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µ 83 Mayo 2010 Médicos Sin Fronteras Mugarik Gabeko Medikuak Metges Sense Fronteres Médicos Sen Fronteiras La revista que te informa de las acciones que tú haces posibles 8 Desde el terreno Chile, Paraguay, República Democrática del Congo, Sudán (Darfur), Uganda, Zambia 10 Primer plano Afrontar el futuro en Haití 12 Noticias MSF 14 En otras palabras Entrevista a David Cantero, periodista Inmigración 3 Reportaje

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µ83Mayo 2010Médicos Sin Fronteras Mugarik Gabeko Medikuak Metges Sense Fronteres Médicos Sen Fronteiras

La revista que te informa de las acciones que tú haces posibles

8 Desde el terreno Chile, Paraguay, República Democrática del Congo, Sudán (Darfur), Uganda, Zambia 10 Primer plano Afrontar el futuro en Haití 12 Noticias MSF 14 En otras palabras Entrevista a David Cantero, periodista

Inmigración 3 Reportaje

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Fotos de portada: Italia © Christian Sinibaldi, Marruecos © Juan Carlos Tomasi, Malta © Julie Rémy, Francia © Dragan Lekic / Libre arbitre, Italia © Christian Sinibaldi, Malta © Julie Rémy, Marruecos © Juan Carlos Tomasi, Grecia © Yannis Kolesidis, Marruecos © Yannis Kolesidis, Italia © Christian Sinibaldi

MSF83 2Editorial

Migrantes: un desafío humanitario

Se calcula que en el mundo hay casi 200 millones de personas emigrando, haciendo esa difícil elec-ción entre esperanza y arraigo. De ellos, entre

30 y 40 millones de personas son consi-derados migrantes irregulares, indebidamente llamados ilegales. La mitad de ellos son mujeres. Durante el tránsito migratorio es cuando las personas pasan por los momentos más críticos y, según sea la magnitud del fenómeno, lo consideramos una crisis humanitaria. Es en este momento cuando Médicos Sin Fronteras inter-viene y, por tanto, cuando tenemos la oportunidad de hacer algo para que las cosas cambien.

Los que cruzan fronteras suelen ser clasificados por sus motivos y algunos se consideran más justificados que otros. A menudo la migración se percibe como un fenómeno de origen económico, sin embargo, miles de personas se ven obligadas a dejar sus hogares por motivos muy diversos. Es un fenómeno complejo y difícilmente previsible, al igual que lo son los propios efectos de los conflictos, de la violencia social, la crisis económica, la creciente urbanización mundial o la degradación medioambiental.

Las rutas migratorias se complican. Los países de destino se convierten en fortalezas inaccesibles y, para alcanzar su meta, los migrantes deben explorar nuevas vías. El viaje se vuelve más peligroso, la clandestinidad es caldo de cultivo para las mafias y el tráfico de personas. Por su condición de ilega-lidad, estas personas se encuentran expuestas cada vez a mayores riesgos,

a situaciones de violencia, a condi-ciones de vida infrahumanas y, en última instancia, a la muerte.

Los que se llevan la peor parte son familias, mujeres, niños, menores no acompañados, y víctimas de abusos de mafias y redes de tráfico de personas, cuya situación se caracteriza por unas condiciones de vida infrahumanas durante el viaje, con abusos físicos, serias consecuencias sobre la salud, acoso, robo, extorsión y violencia. A veces, las condiciones no son mejores a la llegada o en los centros de detención.

Otro resultado del blindaje de fron-teras es el mayor número de migrantes que ven interrumpido su viaje y se ven atrapados, obligados a permanecer en países de tránsito durante largos periodos de tiempo, a menudo años, viviendo en condiciones de extrema vulnerabilidad, expuestos a todo tipo de violencia y totalmente excluidos de los mecanismos de protección existentes.

Un ejemplo paradigmático son los niños nacidos durante el viaje migra-torio. De madres que suelen ser víctimas del tráfico de personas o de violencia sexual, estos niños son apátridas, no pertenecen a ningún lugar, no se les permite ser inscritos: no existen. No tienen derechos recono-cidos ni voz para reclamarlos. No existen como ciudadanos.

Resulta difícil calibrar la magnitud de la tragedia y saber, por ejemplo, cuántas personas mueren en el tránsito migratorio. Algunos datos apuntan que, en los últimos 10 años, al menos 12.000 personas han muerto intentando entrar en Europa. De ellas, al menos 8.300 murieron ahogadas en el Mediterráneo

y unas 1.600 perecieron deshidratadas cruzando el desierto del Sáhara. Las cifras son incluso mayores en el flujo migratorio a Estados Unidos o a India, y terribles en los casos de migra-ción a los países del Golfo Pérsico o a Suráfrica.

Debemos hacer el esfuerzo de no reducir el sufrimiento de millones de personas a meros datos estadísticos, ya que así son más fáciles de ignorar y de abandonar a su suerte. Los migrantes precisan atención en el nivel más elemental del humanitarismo: recu-perar la dignidad de estas personas y que sean reconocidas y tratadas como seres humanos. Ayudarles a sobrevivir y devolverles su humanidad.

Como en toda crisis humanitaria, el desafío para Médicos Sin Fronteras consiste en dar la mejor respuesta desde nuestras limitadas capacidades. Hoy intentamos prestar asistencia en algunos lugares clave de las rutas migratorias del planeta y, al mismo tiempo, hacer visibles las problemáticas extremas de las que somos testigos, con la firme voluntad de no guardar silencio.

Por Aitor Zabalgogeazkoa, Director General MSF España

Consejo de redacción Jaume Codina, Aloïs Hug, Anna Pineda, Gemma Planas, Carmen Vicente, Aitor Zabalgogeazkoa Coordinación Carmen Vicente Edición Eulàlia Sanabra Colaboraciones Fernando Calero, Jaume Codina, Silvia Fernández, Cecilia Furió, Carolina Heidenhain, Aloïs Hug, Gemma Planas, Nubia Rojas, Clara Tarrero, Simone Troller, Reyes Varella, Áurea Villar, Aitor Zabalgogeazkoa Diseño Diego Feijóo Producción Ana Fernández, Carmen Vicente Impresión Litografia Rosés Depósito legal B-25942/89 Oficinas delegadas MSF España Barcelona, 933 046 100. Bilbao, 944 231 194. Madrid, 915 411 375. Málaga, 952 604 131. Santiago de Compostela, 981 587 091. Valencia, 963 916 133. Buenos Aires, Argentina, (5411) 4551 4460, www.msf.org.ar Versión digital disponible en www.msf.es

902 250 902 www.msf.es

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El coste humano de las políticas de inmigración

Reportaje

Las políticas cada vez más restrictivas de los países de la Unión Europea (UE), el incremento de los controles fronterizos durante los últimos años y la profusión de redes de explotación y tráfico de personas son sólo algunos de los obstáculos a los que tienen que enfrentarse los migrantes y solicitantes de asilo que pretenden llegar al viejo continente.

Por Fernando Calero, Servicio de Información

específica para salir adelante, la realidad es que muchos de los que emprenden la ruta suelen ser los más preparados para hacerlo. Los hay que salen a ciegas y que se fían del primero que les ofrece expec-tativas de llegar a sus destinos, pero también hay quienes sí saben lo que les aguarda y aún así no ven otra opción que la de intentar hacer camino.

Muchas familias hipotecan su futuro para financiar el viaje de una sola persona y, por esta razón, muchos hombres y mujeres no ven otra opción que la de seguir intentando una y otra vez llegar a sus destinos. Si tuvieran que regresar a sus casas sin haberlo conseguido, lo considerarían como un rotundo fracaso.

acompañan durante el resto de sus vidas o contraen enfermedades como el VIH/sida. Algunas mujeres y niñas se quedan además embarazadas, y se ven obligadas a decidir entre abortar en condiciones muy precarias o seguir adelante y dar a luz a un hijo no deseado, lo cual suele conllevar terribles consecuencias para su salud mental.

Quienes se ven obligados a atravesar desiertos para llegar a sus destinos, a menudo son abandonados en mitad de la nada o se ven privados de agua y alimentos por delincuentes que no tienen problema en hacer de su sufrimiento un negocio. Otros muchos cuentan que sufren coacciones y que son obligados a llamar a sus casas para pedir el envío de ingentes cantidades de dinero... y ante las amenazas de muerte y los abusos, las familias no tienen más remedio que plegarse a las exigencias de los captores y endeudarse con toda clase de prestamistas.

Contrariamente a la creencia popular de que quien inicia este viaje apenas cuenta con ningún tipo de formación

Muchos de ellos han sobrevivido a conflictos armados que llevan décadas segando la vida de cientos de miles de personas y otros

tantos huyen de países donde día tras día se producen graves violaciones de los derechos humanos. Por supuesto, también hay quienes simplemente tratan de escapar de la pobreza para buscar un futuro mejor.

El viaje hasta las puertas de Europa puede durar desde unas semanas hasta varios meses; todo depende de la suerte, de la ruta escogida y del dinero que tenga cada uno. Durante el camino que emprenden, serán probablemente víctimas de extorsiones, robos, violencia y engaños por parte de quienes integran las redes de tráfico de personas. Y muchos, sobre todo si se trata de mujeres o de niños, pasarán también por el horrible trago de sufrir una o varias agresiones sexuales.

Debido a las violaciones, muchos migrantes sufren traumas que les

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MSF83 4Reportaje: Inmigración

Bloqueados en Marruecos

A pesar de que los que logran llegar a países como Marruecos se encuentran tan sólo a un puñado de kilómetros de su objetivo, lo cierto es que a día de hoy los controles fronterizos son muy estrictos y que las políticas sobre inmigración se han endurecido mucho en los últimos años, así que hoy en día llegar a España resulta poco menos que imposible. De hecho, según cifras publicadas por el Ministerio del Interior, 7.285 personas fueron detenidas en 2009 intentando entrar en el país de manera ilegal.

Si bien no vamos a entrar a valorar las numerosas medidas puestas en marcha por los gobiernos europeos para controlar la llegada de los migrantes, sí que resulta imprescindible denunciar las terribles condiciones de vida a las que tienen que enfrentarse aquellos que no logran entrar en España, pues tanto la UE como el Gobierno español han preferido mirar hacia otro lado e ignorar las consecuen-cias de sus políticas para la salud de los migrantes.

“No tengo dinero para pagar el viaje en Zodiac, pero, aunque lo tuviera, me parece demasiado peligroso. Mucha gente muere en el mar porque los traficantes no quieren arriesgarse a ser detenidos, así que arrancan el motor y confían la suerte de decenas de personas a que las corrientes no les desvíen demasiado de su ruta. He intentado entrar en España de otros modos muchísimas veces y en cinco ocasiones incluso he logrado mi objetivo, pero siempre he sido expulsado de nuevo a Marruecos y de allí me han llevado de nuevo a Oujda, en la frontera con Argelia.

Aquello es el infierno. Llevo siete años en Marruecos y ya no me quedan fuerzas. Quiero volver a casa, pero después de tanto tiempo es muy duro asumir la derrota”, relata B., un emigrante de Senegal.

En ambos lados de la frontera entre Marruecos y Argelia, en ciudades como Oujda o Maghnia, los migrantes vuelven a caer en las manos de una serie de redes que se aprovechan de su frágil situación y que les reciben con nuevas extorsiones, agresiones y amenazas. Allí se ven obligados a vivir en condiciones indignas, son forzados a mendigar por las calles y tienen que dar a los cabecillas de turno todo el dinero que logren reunir. Muchas mujeres son explotadas sexualmente, otras sufren de nuevo violaciones y algunas son entregadas a las redes de prostitución que operan en Europa.

Mientras que algunos se quedan meses en casas abandonadas a las afueras de la ciudad, en condiciones insalubres y sin ningún tipo de servicios sanitarios, otros permanecen semiocultos en el bosque y cobijados por plásticos y mantas que sujetan con cuatro palos. También hay quienes permanecen agrupados por nacionalidades en los distintos guetos que se han ido formando en Oujda, o quienes intentan alejarse lo máximo posible para irse a vivir a ciudades como Nador o Berkane, pero casi siempre, estén donde estén, tienen tras de sí la presión de saberse vigilados por las mafias.

Los que intentan escapar de estas redes muchas veces acaban pagando las consecuencias de su osadía, pues, al estar deambulando solos y sin papeles, tienen más posibilidades de ser detenidos por la

policía marroquí. Y ésta, en cuanto un juez dicta la orden de expulsión, les abandona sin ningún tipo de miramientos en la tierra de nadie que separa Argelia y Marruecos, una zona desértica que para muchos representa la peor de sus pesadillas.

Sólo entre 2003 y 2009, los equipos de MSF en Marruecos atendieron 4.000 casos de violencia contra migrantes subsaha-rianos. Y si bien hasta 2005 la mayor parte de esta violencia venía infringida por las fuerzas de seguridad, esta tendencia ha ido cambiando con los años y ahora la mayor parte de las agresiones proviene de bandas de delincuentes y redes de trata y tráfico de personas.

Es preciso que se ofrezca una respuesta integral que aborde todos los problemas que hemos mencionado y que preste una especial atención a los aspectos sociales, médicos, psicológicos y legales que afectan a los migrantes que se quedan atrapados en Marruecos. Pero, ante todo, es primor-dial que se tomen medidas para garantizar que se respeten los derechos y la dignidad de estas personas.

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Los que consiguen llegar a Europa

Cuando consiguen llegar a Europa, muchos migrantes se encuentran con un panorama distinto, pero no menos desalentador. Por ejemplo, tanto en Grecia como en Malta, MSF ha denun-ciado en repetidas ocasiones las terribles condiciones en las que permanecen los migrantes detenidos en los centros habilitados por los respectivos gobiernos, el escaso apoyo psicológico que se les ofrece, la carencia de servicios sanitarios y las condiciones de hacinamiento en las que viven. Además, no existe ningún tipo de programas para cubrir las necesidades específicas de mujeres, niños, enfermos crónicos o víctimas de violencia, y el tiempo de detención es sumamente prolongado.

La falta de actividad que afrontan los migrantes en los centros de detención, la incertidumbre que se cierne sobre su futuro, las separaciones forzosas de sus familiares o el hecho de ser tratados como criminales, ayudan a quebrar el ya de por sí frágil estado emocional con el que llegan a Europa. Son además situaciones que acaban generando sentimientos de ansiedad, depresión, miedo y frustración, y que en ocasiones han llevado a los migrantes incluso a intentos de suicidio y huelgas de hambre.

En el caso de Grecia, los migrantes pasan entre varias semanas y tres meses de media en los centros de detención y, una vez que salen de ellos, se les aban-dona a su suerte. La mayoría acaban viviendo en la calle en la más absoluta indigencia y no pueden acceder a los servicios de salud, salvo en caso de

urgencia. E incluso entonces, como la mayoría de ellos no tiene dinero para pagar el tratamiento, es frecuente que desistan de acudir a un hospital por mucho que lo necesiten.

En el centro de detención de Pagani, en la isla griega de Lesvos, el número de personas detenidas era muchas veces cinco veces mayor a la capacidad del recinto. Sirva como ejemplo el hecho de que a mediados del pasado mes de septiembre, más de 250 mujeres y 70 niños estaban compartiendo espacio en una celda de unos 200 m2, lo cual da una muestra de cómo eran las condiciones de vida allí hasta que las denuncias de MSF y de otras organizaciones hicieron efecto y el centro fue cerrado.

En Malta las mediadas disuasorias son mayores que en Grecia y los migrantes pueden llegar a pasar hasta 18 meses en un centro de detención, algo que sin duda aumenta su sensación de desasosiego y que afecta a su salud mental. Hay quienes tienen que dormir en colchones en el suelo debido a que no hay camas sufi-cientes para todos y hasta un 20% de las personas detenidas tienen infecciones respiratorias por frío y falta de tratamiento.

En centros como el de Safi, el año pasado había un solo inodoro por cada 40 personas y una sola ducha para más de 100 personas, mientras que los pacientes con enfermedades infecciosas eran trasladados a un bloque de 5m2 en el que los baños estaban inservibles y las ventanas rotas. En otros muchos centros, la falta de agua caliente es algo bastante habitual y las habitaciones están perma-nentemente inundadas de agua

proveniente de tuberías, lavabos y letrinas en mal estado, por lo que los migrantes están siempre expuestos a las humedades, a los malos olores y a contraer enferme-dades. Cuando después de varios meses por fin se les permite salir, muchos pasan a estar en centros abiertos que también están abarrotados y en los que tampoco hay unos servicios de saneamiento mínimos.

En Italia, MSF tuvo que cerrar el pasado año su proyecto de Lampedusa debido a un brusco descenso en el número de llegadas de migrantes. Y, como suele ocurrir en estos casos, este retro-ceso no se debe a que haya muchas menos personas intentando alcanzar la isla, sino a que ahora es mucho más difícil conse-guirlo. Cada vez que una patera es interceptada intentando alcanzar la costa italiana, sus pasajeros suelen ser devueltos a Libia, donde muchos otros migrantes permanecen bloqueados, en una situación muy similar a la que se produce en Marruecos.

Por otro lado, hace un año, el Gobierno italiano intentó que se apro-bara una ley por la cual los funcionarios podrían denunciar a todo extranjero que recibiera atención médica y que no dispusiese de papeles. Esto evidente-mente levantó muchísima polémica en todo el país y fue motivo suficiente como para que MSF y otras organizaciones lanzaran una campaña a la que llamaron Somos médicos, no espías, que tuvo una gran repercusión. Tras numerosas protestas y movilizaciones, la presión social hizo efecto y, gracias a numerosas iniciativas respaldadas por los ciuda-danos, el proyecto de ley fue retirado

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MSF83 6Reportaje: Inmigración

Simone Troller es investigadora de Human Rights Watch y autora de Greece: Unsafe and Unwelcoming Shores y Greece: Left to Survive – Systematic Failure to Protect Unaccompanied Migrant Children. Ha publicado además numerosos informes y artículos sobre la difícil situación de los migrantes menores no acompañados en la Unión Europea.

¿Será Grecia un país más seguro para los migrantes?

Firma invitada Simone Troller

después de ser votado en contra por la mayoría del Senado.

Más allá de leyes y polémicas, MSF sigue atendiendo en distintos puntos del país a trabajadores temporeros inmigrantes y durante los últimos años ha documentado en varias ocasiones las lamentables condiciones en las que éstos se ven obligados a vivir.

En Francia, MSF atiende a solicitantes de asilo cuya petición ha sido rechazada, pues son personas que se encuentran en una situación muy vulnerable y que pueden sufrir ansiedad y traumas emocionales. La mayoría proviene de países en conflicto, como Afganistán o Irak, y son personas que, debido a la naturaleza e intensidad de su sufrimiento psicológico, su inseguridad social y administrativa, la barrera del idioma y otros muchos factores más, tienen bastantes dificultades para acceder a servicios médicos y de apoyo psicosocial. Por ello, desde hace ya algunos años la organización tiene en marcha un proyecto desde el que se les presta este tipo de asistencia.

Desde la legitimidad que le otorga el llevar años trabajando con el colectivo de migrantes y solicitantes de asilo, tanto en estos países como en sus lugares de origen y de tránsito, MSF urge a los gobiernos de la Unión Europea para que protejan su vida y dignidad, a que faciliten su acceso a los servicios médicos y a que se les proporcione un refugio digno y adecuado, independientemente de las políticas que implanten para el control de los flujos migratorios.

Pies de foto

1 Inmigrantes subsaharianos en un campamento cerca de Tánger, Marruecos.Mientras algunos se quedan meses en casas abandonadas a las afueras de la ciudad, en condiciones insalubres y sin ningún tipo de servicios sanitarios, otros permanecen semiocultos en el bosque y cobijados por plásticos y mantas que sujetan con cuatro palos.

2 En el centro de detención de Pagani, en la isla griega de Lesvos, el número de personas detenidas ha sido muchas veces cinco veces mayor a la capacidad del recinto. A mediados del pasado mes de septiembre, más de 250 mujeres y 70 niños estaban compartiendo espacio en una celda de unos 200 m2.

3 En Italia, MSF tuvo que cerrar el pasado año su proyecto de Lampedusa debido a un brusco descenso en el número de llegadas de migrantes. Este retroceso no se debe a que haya muchas menos personas intentando alcanzar la isla, sino a que ahora es mucho más difícil conseguirlo.

4 ‘Frontera = sufrimiento’. En Francia, MSF atiende a solicitantes de asilo cuya petición ha sido rechazada, pues son personas que se encuentran en una situación muy vulnerable y que pueden sufrir ansiedad y traumas emocionales.

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Las investigaciones de Human Rights Watch en Grecia en 2008 y 2009 hicieron públicas graves denuncias de malos

tratos contra los migrantes, niños incluidos, por parte de la policía y de las patrullas costeras, detenciones prolon-gadas en condiciones inhumanas, un sistema de asilo fallido y expulsiones ilegales de migrantes a Turquía, entre ellos, posibles refugiados.

Las elecciones de 2009 en Grecia trajeron consigo un cambio de gobierno y la promesa de un nuevo enfoque. A los pocos días de su instauración, el nuevo Gobierno prometió poner freno a las prácticas abusivas por parte de la policía y revisar el sistema de solicitud de asilo. El nuevo Ministro de Protección Ciudadana anunció que Grecia ya no sería un “infierno” para los migrantes y desde entonces ha empren-dido un ambicioso proceso de reforma.

¿Significa esto que Grecia será final-mente un país más seguro para los migrantes, refugiados y menores no acompañados?

La respuesta vendrá no únicamente de Grecia, sino también de Bruselas y de los Estados miembros de la Unión Europea (UE).

Cuando a finales de 2008 presen-tamos nuestros datos sobre Grecia a los diputados de la UE, pude ver incredu-lidad y hasta consternación en sus caras. Cuando le conté a una diputada en Bruselas que todo inmigrante menor no acompañado que entra en Grecia, primero es detenido y luego abando-nado a su suerte en la calle, donde acaba luchando por una miserable supervi-vencia y expuesto a la explotación, su respuesta fue: “No me lo creo.” Puede costar creer que este tipo de actos ilegales y crueles puedan estar ocurriendo en un Estado europeo moderno. Pero ignorar esta realidad es permitir que continúe esta intolerable situación.

A pesar de las reacciones de conster-nación en Bruselas, han sido pocas las acciones en respuesta a nuestras repe-tidas llamadas a la Comisión Europea para que abriese un proceso de infrac-ción que llevase a Grecia ante el Tribunal Europeo de Justicia por haber violado el derecho de asilo de la UE. Los pocos pasos que dio la comisión fueron de tortuga y mostraban más reticencia que determinación a hacer responsables a los Estados miembros, de acuerdo con su mandato. Queda por ver lo que hará

la nueva comisión, que empezó a trabajar este año, para hacer cumplir a Grecia con los estándares de la UE.

También esperábamos un gesto más enérgico por parte de los demás países de la UE. A finales de 2008, urgimos a estos Estados a que dejasen de enviar a migrantes y a solicitantes de asilo de vuelta a Grecia, bajo el llamado Reglamento de Dublín II, debido a las constantes violaciones de derechos humanos que se estaban produciendo. Un diplomático nos respondió diciendo: “Si dejamos de hacerlo, cada vez llegarán más migrantes a nuestro país”.

Estas declaraciones reflejan un fracaso más amplio de la política de asilo e inmigración de la UE, que ejerce una presión desproporcionada sobre los países de sus fronteras externas, en lugar de asegurar un reparto equitativo de la carga en toda la Unión. El Reglamento de Dublín II establece que el país de primera entrada es responsable de examinar las solicitudes de asilo y que otros Estados de la UE pueden transferir migrantes y solici-tantes de asilo al país de primera entrada. Por motivos simplemente geográficos, Grecia es la puerta de ingreso a Europa para un gran número de migrantes procedentes de Oriente Medio, el Sureste Asiático y África, y soporta una pesada carga a cuenta de otros países de la Unión.

El Reglamento de Dublín II parte de la premisa de que las prácticas de asilo y migración de todos los países de la UE son comparables. Sin embargo, existen importantes disparidades en esta materia dentro de la Unión, con Estados como Grecia, que no ofrece ningún tipo de protección. En 2009, este país sólo concedió protección a un 0,04% de los solicitantes de asilo en primera instancia y desde el verano pasado no ha habido ningún proceso de apelación efectivo. Sin embargo, los Estados miembros de la UE siguen retornando a migrantes, solicitantes de asilo e incluso menores no acompañados a Grecia, simulando que todo va bien y aumen-tando la pesada carga del país heleno.

Cuesta no tener la impresión de que en realidad los países de la UE están la mar de contentos de poder deshacerse de los migrantes y que no les preocupa el trato que reciban a su vuelta a Grecia o más allá.

El nuevo Gobierno griego se compro-metió a poner freno al abuso policial, a revisar completamente el sistema

de asilo, mejorar los centros de detención y asegurar una correcta iden-tificación y protección de los grupos vulnerables. Por otro lado, las autori-dades nos aseguraron que las expulsiones secretas de migrantes a Turquía ya no se producen.

Arreglar el sistema no es sólo cues-tión de voluntad política, sino que también requerirá recursos –todo un reto, dada la crisis presupuestaria–. El Gobierno griego hereda un sistema de asilo que ha dejado de ser merecedor de tal nombre, una fuerza policial que comete abusos contra los migrantes de forma regular y unas estructuras de detención que son un peligro tanto para los detenidos como para el personal que trabaja en ellas. Y debe actuar rápido, puesto que de ello depende la seguridad de muchos.

La Comisión Europea debería aclarar a Atenas que puede llevar este asunto ante el Tribunal Europeo de Justicia, si las reformas planificadas no se materia-lizan. Dichas reformas deberían notarse en un acceso efectivo al asilo, en la toma de decisiones justas, en un trato humano y en la protección de menores no acompañados, y no sólo en la adop-ción de una legislación y unas políticas al respecto.

Además, los países de la UE tienen que reformar el sistema de Dublín y asegurar un reparto equitativo de la carga en toda la Unión. Por otro lado, tienen motivos legales –las constantes violaciones de los derechos humanos contra los retornados– y políticos –dar apoyo a Grecia en la colosal tarea que le espera– para dejar de devolver migrantes a Grecia. Sólo entonces la UE podrá dar pasos importantes hacia la creación de un sistema de asilo europeo común, que ofrezca a los solicitantes de asilo y a los migrantes un mismo nivel de protección en todo el territorio y dé apoyo a los países en primera línea de entrada.

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ParaguayNuevo proyecto de Chagas

La enfermedad de Chagas es endémica en Paraguay, donde se estima que entre 200 y 400.000 personas están infectadas con el parásito Trypanosoma cruzi, agente causal de la enfermedad. Casi tres millones y medio de personas están potencialmente expuestas a la infección.

En marzo de 2010, MSF empezó a trabajar en el país, donde nunca había tenido presencia anteriormente. El proyecto se abrirá en el Departamento de Boquerón en El Chaco Paraguayo, con una población diana de unas 50.000 personas. El objetivo del proyecto es garantizar que la población tenga un sistema de atención integral (prevención, diagnóstico y tratamiento) para la enfermedad de Chagas, ya que los servicios de salud existentes no tienen capacidad para diagnosticar y tratar a los enfermos. Los grupos prioritarios serán niños, adolescentes y mujeres embaraza-das y/o en edad fértil, aunque la población adulta general de ambos sexos también tendrá acceso a diagnóstico y tratamiento.

El proyecto de Boquerón supone una innovación en el enfoque operacional, ya que combinará varias estrategias utilizadas hasta ahora. Por un lado, se utilizará el trabajo directo con la comuni-dad para tratar el máximo número de niños, adolescentes y poblaciones más excluidas (por dificultad de acceso). Por otro lado, se trabajará en la capacita-ción y fortalecimiento del sistema de salud existente para mejorar el acceso a diagnóstico y tratamiento de toda la población general.

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ChileIntervención de emergencia por el terremoto

El pasado 27 de febrero, Chile sufrió un seísmo de magnitud 8.8, en lo que fue la peor tragedia natural vivida por el país desde 1960. Ese mismo día ya estaba viajando hacia allí un equipo de MSF para evaluar las necesidades de la población afectada.

La intervención de MSF se concentró en las regiones más devastadas de Maule y Bío Bío. En la zona costera, un fuerte tsunami siguió al terremoto y obligó a sus habitantes a refugiarse en los sectores más altos de los cerros. Mucha gente perdió su casa y todas sus pose-siones, y tuvo que acampar precariamente en refugios improvisados. Ante esta situación, una de las prioridades de MSF fue la distribución de artículos de primera necesidad para mejorar las condiciones de vida de los damnificados. MSF entregó kits de higiene (que contenían productos como jabón, pasta dentífrica y toallas), mantas, bidones para agua, lonas de plástico y rollos de cuerda para refugio a más de 5.000 familias. La organización también realizó donaciones de insumos médicos para cubrir necesidades puntuales en 17 hospitales y centros de salud, y llevó a cabo consultas médicas a través de clínicas móviles.

Además, debido a que las fuertes réplicas del temblor generaron gran tensión y temor entre la población, dos equipos de psicólogos de MSF brindaron atención de salud mental a través de consultas psicológicas directas, talleres grupales y capacitaciones a voluntarios.

MSF desde el terreno

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SFRDC MSF atiende a las víctimas civiles del conflicto en Hauts Plateaux

Los intensos combates a principios de febrero entre el ejército congoleño y diversos grupos de rebeldes armados en esta región de la República Democrática del Congo (RDC) obligaron a huir de sus aldeas a más de 10.000 personas que se refugiaron en Mukumba. Un equipo de MSF ofreció asistencia médica de emergencia a las familias desplazadas y, desde entonces, ha atendido en el pueblo de Kihuha a más de 750 pacientes, en su mayoría aquejados de diarrea aguda e infecciones respiratorias.

Otro equipo de MSF especializado en cirugía de urgencia llegó pocos días des-pués de los enfrentamientos al hospital de la cercana población de Katanga, donde operó a los civiles, varios de ellos niños, que resultaron heridos en la confrontación. Sin embargo, el equipo médico ha podido hacer muy pocas operaciones, pues la gente tiene miedo de desplazarse hasta Katanga a causa de la intensidad de los ataques.

Hauts Plateaux es un área aislada de la región de Uvira, Kivu Sur, con montañas de hasta 3.000 metros de altura y sin ca-rreteras. Actualmente, MSF es la única organización humanitaria internacional que presta atención médica directa en la zona. Los equipos se enfrentan a enormes desafíos en su esfuerzo diario por aten-der a las familias desplazadas, debido a las grandes distancias que separan a las poblaciones y a las difíciles condiciones del terreno.

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Zambia MSF responde al peor brote de cólera en años en Lusaka

A finales de enero estalló un brote de cólera en Zambia que hasta el momento se ha saldado con más de 6.000 casos y 120 muertos en todo el país. De ellos, 5.640 casos y 96 muertos corresponden a Lusaka, la capital, donde MSF ha desplegado a sus equipos para atender la emergencia.

Nuestro personal trabaja las 24 horas del día para tratar a los afectados y controlar la propagación del virus a través de actividades de agua y sanea-miento y de información a la población en la capital.

MSF ha abierto tres centros de tratamiento de cólera en los suburbios de Matero, Chawama y Kanyama, con capacidad para 567 camas, y presta apoyo a 17 unidades de tratamiento. Debido a la gravedad del brote, MSF está ampliando su intervención en colabora-ción con el Ministerio de Salud del país. Hasta el momento, cerca de 5.000 pacientes han sido atendidos en instala-ciones apoyadas por MSF.

Los equipos de agua y saneamiento de MSF suministran más de 500.000 litros de agua clorada al día a los barrios afectados de Lusaka y desinfectan las casas de los pacientes contagiados.

El cólera es endémico en Zambia. En los últimos años, Lusaka ha sufrido repetidos brotes durante la estación de lluvias, que se han agravado debido a la falta de acceso a agua limpia o de sistemas de drenaje y saneamiento.

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Uganda Nuevo proyecto de lucha contra la enfermedad del sueño

MSF está poniendo en marcha un nuevo proyecto para diagnosticar y tratar la tripanosomiasis humana africana, más conocida como enfermedad del sueño, en la región del Nilo Occidental, en el noroeste de Uganda. El programa se abre después de que una evaluación sobre el terreno, llevada a cabo por MSF el pasado año, confirmara un aumento de casos en la zona. Los equipos de MSF trabajarán en colaboración con el Ministerio de Salud ugandés para atender a los enfermos, formar al personal nacional, así como mejorar la capacidad de varios laboratorios y la vigilancia epidemiológica de la región.

La enfermedad del sueño es una de las más olvidadas del mundo. Transmitida por la mosca tsé-tsé, se da sobre todo en zonas rurales y pobres de África, donde la mayoría de enfermos no tienen acceso a diagnóstico ni tratamiento. Durante décadas, no ha habido investigación y desarrollo (I+D) específica para esta enfermedad. MSF tiene previsto colaborar en este proyecto con la Organización Mundial de la Salud, a través de su programa especial de investigación para enfermedades tropicales (TDR por sus siglas en inglés), para comprobar sobre el terreno la efectividad del tratamiento con pentamidina durante tres días. Un nuevo régimen terapéutico que supondría un gran avance para los enfermos, que deberían estar menos tiempo en el hospital, y también simplificaría los programas de lucha contra la enfermedad.

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Darfur (Sudán)MSF reabre un hospital en Tawila

MSF reanudó las actividades médicas en el hospital de Tawila, al norte de Darfur, en colaboración con el Ministerio de Salud sudanés en octubre de 2009. MSF había empezado a trabajar en Tawila en julio de 2007, pero tuvo que suspender sus actividades médicas varias veces debido a la inseguridad en la zona, la última en diciembre de 2008. Hoy el hospital ha sido rehabilitado y el equipo sanitario de MSF da apoyo al Ministerio de Salud en la prestación de atención primaria y secundaria a la población de Tawila. Las actividades incluyen servicios nutricionales, atención de salud reproductiva, apoyo psicológico y promoción de la salud comunitaria. MSF también apoyará al ministerio a través de formación, capacitación y pago de incentivos al personal sanitario.

El hospital dispensa asistencia gratuita a las 28.600 personas que viven en Tawila y sus alrededores, incluidas las poblaciones desplazadas de los campos de Rwanda, Dali y Argo. Allí el Ministerio de Salud proporcionaba servicios de atención sanitaria en una tienda de campaña. MSF decidió renovar un viejo edificio del ministerio para asegurar la sostenibilidad de los servicios médicos, mejores condiciones de higiene y saneamiento, y el confort y bienestar de los pacientes.

En enero y febrero de 2010, se realizaron conjuntamente más de 6.000 consultas externas, 770 vacunaciones de mujeres y niños, 750 controles prenatales y se dio asistencia nutricional a 246 niños menores de 5 años.

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MSF83 10Primer plano

Ya han pasado más de cuatro meses desde el terremoto que asoló Haití el pasado 12 de enero, dejando un rastro de destrucción sin precedentes, de más de 200.000 muertos y cientos de miles de heridos. Aunque una vez pasada la fase de emergencia aguda, Haití desapareció rápidamente de las noticias, sobre el terreno las necesidades siguen siendo enormes. Cientos de miles de personas viven en condiciones de extrema precariedad y necesitan más que nunca atención médica y asistencia material para afrontar un futuro todavía incierto.

Afrontar el futuro en Haití

las consultas de MSF han sido infecciones respiratorias, diarreas y paludismo, todas ellas relacionadas con las precarias condiciones de vida.

En un país en el que el 60% de los hospitales han sido fuertemente dañados o completamente destruidos, MSF se esfuerza además por ofrecer atención de salud secundaria, por ejemplo con servicios de obstetricia. Desde enero, se han atendido más de 2.000 partos (entre ellos, más de 200 cesáreas) en las estructuras de salud de MSF. “Muchas mujeres ven el embarazo como una desgracia, especialmente las que han perdido a su marido y no tienen los medios para criar a un niño”, explica Nadia Blaise, matrona de MSF. “Pero también son muchas las que lo ven como una bendición, las que perdieron un hijo en el terremoto y tienen la oportunidad de tener otro”.

haber hecho más para salvarles. Y para los que no han encontrado el cuerpo, es muy difícil hacer el duelo. También vemos a mucha gente angustiada por el futuro, gente que ha perdido su trabajo y tiene problemas económicos, o personas preocupadas por sus condiciones de vida y el aumento de las lluvias”.

Además de las actividades médicas y ante la difícil situación de los muchos haitianos que viven en campos improvi-sados, donde las condiciones de vida y de higiene son muy deficientes, MSF ha dado también asistencia a decenas de miles de desplazados, llevando a cabo actividades de agua y saneamiento, y repartiendo materiales de primera necesidad, abrigo y cobijo.

Con el aumento de las lluvias y la próxima llegada de la temporada de huracanes, aumentan los riesgos para la salud de la población de los campos. En las últimas semanas, las principales patologías que se han observado en

La intervención de MSF ha ido creciendo y adaptándose a unas necesidades cambiantes desde los primeros días que siguieron al terremoto. Después de

una primera fase en la que la prioridad era atender a los heridos graves que estaban en peligro de muerte, los equipos médicos de MSF se centraron luego en asegurar el seguimiento postoperatorio de los heridos, incluidos servicios de rehabilitación y fisioterapia, y en ofrecer atención psicológica a las víctimas.

“Mucha gente nos llega con signos de ansiedad y estrés. Sufren de insomnio, han perdido el apetito o tienen palpita-ciones”, explica Réginald Vorcy, uno de los psicólogos que trabaja en el centro de salud que MSF ha abierto al lado de uno de los principales campos de despla-zados de Puerto Príncipe. “Algunos que han perdido a seres queridos se sienten culpables, piensan que deberían

Por el Servicio de Información

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‘‘A pesar de la prótesis, seguiré siendo la misma’’

‘‘De momento prefiero quedarme porque no tengo casa’’

‘‘Podemos hablar, hacer bromas y cantar’’

Shella Dorcéus es una chica de 28 años que se encuentra hospitalizada en uno de los centros de rehabilitación de MSF en Puerto Príncipe. Cuando se produjo el terremoto, Shella estaba con su hermana mirando la televisión en casa de una amiga. No tuvieron tiempo de salir y el techo les cayó encima. Su hermana Beta murió al instante y la pierna de Shella quedó atrapada bajo los escombros. No llegó a un hospital hasta ocho días después del seísmo. La herida ya estaba muy infectada y los médicos no tuvieron otra opción que amputarle la pierna. A principios de marzo la transfirieron al centro de MSF en el barrio de Sarthe y desde entonces se está recuperando lentamente. Ya ha ganado en movilidad y los médicos de MSF han estado prepa-rando su pierna para poder ponerle una prótesis:

“Estoy bien aquí. Estoy con gente que se encuentra en la misma situación que yo. Podemos hablar y esto me ayuda a no preocuparme demasiado. Cuando me pongan la prótesis y pueda salir de aquí quiero terminar mis estudios de contabilidad y luego encontrar un trabajo para ayudar a mi familia. Estaré bien, sigo siendo la misma Shella. A pesar de la prótesis seguiré siendo la misma persona”.

Marie Mireille Dessables es una asistente de enfermería del barrio de Carrefour, a las afueras de Puerto Príncipe. Cuando empezó el terremoto, se encontraba en la calle esperando un tap tap (el nombre local para los taxis colectivos) y una casa se le derrumbó encima. Quedó malherida en la pierna izquierda y la mano, y pasó esa primera noche en la calle. Al día siguiente, gente de su familia la encontró y la llevó a la consulta de un médico privado que le dio asistencia básica. Al cabo de cinco días la llevaron a un hospital de MSF, donde la operaron, y a finales de febrero la mandaron al centro de rehabilitación:

“He mejorado desde que estoy aquí. Cuando entré, tenía la pelvis paralizada. Pero con los ejercicios que hacemos estoy mejorando. Mi mano también está mejor, ahora puedo mover los dedos y sujetar cosas. No cosas muy pesadas, pero, bueno, ya es una mejora. He hecho muchos amigos aquí. Podemos hablar, hacer bromas y cantar. Y tengo mi Biblia, mi canto de esperanza”.

Antes del terremoto, Judette Jusmé, una chica de 28 años, trabajaba en el labora-torio del hospital central de Puerto Príncipe. El 12 de enero, cuando la tierra empezó a temblar, se encontraba en casa cocinando. Una viga de hormigón le cayó sobre la pierna y quedó también herida en la cabeza. Fue ella quien encontró a su hermana pequeña, su prima con su niña y su novio, todos ellos fallecidos:

“Mis padres son de Cap Haitien (una localidad del norte del país); han tenido que dejar su casa y venir aquí para cuidarme. No tienen trabajo aquí, normalmente era yo quien trabajaba para mantener a la familia. Cuando pienso en ello, me pongo a llorar, me estreso, no puedo dormir. Cuando salga de aquí tengo la esperanza de encontrar un trabajo para ayudar a mi familia, pero de momento prefiero quedarme porque no tengo casa”.

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La organización propone a los visitantes de esta exposición que, durante 15 minutos, asuman el papel de uno de estos enfermos sin acceso a diagnóstico y tratamiento, y que puedan conocer los desafíos a los que se enfrentan millones de enfermos sin recursos condenados al olvido.

La muestra se estructura bajo dos tiendas. En la primera, es el azar el que determina bajo qué enfer-medad los visitantes recorren la exposición: un juego de dados les convertirá en enfermos de sida pediátrico, malaria, tuberculosis, Chagas, kala azar o enfermedad del sueño, tras lo que pasarán a conocer, mediante testimonios y fotografías de Juan Carlos Tomasi, las historias reales de pacientes tratados en los centros de salud de MSF. El recorrido se realiza con el apoyo de auriculares. En la segunda tienda, se replican las instalaciones de numerosos centros de salud de MSF en el terreno, con el fin de que los visitantes conozcan en qué condiciones se presta la asistencia médico-humani-taria de emergencia.

La exposición se enmarca en la campaña Yo no olvido, dedicada a los enfermos olvidados, y que arrancó con el lanzamiento de la web yonoolvido.org en noviembre de 2009. A través de vídeos, fotografías y mapas, los internautas pueden infor-marse sobre los desafíos que plantean seis enfermedades olvidadas a quienes las sufren y conocer los testimonios de pacientes de Zimbabue, República Centroafricana, Etiopía, India, Camboya, Bolivia y Armenia, así como de personal sanitario de los proyectos de MSF en el terreno; también pueden pedir un “pack de activista” para difundir esta iniciativa en su entorno.

La exposición visitará hasta finales de junio una docena de ciudades, entre ellas, Palma de Mallorca, Alicante, Murcia, Linares, Cádiz, Alcalá de Henares, Madrid, Pontevedra, Gijón, Logroño y Bilbao. Puedes consultar en www.msf.es cuándo llegará a tu ciudad.

Noticias MSF

Exposición itinerante ‘Enfermos olvidados’ El pasado 8 de abril se inauguró en Zaragoza la exposición Enfermos olvidados. Una muestra interactiva en la que el visitante puede ponerse en la piel de un paciente de malaria, tuberculosis, sida pediátrico, enfermedad del sueño, Chagas o kala azar, seis enfermedades olvidadas que MSF trata en sus proyectos.

Mujeres en situaciones de crisis: vulnerables y poderosasEl pasado mes de abril se inauguró en la Antigua Plaza del Pescado de Oviedo la exposición Fisrt Ladies, en la que MSF rinde homenaje al papel de las mujeres en situaciones de crisis. Ellas son las primeras en sufrir los efectos de la guerra y suelen pagar un precio muy alto como víctimas fáciles de los grupos armados, pero también como pacientes con necesida-des especiales si están embarazadas. Más allá de su vulnerabilidad, la mujer es el pilar de la familia en estas situaciones: asegura la protección de los hijos, da los primeros cuidados en caso de enfermedad y asume las principales tareas de sustento y refugio.

Las imágenes y testimonios recogidos en la República Democrática del Congo (RDC), sur de Sudán y Nepal dan cuenta de la extrema vulnerabilidad de la mujer en estas situaciones, pero también de la fuerza con la que aseguran la supervivencia de sus familias cuando se desencadena una crisis. Son extremadamente vulnerables, pero al mismo tiempo son extraordinariamente fuertes y poderosas.

Fisrt Ladies estará expuesta en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia entre el 19 de mayo y el 10 de septiem-bre, y podrá visitarse en el Jardín Tropical de la Estación de Atocha (Madrid) a partir del 13 de septiembre.

Primera edición de ‘MSF por dentro’ en MadridEl pasado 25 de marzo se celebró en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid la primera edición de MSF por dentro.

Con la intención de que los socios y donantes que nos apoyáis de forma regular conocierais más de cerca y en primera persona el trabajo que hacemos en el terreno, el acto mostró la respuesta de MSF a la emergencia de Haití.

Queremos agradecer muy sinceramente el enorme interés de los socios de Madrid por asistir a este acto y lamen-tamos no haber podido dar cabida, debido a la limitación del aforo, a todas las personas que quisieron asistir.

MSF se une a la campaña ‘Legado solidario’MSF se ha unido a Legado solidario, una campaña infor-mativa en la que participan 18 ONG con el objetivo de dar a conocer esta vía de colabora-ción entre la sociedad.

En ella se explican los distintos tipos de testamentos, cómo se distribuye una herencia, qué se puede dejar en herencia o legar a una ONG, y se facilita una guía con recomendaciones de los pasos a seguir en caso que se desee hacer testamento y dejar una herencia o un legado solidario a una o varias ONG.

Si quieres conocer la campaña, entra en: www.legadosolidario.org

Si quieres solicitar el dossier informativo de MSF sobre herencias y legados, llama al 902 250 902. ©

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Informe de empresas 2009A partir del mes de junio estará disponible el Informe 2009 de empresas y entidades solidarias, documento que un año más hace balance de las colaboraciones de MSF con las empresas y otras entidades como fundaciones. Incluye todas las que son (excepto las que pidieron conservar el anonimato) y recoge testi-monios de algunas de las que supimos fidelizar y repitieron con nosotros, así como algu-nas nuevas que por fin dieron el paso. Otros contenidos son las emergencias que fueron sufragadas gracias al Fondo de Emergencias, al que tantas empresas contribuyen desde hace años, y un especial agra-decimiento por la fantástica respuesta de este sector tras el terremoto de Haití.

CAN: movilizando ideasLa Caja de Ahorros de Navarra (CAN) se moviliza como pocos al ritmo de las emergen-cias. Es una de esas entidades solidarias de las que siempre hemos recibido una respuesta rápida y, además, positiva, cuando les hemos solicitado apoyo ante intervenciones de emergencia. Las últimas dos veces, durante el terremoto de Sumatra, en Indonesia, en octubre de 2009, y ante el terremoto de Haití en enero de este año. Pero el compromiso de la Fundación Caja Navarra va mucho más allá. Desde su Banca Cívica promueven el programa Tú eliges, tú decides, en el que permiten a cada uno de sus clientes decidir a qué proyecto quieren destinar su parte de obra social. Cada día son más las aportaciones que en MSF estamos recibiendo para financiar el proyecto de desnutrición infantil en India.

Colaboración de LAN Argentina con MSFLa compañía aérea LAN Argentina colaboró con la intervención de emergencia de MSF en Chile, facilitando el traslado sin cargo de los profesionales sanitarios y logistas de la organización, desde la oficina de MSF en Buenos Aires a Santiago de Chile.

Un equipo compuesto por médicos, enfermeros, psicólo-gos y logistas integró la misión de MSF en las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 8,8 que afectó a Chile el pasado 27 de febrero.

Titan Desert 2010: una colaboración “extreme”A los amantes del ciclismo les gustará saber que Specialized España se ha propuesto un doble reto. El primero, peda-lear por territorio marroquí participando en la Titan Desert 2010, a lo largo de 500 kilóme-tros de desierto. El segundo, hacerlo de forma solidaria, ani-mando a colaboradores, clien-tes y seguidores a comprar los kilómetros que recorrerán, a 10 euros cada uno.

Esta iniciativa solidaria la han comunicado a través de su web, mails, notas de prensa y Facebook, y todo el dinero recaudado será desti-nado íntegramente al Fondo de Emergencias de MSF. Serán un total de 23 ciclistas los que se enfrenten a este reto apadrinado por Alberto Contador. Desde MSF agrade-cemos sinceramente el gran esfuerzo realizado y enviamos a todos los corredores energía para superar cada uno de los kilómetros solidarios de esta dura carrera.

A estas alturas, los pacientes tratados por MSF ya rondan los 100.000 y se han realizado unas 5.000 intervenciones quirúrgicas. También ha habido un gran despliegue de servicios postoperatorios, de apoyo psicológico y de fisioterapia, y ya se han resta-blecido gran parte de los servicios de atención primaria y obstetricia que MSF ofrecía antes del terremoto.

Como organización médi-co-humanitaria, MSF se centra principalmente en la atención de salud, pero debido a las condiciones de vida extremadamente difíciles a las que aún hoy se enfrentan muchos haitianos –más de un millón de personas viven en campamentos improvisados donde el acceso a alimentos, agua, higiene y atención médica son deficientes o inexistentes–, también se han tenido que llevar a cabo numerosas actividades de agua y saneamiento, y de reparto de materiales de primera necesidad.

Las oficinas de MSF en todo el mundo recibieron donaciones privadas por valor de más de 87 millones de euros para dar apoyo a las víctimas y por ello la organi-zación quiere agradecer públi-camente la impresionante respuesta de sus donantes.

Hasta el 1 de abril, MSF había gastado o había comprome-tido el gasto de alrededor de 40 millones de euros en su labor médico-humanitaria y actualmente está definiendo la forma y el alcance de sus operaciones durante los próximos años, más allá de la fase de emergencia. La organi-zación calcula que gastará aproximadamente 70 millones de euros sólo en 2010 y se propone seguir prestando asistencia médica a la pobla-ción haitiana tanto tiempo como sea necesario.

Tras el terremoto que el pasado 12 de enero asoló Haití, más del 60% de las estructuras médicas de algunas de las zonas más afec-tadas quedaron dañadas o destruidas. Por ello, MSF pide que los planes de ayuda y reconstrucción, que el Gobierno haitiano y los países y agencias donantes están empezando a poner en prác-tica, prioricen la construcción de estructuras médicas que tengan fondos, suministros y personal médico suficientes para atender las necesidades de la nación en materia de salud. Asimismo, MSF recuerda la importancia de que estas estructuras sigan siendo ampliamente accesi-bles para la población haitiana.

Haití, cuatro meses después Ya han transcurrido más de cuatro meses desde el terremoto de Haití. Hoy en día, MSF desarrolla nuevas estrategias con el fin de poder responder a las necesidades de la población tanto a corto como a largo plazo.

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MSF83 14En otras palabras

A quienes sólo conozcan a David Cantero de chaqueta, la del informativo de TVE, puede que les sorprenda saber que fue reportero durante 15 años. Dice que el posible relato de aquella experiencia en los peores rincones del mundo se titularía El sutil aroma de la muerte o Los malditos infiernos de la humanidad. Porque también es escritor, fotógrafo, dibujante... si quieren leerle con regularidad y conocer la trastienda del Telediario, sigan su blog El Tedé que no se ve.

‘‘Nuestra obligación como periodistas es recordar las crisis olvidadas’’

Entrevista a David CanteroPor Cecilia Furió, Servicio de Información

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¿Y cómo es esa trastienda?Un Telediario es un producto muy complejo de apariencia sencilla. Su elaboración es extremadamente compli-cada y rigurosa: mucha gente, muchos condicionantes y niveles de exigencia que no encajan con el tiempo que tienes. Es como si tuvieras que hacer un jarrón chino cada día bajo la presión de una prisa a veces extrema, con cualquier tipo de arcilla, la que haya, mucha o poca, incluso barro del peor y sin poder esperar a que el horno alcance la temperatura precisa... Hay mañanas en que, desde que pones la radio o lees un periódico, ya tienes clarísimo qué noticia abrirá. Otras es muy complicado, no hay de dónde tirar o hay demasiado.

Se diría que hay una información con vida propia, que siempre es noticia, y otra, como la humanitaria, que depende de que el periodista se arremangue.Hay periodistas dispuestos siempre a arremangarse y otros sin tanta predisposi-ción. Los telediarios se alimentan de actualidad, de lo último. Las crisis olvi-dadas no suelen caber precisamente por eso, a no ser que alguna percha nos permita recordarlas, que algún acontecimiento de plena actualidad las devuelva a titulares... Sí caben, y eso lo hacemos con frecuencia en TVE, en otros formatos más cercanos al reportaje largo o al documental (En portada, Crónicas, Documentos TV, Informe Semanal), que acogen esas historias desplazadas por la frenética actualidad de los informativos diarios.

¿Falta también interés en la sociedad?El espectador se cansa pronto, mucho antes de lo que imaginamos, de las grandes catástrofes. Cuando se vive un gran drama en algún lugar del mundo, al principio hay un gran reclamo de información, de historias humanas e imágenes. Luego, poco a poco, se va perdiendo el interés. Las tragedias agotan a los televidentes, llega un momento en que ya no quieren saber más. Pasa algo parecido con las crisis olvidadas, no todo el mundo quiere que se las recuerden cada día. Pero nuestra obliga-ción como periodistas es hacerlo.

Y las organizaciones humanitarias, ¿explicamos bien el mensaje? Lo explicáis bien, pero a veces no tenéis en cuenta esto que te digo. Los medios se nutren de lo más actual y buena parte de la sociedad tiene una limitadísima necesidad de saber lo mal que van las cosas en este planeta. Me parece un error y un horror que sea así, pero pasa cada vez con más frecuencia: hay más posibilidades de

Y las ONG intervenimos porque los responsables no actúan, ¿pero quizás éstos no actúan porque intervenimos?En cierto modo es así. Pero ¡menos mal que existen las ONG! Si la actuación ante tanta desdicha dependiera por completo de los gobiernos de los países de este planeta de locos, estaríamos perdidos, aún más perdidos. Es necesaria vuestra lucha contra la desgracia, vuestra ayuda a los más necesitados, pues éstos suelen estar dejados de la mano de los poderosos, de los que más tendrían que hacer por evitar tanta miseria e injusticia. Las ONG pueden no ser perfectas, pero son imprescindibles.

Si explicaras a futuros periodistas cómo informar responsablemente sobre una crisis, ¿qué les recomendarías?Que, por encima de la pasión periodística, de la dictadura de la inmediatez, del ansia de la exclusiva, deben prevalecer siempre la prudencia, la compasión, el sentido común, el respeto, la piedad, lo mejor de la esencia del espíritu humano. Los periodistas podemos llegar a ser muy mezquinos. Nuestra función es informar, por supuesto, contar lo que sucede, pero sin olvidar que tras la gran noticia suele haber gente que sufre. De eso se nutren muchas de nuestras crónicas, del sufri-miento humano, y esto debe tratarse con gran delicadeza. Es un material extrema-damente sensible.

Has trabajado mucho en África. ¿Qué noticia te gustaría dar? He tenido la suerte y la desgracia de viajar por muchos países africanos, 22 creo recordar. No sabemos mucho de África, por no decir nada, de ese territorio inmenso, doliente y maltratado. A los periodistas nos queda muy lejos. Y está lleno de dramas absolutamente olvidados. Desde que empezaron a llegar miles de personas huyendo de las tremendas fatalidades que les acosan, parece que les prestamos algo más de atención, pero es muy superficial, bastante ficticia. Los problemas de los africanos nos estallarán algún día en la cara, y ese día tal vez ya no esté tan lejano. Nuestros gobernantes parece que empiezan a comprenderlo, a asustarse, a darse cuenta de que o solucionan algunos de sus problemas o pagaremos las consecuencias de tanta dejadez, de tanto abandono, cinismo y crueldad. No podemos seguir mirando hacia otro lado…

Como soléis decir, “dame el titular”...Es algo muy difícil. Tal vez: África ha dejado de ser el tercer mundo. ¡Qué utopía!, ¿no?...

informarse, más inmediatez, pero menos ganas de hacerlo. Yo soy de los que piensan que merecéis mucha más atención por parte de los medios, pero éstos suelen estar ocupados en lo inmediato.

Fuiste reportero durante 15 años. ¿Qué te afectó más?Viajando por algunos de los peores lugares del mundo, esos que tan bien conocéis vosotros, tuve oportunidad de ver de cerca cosas realmente terribles, difíciles de soportar y olvidar. Cosas que miras amparándote en la visión en blanco y negro del visor de la cámara, que te blinda ante escenas infernales. Lo que más me ha afectado siempre ha sido el sufrimiento de los más pequeños, niños y niñas que nacen en medio de lo peor que uno pueda imaginar, condenados, sin esperanza, sufriendo hambre, sed, violencia, vejaciones, muerte...

Treinta años de profesión dan para muchas noticias sobre guerras y para la constatación periódica de que se van enquistando.Mira, en mi novela El hombre del baobab, describo la situación que se vivía en parte del continente africano, concretamente en el Congo belga, en los años sesenta. Medio siglo después, la situación en lo esencial no ha cambiado, incluso ha empeorado. Se repiten de forma macabra las mismas miserias, las mismas cruel-dades, la misma sangre derramada, los mismos repugnantes intereses e injusti-cias detrás de tanta desgracia y tanta muerte. Es muy lamentable. El ser humano, tan dotado para realizar grandes prodigios, es a la vez la carcoma de este planeta, el animal más dañino y cruel, el más destructivo y vil. África es el mejor ejemplo de lo que digo, pero no es el único territorio fértil para los horrores. Repasar la historia de la humanidad es desalentador.

¿Esto es síntoma de que la comunidad internacional no sabe resolver conflictos o estamos ante una gigan-tesca dejación de responsabilidades?La comunidad internacional, ese concepto abstracto y bastante absurdo, ha demostrado una y mil veces ser un ente ineficaz, incapaz y bastante egoísta. Mientras en este planeta haya quien muera de hambre y sed, no podremos hablar de justicia, de igualdad o de humanidad. La dejación de responsabili-dades parece irresoluble e infinita.

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Una forma de prolongarel compromiso solidarioIncluir a MSF en el testamento es contribuir a que,en el futuro, la asistencia médica independientesiga llegando a quien más la necesita.

Solicítanos el dossier informativo de MSF sobreherencias y legados, y tendrás información sobre:• Por qué es recomendable hacer testamento• Los diferentes tipos de testamento• Cómo se divide una herencia• Qué es un legado• Qué puedes dejar en herencia o legar a MSF

Basta con que llames al 902 250 902 o envíesun email a [email protected]. Te lo enviaremos sin ningúncompromiso y con absoluta confidencialidad.

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HERENCIAS Y LEGADOS