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Marco Conceptual y Geo Base de Datos Convenio: CFE: 800482693 5 La CFE y la sustentabilidad Página 1-1 Octubre 2010

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Marco Conceptual y Geo Base de Datos

Convenio: CFE: 800482693

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La CFE y la sustentabilidad

“Resulta imprescindible oponer a este espejismo (la idea de que es posible aumentar indefinidamente el consumo) el concepto de desarrollo integral, duradero y respetuoso con el medio ambiente. Además la conciencia moral de nuestro tiempo nos lleva a asignar un valor primordial a la idea de que el desarrollo ha de ser compartido, que sólo se justifica si beneficia a un número cada vez mayor de seres humanos. El reordenamiento de las prioridades de nuestra sociedad ha de desembocar, forzosamente, en la frugalidad y la disciplina ecológica. En las décadas por venir, el concepto de calidad de vida estará cada vez más vinculado a la austeridad y a la responsabilidad hacia el entorno.”

Federico Mayor Zaragoza en su libro “Los nudos gordianos”

5.1. INTRODUCCIÓN

Desde 1979, los temas e inquietudes relacionados con la sustentabilidad han adquirido un lugar preponderante en las discusiones políticas en todo el mundo. Como consecuencia, han aparecido tantas definiciones de sustentabilidad, que actualmente este concepto significa distintas cosas para diferentes personas. No obstante, se observa ya que ningún documento de planeación o de establecimiento de políticas para el desarrollo omite el término. De hecho, el desarrollo sustentable es declarado como la meta fundamental de la planeación y tanto las organizaciones del sector público como las del corporativo continúan expandiendo sus objetivos ligados a este concepto (Chávez, 2004, 2006).

De hecho, en la introducción del PEIDES, la CFE reconoce al desarrollo sustentable como “el pilar de la transformación de la institución y del país”. En consecuencia, declara explícitamente su intensión y compromiso de adoptar este paradigma como eje de su estructura y funcionamiento sobre una base continua. Pero, ¿qué significa para esta organización la adopción de este paradigma como eje rector de su actividad? Esta es una pregunta que sólo puede responderse por medio del análisis empírico. De aquí que resulta de mucha utilidad mirar hacia el discurso de los documentos formales sobre sustentabilidad de esta empresa, ya que tanto las visiones, las misiones, así como los objetivos manifestados en ellos aportan una imagen de lo que la empresa desea llegar a ser, y de los medios que considera valiosos para lograrlo: el “deber ser”. Por otro lado, los informes de actividades nos muestran la otra cara del sol, esto es, las acciones que bajo el contexto de esa imagen idealizada, han sido llevadas a cabo: “el ser”.

La revisión de ambas perspectivas permitirá, entonces, dibujar un panorama de cómo se está moviendo esta empresa en su ruta hacia la sustentabilidad. La idea detrás de esta caracterización, vista como un corte en el tiempo, es tratar de identificar retos y oportunidades que la CFE podría encarar en la búsqueda por transitar hacia una condición más sustentable como empresa de clase mundial. Para ello, en este capítulo se hace primero un resumen de los elementos que conforman la identidad de la empresa para entender qué es. Segundo, se caracteriza su deber ser en el marco de la sustentabilidad, tomando como punto de anclaje su visión y misión, y revisando el enfoque, los objetivos y las metas de su Plan Estratégico Institucional de Desarrollo Sustentable. Tercero, se tipifica su actuar o ser partiendo de sus reportes de desempeño en este contexto. Finalmente, se reflexiona sobre la situación de la CFE a la luz algunos temas abordados en el Capítulo 1 para …..

5.2. LA NATURALEZA DE LA CFE

El Gobierno Federal creó, el 14 de agosto de 1937, a la CFE como un organismo del Estado, que tendría por objeto organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales. (Ley promulgada en la Ciudad de Mérida, Yucatán el 14 de agosto de 1937 y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de agosto de 1937).

En 1938 CFE tenía apenas una capacidad de 64 kW y hacia 1960 aportaba ya el 54% de los 2,308 MW de capacidad instalada, con una participación de la empresa Mexican Light del 25%, la American and Foreign del 12%, y del resto de las compañías de un 9%. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de generación y electrificación, para esas fechas apenas 44% de la población contaba con electricidad.

Por esta razón, el Presidente Adolfo López Mateos decidió nacionalizar la industria eléctrica, el 27 de septiembre de 1960. A partir de entonces se comenzó a integrar el Sistema Eléctrico Nacional, extendiendo la cobertura del suministro y acelerando la industrialización. El Estado mexicano adquirió los bienes e instalaciones de las compañías privadas, las cuales operaban con serias deficiencias por la falta de inversión y los problemas laborales.

Para 1961 la capacidad total instalada en el país ascendía a 3,250 MW y la CFE vendía 25% de la energía que producía y su participación en la propiedad de centrales generadoras de electricidad pasó de cero a 54%. En esa década la inversión pública se destinó en más de 50% a obras de infraestructura. Se construyeron importantes centros generadores, entre ellos los de Infiernillo y Temascal, y se instalaron otras plantas generadoras alcanzando, en 1971, una capacidad instalada de 7,874 MW. Al finalizar esa década se superó el reto de sostener el ritmo de crecimiento al instalarse, entre 1970 y 1980, centrales generadoras que dieron una capacidad instalada de 17,360 MW.

Tomando en consideración la operación de varios sistemas aislados, con características técnicas diferentes, situación que dificultaba el suministro de electricidad, la CFE definió y unificó los criterios técnicos y económicos del Sistema Eléctrico Nacional, normalizando los voltajes de operación, con la finalidad de estandarizar los equipos, reducir sus costos y los tiempos de fabricación, almacenaje e inventariado, y posteriormente logró la unificación de las frecuencias a 60 Hertz y la integración de los sistemas de transmisión en el Sistema Interconectado Nacional.

En la actualidad, y considerando que a partir octubre de 2009, la CFE es ya la encargada de brindar el servicio eléctrico en todo el país, este organismo descentralizado del gobierno mexicano genera, transmite, distribuye y comercializa energía eléctrica para cerca de 34.2 millones de clientes, lo que representa a más de 100 millones de habitantes, e incorpora anualmente más de un millón de clientes nuevos.

La infraestructura para generar la energía eléctrica está compuesta por 178 centrales generadoras, con una capacidad instalada de 51,571 megawatts (MW), con un 23.09% de la capacidad instalada correspondiente a 22 centrales construidas con capital privado por los Productores Independientes de Energía (PIE).

En la CFE se produce la energía eléctrica utilizando diferentes tecnologías y diferentes fuentes de energético primario (termoeléctricas, hidroeléctricas, carboeléctricas, geotermoeléctricas, eoloeléctricas y una nucleoeléctrica), y para conducir la electricidad desde las centrales de generación hasta el domicilio de cada uno de sus clientes, la CFE tiene posee más de 745 mil kilómetros de líneas de transmisión y de distribución, llegando a cerca de 137 mil localidades (133,390 rurales y 3,356 urbanas) y el 96.85% de la población utiliza la electricidad.

En la actualidad, la CFE es también la entidad del gobierno federal encargada de la planeación del sistema eléctrico nacional, la cual es plasmada en el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE), que describe la evolución del mercado eléctrico, así como la expansión de la capacidad de generación y transmisión para satisfacer la demanda en los próximos diez años, y se actualiza anualmente.

5.2.1. Su Misión

“Prestar el servicio público de energía eléctrica con criterios de suficiencia, competitividad y sustentabilidad, comprometidos con la satisfacción de los clientes, con el desarrollo del país y con la preservación del medio ambiente” (CFE, 2010).

5.2.2. Su Visión al 2030

Ser una empresa de energía, de las mejores en el sector eléctrico a nivel mundial, con presencia internacional, fortaleza financiera e ingresos adicionales por servicios relacionados con su capital intelectual e infraestructura física y comercial. Una empresa reconocida por su atención al cliente, competitividad, transparencia, calidad en el servicio, capacidad de su personal, vanguardia tecnológica y aplicación de criterios de desarrollo sustentable (DS) (CFE, 2010).

5.3. EL ENFOQUE, OBJETIVOS Y METAS DEL PLAN ESTRATÉGICO INSTITUCIONAL DE DESARROLLO SUSTENTABLE (PEIDES)

El Plan Estratégico Institucional de Desarrollo Sustentable (PEIDES, 2005) surge de una necesidad para satisfacer las demandas de competitividad y de mejora continua de los procesos de CFE, de garantizar los recursos de las nuevas generaciones de acuerdo a los requerimientos de las tendencias mundiales y en virtud de la alta prioridad que ha tomado la protección y conservación del ambiente. Está estrechamente vinculado con el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 y con el Programa Sectorial de Energía 2001-2006 y tiene como finalidad difundir los objetivos, metas y estrategias para la implantación del desarrollo sustentable en CFE.

De acuerdo a lo señalado en este documento, el Plan pretende establecer los lineamientos rectores para la incorporación del desarrollo sustentable en las actividades y procesos de la CFE. y prevé los siguientes beneficios como resultado de su implementación:

· Promover un desarrollo económico en armonía con el ambiente y con el desarrollo social,

· Contribuir a la conservación de la base reproductiva de los recursos naturales para las generaciones futuras, y

· Crear una cultura institucional enfocada al DS.

5.3.1. El Modelo Conceptual del PEIDES (Enfoque)

Como parte de esencial de su construcción, el PEIDES considera a la sustentabilidad como una característica de un proceso ambiental-económico-social que puede ser mantenido a través del tiempo, cuyo cumplimiento permitiría la continuación indefinida de la existencia humana sobre la tierra, propiciando una vida sana, productiva y en armonía con la naturaleza y con los valores culturales (Du Plessis, 2002) y al DS como el instrumento programático que se requiere para tratar de alcanzar ese estado de sustentabilidad.

El PEIDES visualiza por lo tanto al DS como un proceso de cambio continuo, en lugar de un estado de armonía fijo, en el cual la utilización racional de los recursos naturales, la orientación de la evolución tecnológica y la modificación de las instituciones, deben concordar con el potencial actual y futuro de las necesidades humanas.

En consecuencia, asume que las estrategias para encaminarse hacia la sustentabilidad responden a objetivos básicos como los siguientes:

· Revitalizar el crecimiento económico

· Cambiar la calidad del crecimiento económico

· Satisfacer las necesidades esenciales de trabajo, alimentación, energía, agua e higiene

· Conservar y acrecentar la base de los recursos naturales

· Reorientar la tecnología y controlar los riesgos

· Integrar la economía y el medio ambiente en las decisiones que afectan a la sociedad

Una de las partes fundamentales del DS es que su implantación y operación en los procesos garanticen a las generaciones futuras el mismo conjunto de oportunidades de bienestar que goza la presente. Como tal, el DS interrelaciona los conceptos de protección ambiental, crecimiento económico y beneficio social, permitiendo el desarrollo actual a la vez que se preserva la base de recursos naturales para el uso y disfrute de las generaciones futuras.

En este sentido, el PEIDES considera como elementos claves para incorporar al DS en el sector eléctrico:

1. La atención de los impactos producidos por la construcción u operación de proyectos anteriores

2. La prevención y/o minimización de los impactos de futuros proyectos

3. La maximización de la eficiencia en los procesos (eficiencia de energía)

4. Una mayor utilización de energía renovable y/o alterna (solar, geotérmica, eólica e hidráulica), y

5. El desarrollo social de las regiones donde la CFE lleva a cabo sus actividades (Salud y seguridad, sitio de trabajo)

Por lo tanto, debe ser prioritaria y mandataria la búsqueda de una interrelación y equilibrio entre el desarrollo económico de la empresa, el desarrollo social y la protección ambiental a fin de generar, transmitir y distribuir la energía eléctrica satisfaciendo la demanda de la sociedad, competitivamente y en armonía con el ambiente, y se deben incluir las variables ambientales, sociales y económicas en el diseño, desarrollo e instrumentación de los proyectos eléctricos, así como en todas sus actividades operativas y administrativas de la Institución.

En atención a estos propósitos, el PEIDES señala de manera explícita los siguientes Preceptos de Sustentabilidad para ser incorporados al considerar el actuar de la CFE en su quehacer:

· Los sistemas utilizados para la medición de los impactos en la sociedad deben incluir indicadores de sustentabilidad los cuales, a través de su análisis, su difusión y la capacitación de la comunidad en el ámbito del DS, contribuyan a la mejora de la imagen organizacional.

· Los centros de trabajo deben establecer las acciones necesarias para mejorar continuamente la calidad de vida de las comunidades vecinas, de tal manera que los impactos ambientales sean mínimos y controlados, estableciendo programas para la mitigación, así como la preservación de la base reproductora de los recursos naturales de la comunidad.

· En la planeación del desarrollo de la empresa deben incorporarse los criterios de planeación regional, con un enfoque sustentable en busca de un aprovechamiento racional de los recursos naturales.

· Permitir la permanencia a largo plazo de los grupos sociales, de los ecosistemas y de las instalaciones, contribuyendo a impulsar la realización de acciones específicas para fortalecer la ética organizacional y mejorar el entorno ambiental, social y económico.

· Los métodos, procesos y sistemas implantados deben estar sujetos a ciclos de mejora continua para beneficio de la sociedad.

El Plan considera que la implantación de la sustentabilidad en los centros de trabajo se realizará considerando 11 diferentes Principios de Acción, dentro de los cuales destacan los siguientes:

· Responsabilidad social: Compromiso continuo de un centro de trabajo en las preocupaciones sociales, más allá de los señalamientos legales de comportarse de manera ética y contribuir al bien común y al desarrollo económico de la sociedad, respetando el entorno y mejorando la calidad de vida del personal y sus familias.

· Condiciones mínimas: Los procesos de DS que se impulsen deben generar las condiciones mínimas para que todos los ciudadanos puedan disfrutar y ejercer plenamente sus diversas libertades. La satisfacción de las necesidades mínimas de toda la población, tiene prioridad sobre otras posibilidades de desarrollo de los sectores más favorecidos de la sociedad.

· Acciones y proyectos: Los proyectos de desarrollo a impulsar deben cuidar la sustentabilidad en sus tres ámbitos: ambiental, económico y social.

· Regeneración ecológica: Se requiere que los nuevos procesos que se impulsen generen tendencias que revierten el proceso de deterioro de los recursos naturales para lograr un DS, y

· Sensibilidad cultural: Los procesos de DS deben ser culturalmente sensibles para crear un entorno en el que puedan florecer y fortalecerse las culturas regionales.

Detrás de estos Preceptos y Principios de Acción subyacen dos elementos importantes a considerar que son explícitamente definidos como Valores para ser incorporados como elementos clave en el PEIDES:

· La valorización de la naturaleza, entendida como el reconocimiento de la biosfera y de los ecosistemas en su estructura (biodiversidad), forma y función, como un valor económico, por el hecho de que proporciona una serie de servicios que permiten satisfacer necesidades humanas y por tanto aumentar el bienestar de las personas, y

· La valorización de la cultura, lo cual implica el reconocimiento de la importancia del conocimiento natural, del manejo de los recursos naturales y de las tradiciones de las culturas originarias del área de influencia de los proyectos.

5.3.2. Misión Visión y Política del PEIDES

Misión

Asegurar el servicio de energía eléctrica, dentro de un marco de competencia y actualizado tecnológicamente, en condiciones de cantidad, calidad y precio, promoviendo la adecuada diversificación de fuentes de energía, optimizando todos sus recursos, protegiendo al ambiente y contribuyendo al desarrollo social de las regiones donde lleva a cabo sus actividades.

Visión

Constituir a la CFE como una empresa de clase mundial que opera bajo estándares internacionales de productividad, eco-eficiencia, competitividad y tecnología, satisfaciendo la demanda del servicio eléctrico y contribuyendo a la conservación del patrimonio ambiental para su uso y aprovechamiento por las generaciones futuras.

Política

Promover que todos los recursos humanos, materiales y financieros utilizados para la prestación de los servicios de la CFE se usen racionalmente a fin de mejorar continuamente su competitividad, incorporando los compromisos de prevenir y/o minimizar el impacto ambiental e incrementar el uso de energías renovables y/o alternas, a fin de contribuir al desarrollo social de las regiones donde lleva a cabo sus actividades y a la conservación de los recursos naturales para las generaciones futuras.

5.3.4. Objetivos y Metas del PEIDES

El Objetivo General del PEIDES se relaciona directamente con el alcance definido inicialmente para el Plan y se expresa en los siguientes términos: Desarrollar e instrumentar los criterios y principios de sustentabilidad en todas las actividades y procesos de la CFE.

Dicho Objetivo General es desglosado en cinco Objetivos Específicos, los cuales a su vez son referidos a un conjunto de metas y estrategias asociadas para su cumplimiento. La mayoría de estos Objetivos se orienta a acciones a desarrollar dentro de la misma organización, pero es importante señalar que el Objetivo Específico 4 (Contribuir al desarrollo socioeconómico de los lugares donde la CFE lleva a cabo sus actividades, considerando los componentes de la sustentabilidad, satisfaciendo la demanda de energía eléctrica y fomentando el uso eficiente de la misma), explícitamente señala el reconocimiento del impacto que las acciones de la Comisión genera sobre el desarrollo de los sistemas socio-ambientales en que se desarrolla su quehacer. Sin embargo, es posible detectar también otros aspectos relacionados con temas socio-ambientales en Objetivos Específicos distintos.

En el Cuadro 5.1. se observan las principales Metas y Estrategias asociadas a los Objetivos Específicos del PEIDES que se consideran más relevantes en el ámbito de este proyecto. Éstas han sido reagrupadas buscando una simplificación de la información presentada en función del tipo de acciones que se pretende realizar, y los aspectos que se consideran más relevantes se indican en cursivas.

Cuadro 5.1 Objetivos Específicos del PEIDES y sus correspondientes metas y estrategias asociadas.

OBJETIVO ESPECÍFICO 1: Instrumentar en todos los centros de trabajo de la CFE una política que favorezca la incorporación de la sustentabilidad en las actividades y procesos con la finalidad de prevenir, reducir y mitigar los impactos ambientales y socioeconómicos.

METAS ASOCIADAS

ESTRATEGIAS PROPUESTAS

A. Determinar el pasivo ambiental de las instalaciones de la CFE:

Realizar el inventario al 100% de los predios ocupados por los proyectos de CFE.

Suelo:

Cuantificar la superficie de suelos contaminados con hidrocarburos en el 100% de las instalaciones al 2006, y disminuir la superficie de suelos contaminados con hidrocarburos en instalaciones de Generación, Transmisión y Distribución (40% al 2007, 70% al 2008 y 100% al 2012).

Aire:

Disminuir del indicador toneladas de SO2/GW-h de 11.9 a 4.2 en el periodo 2000-2006, en el contexto de la generación de plantas termoeléctricas.

Reducir un 30% la emisión de SO2 respecto a las del 2001 y un total de 33.8 toneladas de emisiones de CO2 respecto a las del 2001.

Evitar el volumen de emisiones en 2.29 millones de toneladas de CO2 anualmente en el periodo 2001-2010 mediante el uso de energías renovables.

Agua:

Convenir con las autoridades competentes la sustitución de agua de abastecimiento de primer uso en 3 instalaciones de Generación (centrales termoeléctricas convencionales en operación) para el sistema de enfriamiento por aguas negras tratadas ubicadas en zonas de baja disponibilidad del recurso.

Residuos peligrosos:

Eliminación del 100% de los Bifenilos Policlorados (BPCs) en operación de las instalaciones de Generación, Transmisión y Distribución al 31 de diciembre de 2007.

Incrementar el número de autorizaciones de SEMARNAT de centrales termoeléctricas para que realicen el reciclaje de los aceites lubricantes gastados (6 al 2005, 10 al 2008 y 15 al 2012, incluyendo renovación).

B. Certificar ambientalmente las instalaciones de la CFE:

Realizar 1,600 diagnósticos ambientales (Distribución y Transmisión) al 2006.

Contar con 217 centros de trabajo certificados en su Sistema de Gestión Ambiental ISO 14001 en sus procesos de Construcción, Generación, Transmisión y Distribución al 2006.

Contar con 33 instalaciones liberadas de su programa de auditoría ambiental al 2006.

Desarrollar y aplicar programas de capacitación técnica en materia ambiental a los desarrolladores de proyectos.

C. Implementar acciones de prevención, mitigación y compensación asociadas a las actividades pasadas y presentes desarrolladas por la CFE:

Realizar un inventario de las principales afectaciones de los proyectos construidos entre el 2000-2003, a fin de determinar índices de desempeño ambiental y su tendencia.

Cumplir con el 100% de los compromisos de compensación ambiental relacionados con la afectación de suelos forestales por proyectos eléctricos construidos al 2005 y reforestar 10, 297.61 ha de suelos al 2006.

Desarrollar una base de datos homologada que permita recabar las experiencias, logros y el desempeño de las acciones del DS a fin de capitalizar las experiencias y propiciar la retroalimentación intra e interinstitucional.

Determinar los costos ambientales, sociales y de los recursos naturales actuales y futuros, internos y externos, directos e indirectos, de los procesos y actividades de todos los centros de trabajo de CFE.

A partir del 2008 entre el 50 a 70% de los proyectos enfocarán las medidas de mitigación a la preservación de la biodiversidad en las áreas relevantes de los mismos.

A partir del 2008, el 100% de los proyectos de construcción de nuevas líneas de transmisión y subestaciones eléctricas desarrollarán con oportunidad un análisis de alternativas para la selección del sitio o trayectoria, que permita evaluar de manera integral los aspectos social, ambiental y técnico-económico, para fomentar la preservación de áreas ambientalmente relevantes.

Desarrollar una metodología para evaluar el desempeño ambiental de CFE.

Desarrollar el sistema de indicadores sustentables en la Institución; diseño y desarrollo de la base de datos.

Desarrollar e instrumentar una metodología de indicadores mediante la internalización de las variables económicas, ambientales y sociales en la determinación de los costos de referencia de los proyectos.

Elaborar estudios de factibilidad para la aplicación de las medidas de mitigación en las áreas relevantes de los proyectos mediante la participación de grupos interdisciplinarios, considerando los estudios de ordenamiento ecológico del territorio nacional y de sistemas de información geográfica.

Participación interdisciplinaria para lograr en forma oportuna análisis integral de las alternativas

Durante la ejecución de los estudios ambientales considerar de manera particular el desarrollo y aplicación de medidas de mitigación y procesos constructivos especiales, así como adecuaciones en el diseño para protección de la biodiversidad.

OBJETIVO ESPECÍFICO 2: Incluir y aplicar los criterios del desarrollo sustentable en los instrumentos normativos, informativos, educativos y operativos en las actividades y procesos de la institución.

METAS ASOCIADAS

ESTRATEGIAS PROPUESTAS

Revisar, analizar y actualizar la normatividad ambiental interna de CFE, a fin de incorporar los preceptos del DS y realizar su normalización en la Institución (20% al 2006, 60% al 2009 y 100% al 2012).

Identificar los criterios de sustentabilidad aplicables a los procesos de CFE.

Incluir en los documentos rectores de la elaboración y actualización de la normativa interna, los criterios de sustentabilidad.

Comunicar y difundir la normativa actualizada.

Establecer y difundir los principios de construcción sustentable en (y con) las áreas involucradas en el diseño y construcción de obras e instalaciones.

Incorporar los principios de construcción sustentable en el diseño, construcción, operación y desincorporación de las obras e instalaciones de la CFE.

Definir los criterios y principios de sustentabilidad en los procedimientos, ubicación, diseño, construcción y mantenimiento de las construcciones de la empresa.

Recomendar los procedimientos y materiales sustentables que conjuguen ganancias ambientales, sociales y económicas en las construcciones específicas en la CFE.

Adaptar un método de valoración del desempeño ambiental para las edificaciones propias de la empresa.

Publicar una guía práctica de aplicación del método de valoración ambiental e implantar su uso en la empresa.

Elaborar un manual para la construcción sustentable en la CFE, que contenga los materiales y productos de construcción ambientalmente sustentable de uso frecuente en la empresa.

Elaborar un método de valoración del comportamiento ambiental, para edificaciones existentes y a construir en la CFE.

OBJETIVO ESPECÍFICO 3: Desarrollar una cultura de sustentabilidad en cada centro de trabajo.

METAS ASOCIADAS

ESTRATEGIAS PROPUESTAS

Desarrollar un sistema de reconocimiento y valorización de la sustentabilidad dirigido al personal de los centros de trabajo.

Constituir un grupo de trabajo que atienda los aspectos sociales, económicos y ambientales, tanto de los centros de trabajo, como de su entorno.

Desarrollar y/o adecuar la política ambiental, a fin de incluir los principios de sustentabilidad en los centros de trabajo.

Implantar y mantener el sistema de reconocimiento y valorización de la sustentabilidad en todos los centros de trabajo de la CFE al 2012.

OBJETIVO ESPECÍFICO 4: Contribuir al desarrollo socioeconómico de los lugares donde la CFE lleva a cabo sus actividades, considerando los componentes de la sustentabilidad, satisfaciendo la demanda de energía eléctrica y fomentando el uso eficiente de la misma.

METAS ASOCIADAS

ESTRATEGIAS PROPUESTAS

Alcanzar en el año 2006 una disminución de energía eléctrica del 3.5%, 4% en el 2008 y 5% en el 2012 del consumo total en el país, referido al año 2002.

Apoyar el desarrollo social de las comunidades vecinas a las instalaciones de CFE para contribuir a su bienestar social y al mejoramiento de las condiciones de vida de las familias.

Establecer convenios de colaboración múltiples entre comunidades, gobiernos locales y regionales, con la asesoría de instancias oficiales y sociales, para proyectar y construir las obras sociales requeridas.

Incrementar a 97% la cobertura de electrificación nacional al 2008 en forma coordinada con los gobiernos federal, estatal y municipal.

OBJETIVO ESPECÍFICO 5: Promover el desarrollo e incrementar la aplicación de tecnologías más limpias, el uso de fuentes de energía renovable y/o alterna, así como maximizar la eficacia y eficiencia energética de los procesos.

METAS ASOCIADAS

ESTRATEGIAS PROPUESTAS

Reducción del 20% del consumo de energía en inmuebles de la CFE.

Promover el desarrollo de energías renovables con la construcción de la Central Eolo-eléctrica La Venta II de 100 MW.

Definir dos proyectos con energías renovables posibles a realizar, y evaluar los recursos renovables en dos sitios potenciales.

Crecimiento de la capacidad de energías renovables en nuestro país en 3,752 MW (de 10,735 MW a 14.487 MW) en el periodo 2001-2010.

Desarrollar dos centrales con energías renovables para contribuir con el crecimiento de la capacidad de energía de acuerdo con el PND.

5.3.5. El Comité Institucional de Desarrollo Sustentable y sus Grupos de Trabajo.

Con el propósito de implementar el Plan en la Institución con la mayor eficiencia posible, se Integró un Comité Institucional de Desarrollo Sustentable (CIDS), dividido en cuatro Grupos de trabajo, responsables de atender temas específicos, representados por personal de las siguientes entidades de CFE, todos ellos coordinados por la Gerencia de Protección Ambiental (GPA):

· Las Subdirecciones de Construcción (SC), Generación (SG), Transmisión (ST), Distribución (SD), Programación (SP), Finanzas (SF), Desarrollo de Proyectos de Inversión Financiada (SDPIF) y Técnica (SUBTEC),

· La Coordinación del Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE),

· Las Gerencias de Desarrollo Social (GDS), Proyectos Geotermoeléctricos (GPGT) y Centrales Nucleoeléctricas (GCN), y

· El Laboratorio de Pruebas de Equipos y Materiales (LAPEM),

A continuación se muestran las temáticas específicas contempladas por los diferentes Grupos de Trabajo. Debe señalarse que únicamente se desglosa la composición del Grupo de Trabajo que analiza los impactos ambientales de la CFE, para hacer énfasis en que sólo aquí se ve directamente involucrada la GDS.

Es de suponer que la inclusión de la GDS en dicho Grupo de Trabajo intenta lograr la vinculación de las metas Determinar los costos ambientales, sociales y de los recursos naturales actuales y futuros, internos y externos, directos e indirectos, de los procesos y actividades de todos los centros de trabajo de CFE (asociada al Objetivo Específico 1) y Apoyar el desarrollo social de las comunidades vecinas a las instalaciones de CFE para contribuir a su bienestar social y al mejoramiento de las condiciones de vida de las familias (del Objetivo Específico 4), con las labores de planeación, construcción y operación de la CFE.

Grupos de Trabajo:

· Impactos ambientales (agua, aire, suelo, flora y fauna), sociales y económicos: SG, SDPIF, ST, SC, SD, SF, GDS, GPGT, GCN, LAPEM y GPA

· Consumo de combustibles

· Uso eficiente de energía eléctrica-Energías renovables y/o alternas, y

· Suministro de energía eléctrica

5.3.6. La Prospectiva en el PEIDES

Finalmente, en este inciso se hará un breve análisis de los aspectos prospectivos incluidos en el PEIDES, elaborados a partir de un diagnóstico inicial del estado que se observaba en la CFE con respecto a temáticas de sustentabilidad en el momento de su elaboración (2005).

Tomando en cuenta los objetivos, general y específicos, establecidos en el PEIDES, se enuncian los llamados Principios Mínimos de Sustentabilidad (es decir, un número de indicadores no exhaustivo ni limitativo), que se consideran como el punto de partida de la puesta en práctica a futuro del Plan, los cuales son los siguientes:

· Conservación: Se buscará este propósito a través del uso racional y la reducción del consumo de recursos (energía, agua y otros recursos naturales renovables y no renovables).

· Protección a la naturaleza: Conservar los sistemas de soporte para la vida y del medio ambiente (terrestre, acuático y atmosférico), durante las actividades de construcción y operación de obras para la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.

· No tóxicos: Crear ambientes internos y externos en los edificaciones y construcciones, minimizando o eliminando el uso y la subproducción de sustancias tóxicas y seleccionando materiales ambientales benignos.

· Calidad de vida: Contribuir a una mejor y más equitativa calidad de vida para la población, por medio del abastecimiento de energía eléctrica destinada al desarrollo de la sociedad mexicana, la generación del empleo y la derrama económica que propician las actividades que lleva a cabo la empresa.

· Construcción sustentable: Adoptar procedimientos socialmente más responsables en las actividades de diseño, construcción y operación de obras para la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.

· Educación y concientización: Promoción de la educación ambiental y sustentable para propender a la concientización y entrenamiento del personal de la CFE y de la población vinculada a la Institución, y

· Equidad: Promover la equidad en los proyectos y acciones de la CFE, en tanto que es la esencia ética de sustentabilidad entre la actual y las futuras generaciones de la población.

Cabe señalar que el Principio denominado Calidad de Vida explícitamente señala que la CFE asume que su labor como abastecedora de la energía eléctrica a las comunidades es un disparador de su desarrollo, si bien parece limitar su visión a los aspectos meramente económicos de éste (generación de empleo y derrama económica) o a los asociados a la conservación de los recursos naturales (presentes de alguna forma en los conceptos de Protección a la Naturaleza y Equidad.

5.3.7 El Deber Ser de la CFE en torno a la sustentabilidad

Desde el punto de vista del deber ser, el análisis de los documentos que se resumen en los anteriores apartados y las entrevistas con funcionarios de esta organización, sugieren que la CFE se decanta más por la noción de desarrollo sustentable que por la de sustentabilidad –discutidos en la sección 1.1-, a pesar de que estos dos términos son utilizados prácticamente como equivalentes en el discurso. Señal de ello son el uso de términos como fortaleza financiera, soluciones tecnológicas, optimización de recursos, eficiencia, competitividad, característicos de esta corriente (Robinson, 1998; Harris, 2001). También lo evidencia el enfoque de su proceso de planeación guiado por el modelado del crecimiento en la demanda de energía y la apuesta por un programa de completa eficiencia y conservación para maximizar ya sea el uso de la infraestructura existente (Brandes et al., 2005) o de las alternativas de producción vigentes, mientras las nuevas ofrecen factibilidad económica. Incluido en esto están las manifestaciones de impacto ambiental como instrumentos de planeación y los principios de compensación.

Información que complementa la detección de esta perspectiva es la idea de que la incorporación de la variable ambiental se resuelve fundamentalmente a través de la consideración de la naturaleza como un valor económico por los bienes y servicios que presta, de la mitigación de los impactos ambientales y de las compensaciones por daños inevitables (Colby, 1991). Asimismo, la premisa de que el desarrollo social es un subproducto o consecuencia directa de la derrama económica y de los empleos que los proyectos de expansión pueden producir, así como de la protección del ambiente y el manejo óptimo de los recursos naturales.

No obstante, se detectan aspectos constantemente declarados como la incorporación de fuentes de energía renovables y la producción de energía limpia que, aunque pertenecen al discurso de la solución tecnológica propio de la visión del DS, forman también parte intrínseca de una visión de sustentabilidad. Aspectos mucho menos concurridos - aunque afortunadamente presentes en el discurso-, que también hacen alusión a una visión de sustentabilidad son: la satisfacción de las condiciones mínimas para que los ciudadanos puedan ejercer y disfrutar plenamente sus libertades (bienestar) y la equidad, los cuales, por lo menos, empiezan a permear en la visión ideal de la empresa.

Bajo este escenario, es posible decir que la CFE se enmarca dentro del enfoque de los tres pilares del desarrollo sustentable (ver figura 5.1): el económico, el ambiental y el social, cuya importancia relativa concedida, tanto en el discurso como en la práctica, coincide con el orden en que se mencionan aquí. Esta direccionalidad se hace explícita tanto en la misión como en la visión presentada ya sea de la página oficial de la CFE o en el PEIDES. En ambos casos, se reitera, en primer lugar, la importancia de la productividad de la empresa, su fortaleza financiera y su competitividad (calidad, cantidad, precio), términos naturalmente vinculados a la dimensión económica y a su naturaleza de empresa (Harris, 2001). Solo después de que es establecida esta precedencia, es que se da paso y se manifiesta la necesidad de aplicar a su actuación criterios de desarrollo sustentable, entendidos como uso óptimo de recursos naturales, protección del ambiente y diversificación de fuentes de energía, todas ellas alusivas a la dimensión ambiental (Colby,1991). Es sólo a manera de colofón en las declaraciones sobre la misión y la visión, que aparece la importancia de contribuir ya sea al desarrollo del país en términos generales, o al desarrollo social, en particular. Sin embargo, a diferencia de las otras dos dimensiones, no se especifican en el discurso ni se reflejan en los objetivos a perseguir, los aspectos que serían de interés desarrollar, por parte de la empresa, dentro de la noción de desarrollo social.

Figura 5.1 Los tres pilares de la sustentabilidad

Fuente: Curran (2009), traducida por los autores.

Esto puede sugerir dos cosas: en el mejor de los casos, que aun no se tiene clara la forma de actuar más allá de la noción de responsabilidad social que le valió su certificado; o en el peor, que el bienestar social real es todavía una materia de segundo orden en las prioridades de la empresa. Es importante hacer notar esta omisión en el discurso, sobre todo considerando que la Gerencia de Desarrollo Social formó parte de los grupos de trabajo que se dieron a la tarea de diseñar el PEIDES. Aunque también salta a la vista que los grupos de trabajo estuvieron dominados por dos perspectivas disciplinarias: la económica y la ingenieril, a juzgar por los nombres de las gerencias. Es necesario poner atención en esto ya que distintos autores señalan que la disciplina o la experiencia intelectual del personal que contribuye a la planeación de la sustentabilidad puede actuar como una posible barrera para su éxito (Meadowcroft, 1999; Hammer y Söderqvist, 2001; Briassoullis, 1989; Chávez, 2004). Esto en virtud de que dependiendo de la tradición intelectual de los planeadores, serán las visiones del mundo (desarrollo sustentable vs sustentabilidad), las soluciones que se pueden crear y las decisiones que se tomen para atender los problemas relacionados con la interacción sociedad-naturaleza.

En relación a las intersecciones que este modelo implica, de acuerdo con los objetivos del PEIDES, se puede ubicar mucha de la intencionalidad de la CFE en el abordaje de la llamada eco-eficiencia, es decir, la reducción del consumo de recursos por unidad de producto. Caben aquí y se hacen explícitas en el cuadro 5.1 metas tales como: la reducción de emisiones contaminantes, el menor consumo de energía, la reducción de riesgos en los procesos de producción y la autorregulación, entre otros, las cuales se traducen en menores riesgos económicos, menores requerimientos de capital, y menores costos de operación y mantenimiento. Todas ellas preocupaciones importantes desde un punto de vista empresarial pero que también inciden, definitivamente, en la generación sustentable de energía.

En cuanto a la intersección ambiente-sociedad, podría decirse que la imagen deseable para la CFE coincide con las nociones de diseño para el ambiente y de sistemas de construcción sustentable, ya que se registran intenciones de minimizar los impactos que el ciclo de vida de sus instalaciones podría producir, así como la adopción del concepto de edificios verdes. Se habla por ejemplo de tratamiento de agua para su re-uso en las plantas, del confinamiento de materiales tóxicos, de la reducción en la demanda de energía en sus edificaciones, de la incorporación de principios de construcción sustentable en sus instalaciones (uso de materiales locales y reutilizables, respeto por los alrededores naturales) y de la valoración del desempeño ambiental de las edificaciones (ver cuadro 5.1). En esta orientación, el uso sustentable de los recursos es un factor clave, por ello, es curioso que no se note interés, por ejemplo, en la captación de agua de lluvia como una posible fuente de agua, o el propósito de reducir el cambio de uso de suelo, o de la reducción del uso de materiales tóxicos. Asimismo, vale la pena llamar la atención aquí que no se alcanza a vislumbrar la forma en que el contexto social es tomado en cuenta para diseñar, precisamente, los ambientes sustentables que en teoría se persiguen en los proyectos de infraestructura de la CFE. Esto es clave al trazar una ruta hacia la sustentabilidad ya que la toma de decisiones sobre el ambiente está enraizada no solamente en el mundo físico sino también en el mundo social –conceptos, percepciones, palabras, valores, creencias- (Tonn, et al., 2000; Chávez, 2004).

Por su parte, en la intersección sociedad-economía que da lugar a la noción de equidad social, el deber ser de la CFE parece enfocarse fundamentalmente en lograr la mayor cobertura posible de electrificación a nivel nacional, tratando con ello de garantizar un mayor acceso a la electricidad. Sin dejar de lado que ésta en una meta de eficiencia que daría fe del desempeño productivo de la empresa, podría sugerir, desde una perspectiva optimista, que la empresa tiene interés de actuar sobre la desigual distribución de las fuentes de energía eléctrica y de las oportunidades que en teoría la disponibilidad de este recurso pudiera traer consigo. Y en este sentido podría afirmarse que en el ideal de la CFE, los asuntos relacionados con la equidad están presentes, sin embargo, el tema más de fondo de procurar la redistribución de los costos y beneficios que un proyecto de producción energética puede generar, queda pendiente en su discurso. No se ven, por ejemplo, estrategias y objetivos orientados a ampliar la capacidad de compra de la población (sobre todo la rural) del servicio de electrificación que le signifique un abastecimiento suficiente y una mayor satisfacción de sus necesidades energéticas básicas.

En el mismo tenor de la equidad social, se nota la falta de metas, estrategias u objetivos - complementarios a las compensaciones - orientados a equilibrar los impactos sociales y ambientales que provoca un proyecto de desarrollo en la localidad donde se efectúa, en favor del desarrollo de muchas áreas alejadas de esta realidad.

En resumen, siguiendo el modelo de los tres pilares, el deber ser de la CFE en relación a la sustentabilidad está enfocado fundamentalmente en las esferas económica y ambiental, y en su intersección. En esta vinculación, hay preocupación por cumplir su objetivo de generar energía de manera más eficiente y de actuar sobre los impactos negativos que ejerce la empresa sobre el ambiente bajo la perspectiva de la autorregulación, mitigación y compensación del impacto más que la de la prevención. Si bien la esfera social no deja de considerarse, ésta se atiende de manera más concreta y orientada al interior de la empresa, es decir, con sus empleados y para sus empleados en aspectos de educación, salud, prestaciones y condiciones de trabajo. De lo que se deduce el interés primario de “sustentabilizar la empresa” como organización - a decir de Curran (2001)-, abrazando la noción de Responsabilidad Social Corporativa. Sin embargo, en la noción más amplia de la sustentabilidad, a partir de la cual surge el de Responsabilidad Social Corporativa, no es tan claro todavía el alcance de la atención de los impactos socio-económicos y socio-ambientales hacia fuera de la empresa, por lo que habrá que construirse caminos que conecten a la CFE con esos puntos intermedios en el camino hacia un destino más sustentable.

5.4 la tipología de acciones en torno a la reducción de impactos ambientales, el manejo sustentable de los recursos naturales, la autoregulación ambiental, y el desarrollo social respecto a las obras de expansión.

5.4.1 Introducción

Desde el mismo PEIDES se señala de manera explícita la necesidad de comunicar los resultados obtenidos para todas las metas señaladas, de forma tal que sea posible realizar una evaluación continua de dichos resultados con el propósito de ajustar el Plan de acuerdo a las contingencias que se fueran presentando. En forma paralela, el cambio de sexenio y la elaboración de un nuevo PND (2007-2012), con orientaciones diferentes al usado como referente para elaborar inicialmente el PEIDES, han requerido de la definición de algunos replanteamientos, plasmados en versiones actualizadas del Plan (la última denominada PEIDES VI).

De igual manera, algunos resultados han sido presentados a audiencias especializadas, particularmente en los llamados Simposios de Desarrollo Sustentable del Sector Eléctrico, el último de los cuales se llevó a cabo dentro del Foro Global de Energías Renovables, organizado por la SENER y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en el Poliforum León (7 al 9 de octubre de 2009), y a través de documentos públicos editados por la CFE, particularmente sus Informes Anual y de Sustentabilidad 2008. Las acciones reportadas en ambos informes se tipifican y analizan a continuación bajo la directriz de construir la imagen del ser de CFE.

5.4.2 El Informe Anual de la CFE y el Informe de Sustentabilidad para el año 2008

Dentro del Informe Anual que la CFE debe presentar ante la SENER, particularmente en el correspondiente al año 2008, la temática de sustentabilidad se toca en el Capítulo 7 (Programas Institucionales), específicamente en las Secciones 7.3. Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable y 7.10. Gestión social asociada a las obras eléctricas. Dicho Informe vincula explícitamente el PEIDES ahora con el PND 2007-2012, y destaca diversas acciones realizadas de enero a diciembre de 2008 en el marco del Plan.

En el caso del Informe de Sustentabilidad para el año 2008, este se construye en su gran mayoría alrededor de un hilo conductor: el cuidado del ambiente, reconocido por el Director de la Empresa como el principal compromiso de la CFE con la sustentabilidad. El compromiso social con sus trabajadores y con la sociedad, conforman otra vertiente del reporte aunque de manera menos protagonista.

Basados en estos dos informes, el cuadro 5.2 resume las acciones reportadas por la CFE en torno a la puesta en práctica de la visión de la sustentabilidad declarada, el cual se organiza en las mismas categorías que esta empresa uso para reportar sus acciones: reducción de impactos ambientales, manejo sustentable de los recursos naturales, la autorregulación ambiental y el desarrollo social.

Analizando brevemente y de manera general este cuadro, lo primero que salta a la vista es que alrededor del 70% de las acciones estuvieron avocadas a la protección del ambiente y el 30% al desarrollo social.

En el primer caso destacan los esfuerzos por la autorregulación ambiental de la empresa, cumpliendo con el objetivo de poner la casa en orden, lo cual debió sustentar fuertemente la certificación de muchas de sus instalaciones como empresa limpia y, a la CFE en su totalidad, su reconocimiento como empresa socialmente responsable. Le siguen en relevancia las acciones de reducción de los impactos ambientales en las áreas de influencia de los proyectos de expansión y, en menor medida y alcance, las de manejo sustentable de recursos naturales.

En el segundo caso, se notan acciones de mayor envergadura en el contexto del desarrollo social para los trabajadores de la empresa y sus familias, lo cual se explica nuevamente en el contexto de la certificación corporativa. En este mismo contexto, la ampliación del servicio de suministro de electrificación, principal acción que identifica la CFE para cumplir con su compromiso con la sociedad, superó las metas establecidas para 2008. Se registraron también acciones orientadas al manejo de conflictos sociales, de fomento a las relaciones con las comunidades y, en menor medida, de apoyo a las actividades productivas de la población con la idea de incidir en la esfera social de la sustentabilidad. En esta dimensión también se reporta haber realizado construcción y rehabilitación de infraestructura urbana en favor de las comunidades.

Cuadro 5.2 Resumen de las acciones que la CFE ha llevado a cabo para poner en práctica la sustentabilidad.

Ámbito

Acciones emprendidas

Reducción de impactos ambientales

Gestión de autorizaciones de impacto y riesgo ambiental:

· Elaboración de Manifestaciones de Impacto Ambiental de los proyectos de generación, transmisión, transformación y distribución de electricidad.

· Incorporación de la visión de los diferentes sectores sociales involucrados en las evaluaciones de impacto ambiental, solo para proyectos de gran magnitud.

· Utilización de diagnósticos sociales propios en el caso de proyectos de menor envergadura con el fin de prever problemas y proponer alternativas de solución.

Protección de la biodiversidad

· Evitar la construcción de proyectos de expansión en Áreas Naturales Protegidas y zonas con valores arqueológicos o históricos relevantes.

· Reducir las interacciones con las zonas arbóreas mediante la poda de árboles y la construcción de torres más altas.

· Cancelar, en muchos casos, la construcción de caminos o brechas dentro del derecho de vía.

· Rescatar y reubicar ejemplares de plantas ajustándose a la normatividad vigente para garantizar su supervivencia y propagación.

· Desarrollar programas de conservación de especies protegidas en las áreas donde se desarrollan los proyectos y sus áreas de influencia

Compensación y remediación de daños

· Pago de $9,278,104.00 al Fondo Forestal Mexicano por el cambio de uso de suelo de terrenos forestales a industrial.

· Remediación de 27 m3 suelos contaminados.

· Reforestación de más de 828 ha y mantenimiento de 571 ha reforestadas y 1,909 ha de brechas forestales.

Reducción de gases de efecto invernadero

Incremento de la eficiencia energética.

· A través de la transformación de la central turbogas San Lorenzo en un ciclo combinado con el fin de reducir en un 12% la emisión de gases de efecto invernadero.

· Se analizan con el Banco Mundial el desarrollo del Proyecto Terminal de Gas Natural y Repotenciación de las Unidades 1 y 2, del Complejo Termoeléctrico Manzanillo.

· Reducción de contaminantes a la atmósfera equivalentes a 7866 + 11,700,000 Ton de CO2 por acción del ahorro de energía.

Incremento de fuentes renovables

· Generación de energía libre de emisiones a través del uso de fuentes renovables de energía – hidroeléctricas, geotermoelétcricas y eoloeléctricas. Hasta el 2008, el 19.5 % de la energía producida en el país fue de origen renovable.

Mecanismos de desarrollo limpio

· Primera evaluación de la ONU para el proyecto La Venta II (autorización de la recepción del primer pago por emisiones reducidas de acuerdo al Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto).

· Reducción de 1,154,000 Ton de CO2 a través de la central eoloeléctrica La Venta II.

· Se trabaja con el Banco Mundial para definir el mecanismo de actuación para el desarrollo de proyectos potenciales bajo el esquema Mecanismo de Desarrollo Limpio, como parte del estudio México: Estudio para la Disminución de Emisiones de Carbono (MEDEC)

Gestión de residuos peligrosos y no peligroso

· Confinamiento de 1649 Ton de BPCs y 1415 Ton en servicio

· Regeneración de 1.3 millones de litros de aceites dieléctricos para su reaprovechamiento

· Reciclaje energético de 517 Ton/año de aceites lubricantes con el fin de reducir riesgos por derrames a cuerpos de agua y de costos asociados a su manejo

Ahorro y uso eficiente de energía

· Impulsar el ahorro y uso eficiente de energía en instalaciones propias a través del PAESE. Esto comprende la instalación de lámparas ahorradoras, proyectos de acondicionamiento ambiental, iluminación y electromotrices de alta eficiencia, acondicionamiento térmico de inmuebles (Ahorro estimado 11 409.5 MWh)

· Impulsar el ahorro y uso eficiente de energía entre los usuarios a través del FIDE. Esto incluye el monitoreo del consumo energético, cursos de ahorro de energía, programa educativo para niños.

· Desarrollar proyectos de ahorro y eficiencia energética en apoyo a la micro y pequeña empresa industrial, comercial y de servicios. En menor medida a servicios municipales (solo 10).

Ahorro y reciclamiento de agua

· Utilización de aguas negras y la incorporación de sistemas de enfriamiento seco en las regiones del país donde el agua es un recurso limitado

· Reuso de 25,850 m3 de aguas residuales para riego de áreas verdes y 61,923 m3 para otros usos.

· Instalación de 18,231 equipos ahorradores de agua en oficinas.

· Inspecciones para detección y reparación de fugas.

· Ampliación de la capacidad instalada para el tratamiento de aguas residuales.

Ahorro y reciclamiento de papel

· Reciclamiento del 16% del papel utilizado en las instalaciones de la CFE

Autorregulación ambiental

Normatividad

· Expedición de 46 documentos de normatividad interna orientados a instrumentar el cumplimiento de requisitos legales en materia ambiental en términos de planeación, diseño, construcción, operación y desmantelamiento.

· La autorización para el reciclaje energético de residuos peligrosos (incineración de aceites lubricantes gastados)

· Cumplimiento del 97% de las disposiciones legales que la regulan desde el punto de vista ambiental

Certificación y evaluación

· Implantación, mantenimiento y certificación de sistemas de gestión ambiental con base en la norma NMX-SAA-14001-IMNC-2004. En el 2008, 455 centros de trabajo de la CFE (96.60%) han obtenido el reconocimiento de conformidad a su sistema de gestión ambiental.

· Un total de 189 instalaciones incorporadas al Sistema Nacional de Auditorías Ambientales; 168 instalaciones certificadas, 14 instalaciones con recertificación y 17 instalaciones en proceso de certificación

· En el 2008 se certificaron como Industria Limpia 108 instalaciones

· La CFE cuenta con la certificación de Responsabilidad Social otorgada por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI).

· Formulación de indicadores de desarrollo sustentable para la CFE

Información

· Desarrollo de un Banco Institucional de Información Ambiental (BIIA) en donde se integra la información ambiental y de desarrollo sustentable de la empresa.

· Publicación del Primer Informe Anual de Sustentabilidad 2008

Desarrollo social

Compromiso social

· Suministro del servicio de electrificación urbana (98.8%) y rural (97.32%).

· Realización de diagnósticos sociales para identificar carencia, necesidades, problemas y aspiraciones de los pobladores que habitan en las áreas de influencia de los proyectos de expansión.

· Rehabilitación de espacios educativos, panteones, salones comunales y caminos, construcción de puentes vehiculares, sistemas de tratamiento y distribución de agua, redes de energía eléctrica, tanques de almacenamiento de agua, pavimentación de calles, acondicionamiento de áreas deportivas y conservación de flora y fauna.

· Donaciones para atender obras sociales solicitadas a manera de compensación por los problemas generados por la operación o construcción de nuevas obras.

· Realización de eventos para difundir las obras que se van a construir con la idea de informar sobre la perspectiva de la CFE en torno a los beneficios, impactos negativos y medidas para atenderlos.

· Programas para fortalecer la buena relación con las comunidades, mitigar los impactos económicos, enaltecer los símbolos patrios y fortalecer los valores cívicos (exposiciones, viajes premio, talleres para personal de instituciones públicas y privadas, ceremonias cívicas).

· Planeación y ejecución de acciones preventivas y estrategias de negociación que permitieron solucionar 67 conflictos que implicaban riesgos para el desarrollo de los programas de operación y construcción de la CFE.

· Elaboración de la Guía para el Desarrollo de Acciones Sociales de la CFE

· Se impulsó el apoyo a las actividades productivas de las poblaciones, mediante la gestión de financiamiento para proyectos productivos familiares con un monto total de $ 1,667,743.0

· Participación en la Agenda de Transversalidad SEMARNAT-SEP en cumplimiento del convenio entre Secretaría de Energía (SENER), Secretaría de Educación Pública (SEP), CFE y FIDE para la incorporación de los temas ambiental y de ahorro de energía en los libros de texto gratuitos para educación básica (preprimaria, primaria y secundaria).

Compromiso con los trabajadores

· Prestaciones justas, salarios, promociones, bonos de productividad, liquidaciones y jubilaciones.

· Sistema de incentivos orientado a reconocer y estimular el desempeño individual y colectivo

· Promoción del desarrollo profesional y personal a través del Sistema Institucional de Capacitación

· Desarrollo del capital intelectual de los trabajadores mediante su profesionalización a través del sistema de universidades empresariales que atienden desde nivel primaria hasta doctorado.

· Programa de Desarrollo integral de la Mujer dirigida a las trabajadoras de la CFE

· Cursos, talleres, diplomados y conferencias para los trabajadores de la CFE orientadas a la educación para la sustentabilidad

· Programa de actividades culturales y deportivas

· Fondo de vivienda

· Detección oportuna de enfermedades y formación de grupos de autoayuda en ciertos padecimientos.

· Programas sociales para los trabajadores y sus familias

5.4.3 El Ser de la CFE en torno a la Sustentabilidad

En cuanto al ser de la CFE o en otras palabras, su actuar, es poca la información que tanto el reporte anual como el reporte de sustentabilidad para el año 2008 proporcionan. La información disponible habla fundamentalmente de acciones restringidas a la estructura y funcionamiento de la misma empresa y ocasionalmente incluye en algunas con alcance nacional en términos de la generación sustentable de energía. Esta ambivalencia en la orientación del reporte y la magra información que proporciona, justifica que en este documento solo se emita una opinión en el contexto de la empresa como organización y no como miembro del sector energético en su tarea de lograr la sustentabilidad en la generación de energía del país.

Una vez establecido esto, cabe resaltar que la CFE, bajo el contexto de la Responsabilidad Social ha respondido adecuadamente ante el reto de minimizar los impactos que la organización tiene sobre el ambiente ya que manifiesta haber cubierto el 97% de las disposiciones legales que la regulan desde el punto de vista ambiental. Sus acciones cumplen un amplio espectro, yendo desde el ahorro de agua y energía en sus oficinas e instalaciones, el ahorro de papel, el re-uso de agua, la detección y reparación de fugas, la regeneración de aceites dieléctricos, reciclaje de aceites, hasta la certificación como industria limpia de muchas de sus centrales y oficinas. Esto le ha redituado el ahorro de 11, 409.5 MWh. de 87,773 m3 de agua de primer uso y la reducción de 11.7 Mton de CO2 por ahorro de energía. Con ello, es claro que la huella ecológica de las instalaciones de la empresa ha sufrido un cambio positivo.

No obstante, estos avances, es importante resaltar que algunas de sus acciones relacionadas con la reducción de impactos ambientales y el manejo sustentable de recursos pueden ser todavía mejoradas. Por ejemplo, el re-uso agua solo se considera necesario en las regiones donde este recurso califica como escaso y, desde la perspectiva de la sustentabilidad, no se debe esperar a que un recurso se vuelva escaso para adoptar estrategias orientadas a aumentar su productividad. Asimismo, el reportar haber remediado 27 m3 de suelos contaminados poco nos dice de su impacto relativo con respecto a un total que debería sufrir el mismo proceso; de acuerdo con lo reportado hasta 2008, no se cuenta con la cuantificación de la superficie total de suelos contaminados con hidrocarburos en las instalaciones. Un punto que queda pendiente en la agenda de acciones relacionadas con el impacto ambiental es la eliminación completa de Bifenilos Policlorados en operación.

En torno a las actividades de reforestación, se ha avanzado muy poco ya que solo se ha cubierto el 8% de la meta propuesta para 2006. Además, de acuerdo a lo reportado, no se sabe si los $ 9,278,104.00 pagados al Fondo Forestal Mexicano cubre el total de los compromisos de compensación por afectación de suelos forestales.

Un avance que se juzga importante en el cuidado del ambiente es el desarrollo de programas orientados a la conservación de especies protegidas y al rescate y reubicación de especies vegetales, atendiendo de esa manera una variable que es fundamento del desarrollo sustentable: la biodiversidad. No obstante, falta instrumentar acciones que garanticen la apropiación y mantenimiento de dichos proyectos por parte de los académicos y de la comunidad para garantizar su continuidad. Por ejemplo, que la CFE participe en el acompañamiento y monitoreo del desarrollo de los mismos.

Una acción que vale la pena resaltar es la incorporación de la empresa al Mercado de Desarrollo Limpio a través del proyecto central eoloeléctrica La Venta II, con la cual se evitó la producción de 154 000 toneladas de CO2. Esto representó la obtención de ingresos adicionales que pueden ser utilizados para seguir fomentando proyectos de generación de energía a partir de fuentes renovables. Esto permitiría tal vez aumentar la apuesta por este tipo de tecnologías para satisfacer los requerimientos futuros de energía del país, tal y como lo recomiendan distintos especialistas nacionales e internacionales (Gómez y Cruz, 2010). Sobre todo considerando las ventajas geográficas del país que lo hace ideal para el empleo de energía eólica y solar, amén de la promulgación de la Ley para la Generación de Energías Sustentables que empieza a allanar el camino para su utilización. De acuerdo con la firma noruega DNV, tan sólo la Comisión Federal de Electricidad puede tener un mercado de reducción de CO2 de 100 mil millones de dólares al año.

5.5 entre el deber ser y el ser de la cfe en su ruta hacia la sustentabilidad.

Comparado con otras empresas de clase mundial puede decirse que la CFE en su compromiso con la sustentabilidad ha seguido el mismo camino que empresas tales como General Electric, Hydro Quebec y Endesa Chile, esto es: mejorar la eficiencia energética, incursionar en las energías renovables e incorporar avances tecnológicos para generar crecimiento y mejorar el desempeño, todos ellos aspectos que han sido reconocidos a nivel mundial como necesarios para incorporar el concepto de sustentabilidad al sector energético ( ). A pesar de estas coincidencias, lo que separa a estas empresas entre sí es la importancia relativa que le dan a estas tres dimensiones, el alcance de las metas que han establecido y el momento en que han tomado estas decisiones.

Si bien es cierto que el establecimiento de estas metas está fuertemente ligado al contexto de decisiones -la estructura de la toma de decisiones pública, distribución de poder, estructura institucional y legal y las fuerzas generadas (Briassoullis, 1989, Chávez, 2004) -, también lo es que transitar hacia la sustentabilidad implica superar barreras y desafiar el modelo de desarrollo (Selman, 1999; Robinson, 2004). Se requiere, en mucho, cambiar la forma de pensar y actuar, cambiar tanto los hábitos de consumo como los de producción.

En este sentido, si bien la CFE incorporó a partir del 2009 el manejo de la demanda de energía para reducirla a través del ahorro y uso eficiente, esta estrategia ya lleva décadas haciéndose en otros países del mundo (Martínez, 2010). Asimismo, la producción de energía a partir de fuentes renovables se vuelve clave en una perspectiva de sustentabilidad y ahí, nuevamente se lleva retraso.

Al respecto, un punto importante aquí es que la evolución en la producción y consumo de energía a partir de estas fuentes ha sido muy lenta para generar riqueza y elevar la calidad de vida de los mexicanos (Martínez, 2010). De aquí que, comparado con empresas de otros países como Alemania (16% de la demanda) y España (28% de la demanda), se podría decir que la producción de energía a partir de fuentes renovables está aún muy por debajo de su potencial (19.5 %). Además, es de preocupar la reducción de las metas de participación de las fuentes renovables en la generación de energía planteadas entre 2007 y 2009. Comparando el Programa Sectorial de Energía 2007-2012 con el Programa Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables, vemos que la expectativa del empleo de energías renovables se redujo de 9 a 7.6 %. La meta es producir 2,500 Mw para 2012, cuando en España cada año se suman de 2, 000 a 3,000 Mw producidos por fuentes eólicas.

Lo anterior contrasta con la directriz de seguir impulsando preferentemente las carboeléctricas, como lo señala el escenario de planeación propuesto para el 2024, a pesar de sus efectos contaminantes sobre la atmósfera (SENER, 2009). De prosperar esta decisión, implicaría la generación de al menos 29 MTon de CO2 en los siguientes 14 años. Esta posición, desde el punto de vista de la sustentabilidad, es crítica no solo por sus efectos en la salud y en el cambio climático, sino porque México no tienen suficientes reservas de carbón para sostener un programa de plantas carboelécricas (Sampeiro 2010 en Gómez y Cruz, 2010).

Si bien esta forma de proceder no es totalmente responsabilidad del sector energético, es prioritario que la CFE, como miembro de este sector, insista y trabaje por la generación de políticas económicas y sociales que permitan la incorporación gradual, pero al mayor ritmo posible el aprovechamiento de las energías renovables. Es necesario además, ayudar a la CFE con la creación de un marco regulatorio que fomente este tipo de generación eléctrica. También es importante incorporar más la ciencia y la tecnología nacionales en el sector energético con el fin de reducir la dependencia del país de transnacionales para nuestro desarrollo y abatir costos de inversión (Martínez, 2010). Adicionalmente, es clave repensar en la posibilidad de volver a utilizar el parque de generación del país que se encuentra ocioso. A decir de Sampeiro (2010), el parque de generación operado por privados (25 % del total nacional) junto con las ventajas geográficas del país en cuanto a insolación y vientos, ofrece una oportunidad para que México desarrolle su propia industria de energías renovables. Datos del PNUMA y de la OIT señalan que la energía renovable también puede ser una fuente importante de empleos, así el informe “Empleos Verdes” indica un potencial de 2.1 millones de empleos a nivel mundial en el campo de la energía eólica y 6.3 millones en el de energía solar. Además señala que la energía renovable genera más empleos que la que utiliza combustibles fósiles (PNUMA-OIT, ).

Algunos especialistas como Jorge Islas Sampeiro, investigador de la UNAM, resaltan que: “si no se aprovecha esta oportunidad en los próximos 10 años, será muy difícil que el país pueda competir en esa área”. Luego entonces, cerrar los ojos ante esa perspectiva sería negar la propia misión de la CFE, así como la visión y política del PEIDES. Sería también cerrar las puertas ante una oportunidad de desarrollo en el marco de la sustentabilidad.

Como colofón a estos planteamientos y en el puro marco corporativo: no es coherente que la CFE, como empresa de clase mundial, mande un mensaje ambivalente a la sociedad, por un lado querer reducir la emisión de gases de efecto invernadero y, por el otro, promover su generación, sobre todo considerando que también “se busca mejorar la imagen organizacional” (PEIDES, 2005).

Por otro lado, hay que reconocer que la CFE ha hecho grandes esfuerzos y ha alcanzado logros plausibles, tanto en términos de eficiencia como de la atención al impacto ambiental de la producción del servicio eléctrico a través de distintos programas. Sin embargo, es importante puntualizar que, aunque los enfoques de la eco-eficiencia y la desmaterialización son correctos, éstos no representan en sí mismos una respuesta suficiente al reto de la sustentabilidad, sobre todo tratándose de una empresa de índole nacional. Esto es así ya que alcanzar reducciones en los impactos ambientales de la actividad económica no se traduce necesariamente en mejoramientos en el bienestar de “todos”. Asimismo, diferir la llegada de los límites ambientales y sociales a través de soluciones tecnológicas no significa que éstos no existan. Por eso, si la sustentabilidad se trata de contribuir a un mejor bienestar para todos, será necesario ir más allá de las soluciones técnicas y empezar a abordar temas de justicia social, equidad y gobernanza, aunque estas sean menos rastreables y menos lucidoras que las mejoras en la eco-eficiencia, por poner un ejemplo.

Es por ello que, otro aspecto importante de considerar en el actuar de la CFE en pro de la sustentabilidad, con respecto a otras empresas de clase mundial, es el aspecto social (bienestar) y particularmente el de la equidad.

De manera general y bajo el paraguas de la responsabilidad social corporativa, todas las empresas se preocupan y actúan, en consecuencia, con respecto a la calidad del servicio hacia sus clientes (cobertura, oportunidad, precio, gestión de la demanda). Asimismo, procuran las buenas condiciones de salud, desarrollo personal y profesional, seguridad laboral y en el trabajo de todos sus empleados. Trabajan por entablar buenas relaciones con la sociedad de su área de influencia inmediata con el fin de construir un ambiente cordial entre la empresa y las comunidades a través de eventos sociales. Y también recurren a la filantropía como una forma de vincularse con la sociedad. En todo esto, la CFE compite en un mismo nivel que sus pares internacionales, cosa que le valió la certificación del Centro Mexicano para la Filantropía como empresa socialmente responsable.

Sin embargo, los asuntos del bienestar socio-ambiental son un tema que no se ha resuelto del todo no solo en la CFE, sino también en otras empresas de clase mundial. Esto a pesar de que las compañías del sector eléctrico han visto intensificarse la preocupación y oposición de la opinión pública a sus planes y decisiones. Para enfrentar el reto de la percepción favorable de la opinión pública, la estrategia general que han identificado las empresas es la de abrir los canales de comunicación con los sectores sociales claves de los territorios donde están presentes. En general, esos canales buscan acercar a la gente con los proyectos de expansión informandoles sobre sus características, los costos y beneficios identificados, y las formas de mitigar o compensar los impactos negativos que vislumbra la empresa como factibles. Pero una de las cosas que puede diferenciar a una empresa de otra es si esos canales de comunicación se convierten realmente en diálogos o son meros ejercicios de participación tokenística o simbólica (Shier, s/f). Hay que recordar que el enfoque de la sustentabilidad indica que el involucramiento de la sociedad es clave para el éxito de su puesta en práctica y que éste implica tanto la compartición del poder como de la responsabilidad con los distintas partes interesadas. Asimismo, que se debe dar lugar a la participación para expresar la pluralidad de visiones pero sin crear parálisis (Meppen y Gill, 1998; Robinson, 2004)

En este sentido, la información que proporcionan tanto el PEIDES como las entrevistas con algunos funcionarios, sugiere que CFE sí está buscando incorporar la pluralidad de visiones a través de los diagnósticos sociales, los cuales involucran la participación de las comunidades. Sin embargo, en sus documentos la CFE declara que esos diagnósticos solo se instrumentan en el caso de proyectos de gran envergadura y la información no deja claro si su alcance es de real involucramiento de la comunidad. En contraste, HydroQuebec y Endesa Chile incorporan estos acercamientos en forma de diálogos y desde etapas tempranas en todas las ocasiones en que se desarrolla un proyecto nuevo. En esta tarea, los diagnósticos socioambientales juegan un papel distinto, servir como guía para diseñar la mejor forma de aproximarse a cada grupo de actores dependiendo de las condiciones de cada proyecto y grupo de interés. Asimismo, Hydroquebec ha implementado la formación de comités técnicos con los representantes comunitarios para optimizar la soluciones propuestas y hacerlas más aceptables.

Cabría hacerse la pregunta aquí de si la forma de relacionarse con la sociedad de Endesa Chile pudo haber sido determinante para que el Instituto de Investigación de la agencia suiza Sustainable Asset Management (SAM Research), encargada de seleccionar a las empresas que integran el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), la distinguiera con la categoría Silver Class en el Sustainability Yearbook 2010, publicado por el SAM en conjunto con PricewaterhouseCoopers.

En lo que concierne a la equidad, no obstante que la CFE la enarbola como un principio mínimo a seguir en su transición hacia la sustentabilidad, no existe en su informe anual, ni en el de sustentabilidad, datos que reflejen y que permitan dimensionar a ciencia cierta cómo esta empresa ha promovido la igualdad de oportunidades, la distribución equitativa de beneficios, y el empoderamiento de las comunidades en las que inciden directamente sus proyectos y sus acciones.

La presentación difusa de este tema en los planes de desarrollo de las empresas podría decirse que es típico, así que podría decirse que CFE entra dentro del patrón común. Sin embargo, desde el punto de vista de la sustentabilidad es un aspecto imposible de soslayar si se asume este compromiso como principio de actuación, pues es materia de fondo. Como tal, implica una transformación difícil de aceptar y de instrumentar para las empresas, quizás por ello se concentra en abordar uno de sus componentes: la satisfacción de necesidades materiales o de servicios de las comunidades. Es así que se reportan en este rubro aspectos como la provisión de energía eléctrica y el mejoramiento o construcción de infraestructura urbana –generalmente como compensaciones a los impactos socio-ambientales de las obras de expansión -, para demostrar el compromiso de la empresa en este tenor.

La calidad de vida de una familia está estrechamente relacionada con la calidad de energía que ella consume y, por tanto, se puede afirmar que la disponibilidad de energía eléctrica contribuye al bienestar socio-ambiental (Oliveira y Almeida, 1996). Esto es así debido a que la recolección de combustible además de ser una actividad con baja remuneración, significa una carga adicional para la familia muchas veces tomada por mujeres y niños. Además, contribuye a que los menos favorecidos dejen de pagar tanto como los más solventes por una energía muchas veces de menor calidad, como podría ser el uso de petróleo para iluminar su hogar. Sin embargo, para que la producción energética pueda rendir todo su potencial como un medio para el desarrollo social, es importante que se busque la manera de combinarla con otros procesos productivos que sean propios de la región y que le reditúen a las comunidades más beneficios que solo la renta por el uso de sus propiedades. De aquí que valga la pena resaltar el acierto de CFE para desarrollar proyectos como La Ventosa, en Oaxaca, el cual parece tener amplia aceptación social (Jaramillo et al., en Ávila et al., 2006) e impactos positivos desde el punto de vista del bienestar socio-ambiental. Iniciativas como esta acercan más a la empresa a una condición de mayor sustentabilidad.

Otro asunto que no hay que perder de vista con respecto al tema de la equidad en el contexto de la generación de energía es la asequibilidad al recurso. Esto es, la forma de procurar que la proporción del ingreso con respecto a lo que se gasta en electricidad no deje desprotegidas a las familias para satisfacer otras necesidades fundamentales como son la comida y el abrigo. Esto nos lleva a la necesidad de otorgar subsidios directos a la electrificación fundamentalmente rural con fuentes de energía renovable (Blanco, 2009), para lo cual la CFE deberá propugnar por el acoplamiento de políticas sociales y económicas que faciliten esta estrategia.

A pesar de su enfoque eminentemente economicista, en su Reporte de Ciudadanía 2008, General Electric plantea de manera específica lo que llama el “Papel de la Compañía en la Construcción Comunitaria”, señalando que factores comunitarios tales como la calidad de vida, la reputación de la comunidad y su potencial para el desarrollo económico, son consideraciones importantes de tomar en cuenta para cualquier corporación, no solamente como un “apoyo para crecer”, sino como elementos para los cuales GE debe colaborar en términos activos en su construcción.

Por lo tanto, GE considera como empresa, la existencia de 3 diferentes niveles de su interacción con la sociedad: un nivel básico que implica lo que hace por ser un negocio (p.ej., pagar impuestos); un segundo nivel que considera lo que debe hacer como una empresa responsable (p.ej., cuidar de su fuerza de trabajo y del ambiente), y uno tercero que representa lo que podría hacer y no ha hecho, un espacio que llama “de frontera”, a través del cual podría construir de manera innovadora, nuevas relaciones con sus comunidades para lograr inversiones sociales sustentables.

Es necesario entonces equilibrar la composición de los grupos de planeación de tal manera que los tres pilares de la sustentabilidad estén suficientemente representados con el fin de lograr un entendimiento más completo de los problemas y crear soluciones más integrales. Lo anterior se sustenta en el hecho de que los problemas que involucran la interacción entre el hombre y la naturaleza, como lo es la generación sustentable de energía, son de naturaleza no disciplinaria y de carácter tecno-político (Meadowcroft, 1999; Hammer y Söderqvist, 2001; Chávez, 2004).

5.6 Recomendaciones

Tomando en consideración las condiciones en las cuales se encuentran operando actualmente compañías equivalentes en el ámbito internacional, el grupo de trabajo plantea como un primer ejercicio de visión a futuro que permita a CFE aproximarse hacia la sustentabilidad de una manera más consistente, la posible implementación de algunas de las siguientes acciones:

En materia de acciones al interior de la CFE:

· Implementar una discusión interna sobre terminología y definiciones en el ámbito de la sustentabilidad, para lograr alcanzar la precisión y el acuerdo sobre los términos que se requiere como un medio para alcanzar las estrategias y metas que se buscan.

· Concretar la implementación del Sistema de Indicadores de Sustentabilidad, estableciendo los objetivos de rendimiento y estableciendo los puntos de referencia sobre los indicadores clave.

Es importante para la adecuación de los indicadores de sustentabilidad, incluir aspectos relacionados con la biodiversidad (desarrollar un índice cuantitativo de eficiencia a nivel industrial basado en la Convención sobre la Biodiversidad de las Naciones Unidas), el uso del agua y cambios de uso de suelo.

· Particularmente con el tema del uso del agua, si bien es de celebrarse que el enfoque de manejo de la demanda esté ya en la agenda de actuación de la CFE, es importante aclarar que es necesario que esta empresa lo incorpore cabalmente. Esto en virtud de que, aunque bajo el argumento de este enfoque la empresa declara su intención de reciclar el agua, falla en el alcance de su aplicación ya que declara que se buscará reciclar este recurso “sólo en aquellas instalaciones ubicadas en sitios con baja disponibilidad de agua” o en zonas desérticas. Desde la perspectiva de la sustentabilidad, resulta contradictorio para una empresa que asume este paradigma como principio de actuación, hacer uso de las mejores prácticas solo cuando el recurso se considere escaso. Recordemos que la idea del manejo de la demanda, como paradigma del agua, es aumentar la productividad del agua en lugar de buscar nuevas fuentes. En otras palabras, usar menos agua para satisfacer los mismos beneficios humanos a través de mejores prácticas de conservación, uso eficiente del recurso y reciclamiento (Brandes, et al., 2005). Habrá entonces que poner atención en la coherencia de las acciones en términos del uso del agua, incorporando la eficiencia en el uso del recurso y su re-uso como prácticas estándar en los proyectos de CFE.

· Actualizar el propósito del PEIDES, ya que sólo está dirigido a satisfacer las demandas de competitividad, mejora continua y seguridad de los recursos para las nuevas generaciones. Un plan para la sustentabilidad adquiere relevancia cuando reconoce con claridad una dirección en construcción permanente que no sólo está basada en la protección y conservación del ambiente, como lo remarca este plan; sino también considera los patrones de consumo de los usuarios de sus servicios, los aspectos de gobernanza en las comunidades donde tiene presencia al iniciar proyectos u ofrecer servicios, en las prácticas de producción de energía eléctrica y en las estrategias a largo plazo en el abastecimiento del servicio, en las tendencias de abatimiento de la pobreza en las regiones donde se asientan las obras de infraestructura de generación de energía eléctrica, en la responsabilidad por el entrenamiento y la educación de los empleados para desarrollar una cultura hacia la sustentabilidad, entre otras. Un plan para la sustentabilidad debe revisarse periódicamente para afinar su alcance, acorde con las metas globales y locales de abatimiento de la pobreza, cobertura en los servicios de salud y educación básica, conservación de la biodiversidad y la multiculturalidad, respeto a los derechos humanos, transparencia en la aplicación de la justicia y el desarrollo de la paz.

· Avanzar en la mitigación de los gases de efecto invernadero, profundizando en la construcción de una contabilidad completa sobre la emisión de gases de efecto invernadero y proporcionar explicación detallada de las tendencias de emisiones, incluyendo la información respectiva en su Reporte Anual, incluyendo los datos relevantes acerca del porcentaje de inversión dedicada exclusivamente al desarrollo de energías renovables.

· Profundizar en el planteamiento de los proyectos a través de los cuales CFE se vincula con la Estrategia Nacional para el Cambio Climático, tales como los proyectos de captura y almacenamiento de carbono para plantas súper críticas que funcionan con carbón (450 MW),

En términos de eficiencia de energía, la CFE ha concentrado algunos esfuerzos desde el punto de vista de la demanda tales como: descuento a la población para la sustitución de enseres domésticos que consuman menor cantidad de energía, combustible y agua.

· Analizar las estrategias necesarias para que la CFE avance en el establecimiento de una Cultura de la Innovación.

· El marco jurídico es la base para asegurar las relaciones hombre-hombre y hombre-naturaleza. Es el punto de partida para sentar condiciones mínimas en un Estado de Derecho. El cumplimiento legal no es la razón última en la actuación de una empresa; por lo que CFE debe pensarse de manera proactiva, proponiendo procesos ecoeficientes con un enfoque “de la cuna a la tumba” que atiendan el abatimiento de sus impactos en toda la cadena de valor de sus operaciones.

· Iniciar y mantener sistemas de mejora continua son un esfuerzo arduo, pero sus frutos en cuanto al registro y manejo de la información al interior y exterior de la empresa se cosechan en el corto, mediano y largo plazo. Se recomienda que CFE extienda la aplicación de sistemas de gestión en lo ambiental, seguridad e higiene y calidad de sus procesos en los centros que todavía no cuenta con tales sistemas, y mantenga los que ya cuentan con ellos.

En materia de vinculación con la sociedad

· En relación a la equidad, cabe hacerse la pregunta aquí de si sería posible conformar empresas energéticas de tipo comunitario que promoviera esquemas de negocios para todos, incluyendo la comunidad receptora de los proyectos de intervención de la CFE.

· Fomentar las relaciones y asociaciones con las comunidades locales, profundizando en su involucramiento con la comunidad, a través de estrategias desarrolladas de manera puntual para casos específicos.

· Implementar proyectos en asociación con los grupos sociales afectados por las intervenciones. Algunos ejemplos posibles serían:

a) Proyectos que otorguen un porcentaje del capital producido por la generación de energía a las comunidades donde se instalan dichos proyectos (basados, p.ej., en el acuerdo entre OPG y Lac Seoul/Obishikokaang Waasiganikewigamig Generation Station implementado en Canadá en febrero del 2009), bajo un esquema de gestión responsable y rendimiento de cuentas. Esto requeriría la formación de un comité

b) Programas comunitarios de plantación y mantenimiento de arbustos de poco crecimiento y flores silvestres bajo las líneas de poder, compatibles con las especies en riesgo y otra fauna local,

c) Donaciones para apoyar aspectos ambientales, culturales, de salud, bancos de comida, hospitales, programas de prevención, etc, y

d) Entrenamiento de la población local para ocupar oportunidades de empleo en las centrales eléctricas (carpinteros, electricistas, conductores de vehículos de carga, operadores de equipo pesado, etc.).

e) Facilitar la creación de un comité interinstitucional para liderear el desarrollo de proyectos de desarrollo coordinada por la CFE.

f) Instrumentar un proceso de diseño, instrumentación, acompañamiento, empoderamiento y desvinculación efectiva de estrategias de desarrollo, teniendo como líder a la CFE.

La CFE no puede renunciar a su responsabilidad social como empresa y su realidad de sistema generador de desarrollo. Por lo tanto, es imperativo actuar como líder y conducirlo bajo la perspectiva de la sustentabilidad.