1ra.jornada de paisaje cultural, patrimonio y gestión (octubre 2010) inc-ministerio de cultura

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    Resumen:

    PRIMERA JORNADA DE PAISAJE CULTURAL,PATRIMONIO Y GESTIN DEL TERRITORIOLa categora de paisaje cultural es novedosa y relativamente nueva en nuestro pas,por lo que an es poco entendida en su aplicacin, manejo, lectura y gestin; por ello

    elInstituto Nacional de Cultura (INC)a travs de laDireccin de Estudios sobrePaisaje Cultural (DEPC) est fomentando estudios interdisciplinarios que promuevanesta nomenclatura como categora para el manejo y gestin sostenible del entornopatrimonial de bienes tangibles e intangibles, entendiendo que el territorio no slo

    constituye el soporte donde estas manifestaciones se llevan a cabo, sino que acta

    como elemento moderador de la manifestacin, con una dinmica y lgica particular.

    La importancia de los paisajes culturales radica en que son expresin de los procesosde ocupacin y adaptacin al territorio. Se trata de una figura holstica que involucra lainteraccin de los pueblos con su ambiente. En consecuencia, requieren de unadecuado manejo del territorio, considerando que en l hay evidencias particulares e

    irremplazables que deben ser protegidas, entendiendo que el espacio que las albergaes dinmico y constantemente cambiante, lo que constituye un potencial para laspoblaciones aledaas, no solo en trminos econmicos (tursticos por ejemplo) sinosociales.

    La DEPC creada en Enero de 2005 se encarga de la identificacin, registro, estudio ymanejo sostenido de los paisajes culturales, teniendo como objetivos generar espaciosde intercambio donde se discuta este tema su delimitacin y gestin integral y donde

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    pasa del bien solo, a los valores inmateriales presente en los bienes y a laactividad que permiten que sigan existiendo porque el hombre lo continua

    interviniendo. Los conceptos se unen, en la persona humana. La naturaleza enel contexto de los paisajes naturales es la contraparte de la sociedad humana.El Qhapaq an como itinerario cultural es un tipo de paisaje cultural, para elComit UNESCO se tienen que involucrar en este gran patrimonio las polticasde Estado, asumir su conservacin no tenerlo en abandono una vez obtenida lanominacin. Gestionar una visin especial del Qhapaq an no slo como unpedazo arqueolgico, sino pensarlo como recorrido humano planificado decontrol del camino, encontrar factores que se han perdido, las referencias y no

    considerarlo tan solo una aglomeracin de piedras, todo eso permitir entenderla lgica del camino, en donde el ser humano transportaba alimentos,informacin, etc. Adems de los muchos restos arqueolgicos, tambos, queexplican el proceso de interrelacin humana, geogrfica logrando laconectividad de puntos muy distintos y distantes. Esta es la riqueza que da elQhapaq an al mundo".

    "Arq. Jos Canziani, las modificaciones en el territorio estuvieron orientadas agenerar zonas de produccin en diferentes regiones con diversos ecosistemas,este proceso di lugar a un conjunto variado y extraordinario de lo queconocemos como paisajes culturales. En el Per poseemos diversos paisajesculturales, en la costa desrtica tenemos: valles agrcolas, valles oasis, lomascon manejo de bosques neblina, tendales para secado de pescado; en el casode la sierra y valles interandinos: las terrazas de formacin lenta y andenesagrcolas; en caso de la puna: los sitemas de cochas y bofedales.Esta variedad tuvo como finalidad generar o ampliar la capacidad productivadel medio natural No tendramos que esperar a leyes que tomen la iniciativa

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    ordenamiento territorial con ms herramientas, pensar el ordenamiento paraaprovechar esta riqueza para actividades econmicas sin descuidar factores

    como capacidad de carga en zonas frgiles, orientar este ordenamiento aldesarrollo de la sociedad con desarrollo humano sostenible. Los espaciosculturales se homogenizan con los avances de la globalizacin, la tecnologa,etc. La importancia de investigaciones de diversas escalas para el estudio de lolocal, lo ms dificil es estudiar lo ms pequeo, qu procesos y qu polticas seimpulsan y cmo llegan a la regin, los retos y dificultades para desarrollarse".

    "Dra. Nicole Bernex, el paisaje es un sistema abarca un espacio que puede ser

    a veces muy extenso y otras veces muy reducido, es dinmico hace ver lasrelaciones con otros territorios. A partir del paisaje se conoce como son laspersonas, el paisaje es una excelente relacin con la ciudadana, es tanto loque se ve y existe independientemente de lo que es y de nosotros, setransforma continuamente, es dinmico. El paisaje es lo que vemos, ha sido yes modelado por las sociedades que viven en l, es un espejo de los que vivenall. Se identifica el orden de la naturaleza, el orden de las sociedades, sedescubre un orden espacial son los propios actores quienes descubren estoselementos. Se delimita las unidades de paisaje por los siguientes procesos:a)emprico, b)superposicin cartogrfica y c)combinacin cartogrfica".

    Durante la Mesa Redonda se discutieron temas como:

    Porqu se busca una normativa para el paisaje cultural?. Es un reconocimiento,

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    AL RESCATE DELPATRIMONIO LOCALHunuco Pampa,

    Huaycn de Cieneguillay Cabeza de Vaca

    EL ANACO DE CAMILACA

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    Cecilia Bkula BudgeDirectoraacionalnstitutoacionalde CulturaFotos: Archivo INC

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    n el ao 2003, se sus-cribi la DeclaracinConjunta de Presiden-tes del Grupo de Ro,que incluy de maneranovedosa y visionaria

    el compromiso del Per, Argentina,

    Bolivia, Colombia, Chile y Ecuador,de desarrollar conjuntamente elproyecto del Qhapaq an o Cami-no Principal Andino.

    Pocos podran haber vislumbradoentonces la importancia del pasoque se estaba dando para encon-trar en las races mismas de nuestraidentidad, el sustento de la integra-cin entre nuestros pueblos.

    Se encontr en la estructura vial de-nominada Qhapaq an el smboloms claro de cun articulado po-damos concebir el ordenamientode los pueblos andinos y cmo apartir de ese esquema, los puebloscontemporneos encontramos li-gazn, puntos de unin, pautas deentendimiento, criterios comunes

    y sobre todo, una red sobre la quepodemos seguir tejiendo nuestrosdestinos.

    El Qhapaq an ha aportado desdeese momento una forma distinta decomprender nuestra historia y terri-torio dndole al Per la justa opor-tunidad de posesionarse en el pano-rama de Amrica Latina, como actory gestor de actividades culturalesfuturas, basadas en los elementosfundamentales del pasado.

    Dems de lo que della dizen, es de saber que hicieron en el camino de la sierra,

    en las cumbres mas altas, de donde ms tierra se descubra, unas placetas altas,

    a un lado o a otro del camino, con sus gradas de cantera para subir a ellas, por

    aquellas sierras altas y baxas, nevadas y por nevar, que cierto es una hermossima

    vista, porque de algunas partes, segn la altura de las sierras por do va el camino,

    se descubren, cincuenta, sesenta, ochenta y cien leguas de tierra, de donde se ven

    puntas de sierras tan altas que parece que llegan al cielo y por el contrario, valles

    y quebradas tan hondas, que parece que van a parar al centro de la tierra

    Garcilaso de la Vega

    (Comentarios Reales)

    trabajo permanente

    TRASEDEIA DEL AMIO IA

    El Camino Principal Andino nos otorga la posi-bilidad de comprender y desarrollar formas ar-moniosas de entendimiento entre el hombre yla naturaleza, da ejemplos sensatos de manejoterritorial y muestra de manera admirable la ha-bilidad de los antiguos para dominar su espacioy hacer del Camino, la columna fundamental delos logros alcanzados en los aspectos social, po-ltico y econmico.

    A partir del ao 2003, el Instituto Nacional deCultura a travs del Programa Qhapaq an -Camino Principal Andino viene desarrollandoun intenso y permanente trabajo tanto en la in-

    vestigacin de campo propiamente dicha comoen las labores de gabinete en donde se procesala informacin acopiada a lo largo de muchashoras, das y meses, caminando desde entonces,no menos de 14,781.068 Km.

    Se ha logrado identicar monumentos arqueo-lgicos y se ha establecido el sendero de la rutatroncal y de las vas transversales as como datosasociados al patrimonio inmaterial y riquezaspaisajsticas.

    Uno de los objetivos de mayor envergadura esreivindicar la presencia de los hombres en sustierras ancestrales, recuperar la memoria de unamanera de ser y de vernos, de valorarnos en tan-to debemos respetarnos en la diversidad.

    La labor del Programa Qhapaq an se sustentaen propuestas tcnicas que buscan involucrar ala poblacin a n de proteger y desarrollar po-tencialmente a los pueblos hacedores y herede-

    ros de la tradicin andina.Ello con el objetivo de generar formas sosteni-bles de desarrollo turstico y de mejor compren-sin de los procesos particulares de cada comu-nidad o regin.

    En el Qhapaq an, el principio del respeto alotro y de la comprobacin de la similitud esasombroso. Investigadores de diversas especia-lidades y disciplinas, de variadas nacionalidadese intereses se enlazan en este esfuerzo por ci-mentar las bases de la historia. Desde el InstitutoNacional de Cultura, el Qhapaq an va avanzan-do como quien pone, punto a punto, los hilos deun gran tejido en el que deben estar presentesy reconocerse todos los elementos que hacende la diversidad cultural del Per, la base funda-mental de nuestra manera de ser.

    Esa labor se teje tambin con el aporte de losdiversos programas o comits nacionales de losseis pases por donde el Camino Principal Andi-no tambin discurre y con quienes se viene rea-lizando una labor intensa para unicar criteriostcnicos; formas de registro y de manejo de lainformacin, estando en capacidad de postu-lar conjuntamente al Qhapaq an para que en2011, pueda ser reconocido por Unesco, comoPatrimonio Cultural de la Humanidad; como tes-timonio de la obra de los hombres andinos quedesde pocas inmemoriales hasta nuestros das,han trazado y andado ese camino, hacindolocon la seguridad que es la va que nos une, que

    nos integra y nos devuelve a la esencia de nues-tros orgenes comunes.

    No en vano, el cronista Pedro Cieza de Len, entiempos tan tempranos como 1553, sealaba:

    ... Una de las cosas que yo ms me admir, con-templando y notando las cosas deste reino, fuepensar cmo y de qu manera se pudieron hacercaminos tan grandes y soberbios como por l ve-mos y que fuerzas de hombres bastaran a los hacery con que herramientas y instrumentos pudieronallanar los montes y quebrantar las peas, parahacerlos tan anchos y buenos como estn; porqueme parece que si el emperador quisiese mandarhacer otro camino real, como el que va del Quito aCuzco o sale de Cuzco para ir a Chile..

    Para el Per la importancia de este Programaes sustantiva, habiendo sido reconocido comoactividad de inters nacional segn Ley 28260y, en cumplimiento de ello, el Instituto Nacionalde Cultura integra a profesionales de diversasespecialidades, a ciudadanos y trabajadores queen conjunto, hacen del trabajo en el Qhapaqan una expresin de conanza en la grandezadel Per y una forma de manifestar la esperanzade que sea este Qhapaq an, el gran elementounicador de los peruanos y una ruta para vis-lumbrar un futuro de integracin.

    Escalinatas en el complejo arqueolgicode Pikillacta,Cusco.

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    Para investigar el sistema vial inca oQhapaq an, tenemos que recurriren primera instancia a las tempranasfuentes escritas, es decir, aquellascrnicas que se escribieron trasla conquista espaola. Por ello,

    nuestra atencin se centra principalmente enlas versiones ofrecidas por los primeros testigosoculares de los hechos protagonizados por la

    soldadesca hispana cuando irrumpe por vezprimera en el Tawantinsuyu y se internan en lsiguiendo el Qhapaq an.

    Primeros cronistasEntre estos escritores tempranos podemos citara Miguel de Estete y su obra elacin del descu-brimiento del Per; Francisco de Jerez con suVerdadera elacin de la Conquista del Per; PedroSancho de la Hoz y su elacin de la Conquistadel Per; o a Cristbal de Mena con La Conquistadel Per llamada la ueva Castilla , todas del ao1534. Estos cronistas de la conquista, adems detransitar por los caminos, observaron el funcio-namiento del sistema vial o Qhapaq an, omejor dicho, lo que quedaba de l, ya que -comosabemos- se encontraba afectado por la guerracivil entre Huscar y Atahualpa.

    En sus crnicas describen, a modo de itinerario,los hechos ocurridos a partir de 1532, el viajeefectuado desde la Isla Pun a Tumbes y deall hacia el interior del imperio. Describenalgunos parajes del camino y los pobladosdonde descansaron. Por ejemplo, es bastanteconocido el recorrido que hicieron desde Tumbeshacia Cajamarca para entrevistarse con el IncaAtahualpa y posteriormente capturarlo. Mesesdespus, la comitiva presidida por HernandoPizarro emprende el viaje de Cajamarca haciaPachacamac, con el n de recoger el oro y laplata del templo de Pachacamac ofrecido porAtahualpa para pagar su rescate.

    Referencias para el trabajo arqueolgicoEsta informacin histrica es relevante, porqueofrece importantes referencias para desarrollarlos trabajos arqueolgicos de campo, los cualeshan permitido identicar y registrar como monu-mentos arqueolgicos muchas de las localidadesy los poblados citados por los cronistas, y eviden-temente ubicar otros tramos de caminos inca enlos cuatro suyos o regiones. En esta relacin de

    escritos histricos tambin se encuentra aquellafamosa carta elevada por Hernando Pizarro a laAudiencia de Santo Domingo, Carta a los oidoresde la Audiencia de Santo Domingo (1533), dondese narra el viaje a Pachacamac. Por esta razn sepuede armar que esta documentacin de prime-ra mano es de vital importancia.

    Aos ms tarde, Pedro Cieza de Len en El

    Seoro de los ncas (1553), expres su asombroy admiracin por los caminos inca, escribiendosobre lo admirable de sus caractersticasconstructivas que superaban a las romanas y ala que Anbal hizo construir sobre los Alpes y suutilidad. Narra que por el Qhapaq an transitabanaltos dignatarios llevados sobre literas y tambinse movilizaban grandes caravanas de llamastransportando sus cargas. Si de la anchura delcamino se trata, el camino longitudinal de lasierra tena un ancho promedio de entre 4 y15 m., y estaba denido por una arquitectura

    Puente colgante sobre el ro Tambo,Moquegua.

    El camino de Pachacamac aJauja an presenta muros de

    tapiales muy similares a los delos valles de la costa norte

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    Relatos

    de los

    cronistasGuido Casaverde RosComponenteArqueolgicoProgramaQhapaqanFotos: Archivo INC

    EL QAPAQ A E LA ISTORIA

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    de borde elaborada con piedras canteadas ycalzada empedrada. Este camino poda superar los2,000 Km. de longitud en el territorio nacional.Asimismo, destacan las escaleras con milesde peldaos como las de cerro Huaylillo en eldepartamento de La Libertad, la cual ascenda poruna pronunciada pendiente, y la de la cordillerade Pariacaca en la sierra de Lima. PosteriormenteGuamn Poma de Ayala, en su Primera uevaCornica y Buen Gobierno (1614), proporcionauna valiosa relacin de los tambos asociadosal sistema vial y que comprende desde los mssencillos y pequeos hasta los ms grandes eimportantes, que denan capitales provinciales.

    Pero no fueron solo los cronistas quienesapreciaron esta obra magnnima de ingenieravial y escribieron sobre ella, sino tambinfuncionarios coloniales laicos o religiosos, como

    el gobernador Vaca de Castro en Ordenanzas deambos (1543) y Francisco de Toledo en asa dela Visita General (1570-1575), quienes redactaroninformes administrativos y otros documentosociales que datan de la poca colonial tempranay del proceso de evangelizacin, y que contienenitinerarios hacia poblaciones o localidadesespeccas, con el n de organizar la mita alos tambos ubicados en los caminos, tasar ala poblacin y cobrarles impuestos, as comoevangelizar a los nuevos sbditos de la corona.Un objetivo secundario fue reorganizar el viejosistema vial inca que poco a poco iba cayendo endesuso y destruyndose.

    Estas fuentes tambin son empleadas paraidenticar nuevas rutas y nuevos sitios asociados,e indirectamente las caractersticas del camino.En este sentido, Fray Reginaldo de Lizrraga,en su obra Descripcin breve de toda la tierradel Per (1589), describi el camino costeroen los siguientes trminos: el camino por losarenales estaba marcado de trecho en trechopor unas vigas grandes, hincadas por adentroen la arena. Cuando la va entraba a un valleapareca entre dos paredes a manera de tapias,hechas de barro mampuesto de una alturade un estado para impedir que los viajerosperjudicasen las sementeras que atravesaban.El Programa Qhapaq an, valindose de estosdatos y de l as referencias de otros investigadorescontemporneos, ha constatado la existencia deestos caminos en el desierto de Ica marcados

    con postes, tal como es descrito por Lizrraga;adems, muy cerca de Lima, en el sector LasPalmas, el camino de Pachacamac a Jauja anpresenta muros de tapiales muy similares aaquellos muros de los caminos que de los vallesde la costa norte de La Libertad y Lambayequesalen hacia el desierto y cuyas evidencias anperviven.

    Las claves de las crnicasEstas descripciones no solo ofrecen rutas y carac-tersticas constructivas, sino tambin estrategiasde movilidad o desplazamiento por los caminos.Es as que el padre Bernab Cobo en su Historia

    del uevo Mundo, de 1653, ilustra al respectocuando menciona que para cruzar los inclemen-tes desiertos que median entre los valles costerosde la vertiente del Pacco o para ascender de lacosta a la sierra siguiendo el curso de estos valles,la localizacin estratgica de algunos tambospermita llegar a ellos y as disfrutar de un recon-fortante descanso antes de iniciar nuevamenteel viaje. Por otro lado, seala que el recorridose efectuaba en horas de la noche para evitarel intenso calor del da que poda sentirse en eldesierto o en la chaupiyunga (la zona media delos valles costeros). Asimismo, por esas referen-cias sabemos sobre la existencia de algunas vasnaturales de paso, como las quebradas que unenlos valles costeros, permitiendo un trnsito msrpido y efectivo. Por ejemplo en la regin de Ica,especcamente entre los valles de Pisco y Nasca,notamos la presencia de caminos que aprove-chan el curso de estas quebradas en los mbitosdonde los valles estn ms prximos entre s.Estos caminos podran ser transitados con relativafacilidad evitando la fatiga que produce el sueloarenoso del desierto y el intenso calor de este.

    tras fuentes de informacin que nos proporcio-nan indicios para identicar las rutas de caminosy, en consecuencia, entender la magnitud delsistema vial inca, son los relatos de las guerrasciviles entre los espaoles durante el siglo XVI.Del mismo modo, los itinerarios que siguieron losejrcitos libertadores del Sur y del Norte durantela guerra de la Independencia; los relatos y partes

    de guerra producidos durante la Campaa de la Brea enla Guerra del Pacco; y las noticias de los movimientos debandoleros de inicios del siglo XX en la sierra norte de nuestropas. Toda aquella documentacin que revela la movilidad depersonas que por diversas circunstancias histricas se han tras-ladado por el Qhapaq an desde diferentes puntos del terri-torio nacional, sin duda posee un potencial rico y vlido paraidenticar rutas prehispnicas que posiblemente no guren enlas crnicas.

    En cuanto al funcionamiento y estado de conservacin delsistema vial, volvemos a las referencias de los cronistas de laconquista, quienes tomaron contacto directo con las poblacio-nes y la infraestructura ubicada a la vera del camino. bserva-ron el funcionamiento de los canales de drenaje en la calzada,el resguardo, construccin e incluso destruccin de lospuentes para evitar el paso de los ejrcitos durante la guerraentre Huscar y Atahualpa.

    A la identicacin del caminoEn la actualidad, los segmentos identicados del Qhapaq anque se conservan demuestran la gran inversin de trabajoen su elaboracin, como es el caso de la calzada empedradaen la zona de Tingo (Hunuco), las escaleras del Pariacaca oel tnel que da al puente Maucachaca sobre el ro Apurmac.Sin embargo, existen tambin segmentos que han ido desapa-reciendo por su abandono, como el camino de la sierra nortede Piura que se dirige hacia el Ecuador, el cual est cubiertopor arboledas. Por otro lado, el trazo de otros caminos ha sidoutilizado para proyectar y construir carreteras.

    Aquellos caminos que en la actualidad se mantienen yconservan la mayor parte de sus atributos originales de lapoca inca, son justamente los que fueron abandonados ocayeron en desuso con la conquista espaola, como el camino

    de Incahuasi de Lunahuan hacia Chincha en la costa, o loscaminos en los desiertos hoy cubiertos por arenales, los dela selva y los de las puna a ms de 4,000 msnm, y que se vencomo una especie de carreteras, que sobreviven despus decasi 500 aos.

    Importantes investigacionesTres investigaciones marcan signicativos hitos en lacomprensin del Qhapaq an: Alberto Regal (1936), JohnHyslop (1992) y Ricardo Espinoza El Caminante (2002). Todosellos, en su tiempo y desde distintos mtodos de estudio ypuntos de vista, lograron vislumbrar la magnitud real de loscaminos inca y los sitios asociados.

    Alberto Regal, basado en la prolija informacin de loscronistas, en la documentacin administrativa colonial yen los relatos de los viajeros extranjeros del siglo XIX, logrreconstruir parcialmente el sistema vial inca y plantear suspropias apreciaciones, mostrando la gran variedad de formas ycaracterizaciones de este.

    John Hyslop, desde una perspectiva arqueolgica, realiz elanlisis de una muestra representativa de los caminos incaen todo el mbito del Tawantinsuyu. Evalu el estado de loscaminos y trat de comprender la magnitud real del sistemavial inca caracterizndolos cientcamente por vez primera.

    Ricardo Espinoza recorri el camino inca de la sierra uniendo lasactuales repblicas de Ecuador, Per y Bolivia. Esta exploracinconstituye el primer reconocimiento de campo a todo lolargo de esta va i nca. Asimismo, parte de ese reconocimientorecorri siete tramos laterales, recuperando informacinimportante sobre la integracin del camino inca entre la sierray la costa.

    Posteriormente, el Programa Qhapaq an del InstitutoNacional de Cultura efectu reconocimientos extensivos delsistema vial inca desde el ao 2003, registrando, confrontandoy corroborando los relatos que los cronistas hicieron sobre elcamino, como el de Tumbes a Cajamarca; Cajatambo haciaPumpu, seguido por Hernando Pizarro; el camino hacia la sierranorte en Piura; y el gran camino longitudinal de la sierra, queune los centros administrativos inca ms importantes desdeel Cusco hacia el norte, especcamente hasta la frontera conEcuador y al sur hacia la frontera con Bolivia.

    Producto de ello se puede decir que si bien las cifras inicialesde la cantidad de kilmetros que comprenda el Qhapaq anhan ido variando con los aos, tambin sorprende que dichavariacin ha ido en aumento, debido a las labores de recono-cimiento y registro emprendidas por el Instituto Nacional deCultura. Este trabajo sostenido permite comprender mejor lamagnitud y diversidad de los caminos en el territorio nacional.

    John Hyslop en su publicacin Qhapaq an. El sistema vialincaico (1992) calculaba que la red vial en el Tawantinsuyutena 25,000 Km. en las seis repblicas por las que atraviesael Qhapaq an. Hoy en da esa cifra ha sido superadaampliamente y solo representara entre el 30% y 35% de loscaminos existentes en nuestro pas. Actualmente se calculaque la red vial en el territorio peruano tendra de 60,000 a70,000 Km. Al respecto, solo la regin Cusco, sede de la antiguacapital imperial, ha reportado aproximadamente 9,500 Km.de caminos; mientras que en el mbito nacional sin contaral Cusco a la fecha se han identicado unos 14,781 Km. decaminos, lo cual sumara aproximadamente los 25,000 Km.

    sealados inicialmente por Hyslop.Es importante aclarar que an falta reconocer y denir elcamino en diversas reas del territorio nacional, como la reginde la cordillera de los Andes, el desierto costero y la selva. Enestos lugares donde la complejidad topogrca y geogrcademanda un mayor esfuerzo para registrar, existen ms tramosde camino. Las sociedades prehispnicas que ocuparon estosmedioambientes fueron asimiladas e integradas al estado incamediante el Qhapaq an. Cada uno de estos hbitats naturaleshan sido escasamente explorados ya sea por su inaccesibilidado amplitud, lo que exigir la aplicacin de estrategiasdiferentes, que se espera ampliar paulatinamente.

    Camino en el sector Mullococha,Huarochir,Lima.

    Conjunto arqueolgico Huchuy Qosqo,Cusco.

    El Qhapaq an segn fray Martn de Mura.

    Entre los valles dePisco y Nasca, loscaminos podran

    ser transitadosevitando la fatigadel desierto y su

    intenso calor

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    Camino a

    Lenka FigueroaCoordinadoratcnicadelProgramaQhapaqanFotos: Archivo INC

    UN LEGADO QUE ARTICULA PASADO Y PRESENTE

    El Qhapaq an - Camino Principal Andino,constituye el ms grande proyecto polticointegrador de la regin andina, compuestopor un complejo sistema de comunicacinque articulaba todo el Tawantinsuyu ensus dimensiones sociales, culturales, admi-

    nistrativas y territoriales, asentndose sobre la base deuna extensa red de caminos longitudinales y transver-

    sales, que permitan la conexin de la poblacin con suentorno.Esta inmensa red de caminos que supera los 23,000Km. solo en nuestro territorio, es asociada a diversossitios arqueolgicos cuyas estructuras evidencian laconectividad y organizacin de los incas.El Qhapaq an vincula el pasado con el presente y con-tina siendo patrimonio vivo, manteniendo su vigenciafsica y funcional. Asimismo, conecta territorios con ca-ractersticas comunes y singulares que superan los lmi-tes administrativos tradicionales.En la actualidad, esta red articula los territorios deseis pases de la regin andina: Argentina, Bolivia,Colombia, Chile, Ecuador y Per, los que suscribieronen marzo de 2002, durante la Reunin del PatrimonioMundial en Montevideo (Uruguay), y por iniciativa de l arepresentacin peruana, un acta de compromiso parapromover acciones conjuntas a favor del Qhapaq an.Igualmente, en mayo del mismo ao el gobiernoperuano propuso inscribir al Qhapaq an en la listatentativa del Patrimonio Mundial, iniciativa que fuerespaldada por los pases mencionados.El Instituto Nacional de Cultura (INC) ejecuta desdeese ao el Programa Qhapaq an, el cual desarrollaacciones de identicacin, registro, investigacin,conservacin y puesta en valor de dicha red vial. Ellopermite que hoy podamos entender mejor el enormevalor patrimonial de este bien y la importancia depromover su inscripcin en la Lista del PatrimonioMundial de la Unesco.Desde el inicio del programa se han llevado a cabo unaserie de reuniones tcnicas para denir los lineamientos

    metodolgicos para el registro del Qhapaq an en lospases miembros del proyecto. La Reunin de ExpertosTcnicos del Proceso de Nominacin del Qhapaq an ala Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, realizadaen noviembre de 2006 en Pasto (Colombia), fue una citaimportante, en el que se acord la seleccin de tramosposibles a ser nominados y su registro en materiaarqueolgica, etnogrca y ambiental-geolgica. Para

    ello se elaboraron chas de registro de informacinen campo, cuya estructura base fue tomada de laexperiencia peruana.A partir de esa reunin, el INC, a travs del ProgramaQhapaq an, constituy un equipo tcnico nacionalconformado por profesionales de distintos mbitos,en Cusco y Lima. Cada cual estaba integrado por dosarquelogos, dos antroplogos, un gegrafo y unbilogo. Este equipo deni los tramos nacionalesy binacionales que formaran parte del expedientede nominacin, segn criterios tcnicos. As, sedenieron seis tramos en total, cuatro nacionales y dosbinacionales. Estos tramos evidencian la conectividaddel sistema vial inca en el territorio nacional, partiendode Cusco, a lo largo del gran camino de la sierra, haciael resto del territorio nacional.Inmediatamente se procedi al registro de los tramosseleccionados, tarea concluida en el Per al 100%. La

    justicacin integrada de cada tramo se realiz deacuerdo a criterios de excepcionalidad, singularidad ycontinuidad histrica.De esta forma, el Programa Qhapaq an de Perha cumplido con los compromisos asumidos en lasreuniones internacionales, al culminar el registro de susseis tramos, en todos sus componentes. Cabe destacarque en nuestro territorio se presenta ms del 70% deevidencias fsicas del camino.La Declaratoria del Qhapaq an como PatrimonioMundial permitir mostrar al mundo un bien conenormes valores culturales, que an se mantienevigente y que consolida una alternativa de desarrollopara todas las comunidades de su entorno.

    Los comits nacionales delPrograma Qhapaq an de

    cada pas vienen realizandouna labor intensa para

    unicar criterios tcnicos,as como formas de registroy manejo de la informacin,a n de alcanzar el ansiado

    reconocimiento.

    Del gran camino de la sierra el Qhapaq an se conecta al resto del territorio nacio

    Patrimonio

    Humanidad

    de la

    Camino Inca en el sector Pomata,Puno.

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    Representantes de los seis pases por los que discurre el Qhapaq an,acompaados por el viceministro de Turismo,Pablo Lpez de Romaa, el director del Centro de PatrimonioMundial de la UNESC,Francesco Bandarn y la Directora Nacional del INC,Cecilia Bkula.

    Hace cinco siglos, los antiguos gobernantes del Tawanti nsuyuemprendieron una obra visionaria, planicaron y ejecutaronuna obra monumental como la del Camino Principal Andinoo Qhapaq an. La trascendencia de esta construccin alcanztodos los mbitos: poltico, social y econmico. Su extensiny solidez tambin trascendien el tiempo, y hoy un grupo

    de especialistas de los seispases por donde discurre elcamino, estn empeadosen devolverle su antiguaimportancia, no solo paranuestros pases, sino paratoda la humanidad.Es as que con gran entu-siasmo y capacidad tcnica,representantes de Argentina,Bolivia, Chile, Colombia,Ecuador y Per, se reunieronen nuestra capital paraelaborar los lineamientosnales de la nominacin delQhapaq an como Patrimo-nio Cultural de la Humanidad.La Directora Nacional delInstituto Nacional de Cultura(INC), Dra. Cecilia Bkula, en

    compaa de la Coordina-dora Tcnica del ProgramaQhapaq an, Lenka Figueroay del Director del Centro dePatrimonio Mundial de laUnesco, Francesco Bandarn,inaugur el trascendentalencuentro y les dio la mscordial bienvenida a los parti-cipantes. Durante el eventoinaugural, en el que estuvie-ron presentes el viceministro

    de Turismo, Pablo Lpez de Romaa y los delegados de lospases en mencin, la Dra. Bkula destac la trascendencia deeste encuentro transnacional.El Qhapaq an es mucho ms que un camino. Es muchoms que la expresin de la obra de una sociedad, es quiz la

    expresin del genio, es el portento que nos da este hemisferioy que debemos asumir como una potencialidad para el futuro.El camino nos une, nos da identidad. El patrimonio solo tienesentido cuando las sociedades que lo tienen, lo conservan,quieren y lo ponen en valor, acot.Cabe indicar que en el ao 2003, se suscribi la DeclaracinConjunta de Presidentes del Grupo de Ro, que incluy demanera novedosa y visionaria el compromiso de los seispases mencionados, para desarrollar conjuntamente elproyecto del Qhapaq an o Camino Principal Andino.La Dra. Bkula indic que el Qhapaq an tiene valoresexcepcionales no solo a nivel de riqueza arqueolgica, sinotambin a nivel paisajstico, de uso humano, de rescateetnogrco, signicando ello un portento cultural parael futuro del pas. Inform que hasta la fecha el Per harecorrido ms de 14 mil 700 kilmetros, los que ha registrado,

    identicado y fotograado.Asimismo, record que el Per fue el pas que tom lainiciativa de proponer a la Unesco que el Qhapaq an ingresea la lista tentativa de Patrimonio Mundial.Esto signica un compromiso muy grande del InstitutoNacional de Cultura, porque somos nosotros los quelideramos, coordinamos y sustentamos la parte tcnica deltrabajo, indic.Finalmente expres que en esa ocasin estaba presente porprimera vez la Comisin Nacional del Qhapaq an en pleno,la misma que haba llegado fortalecida con reuniones yacuerdos previos.

    Tenemos la esperanza de poder presentar el expedientecompleto de manera transnacional dndonos la mano losseis pases.Por su parte, Francesco Bandarn, Director del Centro dePatrimonio Mundial de la Unesco, agradeci especialmentea la Dra. Cecilia Bkula, por los esfuerzos realizados en laorganizacin y coordinacin de dicha reunin.Bandarn, a nombre de la Unesco, le otorg un reconocimiento,enfatizando que la Dra. Bkula es una fuerza en este proceso.Fuerza no solo para los sitios del Per, sino para todos lossitios, enfatiz.Asimismo, el funcionario reconoci que el Per haba sidoel pas que empez este trascendental proceso y aadi laposibilidad de que, luego de la presentacin del expediente ysu posterior evaluacin, el tema de la nominacin del Qhapaqan como patrimonio mundial sea tratado en la Unesco.

    Indic que de dichas reuniones iba a salir con una hoja de rutaque presente una visin muy clara y anunci que la Unescoseguir colaborando en este proceso.Las reuniones de los grupos de trabajo, que se realizaron del20 al 23 de julio pasado, se vieron resaltadas con la presenciadel ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg, quien l leg alas instalaciones del Museo de la Nacin para compartir ideascon los comits.Por su parte, los representantes de las delegaciones de cadapas agradecieron la labor del INC y se comprometieron atrabajar con ahnco. Esos das, sin duda, fueron de intensotrabajo.

    COMITS NACIONALES SE REUNIERON PARA PERFILAR NOMINACIN DEL QHAPAQ AN

    Del 20 al 23 de julio, el Museo de la Nacin fue sede de la Reunin Internacional de ComitsNacionales del Qhapaq an. Representantes de los seis pases por los que discurre el camino

    Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Per, as como especialistas del Centro dePatrimonio Mundial de la Unesco, se congregaron para trabajar los lineamientos nales dela nominacin del Qhapaq an como Patrimonio Cultural de la Humanidad, aspiracin quepodra concretarse a partir del ao 2012. Durante la cita los referidos comits arribaron a

    importantes conclusiones.

    El sistema vial vincul hace 500aos el territorio andino.

    Archivo INC

    Trabajoconjunto

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    RecomendacionesLas largas jornadas dieron sus frutos, y en la ltima fecha searribaron a una serie de conclusiones. Los representantes delos seis pases establecieron un grupo de gestin que sercoordinado por el Per hasta l a presentacin del expediente.El grupo dar prioridad, en su fase inicial, a la denicin precisaen el registro y en los asuntos relacionados con la planicacinterritorial.Las delegaciones participantes se comprometieron adems arealizar, en sus mbitos internos, gestiones al ms alto nivela n de procurar un compromiso poltico comn que setraduzca en la suscripcin de una declaracin ministerial y/opresidencial de apoyo al Qhapaq an en el documento nalde la prxima Cumbre Iberoamericana que se realizar enPortugal el mes de noviembre prximo.Entre las recomendaciones a las que se arribaron al nal de estasreuniones destacan las referidas al tema de conservacin. Allse subray la necesidad de la formulacin de un documentotcnicojurdico que rena las caractersticas del valorexcepcional universal y que se constituya como instrumentopara la conservacin en general del bien.En lo jurdico, la conservacin del Qhapaq an tomar encuenta las normativas internacionales, nacionales y locales quetienen que ver con la regulacin y proteccin del patrimoniocultural. Se subray la necesidad de instrumentos nacionales

    que garanticen la conservacin del bien. Los expertosdestacaron adems la participacin comunitaria comocomponente fundamental para la conservacin del bien, de talforma que las propias comunidades se apropien de los criteriosde proteccin y permitan desarrollar coordinadamente planesy programas de acuerdo a sus propias tcnicas y saberes.En la mesa geomtica se recomend que el equipomultidisciplinario dena cual es la cartografa de detalle arepresentar de acuerdo a las exigencias de la Unesco. En el temade la evaluacin de riesgos se acord elaborar un glosario detrminos para homogenizar chas y mapas.Cabe sealar que todos los participantes agradecieron laasistencia y el apoyo tcnico que el Per le viene brindando aBolivia. Como se sabe, Bolivia recibir adems colaboracin deChile y de nuestro pas para el tramo El Choro.El resto de los tramos a nominar debe estar completo el 30de noviembre del presente ao. En ese sentido, se deberpresentar las tablas de las chas de registro completas al 100%de los tramos a nominar ms la cartografa desarrollada hastaese momento.Sin duda, el trabajo que realizan los representantes de todos lospases que integran el Gran Camino Andino, es arduo y diverso.El objetivo, sin embargo, es el mismo: que el Qhapaq an seadeclarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

    multinacionalEsfuerzo Gorki Cuavoy SalasCoordinadordel Procesode ominacindelQhapaqana laListadelPatrimonioMundialFotos: Archivo INC

    Camino en Desaguadero,Bolivia.

    Largas jornadas caracterizaron a la cita internacional.

    La inscripcin del Qhapaq an -Camino Principal Andino en la Lista

    del Patrimonio Mundial, es un procesomultinacional que compromete laparticipacin de los gobiernos de

    Argentina, Bolivia, Colombia, Chile,Ecuador y Per. Tiene como principal

    objetivo identicar y demostrar valoresuniversales de excepcionalidad y

    singularidad que justiquen la inscripcinde este importante bien cultural

    continental en la mencionada lista.

    Las delegaciones secomprometieron arealizar gestionesal ms alto nivel an de procurar un

    compromiso polticocomn

    Expertos en la sala Mochica-Chim del Museo de la Nacin.

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    Qhapaq an para iniciar el registro enel subtramo Desaguadero - Viacha. Sin duda, laexperiencia fue muy fructfera para ambos grupos,y sobre todo para el proceso de nominacinmultinacional: no solo se culmin el trabajo de campopendiente, sino que, conformado un equipo Qhapaqan Bolivia, se podan compartir ideas, conceptosy experiencias. Se registraron 85 kilmetros desistema vial inca, 23 poblaciones adyacentes, y sereconocieron in situ las caractersticas ambiental-geolgicas del camino. Adems, inici la etapa deprocesamiento de la informacin.

    Trabajo conjunto con Ecuador

    Con la representacin ecuatoriana ocurri un proce-so similar. La primera reunin binacional se realizen Ayabaca (Piura, Per), con el objetivo de denirel tramo que vincula ambos territorios. La segundareunin fue en campo, en la zona fronteriza de am-bos pases. En sta, ambos equipos presentaron suspropuestas basadas en los trabajos de registro delposible punto de paso del Qhapaq an, sobre el quese inici el proceso de la informacin. La tercerareunin fue en Piura, donde se evaluaron los trabajosdesarrollados, se estableci un esquema de presenta-cin para los informes y se unicaron criterios para elproceso de informacin y generacin de cartografa.

    El tramo binacional Aypate - Las Limas es parte delcamino longitudinal de la sierra y del camino troncaldel Chinchaysuyu (noroeste) que comunicaba Cuscocon Quito en Ecuador; y Pasto, en Colombia. Su reco-rrido de sur a norte se inicia en Aypate, importantesitio arqueolgico inca en la provincia de Ayabaca,

    atravesando el sector conocido como Tambo Rosalesy el sector Chamanal en la zona fronteriza, para luegollegar al sector de Las Limas, en Ecuador. En su reco-rrido de 44 Km. vincula importantes sitios arqueolgi-cos, destacando Aypate, Cerro Balcn, Huaca Saman-guilla, Epliple y Pircas dentro del territorio peruano.El paisaje se caracteriza por la presencia de bosquessecos tropicales de ceibo y algarrobales, bosques se-mihmedos en las partes bajas y bosques nublados,que albergan una inmensa diversidad de fauna.

    Aunque no vincula directamente poblaciones repre-sentativas, dentro del territorio peruano, el camino

    es muy utilizado en pocasfestivas por los pobladores delas comunidades de anchal,Huilco, Toldo y Aypate, dondese establecen vnculos comer-ciales con los pobladores de lascomunidades ecuatorianas.

    El grado de deterioro delcamino es considerable, acausa del inadecuado uso desuelo con nes agropecuarios,lo que est deforestando losbosques, generando desliza-miento de suelos y prdidasirreparables de evidenciasfsicas del camino.

    Los proyectos binacionales,ejecutados en el marco delproceso de nominacin delQhapaq an a la Lista del Patri-

    monio Mundial, han permitido integrar en todoslos niveles a las representaciones de los seis pasesinvolucrados. Los espacios generados a travs de lasreuniones tcnicas y binacionales le han permitidoal equipo peruano transferir experiencias y cono-cimientos, que sin duda estn siendo tiles para eldesarrollo del proyecto, considerando la importanciade presentar una sola candidatura multinacional.

    Kallanka en Aypate,Piura.Tramo binacional Aypate - Las Limas,Ecuador.

    El complejo arqueolgico de Aypate est integrado por un conjunto deedicaciones distribuidas dispersamente,en un rea de aprox. 2 Km.

    Con el apoyo del Centro del PatrimonioMundial se han desarrollado una seriede reuniones tcnicas y cientcas,orientadas inicialmente a determinarel estado del Qhapaq an en cadauno de los pases que atraviesa. Con

    esta informacin se pudo establecer las etapas aseguir, teniendo en cuenta que era fundamentalrealizar trabajos de identicacin y reconocimientoen las zonas fronterizas para establecer posiblestramos binacionales entre los estados parte. De estaforma, se fortalece el valor de la conectividad entrepoblaciones y territorios integrados desde tiemposprehispnicos hasta la actualidad.

    La obtencin y procesamiento de la informacinsupone establecer parmetros y tcnicas comunespara los equipos de los pases involucrados. Sobre labase de la experiencia de cada pas y especialmentedel equipo peruano que desde 2001 venaejecutando labores de identicacin, registro,conservacin y puesta en valor del sistema vialinca se establecieron tcnicas y mtodos comunespara los componentes arqueolgico, etnogrco ygeolgico-ambiental.

    En este contexto, el Per, en cumplimiento de loacordado en las reuniones tcnicas, seleccioncuatro tramos nacionales y, en coordinacin conlas representaciones de Bolivia y Ecuador, lossiguientes tramos binacionales: Cusco (Per) - LaPaz (Bolivia) y Aypate (Per) - Las Limas (Ecuador).

    Inicialmente, sobre la base de los trabajosdesarrollados, los equipos nacionales identicaronpreliminarmente la traza de la red vial dentro decada mbito nacional. Esta informacin permitisostener reuniones binacionales con el apoyo delCentro del Patrimonio Mundial de la Unesco, en lasque se estableci el plan de trabajo a seguir. Estefue el inicio del desarrollo de acciones conjuntasen campo y gabinete para el procesamiento dela informacin del Qhapaq an en los tramosbinacionales, generando espacios de cooperacin ycolaboracin tcnica.

    ooperacin tcnica con BoliviaCon la representacin boliviana se desarrollarontres reuniones binacionales en La Paz; en l a primera,los equipos tcnicos denieron el trazo a registrardentro de cada pas y el punto de conexin en lazona fronteriza. La segunda cita sirvi para evaluarlos avances en los trabajos de registro, establecer loscriterios para el procesamiento de la informacin ydeterminar un esquema para los informes nales.Esta reunin permiti tambin conocer de cercalas dicultades de las delegaciones nacionales.En una tercera junta, las representacionestcnicas integraron la informacin de los trabajosdesarrollados en campo y gabinete.

    El tramo Cusco - La Paz es parte del caminolongitudinal de la sierra y del camino troncaldel Collasuyu. Se inicia en la Haucaypata (actualplaza principal del Cusco) y en direccin suratraviesa la regin del Cusco y Puno, en Per,y parte del departamento de La Paz, en Bolivia.En su recorrido de 752 Km. vincula dos sitios delPatrimonio Mundial: el centro histrico del Cusco(Per) y Tiwanaku (Bolivia); asocia importantesconjuntos arqueolgicos entre los que destacanel Qoricancha, Pikillacta, Raqchi, Pucar, Sillustani,entre otros. El trazo del camino se desarrolla enun espacio geogrco singular compuesto porvalles interandinos, montaas y planicie altiplnica,destacando el valle del Vilcanota, la Cordillerariental, el imponente lago Titicaca y la diversidadnatural que alberga.

    Este tramo adquiere una especial relevancia porqueest directamente relacionado al mito de MancoCpac y Mama cllo y la fundacin de la civilizacininca. A travs de este camino los quechuas yaymaras, importantes etnias del mundo andino,mantuvieron y mantienen hasta hoy importantesrelaciones de intercambio cultural y comercial,evidentes en las festividades locales.

    El paso de los aos, los procesos de ocupacin, eluso del territorio y el desarrollo de nuevas formasde comunicacin motorizada han transformado, enmuchos casos de manera irreversible, las evidenciasfsicas y las estructuras arquitectnicas del cami-no, destacando la invasin espaola (siglo XV) quetransform el ancho del camino por el intenso ujocomercial establecido en la Colonia y edic sobrelas estructuras ceremoniales incas edicios religio-sos como los templos de ropesa, Andahuaylillas,Checacupe, Ayaviri, Lampa, Juli, Pomata, epita,Guaqui y Tiahuanaco.

    En marzo de 2009, el equipo boliviano solicit alCentro del Patrimonio Mundial el apoyo para quetcnicos peruanos brinden asesora tcnica en elregistro arqueolgico, etnogrco y ambiental-geolgico del subtramo Desaguadero - Viacha yel tramo nacional boliviano Apacheta Chucura - ElChairo, ambos seleccionados para el proceso de no-minacin. La solicitud fue aceptada por el Centro dePatrimonio Mundial y el INC.

    Dos meses despus, el programa Qhapaq an delINC conform un equipo multidisciplinario que setraslad a La Paz y se integr a su par boliviano del

    Equipo tcnico de Per y Bolivia en trabajo de campo en territorio boliviano.

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    Unavisin,

    Lago Titicaca.Hermoso paisaje integrado al

    Museo de sitio Pacha

    Los museos, soporte y refuerzode nuestra identidadEntendiendo los museos como centros de interpretacin ycustodia de la memoria material e inmaterial, el ProgramaQhapaq an busca a travs de ellos vincular el pasado con elpresente, unir a poblaciones y pases andinos en busca de laconservacin y conocimiento de sus elementos ms caracte-rizados, para reforzar la identidad local y dotar a las poblacio-nes de elementos atractivos para el uso turstico en beneciode su propio desarrollo. Dentro del Programa Qhapaq an,el componente museolgico ha implementado el Plan de laRed de Museos que se ha iniciado con la musealizacin delprimer tramo de la Ruta del Peregrino (Jauja-Pachacamac)y del Proyecto Museo Nacional Pachacamac, cuya ejecucindebe iniciarse en breve a n de dotar a este importantsimosantuario de la costa del Per, de un centro de interpretacinadecuado y acorde con la importancia del sitio arqueolgi-co. La Red de Museos del Qhapaq an tiene como misinponer en valor el Qhapaq an y contribuir con el desarrollolocal, regional y nacional a travs de una propuesta descen-tralizada que refuerce la identidad presente y de lineamien-tos para el uso sostenible de los recursos culturales.

    Es sustantivo el aporte delconocimiento geogrco

    del Qhapaq an que permitecontextualizar el territorio

    y descubrir el papelque ste juega en la dinmica

    territorial actual.

    Aportes del Qhapaq anDesde el punto de vista cientco y gracias a los apor-tes multidisciplinarios del Programa, ha sido posibleestablecer, entre otros lineamientos, una metodologapara el reconocimiento y registro del entorno terri-torial relacionado al Gran Camino. Asimismo, jar losparmetros para el estudio y catalogacin de los pai-sajes culturales a nivel nacional y dotar una adecuadanormativa para la declaracin y manejo de los paisajesculturales, algunos de los cuales han sido declaradoscomo patrimonio cultural de la Nacin.

    Sector Mullococha,tramo Jauja-Pachacamac.

    Paisajes: expresiones de la sociedad andinaDesde las primeras ocupaciones humanas, el habitante delas zonas altas de los Andes fue capaz de responder con ima-ginacin y eciencia ante los retos que planteaba el territo-rio andino, al que intervino dejando diversidad de paisajesculturales a lo largo de la red caminera. Perviviendo an ennuestros das como expresiones tangibles de la capacidadde las sociedades que ocuparon el extenso universo andi-no. En ese sentido, es sustantivo el aporte del conocimientogeogrco del Qhapaq an que permite contextualizar elterritorio y descubrir el papel que ste juega en la dinmicaterritorial actual. Asumir el paisaje cultural como una riquezapropia y singular, ser una herramienta de posicionamientoregional en el f uturo.

    Reconocimiento del Gran aminoLa investigacin y registro arqueolgico del Qhapaq an, desu estado de conservacin y de la investigacin sobre los sitiosasociados a l, busca concluir un catastro arqueolgico nacio-nal vinculado a la extensin total del Qhapaq an.

    La identicacin y el registro de tramos de caminos prehisp-nicos y sitios arqueolgicos, requiere de un agotador recorrido

    a pie por el camino. Para que se comprenda la magnitud deltrabajo realizado, vale la pena referir algunas cifras:

    Se estima que a la f echa, los tcnicos peruanos han identica-do y registrado aproximadamente el 80% del Qhapaq an ennuestro territorio, el faltante 20% aproximado an no se regis-tra debido a problemas de accesibilidad como cobertura vege-tal y terrenos inestables.

    Puente colgante Q`eswachaca sobre el ro Apurmac.

    Con el aporte de la arqueologa,antropologa, etnografa, geografa,

    historia y otras disciplinas,el Programa Qhapaq an

    ha podido ser analizado desdediversas perspectivas y no solocomo una red de caminos quecomunicaba pueblos alejados

    entre s. Hoy es posible tratarloy entenderlo como una obra

    cuya dimensin espacial

    adquiere cada vez mayorimportancia social y cultural.

    A o s K m. rec or ri dos S it ios a so ci ad os

    2003 - 2008 14,781.068 2,010

    Sector Escalerayoc,en las nacientes del ro Caete,Lima.

    variasdisciplinas

    PROGRAMA QAPAQ A

    Fotos:ArchivoINC

    WalterHupi/INC

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    Patrimonio colonial y republicanoDentro del Programa Qhapaq an existe la necesidad de investigar y comprender el aporte que ha tenido el hombre en tiemposde la presencia espaola en nuestras tierras. Es as que encontramos espacios y territorios en los que se han superpuesto cons-trucciones, esquemas arquitectnicos y se ha dado uso dual a lugares que trataron a lo largo de los siglos de mantener un valorancestral, muchas veces oculto bajo las formas y visin occidentales.

    Es por ello que se ha desarrollado tres mbitos de trabajo: diagnstico y registro, estudio de tipologas arquitectnicas y tcnicasconstructivas, todo ello con la nalidad de comprender las circunstancias y el valor del aporte y la presencia de los distintos gru-pos humanos que viven y ocupan espacios a los largo del Qhapaq an.

    Producto de ese trabajo son importantes publicaciones quehan permitido establecer las pautas para la preservacin, con-servacin e intervencin futura en centros urbanos y ceremo-niales, como Vilcashuamn en Ayacucho, que constituye unode los lugares en los que se aprecia claramente la superposi-cin y continuidad de las edicaciones incas con las ocupacio-nes modernas. Las investigaciones realizadas all han aportadopautas para intervenciones futuras en centros similares, en losque es necesario identicar la obra primigenia para poder va-lorar los aportes posteriores.

    Defendiendo lo nuestroLa apropiacin de los valores culturales es una tarea imposter-gable y a ella se aboca de manera intensa el Instituto Nacionalde Cultura, interviniendo de manera directa en los sitios ar-queolgicos e histricos asociados al Qhapaq an, para sensi-bilizar a la poblacin, fomentar el conocimiento y cuidado delo propio, a partir del crecimiento de la autoestima y orgullopor los valores y bienes culturales que les son propios.

    A travs de la labor del rea de defensa del patrimonio, el Pro-grama Qhapaq an busca, entre otros, reducir el trco ilcito

    Iglesia colonial de Vilcas

    Ushnu de Vilscahuamn

    Las poblaciones y su culturaLuego de cinco aos de investigacin y actividades realizadasen conjunto con las poblaciones asociadas al Qhapaq an,el Instituto Nacional de Cultura ha desarrollado productos -nales que ponen de maniesto la vigencia de formas de sery vivir, tradiciones y prcticas de cosmovisin que muestrancada vez ms el valor ancestral de la cultura transmitida degeneracin en generacin y cmo ello sustenta la diversidadcultural de nuestro pas, rico en expresiones y saberes.

    El componente etnogrco ha aportado un conocimientocabal de: la cultura Chopcca, etnia de Huancavelica que haguardado celosamente sus tradiciones haciendo de ellas unaprctica habitual y un elemento de identidad y orgullo; lacermica tradicional de Pucar, como un gran remanente detcnicas alfareras cuyos orgenes se remontan a pocas mile-

    narias; el anaco, que es uno de los elementos de vestimenta amanera de tnica, con mayor presencia y permanencia en laspoblaciones en territorio peruano; la recuperacin de la me-moria del Inca en Hunuco Pampa; la persistencia del Tanta,en la ruta del Pariacaca; as como la sorprendente pervivenciadel arte textil en Aypate, provincia de Ayabaca, Piura, en lafrontera norte del pas.

    Rescate de la tradicinLa realizacin de los documentales denominados u-raq Maki (o Hecho a mano) que rescata la tradicinartstica popular de diversas regiones en las que seha mantenido las formas, iconografas y tcnicas deproduccin artesanal tanto de objetos suntuarios co-mo de uso diario; el registro de tradiciones orales; lainvestigacin, registro y produccin digital de msicatradicional, entre otros productos, dan cuenta de la

    importancia del elemento etnogrco que contiene elQhapaq an a lo largo de todo su recorrido. Ello quedaplasmado en la edicin de Chopccam Kani, conjuntode tres discos que incluyen 38 canciones tradicionalesChopcca, nunca antes registradas y menos grabadaspor sus autnticos cultores, junto a una investigacinprofunda del sentido y contenido de cada una de esascanciones.

    Danzantes de Huilloc,Cusco.

    Elaboracin de los famosos toritos de Pucar.

    El vigawantuy(traslado de viga)

    es una costumbreque se retrata

    en las cancioneschopcca.

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    Vislumbrando un gran futuroEn el convencimiento de que el Programa Qhapaq an esel empeo cultural nacional ms importante de las lti-mas dcadas, resulta evidente que se trata de un esfuerzo

    que involucra a las autoridades y poblacin de todas lasregiones y pueblos por donde discurre este portento deingeniera y dominio territorial como se demuestra da ada que fue y es el Camino Principal Andino. Hoy lo com-prendemos en su dimensin real y compleja y no cabeduda que se trata del proyecto de mayor envergadurapara asociar a todos los pueblos del Per, de sur a nortey de este a oeste, aglutinando experiencias, reconocien-do individualidades y esencias para valorar la diversidadcultural, tnica, lingstica y la diversidad de cosmovisio-nes, reconociendo que el gran tesoro del Per y el eje desu futuro es su riqueza cultural sustentada en la variedadde formas de ser y de saber. Nada de ello se desdice de la

    unidad: todo puede conducirnos a ello y el Qhapaq anes, sobre todo, el camino que nos une, que nos remontaa orgenes comunes, a valores ancestrales y a experienciasculturales de singular valor.

    Por ello es que la participacin activa y constante de lapoblacin asociada al Camino Principal Andino es de im-portancia fundamental para la sostenibilidad del Progra-ma, en vista de que es la sociedad la que debe reconocer,admirar y cuidar su patrimonio cultural y al apropiarse del, ser el beneciario directo del mismo.

    Finalmente, y como producto asociado al trabajo que serealiza, se espera generar espacios de encuentro y cola-boracin a nivel nacional e internacional, pblicos y priva-dos, para el desarrollo econmico, tcnico y de gestin delos mbitos comprometidos en el Programa Qhapaq an,al que queremos entender como el camino que nos une,criterio en el que radica mucho de su valor actual.

    Transmisin de valores ancestrales e

    de bienes culturales, involucrar a la poblacin cercana a los si-tios asociados al Gran Camino para que, conociendo su valiosariqueza ancestral, sepan cmo protegerla y puedan identicarlas amenazas a que ese patrimonio est sometido. Una perma-nente labor de asesoramiento busca brindar herramientas queorienten y ayuden en las acciones de proteccin y defensa delos bienes del patrimonio cultural mueble e inmueble.

    La labor de defensa es ardua y tiene como meta fomentar laapropiacin cultural para disminuir y erradicar los atentadoscontra los sitios arqueolgicos e histricos asociados al Qhapaqan, as como poner trmino al expolio de bienes muebles.

    Logros en la defensa del patrimonioSon muchos los logros obtenidos y es quiz la tenacidad y lapersistencia de las campaas realizadas las que generan unaconducta cada vez ms comprometida por parte de la pobla-cin y de las autoridades locales.

    Destaca la permanente asesora tcnica en programas de par-ticipacin ciudadana y capacitacin en programas de defensadel patrimonio; el apoyo permanente para el desarrollo de losplanes de trabajo relacionado a la sensibilizacin y educacinde la poblacin en zonas de gran importancia como HunucoPampa, Cabeza de Vaca y Huaycn de Cieneguilla, en los quese ha realizado el diagnstico sociocultural para identicaragentes internos y externos que deben ser involucrados comoparte de la labor conjunta con la poblacin. Para ello ha sidode gran importancia la organizacin de mesas de trabajo con

    el objetivo de disear una propuesta curricular que contengafundamentos para la valoracin del patrimonio cultural, y di-sear as una gua metodolgica para la intervencin en pro-yectos con nes de uso social.

    Promocin de nuestro patrimonioLos resultados de las investigaciones elaboradas por los espe-cialistas de los diferentes componentes que integran el Pro-grama Qhapaq an, se plasman en publicaciones de libros,msica y discos documentales con la nalidad de poner adisposicin de la poblacin los estudios realizados, as comomaterial de trabajo para la defensa del patrimonio histrico.

    Se ha editado una nutrida lista de publicaciones tanto en ver-sin impresa, como en digital, referidas a los informes tcnicosde las diferentes campaas anuales de trabajo de campo y degabinete, para dar a conocer los trabajos realizados, los logrosalcanzados y poner en conocimiento de los grupos especiali-zados y de la poblacin en general, el aporte de los compo-nentes etnogrco, geogrco, arqueolgico y de defensa delpatrimonio histrico.

    Adems de las publicaciones de corte acadmico, existen ma-terial de difusin masiva y otros destinados al mayor conoci-miento de los logros en estos aos de trabajo como el boletnProyectos de investigacin y puesta en uso social; y los informesrelativos a las intervenciones en el Proyecto Cabeza de Vaca,Hunuco Pampa y Huaycn de Cieneguilla. El programa Qha-paq an tambin ha editado su Plan cuatrienal 2006-2010, ascomo el product o del registro e identicacin del camino haciael Apu Pariacaca y el Alto Caete, informe contundente respec-to al estudio de paisaje cultural. Algunas ediciones aportan pri-micias tcnicas y ofrecen perspectivas novedosas para el futurodel programa Qhapaq an. En ese sentido, destacan tambinlas publicaciones tituladas econocimiento y registro del entor-no territorial del Qhapaq an cuyo volumen I aborda la ruta delChinchaysuyu entre Acostambo y Huanucopampa; el segundovolumen registra la ruta entre Jauja y Pachacamac, el terceroest dedicado al tramo entre Hunuco Pampa y Conchucos yel cuarto entre Pis y Chachapoyas. El volumen V se aboca al re-corrido del Qhapaq an desde Acostambo hacia Andahuaylasy el volumen VI presenta el tramo del camino transversal desdeVilcashuamn hasta Chincha Alta.

    Charlas desensibilizacin

    en los sitiosarqueolgicos

    asociados alQhapaq an.

    Jornadas con los jvenes de la zona de Hunuco Pampa.

    Pobladores trabajando el ichu.

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    Armado de estructuras para la colocacin de techo con ichu.

    Consolidacin de muros en Huaycn de Cie

    Los proyectos de puesta en uso social buscan lograruna intervencin que signique la recuperacin delsitio y el compromiso de la poblacin con el procesoy mantenimiento del mismo, para dotarlo de valor

    agregado que sea benecioso y constituya un atractivoturstico futuro. Esta labor de puesta en uso socialrequiere de un previo diagnstico del estado del sitio yun plan de accin cuidadoso.El aporte de estos proyectos al desarrollo de lascomunidades es de suma importancia, pues seconvierten, en su etapa nal, en insumos para eldesarrollo de actividades sostenibles y gestionadas,y como instrumento de identidad de las comunidadeshacia su herencia histrica.

    unuco Pampa (unuco)

    Hunuco Pampa, tambin conocido como Hu-nuco Viejo, es el nico sitio i nca planicado queha sobrevivido casi intacto, incluyendo sus di-ferentes ocupaciones, tanto durante el propiotiempo inca como durante los siglos de presen-cia colonial. Por las referencias histricas y docu-mentales existentes a la fecha, Hunuco Pampaera uno de los principales sitios a lo largo de lagran ruta inca en el Chinchaysuyu, habindosecomprobado que tuvo rango de capital imperial,centro administrativo y ceremonial.

    La zona arqueolgica monumental en la que el

    Programa Qhapaq an interviene est localizadaen el distrito de La Unin, provincia de Dos deMayo, Hunuco; y abarca alrededor de 600 hec-treas. En la primera fase se est culminando laelaboracin del diagnstico del sitio y de su esta-do de conservacin, con el n de proponer las ac-ciones necesarias para una intervencin exitosa.

    En la actualidad, la presencia del Programa Qha-paq an en este complejo tiene como nalidadplantear las bases para un trabajo de largo alien-to con una intervencin planicada que implicala conservacin del sitio, la recuperacin de susvalores singulares y el trabajo estrecho con el en-torno social y humano que lo rodea.

    abeza de Vaca (Piura)El complejo arqueolgico Cabeza de Vaca, ubica-do en el distrito de Corrales, Tumbes, no obstanteser el ms relevante de la regin viene sufriendoun fuerte impacto por l a expansin demogrcay agrcola en la zona. Una primera etapa de inter-vencin se dedic al diagnstico e investigacin,

    para dar paso a la fase actual de puesta en valor,interviniendo principalmente y con participacinde la poblacin directamente involucrada en elsitio, en la Huaca del Sol. Este hermoso y destaca-do monumento, desde el cual se tiene una visinextraordinaria del valle, garantiza con su apertu-ra a visitantes, un valor agregado y una fuentede identidad y progreso para los pobladores quevienen participando en talleres y cursos de ca-pacitacin para estar cada vez ms involucradoscon el manejo futuro del sitio.

    Proteccin de reasdescubiertas enCabeza de Vaca.

    PROETOS DE PUESTA E USO SOIAL

    alboresLos de unatransformacin

    El Programa Qhapaq antiene como nalidad plantear

    las bases para un trabajode largo aliento con una

    intervencin planicada queimplica la conservacin del sitio.

    uaycn de ieneguilla (Lima)La zona de Huaycn de Cieneguilla en Lima, esuno de los sitios ms destacados del valle mediodel ro Lurn y un asentamiento importante delcamino que une Pachacamac con Jauja; presen-ta adems caractersticas arquitectnicas muyparticulares entre las que destaca el ushnu o ejeceremonial, zonas de uso de lite, reas de habi-tacin comn, basurales, cementerio y recintospara almacenaje, entre otros.

    Fotos:ArchivoINC

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    El Programa Qhapaq an tiene el reto de recuperar,salvaguardar y poner en uso social la red vial quearticul a los poblados del proyecto poltico demayor envergadura que se forj en esta parte delcontinente: el Tawantinsuyu. Esta red inclua llaqtasy tambos, centros poblados, puentes, escalinatas,

    pavimentos empedrados, algunos transformados en lasactuales calles. Sobre todo inclua poblaciones con tradicionespropias que hoy todava estn vigentes. Su convivencia eintegracin se sustent en el intercambio cultural, acopladopor el sistema vial que permiti tal comunicacin.

    Este gran proyecto se origin en la Direccin Regional deCultura-Cusco del Instituto Nacional de Cultura, que en el ao2001 organiz a un grupo de profesionales que empezaron la

    recuperacin de este sistema vial con proyectos de puesta envalor de trayectos con evidencias arqueolgicas ubicados en elvalle del Cusco y sectores cercanos.

    Fue en el ao 2002 que efectivamente se inici una accinintegral, sustentada en un planteamiento organizativointerdisciplinario. Este accionar se organiz en seis tareas:identicar, registrar, investigar, proteger, conservar y poner envalor la red de caminos.

    Posteriormente, se organiz la estructura del programa conlas siguientes reas: Coordinacin general; Identicacin yRegistro; Sistema de Informacin Geogrca; Investigacin;bras y Gestin.

    Ms adelante, entre los aos 2003 y 2005, se incorporaron dostareas importantes: la implementacin de una red de museosy la nominacin del Qhapaq an a la Lista del Patrimonio de laHumanidad, con el respaldo de la Unesco.

    Un camino de enorme trascendencia

    La importancia del programa no solo radica en la posibilidadde generar bienestar y calidad de vida en los pobladoresde las comunidades asentadas a lo largo del Qhapaq an,sino adems, en la oportunidad de establecer un proyectodescentralizado de envergadura nacional. La participacinde Unesco en el proceso de inscripcin del Qhapaq an enla Lista del Patrimonio Mundial es destacable, pues se handesarrollado diferentes reuniones tcnicas, con participacin

    de los seis pases por los que discurre esta gran red de caminos.En cuanto a la restauracin y puesta en valor de tramos delcamino inca, desde 2002 se vienen elaborando expedientestcnicos, los cuales fueron revisados y aprobados por la ComisinCalicadora de Proyectos de la Direccin Regional de Cultura -Cusco. A partir del ao 2006, se elaboran perles de inversindentro del Sistema Nacional de Inversin Pblica (SNIP).

    Los resultados se han traducido en logros tangibles yconcretos que contribuyen no solo con la recuperacin fsicadel patrimonio cultural prehispnico, sino con la generacinde empleo en los sectores ms alejados de nuestro pas. Entreestos logros destacan los siguientes: 37 caminos prehispnicos

    Direccin Regionalde Cultura - CuscoFotos: Archivo INC

    Ejefundacional

    restaurados, 21 sitios arqueolgicos asociados al camino, tresmuseos de la red vial Qhapaq an, y 1, 535 puestos de trabajo.

    tro resultado que merece resaltarse es la modalidad deejecucin presupuestaria.

    Abriendo posibilidades

    Para la Direccin Regional de Cultura-Cusco, el Qhapaqan representa la posibilidad de impulsar un proyectodescentralizado y participativo, con el involucramiento directode autoridades provinciales y distritales organizadas, con el nde revalorar el patrimonio cultural constituido por el sistemavial andino y contribuir con su conservacin.

    La poblacin percibe al proyecto como la posibilidad de asumirnuevamente un reto de integracin cultural, sustentada en l ahistoria y con una visin de futuro, respaldada en el legado de

    nuestros antepasados. En el caso de la poblacin cusquea,sta espera que las inversiones realizadas representen una

    efectiva y ecaz contribucin a la recuperacin de estoscaminos histricos y la posibilidad de su insercin en lospropsitos de desarrollo, con especial nfasis en el turismo.

    Finalmente, un aspecto que respalda la enorme importanciadel Programa Qhapaq an es el marco legal vigente, quepermite enriquecer la participacin poblacional en la tareade recuperar el sistema vial prehispnico, por medio decomisiones provinciales, establecidas en cada provincia queatraviesa el camino inca. Estos elementos son clave para elxito de esta enorme empresa. La articulacin de voluntadesser, nalmente, la que le devuelva al Qhapaq an su papelen la comunicacin de los pueblos de gran parte de Amricadel Sur.

    La ciudad de Cusco es el

    punto de partida del grancamino que integra a lospueblos sudamericanos.

    Desde esta regin, elPrograma Qhapaq an

    realiza una intensa laborque busca promover la

    recuperacin de estainmensa red.

    PROETO QAPAQ A- USO

    Vista satelital de la ciudad del Cusco.

    Templo de Wiracocha.Complejo arqueolgico de Raqchi,asociado al Qhapaq an, Cusco.

    Representacin en Qespiwanka, Urubamba ,Cusco. Por tada Rumiqolqa ,Cusco.

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    Apu Pariacaca

    Alto Caete

    Ely el

    E

    l paisaje cultural es consecuencia de las interac-ciones entre el hombre y la naturaleza, lo que leimprime caractersticas particulares, le agrega valory singularidad al espacio. Por tal razn el Per esun pas cargado de paisajes culturales singulares,

    la historia lo corrobora constantemente con lasmagncas evidencias encontradas a lo largo del Qhapaq an.La importancia de estudiar los paisajes culturales en nuestropas radica en la necesidad de comprender las dinmicaslocales y regionales que en l se dan, para a partir de ellogenerar estrategias de gestin y por ende de desarrollo endiversas escalas, desde una perspectiva patrimonial.

    Es en este contexto que el Instituto Nacional de Cultura, a travsde la Direccin de Estudios sobre Paisaje Cultural y en el marcodel Programa Qhapaq an, inici el primer estudio de paisajecultural en el Per, con el objetivo de formular una metodo-loga, novedosa y nica en nuestro pas, para la identicacin

    y registro de reas prioritarias de paisaje cultural y posterior-mente generar mecanismos que contribuyan a su proteccin,conservacin y puesta en uso social. Esta iniciativa creativafue posible gracias a un equipo multidisciplinario conformadopor un antroplogo, un arquelogo y un gegrafo; que coor-

    dinados desde la Unidad de Estudios Geogrcos elaboraronel estudio titulado Apu Pariacaca y el Alto Caete. Estudio dePaisaje Cultural(2009).

    En la cabecera de la cuenca del ro Caete se encuentra unimponente pico nevado que constituye un hito cultural y quedesde tiempos prehispnicos se llama Apu Pariacaca. Con5,860 m. de altitud, esta imponente montaa se ubica en laruta del Chinchaysuyu en el tramo Pachacamac-Jauja, comuni-cando de manera transversal el centro administrativo-religiosoPachacamac, en la costa peruana, con el centro administrativoen la sierra central Xauxatambo (Junn). Esta ruta es conside-rada como la ruta de peregrinaje ms importante que conduce

    al Apu, vinculando prcticas culturales y religiosas en torno al. Por este sendero ceremonial transitaba todo tipo de pere-grinos, los que suban desde el Santuario de Pachacamac (enla costa) y los que descendan desde Xauxatambo (en la sierra),rumbo al Santuario de Pariacaca. Ambos santuarios, Pariacacay Pachacamac, considerados como los ms importantes delChinchaysuyu y unidos por el Qhapaq an, fueron escenariosde grandes hazaas de dioses y de pueblos aledaos; de ahsu relevancia histrica y la conguracin territorial particular,conformando los paisajes culturales en torno al camino prehis-pnico.

    El paisaje cultural Apu Pariacaca y el Alto Caete constituyeel primer piloto de estudio de paisaje cultural, que abarca losterritorios de las comunidades campesinas de Tanta (provincia

    de auyos) y Huachipampa (provincia de Huarochir). Entre losobjetivos del estudio se explica las dinmicas en el paisaje, laorganizacin social del espacio y la idiosincrasia de las mani-festaciones patrimoniales contemporneas, para nalmenteanexar la variable patrimonio en la tarea de posicionar alpaisaje en el lugar prioritario dentro de los procesos de orde-namiento y gestin del territorio.

    En consecuencia, los paisajes culturales del Alto Caete son elresultado de procesos tanto biolgicos como climticos, puesse encuentran en un rango altitudinal particular, entre 4,087 y5,860 msnm. Los procesos geodinmicos y l as conguracionesantrpicas a travs de los tiempos, tambin han constituido - yconstituyen- una variable importante y trascendental para suactual conguracin.

    El nevado Pariacaca presenta dos picos caractersticos,formados como consecuencia del desarrollo de circosglaciares. El carcter permanente del hielo, conjuntamentecon los grandes desniveles altitudinales, la verticalidad predo-minante, los grandes contrastes visuales estacionales y diariospor efecto de las sombras, y los elementos lineales de lasformaciones rocosas y las aristas glaciares, coneren al nevadoPariacaca un alto valor visual.

    La ubicacin del Apu con respecto a su entorno territorialda como resultado un paisaje cultural de alto valor desde elpunto de vista escnico, pues su belleza intrnseca se debe alas condiciones fsico-naturales de la zona, como por ejemplola altitud, el relieve y el clima, los cuales relacionados a lasprcticas culturales ancestrales han generado dinmicas espa-ciales particulares desde tiempos prehispnicos hasta la actua-lidad.

    Asimismo, el paisaje cultural en torno al Apu Pariacacaes resultado de los procesos diacrnicos que en l se hansuscitado y que han transformado el territorio. La naturalezadel entorno estudiado involucra elementos tanto naturales delpaisaje en su dinmica cotidiana, como elementos del imagi-nario colectivo y cosmovisin del poblador, por lo que el ApuPariacaca contina siendo un hito geogrco de identicaciny pertenencia cultural, considerndose como el centro en lasdistribuciones de los asentamientos de poblacin.

    Esto se sustenta durante la Colonia, en la que ocurri la destruc-cin simblica del Pariacaca a consecuencia del proceso deextirpacin de idolatras, que fueron promovidas a la par delproceso de reducciones indgenas por la corona espaola, conla nalidad de extirpar sus creencias religiosas y adoctrinarloscon una nueva religin.

    Por otro lado, existe documentacin donde se explican losresultados de este proceso de destruccin que marc elfuturo de la poblacin yauyina y de todo el Tawantinsuyu.La poblacin local fue reubicada, en consecuencia. La orga-

    nizacin social (inuenciada por sus creencias religiosas ypolticas), fue alterada, favoreciendo los intereses lucrativos delos espaoles, ya que desarticularon redes viales, sociales, reli-giosas, afectando a las generaciones venideras y trasladandonuevas formas de vida, maneras peculiares de entender elespacio en un lugar que no les perteneca, congurando as elterritorio alrededor del Apu Pariacaca. Estas vivencias son anlatentes en la poblacin local actual.

    El trabajo realizado en 2006 ha permitido identicar doscategoras de paisaje cultural en el rea de estudio: paisajecultural asociativo (relacionados con los aspectos religiosos,artsticos o culturales en conjuncin con los elementos delmedio ambiente), representado principalmente por el nevadoPariacaca; y paisaje cultural evolutivo, continuo en el tiempo(que sigue teniendo un papel social activo en la sociedadcontempornea, conjuntamente con la forma tradicional devida), representado por los territorios de las comunidades deTanta y Huachipampa, donde se encuentran evidencias mate-

    riales de antigua ocupacin y existe un papel social activo en lasociedad contempornea, conjuntamente con la forma tradi-cional de vida.

    En el presente, el Pariacaca an es percibido como un hitosagrado, al que relacionan con lo sobrenatural o mtico,tejiendo cuentos y leyendas alrededor de l y su conguracinespacial altoandina, que normalmente est organizada por laaccin de los Apus o montaas sagradas, lo que no es ajeno enel Alto Caete donde funciona de manera similar. El Pariacacano solo constituye una fuente de estmulo para el imaginariode la poblacin, sino que constituye una fuente real que haceposible sus actividades de subsistencia, pues constituye unafuente de agua para los poblados aledaos. Esto se evidenciaen la tradicin oral que vincula al Apu con la distribucindel agua y hace que este cumpla un rol central en el ordeny conguracin de la naturaleza en lo ms alto del paisaje,vigilando y controlando todo.

    ESTUDIOS DE PAISAE ULTURAL E EL QAPAQ A

    Emma Gargurevich GonzlesnvestigadoraCFotos: Archivo INC

    Los paisajes culturales

    representan el resultadode la interaccin entre elhombre y la naturaleza. ElQhapaq an, en su recorrido

    Jauja-Pachacamac, tieneuna zona medular en tornoa la montaa Pariacaca,que a travs del tiemposigue siendo un hito deidenticacin y pertenenciacultural.

    El Pariacaca,imponente pico nevado que constituye un hito cultural.

    Comunidades de pastores en los alrededores del Apu.

    El Pariacaca tiene un papel socialactivo en la sociedad contempornea.

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    Diagnstico y registro del poblado histrico de Vilcashuamn.Estudio de tipologas arquitectnicas del poblado histrico de Vilcashuamn.Manual de tcnicas constructivas tradicionales del poblado histrico de Vilcashuamn.Programa Qhapaq anLima, Instituto Nacional de Cultura, 2009

    Chopccam kaniTres discos de msicatradicional/ folletoexplicativo/ letras de lascanciones en quechua ycastellanoLima, Instituto Nacional deCultura, 2009Los chopccas de Huancavelicason una de comunidades msrepresentativas de esta regin, pues poseen un fuertesentido de identidad hacia sus costumbres ancestrales.Se dedican principalmente a la agricultura, no obstantehan desarrollado una admirable tcnica musical. El Ins-tituto Nacional de Cultura presenta una recopilacin de38 canciones tradicionales en tres discos compactos. Esteproducto forma parte del proyecto sobre la cultura Chopc-ca, que se desarrolla en el marco del Programa Qhapaqan (Camino Principal Andino) y abarca toda la zona dehbitat de los chopccas, donde se encuentran tramos delcamino principal de sierra y diversos ramales secundarios.

    Apu Pariacaca y el AltoCaetePrograma Qhapaq anLima, Instituto Nacional deCutura, 2009El Apu Pariacaca y el Alto Caeteconstituyen una zona medular enel recorrido entre Jauja y Pacha-camac, un camino de peregrinajeen la ruta del Chinchaysuyu. Lasdinmicas espaciales actuales, encombinacin con las particularida-

    des fsicas del espacio hacen que, adems, este espaciosea interesante desde el punto de vista escnico, en re-

    lacin con las prcticas culturales ancestrales que, hastala actualidad, se mantienen con los matices normales deltiempo. El INC inicia con esta publicacin un trabajo decoordinacin y asesoramiento para el estudio del paisajecultural. Con esto permitir formular una metodologa deidenticacin y registro de reas a ser declaradas comopaisaje cultural, a n de generar mecanismos que con-tribuyan a la proteccin, conservacin y puesta en usosocial del patrimonio cultural vinculado al Qhapaq an ysu entorno natural.

    Ken, arte, ciencia ytradicin en diseoLuisa Elvira BelaundeLima, Instituto Nacional deCultura, 2009En el universo de los shipibo-konibo, uno de los cdigos demayor signicado es el siste-ma de diseo conocido como

    ken. Elaborado tradicional-mente por las mujeres, con ldecoran sus objetos de cermica, tejidos, adornos, armase incluso el cuerpo humano. La antroploga Luisa ElviraBelaunde aborda la complejidad simblica de esta formade diseo y nos muestra cmo este resulta no solo unelemento ms de la sociedad shipibo-konibo, sino que re-sume la cosmovisin, el conocimiento y la esttica de todoun pueblo, develando el origen y los vnculos estrechosentre una comunidad y su territorio.

    Ruraq Maki- Hecho amano. AyacuchoDisco/ folleto explicativoLima, Instituto Nacional deCultura, 2009La primera entrega de estaserie de documentales so-bre artistas populares, estdedicada a Ayacucho, regin

    del Per que alberga un artepopular de singular riquezapor la variedad y originalidad de sus expresiones. Aqu serecogen los testimonios de algunos de los ms grandesartistas populares vivos, todos ellos herederos y deposita-rios de una tradicin centenaria que se ha enriquecido conel aporte de sus creadores, encargados de retransmitirlasa las nuevas generaciones. Se trata de un esfuerzo comoparte de la labor de investigacin, registro, inventario,promocin y difusin del patrimonio cultural inmaterialque lleva adelante el Instituto Nacional de Cultura.

    Vilcashuamn fue durante el Incanato un puntoadministrativo primordial del Tawantinsuyu. Funcion

    simblicamente como un centro geopoltico, pues estabaa la mitad del camino entre Cusco y Quito. Siendo unaciudad de importancia, su conguracin fue igualmenterelevante. Su trazado tuvo la intencin de reproducir lagura simblica del halcn, dios tutelar andino, de dondeprovendra su nombre Willka waman o Halcn sagrado. Enel marco del programa Qhapaq an, se realiz un extensoestudio arquitectnico de todo el centro poblado, con elpropsito de aproximarnos al desarrollo y modicacin delrea urbana a travs del tiempo con relacin a su trazooriginal. Estos tres volmenes constituyen un notableacercamiento al estudio y comprensin de uno de loscentros poblados ms repr esentativos de Ayacucho.

    Al ingresar al Museo de la Nacin, lo primeroque el visitante ve en el piso es un senderopedregoso que simula un camino inca, que lo

    conduce hasta el cuarto piso y de ah, lo invitaa seguirlo hasta la sala donde se expone lamuestra Qhapaq an. El camino que nos une.

    Al ingresar, nios, jvenes y adultos pueden apreciar unamuestra grca que, sin lugar a dudas, los llevar a descubrirla trascendencia del Camino Principal Andino.

    La exposicin permite conocer de manera sumamentedidctica el trabajo multidisciplinario que realiza el ProgramaQhapaq an del Instituto Nacional de Cultura. Amenas ilus-traciones, fotografas, objetos, materiales de trabajo, trajestpicos, y video, permiten comprender el trabajo desarrolladopor arquelogos, antroplogos, arquitectos, historiadores ygegrafos para rescatar el milenario camino, as como las tradi-ciones y costumbres de las poblaciones ubicadas a lo largode ste. Esta muestra consta de diez paneles que muestranlos orgenes y el la labor realizada por el Programa Qhapaqan. Se pueden apreciar ilustraciones referidas al recorrido

    realizado por los arquelogos, a las tradiciones y costumbresde las poblaciones ubicadas a lo largo del camino, las cualesconforman un patrimonio inmaterial valioso que es necesario

    revalorar y preservar.Tambin destacan los paneles dedicados al paisaje cultural,expresin de la sociedad andina, y monumentos coloniales yrepublicanos erigidos sobre construcciones incas. Se explicaadems, la importancia de los proyectos de puesta en usosocial, denominados as porque buscan lograr la recupera-cin de sitios arqueolgicos pero con el compromiso de lapoblacin para su mantenimiento.

    Asimismo, destaca el panel en donde se explica el procesode nominacin del Qhapaq an como Patrimonio de laHumanidad. Lograr esta declaracin ser una demostra-cin de la importancia histrica y cultural de esta proezadel hombre americano, que desde tiempos inmemorialesfue capaz de conocer y valorar el territorio, crear formas dedominio espacial y hacer de l a comunicacin un valor sustan-tivo. De esta manera se puede apreciar la plena vigencia queadquiere hoy, el Qhapaq an.

    ElCaminoque nosune

    EXPOSII