3.- ¿que es la automedicaciÓn? - universidad de...
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3.- ¿QUE ES LA AUTOMEDICACIÓN?
Sin duda alguna el buen empleo y la buena administración de los medicamentos y más
cuando estos son por prescripción médica, vienen a ser una de las posibles fuentes innegables
de alivio cuando presentamos algunos problemas con nuestra salud.
Tan solo en el mercado de la industria farmacéutica, las insulinas, la gran variedad de
antibióticos y las baratas y sencillas sales de rehidratación oral salvan un sinnúmero de vidas
cada día.
El problema al que nos enfrentamos con la automedicación, radica en determinar cuando
estas superan los beneficios para pasar a los riesgos. La tarea en determinar en qué momento
estamos actuando con prudencia o no al auto administrarnos el fármaco, prácticamente no
existe.
Al respecto, el Doctor James S. Todd de la Asociación Médica Americana, menciona lo
siguiente: “no existe ningún medicamento conocido que sea totalmente inofensivo y el profano
no está en posición de juzgar”29 Así mismo, autores como E. Menéndez, consideran que la
atención doméstica –que él denomina “modelo de atención basado en la automedicación”,
distinguiéndolo del “modelo médico hegemónico” y del “modelo alternativo subordinado”- es
“estructural a toda la sociedad” y en ella las acciones son llevadas a cabo por la propia persona
o personas inmediatas de su grupo parental o comunal y en el cual no actúa un curador
profesional.30
En México contamos con una amplia posibilidad de alternativas para encontrar alivio y
soluciones inmediatas a nuestros malestares. Esta situación se ilustra de manera clara en la
abundante y desenfrenada proliferación de medicamentos que existen en el mercado nacional
y la accesibilidad que el individuo tiene para adquirirlos y hacer uso de los mismos, sin sopesar
siquiera las consecuencias o efectos que consigo produce dicha acción.
Se ha querido justificar en repetidas ocasiones y más por algunas organizaciones y
asociaciones médicas31dedicadas a la comercialización y elaboración de fármacos; de que la
acción y presencia de este problema que conduce a una inapropiada automedicación, es más
prominente entre todas aquellas personas que cuentan con un bajo nivel educativo y cultural.32
Es incuestionable que el nivel educativo de la persona mexicana tiene una estrecha relación
con el nivel socioeconómico del mismo. Por lo tanto, si hablamos de la población menos
favorecida, diríamos que esta tiene poco acceso a la información médica, capacidad crítica
limitada, capacidad limitada para determinar un autodiagnóstico y, por ende, una ignorancia
relativa de los aspectos fundamentales del manejo de los medicamentos de patente.
En México, se vislumbra una cultura errónea con respecto al uso de los medicamentos.
Prácticamente esta se ve fortalecida por la clase de personas que tienen mayor acceso a la
información y conocimiento sobre el uso de los medicamentos. Sin embargo, estas personas
que tienen dicho conocimiento y uso adecuado de los fármacos, no son inherentes a las
consecuencias de este problema; ya que sufren los mismos estragos de aquellos que por falta
29 DESPERTAD: Revista Informativa Familiar. Observando al Mundo. 8 de Octubre de 1988. p. 30 30 Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS). Medicina tradicional y Enfermedad. Capítulo I.
México D.F. 1988. p. 15 31 Más adelante se menciona y se cita a una de las Asociaciones dedicadas a la fabricación de medicamentos en México. 32 Según la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA). Sin embargo, sería importante
un estudio estadístico para corroborar o negar dicha afirmación.
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de educación o por encontrarse en una situación socioeconómicamente desfavorable no
conocen los riesgos de la automedicación.
Una de las bases para el progreso de la salud en los individuos y la aplicación de las ciencias
a la misma, se determina en la instrucción y enseñanza al mayor número de sujetos para que
cada uno vele su propia salud y no sea un agente portador de enfermedad. “Esta se basa en el
principio de que todo hecho científico no llega a producir su total impacto en el progreso de la
salud hasta que es ampliamente aceptado y por ende divulgado al resto de la humanidad para
su utilización.”33 Por ejemplo:
1).- La mortalidad infantil se redujo cuando las madres de familia comprendieron la
importancia y la necesidad de esterilizar los biberones que utilizaban para la alimentación de
sus pequeños hijos.
2).- Los comprobados e innumerables beneficios que consigo trae la necesaria aplicación de las
vacunas a todos los pequeños recién nacidos o, aquellos conforme a su etapa de crecimiento.
3).- Otro ejemplo de las aplicaciones de las ciencias de la salud a la vida cotidiana y que tiene
una relación estrecha con el problema de la automedicación, gira en torno a los antibióticos.
Se puede decir que terribles enfermedades como pulmonía y sífilis han sido curadas y se
utilizan también para controlar y evitar la reaparición de las fiebres reumáticas, y reducir la
frecuencia y gravedad de las infecciones. “Pero a pesar de estos beneficios los antibióticos
tienen sus limitaciones y desventajas; ya que: no curan enfermedades causadas por virus
(hepatitis, gripa, sarampión). Algunos de ellos causan reacciones en individuos sensibles, tales
como erupciones, desvanecimientos, sordera, alergias, e incluso la muerte. La utilización de un
antibiótico, durante cierto tiempo, conduce al surgimiento de indicios de bacterias
productoras de enfermedades resistentes al antibiótico de que se trate. El suministro de
antibióticos no asegura que una persona pueda desarrollar perdurable resistencia a las
enfermedades. Los antibióticos pueden estimular a la patogenia (capacidad para producir
efectos dañinos), de hongos en el sistema digestivo que de lo contrario, permanecerían
inactivos.”34
Hechos como estos, indudablemente, son los que le dan forma al contenido de la educación
para la salud, ya que sus descubrimientos fueron dados a conocer a toda la humanidad para su
aplicación.
Se supone que una acertada educación acerca de la salud, adecuadamente llevada a la
práctica, traería consigo un mejoramiento de los hábitos de vida por medio de la utilización de
medidas como las inmunizaciones, aislamiento de los enfermos, y aseo e higiene personales.
Hasta la fecha se ha registrado un notable progreso, pero no todas esas metas han sido
superadas, como en el caso del problema de la automedicación.
Se podrían citar una gran cantidad de ejemplos suscitados en torno al progreso y
efectividad de la aplicación de las ciencias, pero en este caso, vale la pena analizar el problema
de la automedicación, que toca de manera muy seria los niveles de salud y desarrollo de la
humanidad.
Considerando que la automedicación representa un severo problema de salud publica, ya
que esta puede ocasionar graves daños a la salud individual, familiar y colectiva; cabe
destacar, que este no es un problema que compete únicamente a los sujetos o profesionales
que laboran en dicha área, si no que, como menciona E. Menéndez; este es un problema
estructural a la sociedad; en donde también “interviene la industria farmacéutica, la farmacia,
33 Sola, Mendoza Juan: Introducción a las Ciencias de la Salud. Trillas 4ta. Edición, México 1993. Pp. 89. 34 Ibid. Pp. 90-96.
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el personal profesional médico, los profesionales farmacéuticos, los administradores de la
salud y reguladores y finalmente los consumidores o pacientes.35 Por lo tanto, las respuestas o
soluciones deben buscarse en la generalidad de estos factores y la correlación que existe
entre el comportamiento y desarrollo de la población (en la interrelación con el individuo y su
medio social) y no en algún aspecto en particular, como suele ocurrir en algunos otros
problemas de competencia social.
Por los problemas mencionados anteriormente, se puede afirmar que la automedicación, es
una practica extendida a todos los niveles socioeconómicos del país, la cual conlleva a un sin fin
de problemas de salud que tarde o temprano requerirán de atención médica especializada, ya
sea en instituciones públicas o consultorios privados.
La automedicación sucede cuando el individuo presenta problemas con su salud y recurre a
los fármacos buscando un alivio a sus malestares. Sin embargo, al carecer de los
conocimientos médicos adecuados y del uso correcto de la sustancia activa del medicamento;
puede caer en el error de confundir un cuadro sintomático con otro y utilizar los
medicamentos inapropiados (ya sean recomendados por un familiar, amigo o por la sugerencia
del empleado de la farmacia) que, lejos de provocar una mejoría a su salud la empeora,
provocando una situación de confusión sintomatológica que al final, al ser atendido por el
médico éste tiene dificultades para interpretar los signos y emitir un diagnóstico correcto.
“Cuando un paciente consume medicamentos por automedicación corre el riesgo de pasar
por alto las potenciales interacciones entre otros medicamentos que pudiera estar tomando de
manera concomitante, por razón de tratamientos previos, sobre todo en el caso de
padecimientos crónicos, y por lo tanto, agravar su padecimiento.”36
Otro riesgo potencial es el que sucede con los alimentos, ya que estos al combinarse con
ciertos medicamentos, pueden traer como resultados el bloqueo del efecto farmacológico. La
automedicación de ciertos grupos de medicamentos, aun aquellos que podrían considerarse
inofensivos, pueden desarrollar fármaco-dependencia.
En el Seminario Internacional sobre Automedicación Responsable en América Latina que se
llevó a cabo en la Cd. de México los días 23 y 24 de septiembre de 1999, se discutió un punto
importante en donde se especifica que “existe una clara tendencia, tanto en los países
europeos como en los latinoamericanos, de consumir con mayor frecuencia grupos terapéuticos
tales como analgésicos, antibióticos y antigripales. Los estudios realizados en algunos países
de América Latina incluyendo México, detectan ciertas incongruencias entre el medicamento
adquirido y los síntomas que estimulan la compra. Por ejemplo, se continúa utilizando
antibióticos en 49% de las enfermedades diarreicas, es decir, que de cada dos pacientes con
diarrea, uno de ellos utiliza un antibiótico por auto prescripción o por recomendación del
personal de la farmacia. En relación con el tratamiento de las infecciones respiratorias
agudas, 24% son los denominados cuadros gripales y 88% de los casos son tratados con
antibióticos tales como la ampicilina, penicilina, amoxicilina en circunstancias de que éstos
podrían ser tratados con medicamentos sintomáticos.37
“La epidemiología de la IRA (Infecciones Respiratorias Agudas) demuestra que mas del
90% de estos cuadros son virales y no requieren de antibióticos. El uso inapropiado de 35 Proyecto Infopharma en América latina: Informe Técnico. Taller de Automedicación Responsable en América Latina en una Sociedad Global de Información. Septiembre, 1999 México D.F. 36 Foro Nacional de Consulta Pública. “La salud de los mexicanos” Julio 2000, (Jun-Nov. 1999). Comisión de Salud.
Cámara de Diputados. H. Congreso de la Unión. “Buscando alternativas para Disminuir la Venta Indiscriminada de Medicamentos en la Frontera de Tijuana”. p. 92 37 Proyecto Infopharma - op. cit. p. 5
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antibióticos representa un riego directo para la salud y un desperdicio de recursos, con la
posibilidad de contribuir a la resistencia bacteriana. Esto último, afecta al individuo, hace
vulnerable a su comunidad y tiene efectos negativos a escala global creando resistencia a los
antibióticos comunes y obligando a
tratamientos complejos, riesgosos y costosos.
Esto ha sido identificado como uno de los
problemas actuales de la salud pública.” 38
Por otro lado, y de manera sobresaliente, es
importante señalar una razón significativa que
influye también determinantemente en el
mantenimiento y continuidad de este
fenómeno, que implica a su vez la constante y
variada fabricación, distribución y consumo de
medicamentos, publicitados a través de
distintos medios de comunicación;
independientemente de la justificación y el
respaldo que estos llegan a tener por las
propias organizaciones de la salud y la
autorización legal que se le atribuyen a los
mismos para su venta.
La Asociación de Fabricantes de
Medicamentos de Libre Acceso, A. C. (AFAMELA) define por Automedicación Responsable lo
siguiente:
“La automedicación responsable es la decisión que de manera consciente ejerce un consumidor para
aliviar diversos síntomas y problemas comunes de salud con los llamados medicamentos de libre acceso.
Es evidente entonces, que la automedicación responsable no guarda relación alguna con el uso
indiscriminado que se hace de los medicamentos de receta y que conocemos como auto prescripción. En
primer término, la automedicación responsable tiene como objetivo el alivio de síntomas o problemas
comunes de la salud, frecuentemente de carácter autolimitado, que pueden ser identificados por el
consumidor sin mayor dificultad, cosa que no sucede con los problemas de salud que requieren el
conocimiento y experiencia de un médico para su diagnóstico y consecuente tratamiento. En segundo
lugar, hay una diferencia fundamental en cuestión de los beneficios y riesgos que conlleva el hecho de
usar medicamentos de receta o de libre acceso, ya que mientras estos últimos le permiten al consumidor
hacer frente a gran variedad de síntomas y problemas menores de salud con amplio margen de seguridad,
cuando recurre a los de receta sin la guía y supervisión de un facultativo, se expone a riesgos o efectos
secundarios de consideración. Precisamente, este balance positivo entre beneficios y ausencia de riesgos
importantes que caracteriza a la automedicación responsable ha determinado que agencias sanitarias
internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, así como ministerios de salud y asociaciones
de farmacéuticos y fabricantes de medicamentos de libre acceso en todo el mundo, la reconozcan como
elemento esencial en la atención primaria a la salud y apoyen abiertamente su desarrollo en vista de los
beneficios económicos y sociales que aporta, especialmente en aquellos países que cuentan con recursos
limitados para el cuidado de la salud.
Los medicamentos de libre acceso a los que hacemos alusión son aquellos que han sido formalmente
autorizados por la Secretaría de Salud para su venta sin receta médica, bien sea dentro de la fracción V
38 Proyecto Infopharma – op. cit. p. 5
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o VI del Artículo 226 de la Ley General de Salud. Estos medicamentos se identifican fácilmente de los
de receta por tener impresos en sus cajas o etiquetas indicaciones, dosis y precauciones, que deben
seguir a efecto de obtener el alivio esperado sin efectos secundarios graves.39
Efectivamente, los medicamentos que obligadamente requieren de la supervisión y
expedición de receta para su adquisición, en sus respectivas cajas o presentaciones no se
señalan ningún tipo de indicación impresa para su administración; esta solamente es indicada
por el médico, precisamente, para evitar cualquier complicación.
En textos anteriores ya se ha mencionado, que la adquisición de medicamentos, aunque
estos sean considerados inofensivos por expenderse sin receta, puede ser nocivos, ya que
desarrollan fármaco dependencia, reacciones secundarias adversas, resistencia a sus efectos
curativos, enmascarar la sintomatología de la enfermedad o dificultarle al médico la
posibilidad de emitir un diagnóstico correcto respecto a la salud el enfermo, y sobre todo si
se emplean mal o en sobredosis.
“Las medicinas obtenibles sin receta son fármacos reales. Al igual que las que prescribe el
médico, no deben combinarse con ciertos medicamentos y alimentos, ni con el alcohol. Pueden,
así mismo, ocultar problemas graves y crear dependencia, y a veces no deben reemplazar la
visita al médico”,40
Es evidente entonces, que esta acción [la automedicación] definida y encaminada a el auto
administración del fármaco, sin el consentimiento o la consulta previamente del médico,
desencadena un índice de Morbimortalidad considerablemente elevada, independientemente
del tipo de sustancia o medicamento que el individuo consuma.
“Puesto que el diagnóstico precoz salva muchas
vidas, la dilación a veces se paga muy cara”41
39 Directorio de Productos de Libre Acceso, Pla-Plus. Editorial Multicolor S.A. de C.V. México, D.F. 5ta. Edición, 2001.
p.3 40 DESPERTAD – op. cit. p. 8 41 Ibid.
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3.1.- LA AUTOMEDICACIÓN: sus diversas manifestaciones en
el Municipio de Tuzantla, Michoacán. En párrafos anteriores se intentó hacer notar, que el problema de la automedicación
afecta considerablemente los niveles de vida y desarrollo de la humanidad. Tomando en cuenta
que este fenómeno se debe en parte a la libertad y la poca restricción que tiene el individuo
para adquirir los medicamentos y a la elevada fabricación, comercialización y distribución que
genera la industria farmacéutica de nuestro país; consideré importante analizar, de qué
manera afecta la automedicación y las consecuencias que produce específicamente, entre los
pobladores del municipio de Tuzantla, Michoacán.
Como cabecera municipal, en Tuzantla se desarrollan y se encuentran la mayor parte de las
actividades y servicios concernientes al comercio, educación, salud, transporte y
comunicación. Ello genera una gran concentración y afluencia de personas provenientes de las
distintas localidades que conforman al municipio. Sin embargo, existen en la localidad algunos
factores por medio de los cuales se ventila y se fortalece la automedicación (sin dejar de lado
los anteriormente mencionados que son de la competencia del gremio de la industria
farmacéutica y los correspondientes a las instituciones de salud gubernamental y educativas).
Estos factores se desarrollan y se mantienen estrechamente vinculados a la actividad diaria y
formas de vida de los propios sujetos de la entidad.
1.- Entre los factores más sobresalientes que mantiene activo este problema es la venta
indiscriminada de medicamentos y la poca restricción que existe al libre acceso de los mismos.
2.- El siguiente, es la participación activa que asume el empleado farmacéutico para
recetar y sugerir el medicamento o el tratamiento cuando el individuo acude al
establecimiento buscando un alivio a su malestar. En este punto cabe aclarar que dicha
participación gira en torno a los intereses propios de los dueños de los establecimientos
farmacéuticos debido a la gran competitividad y demanda de estos servicios.
3.- Por otra parte, está la participación indirecta de tianguis. Aunque este es un mercado
que reaparece los días viernes de cada semana, es un trampolín en el cual los individuos no
solamente aprovechan la oportunidad de adquirir sus insumos semanales, sino que también, ven
oportuna la ocasión para comprar el medicamento en la farmacia o recibir la atención médica
en la misma; esto se refleja en las altas ventas y ganancias que perciben ese día en particular
los dueños de estos negocios.
4.- Así mismo, en Tuzantla habitan cinco curanderos que participan activamente en los
problemas de salud que acontecen a los individuos de la localidad. La relación que existe entre
ellos y el fenómeno de la automedicación para frenar o impulsar este problema, se refleja
claramente en sus labores y procedimientos terapéuticos utilizados para curar al enfermo. Por
ejemplo, don Rafa, es uno de los curanderos que mantiene su postura como tal, al no permitir
en sus terapias curativas la mezcla de la medicina tradicional o considerada del pueblo con la
medicina alópata (aunque casi en su totalidad esta medicina está elaborada con plantas
medicinales).
Doña Susana sin embargo, no solo permite esta mezcla de sustancias (medicina tradicional
y medicina alópata) sino que, ella misma receta los medicamentos a sus pacientes de acuerdo a
la enfermedad que presente. Ello permite evidentemente que el problema automedicación se
vea fortalecido a través de ese medio.
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En el caso de los otros curanderos como don Concho, doña Audocia y el Cumbias, reflejan
una participación activa en este problema, tal vez, no tan prominente como lo realiza doña
Susana. Ellos prefieren llevar a cabo su labor limitándose a los conocimientos adquiridos o
heredados de sus padres o abuelos; pero no se oponen al uso de la medicina de patente para
curar a sus enfermos.
5.- Finalmente, queda por mencionar a los médicos de la localidad. Su labor y coacción en
este hecho, lejos de participar en él, niegan el fomento y están en contra de que los sujetos
del municipio practiquen la automedicación. Sin embargo, la labor que realiza el médico para
evitar este tipo de conducta es difícil, ya que escapa a sus posibilidades de solución. De
acuerdo a la opinión personal de los mismos; es necesario que se emprendan estrategias de
labor conjuntas tanto de las autoridades municipales como las sanitarias y la de los habitantes
de la localidad, para que se establezcan prioridades en el ámbito sociocultural y económico en
el que se desarrolla el individuo tuzantlense a fin de encontrar elementos de peso que
permitan disminuir considerablemente las deficiencias en la salud y una adecuada difusión de
la práctica y manifestación de la automedicación.
Con la idea de interpretar y analizar más a fondo las razones que hacen posible la práctica
de la automedicación entre los sujetos tuzantlenses y teniendo como antecedentes los
factores anteriormente mencionados, mostrarlos más a detalle explicando los factores a
través de los cuales se promueve y se manifiesta la automedicación.
La clasificación de estos factores es la siguiente:
3.2.- LOS MÉDICOS.
En esta primera etapa fue necesario llevar a cabo la realización de algunas entrevistas
semi-abiertas42 aplicadas particularmente a los médicos de la localidad.
Las entrevistas arrojaron información en donde específicamente los médicos narran y
describen algunas experiencias vividas en relación con la atención de los pacientes.
Estas peculiares vivencias, muestran las distintas formas de cómo el problema de la
automedicación se hace presente entre los pobladores tuzantlenses y el impacto que produce
entre los mismos.
Cada uno de los médicos de la localidad afirmó que la práctica de la automedicación es tan
común y entre los tuzantlenses. Sin embargo, tal vez, para disipar un poco las dudas sobre
este fenómeno, los médicos se tomaron la libertad en atribuir y relacionar la existencia de
este fenómeno al bajo nivel educativo, cultural y social de los pobladores de la localidad y del
municipio; a la falta de información sobre el uso adecuado de los medicamentos y sobre todo, a
los bajos recursos económicos en los que se encuentran la mayoría de las familias de esta
región.
Reconocieron que debido a la poca atención, apoyo e importancia que se les da a los rubros
anteriormente mencionados por parte de las autoridades municipales y sanitarias [en el
42 El objetivo de estas entrevistas no era el recabar datos estadísticos que directamente se obtiene con la entrevista
cerrada. Tampoco pretendía realizar una interpretación de la información para aplicar una entrevista completamente
abierta. En realidad necesitaba una información en la cual pudiera obtener datos entre estos, precisos y fácil de
interpretar a la vez; datos que me permitieran la apertura a cambiar la entrevista en el transcurso de la misma, por
esta razón utilicé la entrevista semi-abierta.
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municipio y en la localidad tuzantlense en particular] y sobre todo en materia de salud, la
población de la región en general, tiende a buscar la solución más al alcance de sus
posibilidades, condiciones y necesidades.
Por otra parte, las narraciones dejan entrever, las dificultades a las que el médico se
enfrenta en el momento de atender al paciente y más aún, cuando la persona ya sé auto
administró o le administraron una serie de medicamentos (por parte de la abuela, la vecina o la
comadre), sin el consentimiento o autorización prescrita de un médico.
Finalmente, reconocieron que los sujetos de la entidad de alguna manera consciente o
inconsciente de los efectos que esta acción puede ocasionar a su salud, contribuyen
considerablemente a que este fenómeno de la automedicación se mantenga activo al interior
de la comunidad y del municipio en general.
Para mostrar a detalle cada una de las opiniones y conceptos que los médicos de la localidad
tienen respecto a esta problemática, y para visualizar o dejar a la imagen las distintas formas
por medio de las cuales este fenómeno se hace manifiesto entre los individuos tuzantlenses,
no encuentro otra forma más adecuada que describiendo y narrando los hechos y las
experiencias que los propios médicos expresaron en las entrevistas.
PRIMERA ENTREVISTA:
Esta primera entrevista le corresponde a la Doctora Norma Sánchez Mendoza, especialista
en pediatría y originaria de Guadalajara, Jalisco. Actualmente radica en Zitácuaro, Michoacán;
pero por intereses propios a su profesión ha determinado montar su consultorio médico en
Tuzantla para dar servicio a los pobladores de la región.
Eran aproximadamente las 10:40 de la mañana cuando llegué al consultorio de la Doctora
Sánchez. Este se encuentra ubicado por la avenida principal, tiene como principales
referencias, hacia el frente, la tortillería de don Mario (la más conocida y concurrida del
pueblo), hacia su lado izquierdo, la lonchería de doña Atalvina y hacia su lado derecho la
zapatería de La Goyita.
Al tocar la puerta de su consultorio, fue ella quien abrió y evidentemente me preguntó que
se me ofrecía. Antes que nada me presente, la salude y le explique brevemente las razones de
mi visita43 (ya que mi objetivo no era propiamente una consulta médica). Con un gesto amable
me invito a pasar, tome asiento y una vez dentro me pidió que por favor la esperara por que se
encontraba un poco ocupada y que en unos diez minutos me atendería.
Cómodamente empecé a observar un consultorio espacioso, un archivero, un escritorio, dos
sillas, una lámpara de pie, una báscula y un sillón tipo cama forrado con sábanas blancas.
Sobre el escritorio se encontraban sus recetas, unos lapiceros, el estetoscopio y el
baumanómetro [aparato con que se utiliza para tomar la presión al paciente] entre otras cosas.
Al fondo de la pared en donde se encontraba ubicado el archivero podían verse claramente
algunos reconocimientos y el título que la acreditaban como médico especialista.
Pasados los diez minutos, apareció la doctora disculpándose por haberme hecho esperar y
agradeciéndome la comprensión de mi parte por haberla esperado.
Tomo del respaldo la silla que estaba junto a su escritorio la retiro un poco para poderse
sentar y postrando sus brazos sobre el escritorio me dijo:
43 Efectivamente, mi visita consistía en lograr una entrevista con la Doctora Sánchez, que me permitiera a la vez,
obtener y registrar su opinión o concepto con respecto al problema de la automedicación. Conocer hasta que grado ella
considera que entre los pobladores del municipio de los tuzantlenses se practica y se desarrolla el fenómeno de la
automedicación.
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- Estoy a sus órdenes, cuando guste podemos iniciar, espero poder responder a sus preguntas y sobre todo poderle ayudar. Debo aclarar que no llevaba un cuestionario previamente elaborado con las preguntas
precisas para obtener respuestas objetivas. Sin embargo, sabía y tenía la idea clara de lo que
deseaba obtener con la entrevista. Simplemente inicie una conversación en donde
oportunamente encontramos y establecimos un campo común (sin pertenecer yo, obviamente al
ramo de la medicina) que nos permitió una fácil comunicación y un accesible entendimiento;
desprendiéndose con ello una amplia información sin reserva de tiempo y condición.
De ella rescaté (entre otras cosas), que las enfermedades más comunes y que atiende con
mayor frecuencia son las relacionadas con la Faringoamigdalitis, Gastroenteritis las de tipo
bacterianas, las parasitarias y las vírales.
Mencionó que la mayoría de los pacientes que atiende [95% niños y 5% adultos] son
procedentes de las localidades circundantes a la cabecera municipal (que es Tuzantla) tales
como: El Salitre, Francisco Villa, Las Juntas, Tierra Caliente, El Limón, Benito Juárez,
Parícuaro, El Paso de la Virgen, El Organista, La Carbonera, El Olivo y propiamente de
Tuzantla.
Por sus honorarios cobra la cantidad de $100.00 pesos. Ella considera no estar en
condiciones de cobrar honorarios más elevados como especialista, debido a que la mayoría de
los pacientes que atiende se encuentran en una situación económicamente desfavorable. Así
mismo, destaca que la acción generada en torno al problema de la automedicación es muy
frecuente entre los pobladores de la región y está principalmente representada por la gran
demanda y venta descontrolada de los medicamentos y la facilidad que tiene el individuo para
adquirir los mismos.
Reconoce que es un problema serio y por lo tanto, debe ser tomado en cuenta por parte de
las autoridades correspondientes y prestarle mayor atención. Sin embargo, atribuye el
resultado del mismo, a la falta de educación e ignorancia de la propia gente, a la falta de
información por parte de las autoridades sanitarias para evitar esta acción y la poca atención
que realmente recibe y se le presta al mismo; y sobre todo, a los bajos recursos económicos
en los que se encuentran la mayoría de los habitantes de la población y del municipio en
general.
Con respecto al problema de la automedicación respondió lo siguiente: - Como médico especialista que soy, no hablo ni estoy haciendo referencia, de que, entre los tuzantlenses se esté practicando la automedicación de manera sencilla o superficialmente, más bien, me refiero a una automedicación con un nivel de consumo muy delicado y serio; que requiere propia y efectivamente la supervisión, vigilancia y recomendación de un médico. Me es muy frecuente pero difícil de asimilar, cuando observo y me doy cuenta de la normalidad y naturalidad con la que los pobladores y más las amas de casa acostumbran a automedicarse y sobre todo administrarle medicamentos a sus hijos sin consultar o recibir indicaciones previas de un médico, ignorando las consecuencias y efectos que esto les puede ocasionar.
Nuevamente tomo la silla por el respaldo y la empujo hacia atrás para poderse levantar.
Una vez parada, se dirigió a uno de los archiveros, abrió uno de los cajones y saco una pequeña
libreta que claramente dejaba ver por título “control y registro de pacientes”.
Posteriormente, volvió a sentarse y empezó a hojear su libreta, al parecer estaba buscando
algunos datos que seguramente le interesaba encontrar. Al dar con la página que buscaba y
observando los datos que en ella registraba me dijo:
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- Te voy a contar una experiencia que tuve con uno de mis pacientitos que tengo registrado. Este me recuerda claramente uno de los muchos casos que he atendido y que sobre todo se me han complicado, ocasionados precisamente, por motivo de auto administración de medicamentos sin ser recetados o supervisados por un médico. - En cierta ocasión tuve la oportunidad de atender a una señora procedente de La Carbonera. La señora traía a su niña de tres años muy enferma, con un problema de gastroenteritis de tipo bacteriano. Recuerdo que el estado de salud en el que se encontraba la niña era delicado. Presentaba bastante temperatura, diarrea y vómito muy frecuente. Cuando le pregunte a la madre de la criatura enferma, desde cuando presentaba temperatura y vómitos me respondió, que ya tenía aproximadamente tres días. A los pocos minutos de haber llegado la señora con su hija, esta empezó a vomitar. Recuerdo bien que la señora traía un morral del cual sacó varios medicamentos que le estaba administrando a su hija, los colocó sobre el escritorio y tomo una suspensión la destapo e intento darle a beber. Desde luego me opuse debido a que me era importante y necesario saber que sustancia contenía el medicamento y sobre todo no fue correcta su acción. Enseguida, le pregunté quien le había recetado el medicamento que había puesto sobre el escritorio e intentaba darle a su hija, y me respondió: “Una vecina amiga mía, ella me recomendó y me apunto en un papel el nombre de los medicamentos para que fuera a la farmacia a comprarlos y ella misma también me dijo como se los diera a tomar; ya que uno de sus hijos también presentaba el mismo problema.” - Claramente, pude observar que el medicamento que le habían recomendado su vecina o amiga para que se lo administrara a su hija era evidentemente del todo inaceptable, ya que la única función del medicamento era calmar momentáneamente los malestares o la sintomatología de la niña, ocasionándole repulsión y vómitos más frecuentes. Me fue difícil estabilizar el estado de salud en el que se encontraba la niña, varias veces dude en precisar un diagnostico seguro, debido a una variabilidad de síntomas que presentaba, ocasionados lógicamente; primero, por que ya tenía muchos días enferma y sobre todo por los medicamentos que la mamá le estuvo administrando. Al principio devolvía las sustancias que yo le administre, optando por aplicarle algunos por vía intravenosa y muscular. Después de algunas horas de tenerla en observación en mi consultorio, pude lograr se le detuviera el vómito y estabilizar la temperatura de la niña. Fue la única manera, aunque, un tanto agresiva pero me dio muy buenos resultados y sobre todo para bien de la niña. Ya por la tarde, al darle de alta y segura de que la niña se encontraba estable de su salud, aproveche unos minutos para platicar con los padres y en especial me dirigí a la señora. Me dieron la oportunidad de escucharme y poder decirles que el administrarle medicamentos a un infante sin prescripción médica es bastante delicado. Les sugerí que cuando se les presente nuevamente un problema serio de salud en algún otro de sus hijos, por ningún motivo permitan que alguna persona que no tenga el conocimiento suficiente respecto a la enfermedad, le administre o le aplique algún medicamento. Así mismo, les aclaré que cuando no contaran con los recursos económicos y las condiciones para acudir a una consulta particular, trataran de evitar el dejar pasar días y permitir que la enfermedad evolucione, para ello existe el centro de salud o la unidad médica familiar. No puedo asegurar si mis consejos o sugerencias fueron del todo correctos, yo solo trate de dejar claro lo delicado que es el administrarle medicamentos a los niños sin ser sugeridos por un médico, y todo por que la comadrita o el vecinito se los recomendó.
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Casos similares a este he tratado muchos, sin embargo, se me hace increíble y sigo sin entender, porque la gente de esta región, pese a que sienten y experimentan personalmente los efectos y daños causados por la automedicación, persisten y acostumbran fácilmente a tomar o aplicarse el medicamento y más aún, comprarlo en la farmacia sin la prescripción o sugerencia de un médico. Las palabras de la Dra. Sánchez y la experiencia narrada en torno al problema de la
automedicación, claramente dejan entrever que “el problema de la salud y la enfermedad no es
solamente de orden médico sino que está determinado por una complicada red de influencias
de naturaleza diversa en la que el factor dominante, en favor o en contra, son el nivel de vida
y la organización social que se le ha dado a la población.” 44 Así mismo, en dicha experiencia es
notorio y sobresaliente que, lo que convierte al medicamento en una amenaza para la salud no
es tanto la sustancia activa del mismo, sino la forma en que es prescrito y usado. “Es imposible
hablar de la “seguridad” de los medicamentos como si fuese un problema de laboratorio. En
manos equivocadas o en el momento inoportuno, inclusive la medicina sujeta al más cuidadoso
control de calidad se transforma de un elemento salvador de vidas, en una amenaza.”45 Un
ejemplo muy claro y bastante mencionado, se desprende del mal uso que se le ha venido dando
a los antibióticos, en donde sus consecuencias no solo se extienden al uso individual que le da
el sujeto, sino que afecta a todo un grupo o sistema social. Por otra parte, el uso irracional de
los medicamentos o el manifiesto de la automedicación se está propiciando prácticamente,
“por el incremento desmedido en la fabricación, distribución y venta de fármacos a través de
la maquinaria publicitaria, que utiliza todos los medios a su alcance, y por una práctica médica
mal entendida, que ha perdido su objetividad que es la capacidad de producir salud y de
modificar de una manera visible la historia natural de la enfermedad dentro de la población.”46
Sabemos claramente que la prescripción médica es responsabilidad de los trabajadores y
profesionales de la salud y de las diversas instituciones que brindan sus servicios de atención
médica. Sin embargo, la automedicación representa un problema más complejo ya que entran
en juego aspectos atribuibles al propio desarrollo y crecimiento de la población como son la
educación médica, la cultura, la solvencia económica del individuo, los usos y costumbres entre
otros aspectos, que de alguna manera son influenciados por el gran aparato de
comercialización con que cuentan las empresas productoras de medicamentos y sobre todo el
apoyo legal que reciben para completar su objetivo. Así mismo, “se admite que la
automedicación representa un apoyo muy importante a los sistemas de salud pública de los
países desarrollados, ya que ahorran horas-médico y tiempo de hospital gracias a la habilidad
del consumidor para obtener rápida y fácilmente medicamentos para suprimir síntomas
menores. Tal es el caso del proyecto TESEMED (Telematics in Community Pharmacies for Responsible Self-Medication) que se ha llevado a cabo y puesto en práctica en países europeos
con la participación de asociaciones que agrupan a profesionales farmacéuticos, fabricantes
de medicamentos, instituciones educativas y empresas privadas, quienes han sumado
esfuerzos para elaborar módulos de información (“kioscos”) con la finalidad de ofrecer a la
comunidad una clara comprensión del alcance de la automedicación responsable y de las
acciones y/o indicaciones de los medicamentos de libre acceso”.47 En este caso, habría que 44San Martín – op.cit. Capitulo 5 pp. 46 - 49. 45 Chetley Andrew: Medicamentos Problema. Health Action International (HAI-Europa), Acción Internacional por la
Salud América Latina y El Caribe. Segunda edición. Enero de 1995, p. 7 46 Ángeles, Chimal Petra: Automedicación en población Urbana. Revista de Salud Pública de México, Vol. 34, No. 5
Septiembre-Octubre, 1992. P. 555 47 Proyecto Infopharma - op. cit. p. 2
30
considerar la automedicación en el ámbito de los países en vías de desarrollo, como en el caso
de México, ya que el bajo nivel de escolaridad, las malas condiciones de vida y las pocas
oportunidades de trabajo de la gran mayoría de la población, se traducen en una fuente de
constante malestares físicos.
Aunque la población tenga un poco o nulo conocimiento sobre el funcionamiento de su
organismo, así como el poder o saber diferenciar entre una enfermedad o síntoma grave de
otro menor o que resulte en la necesidad de acudir al médico, “resulta discutible si los
beneficios que se derivan de la automedicación fuesen de mayor peso que el peligro potencial
que implica, ya que hay que admitir que el riego de la enfermedad iatrogénica se encuentra
latente en toda acción de medicación, y con mayor magnitud cuando de automedicación se
trata”.48
SEGUNDA ENTREVISTA:
En esta segunda entrevista, la descripción se desarrollo de manera más detallada, pues en
ella se muestra la delicadeza y el cuidado que debe tener el individuo con el manejo de los
medicamentos. Se enfatiza en la importancia de tener una correcta elección y la mínima
información sobre el uso adecuado de los fármacos, más aún, cuando estos no han sido
prescritos por un médico. Se precisa también, la necesidad de acudir al médico cuando se
presentan problemas bastantes serios con nuestra salud y la interdependencia que ocasiona la
simple automedicación de los fármacos.
La siguiente narración fue realizada por el Dr. Félix Navarro Benítez, uno de los once
médicos que laboran en la comunidad Tuzantlense. Es una experiencia en donde se refleja la
relación que guarda el individuo para atender su salud con el problema de la automedicación y
la demanda de atención médica.
- “ Cuando mi asistente (la enfermera) paso al paciente al consultorio, observe inmediatamente que el problema de salud que presentaba el enfermo, era de tipo crónico degenerativo. Al sentar al paciente para iniciar el interrogatorio, evidentemente, este tuvo dificultades para realizar los movimientos con normalidad; pues sus articulaciones no le permitían ni le ayudaban del todo a efectuar con soltura y naturalidad sus acciones corporales. Su nombre correspondía a Marcelino Ávila, de 52 años de edad y era procedente de la localidad de Las Crucitas. Era la primera vez que lo atendía. Venía acompañado de una segunda persona de la cual supongo era su esposa. La apariencia física de ambos denotaba una condición humilde, poco aseada y de pobreza y sobre todo por la condición de salud de Don Marcelino, que, era bastante sería para su corta edad. Entrado de lleno en el interrogatorio para determinar con claridad su enfermedad, este me llevó efectivamente a diagnosticar que se trataba de un problema de Artritis reumatoide crónico. Sin embargo, al preguntarle desde cuándo o a qué edad empezó a sentir este tipo de malestares me respondió: - Yo recuerdo que tenía como cuarenta y ocho años cuando empecé a sentir unos dolores fuertes en mis rodillas y ya después en todas mis piernas. - Pero durante todos estos años no ha estado tomando un tratamiento para su enfermedad ? “Si” - me respondió -.
48 Ángeles Chimal – op. cit. p. 556.
31
- Inmediatamente, la señora sacó de entre una bolsa de plástico negra y grande que traía bajo su brazo, unos estudios de cajón (radiografías, análisis) y me los proporcionó. En ellos, no sólo venían los estudios, sino también, varias recetas de diferentes médicos, algunos eran de los mismos colegas que laboran en el pueblo y otros eran de médicos especialistas de la ciudad de Zitácuaro y Toluca. Al estar observando detalladamente los estudios y las recetas - que al parecer eran como unas siete- le pedí por favor que me mostrara los medicamentos que actualmente estaba tomando. Para mi sorpresa, [después de haberme dado cuenta de que el señor Marcelino ya había acudido a varios médicos y especialistas en el ramo] me muestra precisamente unos medicamentos que ninguno de los médicos a los cuales había consultado, se los habían recetado. Este señor, se estaba aplicando glucocorticoides (acetato de parametasona)49 por vía intramuscular y otros por vía oral, ambos con distintos nombres comerciales. Por razones obvias, comprendí la desesperación del señor y los motivos por los cuales acudía a varios médicos buscando un alivio a su dolor. Posteriormente, le pregunte con que frecuencia se aplicaba el medicamento y cada que tanto tomaba las pastillas. - Me respondió que a veces cada semana o cada tercer día ya que los dolores y las molestias que sentía eran insoportables. - Evidentemente el paciente se encontraba en un estado crítico y estaba sufriendo las consecuencias de la intoxicación y la adicción de las mismas. Su organismo ya estaba en un proceso de resistencia a las sustancias y era necesaria una desintoxicación. Es difícil manejar la salud de un paciente en este estado, ya que si le suspendía radicalmente la administración de las sustancias su situación de salud tal vez desmejoraría y no soportaría de principio las consecuencias. Sin embargo, no tenía otra alternativa, y de acuerdo a mis conocimientos era la forma más correcta de actuar y proceder. Al estar revisando por segunda ocasión las recetas que me había mostrado, pude darme cuenta que uno de los médicos le había recetado la administración de un medicamento apropiado para su enfermedad, pero por un corto periodo de tiempo. Sin embargo, el medicamento que don Marcelino estaba aplicándose no correspondía al indicado por el médico. Una vez más procedí a preguntarle que médico le había recetado el medicamento que se estaba tomando. Al parecer, las sorpresas eran cada vez más patentes, pues me dijo: “Esta medicina no me la recetó ningún médico, me la recomendó mi compadre. El también sentía lo mismo que yo estoy sintiendo, pero él acudió con un doctor que lo atendió en Cd. Hidalgo y hasta ahorita se siente muy bien, y no ha tenido las molestias que yo ahorita tengo. Entonces, le platique de las molestias que siento y los dolores en mis piernas y que además ya había visitado al médico, pero no se me quitaban los malestares; entonces, él me prestó la caja de los medicamentos que le recetó su médico y de unas inyecciones que le pusieron, y me dijo
49 El acetato de parametasona es un glucocorticoide sintético, con propiedades antirreumáticas, antiinflamatorias y
antialérgicas. Por lo tanto, está indicado en padecimientos que responden al tratamiento con glucocorticoides.
Alteraciones de prueba en laboratorio: No se debe iniciar una terapia con corticosteroides hasta que no se haya
establecido un diagnóstico, ya que de otra manera los síntomas pueden ser enmascarados. También deberá tenerse
cuidado con la interpretación de las pruebas de función tiroidea, ya que éstas se pueden ver modificadas por el uso de
esteroides. Deberá tenerse cuidado en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, diabetes mellitus,
enfermedades infecciosas, insuficiencia renal crónica, uremia y sobre todo en pacientes de edad avanzada. El uso
indiscriminado de los glucocorticoides, puede agravar o desencadenar tendencias psicóticas, insomnio, cambios en el
carácter y euforia en sujetos previamente normales. La interrupción de la misma, puede originar síntomas de
supresión. El tratamiento de pacientes de edad avanzada, particularmente si es a largo plazo, deberá tenerse en mente
el riesgo potencial de consecuencias serias como son la osteoporosis (especialmente en mujeres posmenopáusicas),
diabu22etes, hipertensión arterial, susceptibilidad a las infecciones y adelgazamiento de la piel.
32
que las comprara en la farmacia. Al principio cuando me empecé a poner las inyecciones y a tomar las pastillas me sentí muy bien, pero creo que ya no me sirven por que los dolores ya no se me quitan, se me calman por una semana o a veces por unos tres día pero me vuelven a pegar y parece que más fuertes. Por eso vengo con usted para que haga algo y me recete una medicina para estos dolores.” - ¿Desde cuándo está usted tomando esta medicina? “Tengo aproximadamente cinco meses.” - Dada su respuesta, me fue necesario platicar y explicarle a él y a su esposa las razones por las cuales se encontraba en esas condiciones de salud. Consideré importante informarle que el medicamento que se estaba aplicando y tomando a la vez, le estaba causando una adicción y una resistencia al mismo. Así mismo, le aclaré que sería muy difícil estabilizar su condición de salud, ya que para ello necesitaría mucho de su apoyo y de su fuerza de voluntad; debido que era necesario suspender las medicinas que se estaba administrando para evitar más contaminación en su organismo, pero a la vez, las molestias y los dolores serían muy frecuentes al principio. Le advertí que por ningún motivo se siguiera aplicando y tomando el medicamento que ya traía, ya que de hacerlo, su salud no mejoraría. Le explique que yo mismo, le estaría aplicando otros medicamentos cada tercer día y estaría observando su evolución. Por un momento los señores se quedaron callados y dijeron: - Pero doctor, nosotros no tenemos suficiente dinero para estarlo visitando tan seguido y además vivimos muy lejos. - Sinceramente, al ver la condición de salud de don Marcelino les respondí que por el dinero no se preocuparan, que de eso nos pondríamos de acuerdo más adelante, que lo importante primero que nada, era estabilizar su salud y que me visitaran como se los había indicado. La respuesta por parte de los señores fue afirmativa. Durante seis semanas lo estuve atendiendo y los resultados fueron evolucionando favorablemente. Don Marcelino ya se sentía un poco más estable y por lo menos los síntomas que presentaba al principio y la frecuencia de las molestias y los dolores fueron desapareciendo. Pero una mañana al estar esperando su visita ya no se presentó, tengo aproximadamente dos semanas que no lo atiendo. Desconozco hasta la fecha los motivos por los cuales se retiró. No sé si se enfado o se canso, o a lo mejor como ya se sentía bien, decidió ya no acudir más a la consulta. Me siento tranquilo, por una parte, porque yo sé que actué con prudencia y creo haber aportado los conocimientos necesarios a mis alcances como médico, para mejorar la salud de don Marcelino. Por otra parte, es muy común o costumbre, que la gente de esta región tome por decisiones propias concluir un tratamiento (sin importar la opinión del médico) cuando ya se empieza a sentir bien y más aún, cuando ellos consideran que este les está causando muchos gastos o les está saliendo bastante caro. Desconozco el valor real que los individuos tuzantlenses le dan a los tratamientos o a los medicamentos indicados por el médico. No buscan otras alternativas, (como el apoyo económico que la presidencia municipal otorga para aquellas personas que no cuentan con los recursos suficientes en materia de salud), muchas veces esperan que uno como médico, les ponga la solución o les indique como actuar para estar en buenas condiciones de salud, otras veces, prefieren sacrificar su propia salud, aun que esto con el tiempo, les cueste más caro e incluso su propia vida. Prefieren ir a buscar la solución a sus problemas de salud comprando el medicamento en las farmacias, preguntándole al empleado de la misma que le puede recetar o recomendar para aliviar tal o cual enfermedad. Desconozco prácticamente las razones por las cuales actúan de esa manera.
33
Como hice referencia al principio de esta entrevista, lo anterior fueron las palabras del Dr.
Félix Navarro Benítez. Actualmente y desde hace doce años radica y labora en la localidad de
Tuzantla. Hoy a sus cuarenta años de edad, afirma estar muy satisfecho por dedicarse de
lleno a su trabajo y profesión que descubrió desde que cursaba el tercer año de secundaria.
El consultorio del Dr. Félix Navarro, se encuentra ubicado cerca de la plaza, sobre una
calle perpendicular a la avenida principal. El área que comprende su consultorio es pequeña,
pues en ella solo se encuentran dos sillas, un archivero y un escritorio. Sin embargo, el área de
trabajo está compuesta por cuatro habitaciones más, el pasillo que conecta a cada una de las
habitaciones, dos baños, un patio interior, un pequeño cuarto con estantes con medicina (como
si fuera una pequeña farmacia) y una sala de espera con televisión. En general, aparenta ser
una pequeña clínica. El Dr. Félix es uno de los más conocidos en la región del municipio
Tuzantlense, de hecho se les conoce y se les identifica con el nombre de “los Navarros”.50
El Dr. Mencionó que entre las enfermedades que atiende con más frecuencia son las del
Aparato Respiratorio (tos, fiebre y rinorrea, ocasionadas por cambios de clima y contagios),
las del Tubo Digestivo (diarreas, fiebres, vómitos, dolor abdominal y hasta deshidratación,
ocasionadas por hacinamiento, promiscuidad, fecalismo al aire libre, ingesta con alimentos
contaminados, falta de buenos servicios públicos, poco aseo y cuidado personal), y las Crónico
Degenerativas (artritis, epilepsias, diabetes e hipertensión). Asegura que la mayoría de las
personas que atiende son de escasos recursos económicos y proceden de las localidades
lejanas pertenecientes al municipio.
Con respecto al problema de la automedicación, opinó que esta se practica entre los
pobladores hasta en un 95%, y más, entre los sujetos pertenecientes a la localidad de
Tuzantla. Piensa que la automedicación no se debe únicamente a la falta de recursos
económicos de los habitantes o a la falta de información o a la ignorancia; ya que muchos de
los que se automedican son personas profesionales y preparadas (como los maestros y los
empleados del ayuntamiento) con conocimientos suficientes para saber medir las
consecuencias que esto ocasiona. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que este se
genere con más frecuencia entre aquellos habitantes de condición más pobre, ya que sus
posibilidades de trabajo, de vivienda, ubicación geográfica y conocimientos sobre los efectos
adversos del fenómeno, son más limitadas. Considera que el problema de la automedicación, ya
es una práctica característica de los pobladores del municipio, pues los tuzantlenses en su
mayoría buscan solucionar sus problemas de salud de la manera más fácil y sobre todo que no
les ocasione un elevado gasto económico.
Existen otras opiniones muy similares a la del Dr. Félix con respecto al problema de la
automedicación realizadas por los demás médicos que laboran en la localidad tuzantlense,
estas reflejan también, una similitud en cuanto a los supuestos factores influyentes que hacen
posible que este problema se mantenga constante y específicamente, entre los sujetos de la
entidad. Sin embargo, es importante reconocer que existen demasiados factores no médicos
envueltos en la salud y la enfermedad de los individuos de tal modo que la solución no se puede
50 Se les conoce como “Los Navarros” porque en realidad, son dos médicos los que laboran en el consultorio o en la
pequeña clínica. Felipe Zapiens Amezcua, es el nombre del segundo doctor y ayudante que atiende a los pacientes
cuando no se encuentra el doctor Félix Navarro. En este caso, como el titular y propietario del consultorio o la pequeña
clínica, es el doctor Félix Navarro, para la gente es más fácil identificar a ambos con el nombre de los Navarros,
aunque el doctor Felipe solo sea su colega de trabajo.
34
lograr atacando solo los problemas médicos. Si queremos lograr “el progreso de las formas de
vida del hombre, incluyendo la salud, tiene que ser total.51
“Es hasta en un 70% que puedo asegurar que el problema de la automedicación se lleva a cabo entre
los pobladores del municipio y más entre las personas de la localidad de Tuzantla. Este problema lo
considero una costumbre la cual se transmite de persona a persona o mejor dicho una conducta
aprendida entre ellos mismos. Este fenómeno que se manifiesta en la comunidad y que al parecer no tiene
gran importancia, es bastante delicado. Lo lamentable es que la gente no sabe y ni siquiera tiene la más
mínima idea de las consecuencias que este problema les puede ocasionar. Las personas ajenas e
ignorantes de los efectos, solo se limitan a contribuir más en el asunto, con la idea de que están actuando
adecuadamente. Creo que departe del sector salud se debe hacer algo al respecto, para que por lo
menos, la gente tenga idea de que clase de medicamentos compra o sé auto administran ellos mismos. La
falta de información, la ignorancia, la falta de apoyo por parte de las autoridades competentes y
correspondientes a este problema y por último, los bajos recursos económicos que caracterizan a
cualquier persona de esta región o entidad, es lo que hacen posible la existencia de tal problema”
Dr. Roberto Munguía Villaseñor
Experiencia en el ramo Tres años
Originario de Morelia, Mich.
“El 90% de los pobladores del municipio tuzantlense, acuden a la automedicación. La ignorancia, la
falta de conocimiento y la poca conciencia por parte de las personas al respecto, son algunos de los
factores que hacen posible este problema”.
Dr. Miguel Vivian Suárez
Experiencia en el ramo: 16 años.
Originario de: Tanhuato, Mich.
“Considero que el problema de la automedicación se manifiesta en un 90% entre los pobladores de
esta región. Así mismo, pienso que este es un problema bastante serio y que requiere de una atención
urgente por parte de las autoridades correspondientes, que en este caso, es el departamento de salud,
ya que la gente ignora los riesgos que esto ocasiona; puesto que los medicamentos tienden a reaccionar
de diferente forma en el organismo y no como lo espera la persona. Sin embargo, creo que este problema
se debe, por una parte, a la ignorancia de la gente y a la falta de información, y por otra, a los bajos
recursos económicos de la población”.
Dra. Ruth Esther Medrano A.
Experiencia en el ramo: 16 años
Originaria de Tepic, Nayarit.
“En un 90% es el grado que considero se manifiesta en el municipio el problema de la automedicación,
esto debido a la ignorancia, falta de recursos económicos y la escasez de una orientación y explicación
de los riesgos y efectos que el problema ocasiona”.
Dr. J. Jesús Alejo Bernal
Experiencia en el ramo: Un año
Originario de Tacátzcuaro, Mich.
51 San Martín – op.cit. Capítulo 5, pp. 46-49
35
“La falta de información sobre los riesgos y efectos, la ignorancia y la falta de recursos económicos
de la población, hacen posible que el problema de la automedicación sea practicado hasta en un 70%
entre los tuzantlenses”
Dr. Trinidad Esteban Esteban
Experiencia en el ramo: 10 meses
Originario de: Cucuchucho, Municipio de
Tzintzuntzan, Michoacán
“La automedicación entre los pobladores se practica a un 90%. Considero en parte, que esto se debe a
la desidia de la gente por no acudir al médico, por las malas costumbres y las malas mañas; ya que entre
los mismos pobladores, existe una buena comunicación bastante arraigada, para “piratearse” los
tratamientos y pasarse las recetas cuando entre ellos mismos ya sea el amigo, la comadre o el vecino
están enfermos. Argumentan informándole al individuo que le recomiendan las medicinas o los
tratamientos “pirateados”, que son los efectivos, ya que anteriormente ellos se encontraban en las
mismas condiciones de salud y por lo tanto aseguran que la medicina que están sugiriendo es la correcta
para su enfermedad. Considero que es falso que el problema de la automedicación se deba a la ignorancia
de la gente; por el contrario, la misma ignorancia en la que actualmente uno vive, lo obliga a buscar ayuda
o solución a los problemas de salud o de alguna forma, esto lleva a que uno como individuo busque la
información que le beneficiará personalmente y al resto de la familia.”
Dra. Rosa Elda Cisneros Buelna
Experiencia en el ramo: 10 años
Originaria de: Cd. Obregón, Sonora.
Se sabe que la medicina y las ciencias de la salud (así como la antropología, la sociología, la
psicología entre otras), influyen considerablemente sobre diversos factores en el desarrollo
del hombre tratando de mejorar la adaptación del mismo y su medio ambiente. Anteriormente
se citaron algunos ejemplos en lo aplicable de estas ciencias, cuando se hacía referencia a la
importancia de esterilizar los biberones para la alimentación de los infantes y la importancia
de aplicar las vacunas desde su nacimiento o conforme a las etapas de crecimiento de los
mismos.
El asunto cuestionable en este caso gira en torno al uso que se le ha venido dando a los
fármacos y las consecuencias que de ello se desprenden, como la automedicación. Sin embargo
habría que hacernos la misma pregunta que Health Action International52plantea de la
siguiente manera: ¿Pueden los productos farmacéuticos ayudar a mejorar la salud?. Al
respecto menciona lo siguiente:
52 Health Action International (HAI) / Acción Internacional por la Salud (AIS) es una red informal de más de 150
organizaciones y grupos de consumidores, trabajadores de salud, grupos de desarrollo involucrados en asuntos de salud
y medicamentos en 70 países alrededor del mundo. HAI/AIS promueve activamente el uso racional de los
medicamentos a través de la investigación, educación, campañas, defensa y diálogo.
36
“Los medicamentos modernos, usados debidamente, pueden ayudar a los países a acelerar el proceso
de mejoramiento de la salud, pero no pueden reemplazar la falta de la infraestructura necesaria para
tener buena salud.” 53
Sin embargo, “el mal uso masivo de los medicamentos es el resultado inevitable de un
mercado lleno de productos que no son efectivos, son inapropiados, irracionales, inútiles o
innecesariamente caros”54 En el caso de las opiniones de los médicos de la localidad con
respecto al fenómeno automedicación, es una muestra clara de las consecuencias implícitas (y
no mucho menos desconocidas) que conlleva el mercado de la industria farmacéutica afectando
considerablemente los niveles económicos, sociales y educativos de la población y en lo que a
salud particularmente se refiere. Específicamente, la entrevista proporcionada por el Dr.
Félix Navarro, determina una incuestionable actitud y falta de respeto o precaución que el
individuo tuzantlense tiene y hace con respecto al uso de los fármacos. Análogamente, se
podría determinar que los factores influyentes en este caso, son los mismos planteados en la
primera entrevista. Tal vez aquellos que van desde una falta de educación, la ignorancia y la
falta de recursos económicos. La poca oferta y posibilidad de trabajo, la inevitable actitud de
los pobladores por satisfacer sus necesidades tales como la alimentación, agua potable,
vivienda, vestimenta y un sin número de factores más, dan a entender, que el problema de la
salud ha sido desplazado a segundo plano, ya que todo indica que la atención a esta necesidad
es darle una pronta solución sin importar la manera o la forma en que esta se llegue a lograr.
Es decir, si ellos consideran que la solución a sus problemas de salud los encuentra a través de
la automedicación o el consumo irracional de los medicamentos, pondrán poca atención o
cuidado a los efectos que consecuentemente produce tal acción.
Los datos que a continuación se presentan, determinan de alguna manera, como la mayoría
de los sujetos tuzantlenses obtiene el medicamento y le dan solución a sus problemas de salud.
Estos datos fueron obtenidos de una serie de entrevistas realizadas a los pobladores de las
diferentes localidades que conforman al municipio. Esta tarea se llevó a cabo en uno de los
establecimientos farmacéuticos de la localidad tuzantlense logrando un total de 111
entrevistas. En dicho establecimiento, durante varios días y a diferentes horas del día, se
encuestó a cada una de las personas que adquirieron el medicamento. Durante el análisis de la
información recabada, se destaca que, entre los fármacos adquiridos con mayor frecuencia
fueron los analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, los antibióticos de amplio espectro,
los antidiarréicos, los antirreumáticos, las vitaminas, los antigripales, los antimicóticos, los
antiulcerosos y los corticosteroides. Así mismo, se pudo contabilizar la venta de un total de
393 fármacos, de los cuales 273 se adquirieron por automedicación logrando un porcentaje del
69.47%; 77 fueron adquiridos por prescripción médica, con un 19.59% y 43 por prescripción
del farmacéutico, logrando un 10.94%.
53 Chetley Andrew – op. cit. p. 35. 54 Ibid. p. 10
37
TABLA No. 1
Numero y porcentaje de medicamentos con mayor frecuencia de venta
en la Comunidad Rural de Tuzantla, Michoacán.
MEDICAMENTO NÚMERO PORCENTAJE
Analgésicos y antiinflamatorios no
esteroideos
109 27.73%
Antibióticos de amplio espectro 83 21.11%
Antidiarréicos 44 11.19%
Antirreumáticos 28 7.12%
Vitaminas 23 5.85%
Antigripales 14 3.56%
Antimicóticos 12 3.05%
Antiulcerosos 9 2.29%
Corticosteroides 8 2.03%
Antivertiginosos 8 2.03%
Antitusivos y Espectorantes 8 2.03%
Antiespasmódicos 7 1.78%
Antiepilépticos 7 1.78%
Antibióticos de espectro reducido 6 1.52%
Broncodilatadores 4 1.01%
Antihipertensivos 4 1.01%
Antihelmínticos 3 0.85%
Benzodiazepinas 2 0.50%
Otros 14 3.56%
Total 393 100.00%
38
GRAFICAS No 1 y 2
39
GRAFICAS No 3 Y 4
40
GRAFICA No 5
Todo parece indicar que la incidencia de este fenómeno se debe en parte también, a la baja
calidad de la atención y la escasez de recursos materiales y humanos de la práctica médica
institucional de la región (que implica una reorientación sobre el uso, información y promoción
de los medicamentos y su adecuada administración), esta se refleja obviamente, en su limitada
cobertura y su escasa demanda y accesibilidad. A su vez, esto tiene mucho que ver con el poco
conocimiento por parte del médico sobre la situación de la región y la situación del sujeto
tuzantlense; de la realidad sociocultural de los enfermos, que le impide establecer una
adecuada relación con sus pacientes y lo conduce a una situación de frustración y desaliento.
“Los trabajadores de la salud dependen virtualmente en su totalidad de la industria
respecto a la información sobre las medicinas que usan. Aunque muchos médicos niegan que su
conocimiento de los medicamentos está influido por las actividades de la industria
farmacéutica, el Colegio Americano de Médicos señala que “hay pruebas considerables que
respaldan la eficacia del encuentro personal con un vendedor profesional para moldear las
actitudes de los médicos hacia los medicamentos.”55
Mucho se ha enfatizado en este apartado sobre los posibles factores influyentes que
determinan el problema de la automedicación. Sin embargo, no está por demás hacer
referencia que la excesiva promoción de los medicamentos y de muchos de estos productos de
dudosa efectividad que se encuentran en el mercado nacional promovidos obviamente por la 55 Chetley Andrew: - op.cit- p. 13
41
industria farmacéutica, incrementa el problema. David Jones, un ejecutivo de la Abbott y Ciba
Geigy da una explicación clara de esta promoción:
[...], “los medicamentos son comercializados como si fueran cosméticos o caramelos. Se anuncian
efectos más allá de lo que el producto puede lograr. Hay una demanda inflada más allá de las necesidades
médicas. Se promueven usos que no son saludables ni prudentes.”56
No cabe duda de que los medicamentos tienen que jugar un papel muy importante en la
sociedad y en el mejoramiento de la salud (los medicamentos correctos, en el momento
apropiado, con el precio debido y a las personas indicadas). “La Federación Internacional de la
Industria del Medicamento (FIIM) dice que las compañías asociadas que controlan el 80% del
mercado mundial, han asumido la responsabilidad de proveer solamente medicamentos que
“consideran plenamente las necesidades de salud pública.”57 Lógicamente la evidencia de tal
contribución es difícil de encontrar. Un estudio hecho por el Departamento de Salud de
Inglaterra concluyó que la investigación estaba siendo “dirigida hacia las ganancias
comerciales en lugar de cubrir una necesidad terapéutica.”58
Jean-René Fourtou, presidente de Rhone-Poulenc, dejo muy claro que la industria busca
primordialmente un crecimiento saludable en lugar del mejoramiento de la salud:
“Más de la mitad de las enfermedades en el mundo no tiene medicinas. La población mundial continúa
envejeciendo. Hay todavía mucho crecimiento en adelante.”59
Durante algunas conferencias realizadas por la OMS se ha mencionado lo siguiente:
“Existe un conflicto de intereses intrínseco entre los objetivos legítimos del negocio de los
fabricantes y las necesidades sociales, médicas y económicas de los proveedores y del público para
seleccionar y usar los medicamentos de la manera más racional.”60
Harry Schwart, líder apologista de la industria farmacéutica estadounidense explica que la
primera prioridad de la industria farmacéutica es la utilidad.
[...], “lo que tanto quiere la industria estos días –ser apreciada por sus contribuciones a la sociedad-
no es de lo que trata normalmente el juego. El negocio farmacéutico –como cualquier otro negocio en los
Estados Unidos- trata de hacer dinero, y los ejecutivos en esta industria, normalmente dedican sus
energías todos los días al objetivo de hacer el mayor dinero posible.”61
El resultado de este énfasis es un mercado mundial totalmente fuera de control. De
acuerdo al Dr. Enrique Fefer de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América
Latina y el Caribe, organismos reguladores débiles permiten que productos inefectivos sean
comercializados o promocionados para usos que no han sido aprobados; los establecimientos
locales generalmente no cumplen con las normas de control de calidad aceptadas; los
profesionales de la salud tienen un acceso limitado de información objetiva, y personal no
capacitado que atiende en las farmacias, aconseja a los consumidores sobre que medicamentos
56 Chetley Andrew: - op. cit. - p. 12 57 Ibid. p. 9 58 Ibid. 59 Ibid. 60 Ibid. p. 10 61 Ibid.
42
usar.62 En el caso de Tuzantla se tiene como ejemplo lo narrado en cada una de las entrevistas
y el papel que juega en este caso el empleado farmacéutico. Así mismo, se pudieron apreciar
los resultados presentados en la tabla correspondiente al número y porcentaje de
medicamentos con mayor frecuencia de venta en la localidad. Las gráficas muestran
resultados específicos en número y porcentaje con respecto al medio que los sujetos
tuzantlenses utilizaron para obtener el medicamento.
En muchos de los casos, se nos proporciona información de medicamentos en donde se pone
bastante énfasis en los aspectos positivos de los productos y en los atributos que dan al
producto una ventaja para su comercialización dejando de lado la información objetiva que se
requiere para un análisis comparativo. En este proceso, los medicamentos nuevos y
particularmente los más caros son los que más se promocionan. Prácticamente, estos son
productos de los cuales se sabe menos, incluyendo si algunos grupos de personas deberían
evitar el medicamento o si existen raros efectos adversos a largo plazo. Este es sin duda
alguna, uno de los ejemplos más evidentes del conflicto entre los objetivos terapéuticos y
comerciales. Un ejemplo particularmente inquietante es el que ocurre con la promoción de
medicamentos para estimular el apetito, la inteligencia y el buen desarrollo muscular y en los
niños. Como menciona la OMS: “No hay evidencias de que los medicamentos y las
combinaciones que se proponen como estimulantes del apetito tengan algún efecto. Por lo
tanto estas preparaciones no deben ser usadas.”63 Sin embargo, el temor a la mala nutrición o
la preocupación con respecto a la pérdida del apetito en los niños, abre un considerable ámbito
para que las compañías farmacéuticas promocionen una variedad de productos que no son
necesarios. Cabe citar oportunamente la promoción actual a través del medio televisivo de
todos aquellos medicamentos de supuesto origen natural que, no solo sirven para que la
persona pierda peso sin el mayor esfuerzo sino que además, contienen una formula muy
completa que alivia toda serie de enfermedades.
“Las vitaminas tienen un rol legítimo en terapéutica. Sin embargo, es un rol limitado. Es
probable que aquellos niños que reciben una dieta balanceada no sufran de ninguna deficiencia
vitamínica. Donde ocurren deficiencias, es necesario ver la manera de mejorar a largo plazo la
cantidad de alimento que se ingiere y suministrar algunas veces un suplemento a corto plazo
de una o dos vitaminas específicas. El uso rutinario de preparaciones multivitamínicas en niños
es simplemente una pérdida de dinero. En el Reino Unido, bajo el Servicio Nacional de Salud,
las vitaminas pueden ser usadas para tratar una condición deficitaria, pero no como
suplementos alimenticios. Todas las preparaciones multivitamínicas están calificadas como
“menos apropiadas” para prescribir.”64
En México, actualmente se promueven algunos medicamentos multivitamínicos. Uno de ellos
es el jarabe llamado Multi-Sanostol, fabricado por Byk Gulden. La publicidad que se le da al
producto promueve cuidadosamente que tomar dicho multivitamínico mejora la inteligencia del
niño. Otro es el jarabe Kiddi Pharmaton, producto producido por una compañía suiza,
Pharmaton S.A. y distribuido por la Rhone-Poulenc. Su propaganda llegó aun más lejos, ya que
promueve el desarrollo de los músculos y el apetito. Así mismo, contribuye a mejorar la
concentración e inclusive a aumentar el coeficiente intelectual del niño. Con esto, es necesario
enfatizar que en países como las Filipinas, el Reino Unido, Estados Unidos, Malasia y en
muchos otros países desarrollados y en vías de desarrollo como el Perú; desde los años de
62 Chetley Andrew: - op. cit. - 63 Ibid. p. 28 64 Ibid.
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1988 y 1989, estos multivitamínicos fueron retirados del mercado farmacéutico, precisamente
porque no hay pruebas de que puedan hacer algunos de los milagros anteriormente
mencionados. “Estos ejemplos muestran algunas de las “considerables presiones” provenientes
de las compañías farmacéuticas bajo las cuales están los padres y los que recetan. Muchas
veces el resultado es la elección de “un tratamiento sub-óptimo o mayor que el necesario.”65
Esto nos lleva a la necesidad (médicos, empleados farmacéuticos y consumidores) de
obtener una información precisa, legalmente respaldada y comparativa imparcial sobre los
medicamentos bajo prescripción y los de venta libre. Efectivamente, recibimos y obtenemos
toda clase de información a través del aparato publicitario en lo que a salud y medicamentos
se refiere; pero desafortunadamente no recibimos aquella información que nos haga más
conscientes con respecto al uso racional de los medicamentos y desde luego es de esperar, que
esta información, no la suministrará la industria farmacéutica.
Indudablemente, los medicamentos refuerzan una orientación curativa; sin embargo, la
mayoría de los problemas de salud de la infancia se pueden prevenir fácilmente a través de
programas de inmunización, nutrición adecuada, acceso a agua potable, un ambiente limpio y
todas las otras condiciones; todo ello queda reducido a una sola cosa: el desarrollo económico.
“Los medicamentos tienen una función que cumplir, pero deben ser considerados dentro de
los contextos, usados debidamente según sean necesarios y no por la creación de demandas
artificiales.”66
La Organización Mundial de la Salud señala:
“En el presente, el desperdicio de recursos y la posibilidad de producir innecesarias reacciones
adversas, son razones muy fuertes para promover un mayor cuidado con los medicamentos que se
recetan particularmente a los niños. Las impredecibles consecuencias psicológicas y sociales que son
objeto de un excesivo e inapropiado de medicamentos, es una preocupación sobre el futuro.”67
TERCERA ENTREVISTA:
La siguiente experiencia demuestra una vez más, que el fenómeno de la automedicación se
hace patente tocando todos aquellos aspectos que tienen interacción directa al desarrollo
estructural del hombre, incluyendo la medicina tradicional.
Es bien sabido, que en México particularmente, existe un arraigo y tradición en el uso de
las plantas medicinales y remedios caseros. La medicina tradicional a través de los siglos ha
jugado un papel esencial en la salud, y representa el primer contacto con la salud. “La práctica
de la medicina tradicional no es un tema novedoso, por lo menos cincuenta años de
investigaciones antropológicas avalan esta información.”68 Según lo afirma Solís:
“La medicina tradicional es un real sistema de atención a la salud, pues cuenta con una filosofía
teórico-práctica, recursos humanos y terapéuticos y una cosmovisión particular”.69 Así mismo:
“La medicina tradicional no es un cúmulo de acciones locales, es un sistema vigente y constituye el
primer contacto del enfermo antes de ser atendido por la medicina institucional”.70
65 Chetley: - op. cit. - p. 29 66 Ibid. 67 Ibid. 68 Bañuelos Noemí y Búrquez Alberto: Las Plantas. Una estrategia de salud en la medicina doméstica maya. Estudios
Sociales. Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A. C. (CIAD. El Colegio de Sonora, Universidad de
Sonora. Revista de Investigación del Noroeste, Vol. 6 No. 12, Julio-Diciembre de 1996. p. 165. 69 Ibid. 70 Bañuelos y Búrquez – op. cit – p. 165.
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En esta descripción en particular, tuve la oportunidad de observar y participar
personalmente en algunos hechos suscitados en torno a la atención medica del paciente y la
labor que el médico desempeña cuando se encuentra tratando al enfermo y se enfrenta a
situaciones de salud críticas.
Esta experiencia le fue ocurrida a la Doctora Rosa Elda Cisneros. Actualmente, ella radica
en Tuzantla desde hace diez años. Es originaria de Pueblo Yaqui, Sonora. Cursó sus estudios
profesionales en la Faculta de Medicina de Morelia, Michoacán. Pues considera que el gusto
por la medicina lo descubrió desde que estaba pequeña.
A sus treinta y nueve años de edad, casada, con tres hijos y con diez años de experiencia
en el ramo, la doctora Cisneros, asegura que las enfermedades que atiende con más frecuencia
son las de tipo Faringoamigdalitis, Gastrointestinales (de tipo bacteriano, parasitario y viral),
las Crónico Degenerativo, Partos y Cirugías menores.
La mayoría de la gente que atiende es de las rancherías o las localidades de los alrededores
del municipio. Mucha de la gente que solicita sus servicios como médico, es de escasos
recursos económicos y viven muy alejadas de la cabecera municipal (Tuzantla). Por sus
honorarios cobra la cantidad de $130.00 pesos, o en muchas ocasiones, no cobra
absolutamente nada, por las mismas condiciones de escasez en que muchas las familias se
encuentran.
Eran escasos diez minutos los que llevaba entrevistando al la doctora Cisneros en el
establecimiento farmacéutico de su esposo el Sr. Marín, solo había alcanzado a registrar
algunos datos personales cuando entran a la farmacia cuatro personas (dos hombres y una
mujer adultos con un joven adolescente), preguntando por la doctora.
Se levantó y les dijo:
- Yo soy la Doctora, ¿ que se les ofrece ? - “ Traemos un enfermo” - respondieron los señores - - Permítanme un momento, les respondió la Doctora dirigiéndose hacia donde yo me encontraba y me dijo: - ¿Me podrías esperar un momento afuera? voy a atender a un paciente. - Me levante del lugar y salí a esperar por fuera de los mostradores. Enseguida, la doctora pidió que pasara hacía adentro únicamente el enfermo. Sin embargo, ellos respondieron que era necesario cargarlo porque no podía caminar. La doctora observó rápidamente al paciente y les dijo: - Está bien, súbanlo sobre aquella cama y que por favor se quede sentado. Una vez dentro el paciente, la doctora me pidió de favor que entrara y estuviera presente para que le ayudara a atender al paciente. Pensé desde luego, que se trataba de una broma, pero no fue así. El espacio en donde se encontraba el paciente se redujo bastante, pues estábamos presentes cinco personas (la doctora, los dos familiares del enfermo, el enfermo y yo). Dicha situación me hizo sentir incómodo, pero la doctora se encargó de darme tranquilidad y confianza. Cundo inició el interrogatorio par saber de qué se trataba la enfermedad del paciente, los familiares respondieron: - “Se trata de una cortada que trae en su pierna”. - “Bien, pues entonces descúbrete la pierna” - le dijo la doctora al joven -
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Cuando el joven empezó a descubrirse la pierna, traía vendada la herida, la doctora empezó a quitárselas, pero, conforme le quitaba las vendas; una aroma muy desagradable y fuerte se empezó a despedir de la herida. Efectivamente, era de la herida de donde provenía la fuerte aroma, pues sobre ella traía una sustancia pastosa de color oscuro y abundante telaraña (evidentemente se trataba de un remedio casero). - La doctora preguntó qué tipo de remedio era el que traía -. - La señora madre del joven respondió que era estiércol de puerco, lodo, café y telaraña.- - “ ¿Para qué le pusieron esa sustancia?” - preguntó la doctora -. - “Lo que pasa es que estaba sangrando mucho y con ese remedio pudimos cortarle el sangrado” - ¿Quién les dijo que se lo pusieran? - “Una vecina nuestra nos sugirió que se lo pusiéramos, porque en una ocasión uno de sus hijos también se había cortado muy feo y sangraba mucho y le puso lo mismo y solo así pudo detener que ya no le saliera sangre”. - ¿A qué hora se cortó? - “Desde ayer en la tarde”. - ¿Y desde ayer en la tarde trae la pasta? - Si, respondió uno de los señores -. - ¿Por qué no lo trajeron ayer mismo? - “Lo que pasa es que no teníamos en que traerlo, ya era muy tarde y no había pasajera71en que viajar y hasta hoy pudimos conseguir una camioneta”. - ¿Desde dónde vienen? - “De Joyas de Miranda” - respondieron los señores - - ¿Que otro medicamento le ha dado? - le preguntó la doctora a la señora - - “ Nada mas le he dado neomelubrina y naxen para el dolor y la temperatura”. - ¿A qué horas le empezó a dar la temperatura pregunto de nuevo dirigiéndose a la señora? - “ En la madrugada, tenía bastante temperatura que no podía dormir”. La doctora se levantó, y pidió de favor a los señores que esperaran afuera, y que solamente se quedara la madre del joven. Enseguida me pidió de favor que fuera a la tienda y comprara un jabón de pan (zote o amarillo). Cuando regresé, la doctora ya había retirado la sustancia pastosa de la herida. Enseguida me pidió que abriera unas botellas de suero y tomara una de las cubetas que tenía en el baño. Una vez que abrí las botellas, ella tomo una buena cantidad de gasas y el jabón, y con el suero empezó a lavar la herida. Fue impresionante para mí presenciar ese momento, pues la herida era bastante grande como de unos veinte centímetros de largo y su profundidad era muy pronunciada.. Toda vez terminado la doctora el proceso de limpieza, el joven empezó a presentar nuevamente temperatura. Enseguida la doctora preparó una inyección de 5, 000,000 unidades de penicilina y una ámpula para el tétano y se las aplicó inmediatamente. Le indicó al joven que se recostara y que esperara un poco. Les pidió a los señores que esperaban fuera de la farmacia, que era necesario que lo trasladaran a su consultorio (el mismo se encuentra ubicado en la casa particular de la doctora) para poderle suturar la herida, ya que en la farmacia no tenía los instrumentos necesarios para cerrar la herida. 71 Una pasajera en Tuzantla es, un medio de transporte. Es una camioneta grande con barios asientos en la caja, que
tiene capacidad de transportar alrededor de 15 o 20 personas.
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De nueva cuenta, la doctora me pidió que fuera a avisarle a su esposo (que se encontraba en su casa) para que de favor viniera a suplir su lugar en la farmacia, porque ella tenía que suturar a un paciente. Cuando regresamos su esposo y yo, la doctora me sugirió que la acompañara a su consultorio. Cuando llegamos, recostó al paciente, deslizó una mesa hacia su escritorio, sobre ella empezó a poner unas gasas, unas tijeras, unas soluciones de sueros. De una vitrina sacó las suturas y los instrumentos que usaría para suturar la herida.. Tomo una bandeja plana y la puso debajo de la pierna del paciente justamente, en el lugar de la herida. Enseguida encendió y colocó una lámpara de pedestal que despedía una luz intensa, se puso unos guantes y un cubre boca y me solicitó señalándome, le proporcionara un jabón líquido medicinal de color verdoso que tenía sobre la vitrina, lo tomé y me indicó como deseaba que le vaciara la sustancia mientras ella talló la herida hasta que sangró de nuevo. Después, con las sustancias que había en los sueros enjuagó y con otras gasas retiro los excesos hasta dejar seca la herida. Una vez seca la herida, le aplicó xilocaína (anestesia) y procedió a suturar la misma. Cerca de una hora y media tardó en hacer su trabajo. Sin embargo, la temperatura no había desaparecido del todo. Enseguida llamó a la madre del joven y empezó a preguntarle si ya había presentado temperatura días antes. Ella contestó que no. Entonces, la doctora se empezó a preocupar por que pese a la ampolleta que ya le había aplicado, no podía comprender por qué la temperatura no disminuía. Platicó seriamente con la madre del joven y le explicó los riesgos y lo peligroso de haberle aplicado estiércol de puerco en la herida y que tal vez su temperatura se debía a una fuerte infección que había contraído por causa de la suciedad que le habían untado. Ella les sugirió que lo tendría en observación hasta que la temperatura desapareciera porque, de lo contrario, no podía darlo de alta. Eran las cinco de la tarde, cuando la doctora les recomendó a los familiares del paciente que este ya se encontraba estable, pero aun así, la doctora les indicó antes de darlo de alta, que era muy importante protegerlo contra cualquier infección ya que su organismo y la herida estaban muy susceptibles. Insistió terminantemente que el paciente no se acercara a ningún establo o corral de ganado o cerdos y que el aseo y la limpieza en su herida tenían que ser diariamente, de no hacerlo así, corría el riego de que su pierna se infectara. Debido a que el paciente y sus familiares vivían muy retirados de la localidad tuzantlense, la doctora les proporcionó el medicamento recetado y el material de curación. En especial a la madre, le enseñó cómo debía hacer la limpieza y el vendaje diariamente en la herida para que esta no se le complicara. Por segunda ocasión, la doctora platicó con la mamá del joven retomando el tema de los remedios caseros. Le advirtió que tuviera mucho cuidado al hacer uso de ellos, ya que en realidad, existen remedios que son bastante buenos y otros son demasiados peligrosos. Le dijo que mucha gente solamente recomienda los remedios sin saber o conocer realmente los beneficios o los riesgos que estos pueden ocasionar. De igual forma, le sugirió que tuviera mucho cuidado al tomar cualquier medicamento (aunque este fuera recomendado por la comadre, la vecina o el compadre), ya que ninguna otra persona que no sea el médico, conoce mejor los componentes y las sustancias de los mismos y sabe para qué tipo de enfermedad son indicados. Le pidió de manera atenta, que antes de tomar cualquier medicina o aplicarse cualquier remedio casero, acudiera con alguna persona que conozca y sepa cómo funciona la medicina natural o en todo caso, acudiera al centro de salud y que no pusiera en riesgo su vida y las de sus hijos.
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La señora tomó la mano a la doctora y se la besó. Le agradeció lo que hizo por su hijo y le prometió que tendría muy en cuenta sus consejos. Apenada la doctora, solo sonrió y les deseo un buen viaje por el camino de regreso a su casa. Le agradecí, el haberme permitido estar presente y sobre todo escuchar los interrogatorios que le hizo al paciente y el poder escuchar las sugerencias y consejos que le dio a la madre del enfermo para que tuviera cuidado al hacer uso de los medicamentos y los remedios caseros.
Justamente en este momento considero importante citar, lo que Penélope Ody, del
Instituto Nacional de Herbolarios Médicos del Reino Unido, menciona, haciendo referencia a
la medicina tradicional:
“Desde hace milenios, muchas culturas han tratado los males con remedios herbolarios sacados de los
campos y bosques. Hasta muchos medicamentos modernos se elaboran a partir de plantas, como la
digital, que se emplea para las cardiopatías. El uso de las plantas medicinales siempre ha sido
considerado la medicina del pueblo. Se trata de remedios sencillos que pueden utilizarse en casa para
trastornos menores o para complementar medicamentos más potentes prescritos por profesionales para
trastornos agudos y crónicos. Aunque la mayor parte de las hierbas son intrínsecamente muy seguras,
hay que tratarlas con respeto. Nunca deben excederse las dosis recomendadas o seguir empleando
remedios caseros si la situación es persistente, empeora o si el diagnóstico es dudoso.”72
Es del conocimiento para la doctora Cisneros, que mucha gente sabe perfectamente que no
debe hacer lo anteriormente mencionado, pero reconoce, que hay familias que no cuentan con
los recursos económicos para acudir al médico y optan por la práctica de la automedicación o
el uso de los remedios caseros o sencillamente consumen los medicamentos recomendados por
la comadre, el vecino o el compadre, para ahorrarse el gasto. Sin embargo, la Doctora no
justifica dicha acción, ya que considera que en el pueblo existen otras alternativas para que el
individuo mejore su estado de salud, como lo es el Centro de Salud o la Unidad Médica
Familiar, en donde es de suponer que se tiene un servicio accesible para atender al paciente.
No descarta la posibilidad de que también existe gente mañosa, ya que por no gastar acuden a
la práctica de auto recetarse sin tener la preocupación por los efectos y consecuencias que
esto les puede ocasionar.
Afirma que hoy en día, en la región tuzantlense, el problema de la automedicación ha
crecido y se ha agudizado bastante, ya que antes, la gente de estas poblaciones se detenía
mucho para tomar o administrarse un medicamento.
A manera de ejemplo ella comentó, que la gente simplemente acude a la farmacia a surtir la
receta que le prestó la comadre o la vecina, o de manera más fácil y directa, el sujeto pide el
medicamento que le recomendaron que comprara o porque lo miraron por la televisión.
Para darle solución a este problema, ella propone que deben cambiar muchas cosas en
nuestra sociedad o en el sistema administrativo, empezando por controlar la venta de los
medicamentos en las farmacias, mejorando el nivel cultural y de vida de las personas,
desarrollando buenos programas de trabajo para el bienestar de la población sin olvidar las
necesidades propias y primordiales de la gente (más las que habitan en las zonas marginadas
del municipio) y por último, mejorando el servicio de atención médica en las instituciones de
72 Despertad: - op. cit - p.4.
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salud pública, para que la gente no tenga como única alternativa u opción (al no poder acudir al
médico particular por falta de recursos económicos) la acción de la automedicación.
En el apartado referente a la segunda entrevista, se observa y se registran las diferentes
opiniones y percepciones que exteriorizan y señalan los médicos en torno al problema de la
automedicación generado en la región tuzantlense, y sus posibles factores influyentes en el
desarrollo de la misma. Evidentemente son muy similares. Pareciera que los problemas
económicos apegados a la ignorancia de las personas, están a la luz del día; determinando y
condicionando la formación y evolución del hombre. Pareciera que la solución a este fenómeno
se termina, atacando con plena atención las esferas socioeconómicas y socioeducativas para
dar la estabilidad y el equilibrio total al individuo en sociedad.
“Vivimos en un ambiente de múltiples influencias interrelacionadas. Por esto, es que, los
esfuerzos para mejorar los niveles de salud de la población deben integrarse con una política
social y económica total para mejorar el nivel de vida de la población y del individuo y
asegurarle la salud y el bienestar social”.73 Hoy en día, los médicos poco a poco van reconociendo que los problemas relacionados a la
salud, no sólo son de la competencia del gremio. De alguna forma intentan dejar claro que en
cualquier problema o irregularidad de la salud del individuo y de la sociedad en general, se
involucran aspectos o factores no médicos que dificultan hasta cierto grado, el éxito y la labor
del propio médico. Reconocen, que la solución a muchos de los problemas suscitados en torno a
la salud, no están a su alcance, sin embargo, no restan importancia a su participación para la
solución de los mismos y contribuir al bienestar social e individual.
“El objetivo de la medicina es social y, en realidad, ella es una ciencia social”.74 “La palabra
“social” significa todo aquello relacionado con la sociedad, considerada en conjunto, o aquellos
problemas que la organización de la sociedad provoca. Todos estos problemas, cuya naturaleza
es física, intelectual o emocional, afectan a los componentes de la sociedad, quienes
reaccionan frente a ellos”.75
“En el pasado, la medicina se ubicaba entre las ciencias exactas, junto a la química y a la
física. Esto estaba justificado por que la medicina, usando los métodos de estas ciencias,
progresó mucho en el conocimiento de la estructura y funciones del organismo humano. Luego
usando los mismos métodos, la medicina conoció la patología de la mayoría de las
enfermedades y descubrió su tratamiento. Durante este proceso, la medicina estuvo tan
absorbida por el estudio de la enfermedad, que los médicos olvidaron que el motivo de
preocupación final de la medicina es el hombre, considerado como unidad y como grupo
social”.76 En este caso habrá que precisar, que existe una gran responsabilidad para la
medicina preventiva y que existe también, una gran labor que debe asumir todo individuo o
profesional involucrado en la materia, para que la atención y el progreso en la salud sean de
calidad. Con esto se puede entender, que si la enfermedad o la salud del individuo se estudian
separadamente del ambiente físico, biológico y social en que ellas se producen, no sería posible
entender cabalmente su mecanismo.
“La salubridad puede ser definida como el programa comunal destinado a prolongar la vida
eficiente del individuo. Abarca actividades específicas planeadas para el propósito de
protección de la salud, pero reconoce que otras fuerzas y acciones contribuyen al proceso de
73 San Martín: - op. cit. - Capítulo 5 p 49. 74 Ibid. Capítulo 40l, p. 777. 75 Ibid. 76 Ibid.
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la salud sin ser parte de ella directamente. Aun cuando se deriva de la medicina, la salubridad
no se concreta a ella, sino que abarca el campo más amplio de las ciencias sociales y del
servicio público que incorpora a la medicina como uno de sus componentes principales. Tiene
como objetivos directos la organización y dirección de los esfuerzos colectivos para proteger,
fomentar y reparar la salud de la población. Por lo tanto, las actividades que en una forma u
otra protegen la salud, rebasan el campo definido de los programas de las instituciones
nacionales que tienen la responsabilidad de la salubridad en el país.”77 “Todo indica que los
médicos se han venido preocupando desde hace mucho de este problema. La orientación social
de la medicina surgió, hace más de cien años, en Europa, en una forma científica. En América
Latina, debido a las diferencias notables en el nivel de vida de los grupos sociales, los médicos
se ocupan desde hace poco de los aspectos sociales de la profesión.”78
Repetidamente, se ha insistido, que si el médico observa la enfermedad del paciente como
un cuadro clínico más, y no en su contenido social, no está ejerciendo medicina social y no está
cumpliendo, por lo tanto, el papel social de su profesión. Así mismo, el hombre no puede ser
considerado como una entidad aparte del ambiente en que vive. Sano o enfermo, está ligado a
las condiciones de vida social, lo cual incluye todas las consideraciones del ambiente físico,
biológico y social y, particularmente, las consideraciones de orden económico y cultural.
“Hay por lo tanto, en las ciencias médicas y en las ciencias sociales un interés mutuo por el
hombre considerado como un ente social. Como al mismo tiempo la preocupación no es
solamente por el individuo aislado sino por la comunidad en su totalidad, la medicina
necesariamente debe considerar los factores sociológicos y se convierte así en ciencia
social”.79 Tal parece, que una de las razones más concretas de esta nueva actitud a la que se
enfrenta la medicina, es la de incluir dentro de sus responsabilidades el estudio de todos los
factores y problemas (como el caso de la automedicación) que afectan al individuo considerado
como un ser social. Sin embargo, es tan real que hoy en día, en la práctica médica los factores
personales (emocionales o condiciones de vida) y los sociológicos han sido menospreciados
frente a la etiología inmediata de la enfermedad, o bien, les ha faltado la capacidad para
manejarlos o integrarlos al proceso y entendimiento como parte de la enfermedad.
“Hipócrates estimuló a los médicos de su tiempo a estudiar las relaciones del hombre con su
modo de vida, indicó a la medicina el camino a seguir para encontrar la expresión total de su
finalidad. Fue entonces cuando se transformó de ciencia puramente física en ciencia biológica
social”.80 Todo esto viene a ser, una especie de un corolario totalmente obligado de la teoría
de la causalidad múltiple de los fenómenos biológicos.
“Las estrategias actuales para la atención médica, dan prioridad a las acciones de
medicina preventiva y de salud colectiva. El personal institucional de la salud las realiza,
cumpliendo así con su responsabilidad; pero el médico y la enfermera en su labor
individual o privada, no pueden permanecer al margen de dichas acciones. Su
participación es indispensable e ineludible.”81
77 San Martín – op. cit. - Capítulo 5 p. 46 78 Ibid. P. 47 79 Ibid. p. 778 80 Ibid. 81 Álvarez Alva – op. cit. – Capítulo 6 p. 57