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TRIBUNA ABIERTA 9 Enero, lunes 10 del 2011 NUEVO NORTE C on el recital poético “El can- to del zorzal, entre ponchos y sombreros”, de Eliseo León Pretell, realizado en Contu- mazá el pasado 11 de Diciembre, nacen, en mí, algunas ideas prácti- cas sobre la política cultural que es necesario elaborar a corto, media- no y largo plazo; y que, ahora, es menester intercambiar no sólo con los alcaldes y regidores de cada uno de los distritos de la provin- cia, sino, también, de todos y cada uno de los trabajadores del arte, la literatura, la artesanía, el turismo, el medio ambiente, la educación estatal y privada, la pequeña y micro empresa y, en general, con todos los habitantes del campo y la ciudad que se sientan ser parte integrante de este gran proyecto, pues la cultura jamás ha estado al márgen de la economía y la políti- ca en su largo devenir histórico de transformación social. Y la primera idea que debe asumir nuestra conciencia social, es el deber de rescatar y revalorar a nuestra idiosincrasia cultural, basada en la rebeldía innata y la ironía sacrosanta que la caracteri- zan; la cual, obviamente, debido al lastre republicano de la emigran- ción del campo a la ciudad, está en nuestros genes no sólo inter- distritales, sino también interpro- vinciales y regionales, como lo demuestra la práctica de ese divor- cio geográfico entre Contumazá y Cascas, que debido a la medio- cridad intelectual y política de los gobernantes de turno, a partir de 1990, olvidando que ambos distri- tos están hermanados por la san- gre y por el acervo cultural de 120 años de convivencia provincial, hiciéron posible dicha separación; y que, ahora, pese a quien le pese, ni uno ni otro distrito puden negar nuestro parentesco sanguíneo, so- cial y cultural; así como no se pue- de negar nuestro vínculo familiar con las provincias de La Libertad con que limita Contumazá. La primera idea práctica y fá- cil de ejecutar por las municipa- lidades de Chilete, Toledo, Guz- mango, San Benito, Cupisnique, Yonán, Tantarica y Contumazá, es recomocer las casas de la ciu- dad y el campo donde naciéron y viviéron, a lo largo de la vida re- publicana, las personalidades más representativas del arte, la litera- EL CANTO DEL ZORZAL Y LA POLÍTICA CULTURAL DE CONTUMAZÁ Por Diómedes Morales Salazar * tura, la ciencia, la historia, etc., etc., distinguiéndolas con sus pla- cas recordatorias, como debe ser; para iniciar así el largo camino de revalorar a nuestros escritores, artistas, científicos y héroes inde- pendentistas en general, que sien- do ya parte indesligable de nuestra idiosincrasia cultural, están toda- vía marginados y olvidados. Tarea con la cual, además, se promueve el turismo artístico, literario, his- tórico y científico entre los estu- diantes del lugar y los visitantes en general. Pero las municipalidades debe- rán también expropiar las vivien- das de quienes cuyo prestigio his- tórico, nacional e internacional, es necesario convertirlas en museos culturales (como, por ejemplo, en Guzmango, la casa de Abundio Sagástegui Alva, uno de los tres botánicos más importantes del mundo; en Contumazá, la casa de Eduardo Pretell Zárate, médico de prestigio internacional; de Ma- rio Florián Díaz, poeta traducido a diferentes idiomas y uno de los más importantes aedas perua- nos del siglo XX; del arqueólogo Walter Alva Alva, prestigiado in- ternacionalmente por sus descu- brimientos del Señor de Sipán; y, por supuesto, las del primer poeta andino contumacino, Fidel Zára- te Plasencia, y de Marco Antonio Corcuera, entre otros; en Chilete, la casa de su primera poeta, María Alva Rodríguez; en San Benito, la del poeta César Adolfo Alva Les- cano; haciendo lo mismo con las viviendas de las personalidades de Toledo, Cupisnique, Yonán y Tantarica), priorizando así nuestra identidad cultural. Toca aquí decir algo sobre la vi- vienda campesina de Eliseo León Pretell, cedida de buena voluntad por sus familiares el día de la visi- ta a Silacot como parte del recital poético indicado, para convertirla posteriormente en Museo Cultu- ral; para cuya realización práctica, en mi opinión, lo más lógico es que previamente se organice una Fundación Cultural denominada “Eliseo León Pretell”, donde, para su administración, esté involu- crada la familia del poeta y todos los silacotinos que de buena gana quieran trabajar por la cultura en este Caserío. Pues, si ya el centro educativo de ese lugar lleva su nombre, gestionado por los profe- sores y padres de familia, es justo que ellos y los alumnos se involu- cren también en este gran proyecto cultural. Además, este ejemplo ha seguir, debe ser imitado por todos los ca- seríos que conforman la provincia. Así, por ejemplo, referente a Con- tumazá, en Cosiete la escuela debe llamarse “Tío Lino León”; en Salcot, sin duda alguna, debe llamarse “Abel (Poncho) Castillo Zárate”; en Chanta, “Armando Re- voredo Iglesias”, nuestro émulo de Jorge Chávez; etc., etc., para que así, enseñando en los colegios quie- nes son en realidad las figuras más emblemáticas de la cultura oral y escrita, se vaya transformando la conciencia social hasta alcanzar en la práctica nuestra idiosincra- sia cultural. Pero, además, hay que preguntarse si los nombres de las calles y de los centros educativos e institutos superiores existentes en nuestros distritos y caseríos de la provincia, concuerdan o no con nuestra idiosincarasia cultural o es menester cambiarlos, como se deben cambiar las costumbres y tradiciones negativas y mantener las positivas; pues la sociedad que aspiramos, democrática y partici- pativa, no tiene nada que ver con el pasado vergonzante y sí mu- cho con el devenir histórico de la transforamción social. Otro de los aspectos a tener en cuenta, es la obligación municipal de erigir la Plazuela de la Cultu- ra en la capital de la provincia y en cada uno de los distritos que la constituyen, donde deben estar los bustos de las figuras más em- blemáticas del lugar. Asimismo, el turismo cultural exige, como se da ya en otras partes del Perú, que las personalidades más representati- vas del arte, la literatura, la histo- ria y la ciencia (y en mi opinión, todos los trabajadores de la cultu- ra en general, como tiene derecho cualquier hijo de vecino), estén en- terrados en el Cementerio General de su lar natal, y no en otro sitio; pues ellos, como hijos predilectos e ilustres de sus pueblos, de acuer- do a su valor y calidad cultural, sirven también de atractivo turís- tico de gran envergadura. Política cultural municipal es también crear y mantener el Fondo Editorial para publicar las obras E n el pasado mes de noviem- bre, exactamente el domingo 7, durante un almuerzo cele- brado en Mérida ( México) pregunté y pedí, ante unos trescientos direc- tores y editores de prensa, al fla- mante presidente de Colombia Juan Manuel Santos, principal orador del evento, que nos hablara sobre sus nuevas relaciones con el presidente Chávez. Santos comenzó su respuesta con una pregunta: “¿Usted me pregunta sobre mi nuevo mejor amigo el pre- sidente Hugo Chávez?”. La salida presidencial provocó hilaridad en la sala. Un colega a mi lado me dijo: has dado pie al título de todas las primeras planas y cabe- zas de informativo de mañana. Y fue así. La frase se ha hecho célebre. No sé si el que tiene que re- clamar los derechos es el presiden- te Santos o yo. La alternativa -dijo el mandatario acto seguido- era ir a la guerra o actuar en función de los intereses de los colombianos y también de los venezolanos. Fue lo que hizo. Colombia tenía deudas a cobrar, productos para colocar, -que los venezolanos necesitaban des- esperadamente- y debía evitar que literarias, históricas y cienctífi- cas de ayer, hoy y siempre, para promocionarllas a los lectores a precios módicos. Además, las bi- bliotecas y el Plan Lector deben ser esencialmente regionalistas, con textos trabajados para este fin en los diferentes niveles educati- vos. Asimismo, se debe organizar eventos artísticos, literarios, cien- tíficos y artesanales, como ferias del libro, de carácter regional y na- cional, por ser de vital importan- cia para la industria, el comercio, el turismo y la promoción cultural. También, así como cada munici- palidad tiene (o debería tener) en su salón consistorial los cuadros fotográficos o pinturas de sus al- caldes que conforman su historia municipal, es necesario formar las emerotecas artísticas, literarias, históricas y científicas con las fi- guras más representativas, pues son ya parte insuistituíble de la promoción cultural. Finalmente, el trabajo artísti- co, literario, artesanal, turístico y cultural en general, requiere de or- ganización, diciplina y profesiona- lización, que se alcanzan sólo con la experiencia cotidiana de la vida; y que, en el transcurso de ella, a partir del trabajo personal, surge la necesidad del trabajo grupal. Es así como se forman los grupos literarios y artísticos, donde re- cién aparecen las inquietudes de trabajar por una política cultural involucrando a instituciones simi- lares, sociales y municipales para que uniendo esfuerzos materiales y espirituales, se elavore al fin dicha política cultural. Por eso es necesario trabajar en estos niveles de organización; y, también, sería conveniente ir pensando ya en un próximo evento provincial de ca- rácter cultural para ahí mejorar o corregir estas ideas que aún son sólo eso: ideas sobre la política cultural de Contumazá. * Diómedes Morales Salazar (Contumazá, 1956). Escritor y periodista de oficio. Actual Presi- dente fundador de la Asociación Cultura y Sociedad “Alfarero”. Publicó en marzo de 1981 el poe- mario “No intenten sobajarme con quizás”. Pertenece al Grupo Lite- rario “Greda” desde 1984. En 1996 publicó el poemario “Perduran- sias”, y en abril del 2010 editó el li- bro de cuentos “El balde de agua y otros cuentos”. Está dedicado a la investigación de la literatura con- tumacina, por lo que ha publicado ya varios artículos de opinión de esta índole. Edita, además, la Re- vista de Cuento y Poesía “Alfare- ro”, donde publica a escritores del Norte en general. PALOMA DE CAMPANARIO DANILO ARBILLA las guerrillas continuaran contando con el amparo de Chávez. Y Santos lo consiguió. Chávez acorralado por sus propias palabras y bravatas y por sus actos anteriores de apoyo a la guerrilla, logró una salida hono- rable, un alivio. A la vez neutralizó a un crítico serio y de temer. Este último punto -el del pragmatismo político, digamos- es el que plantea algunas dudas: ¿no será un costo demasiado alto? Porque una cosa es olvidar y pasar por alto lo que el comandante ha dicho del hoy presi- dente de Colombia - “mafioso”, “fi- cha del imperio yanqui”, “oligarca de la derecha colombiana”, “señor de la guerra”, “amenaza militar”- (a Chávez no se le puede dar crédito ni cuando insulta), pero otra cosa es hacer la “vista gorda” al barrer. Llegar a los extremos de un Ro- dríguez Zapatero, de un Moratinos, o de un Lula, en que los negocios justifican lo que fuera. Sería desilu- sionante. Colombia no ha llegado a eso, pero sí está obligada a ver la reali- dad, no sólo la que Santos señalara a los editores respecto a Venezuela, sino, por ejemplo, la de las relacio- nes con EEUU que son de una prio- ridad absoluta. En este tema es notorio que el presidente Santos desde el principio tuvo claro que no va a depender de la veleidad del gobierno de EEUU -léase Departamento de Estado o Congreso- para manejar la políti- ca exterior y comercial de su país. Ciertamente Estados Unidos no ha sido recíproco con Colombia y el nuevo mandatario también en ese aspecto ha tenido que buscar una al- ternativa diferente a la que se venía manejando hasta el momento. Ser amigo de EEUU no paga y el caso colombiano en alguna medida y en ciertos aspectos resulta emble- mático. Quizás Santos entiende que, por ejemplo, para aprobar el tratado de libre comercio sea mucho más efectivo acercarse a Brasil, hacerse amigo íntimo de Chávez, aplaudir engendros como la UNASUR, que ir a cabildear a los pasillos de un congreso ante legisladores que no tienen ni la menor idea de dónde queda América Latina. Mientras tanto EEUU seguirá con su bien ganado mote de “paloma de campanario” (que “ensucia” a sus fieles), que es algo vulgar, pero muy ilustrativo.

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9 DANILO ARBILLA Enero, lunes 10 del 2011 Por Diómedes Morales Salazar *

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TRIBUNA ABIERTA 9Enero, lunes 10 del 2011NUEVO NORTE

Con el recital poético “El can-to del zorzal, entre ponchos y sombreros”, de Eliseo

León Pretell, realizado en Contu-mazá el pasado 11 de Diciembre, nacen, en mí, algunas ideas prácti-cas sobre la política cultural que es necesario elaborar a corto, media-no y largo plazo; y que, ahora, es menester intercambiar no sólo con los alcaldes y regidores de cada uno de los distritos de la provin-cia, sino, también, de todos y cada uno de los trabajadores del arte, la literatura, la artesanía, el turismo, el medio ambiente, la educación estatal y privada, la pequeña y micro empresa y, en general, con todos los habitantes del campo y la ciudad que se sientan ser parte integrante de este gran proyecto, pues la cultura jamás ha estado al márgen de la economía y la políti-ca en su largo devenir histórico de transformación social.

Y la primera idea que debe asumir nuestra conciencia social, es el deber de rescatar y revalorar a nuestra idiosincrasia cultural, basada en la rebeldía innata y la ironía sacrosanta que la caracteri-zan; la cual, obviamente, debido al lastre republicano de la emigran-ción del campo a la ciudad, está en nuestros genes no sólo inter-distritales, sino también interpro-vinciales y regionales, como lo demuestra la práctica de ese divor-cio geográfico entre Contumazá y Cascas, que debido a la medio-cridad intelectual y política de los gobernantes de turno, a partir de 1990, olvidando que ambos distri-tos están hermanados por la san-gre y por el acervo cultural de 120 años de convivencia provincial, hiciéron posible dicha separación; y que, ahora, pese a quien le pese, ni uno ni otro distrito puden negar nuestro parentesco sanguíneo, so-cial y cultural; así como no se pue-de negar nuestro vínculo familiar con las provincias de La Libertad con que limita Contumazá.

La primera idea práctica y fá-cil de ejecutar por las municipa-lidades de Chilete, Toledo, Guz-mango, San Benito, Cupisnique, Yonán, Tantarica y Contumazá, es recomocer las casas de la ciu-dad y el campo donde naciéron y viviéron, a lo largo de la vida re-publicana, las personalidades más representativas del arte, la litera-

EL CANTO DEL ZORZAL Y LA POLÍTICA CULTURAL DE CONTUMAZÁ Por Diómedes Morales Salazar *

tura, la ciencia, la historia, etc., etc., distinguiéndolas con sus pla-cas recordatorias, como debe ser; para iniciar así el largo camino de revalorar a nuestros escritores, artistas, científicos y héroes inde-pendentistas en general, que sien-do ya parte indesligable de nuestra idiosincrasia cultural, están toda-vía marginados y olvidados. Tarea con la cual, además, se promueve el turismo artístico, literario, his-tórico y científico entre los estu-diantes del lugar y los visitantes en general.

Pero las municipalidades debe-rán también expropiar las vivien-das de quienes cuyo prestigio his-tórico, nacional e internacional, es necesario convertirlas en museos culturales (como, por ejemplo, en Guzmango, la casa de Abundio Sagástegui Alva, uno de los tres botánicos más importantes del mundo; en Contumazá, la casa de Eduardo Pretell Zárate, médico de prestigio internacional; de Ma-rio Florián Díaz, poeta traducido a diferentes idiomas y uno de los más importantes aedas perua-nos del siglo XX; del arqueólogo Walter Alva Alva, prestigiado in-ternacionalmente por sus descu-brimientos del Señor de Sipán; y, por supuesto, las del primer poeta andino contumacino, Fidel Zára-te Plasencia, y de Marco Antonio Corcuera, entre otros; en Chilete, la casa de su primera poeta, María Alva Rodríguez; en San Benito, la del poeta César Adolfo Alva Les-cano; haciendo lo mismo con las viviendas de las personalidades de Toledo, Cupisnique, Yonán y Tantarica), priorizando así nuestra identidad cultural.

Toca aquí decir algo sobre la vi-vienda campesina de Eliseo León Pretell, cedida de buena voluntad por sus familiares el día de la visi-ta a Silacot como parte del recital poético indicado, para convertirla posteriormente en Museo Cultu-ral; para cuya realización práctica, en mi opinión, lo más lógico es que previamente se organice una Fundación Cultural denominada “Eliseo León Pretell”, donde, para su administración, esté involu-crada la familia del poeta y todos los silacotinos que de buena gana quieran trabajar por la cultura en este Caserío. Pues, si ya el centro educativo de ese lugar lleva su

nombre, gestionado por los profe-sores y padres de familia, es justo que ellos y los alumnos se involu-cren también en este gran proyecto cultural.

Además, este ejemplo ha seguir, debe ser imitado por todos los ca-seríos que conforman la provincia. Así, por ejemplo, referente a Con-tumazá, en Cosiete la escuela

debe llamarse “Tío Lino León”; en Salcot, sin duda alguna, debe llamarse “Abel (Poncho) Castillo Zárate”; en Chanta, “Armando Re-voredo Iglesias”, nuestro émulo de Jorge Chávez; etc., etc., para que así, enseñando en los colegios quie-nes son en realidad las figuras más emblemáticas de la cultura oral y escrita, se vaya transformando la conciencia social hasta alcanzar en la práctica nuestra idiosincra-sia cultural. Pero, además, hay que preguntarse si los nombres de las calles y de los centros educativos e institutos superiores existentes en nuestros distritos y caseríos de la provincia, concuerdan o no con nuestra idiosincarasia cultural o es menester cambiarlos, como se deben cambiar las costumbres y tradiciones negativas y mantener las positivas; pues la sociedad que aspiramos, democrática y partici-pativa, no tiene nada que ver con el pasado vergonzante y sí mu-cho con el devenir histórico de la transforamción social.

Otro de los aspectos a tener en cuenta, es la obligación municipal de erigir la Plazuela de la Cultu-ra en la capital de la provincia y en cada uno de los distritos que la constituyen, donde deben estar los bustos de las figuras más em-blemáticas del lugar. Asimismo, el turismo cultural exige, como se da ya en otras partes del Perú, que las personalidades más representati-vas del arte, la literatura, la histo-ria y la ciencia (y en mi opinión, todos los trabajadores de la cultu-ra en general, como tiene derecho cualquier hijo de vecino), estén en-terrados en el Cementerio General de su lar natal, y no en otro sitio; pues ellos, como hijos predilectos e ilustres de sus pueblos, de acuer-do a su valor y calidad cultural, sirven también de atractivo turís-tico de gran envergadura.

Política cultural municipal es también crear y mantener el Fondo Editorial para publicar las obras

En el pasado mes de noviem-bre, exactamente el domingo 7, durante un almuerzo cele-

brado en Mérida ( México) pregunté y pedí, ante unos trescientos direc-tores y editores de prensa, al fla-mante presidente de Colombia Juan Manuel Santos, principal orador del evento, que nos hablara sobre sus nuevas relaciones con el presidente Chávez.

Santos comenzó su respuesta con una pregunta: “¿Usted me pregunta sobre mi nuevo mejor amigo el pre-sidente Hugo Chávez?”.

La salida presidencial provocó hilaridad en la sala. Un colega a mi lado me dijo: has dado pie al título de todas las primeras planas y cabe-zas de informativo de mañana.

Y fue así. La frase se ha hecho célebre. No sé si el que tiene que re-clamar los derechos es el presiden-te Santos o yo. La alternativa -dijo el mandatario acto seguido- era ir a la guerra o actuar en función de los intereses de los colombianos y también de los venezolanos. Fue lo que hizo. Colombia tenía deudas a cobrar, productos para colocar, -que los venezolanos necesitaban des-esperadamente- y debía evitar que

literarias, históricas y cienctífi-cas de ayer, hoy y siempre, para promocionarllas a los lectores a precios módicos. Además, las bi-bliotecas y el Plan Lector deben ser esencialmente regionalistas, con textos trabajados para este fin en los diferentes niveles educati-vos. Asimismo, se debe organizar eventos artísticos, literarios, cien-tíficos y artesanales, como ferias del libro, de carácter regional y na-cional, por ser de vital importan-cia para la industria, el comercio, el turismo y la promoción cultural. También, así como cada munici-palidad tiene (o debería tener) en su salón consistorial los cuadros fotográficos o pinturas de sus al-caldes que conforman su historia municipal, es necesario formar las emerotecas artísticas, literarias, históricas y científicas con las fi-guras más representativas, pues son ya parte insuistituíble de la promoción cultural.

Finalmente, el trabajo artísti-co, literario, artesanal, turístico y cultural en general, requiere de or-ganización, diciplina y profesiona-lización, que se alcanzan sólo con la experiencia cotidiana de la vida; y que, en el transcurso de ella, a partir del trabajo personal, surge la necesidad del trabajo grupal. Es así como se forman los grupos

literarios y artísticos, donde re-cién aparecen las inquietudes de trabajar por una política cultural involucrando a instituciones simi-lares, sociales y municipales para que uniendo esfuerzos materiales y espirituales, se elavore al fin dicha política cultural. Por eso es necesario trabajar en estos niveles de organización; y, también, sería conveniente ir pensando ya en un próximo evento provincial de ca-rácter cultural para ahí mejorar o corregir estas ideas que aún son sólo eso: ideas sobre la política cultural de Contumazá.

* Diómedes Morales Salazar (Contumazá, 1956). Escritor y periodista de oficio. Actual Presi-dente fundador de la Asociación Cultura y Sociedad “Alfarero”. Publicó en marzo de 1981 el poe-mario “No intenten sobajarme con quizás”. Pertenece al Grupo Lite-rario “Greda” desde 1984. En 1996 publicó el poemario “Perduran-sias”, y en abril del 2010 editó el li-bro de cuentos “El balde de agua y otros cuentos”. Está dedicado a la investigación de la literatura con-tumacina, por lo que ha publicado ya varios artículos de opinión de esta índole. Edita, además, la Re-vista de Cuento y Poesía “Alfare-ro”, donde publica a escritores del Norte en general.

PALOMA DE CAMPANARIODANILO ARBILLA

las guerrillas continuaran contando con el amparo de Chávez. Y Santos lo consiguió. Chávez acorralado por sus propias palabras y bravatas y por sus actos anteriores de apoyo a la guerrilla, logró una salida hono-rable, un alivio. A la vez neutralizó a un crítico serio y de temer. Este último punto -el del pragmatismo político, digamos- es el que plantea algunas dudas: ¿no será un costo demasiado alto? Porque una cosa es olvidar y pasar por alto lo que el comandante ha dicho del hoy presi-dente de Colombia - “mafioso”, “fi-cha del imperio yanqui”, “oligarca de la derecha colombiana”, “señor de la guerra”, “amenaza militar”- (a Chávez no se le puede dar crédito ni cuando insulta), pero otra cosa es hacer la “vista gorda” al barrer.

Llegar a los extremos de un Ro-dríguez Zapatero, de un Moratinos, o de un Lula, en que los negocios justifican lo que fuera. Sería desilu-sionante.

Colombia no ha llegado a eso, pero sí está obligada a ver la reali-dad, no sólo la que Santos señalara a los editores respecto a Venezuela, sino, por ejemplo, la de las relacio-nes con EEUU que son de una prio-

ridad absoluta. En este tema es notorio que el

presidente Santos desde el principio tuvo claro que no va a depender de la veleidad del gobierno de EEUU -léase Departamento de Estado o Congreso- para manejar la políti-ca exterior y comercial de su país. Ciertamente Estados Unidos no ha sido recíproco con Colombia y el nuevo mandatario también en ese aspecto ha tenido que buscar una al-ternativa diferente a la que se venía manejando hasta el momento.

Ser amigo de EEUU no paga y el caso colombiano en alguna medida y en ciertos aspectos resulta emble-mático. Quizás Santos entiende que, por ejemplo, para aprobar el tratado de libre comercio sea mucho más efectivo acercarse a Brasil, hacerse amigo íntimo de Chávez, aplaudir engendros como la UNASUR, que ir a cabildear a los pasillos de un congreso ante legisladores que no tienen ni la menor idea de dónde queda América Latina.

Mientras tanto EEUU seguirá con su bien ganado mote de “paloma de campanario” (que “ensucia” a sus fieles), que es algo vulgar, pero muy ilustrativo.