15213 2013 12 711
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SALA DE CASACIÓN CIVIL
Exp. 2012-000711
Magistrado Ponente: Luís Antonio Ortíz Hernández
En fecha 14 de noviembre de 2012, el abogado Jesús Eduardo
Rodríguez, procediendo en su carácter de apoderado judicial del ciudadano
MARIO ESQUIVEL MAZARIEGOS , presentó escrito mediante el cual
solicitó a esta Sala de Casación Civil, se avoque al conocimiento de la
causa, decrete la nulidad de la sentencia dictada en fecha 31 de enero de
2011 por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial
del estado Miranda, y remita el conocimiento de la causa a otro tribunal
superior que dicte nuevo fallo a fin de restablecer la situación jurídica
infringida.
Siendo la oportunidad procesal correspondiente, pasa la Sala a dictar
sentencia bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter la suscribe,
en los siguientes términos:
I
DE LA COMPETENCIA DE LA SALA DE CASACIÓN CIVIL
Antes de entrar a resolver el fondo del asunto planteado, esta Sala de
Casación Civil pasará a pronunciarse sobre su competencia a los fines de
determinar si es a el la a quien corresponde el conocimiento del mismo, de
conformidad con la novísima Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, publicada el 9 de agosto de 2010 en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, bajo el N° 39.483.
Efectivamente, establece el artículo 31 de la reseñada Ley lo
siguiente:
“Artículo 31. Son competencias comunes de cada Sala del Tribunal
Supremo de Justicia:
1. Solicitar de oficio, o a petición de parte, algún expediente que curse ante
otro tribunal y avocarlo en los casos que dispone esta Ley”.
Asimismo, el artículo 106 de la misma Ley dispone:
“Artículo 106. Cualesquiera de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia,
en las materias de su respectiva competencia, de oficio o a instancia de
parte, con conocimiento sumario de la situación, podrá recabar de cualquier
tribunal, en el estado en que se encuentre, cualquier expediente o causa para
resolver si la avoca y asume el conocimiento del asunto o, en su defecto, lo
asigna a otro tribunal”.
Las normas señaladas regulan la facultad de las dist intas Salas d el
Tribunal Supremo de Justicia para avocarse, bien de oficio o a instancia de
parte, a las causas que cursen ante otros tribunales, regulando dicha
atribución competencial en base a la materia debatida en el juicio cuyo
avocamiento se pretende.
Esta atribución debe ser ejercida con suma prudencia y sólo en caso
grave o de escandalosas violaciones al ordenamiento jurídico que
perjudique ostensiblemente la imagen del Poder Judicial, la paz pública, la
decencia o la institucionalidad democrática venezolana, y se hayan
desatendido o mal tramitado los recursos ordinarios o extraordinarios que
los interesados hubieren ejercido. (Artículo 107 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia)
En aplicación de lo expuesto, esta Sala, a los fines de determinar su
competencia, observa del escrito presentado que el juicio cuyo avocamiento
se pretende lo constituye una ejecución de hipoteca incoada por el
ciudadano Mario Roberto Esquivel Mazariegos, en contra de los ciudadanos
Rafael José Palma Delgado y José Rafael Palma Delgado, el cual cursa ante
el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Miranda, con sede en Los
Teques; de lo cual se desprende que el caso de autos es de naturaleza civil,
y por tanto es afín con la materia propia de esta Sala.
Por consiguiente, la Sala se declara competente para conocer de la
presente solicitud de avocamiento. Así se decide.
II
ALEGATOS DEL SOLICITANTE DEL AVOCAMIENTO
Quien hoy accede a esta suprema jurisdi cción civil fundamenta su
solicitud de avocamiento en lo siguiente:
“…En fecha 31 de enero de 2011, El Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Circunscripción Judicial del estado Miranda, conociendo como Tribunal de
Alzada dictó su fallo en el Juicio por EJECUCIÓN DE HIPOTECA, en el
Expediente No. 10-7275, nomenclatura de ese Despacho, incoado por el
ciudadano MARIO ROBERTO ESQUIVEL MAZARIEGOS, (…)
contra los ciudadanos RAFAEL JOSÉ PALMA DELGADO y JOSÉ
RAFAEL PALMA DELGADO (…), declarando CON LUGAR el
recurso de apelación ejercido por el Abogado JOSÉ ANTONIO
UZCÁTEGUI GONZÁLEZ, (…) en su carácter de Defensor Ad Litem de
la parte codemandada, ordenando reponer la causa al estado en que se
agote la citación personal de la parte demandada, conforme a las
consideraciones expuestas en la motiva del fallo.
Aspectos que consideró la alzada para dictar sentencia:
El Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito y de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Miranda, para
decidir tomó en consideración los siguientes aspectos:
1. Que “…el Alguacil del tribunal a quo, solo se trasladó en una
oportunidad, es decir, en fecha cinco (05) de agosto de 2008, al
domicilio procesal de los demandados, (…) y con el fin de citarlos tocó
la puerta en reiteradas oportunidades sin tener respuesta alguna, por lo
que luego acudió al lugar de trabajo del ciudadano RAFAEL JOSÉ
PALMA DELGADO (…), sin obtener ninguna respuesta, manifestando
el funcionario la imposibilidad de practicar la citación, en virtud de no
haber nadie en el inmueble para el momento de su visita…”
2. Que “tal manifestación del ciudadano Alguacil fue aceptada por el a
quo para considerar que fue agotada la citación personal de los
demandados, y que a solicitud de la parte demandante, accedió a
otorgarle el trámite previsto en la Ley para la citación por carteles,
conforme el artículo 650 del Código de Procedimiento Civil, cuyas
formalidades, por cierto, son más exigentes que las previstas en el
artículo 223 ejusdem, hasta la efectiva designación de Defensor Ad
Litem”.
3. Que “la importancia que reviste la citación como acto procesal
fundamental de todo juicio para la contestación de la demanda,
garantizando así el derecho a la defensa que le asiste al demandado, ya
que, por un lado la accionada queda a derecho y por el otro cumple con
la función comunicacional de enterarla del hecho que se ha iniciado un
juicio en su contra, así como del contenido del mismo”.
4. Que “por tratarse la citación de un asunto en el cual está interesado el
orden público, en razón de que tal acto de comunicación procesal
garantiza la igualdad de los justiciables ante los órganos encargados
de impartir justicia y con esto el derecho a la defensa de progenie
constitucional, que lleva implícito el de un debido proceso, la ausencia
del acto en cuestión lesiona la validez del juicio (…) Así las cosas y
observándose de las actuaciones que el Alguacil en su consignación que
se trasladó sólo en una oportunidad, considerando el a quo agotada la
citación personal, al respecto, es criterio de quien aquí decide que con
sólo un intento de ubicación de la parte demandada para informarle
sobre la demanda que le ha sido interpuesta en su contra, no basta para
declarar como ‘agotada’ la citación personal. Claramente puede
interpretarse pues, que agotar la vía personal de la práctica de la
citación, involucra diligencia por parte del Alguacil, diligencia en el
sentido de afán, esmero o interés en efectuarla, lo que se evidenciaría
de una manifestación que afirme que habiendo trasladado varias
oportunidades (y señalamiento expreso de las fechas) no logró ubicar al
demandado (…) Observa esta Juzgadora que, luego de haber efectuado
el razonamiento anteriormente y atendiendo de manera especial la
jurisprudencia patria, resulta concluyente para esta superioridad, a
objeto de salvaguardar el derecho a la defensa y preservar la igualdad
de las partes en juicio, así como del debido proceso como derecho
humano fundamental reponer la causa al estado en que se agote la
citación personal de los ciudadanos RAFAEL JOSÉ PALMA
DELGADO y JOSÉ RAFAEL PALMA DELGADO, (…), dando por
cumplida tal formalidad vital del juicio, declarando la nulidad de todas
las actuaciones siguientes al auto de admisión, de fecha 02 de junio de
2008, excluyendo la presente decisión”.
Requisitos de procedencia para el avocamiento de la Sala:
…Omissis…
Esta Sala de Casación Civil se ha pronunciado de manera reiterada acerca
de los requisitos que son necesarios para considerar procedente el
avocamiento, y recientemente, en sentencia 2012-00292 de fecha 03 de
octubre del corriente, con Ponencia del Magistrado Luis Antonio Ortiz
Hernández (…), estableció:
…Omissis…
En relación con el primer requisito, se trata de una demanda por ejecución
de hipoteca cuyo conocimiento se atribuye a los Tribunales de la república
por disposición del Art. (sic) 661 del Código de Procedimiento Civil ;
mientras que, para el segundo requisito de procedencia, señalo que se (sic)
éste juicio, cuyo avocamiento solicito, se encuentra actualmente en el
Juzgado 2° de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, y de Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Miranda, actuando como Tribunal de la
causa, bajo el N° 18.161, nomenclatura de ese Despacho, en virtud de
haberse devuelto desde esta Sala de Casación Civil, que conoció del
Recurso de Hecho propuesto contra el auto de fecha 21 de febrero de 2011,
dictado por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito y de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial
del Estado Miranda el cual negó el Recurso de Casación anunciado contra
la sentencia dictada por dicho órgano. Recurso de Hecho que fue decidido
en fecha 12 de mayo del corriente; todo lo cual consta en copias certificadas
de los folios 01 al 08, 14 al 16, 24, 25, 104, 105, 107 al 121, 153 al 173 y
190 al 198 del citado expediente, las cuales adjunto a la presente.
Ahora bien, con respecto al tercer elemento o requisito de procedencia,
consideramos que reponer la causa al estado de citación es un caso de
manifiesta injusticia, puesto que tal decisión se fundamenta en
razonamientos erróneos, lo cual sostengo en virtud de lo siguiente:
1°) Consta en el Capítulo I del escrito de fecha 08 de diciembre de 2009, en
el que el Defensor Judicial formula oposición, el cual riela al folio 104 y
105, que el mismo se entrevistó con los demandados y les hizo entrega de
sendas copias del libelo de la demanda y de su respectivo auto de admisión,
lo cual fue recogido por la alzada en el Punto Previo de su fallo, en los
folios 163 y 164 del expediente, expuesto de la siguiente manera.
…Omissis…
De lo anterior, se evidencia que la parte demandada fue debidamente
informada por el Defensor Ad Litem del contenido de la demanda ejercida
en su contra, poniendo en sus manos copias del libelo de la demanda,
teniendo éstos la carga procesal de presentarse en juicio mediante
apoderado judicial, pudiendo optar por permitir que el Defensor Ad Litem,
en el ejercicio de las funciones para las cuales fue designado, se ocupe de
ejercer la defensa de aquella, tal como ocurrió en este caso.
Si bien los fines de la citación, como textualmente señaló la alzada en su
fallo, no son otros que, lograr que la demandada quede a derecho, por una
parte, y por la otra que se cumpla con la función comunicacional de
enterarla sobre el inicio de un juicio en su contra, así como del contenido
del mismo, quedaron garantizados con esta actuación del Defensor Judicial,
al ponerlos al tanto del proceso incoado contra ellos, y garantizado también
como quedó el Derecho a la Defensa, resulta en una flagrante injusticia
contra el demandante haber decidido, a pesar de ello, reponer al proceso al
estado de citación.
…Omissis…
2°) El Tribunal de alzada aportó una errónea interpretación del Art. 218 del
Código de Procedimiento Civil, puesto que fustiga el hecho de que Alguacil
del Tribunal de la causa se haya trasladado solo en una oportunidad al
domicilio de la demandada, siendo su criterio que con sólo un intento de
ubicación de la parte demandada para informarle sobre la demanda que le
ha sido interpuesta en su contra, no basta para declarar como “agotada” la
citación personal.
Sobre este punto, cabe destacar, que precisamente al no haberse
considerado agotada la citación personal conforme a la norma rectora del
Art. 218 del CPC (sic), se aplicó lo dispuesto en el Art. 650 ejusdem,
cumpliendo con las publicaciones de Ley, la fijación del cartel en la morada
de la demandada por parte de la Secretaria Judicial, el posterior
nombramiento, juramentación y citación del Defensor Ad Litem, respetando
los lapsos procesales.
Aunado a ello, expresamente prevé el citado Art. 218 del CPC (sic) lo
siguiente.
…Omissis…
La norma anteriormente transcrita no señala en número de ocasiones en las
que el Alguacil debe trasladarse al domicilio de la parte demandada, por lo
que considerar como violatorio del Debido Proceso el haberse trasladado en
“una sola ocasión” para tratar de ubicar a la accionada es un exceso no
previsto en la Ley y por ende deviene en injusto contra los intereses de mi
representado, quien costeó los ingentes gastos que generan las
publicaciones de cartel de citación, entre otros a lo largo del proceso, a fin
de cumplir con el mandato de la Ley y del Tribunal de la causa, en aras de
garantizar el Derecho a la Defensa de la demandada, Derecho éste que
ejerció a cabalidad el ciudadano Abogado JOSÉ ANTONIO
UZCÁTEGUI GONZÁLEZ, quien presentó oportunamente las defensas y
recursos que el ejercicio de su cargo exige, pero que por haber resultado
infructuosos ante la contundencia probatoria de los documentos
protocolizados consignados por la actora, no implica que se haya violado el
Debido Proceso.
Cataloga la alzada de insuficiente la actuación del Alguacil al acudir en
“una sola ocasión” al domicilio de la parte demandada para intentar citarla,
pero a pesar de no estar prevista en la Ley el número de ocasiones en las
que ha de trasladarse, como antes se dijo, indebidamente traslada contra mi
representado los efectos o consecuencias de la supuesta poca diligencia de
dicho funcionario; en este sentido, se ha pronunciado esta Sala de Casación
Civil, en la sentencia dictada el día 30 de enero de 2.007 (…), estableciendo
que:
“…no es posible que se impongan sanciones a las partes como
consecuencia de errores u omisiones en los cuales hayan incurrido los
funcionarios judiciales (en este caso el Alguacil (sic) de un tribunal),
fundamentalmente, cuando se trata de errores u omisiones cometidos en
la realización de actos en los cuales las partes no tienen ninguna
injerencia”.
Considero satisfecho el tercer requisito de procedencia del avocamiento
que en el presente caso solicito, porque ciertamente se atentó contra el
Debido Proceso, en sus manifestaciones constitucionales del Derecho a la
Defensa y del Libre Acceso a la Justicia, pero contra mi representado,
porque al tratar de realzar una inexistente violación del derecho a la defensa
de la demandada, se infringieron injustamente los derechos del actor…”
III
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
En reiterada jurisprudencia ha establecido esta Sala que el
procedimiento de avocamiento se desarrolla en dos etapas o fases: la
primera , consistente en la solicitud de remisión de los expedientes que
cursen ante otros tribunales, lo cual implica la orden de paralizar cualquier
actuación en el tribunal en el cual reposa el o los expedientes, impidiendo
tanto al juez como a las partes cualquier tipo de actuación, previo análisis
de los requisitos de procedencia , dado la naturaleza excepcional de la
figura jurídica del avocamiento; y la segunda , que es la de avocarse al
conocimiento del asunto de fondo, con la verificación de la ocurrencia o no
de las circunstancias de hecho y derecho irreg ulares alegados en la
solicitud.
Ahora bien, en relación con los requisitos de procedencia de la figura
del avocamiento (primera fase), esta Sala ha establecido deben concurrir
los siguientes elementos: 1) Que el objeto de la solicitud de avocamiento
sea de aquellas materias que estén atribuidas ordinariamente por el
legislador al conocimiento de los tribunales, aun cuando no sea strictu
sensu materia contencioso administrativa; 2) Que un asunto judicial curse
ante algún otro Tribunal de la República; 3) De be tratarse de un caso de
manifiesta injusticia o, cuando en criterio de la Sala, existan razones de
interés público o social que justifiquen la medida o cuando sea necesario
restablecer el orden de algún proceso judicial que lo amerite en razón de su
trascendencia o importancia; 4) Que en el juicio cuya avocación se ha
solicitado exista un desorden procesal de tal magnitud que exija su
intervención, si se advierte que bajo los parámetros en que se desenvuelve
no se garantiza a las partes el debido equilibr io a sus pretensiones.
Sobre este particular es importante precisar, que para que la Sala
estime procedente hacer uso de la facultad excepcional de avocamiento es
necesario que se den por lo menos tres requisitos. Los dos primeros
requisitos deben concurr ir siempre, bien con uno de los supuestos
alternativos contenidos en el tercer requisito, o bien con el cuarto
requisito. (Sentencia N° 771 del 29 de julio de 2004, caso: Teodulo
Domingo Díaz Guevara, expediente Nº 04 -394)
Dicho lo anterior, la Sala pasa a verificar si en el caso de autos se
cumplen los requisitos de procedencia señalados para la primera fase del
avocamiento, en tal sentido se advierte lo siguiente:
El recurrente ante esta sede de casación civil fundamenta su petición
en la manifiesta injus tica ocasionada por el juez de alzada al ordenar la
reposición de la causa al estado de que se agote la citación personal de los
demandados, en razón de que el alguacil del tribunal a quo sólo se trasladó
en una oportunidad para efectuar tal citación (sien do ésta infructuosa) sin
que esa única oportunidad haya sido suficiente para agotar la citación
personal.
Asevera que el defensor ad litem designado informó oportunamente a
los demandados sobre la demanda interpuesta en su contra, teniendo éstos
la carga procesal de presentarse en juicio mediante apoderado judicial y
fustiga el hecho de que el juez de alzada considerara como insuficiente el
único intento de citación personal, cuando a su decir, el art ículo 218 del
Código de Procedimiento Civil no prevé el número de ocasiones en las que
el alguacil debe trasladarse al domicilio de la parte demandada a los fines
de satisfacer la citación personal, ello aunado al hecho de que al no lograr
esta última, se dio cumplimiento a la disposición normativa contenida en el
art ículo 650 eiusdem , en lo relativo a la publicación de los carteles, la
fijación del cartel en la morada de los demandados, y el posterior
nombramiento, juramentación y citación del defensor judicial.
En todo caso -agrega-, tal error en la actuación del alguacil, no puede
devenir en la aplicación de sanciones para la parte como lo sería la
reposición de la causa decretada, considerando que con tal forma de
proceder, queda satisfecho el tercer requisito de proceden cia del
avocamiento planteado.
Ahora bien, es necesario insistir en que debido a la naturaleza
discrecional y excepcional del instituto procesal del avocamiento, éste
debe emplearse con cri terios de interpretación restrict iva que permitan el
uso prudente de esta facultad, la cual debe ser ejercida sólo cuando deba
impedirse o prevenirse situaciones que perturben de forma flagrante el
orden institucional y constitucional , que justifiquen la intervención de
alguna de las Salas de este Tribunal Supremo, con objeto de subsanar,
corregir y restablecer el orden procedimental subvertido, evitando
conflictos que puedan ocasionar trastornos, confusión, zozobra
colectiva, o que de algún modo puedan entorpecer la actividad pública .
De igual forma, es menester advertir que la figura del avocamiento no
constituye un recurso o medio procesal al que puedan recurrir las partes
para hacer valer su desacuerdo con los criterios jurídicos contenidos en
decisiones o actuaciones judiciales , sino que, antes bien, como
instrumento excepcional que implica un trastorno de competencias
legalmente atribuidas, es necesario obedecer en su formulación a estrictos
parámetros que justifiquen suficientemente su procedencia.
En el caso de autos, el justiciable delata la vulneración de su derecho
a la defensa, al debido proceso y al libre acceso a la justicia como
consecuencia del pronunciamiento emitido por el juez de alzada relativo a
las formas de la ci tación y la consecuen te reposición de la causa, sin
embargo, aprecia esta Sala que el derecho al debido proceso queda
garantizado cuando las partes son juzgadas en los términos y condiciones
establecidos por la ley, respetándose las vías recursivas establecidas en
ella, y que tienden a garantizar el derecho a la defensa, precisamente
porque es allí donde debe ventilarse cualquier desacuerdo con los criterios
jurídicos vertidos por los jueces que conocen del asunto.
Todo pronunciamiento judicial va a resultar perjudicial para un a de las
partes y por ello la ley le concede a ésta los medios y recursos para su
impugnación, lo que se traducirá luego en un fallo confirmatorio o
revocatorio del anterior por un juez de superior jerarquía. No obstante,
agotados los recursos que concede la ley, no pueden pretender las partes
acudir a otras instituciones procesales que resultan inapropiadas, con la
finalidad de menguar los efectos de la decisión.
Así pues, en el caso de autos, se observa que contra la referida
decisión de alzada se ejerció recurso de casación el cual fue negado por el
propio tribunal de alzada y luego por esta Sala de Casación Civil, por no
cumplir con uno de los supuestos de admisibilidad como lo es la cuantía.
Ahora, pretender la nulidad del referido fallo de alzada a tra vés de la
vía del avocamiento, resulta a todas luces improcedente puesto que lo
denunciado es un asunto inherente al proceso que no excede la esfera de lo
particular y en consecuencia, no constituye fundamento suficiente para
demostrar la procedencia de di cha institución procesal.
En adición a lo anteriormente señalado, observa esta Sala que la s
circunstancias descritas por el solicitante del avocamiento no son de una
magnitud tal que exijan la intervención de la Sala, no trascienden ni
afectan gravemente el interés general o público, ni perturban la paz social
o generan un estado de zozobra o conmoción en un grupo social
determinado, directamente interesado en la solución del conflicto, razón
por la cual no se consideran cumplidos los supuestos 3 y 4 antes referidos
para la procedencia de esta primera fase del avocamiento.
Asimismo, aprecia la Sala que el solicitante del avocamiento cuenta
con otro medio de defensa distinto al presente, en el cual pudiera hacer
valer su pretensión como lo es el recurso de r evisión constitucional, todo lo
cual hace ver una vez más que no es la institución del avocamiento la
figura idónea para cuestionar el dictamen emitido por el juez de alzada.
En consecuencia, esta Sala de Casación Civil declara improcedente la
solicitud de avocamiento formulada. Así se declara.
D E C I S I Ó N
Por las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación
Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por a utoridad de
la Ley, declara IMPROCEDENTE LA SOLICITUD DE AVOCAMIENTO
presentada por Jesús Eduardo Rodríguez, procediendo en su carácter de
apoderado judicial del ciudadano MARIO ESQUIVEL MAZARIEGOS.
Dada la naturaleza de la insti tución del avocamiento, no hay especial
condenatoria en costas.
Publíquese, regístrese y archívese.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los quince
(15) días del mes de febrero de dos mil trece. Años: 202º de la
Independencia y 153º de la Federación.
Presidenta de la Sala,
__________________________
YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA
Vicepresidenta,
_____________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
Magistrado-Ponente,
____________________________
LUIS ANTONIO ORTIZ HERNÁNDEZ
Magistrada,
______________________
AURIDES MERCEDES MORA
Magistrada,
__________________
YRAIMA ZAPATA LARA
Secretario,
________________________
CARLOS WILFREDO FUENTES
Exp. AA20-C-2012-000711.
Nota: Publicada en su fecha a las ( )
Secretario,