a. jappe - crédito a muerte

Upload: tioboby-tom

Post on 15-Jul-2015

272 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Crdito a muerte ENLA WEBDELGuardian sesealaba elviernesque elinmuebledeTimeSquare,enplenocoraznde Manhattan, sobre cuyo frontispiciose exhibe el mon-tantedeladeudapblicaestadounidense,yanotie-neespaciosuficientepara albergar una cantidad tan astronmicademilesdemillonesdedlares,ms concretamente,IO.299.020.383, una enormidad que esconsecuenciasobretododelplanPaulson ydela intervencingubernamental delasagenciasFreddie Mac yFannieMae.Inclusohasidoprecisoeliminar elsmbolo "$", que ocupaba la ltima casilla del mar-cador,para que eltransente pueda tragarse hasta la ltima cifra,36 Quinquiereacordarseahora?Elgranmiedo de octubre de 2008 parece ya ms lejano que el gran miedo del comienzo de laRevolucin francesa.Pero 36E.FottorinoRetour au relpar la case dsastre,LeMonde, noct.2008. 97 enaquelmomentosetenalaimpresindequese haban abierto grandes vasde agua y de que el barco seibaapique.Setena incluso laimpresin deque todo el mundo, sin decirlo, se lo esperaba desde haca tiempo.Losexpertossepreguntabanabiertamente por la solvencia hasta de los Estados 'ms poderosos y losperidicosevocaban en primera pgina laposibi-lidad de una quiebra en cadena de las cajas de ahorro francesas.Losconsejosdefamiliadiscutan para de-cidir si era necesario retirar todo el dinero del banco y guardarlo bajo el colchn; los usuarios del tren se pre-guntaban, cuando compraban un billete por adelanta-do, si los trenes todava circularan un par de semanas mstarde.GeorgeBushsedirigaalanacinpara hablar de lacrisis financiera en trminos semejantes a los empleados tras el II de septiembre de 2001, y Le Mondetitulaba su revistadeoctubre de2008: El fin deunmundo.Todosloscomentaristascoincidan en su valoracin de que lo que estaba pasando no era unasimpleturbulenciapasajeradelosmercadosfi-nancieros,sino lapeor crisisdesde laSegunda Gue-rra Mundial, o desde 1929. Resultabadelomsasombrosoconstatarque los mismos (del topmanager al subsidiado) que, antes d la crisis, parecan convencidos de que la vida capi-talista ordinaria continuara funcionandodurante un 98 tiempo indefinido, podan hacerse tan pronto a la idea deunacrisistanimportante.Laimpresingeneral desentirsealbordedeunprecipicioeratantoms sorprendentecuantoqueentonces,en un principio, nosetratabasinodeuna crisisfinancieradelaque el ciudadanomedio no tena conocimiento msque por losmedios.Nadadedespidosmasivos,nadade interrupciones en la distribucin de productos de pri-mera necesidad, nada de cajeros automticos que de-jen deexpedir billetesdebanco,nada decomercian-tesque rechacen lastarjetasdecrdito.Nada todava de crisis visible, pues. Y se respiraba,sin embargo, unairedeocaso.Algoquesolopuedeexplicarsesi suponemos que, ya antes de lacrisis, cada cual senta vagamente,perosinquerer darseplenacuenta,que sedesplazabasobre una delgadacapadehielo,oso-bre la cuerda floja.Cuando la crisis estall, ningn in-dividuocontemporneo pareca,en su fuerointerno, mssorprendido que un fumadorempedernidoque descubreque tienecncer.Aunquenosepusiera de manifiestoconclaridad,sehabaextendidoamplia-mentelasensacindequeaquellonopodaseguir as.Pero tal vezhayaque asombrarsetodavams de laceleridad con laquelosmediosarrumbaron el apocalipsisparavolveraocuparse delospescadores deostraso delasextravaganciasdeBerlusconi;ode 99 loseconomistasqueanunciancon desfachatezque yapas lopeor y que todofuncionardenuevoa las mil maravillas; de los ahorradores que se acercan a su bancosin elmenor temor deencontrrselocerrado; delciudadanomedioparaelquelacrisisseresume en unas vacacionesms cortas para este ao ...Inclu-so los expertos que nos explican, con toda su beatera, quenohapasadonadayquenadaenojososepro-ducir,deberaninquietarseyconsiderarsospecho-sosunalivioyunolvidotansbitos.Perotambin ellos siguen haciendo como el enfermo de cncer que fuma ostensiblemente para demostrarse que su salud esexcelente.Tambin ellossehan acostumbrado ya a . resignarseasusuerte.Durantedcadas,unatasa de crecimiento econmico insuficientemente alta fue consideradaunacatstrofenacional,yen2009,el crecimientofue, porprimera vezdespusdeses en-. ta aos,verdaderamente negativoen muchos pases. Peroestotienefcilarreglo:elcrecimiento volvera partir delaoprximo -afirman imperturbables-, ycada cifrapositiva,por limitada que est a un pas, unsectorproductivooun trimestre,einclusosino esmsqueelmodestoresultadodelosgigantescos programasdereactivacin financiadospor losgo-biernosmediantecrdito,seofreceinmediatamente como laprueba de la salida definitiva de la crisis. 100 Nada nuevo bajo la capa de ozono agujereada. Ni la ciencia oficial, ni la conciencia cotidiana logran ima-ginar algo diferente deloque yaconocen. As que ca-pitalismo y ms capitalismo.ste puede sufrir graves reveses,pueden darseexcesos,acasolosprximos tiemposseanduros,perolosresponsablesaprende-rn la leccin.Losestadounidenses,sin ir ms lejos, porfinhan elegidoaunpresidenterazonable,y ya van a adoptarse las medidas necesarias. Siempre que hallovido,haescampado!Apenasresultasorpren-dentequelosoptimistasasueldo,losnicospor lo habitual autorizados a expresarse en las instituciones y los medios, anuncien, con cada golondrina, el regre-so del verano. Qu otra cosa podran decir? Peroen losmomentosmsagudosde lacrisis de2008, losmediossesintieron obligadosadarde vezen cuandolapalabraaquienesofrecandeella una interpretacinanticapitalista,esdecir,a quie-nespresentaban dichacrisiscomouna seal dedis-funciones ms profundas y no perdan la ocasin para hacer un llamamientoacambiosradicales.Mien-traselNuevoPartidoAnticapitalistaysuscong-neres pregonaban, como no poda ser menos, que ni hablardepagarsucrisis,ysacabandelstanolas octavillas que habansobrado de lasmanifestaciones de hace diez, veinte o treinta aos, los representantes 101 ms conocidos de loque hoy se considera una crtica implacable de lasociedad contempornea -es decir, losBadiou,Zizek y tuvieronaccesoa tribu-nasen laprensa .msampliasde lohabitual,donde encualquiercasosesintieronconelvientoafavor. Esalgoque,con todo,resulta un tantosoprendente: la posibilidad de una crisis aguda delcapitalismo, no provocadapor unaresistenciadelosexplotadoso de la multitud, sino por un bloqueo de la mquina queno estaba en absoluto previstaen sus anlisis. Y en efecto, tambinellosexplicaron a su modo que no habanadaquevery quehabaquecircular; quees una crisis como lasdems, que pasar como pasaron las otras, porque la crisis es el fundamento normal del capitalismo.Pero eso a lo que llaman crisis -el hun-dimiento de las bolsas, la deflacin mundial- no es , en realidad, msque un conjuntode fenmenosse-cundarios.Son lasmanifestaciones visibles,laexpre-/sin superficial de la autntica crisis, de esa autntica crisis que ellosno consiguen pensar.Losadversarios declaradosdelcapitalismo-izquierda extremao radical,marxistasdedistintasobediencias,obje-toresdecrecimientooecologistasradicales- se empecinancasitodosencreerenlaeternidaddel capitalismoysusenocasionesmsque algunos de sus apologistas. 102 Estacrtica del capitalismo arremete solo contra las finanzas,consideradas lasnicasresponsablesde la crisis.Laeconoma real estara sana, y sera ni-camente un capital financiero libre detodo control el que pondra en peligro a la economa mundial. De ah que la explicacin ms expeditiva, pero que es tambin lamsdifundida,atribuyatodaresponsabilidadala avidez de un puado de especuladores, que habran jugadoconeldinerodetodoscomosiestuvieran en el casino. Y en efecto, reducir los arcanos de la econo-ma capitalista, cuando sta empieza a funcionar mal, alasartimaasdeuna conspiracindemalvadosse inscribe en una larga y peligrosa tradicin.Lapeor sa-lida posible consistira en entregar, una vezms, chi-vos expiatorios, las altas finanzasjudas o cualquier otro, a la vindictadel pueblo honesto,formadopor trabajadores y ahorradores. Y no esmucho ms serio oponer un mal capitalismo anglosajn, depredador y sin lmites,a un buen capitalismocontinental, considerado msresponsable.Yaseha vistoqueno haymsquealgunosmaticesquepermitandistin-guirlos. Todos losque llaman ahora a regular ms losmercados financieros, desde laasociacin ATTACa Sarkozy, no ven en la locura de las bolsas ms que un exceso, una excrescencia sobre un cuerpo sano. El anticapitalismo de la izquierda radical no es ms que un antiliberalismo.Lanica alternativa al capitalismo que sta haya podido concebir estaba com-puestaporlasdictadurasconeconomadirigidadel EsteodelSurdelmundo;desdequestasentraron en bancarrofa,cambiaron de rumbo o se convirtieron ensencillamenteindefendibles, lanicaopcinque todava contemplan tales anticapitalistas es la eleccin entrediferentesmodelosdecapitalismo:entrelibe-ralismo y keynesianismo,entre modelo continental y modelo anglosajn, entre turbocapitalismo financiari-zado y economa social de mercado,entre eljbilo de las bolsas y la creacin de empleo.Puede haber di-ferentesmodos de valorizacin del valor, de acumula-cin del capital,de transformacin del dinero en ms dinero; y sobre todo es ladistribucin de los frutosde este modo de produccin la que puede cambiar, bene-ficiando ms a ciertos grupos sociales que a otros,o a ciertospasesmsque a otros.Lacrisis-segn pre-vn- serinclusoventajosaparaelcapitalismo:los capitales en exceso se vern desvalorizados, y como se sabedesdeJosephSchumpeter, ladestruccincreati-vaeslaleyfundamentaldelcapitalismo.Imposible imaginar -si uno quiere evitar ser tachado de utpico inocentnodemulodePoIPot, esdecir,departi-dariodelasnicasalternativasalcapitalismoquela conciencia dominante escapaz todava de concebir-quelahumanidad pueda vivirsin la valorizacindel valor,laacumulacindelcapitaly latransformacin deldineroen msdinero.Puede haber un lmite ex-ternoalcrecimientodelcapitalismo,en laformadel agotamientodelosrecursosyladestruccindelas basesnaturales; pero,en cuantoformadereproduc-cinsocial,elcapitalismoserainsuperable.Loque LeFigarodeclaraabiertamente, los neomarxistas,los bourdieusianosy losaltermundistaslodicencon pe-rfrasis:elmercadoesconnatural a loshombres.Los anticapitalistas-antiliberalessimplementeproponen retomar al capitalismo social de los aos 60 (indebi-damente idealizado,comoes obvio),alpleno empleo ya los salarios elevados,alEstado asistencial ya la es-cuelacomoascensorsocial;aalgunoslesgustara aadir adems un poco de ecologa, de voluntariado o de sector sin nimo de lucro.Locierto es que no tie-nen ms que esperar a que el capitalismo se recobre y vuelva a funcionar de nuevo a pleno rendimiento para poder realizar sus hermosos y onerosos programas. Lacrisisactualrepresenta asusojoslaocasin soada para encontrar por fin odos que presten aten-cin a lasque son sus propuestas desde hace tiempo. Lacrisissersaludable.Ciertamente,supondruna sangra para algunos, pero no por eso dejar de forzar 105 a loshombres y las instituciones a revisar sus hbitos nocivos.De este modo, todos estos crticos condescen-dientes esperan traer el agua a su molino: regulacin de los mercados financieros,limitacin de lasprimas alosdirectivos,abolicindelosparasosfiscales, medidas de redistribucin y,sobre todo, un capitalis-mo verdecomo motor de un nuevo rgimen de acu-mulacin y generador de empleo.El asunto est claro: la crisis es la ocasin para una mejora del capitalismo, no para una ruptura con l. Pero incluso en este aspecto,corren elriesgo de verse decepcionados.En elcontexto de la crisis se es-tn produciendo reacciones totalmente opuestas. As, para superarla, se pueden preconizar medidas ecolgi-cas(como prometen Obama o Sarkozy)o,por el con-trario,arremetercontralasproteccionesyaexisten-tesen nombredelarecuperacindelcrecimiento ydelacreacindepuestosdetrabajo(comohace Berlusconi,comoreclama laindustria,sobretodola de laconstruccin y la delautomvil,y tambin una parte considerable del pblico) }7Yqu decir cuando 37Sepreconizanlas"reconversiones"(cambiarde creencia paracambiar deactividad)conlaperspectivadeuna mayor sobriedad, se denuncia el "todo para el buga", el despilfarro de losrecursos,lainvasin delavidapor eltrabajoalienado,la maldicin delprogreso.Pero en cuantola mquina segripa, 106 algunos obreros, para obtener mejores condiciones de despido, amenazan con verter productos txicos en un ro,como yaha ocurrido en Francia en diversasoca-siones? Llegaremos a ver cmo los ecologistas llegan a las manos con los obreristas?Laizquierda radical tendr que decidirse ahora:o bien pasar a una crtica delcapitalismosin ms,aunquestedejedeprocla-marse neoliberal, o bien participar en la gestin de un capitalismo que ha asimilado una parte de lascrticas dirigidas contra sus excesos. Algunos observadores parecen ir ms lejos y ha-blan de un capitalismo que destruye el mundo y est autodestruyndose.Talesgritosdealarma no deno-tan una toma de conciencia frentea losdesastresdel capitalismo,tantocuandomarchanormalmente comoen susperiodosdecrisis?Loquepasa esque estosataques,en la mayoradeloscasos,no sediri-gen ms que contra la reciente fasedes reguladay salvaje del capitalismo, la fase neoliberal, y en abso-lutocontra elrgimen deacumulacin capitalistaen en cuanto el sector del automvil entra en crisis, en cuanto la publicidad abandonalosperidicos y amenaza su equilibrio financiero,en cuanto elparoafectaa un nmero importante deasalariados,cambia eltonoy lasviejascertezasvuelvena salir a flote,escribi Gilbert Rist el26 de noviembre de 2008 en un blog cercano aldecrecimiento. 17 cuanto tal, en absoluto contra la lgica tautolgica que manda transformar un euro en doseuros y que con-sume el mundo concreto como simple materia prima de este incremento de la forma-valor.Segn ellos,un retomoalcapitalismomoderado,por estarregu-lado y sometido a la poltica,debera lgicamente resolver elproblema. Setrata,pues,dequeeldiscursoanti-neoli-beralnieguequehayaunacrisisenlaactualidad? No, solo que no quiere ms que curar los sntomas de laenfermedad.Por otro lado,laincapacidadgeneral deimaginarquelacrisispuedadesembocar,ahora ysiempre,enalgodistintodelcapitalismoproduce unsorprendentecontrasteconlapercepcinvaga, aunque persistente y universal,de vivir en una crisis permanente.Desdehacedcadas,serespiraun aire depesimismo.Losjvenessaben, yloaceptancon resignacin, que vivirn peor que sus padres y que las necesidadesbsicas-trabajo,alojamiento- sern cadavezmsdifcilesdeobtener y deconservar.Se tiene la impresin general de que nos deslizamos por unapendiente.Lanica esperanzaesten nodesli-zarsedemasiadorpido,peroenmodoalgunoen poder volverasubir.Existeelsentimientodifusode que lafiestaha terminado y quecomienzan losaos devacasflacas;un sentimientoavecesacompaado !O8 delaconviccindeque lageneracin precedente(la delosbaby-boomers) loha devoradotodo y dejado muy pocoasushijos.Lamayoradelosjvenesen Francia,almenos entre aquellosque sesacan algn ttulo,estnconvencidosandequelograrnen-contrar un hueco para sobreviviren elmundodela economa;peronadams. Yanosepuede hablar de una crisis que afectara a ciertos sectores en beneficio de otros que, por su parte, estaran en crecimiento: el hundimiento burstil,en2001,delanuevaecono-ma,presentada sin embargo durante aoscomo el nuevo motor del capitalismo, as lo demuestra. Y tam-pocoasistimosa ladesvalorizacindeciertosoficios en beneficio de otros,como cuando losherreros fue-ron sustituidospor losmecnicos, y comolamana de lasrecualificacionesquisierahacernostodava creer.Ahorasetratadeunadesvalorizacingeneral de casi todas lasactividades humanas, perceptible en elempobrecimientorpidoe inesperadodelascla-sesmedias.Siaestoseaadelaconciencia,bien grabada yaen todas lasmentes,delosdesastresam-bientales habidos y por haber y del agotamiento de los recursos, es posible afirmar que la gran mayora de la gente contempla hoy el futuro con temor. Loque puede parecer extrao es el hecho de que esasensacin tan extendida delaagravacingeneral de lascondicionesde vida vaacompaada a menudo de la conviccin de que el capitalismo funciona a ple-no rendimiento, deque la mundializacin est en su apogeo,deque haymsriquezaquenunca.Puede queelmundo esten crisis,peronoelcapitalismo, o como afirmanLucBoltanski y Eve Chiapelloalco-mienzodesuobraElnuevoespritudelcapitalismo, aparecida en I999: elcapitalismoest en expansin; es la situacin social y econmica de mltiples perso-nas la que se degrada. As,el capitalismo espercibido como una parte de lasociedad opuesta al resto,como el conjunto de los hombres que poseen el dinero acu-mulado, y no como una relacin social que engloba a todos losmiembros de lasociedad actual. Algunos,que secreenmsespabilados,ven en el discurso de la crisis una mera invencin: de los in-dustriales,para bajar lossalariosy aumentar losbe-neficios,o de la dominacin misma, para justificar el estado deemergencia planetario y permanente.Es cierto que las crisis, pasadas y presentes, sirven a me-nudo para legitimar alEstado,sobre tododesdeque ste yano ofrece un proyectopositivo,sinoquese limita agestionar lasemergencias,poniendo lmis-mo de relieve todo aquello que no va bien (a diferencia delapropagandadelpasado,consagradaaltodoel mundo es felizgracias a la prudencia defgobierno). no Su tarea consiste en crear los entornos adecuados para el nico objetivoadmitido,para la nica finalidadre-conocidaporlasociedadmundialcontempornea, sea donde sea(aexcepcin de lasideologasen vigor enCoreadelNorte,enIrn y enalgunosotrospa-sesmusulmanes):permitir a losindividuoselmxi-mo consumo y lamxima realizacin personal.Es verdad quesi lascrisisno existieran,losEstadoslas inventaran. Pero solamente las crisis secundarias, no la que amenaza loscimientos.Durante esta crisisse tuvomsque nunca laimpresin dequelasclases dominantesnodominaban grancosa,deque,bien alcontrario,ellasmismas estaban dominadaspor el sujeto automtico(Marx)del capital. Ha surgido,sin embargo, una crtica del capita-lismocontemporneo muy diferentedelasevocadas hastaahora.Unacrticaquesepregunta:ysi lafi-nanciarizacin, lejos de haber arruinado la economa real, la hubiese, por el contrario, ayudado a sobrevivir msalldesu fechadecaducidad?Ysilehubiese insufladoalientoa un cuerpomoribundo?Porqu estamostansegurosdequeelcapitalismohayade escaparalciclodelnacimiento,elcrecimientoyla muerte? No podra ser que contenga unos lmites in-trnsecos desu desarrollo, unos lmites que no residen solamenteen la existencia deun enemigo declarado III (elproletariado,lospueblos oprimidos)ni en elsim-ple agotamiento de los recursos naturales? Durante la crisis,sepusodenuevodemoda ci-tar a Marx.Pero el pensador alemn no habl solo de luchadeclases.Previigualmentelaposibilidadde que un da la mquina capitalistasedetuvierapor s sola, de que su dinmica se agotase.Por qu? La pro-duccincapitalistademercancascontiene,desdeel inicio, una contradiccin interna, una verdadera bom-ba de relojera colocada en sus mismos fundamentos. Nosepuedehacer fructificarelcapital ni,por tanto, acumularlo,sino esexplotandolafuerzadetrabajo. Pero el trabajador, para que pueda generar beneficios para quien 10 emplea, debe estar equipado con los ins-trumentosnecesarios,yhoyendacontecnologas punteras. De ah resulta una carrera continua, dictada por la competencia,por el empleo de las tecnologas. En cadaocasin particular,elprimer empleador que recurrea una nueva tecnologasaleganando,yaque susobrerosproducen msque losque no disponen de esas herramientas. Pero el sistema entero sale per-diendo, dado que las tecnologas reemplazan al traba-jo humano. El valor de cada mercanca particular con-tiene,por tanto,una porcin cada vezms exiguade trabajo humano, que es,sin embargo, la nica fuente deplusvalay,portanto,debeneficio.Eldesarrollo II2 de la tecnologa reduce los beneficios en su totalidad. Duranteun sigloymedio,sinembargo,laamplia-cin de la produccin de mercancas a escala mundial pudocompensar esa tendencia a ladisminucin del valor de cada mercanca.38 Despus delos aos 60, este mecanismo -que yano era otra cosaque una huida haciadelante per-manente- seencasquill.Elaumento de la produc-tividad favorecidopor la microelectrnica paradjica-mente pusoen crisisalcapitalismo.Eran necesarias inversionescadavezmsgigantescasparaponera trabajar,conforme a losestndaresdeproductividad del mercado mundial, a los pocos obreros que queda-ban.Laacumulacinrealdelcapitalamenazabacon detenerse.Fueenesemomentocuando elcapital ficticio,comolollamabaMarx,levantelvuelo.El abandonodelaconvertibilidaddeldlarenoroen 1971 eliminlaltima vlvula deseguridad,ellti-moanclajeen laacumulacinreal.Elcrditonoes otracosaqueunaanticipacindelasgananciasfu-turasprevistas.Perocuando laproduccindevalor, yenconsecuenciadeplusvalaen laeconomareal seestanca(10quenadatieneque verconunestan-38 Parauna explicacinmsdetalladadeesefenmeno,vase Decrecentistas, un esfuerzo ms!, pg. 199 camientodelaproduccindecosas;peroesqueel capitalismogiraen tornoa laproduccin devalory nodeproductosencuantovaloresdeuso),sololas finanzas permiten a los propietarios de capital extraer beneficios que ahora son imposibles de obtener en la economa real.Elascenso del neolibera1ismo a partir de1980no fueuna sucia maniobra deloscapitalis-tasmsvidos,ni un golpedeEstadogestado con la complicidad de polticos complacientes, como quiere creer la izquierda radical. El neoliberalismo era, por el contrario, la nica manera posible de prolongar to-davaun pocoms lavidadelsistema capitalista.Un elevadonmerodeempresaseindividuospudieron mantener durante largotiempouna ilusin depros-peridad gracias al crdito. Ahora tambin esta muleta se ha roto.Pero el retorno al keynesianismo, evocado un pocopor todoslados,serdeltodoimposible:ya nohaydinerorealsuficienteadisposicindelos Estados,esdecir,dinero que no haya sido creado por decretooporlaespeculacin,sinoqueseaelfruto deuna produccin de mercancasconforme a loses-tndaresdeproductividad delmercado mundial.Por elmomento,losdecisoreshanaplazadounpoco elMene,Tekel,Peres,aadiendootroceroalasdeli-rantescifrasescritas sobre laspantallas y a lascuales yanocorrespondenada.Losprstamosacordados parasalvarallosbancosson diezvecessuperioresa losagujerosquehacantemblarlosmercadoshace veinteaos-aunque laproduccinreal(digamos, banalmente"elPIB)ha aumentadoalrededor del20-30%!-. El