40 años de democracia en españa - hht madrid

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Editado por Hermandades del Trabajo Nº 728 n JULIO-AGOSTO 2017 HERMANDADES EN INTERNET www.hermandadestrabajo.es HERMANDADES 70 AÑOS DE HERMANDADES: SIGNO DE LOS TIEMPOS (IX) De Miguel Parmantie PÁGINA 2 SOCIEDAD ESPAÑOLA EN LOS 80: OCHO MILLONES DE ESPAÑOLES EN LA POBREZA José Sánchez Jiménez PÁGINAS 8 Y 9 ENCUENTROS EN BURGOS, CÓRDOBA Y ALMERÍA PÁGINAS 14 Y 15 .................................................................................. LABORAL ENCUENTRO DEL SANTO PADRE CON EL MUNDO LABORAL PÁGINAS 3, 6 Y 7 ................................................................................. CULTURA RAFAEL ALBERTI: MARINERO EN TIERRA Rosario Paniagua PÁGINA11 ................................................................................. RELIGIÓN LA PARADOJA De Pedro Barrado Fernández PÁGINA 16 40 años de democracia en España e cumplen ahora 40 años de las elecciones del 15 de junio de 1977, que para algunos analistas marca el comienzo de la transición española, aunque parece mejor fundada la opinión de que el camino democrático se inició con la Ley para la Re- forma Política de 18 de noviembre del año anterior, pues fue la fecha que marcó el principio de todo el proceso, sin cuya aprobación no hubieran sido posi- bles las primeras elecciones democráticas. Nos vamos a olvidar de la polémica actual, esto es, sobre si debería haber asistido el Rey Emérito, Juan Carlos I al acto conmemorativo que ha tenido lugar en las Cortes para celebrar tan magno aconte- cimiento. Nos interesa más echar una mirada histó- rica para ver cuál era la situación de España hace cuarenta años y las razones de la tan alabada tran- sición española a la democracia, hecho que es des- conocido por muchos jóvenes y no tan jóvenes, me- nores de esa edad. Nos preguntamos también, aun- que las sospechamos, cuáles son las razones de que una mayoría de la nueva generación de políticos del PSOE, de I.U. Y PODEMOS, desprecien lo que ha sido uno de los mayores éxitos de cambio político de la historia española, con sus aspectos positivos y ne- gativos. Los primeros los hemos olvidado, tal vez porque son los segundos los que debemos enfren- tar. Solo mencionaremos uno, el mal diseño y peor desarrollo del título VIII de la Constitución, conce- bido para solucionar el encaje constitucional de Ca- taluña y el País Vasco y que lejos de solucionarse ha dado lugar a un fuerte sentimiento independentis- ta, atenuado, en estos momentos, en Vascongadas y exacerbado en Cataluña. Pues bien, la creación de diecisiete Comunidades Autónomas ha dado lugar a un Estado sobredimensionado que amenaza la uni- dad y soberanía de la nación española, crea disfun- ciones económicas y es absolutamente gravoso de mantener. Por añadidura, no es admisible que algunos de los problemas históricos de España, como el proble- ma religioso y la superación del enfrentamiento y división de las “dos Españas”, que habían sido re- sueltos de manera razonable, vuelvan de nuevo al S (Sigue en pág. 3)

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Editado por Hermandades del Trabajo ! Nº 728 n JULIO-AGOSTO 2017

HERMANDADES EN INTERNET www.hermandadestrabajo.es

HERMANDADES

70 AÑOS DE HERMANDADES: SIGNO DELOS TIEMPOS (IX) De Miguel Parmantie

PÁGINA 2

SOCIEDAD ESPAÑOLA ENLOS 80: OCHO MILLONESDE ESPAÑOLES EN LA POBREZAJosé Sánchez Jiménez

PÁGINAS 8 Y 9

ENCUENTROS EN BURGOS,CÓRDOBA Y ALMERÍA

PÁGINAS 14 Y 15..................................................................................

LABORAL

ENCUENTRO DEL SANTO PADRE CON EL MUNDO LABORAL

PÁGINAS 3, 6 Y 7

.................................................................................

CULTURA

RAFAEL ALBERTI: MARINERO EN TIERRARosario Paniagua

PÁGINA11

.................................................................................

RELIGIÓN

LA PARADOJADe Pedro Barrado Fernández

PÁGINA 16

40 años de democracia en España

e cumplen ahora 40 años de las elecciones del15 de junio de 1977, que para algunos analistasmarca el comienzo de la transición española,

aunque parece mejor fundada la opinión de que elcamino democrático se inició con la Ley para la Re-forma Política de 18 de noviembre del año anterior,pues fue la fecha que marcó el principio de todo elproceso, sin cuya aprobación no hubieran sido posi-bles las primeras elecciones democráticas.

Nos vamos a olvidar de la polémica actual, estoes, sobre si debería haber asistido el Rey Emérito,Juan Carlos I al acto conmemorativo que ha tenidolugar en las Cortes para celebrar tan magno aconte-cimiento. Nos interesa más echar una mirada histó-rica para ver cuál era la situación de España hacecuarenta años y las razones de la tan alabada tran-sición española a la democracia, hecho que es des-conocido por muchos jóvenes y no tan jóvenes, me-nores de esa edad. Nos preguntamos también, aun-que las sospechamos, cuáles son las razones de queuna mayoría de la nueva generación de políticos delPSOE, de I.U. Y PODEMOS, desprecien lo que ha sido

uno de los mayores éxitos de cambio político de lahistoria española, con sus aspectos positivos y ne-gativos. Los primeros los hemos olvidado, tal vezporque son los segundos los que debemos enfren-tar. Solo mencionaremos uno, el mal diseño y peordesarrollo del título VIII de la Constitución, conce-bido para solucionar el encaje constitucional de Ca-taluña y el País Vasco y que lejos de solucionarse hadado lugar a un fuerte sentimiento independentis-ta, atenuado, en estos momentos, en Vascongadasy exacerbado en Cataluña. Pues bien, la creación dediecisiete Comunidades Autónomas ha dado lugar aun Estado sobredimensionado que amenaza la uni-dad y soberanía de la nación española, crea disfun-ciones económicas y es absolutamente gravoso demantener.

Por añadidura, no es admisible que algunos delos problemas históricos de España, como el proble-ma religioso y la superación del enfrentamiento ydivisión de las “dos Españas”, que habían sido re-sueltos de manera razonable, vuelvan de nuevo al

S

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2 mas JULIO-AGOSTO 2017

El legado de D. Abundio

Terminamos la entrevista que hi-zo Alfredo Marugán a D. Abun-dio al celebrar éste sus Bodas deoro sacerdotales, un LEGADO DEDON ABUNDIO que nos lleva aredescubrir los “Signos de lostiempos” para las Hermandadestras estos 70 años de historiapasada. El texto se encuentra enAbundio García Román, Un sa-cerdote para el mundo del traba-jo, Juan Carlos Carvajal Blanco(Dir.), pp. 415-23.

P. “También hay que acusar aquí elpaso de los treinta años. Y pedimos aD. Abundio que defina el papel del sa-cerdote (o quizá la relación sacerdote-seglar) en las formas de apostoladomás o menos organizado de losochenta.

R. El papel del sacerdote consi-liario en nuestras Hermandades delTrabajo habrá que juzgarlo impres-cindible dentro de su misión. Lecompete en primer lugar la forma-ción religiosa, la dirección espiri-tual y la promoción apostólica delos militantes y afiliados. A travésde su trato amistoso y discreto de-be ganarse la confianza de todos.

Muy unido a sus dirigentes debesentirse solidario del gobierno de laObra. Evite todo protagonismo per-sonal y haga recaer la gloria de losaciertos sobre sus dirigentes segla-res. Responsabilice a éstos en lasiniciativas y en el desarrollo de losplanes y proyectos. Sirva de vínculode unión entre todos y esparza ensu derredor un ambiente de opti-mismo y alegría. Nunca olvide sufunción subsidiaria. Conozca y seinterese por los problemas delmundo del trabajo y haga su op-ción especial por los más pobres ynecesitados.

P….Pido a D. Abundio que nos ha-ga el perfil del militante seglar de hoy,en medio de ciudades mastodónticas,de presiones consumistas, de crisis, ylo demás.

R. Muchas veces hemos habladodel militante; creo que todo ya estádicho. Recordaré algunos de losmás destacados consejos. Comien-ce el militante por alimentar el san-

to orgullo de sentirse trabajador,responsabilizado delante de Dios yde la sociedad de colaborar en laconstrucción definitiva del Reino.De aquí su honestidad, su honradezy su competencia profesional a to-das luces. Avale el trabajo con unavisión trascendente.

A fuer de cristiano y como mili-tante de Hermandades, acepte elcompromiso comunitario de evan-gelización en una acción organiza-da y programada con sus compañe-ros de trabajo, buscando la cristia-nización de su ambiente laboral.

Supere el compañerismo con lafraternidad cristiana. Esta fuerzadebe sacarla de la Eucaristía com-partida fraternalmente.

Siéntase obligado simultánea-mente con la empresa y con el sin-dicato. Reivindique los derechos desus compañeros como si fueranpropios. Sepa dar a la solidaridadese valor de compromiso que honraa todo apóstol.

Capacítese intelectual y profe-sionalmente según sus posibilida-des.

P. D. Abundio nació el 14 de di-ciembre de 1906 en tierra de conquis-tadores (Jaraicejo, Cáceres). Su celo sa-cerdotal y quizá la sangre de sus ma-yores le forzó la aventura de América.Su intento comprendía desde los his-panos de Nueva York hasta la Patago-nia argentina, por donde hizo lasiembra que luego maduraría condesigual fruto. Por allí se derramarona manos llenas sacrificios de militan-tes españoles y dinero. ¿Qué influjoestarán aportando a la transforma-ción de la América hispana? Le hagoesta pregunta, D. Abundio, y le pidouna consigna a aquellas Hermanda-des para su mejor participación res-ponsable en el cambio hacia una so-ciedad más justa, que ya viene produ-ciéndose.

R. Medellín, Puebla y Mons. Ós-car Romero son jalones definitivosde un resurgimiento apostólicosocial del pueblo americano. Esteresurgimiento yo lo echaba de veren todas nuestras asambleas y cur-

sillos celebrados en tierra america-na. Siempre encontré más vivo enAmérica que en la misma Europaeste impacto social. Acaso porqueera más sangrante la injusticia enaquellos pueblos.

Llegué a aprender de allí lo quedespués he llamado el hecho delos militantes desplazados. Ennuestros centros de Hermandadesde América resultafrecuente ver a mili-tantes desarrollan-do su apostolado enotras obras secula-res o de la Iglesia.Se forman y adquie-ren el grado de mili-tantes dentro deHermandades, yluego actúan comotales en una asocia-ción de vecinos, en una centralsindical o en una obra social de laIglesia. Siguen, no obstante, encontacto con el domicilio social deHermandades, donde ilustran sufe y nutren su espiritualidad.

P. D. Abundio, ni un solo nombreaparece en esta entrevista de cuantosrecibieron su magisterio y colabora-ron en la Obra de Hermandades, yson miles. Me atrevo a mencionar aJosé Ramón Otero, a quien reserva us-ted un permanente recuerdo. Le pidouna consigna para cuantos dejaronpor imposibilidad la vida activa deHermandades y para cuantos sigueny han de irse incorporando a estagran empresa, tanto sacerdotes comoseglares.

R. Deuda con muchos tienen lasHermandades del Trabajo, sacer-dotes y seglares, dirigentes, mili-tantes y afiliados; cada cual desdesu puesto ha contribuido al des-arrollo de nuestra Obra, que sin du-da fue portentoso y que hoy ha sa-bido sostenerse cuando tantos gi-gantes de la acción apostólica hansucumbido. Sólo quiero nombrar alos tres primeros fundadores que, ami ver, encarnan nuestros carismasmás singulares: José Ramón Otero ola fidelidad en toda línea; María dePablos o la originalidad creadora,ambos los primeros presidentes, ytú, Alfredo Marugán, con tu hondo

sentido social unido a la actualidadperentoria de todos tus proyectos.

Me pides una consigna paraquienes por imposibilidad nos deja-ron en la vida activa y para cuantossiguen con nosotros; pues bien, esaconsigna podría ser ésta: una vi-sión clara e imparcial de «signosde los tiempos» para saber inter-pretarlos como expresión y norte

de la voluntaddivina.

P. En estosaños se está vi-viendo una crisisdel apostolado se-glar muy intensay evidente en pri-meras organiza-ciones, menor enHermandades. Se

buscan nuevas orientaciones, nuevafilosofía, nuevas formas de apostola-do o, simplemente, de acción pasto-ral. Pido a D. Abundio que nos déunos perfiles del apostolado seglar delos próximos años, como orientaciónpara encaminar, principalmente, laevolución de las Hermandades. ¿Có-mo lo ve?

R. En los próximos años habráque poner un énfasis especial en laformación religiosa y cultural delos apóstoles comprometidos. Cre-ce sin duda el nivel cultural de lasociedad y habrá que respondercon nuestro prestigio y solvencia.

Crece de día en día también elespíritu comunitario, que nosobligará a estructurar nuestroapostolado en la misma línea decolaboración y ayuda mutua,tanto en la Hermandad como enlas barriadas y empresas. Los pe-queños grupos de amistad y com-promiso a modo de comunidadeso equipos están destinados a ocu-par los objetivos que hasta ahoraestaban cubiertos por los movi-mientos apostólicos.

Finalmente, habrá que secundary fomentar desde puestos de res-ponsabilidad ese espíritu de luchay reivindicación a favor de la justi-cia y que hoy está a flor de piel enambientes y estructuras.

70 Años de Historia: “Signos de los tiempos” (IX)

Por Miguel Parmantie

“En los próximos añoshabrá que poner un én-fasis especial en la for-mación religiosa y cul-tural de los apóstolescomprometidos”.

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JULIO-AGOSTO 2017 mas 3

Iglesia

ENCUENTRO DEL SANTO PADRE FRANCISCO CON EL MUNDO DEL TRABAJO

Amplio resumen del encuentro en el Establecimiento siderúrgico Ilva, el 27 de mayo de 2017 (Librería Editrice Vaticana)

[Ferdinando Garré, empresario del sectorde reparaciones navales] En nuestro traba-jo nos encontramos que tenemos que lu-char contra tantos obstáculos —la excesi-va burocracia, la lentitud de las decisionespúblicas, la falta de servicios e infraestruc-turas adecuadas— que a menudo no per-miten liberar las mejores energías de estaciudad. Nos dirigimos a usted, Santidad,para pedirle una palabra de cercanía. Unapalabra que nos conforte y nos anime fren-te a los obstáculos que cada día nosotroscomo empresarios nos encontramos.

[…] Pero en estas preguntas sobre el mundodel trabajo he querido pensar bien para res-ponder bien, porque hoy el trabajo está en ries-go. Es un mundo donde el trabajo no se consi-dera con la dignidad que tiene y que da. Por es-to responderé con las cosas que he pensado yalgunas las diré en el momento.

Hago una premisa. La premisa es: el mundodel trabajo es una prioridad humana. Y, por lotanto, es una prioridad cristiana, una prioridadnuestra, y también una prioridad del Papa. Por-que viene de aquel primer mandamiento queDios dio a Abrahán: «ve, haz crecer la tierra,trabaja la tierra, domínala». Ha existido siem-pre una amistad entre la Iglesia y el trabajo, co-menzando por Jesús trabajador. Donde hay untrabajador, ahí está el interés y la mirada deamor del Señor y de la Iglesia. Pienso que estoestá claro. Es muy hermosa esta pregunta queproviene de un empresario, de un ingeniero; desu modo de hablar de la empresa surgen las tí-picas virtudes del empresario. Y dado que estapregunta la formula un empresario, hablare-mos de ellos.

La creatividad, el amor por la propia empre-sa, la pasión y el orgullo por la obra de sus ma-nos, de su inteligencia y de los trabajadores.El empresario es una figura fundamental de to-da buena economía: no hay una buena econo-mía sin un buen empresario. No hay buena eco-nomía sin buenos empresarios, sin vuestra ca-pacidad para crear, crear trabajo, crear produc-tos. En sus palabras se percibe también el amorpor la ciudad —y se entiende esto— por sueconomía, por la cualidad de las personas, delos trabajadores, y también del ambiente, delmar... Es importante reconocer las virtudes delos trabajadores y las trabajadoras. Sus necesi-dades —de los trabajadores y las trabajado-ras— tienen que ver con el hacer bien el traba-jo porque el trabajo hay que hacerlo bien.

A veces se piensa que un trabajador trabajabien sólo porque se le paga: esta es una gravedesestima de los trabajadores y del trabajo,porque niega la dignidad del trabajo, que iniciaprecisamente en trabajar bien por dignidad,por honor. El verdadero empresario —intenta-ré dibujar el perfil de un buen empresario— elverdadero empresario conoce a sus trabajado-res, porque trabaja junto a ellos, trabaja conellos. No olvidemos que el empresario debe serantes que nada un trabajador. Si él no tiene es-ta experiencia de la dignidad del trabajo, no se-rá un buen empresario. Comparte las fatigas delos trabajadores y comparte las alegrías del tra-bajo, la solución de los problemas, crear algojuntos. Y si debe despedir a alguien es siempreuna decisión dolorosa y no lo haría, si pudiese.

Ningún buen empresario ama despedir a sugente —no, quien piensa resolver el problemade su empresa despidiendo a la gente, no es unbuen empresario, es un comerciante, hoy ven-de a su gente, mañana vende la propia digni-dad—, sufre siempre, y a veces de este sufri-miento nacen nuevas ideas para evitar el des-pido. Este es el buen empresario. Una enferme-dad de la economía es la progresiva transfor-mación de los empresarios en especuladores. Alempresario no se le debe confundir de ningunamanera con el especulador: son dos tipos diver-sos. Al empresario no se le debe confundir conel especulador: el especulador es una figura se-mejante a la que Jesús en el Evangelio llama

“mercenario”, para contraponerlo al Buen Pas-tor. El especulador no ama a su empresa, noama a los trabajadores, sino que ve a la empre-sa y los trabajadores sólo como medios paraobtener provecho. Usa, usa a la empresa y a lostrabajadores para sacar provecho.

Despedir, cerrar, mover la empresa no le creaproblema alguno, porque el especulador usa,instrumentaliza, “come” personas y medios enfavor de sus objetivos de provecho. Cuando laeconomía la habitan, en cambio, los buenosempresarios, las empresas son amigas de lagente y también de los pobres. Cuando pasa amanos de los especuladores, todo se echa aperder. Con el especulador, la economía pierderostro y pierde los rostros. Es una economía sinrostros. Una economía abstracta. Detrás de lasdecisiones del especulador no hay personas y,por lo tanto, no se ven las personas que hayque despedir y recortar.

Cuando la economía pierde contacto con losrostros de las personas concretas, ella mismase convierte en una economía sin rostro y, porlo tanto, una economía despiadada. Hay que te-ner miedo a los especuladores, no a los empre-sarios; no, no hay que temer a los empresariosporque hay muchos muy buenos. No. Hay quetemer a los especuladores. […] Y hoy existenmuchos verdaderos empresarios, empresarios

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4 mas JULIO 2017

Editado por las Hermandades del TrabajoDirector: Carlos Salcedo Peñalver

Consejo de Redacción: María Luisa San Juan, María José Plaza, Fernando GarcíaAdrianzén, Maruja Jiménez, Antonio Molina Schmid, Miguel Parmantie, Juan

Rico, Guadalupe Mejorado, Miguel Angel Calvo García.

Redacción y Administración: C/ JUAN DE AUSTRIA, 6, BAJO B. 8010 MADRID.

TELÉFONO. 91 445 03 93. Depósito Legal M- 13.409-58. Imprime: ROTOMADRID.

Los trabajos firmados que se publiquen en MAS no reflejan necesariamente la

opinión del CONSEJO NACIONAL DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO, sino,

exclusivamente, las de los respectivos autores.

mas

Escribir es un oficio que se aprende escribiendo. (Simone de Beauvoir)

Con motivo del 70 Aniversario de Hermandades del Trabajo, desdeHermandades Nacional, se convocó un Certamen Literarioconmemora-tivo de dicho evento.

Los trabajos debían versar sobre los valores de Hermandades como:la fraternidad, el compromiso, el trabajo, la ausencia del mismo y susconsecuencias. Los problemas actuales de la inmigración, losrefugiados políticos y las problemáticas sobrevenidas.

Los trabajos presentados fueron evaluados por un jurado,integrado por profesionales de la literatura y el periodismo. Sefallaron los tres premios, después de una dilatada reunión evaluativay estos recayeron según se detalla a continuación. Vaya por delante laenhorabuena a los premiados y animarlo, desde aquí, a seguir con lahermosa y noble tarea de escribir.

Correspondió el primer premio al trabajo con pseudónimo deNarciso Plaza de las Heras, que correspondía a Marcos CarrascalCastillo, con título: Un nuevo trabajo para una nueva época. Se valoróque la entrega se adaptaba muy bien al espíritu de Hermandades,señalando las ventajas del trabajo y haciendo hincapié también, enlos aspectos relacionales y en la utilidad social en su desempeño, nosolo los fines crematísticos, que con ser importantes, no son losúnicos. De modo interesante trata el capítulo de los jóvenes en dondedestaca que son desterrados tras una buena preparación, no sepueden independizar por no tener posibilidades económicas yretrasan la edad de ser padres, ante lo cual sufren una fuertedecepción.

Hace una certera alusión a Hermandades del Trabajo, que haapostado siempre por la problemática del trabajo y le repercusionesen las personas. Acaba con la palabra concordia muy bien elegida,pues tras hacer una exposición de la realidad de los jóvenes, buscacaminos para, en lo posible, resolver el problema, propone valores. Leha correspondido una semana en una residencia de Hermandades aelegir para dos personas. Enhorabuena.

El segundo premio le ha correspondido a la persona que firma conel pseudónimo We can, que corresponde a Francisco Noguera Garcíapor su trabajo Hermandad necesidad. En él hace unas reflexiones sobrela vida laboral, aludiendo al cambio del campo a la ciudad, utiliza ensu trabajo un lenguaje casi periodístico. Señala los problemas de lasmigraciones, las nuevas tecnologías y sus repercusiones, el paro, elserio problema de las pateras.

Resalta hermandad/necesidad en lo que representa de unión,solidaridad. Termina haciendo referencia a la necesidad de la utopíapara cambiar el mundo a mejor. Le ha correspondido un fin desemana en una Residencia de Hermandades a elegir, para dospersonas.

Le correspondió el tercer premio a la persona que ha elegido elpseudónimo de Ágata, su nombre es Pilar Tortosa Botella: el título Misencuentros con HH. En su trabajo ha hecho un recorrido por la Historiade Hermandades, que casi es su propia historia. Cuenta los vínculosfamiliares con la Institución de Hermandades. Le corresponde un lotede libros publicados por Hermandades.

La entrega de premios se hizo en un Acto Cultural el día 16 deJunio, presidido por María Luisa San Juan, Presidenta Nacional deHermandades; José Miguel López. Presidente Nacional; Ignacio MaríaFernández. Consiliario del Centro de Madrid, María José Plaza,Presidenta del Centro de Madrid; Carlos Salcedo. Director de la RevistaMás y Rosario Paniagua. Profesora del Literatura Española.

El acto estuvo amenizado por la música del cantautor Cesar GarcíaRincón, que intervino en tres ocasiones, con obras propiasacompañado de su guitarra que le dio al acto gran belleza.

debate político, pues esto no solo es ir en contra del espíritu de con-cordia que supuso el cambio político inaugurado hace cuatro décadas,sino que en nada ayuda a superar la crisis económica y a enfrentar losproblemas de un mundo tan globalizado como el que vivimos.

Sin restar ningún mérito a los protagonistas del cambio histórico, elRey Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Torcuato Fernández Miranda y muchosmás, el cambio fue posible porque la sociedad española había evolucio-nado en lo que podemos considerar la tercera etapa del régimen auto-ritario de Franco – 1959/1975 – pasando de ser un país europeo atrasa-do económica, cultural y socialmente, a ser una sociedad moderna, enrápido crecimiento y un acelerado cambio de costumbres, que sólo sevio amenazado poco antes del inicio del cambio político, por la crisis de1973, ocasionada por el fuerte aumento del precio del petróleo.

Piénsese que en el año 1975 la Deuda Pública era inexistente y el pa-ro oficial muy bajo (se puede discutir si había un paro encubierto); laSanidad y la Educación funcionaban de manera parecida a los paíseseuropeos de nuestro entorno, si bien no se había logrado la universa-lización de estos servicios que se logró a partir de los años ochenta.

En conclusión, además de los éxitos políticos de los personajes quehicieron posible la transición de un régimen autoritario a uno democrá-tico, posiblemente el factor más importante fue que España se habíaconvertido en un país moderno, con una renta percapita que era casi el80 % de los países fundadores del Mercado Común, esto es, la Europade los seis. España había dejado atrás el país surgido de la guerra civily la dura posguerra y se había aprovechado de su inserción en un con-texto geográfico estable políticamente y con uno de los mayores perio-dos de crecimiento económico sostenido, de la historia europea

Todo ello no significa que el país fuera una arcadia feliz, existían gra-ves problemas que hubo que afrontar, de tipo político (terrorismo y lapropia incertidumbre del cambio); cultural (acceso a la Universidad delas clases más desfavorecidas, cambio de costumbres); religioso (proce-so de secularización, ley del divorcio) y económico como era la creaciónde un sistema fiscal moderno que produjera información y recursos pa-ra sufragar el cambio político que se avecinaba. Por cierto, este ha sido,sin ninguna duda, el mayor “éxito” logrado. Si España hubiera progre-sado en todos los órdenes, de forma análoga al fiscal, por ejemplo, enla Reforma de la Justicia o en la Educación y pongan los lectores todoslos etcéteras que quieran, España se encontraría hoy a la vanguardia delos países occidentales.

OpiniónCrónica del Certamen

Literario 70 AniversarioRosario Panigua Fernández

(Viene de pág. 1)

“La creación de diecisiete Comunidades Autónomas ha dado lu-gar a un Estado sobredimensionado que crea disfunciones econó-micas y es absolutamente gravoso de mantener”.

Page 5: 40 años de democracia en España - HHT Madrid

JULIO-AGOSTO 2017 mas 5

Centros de Hermandades - Vacaciones

Información e inscripciones en los respectivos Centrosde Hermandades

Tus vacaciones,en y con

HHEERRMMAANNDDAADDEESS

RREESSIIDDEENNCCIIAASS

CENTRO DE BADAJOZCENTRO DE BADAJOZPunta Umbría (Huelva)Residencia Nuestra Señora de Guadalupe. Playa.

Información e inscripciones: Centro de Hermandades del Trabajo. C/ Santo Domingo, 12. Badajoz. Tfno.: 924 222 118

CENTRO DE CÓRDOBACENTRO DE CÓRDOBACentro Muriano (Córdoba). Sierra. Residencia Santa María del Trabajo.

Información e inscripciones: Centro de Hermandades del Trabajo. C/ Rodríguez Sánchez, 7. Córdoba. Tfno.: 957 477 315

CENTRO DE MADRIDCENTRO DE MADRIDEl Espinar (Segovia). Sierra. Residencia BetaniaResidencia Casa Madre

Cambrils (Tarragona). PlayaApartamentos AGARÓ Cambrils

Chipiona (Cádiz). PlayaHotel AGARÓ Chipiona

Información, reserva e inscripciones Centro Hermandades del TrabajoC/ Raimundo Lulio, 3. Tfno.: 914 447 3000

CENTRO DE SEVILLACENTRO DE SEVILLAMazagón (Huelva)Residencia Pentecostés. Playa.

Punta Umbría (Huelva). Residencia Sagrada Familia. Playa.

Información e inscripciones.

Apartamentos AGARÓ Cambrils

Residencia Pentecostés, Mazagón

Page 6: 40 años de democracia en España - HHT Madrid

6 mas JULIO-AGOSTO 2017

Iglesia

honestos que aman a sus trabajadores, queaman a la empresa, que trabajan junto a ellospara llevar adelante la empresa, y estos son losmás desfavorecidos por estas políticas que fa-vorecen a los especuladores. Pero los empresa-rios honestos y virtuosos salen adelante, al fi-nal, no obstante todo. Me gusta citar a estepropósito, una bella frase de Luigi Einaudi, eco-nomista y presidente de la República italiana.Escribía: “Miles, millones de individuos traba-jan, producen y ahorran, no obstante todo loque nosotros podemos inven-tar para molestarles, obstacu-lizarles, desanimarles. Es lavocación natural la que lesempuja, no sólo la sed de ga-nancia.

El gusto, el orgullo de ver lapropia empresa prosperar, ad-quirir crédito, inspirar con-fianza a cada vez más clientes,ampliar las instalaciones,constituyen un motivo de pro-greso tan potente como la ganancia. Si no fueraasí, no se explicaría cómo hay empresarios queen el propio trabajo prodigan todas sus energí-as e invierten todos sus capitales para retirar amenudo ganancias mucho más modestas de lasque seguramente y cómodamente podrían ob-tener con otros trabajos”. Tienen esa místicadel amor...

Le agradezco por lo que usted ha dicho, por-que usted es un representante de estos empre-sarios. Vosotros estad atentos, empresarios, ytambién vosotros, trabajadores: estad atentoscon los especuladores. Y también con las reglasy las leyes que al final favorecen a los especula-dores y no a verdaderos empresarios. Y al finaldejan a la gente sin trabajo. Gracias.

[Micaela, representante sindical] Hoy se hablanuevamente de industria gracias a la cuarta revo-lución industrial o industria 4.0. Bien: el mundodel trabajo está preparado para aceptar nuevosdesafíos productivos que aporten bienestar. Nues-tra preocupación es que esta nueva frontera tecno-lógica y la remontada económica y productivaque antes o después se dará, no traigan consigoun nuevo empleo de calidad, sino que por el con-trario contribuyan a incrementar la precariedad yel malestar social. Hoy la verdadera revolución encambio sería precisamente la de transformar lapalabra «trabajo» en una forma concreta de resca-te social.

[…] He aceptado la propuesta de tener esteencuentro hoy, en un lugar de trabajo y de tra-bajadores, porque también estos son lugaresdel pueblo de Dios.

Los diálogos en los lugares del trabajo noson menos importantes que los diálogos quehacemos dentro de las parroquias o en las so-lemnes salas de convenciones, porque los luga-res de la Iglesia son los lugares de la vida y en

consecuencia también las plazas y las fábricas.Porque alguien puede decir: “¿Pero este sacer-dote, qué nos está diciendo? ¡Váyase a la parro-quia!”. No, el mundo del trabajo es el mundodel pueblo de Dios: todos somos Iglesia, todospueblo de Dios.

Muchos de nuestros encuentros entre Dios ylos hombres, de los que nos habla la Biblia y losEvangelios, han ocurrido mientras las personastrabajaban: Moisés oye la voz de Dios que lellama y le revela su nombre mientras llevaba apastar el rebaño del suegro; los primeros discí-

pulos de Jesús eran pescado-res y son llamados por Élmientras trabajaban a orillasdel lago. Es muy cierto lo queusted dice: la falta de trabajoes mucho más que la falta deuna fuente de ingresos parapoder vivir. El trabajo es tam-bién esto, pero es mucho,mucho más.

Trabajando nosotros noshacemos más persona, nues-

tra humanidad florece, los jóvenes se convier-ten en adultos solamente trabajando. La Doc-trina Social de la Iglesia ha visto siempre el tra-bajo humano como participación en la creaciónque continúa cada día, también gracias a lasmanos, a la mente y al corazón de los trabaja-dores. Sobre la tierra hay pocas alegrías másgrandes que las que se experimentan trabajan-do, así como hay pocos dolores más grandesque los dolores del trabajo, cuando el trabajoexplota, aplasta, humilla, mata. El trabajo pue-de hacer mucho daño porque puede hacer mu-cho bien. El trabajo es amigo del hombre y elhombre es amigo del trabajo, y por esto no esfácil reconocerlo como enemigo, porque se pre-senta como una persona de casa, tambiéncuando nos golpea y nos hiere. Los hombres ylas mujeres se nutren del trabajo: con el trabajoestán “ungidos de dignidad”.

Por esta razón, en torno al trabajo se edificael entero pacto social. Este es el núcleo del pro-blema. Porque cuando no se trabaja, o se traba-ja mal, se trabaja poco o se trabaja demasiado,es la democracia la que entra en crisis, es todoel pacto social. […] Entonces es necesario mi-rar sin miedo, pero con responsabilidad, a lastransformaciones tecnológicas de la economíay de la vida y no resignarse a la ideología queestá imponiéndose por doquier, que imaginaun mundo donde solo la mitad o quizás dos ter-cios de los trabajadores trabajarán, y los demásserán mantenidos por una ayuda social. Debequedar claro que el objetivo verdadero que hayque alcanzar no es la “renta para todos”, sino¡el “trabajo para todos”! Porque sin trabajo, sintrabajo para todos no habrá dignidad para to-dos. El trabajo de hoy y de mañana será distin-to, quizás muy distinto —pensemos en la revo-lución industrial hubo un cambio, tambiénaquí habrá una revolución— será distinto deltrabajo de ayer pero deberá ser trabajo no pen-sión, no jubilados: trabajo. Se jubila con la edad

justa, es un acto de justicia; pero está contra ladignidad de las personas jubilarlas con 35 o 40años, dar un subsidio del Estado, y arréglate-las. “Pero, ¿tengo para comer?”. Sí. “¿Tengo pa-ra sacar adelante a mi familia, con este subsi-dio?” Sí. “¿Tengo dignidad?” ¡No! ¿Por qué?Porque no tengo trabajo. El trabajo de hoy serádiverso. Sin trabajo, se puede sobrevivir; peropara vivir, es necesario el trabajo.

La elección es entre el sobrevivir y el vivir. Yse necesita trabajo para todos. Para los jóve-nes... ¿Vosotros sabéis el porcentaje de jóvenesde 25 años para abajo, desempleados, que hayen Italia? Yo no lo diré: buscad las estadísticas.Y esto es una hipoteca sobre el futuro. Porqueestos jóvenes crecen sin dignidad, porque noson “ungidos” con el trabajo que es lo que dala dignidad. Pero el núcleo de la pregunta es es-te: un subsidio estatal, mensual, que te permi-te sacar adelante una familia no resuelve elproblema. El problema se resuelve con el traba-jo para todos. Creo haber respondido más omenos...

[Sergio, un trabajador que hace un camino deformación promovido por los capellanes] No es ra-ro que en los ambientes de trabajo prevalezca lacompetición, la carrera, los aspectos económicos,mientras que el trabajo es una ocasión privilegia-da de testimonio y de anuncio del Evangelio, vivi-do adoptando actitudes de hermandad, colabora-ción y solidaridad. Pedimos a Su Santidad conse-jos para caminar mejor hacia estos ideales.

Los valores del trabajo están cambiandomuy rápidamente, y muchos de estos nuevosvalores de la gran empresa y de la gran finanzano son valores en línea con la dimensión huma-na, y por lo tanto con el humanismo cristiano.El acento sobre la competición al interno de laempresa, además de ser un error antropológicoy cristiano, es también un error económico,porque olvida que la empresa es ante todo coo-peración, asistencia mutua, reciprocidad.

Cuando una empresa crea científicamenteun sistema de incentivos individuales que po-nen a los trabajadores en competición entreellos, quizás en breve periodo puede obteneralguna ventaja, pero termina pronto por minarese tejido de confianza que es el alma de cadaorganización. Y así, cuando llega una crisis, laempresa se deshace e implosiona, porque nohay ninguna cuerda que la sujete. Se necesitadecir con fuerza que esta cultura competitivaentre los trabajadores dentro de la empresa esun error, y por tanto una visión que hay quecambiar si queremos el bien de una empresa,de los trabajadores y de la economía. Otro va-lor que en realidad es un desvalor es la muy ce-lebrada “meritocracia”.

La meritocracia fascina mucho porque usauna palabra bonita: “el mérito”; pero como lainstrumentaliza y la usa de manera ideológica,la desnaturaliza y pervierte. La meritocracia,

“La Doctrina Social de la Iglesiaha visto siempre el trabajo huma-no como participación en la cre-ación que continúa cada día,también gracias a las manos, a lamente y al corazón de los trabaja-dores.. ”

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Iglesia

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más allá de la buena fe de los muchos que la in-vocan, está convirtiéndose en una legitimaciónética de la desigualdad. El nuevo capitalismo através de la meritocracia da un carácter morala la desigualdad, porque interpreta los talentosde las personas como un don: el talento no esun don según esta interpretación: es un mérito,determinando un sistema de ventajas y des-ventajas acumulativas. Así, si dos niños desdeel nacimiento nacen diferentes por talentos uoportunidades sociales y económicas, el mun-do económico leerá los distintos talentos comomérito, y les remunerará diversamente.

Y así, cuando esos dos niños se jubilen, ladesigualdad entre ellos se habrá multiplicado.Una segunda consecuencia de la llamada “me-ritocracia” es el cambio de la cultura de la po-breza. El pobre es considerado un desmerece-dor y por tanto un culpable. Y si la pobreza esculpa del pobre, los ricos son exonerados dehacer algo. Esta es la vieja lógica de los amigosde Job, que querían convencerle que fuese cul-pable de su desaventura. Pero esta no es la ló-gica del Evangelio, no es la lógica de la vida: lameritocracia en el Evangelio la encontramos encambio en la figura del hermano mayor en laparábola del hijo pródigo. Él desprecia al her-mano menor y piensa que debe permanecer co-mo un fracasado porque se lo ha merecido; encambio el padre piensa que ningún hijo se me-rece las bellotas de los cerdos.

[Vittoria, desempleada] Nosotros desempleadossentimos las instituciones no solo lejanas sino ma-drastras, más ocupadas por un asistencialismopasivo que por trabajar para crear las condicionesque favorezcan el trabajo. Nos conforta el calorhumano con el que la Iglesia nos es cercana y laacogida que cada uno encuentra en la casa de loscapellanes. Santidad, ¿dónde podemos encontrarla fuerza para creer siempre y no tirar la toallanunca no obstante todo esto?

¡Es exactamente así! Quien pierde el trabajoy no consigue encontrar otro buen trabajo,siente que pierde la dignidad, como pierde ladignidad quien está obligado por necesidad aaceptar trabajos malos y equivocados. No to-dos los trabajos son buenos: hay todavía dema-siados trabajos malos y sin dignidad, en el trá-fico ilegal de armas, en la pornografía, en losjuegos de azar y en todas esas empresas que norespetan los derechos de los trabajadores o dela naturaleza.

Igual de malo es el trabajo de quien le paganmucho para que no tenga horarios, límites,confines entre trabajo y vida para que el traba-jo se convierta en toda su vida. Una paradojade nuestra sociedad es la coexistencia de unacreciente cuota de personas que querrían tra-bajar y no lo consiguen, y otros que trabajandemasiado, que querrían trabajar menos perono lo consiguen porque han sido “comprados”por las empresas. El trabajo, en cambio, se con-vierte en “hermano trabajo” cuando junto a

ello está el tiempo del no-trabajo, el tiempo dela fiesta. Los esclavos no tienen tiempo libre:sin el tiempo de la fiesta el trabajo se vuelve es-clavista, aunque sea muy bien pagado; y parapoder hacer fiesta debemos trabajar. En las fa-milias donde hay desempleados, nunca es ver-daderamente domingo y las fiestas se convier-ten a veces en días de tristeza porque falta eltrabajo del lunes. Para celebrar la fiesta, es ne-cesario poder celebrar el trabajo. Uno marca eltiempo y el ritmo del otro. Van juntos.

Comparto también que el consumo es unídolo de nuestro tiempo. El consumo es el cen-tro de nuestra sociedad, y por tanto el placerque el consumo promete. Grandes tiendas,abiertas 24 horas al día, todos los días, nuevos“templos” que prometen la salvación, la vidaeterna; cultos de puro consumo y por tanto depuro placer. Es también esta la raíz de la crisisdel trabajo de nuestra sociedad: el trabajo esfatiga, sudor. La Biblia lo sabía muy bien y noslo recuerda. Pero una sociedad hedonista, queve y quiere solo el consumo, no entiende el va-lor de la fatiga y del sudor y entonces no en-tiende el trabajo. Todas las idolatrías son expe-riencias de puro consumo: los ídolos no traba-jan.

El trabajo es alumbramiento: son dolores pa-ra poder generar luego alegría por lo que se hagenerado juntos. Sin encontrar una cultura queestima la fatiga y el sudor, no encontraremosuna nueva relación con el trabajo y continuare-mos soñando con el consumo de puro placer. Eltrabajo es el centro de cada pacto social: no esun medio para poder consumir, no. Es el centrode cada pacto social. Entre el trabajo y el con-sumo hay muchas cosas, todas importantes ybonitas, que se llaman dignidad, respeto, ho-nor, libertad, derechos, derechos de todos, de

las mujeres, de los niños, de las niñas, de losancianos... […] El trabajo es amigo de la ora-ción; el trabajo está presente todos los días enla Eucaristía, cuyos dones son el fruto de la tie-rra y del trabajo del hombre.

Un mundo que ya no conoce los valoresy el valor del trabajo, no entiende ya ni siquierala Eucaristía, la oración verdadera y humilde delas trabajadoras y los trabajadores. Los cam-pos, el mar, las fábricas han sido siempre “alta-res” desde los cuales se han elevado oracionesbonitas y puras, que Dios ha acogido y guarda-do. Oraciones dichas y rezadas por quien sabíay quería rezar pero también dichas con las ma-nos, con el sudor, con la fatiga del trabajo porquien no sabía rezar con la boca. Dios ha acogi-do también estas y continúa acogiéndolas tam-bién hoy.

Por esto, querría terminar este diálogo conuna oración: es una oración antigua, el “Ven,Espíritu Santo”, que es también una oracióndel trabajo y por el trabajo:

“Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde elcielo. Ven Padre amoroso del pobre; Padre delos trabajadores y de las trabajadoras. Don, entus dones espléndido; luz que penetra las al-mas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulcehuésped del alma, descanso de nuestro esfuer-zo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horasde fuego, gozo que enjuga las lágrimas y recon-forta en los duelos. Entra hasta el fondo del al-ma, divina luz y enriquécenos. Lava las man-chas, infunde calor de vida en el hielo, doma elespíritu indómito, guía al que tuerce el sende-ro. Reparte tus Siete Dones según la fe de tussiervos. Por tu bondad y tu gracia dale al es-fuerzo su mérito; salva al que busca salvarse ydanos tu gozo eterno. Amén”.

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Los años ochenta son de hecho, inclusopara los nacidos hace cuarenta años,“memoria” y “realidad” presentes; el“presente” de cuantos vivieron en Españala transición a la democracia, laaprobación de una Constitución idóneapara integrar las nacionalidades yregiones, la superación del intento de golpede Estado y el triunfo socialista de 1.982.

En ese largo “presente”, además, se sumabanel “pragmatismo”, en parte inesperado, de lagestión socialista, la entrada en la OTAN y enEuropa, el desarrollo de las Autonomías, losataques sangrientos del terrorismo, y situacionesmalversas de empobrecimiento ligadobásicamente a una crisis económica de la queemergen, por desgracia crecidos, el paro, eldesempleo, una “huelga general” igualmenteasombrosa y sorpresiva, que fue, además,resultado de la negativa del gobierno asatisfacer al mundo del trabajo por lossacrificios salariales pactados y mantenidos enaños especialmente difíciles.

Si a ello se añaden ejemplos escandalosos de“corrupción”, de una u otra forma ligada alejercicio de la política, y desde la que se divulgócomo digna de loa la cultura del“enriquecimiento”, la proclamación yescenificación del éxito económico, el recorte delas pensiones y un Plan de Empleo Juvenil a basede contratos temporales (“contratos-basura”),queda suficientemente descritas la base, la razóny la operatividad de una “ruptura” dentro de lasrealidades sociales en las que se bifurcan laadmiración por el “éxito” fácil y el triunfo rápidoy el rechazo social, no siempre concretado envotos, que abocaría finalmente a la “crisis delsocialismo” a partir, sobre todo, de 1.992.

No sería lógico, ni objetivo tampoco, olvidarque a lo largo de esta década la sociedadespañola se benefició de los resultadospositivos de los Pactos de la Moncloa, de lareforma tributaria y de la Seguridad Social -que, pese a sus fallos y recortes, zanjósituaciones y procesos mucho más injustos-,de la ampliación y mejora de las institucioneseducativas y de beneficios múltiples tras laintegración plena en la Unión Europea.

Son, finalmente, los años ochenta, los quemás inmediatamente han condicionado einfluido en la compleja realidad, precisamenteporque bascula sobre todos, incluso sobre losque se hallaban inmersos o sometidos alcambio social derivado de un cambio político,en el que no pudieron participar o ni siquieratener conciencia propia de su evolución; y no

gozaron, por lo tanto, de la facilidadcomparativa con que se refieren al “pasado”cuantos lo hicieron, lo vivieron o lo soportaron.

Porque, a lo largo de los ochenta, la“realidad presente”, confusa, complicada ydifícil, forzó a medir lo más objetivamenteposible estos “déficits” sociales, permanenteso en auge, tras la consolidación democráticauna y otra vez escenificada.

Conviene, por ello, referirse y recordar losestudios, actuaciones, compromisos y mensajescon que Cáritas Española, pionera en el proceso,pretendió atender, sugerir y remediar -tanto enla práctica como desde la doctrina- su razón deser, su función, sus proyectos y sus fines: lareducción, cuando no fuera posible la anulación,de todo tipo de sufrimiento o menoscabo; laadecuación personal y colectiva para unasociedad más justa; el impulso a todacomunicación interhumana, y el camino ytestimonio de la presencia de la Iglesia en unasociedad y entre unos hombres cuya redención yfelicidad tienen que conseguirse juntos y decomún acuerdo.

“Ocho millones de pobres”, además de sertítulo de un profundo y jugoso trabajo deCáritas Española, acabó por convertirse enslogan de una realidad que, a pesar de lospromesas desde el gobierno socialista, no sólono se reduce sino que sigue aumentando a lolargo de la década. Molestó al gobiernosocialista esta publicación y estasconstataciones; y en la búsqueda de unaposible reducción del dato, un nuevo estudio,gubernativo en este caso, se encontró con queel informe de Cáritas se había quedado corto.El del gobierno socialista aumentaba lacuantía de los que malvivían o pervivían enestos “umbrales” de carencia.

Las desigualdades crecen y las formas depobreza se acentúan

En España -indicaba el IV Informe FOESSA,en 1.983- “hemos pasado del hambre alconsumismo en muy pocas décadas. Se vivíauna mala distribución de la pobreza, porquecuanto más pobre es una zona, geográfica osocial, suele ser peor, más desigual, ladistribución. Sobre ello ha caído un rápidoproceso de industrialización y urbanización,lo que vino posiblemente a extremar ladistribución. Se produjeron ráfagas deenriquecimiento rápido para algunos: elestraperlo, el boom del desarrollo, elcapitalismo protegido en estufa, el vacío queiba dejando detrás la veloz marcha delconsumismo, y que se fue rellenando de

inmediato, la voraz especulación del suelo quesiguió a la urbanización”.

Todos fueron “factores poco propicios” parael fomento de una mejor distribución y para laconquista de situaciones menos desiguales. Lasociedad española, sin haber perdido porcompleto las “viejas diferencias” entre clasessociales, pudo conocer y experimentar cómolos “procesos posteriores” llegaron areforzarlas; o acabaron creando ex novodesigualdades diferentes, que, cada vez más,afectaban al trabajo, a la educación, a “valoresy pautas culturales claves”, ya fuera la familia,la educación, la ocupación y el trabajo; o bienla ordenación social y política de laconvivencia y las formas de relación eintegración entre religión, cultura y sociedad.

Desde los primeros ochenta, y gracias ainstrumentos de medición más exacta, fueronpatentes, como se ha indicado, y hasta pudieroncontabilizarse y explicarse mejor, tanto lasdesigualdades reales imputables a factoreseconómicos, como las referidas a factores noeconómicos, que pudieron igualmenterepercutir o generar diferencias económicasincluso más graves y perturbadoras. Parecíaevidente también que las desigualdades sondinámicas; que la adquisición de bienes no essuficiente para reducirlas; y que no basta, comoconsuelo -porque de hecho no lo es-, laconclusión optimista del mismo Informe alreferirse, también en los inicios de la década, aasentir sobre una situación de “desencanto” queno podía finalmente confundirse con una “crisisde la democracia”:

“España es, y tendemos a olvidarlo con laEuropa próspera y estable tan cerca, uno delos países privilegiados del mundo; con unnivel de vida alto, una distribución de la rentacon injusticias, pero mucha más justa que engran parte del mundo, con unas institucionesmodernas, aunque no siempre funcionen tanbien como podríamos desear; y que está entrela treintena de países donde el ciudadanotiene libertad de expresar sus opiniones y deinfluir, más o menos decisivamente, en quiénha de gobernarle” (FOESSA, I, Pág. 630).

La “crisis de la democracia” llegó, noobstante, en forma de “golpe de Estado”, porsuerte fallido, en febrero de 1.981; y muypronto, en medio del optimismo oficial, huboevidencia y constancia de las “grandesdesigualdades sociales”, que los autores delindicado Informe cifraban y resumían así:desigualdad de rentas (“una distribución de larenta “mejora” cuando se hace más igualitaria,

La sociedad española en los ‘80. Ocho millones de españoles viven en situación de pobreza”

Por José Sánchez Jiménez

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y “empeora” en el caso contrario”); desigualdadfiscal (“sacrificio desigual para los contribuyentes”y “ausencia o debilidad de acción redistribuidorade la renta entre los ciudadanos”); desigualdadocupacional (“tener o no trabajo es hoy día (yen nuestro país siempre) un radical factor dedesigualdad social, en la actualidad bastanteinstitucionalizado”); y desigualdad social (“ladesigualdad de ingresos económicos”, “desigualdadde “preparación”, “cantidad de desigualdad, quediría un castizo”).

“La mayor lacra social”, el paro

Es cierto que el incremento de la tasa de paroy la pobreza y la marginación constatadasterminarán exigiendo un aumento considerablede inversión del Producto Interior Bruto (del 18por ciento, en 1.979, al 23 por ciento en 1988) enactividades sociales del más amplio espectro -ensalud y en educación, envivienda y empleo, enprotección social-, así como enla consolidación de la red deservicios sociales públicos.

Pero el esfuerzo resultabainsuficiente ante la elevación yprogreso de las necesidades,carencias y situaciones demarginación en auge, tantopor el atraso en el punto departida como por las crecientes dificultades yla escasa operatividad que los trasvases decompetencias hacia las ComunidadesAutónomas venían provocando sin remedio.

La Conferencia Episcopal Española habíadedicado, también en 1983, su AsambleaPlenaria a la “Pastoral de la Caridad”; y volvióa encomendar a Cáritas Española lapromoción de acciones y la puesta en marchade programas eficaces en la actuación frente a“la mayor lacra social”: la lacra del paro.

El primer estudio completo, respaldado porun simposio, organizado por Cáritas ycelebrado en Madrid a mediados de marzo de1.978 bajo el título “La problemática del paroen España”, fue recogido por la revistaDocumentación Social, en junio del mismo año.En diez ponencias, cotejadas por cincocomunicaciones más, se fue desilvanando -apartir de le descripción económica y social delparo y de “política de empleo” que se ofrecíacomo respuesta- la realidad del desempleo, susconsecuencias personales y familiares, lasopciones sindical, patronal y política ante elmismo, su consideración filosófica y religiosay la percepción del problema desde Cáritas.Sin datos oficiales desde el año 1.976, laactualidad de los datos emitidos en elsimposio supuso un esfuerzo y un servicioverdaderamente impagables: frente a las832.000 personas en paro -el 6’20 por ciento- afines de 1.976, según la tasa oficial, la tasa realque aquí se presenta sería superior al millónde personas -en torno a 1.039.000-, equivalentesal 7,8 total, repartido entre 623.000 hombres(6,6 por ciento), y 416.000 mujeres (10,7); sin

contar, por supuesto, la fuerte caída deactividad a lo largo de 1.977, la inexistencia deestadísticas oficiales sobre temporeros,considerados oficialmente como inactivos, queno entran en las cifras de parados.

Desde el punto de vista de la edad, el 51 porciento son menores de 25 años, 529.000personas que representan el 45,6 de todo el paromasculino, en tanto que el porcentaje demujeres en la misma situación se aproxima al 60por ciento de todas las mujeres paradas. Losbeneficiarios del seguro de desempleo, enoctubre de 1.977, eran 285.300, cifra claramenteinferior al 30 por ciento de los parados.

Este detenido informe, que se entretiene yenriquece con el más serio análisis comparativode situaciones, y con la convicción de unaperspectiva de futuro todavía máspreocupante, acaba señalando lo que hasucedido, al tiempo que recomienda el más

inmediato quehacer:“¿Qué ha sucedido?” -sep r e g u n t a - .fundamentalmente, queen el desarrollo españolse han utilizadotecnologías muyintensivas en capital.Que los sectores quedesde la década de lossesenta han tenido un

comportamiento más dinámico -químicos,energéticos, metálicos y de maquinaria, etc.-son poco generadores de empleo”. Ya al final, ycomo sugerencia, que no receta, a muy cortoplazo, indicaba que “hay que comenzar apaliar los efectos más dolorosos del paro, querecaen sin duda alguna y muy en primer lugarsobre las personas que sufren”.

Ocho millones de españoles se encuentran ensituación de pobreza; y en torno a la mitad,unos cuatro millones, viven situaciones depobreza severa. Es la gran pobreza; en la quedestacan por su aumento, progreso, grado eincluso “disponibilidad para el deterioro”, losnormalmente conocidos como los sin techo.

Lo más grave, sin embargo -aparte laconstatación de un “nivel de pobreza” muysuperior a los índices de los países de laentonces llamada Comunidad EconómicaEuropea, situada en el once por ciento frenteal veinticinco aquí resultante-, es que se tratade una pobreza de carácter estructural,potenciada por la crisis económica y eldesempleo. En estas situaciones aumentan suinfluencia, además del desempleo, el bajonivel cultural, el tipo de ocupación, la bajacalificación laboral, las discapacidades y malasalud, o la pertenencia a minorías étnicas oculturales. La protección del Estado resultaexcesivamente escasa; y, en ocasiones, resultaincluso justificada la escasez por el control oreducción del Presupuesto en tiempos de“crisis”. Los pobres, entretanto, conconciencia de su situación, viven inmersos enun clima de injusticia y desigualdad quellevan a posturas resignadas y fatalistas. Y,por último, estos pobres constituyen uno de

los sectores sociales más indefensos, con muyescasa, por no decir nula, capacidad deorganización y asociación.

Como testamento y despedida

De todo ello daba cuenta con una claridad yuna firmeza más vivas que nunca la últimaalocución de D. Abundio García Román, a muycorto espacio de su muerte, en octubre de1989 con motivo de la apertura del EncuentroHispanoamericano del Movimiento deHermandades: “Un reto se enfrenta anosotros. El reto quiere decir desafío, ytambién un poco de imprecación, de amenaza.Palabras un poco complejas; pero ante todonos plantea una realidad dura para la cualestamos ante Dios”.

Indicaba a continuación que hacía cuarentay seis años que las Hermandades escucharoneste reto, el de la pobreza y el paro, y se“dispusieron a trabajar”. “¿Os imagináis–añadía a continuación- lo que sería encontrarcristianos sinceros y comprometidos en todoslos centros de trabajo? ¿Y por qué no habríade ser esto lo corriente si estamos bautizados?Ya es hora que despertemos del sueño”, enpalabras de San Pablo”.

Luego entraba en materia; para indicar que,“más que la sacudida rápida de una ayuda, loque necesitamos es un cuadro de principiosoperativos que se vayan imponiendo en laconciencia de todos: igualdad, libertad,subsidiaridad y secularidad. Igualdad de todoslos bautizados en Cristo; libertad, un hechoconstitucional que los laicos han de ejercer enel mundo con verdadera audacia confesante;subsidiariedad, que lo que puedan hacer en lacomunidad eclesial los laicos, que no lo haganlos presbíteros; y secularidad, propia ypeculiar de los laicos, que viven en el mundo yson para el mundo, pero no sólo a títuloarbitrario sino con presencia teológica.

Y por último, alentará a confiar y entronizara la Virgen como “modelo de espiritualidadseglar por su vida sencilla e intimidad conJesús”. Volvía a recomendar la devoción a laVirgen del silencio, puesto que en éste sefraguan la “imaginación” y el “compromiso”:el “compromiso temporal”; en la empresadonde trabajas; en la Hermandad dondemilitas; en la barriada donde vives; en elsindicato al que debes afiliarte “por muydesprestigiados que estén”; en la sociedadpolítica donde te mueves (“Desde arriba sepuede hacer mucho bien, más que desde abajogritando y chillando”).

“Se comienza –ya a punto de rematar- conla oración, se concluye con el compromiso”.Porque nuestra empresa es evangelizadora. Ylos pasos a seguir pueden ser: 1. Ganaros elprestigio y la credibilidad entre vuestroscompañeros de trabajo; 2. Dad pruebasirrefutables de convivencia fraterna; 3. Hacedsiempre causa común en la opción por lajusticia; y 4. Hablad de Dios, de Cristotrabajador y de la Iglesia a lo paulino:oportuna e inoportunamente.

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“El incremento de la tasa deparo y la pobreza terminaránexigiendo un aumento de in-versión del PIB en activida-des sociales del todo tipo

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CulturaAproximación al pensamiento de Gilbert Keith Chesterton: Amor a la verdad hasta sus últimas

consecuencias. La ortodoxia católica. IIIPor Mª José Plaza Bravo

Esta es la convicción más profunda deChesterton, el descubrimiento de la Verdaden la ortodoxia católica, cuyas premisasdefendió, antes -incluso- de su bautismocontra lo que consideraba herejías.Chesterton se bautizó el 30 de julio de1922, tiene 48 años y está convencido deque es la decisión más importante de suvida, así habla del Credo Católico:

s una entre muchas historias, con laparticularidad de ser una historia verdadera.Es una entre muchas filosofías, con laparticularidad de ser la verdad. Lo

aceptamos, y encontramos que la tierra es sólidabajo nuestros pies y el camino expedito antenuestros ojos. No nos aprisiona en el sueño deldestino o la conciencia de un engaño universal.Nos abre a la vista no sólo cielos increíbles, sinolo que a algunos les parece una tierra igualmenteincreíble, haciéndola creíble. Es esa clase deverdad que resulta difícil de explicar por tratarsede un hecho; un hecho para los que podemosllamar testigos. Somos cristianos y católicos noporque adoremos una llave, sino porque hemosatravesado una puerta y hemos sentido el viento,el soplo de la trompeta de la libertad sobre latierra de los vivos.1

Jamás tuvo en cuenta la presión social quesuponía abrazar el catolicismo, su excelenciacomo periodista así lo prueba. Pero debemosrecordar que, en la Inglaterra de esa época,convertirse en “católico romano” suponía unescándalo; era considerada casi como unaconducta antipatriótica. De manera despectiva,se les denominaba “papistas” y, aunque no eranobjeto de persecución, socialmente -sobre todolos conversos- no eran bien vistos y no dejabande estar sometidos a cierta marginación social.Es muy probable que le hubiera frenado suamor a su esposa Frances -devota anglicana-que, más adelante abrazará la Fe Católica y,también, no disgustar a su madre. Esto últimosi está documentado en una carta dirigida a suquerida madre:

He pensado en ti, y en todo lo que os debo a tiy a padre, no sólo por vuestro cariño, sino poresos ideales de honor, libertad y caridad, y portodo lo bueno que siempre me enseñasteis; y nosoy consciente de haber quebrantado en lo másmínimo dichos ideales, pero sí de haberencontrado un modo nuevo y necesario de luchar

por ellos (...) Me he pensado mucho este asunto,que no es fruto de la precipitación ni delsentimiento.2 En 1926, escribió un capítulo dellibro Twelve modern apostles and their creeds enel cual sintetiza cuales son las razones por lasquiso entrar en el seno de la Iglesia Católica:

Explicar por qué soy católico es difícil: existendiez mil razones que suman una sola razón: queel catolicismo es verdad. Podría rellenar todo elespacio que tengo con distintas frases,comenzando cada una con las palabras: «Es loúnico que..., Así: (1) Eslo único que de verdadimpide que el pecadosea secreto. (2) Es loúnico en que el superiorno puede ser superior,en el sentido de altanero. (3) Es lo único que liberaal hombre de la esclavitud degradante de ser hijode su tiempo. (4) Es lo único que habla como sifuese verdad, como si fuese un mensajeroauténtico que se niega a interferir con unmensaje auténtico. (5) Es el único cristianismoque verdaderamente incluye a todo tipo dehombre, incluso al hombre respetable. (6) Es elúnico gran intento de cambiar el mundo desdedentro, a través de las voluntades y no de lasleyes».3

Chesterton fue un adalid de la ortodoxiacatólica y de la validez de su contenido para lavida de todo hombre y de toda mujer, elconvencimiento de haber llamado a la puertacorrecta provenía de su convicción no estarsiguiendo ninguna filosofía, ni pensamiento nicredo nacido de las buenas (o malasintenciones) de un mortal (ni de las leyes),sino de una institución trascendente:

Hace ya mucho, sin embargo, que la IglesiaCatólica probó no ser ella una invención de sutiempo: es la obra de su Creador, y sigue siendocapaz de vivir lo mismo en su vejez que en suprimera juventud: y sus enemigos, en lo másprofundo de sus almas, han perdido ya laesperanza de verla morir algún día.4

Esta búsqueda de la Verdad, no obstante, sehabía iniciado mucho antes. Concretamente,en 1905 publica el ensayo Herejes, que podríainterpretarse como un compendio de artículosen los cuales va rebatiendo las ideologías demoda, con la misma audacia que respeto haciasus rivales (que no sus enemigos) los cuales setomaron muy a bien ser rebatidos por nuestroperiodista y, no sólo eso, sino que le “arrojaronun guante”: escribir lo que para él era laortodoxia. De este reto, nació otro ensayo, tresaños más tarde, Ortodoxia. Posiblemente,

ambas publicaciones -y laactividad pública llevada acabo entre medias- fueren lasque, de manera muydeterminante, le valieran lafama de defender lo “católico

romano” sin ser “católico romano”.

Una prueba de la belleza de su conversión-reflejada profusa y recurrentemente en suliteratura- es la siguiente analogía: para él,abrazar el catolicismo fue como “volver acasa”; había recorrido un camino que lellevaba de vuelta al “verdadero hogar”; losmuros de la ortodoxia católica son las paredesde nuestro verdadero hogar.

La muralla exterior del cristianismo es unafachada de abnegaciones éticas y de sacerdotesprofesionales; pero salvando esa murallainhumana, encontraréis las danzas de los niños yel vino de los hombres; en la filosofía modernatodo sucede al revés: la fachada exterior esencantadora y atractiva, pero dentro ladesesperación se retuerce, como en un nido deáspides”.5

Ponemos el broche a este artículo, con unpensamiento que nos legó Chesterton en losdías previos a su definitiva vuelta a casa,momento recogido por su secretaria, MaisieWard, en la biografía que, de él, publicó en1943. Chesterton, pocos días antes de fallecer,nos testimonia: El asunto está claro ahora. Estáentre la luz y las sombras, cada uno debe elegirde qué lado está.6

1 Chesterton, G. K (2011). El hombre eterno. (IIEdición. 3ª Reimpresión). Madrid: EdicionesCristiandad. 321 y 322.

2 Pearce, J. Escritores conversos. (III Edición). Madrid:Ediciones Palabras. 127.3 De Pablos, J.C. “Chestersoc”. (30 de julio de 2012).La antropología de Chesterton. www.chesterblog.com.Recuperado de:https://chestertonblog.com/2014/07/30/la-antropologia-de-g-k-chesterton-pasion-por-la-verdad/4 Chesterton, G. K. Edición en formato digital-pdf(2013). Por qué me hice católico. Biblioteca de formaciónpara católicos: www.alexandriae.org Recuperado de:http://www.alexandriae.org/?task=callelement&format=raw&item_id=473&element=6300779b-78ff-4ea9

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E “El asunto está claro ahora. Estáentre la luz y las sombras, cada unodebe elegir de qué lado está.”

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JULIO-AGOSTO 2017 mas 11

Cultura

¿Qué cantan los poetas, poetas andaluces de ahora?...

Un poeta de luz, de claridades, del Sur.

APUNTES PARA UN CONTEXTO

En 1927 los jóvenes escritores del momento,encontraron maestros y orientadores en sus res-pectivos quehaceres literarios. El centenario deGóngora, revalorizó mucho al poeta cordobés, yeso lo llevo a cabo esta generación del 27, se ad-mira hondamente la poesía de Juan Ramón, laprosa de Gabriel Miró, el arte de Gómez de laSerna. A este grupo se le debe la renovación dela poesía española, y la incorporación de valorespropios al panorama literario. Hablamos de ungrupo de jóvenes poetas entre los que estaba Ra-fael Alberti.

Con ellos, la literatura sale del ambiente re-servado en el que estaba, y es conocida por elgran público. Fue muy importante la publica-ción de la Antología de la poesía Española de Ge-rardo Diego, que recoge el espíritu del 27 consabias aclaraciones entre literatura y poesía. Lapoesía se define por la desnudez y la plenitudde la intención poética, la síntesis. La literaturaabarca más, es el arte de la expresión verbal»(entendiéndose como verbal aquello que se re-fiere a la palabra).

Destaca una joven generación de poetasmuy valiosos que brillaron con luz propia, conella se cierra el movimiento lírico iniciado con elModernismo y Rubén Darío. Como en todo mo-vimiento de renovación literaria, encontramosel reflejo de corrientes universales de la literatu-ra, y el magisterio de escritores anteriores aellos. Destacan en los inicios dos profesores ycríticos literarios: Jorge Guillén y Pedro Sali-nas. Hay que sumar a Gerardo Diego y DámasoAlonso, y se unen más tarde dos poetas de fuer-za y temperamento, Garcia Lorca y Alberti. 

La Residencia de Estudiantes era en aquellaépoca un hervidero intelectual, que acogió a fi-guras de la talla de Albert Einstein o MadameCurie, lo que influiría enormemente en la for-mación intelectual de Alberti y su grupo; se re-lacionó con muchos de los escritores e intelec-tuales más importantes de España como LuisBuñuel, o Salvador Dalí y tantos otros.

RAFAEL ALBERTI, (1902- 1999), andaluz, confuerte vínculo con la poesía popular, posee unagracia y belleza indudable en su obra, plumamuy airosa, resultado de una sabiduría poéticanatural, y al mismo tiempo cultivada y conscien-te. En Alberti todo es claro como resultado de unaconciencia poética de primer orden, con la natu-ralidad y verso perfecto. El mundo poético de Al-berti es muy personal, lo esencial es la sonori-dad de la forma, siempre perfecta, tuvo el don deadaptarse a nuevos estilos.

Nace en el Puerto de Santa María (Cádiz), es-tá considerado uno de los mayores literatos es-pañoles. Cuenta en su haber con numerosospremios y reconocimiento. Publicó sus memo-rias bajo el título de La arboleda perdida, fiel asus orígenes, a su infancia: “… Había un melan-cólico lugar de retamas blancas y amarillas llama-do la Arboleda Perdida. Todo era allí como un re-cuerdo: los pájaros rondando alrededor de árbolesya idos, furiosos por cantar sobre ramas pretéri-tas; el viento, trajinando de una retama a otra, pi-diendo largamente copas verdes y altas que agitarpara sentirse sonoro … Decide ser pintor y con-sigue exponer en el Salón de Otoño en el Ate-neo de Madrid, en 1920 ante el cuerpo de supadre muerto escribe unos versos definitivosen su carrera, ahí nace el poeta.

MARINERO EN TIERRA

Desde su retiro en la sierra, comenzó a tra-bajar los versos que luego formarían Marineroen tierra, en donde expresa su nostalgia, por nopoder disfrutar del mar de su tierra natal, nide la compañía de su padre. El poemario es unconjunto bien ligado, con un alto sentido demadurez poética. Fue publicado en 1924 y ob-tuvo el Premio Nacional de Poesía. La obra laescribió n San Rafael  (Segovia) en donde esta-ba cuidándose de una dolencia pulmonar. Estepoemario es uno de los más difundidos de suautor, lo que da la pauta de estos versos es ladistancia de una orilla gozosa.

Pertenece a la primera etapa de la produc-ción de Alberti, caracterizada por el popularis-mo, es decir, la adopción de formas populares,en especial las del cancionero tradicional. La te-mática y el tono general de la obra son de año-ranza, producida por el recuerdo permanentede su tierra natal, lejana durante el proceso deescritura de la obra. No es casualidad, que eselamento por la lejanía del mar de su infancia,proclamado en un momento de dolor fue con-templado por diversos autores como una pre-

monición de futuras separaciones de su tierra.En esta dirección, dice Concha Zardoya, que elescritor añora la costa desde la sierra dondefue llevado por su enfermedad, esa separa-ción «crea la nota honda y doliente que tras-pasa estos poemas de alegre y joven aparien-cia».

Es cierto que Marinero en tierra supone unretorno a la infancia. Pero, curiosamente, tam-bién es un modo de perpetuar por escrito susimágenes, devolviendo a la memoria la frescu-ra del momento, la intensidad acuática de suescenografía,en los tiempos en que se conjugacada acción.

El mar. La mar. El mar, ¡Solo la mar!¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?¿Por qué me desenterraste del mar?En sueños, la marejada me tira del corazón.Se lo quisiera llevar.Padre, ¿Porque me trajiste acá?Si mi voz muriera en tierrallevadla al nivel del mary dejadla en la ribera.Llevadla al nivel del mary nombradla capitanade un blanco bajel de guerra…

El mar se idealiza y penetra en una dimen-sión mítica, inabordable aunque perenne. Qui-zá por ello lo que nos presenta un mar benéfi-co, permanente, que se afirma a sí mismo, a pe-sar de la historia y de los acontecimientos de lavida. Un mar al cual sólo cabe regresar nom-brándolo, indagando en su significado esencial,prestándole sentido a través de símbolos queacaban por convertir la infancia en el eje de suexpresión.

Muchas gracias maestro por una obra abun-dante y bien resuelta de la que hoy hemos que-rido ver Marinero en Tierra, por su aire nostál-gico, de un mar de un sur siempre evocador declaridades y luces nuevas.

Rafael Alberti. Marinero en tierra.Por Rosario Panigua

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12 mas JULIO-AGOSTO 2017

Cultura

Recientemente fue noticia un joven espa-ñol que murió de una puñalada en la es-palda al tratar de defender a una chicaatacada por un terrorista islámico en Lon-dres. Poco tiempo antes un joven que salióa celebrar su cumpleaños en Málaga, in-tentó mediar en una pelea y también saliómal parado.

n varias ocasiones son noticia bomberos,policías u otros profesionales que en actode servicio realizan una hazaña más alláde sus obligaciones laborales para salvar

vidas, como, por ejemplo, los tres policías quemurieron ahogados intentando salvar a un tu-rista eslovaco en la playa del Orzán, en A Coru-ña en 2012. Muchas veces nos encontramoscon héroes anónimos, gente corriente que enuna situación extraordinaria reacciona de for-ma heroica.

En el cine actualmente tenemos la carteleracopada por los blockbusters de superhéroes deMarvel y DC Cómics, llenos de acción, sofistica-da tecnología y poderes sobrehumanos. Unaforma de heroísmo muy atractiva visualmentepara componer un entretenido espectáculo. Pe-ro el séptimo Artetambién acoge lashistorias de estosotros héroes másnormales, más pe-gados a la realidad. Así, por ejemplo, el año pa-sado se estrenaba Sully, que recreaba el mila-groso aterrizaje forzoso de un avión en el ríoHudson, en Estados Unidos. Dirigida con pulsofirme por Clint Eastwood, e interpretada estu-pendamente por Tom Hanks, el filme recrea lashoras posteriores al accidente, en las que, mien-tras para la opinión pública el piloto era un hé-roe sin ninguna duda, la NTSB abría una inves-tigación para comprobar si la decisión del co-mandante Sullemberger fue adecuada o no, po-niendo en tela de juicio su repentino heroísmo,en aras de proteger los intereses de las compa-ñías de seguros.

Una película que ha sido muy directa abor-dando estos temas, también enmarcado en unatragedia aérea, es Héroe por accidente (Hero,1992), de Stephen Frears. Un hombre divorcia-do, insolvente, sin oficio ni beneficio, práctica-mente un sin techo, durante una noche de llu-via es testigo de cómo un avión se estrella. Seacerca al lugar del suceso y ayuda a salir delaparato siniestrado a los malheridos supervi-vientes, entre los cuales se encuentra una acla-mada periodista. Entre tanto, van llegando losequipos de emergencias: policías, ambulancias,bomberos… Con el alboroto que se forma, elhéroe anónimo desaparece en la oscuridad sinque nadie le haga caso. Una vez repuesta delaccidente, la periodista rescatada se proponebuscar al hombre que la salvó. Sin embargo, el

héroe está en ese momento en la cárcel y otromendigo, a quien había contado su historia, sehace pasar por él convirtiéndose en el fenóme-no mediático del momento.

El filme goza de tres extraordinarios intér-pretes: Dustin Hoffman como el héroe anóni-mo, Geena Davis en la piel de la periodista, yAndy García encarnando al impostor. Aunquela película no resultótan redonda como ca-bía esperar, sí es ciertoque propone una seriede temas muy jugosospara el debate. Los personajes están sometidoscontinuamente a un juicio moral. El protago-nista ha realizado una hazaña heroica sin fisu-ras, pero es presentado como un hombre des-agradable, mezquino, con más defectos quevirtudes, que al principio no empatiza en abso-luto con el espectador. ¿Hasta qué punto un so-lo acto puede redimir toda una vida plagada deerrores y acciones mezquinas?

Por otro lado, el personaje de Andy García seantoja más atractivo para el público. Es un men-digo de buen talante, inofensivo, que no se me-

te con nadie. Sinembargo, aprovechala oportunidad de lafama a costa deotro. ¿Hasta qué

punto su actitud puede considerarse compren-sible, debido a su status social, o realmente serevela como un oportunista rastrero a pesar desu, a priori, buen talante?

Finalmente, el personaje de la periodistatambién tiene su controversia. Desde el princi-pio es mostrada como la típica profesional am-biciosa. ¿Hasta qué punto tiene auténtica voca-ción de ayudar a su salvador, o en qué medidalo hace solo por conseguir un éxito mediáticoen su carrera?

Un actor que ha sido el gran héroe de la pan-talla en las últimas décadas, ha sido sin dudaHarrison Ford, tras haber encarnado a Han Soloen la saga de Star Wars y a Indiana Jones. Sinembargo, también ha recreado personajes nor-males convertidos en héroes. Por ejemplo, El fu-gitivo (The fugitive, 1993), de Andrew Davis. Enesta ocasión se trata de un médico al que acu-san de asesinar a su mujer. Por ello es juzgadoy condenado, pero escapa y en su huida buscarespuestas a lo ocurrido, descubriendo que hasido el cabeza de turco en una trama de corrup-ción de un laboratorio farmacéutico. De estamanera, el buen doctor se convierte en el héroeanónimo que destapa la trama. En Juego de pa-triotas (Patriot games, 1992), de Phillip Noyce,Ford encarna al analista de la CIA Jack Ryan, fa-moso personaje creado por el escritor TomClancy. Durante su estancia en Londres con su

familia, se ve envuelto en un atentado del IRAy se involucra enfrentándose a los terroristas ymatando a uno de ellos. El resto del comandohuye. Uno de ellos es hermano del fallecido. Deesta manera, Ryan se convierte en un héroe pa-ra el gobierno británico, y en el objetivo de unterrorista que hace de su causa algo personalpara vengar la muerte de su hermano. Y ha-blando de alguien que se enfrenta a terroristas

fortuitamente, porestar en el lugar y elmomento equivoca-dos, cabe citar queese es el plantea-

miento de La jungla de cristal (Die hard, 1988), lapelícula que convirtió a Bruce Willis en estrelladel cine de acción.

Unos héroes históricos, aunque en la som-bra, a los que el cine ha dado voz y visibilidadmediática, son aquellos que en la época delnazismo ayudaron a los judíos a escapar delholocausto. Oskar Schindler siempre ha sidomuy conocido por aquellos interesados en eltema de la persecución de Hitler a los judíos,pero es indudable que su nombre se ha hechomundialmente famoso a escala de gran públi-co gracias a la película de Steven Spielberg Lalista de Schindler (Schindler’s list, 1993). Recien-temente se ha estrenado La casa de la esperan-za (Zooskeeper’s wife, 2017), que cuenta la his-toria del matrimonio Zabinski, el director delzoo de Varsovia y su esposa, que ayudaron aescapar a cientos de judíos. En versión espa-ñola tenemos el caso del diplomático ÁngelSanz Briz, destinado en Hungría, que tambiénayudó a miles de judíos húngaros, y su casofue llevado a la pequeña pantalla con la TVMovie El ángel de Budapest, dirigida por LuisOliveros en 2011.

Y no podía finalizar un artículo sobre los hé-roes anónimos en el cine sin nombrar al másgrande: Charlot, el entrañable vagabundo cre-ado por el genial Charles Chaplin. En Tiemposmodernos (Modern times, 1935), estando preso,se enfrentaba a un grupo de amotinados, ga-nándose así el favor del alcaide. En El chico(The kid, 1921), se convertía en todo un padrazoal recoger a un bebé abandonado, sin tener élmismo nada que ofrecer. Pero quizá la mayorheroicidad es la que presenta Luces de la ciudad(City lights, 1931), en la que el vagabundo salvala vida de un millonario que intenta suicidar-se, y además se convierte en el benefactor deuna chica ciega que no dispone de medios eco-nómicos para costearse la operación que lepermita ver. Este personaje de Chaplin encar-na los valores fundamentales del verdaderohéroe. El altruismo, la vocación por ayudar alos demás, la dignidad, la clara diferenciaciónentre el bien y el mal, son virtudes de este per-sonaje, que en definitiva lo que transmite esuna gran humanidad.

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HÉROES ANÓNIMOS DE LA GRAN PANTALLAPor Ramón Ramos

“El cine también acoge las historias de estos otroshéroes más normales, más pegados a la realidad.”

“Héroes históricos, en la época del nazismo ayudaron a los judíos a escapar del holocausto”

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JULIO-AGOSTO 2017 mas 13

Laboral

ESTRUCTURA JURÍDICA

En una empresa pueden ser las mismaspersonas quienes aporten el capital y el trabajo—así ocurre en las cooperativas y en lassociedades anónimas laborales—, o bienpersonas diferentes. En este último caso lasrelaciones entre capital y trabajo puedenregirse por tres tipos de contrato:

1. El contrato de trabajo, o «régimen desalariado», consistente en que el trabajadorrecibe periódicamente una retribución fija,pactada de antemano, reservándose quienesaportaron el capital la plena autoridad dedirección y los beneficios o riesgos de laempresa. Es el tipo de contrato másgeneralizado.

2. El contrato de sociedad, por el que las dospartes —los que aportan el trabajo y los queaportan el capital— acuerdan dividir laautoridad y los beneficios (o posibles pérdidas)de la empresa.

3. El contrato de asociación, que es unsistema intermedio entre los dos anteriores. Laremuneración del trabajador consta de unaparte fija y otra variable en función de losbeneficios (o posibles pérdidas) de la empresa,participando además en la gestión e incluso enla propiedad de la empresa.

Es obvio que la mayoría de las empresasresponden al primer modelo; al régimen desalariado. La Iglesia no lo condena (cfr. QA 64),pero considera que asignar al trabajador unaretribución fija determinada de antemano,reservando a quienes aportaron el capital laplena autoridad de dirección y los beneficios oriesgos de la empresa, resulta poco coherentecon la naturaleza de la empresa esbozada haceun momento. Parece sugerir que quienesaportan trabajo, en términos jurídicos, noforman parte de la empresa, sino que sólo estánligados a ella por un contrato de prestación oalquiler de servicio: El contrato salarial.

Como dijo Pío XI, «es absolutamente falsoatribuir únicamente al capital o únicamente altrabajo lo que es el resultado de la efectividadunida de los dos, y totalmente injusto que unode ellos, negada la eficacia del otro, trate dearrogarse para sí todo lo que hay en él deefecto» (QA 53). Parece, según esto, que elrégimen de salariado no puede sersimplemente un medio de remuneración deltrabajo, sino también un modo de reparto delproducto de la empresa, de su beneficio.

En mi opinión, la única forma de salvaréticamente el contrato de trabajo es considerarque en el salario está incluida la participaciónde los trabajadores en los beneficios de la

empresa, nada más que calculadaanticipadamente de forma prudencial. Perosiempre será más coherente con laconcepción cristiana de la empresa elcontrato de asociación. De hecho, Pío XI,después de afirmar la legitimidad delrégimen de salariado, añadía: «De todosmodos, estimamos que estaría más conformecon las actuales condiciones de laconvivencia humana que, en la medida de loposible, el contrato de trabajo se suavizaraalgo mediante el contrato de sociedad» (QA65).

REMUNERACIÓN DEL CAPITAL

Cuando Juan Pablo II publicó la Centesimusannus, Francisco Umbral se escandalizóporque dicha encíclica legitimó los beneficiosempresariales afirmando que son un «índicede la buena marcha de la empresa» (CA 35 c).En opinión del columnista, son más bien una«actualización del feudalismo»1.

Desde el punto de vista económico laafirmación de Umbral no puede ser másextravagante porque los beneficiosempresariales son imprescindibles. Unaempresa que ingresara menos de lo que gasta,antes o después tendría que cerrar; y ademásesto ocurriría tanto en una economíacapitalista como en una economía socialista. Laúnica diferencia entre ambos sistemas es queen la economía socialista, dado que todas lasempresas pertenecen al Estado, sería posiblemantener algunas empresas con pérdidassiempre que las restantes compensaran dichaspérdidas con unos beneficios más abundantes;pero al final sería válido para el conjunto de lasempresas lo que en el capitalismo se aplica acada una de ellas: si todas sufrieran pérdidas,el sistema entero se declararía en quiebra ytendría que acabar «cerrando» (eso esprecisamente lo que pasó). Tampoco desde elpunto de vista ético hay nada que objetar a losbeneficios empresariales siempre que lascondiciones laborales respeten la justicia—observen que he dicho «justicia», y justiciano es lo mismo que legalidad—, la empresaproduzca bienes o servicios verdaderamenteútiles y los venda a un precio justo, lo cualpodemos suponer que ocurrirá siempre que elmercado se aproxime a las condiciones decompetencia perfecta.

La cuestión es cómo deben distribuirse esosbeneficios obtenidos por la empresa. En laconcepción liberal, los beneficios perteneceníntegramente a quienes aportaron el capital.Son la diferencia entre los ingresos y los costes,incluyendo en éstos el precio de las materias

primas y la energía, la amortización del equipoproductivo, los salarios y las cargas fiscales.

Según la concepción cristiana de la empresa,esbozada un poco más arriba, los beneficiosdeben repartirse entre el capital y el trabajo, enproporciones que será necesario determinar,porque ambos forman parte de la empresa yambos han contribuido a obtenerlos.

Dejaremos la retribución del trabajo para elsiguiente apartado. Digamos ahora que, encuanto a la retribución del capital, losmoralistas sostienen que el único beneficiojustificado es el necesario para vencer su inercia acomprometerse en una aventura económica queentraña siempre un riesgo más o menosgrande. Y, como dice un viejo refrán, «a másriesgo, más provecho».

En opinión de Gorosquieta, «a un riesgonormal de la empresa se puede considerar —yasí lo consideran los moralistas— que un tantopor ciento de beneficio sobre el capital másreservas de la empresa que equivalga al dobledel interés normal de los préstamos en elmercado del dinero, es suficiente y, por tanto,justo. Por la misma razón ese mismo nivel debeneficio no se justificaría en un tipo deempresa sin apenas riesgo. Y por el contrario,se podría tolerar un porcentaje más elevado enempresas con riesgos superiores»2.

1 UMBRAL, Francisco, Centesimus annus: «ElMundo», 3 de mayo de 1991, p. 7.

2 GOROSQUIETA, Francisco Javier, Ética deldesarrollo económico, Compañía BibliográficaEspañola, Madrid, 1969, p. 31.

LA RELACIÓN CAPITAL-TRABAJO (III)Por Luis González-Carvajal Santabárbara

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14 mas JULIO-AGOSTO 2017

Centros de Hermandades

Misa oficiada por el obispo de Córdoba, en el 60 Aniversario del centro de Hermandades El domingo 25 de junio, el obispo de Córdo-ba ofició una Eucaristía de Acción de Gra-cias en la Santa Iglesia Catedral.

Las Hermandades del Trabajo de Córdobacelebran el 60 Aniversario de su fundación conun encuentro de afiliados de toda Espa-ña en su residencia de Cerro Muriano

Afiliados de las Hermandades del Tra-bajo de toda España se reunieron del 23al 24 de junio en la residencia de la orga-nización en Cerro Muriano para celebrarel 60 Aniversario de su fundación en Cór-doba. El encuentro culminó el domingo,25 de junio, con la celebración de unaEucaristía de acción de gracias en la San-ta Iglesia Catedral, oficiada por el Obispode la Diócesis, Demetrio Fernández,quien les agradeció la labor desarrolladaa favor de los trabajadores y les animó aseguir afrontando con la misma entregalos retos actuales en el mundo del trabajo.

El programa de actos preparado por la co-misión organizadora comenzó el viernes, 23

de junio, con una recepción de bienvenida ensu sede central en Córdoba. El sábado, visita-ron la Iglesia de San Agustín, y el convento delos dominicos, donde fueron recibidos por suprior, Miguel Angel Vilches, y fray Carlos Ro-mero, consiliario de las Hermandades cordo-

besas desde su fundación en enero de 1957.Durante esta visita, la presidenta nacional,Marisa Sanjuán, agradeció a la comunidad delos dominicos su constante apoyo a las Her-

mandades en Córdoba, particularmente, y enotras provincias españolas. En este sentido,reseñó que el padre Carlos también fue duran-te una década, desde 1978 a 1988, consiliarionacional de la entidad, como primer sucesordel fundador, don Abundio García Román.

Las actividades incluyen, además, visi-tas al Palacio de Viana y a la Mezquita yun recorrido nocturno por la ciudadmonumental patrimonio de la Humani-dad, así como una ruta por el entornode las antiguas minas de cobre de CerroMuriano.

60 años al servicio de los trabajadores

A lo largo de sus 60 años de historia,las Hermandades del Trabajo han creadoun vínculo muy especial con la poblacióncordobesa a través de sus actividades so-ciales, formativas y culturales. La casetade feria, las tómbolas, las campañas del

juguete, las cooperativas de vivienda y consu-mo y, sobre todo, las piscinas del Fontanar ylas colonias veraniegas forman parte de la me-moria colectiva de la ciudad.

Nuestro adios a Miguel Muñoz

Miguel Muñoz falleció el pasado domingo, 11 deJunio.

Su vida laboral transcurrió en la Compañía de Se-guros PLUS ULTRA. Pertenecía a la Hermandad deSeguros como Vocal de Propaganda cuando yo meincorporé por los años 60. Más tarde, cuando se cre-aron las Hermandades de América fue uno de losque marcharon como misioneros-emprendedores aesa gran tarea.

Creo no exagerar si digo que fue uno de los mili-tantes-dirigentes que entregaron su vida con amory pasión a la Obra de Hermandades del Trabajo, alládonde en cada momento le solicitaron y que él en-tregó voluntariamente con ilusión y cariño.

En su última etapa vivió su compromiso con losdemás en una Escuela para Adultos en Carabanchel,donde él residía y que yo tuve ocasión de visitar, en-tregándome material por si me servía para mi tareaque en ese momento yo estaba llevando a cabo enVallecas.

Desde estas líneas quiero expresar mi condolen-cia desde la Obra donde nos conocimos y vivimosjuntos nuestro compromiso en la Iglesia hacia elmundo del trabajo. Recemos a Dios pidiendo que es-té gozando de la vida eterna y que interceda por losque seguimos en la tarea.

Isabel Hernán Gete

El Movimiento apostólico-social de las Hermandades del Trabajo, celebra el 70º aniversariode su fundación por el sacerdote diocesano madrileño D. Abundio García Román en julio de1947, cuya causa de canonización está ya en la fase romana. Este sacerdote impulsó toda unareflexión sobre el mundo del trabajo, que tuvo gran resonancia en España e Hispanoamérica,con la creación distintos centros de formación de los trabajadores, en su dimensión laboral,social y religiosa. El centro de Hermandades de Almería, cuya fundación fue en los años 60,tiene su Sede en la Calle Granada número 54. Coincide también con esta efeméride, la cele-bración del 70º aniversario de erección de la parroquia de San Agustín de Almería, a la cuallas Hermandades están muy unidas.

La celebración tuvo lugar el pasadojueves día 1, en el marco de una Eucaris-tía en dicha Parroquia que fue presididapor el Consiliario nacional del Movi-miento D. Antonio Corbí Copovi, sacer-dote diocesano de Valencia, D. José Mi-guel López Gutiérrez, Presidente Nacio-nal y D. Francisco Samper Torrejón, Ad-ministrador Nacional, que junto a losPresidentes diocesanos D. FernandoCampos Martínez y Dª. María del Car-men Moreno López y un gran númerode miembros de Movimiento, dierongracias a Dios por la vida de este movi-miento. Posteriormente se desplazarona la sede de Hermandades del Trabajopara inaugurar la exposición conmemo-rativa que cuenta, en distintos paneles,la vida de este Movimiento desde susinicios, de una manera especial su des-arrollo en Almería. Tomado de la prensade Almería

Exposición en Almería

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JULIO-AGOSTO 2017 mas 15

Centros de Hermandades

Encuentro del Consejo Nacional en Burgos, enel 70 Aniversario de la Fundación de HHT

Saludo de la presidenta de Burgos

Monición de entrada del Arzo-bispo de Burgos, Monseñor FidelHerráez, con motivo del encuen-tro del Consejo Nacional de lasHermandades del Trabajo en laCapilla de la Casa de la Iglesia,el día 10 de junio pasado.

Srs. Obispos, Presbíteros, hermanostodos:

Demos gracias a Dios Padre pormedio de su Hijo Jesucristo en lacomunión del Espíritu Santo, porencontrarnos reunidos en este Do-mingo que litúrgicamente llama-mos de la Santísima Trinidad, paracelebrar el misterio de Dios; paraadorar al Dios Padre que hizo todaslas cosas, al Dios Hijo que nos ha re-dimido y al Dios Espíritu Santo quenos ha santificado.

Por otra parte celebramos con

alegría el 70º aniversario dela fundación de las Herman-dades del Trabajo, con cuyaespiritualidad hemos alimen-tado, día a día, nuestra vidade fe, colaborando en la obracreadora de Dios con el traba-jo de cada jornada.

En este día nos sentimosespecialmente unidos a nues-tros hermanos de vida con-templativa, religiosas y reli-giosos, y pedimos al Señorque no deje de suscitar voca-ciones para que no nos falteel ejemplo siempre edificantede sus vidas en los monaste-rios.

Nos preparamos para escu-char la palabra de Dios y participaren el misterio del Cuerpo y la San-gre de Jesucristo

Preside la celebración el Rvdmo.Sr. D. Fidel Herraéz, arzobispo deBurgos; concelebran los obisposeméritos Ciudad Real y Jaén.

Rvmos. Srs. Antonio Algora y Ra-món del hoyo, juntamente con va-rios Consiliarios de Hermandadeslocales.

No puedo disimular el honor yla alegría que siento al saludarospersonalmente y, al mismo tiem-po, como Presidenta de la Herman-dad del Trabajo “Nuestra Señoradel Perpetuo Socorro”, de Burgos.Habéis llegado a esta ciudad, Ca-beza de Castilla, procedentes dediócesis distantes y distintas, peronos une un mismo espíritu: perte-necer a un Movimiento calificadocomo “el primer instrumento deapostolado en el mundo del traba-jo”.

Nuestra Hermandad nació hu-milde y en humildad ha vividohasta hoy: Nunca tuvo propieda-des, excepto un apartamento enSanta Pola (Alicante), cuya propie-dad sólo duró unos meses; su ri-queza han sido y siguen siendo losafiliados. Nació en los años llama-dos de “la gran expansión” de Her-mandades. Conocemos el primerdato oficial sobre nuestra Herman-dad: “En escrito del 20 de febrerode 1958, el Director Provincial delInstituto Nacional de Previsión enBurgos, D. Miguel Ángel Traver, pi-

de que el grupo formado entre lostrabajadores del INP, inspirado enla espiritualidad de las Hermanda-des del Trabajo, tenga vinculacióndirecta con el Arzobispado de Bur-gos; y al mismo tiempo solicita elnombramiento de un Consiliarioque se ocupe de la formación reli-giosa de dicho Grupo.El grupo pro-cedente del INP se vería pronto in-crementado por otro más numero-so que surgió en el ámbito sanita-rio de Burgos, concretamente en la

Residencia Sanitaria “General Ya-güe”.

Sabemos que se asumió con ale-gría la estructura, el formato deHermandades; se asumió una vi-sión alegre del trabajo, como lla-mada a la colaboración con DiosCreador, se asumió la alegría de lafraternidad, y esto se ha conserva-do con fidelidad hasta nuestros dí-as.Nuestra estructura, en su partehumana, es muy sencilla: Presi-dente/a, Administrador/a y Consi-

liario. Nos reunimos mensualmen-te aquí, en la Casa de la Iglesia:aquí celebramos la Eucaristía; acontinuación tiene lugar una char-la de formación dirigida por elConsiliario y, al final, se tratanasuntos propios de la Hermandady, en lo que procede, los pertinen-tes de la Hermandad Nacional.

Cerramos esta sencilla reseñade nuestra Hermandad con un da-to estadístico: el último carnet ex-pedido lleva el número 1048… enla actualidad, los afiliados son 100.Pero somos conscientes de que loimportante no es el número, sinola realidad de una comunidad cris-tiana que, inspirada en la espiri-tualidad de las Hermandades delTrabajo, sigue peregrinando enBurgos, fiel a la tradición recibida.

Hermanos, sed todo/as bienve-nidos a Burgos. Que D. Abundio in-terceda para que vuestra estanciaen Burgos sea semilla fecunda defraternidad.

Rosa Sancho Casado

Page 16: 40 años de democracia en España - HHT Madrid

Centros de Hermandades del Trabajo. ESPAÑA: Almería, Ávila, Badajoz, Burgos, Córdoba, Guadalajara, Jaén, Je-rez de la Frontera, Madrid, Segovia, Sevilla, Valencia, Zaragoza, así como las Hermandades en toda España de las Fede-raciones de la Seguridad Social y Ferroviarias. AMÉRICA: Chile (Concepción), Colombia (Barranquilla, Bogotá y Mede-llín), Costa Rica (San José), Ecuador (Quito), Perú (Callao, Chimbote, Lima y San Ignacio).

FFUUNNDDAACCIIÓÓNN AABBUUNNDDIIOO GGAARRCCÍÍAA RROOMMÁÁNNSI QUIERES AYUDAR A LA FUNDACIÓN EN SUS OBJETIVOS Y EN EL PROCESO DE CANONIZACIÓN, INGRESA TUS APORTACIONES EN:

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Titular: Fundación Abundio García Román

PEDRO BARRADO / DIRECTOR DE LA ESCUELA SAN JUAN XXIII DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO

ace ya tiempo que una pala-bra me sale al paso cada vezque pienso en Jesús y su ac-tuación: «paradoja». Según

el Diccionario de la Real AcademiaEspañola, paradoja es un «hecho oexpresión aparentemente contra-rios a la lógica». La palabra españo-la procede del latín, y esta, a su vez,del griego, donde parádoxa signifi-ca lo contrario a la opinión común.Y es que aquí podemos encontrar laclave profunda de comprensión dela actuación de Jesús. En efecto, sucomportamiento y actuación solíanir en contra de la «opinión común»de fariseos y autoridades religiosasde su tiempo. Veamos un par deejemplos de ello.

El primero es el gesto de poneren medio un niño y declararlo mod-elo para entrar en el Reino de Dios:«En aquel momento se acercaronlos discípulos a Jesús y le pregunta-ron: “¿Quién es el mayor en el reinode los cielos?” Él llamó a un niño, lopuso en medio y dijo: “En verdad osdigo que, si no os convertís y os ha-céis como niños, no entraréis en elreino de los cielos”» (Mt 18,1-3).

La opinión común sobre los ni-ños en la época de Jesús es queeran «seres» carentes por defini-ción. Su valor residía fundamental-mente en la promesa de futuro queconllevaban, vital para los indivi-duos y las familias, pero su presen-te no despertaba el interés que seles manifiesta hoy en nuestra socie-dad. ¿Por qué, entonces, Jesús lospone como modelo para los discí-pulos (la expresión «poner en me-

dio» no debe entenderse únicamen-te en su sentido topográfico)? Mu-chas veces se ha pensado en la in-genuidad, el candor o la inocenciade los niños como motivo para laconcesión de ese puesto de honor.Pero los niños no siempre son esosseres angelicales que a veces nosempeñamos que sean; incluso enocasiones pueden llegar a ser bas-tante crueles (por ejemplo conotros niños).

Si Jesús pone un niño en el cen-tro y pide imitarle o convertirse enél para poder entrar en el Reino delos cielos, es precisamente por elescaso o nulo valor que representa-ba en aquella sociedad. Lo que Je-sús está afirmando es que quien sehace como un niño, es decir, débil,menesteroso, carente de todo, quetodo lo espera de sus padres, estáadoptando la única postura válidacon respecto al Reino de Dios: laacogida total e incondicional de undon que viene del Padre del cielo yque nosotros no podemos obtenerpor nuestras propias fuerzas (poreso justamente se hace objeto depetición en la oración del Padre-nuestro: «Venga tu reino»). De ahíque ese gesto de Jesús resulte de lomás paradójico, de lo más contrarioa la opinión común.

La misma valoración de la nece-sidad es la que encontramos enotro pasaje evangélico, un pasajeque ha hecho correr ríos de tintaprecisamente por su carácter para-dójico. Me refiero a las bienaventu-ranzas. Como se sabe, hay dos ver-siones de las bienaventuranzas: Mt

5,3-12 y Lc 6,20-26, con algunas di-ferencias significativas. En el textode Mateo se mencionan ocho (onueve) bienaventuranzas, mientrasque en el de Lucas aparecen solocuatro, aunque seguidas por otroscuatro «ayes» que constituyen sucontrapunto. En todo caso, en lasbienaventuranzas se declaran di-chosas o felices a unas personas cu-ya situación humanamente no esnada envidiable: pobres, hambrien-tos, llorosos… ¿Acaso puede haberfelicidad en medio de esas condi-ciones de pobreza, hambre, sed,persecución o sufrimiento?

Nuevamente la paradoja vieneen nuestra ayuda para poder en-tender cabalmente el mensaje deJesús. La clave la proporciona laprimera bienaventuranza: de lospobres es el Reino. Es decir, los po-bres, los que lo pasan mal, preci-samente porque tienen carenciasy sufren, son los que cuentan conel beneplácito divino, aquellos alos que Dios mira con mayor con-

sideración. Podríamos decir quetienen el mismo mérito que aque-lla oveja de la parábola que contóJesús: el extravío, la necesidad deser encontrados por un Padre queles quiere hasta un punto huma-namente absurdo e incomprensi-ble, tanto como para abandonar ydejar solas a las otras noventa ynueve del rebaño (con el riesgoconsiguiente). Pero así es el Diosde Jesús.

Una vez más, ir en contra de laopinión común –ser paradójico– lesirve a Jesús para hablar –y mos-trar– un Dios al que solo se le en-cuentra en el envés de la historia,allí donde nadie le buscaría. Quizásea este también el sentido deaquellas palabras que Dios dirigió aMoisés en el Sinaí, cuando este pi-dió ver la gloria divina (manifesta-da principalmente en su rostro):«Cuando retire la mano [de la hen-didura de la roca] podrás ver mi es-palda, pero mi rostro no lo verás»(Ex 33,23).

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