23 canciones de violeta parra (1)
TRANSCRIPT
23 CANCIONES
DE VIOLETA PARRA
INTEGRANTES : Valentina Rubilar F.
Francisco Sánchez B.
CURSO : 7ºA
ASIGNATURA : Lenguaje
PROFESOR : Rosa González C.
ESTABLECIMIENTO: Colegio Extremadura
pág. 1
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo corresponde al resultado de la búsqueda de información acerca de la vida
y obra de la compositora chilena, Violeta Parra, principalmente sobre su obra literaria “23 canciones
de Violeta Parra”. Analizaremos literariamente algunas de estas canciones y retrocederemos en el
tiempo para poder ver los acontecimientos en la época en que vivía nuestra compositora. Además
realizaremos un cómic con una de ellas.
BIOGRAFÍA
Nace Violeta del Carmen Parra Sandoval, el 4 de octubre de 1917, existe controversia
respecto al lugar de nacimiento, para muchos es de San Fabián de Alico un pequeño pueblo que se
ubica hacia la cordillera de San Carlos, para otros nació en una modesta vivienda de la calle Robles
531 en San Carlos, Provincia de Ñuble, Octava región, localidad del sur de Chile. Nicanor Parra Parra
es su padre, profesor primario y Clarisa Sandoval Navarrete, su madre, una campesina guitarrera y
cantora.
pág. 2
Violeta tuvo ocho hermanos, el poeta Nicanor, el primogénito, y dos medios hermanos, pues
su madre era viuda al casarse con Parra. Su veta artística la hereda de su padre, importante
folklorista de la región y también de su madre.
En 1921, Nicanor Parra es nombrado profesor del Regimiento Andino en Lautaro, hasta
donde llega toda la familia. Clarisa también se afana sobre la máquina de coser para cooperar a la
mantención de la prole numerosa. Violeta ha cogido continuamente pestes y enfermedades, pero
estando sana chapotea junto a sus hermanos en las aguas del río Ñuble y se divierten en los
aserraderos y barracas del sector.
Hacia 1927 la familia está de vuelta en Chillán. El padre, que ha sido despedido del trabajo,
siente que pierde su norte y bebe incansablemente para paliar la frustración. Durante el gobierno de
Carlos Ibáñez, cientos de empleados fiscales son exonerados. La madre hace lo imposible para
mantener el hogar a flote cosiendo infatigablemente, lavando, vendiendo y comprando lo necesario.
Los niños revelan precozmente su inclinación al espectáculo. Imitan a los artistas de los circos que se
instalan en las proximidades del hogar. Se disfrazan con atuendos de papel; a dúo cantan Violeta y su
hermano Eduardo, montan más de algún show por el que cobran entradas a los niños. Violeta sigue
cursos primarios y un año en la escuela normal, pero abandona sus estudios pronto y debe trabajar
en el campo para ayudar a su familia, ya que su padre enferma gravemente; los pocos bienes que les
quedan son enajenados. La pobreza es combatida por los niños que salen a cantar en trenes,
campos, pueblos, calles e incluso en más de un burdel. San Javier, Chillán, Parral, todo lo recorren.
Restaurantes, posadas y circos tampoco son desechados. A los doce años compone sus primeras
canciones que acompaña de la guitarra. El dinero que aporta se hace más necesario que nunca. El
padre ha muerto; esto parece señalar el alejamiento definitivo de la infancia. Marcha a Santiago poco
antes de cumplir los veinte años.
Los comienzos de Violeta fueron duros, sus primeras presentaciones las hizo en sitios muy
modestos tales como boliches de barrio, circos, quintas de recreo, radios, etc., en donde interpretaba
tonadas de carácter popular e incluso boleros románticos. Tiempo después decide interpretar música
de género folklórico y a componer. En la mayoría de sus creaciones se advierte la manifestación de
un mundo interior rico en vivencias de hondo contenido humano, reflejo de una vida triste y poco feliz.
En 1937 conoce a Luis Cereceda, ferroviario, con quién contrae matrimonio. De esta unión
nacen Isabel y Ángel, continuadores luego de su arte. Recorre distintas localidades de Chile en los
años siguientes, trabajando en teatros y boliches, recopilando canciones antiguas de su país. En
1948 se separa definitivamente de Cereceda, y sigue su vida itinerante por Chile. Al año siguiente
vuelve a casarse, y de este nuevo matrimonio nacen sus hijas Carmen Luisa y Rosita Clara. Recorre
el país trabajando con sus dos hijos mayores en circos y teatros, y recopilando la música campesina
chilena.
pág. 3
En 1953 comienza a alumbrarse el verdadero genio de Violeta Parra. Después de un recital
en casa de Pablo Neruda, Radio Chile le contrata una serie de programas que la lanzan a la primera
línea del arte folklórico del país. Intensifica su trabajo de recopilación folklórica por todo Chile. Con un
magnetófono y una guitarra, recorre los lugares más recónditos para rescatar el folklore olvidado de
su pueblo, haciéndose cantar composiciones populares por cantores que a veces frisan los cien años
de edad.
Con su guitarra recorrió regiones y pueblos del norte y del sur del país recopilando e
interpretando canciones grabadas por ella. Sus obras son muchas y comprenden Tonadas,
Parabienes, Villancicos, además del canto a lo Divino y a lo Humano; danzas como el Pequén, la
Sirilla, el Chapeco, la Refalosa, Cuecas, etc.
En 1954 obtiene el premio Caupolicán, otorgado a la folklorista del año. Es invitada al Festival
de la Juventud, en Polonia, y recorre la Unión Soviética. Violeta logró gran éxito y colocó a nuestro
folklore a una altura alcanzada jamás por nadie. Fija su residencia durante dos años en París,
grabando allí sus primeros discos y sus recitales transmitidos por radio y televisión. Sin embargo, en
París tuvo noticias de la muerte de su hija Rosita Clara.
Regresa a Chile en 1956 y al año siguiente se traslada a Concepción, contratada por la
universidad de la ciudad. Funda y dirige el Museo de Arte Popular de esta localidad y graba nuevos
discos, además de reiniciar su labor de recopilación folklórica.
. En 1958 regresó a Santiago, y posiblemente para sobreponerse a la tragedia, su actividad
artística se multiplicó y comienza a pintar y hacer tapices. Ofrece recitales por todo el país y graba
nuevas canciones.
En 1960, durante una larga enfermedad que la retiene en cama varios meses, comienza a
iniciarse como arpillerista, inventando materiales y técnicas para ello. Conoce ese año al músico suizo
Gilbert Favré, estudioso del folklore sudamericano y se enamora de él.
Viaja en 1961 a Buenos Aires y después a Europa, junto con sus hijos mayores. Participa en
el Festival de la Juventud de Finlandia, y recorre la Unión Soviética, Alemania, Austria, Italia y
Francia. Vuelve a fijar su residencia en París durante tres años. Canta en la Candelaria y en L'Scala.
Graba discos, realiza exposiciones de sus trabajos y recitales de canto en la UNESCO y el Teatro de
las Naciones.
En 1964 expone en el Museé Des Arts Décoratifs Palais du Louvre, 103 rue de Rivoli 75001
Paris, sus pinturas, óleos, arpilleras y esculturas de alambre. Es la primera vez que un artista
sudamericano es acogido por este museo para una exposición individual.
pág. 4
En junio de 1965 regresa a Chile. Instala en las afueras de Santiago una gran carpa, especie
de circo, a la que llama Carpa de La Reina, y que quiere sea un centro de cultura de folklore, pero la
respuesta del público no fue muy motivadora.
En 1966 viaja a Bolivia, donde canta con Gilbert Favre. Regresa con él a Chile. Viaja por el país
cantando en teatros. Compone sus últimas canciones, que graba en un Long Play, acompañándose
de sus hijos y del músico uruguayo Alberto Zapicán.
Violeta Parra muere el 5 de febrero de 1967. Se suicida en la Carpa de la Reina a la edad de
cincuenta años. Tres años más tarde es editado su libro Décimas, por impulso de su hermano
Nicanor.
Violeta Parra fue una artista muy completa y todas sus creaciones marcadas por un profundo
contenido humano.
OBRAS
Sus obras han traspasado fronteras lo que demuestra lo universal de sus creaciones, pero un
rasgo más notable fue su entrañable cariño por su patria y su Pueblo.
LEGADO MUSICAL
Un aporte importante a la música es el rescate de la tradición musical chilena por parte de
Violeta: el canto a lo divino (El rin del angelito, Verso por una niña muerta, por ejemplo), el lamento
mapuche, sus canciones nortinas, sin dejar de lado su gran sensibilidad social en canciones como:
“Mazúrquica modérnica”, “Rodríguez y Recabarren”, “La Carta”, entre otras.
Cabe destacar en el legado musical de Violeta sus interesantes composiciones
instrumentales para guitarra, donde conjuga folclorismo y modernidad.
Entres sus obras musicales más destacadas se encuentran:
Gracias a la Vida
Volver a los 17
Run run se fue pa´l norte
El albertío
Que dirá el Santo Padre
Mazúrquica modérnica
Rin del angelito
Según el favor del viento
Miren como sonríen
La jardinera
Y arriba quemando el sol
Arauco tiene una pena
pág. 5
La carta
Casamiento de negros
El palomo
LEGADO ARTISTICO Está principalmente formada por arpilleras y oleos realizados sobre
tela, madera y cartón. Los temas son cotidianos como familia, recuerdos de infancia, pasajes de la
historia. Fueron creados por Violeta entre los años 1954 y 1965 en Santiago, Buenos Aires, Paris y
Ginebra y has sido expuestas en varios museos del mundo, hoy día todas ellas son patrimonio de la
fundación Violeta Parra, creada por sus herederos para rescatar y preservar sus obras.Entre sus
obras plásticas tenemos:Exposiciones individuales1964: Exposición individual del cuerpo humano
Louvre, París, Francia.
1970 : Recordando a Violeta Parra. Instituto Cultural de Las Condes, Santiago.
2003 : Óleos de Violeta Parra, Palacio Consistorial de la I. Municipalidad de Santiago,
Santiago.
Exposiciones colectivas
Ferias de Artes Plásticas al aire libre, Museo de Arte Contemporáneo, Universidad de Chile,
Santiago.
1959 : Exposición pictórica en Buenos Aires, Argentina.
Exposición en Ginebra, Suiza.
2010: voces se unen con la canción gracias a la vida por la tragedia que afecta a la zona
centro sur de Chile.
Obras en colecciones particulares
Velorio de angelito, bordado sobre tela, 27 x 41 cm
La hija curiosa, óleo sobre madera, 36 x 46 cm
El machitún, óleo sobre madera, 31 x 46 cm
Contra la guerra, bordado sobre arpillera, 144 x 192 cm
Combate naval I, bordado sobre arpillera, 225 x 130 cm
El circo, bordado sobre tela
Árboles coloridos, óleo sobre madera, 46 x 23 cm
La cantante calva, 1960, bordado sobre yute natural, 136 x 46 cm
Leyendo 'El Peneca', 1965, óleo sobre madera, 51 x 73 cm
pág. 6
ARPILLERAS
Thiago de Mello. 1960 165 x 130 cm. Yute teñido bordado con lanigrafía. Fundación Violeta Parra
pág. 7
El circo. 1961. 122 x 211 cm. Tela artificial y bordados en lanigrafía. Fundación Violeta Parra
OLEOS
Velorio de angelito. 1964. 27 x 41 cm. Óleo sobre tela. Fundación Violeta Parra.
pág. 8
Los Parra. 1964-1965. 50 x 80 cm. Óleo sobre madera aglomerada. Fundación Violeta Parra.
PAPEL MACHE
Genocidio 1963-1965. 47 x 89,5 cm. Sobre relieve de papel maché en madera aglomerada. Fundación Violeta Parra.
pág. 9
Niños en fiesta 1963-1965. 58,5 x 99 cm. Sobre relieve de papel maché en madera aglomerada. Fundación Violeta Parra
ANÁLISIS LITERARIO
“GRACIAS A LA VIDA ’’
Esta canción refleja el profundo agradecimiento que siente la artista por la vida y la capacidad
de apreciarla y aprovecharla. En cada verso de la canción se pretende demostrar la enorme gratitud
que ella siente, es así como le da gracias a la vida por poder distinguir el bien del mal, la belleza de la
vida y la belleza interior. Agradece por las cosas simples y el poder apreciarlas. También da gracias
por poder identificarse con su pueblo. Al parecer, el sentimiento de gratitud que evidencia Violeta
está motivado por su estado de enamoramiento, ya que en repetidas estrofas menciona al hombre
que ama, algo de lo cual también muestra agradecimiento.
El hablante refleja una actitud carmínica o de la canción pues Violeta da a conocer su mundo
interior y expresa sus sentimientos personales.
El mensaje que “Gracias a la vida” entrega es valorar todo aquello que la vida nos ha ofrecido
y estar agradecidos por ello.
“EL RIN DEL ANGELITO”
pág. 10
Cuando un niño se muere, se va directo al cielo porque tiene el alma pura e inocente. A
diferencia de lo que se hace normalmente, antes, las familias celebraban que iban a tener un angelito
cuidándolos desde el cielo. En este poema Violeta Parra trata de decir que el cuerpo de ese niño que
murió, queda en la tierra, pero que el alma se va al cielo y queda reflejada en la naturaleza (pajaritos,
rosas, luna, etc.) para los que se quedan. Al relacionar el alma de niño con la naturaleza, se puede
concluir que la visión de la naturaleza para Violeta Parra, es algo puro, sencillo e inocente.
En esta canción el objeto lírico es la muerte de un niño y el hablante lírico es alguno de los
familiares del niño que falleció. El ánimo de esta canción es tristeza por la muerte del niño, pero a la
vez felicidad porque su alma va al cielo y desde ahí los cuida, nos entrega un mensaje de esperanza
y de aliento ya que al vivir un momento tan triste, como es la muerte de un pequeño, podemos tener
la certeza que él sigue vivo en la naturaleza que nos rodea y que desde el cielo su alma nos cuida. El
motivo lírico de la canción es nostalgia y tristeza.
Tiene actitud enunciativa ya que esta describiendo los hechos que le siguen a la muerte del
niño u objeto lírico.
“MALDIGO DESDE EL ALTO CIELO”
A diferencia de “Gracias a la vida” esta canción es un escupo a todo lo que era su fe, desde el
amor hasta a la naturaleza. Esta canción refleja una profunda y creciente desolación, una amargura
incontenible “por culpa de un traicionero”. Esta angustia desgarradora se hace evidente ya que
Violeta Parra llega a maldecir todo, tanto lo creado por el ser humano como la naturaleza. El motivo
es la desolación por un desamor.
El hablante refleja una actitud carmínica ya que la autora refleja sus sentimientos y los da a
conocer.
El mensaje de esta canción es amargura y pesimismo para y con la vida, lo cual es
transmitido tanto en el escrito como en la interpretación del tema.
pág. 11
ANÁLISIS HISTÓRICO
Los temas populares y los problemas sociales estuvieron muy presentes en las canciones de
Violeta Parra. Y aunque ella no participaba en política, se la ha caracterizado como “la voz de los
marginados”.
El viajar por todo el país puso a Violeta en contacto con la realidad social chilena, llena de
desigualdades económicas. Violeta Parra adoptó una postura política de militante de izquierda que le
llevó a buscar las raíces de la música popular. Violeta creció en la época de la Gran Depresión de
1929, la cual repercutió con gran fuerza en el país, desencadenando una vasta agitación social, que
se tradujo en una fuerte inmigración de obreros desempleados del norte salitrero a Santiago, una
escasez de los bienes básicos de consumo, la represión a los miembros de la Federación Obrera de
Chile, así también como a los militantes del Partido Comunista, que se tradujo en detenciones,
torturas y desaparición de personas. En el plano económico, empeoraron los efectos de la crisis
económica mundial en el país y, la explotación minera se hacía mayoritariamente por privados
extranjeros.
“HACE FALTA UN GUERRILLERO”
Violeta Parra al vivir en una época donde no se hacían respetar los derechos de los con
menos recursos, donde la gente con “poder” se aprovechaba de las personas más pobres, como ella,
siempre quiso luchar por sus derechos, tal como lo hizo en su tiempo Manuel Rodríguez, por eso ella
dice en la canción “quiero un hijo guerrillero que la sepa defender” refiriéndose a su patria y a que le
gustaría que mas personas actuaran como Manuel Rodríguez “El Guerrillero”. En esta canción ella
pide el nacimiento de un nuevo Manuel Rodríguez, ya no para luchar por la independencia de Chile,
sino para que sepa "lo que se tiene que hacer / cuando nos venden la patria / como si fuera alfiler",
Violeta había recorrido los barrios más pobres de Santiago de Chile, las comunidades mineras y las
explotaciones agrarias. Chile se encontraba en un periodo de inflación muy elevada, por lo cual el
presidente de entonces, Carlos Ibáñez del Campo, debió llamar a la firma consultora económica
pág. 12
Klein-Sacks. Las medidas de Klein-Sack estaban orientadas a la estabilización económica,
reduciendo el gasto público y congelando los salarios, por lo cual no agradaron a la población,
ocasionándose en 1957 una huelga que terminaría con un veintenar de muertos, por hechos como
esos ella pide que existieran más guerrilleros como Manuel Rodríguez.
“LOS PUEBLOS AMERICANOS”
Gran parte de su obra artística se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial, en un
mundo dividido por la Guerra Fría. La Unión Soviética y Estados Unidos se disputaban la superioridad
política mundial y dos grandes ideologías (capitalismo y socialismo) se enfrentaban en todo el mundo.
Las guerras de Corea y Vietnam en Asia, los procesos de descolonización en África y la Revolución
Cubana en América son expresiones de este conflicto, marcando la vida y el mundo en que vivió
Violeta. Esta canción la escribió para mostrar que ella no quería más guerras, por un puñado de
tierra, Violeta quería que terminen los líos, ella quiere un mundo unido. En esta canción, la autora
hace un llamado a la unión de los países y derribar fronteras. Ella consideraba que América debía ser
una y no dejarse llevar por los gobernantes. En los años que esta canción fue publicada comenzaba
el incidente de Disputa de la laguna del Desierto entre Chile y Argentina.
“AL CENTRO DE LA INJUSTICIA”
Habla de la injusticia que sufría Chile en ese entonces, habla de que sólo mostraban el lado
bueno de Chile a las personas de afuera, pero nunca mostraban el lado pobre, voluntariamente
pasaban por alto que la gente rica vivía gracias al sudor del pobre, El pueblo, por un salario
miserable, se esforzaba para llenarle el bolsillo a los que tenían mayor poder, y éstos, los
poderosos, no realizaban el menor esfuerzo. Violeta quería dar a conocer con su canción la “cara
oculta de Chile” como cuando dice “Linda se le ve la Patria señor turista, pero no le han mostrado las
callampitas, mientras gastan millones en un momento de hambre, se muere gente que es un
portento”. El acento en la crítica social fue cada vez más tónico. En medio de las convulsiones y
levantamientos de la década de los sesenta, Violeta escribió verdaderos himnos de combate. Es así
como “Al Centro de la Injustica” Violeta resume su indignación acarreada durante años.
pág. 13
ANÁLISIS “LA EXILIADA DEL SUR”
TIPO DE RIMA
Esta escrita en Décimas, estrofa constituida por diez versos octosílabos. Distribuida en
a/b/b/a/a/c/c/d/d/c que significa que tiene que rimar.
Un ojo dejé en Los Lagos a
por un descuido casual, b
el otro quedó en Parral b
en un boliche de tragos, a
recuerdo que mucho estrago a
de niña vio el alma mía, c
miserias y alevosías c
anudan mis pensamientos, d
entre las aguas y el viento d
me pierdo en la lejanía. c
Y sus rimas son consonante: se repiten todos los sonidos a partir de la última vocal acentuada (o
vocal tónica) de la palabra final del verso rimado.
HABLANTE LÍRICO
Violeta Parra al decir “Se vio a la…Violeta Parra sin cuerdas en la Güitarra sin hojas en el
coligüe” estaba ella hablando de ella misma como una mujer “perdida”.
ACTITUD LÍRICA
Carmínica o de la canción ya que en esta canción Violeta abre su mundo interno, expresa
sus sentimientos, reflexiona acerca de sus sensibilidades personales, lo que sintió al irse del sur, su
sentimiento de perdición.
FIGURAS LITERARIAS
En esta canción encontramos:
pág. 14
Hipérbole, constantemente la utiliza al desproporcionar la realidad diciendo, por ejemplo:
“Mi brazo derecho en Buin
quedó señores oyentes
el otro por San Vicente
quedó no se con que fin…”
Personificación, al decir por ejemplo “Mi corazón descontento latió con pena en Temuco” ya
que le da cualidades de persona a un órgano del cuerpo
CONCLUSIÓN
Al analizar la obra “23 canciones de Violeta Parra” viajamos en el tiempo a la época en que
ella vivió, Violeta Parra Sandoval provenía de una familia tradicional de la zona centro-sur de Chile.
Sus raíces artísticas se pueden encontrar directamente en sus padres, Nicanor Parra Parra quien
fuese profesor primario y un destacado folklorista; y de su madre Clarisa Sandoval Navarrete, de
quien Violeta recordaba su afición a las canciones populares. Su legado es inmenso por lo cual
Violeta constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Fue una artista
multifacética, que logró plasmar en su obra su profundo compromiso con el ser humano. En la
década de los 50, comenzó a recopilar la tradición musical de diversos barrios de Santiago, iniciando
así una tarea que mantendría durante toda su vida: el rescate de la cultura popular chilena. Es así
pág. 15
como toda su obra es reflejo de una vida completa dedicada a rescatar las raíces y la memoria
colectiva de Chile y el continente americano.
Los temas populares y los problemas sociales fueron una constante en las canciones de
Violeta. Su canto también tiene un fuerte contenido social, de crítica y resistencia al sistema vigente y
a las desigualdades; las privaciones que sufría el pueblo eran conocidas por ella, ya que había nacido
pobre y conocía de carencias, es así como sus duras vivencias generan canciones como "Hace falta
un guerrillero", "Los pueblos americanos" y "Al centro de la injusticia".
Aunque no tuvo mucha felicidad en el amor con dos matrimonios y un abandono que la
marcaron, ella escribió bellas canciones llenas de optimismo, como por ejemplo “Gracias a la Vida”,
canción que ha sido interpretada por artistas nacionales como extranjeros, convirtiéndose en una de
sus más bellas obras.
Violeta se dedicó también a la realización de cerámicas, óleos, arpilleras y esculturas.
El fracaso de su carpa –peña, la separación de su gran amor Gilbert Favre, el desprecio por
las instituciones de la época y la insuperable muerte de su hija Rosita Clara, le hicieron insostenible la
vida, poniéndole fin con un disparo el 5 de febrero de 1967.
pág. 16