αἰαῖ
DESCRIPTION
ajaxTRANSCRIPT
430
435
440
445
450
¡Ay ay! ¿Quién podría haber imaginado que
mi propio nombre tendría significado con mis
propios males?
Mas ahora incluso debo dar hasta dos y tres
ayes; pues me hallo ante tales desgracias.
De cuyo padre, bajo esta tierra del Ida,
regresó a su hogar trayendo toda su gloria, al
obtener por su valor la parte más hermosa del
botín.
Pero yo, hijo de aquél, habiendo llegado al a
misma tierra de Troya, sin menor valor sin
hacer ninguna gesta menor con mis propias
manos, he asistido por los Atridas a mi
deshonra, así me retuerzo.
Sea como sea, pienso esto: que si Aquiles
estuviera vivo, habría tenido la voluntad de
adjudicar sus armas para el más valeroso en la
victoria y, sin duda, ningún otro podría estar
por encima de mí.
Mas ahora, los Atridas, otra vez, han actuado
en favor de un hombre de ánimo malicioso, tras
rechazar mi victoria.
Y si tanto mis ojos como mi mente extraviados
no se desviasen de mis planes, entonces no
habrían decretado esta resolución en mi contra.
Ahora, la diosa indómita de mirada aterradora,
hija de Zeus, sin dilación, dirigiéndome mi
mano contra ellos, me incitó al error, al
provocarme una ferviente locura, de suerte que
he ensangrentado mis manos en estos animales.