Action Láncara 1

ACTION LÁNCARA Chinese and english boxing

Revista número 001

2.50 Euros

Octubre - Noviembre - Diciembre Año 2014

Las artes marciales

en el ejército

«Para el soldado las artes marciales son su profesión, su modo de vida, su armadura en el campo de batalla»

¡Las chicas son

guerreras!

«Contrario a lo que popularmente se solía pensar, las artes marciales no son una disciplina de un solo sexto. Hasta no hace mucho que una mujer practicase boxeo inglés, pongamos por caso, rompía los esquemas sociales sobre los roles del hombre y la mujer. Afortunadamente hemos avanzado mucho desde entonces.»

Defensa policial

«Los y las agentes de policía trabajan en la calle, encontrándose a veces con violentos agresores, en muchos casos armados con navajas o cuchillos. En estas situaciones no hay reglas, las armas cortan y pinchan de verdad, el agresor no respeta turnos de ataque-defensa, ni utiliza movimientos técnicos determinados.» «Las modalidades deportivas como el Judo, el Kick Boxing o el Taekwondo, entre otras, aunque son indiscutiblemente eficientes en combate, se quedan muchas veces cortas en la calle, no dan una respuesta adecuada a situaciones en las que el conflicto es desordenado y en donde todo tiende a fallar.”

Miyamoto Musashi “Sin embargo, habrá

personas en el Mundo que piensen que

aunque uno aprenda artes marciales no le

servirán de nada cuando surja una

situación real”

«La consolidación de las armas de fuego en el campo de batalla y la llegada de los nuevos tiempos han afectado considerablemente a las artes marciales, convirtiéndolas en muchos casos en un anacronismo. Ello ha causado su transformación en deportes de competición y exhibicionismo. Poco a poco han incorporado niveles de dificultad de carácter atlético y acrobático, han adornado sus movimientos y descafeinado sus técnicas más letales.»

Los orígenes del boxeo inglés

De los combates a puño descubierto, con escasas normas, de duración ilimitada y en donde dos boxeadores se destrozaban mutuamente rodeados de un ruidoso gentío, al deporte de contacto que conocemos hoy existe toda una larga historia de anécdotas muy significativas que descubren una muy interesante ingeniería occidental del combate.

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par de vendas y un equipo de cadenas y soporte de acero

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del Reino Unido, este demora aproximadamente 21 días en

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I. Las artes marciales en el ejército ... pág. 04

II. ¡Las chicas son guerreras! …. pág. 05

III. Eficiencia en las destrezas guerreras … pág. 08

IV. Defensa policial … pág. 09

IV. Los orígenes del boxeo inglés … pág. 10

IV. Wu Shu Kids … pág. 12

ACTION LÁNCARA Chinese and english boxing Redacción y diseño: José Manuel Nunes Edita Club Boxing Puebla de San Julián Grupo de Estudios Tradicionales del Gimnasio Ölympuss

boxingpueblasanjulian.wordpress.com - boxingpuelbasanjulian@gmail.com

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Soldados de terracota de la tumba del emperador Qín Shĭ Huáng (秦始皇) [pronun.: Chiín Shii Juaánk] , en la provincia china de

Shǎnxī (陕西) [pronun.: Shaanshi].

Sesión de entrenamiento de combate a mano vacía de los soldados del ejército de la República Popular de China.

A pesar de que a día de hoy los caballos se han substituido por vehículos motorizados, las lanzas y sables por fusiles, etc., la instrucción en el combate a mano vacía continúa presente en la formación de los soldados de todos los ejércitos del mundo.

Los ejércitos los encontramos desde el principio de los tiempos, los encontramos en la lucha grupal en donde dos o más comunidades de individuos, ya fuesen tribus, clanes, feudos, reinos o imperios, enviaban a la batalla a todos sus efectivos, disputándose un territorio de clima apacible, rico en recursos naturales, etc.. Dichas circunstancias han llevado a la aparición del profesional de la guerra, es decir, del soldado. Todo ello es producto de un proceso que se ha gestado a lo largo de la historia bajo una constante de

perfección y especialización en lo que se refiere a tácticas bélicas, armas y protecciones. Precisamente esto es lo que conocemos como una ingeniería de la lucha,

del combate, de la guerra, la ciencia de la eficacia en el campo de Marte. j

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El atleta busca disciplinar su cuerpo para la competición y en vista de esta meta diseña un entrenamiento especializado. Por ejemplo, si se trata de un atleta de maratón, este entrenará con una estrategia que le permita alcanzar una gran resistencia y completar recorridos muy largos en menos tiempo que sus competidores. Sería absurdo si entrenase, pongamos por caso, como un atleta de halterofilia. En el caso del guerrero ocurre lo mismo. Ha de someter su cuerpo a unas condiciones de

estrés psicológico y físico que potencien sus habilidades de supervivencia en combate. El soldado no puede permitirse el lujo de dedicar su energía y tiempo a entrenar algo poco funcional en la lucha. Necesita una preparación en combate que le salve la vida llegado el momento. Una parte imprescindible de dicha preparación es la habilidad en combate tanto a mano vacía como armada. El soldado no va a competir en un tapiz con alardes acrobáticos y movimientos ornamentados, va a defender su vida contra un agresor que, en la misma situación, lo dará todo en el enfrentamiento. Poco a poco las barreras reaccionarias se van quebrando, aparecen democracias, se pasa del sufragio censitario al sufragio universal masculino y de este al sufragio universal para hombres y mujeres. Es más, los poderes reaccionarios, aunque a un ritmo lento, se actualizan hasta el punto de ir aceptando de buen grado los nuevos cambios, cambios dados por la inercia natural de las sociedades, cambios como la igualdad entre sexos. Pero debemos de recordar que hasta no hace mucho las mujeres eran poco menos que una propiedad, primero de sus padres y posteriormente de sus esposos. Todavía bastante reciente en la memoria del tiempo, las mujeres debían sentarse de forma transversal en los caballos y en las motocicletas, vestir largas faldas, etc.. Había muchas profesiones consideradas un rol específico del que denominaban el sexo fuerte, el sexo dominante, el hombre: camionero, maquinista, militar, policía, etc.. Ello también ocurría en las artes marciales. ¿Te imaginas como habría reaccionado la sociedad de la década de los años cincuenta si en un pueblecito cualquiera una chica hiciese running con zapatillas deportivas, pantalones cortos y camiseta de tirantes? En efecto, sería un escándalo, materia de escarnio y maldecir en los foros ocasionales, en el patio de la iglesia, al salir de misa, en las cafeterías, etc.. En este mismo sentido se consideraba que deportes como el boxeo eran típicos de hombres. Un absurdo muy presente en el tiempo, aunque por fortuna

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Protagonista de la legendaria serie televisiva china, “The legend of Wing Chun”.

algunas pioneras se atrevieron a romper barreras, luchando con energía por demostrar que no existe un sexo débil y otro fuerte. Se subieron a un ring y mostraron una técnica perfecta en combates ejemplares. La práctica de deportes de contacto, de deportes de inspiración marcial y de artes marciales propiamente dichas no masculiniza en absoluto a la mujer ni la perjudica en ningún sentido. Dichas disciplinas son producto del intelecto y experiencia humana, siendo diseñadas con fines defensivos, terapéuticos, competitivos, etc.. No fueron diseñadas para un tipo de constitución física extraordinariamente entrenada, sino para cualquier persona, hombre o mujer, con la finalidad de incrementar las posibilidades de afrontar con éxito un desafortunado enfrentamiento. Es más, las artes marciales se diseñaron para combatir a adversarios superiores en número o condición física valiéndose de la habilidad, de la técnica, y no tan solo de recursos primarios como la fuerza.

Los relatos de tradición oral dicen que el Boxeo Wing Ceon (詠春)

[pronun.: Vink Chun] “Eterna Primavera”, tal vez el sistema de combate más eficiente del mundo, fue creado por una chica.

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En la antigua China, a pesar de no ser menos machista que el viejo

Occidente, era habitual encontrarse

con expertas luchadoras. Las artes

marciales se solían enseñar por igual a

hombres y mujeres. Ya busquemos potenciar

nuestra salud, entretenernos,

competir o adquirir habilidades de defensa

personal, no hay absolutamente nada en los deportes de

combate, en los deportes de

inspiración marcial y en las artes marciales propiamente dichas que sugiera tratarse de actividades de un

solo sexo.

En una entrevista al entonces ya anciano Gran Maestro /jutping/Jip Man (葉問) [pronun.: Llip Man], quién

introdujo en las artes marciales al famoso Bruce Lee, mencionó que según la tradición, pasada de Maestro a discípulo a lo largo de varias generaciones, el Boxeo Eterna Primavera había sido creado por una monja de Shàolínsí (少林寺) [pronun.: Sháaoliínsií] “El Monasterio

del Joven Bosque”, habiéndolo transmitido a una joven muchacha llamada /jyutping/Jim Wing Ceon (严詠春)

[pronun.: Llim Vink Chun], Al parecer, la joven muchacha era acosada por el extorsionador local, hombre de complexión especialmente fuerte y rudo en modales. Este quería tomarla por esposa, pero la muchacha se resistía. El problema la llevó a pedir ayuda a esta veterana monja de Shàolín (少林寺) [pronun.: Sháaoliínsií] “El Monasterio del

Joven Bosque”, amiga de la familia. Habiéndose compadecido de la situación de la joven, la monja decide instruir a /jyutping/Jim Wing Ceon (严詠春) [pronun.: Llim

Vink Chun] en las artes de combate, no sin antes comentarle una experiencia pasada en la que la propia Maestra había sido víctima de luchadores expertos, más fuertes físicamente que ella. Las prácticas marciales del templo se habían apartado mucho de su cometido original de valerse más de la maña que de la fuerza y, llegado el momento, estas disciplinas no funcionaban con luchadores entrenados y de mayor complexión corporal. Por ello había diseñado un sistema de combate más simple y eficaz, más natural a la hora de luchar, que se pudiese aprender relativamente pronto y que realmente permitiese afrontar a cualquier tipo de agresor. Dicho sistema se lo pasó a la joven jyutping/Jim Wing Ceon (严詠春) [pronun.: Llim Vink

Chun] adquiriendo una notable habilidad pugilística en poco tiempo. Ello le permitió retar en público a su acosador, desafiándolo a un combate en la plaza, a vista de todos los vecinos, en el que acordó someterse a su voluntad y ser su esposa caso perdiese, pero de lo contrario él habría de dejarla por siempre en paz. Así fue que tuvo lugar el duelo, del que para sorpresa del gentío, resultó vencedora la joven muchacha. Cuenta la historia que tiempo después jyutping/Jim Wing Ceon (严詠春) [pronun.: Llim Vink Chun] se casó felizmente por amor con un

artista marcial al que le mostró lo que la monja le había enseñado. Su esposo, maravillado, decidió bautizar el sistema con el nombre de su esposa, legándoselo a nuevas generaciones de Maestros. Todo ello no es más que un ejemplo de que las artes marciales no están diseñadas para un sexo en particular, sino para cualquier persona.

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Todo cambia y nada escapa a la transformación del tiempo. Desde las armas de bronce a las de acero, desde el arco de flechas al cañón y al fusil. Desde sus orígenes las artes marciales han estado sometidas a un constante proceso de perfeccionamiento, centradas en alcanzar cada vez un mayor rendimiento en la defensa y ataque. Pero esta constante de evolución se vio alterada en el momento en que dichas disciplinas se convierten en un anacronismo. A partir de entonces apenas sobrevive su dimensión lúdica y exhibicionista. Las artes marciales se adaptan a los nuevos tiempos transformándose en un deporte de entretenimiento y competición. Su sentido evolutivo se encuentra drásticamente alterado, ahora no experimentan cambios en el sentido de eficiencia en el combate de supervivencia. Han tomado un nuevo rumbo, han descafeinado muchos de sus atributos puramente marciales, se han dotado de toda una serie de normas de competición, se les han añadido florituras y juegos

acrobáticos. Esta circunstancia las ha distanciado de su identidad natural, naciendo algo nuevo, diferente. Hablamos de deportes de inspiración marcial, deportes que todavía se siguen llamando coloquialmente artes marciales. Se trata de disciplinas elegantes, muy estimulantes y de lo más beneficiosas para la salud. Pero ya no preparan a nadie para sobrevivir en la batalla, sino que entrenan a atletas que buscan conquistar el oro en el terreno de competición. Así es que, aun cuando se conservan elementos de utilizad en la defensa personal, no se les puede pedir que respondan en un contexto diferente para el cual están diseñadas. Con todo todavía sigue habiendo confusión al respeto cuando muchos practicantes y expracticantes de artes marciales protestan en diferentes espacios de Internet, así como donde les es posible, por el hecho de que sus años de duro entrenamiento y dedicación a lo que se llama comúnmente como arte marcial no les han resultado útiles en la defensa personal. Esta confusión es equiparable a quien se queja, por ejemplo, de que su larga experiencia jugando al futbolín no le ha valido de nada o muy poco a la hora de jugar al pimpón. En consecuencia hay que tener muy claro aquello que se busca, si se desea aprender un sistema de combate marcial, no sujeto a competición, o si se desea practicar un deporte. Y es que irremediablemente todo esto nos trae a la memoria a Miyamoto Musashi, en su obra “Los Cinco Anillos”, cuando nos dice textualmente:

“Sin embargo habrá personas en el mundo que piensen

que aunque uno aprenda artes marciales, no le servirán

de nada cuando surja una situación real”

A dicha cita le sigue la aclaración de que en consecuencia, las destrezas guerreras han de ser cultivadas, entrenadas, de tal modo que funcionen, que sean útiles en todo combate, sean cuales sean las condiciones en las que este se desarrolla y contra todo tipo de adversarios. Evidentemente, si entrenamos con un fin no marcial no podemos esperar obtener destrezas marciales.

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Miyamoto Musashi “Si el enemigo piensa en la montaña, imponle el mar; y si piensa en el mar, imponle la montaña. Éste es el camino de la estrategia”. “Es esencial ejecutar un movimiento repentino, totalmente inesperado por el adversario, para sacar provecho de la ventaja que supone sorprenderlo, asustarlo, alcanzando la victoria en ese preciso instante y lugar.”

En la calle la policía se enfrenta a conflictos reales en

donde los agresores son violentos, en donde no se

repastan reglas de combate y en donde todo lo

aprendido tiende a fallar.

Los deportes de

contacto tales como el

Full Contact, el Kick

Boxing, el San Da, La

Savate, etc., pese a

preparar al individuo

para el contacto real y

resultar ser sistemas

muy eficientes en el

terreno de la defensa

personal, a veces no

están a la altura de

situaciones conflictivas

en las que impera el caos,

en donde el/la agente de

policía ha de afrontar

adrenalina y pánico

ocasionado por la

amenaza de un oportuno

perturbado que empuña un arma blanca. El

concepto de recibir encajando los golpes y

responder con contundencia no es ideal para los

cuerpos de seguridad del estado. Los y las

agentes de policía, así como también de la

Guardia Civil, no deben de entrar en el juego de

“das y doy”, sino que han de neutralizar al

agresor en un contexto muy diferente al del ring,

en donde urge una actuación en la que se

preserve a toda costa la integridad del agente.

La formación en artes marciales en la policía y en el ejército: Deportes de inspiración marcial tales como el

Taekwondo, el Judo, o a medio camino, más

próximo del arte marcial propiamente dicho, el

Jiu-Jitsu, han sido de ayuda, contribuyendo

mucho a la Defensa Policial, pero al igual que los

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deportes de contacto, se quedan cortos en la

calle. Por ello, a la hora de elaborar el curriculum

de formación policial y militar se recurre a

sistemas sincréticos como el griego Pankration,

los rusos Sambo y Systema, el hebreo Kravmagá,

el malayo Pencat Silat o el chino Wing Chun. De

hecho, este último sistema, en la transcripción

fonética del cantonés o jyutping, Wing Ceon

Kyun [pronun.: Vink Chun Ken] “Boxeo Eterna

Primavera”, está resultando ser una de las

opciones predilectas por cuerpos policiales y

militares de élite de muchos países. Sin ir más

lejos, en España, el Maestro Marcelo Navarro

imparte cursos de Boxeo Wing Ceon [pronun.:

Vink Chun Ken] en la Guardia Civil, Policía

Nacional, Mossos d’Escuadra, Ertzaintza y en los

cuerpos de Tierra, Aire y Mar de las Fuerzas

Armadas Españolas.

Hubo un tiempo en el que los

boxeadores combatían sin

límites de tiempo,

prácticamente sin normas,

buscando el knock-out (KO) o

noqueo como única resolución

del enfrentamiento a tiempo

que el gentío hacía sus

apuestas y voceaba entusiasta.

James Figg (1695 – 1734): considerado el padre del Boxeo Moderno -que no actual-, fue uno de los más brillantes y destacados Maestros de las destrezas occidentales de lucha. Más allá de dominar el boxeo a puño descubierto, destacó significativamente en la esgrima con espada ropera y con bastón, acomulando una larga experiencia en duelo. Según las fuentes de la época, Figg participó en 270 desafíos oficiales, saliendo campeón indiscutible de todos ellos salvo de uno, en cuya revancha, parece ser, resultó vencedor. Su talento, formación y larga experiencia en las artes de combate occidentales lo motivó a abrir su propia escuela, formando, entre a otros alumnos, a sus discípulos Jack Broughton, Bob Whittaker y George Taylor. Su transcendencia en la historia del boxeo ha sido tal que en 1992, Figg fue incorporado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional.

Hasta el siglo XVI, se entendía el combate bajo el nombre, fundamentalmente, de box. No existía un método definido, ni una institución que regulase dichas prácticas. Por no haber no había ni árbitros ni normas. De hecho los combates eran una auténtica carnicería en la que era habitual que alguno de los combatientes acabase falleciendo a consecuencia de las heridas sufridas. Sabemos que las artes marciales chinas, por ejemplo, no eran ni por asomo menos contundentes y bestiales, pero se solían entrenar con precisión y control, reprimiendo la fuerza de impacto en el último momento. Pero en el caso de los combates de boxeo occidental lo habitual era ofrecer un espectáculo de contacto pleno, algo más parecido a lo que hoy conocemos como Vale Tudo y MMA (Mixed Martial Arts). Hay que tener presente que en dicha altura entretenimientos tales como peleas de gallos o exhibiciones en las que un luchador intentaba noquear a un ternero o a un cerdo estaban al orden del día. Y curiosamente, en aquellos primeros momentos en los que se gestaba lo que más tarde daría lugar al actual Boxeo Inglés, los combates no se limitaban al sexo masculino, sino que también tenían lugar enfrentamientos entre diestras boxeadoras. Curioso hecho, cuando en la década de 1900 y hasta no hace mucho, el boxeo femenino era un esperpento para el pensamiento social dominante. El viejo boxeo, incluso el que el Gran Maestro James Figg ayudó a definir, distaba por mucho del deporte de contacto occidental que conocemos hoy. De hecho su naturaleza libre de limitaciones restrictivas, la búsqueda de la victoria a cualquier precio y su cultivo conjunto con destrezas armadas como es la esgrima con espada ropera y bastón, hacía del método una verdadera arte marcial, poco que ver con lo que es un deporte. El boxeo que Figg propuso en ese momento era muy diferente de lo que solemos ver en nuestros días. Usted podría agarrar al oponente y tirarlo en el suelo, se les permitió tiros incluso cuando el oponente se había caído al suelo. Hubo un anillo bien definido, el espacio utilizado para el combate se definió por una

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Boxeadoras de finales del siglo XVIII

Habría que esperar a que el famoso

Jack Broughton, discípulo de Figg,

decidiese dotar al boxeo de un

reglamento que pusiese fin a las

salvajes lesiones, a veces incluso

mortales. Broughton había

establecido unas normas

imprescindibles para preservar , en

la media de lo posible, la salud del

boxeador, normas tales como parar

30 segundos el combate cada vez

que uno de los contendientes cae al

suelo, el uso de habilidades de

luxación y proyección solo de

cintura para arriba; el empleo de

apagadores, una especie de

guantes semiacolchados, etc.. Sus

reformas fueron adoptadas con

éxito y utilizadas a lo largo de casi

100 años.

En el año 1838, la British Pugilists Protective

Association (Asociación Británica para la

Protección de los Púgiles) matiza y amplía las

normas de Broughton. Dicho reglamento

extendió su uso por Inglaterra y los Estados

Unidos, popularmente conocido como las

London Prize Ring Rules, con un total de 23 en

las que se determinan las dimensiones del área

de combate, la retirada a su correspondiente

esquina por parte de los púgiles cada vez que

uno de ellos sale de dicho espacio o cae al

suelo, la prohibición de patear, de agredir por

debajo de la cintura, etc.. Pero a pesar de que

ya tiempo antes de las London Prize Ring Rules

Broughton aconsejase el uso de unos guantes

medianamente acolchados, llamados por él

apagadores, los espectáculos de boxeo seguían

siendo en su mayoría a puño descubierto.

Habría que esperar 29 años más a que el

Amateur Athletic Club, de Graham Chambers

redactase un nuevo reglamento con el fin de

resguardar más todavía la salud de los púgiles.

Dicha redacción se popularizó bajo el nombre

de Reglas de Queensberry. Ahora los

combates se organizaban en diferentes

categorías según el peso de los boxeadores, se

establecía el uso de guantes, la duración de los asaltos

no debía de ser superior a los tres minutos, se

prohibía tanto empujar como agarrar y si el boxeador

caído no se recuperaba a la cuenta de diez, se daba

por finalizado el combate.

En poco tiempo las Reglas de Queensberry se

adoptaron tanto para el boxeador amateur como para

el profesional, desapareciendo los combates a puño

descubierto, considerados una verdadera aberración

y hasta un crimen según los tribunales ingleses.

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Tu mente es como el agua. Cuando está agitada es

complicado ver a través de ella, pero si permites que se apacigüe la visión será nítida.

El que no obra por temor a fallar fracasa incluso

antes de actuar.

Convertirse en el Guerrero del Dragón es conseguir nuestros imposibles.

No puedes lograr que un árbol dé frutos antes de

tiempo. Todo tiene su proceso.

Cuando crees en ti mismo, el universo entero se pone de tu parte.

Para que algo sea especial basta con creer que es

especial.

La recompensa de los

Maestros

En la antigua China aquellas personas que lograban la excelencia en

alguna disciplina, ya fuesen las artes marciales, la música, la caligrafía tradicional, la literatura, etc., eran llamados Maestros y a menudo recibían numerosas visitas de personas que les pedían encarecidamente ser aceptados como alumnos/as. Salvo en casos en los que las necesidades económicas amenazaban al Maestro, este solía aceptar a un grupo selecto de alumnos y alumnas. Incluso eran sometidos a un período de prueba en el que serían evaluados cuanto a si realmente estaban agraciados con el don de la vocación y la perseverancia. De otro

modo el Maestro no les enseñaría, pues si llegasen a abandonar las enseñanzas a los pocos años de iniciar su aprendizaje, su dedicación con ellos habría sido desaprovechada. El Maestro habría perdido el tiempo. Naturalmente que los alumnos pagaban una cuota al docente por su tiempo y esfuerzo, cuotas que no solían ser pequeñas, pero la enseñanza en estos contextos iba mucho más allá de la mercantilización. ¿A caso las enseñanzas de Sócrates a Platón o de Platón a Aristóteles eran un simple producto de mercado? Tanto en la vieja Asia como en Occidente, las enseñanzas de los Maestros eran un tesoro inmaterial de valor incalculable,

una herencia de conocimientos que pasaba de una generación a otra. La recompensa del Maestro era

ver progresar a sus alumnos, y no solo en el aprendizaje de la materia a estudiar, sino también en todos

los campos de la vida. El Maestro deseaba transmitir a sus alumnos/as toda su sabiduría y experiencia con el deseo de que sus enseñanzas les resultasen útiles y les ahorrasen tener que pasar por muchos procesos de

ensayo-error en el camino de la vida. La motivación del Maestro residía en el placer de ayudar

a los demás.

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Tal y como está la programación televisiva infantil, unos dibujos animados como Kung Fu Panda, en los que se cuida la calidad gráfica, en los que se ofrecen argumentos entretenidos y en los que no encontramos elementos confusos ni perjudiciales para la mente de los pequeños, son todo un regalo que se agradece y mucho.

Poco a poco, de una forma un tanto

sutil, la televisión ha hecho uso un tanto

irresponsable de la libertad de

expresión. Prácticamente a cualquier

hora vemos emisiones poco adecuadas

para los públicos infantiles. Incluso la

propia programación infantil resulta en

ocasiones demasiado violenta y

confusa. Cada vez se recurre a una

calidad gráfica más baja, simplificando

trazado y paleta cromática, véase el

ejemplo de Sin Chan, por no hablar de

argumentos de lo más disparados y

psicodélicos. Todo ello por alcanzar la

relación más provechosa posible entre

abaratamiento de coste de producción

y éxito en audiencia. Parece que la vieja

escuela, como los clásicos Diseney, en

donde, por ejemplo, una escena de

pocos segundos en donde un pajarillo

alza el vuelo, requería un gran trabajo

de cientos de fotogramas que,

superpuestos, reproducen un

movimiento de gran calidad y realismo.

Hoy dibujos con mensaje, que les

solemos llamar, como la Abeja Maya o

el Rey León, parecen resultar un tanto

“cursis”, siendo difíciles de reciclar para

los nuevos públicos. Sin embargo la

Dream Works Animations ha

alcanzado un tremendo éxito en el

público infantil con Kung Fu Pana, la

leyenda de Po, unos dibujos animados

de gran calidad gráfica y con unos

argumentos muy elaborados en los que

se transmiten los valores cultivados por

los artistas marciales, valores tales

como la paciencia, la paz, la

autosuperación, el compañerismo…

Láncara, una pequeña

cantera de Wu Shu Deportivo,

pero de pegada muy potente.

Hace tan solo tres años que se creó en A Póboa de San Xiao (Láncara) el equipo de Wǔ Shú Deportivo y nada más empezar, apenas con dos horas semanales de entrenamiento, en poco menos de siete meses conquistaba en Vigo, en el Campeonato Gallego de Wǔ Shù de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados, la medalla de bronce. Aquel había sido el primer paso de ascenso en el pódium de nuestras campeonas. En

el año siguiente, el equipo de combate coreografiado formado por Lara, Nerea, Noe, María y Marta lograba la plata, medalla repetida en el paso campeonato gallego 2014, esta vez a muy pocas décimas del oro.

Fotografía del Campeonato Gallego de Wu Shu Deportivo, Vigo 2012

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