JESUS - YESHUA: Quin es?

Por Michael L. Brown

Jess Yeshua

Rabino? Profeta? Sanador? Predicador? Salvador? Mesas?

Hijo de Dios?

Jess Yeshua

Engaador? Apostata? Mago? Rebelde? Traidor? Mentiroso?

Rechazado por Dios?

Jess Yeshua. Quin es este hombre?

Dos mil aos han transcurrido, y la pregunta sigue siendo la misma: Es Jess de Nazaret el Mesas Judo, el Salvador del mundo? Si lo es, entonces vamos a seguirlo, por que no tenemos otra alternativa. Pero si no lo es, vamos a exponerlo, porque solo la verdad nos har libres.

Aunque el mundo esta lleno de religiones, la controversia que se ha cernido sobre el Mesianismo de Jess es nica, porque por un lado estn aquellos quienes aceptan a Jess y por el otro estn aquellos quienes lo rechazan aunque la base de sus creencias provengan de la misma Fuente. Los Judos que no creen en Jess dicen: El no puede ser el Mesas, no cumpli con todas las profecas de la Biblia.

Quin tiene la razn?

Del mismo Libro, las Escrituras Hebreas, emanan dos creencias. Una dice: Preferimos morir antes que confesar el nombre de Jess. La otra dice: Preferimos morir antes que negar el nombre de Jess. De nuevo, una dice: Existen dos Mesas quienes vendrn una sola vez. La otra advierte: Solo hay un Mesas pero el vendr dos veces.

As que Cmo puedo saber cual es la verdad?

La cuestin es simple. Solo una de esas dos creencias esta basada en el poder de Dios mientras la otra ha sido construida sobre tradiciones de hombres. Esa es la diferencia Y el Dios de los Patriarcas, el Dios del xodo, el Dios de los profetas, es el Dios del Mesas, y El cumpli su plan por medio de Su Palabra. Si tu lo buscas con todo tu corazn, entonces las Escrituras se convertirn en luz a nuestro camino y lmpara a nuestros pies (Salmo 119:5). Su Palabra es segura. El no puede mentir.

En una ocasin estuve hablando con un rabino ultra-ortodoxo sobre el Mesianismo de Jess. El no quera escucharme (y no puedo culparlo por eso). A el no le importaba lo que otros dijeran. Solo quera regresar a las fuentes originales. Vamos a regresar a el Talmud deca. Es ah donde podemos encontrar la verdad.

Creo que mi respuesta le sorprendi. Porque debera de regresar a el Talmud, dije, cuando puedo consultar el Nuevo Testamento? para mi sorpresa, no respondi nada.

Como pueden ver, muchos Judos en la actualidad estn diciendo que el Judasmo es la nica religin que se encuentra en la Biblia, y que el Cristianismo surgi tiempo despus, adems es una religin predominantemente Gentil. Desgraciadamente todava encontramos declaraciones de este tipo en la actualidad, como una forma de intimidacin, pero simplemente no es verdad.

Estos son los hechos: El Judasmo tradicional como ahora lo conocemos no es la religin de Moiss y los profetas mas bien es una religin basada en la vida y enseanza de rabinos en el trascurso de 1500 aos. En vez de ser la religin de la expiacin con sacrificio y sangre como se prescribi en la Tora, es una religin sin expiacin de sacrificio y sangre, a pesar de lo escrito en la Tora. Tal vez te desilusione saber esto, pero algunos de los libros mas sagrados del Judasmo no existieron antes de la edad media. Cristbal Colon descubri Amrica antes de que el Cdigo de la Ley Juda utilizada por los Judos Ortodoxos alcanzara su forma final. Y la tradicin sigue creciendo ms cada da.

Por lo que respecta al Judasmo Mesinico, la fe Juda que cree en Yeshua el Mesas, reporta los siguientes hechos: La nica autoridad de fe y de practica es la Biblia, que consiste en el Antiguo y el Nuevo Pacto. Mas all de ser el Nuevo Pacto un libro gentil, todos sus autores, excepto uno, fueron Judos, Judos que vivieron en los das anteriores a la destruccin del Segundo Templo en 70 e. c. Muchas otras tradiciones se aadieron en los siglos siguientes por la iglesia que no tenan nada que ver con la Biblia y por lo tanto tampoco tenan ninguna conexin con la fe Juda Mesinica. Aunque mucha gente se empee en llamarla bblica o cristiana, esta totalmente fuera de la autoridad escritural.

Los escritores del Nuevo Pacto eran Judos que reconocieron que el Mesas haba venido para expiar los pecados de su pueblo. Ellos basaron sus creencias en las Escrituras Hebreas, y solo en las Escrituras Hebreas. As que, cuando Yeshua muri y resucito de la muerte de acuerdo con las profecas contenidas en esas Escrituras, ellos tuvieron la confirmacin deseada de que el era el Mesas prometido. Si el no hubiera cumplido con las profecas esenciales entonces ellos no lo hubieran seguido. Ellos lo reconocieron porque el hizo el trabajo que el Mesas tenia que haber hecho.

Entonces por que otros lideres judos de esos das no reconocieron que Yeshua era de hecho el Mesas? La respuesta de nuevo es simple: Ellos no lo buscaron. Ellos estaban buscando a otro. El Mesas de los rabinos se pareca solo en parte al Mesas de la Biblia. Y aun despus de mucho tiempo siguen fallando en lo mismo, porque el Mesas ha venido para salvarlos de sus pecados.

As que en 30 e. c., cuando Yeshua se acerco a la ciudad de Jerusaln y la miro, lloro y dijo, Oh Si hubieses conocido, aun tu, a lo menos en este tu da, lo que toca a tu paz pero ahora esta encubierto a tus ojos. Por que no haz reconocido el tiempo en que Dios ha venido hacia ti(Lucas 19:41-42) Cuarenta aos despus Jerusaln fue destruida y miles de sus habitantes fueron muertos.

Pero espera un segundo, dirs. Esos rabinos no estaban dedicados a estudiar la Toral da y noche? Y no fueron esos hombres los responsables de algunas de las ms hermosas oraciones y enseanzas que han sido escritas? Cmo pudo suceder, entonces, que algunos de los ms celosos y escrupulosos Judos hayan fallado en identificar al Mesas? Esa es la pregunta a la que ahora dirigiremos nuestra atencin.

Sustitucin.

No hay concepto ms importante contenido en la Escritura Hebrea que este si es que queremos entender el santo amor de Dios por nosotros.

Sustitucin.

Es la llave que abre la puerta a nuestra redencin. Y es la roca que hace que los hombres tiemblen. Puede explicar completamente porque el pueblo de Yeshua fallo en identificarlo, y es el nico concepto que puede abrir sus ojos de nuevo.

Sustitucin. Sin esta palabra la muerte de Yeshua es simplemente una farsa.

Los rabinos del Talmud discutieron lo que era lo correcto delante de Dios, especialmente durante la ausencia de sacrificios. Ellos alegan que, Para ciertos pecados, el Da de la Expiacin es insuficiente, mientras que para otros pecados dicen, debe de haber arrepentimiento. Para ofensas mas serias ellos creen que debe de haber solo un Da de arrepentimiento genuino, de sufrimiento genuino, mientras que para pecados mayores ensean que, La nica esperanza para recibir perdn, esta en el Da de la Expiacin y la muerte

Y todava no encuentran el significado de ese Da, y tampoco el significado de la sangre.Han fallado en comprender la leccin que tenan frente a sus ojos.

Da tras da, los Saduceos ofrecan sus sacrificios en el Templo. Miles de animales fueron sacrificados, y mucha sangre fue derramada sobre el altar. Corderos, cabritos y carneros fueron ofrecidos al santo Dios. Y todava el pueblo no lo puede entender.

Los Fariseos estudiaban la Tora da y noche. Agregaban nuevas regulaciones a las viejas leyes, y desarrollaron el sistema ms detallado de ritos para la purificacin que el mundo jams hubiese conocido. Ellos ensearon que el estudio de la Ley era mas aceptado por Dios que ofrecer su vida misma. Una vez ms fallaron en ver lo que era importante. Fallaron en comprender el significado fundamental de todo esto.

No era la sangre de animales lo que Dios quera para El mismo; no era la grasa de carnero lo que El deseaba. No era un pueblo sumergido en el concepto de la pureza ritual lo que El buscaba; no necesitaba un nuevo cdigo que mantuviera la limpieza exterior del hombre. No. El quera un sustituto, un cordero justo que cargara con los pecados de su pueblo. El quera un sacrificio impecable que purificara a la gente interiormente.

Una vez ms, miles de veces, las ofrendas eran tradas ante el altar. Y otra vez, en enormes cantidades, la sangre inocente de los sacrificios era derramada. Y de nuevo, el mensaje de Dios era: Un sustituto debe venir, un sustituto debe venir.

Los Judos en el tiempo de Yeshua buscaban un Salvador. Algunos esperaban que fuera un Lder militar, mientras otros buscaban al Enviado de los cielos. Algunos pensaron que seria un sumo Sacerdote, mientras otros buscaban a un Maestro de la Ley. Pero nadie esperaba que fuese un Mesas Crucificado. Y menos aun esperaban al Cordero de Dios. Olvidaron que el Siervo justo del Seor seria a si mismo un asham una ofrenda por el pecado (Isaas 53:10). Y olvidaron las palabras de Abraham sobre la provisin de Dios del cordero para el sacrificio (Gnesis 22:8).

Si, hay algunos rabinos que piensan que cada sacrificio era aceptado con la base del ofrecimiento que Abraham hizo con Isaac. Y decan que en la Pascua, cuando Dios mira la sangre (xodo 12), ve el sacrificio de Isaac y no la sangre del cordero.

Pero Isaac no fue ofrecido, y su sangre no se derramo. Fue Dios mismo Quien provey el sacrificio que salvo la vida del hijo de Abraham.

Fue el Mesas quien sufri y muri, y por sus heridas hemos sido sanados (Isaas 53:5). Fue guiado como cordero al matadero, y fue el quien destruyo nuestros pecados (Isaas 53:7,12 y Levtico 16:22).

As es, fueron algunos maestros Judos quienes creyeron que el sufrimiento del Justo podra traer redencin al mundo. Y aunque el nico Justo sufri y muri, ellos siguen diciendo que no vali la pena.

Nuestros rabinos nos ensean que cuando el Mesas venga, traer paz a la tierra. Cuando el verdadero Salvador llegue, traer consigo cambios para el mundo fsico. Pero un Salvador quien cambia el mundo fsico sin cambiarnos primero a nosotros realmente no es el salvador. Y un Mesas que trae paz a la tierra sin traer paz primero a nuestros corazones no es realmente el Mesas.

El Mesas tena que morir. El Mesas tena que ocupar nuestro lugar. No hay otro camino. No fue hallado otro sustituto. Nadia ms podra pagar el precio. Nadie mas podra sanar nuestras heridas, el pecado requera la muerte.

Yeshua pago el precio. Fue su muerte la que nos trajo vida. Solo el poda ser el sustituto para el pecado de la raza humana, y solo el poda ofrecernos redencin.

El Judasmo tradicional de nuestros das tiene sus races en la religin de los Fariseos, un pequeo grupo de Judos dedicados quienes existieron hace casi dos mil aos. Esos eran los hombres quienes no coman sin antes haber realizado una ceremonia para lavarse las manos, hombres famosos por su atencin a los detalles. Eran hombres que diezmaban lo ms insignificante de las cosechas, y quienes estudiaban cada jota y cada tilde de la Ley de Dios.

Muchos de esos hombres fueron los que no reconocieron a Yeshua cuando vino. No miraron el bosque a travs de los rboles.

No existe ningn rito que pueda limpiar a un hombre internamente, tampoco la atencin a la practica de ningn sistema de leyes nos llevara a Dios. Y no importa cuanto intentemos Amarlo y Obedecerlo, nuestros esfuerzos estn contaminados con el pecado. Pertenecemos a la estirpe cada. Solo un nuevo corazn podr acercarlos a Dios.

Esta es la verdad de aquellos hombres celosos, naca de ellos una pasin por la obediencia a cada letra de la Ley y simplemente no pudieron comprender el espritu de Quien la haba dado. As como los Fariseos desparecieron, tambin todo el pueblo Judo se perdi.

El Judasmo tradicional es mejor conocido en la actualidad por que es heredero de aquellos que negaron a Yeshua. Es la religin que mantiene su fe en contra de el, un sistema que ignora su vida, no toma en cuenta su muerte, y niega su resurreccin. Resta importancia a la sobrenatural, a la vida transformada por el poder del Espritu de Dios. Este es el porque Judos tradicionales a lo largo de las edades han pisoteado a la persona de Yeshua. Pero en el principio no fue as.

Muchos maestros Judos antes de Yeshua enfatizaron los milagros y la fe en el poder del testimonio de Dios emanado de las alturas. Pero cuando los seguidores de Yeshua tuvieron sanidades y profecas, muchos dijeron, No dependemos de un milagro

Muchos de los Judos contemporneos de Yeshua buscaron a un Mesas que vendra milagrosamente, como en las nubes de cielo. Aun cuando Yeshua dice: he descendido del cielo, y regresare de nuevo con las nubes del cielo, muchos se atreven a decir, No es as, nuestro Mesas ser un Maestro de la Ley, un rabino como nosotros mismos.

Ellos tienen las oraciones, las leyes, tienen la tradicin del pacto -- Cmo pudieron nuestros ancestros no verlo? La respuesta de nuevo parece simple. Ellos tenan un verdadero celo por Dios, pero no de acuerdo a sabidura (Romanos 10:2). No pusieron atencin a lo importante, simplemente tropezaron con la gracia de Dios.

El Mesas vino para sanarlos, pero simplemente dijeron, No estamos enfermos

Pero no todos nuestros ancestros fallaron. El escritor de casi la mitad del las Escrituras de Nuevo Pacto fue el mismo un Fariseo, nacido de la tribu de Benjamn. El libro de los hechos registra, cuantos millares de Judos han credo y todos son celosos de la Ley (Hechos 21:20). De hecho, un gran numero de sacerdotes (Judos) obedecan la fe (Hechos 6:7), y aun todava en nuestro pas y a travs del mundo, se han multiplicado aquellos miles de Judos que creen y confiesan, Yeshua es el Mesas, Yeshua es Seor.

Esto, entonces, es la fe Juda, biblica, la fe Juda que es realmente Mesinica. Y esta es la fe que ha trado al mundo de regreso a Dios, la fe que causara que las naciones crean. Y Yeshua es el nico que establecer su reino de justicia en la tierra, y las costas lejanas esperaran su enseanza (Isaas 42:4). Y cada hora, en todo continente del globo, millones de gentes que no conocen el bien ahora adoraran al Dios de Abraham, Isaac y Jacob por medio de Jess (Yeshua) el Mesas y Seor. El es el nico camino.

Es cierto que aparentemente la misin del Mesas ha fallado, y las Escrituras Hebreas nos dicen lo que eventualmente el le dice al Seor, En vano he trabajado; He gastado mis fuerzas sin provecho alguno. Pero el Seor le responde: "No es gran cosa que seas mi siervo, ni que restaures a las tribus de Jacob, ni que hagas volver a los de Israel, a quienes he preservado. Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi *salvacin hasta los confines de la tierra."(Isaas 49:4,6). Si, Israel debe de creer, as como las naciones del mundo han puesto su confianza en el Mesas, el Hijo de Dios.

El Talmud ensea que en los ltimos cuarenta aos antes de que el Templo fuera destruido, Dios no acepto los sacrificios del Da de la Expiacin (Yoma 39). Ao tras ao, durante la vida de toda una generacin, el Seor estuvo diciendo: No.

Lo ves, Dios ha provedo el sacrificio para todos, la Expiacin final para el pecado de la humanidad. Dios provey al Cordero. Y fue cuarenta aos antes de que el templo fuera destruido que Yeshua ofreci su vida. Desde ese da hasta ahora, Dios ha

estado diciendo No a Su pueblo. No mas de tus sacrificios, no mas de tus oraciones, no mas de tus obras. Yo te he ofrecido el camino.

Todos los que tengan odos para escuchar, Dios ha estado diciendo: Si, tu puedes venir Si, tu puedes Conocerme Si, Yo puedo limpiarte de todo tu pecado Cree a que he sido enviado. Yeshua el Mesas ha llegado.

Los lderes espirituales de nuestro pueblo nos dicen que no podemos conocer a Dios pero estn equivocados. Ellos solo dicen, No lo conozco personalmente, como puedes hacerlo tu? He estudiado por aos y sigo aprendiendo. Cmo puedes estar tan seguro?

Una vez ms, una respuesta es simple y clara. Yeshua el Mesas ha dado a conocer a Dios. Nos ha revelado al Padre. Y a travs de su sangre nos ha trado de regreso a Dios.

La tradicin no puede salvarnos.

Las opiniones no nos liberan.

El Mesas ha pagado el rescate de la Muerte.

Dejemos que todo su pueblo venga a El.