
mismo y a que busque en su interior ese vitalismo
adormecido. Aspira a potenciar esta forma de entender la
existencia de todas las cosas.
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Como Religin, no pretende ser la nica verdad, ni es una
fe mayoritaria, porque la fe con falta de consciencia, no
pocas veces se convierte en sectaria y fantica y slo deja
espacio al adoctrinamiento, al creer por creer, y tiene
miedo en dudar, en preguntar, en cambiar, en transformar,
en evolucionar. Alienta a cuestionar cualquier tema, a ser
escpticos, pero estando alerta a las realidades categricas
que se puedan descubrir.
El Druidismo anima a escuchar y sentir todo lo que llegue
a nuestros odos y sentidos. Induce a la receptividad, a la
credibilidad pero nunca a la ingenuidad ni a la credulidad.
Estimula a asimilar lo positivo, lo verosmil, para realizar
y desarrollar nuestros propios discernimientos. Y no es
mayoritario, y menos aun sectario o fantico, porque
nunca sacrifica la calidad de las personas por la cantidad y
el nmero, ni busca beneficios materiales, ni poseer una
nica Verdad imperativa, irrebatible y tajante.
Como Filosofa, el Druidismo es entender, es
conocimiento, es sabidura, es justicia, es poner en
prctica lo que se comprende, como un acto legtimo de
nuestra conciencia, intentando ser ecunime, procurando
ser equilibrado.
Antao...
Los pueblos celtas donde anid el Druidismo, fueron los
portadores de la antorcha de la civilizacin europea
durante siglos, aunque los imperios oponentes, los
llamaron brbaros, en principio, como trmino sinnimo de extranjero y posteriormente, como
equivalencia errnea de bestialidad, incultura o sadismo.
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Desde esos tiempos, nos lleg un legado, una herencia
drudica cubierta, silenciada y sepultada que aun se puede
refrescar y reavivar.
Hoy en da....
Nosotros, mujeres y hombres del siglo XX y XXI,
podemos ser los herederos, herederos espirituales de
aquellos druidas de antao, que amasaron una fortuna en
conocimientos, muchos de ellos ciertamente perdidos,
pero otros recuperables, que siguen estando ah,
sumergidos y esperando.
Aguardando que nos sumerjamos, en los cuentos,
leyendas, historias, canciones y mitos, que nuestros
antepasados originaron o suscitaron, habindolos
aprendido principalmente, a su vez, de sus maestros o de
la propia Madre Naturaleza.
Aquello que los druidas expresaban, decan, transmitan,
aunque no en su totalidad, pero s, en gran parte y en
esencia, nos ha llegado a travs de los escritos posteriores
que otros recopilaron, en sus artes, leyendas, ritos o mitos.
No se trata de reconstruir un pasado histrico o religioso
que hoy ya no puede ser, sino de aprender de sus
enseanzas que buena parte de ellas siguen estando
vigentes y siguen siendo vlidas.
Antao...
Los Druidas no decan, ni expresaban tonteras, ni
realizaban supercheras.
Cuando en el pasado afirmaban que una persona poda
curarse por el hecho de abrazar un roble o beber agua de
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diferentes fuentes, respetando ciertos rituales, estaban
tambin convencidos de que la efectividad de cualquier
terapia dependa en buena proporcin del propio
convencimiento del enfermo de que realmente iba a
sanarse. Pero, adems, conocan las diferentes clases de
elementos y energas que estaban patentes o latentes en
los diversos recursos que la Madre Naturaleza revelaba,
que puso y pone a disposicin de todos.
La autosugestin, en algunas enfermedades y casos, las
propias convicciones arraigadas en los espritus humanos,
las fuerzas o energas presentes e inmanentes en la Madre
Naturaleza, no consiguieron que una pierna amputada
volviera a crecer, pero fueron capaces, por ejemplo, de
dar nimo y entereza o asimilacin y comprensin en su
inmediato e irremediable cambio de estado a un
moribundo, o ayudar a superar en no pocas ocasiones
ciertas enfermedades somticas, incluidos los tumores; o
reanimar, incluso despertando al espritu.
Hoy en da
La medicina actual, tanto la oficial como las denominadas
alternativas, admiten muchos de estos criterios. Cuando
hablamos de la denominada medicina naturista, incluso
homeoptica, observamos como con la utilizacin de
plantas, hierbas, flores, rboles, minerales, aguas, etc., y
tratndolos previamente, se pueden curar determinadas
enfermedades, aunque no todas ciertamente, pues an no
existe la panacea universal.
Incluso, en la medicina oficial existen infinidad de
medicamentos que basan sus principios activos en no
pocos componentes naturales, sean estos, minerales o
vegetales.
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Pues bien, tcnicas parecidas y quiz hasta ms eficientes,
fueron usadas por los antiguos druidas, con unos
conocimientos tales, que seran la ambicin
epistemolgica de cualquier ctedra universitaria en
medicina.
Drudicamente tanto antao como actualmente se piensa,
que la enfermedad fsica es una somatizacin de una
enfermedad de la mente y que sta lo es a su vez del alma.
Cuando el espritu sana, insufla vigor y salud a la mente a
travs del inconsciente y ste se siente fortalecido o
aliviado dejando de manifestar muchos de los sntomas
psico-somticos perturbadores.
Antao...
El pueblo donde se desarroll la religin y filosofa
drudica, fue el celta; de esto no cabe duda posible.
Hoy en da...
El tema celta reaparece con inters y moda, destaca por su
msica con temas de races celtas que genera numerosos
partidarios entusiastas. Se reviven ciertos nacionalismos
de las llamadas naciones celtas. Brotan nuevos grupos re-
creacionistas que pretenden vivir en comuna, segn
antiguas costumbres y usos celtas.
Se ha popularizado su arte y se pueden encontrar
smbolos celtas dentro de la moda "New Age" (Nueva
Era) y en todos los mercadillos esotricos, donde abundan
los colgantes, anillos y pendientes con dicha simbologa,
que la mayora han sido elaborados en Oriente.
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Lo verificable es, que lo celta ha resurgido y
consecuentemente existen, tanto opiniones de simpata
como crticas a todos los niveles.
Pero por encima de la moda, el mercantilismo y las
polticas nacionales y nacionalistas, Occidente est
experimentando progresivamente unos actuales procesos
sociales e incluso individuales de rescate de antiguas
creencias, especialmente de aquellas que siempre
estuvieron conectadas con la Madre Tierra y que ofrecen
hoy, a la par, alternativas espirituales y filosficas, e
incluso, sociales.
Muchas personas se pronuncian a favor de volver a
ciertos viejos y pretritos valores, no por vetustos o
trasnochados, producto de alguna mente nostlgica del
pasado, sino por sabios, instruidos y naturales.
Y ya dichos valores estn adquiriendo de nuevo un
renovado vigor ante las iniquidades cometidas por las
sociedades actuales, especialmente contra la Madre
Naturaleza, contra sus moradores y consecuentemente,
contra el ser humano, que es parte ineludible de sta.
El cario o afecto a lo celta y sus races, deriva como
consecuencia en muchas personas, en inters y adhesin a
su espiritualidad, tanto por su manera de vivir la vida, su
visin de sta, como del Universo entero.
El inters hacia el celtismo, deriva hacia muchas
ramificaciones del conocimiento. Muchas personas han
sentido un inters especfico por su original concepto del
arte, cuya simbologa y motivos todava hoy resultan
actuales, incluso audaces, ya que las sinuosas lneas
curvas plasmadas con total desenvoltura y maestra,
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rivalizan con las modernas lneas rectas del arte y
mentalidad contempornea.
Antao...
Los antiguos celtas trazaban dibujos, esculpan y
grababan en sus relieves y esculturas, toda suerte de
sinuosidades, ondulaciones, espirales y trsqueles, que
dejaron como una huella indeleble a travs de los tiempos
de su forma de entender la vida; Como un flujo y reflujo
permanente, como una vibracin constante, como un
ritmo perpetuo.
Esos motivos que forjaron en sus adornos, ornamentos
personales, incluso en sus armas, fueron concebidos con
el refinamiento propio de los genuinos artesanos y
orfebres, que se empleaban a fondo por hacer de su labor,
ms que su profesin, una vocacin en su existencia. Un
noble don impregnado de inspiracin y repleto de
simbolismos y significaciones, producto de su particular
cosmovisin terrenal, de su espiritualidad y religin
colectiva y mayoritariamente drudica, que les otorgaba
vigor.
Un vigor anmico que surga como fuerza interior desde
su alma, cuando al trabajar la piedra tosca, el mineral y el
metal plasmaban en su arte, lleno de diseos geomtricos
y abstractos sus simbolismos y alegoras msticas y
espirituales.
Mutaciones, sinuosidades y ondulaciones que mostraban
las distintas facetas de todas las cosas, que son tan vastas
como el mismo firmamento. Todo es un puro Devenir y,
por tanto, cmo mejor puede materializarse un Devenir,
sino es mediante la abstraccin?
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Y si insistan tanto en su arte, en componer esas imgenes
abstractas, era adems, porque para ellos la Realidad era
cambiante, sin fronteras, sin limitaciones conceptuales,
siempre fluyendo.
Por tanto, en el Arte celta, siempre existi la ondulacin,
pues sus vidas enteras, estaban impregnadas por el
concepto de lo cclico, de la abstraccin y por la
conviccin, de que todo lo que percibimos con los
sentidos, tangible o intangible, son slo percepciones
humanas. La realidad para los celtas era muy amplia y
diversa, donde solo un tenue velo separaba las cosas
reales tangibles de las intangibles. Por ello, sus druidas,
fueron siempre caminantes entre esas realidades, entre
esos Mundos.
Hoy en da...
Otras muchas personas cautivadas por lo celta han
encauzado su inters hacia los relatos que narran mundos
de naturalezas fantsticas. Hacia la literatura, hacia la
poesa, las leyendas y cuentos, donde destacan sus
heronas y hroes mticos, sus mitolgicas creaciones, sus
divinidades, sus hadas, sus duendes, dragones y animales
mgicos.
En verdad el Druidismo, y lo celta en general, levanta los
nimos y aviva las inquietudes que todos llevamos dentro.
Muchos humanos, apreciamos y amamos la belleza en el
Arte y en la Naturaleza, los ideales naturalistas o
ecologistas y la sensibilidad, la ternura y la empata con
otros seres, entre otros muchos factores.
Quin no conoce los famosos mitos celtas? Quin no ha
odo hablar de la saga artrica, de Ginebra o Lancelot o
del carismtico y enigmtico Merln? O de otras gestas no
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menos significativas, como la de Tristn e Isolda o la del
mismsimo Grial, de atvicas races drudicas.
Y en el mbito de la infancia y el ocio, quin no se ha
divertido, ms o menos, con las aventuras de los galos
Obelix y Asterix, con su druida Panoramix y esos locos romanos?
Antao...
Los druidas fueron los rganos vitales de las tribus celtas,
fueron la copa, el tronco y las races de sus pueblos, las
entraas que bombearon la savia, es decir, la vida, y
fueron las prodigiosas mentes que orientaron al pueblo
hacia dnde dirigir sus almas.
No en balde todo lo celta conserva ese halo de misterio de
encanto y encantamiento, de alquimia y de magia, que se
desprende de casi todas sus leyendas.
Qu ser lo que poseen de seductoras sus leyendas que
prevalecen por encima de otros mitos? Por qu encanta
tanto a las personas de Occidente en general, el vasto
mundo histrico-mgico celta y su extensa mitologa?
Para responder a estas preguntas, deberamos echar una
mirada hacia el interior de cada uno, para averiguar que
permanece en nosotros mismos de ese pasado que se halla
tan vinculado a nuestro subconsciente y a nuestra cultura.
El Druidismo, habindose desarrollado dentro de lo celta,
constituye una espiritualidad y una filosofa que se forja
especialmente en un sagrado crisol, como es la divina
alma de cada individuo y se expresa a travs de los
pensamientos religiosos e incluso de las acciones del ser.
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Hoy en da...
El Druidismo actual, igual que el de antao, no se
circunscribe slo a realizar ciertas prcticas exotricas o
ceremoniales, al estilo de pomposos hechiceros
medievales. Ni se trata de la simple toma de posesin o
reconstruccin de ciertos ritos o invocaciones que
pudieron haber llegado a travs de los tiempos de nuestros
antepasados espirituales.
Las ceremonias drudicas fueron creadas en su origen para
dar una forma externa a un acto interno de conciencia y
conviccin, pero cuando no existe la facultad y
conviccin interna para ejecutar tales actos, una
ceremonia o rito se convierte en un acto parafernlico,
absurdo y sin ninguna vala.
Por ello, el Druidismo actual tiene un alcance metafsico
mucho ms profundo. Es una aventura del espritu
humano, no sin obstculos ciertamente, pero aspirando
siempre a reunir en un mismo aspecto al individuo y a la
colectividad, a la religin con la espiritualidad y con la
filosofa, al naturalismo con el progreso sostenible y la
ecologa, al politesmo con el monismo y el pantesmo, a
la noche con el da y el atardecer, al Sol con la Luna y con
la Tierra, al macro universo con el micro universo y con
los universos paralelos, a la ciencia con el espiritualismo
y con la sabidura, al pasado con el futuro y con el
presente, a la tradicin con la innovacin y con la
evolucin, a la vida con la muerte y con la persistencia en
todos los planos.
Es sin duda equilibrio entre todos ellos, expresado y
manifestado tambin en la trada o el guarismo 3, altamente simblico para las personas solidarias con los
planteamientos del Druidismo, pues se identifica con la
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eleccin y la viabilidad de la alternativa, cuando nos
hallamos ante las polaridades. Es tambin ritmo,
ponderacin y armona, ya que el celta pagano y seguidor
drudico, no piensa en binario, sino que piensa en
ternario.
La espiritualidad drudica es una continuidad mstica, una
manera de entender el mundo natural que nos rodea, e
incluso el Cosmos entero. Un modo de pensar y
comprender la creacin, una forma peculiar, tambin, de
relacionarnos con nuestros semejantes.
Cualquiera que la experimente en su sentir, que la abrace
en su conciencia con la mente abierta y a-dogmtica, puede convertirse en parte de esta Tradicin Mstica, en
su heredero espiritual, aunque su herencia gentica no sea
celta.
Pues ms all del genotipo o fenotipo de los seres, est el
espritu y ste no tiene genes, ni piel, ni raza, ni siquiera
gnero o especie. Por ello incluso se afirma que los
animales, los rboles, etc., son hermanos del hombre.
Somos parte de lo mismo. Venimos del mismo origen
esencial y tenemos el mismo destino en lo universal.
Es muy cierto, en el Druidismo no existen doctrinarios
catecismos, Biblia exegetas o un Corn indiscutible, al
estilo de textos sagrados. El verdadero libro drudico de la
Revelacin divina, es la Madre Naturaleza y la
experiencia en la propia vida.
El Druidismo tampoco tiene, ni apoya a proslitos
catequizadores, ni a catecmenos o apstoles
divulgadores de una nica Verdad, que propaguen sus
fundamentos. La espiritualidad que expresa el Druidismo,
como se ha comentado, se vincula a la Madre Naturaleza,
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y como consecuencia, es parte ntima del ser humano, que
es elemento ineludible de ella.
Extirpar y alejar, sea por dogma, presin o fuerza, a los
seres humanos de la Madre Naturaleza, es perder esa
Espiritualidad, es arrancarlos de sus verdaderas races, es
en definitiva, desnaturalizarlos y deshumanizarlos.
En el Druidismo se encuentra la conviccin capital de la
existencia de una forma de vida anmica o espiritual,
previa al nacimiento y que perdura tras la muerte fsica.
Pero no por ello se desprecia la existencia que nos tocado
vivir en este espacio y tiempo con todos los gozos y
alegras que puedan acaecer al ser humano. Los
seguidores del Druidismo, no languidecen en vida sino
que celebran todas las facetas que sta pueda ofrecer.
Se comprende que esta vida terrena, es una de las muchas
posibles que el alma precisa para su aprendizaje y
evolucin. Pero lo que cuenta mientras eso sucede, es
vivir, el aqu y el ahora, con humanidad, con naturalidad,
buscando la coherencia en nuestro crecimiento interior y
el honor en nuestros actos y relaciones con los dems
seres divinos, que, en sntesis, somos todos.
No existe una fe, expectacin o presin dogmtica de una
corte celestial, repleta de ngeles y en cuyo trono se
aposenta un inquisidor y jurdico Dios, que juzga a las
almas por sus actos mundanos, al cual se llega tras una
nica vida, tras cumplir una serie de diligencias
terrenales.
Tampoco existe la preocupacin y el miedo a un
hipottico tormento en un catico infierno de condenacin
eterna repleto de demonios, si no se cumplen dichas
diligencias y dogmas, como no existe una nocin o
sensacin de culpa, ni colectiva ni individual.
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En el Druidismo se reconoce que los seres humanos
pueden cometer actos errados, tener actitudes equvocas,
establecer pensamientos dispersos, talantes negativos,
etc., pero el concepto de una culpa originada por nuestros
ancestros o de una idea de culpa o pecado al estilo
cristiano, es completamente ajena a esta espiritualidad.
Ni siquiera, se reconoce como adecuada y procedente, la
idea de una redencin divina, que tantas complicaciones,
sudores y palabras, trajo a sus misioneros en su intrusa
predicacin frente a los diferentes pueblos paganos,
porque simplemente se tiene la conviccin, de que no hay
pecado alguno que redimir.
La nocin de pecado de por s, induce a los que la
admiten como creencia en sus esquemas religiosos, a una
enfermedad mental crnica. Los hace esclavos del dogma
y sufren si se apartan de l, creyendo que han obrado con
maldad, llegando hasta a odiarse a s mismos. Creen que
de no arrepentirse de los pecados cometidos, ms tarde o
temprano, llegar el justiciero castigo divino y la
condenacin eterna.
Dicho castigo, es un acto de venganza de un supuesto dios
que es todo Amor que por supuesto engendra ms odio, como la violencia engendra ms violencia. Pero los
defensores de la nocin que apoya que el hombre est
continuamente en pecado, y por ello, hay que confesarse
tambin continuamente, saben perfectamente, que
provocando el desprecio hacia uno mismo, es ms
sencillo el dominio y el control de las personas.
Pero en el Druidismo, ni tan siquiera un concepto
desnaturalizado de karma para expiar en cualquier reencarnacin errores o faltas pasadas, resulta coherente
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con su forma de comprender la existencia, ni posibles
encarnaciones.
El Druidismo observa la realidad social y entiende que se
tengan dificultades para aceptar la condicin espiritual de
todos los seres humanos, de todos los animales y de todas
las cosas que nos rodean. Y deduce, que entre otras
motivaciones, esto ocurre porque se lleva dentro de los
pensamientos una idea preconcebida que indica
equivocadamente, que tanto nosotros como nuestro
entorno, slo somos productos genticos con escasa
conciencia de nuestra esencia bsica espiritual.
Los esquemas mentales conductistas propagados,
consideran a todos los seres que pueblan la naturaleza
como un complejo de conductas automatizadas e
instintivas, con inteligencia en el caso de los seres
humanos, pero con poco o ningn talento en el caso de los
dems seres.
El Druidismo pretende hacer comprender a quien se
acerque a su forma de entender el Universo y la misma
Existencia, la nocin de que todos los seres tenemos la
capacidad para entendernos y comunicarnos. Que no
somos slo productos genticos. No slo somos materia,
sino que, adems, somos Energa, Espritu e Inteligencia.
El cuerpo humano permite formas complejas de expresar
su inteligencia, pero esta misma complejidad, sin ser la
humana, existe tambin en otros seres.
Hoy en nuestras sociedades las personas se van
distanciando cada vez ms. Se van divorciando de la
Espiritualidad y prestan mayor dedicacin e inters al
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trabajo, al rango social, a la cuenta corriente bancaria,
afanndose en perseguir bienes materiales para lograr un
mayor bienestar material en sus vidas, a menudo casi
neurticamente. En la medida que esto ocurre, el
Druidismo entiende, que el ser humano va perdiendo su
capacidad para evolucionar armnica y anmicamente.
Todas esas bsquedas materiales adulteradas que
excluyen lo espiritual, se deben a la gran falta de
conexin con nuestro entorno natural y, por supuesto, a la
ignorancia del saber, o al menos, de intuir, que el ser
humano es algo ms que un complejo de neuronas,
sangre, huesos y vsceras.
Por ello, se afirma que es desatinado negar el alma que
todos tenemos, pues se puede caer en la melancola
perpetua, en la desesperacin, en la opacidad y en la
tristeza de la existencia que muchas personas en nuestra
sociedad experimentan y exhiben.
Cuntas personas jvenes y no tan jvenes, sienten que
no hay motivo para nada, ni propsito, ni color, ni
sentimientos, slo acciones organizadas o azarosas,
respondiendo a ciertos antojos?
Cuntos carecen de un mnimo de valores y recurren a
las bebidas alcohlicas, a las drogas, al sexo
indiscriminado e inconsciente, como si pretendieran
evadirse, liberarse o simplemente seguir los dictados de la
moda?
O a aceptar las conveniencias para ser parte integrante de
cualquier grupo, con la idea de sintonizar, o de no disentir
con el resto de la pandilla, para no ser etiquetado como el
soso y aburrido toca-pelotas?.
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Entrar en el camino espiritual de cualquier senda drudica
requiere, por supuesto, cambios, un giro que dejar atrs
muchos hbitos y muchas pautas socialmente
condicionadas.
Afortunadamente, cada vez ms personas, vuelven a
conectar con su parte espiritual. Se vuelven ms
receptivos y gracias a ello crecen, pero no hacia arriba o
abajo, no hacia distintos niveles de jerarqua, sino
extendindose de adentro hacia fuera de una manera
circular, ampliando el permetro espiritual, descubriendo
y comprendiendo ms aspectos de la existencia.
A medida que se investiga la senda drudica se va
descubriendo paulatinamente, la sabidura que encierra
toda ella, en sus mitos, en sus leyendas, en sus historias,
en sus convicciones.
No es un sistema religioso pasado de moda, sino una
forma mstica de captar y entender lo que nos rodea.
La espiritualidad drudica impulsa al alma para llegar a
ser personas ms sanas. Es un camino que slo puede
recorrer el individuo por s mismo, aunque otras personas
ms adelantadas en su estudio, puedan mostrar dnde
comienza ese camino. Se debe andar y experimentar por
s mismo, para comprobar si sirve, si funciona en la vida
personal de cada cual y si satisface a la mente y colma la
singularidad de cada alma.
Por ello el druidismo es una espiritualidad basada en la
libertad y experiencia personal de cada cual, donde cada
practicante tiene su propia percepcin del modelo
espiritual que le alienta a emprender su camino, dndole
una forma de proceder y sentido a su vida. Por otro lado,
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la filosofa drudica impulsa a la mente para llegar a ser
ms equilibrados y no aceptar nada a ciegas.
As pues, hoy en da...
No debe de extraar este resurgimiento del Druidismo y
de otros sistemas filosficos o espiritualidades basadas en
la conexin y retorno a la Tierra, que en los ltimos aos
han ido creciendo paulatinamente. Ello es un sntoma del
aumento de la capacidad de reflexin de la mente
humana, pues todos los seres estn evolucionando y
desarrollndose continuamente y muchos vuelven a
conectar o reconectar con la energa de la Tierra y con esa
antigua sabidura latente en la Madre Naturaleza.
Ya el antiguo feudo, de los criterios y dogmas
atrincherados de la pasada era, va cediendo ante la
acometida de unos renovados valores en una poca que se
intuye de mayor colaboracin y comprensin entre los
seres humanos y destacadamente entre hombres y
mujeres.
Todos los grupos humanos, primordialmente, deben
aprender a comunicarse entre ellos, pero substancialmente
el hombre debe aprender a vivir su lado femenino y la
mujer su lado masculino.
Muchos hombres desacertadamente piensan que si
establecen contacto con su lado femenino perdern su
masculinidad, pero el Druidismo piensa que sucede justo,
todo lo contrario.
El hombre conseguir su pleno vigor si consigue ser
completo y equilibrado, si tanto lo masculino como lo
femenino se encuentran en perfecta armona en el interior
de su cuerpo y espritu.
-
24
Todos los hombres y mujeres que se consideran legatarios
de aquel Druidismo que lata en otros tiempos, saben que
el ser humano debe volver la mirada hacia su interior para
aprender a nivelar los desequilibrios, si pretendemos vivir
en armona y en paz.
En verdad, todo ser humano como paso previo al auto-
conocimiento, debera examinar sus propias carencias y
errores, sus defectos y sus debilidades para canalizarlos y
convertirlos, de ser posible, en virtudes, conocimientos y
fortalezas, e incluso, a revivir en su interior el aspecto
instintivo e intuitivo para conseguir una mayor
colaboracin y comunicacin entre hombres y animales,
entre los hombres y la Madre Naturaleza.
Pues antao...
Nuestros antepasados espirituales lo saban muy bien. Por
ello en la celebracin de la festividad de Lughnasadh, se
renda honor a la masculinidad con fiestas, banquetes,
torneos, cnticos, etc. El reverso de la medalla era Imbolc,
la fiesta consagrada a Brigit o Brigantia, tambin
considerada la Triple Diosa, una poca en que se veneraba
a la mujer.
La senda del Druidismo ayuda en la realizacin de esta
introspeccin ntima, y la Madre Naturaleza es la gran
maestra que gua a quienes estn dispuestos a aprender
con paciencia y humildad.
La sabidura que encierra el Druidismo no es un sistema
de creencias antiguo ni pasado de moda, sino un
vehemente medio para captar lo que nos rodea, de manera
que podamos aprender de todo lo que se halla en nuestro
entorno a travs de nuestra propia experiencia.
Todo ser humano es responsable de lo que le ocurre, sea
-
25
negativo o positivo, y si por desventura atrae lo negativo,
tambin de ello se pueden sacar provechosas enseanzas
que aumenten la propia sabidura. Esto es algo que rige en
todos los aspectos de la vida. Cuantas ms lecciones se
aprenden y aprueben, ms sabidura se adquiere.
Pero en lo ms profundo, el Druidismo conoce que no
existen errores, entendidos stos como culpas o pecados,
sino slo lecciones de las que tomar humana nota. Es
preciso recordar que quien no comete errores en su vida,
tampoco nunca har nada interesante, ya que la vida es
una continua aventura llena de aprendizajes.
La responsabilidad es de cada cual, puesto que cada cual
puede elegir entre aprender de los errores o lamentarse el
resto de esta vida terrenal por lo que pudo o no pudo
hacer.
Es cierto, un nico individuo no puede cambiar los
criterios que mueven al mundo, pero s puede cambiar los
valores que le mueven a l mismo. Quiz no pueda, a
priori, cambiar a las personas que le rodean, pero si crece,
progresa y mejora, puede ensear a travs del ejemplo y
de sus patrones de conducta, y stos, son un gran paso
para cambiar el mundo, porque el uno engendra al dos, y
ste al tres y etc.
Es necesario vivir nuestra actualidad presente, ocuparse
de lo que se pueda aprender hoy. El futuro se esclarecer
por s mismo, si se recorre la genuina senda que indica
nuestro Yo Superior.
Es esencial pensar y actuar con ilusin, si se desea ese
futuro.
Es vital impulsar esos sueos con la segura confianza de
que cada experiencia, cada leccin aprendida, asumida y
-
26
correctamente encauzada, son ascensos positivos y firmes
que llevarn a alcanzar lo que se desea para uno mismo y
tambin para los dems.
Cada cual puede pretender llegar a ser lo que le apetezca,
lo que desee, pero para alcanzar esas ilusiones y sueos,
hay que estar dispuesto a trabajar. Y el mejor camino es
convertirse cada da en ms sabios, sintonizarse con la
Madre Naturaleza y equilibrarse interiormente, de modo
que se despeje el propsito real de lo que se pretende.
Para este objetivo es preciso tener cuerpo, mente y
espritu en ptima concordia. Si se logra vivir en armona
y equilibrio con todos los elementos y seres, se
comprueba que el tiempo de las ilusiones, los sueos y la
vida, son una sola cosa. Se habr creado una propia
realidad y ayudado a otros a mirarse en nuestro espejo,
para forjar una imagen propia.
Antao...
Los druidas no posean poderes sobrenaturales, posean
conocimientos y de ellos en ocasiones se valan, en otras
ni siquiera con esos conocimientos pudieron evitar ser
mancillados, relegados, invadidos, olvidados o
sumergidos en otras religiones.
Los Druidas trabajaron por mantener el equilibrio de lo
natural y para ello se instruyeron en las pautas de
conducta y modos de vida de los seres animados, incluso
esgrimieron sus juicios de valor y comprensiones, para
evitar que los componentes de las tribus Celtas lesionaran
ms de lo justamente conveniente a la Madre Naturaleza,
es decir, el entorno donde habitaban y el mundo que les
rodeaba. Los Druidas pretendieron que las perturbaciones
-
27
en el entorno, fuesen realizadas con el menor impacto
ecolgico y con el menor quebranto del Equilibrio y de la Armona Natural, desechando todos aquellos cambios
que por innecesarios para la subsistencia tribal, pudieran
perjudicar el medio natural.
Hoy en da
Es ms primordial que en cualquier otro tiempo pasado,
que los individuos de este planeta tomen Conciencia y no
solo busquen su Equilibrio interno, sino tambin el
Externo.
Ya no basta solo con meditar y estudiar, ni solo con
filosofar, proyectarse o incluso abstraerse. Es ms
imperioso y lcito que nunca que se busque la frmula
personal o colectiva, para activarse y ser un participante,
para formar grupos humanos que ayuden a restituir el
equilibrio perdido de la Naturaleza, porque al planeta, tal
y como lo est tratando la Humanidad, se le est
arruinando su estabilidad.
Slo a travs de la Conciencia y poniendo nuestra
inteligencia, nimo y energa, al servicio de la Madre
Naturaleza, es como sta podr empezar a recuperar el
equilibrio y armona perdida.
Es categrico para la supervivencia de la Vida, tal y como
es conocida hoy en da en este planeta, que se recupere el
Equilibrio, de lo contrario la propia Naturaleza, el propio
planeta, corregir sus desequilibrios y provocar con sus
ajustes serios perjuicios a la Humanidad, y no solo a sta,
sino a toda la Vida que aqu, en este planeta, se
manifiesta.
-
28
Antao
Los druidas eran hombres con conocimientos, pero
hombres que coman, vestan, orinaban y defecaban,
como cualquier ser humano. Siempre los druidas fueron
conscientes de sus propias limitaciones, como seres
humanos que eran. Pero fueron analticos aplicados, que
adquirieron conocimientos, para entender aunque slo
fuera un esbozo, lo que pueda llegar a ser o Devenir, la
Divinidad y la Unidad del universo, con toda su
multiplicidad.
Hoy en da...
Las representaciones romnticas y sensibleras de los
druidas de los siglos pasados, estn desechadas y resultan
obsoletas. Pero los druidas y seguidores drudicos del
siglo XXI, estn inmersos en las mismas tesituras
esenciales que sus antecesores. Ya no es cuestin de
idealizar a los druidas de antao, ni siquiera a los actuales,
pero tampoco de "anatemizarlos".
Los seguidores actuales serios de esta filosofa de vida, no
son ni nigromantes, ni embaucadores, ni politicastros, ni
curas, ni gurs. Ni siquiera estn en la misma onda que
los movimientos New Age, ni con los eclcticos camalenicos del orbe.
Pero s. Podemos afirmar rotundamente, que tanto los
druidas de antao como los actuales, aunque estn ms
mermados, comparten las mismas esencias doctrinales.
Ideas, pensamientos y arquetipos, que el estudioso puede
reencontrar en las numerosas leyendas, relatos y cuentos,
especialmente de Irlanda, de Bretaa y de la Galia, y por
-
29
extrapolacin, en otras muchas reas donde hubo celtas,
pues aunque diferan las formas o nombres incluso de las
divinidades tribales, la esencia, es sin duda, pan-cltica,
apoyndose adems en lo que escribieron los clsicos
griegos o latinos, y obviamente, en los anlisis de la
antropologa y los hallazgos de la arqueologa.
Hoy en da...
En Espaa y Portugal, los investigadores histricos y
etno-arquelogos an no han hallado vestigios que nos permitan deducir que en estas reas celtas, en mayor o
menor grado fusionada con otros elementos, hayan
existido los druidas, al menos con tal nombre.
Aunque se carece de pruebas contundentes al respecto,
cabe imaginar que los druidas estuvieron presentes all
donde hubo lo que hoy consideramos un mbito de
influencia de la cultura celta, y all donde la cultura del
neoltico dej monumentos como dlmenes, menhires y
crnlechs.
Por otra parte, la carencia de testimonios o de hallazgos,
hoy por hoy, no implica la ausencia de nada. La ciencia
progresa y los descubrimientos cada da se renuevan. Lo
que hoy es asumido como cierto, maana puede dejar de
serlo. Lo que hoy se ignora, se duda, o se cree
improbable, maana puede ser evidente. Y esto es as,
porque ninguna ciencia puede demostrar la verdad, sino
que solamente demuestra lo verificable con los medios
que dispone y tiene a su alcance, en cada momento de la
historia humana.
-
30
Hasta hace pocos aos se desconocan, por poner un
ejemplo, los hallazgos de Atapuerca, y con dicho
descubrimiento, nuevas teoras vieron la luz, a la par que
otras quedaron obsoletas.
Hoy en da...
Las diferentes rdenes drudicas serias, dentro de la
independencia y autonoma de los que gozan, conservan
una serie de esencias drudicas que podramos considerar
como convicciones fundamentales del Druidismo.
Sobre esta cuestin, muchas personas pueden plantearse,
el origen de dnde se obtienen esas esencias drudicas a
las que nos referimos, dado que el legado directo es
escaso y, adems, est manipulado.
La respuesta, evidentemente, como se ha comentado, es
en el estudio, en los datos histricos, en los hallazgos
arqueolgicos, en la inmersin en las leyendas, cuentos,
canciones, historias y tradiciones celtas, filtrando lo que
es cristiano de lo que es anterior.
Sirva como ejemplo la saga del rey Arturo, donde en un
orbe ya cristianizado se adivinan, se ven y se intuyen,
muchas enseanzas anteriores. Esto mismo ocurre, con el
Tin B Cuailgn, recopilado en el siglo XII, con El libro
Rojo de Hergest, con los Mabinogion, o con libros como
el Amarillo de Lecan y el de Lismore o con el Libro de
Ballymote y con otros ms, tambin recopilados
tardamente pero que narran leyendas, cuentos e historias
de tiempos anteriores a la cristianizacin, aunque
ciertamente como se ha anotado, muy transformados por
-
31
los monjes cristianos, otrora muchos de ellos filidh, druidas o descendientes de ellos.
Pero en aquellas lagunas esenciales que an puedan
quedar, puede recurrirse con precaucin y reflexin a
espiritualidades afines y de un remoto origen comn,
como podra ser a modo de ejemplo, la espiritualidad de
los antiguos Vedas y otras anlogas. Y todo ello,
apartndose del sincretismo a ultranza de la New Age,
pero valorando la congruencia de la sntesis.
Frecuentemente tambin, se hacen demasiadas referencias
a los antiguos clsicos griegos y romanos que tuvieron
alguna relacin, efmera o no, con los celtas. Dan
visiones, en ocasiones bastante errneas, partidistas y
parciales. Sirva como ejemplo la egolatra griega de
Luciano de Samosate cuando escribe sobre la
comparacin entre el dios celta Oghma y el helnico
Heracles (Hrcules). Ello, sin mencionar al ya conocido
Julio Csar, con una visin imperialista que equipara a los
pocos dioses celtas de los que l tuvo noticias, con los de
los romanos. Por no enumerar otras visiones suyas y
teoras, hoy ya consideradas de su inventiva, pero
desacertadas y errneas.
Pero en definitiva, el Druidismo existe y sigue vivo. En el
siglo XXI, se puede hablar perfectamente de Druidismo,
aunque evidentemente, nada es como lo fue
originariamente. De ser as, se tratara de una involucin.
El Druidismo actual, tambin se inscribe en las creencias
presentadas y desplegadas en las pginas, tanto de ste
como de otros libros, puesto que todo aquello que sirva
-
32
para avivar la llama, forma parte viva y activa de dicha
espiritualidad, de los druidas de hoy.
Y la historia de los pueblos y sus distintas formas de
entender el Mundo, sus ritos y convicciones, sus gentes,
costumbres y formas de pensar, las escriben sus
componentes.
La senda drudica, no es una galopada frentica donde no
haya empalizadas que saltar que obstaculizan el trayecto.
No es un tren que circula vertiginoso por una va fcil, ni
un sendero sin pendientes, donde el caminar, el avance y
las soluciones a los problemas personales son rpidos.
Consiste en adoptar voluntariamente una perspectiva
distinta que proyecte un nuevo haz de luz sobre viejos
problemas que se creen errneamente irresolubles. Que
ofrezca la posibilidad de hallar en el propio interior
personal la resolucin de las dificultades que puedan
afectar, que puedan aprisionar y que puedan aislar al
individuo.
El compromiso es y ser siempre con nosotros mismos,
pues las respuestas a nuestros problemas se encuentran
soterradas en lo ms profundo de nuestro ser. La
cosmovisin drudica puede ayudar a excavar el
escabroso terreno con ahnco, para descubrir el tesoro
escondido que se acumula en cada alma.
Los caminantes por esta senda espiritual, no suelen
aparecer por los medios de comunicacin, de la ndole
que sean. Bsicamente porque tienen un geis, circunscrito ste a una renuncia por realizar cualquier
actividad de proselitismo, pues un druida o simpatizante
del Druidismo solo colabora en sitios afines a su
espiritualidad, o instruye a personas que realmente desean
conocer y saber sobre sta
-
33
Al acabar de leer este libro, el lector sabr si se siente
atrado por todos, algunos o ninguno de los conceptos
expuestos. Sabr si la espiritualidad de los druidas le
llama de alguna manera notoria, o si le cautiva alguno de
los diversos caminos que tiene para explorarla.
Instruirse en el Druidismo equivale tambin a estudiarse y
profundizar sobre uno mismo porque incita a ir al
encuentro con el propio Yo Superior. Encamina a
descubrir quin es uno en realidad y cul es la exacta
relacin que se tiene con todas las cosas que le rodean y
que existen en el Universo. Orienta en el abrupto y
comprometido camino de lo que cada cual puede llegar a
ser, de la progresin anmica que se puede alcanzar.
As pues, como primer paso para comprender el punto de
partida del Druidismo, se hace la siguiente sugerencia:
Pasead por los bosques y prados! Regocijaos con las
flores y sus aromas! Mojaos en sus ros y bebed de sus
cristalinas fuentes! Habladles a los animales, cantad con
las aves, abrazad a los rboles! Danzad al comps de la
Luna y del anochecer, del Sol y del amanecer!
Todo ello, de una u otra forma, dar ciertas respuestas y
transmitir conocimientos por los que nunca ms se dejar
de honrar a la Madre Naturaleza por aquello que ha
enseado generosamente.
-
34
Mdulo II
ORGENES DEL DRUIDISMO
l tratar de vislumbrar cual es el origen del
Druidismo, tanto desde un prisma histrico, mitolgico
como espiritual, se abren tantos diversos y variados
caminos, como heterogneas hiptesis, de las cuales
algunas son similares, muchas hbridas, pero numerosas
tambin son opuestas y en discordancia entre s.
En este escueto anlisis se va a intentar examinar las
conjeturas, teoras y datos ms verosmiles dentro de las
ms aceptables y probables, para establecer un esbozo del
origen u orgenes del Druidismo.
Se enfocar desde un prisma racional, pero tambin desde
una capacidad de visin intuitiva y perceptiva, intentando
una vez ms, hallar ese deseado equilibrio drudico entre
ambas realidades y cogniciones.
Es evidente, que para indagar en los orgenes de cualquier
espiritualidad antigua o moderna, tambin es adecuado
recorrer el itinerario de la historia de forma inversa para
acercarnos lo ms posible a sus ms verosmiles umbrales
de partida. De esta forma incluso, se hallarn por este
camino retrgrado, otras influencias espirituales, que an
no siendo la raz principal del brote original y su posterior
florecimiento, sin embargo, su influencia quedar
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35
arraigada en su idiosincrasia, formando posteriormente
con ste, un solo y homogneo cuerpo.
Del origen del trmino Druida
Se debe desechar definitivamente la idea por la cual se
sostiene que el sistema drudico fue creado en Britania y
luego exportado, principalmente a la Galia, tal y como
afirm antao errneamente Julio Cesar. Nadie a
excepcin de l, ni antes de l, afirm tal cosa.
As como conviene saber que las morfologas actuales,
como drouiz en bretn, druida en castellano, druide en francs, druid en ingls, derwydd en gals, y draoi en galico moderno y otras, son traducciones adaptadas a cada idioma del trmino latino utilizado por
Julio Csar, druis, las cuales fueron reconstruidas a finales del siglo XVIII, partiendo de este trmino.
Sin embargo, la acepcin ms razonable, apreciable y
perceptible, se vincula mucho mejor a un antiguo trmino
cltico como druwides. ste es, un vocablo compuesto que se puede fragmentar en el prefijo dru, que posee segn los lingistas un significado superlativo, y en wid o uid, que es un raz verbal cuyo sentido es saber que a la vez tiene sus similitudes, con una raz indoeuropea que
evolucion en otros idiomas como el latn hacia la
palabra, videre, "ver", o como en el idioma alemn progres hacia el vocablo verbal wissen con la idntica acepcin de "saber". (En la actualidad, algunas rdenes
britnicas drudicas prefieren el trmino Druismo a
Druidismo).
En este sentido se podra decir, que el significado actual
para la palabra Druida, tiene un remota pero clara
interpretacin, que sera el muy vidente o el muy sabio,
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36
lo cual por otra parte, concuerda plenamente con las
diversas actividades y ocupaciones que ejercan.
A estas alturas de los conocimientos histrico-
etimolgicos, se debera descartar por incorrecto el
significado atribuido a la palabra Druida como el sabio del roble, pues aunque realmente fueron sabios del roble, del avellano, del tejo y de todos lo rboles en general,
dicho vocablo procede del trmino griego drus que se traduce como Roble.
Este equvoco an observable en algunos libros y en
numerosas pginas internuticas que tratan sobre los
Druidas, se extendi desde la antigedad, partiendo de
una semejanza lingstica y por el hecho comprobado de
que el roble, ejerci un protagonismo relevante en dicha
espiritualidad, a travs, y en todos los tiempos.
Iniciada esta imprecisin lingstica por muchos autores
clsicos y mantenida por otros autores medievales, la
confusin etimolgica se ha ido sosteniendo hasta llegar a
nuestros das.
Dicho desacierto est basado en unos textos del escritor y
enciclopedista romano Cayo Plinio Cecilio Segundo, que
vivi entre el 23 y el 79 de la EC, ms conocido como
Plinio el Viejo, el cual en su obra Historia Natural Libro XVI, 249, explica sobre los druidas:
"Se les denomina con arreglo a los rboles porque
habitan en bosques apartados". Donde los druidas ofician al aire libre en santuarios que son nemeton, es decir, claros sagrados.
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37
En dichas frases, Plinio, no hace mencin a los robles,
sino a rboles en general. Lo que concuerda con los
conocimientos que sabemos adquiran los druidas de
todos los rboles y no de uno slo, por muy predilecto que
ste fuese.
Tambin escapa bastante del pensamiento celta, la idea de
que stos eligieran un trmino griego, para designar a sus
propios sabios, mxime conociendo que estos posean sus
propios lenguajes y conociendo que roble, en galo, se
nominaba con el vocablo dervos.
En galico se nominaba con la palabra daur, en gals se denominaba derw y en bretn, la palabra derv nombra a este rbol.
Por tanto, es lgico pensar, que en una lengua celta ms
antigua que las locuciones clticas nombradas, exista
igualmente un trmino parecido para designarlo.
Por otra parte existe en diversas tradiciones y sociedades
del orbe planetario, mucho antes de la invencin de la
escritura, el mito sobre el rbol de Conocimiento o rbol
del Mundo.
Los celtas tampoco fueron diferentes a este respecto y su
Bilios o similar, segn el rea celta de la que se trate y como simbolizacin de dicho rbol csmico y por tanto
del Eje del Mundo (axis mundi), corrobora que los Druidas fueron y son los hombres y mujeres rbol, los muy sabios, que celebran y celebraron sus rituales y ceremonias en los nemetones o claros sagrados de los bosques consagrados.
De todas formas, el Roble, rbol venerado de una forma
especial por los druidas y celtas y que fue elegido para las
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38
construcciones funerarias de madera tanto en la cultura
Hallstatt, como en la posterior de la Tne, ambas celtas
primitivas, siempre tuvo unas simbolizaciones
preeminentes vinculadas a la fuerza y a la sabidura. Por
lo cual, el roble siempre estuvo presente entre druidas y
por ende, entre celtas, representando la inmortalidad del
alma, la eternidad y el espritu.
No en balde es el roble un rbol que puede pervivir ms
de mil aos.
En otro sentido, el trmino vid, sabidura, lo encontramos igualmente en la palabra snscrita Vda, que
significa precisamente Conocimiento.
Los textos vdicos se transmitan oralmente por los
brahmanes, que estaban al servicio de sus tribus y
sociedades de una forma parecida a como lo estaban los
druidas. Sus enseanzas se transmitan, en escuelas
establecidas en las frondosidades de los bosques, entre
cuyas cogniciones y enseanzas se inclua la
reencarnacin del alma, igual como suceda con la
transmisin de la sabidura drudica.
Asimismo el nombre de la Estrella polar en snscrito es
Tar, siendo un trmino cuya raz Tri, significa "hacer atravesar", o "hacer alcanzar la otra orilla". Tara es
tambin una deidad hind y budista, Diosa igualmente de
la Tierra a la que tutela, y protectora ante los influjos y
vibraciones de las energas negativas. En sentido figurado
es: "la deidad que hace franquear el ocano de las
existencias, siendo un principio femenino de liberacin, de perfeccin de la Sabidura y protector.
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Tara era tambin el nombre que reciba la colina, la
capital mstica y efectiva del reino de Meath o Midhe,
hogar de druidas y guerreros y de los altos reyes de la
Irlanda celta, considerada, como su propio nombre indica,
el Medio o el Centro protector de los cuatro reinos
restantes, situados en cada uno de los puntos cardinales.
En ella estaba ubicada la legendaria y mtica piedra Lia Fail.
Estos mnimos detalles y otros muchos paralelismos
existentes, que no se tratan en el presente y escueto
captulo, nos hacen pensar que las vinculaciones, patentes
y latentes, entre la tradicin celta y la hind, entre los
druidas y los brahmanes, son derivadas ambas
directamente y en bastante porcin y proporcin de una
Tradicin Primordial comn.
Por supuesto, no se pretende sugerir que el Druidismo
derive del Hinduismo ancestral, sino que ambos tienen un
atvico origen comn, proviniendo ambos del mismo
tronco y que esta comn Tradicin Primordial, se
mantuvo considerablemente ntegra, expandindose y
siguiendo el camino de las migraciones indoeuropeas
hacia la India por Oriente y otros parajes como el actual
Irn, donde posteriormente se origin el zoroastrismo o
mazdesmo, y hasta Europa por Occidente, para
posteriormente evolucionar cada una adaptada a sus
propias circunstancias con mltiples esencias comunes,
aunque tambin con determinadas singularidades que las
caracterizan y las diferencian.
Un poco de historia
Como sabemos, el Druidismo se desarroll mayoritaria y
casi exclusivamente entre los pueblos de cultura celta y
posteriores celtizados. Y como tambin sabemos, los
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40
celtas culturalmente en sus primeras sociedades
investigadas con seriedad y detalle por los historiadores,
estn intensivamente vinculados, con la Edad del Hierro
en Europa, conocida como perodo Hallstatt, sea ste
Occidental u Oriental. Dicho perodo histrico abarca
aproximadamente desde el siglo VIII, hasta la primera
mitad del siglo V, antes de la E.C.
Recibi dicho nombre, merced a un emplazamiento de
una necrpolis descubierta por los arquelogos, ubicado y
hallado en Austria cerca de la ciudad de Salzburgo,
(Salzburgo= ciudad de la sal).
Pero aunque menos detallado e indagado, pero resultando
muy verosmil, es que las tribus y pueblos identificados
como celtas, incluso pre-celtas, estaban muy dispersos por
todo el este y centro de Europa, durante un amplio
periodo comprendido entre el ao 1300 a. EC., y el 800 a.
EC, llegando hasta la pennsula ibrica en el siglo IX,
antes de la EC, especialmente a Aragn y Catalua, donde
tambin se les conoce como el pueblo de los campos de
urnas. Se establecieron en poco nmero, pero coexistieron
para fusionarse finalmente con los autctonos de la zona,
beros especialmente.
En realidad, los orgenes celtas, como tales, hay que
buscarlos durante los finales de la Edad del Bronce (1200
antes de la E.C) y en la cultura de los Campos de Urnas,
(un grupo de culturas caracterizadas por la cremacin de
los restos mortales e inhumacin de las cenizas en
recipientes de cermica), datados sobre los finales de la
edad del bronce.
-
41
De estos perodos, tambin tenemos sobrados y valiosos
datos, aunque no exhaustivos, e incluso a veces atrevidas
hiptesis arqueolgicas e histricas sobre los celtas en
general, especialmente de Alemania Occidental y de
Francia, pero no as, de los individuos celtas que
posteriormente seran conocidos con el nombre de
Druidas.
Las referencias escritas ms antiguas que se conocen
sobre los Druidas con esta acepcin, se fechan en el siglo
II antes de la E.C., y fueron hechas por Digenes Laercio,
un griego que vivi en el siglo III de la E.C, haciendo
referencia a citas de segundas fuentes de otros escritores
griegos que le antecedieron.
Tal referencia escrita es la ms antigua conocida, hasta la
fecha. Sin embargo, antes de dicha fecha los
comentaristas helenos, hablaron de funciones especficas
de las castas intelectuales celtas nombrndolas como
sacerdotes, anstistites y gutuaters.
En cualquier caso, si los griegos conocieron en las fechas
del siglo II antes de la EC a los druidas, es lgico pensar
que su existencia, traspasando el mbito local, ya vena de
tiempos anteriores, pues cualquier circunstancia cultural o
espiritual que puede arraigar en un pueblo, tribu o zona, y
ms en esas prematuras pocas de las comunicaciones,
precisa un tiempo para su asentamiento, cohesin,
posterior dispersin, difusin y conocimiento por
forneos, si llega el caso. A este respecto hemos de
remarcar el hecho de que Herodoto en siglo V antes de la
EC, fue el primero que mencion en sus escritos el
trmino Keltoi.
-
42
Por otra parte, sobre el origen de los indoeuropeos, grupo
a los cuales pertenecieron en su remota procedencia los
celtas, an hoy en da se discute entre arquelogos,
lingistas, historiadores e investigadores en general, el
tema del fenmeno y los procesos de su aparicin en la
historia humana.
A grandes rasgos podramos definir a estos mal
denominados tambin jafticos (denominacin bblica
debida a uno de los tres hijos de No, Jafet, y de uso
bastante extendido), como un grupo de pueblos o tribus de
una poca prehistrica que posean una base cultural
comn que se expres en sus sociedades, en sus lenguas,
en sus ideas religiosas, en sus mitos y mitologas.
Y es en estas tres ltimas esencias donde el presente
captulo pretende de una forma condensada, hacer mayor
nfasis.
Al parecer, la teora ms aceptada en la actualidad que se
apoya en los modernos hallazgos arqueolgicos, integra a
los indoeuropeos dentro del periplo humano, en una poca
que se englobara entre los aos 4500 a 3500 antes de la
Era Comn, poseyendo stos ya, conocimientos del cobre
y del bronce, ubicados en una zona que se encuentra en
las estepas del norte del Mar Negro, entre el ro Dnieper y
el ro Volga, como confirm el arquelogo M. Gimbutas.
Se sabe que hubo diversas fases de emigraciones
indoeuropeas, estimndose que las primeras de ellas
fueron, las de los hititas que se asentaron por Asia menor,
y la de los pueblos que hoy conocemos como griegos o
helenos (aqueos,) que se asentaron por la actual Grecia, y
-
43
tierras al norte de sta, Creta y posteriormente tambin
por la Costa de Asia Menor.
Tambin se supone que entre los aos 3000-2000 antes de
la EC., una nueva e ingente cantidad de individuos,
emigraron de la cuna original, y se conjetura que se
asentaron primeramente (hay polmicas histricas, sobre
cules fueron los primeros asentamientos), en zonas de
Europa del Este como Hungra, Austria, Bulgaria y
Rumania, as como en los pases balcnicos.
Desde estas reas, durante la edad de Bronce, realizaron
desplazamientos para asentarse de forma significativa en
el suroeste de Alemania, el este de Francia y parte de
Suiza.
Posteriormente y desde aqu, durante los siglos VIII antes
de la EC. al V antes de la EC, estos celtas, protoceltas o
pre-celtas, abandonan la cultura de los tmulos, de los
campos de urnas, para entrar en la Edad del Hierro y
paulatinamente en la cultura Hallstatt Occidental u
Oriental, empezndoseles progresivamente a conocer o
denominar como Keltoi, asumiendo stos, parte de las formas, ritos y costumbres religiosas que hallaron en su
periplo, en aquellas zonas que ya estaban habitadas por
otros moradores pre-indoeuropeos de la cultura del bronce
o megaltica, previos a sus asentamientos.
Aparte de los comentarios mencionados de Digenes
Laercio que nombra a los sacerdotes de los celtas como
druidas y los ubica en el tiempo sobre el siglo II antes de
la EC, podemos hacer ciertas reflexiones o quizs meras
intuiciones:
Tanto el historiador y gegrafo jonio Hecateo de Mileto
(500 al 476 antes de la EC), como Herodoto de
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Halicarnaso (siglo V antes de la EC), fueron los primeros
en nombrar a esos pueblos como keltoi. Efectivamente no citan a los druidas, pero es fcil intuir que en dichas
pocas ya los posean debido a conclusiones coherentes
que se citarn a continuacin.
Tal y como sabemos los celtas galicos o goidlicos
llegaron a Irlanda en una o dos oleadas invasoras.
Podramos especular, si estos goidlicos llegaron desde
Espaa, habindolo hecho previamente desde Egipto y
ms anteriormente desde Asia, como narra el legendario
Libro de las Invasiones, o de tierras situadas a las orillas del mar Bltico, o si posteriormente los celtas
britanos llegaron a la actual Gran Bretaa desde las tierras
continentales, sean stas cuales sean, en cuya isla ya haba
otros pueblos quizs tambin celtas, o pre-celtas, (pictos,
beros, ligures) de la edad del bronce, herederos o
descendientes de una cultura megaltica an mas remota.
Pero lo que sin dudas podemos expresar, es que estas
tribus ms o menos vernculas, tenan algn tipo de
religiosidad que indudablemente transmitieron a los
recin llegados en copiosas dosis, adoptando los
ocupantes, costumbres, ritos y concepciones, y utilizando
incluso, sus viejos, pero reveladores santuarios y
monumentos ptreos, como bosques, tmulos, menhires,
dlmenes, cairns y crmlechs, habiendo sido estos
ltimos, ya construidos aproximadamente entre los aos
6000 y 2000 antes de la EC., y utilizados consecuente y
previamente a su llegada.
Gradualmente, igual como hicieron en otros lugares,
fueron absorbiendo a los lugareos, a sus creyentes y
msticos, todos ellos descendientes de una variada gama
de pobladores neolticos y megalticos, y aportndoles al
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mismo tiempo su propia espiritualidad que acabara
encumbrndose.
Un poco de Tradicin mtica
Lo ms probable es, que los goidlicos o galicos ya
posean druidas a su llegada a la Isla. El mtico Amerghin,
es tan solo un ejemplo documentado en el mencionado,
legendario y semi-fabuloso Libro de las Invasiones que no tiene otra intencin que pretender racionalizar
cristianamente los antiguos mitos celtas y relacionar a
stos con los hijos de No.
Si los datos publicados en el libro son adems de mticos,
histricos, ello, verosmilmente, nos sita por lo menos,
en el segundo perodo de la Edad del Hierro, en la cultura
de la Tne, sobre el ao 450 aproximadamente, antes de la
EC. Ello, sin tener en cuenta, que en el mencionado libro,
se cita, anterior a Amerghin, a tres druidas Fios, Eolas y
Fochmarc, de la tercera invasin frustrada a la isla, con
Partholon como gua dirigente de la expedicin.
Cuando los hijos de Mil o Mil, siendo poco numerosos,
lograron vencer y convencer a los Tuatha d Danann en la
batalla de Taltiu, dicho triunfo, se intuye que solo pudo
asociarse a unos mejores mtodos y procedimientos
guerreros, y siendo el perodo la Tne posterior al de
Hallstatt, y el de mxima expansin celta, superior
culturalmente a ste.
Por otra parte, los mitos celtas irlandeses nos dicen, que
cuando llegaron los Tuatha d Danann a la Isla
Esmeralda, mucho antes que los galicos, en su afn,
funcin y labor de invasores, instructores y tutores,
aportaron muchas tcnicas, conocimientos y maestras a
los pobladores anteriores a ellos, entre ellas, el
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Druidismo. Aportaron el Druidismo ciertamente, pero
tampoco lo innovaron, puesto que en sus ciudades mticas
o histricas de origen ya posean druidas que les instruan:
Morfesa en Falias, Esras en Gorias, Usicias en Finnias y
Semias en Murias, segn relata el Libro de las Invasiones.
Ya en esas pocas, los celtas y sus divinidades
representadas en los Tuatha d Danann, a pesar de su
estructuracin tribal bsicamente indoeuropea y por tanto,
patriarcal, heredaron, y luego, legaron y transmitieron el
concepto de una Diosa Madre, como Dana, otorgndole la
maternidad de todo su panten. Dana en lengua madre
indoeuropea significa aguas del cielo.
Probablemente, y no siendo un concepto bsico
indoeuropeo, asimilaron perfectamente de los pueblos
megalticos y otros del bronce con los que toparon en su
deambular histrico, stas y otras nociones matriarcales,
que fueron sin duda un hecho diferencial ante todas las
dems religiones indoeuropeas, llegndolas incluso a
desarrollar y perfeccionar, aplicndolas socialmente a la
vida mundana y en la relacin con sus propias fminas y
reestableciendo cultos lunares en perfecto equilibrio con
los propios solares, como se manifiestan en sus cuatro
festividades mayores.
A este respecto, el Toro, un animal tan vigoroso, tan
masculino y viril, enamorado de la luna como recoge una
cancin popular espaola, simbolizaba para los pueblos
megalticos con sus dos pitones, la luna de cuarto
creciente y la luna de cuarto menguante. Era por tanto un
ser lunar.
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Es bien cierto, que las simbolizaciones atribuidas a dicho
animal por esas tribus megalticas, les causaron a los
celtas una inconmensurable admiracin y respeto.
Adems, la regia y recia figura del animal, junto a sus
bravas cualidades aumentaron dicha fascinacin y cierto
fetichismo, igual como les ocurri a sus antecesores, y
stas fueron plasmadas de diversas formas en el arte celta,
como podemos corroborar ante las esculturas figurativas
de estos animales.
Tales esculturas abundan incluso en Espaa, desde el
Toro ubicado en el pueblo espaol de Segura del Toro
(Cceres), los Toros de Guisando (vila) o el de
Villanueva del Campillo (toro vettn), que es la
representacin ms colosal (solo pesa 10.000 kilos) de un
toro celta conservado en Europa, pasando por los toros
sagrados de tres cuernos o el clebre Tarvos Trigaranus
(Toro de las tres grullas) del altar de Paris, hasta los
relatos celtas irlandeses, siendo el ms conocido, el
popular Tin B Cuailnge (Ciclo del Ulster), donde se
narra el origen y desenlace de una guerra entre el Ulster y
Connaugth, por la posesin del toro semental marrn de
Donn.
Los celtas identificndose con la primigenia
simbolizacin, aportaron adems, el equilibrio y la
armona de los contrarios u opuestos, sol-luna, da-noche,
masculino-femenino etc. El macho e impetuoso toro
conceptuado por los celtas, reuna y se distingua por esa
conciliacin, siendo un ser representativo del equilibrio
solar-lunar, da-noche y masculino-femenino.
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Retomando el tema mitolgico: Cuando los Tuatha d
Danann llegaron a Eire, hallaron a los fir-bolgs (hombres
bolsa), que quizs fueran una tribu cltica emparentada
con los tambin celtas, belgas continentales. Los fir-bolgs
se supone que aun estaban en los finales de la Edad del
Bronce, y fueron estos Tuatha mitolgicos, o si se
prefiere, la tribu cltica histrica que puedan simbolizar o
encarnar a estos emigrantes que en tiempos anteriores
abandonaron las riberas danubianas, los que
probablemente introdujeron el hierro en Irlanda,
utilizndolo en buen grado para la fabricacin de armas
guerreras, merced a las cuales pudieron vencer y doblegar
a los fir-bolgs (belgas?) y a los fomorianos(piratas?).
Por tanto, hay variados indicios e intuiciones que hacen
pensar que el Druidismo, aunque fuera en sus primeras
fases como tal, se remonta a una poca tan temprana,
como los inicios de la edad del hierro, esto es, hacia el
siglo VIII como mnimo, antes de la Era comn, y que por
supuesto ste, no se origin ni en Irlanda, ni en Gran
Bretaa.
La cuestin megaltica:
Aunque la datacin de los inicios del Druidismo no es
algo capital, ni de relevante importancia para los
seguidores drudicos, si lo es, conocer que cuando los
celtas se establecieron en Irlanda, Gran Bretaa, Galia, y
en definitiva, en casi toda Europa, como se ha
mencionado, hallaron diversos pobladores anteriores a
ellos y entre stos, a los restos, legatarios o descendientes
de una antigua, pero sabia cultura megaltica de variados
pueblos como ligures, beros, etruscos etc., que les
brindaron la oportunidad de mejorar sus tcnicas y
conocimientos en diversas reas, as como ahondar y
aprender de la espiritualidad que stos mantuvieron
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durante siglos, asociadas a rituales indgenas y
convicciones metafsicas, algunas ms y otras menos
sofisticadas, que las que introdujeron los celtas ocupantes.
Tambin ha quedado establecido arqueolgicamente que
cuando las avanzadillas celtas o los primeros celtas
llegaron a las tierras occidentales de Europa, encontraron
poblaciones autctonas que mantenan algn tipo de
sacerdocio, rituales litrgicos y monumentos megalticos
majestuosos.
Estos indgenas europeos o establecidos con anterioridad
a la expansin celta, posean un alto grado de religiosidad
y de culto. Existen teoras que afirman que un Druidismo
incipiente, o an poco desarrollado, fue el que conquist a
los celtas, siendo una espiritualidad original de los
pueblos absorbidos por stos y que dadas las habilidades
sumamente imaginativas celtas, stos lo asimilaron,
aportando sus conceptos mitolgicos predominantemente
indoeuropeos.
Tal es el caso del amplio panten celta indoeuropeo, que
difiere del concepto megaltico original en que ste, no
imaginaba a sus deidades como los celtas en su
controvertido politesmo, siendo para stos ltimos
entidades emanadas de una Primera Fuente Suprema,
(Dana?) con atributos diferenciadores entre ellos, sino
que ros, lagos vientos, montaas, pozos, rboles y
especialmente las piedras eran encarnaciones de las
fuerzas o energas divinas inmateriales y sobrenaturales,
que honraban y adoraban (animismo).
Los celtas, no obstante, asimilaron estos conceptos y
aportaron adems, los suyos propios, configurando de esta
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manera una peculiar combinacin, entre animismo,
pantesmo, politesmo, henotesmo y monismo, propia del
Druidismo.
Incluso es ms que probable que muchos celtas e
individuos de los pueblos absorbidos, al margen del
Druidismo, mantuvieran esa religiosidad megaltica, ms
plagada si se quiere de supersticiones, de rituales notorios
y pblicos y de prcticas exotricas y de ancestrales
conceptos, mientras que lo Druidas ya celtizados,
evolucionaban hacia posturas ms esotricas, ms
filosficas, ms racionalistas y tambin ms metafsicas.
Incluso, en el Druidismo actual, se puede deliberar y
explicar, sin paradojas conceptuales, un politesmo
trinario y/o henotesta, y a la vez debatir sobre animismo,
monismo o pantesmo.
Se puede aglutinar y combinar la razn con la intuicin, el
acto ritual y ceremonioso con el estudio y el
conocimiento, la espiritualidad con la ciencia, la teora
con la prctica, sin que predomine ninguna, sino buscando
el equilibrio entre todas ellas.
Existe otra hiptesis interesante, que afirma que el
Druidismo fue una religin extendida por Europa, desde
el Bltico hasta Gibraltar, pero que solo floreci en
aquellas reas donde a la vez, se dieron y combinaron
celtas y constructores megalticos.
Los gigantescos monumentos funerarios o astrolgicos en
piedra, alineados segn determinados patrones, al estilo
de Stonehenge, Averbury, Carnac, New Grange, los
Talaiots baleares etc., son testimonios de que en un
amplio perodo comprendido entre el ao 6000 y 2000
antes de la EC, mucho antes incluso que las magnas
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pirmides, una cultura del neoltico, conocida como
cultura megaltica que se expandi por Europa y frica
del Norte, especialmente por sus litorales, se hizo un
hueco en la historia de la humanidad destacando por sus
conocimientos avanzados en la aritmtica, geometra y
arquitectura.
No en balde muchos dlmenes que perduran an hoy en
da, permaneciendo en pie, tras aos de erosin y de
demolicin humana o natural, fueron unas estructuras
representativas de esta cultura que soportaron a muchos
tmulos sobre sus esqueletos.
La piedra, en este tipo de antigua espiritualidad, era
concebida como el primer asilo del alma humana tras el
fallecimiento de la materia. El fallecido se devolva a la
Tierra y sobre ste se depositaba una lpida, losa o placa
ptrea, que recoga su espritu para luego liberarlo hacia
las estrellas.
Los menhires apuntaban hacia el cielo, erectos y sujetos a
la Tierra, sealaban la direccin que deba tomar el alma.
Los Druidas siempre ensearon estas y otras cosas, pues
tambin ellos emplearon monolitos y bloques ptreos de
diversos tamaos para sealar sus Nemetones, para indicar lugares especficos de fuerzas telricas o para
marcar determinados caminos y senderos.
Ellos aprendieron de las piedras, lo que las piedras
revelaban al ser humano de una forma absoluta. Siendo la
roca una entidad milenaria, tan perdurable, que almacena
en su interior siglos y siglos de conocimientos, de
sabidura, evidenciando la condicin perecedera de los
seres humanos.
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La roca, la piedra, el mineral, no fueron concebidos como
materia inerte, no fueron, ni son masas insensibles, pues
los Druidas aprendieron que albergan una energa supra-
natural que proviene del cosmos.
Aunque inorgnicas comparadas con el mundo animal,
poseen una conciencia molecular, una fuerza de cohesin
que mantiene unidas sus molculas y tomos, y ello es lo
que les otorga solidez. Siempre han estado ligadas al ser
humano, no en balde somos los humanos blandas piedras
parlantes, con una morfologa compuesta e integrada por
numerosos minerales. Minerales y elementos que
combinados con el lquido de la vida; el agua, conforma
nuestro organismo.
Esta piedra pensante que es el hombre ha utilizado a las
otras piedras durante milenios, para su curacin, para su
cobijo, para su adorno, para su defensa, para sus dotes
creativas, para su expresin en la escultura, para su arte,
para su comunicacin, etc., aunque a veces tambin las ha
empleado, demostrando poca sabidura para conseguir
riqueza material, muchas veces totalmente eglatra.
Existe una dimensin en la que todo est vivo, una
longitud de onda en la que todo vibra y tiene movimiento.
Todas las cosas de este planeta hablan de ese Devenir, de
esa gran sabidura csmica.
La legendaria y mtica Lia Fail, ubicada en la Tara cltica
represent, entre otras simbolizaciones, lo sagrado y la
inmanencia de todo lo que puede existir y expresarse en
los diferentes niveles de la realidad, as como la
confirmacin por la Madre Tierra, simbolizada por la
piedra, que el pretendiente a rey, era merecedor de asumir
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las responsabilidades de gobernar con ahnco y acierto a
su pueblo o tribu.
A estos pueblos arcaicos, los celtas y el Druidismo en
general, deben adems, la aportacin de unas divinidades
tan antiguas como Cernunnos, de frecuente aparicin
arqueolgica con las piernas cruzadas en la posicin
yguica de semi loto, o como Borvos (Bormo)
incorporados al panten galo. O deidades tan polifacticas
como el mismo pan-cltico Lugh, herencia de otro Lug de
las tribus ligures, o la deidad gala Belisama, ms conocida
posteriormente como la Lucina romana y galo-romana,
matrona de los nacimientos, vinculada a la fecundidad,
con serios indicios de haber derivado ulteriormente hacia
la Mre Lucine (onomatopeya Merlusine) que sera el
hada Melusina, protagonista de los posteriores cuentos franceses, ingleses o alemanes sobre sta.
Tanto Lugh como Belisama se hallan, como deidades,
muy vinculadas a la conocida y famosa Cueva o Gruta de
Lourdes. Este lugar, cercano a los Pirineos franceses, es
atravesado por lneas de fuerzas telricas, que conferan y
confieren unas subterrneas y fluyentes aguas virtuosas y
sanadoras, que en tiempos remotos fue un emplazamiento
de veneracin al Dios Lugh o a la Diosa Belisama/Lucina.
Lourdes es una palabra de origen euskera, que se vincula
con Lorde que significa altura rocosa o roca alzada
(tmulo o menhir?). Tambin existe la hiptesis que la
palabra est vinculada a ur, que en lengua euskera (vasco) significa agua. Lourdes fue una villa celta
fortificada remotamente y la gruta que hoy la caracteriza
es denominada, desde que existe el francs como idioma,
como la gruta de Massabielle. Existe un curioso juego
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de palabras entre Bellissamae (latinizacin en genitivo,
declinacin como rosa-rosae) y Massabielle, como recalca
un investigador de los celta y lo drudico, llamado Patrick
Giuliano, pues ambas palabras contienen las mismas
letras, en orden diferente. Casualidad o causalidad?
Qu hay de los egipcios?
En sntesis, Egipto fue una de las primeras zonas paganas
por excelencia, repleta de dioses, de simbolismos
espirituales, tales como la alegora de la Divina madre Isis
y su sagrado hijo Horus, como de monumentos sublimes,
de enseanza metafsicas, ticas, teolgicas y
cosmolgicas y todo ello derivado de pocas mucho ms
ancestrales. Los egipcios y sus castas sacerdotales, sin
duda influyeron en todos esos pueblos megalticos
mencionados, aportando diversas creencias y
convicciones religiosas, siendo la ms notoria, el trnsito
tras la muerte fsica de las almas al Otro Mundo, tuteladas
por deidades lumnicas.
Pero incluso en el Druidismo, podemos hallar rastros que
nos conducen a discernir sobre la influencia egipcia en la
espiritualidad drudica, como son:
- El influjo y crdito social de los sabios que componan las esferas sacerdotales.
- La confrontacin entre los elementos estructurados simbolizados por Horus y los
caticos de la creacin simbolizados por su
hermano Set, dentro de la simbologa egipcia, y
dentro de la celta, la similitud entre los Tuatha d
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Dannan y su lder Lugh, en contraposicin a los
Fomorianos y su lder Balor, abuelo de Lugh.
- La similitud entre el dios egipcio del Nuevo imperio Amn-Ra, posteriormente Atum-Ra, el cual simbolizaba la concepcin abstracta de una
divinidad con mltiples funciones, con el
Henotesmo e incluso con un monismo
polifactico y heterogneo de las concepciones
drudicas sobre una Divinidad Absoluta,
impersonal y abstracta, innombrable e
incognoscible. Es similar al concepto del Netjer
egipcio que concepta una estructura de muchos
dioses que derivan de una Gran Fuente Divina.
Uno y muchos, muchos que son uno. De esta
manera, la unidad divina se manifiesta, en el
Universo, a travs de la multiplicidad.
- La semejanza entre la trada de Amon-Min-Kamutef el dios primigenio y creador que se
engendr as mismo, responsable de la continua
renovacin de mundo, como mximo soberano de
todos los dioses e insuperable deidad de las esferas
terrestre y celeste, con la concepcin drudica de
las hipstasis del Todo drudico y sus funciones.
- La costumbre de los orculos, dirigindose a los dioses solicitando consejos, revelacin,
manifestacin o una resolucin. Los orculos se
presentaban a una divinidad concreta por
mediacin de los sacerdotes como mediadores.
Las revelaciones se exteriorizaban mediante la
inspiracin e intuicin de la anuencia divina al
sacerdote o al druida, el cual anunciaba su
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dictamen. Poda aplicarse tanto a asuntos pblicos,
como a cuestiones particulares muy variadas.
- El concepto egipcio del Ka, paralelo al concepto de la inmortalidad del alma y del espritu de los
druidas, que atae a la esencia espiritual de las
deidades y de los humanos, conceptundose
adems como facto