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COMENTARIOS DE LA HAFTARA ETZ HAIM HAFTARA MATOT-MASEI Jeremías 2:4-28, 4:1-2 (Ashk’nazim leen Jeremías 2:4-28, 3:4) (Recitar en el segundo Shabat después del 17 de Tammuz, coincidiendo con la lectura de Masei ya sea por separado o junto con Matot) La parte principal de esta haftará es una extensa acusación de infidelidad, ingratitud y apostasía generalizadas, dirigida a toda la nación. Una referencia a las alianzas políticas con Asiria y Egipto parece encajar las últimas décadas del Estado de Judea, cuando se hicieron tales intentos por el bien de proteger del imperio neo-babilónico. Por otra parte as acusaciones no tienen referencia de eventos específicos. La dura sentencia de la Haftará es contrastada con las breves palabras de esperanza y renovación, desde Jeremías 3:4 o 4:1-2 de acuerdo a la tradición de ashk’nazim y s’fardim, respectivamente. La primera conclusión a la haftará (Jeremías 3:4) es un contrapunto notable a una acusación. La declaración esperanzadora de Dios de que el pueblo lo ha llamado ahora “¡Padre!” revoca completamente su anterior confesión a la madera como “mi padre” (2:27). Nada podría expresar mas brevemente el regreso de la nación a su patrimonio divino que esta audaz formula de re dedicación. La conclusión de la haftará entre s’fardim (4:1-2) sigue un curso diferente, en el cual Dios establece las condiciones que deben cumplirse si los israelitas alguna vez son bendecidos y alabados por las naciones. El arrepentimiento, aquí, sigue siendo una opción, no un logro. Comienza con volverse a Dios y concluye con un juramento de lealtad. Las prácticas paganas deben ser despojadas. Este escenario anticipa la tradición judía en el arrepentimiento, tal como fue formulada por Saadia y Maimónides. Para Jeremías, esa transformación es el preámbulo a la bendición. Una oscura alusión a la promesa inicial de Dios a Abraham (Génesis 12:1-3) puede discernirse aquí también. En ambos casos, la fidelidad a Dios conduce a la bendición de las naciones “a sí mismos por ti.” Este eco de la antigüedad en Jeremías invierte el futuro con la promesa patriarcal. RELACIÓN DE LA HAFTARÁ AL calendario Esta es la segunda semana antes de Tisha b’Av, durante la cual se recita una lectura profética de amonestación. Originalmente Jeremías 2:4-28 era una ofensa enraizada en una realidad especifica. Recitado como una haftará, la reprimenda trasciende su motivo original y recuerda a las siguientes generaciones la locura de la adoración falsa y la perversidad de traicionar el recuerdo histórico.

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COMENTARIOS DE LA HAFTARA ETZ HAIM

HAFTARA MATOT-MASEI

Jeremías 2:4-28, 4:1-2

(Ashk’nazim leen Jeremías 2:4-28, 3:4)

(Recitar en el segundo Shabat después del 17 de Tammuz, coincidiendo con la lectura de Masei ya sea por separado o junto con Matot)

La parte principal de esta haftará es una extensa acusación de infidelidad, ingratitud y apostasía

generalizadas, dirigida a toda la nación. Una referencia a las alianzas políticas con Asiria y

Egipto parece encajar las últimas décadas del Estado de Judea, cuando se hicieron tales intentos

por el bien de proteger del imperio neo-babilónico. Por otra parte as acusaciones no tienen

referencia de eventos específicos.

La dura sentencia de la Haftará es contrastada con las breves palabras de esperanza y

renovación, desde Jeremías 3:4 o 4:1-2 de acuerdo a la tradición de ashk’nazim y s’fardim,

respectivamente. La primera conclusión a la haftará (Jeremías 3:4) es un contrapunto notable a

una acusación. La declaración esperanzadora de Dios de que el pueblo lo ha llamado ahora

“¡Padre!” revoca completamente su anterior confesión a la madera como “mi padre” (2:27).

Nada podría expresar mas brevemente el regreso de la nación a su patrimonio divino que esta

audaz formula de re dedicación.

La conclusión de la haftará entre s’fardim (4:1-2) sigue un curso diferente, en el cual Dios

establece las condiciones que deben cumplirse si los israelitas alguna vez son bendecidos y

alabados por las naciones. El arrepentimiento, aquí, sigue siendo una opción, no un logro.

Comienza con volverse a Dios y concluye con un juramento de lealtad. Las prácticas paganas

deben ser despojadas. Este escenario anticipa la tradición judía en el arrepentimiento, tal como

fue formulada por Saadia y Maimónides.

Para Jeremías, esa transformación es el preámbulo a la bendición. Una oscura alusión a la

promesa inicial de Dios a Abraham (Génesis 12:1-3) puede discernirse aquí también. En ambos

casos, la fidelidad a Dios conduce a la bendición de las naciones “a sí mismos por ti.” Este eco

de la antigüedad en Jeremías invierte el futuro con la promesa patriarcal.

RELACIÓN DE LA HAFTARÁ AL calendario

Esta es la segunda semana antes de Tisha b’Av, durante la cual se recita una lectura profética de

amonestación. Originalmente Jeremías 2:4-28 era una ofensa enraizada en una realidad

especifica. Recitado como una haftará, la reprimenda trasciende su motivo original y recuerda a

las siguientes generaciones la locura de la adoración falsa y la perversidad de traicionar el

recuerdo histórico.

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COMENTARIOS DE LA HAFTARA ETZ HAIM

La tradición rabínica señala particularmente la apertura, con la que se llama a “escuchar”

(shimu) la palabra de Dios que los llama a rendir cuentas (2:4). El hebreo evoca la formula

impresa en la conciencia israelita (naase v’nishma, literalmente “haremos y escucharemos”) con

la cual la nación afirmó el pacto en el Monte Sinai (Éxodo 24:7).

Parte del desafío de Jeremías es su exclamación repetida “como” (eij), como en 2:21: Cómo pues

te has vuelto sarmiento de vid extraña! Con estas palabras el profeta expresa perplejidad ante la

perversidad y estupidez israelita; y anticipa el dolor de la palabra eija (“¡¿Oh, cómo?!” o “¡Ay!”)

que comienza el libro de Lamentaciones recitado el 9 de Av por la destrucción del primer y

segundo Templo. En la tradición bíblica, la conexión verbal de eij/eija evoca la ruina espiritual y

física que les espera a aquellos que siguen el camino del paganismo e ignoran su deber con el

pacto.

ANALISIS DE LOS VERSOS DE LA HAFTARÁ

Jeremías 2:6 Donde está Hashem Esta acusación tiene un trasfondo amplio y polémico. Se

repite en la Biblia hebrea como una consulta, pidiendo garantías de la presencia y poder de

Dios.

Jeremías 2:7 contaminasteis mi tierra Actos de idolatría y falsa adoración contaminan tanto

la tierra como a los autores (Levíticos 18:24-25).

Jeremías 2:8 expertos en la Ley Los “expertos” están incluidos en una lista más grande de

personas acusadas, incluyendo sacerdotes, profetas, y reyes (ver también el verso 26).

Jeremías 2:10 costas de Quitim El borde occidental de la civilización está representada aquí

por una antigua ciudad griega, Kition (Citium), hoy en día Larnaca en Chipre (Isaías 23:1;

Ezequiel 27:6).

Jeremías 2:10 Cedar Una antigua tribu árabe (Génesis 25:13), localizada en el este de

Transjordania, en el norte de Arabia.

Jeremías 2:11 su gloria En Hebreo: k’vodo, que también puede significar “Su gloria” (la gloria

celestial de Dios), el cual el pueblo rechazó y cambió por “dioses falsos.” La tradición rabínica

nombró este pasaje como uno de las “correcciones de los escribas” (tikunei sof’rim) introducidas

en el texto bíblico para evitar el hablar irrespetuosamente a Dios. Esto implica que aquí la

lectura original era “Mi gloria” (k’vodi); probablemente la aspereza de esta formulación llevó a

ciertos escribas a suavizarla y ocultarla a través de un pequeño cambio. Si esto fue realmente

una corrección de los escribas – o un Midrash formulado para hacer un punto teológico- es

discutible.

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COMENTARIOS DE LA HAFTARA ETZ HAIM

Jeremías 2:13 fuente de agua viva Esta imagen puede derivarse de la discurso en

Deuteronomio 6:11-12, un pasaje que también incluye los temas de los pozos labrados,

abandonando a Dios, el éxodo y la esclavitud (ver también Jeremías 17:13).

Jeremías 2:16,18 Los nombres de lugares egipcios han sido hebraizados aquí.

Nof (Menfis) Una corrupción de Menfis (ver Oseas 9:6)

Tajpanjes (Tafnes) Consiste en dos palabras que significan “fortaleza de la Nubia”. La segunda

palabra (panhes) es conocida como el nombre del sacerdote Pinjas (Finés).

agua del Nilo El hebreo (mei shijor) se deriva de la frase egipcia p’sh-jr, “Piscina de

Horus”(Isaías 23:3).

Jeremías 2:20 rompiste En hebreo: shavarti. El hebreo aquí no es lo que parece ser, es decir, la

forma común en primera persona “rompí.” Es la segunda persona del femenino singular

arcaico. Así también el Hebreo nitakti (“te… arrancaste”) en este verso.

serviré En hebreo: e-evod, por el k’tiv (tradición escrita); el comúnmente preferido k’rei

(tradición leída) aquí tiene e-evor (“transgredir”).

Jeremías 2:21 en una vid degenerada y extraña La siembra divina contrasta con los árboles

verdes bajo los que Israel comete pecados paganos (verso 20). Las imágenes también aluden a

Dios plantando a Israel en la Tierra en el tiempo del asentamiento (Éxodo 15:17), Salmos 80:9).

Jeremías 2:27 La formula “Mi padre eres Tú” tiene la resonancia técnica de una formula de

adopción legal, así como cuando Dios le dice al rey: “Tu eres Mi hijo, /Te he engendrado hoy”

(Salmos 2:7, 2 Samuel 7:14). El profeta se burla y condena las lealtades paganas del pueblo,

dándoles una religión totalmente natural. Para el, se trata de un rechazo total de la

trascendencia divina.

Jeremías 4:2 Vive Hashem Una fórmula de juramento fija, que denota aquí un compromiso

con el Dios nacional

Sinceridad La primera de una triada de términos del pacto. (Comparar la triada variante en

Jeremías 9:23 y Oseas 2:21-22)