(1996) starplex

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STARPLEX (Starplex, 1996) Robert J. Sawyer NDICE PARA ARIEL REICH AGRADECIMIENTOS 4 ALFA DRACONIS 6 I 9 BETA DRACONIS 14 II 17 GAMMA DRACONIS 21 III 24 IV 29 V 33 VI 36 DELTA DRACONIS 43 VII 45 VIII 53 IX 58 X 64 XI 67 XII 73 EPSILON DRACONIS XIII 79 XIV 84 XV 91 ZETA DRACONIS 95 XVI 97 XVII 104 XVIII 124 XIX 127 XX 134 XXI 136 XXII 140 ETA DRACONIS 145 XXIII 149 XXIV 157 XXV 162 EPLOGO 168 3

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PARA ARIEL REICH Todo escritor de ciencia ficcin debera tener la suerte de contar con un buen ami go que sea a la vez doctor en Fsicas y abogado especializado en propiedad intelec tual. Gracias, Ari, por ayudarme a lanzar el Argo en su vuelo relativista, por a veriguar los puntos de Lagrange para el sistema Quintaglio por disear la estructu ra qumica de una nueva forma de materia, y por representar a la acusacin en un jui cio a un extraterrestre. AGRADECIMIENTOS Esta novela cristaliz a partir de una nube primordial de ideas con la ayuda de los editores Susan Allison de Ace y el doctor Stanley Schmidt de Analog; Richard Curtis; Dr. Ariel Reich; mis colegas escritores J. Brian Clarke, James Alan Gar dner, Mark A. Garland, y Jean-Louis Trudel; el extraordinario corrector Howard M iller; y mis siempre alertas lectores de manuscrito: Ted Bleaney, David Livingst one Clink, Terence M. Green, Edo van Belkom, Andrew Weiner, y sobre todo, mi ado rable esposa, Carolyn Clink.

Aunque el arco del universo moral es largo, se dobla hacia la justicia. MARTIN LUTHER KING, JR. ALFA DRACONIS Lo iban a pagar caro. La gravedad ya haba purgado, y Keith Lansing flotaba en cero g. Normalmente enc ontraba la experiencia relajante, pero hoy no. Hoy, exhal con cansancio y movi la cabeza. El dao a Starplex costara miles de millones en reparaciones. Y cuntos ciudad anos de la Commonwealth haban muerto? Bueno, eso se sabra en la investigacin, algo a lo que no tena ningunas ganas de enfrentarse. Todas las cosas asombrosas que haban descubierto, incluyendo el primer contacto con los darmats, an podan acabar tragadas por la poltica, o incluso por una guerra interestelar. Keith toc el botn verde marcado IGNICIN en la consola frente a l. Un golpe reson en el cristacero del casco cuando la cpsula se desacopl del anillo de acceso en la p ared trasera del muelle de atraque. El recorrido completo estaba preprogramado e n el ordenador de la cpsula: los muelles de Starplex, el vuelo hasta el atajo, en trar por el atajo, salir por la periferia del sistema Tau Ceti, y atracar en uno de los muelles de Grand Central, la estacin espacial de las Naciones Unidas que controlaba el trfico a travs del atajo ms cercano a la Tierra. Y ya que todo estaba preprogramado, Keith no tena nada que hacer durante el via je aparte de reflexionar sobre todo lo que haba pasado. No lo apreci en su momento, pero eso era un milagro de por s. Recorrer media gal axia en un parpadeo se haba convertido en rutina. Lejos quedaba la emocin de dieci ocho aos atrs, cuando Keith haba estado presente en el descubrimiento de la red de atajos: un vasto complejo de portales al parecer artificiales que abarcaba la ga laxia entera, permitiendo el transporte instantneo entre dos puntos. En aquel mom ento, Keith lo haba llamado magia. Despus de todo, veinte aos atrs la Tierra haba nec esitado de todos sus recursos para establecer la colonia de New Beijing en Tau C eti IV, a slo 11,8 aos luz de Sol, y New New York en Epsilon Indi III, a apenas 11 ,2 aos luz. Pero ahora los humanos entraban por un lado de la galaxia y salan por el otro rutinariamente. Y no slo los humanos. Aunque nunca descubrieron a los constructores de los ataj os, haba otras formas de vida inteligente en la Va Lctea, incluyendo a los waldahud in y los ibs, que, junto con los humanos y los delfines de la Tierra, haban estab lecido la Commonwealth de Planetas haca once aos. La cpsula de Keith lleg al extremo del muelle doce y sali al espacio. La cpsula er a una burbuja transparente, diseada para mantener viva a una persona durante un p ar de horas. Alrededor de su ecuador, una gruesa banda blanca contena el equipo d e soporte vital y los propulsores de maniobra. Keith se volvi y mir la nave nodriz a que dejaba tras de s. El muelle de atraque estaba en el borde del gran disco central de Starplex. A medida que la cpsula se alejaba, Keith poda ver los habitculos triangulares imbrica dos, cuatro arriba y otros cuatro abajo. Cristo, pens Keith al mirar su nave. Jesucristo. Las ventanas de los cuatro habitculos inferiores estaban a oscuras. El disco ce ntral estaba entrecruzado por filiformes quemaduras de lser. A medida que la cpsul a descenda, vio estrellas a travs del agujero circular en el disco, de donde haba d esaparecido un cilindro de diez puentes de altura... Lo iban a pagar caro, pens de nuevo Keith. Muy, muy caro. Se volvi y mir hacia delante, ms all de la burbuja. Haca tiempo que haba dejado de uscar en los cielos cualquier indicio de un atajo. Eran invisibles, puntos infin itesimales hasta que algo los tocaba, como mir la consola su cpsula iba a hacer en c uarenta segundos. Entonces se expandan, para tragarse lo que pasara a travs. Estara en Grand Central quiz unas ocho horas, lo suficiente para informar a la P remier Petra Kenyatta sobre el ataque a Starplex. Luego volvera. Con suerte, para

entonces Jag y Morrolargo tendran noticias sobre el otro problema al que se enfr entaban. Los propulsores de maniobra de la cpsula se dispararon en un patrn complicado. P ara salir de la red en Tau Ceti tendra que entrar en el atajo local desde arriba y atrs. Las estrellas se movieron a medida que la cpsula modificaba su curso hacia el ngulo correcto, y entonces... ... y entonces lleg al punto. A travs del casco transparente, Keith vio el prpura gneo de la discontinuidad entre dos sectores del espacio pasando sobre la cpsula, paisajes de estrellas distintas a proa y popa. Por detrs, la fantasmal luz verde de la regin de la que sala, y delante, una nebulosa rosada... Nebulosa? No poda ser. No en Tau Ceti. Pero cuando la cpsula complet la travesa, no poda haber duda: haba salido por el lu gar errneo. Una bella nebulosa rosada, como una mano abierta de seis dedos, cubra cuatro grados del cielo. Keith gir, mirando en todas direcciones. Conoca bien las constelaciones visibles desde Tau Ceti: versiones levemente distorsionadas de la s que se vean desde la Tierra, incluyendo Botes, que contena a la brillante Arturo y al mismo Sol. Pero estas estrellas no le eran familiares. Keith sinti fluir la adrenalina. Se estaban abriendo nuevos sectores de espacio a marchas forzadas, a medida que nuevas salidas se activaban en la red de atajo s. Esto era claramente un atajo que acababa de entrar en la red, limitando los ng ulos aceptables de aproximacin para alcanzar Tau Ceti. Que no cunda el pnico, pens Keith. Poda ir a su destino con facilidad. Slo tena que volver por el atajo con una trayectoria levemente distinta, asegurndose de no va riar en absoluto el centro matemtico del cono de ngulos admisibles para la estacin Grand Central. Aun as... Otro sector nuevo! Eso sumaba cinco en el ltimo ao. Dios, pens, qu pena q e tuvieran que canibalizar la mitad de la futura nave hermana de Starplex para c onseguir piezas: les hubiera venido bien contar con otra nave nodriza de explora cin si las cosas seguan as. Keith comprob la bitcora de vuelo, asegurndose de que sera capaz de volver a este lugar. Los instrumentos parecan funcionar perfectamente. Su primer instinto era e xplorar, descubrir lo que este nuevo sector tena que ofrecer, pero una cpsula esta ba pensada slo para viajes rpidos por los atajos. Adems, Keith tena una reunin y mir implante de su reloj slo cuarenta y cinco minutos para llegar a ella. Mir el panel de control y tecle las instrucciones para pasar de nuevo por la red de atajos. L uego mir los parmetros que le haban trado hasta aqu y frunci el ceo. Haba entrado e mente con el ngulo correcto para Tau Ceti. Nunca haba odo que el paso por un atajo fuera mal antes, pero... Cuando alz la vista, la nave estaba all. Tena forma de dragn, con un casco central largo y serpentino y amplias extension es que parecan alas. Era toda curvas y bordes suaves, y no se vean detalles en su superficie azul celeste, ninguna seal de junturas ni ventanas ni respiraderos, ni ngn indicio obvio de motores. Pareca brillar con luz propia, pues no haba estrellas cerca que la iluminaran, y no se vean sombras en la superficie. Keith pensaba qu e Starplex era hermosa antes de adquirir sus recientes cicatrices de guerra, per o siempre haba parecido manufacturada y funcional. Esta nave aliengena, pens, era a rte. La nave dragn se mova directamente hacia la cpsula de Keith. Las lecturas de su c onsola indicaban que tena casi un kilmetro de longitud. Keith tom el joystick de la cpsula para alejarse de la trayectoria de la nave, pero de pronto el dragn se par en seco respecto a la cpsula, a unos cincuenta metros. El corazn de Keith le golpeaba en el pecho. Cuando un nuevo atajo se activaba, el primer trabajo de Starplex era buscar indicios de la inteligencia que lo hubi era activado al pasar a su travs por primera vez. Pero aqu, en una cpsula uniperson al, careca del equipo de seales y de los ordenadores necesarios para intentar siqu iera comunicarse. Adems, no haba habido signos de la nave cuando haba examinado el cielo haca unos m omentos. Cualquier vehculo que pudiera moverse as de rpido y luego parar en seco en el espacio tena que ser producto de una tecnologa muy avanzada. Keith estaba en u n lo. Necesitaba, si no a toda Starplex, al menos una de las naves diplomticas que

llevaba en sus muelles. Golpe la tecla que debera haber lanzado su cpsula hacia el atajo. Pero no pas nada. No, no era del todo cierto. Torciendo el cuello, Keith pudo v er los propulsores de su cpsula activndose en el anillo exterior de la burbuja. Pe ro la cpsula no se mova: las estrellas permanecan quietas. Algo tena que estar mante nindola en su sitio, pero si era un rayo tractor, era el ms suave que haba encontra do nunca. Una cpsula era frgil; un rayo tractor convencional hubiera hecho gemir e l casco de cristacero por todas las junturas. Keith mir de nuevo la bella nave, y mientras miraba un... un hangar, deba ser... apareci en un costado, bajo una de las curvadas alas. No hubo seal de ninguna pue rta abrindose. La abertura sencillamente no haba estado ah hace un instante, y ahor a estaba: un hueco cbico en el vientre del dragn. Keith vio que su cpsula se mova ah ora en la direccin opuesta a la que l intentaba llevarla, movindose hacia la nave a liengena. A pesar suyo, empezaba a sentir pnico. Estaba totalmente a favor de un primer c ontacto, pero lo prefera en trminos algo ms igualitarios. Adems, tena una mujer que l e esperaba, un hijo en la universidad, una vida que quera desesperadamente seguir viviendo. La cpsula flot dentro del hangar, y Keith vio una pared aparecer tras l, aislando el cubo del espacio. El interior estaba iluminado por las seis caras. La cpsula pareca estar todava dentro del rayo tractor (nadie arrastrara dentro un objeto slo p ara dejar que se estrellara contra el muro opuesto llevado por su propia inercia ). Pero Keith no poda ver por ningn lado el emisor del rayo. Con la cpsula siguiendo su viaje, Keith intent pensar racionalmente. Haba entrado en el atajo con el ngulo correcto para salir por Tau Ceti; no haba habido ningn er ror. Y aun as, de algn modo, haba sido... desviado aqu. Lo cual quera decir que quien controlaba este dragn interestelar saba ms sobre los atajos de lo que saban las especies de la Commonwealth. Y entonces se dio cuenta. La revelacin. La horrible revelacin. Era la hora de pagar el peaje. I Haba sido como un regalo de los dioses: el descubrimiento de que la galaxia de la Va Lctea estaba repleta de una vasta red de atajos artificiales que permitan via jes instantneos entre sistemas estelares. Nadie saba quin haba construido los atajos o para qu servan exactamente. La enorme avanzada especie que los cre no haba dejado otra huella de su existencia. Estudios llevados a cabo por telescopios hiperespaciales sugeran que haba cuatro mil millones de atajos independientes en nuestra galaxia, aproximadamente uno p or cada cien estrellas. Los atajos eran fciles de ver en el hiperespacio: cada un o estaba rodeado por una caracterstica esfera de taquiones orbitales. Pero de tod os esos taquiones, slo dos docenas parecan estar activos. Los otros claramente exi stan, pero no pareca haber modo de llegar a ellos. El atajo ms cercano a la Tierra estaba en la nube de Oort de Tau Ceti. A su tra vs, las naves podan saltar setenta mil aos luz hasta Rehbollo, el mundo natal de lo s waldahud. O podan saltar cincuenta y tres mil aos luz hasta Flatland, hogar de l a extraa especie de los ib. Pero la salida del atajo que haba cerca de Polaris, po r ejemplo, a slo ochocientos aos luz, era inaccesible. Como casi todas las otras, estaba inactiva. Un atajo dado no poda funcionar como salida para naves llegando de otros atajos mientras no fuera usado localmente como entrada. Por tanto, el atajo de Tau Cet i no haba sido una salida viable para otras especies hasta que la ONU envi una son da a su travs, haca dieciocho aos, en el 2076. Tres semanas ms tarde, una nave walda hud asom por ese mismo atajo, y de repente humanos y delfines ya no estuvieron so los. Muchos especularon que as era como la red de atajos haba sido diseada: sectores d e la galaxia quedaban en cuarentena hasta que al menos una de sus especies llega ba a la madurez tecnolgica. Teniendo en cuenta cun pocos atajos haba activos, algun os proponan que las dos especies sentientes de la Tierra, Homo sapiens y Tursiops

truncatus, estaban por tanto entre las primeras especies de la galaxia en alcan zar ese nivel. Al ao siguiente, naves del mundo natal de los ib aparecieron en Tau Ceti y cerc a de Rehbollo, y pronto las cuatro especies acordaron una alianza experimental, a la que llamaron la Commonwealth de Planetas. Para ampliar la red de atajos utilizable, diecisiete aos atrs cada mundo lanz tre inta bumerangs. Cada una de estas sondas volaba al mximo de su velocidad hiperesp acial veintids veces la velocidad de la luz hacia atajos inactivos que haban sido de tectados por su corona de taquiones. Al llegar, cada bumerang entrara en el atajo y luego volvera a casa, activndolo por tanto como una salida vlida. Hasta la fecha, los bumerangs haban alcanzado veintin atajos ms en un radio de 37 5 aos luz desde uno u otro de los tres mundos. Originalmente, esos sectores eran explorados por naves pequeas. Pero la Commonwealth se haba dado cuenta de que se n ecesitaba una solucin ms exhaustiva: una nave nodriza gigante desde la cual se pud ieran lanzar viajes de exploracin, una nave que sirviera no slo como base de inves tigaciones durante la crucial exploracin inicial del sector, sino que tambin pudie ra funcionar como embajada para la Commonwealth, si fuera necesario. Una nave es telar inmensa, capaz no slo de investigacin astronmica, sino tambin de llevar a cabo misiones de primer contacto. Y as, haca un ao, en 2093, fue botada Starplex. Financiada por los tres mundos y construida en los astilleros orbitales de Rehbollo, era la nave ms grande jams con struida por cualquiera de las especies de la Commonwealth: 290 metros por su par te ms ancha, setenta puentes de altura, conteniendo un volumen total de 3,1 millo nes de metros cbicos, dotada de una tripulacin de mil seres y cincuenta y cuatro n aves auxiliares pequeas de diseos variados. Starplex estaba ahora a 368 aos luz del sur galctico de Flatland, explorando los alrededores de un atajo recientemente activado. La estrella ms cercana era una s ubgigante de clase F a un cuarto de ao luz de distancia. Estaba rodeada por cuatr o cinturones de asteroides, aunque no haba ningn planeta. Una misin tranquila hasta el momento; nada destacable astronmicamente, ninguna seal de radio aliengena detec tada. El personal de Starplex estaba ocupado terminando sus exploraciones. En si ete das, se esperaba que otro bumerang alcanzara su atajo programado, ste a 376 aos luz de Rehbollo. La siguiente misin de Starplex consista en investigar ese sector . Todo pareca tranquilo, hasta... Lansing, me va a or. Keith Lansing dej de andar por el fro pasillo, suspir, y se masaje las sienes. Sin traducir, la voz de Jag sonaba como el ladrido de un perro, adornada con espordi cos siseos y gruidos. Su voz traducida emitida con un anticuado acento de Brooklyn no era mucho mejor: spera, aguda, hostil. Qu pasa, Jag? El reparto de recursos a bordo de Starplex ladr el ser es inadecuado. Y la culpa e s suya. Antes de trasladarnos al siguiente atajo, exijo que rectifique esto. Sie mpre deja usted corto al departamento de fsica y da trato preferente a las cienci as biolgicas. Jag era un waldahud, una criatura porcina e hirsuta con seis miembros. Tras el final de la ltima glaciacin en Rehbollo, los casquetes polares se haban fundido, i nundando casi toda la tierra y dejando la que quedaba entrecruzada de ros. Los an cestros de los waldahudin se adaptaron a una vida semiacutica; sus cuerpos se ais laron con una capa de grasa cubierta de pelaje marrn para protegerse de las helad as aguas de ro en las que vivan. Keith respir hondo y mir a Jag. Recuerda que es ali engena. Otras costumbres, otros modales. Intent mantener la voz calmada. No me parece que eso sea del todo justo. Ms ladridos. Le da usted tratamiento especial a ciencias biolgicas porque su esposa encabeza ese departamento. Keith forz una risita, aunque el corazn le lata con rabia contenida. Rissa dice a veces lo contrario: que no le proporciono suficientes recursos, qu e hago lo que sea para mantenerle contento a usted.

o.

Lo manipula, Lansing. Lo... cul es la metfora humana? Lo maneja a usted con un ded

Keith pens en ensear a Jag un dedo diferente. Son todos iguales, pens. Todo un pl aneta lleno de cerdos pendencieros, gruones, discutidores. Intent no sonar cansado . Qu quiere exactamente, Jag? El waldahud alz su mano superior izquierda y fue tocando los rechonchos y pelud os dedos con los de su mano superior derecha. Dos sondas ms, asignadas exclusivamente a misiones de fsicas. Un banco de memoria ms en el Ordenador Central para astrofsica. Veinte miembros ms de personal. El personal va a ser imposible dijo Keith . No tenemos los apartamentos para aloja rlos. Ver lo que puedo hacer respecto a lo dems. Se detuvo un segundo, y dijo: Pero en el futuro, Jag, creo que encontrar que soy ms fcil de convencer cuando no saca usted mi vida privada a colacin. Jag ladr speramente. Lo saba! dijo la voz traducida . Toma usted las decisiones basndose en sentimientos ersonales, no en el mrito del argumento. Es usted ciertamente inadecuado para el puesto de director. Keith sinti que su rabia estallaba. Intent calmarse, cerr los ojos y trat de conju rar una imagen tranquila. Esper ver la cara de su mujer, pero la imagen que apare ci fue la de una belleza asitica dos dcadas ms joven que Rissa, y eso le puso an ms f rioso consigo mismo. Abri los ojos. Mire dijo, con un temblor en la voz , me importa un bledo que apruebe o no mi elec cin como director de Starplex. El hecho es que soy el director, y lo ser durante o tros tres aos. Incluso si pudiera usted reemplazarme antes de que termine mi mand ato, los turnos que se acordaron determinan que un humano est en este puesto en e ste momento. Si se libra usted de m, o si dimito porque estoy hasta las narices d e usted, todava va a tener que trabajar para un humano. Y algunos de nosotros no les apreciamos se detuvo antes de decir cerdos en absoluto. Sus fanfarronadas no le hacen quedar bien, Lansing. Los recursos que exijo son para el bien de nuestra misin. Keith suspir otra vez. Se estaba haciendo viejo para esto. No voy a discutir ms, Jag. Ha hecho usted su peticin; le dedicar la consideracin qu e merece. Los cuatro orificios nasales cuadrados del waldahud se ensancharon. Me asombra dijo Jag que la Reina Trath considerara siquiera que podramos trabajar con humanos. Se dio la vuelta sobre las pezuas negras y se fue pasillo abajo sin decir ms. Ke ith se qued all de pie durante un par de minutos, haciendo ejercicios de respiracin para calmarse, y luego recorri el fro pasillo hasta la estacin de ascensores. Keith Lansing y su mujer, Rissa Cervantes, compartan un apartamento humano estnd ar a bordo de Starplex: una salita en forma de L, un dormitorio, un pequeo despac ho con dos mesas, un bao humano, y un segundo bao multiespecie. No haba cocina, per o Keith, a quien le gustaba cocinar, haba montado un pequeo horno para poder dedic arse a su hobby. La puerta principal del apartamento se abri y Keith entr a zancadas. Rissa deba h aber llegado minutos antes; sali desnuda del dormitorio, claramente lista para su ducha de medioda. Hola, Chesterton dijo, sonriendo. Pero la sonrisa desapareci; Keith se figur que le poda ver la tensin en la cara, l as arrugas en la frente, las comisuras hacia abajo. Qu pasa? Keith se dej caer en el sof. Desde este ngulo, miraba de frente la diana que Riss a haba colgado de la pared. Los tres dardos estaban agrupados en la pequea seccin d e sesenta puntos de la banda de triples: Rissa era campeona de la nave. Otra discusin con Jag dijo Keith. Rissa asinti. Es su costumbre dijo . Son sus costumbres.

Lo s. Lo s. Pero, Cristo, a veces es difcil de tragar. Tenan una gran ventana de verdad en una pared, que mostraba el campo estelar fu era de la nave, dominado por la brillante estrella de clase F cercana. Otras dos paredes podan mostrar hologramas. Keith era de Calgary, Alberta; Rissa haba nacid o en Espaa. Una pared mostraba el lago Louise, alimentado por glaciares, con las magnficas Rocosas canadienses asomando por detrs; la otra mostraba una panormica de l centro de Madrid, con su atractiva mezcla de arquitecturas de los siglos XVI y XXI. Pens que vendras ms o menos ahora dijo Risa . Te esperaba para ducharme contigo. Keith se sorprendi agradablemente. Se duchaban juntos a menudo de recin casados, haca casi veinte aos, pero haban perdido la costumbre con el tiempo. La necesidad de ducharse dos veces al da para minimizar el olor corporal humano, que los walda hudin encontraban tan ofensivo, haba convertido el ritual de limpieza en una ruti na irritante, pero quiz su prximo aniversario haca que Rissa estuviera ms romntica de lo normal. Keith le sonri y empez a desvestirse. Rissa entr en el bao principal y abri los gri fos. Starplex era un gran contraste con las naves de cuando Keith era joven, com o la Lester B. Pearson, en la que haba viajado cuando se llev a cabo el primer con tacto con los waldahudin. En esos das tena que conformarse con duchas snicas. Haba m ucho que decir a favor de llevar un ocano en miniatura a bordo de tu nave. La sigui hasta el bao. Ella ya estaba en la ducha, lavndose el largo cabello negr o. Cuando se apart l tom su puesto bajo la ducha, disfrutando de la sensacin del cue rpo mojado de ella deslizndose contra el suyo. l haba perdido la mitad del cabello con los aos, y el que quedaba lo llevaba corto. Aun as, se masaje vigorosamente el cuero cabelludo, intentando a la vez librarse de su enfado contra Jag. Frot la espalda de Rissa, y ella la de l. Se libraron del jabn y Keith cort el agu a. Si no hubiera estado tan enfadado, quiz hubieran hecho el amor, pero... Maldicin. Empez a secarse con la toalla. Odio esto dijo Keith. Rissa asinti. Lo s. No es que odie a Jag, de verdad que no. Odio... Me odio a m mismo. Odio sentirme como un xenfobo se pas la toalla por la espalda . Quiero decir, s que los waldahudin tienen otras costumbres. Lo s, y lo intento aceptar. Pero... Cristo, me odio a m m ismo slo por pensarlo... Son todos iguales. Irritantes, discutidores, mandones. N unca he encontrado uno que no lo sea. Se ech desodorante bajo los brazos. La idea de pensar que lo s todo de alguien porque s a qu especie pertenece es horr orosa, es todo lo que me dijeron que deba combatir. Y ahora me encuentro hacindolo da s da no suspir . Waldahud. Cerdo. Los trminos son intercambiables en mi mente. Rissa haba terminado de secarse. Se puso una camisa beige de manga larga y ropa interior limpia. Ellos piensan lo mismo de nosotros, lo sabes. Todos los humanos son dbiles, inde cisos. No tienen korbaydin. Keith solt una risita ante el uso de la palabra waldahudar. S que tengo dijo, sealando abajo . Bueno, tengo dos en vez de cuatro, pero cumplen. Sac del armario un par de calzoncillos limpios y unos pantalones marrones y se los puso. Los pantalones se estrecharon para ajustarse a su cintura. Aun as dijo , el que ellos generalicen no lo hace mejor suspir . No fue as con los nes. Los delfines son distintos dijo Rissa, ponindose unos pantalones rojos . De hecho, quiz sa sea la clave. Son tan distintos de nosotros que podemos recrearnos en las diferencias. El mayor problema de los waldahudin es que tenemos demasiado en comn con ellos. Rissa fue hacia la cmoda. No se puso maquillaje; el estilo natural estaba de mo da para hombres y mujeres. Pero se puso pendientes de diamantes, cada uno del ta mao de una uva pequea. Las importaciones baratas de diamantes de Rehbollo haban des truido todo el valor de las gemas naturales, pero su belleza segua sin ser supera da. Keith tambin haba terminado de vestirse. Se haba puesto una camisa sinttica con un

estampado en zigzag marrn oscuro, y un suter beige. Por fortuna, cuando la humani dad sali al universo, una de las primeras cosas que desecharon haba sido la chaque ta y corbata para los hombres; incluso la ropa formal ya no las exiga. Con la lle gada de la semana laboral de cuatro das en la Tierra, y luego la de tres das, la d iferencia entre ropas de trabajo e informales haba desaparecido. Mir a Rissa. Era hermosa; a los cuarenta y cuatro, segua siendo hermosa. Quiz deb eran hacer el amor. Qu ms da si ya se haban vestido? Adems, todas esas ideas locas so re... Bliiip. Karendaughter a Lansing. Hablando del diablo. Keith alz la cabeza, habl al aire. Abre. S? La sonora voz de Lianne Karendaughter sali por el altavoz de la pared. Keith, noticias fantsticas! Un watson acaba de volver de THAC con noticias de que un nuevo atajo se ha activado! Keith alz las cejas. El bumerang ha llegado a Rehbollo 376A antes de lo programado? A veces pasaba; juzgar distancias interestelares era un juego difcil. No. Es un atajo diferente, y se ha activado porque algo, o, si tenemos suerte, alguien, lo ha atravesado localmente. Ha aparecido algo inesperado por alguno de los atajos del mundo? An no dijo Lianne, la voz todava burbujeante de emocin . Hemos descubierto que ste aba activo slo porque un mdulo de carga fue dirigido hacia l accidentalmente. Keith se puso en pie de inmediato. Trae de vuelta todas las sondas dijo . Llama a Jag al puente, y alerta a todos los puestos para una posible situacin de primer contacto. Sali deprisa del apartamento, con Rissa detrs. BETA DRACONIS Keith Lansing mir a su alrededor en el hangar de la extraa nave aliengena. Era un rea tan poco llamativa como el exterior. No haba junturas, ni equipamiento, nada que alterara las seis luminosas caras del cubo. Cuando los atajos fueron descubiertos, la prensa se haba deleitado en recordar un dicho de un siglo atrs, atribuido al escritor de Sri Lanka Arthur C. Clarke: Cu alquier tecnologa suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Los atajos eran magia. Al igual que esta extraa y hermosa nave espacial, esta nave que se mova desafian do aparentemente las leyes de Newton... Keith respir hondo. Saba lo que iba a pasar, lo senta en los huesos. Estaba a pun to de conocer a los constructores de los atajos. La trayectoria de la cpsula por el hangar se curv suavemente hacia abajo y pront o se pos en la lisa cara inferior. Keith sinti que su peso volva. Sigui aumentando l entamente, y se aposent en el suelo. La gravedad sigui aumentando, ms y ms, hasta qu e alcanz el estndar a bordo de Starplex. Luego aument an ms, y Keith intent dominar e pnico, temiendo acabar hecho gelatina. Pero finalmente se detuvo, y Keith se dio cuenta de que estaba ms o menos al ni vel al que la mantena en su cabina de la nave, cosa de un nueve por ciento por en cima del estndar de la Commonwealth, pero igual a la gravedad en la superficie de la Tierra al nivel del mar. Y entonces, de pronto... Todo a su alrededor era... era familiar. Era la Tierra. Estaba en la linde de un bosque mezclado, con arces y piceas alzndose hacia un cielo de un tono azul que no haba encontrado en ningn otro planeta. Luz del color exacto de la de Sol: igual a la de las lmparas antinostalgia que Rissa y l tenan en el apartamento a bordo de Starplex. A su derecha se vea un lago cubierto de hoja s de lirios, con juncos alzndose en las riberas. Arriba, una bandada en forma de V de seguro gansos canadienses, y... s, para disipar cualquier duda que quedara, un a luna diurna en tres cuartos, mostrando el Mar de la Tranquilidad y el Mar de G rises, en forma de O, a la derecha. Una ilusin, por supuesto. Realidad virtual, para hacerle sentir como en casa. A

lo mejor podan leerle la mente, o alo mejor ya haban contactado con otros viajero s de la Tierra. La cpsula no tena sensores muy complicados. Pero haba aire en el hangar. Poda or... Dios, poda or grillos, y sapos, y, s, la llamada fantasmal de un colimbo, todo tra nsmitido a travs del casco por el aire exterior. No haba manera de analizar una mu estra, pero no era posible que habiendo conseguido detalles tan perfectos se equ ivocaran en algo tan sencillo como la mezcla de gases del aire respirable para l os humanos. Aun as, dud. Se supona que el viaje a Tau Ceti era un trayecto sencillo; Keith no se haba molestado siquiera en comprobar si haba un traje espacial en el compartim ento de emergencia de la cpsula antes de salir. Pero era claramente una invitacin; una invitacin para un primer contacto. Y el p rimer contacto era el propsito de Starplex. Keith toc una serie de controles, sosl ayando los protocolos de seguridad que impedan que la puerta trasera de la cpsula se abriera si no estaba conectada a un anillo de acceso. El panel de cristacero se desliz hacia el techo. Keith tom una bocanada de aire... Y estornud. Jesucristo, pens. Polen de gramneas. Esta gente hace las cosas bien. Inhal de nuevo, y pudo oler todas las cosas que podra oler si estuviera de verda d en la Tierra. Flores silvestres y hierba y madera hmeda y mil otras cosas, en u na sutil mezcolanza. Sali. Haban pensado en todo; una recreacin perfecta. Vaya, si hasta dejaba huellas en la tierra blanda, algo en lo que fallaban la mayora de las simulaciones de realid ad virtual. De hecho, incluso poda sentir la textura de la tierra a travs de las s uelas de los zapatos, poda sentir cmo ceda a cada paso, la elasticidad de la hierba bajo los pies, la aguda presin de una piedra. Era perfecto... Y entonces se le ocurri. Quiz estaba de vuelta en la Tierra. Los creadores de lo s atajos saban cmo acortar a travs del espacio en un parpadeo. A lo mejor esto era real, a lo mejor estaba en casa... Pero no haba habido un segundo atajo dentro del hangar, no hubo un destello prpu ra de radiacin Soderstrom. Y adems, si esto era la Tierra, dnde haban encontrado esta pureza salvaje? Mir de nuevo al cielo, buscando un avin o la estela de alguna lan zadera. Aun as, su estornudo quera decir que haban manufacturado molculas de alrgenos, o bi en estaban manipulando su mente a un nivel muy sofisticado. De pronto Keith sint i contraerse su garganta. Un zoo! Un maldito zoo, y l era un espcimen en l. Estaba at rapado, prisionero. Se dio la vuelta, listo para correr hacia su cpsula, y vio al hombre de cristal. Hola, Keith dijo el hombre. Todo su cuerpo era transparente, hecho de perfecto cristal que flua con sus mov imientos. Haba apenas un leve indicio de color en la forma transparente, un toque aguamarina. Keith no dijo nada durante algunos segundos. Los latidos de su corazn ahogaban los sonidos de la naturaleza. Sabes quin soy? dijo por fin. Ms o menos dijo el hombre de cristal. Su voz era masculina, profunda. Su cuerpo, aunque humanoide, era estilizado, c omo un maniqu en una tienda cara. Su cabeza era un ovoide liso, con el extremo pu ntiagudo como barbilla. Aunque brazos y piernas parecan bien proporcionados, eran lisos, sin musculatura aparente. Pecho y estmago eran planos, y los transparente s genitales estaban simplificados, en forma de cohete. Keith mir al hombre de cristal, preguntndose qu hacer. Al final, desesperado por conocer su situacin, dijo: Quiero irme. Puedes hacerlo dijo el hombre de cristal, extendiendo sus brazos transparentes . E n el momento que quieras. Tu cpsula te espera. No haba ningn orificio en la simple cabeza ovoide, pero las orejas de Keith le d ijeron que el sonido emanaba de ella. Esto... no es un zoo? pregunt.

. s.

Hubo un sonido como de campanillas de viento. Una risa cristalina? No. Y no soy un prisionero? De nuevo las campanillas. No, eres... Es husped la palabra correcta? Eres mi husped. Cmo es que hablas mi idioma? No lo hago, en realidad. Mi analizador traduce para ti. Habis creado los atajos? Los qu? Los atajos. Los portales interestelares, las entradas... como quieras llamarlos Atajos

dijo el hombre de cristal, asintiendo . Un buen nombre. S, los creamos nosotr

El pulso de Keith se aceler. Qu queris de m? Las campanillas sonaron otra vez. Pareces a la defensiva, Keith. No se supone que tienes que hacer algn tipo de dis curso estndar para una situacin de primer contacto? O an es pronto para eso? Pronto? Bueno, s Keith trag saliva . Yo, G.K. Lansing, Director de Starplex, traigo saludos amistosos de la Commonwealth de Planetas, una asociacin pacfica de cuatro especies sentientes de tres mundos diferentes. Ah, eso est mejor. Gracias. Keith luchaba por entender todo lo que estaba pasando: el humanoide transparen te, la recreacin del bosque, la hermosa nave, el desvo de su cpsula. An me gustara saber qu queris de m dijo por fin. El hombre de cristal inclin su lisa cabeza hacia Keith. Bueno, a riesgo de sonar melodramtico, el destino del universo est en peligro. Keith parpade. Pero, ms que eso dijo el hombre de cristal , necesito hacerte algunas preguntas. Po rque, sabes, Keith Lansing, posees no slo la clave del futuro, sino tambin la del pasado. II Un nuevo sector, y uno que se haba abierto inesperadamente. Keith y Rissa corri eron hacia el puente, entrando por la puerta de babor, lo que quera decir que Kei th tena que pasar junto a Lianne Karendaughter. Inteligente (mster del MIT en inge niera electrnica), hermosa (sensuales rasgos asiticos, lustroso pelo color platino sujeto por clips dorados) y joven, Lianne se haba unido a Starplex haca slo seis se manas, tras un prestigioso empleo como ingeniero jefe a bordo de un hipercrucero de gran tonelaje. Sonri a Keith al pasar; una sonrisa radiante como una supernov a. El estmago de Keith alete. El puente de Starplex no pareca tener paredes, suelo, o techo. En su lugar, est aba rodeado por un holograma esfrico del entorno de la nave, con las estaciones d e trabajo aparentemente flotando entre estrellas. La habitacin en s era rectangula r, con una entrada en cada pared, pero las puertas eran invisibles, disimuladas en el paisaje espacial. Cuando se deslizaban hacia los lados para abrirse, era c omo si el espacio mismo se abriera, revelando los pasillos ms all. Al parecer susp endidos en el aire (pero en realidad sujetos a los muros invisibles justo sobre las puertas) haba tros de relojes luminiscentes con la hora de cada planeta. Keith y Rissa corrieron hacia sus puestos, dando la impresin de que corran por e l espacio exterior. Los puestos del puente estaban dispuestos en dos hileras de tres asientos cada una, con el director ocupando la posicin central de la hilera posterior. La hile ra anterior estaba siempre ocupada. Los puestos de la hilera posterior se usaban slo cuando era necesario; Jag, Keith y Rissa tenan todos oficinas separadas en la s que llevaban a cabo la mayor parte de su trabajo. Uno de los monitores de Keit h mostraba siempre un diagrama de quin estaba autorizado para usar la estacin de t rabajo en cada momento. Ahora mismo la hilera anterior la ocupaba el equipo del turno alfa estndar:

Operaciones internas Timn Lianne Karendaughter Operaciones externas Thorald Magnor Ciencias fsicas Rombo Director Jag Kandaro em-Pelsh Ciencias biolgicas Keith Lansing Clarissa Cervantes El encargado de OpIn era responsable de todas las actividades a bordo, incluye ndo ingeniera. En el lado opuesto de la estancia estaba su contrapartida, el enca rgado de OpEx, que supervisaba los muelles de atraque y las misiones efectuadas por las cincuenta y cuatro naves de diferentes tipos que atracaban all. A la izqu ierda de Keith estaba el puesto de Jag, jefe del Departamento de Ciencias Fsicas. A su derecha, de nuevo una contrapartida: Rissa, jefe del Departamento de Cienc ias Biolgicas. Ya que casi toda la investigacin en Fsicas se llevaba a cabo a bordo de la nave, tena sentido que OpIn estuviera frente al puesto de Fsicas. Lianne poda girar su s illa, o mover su estacin de trabajo sobre la base giratoria, para consultar cosas cara a cara con Jag. De manera similar, la mayora del trabajo biolgico se llevaba a cabo fuera de la nave nodriza; Rombo en OpEx poda consultar cosas con Rissa (a unque Rombo, un ib, tena visin de 360 grados y no necesitaba volverse para verla). Para facilitar todava ms las comunicaciones, hologramas en tiempo real de diez c entmetros de altura de las cabezas de Thor y Lianne, ms una imagen de cuerpo enter o de Rombo, solan flotar sobre el borde de las consolas de Jag, Keith y Rissa. Lo s ocupantes de la fila anterior tenan hologramas de las cabezas de los de la fila posterior flotando sobre sus puestos. A cada extremo de la sala haba una gran piscina cubierta por un campo de fuerza antisalpicaduras; cualquiera de los puestos poda transferir sus funciones a un d elfn en cualquiera de las piscinas. Tras los puestos haba una hilera de nueve poli sillas para observadores. Keith mir cmo Jag entraba por la puerta de estribor. El waldahud se mova por el c ampo estelar a pasos cortos de sus piernecillas patizambas, con los cuatro brazo s rgidos a los costados. Jag llevaba un par de funcionales prendas de vestir, inc luyendo un cinturn con bolsas colgando, y una banda con bolsillo alrededor de su brazo superior izquierdo. Estaba prcticamente desnudo, el condenado, salvo por su espeso pelaje, mientras que Keith se estaba congelando vivo. Las reas comunes de la nave se mantenan a quince grados Celsius, el equivalente a un medioda caluroso de verano en Rehbollo. Keith medio esperaba ver condensarse su aliento cada vez que sala de su apartamento. Cuando Jag se sent, los monitores de su puesto se configuraron para ser dos vec es ms altos que anchos. Jag poda ver dos pantallas simultneamente, una con el par v ertical de ojos izquierdos, otra con el par vertical de ojos derechos. Como los humanos, los waldahudin tenan dos hemisferios cerebrales, pero cada hemisferio po da procesar una imagen estereoscpica por s solo. No haba expresin alguna en el rostro de Jag (aunque de todos modos Keith no era bueno descifrndolas). Su altercado en el corredor una hora antes no mereca, aparen temente, comentario alguno. Claro que no, pens Keith. Un da normal para uno de ell os. Movi la cabeza y se dio la vuelta. Thorald Magnor, al timn, era un gigantesco hu mano de unos cincuenta aos, con una barba de color rojo llama. En OpEx, la polisi lla haba sido retirada bajo el suelo, y la consola rebajada para acomodar a su us uario actual. Rombo, como todos los ibs, pareca una silla de ruedas de piedra con una sanda en el asiento. Uno de los monitores de Keith mostraba el informe del THAC, el Telescopio Hipe respacial Astrofsico de la Commonwealth, sobre el recin abierto atajo. La salida e staba en el Brazo de Perseo, a unos novecientos mil aos luz de su posicin actual. Y eso era todo lo que se saba, salvo que algo haba pasado recientemente por el ata jo, activndolo. Lo que fuera ese algo, y dnde haba ido a travs de la red, nadie lo s aba. De acuerdo, gente dijo Keith Empezaremos con una sonda clase alfa estndar. Thor, llvanos a veinte kilmetros del atajo.

Deme dos segundos, jefe dijo Thor. Keith poda ver la cara de Thor en el holograma en miniatura, y su cogote de verdad en el puesto delante suyo. Su cara era gran de y ruda, su barba y cabellos largos y crespos. Keith haba visto una vez un casc o vikingo en el apartamento de Thor; le hubiera sentado bien . Tenemos una sonda a tracando ahora mismo. Un instante ms tarde, unas luces destellaron en la red de sensores de Rombo. Anuncio con placer que la Marc Garneau ha sido asegurada en el hangar ocho dijo una voz con acento britnico en el odo de Keith. Por convencin, las voces de los waldahud se traducan con anticuados acentos neoy orquinos, mientras que a los ibs se les daba acentos britnicos; haca ms fcil disting uir quin hablaba, ya que las voces traducidas emanaban todas del mismo sitio, el implante coclear del oyente. Vale, jefe dijo Thor . All vamos. Keith poda ver las grandes manos de Thor manipulando los controles. El campo es telar que rodeaba el puente empez a moverse; cosa de cinco minutos despus, las est rellas dejaron de moverse. Como ha pedido, jefe dijo Thor . A veinte mil metros del atajo, en el blanco. Gracias dijo Keith . Rombo, lance la sonda, por favor. Los tentculos como cuerdas de Rombo restallaron en su consola como si la estuvi era domando a latigazos. Su red de sensores reluca. Ser un placer. Un diagrama de la sonda apareci en uno de los monitores de Keith: un cilindro p lateado de cuatro metros de largo por uno de dimetro, con la superficie cuajada d e escneres, sensores, cmaras, y placas CCD. La sonda slo contaba con propulsores y cuatro racimos de reactores cnicos para corregir el rumbo; un hipermotor era dema siado caro para arriesgarlo, sobre todo teniendo en cuenta que la sonda poda no r egresar. La sonda aceler a travs de un can de masa en uno de los mdulos habitables superiore s de Starplex. En cuanto la sonda sali al espacio, el personal del puente pudo ve r el brillo de sus propulsores en la esfera hologrfica que los rodeaba. La sonda gir sobre su eje de manera que todos sus instrumentos quedaran expuestos a todo e l panorama del firmamento. No haba un objetivo visible para la sonda; al menos todava no. Pero su curso haba sido calculado de manera que entrara en el atajo con el ngulo exacto especificad o por el THAC. Cuando lo hizo, la sonda pareci desaparecer, tragada por un pequeo anillo de fuego violeta. Amistosamente observo que el pasaje a travs del atajo ha sido normal inform Rombo con su rico acento de Oxford. Ahora empezaba la espera. Cada uno mostraba la tensin de manera distinta. En Op In, Lianne tamborileaba con sus uas pintadas en el borde de la consola. Las luces de la red de Rombo destellaban de vez en cuando, no en un pictograma coherente, sino como signo de agitacin mental. Jag se tocaba el pelaje y deslizaba sus plac as dentales translcidas una contra otra, con un leve sonido como el deslizar de u na tiza sobre la pizarra. Keith se levant y pase arriba y abajo. Rissa se dedic a o rganizar archivos en su consola. Slo el imperturbable Thorald Magnor pareca tranqu ilo; coloc sus enormes pies sobre la consola y, reclinndose en su asiento, entrela z los dedos tras su melena anaranjada. Pero a pesar de la actitud de Thor, haba motivos para preocuparse. Haca diez aos, un bumerang lanzado desde Tau Ceti haba alcanzado su objetivo, un atajo inactivo cerca de la estrella clase M3 Tejat Posterior, en la constelacin de Gemini. Ese bumerang nunca volvi a Tau Ceti. En su lugar, ms o menos cuando se supona que tena q ue haber vuelto, una esfera lisa de metal sali disparada desde el atajo de Rehbol lo. Los anlisis determinaron que la bola era los restos de la sonda, despus de que algn tipo de proceso rompiera brevemente todos los enlaces moleculares en su est ructura. La palabra proceso haba sido elegida deliberadamente para los informes pblicos, pe ro muchos crean que ninguna actividad natural haba podido hacer eso, ni siquiera s i el atajo de la salida de Tejat Posterior hubiera estado en el ncleo de una estr ella. Los hipotticos seres responsables haban sido llamados Estampadores, porque apa rentemente haban estampado la puerta interestelar en las narices colectivas de la

Commonwealth. Otras sondas hiperespaciales con potentes escudos haban sido enviadas a Tejat P osterior (desde puntos de lanzamiento bien alejados de cualquiera de los mundos de la Commonwealth), pero an pasaran otros dos aos hasta que llegaran. Hasta que lo hicieran, el misterio de los Estampadores segua sin ser resuelto; pero siempre e xista el miedo de que acecharan tras otros atajos. Con alivio, informo de un pulso de taquiones anunci Rombo. Keith dej escapar el aliento; no haba sido consciente de estar retenindolo hasta ahora. El pulso quera decir que algo estaba pasando a travs del atajo; la sonda re gresaba. Miraron mientras el atajo creca desde un punto infinitesimal hasta alcan zar un metro de dimetro, con la periferia violeta. El cilindro apareci. Keith asin ti ligeramente; la sonda pareca intacta. Maniobr de vuelta a Starplex bajo su propi o impulso, lo que quera decir que su electrnica interna tambin estaba intacta, y se desliz por el tubo de lanzamiento hasta su atraque. Los umbilicales se conectaro n, y descargaron su almacn de datos en PHANTOM, el ordenador central de Starplex. Vemoslo dijo Keith, y Rombo obedeci, reemplazando el holograma esfrico del espacio en el exterior de Starplex con lo que la sonda haba visto al otro lado del atajo. Al principio slo pareca ms espacio, con diferentes constelaciones envolvindolos. H ubo murmullos de decepcin. Uno siempre esperaba ver una nave, un vehculo de la raz a que hubiera activado el atajo. Jag se levant de su asiento y camin hasta quedar frente a las dos filas de estac iones de trabajo. Gir sobre sus cascos, mirando a distintos puntos del holograma, y luego empez a interpretar lo que era visible para los dems. Bien dijo el traducido acento de Brooklyn por encima de sus ladridos caninos , par ece espacio interestelar ordinario. Lo que se esperara para el Brazo de Perseo: m uchas estrellas azules, no mucha densidad se detuvo y seal . Ven esa banda de luz? Est amos en el borde interno del Brazo de Perseo, mirando hacia el Brazo de Orin. Ni Galath ni Hotspot seran visibles desde aqu, pero podramos encontrar Sol con un tele scopio. Empez a recorrer el permetro del puente, con los cascos resonando contra el suel o invisible. Lo nico que parece lo bastante brillante como para ser una estrella cercana de l a secuencia principal es esa de ah indic un punto blanco azulado que era en verdad ms brillante que los otros . Aun as, no muestra indicios de un disco visible, as que como mnimo estamos a varios miles de millones de kilmetros de ella. Por supuesto p odemos usar un par de sondas para hacer pruebas de paralaje, para ver lo cerca q ue est en cuanto atravesemos el atajo. Normalmente no considero que las estrellas de clase A tengan planetas habitables, pero parece un lugar tan bueno como otro cualquiera para empezar a buscar a quien haya activado esta salida. De modo que piensa que es seguro que lo atravesemos? pregunt Keith. El waldahud se volvi para mirar a Keith, y su par izquierdo de ojos parpade. No parece haber riesgo inminente dijo . Tendr que revisar el resto de los datos de la sonda, pero parece ser, bueno, espacio. Vale. En ese caso, probemos a... Un segundo dijo Jag, al parecer reparando en un rea del holograma por detrs del ho mbro de Keith. Camin hacia el director y luego continu, dejando atrs la galera de observadores qu e haba detrs de su puesto. Un segundo dijo de nuevo . Rombo, cunto holograma de tiempo real queda? Me mortifica admitir que agotamos la proyeccin en tiempo real hace dos minutos di jo el ib desde la consola de OpEx . He puesto la filmacin en bucle. Jag camin hacia la pared del puente, lo cual era un poco como dar unos pasos ha cia una montaa distante esperando con ello verla mejor. Atisbo la oscuridad. Ese rea de ah dijo, moviendo su brazo superior izquierdo en un crculo para indicar una amplia porcin del campo estelar . Hay algo raro... Rombo, acelere la reproduccin . Diez veces la velocidad normal, y en bucle continuo. Hecho, sin rencor dijo Rombo, chasqueando los tentculos. No puede ser dijo Thor, que se haba dado la vuelta para mirar tambin. Se medio incorpor de su asiento en la consola del timonel. Pero lo es dijo Jag.

Qu pasa? pregunt Keith. Lo est viendo dijo Jag . Mire. Todo lo que veo es un puado de estrellas que parpadean. Jag alz los hombros superiores, el equivalente waldahud a un asentimiento de ca beza. Exacto. Igual que una clara noche de invierno all en su magnfica Tierra, sin duda . Salvo que dijo las estrellas vistas desde el espacio no parpadean. GAMMA DRACONIS Posees, haba dicho el hombre de cristal, no slo la clave del futuro, sino tambin la del pasado. Las palabras del hombre de cristal resonaban en la mente de Keith . Mir los rboles, el lago, el cielo azul. Vale, vale, Cristal haba dicho que no era una jaula, ni un zoo, que poda irse cuando quisiera. Aun as, le daba vueltas la c abeza. Quiz porque todo esto era demasiado para asimilarlo de una vez, a pesar de l intento de Cristal de proporcionarle un entorno familiar. O quiz la sensacin era un efecto secundario de la sonda mental de Cristal; Keith todava sospechaba que se trataba de algo parecido. Fuera como fuese, se sinti mareado, y decidi echarse en la hierba. Al principio se arrodill, pero luego adopt una posicin ms cmoda, con la s piernas a un lado. Le asombr ver una mancha de hierba en una rodillera del pant aln. El hombre de cristal fluy hasta la posicin del loto a un par de metros de Keith. Te has presentado como G.K. Lansing. Keith asinti. Qu significa la G? Gilbert. Gilbert dijo Cristal, asintiendo con la cabeza como si eso fuera importante. Keith estaba perplejo. De hecho uso mi segundo nombre, Keith solt una risita avergonzada . T tambin lo har si te llamaras Gilbert. Cuntos aos tienes? pregunt Cristal. Cuarenta y seis. Cuarenta y seis? Slo cuarenta y seis? El tono del ser era extrao... melanclico, o p lejo. Hum, s. Cuarenta y seis aos de la Tierra, claro. Tan joven dijo Cristal. Keith alz las cejas, pens en su incipiente calva. Hblame de tu pareja pidi Cristal. Keith entrecerr los ojos. Por qu te interesa? Son la risa de campanillas. Me interesa todo. Pero preguntas por mi pareja... Seguramente habr cosas ms importantes que explora r. Hay cosas ms importantes para ti? Keith pens durante un segundo. Bueno... no. No, supongo que no las hay. Entonces hblame de... de ella, supongo. S, ella. Cuntame. Keith se encogi de hombros. Bueno, se llama Rissa. Es abreviacin de Clarissa. Clarissa Mara Cervantes Keith so nri . Su apellido siempre me hace pensar en Don Quijote. Quin? Don Quijote. El Hombre de La Mancha. El hroe de una novela de un escritor llamad o Cervantes Keith hizo una pausa . Te gustara Cervantes. Una vez escribi un libro sob re un hombre de cristal. Sea como sea, Quijote era un caballero errante, atrapad o por el romance de nobles gestas y la persecucin de objetivos inalcanzables. Per o... Pero qu? Bueno, lo curioso es que era Rissa quien sola tildarme de quijotesco. Cristal inclin la cabeza, confundido, y Keith se dio cuenta de que no entenda la

diferencia entre el nombre y el adjetivo que haba usado. Quijotesco quiere decir parecido a Don Quijote dijo Keith . Visionario, romntico, po o prctico... Un idealista dedicado a desfacer entuertos ri . Por supuesto no me confo rm con amar a Rissa pura y castamente desde lejos, pero supongo que tengo tendenc ia a emprender batallas que otros evitan, o de las que no son siquiera conscient es, y, bueno... La transparente cabeza ovoide se inclin ligeramente. S? Bueno dijo Keith abriendo los brazos, abarcando no slo la simulacin del bosque sin o todo lo dems , alcanzamos las estrellas inalcanzables, no es verdad? call, sintindos un poco avergonzado . De todos modos, me preguntabas por Rissa. Llevamos casados, emparejados permanentemente, casi veinte aos ya. Es biloga; exobiloga, para ser ex actos. Su especialidad es la vida no indgena de la Tierra. Y la quieres? Mucho. Tienes hijos Keith asumi que era una pregunta, pero el tono de Cristal no se alz a l final de la frase. Uno. Se llama Saul. Sol?Como vuestra estrella natal? No, Saul. S, A, U, L. Igual que el hombre que fue mi mejor amigo antes de morir , Saul Ben-Abraham. De modo que el nombre de tu hijo sera... cul? Saul Lansing-Cervantes? A Keith le sorprendi que Cristal captara las convenciones genealgicas humanas. S, correcto. Saul Lansing-Cervantes repiti Cristal, con la cabeza ladeada como si estuviera ab sorto en sus pensamientos. Alz la mirada . Perdn. Es, ah, un nombre muy musical. Lo cual te parecera curioso, si lo conocieras dijo Keith . Quiero a mi hijo, pero n o he encontrado a nadie con menos talento musical. Tiene diecinueve aos y est en l a universidad. Est estudiando fsica; eso es algo para lo que s tiene aptitudes, y m e parece que algn da se crear una buena reputacin en ese campo. Saul Lansing-Cervantes... Tu hijo dijo Cristal . Fascinante. Sea como sea, seguimo s apartndonos del tema de Rissa. Keith le mir un momento, extraado. Pero luego se encogi de hombros. Es una mujer maravillosa. Inteligente. Clida, divertida. Hermosa. Y dices que ests emparejado con ella? S. Y eso quiere decir... monogamia, correcto? No te apareas con nadie ms? As es. Sin excepcin? Sin excepcin, en efecto. Una pausa . Por ahora. Por ahora?Ests considerando un cambio en esta relacin? Keith mir hacia otro lado. Cristo, esto es una locura. Qu poda saber este alien so bre matrimonios humanos? Otra cosa. Perdn? Otra cosa, otra cosa. Otro tema. Te sientes culpable, Keith? Quin crees ser, mi puta conciencia? Soy slo alguien interesado, eso es todo. Intersate por otra cosa. Lo lamento dijo Cristal . Dnde os conocisteis Rissa y t? La Belle Aurore. Los alemanes iban de gris. Ella iba de azul. Perdn? Lo siento. Eso lo dijo otro de mis caballeros errantes. Nos conocimos en una fi esta en New Beijing, la colonia de la Tierra en Tau Ceti IV. Ella trabajaba en e l mismo laboratorio que un compaero de universidad. Fue... cmo es la expresin? Amor a primera vista? No. S. No lo s. Y llevis casados veinte aos? pregunt Cristal. Casi. Nuestro aniversario es la semana que viene.

Veinte aos dijo Cristal . Un parpadeo. Keith frunci el ceo. De hecho, se considera todo un logro conseguir durar tanto. Me disculpo por mi comentario dijo Cristal . Felicidades. Hubo una pausa. Qu es lo que ms te gusta de Rissa? Keith se encogi de hombros. No lo s. Varias cosas. Me gusta que est satisfecha con ser quien es. Yo tengo que darme aires, fingir a veces que he hecho ms cosas, o que soy ms sofisticado de lo que soy en realidad. De hecho es normal en humanos que han llegado a ciertos pu estos sufrir de lo que se llama el sndrome del impostor; el miedo a que otros descu bran que realmente no merecen lo que tienen. Admito que tengo un poco de eso, pe ro Rissa es inmune. Nunca finge ser algo que no es. Cristal asinti. Y me gusta su ecuanimidad, la estabilidad de su carcter. Si algo va mal, yo tien do a maldecir y a alterarme. Ella sonre y hace lo necesario para arreglar las cos as. O si no se pueden arreglar, las acepta Keith hizo una pausa . En muchos aspecto s, es mejor persona que yo. Cristal pareci considerarlo unos momentos. Parece alguien a quien deberas conservar a tu lado, Keith. Keith mir al hombre transparente, perplejo. III Un juego de construccin. sa era la imagen que tena Keith Lansing en mente dos aos atrs, mientras vea cmo los componentes de Starplex eran ensamblados en los astiller os orbitales de Rehbollo. La gigantesca nave estaba hecha slo de nueve piezas, oc ho de las cuales eran idnticas entre s. La pieza ms grande era la combinacin de eje/disco central. El disco tena 290 metr os de dimetro y 30 metros de grosor. El eje cuadrado se extenda a un lado y otro d el centro del disco, 90 metros en cada direccin, haciendo que Starplex tuviera 21 0 metros de alto en total. Cada uno de los extremos del eje tena instalado el dis co parablico de un radiotelescopio hiperespacial. El disco central consista de hecho en tres anchos anillos rodeando al eje. El p rimero, con un radio de 95 metros, era un vasto espacio que se llenara con 686.00 0 metros cbicos de agua salada, formando el puente ocano. El segundo, de veinte me tros de ancho y diez puentes de grosor, era el toroide de ingeniera. El ltimo anil lo estaba formado por los ocho gigantescos almacenes de Starplex y veinte muelle s de atraque y hangares, con las compuertas dispuestas a lo largo del borde curv ado del disco. Las otras piezas eran los ocho mdulos habitables. Cada uno era un prisma recto triangular de noventa metros de altura, noventa metros de ancho en la base, y tr einta metros de grosor. Haba un mdulo unido a cada una de las cuatro caras del eje que sobresala del disco, con otros cuatro mdulos simtricamente dispuestos en la po rcin del eje que sobresala por debajo del disco. Vista de perfil, la nave pareca un diamante atravesado por una barra. Vista desde arriba, era un crculo con los mdul os habitables formando una cruz en el centro. Cada mdulo habitable estaba dividido en treinta puentes. Cualquiera de los mdulo s poda ser reemplazado para acomodar una nueva especie o equipo especial, o separ arse del conjunto para formar una base para exploraciones a largo plazo en un nu evo sector. En el ao posterior a su botadura, las misiones de Starplex haban sido rutinarias . Pero ahora, por fin, se presentaba una situacin real de primer contacto. Todo l o que la gran nave tena que ofrecer sera puesto a prueba. Enviaron una segunda sonda, ms sofisticada, al recin abierto sector. Tambin detec t las estrellas parpadeantes, y sus telescopios hiperespaciales indicaron que en las cercanas haba masa equivalente a un sistema solar; para conseguir una mejor re solucin de la distribucin de la masa haran falta telescopios mucho mayores, tales c omo los que haba a cada extremo del eje de Starplex. Keith orden despus el lanzamiento de una sonda con un humano y un ib del persona l de Jag para volar al otro lado y efectuar un reconocimiento ms completo. No via

jaron en realidad al origen de las estrellas parpadeantes. No haba manera de comu nicarse en tiempo real a travs de un atajo, de modo que si tenan problemas sera dem asiado tarde para ayudar antes de que Starplex se diera cuenta. Pero s que hicier on anlisis electromagnticos de amplio espectro, una completa bsqueda de seales de ra dio artificiales, y dems. Volvieron a Starplex informando de que no pareca haber p eligro al otro lado, aunque la causa del firmamento parpadeante sigui eludindoles. Keith esper hasta que cada departamento hubo revisado los datos de ambas sondas y de la tripulacin de exploracin. Finalmente, decidiendo que el riesgo era bajo, orden a Thor que llevara a la misma Starplex a travs del atajo al recin abierto sec tor de espacio. La gente a veces usaba trminos como agujero de gusano o tnel como sinnimos de ata ro no eran correctos. No haba espacio intermedio entre la entrada y la salida del atajo. Eran como puertas en habitaciones de una casa con muros del grosor del p apel: mientras cruzabas, estabas parte en una habitacin y parte en otra. Tan senc illo como eso, salvo que las habitaciones estaban separadas por muchos aos luz. La Commonwealth haba acabado por resolver cmo navegar por la red de atajos. En e spacio normal, un atajo inactivo es un punto. Pero en el hiperespacio, ese punto est rodeado por una esfera giratoria de taquiones. Los taquiones se mueven por l as trayectorias de millones de rbitas polares, todas ellas equidistantes, excepto una que falta en un lado, con su taquin dando vueltas por un sendero hemisfrico. A ese estrecho hueco libre de taquiones se le llama el meridiano cero, y significa que se puede tratar la esfera de taquiones como si fuera un planeta, con un sis tema de coordenadas de longitud y latitud. Para viajar a travs de un atajo hay que trazar una lnea recta hacia el punto en el centro de la esfera. Al aproximarse a ese punto, se pasa a travs de la esfera por una latitud y longitud especficas. Estas coordenadas determinan el atajo por el que se saldr: por qu punto de la galaxia salgas depender de la direccin por la qu e te hayas aproximado al atajo local. Por supuesto, para que esto pueda suceder, tuvo que haber un atajo activo al p rincipio que no estuviera asociado con ninguna especie; de otro modo no habra un lugar al que la civilizacin emergente pudiera viajar desde su atajo. El atajo ini cial, al que llamaron Atajo Primordial, era claramente un regalo, otorgado por l os constructores de los atajos. Estaba localizado en el corazn de la Va Lctea, a la vista del agujero negro central. Las primeras expediciones de la Tierra no haban encontrado vida nativa all, por supuesto; el ncleo de la galaxia era demasiado ra diactivo. Al principio de la Commonwealth, slo haba cuatro atajos activos: Tau Ceti, Rehbo llo, Flatland, y Atajo Primordial. A medida que se activaban ms atajos, los ngulos aceptables de aproximacin para cada posible salida se empequeecan. Cuando hubo una docena de atajos activos, qued claro que para volver al atajo de Tau Ceti haba qu e penetrar la esfera de taquiones que rodeaba el otro atajo por un punto a 115 g rados de longitud este y 40 grados de latitud norte. En la Tierra esto quedaba c erca de Beijing, lo cual dio origen al sobrenombre de New Beijing para la colonia en Silvanus, el cuarto planeta de Tau Ceti. Cuando una nave toca el atajo, el punto se expande, pero slo en dos dimensiones . Forma un agujero en el espacio perpendicular a la direccin en la que viaja la n ave. La forma del agujero es idntica a la seccin transversal de la parte de la nav e que est pasando a su travs. La abertura queda enmarcada por un anillo violeta de radiacin Soderstrom, causada por los taquiones derramndose por los bordes y convi rtindose espontneamente en partculas ms lentas que la luz. Un observador mirando un atajo de frente vera la nave desapareciendo en la entr ada enmarcada en violeta. Mirando desde atrs, vera slo un vaco negro ocultando las e strellas del fondo; el vaco tendra la misma silueta que el objeto desapareciendo p or l. Una vez la nave termina de atravesarlo, el atajo pierde su altura y anchura, c olapsndose de nuevo en un punto, esperando al siguiente viajero galctico... Thor hizo sonar la alerta pretrnsito, cinco redobles electrnicos en crescendo. K eith puls algunas teclas y su monitor nmero dos se dividi. Un lado mostraba el espa cio normal, en el que el atajo era invisible; el otro una simulacin por ordenador

basada en los escneres hiperespaciales, mostrando el atajo como un brillante pun to blanco sobre fondo verde, rodeado por una reluciente esfera naranja de lneas d e campo. Muy bien dijo Keith . Hagmoslo. Thor manipul los controles. Usted manda, jefe. Starplex atraves los veinte mil kilmetros que la separaban del atajo y toc el pun to. El atajo se expandi para acomodar el perfil en forma de diamante de la nave, g neos labios prpuras asumiendo la forma de la gigantesca nave nodriza. A medida qu e Starplex pasaba a travs, la burbuja hologrfica rodeando el puente mostr los dos c ampos estelares diferentes, y la turbulenta discontinuidad entre ambos que se de splazaba de proa a popa a medida que completaban la travesa. En cuanto la nave cr uz por completo, el atajo se encogi de nuevo hasta la nada. Y all estaban, en el Brazo de Perseo, a dos tercios de la galaxia, y a decenas de miles de aos luz de cualquiera de sus mundos. La travesa por el atajo ha sido normal dijo Thor. El pequeo holograma de su cara flotando sobre el borde del puesto de Keith se s uperpona con el cogote de la cabeza real de Thor y la masa hologrfica de pelo rojo se funda con la melena real de ms atrs, haciendo que sus marcadas facciones pareci eran perdidas en un vasto mar anaranjado. Buen trabajo dijo Keith . Vamos a soltar una boya. Thor asinti y puls algunas teclas. Aunque el atajo destacaba en el hiperespacio, si el equipo de radio hiperespacial de Starplex se averiaba, tendran problemas p ara encontrarlo. La boya, emitiendo en frecuencias electromagnticas normales y co n su propio hiperescopio, indicara su camino de vuelta en tal caso. Jag se levant y seal de nuevo a las estrellas parpadeantes; se vean muy fcilmente. Thor hizo girar la burbuja hologrfica de manera que aparecieran centradas al fren te, en lugar de a un lado por detrs de la galera de observadores. Lianne Karendaughter estaba inclinada hacia delante en su consola, sujetndose l a barbilla con una delicada mano. Qu est causando el parpadeo? pregunt. Tras ella, Jag levant los cuatro hombros en un gesto waldahud. No pueden ser perturbaciones atmosfricas, por supuesto dijo . Los espectrogramas co nfirman que estamos en el vaco del espacio normal. Pero hay algo entre nuestra na ve y las estrellas del fondo; algo que es, al menos en parte, opaco y mvil. Quiz una nebulosa oscura dijo Thor. O, si se me permite una sugerencia, quiz slo un rastro de polvo dijo Rombo. Me gustara saber lo lejos que est antes de aventurar una suposicin dijo Jag. Keith asinti. Thor, dispara un lasercom a... a lo que quiera que sea. Los anchos hombros de Thor se movieron cuando oper controles a ambos lados de s u puesto. Disparando. Tres cronmetros digitales aparecieron flotando en el holograma. Cada uno contab a a un ritmo distinto, en las unidades estndar ms pequeas de cada uno de los sistem as de cronometraje de los tres respectivos mundos. Keith vio cmo el que contaba s egundos aumentaba ms y ms. Luz reflejada recibida tras setenta y dos segundos dijo Thor . Lo que haya ah fuera est bastante cerca, a cosa de unos once millones de kilmetros. Jag estaba consultando sus pantallas. Las lecturas de los telescopios hiperespaciales indican que el material opaco c onsiste en una gran cantidad de masa... diecisis veces o ms la masa combinada de t odos los planetas de un sistema solar tpico. De modo que no son naves espaciales dijo Rissa, decepcionada. Jag alz sus hombros inferiores. Probablemente no. Hay una pequea posibilidad de que estemos viendo una gran cant idad de naves... una gigantesca flota, cuyos movimientos individuales eclipsan l as estrellas del fondo, y cuyos generadores de gravedad artificial estn creando g randes alteraciones en el espaciotiempo. Pero lo dudo. Acerqumonos a la mitad de la distancia, Thor dijo Keith . Llvanos a unos seis millon

es de kilmetros de la periferia del fenmeno. A ver si podemos distinguir ms detalle s. La pequea cara y la gran cabeza de detrs asintieron al unsono. Como diga, jefe. A la vez que aproximaba la nave, Thor tambin la hizo rotar de manera que el pue nte principal mirara hacia el sentido del movimiento. Los propulsores de la nave podan moverla en cualquier direccin, independientemente de su orientacin, pero uno de sus dos radiotelescopios estaba instalado en el centro de este puente, y haba montados cuatro telescopios pticos en las esquinas. A medida que se acercaban, qued claro que lo que estuviera oscureciendo el firm amento era razonablemente slido y grande. Las estrellas quedaban eclipsadas ahora tras slo un instante de fundido mientras desaparecan. Pero no haba suficiente luz para ver con claridad. La cercana estrella de clase A estaba demasiado lejos. De momento, todo lo que podan distinguir era una serie de sombras enloquecedorament e imprecisas. Hay seales de radio? pregunt Keith. Como tena por costumbre, haba inactivado el holograma de la cabeza de Lianne que por defecto flotaba sobre el borde de su consola. En el pasado sola quedarse mirn dolo, lo cual era incmodo con Rissa sentada a su lado. Nada definitivo dijo ella . Slo briznas de ruido de milivatios de vez en cuando, ce rca de la lnea de veintin centmetros, pero se pierden en el fondo de radiacin de mic roondas. Keith mir a Jag, sentado a su izquierda. Ideas? El waldahud pareca ms frustrado a medida que se acercaban; su pelaje se erizaba en mechones. Bueno, un cinturn de asteroides no parece probable, especialmente tan lejos de l a estrella ms cercana. Supongo que podra ser materia de la nube de Oort de la A, p ero parece demasiado denso para eso. Starplex continu avanzando. Espectroscopia? pregunt Keith. Sean lo que sean esos objetos ladr Jag , no son luminosos. En cuanto a la absorcin d e luz estelar que pasa a travs de los objetos menos opacos, los espectros que veo son tpicos de polvo interestelar, pero hay mucha menos absorcin de la que esperab a. Se volvi para mirar a Keith . Sencillamente, no hay suficiente luz ah fuera para v er qu est pasando. Deberamos lanzar una bengala de fusin. Y qu pasa si son naves? pregunt Keith . Sus tripulaciones podran malinterpretarlo, sar que estamos lanzando un ataque. Casi con certeza no son naves dijo Jag secamente . Son cuerpos del tamao de planeta s. Keith mir a Rissa, a los hologramas de Thor y Rombo, y a la nuca de Lianne, por si alguno tena alguna objecin. De acuerdo dijo . Hagmoslo. Jag se levant y camin hasta ponerse al lado de Rombo en el puesto de operaciones externas. A Keith le divirti ver cmo hablaban: Jag ladrando como un perro enfadad o, y Rombo respondiendo con luces centelleantes. Como estaban hablando entre ell os, PHANTOM no se molest en traducir sus palabras a Keith, pero Keith se esforz po r escuchar, slo para practicar. El waldahudar era un lenguaje difcil de seguir par a los angloparlantes, y requera un modo gramatical distinto segn el sexo de los in terlocutores (los machos slo podan dirigirse a las hembras en el modo condicional/ subjuntivo, por ejemplo). Por otro lado, en waldahudar educado se evitaban en lo posible los sustantivos, para no discutir sobre terminologa. Durante la conversa cin, Jag se apoy en la consola de Rombo; sus miembros centrales podan ser usados pa ra locomocin o manipulacin, pero a los waldahudin no les gustaba apoyarse sobre la s cuatro patas traseras cuando estaban con humanos. Finalmente, Jag y Rombo se pusieron de acuerdo sobre las caractersticas de la b engala. Lianne en OpIn orden que todas las ventanas en los puentes uno a treinta fueran cubiertas o vueltas opacas. Tambin baj las cubiertas protectoras de las cmar as y sensores externos ms delicados. Cuando todo estuvo listo, Rombo lanz la bengala, una bola de unos dos metros de

dimetro, por un can de masa horizontal que sala por el borde exterior del disco cen tral. Dej que la bengala se alejara a unos veinte mil kilmetros sobre la nave y la prendi. La bengala ardi con la luz de un sol en miniatura durante ocho segundos. Por supuesto, la luz de la bengala tard casi veinte segundos en llegar al borde del fenmeno que oscureca las estrellas del fondo. Result que el fenmeno era vagamen te esfrico, de unos siete millones de kilmetros de dimetro, de modo que hicieron fa lta veinticuatro segundos (o tres veces la longitud del pulso de luz) para que l a iluminacin lo atravesara en una banda circular. Al final, Rombo sum las partes i luminadas de la imagen para ofrecer una vista de conjunto como si todo hubiera s ido iluminado simultneamente. En el holograma general la tripulacin del puente pud o ver por fin lo que haba ah fuera. Eran docenas de esferas grises y negras, cada una tan oscura que la cara ilumi nada era apenas ms brillante que la que no lo estaba. Cada una de las esferas es ms o menos del tamao del planeta Jpiter dijo Thor, consu ltando una lectura con la cabeza inclinada . La ms pequea tiene 110.000 kilmetros de anchura. La mayor, unos 170.000. Estn agrupadas en un volumen esfrico de siete mil lones de kilmetros de ancho, o cinco veces el dimetro de Sol. Los orbes individuales se parecan mucho a fotografas en blanco y negro de Jpiter, salvo que no tenan sus pulcras bandas de nubes latitudinales. En lugar de eso, l as nubes (o lo que fuera que formara las marcas visibles de su superficie) pareca n arremolinarse en simples clulas de conveccin del polo al ecuador, en el tipo de patrn que se esperara si las esferas no tuvieran casi rotacin. En el espacio entre las esferas haba una niebla difana de gas o partculas que formaba un velo traslcido; sin duda esa niebla era responsable de la mayora del efecto de parpadeo que haban observado. El conjunto de esferas y niebla pareca un puado de cojinetes de varios tamaos desparramados sobre un montn de medias de seda negra. Cmo pueden...? ladr Jag, y Keith supo de inmediato lo que iba a decir. Cmo podan objetos del tamao de mundos estar agrupados tan juntos? Haba quiz diez di tros entre los objetos ms prximos, y unos quince entre los que estaban ms separados . Keith no poda imaginar ninguna disposicin de rbitas estables que evitara que se c olapsaran bajo su propia atraccin gravitatoria. Si esto era un agrupamiento natur al, pareca improbable que fuera antiguo. Iluminar el asunto slo haba servido para a umentar el misterio. IV En la Tierra, las clulas contienen mitocondrias para convertir el alimento en e nerga, undulopodia (flagelos, como los que impulsan a los espermatozoides), y, en plantas, plstidos para almacenar clorofila. Los ancestros de estos orgnulos eran originalmente criaturas de vida libre. Se unieron en simbiosis con un organismo husped cuyo ADN qued separado en el ncleo; an hoy, algunos orgnulos contienen ADN ves tigial propio. En Flatland, distintos ancestros tambin aprendieron a trabajar juntos, pero a u na escala mucho mayor. Un ib era, de hecho, una combinacin de siete grandes organ ismos; de hecho, ib es una contraccin de Integracin de bioentidades. Las siete partes son la vaina, la criatura con forma de sanda que contiene la s olucin supersaturada en la que crecen los cristales del cerebro principal; la bom ba, la estructura digestivo-respiratoria que rodea la vaina como un suter azul at ado alrededor de una redonda tripa verde, con colgantes brazos tubulares para al imentacin y excrecin; el marco, un constructo gris en forma de silla de montar que aporta los ejes de las ruedas y puntos de anclaje para otros elementos; el ovil lo, diecisis cuerdas color cobre que normalmente forman un montn frente a la bomba pero que pueden estirarse a voluntad; las dos ruedas; y la red, un entramado de sensores que cubre la bomba, la vaina, y el marco superior. La red tiene un ojo y un punto luminiscente donde se entrecruzan dos o ms de su s hebras. Aunque no tienen rganos fonadores, los ibs oyen tan bien como los perro s terrestres, y aceptan con buen humor los nombres que les dan los miembros de o tras especies. El director de OpEx de Starplex era Rombo; Copo de Nieve era el g elogo principal; Vendi (abreviatura de Diagrama de Venn) era ingeniero de hipermo tores; y Vagn... Bueno, Vagn era la bioqumica con la que Rissa colaboraba en el pro yecto ms importante de la historia. En 1972, el Club de Roma en la Tierra empez a hablar sobre los lmites del crecim

iento humano. Pero ahora, con todo el espacio al alcance de la mano, no haba ms lmi tes. Al infierno con los 2,3 hijos de los libros de texto. Si queras 210 hijos, haba sitio para todos, y para ti tambin. El argumento de que los individuos tenan que morir para permitir avanzar a la especie dej de ser aplicable. Vagn y Rissa estaban intentando aumentar la esperanza de vida de las especies d e la Commonwealth. Era una empresa muy difcil; haba mucho que todava no se saba de cm o trabaja la vida. Rissa dudaba de que el enigma del envejecimiento se resolvier a durante su vida, aunque durante el prximo siglo probablemente alguien encontrara la clave. No se le escapaba la irona de la situacin: Clarissa Cervantes, investig adora de senescencia, probablemente perteneca a la ltima generacin humana que conoc era la muerte. La vida humana media era de cien aos terrestres; los waldahudin vivan ms o menos hasta los cuarenta y cinco (el hecho de que fueran autosuficientes apenas a los seis aos no compensaba la brevedad de su vida; algunos humanos crean que el conoci miento de que eran la especie sentiente de ms corta vida en la Commonwealth era l o que los haca tan desagradables); los delfines alcanzaban los ochenta aos con los cuidados mdicos apropiados; y, salvo accidentes, un ib viva exactamente 641 aos te rrestres. Rissa y Vagn crean saber por qu los ibs vivan mucho ms que las otras especies. Las clulas de los humanos, waldahud y delfines tenan todas un lmite de Hayflick: se rep roducan correctamente un nmero finito de veces. Irnicamente, las clulas waldahud tena n el lmite ms alto, unas noventa y tres veces, pero sus clulas, como las criaturas hechas de ellas, tenan el ciclo vital ms breve. Las clulas de humanos y delfines po dan dividirse unas cincuenta veces. Pero los racimos de orgnulos (no haba membrana que los constituyera en una sola clula) que formaban el cuerpo de un ib podan repr oducirse indefinidamente. Lo que acababa matando a la mayora de los ibs era un co rtocircuito mental: cuando los cristales del cerebro central, que formaban matri ces a una tasa constante, alcanzaban su mxima capacidad de informacin, el exceso h aca que las rutinas bsicas que regulaban la respiracin y la digestin se colapsaran. Ya que no pareca que se le necesitara en el puente, Rissa haba bajado a su labor atorio a reunirse con Vagn. Estaba sentada en una silla; Vagn se haba situado a su lado. Miraron los datos que se deslizaban por la pantalla que emergi del escritor io frente a ellos. El lmite de Hayflick tena que estar gobernado por cronmetros cel ulares de algn tipo. Ya que se poda observar en clulas de la Tierra y de Rehbollo, esperaban que una comparativa de mapas genmicos ayudara. Los intentos de correlac ionar los mecanismos de temporizacin de crecimiento corporal, pubertad, y funcion es sexuales, a travs de los diferentes genomas haban tenido xito. Pero, irritanteme nte, la causa del lmite de Hayflick segua eludindoles. Quiz este ltimo test, quiz este anlisis estadstico de codones de RNA de la telomera sa invertidos, quiz... Parpadearon luces en la red de sensores de Vagn. Me entristece hacer notar que la respuesta no est ah dijo la voz traducida, britnic a, como todas las voces ib, y femenina, como se asignaba aleatoriamente a la mit ad de ellas. Rissa dej escapar un profundo suspiro. Vagn tena razn; era otro callejn sin salida. No pretendo ofender con este comentario dijo Vagn , pero estoy segura de que sabes que mi especie nunca ha credo en dioses. Y aun as cuando encuentro un problema com o ste, un problema que parece, bueno... diseado para eludir la solucin, le hace a u no pensar que la informacin nos ha sido deliberadamente negada, que nuestro cread or no desea que vivamos para siempre. Rissa solt una risita. Puede que tengas razn. Un tema comn entre las religiones humanas es la creencia d e que los dioses guardan celosamente sus poderes. Pero entonces, por qu construir un universo infinito, pero poner vida en slo un puado de mundos? Ruego tu generoso perdn por sealar lo obvio dijo Vagn , pero el universo slo es inf to en el sentido de que no tiene fronteras. Contiene, sin embargo, una cantidad finita de materia. De todos modos, qu se deca que vuestro dios haba ordenado? Creced y multiplicaos? Rissa ri. Llenar el universo requerira un montn de multiplicacin.

Crea que era una actividad con la que los humanos disfrutaban. Ella gru, pensando en su marido. Algunos ms que otros. Disclpame si estoy siendo indiscreta dijo Vagn , pero PHANTOM ha traducido tu ltima rase con un signo que indica que la has dicho irnicamente. La culpa es sin duda ma , pero me da la impresin de haber perdido un nivel de significado. Rissa mir al ib: una silla de ruedas sin cara de seiscientos kilogramos de peso . No tena sentido discutir de estas cosas con ella... Con eso, una gestalt asexua da que nada saba de amor o matrimonio, para la que una vida humana era apenas un breve lapso. Cmo podra entender las etapas por las que pasaba un matrimonio, las et apas por las que pasaba un hombre? Y sin embargo... No poda hablarlo con sus compaeras de nave. Su marido era el director de Starple x, el... el capitn, lo hubieran llamado en los viejos tiempos. No poda dejar que l os rumores se propagaran, no poda arriesgarse a debilitar su posicin ante la tripu lacin. Sabrina, la amiga de Rissa, estaba casada con Gary. Gary estaba pasando por la misma fase, pero Gary era simplemente un meteorlogo. No alguien a quien todo el mundo admiraba, no alguien que tena que aguantar las miradas de mil personas. Soy biloga, pens Rissa, y Keith es socilogo. Cmo acab de esposa de un poltico, con yo, y nuestro matrimonio bajo el microscopio? Abri la boca para decir a Vagn que no era nada, nada en absoluto, que PHANTOM ha ba confundido el cansancio, o quiz la decepcin por los resultados de los ltimos expe rimentos, por irona. Pero luego pens por qu infiernos no? Por qu no discutirlo con el ib? El cotilleo er a un defecto de formas de vida individuales, no de seres gestalt. Y le sentara bi en oh, le sentara muy bien quitrselo de encima, poder compartirlo con alguien. Bueno dijo; una pausa pensativa, dndose una ltima oportunidad de detener las palab ras. Pero luego sigui: Keith se hace viejo. Hubo una leve ondulacin de luces en la red de Vagn. Oh, ya s dijo Rissa, alzando una mano . Es joven para los estndares Ibeses pero, bue no, se est convirtiendo en un humano de mediana edad. Cuando le pasa a una hembra humana, atravesamos por cambios qumicos asociados con el fin de nuestros aos frtil es. Se llama menopausia. Luces bailando en la red: un asentimiento Ibs. Pero para los machos humanos no est tan definido. A medida que notan que la juve ntud se les escapa, empiezan a cuestionarse a s mismos, sus logros, su posicin en la vida, su eleccin de carrera, y... Bueno, si todava son atractivos para el sexo opuesto. Y es Keith todava atractivo para ti? A Rissa le sorprendi la pregunta. Bueno, no me cas con l por su aspecto. Eso no haba sonado como le hubiera gustado . s, todava me resulta atractivo. Sin duda es incorrecto que seale esto, y por ello me disculpo, pero est perdiendo el pelo. Rissa se ri. Me sorprende que te des cuenta de esas cosas. Sin pretender ofender, has de saber que distinguir a un humano de otro es difcil para nosotros, especialmente cuando estn cerca y son por tanto visibles slo para parte de nuestras redes. Observamos detalles individuales, Sabemos cunto molesta a los humanos no ser reconocidos por alguien que creen debera reconocerles. He no tado tanto su prdida de pelo como su cambio de color. He aprendido que tales camb ios pueden indicar una reduccin del atractivo. Supongo que pueden, para algunas mujeres dijo Rissa. Pero luego pens que era una tontera, disimular ante un alien . S, me gustaba ms su aspecto cuando tena todo el pel o. Pero en realidad no tiene tanta importancia. Pero si Keith todava es atractivo para ti, entonces, perdona mi ilimitada ignora ncia, no veo cul es el problema.

El problema es que no le importa si an es atractivo para m. Ser atractivo para la propia pareja se da por sentado. Supongo que por eso antes los hombres ganaban peso una vez se casaban. No, la pregunta que ronda la mente de Keith estos das es , estoy segura, si es atractivo para otras mujeres. Y lo es? Rissa estaba a punto de responder con un automtico por supuesto, pero luego se de tuvo a considerar la cuestin, algo que no haba hecho antes. S, supongo que lo es. El poder, dicen, es el afrodisaco ms poderoso, y Keith es el hombre ms poderoso de... de nuestra pequea comunidad espacial. Entonces, ruego perdn, dnde est la dificultad? Parece que debera tener la respuesta a su pregunta. La dificultad est en que podra tener que probrselo a s mismo, probar que todava es tractivo. Podra llevar a cabo una encuesta. S cunto se fan los humanos de esa informacin. Rissa ri. Keith es ms bien... ms bien un emprico dijo. Se puso seria . Podra querer llevar a o experimentos. Dos luces centellearon. Oh? Rissa mir a un punto en la parte superior de la pared. Cuando estamos en una situacin social con otros humanos, pasa demasiado tiempo c on las otras mujeres presentes. Cunto es demasiado? Rissa frunci el ceo, y luego dijo: Ms del que pasa conmigo. Y a menudo se va a hablar con mujeres de la mitad de su edad... De la mitad de mi edad. Y esto te perturba. Imagino que s. Vagn medit un momento, y luego: Pero no es todo esto natural? Algo por lo que pasan todos los hombres? Supongo. No se puede luchar contra la naturaleza, Rissa. Rissa hizo un gesto hacia el monitor, que todava mostraba los resultados negati vos del ltimo estudio del lmite de Hayflick. Me estoy dando cuenta. V Consgame una muestra del material del que estn hechas esas esferas ladr Jag, de pie en su puesto del puente y mirando al director. Keith rechin los dientes y pens, como haca a menudo, en pedir a PHANTOM que tradu jera las palabras de Jag menos directamente, insertando las cortesas humanas de po r favor y gracias. Enviamos una sonda? pregunt Keith, mirando la cara de cuatro ojos del waldahud . O p efiere ir usted? Si es esto ltimo, pens Keith, me encantar mostrarle la escotilla. Una sonda estndar de anlisis atmosfrico dijo Jag . Las interacciones gravitatorias e tre tantos cuerpos tan grandes deben ser complejas. Lo que enviemos podra acabar estrellndose en uno de ellos. Razn de ms para enviar a Jag, pens Keith. Pero lo que dijo fue: Sea una sonda, entonces se volvi y mir la estacin de trabajo situada a las dos en p unto respecto a l . Rombo, ocpese, por favor. La red del ib ondul, indicando asentimiento. Una sonda clase delta sera la ms adecuada dijo Jag, deslizndose de nuevo en su sill a y hablando al pequeo holograma de Rombo que haba sobre su consola. Keith puls una tecla y se uni a la conferencia; una cabeza waldahud en miniatura apareci frente a l junto a la vista de cuerpo completo del ib. Cuntas esferas hay en total? pregunt Keith. Rombo oper sus controles. Doscientas diecisiete dijo . Pero todas parecen ms o menos iguales, salvo por varia ciones de tamao. Bien; entonces, para un test preliminar, no importa qu esfera elijamos dijo Jag . E

lija la que presente menos dificultades de navegacin. Primero, recoja algo del ma terial que se encuentra entre las esferas. Luego vaya a una de las esferas y trig ame una muestra del gas, o de lo que sea que estn hechas. Tome una muestra de la capa superior de nubes, y otra de unos doscientos metros ms abajo, si la sonda so porta la presin. Cuando lo haga, iguale los compartimentos con la presin y tempera tura del ambiente en los puntos de recogida; quiero minimizar los posibles cambi os qumicos en el material. Se movieron luces por la red de sensores de Rombo, y pocos instantes ms tarde l anzaba la sonda. Cambi la vista esfrica de la sala de control por una vista de las cmaras de la sonda. Las estrellas que quedaban tras la neblina entre las esferas todava parecan parpadear; las esferas en s eran crculos de negrura contra un fondo que consista en un campo estelar y una ligera niebla azul ms all. Qu cree usted que son las esferas? pregunt Rombo mientras la sonda se acercaba a su objetivo. Jag encogi sus cuatro hombros en un gesto waldahud. Podran ser los restos de una enana marrn que haya explotado recientemente. Por su puesto, cualquier fluido tomara forma esfrica en cero g. El material intermedio ac abar presumiblemente siendo absorbido por los cuerpos ms grandes. La sonda se iba acercando al material entre las esferas. La niebla parece consistir en gas con partculas intercaladas de una media de sie te milmetros de dimetro dijo Rombo, cuya red sensora haba reptado parcialmente sobre la consola frente a l para poder leer mejor los instrumentos. Qu tipo de gas? pregunt Keith. Su masa molecular aparente sugiere un compuesto razonablemente pesado o complej o replic Jag, mirando ahora a uno de sus monitores . Sin embargo, el espectro de abs orcin es el del polvo csmico normal, grnulos de carbono y dems. Una pausa . No hay cam o magntico detectable alrededor de las esferas. Esto es sorprendente; haba supuest o que las partculas de gas estaran retenidas por tales campos. El impacto con las partculas daar la sonda? pregunt Keith. Me complace responder negativamente dijo Rombo . Estoy disminuyendo la velocidad d e la sonda para evitarlo. Parte del holograma se oscureci cuando la compuerta que cubra el recolector atmo sfrico se abri; un mal diseo. Recogiendo muestras del material entre las esferas dijo Rombo. Momentos ms tarde la vista se aclar cuando se cerr la compuerta . Compartimento de muestras uno lleno i nform el ib . Cambiando rumbo para barrido atmosfrico. El campo estelar rot cuando la sonda alter su trayectoria. Uno de los crculos osc uros qued en el centro de su visor. La esfera de bano se hizo ms y ms grande hasta d ominarlo todo. La sonda tena luces, que Rombo haba encendido. Crearon dos turbios haces que penetraron unos metros en el material oscuro y arremolinado. Otra part e de la vista qued tapada cuando se abri la compuerta de otro compartimento de mue stras. Recogiendo muestras de atmsfera superior inform el ib, y un instante ms tarde . Comp rtimento de muestras lleno. Adecuado dijo Jag . Ahora descienda doscientos metros, o cuanto pueda con segurida d, y consiga algo ms de material de la esfera. Llevndolo a cabo, en armoniosa paz dijeron los tonos precisos de Rombo. Todo era negro como la pez, salvo por los charcos gemelos de luz de los faros delanteros. Estaban penetrando cosa de un metro, ahora. Durante un breve instant e, algo slido pareci cruzarse en el camino de la sonda, una forma ovoide del tamao de un dirigible, pero desapareci de la vista casi de inmediato. Profundidad actual noventa y un metros dijo Rombo . Sorprendente. La presin externa es muy leve, mucho ms b