DONDE EL TIEMPO DEJÓ DE PASAR Arropada entre suaves colinas, en una hondanada rodeada de verdes praderas salpicadas de pequeños bosques, se encuentra una de las villas más bellas de España, Santillana del Mar. Las casas se visten del ocre de las piedras y del rojo de sus tejados. Geranios y buganvillas pintan sus fachadas. Su nombre proviene de “Sancta Iuliana”, nombre latino de la cristiana Santa Juliana (martirizada en el siglo III), cuyas reliquias reposan, desde el siglo IX, en Santillana del Mar. Su valioso patrimonio arquitectónico le valió a la villa, en 1943, para ser reconocida como Conjunto Histórico Artístico. Podríamos decir que en las calles de Santillana hace mucho que el tiempo dejó de pasar, para dejarla como un museo vivo de la arquitectura de los siglos XII al XVIII.

Historia Hace unos 1200 años, unos monjes llegaron al actual emplazamiento de Santillana trayendo las reliquias de una santa de nombre Juliana, que había sido martirizada durante las persecuciones decretadas en tiempos del emperador Diocleciano,

REGION: Cantabria.POBLACIÓN: 1.108 habitantes (censo 2007). Santillanenses.ALTITUD: 82 metros sobre el nivel del mar.FIESTAS LOCALES: 28 de junio Santa Juliana y 16 de agosto San Roque.

Información general

Exterior de la

Colegiata,

Sant

illana del Mar

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a fi nales del siglo III. Ocuparon unas tierras y fundaron una pequeña ermita y un monasterio que, con apoyo nobiliario y de los reyes y las aportaciones de sus vasallos, llegó a ser la mayor abadía de Cantabria en la Edad Media. La villa de Santillana irá creciendo al abrigo de esa abadía. El siglo XII es la época de mayor pujanza económica y jurisdiccional del monasterio, a la vez que atrae a numerosos peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. En ese momento se produce la transformación del antiguo monasterio en la actual Colegiata, al cambiar la regla benedictina que lo regía por la orden de Canónigos de San Agustín, y se construye el actual templo en estilo románico. La aldea, surgida alrededor del monasterio de

Santa Juliana, se transformó en villa gracias al fuero concedido por el rey Alfonso VIII en el año 1209, lo que supuso importantes avances económicos, demográfi cos y urbanísticos. A partir del siglo XIV comienza la decadencia de la abadía. Las pretensiones de la nobleza laica de arrebatar al abad la jurisdicción sobre la villa culminan en 1445 cuando el rey Juan II concede la misma al primer marqués de Santillana, el literato don Iñigo López de Mendoza. Mucha gente rica vivió en Santillana y se construyeron viviendas de grandes balcones y miradores apoyados en vigas de madera entre los siglos XIV y XVIII. Cada casa tiene su historia y su misterio. A principios del siglo XIX fi naliza el señorío nobiliario y se erige el ayuntamiento constitucional, con sede en un palacio de la Plaza Mayor.

La visita de Santillana La confi guración de la villa de Santillana del Mar permanece, en la actualidad, prácticamente intacta desde el siglo XVI. La entrada a la villa se realiza por una calle única, la de Santo Domingo, que pronto se bifurca en sendos ramales que nos llevan a la Plaza Mayor (centro civil) y a la Colegiata (centro religioso). En esta calle de entrada encontramos la Casa del Marqués de Benemejís, también conocida como Palacio Peredo, del siglo XVIII. En el interior destacan el suntuoso salón y la biblioteca, considerada una de las más importantes de Cantabria. Sirve en la actualidad de escenario para exposiciones temporales. Si tomamos la calle Juan Infante, que es la que conduce a la Plaza, veremos una serie de construcciones más sencillas, antaño pertenecientes a hidalgos montañeses. Cabe destacar los escudos de las fachadas, la mayoría del siglo XVII.

Exterior Museo El Solar, Santillana del Mar

Fachada,

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Al llegar a la Plaza Mayor, observamos que tiene forma triangular. A la derecha está el Parador de Turismo Gil Blas, que ocupa un edifi cio del siglo XVIII. Frente al Parador se sitúan las llamadas casas del Águila y de la Parra, del siglo XVI, que alojan hoy el Museo Etnográfi co Regional. En otro frente de la Plaza hay un palacio barroco del siglo XVIII que hoy es la sede del Ayuntamiento. Y en la parte más baja de la Plaza encontramos dos torres, la de Don Borja de origen medieval y restaurada entre los siglos XV y XVI, y la del Merino construida en el siglo XIV, así llamada por ser el lugar donde vivía el merino, funcionario que representaba al rey. La salida de la Plaza la hacemos por el estrecho callejón de las Lindas, que nos deja en el inicio de la calle del Cantón. Esta calle reúne un interesante conjunto de casas, unas construidas totalmente en piedra, mientras que otras presentan en la parte superior de sus fachadas un entramado de ladrillos y madera. En la parte baja de la calle destaca la Casa de Leonor de la Vega, madre del primer Marqués de Santillana. Es de estilo gótico, del siglo XV y está muy bien conservada. Al fi nal de la calle del Cantón se sitúa la Casa de los Hombrones, que luce un gran escudo barroco, conocido por el nombre de los “Hombrones”. Antes de llegar a la Colegiata, la calle del Cantón pasa a llamarse del Río, por el riachuelo que la cruza y que es el encargado de llenar el abrevadero y el lavadero que hay instalados en el centro de la calle. Justo en frente se alza la Casa de los Cossío, del siglo XVIII, cuyo escudo representa unos leones rampantes y en cuya fachada destaca un bello balcón de hierro forjado. A su izquierda, la Casa de Quevedo, del siglo XVII, que perteneció al famoso escritor y poeta Francisco de Quevedo y frente a ella se encuentra el Museo de Jesús Otero, donde se exponen las obras que este

escultor donó a su villa natal, realizadas en madera, piedra o mármol. En el otro extremo de la villa, muy cerca del estacionamiento de vehículos, de encuentran el convento de Regina Coeli, que actualmente aloja el Museo Diocesano (arte religioso) y el convento de los dominicos, fundado en el siglo XVIII. La Colegiata Es el monumento más importante de la villa y su razón de ser. El edifi co de la Colegiata, construido en piedra de arenisca, en la primera mitad del siglo XII, está presidido por la fachada románica, a la que se le añadieron entre los siglos XVI y XVII

Plaza, Santillana

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Rincon típico,

Santillana

Parador de turismo, Santillana del Mar

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la logia, la sacristía y la casa del abad. El interior de la iglesia se dispone en una planta basilical de tres naves. Destaca el Retablo Mayor, realizado hacia 1530. En el centro de la iglesia se encuentra el sepulcro de Santa Juliana, protegidos por una reja de hierro forjado del siglo XVI. Merecen citarse también la gran pila bautismal, en la capilla del baptisterio, y el maravilloso órgano de principios del siglo XVII bellamente tallado. La pieza maestra de la Colegiata es el claustro adyacente que con sus 42 capiteles es un excepcional ejemplo de la arquitectura monumental e iconográfi ca del arte románico.

Altamira La historia de Santillana permanecerá eternamente vinculada a la del arte prehistórico desde el descubrimiento, en 1879, de la cueva de Altamira, también llamada la Capilla Sixtina

del arte cuaternario por sus maravillosas pinturas rupestres. La cueva fue descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola, está ubicada a 2 kilómetros de Santillana y constituye uno de los más importantes monumentos mundiales del arte prehistórico. Es la cueva que conserva en mejor estado pinturas rupestres de tan extraordinaria calidad artística. Representan fi guras de caballos, bisontes, jabalíes, ciervos y otros animales, que fueron dibujados en colores rojos, ocres y negros en las paredes y techo de la cueva. Estas pinturas fueron realizadas, según los expertos, hace 14.000 años. La cueva de Altamira ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Por motivos de conservación de las pinturas, el acceso de visitas a la cueva se encuentra estrictamente restringido desde 1982. Pero no es necesario entrar en la cueva para disfrutar de este extraordinario lugar, ya que junto a ella se encuentra el nuevo Centro de Interpretación Museo de Altamira, considerado uno de los mejores de Europa dedicados a la prehistoria. Con su “neocueva” ofrece la posiblidad de sumergirse en el mundo de las culturas primitivas.

Museo de Altamira. Teléfono 942 818005.

Horario Del 1 de mayo al 31 de octubre 9,30-20hDel 1 de noviembre al 30 de abril 9,30-18hDomingos y festivos 9,30-15hCerrado Lunes, 1 y 6 enero, 1 mayo, 24,25 y 31 diciembrePrecio 2,40 euros. Gratuito menores de 18 y mayores de 65 años

Colegiata de Santillana

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Arte rupestre de la Cueva de Altamira, Santillana

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GASTRONOMIA y RESTAURANTES

En Santillana se pueden disfrutar algunos de los platos de la gastronomía cántabra, como el cocido montañés (alubias, cerdo y berza), el cocido lebaniego (garbanzos, repollo y carne), las carnes de ternera y buey de Reinosa, el queso Picón de Tresviso, la cecina de ciervo o las anchoas de Santoña. De los postres destacan el arroz con leche, las quesadas y los sobaos pasiegos. Algunos restaurantes:- Altamira, Cantón 1. Tel 942 818025. Decoración medieval. Cocina montañesa. - Taberna de Chus, Del Río 7. Tel 942 818122. De los más económicos. - Los Nobles, Carrera 6. Tel 942 840106. Platos combinados y cocina montañesa. - Cossío, Del Río 10. Tel 942 818355. Parrilladas de carne. - La Joraca, Los Hornos 20. Tel 942 840137. Lugar típico cántabro. Buena comida.

ARTESANIA Y PRODUCTOS TIPICOS Debido a que Santillana es un importante foco turístico, sus adoquinadas calles están repletas de posadas y tiendas de productos típicos cántabros. Además de las tiendas de alimentación donde comprar anchoas de Santoña, queso Picón, leche de vaca, sobaos pasiegos o quesadas, también son destacables los establecimientos de productos artesanales. Santillana ofrece para todos los gustos y para todos los bolsillos diferentes opciones de compras.

Antigüedades. Aposentados entre viejos muros de piedra y regias maderas, multitud de objetos antiguos aguardan ser rescatados del tiempo para servir de adorno en modernas casas urbanas. Cerámica. Expresión del más tradicional arte popular, la cerámica está muy arraigada en Santillana. Diversas tiendas y algún taller muestran el quehacer creativo de los artesanos del barro. Forja de hierro. En el barrio de Yuso aún se conserva la esencia de la ancestral forja del hierro, aplicable a herrajes, puertas o barandillas. Mueble artesano. Trabajo de talla y torneado de la noble madera de castaño, al estilo antiguo y con vistosos herrajes de forja. En la Plaza Las Arenas se encuentran dos tiendas de muebles antiguos.

i OFICINA DE TURISMO

Se encuentra en la calle Escultor Jesús Otero 20. Teléfono 942 818251. Horario: Todos los días 9,30-13,30h/16-19h

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Paisajes de San

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Información Práctica

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