actores sociales y gobiernos ante la crisis - vidal

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  • ACTORES SOCIALES Y GOBIERNOS

    RNTE LR CRISIS

  • ACTORES SOCIALES Y GOBIERNOS

    ANTE LA CRISIS GREGORIO VIDAL Coordinador

    MXICO 2012

  • Esta publicacin ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agen-cia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) mediante la convocatoria de Ayudas para Programas de Cooperacin Interuniversitaria e Investigacin Cientfica, a travs de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboracin con la Universidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa (Mxico). El contenido de dicha publicacin es responsabilidad exclusiva de sus autores y no debe considerarse que necesariamente refleje la opinin de la AECID.

    Primera edicin, diciembre del ao 2012

    2012 GREGORIO VIDAL BONIFAZ

    2012 Por caractersticas tipogrficas y de diseo editorial MIGUEL NGEL PORRA, librero-editor

    Derechos reservados conforme a la ley ISBN 978-607-401-644-4

    Esta investigacin, arbitrada por pares acadmicos, se privilegia con el aval de la institucin coeditora.

    Queda prohibida la reproduccin parcial o total, directa o indi-recta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorizacin expresa y por escrito de los editores, en tr-minos de lo as previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables.

    IMPRESO EN MXICO PRINTED IN MXICO

  • DESIGUALDAD SOCIAL CRECIENTE, GANANCIAS FINANCIERAS AL ALZA Y AVANCE HACIA LA DEPRESIN GLOBAL

    Los indicadores ms recientes sobre el comportamiento de las economas a nivel mundial no son positivos. En la Unin Eu-ropea se acumulan las cifras que dan cuenta de una nueva recesin en varios pases. En la zona del euro, considerando 17 pases, se estima que habr una reduccin del PIB de 0.3 por ciento en el ao 2012. Tambin se observa una cada del producto para el conjunto de la Unin Europea. Lo ms des-tacado es la creciente debilidad en el comportamiento de las economas de Francia y Alemania. En Grecia, Espaa, Italia y Portugal, como se destaca en el cuadro 1, la recesin es un hecho. La continuidad en las polticas econmicas fundadas en el criterio del ajuste fiscal aplicadas por los gobiernos de esos pases, contando con el aval de los organismos financie-ros internacionales y de las instituciones de la propia Unin Europea, van a profundizar la recesin y avanzar hacia la

    Introduccin Gregorio Vidal*

    'Departamento de Economa, Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, [email protected]; [email protected]

    5

  • depresin aun cuando se sostenga que son un medio para combatir la crisis. La recesin tambin est presente en Holanda y Hungra y pronto puede ser la situacin de Blgica, Repblica Checa, Austria y el Reino Unido. Las previsiones para 2013 no implican cambios relevantes. El comportamiento de la produccin industrial no permite establecer ninguna recuperacin de las economas de estos pases vinculada a un sostenido incremento del empleo. Al final del primer semestre de 2012, en comparacin con el ao anterior la produccin industrial en la zona del euro (17 pases) cay 2.1 por ciento y en la Unin Europea (27 pases) en 2.2 por ciento.

    En Estados Unidos el crecimiento contina siendo dbil. Como en observaciones previas, el ndice nacional de la acti-vidad econmica que elabora la Reserva Federal de Chicago (CFNAI, por sus siglas en ingls), con datos a julio de 2012, tiene un ligero ajuste a la baja. Desde finales de 2006 cuando registr su punto ms alto desde comienzos de la dcada pa-sada, el CFNAI se mueve en un ciclo a la baja que tiene su menor registro a finales de 2009 (CFNAI, 2012). Otros indicado-

    6 Gregorio Vidal

    PIB: Crecimiento estimado en

    Zona euro [17 pases] Alemania Grecia Italia Holanda Blgica Reino Unido Estados Unidos

    -0.3 0.7 -4.7 -1.4 -0.9

    0 0.5 2.0

    Cuadro 1 2012 en algunos pases desarrollados

    Unin Europea (27 pases] 0.0 Francia 0.5 Espaa -1.8 Portugal -3.3 Hungra -0.3

    Repblica Checa 0.0 Austria 0.8 Japn 1.9

    Fuente: Elaboracin propia con informacin de Economtica.

  • res como PIB por habitante, formacin de capital y desempleo confirman que en un lapso de tiempo medio desde finales de 2007 a 2012, el comportamiento de la economa estadouni-dense no es positivo. El Fondo Monetario Internacional califi-ca que el crecimiento de la economa de Estados Unidos con-tina siendo anmico. Japn no se presenta con la capacidad de dinamizar al conjunto de la economa mundial. Es una economa en la que existe una sistemtica disminucin del coeficiente de inversin, sin un crecimiento de la produccin industrial en ms de una dcada. La economa contina atra-pada en un largo proceso de estancamiento con firmes ten-dencias depresivas y deflacionarias. A ello se agrega el com-portamiento de las mayores economas de Amrica del Sur y de Asia. En estos pases, el crecimiento se ha debilitado, des-tacando Brasil, en el que la prdida del impulso en su econo-ma es particularmente notable.

    Los datos sobre las mayores economas del mundo en desarrollo revelan la mayor gravedad de la crisis. Informan sobre un posible fortalecimiento de las tendencias depresivas en el conjunto de la economa mundial. Las acciones asumi-das por los gobiernos de Europa no contribuyen a enfrentar esta tendencia. Los discursos de los gobernantes de las eco-nomas desarrolladas estn plagados de las frmulas y las consideraciones de poltica econmica que no permiten resol-ver la crisis. Para varios pases de Europa no es un asunto trivial. Con el argumento de restablecer las condiciones de funcionamiento de las economas se han modificado sustan-cialmente las condiciones de vida de amplios grupos de la poblacin, produciendo empobrecimiento, reducciones en los ingresos y disminucin de los derechos sociales. La poltica econmica ejecutada por los gobiernos de la Unin Europea revela que el tema concierne directamente a las condiciones de vida de amplios grupos de la poblacin. La poltica ejecutada

    Introduccin 7

  • y el comportamiento de las economas en ningn momento pueden ser analizadas desde la ptica de equilibrios que no se alcanzan en las economas, del avance en una supuesta con-solidacin fiscal que no redundar en el establecimiento del crecimiento, o del combate a procesos inflacionarios cuando existen tendencias deflacionarias.

    El ajuste fiscal y la modificacin en la gestin de las finan-zas pblicas no concierne nicamente al erario de los pases de la Unin Europea o de Estados Unidos. Como sucedi en Amrica Latina en gran parte de los aos ochenta y a lo largo de la dcada de los noventa, la ejecucin del ajuste fiscal y las reformas estructurales involucraron de forma directa a muy diversos grupos sociales. Son polticas que afectan negativa-mente el ingreso y las condiciones laborales y de vida de amplios grupos de la poblacin. En varios pases de Europa se ha flexibilizado el mercado laboral, se ha abaratado el des-pido de los trabajadores y se ha retrasado la edad de jubila-cin. En Espaa, por ejemplo, se retras la edad de jubilacin hasta los 67 aos, se elimin un pago extra a los funcionarios del Estado que era parte de sus remuneraciones regulares, se ha recortado la prestacin por desempleo, se ha incrementado lo que se denomina "copago farmacutico" al adquirir medica-mentos, y se han elevado las colegiaturas que deben pagarse en las universidades en el sistema pblico. El retraso de la edad de jubilacin se ha puesto en prctica en otros pases, como tambin algunos incrementos al impuesto sobre la ren-ta a las personas fsicas y de manera ms generalizada au-mentos al impuesto al valor agregado. Tambin se han dado aumentos o se cobran los servicios de salud pblicos, lo mismo en Grecia, como en Portugal. El discurso de los gobernantes insiste en que las medidas ejecutadas permitirn a mediano plazo reducir el dficit pblico y generar empleo. Al final, en una fecha no definida se sostiene que ser posible el incremento

    8 Gregorio Vidal

  • de los ingresos por cuenta del erario y, lo ms importante, la recuperacin del crecimiento. Es una narrativa que no en-cuentra fundamento en la historia. Es un camino por el que ninguna economa ha transitado hacia el crecimiento, como se demuestra con el desempeo de los pases de Amrica Latina en los aos ochenta y noventa del siglo pasado y en los primeros aos del siglo actual.

    En Grecia e Manda ha habido una reduccin generalizada en los salarios que incluye el salario mnimo. En Grecia la rebaja acumulada de las pensiones alcanza hasta un 24 por ciento, mientras que en Irlanda la disminucin de lo que se le paga a los pensionistas es del orden del 10 por ciento. Segn informacin del Banco Mundial, el PIB por habitante a precios actuales en el periodo de 2008 a 2011 en Alemania, Bl-gica, Dinamarca, Espaa, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Portugal y Reino Unido registra disminuciones de diverso rango. En todo caso, las disminuciones son igual-mente notables en Espaa, Grecia y Reino Unido. Es un dato que no resulta compatible con la recuperacin del creci-miento de las economas y que se suma a las tendencias deflacionarias y hacia la depresin. La reduccin en los in-gresos medios es ms gravosa por los aumentos que se aplican en impuestos y en servicios pblicos. Los cambios realizados no han modificado sustancialmente el cuadro de las economas. Se han afianzado las tendencias recesivas, no se ha recuperado el crdito para las empresas y las familias, y el desempleo se mantiene en altos niveles o incluso est creciendo.

    La profundizacin de la crisis tiene referentes especficos al considerar las condiciones de vida de diversos grupos so-ciales. Un dato acerca de su gravedad es el incremento de los desempleados que tienen largo tiempo en esa condicin. En algunos pases que cuentan con seguro de desempleo las

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  • fechas en que terminan las coberturas estn prximas a cumplirse y en otros los plazos se han extendido, pero como una decisin discrecional de los gobiernos sin garanta ninguna sobre su mantenimiento. Como se observa en el cuadro 2, la tendencia para el conjunto de los pases de la OCDE es a un incremento notable de los desempleados con ms de un ao en esa situacin, al punto de que a finales de 2011 son una tercera parte del total cuando a la vez el desempleo crece o se mantiene en altos niveles. Las cifras mayores del desempleo al final del primer semestre de 2012 son en Espaa (24.8 por ciento), Grecia (23.1 por ciento), Portugal (15.4 por ciento), Irlanda (14.8 por ciento), Eslovaquia (13.8 por ciento) e Italia (10.8 por ciento). Pero en Reino Unido es de 8.1 por ciento, en Francia de 10.1 por ciento y en Estados Unidos de 8.2 por ciento y no se observan en el conjunto condiciones que permi-tan sostener que en un plazo relativamente corto y aun medio habr reducciones significativas. Por el contrario, es posible que si se mantienen las medidas de poltica econmica ejecu-tadas hasta la fecha, existan incrementos.

    Cuadro 2 Desempleo mayor a un ao como porcentaje

    OCDE

    Unin Europea Japn

    Estados Unidos

    2007 T4

    28.8

    41.9 34.7

    10.4

    del desempleo total

    2011 T4

    35.3

    43.5 44.2

    31.4

    Fuente: OECD. Emploi perspective, en www.oecd.org/emploi/perspec

    10 Gregorio Vidal

  • Uno de los datos destacados de la crisis es el desempleo juvenil o la incapacidad de incorporar a los jvenes al mundo del trabajo, incluso aquellos que tienen estudios universita-rios. El desempleo juvenil en los pases desarrollados aument durante el periodo de 2007 a 2011, del 12.5 al 17.9 por ciento. Para el ao 2011, la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) seala que hay 74.7 millones de jvenes desempleados en el mundo. Un nmero creciente de estos jvenes tiene aos sin trabajar o nunca se ha incorporado al mundo del trabajo remunerado (orr, 2012: 90). En Mxico se reconoce que hay un amplio grupo de jvenes que no estudia, pero tampoco trabaja. La sociedad no les ofrece un espacio para su desarrollo. En Estados Unidos, al final del primer semestre de 2012, los desempleados menores de 25 aos son el 16.5 por ciento de la poblacin econmicamente activa de ese grupo de edad, el doble del desempleo total. La economa est funcionando de forma tal que hace prescindibles a amplios grupos de la poblacin, en-tre ellos segmentos importantes de jvenes. El complemento de este mundo fundado en la destruccin del trabajo es que entre los que cuentan con un empleo aumentan y seguirn creciendo los que trabajan a tiempo parcial, muchos de ellos con contratos temporales. Tambin los que trabajan jornadas superiores a las ocho horas diarias o con contratos a destajo como hace ms de 100 o 200 aos. En los pases en desarrollo es notable la proporcin de pobres entre los jvenes y el in-cremento de los trabajadores por cuenta propia o de los que trabajan en sus propias viviendas o no cuentan con un espa-cio especfico para desarrollar sus actividades econmicas (Vidal, 2011).

    La OIT presenta una exposicin sobre el proceso de des-truccin del empleo y el deterioro en las condiciones de vida de amplios grupos de la poblacin producto de la crisis en el periodo de 2008 a 2012. Seala:

    Introduccin 11

  • Al despuntar 2012, 1,100 millones de personas, uno de cada tres miembros de la fuerza de trabajo, est desempleado o vive en la pobreza. Tras tres aos de una situacin de crisis conti-nua en los mercados de trabajo del mundo, y ante la perspec-tiva de un mayor deterioro de la actividad econmica en los mercados de trabajo, el desempleo en el mundo ha aumentado en 27 millones de personas, y en el prximo decenio se nece-sitarn ms de 400 millones de nuevos empleos tan slo para evitar otro aumento del desempleo (OIT, 2012: 89).

    Sin embargo, la profundizacin de la crisis no implica que todos los grupos y actores sociales estn siendo afectados. Como lo han mostrado con crudeza las dos grandes guerras del siglo xx, hay quienes se benefician de esos acontecimien-tos: de las guerras y de las grandes crisis. La situacin por la que atraviesan las mayores economas desarrolladas y un grupo de economas en desarrollo desde el ao 2007 ha inclui-do la disminucin de algunas grandes fortunas. Algunos bancos y otras firmas financieras han quebrado y varas compaas han debido someterse a las respectivas leyes de quiebra exis-tentes en cada uno de los pases. En Estados Unidos se pro-cedi utilizando recursos pblicos a poner a note a algunas empresas. Fue el recurso utilizado entre otros en los casos del consorcio bancario financiero Citi Group; la mayor asegura-dora, AIG; y la mayor empresa automotriz, General Motors. En otros pases tambin se han rescatado algunos grandes ban-cos y aseguradoras. Adems se establecieron estmulos fisca-les diversos para mantener las compras en la industria auto-motriz. Al paso de los aos los rescates continan, pero tambin los grandes bancos, firmas financieras, sociedades de inversin y fondos de inversin estn obteniendo cuantiosas ganancias.

    A finales de 2010, cuando se sostena por parte de varios de los gobiernos de los pases desarrollados y por los directi-

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  • vos de las agencias econmicas y financieras internacionales multilaterales que la recesin era tema del pasado y la conti-nuidad en la poltica econmica permitira fortalecer el crecimiento de la economa, las grandes fortunas daban signos de una recuperacin importante a diferencia de lo que suceda en el mundo del trabajo. El informe de Merril Lynch y Capgemini sobre la riqueza en el mundo destaca que el grupo de los in-dividuos con activos o recursos disponibles para ser inverti-dos de un milln de dlares o ms (HNWI, por sus siglas en ingls),1 haban recuperado y sobrepasado la situacin de ri-queza que tenan en 2007. En 2040 sus activos crecieron en 9.7 por ciento hasta alcanzar la cifra de 42.7 billones de dla-res, ligeramente superior a la del ao 2007 (Merril Lynch y Capgemini, 2011: 4-5). En 2010, el PIB mundial creci en 4.3 por ciento, mientras que la riqueza o activos de los que el in-forme de Capgemini identifica como Ultra-HNWIS, con activos para ser colocados mayores a los 35 millones de dlares, lo hizo en 11.5 por ciento. Los Ultra-HNWIS en el mundo no su-man 100 mil personas, mientras sus activos al final de 2010 son superiores a los 15 billones de dlares. Para tener una idea del tamao de las fortunas de estos individuos consid-rese que segn informacin del Banco Mundial, en 2010 el PIB mundial calculado en dlares por paridad del poder de com-pra (PPP, por sus siglas en ingls) fue de 76 billones. Los acti-vos de los HNWIS equivalen al 56 por ciento del PIB mundial y los que poseen las 98 mil personas que son parte de los Ultra-HNWIS, equivalen a una quinta parte del producto mundial.

    'En el documento que publican Merril Lynch y Capgemini en 2011, que se presenta como el resultado de una colaboracin en la materia de mes de 20 aos, se establecen dos grupos de individuos en el mundo con altos activos netos para ser colocados financieramente: los denominados HNWI y los Ultra-HNWI, siempre por sus siglas en ingls. En ambos casos las fortunas conside-radas descuentan la primera residencia y los recursos utilizados para sufragar sus gastos cotidianos.

    Introduccin 13

  • En 2011 las fortunas de las HNWIS no continuaron creciendo como en los aos 2009 y 2010; sin embargo, la cifra total de activos se mantiene en 42 billones de dlares. La riqueza para ser colocada financieramente de estas 11 millones de perso-nas equivale al 52 por ciento del PIB mundial. El grupo de los HNWI con activos de ms de 30 millones de dlares para ser invertidos, los Ultra-HNWI, segn la clasificacin del Informe sobre la Riqueza en el Mundo de 2012 de RBC y Capgemini, contina siendo una mnima cantidad de personas entre los 11 millones con activos de un milln o ms de dlares que hay en el planeta (Capgemini y RBC, 2012).2 100 mil personas es una cantidad mnima comparada con la poblacin de Estados Unidos o incluso la de Alemania, Japn, Reino Unido o Fran-cia. En el mundo son unos cuantos con una inmensa fortuna y sin duda relaciones importantes con gobiernos y con capa-cidad de influir en ellos. Tambin cuentan con los medios para hacer sentir sus intereses en los grandes bancos y los grupos fi-nancieros, en las corporaciones de la industria, el comercio y los servicios, en las agencias financieras internacionales y en los bancos centrales.

    2 E1 Informe sobre la Riqueza en el Mundo que realiza Capgemini tiene a

    partir de 2012 un nuevo socio, el Royal Bank of Canad [Capgemini y RBC, 2012). En el documento los individuos con alto nivel de patrimonio o activos se organi-zan en tres grupos: a) los que tienen activos de un milln de dlares y hasta 5 millones; b) el grupo intermedio con activos de ms de 5 millones y hasta 30 millones de dlares; y c) los individuos muy acaudalados (Ultra-HNWi), con activos de ms de 30 millones de dlares. En el texto se seala que el primer grupo est integrado por algo ms del 90 por ciento de los millonarios que considera el informe. No se dan datos sobre el tamao del grupo de los Ultra-HNWIS. Knight Frank y Citi Prvate Bank realizan un informe semejante. El prime-ro lo publicaron en el ao 2007. En este documento el grupo de los individuos con un alto patrimonio o capital para ser colocado financieramente (HNWI, por sus siglas en ingls) se integra por personas con activos invertibles de 25 millo-nes de dlares o ms. Segn este informe los centa-millonarios tienen activos por 39.9 billones de dlares en el ao 2011 [Knight Erank y Citi Prvate Bank, 2012: 9). La cifra equivale al 49.4 del PIB mundial de ese ao.

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  • Parte de la fortuna de este grupo se han canalizado a los inversionistas institucionales. Ha sido un proceso que tiene como espacio de organizacin destacado a un grupo de inver-sionistas institucionales con matriz en Estados Unidos. La concentracin entre estas firmas de las finanzas es un dato relevante. Unas cuantas compaas realizan la mayor parte de las operaciones, las colocaciones y compra-venta de ttulos, acciones y documentos de deuda. Algunos destacan por su participacin como accionistas de varias de las mayores em-presas, incluidas las transnacionales. En los aos 2008 y 2009 entre los 500 mayores fondos, tan slo 20 administran el 40 por ciento del total de documentos que stos manejan. Entre los mayores estn: del Reino Unido, Barclays Global; de Ale-mania, PIMCO y Deutsche Asset Management; de Holanda, ING; y de Estados Unidos, State Street Global, Blackrock, BNY Mellon Asset Management, Fidelity, AIG Investment, JP Morgan Asset Management, Legg Mason, Vanguard Group, Alliance Bernstein, Northern Trust Global, Prudential Financial, Wel-lington Management Federated Investors (Correa, 2011: 177].

    La operacin de las grandes empresas con el objetivo de crear ganancias en plazos cortos e inmediatos para los accio-nistas se extiende en aos recientes. La adquisicin de partes del capital por los inversionistas institucionales es uno de los hechos que impulsa la denominada administracin para crear valor para los accionistas. La literatura en la que se documen-ta y analiza este proceso es significativa (Orlean, 1999; Plihon, 2007, 2003a y 2003b; Boubel y Pansart, 2004; Vidal, 2004 y 2009a; Guttmann, 2009; Morin, 1998 y 2011). La obtencin de dividendos no se traduce en fortalecimiento e incremento de las inversiones. Menos an, son sistemticamente relevantes las es-trategias de ampliacin de la capacidad de produccin. Las condi-ciones de operacin de las compaas permanecen igual, co-brando fuerza las colocaciones financieras. Las tesoreras son

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  • relevantes en la obtencin de beneficios, en algunas corpora-ciones son ms importantes que las oficinas de planeacin de la produccin. Pero tambin el mtodo de crecimiento de las firmas se modifica. Las operaciones de compras forzadas se multiplican y como en el caso de la banca transnacional, las adquisiciones transfronterizas cobran impulso como un medio sobresaliente en el crecimiento de algunas compaas. Las com-pras de compaas incluyen gran cantidad de compaas priva-tizadas, en particular a partir de los aos noventa. Las adquisi-ciones han sido objeto de nuevas ventas, en algunos casos en plazos muy reducidos todo para hacer crecer los beneficios (Vidal, 2001, 2004 y 2009b). As, la multiplicacin de operacio-nes de compras entre grandes empresas que ha cobrado gran importancia en aos recientes, como el incremento de los flujos de inversin extranjera directa son aspectos del proceso de obtencin de beneficios en plazos cortos que no dependen de las condiciones de produccin.

    Otras fuentes de obtencin de beneficios en las bolsas de valores o mediante el comercio de ttulos de deuda colocados en los mercados de dinero y capital tampoco guardan relacin con el desempeo de las condiciones de produccin. Por ejem-plo, la recuperacin de los mercados de valores durante el ao 2010 se presenta como un regreso a la colocacin en docu-mentos de alto riesgo. En su informe de 2011, el BPI destaca el avance en los mercados a partir de colocaciones financieras de riesgo (BPI, 2011). Son colocaciones semejantes a las reali-zadas en los aos 2006 y 2007. Los papeles actuales son fon-dos sintticos resultado de la evolucin de las bolsas de valores (ETF, Exchange-Traded Fonds, en ingls], activos de alto rendimiento y vehculos especiales de inversin referencia-dos a materias primas. En el caso de los ETF, pueden ser negociados reiteradamente durante toda la sesin en el mer-

    16 Gregorio Vidal

  • cado en que estn operando y los hay inversos; es decir que apuestan u obtienen beneficios por la baja en un determinado ndice burstil o un conjunto de ttulos de deuda o de accio-nes. As hay colocaciones financieras que obtienen ganancias por la baja en los ndices en esos mercados. En determinados momentos y en algunos pases explican gran parte de los mo-vimientos que se realizan en los mercados de valores. El plazo para alcanzar los rendimientos se reduce al mnimo y es po-sible realizar colocaciones en ETF desde alguna de las bolsas en instrumentos vinculados a otras bolsas, siempre relacio-nados con los ndices burstiles u otros productos financieros desvinculados del comportamiento productivo de cualquier economa en el planeta.

    Los resultados que se observan en las economas de Eu-ropa, Amrica y el resto del planeta son hechura de transfor-maciones realizadas en varias dcadas. Los cambios no han sido producto de la evolucin natural, del libre operar de los mercados. Son el fruto de iniciativas y acciones de diversos ac-tores sociales con capacidad de influir en el curso de las econo-mas y modificar leyes. En el camino han quedado descalabros de otras acciones de diversos actores. Los gobiernos han te-nido un papel relevante en el proceso, aun cuando en algunos pases el resultado ha sido una seria limitacin a su capacidad de accin. En el primer captulo del libro, se parte de esta vi-sin de largo plazo en la que la sociedad est atravesando un cambio significativo. El anlisis se realiza desde la perspectiva de la hiptesis de la regulacin de las economas capitalistas. Lo que implica que hay periodos largos de transformacin de las economas capitalistas en los que no existe estabilidad en el proceso de acumulacin. Los cambios en curso no condu-cen necesariamente a la creacin de condiciones de estabili-

    Introduccin 17

  • dad y crecimiento con ampliacin de las capacidades de produc-cin, debido a que algunos actores sociales encuentran los medios de acrecentar sus beneficios con la profundizacin de diversas inestabilidades.

    En el texto de Eugenia Correa se analiza cmo los proce-sos actuales de la crisis f inanciera t ienen en su origen un conjunto largo de cambios. Entre ellos, el endeudamiento in-ternacional de los aos setenta y las diversas renegociaciones de aos posteriores que implicaron apertura y desregulacin financiera. Fueron los medios en esos aos para el avance de la financiarizacin, del fortalecimiento de los medios finan-cieros para obtener cuantiosos beneficios. Como se destaca l neas antes , ello fue posible con derrotas y descalabros de otros actores sociales, entre ellos pueblos y amplios grupos sociales en Amrica Latina. En el captulo de Alicia Girn se p resen tan algunos elementos sobre el curso de la crisis y el papel destacado de instituciones estatales, en particular del Banco Central Europeo (BCE). AS, es posible plantear que el curso de la actual crisis financiera y global tiene actores destaca-dos que explican y a lgunos hacen de su pe rmanenc ia un medio sin duda altamente riesgoso para obtener cuantiosos beneficios y mayor poder.

    En la ejecucin de polticas econmicas con el criterio de la responsabilidad fiscal un actor destacado es el BCE. SUS re-comendaciones en materia de poltica econmica no son neu-tras. Las acciones de los gobiernos y las instituciones pblicas multilaterales siempre tienen resultados diversos en el con-junto de la sociedad. En aos recientes la aplicacin de las polticas de ajuste fiscal, como ha sucedido desde hace dca-das en Amrica Latina, produce efectos diferenciados y prote-ge los intereses de algn grupo social en particular. Hoy, como en aos anteriores, los beneficiarios de estas polticas son los

    18 Gregorio Vidal

  • grandes financieros, los rentistas que obtienen altos beneficios que no se corresponden con el comportamiento medio de la produccin en las economas a nivel mundial. Adems del BCE hay otras instituciones internacionales multilaterales que con-tinan teniendo un papel destacado en el curso de la crisis. En el texto de Alma Chapoy Bonifaz se examinan algunos aspec-tos del actuar de otras instituciones financieras, a la vez que se estudian opciones de respuesta a los desequilibrios finan-cieros internacionales. En el artculo destaca el anlisis sobre el posible papel de algunas monedas en el entorno internacio-nal, incluidos los derechos especiales de giro. Sin duda en la salida de la crisis y la creacin de economas con estabilidad en la acumulacin de capital fundada en el pleno uso y la am-pliacin de las capacidades de produccin el tema de la mone-da es clave. En particular cmo resolver los intercambios internacionales de forma que no impliquen la autorreproduc-cin de relaciones asimtricas?

    En los dos siguientes captulos el espacio de anlisis es Amrica. En el primero, de Wesley Marshall, se examina al gobierno de Obama. En particular, el tema del gasto pblico y el efecto de un gasto deficitario cuyo destino sustantivo es el rescate de las instituciones financieras que estn en el origen de la crisis global que se presenta desde finales del ao 2007. El autor discute el efecto del gasto pblico. En otras palabras del uso de recursos pblicos con fines privados que no resul-ta en la recuperacin sostenida de la economa estadounidense, pero que s fortalece las opiniones de los defensores del ajuste fiscal. El autor avanza la idea de una falsa o inadecuada pol-tica keynesiana ejecutada por el gobierno de Obama, que sin embargo tiene beneficiarios: los dueos de la gran banca y otros financieros que tienen colocados sus recursos en los fondos de inversin. En el siguiente captulo, elaborado por Alberto Couriel y Constanza Moreira, el espacio de anlisis es

    Introduccin 19

  • Amrica Latina, en particular el sur del subcontinente y una de sus expresiones polticas actuales: UNASUR.

    Los autores de este captulo discuten los temas de la coo-peracin y la integracin en esa regin del mundo a partir del reconocimiento de que la economa y la sociedad a nivel mun-dial se est organizando en bloques y por tanto avanzar en un bloque que considere a la Amrica desde los territorios que integran Colombia y Venezuela hasta la Tierra del Fuego pue-de ser una opcin positiva para ese conjunto de naciones. Se examinan las relaciones econmicas internacionales, desta-cando el carcter asimtrico de su organizacin y la necesidad de establecer reglas distintas para hacer viable la cooperacin internacional. La integracin en Amrica del Sur se presenta como una respuesta positiva a la crisis cuyo desarrollo ser posible en tanto los gobiernos de la regin cooperen para ello, pero tambin ser el fruto de la accin de los pueblos del rea. Los actores sociales son parte sustantiva de la salida de la crisis.

    En los dos captulos finales el anlisis se relaciona con la economa de Mxico. En el primer artculo se discute el tema de las reservas internacionales. En los pases en desarrollo la acu-mulacin de reservas internacionales es un proceso que se da una vez que ha avanzado la apertura y desregulacin comercial y financiera. En aos recientes existe un exponencial creci-miento en el caso de las mayores economas en desarrollo. La acumulacin de reservas tiene costos para los pases, pero su objetivo no es utilizarlas. Son parte de las modernas tareas de los bancos centrales en estos pases como garantes de los flujos internacionales de capital y por tanto, como guardianes de los beneficios de los grandes rentistas. Los bancos centrales actan considerando los intereses de un reducido grupo de fi-nancieros, algunos de ellos ubicados en el exterior de los pases en desarrollo, pero otros en sus propios pases.

    20 Gregorio Vidal

  • En el texto final del libro, escrito por Gregorio Vidal y Anto-nio Mendoza, el objeto de anlisis son las grandes empresas con matriz en Mxico. Se estudian algunas firmas con inversiones en la industria. Se documenta cmo su gestin est signada por la financiarizacin. Es sin duda un actor central en la reorganizacin de la economa de Mxico y por ello de las transformaciones recientes que estn como parte de la crisis en curso.

    Actores sociales y gobiernos pueden construir una salida a la crisis, pero tambin algunos de ellos actan para mante-nerla, dado que les permite acrecentar sus beneficios y su poder. Ello no significa que exista un resultado positivo para el conjunto de las sociedades. El beneficio de unos cuantos puede ser contrario a las condiciones humanas de vida de la inmensa mayora. Es el punto en que se encuentran nuestras sociedades, por lo que es imprescindible reconocer los he-chos y actuar para construir salidas a la crisis.

    Los materiales que integran el libro son el producto de un amplio trabajo colectivo realizado durante varios aos en los espacios de varias instituciones en Mxico. Por un lado la UNAM, con el Seminario de Economa Fiscal y Financiera que organiza el Instituto de Investigaciones Econmicas, y con el Seminario del Doctorado del Posgrado de la Facultad de Economa, Mer-cados Financieros Contemporneos. Por otro lado la UAM Izta-palapa con el proyecto de investigacin Desarrollo y sus Acto-res: Polticas Pblicas Regionales y Globales, y el CEDEM, ambos en colaboracin con profesores de la Universidad Complutense de Madrid. En la revisin de textos y su cuidado para su edicin fue relevante el trabajo realizado por Eva Ortiz y Braulio Mn-dez, colaboradores del CEDEM. Como se destaca lneas antes, los captulos que integran el libro se han beneficiado del traba-jo colectivo de un amplio nmero de colegas, incluidos los lectores del texto. Para todos ellos nuestro agradecimiento.

    [Iztapalapa, Ciudad de Mxico, 2012]

    Introduccin 21

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    22 Gregorio Vidal

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  • INTRODUCCIN

    La teora de la regulacin, junto con otras escuelas del pensa-miento econmico no convencional, ganaron mucho cuan-do se ocuparon del anlisis del creciente endeudamiento externo de algunas de las mayores economas en desarrollo, presente desde los aos setenta, y posteriormente con el es-tudio de la llamada crisis de la deuda externa de los aos ochenta. En aquellos aos, en gran cantidad de los anlisis sobre la deuda externa, como sucede todava ahora, prevaleca la idea de la escasez de capital, de la escasez de ahorro interno y de los limitados recursos pblicos. Con esos argumentos, de la ms pura ortodoxia neoclsica, se justific el endeuda-miento externo y posteriormente las polticas de austeridad impuestas en las sucesivas renegociaciones.

    *Una versin de este trabajo fue presentada en la sesin de homenaje al profesor Gerard de Bernis en la 8th International Conerence Developments in Economic Theory and Poticy, Bilbao (Espaa], 29 de junio al 1 de julio, organi-zada por el Department of Applied Economics V of the University of the Basque Country y Cambridge Centre for Economic and Public Policy, De-partment of Land Economy, of the University of Cambridge.

    **Profesora del Posgrado de la Facultad de Economa, UNAM. Correo elec-trnico: [email protected]

    25

    Lecciones desde la teora de la regulacin para el anlisis de la gran crisis financiera* Eugenia Correa**

  • En este trabajo se estudian algunas de las ideas ms im-portantes que conformaron la teora de la regulacin de Gerard de Bernis (en adelante GDB) respecto del endeuda-miento externo, el crdito y las transformaciones financieras durante lo que l llam la crisis de regulacin. En los aos en que GDB formul sus mayores ideas al respecto, se con-sideraba que el endeudamiento externo de las economas en desarrollo tena races en la escasez, los flujos comerciales y la insercin productiva en la divisin internacional del trabajo de las economas en desarrollo. Por la diferencia con las teoras vigentes en esos aos, es posible comprender cmo fue formulando sus mayores ideas GDB situando el proceso del endeudamiento externo en sus amplias races financieras, mismas que tambin contribuyen a explicar en gran medida la trayectoria de transformacin e insercin internacional primario-exportadoras de estos pases.

    CRDITO Y MERCADOS FINANCIEROS EN LA HIPTESIS DE LA CRISIS DE REGULACIN

    El dinero, el crdito, las relaciones financieras internacionales y sus instituciones han venido transformndose con rapidez en el curso de unas cuantas dcadas, en gran medida empu-jadas por las propias crisis financieras y tambin por las cam-biantes condiciones de la competencia global y de la forma-cin y distribucin de la ganancia.

    Bajo la hiptesis de la crisis de la regulacin de la obra de GDB, durante la crisis se desenvuelve una sustitucin de viejas fuerzas dominantes por nuevas. De ah el liberalismo como fuerza ideolgica que rompe con las normas e instituciones que daban soporte a la vieja conformacin de poltica-econmica dominante. Este desempeo de la crisis de regulacin se

    26 Eugenia Correa

  • acompaa, caractersticamente, con el endeudamiento inter-nacional, la expansin de los mercados financieros y amplios desequilibrios en la balanza externa (De Bernis, 1988a].

    De esta manera , las reflexiones de GDB sobre la crisis es tn acompaadas de una lectura de la expansin de los mercados financieros y del endeudamiento externo de las eco-nomas en desarrollo. Sobre la primera, ha sido fascinante constatar el crecimiento geomtrico de los mercados financie-ros nacionales e internacionales, sus cambios institucionales y regulatorios, y las diferentes formas en que se desempea por regiones y pocas. Por una parte, se origina y es impulsa-do a la vez, desde fines de los aos sesenta, por la ruptura de la distribucin de la ganancia como ganancia media. La acele-rada expansin crediticia de los aos setenta estuvo mucho ms articulada a la expansin de las operaciones interbanca-rias, a prstamos hacia mercados emergentes y al arbitraje de monedas. Con diferencias entre regiones y pases, esta expan-sin financiera, al mismo tiempo en que se alejaba del financia-miento a la inversin, contribua a formas ms centralizadas de realizacin de la ganancia.

    As, la acelerada expansin de los mercados financieros, adems de ser una caracterstica esencial de la crisis de regu-lacin, en sus transformaciones y devenir est articulando una redistribucin de la propiedad y la ganancia, GDB sealaba al respecto:

    la separacin entre la esfera productiva y la esfera finan-ciera no puede crecer sin lmites por una razn esencial: la esfera financiera por s misma no produce la ganancia por la cual el capital all comprometido es remunerado, slo pue-de recibirlo de la esfera productiva. Sera necesario, enton-ces, que la tasa de ganancia de la esfera productiva no dejara de ser superior a la tasa de crecimiento de la esfera finan-ciera para que la situacin se mantenga estable. Evidentemente

    Lecciones desde la teora de la regulacin 21

  • esto es imposible. Entonces, si las autoridades monetarias y financieras no toman las medidas necesarias para reducir esta divisin y mantenerla dentro de los limites tolerables, hay que esperar ya sea una crisis financiera (el hundimiento del valor del capital ficticio es uno de los medios para restablecer el equilibrio entre las dos esferas), ya sea una deflacin genera-lizada que restablecer una tensin soportable entre las dimensiones de las dos esferas. Se puede pensar que el riesgo de una deflacin generalizada engendrada por tal desequilibrio es mucho mayor que el que podra resultar del no pago del ser-vicio de la deuda externa de los pases endeudados (De Bernis, 1988c: 60-61).

    De manera que esta geomtrica expansin financiera ori-ginada e impulsada por la ruptura de la distribucin de la ga-nancia, posibilita crear frmulas de reparto, aunque no como ganancia media, del excedente, de activos productivos y de sus rentas. Al mismo tiempo expande las posibilidades de mo-netizacin de la ganancia y redistribucin de activos que esta-ban fuera del mbito de valorizacin de estos capitales, espe-cialmente con la liberalizacin y la globalizacin financiera. A ello debe agregarse el hecho de que durante la crisis de regu-lacin, se duplic la oferta laboral disponible, en parte debido a la apertura de los mercados, a la deslocalizacin industrial y de servicios, y a la incorporacin al capitalismo del mundo socialista en derrumbe. Estos hechos resultan en una posibi-lidad de aumentar aceleradamente tanto el excedente, como los activos en circulacin y su apropiacin a travs de la esfera financiera. Sin embargo, esto se ha convertido, con el paso de casi dos dcadas, en el mayor desperdicio econmico de todos los tiempos, cuando la dinmica de la acumulacin dominada por la rentabilidad financiera, no puede incorporar a la enorme masa de oferta laboral disponible por casi todo el mundo. sta tambin es una de las conclusiones a que muy

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  • tempranamente arrib GDB [2009 [1992]) y de la cual despren-de su propuesta central para romper con esta dinmica de apropiacin financiera-de sperdicio-destruccin de capaci-dades productivas, que es "trabajo para todos en todas partes del mundo".

    Por otra parte, el endeudamiento de los pases en desarrollo como tendencia caracterstica tambin de la crisis del modo de regulacin, ha proseguido caminos previsibles. Como el propio GDB consideraba, no se trata de una deuda que financie o complemente el ahorro interno para la inversin, sino de un mecanismo de expansin financiera en bsqueda de rentas, excedente generado en el mundo en desarrollo que se mone-tiza a travs del crdito y vuelve como renta a los acreedores, tema que se aborda en las siguientes lneas.

    RACES FINANCIERAS DEL ENDEUDAMIENTO EXTERNO DE LOS PASES EN DESARROLLO

    A ms de 40 aos, el proceso de endeudamiento externo de las economas en desarrollo ha tenido varias etapas, pero todas ellas determinadas por la dinmica del crdito en los mercados financieros de los pases desarrollados. Por mu-chos aos ha estado vigente la idea de que los financiamien-tos se otorgan en funcin de la situacin y calidad de los prestatarios, aunque cada nueva crisis f inanciera mues t r a cmo la expansin y contraccin del crdito depende de la di-nmica y condiciones del mundo acreedor.

    De esta manera, muy pocos deudores en el mundo finan-ciero global tienen la capacidad de determinar sus propios costos financieros, ni siquiera un buen nmero de los gobier-nos nacionales que colocan deuda u obtienen prstamos, a pesar de ser deudores soberanos. La dinmica del endeuda-

    Lecciones desde la teora de la regulacin 29

  • miento externo de los pases en desarrollo se encuentra pre-cisamente en esa situacin, su dimensin y costos se define por lo que acontece en los mercados financieros internaciona-les. La deuda externa no se explica, entonces, por las condi-ciones internas de los pases endeudados, en realidad pueden ser muchas las necesidades de recursos de los deudores, pero es slo el acreedor el que decide prestar, cunto prestar y bajo qu condiciones de inters y de pago.

    Los flujos de deuda externa, desde los aos setenta, no nacen de la necesidad de financiar el dficit externo ni el dficit pblico de los pases deudores. En realidad, una gran parte de los nuevos crditos ofrecidos por los bancos transnacionales y contratados por el gobierno y el sector privado se destinan a pagar los vencimientos del capital y los intereses.

    El proceso del endeudamiento externo que llev a la crisis del 82 y con ello a la crisis bancaria y a las polticas de ajuste y reformas neoliberales, se inici en los setenta con la acelera-da expansin del crdito privado en los mercados financieros in-ternacionales de capital. Esta expansin del crdito bancario internacional, como se seal arriba, procede de la ruptura de la estabilidad cambiaria y de las tasas de inters. El rompimiento de los Acuerdos de Bretton Woods desde finales de los sesenta y principios de los setenta, desata una expansin del crdito privado en manos de grandes bancos transnacionales. Al de-jar gradualmente de estar regulados por esos techos en las tasas de inters, estos bancos buscan ampliar los recursos que manejan y enfrentan la competencia entre ellos mis-mos expandiendo el crdito, para colocar sus fondos entre deudores principalmente de los mismos pases desarrollados, pero tambin entre deudores de algunos de los mayores pa-ses en desarrollo (De Bernis, 1988b).

    Estos ltimos pases muy pronto empezaron a contratar deuda slo para pagar la deuda, era evidente que muy pronto

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  • se alcanzara un lmite de la capacidad de pago tan slo de los intereses de la deuda. Se trata de fondos producidos por el crdito de los bancos transnacionales y la nica forma de mantenerlos es precisamente contratando ms deuda. Los pases en desarrollo, que de por s no generan amplios recur-sos en monedas convertibles, puesto que sus exportaciones tradicionales tienen muy bajos precios en el mercado interna-cional y su produccin depende de bienes de capital e insu-mos importados, no pueden enfrentar los elevados costos de fondos externos. Aunque este grupo de pases genere los recursos para pagar esos crditos y sus respectivos intereses, el pago debe realizarse en moneda extranjera, para ello deben generarse esos excedentes pero venderse en el extranjero. Y aun cuando esos excedentes se realicen en divisas, de cual-quier manera las elevadas tasas de inters ocasionan, tarde o temprano, la insolvencia de estos deudores (Correa, 1992; Girn, 1995].

    Argentina, Brasil y Mxico se encuentran entre los gran-des deudores de Amrica Latina. La deuda externa de la re-gin casi se duplic en slo cuatro aos (1978-1981), precisa-mente como resultado de la elevacin de las tasas de inters llevada a cabo por la Reserva Federal de Estados Unidos, con el objetivo de frenar la inflacin interna y que condujo a la recesin de esa economa a principios de los aos ochenta. En el mismo periodo, slo la deuda externa de dichos pases se duplic, y de los nuevos flujos de deuda que recibieron se utilizaron entre 80 y 100 por ciento nicamente para pagar vencimientos de deuda.

    As, desde los setenta puede observarse cmo los mercados financieros internacionales gestaron este endeudamiento, el crdito externo dej de ser un complemento del financiamiento de la inversin productiva y se convirti simplemente en rentas financieras.

    Lecciones desde la teora de la regulacin 31

  • FLUJOS DE CRDITO O FLUJOS DE AHORRO EN LA DEUDA EXTERNA

    Esta expansin sbita del crdito estaba siendo generada por los bancos privados transnacionales justamente como efecto del crdito mismo, produciendo este endeudamiento de los pases en desarrollo. Eso quiere decir que no estaba fluyendo el ahorro de las familias o de la sociedad de los pases desarro-llados para financiar a los pases en desarrollo, como an ahora se repite. Como el caso de la deuda de Grecia y sus acreedores en Alemania y Francia. Estos flujos crediticios se expanden hacia nuestros pases bajo la forma de crdito externo y son resultado de la creacin de dinero bancario, sostenida por muchos aos precisamente por los intermediarios finan-cieros que expanden su oferta crediticia en una moneda hegemnica.

    Los pases en desarrollo no pueden pagar ese endeudamien-to solamente por la va de la creacin de dinero bancario, porque slo pueden expandir su oferta monetaria en sus propias mone-das locales, que no tienen circulacin internacional. Los bancos locales no pueden incrementar directamente prstamos en mo-neda extranjera y para ello requieren tomar deuda tambin. En realidad, los pases en desarrollo liquidan su deuda externa con mercancas, como parte del excedente generado; o bien con privatizaciones y venta de empresas, propie-dades o recursos nacionales a propietarios extranjeros, in-cluso la venta de ingresos futuros.

    Ciertamente, una vez insertos en esta dinmica financiera, los pases en desarrollo necesitan continuar contratando fon-dos en el extranjero: el gobierno federal, las empresas pbli-cas, los bancos de desarrollo, los bancos comerciales y las empresas privadas de gran tamao, conforman, bajo dis-tintas modalidades, el diverso grupo de deudores. Todos ellos

    32 Eugenia Correa

  • deben encontrar frmulas o bien para el refinanciamiento de pasivos (contratando nueva y mayor deuda], o bien para el pago de las mismas a travs de incrementar las exportaciones, pri-vatizar empresas pblicas, titular empresas privadas con venta total o parcial a socios extranjeros, canalizar remesas de mexi-canos que trabajan en el extranjero, entre otros.

    Por muchos aos, aun ahora, se considera que los flujos externos, incluyendo la inversin extranjera directa y la deuda, son un componente fundamental del financiamiento, de manera que una moratoria o desconocimiento de la deuda, como propona GDB, frenara el desarrollo, adems de que arruinara a los mercados financieros. A casi 40 aos del es-tallido de la crisis de la deuda externa (1982), es posible ver que los flujos de deuda no han sido un componente del finan-ciamiento. En realidad el servicio de la deuda ha sido en casi todos esos aos superior a los nuevos flujos de deuda, como puede verse en las siguientes grficas para los casos de los grandes deudores latinoamericanos.

    Grfica 1 ARGENTINA: Cambio anual en la deuda externa acumulada

    menos el servicio de la deuda (Millones de dlares)

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  • Grfica 2 BRASIL: Cambio anual en la deuda externa acumulada

    menos el servicio de la deuda (Millones de dlares]

    Grfica 3 MXICO: Cambio anual en la deuda externa acumulada

    menos el servicio de la deuda [Millones de dlares)

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  • Ms an, se ha podido observar que las restructuracio-nes, renegociaciones, moratorias e incluso suspensiones de pago de la deuda externa de estos pases no ha arruinado prcticamente a ninguno de los grandes acreedores. La ms reciente crisis financiera incluso muestra que la mayor com-posicin en la cartera de los acreedores corresponde a operacio-nes con activos entre los mismos pases desarrollados y no con los pases en desarrollo.

    As, incluso hoy en da con todo el crecimiento de los mer-cados financieros de algunos pases en desarrollo, stos re-presentan menos de 20 por ciento del mercado de bonos, ac-ciones y activos bancarios mundiales, aunque constituyen 85 por ciento de la poblacin y un poco ms de 35 por ciento del producto mundial (FMI, 2011].

    En realidad, la deuda externa y la necesidad de pagar su servicio han representado una verdadera ancla para el desarrollo de los pases en desarrollo, puesto que fueron y siguen siendo obligados a poner en prctica polticas econmicas de austeri-dad, impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI] y los grupos acreedores con la invaluable ayuda de las agencias ca-lificadoras; polticas que han sido ampliamente recesivas y encaminadas a mantener la capacidad de pago aun a costa del crecimiento del empleo y propiciando la ampliacin de la pobreza. En cambio, para los mercados e intermediarios financieros de los pases desarrollados, todas estas colocaciones (deuda externa de los pases en desarrollo y activos financieros de inter-mediarios de los pases desarrollados] han representado una fuente de rentabilidad y un mecanismo de expansin extraterri-torial de las mayores empresas transnacionales, incluyendo a los bancos e intermediarios financieros.

    Por muchos aos GDB insisti en que la deuda externa de los pases en desarrollo era impagable, que los pases desarro-llados tendran que aceptar comprar ms y ms productos de

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  • los pases deudores. En los ltimos aos, es posible observar un proceso de desendeudamiento externo de algunos de los gobiernos ms endeudados aunque, por otro lado, estn au-mentando la deuda privada externa y la deuda pblica interna, no necesariamente en moneda nacional ni en manos de residentes, como es el caso de Brasil. Pero a pesar del desen-deudamiento, el servicio de la deuda externa como proporcin de la deuda apenas ha disminuido, mantenindose alrededor de 20 por ciento [excepto Argentina, como resultado de la importante renegociacin que llev a cabo al inicio del siglo xxI). Para el conjunto de Amrica Latina, la CEPAL estima que la regin ha pagado por concepto de intereses de la deuda externa, en los ltimos 30 aos, ms de 900 mil millones de dlares o lo que repre-senta 110 por ciento de la deuda externa (CEPAL, 2010).

    De este modo, la deuda externa de los pases en desarrollo se convirti, con la desregulacin y liberalizacin de los mer-cados financieros, en un poderoso mecanismo de transferen-cia de rentas. En ese sentido, modific la distribucin del ingreso y tambin el reparto de la ganancia, tal y como lo ad-verta muy tempranamente GDB (1988a). Es posible observar consecuencias an mayores sobre los sistemas financieros locales y sobre las finanzas pblicas. La deuda externa fue la puerta que abri paso a las reformas estructurales impulsa-das por el FMI y el grupo acreedor [Lichtensztejn, 1983 y 2010).

    Por cuanto a los sistemas financieros, la deuda externa y su servicio fue el medio para que los bancos transnacionales entraran en la competencia en el mercado interno, primero como acreedores de gobierno y empresas; posteriormente, con las crisis bancarias, comprando y expandiendo bancos y entida-des financieras en los mercados locales, llegando, en algunos casos, a una desnacionalizacin y prdida de control sobre el sistema de pagos. La expansin en los pases en desarrollo de los grandes conglomerados financieros globales, impone

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  • sobre los mercados internos y sobre los gobiernos una enorme presin, pues son conglomerados financieros que tienen un podero econmico y poltico muy superior al de muchos Es-tados nacionales. Incluso se ha podido observar a lo largo de la presente crisis que las autoridades financieras estadouniden-ses se perciben impotentes frente a las decisiones estratgicas de Citigroup, Goldman Sachs y otros conglomerados. En Am-rica Latina se estima que 45 de los servicios financieros llegaron a estar en manos de conglomerados extranjeros, aunque esta cifra habra cado hasta alrededor de 30 por ciento como efecto de: la salida de bancos extranjeros de Argentina; el importante crecimiento de los bancos pblicos, quienes ab-sorbieron parte de las crisis bancarias de los noventa; y el im-portante crecimiento de los activos de los bancos brasileos locales en los ltimos aos.

    Otra muy grave consecuencia del endeudamiento externo y la condicin tributaria que se impone a estos pases, es la necesaria ejecucin de polticas econmicas restrictivas que implican, entre otras cosas, la restructuracin y reduccin del gasto pblico, incluso con reduccin del dficit pblico a cero. Mientras el monto de los intereses pagados fue en aumento, los presupuestos pblicos caan y aumentaba considerable-mente el peso de la deuda pblica y de su servicio en el gasto de los gobiernos.

    La deuda externa permiti la imposicin de estas polticas econmicas en los pases en desarrollo, que por ms de 30 aos han significado un retraimiento de la actividad estatal, pero tambin de la actividad del empresariado nacional, y han abierto espacios al conglomerado transnacional. Adems, el servicio de la deuda ha reducido considerablemente la ca-pacidad de inversin productiva domstica, siendo sta desplazada por la inversin extranjera en los segmentos ms rentables.

    Lecciones desde la teora de la regulacin 37

  • A pesar de todo, la expansin de la liquidez internacional en manos privadas y conglomeradas contina casi sin ningn freno y fuertemente respaldada por sus gobiernos. Es evidente que gastar solamente en pagar intereses no tiene ninguna consecuencia productiva para los pases; en todo caso puede incrementar los intereses que reciben los ahorristas de los pases desarrollados, pero es claro que eso no contribuye en lo ms mnimo a que esos ahorros se inviertan de manera productiva en los pases en desarrollo. Por ms esfuerzos que se hacen por ofrecer todas las garantas a los inversionistas extranjeros, stos solamente invierten o colocan sus fondos en aquellos mercados que, combinando riesgo y rentabilidad, temporalmente les ofrezcan los mayores rendimientos.

    Por lo tanto, el pago de intereses de la deuda, por ejemplo de la deuda pblica externa a partir de los fondos aportados por los contribuyentes a travs de los impuestos, es una ma-nera terriblemente improductiva de utilizar los recursos pbli-cos. Este peso de los intereses en el gasto y en el ingreso pblicos tiene un efecto contraccionista, de reduccin de las posibilidades de gasto productivo y, por lo tanto, de las posi-bilidades de crecimiento econmico (De Bernis, 1988b].

    Sin embargo, no siempre el crdito tiene un efecto devas-tador sobre el proceso econmico. El crdito y los bancos son fundamentales como parte del financiamiento para el desarrollo. El crdito opera contra el deudor cuando el financiamiento no permite ampliar las capacidades productivas y consume el ingreso que se genera; o bien cuando el mercado al que se dirige la produccin se reduce o cae en recesin, puesto que los flujos van siendo insuficientes para enfrentar los venci-mientos y los intereses; o bien cuando los precios de los pro-ductos empiezan a descender como efecto de la cada de la demanda; o bien cuando las tasas de inters se elevan muy por encima del crecimiento de la productividad y de las ventas.

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  • Durante muchos aos de la segunda posguerra haba tasas de inters que no eran obstculo para el crecimiento econmico, para la ampliacin de las capacidades productivas, que era lo nico que permita pagar los intereses e incluso tomar nuevos crditos. Adems, haba expectativas estables de crecimiento econmico, de la demanda, del empleo y del ingreso. Pero todo cambi cuando el crdito se desarroll en un contexto de empode-ramiento de los bancos sobre las empresas, de los intermediarios o conglomerados financieros sobre los gobiernos; cuando se rom-pi la capacidad o incluso el inters de regulacin de parte de los Estados nacionales sobre las tasas de inters, sobre la expansin de la liquidez internacional; y cuando la voracidad de estos mer-cados convirti incluso a las monedas nacionales en objeto de especulacin.

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  • INTRODUCCIN

    El rompecabezas que ha dejado la profundidad de la crisis financiera requiere tanto de una relectura de la teora econ-mica dominante y su impacto en los circuitos monetarios y financieros, como de una visin heterodoxa que permita vis-lumbrar el curso de la crisis a partir de las diferentes expre-siones de la financiarizacin y de los intereses de riesgo y rentabilidad que han tenido los inversionistas financieros en el sistema financiero internacional.

    Las expresiones de la crisis financiera en Europa, posterio-res a la cada de Lehman Brothers, profundizaron el quiebre del proceso de financiarizacin establecido dcadas atrs en los circuitos financieros internacionales. A partir de la internacio-nalizacin de capitales, la desregulacin y la liberalizacin

    *Una primera versin de este trabajo fue presentada en el XI Seminario de Economa Fiscal y Financiera, IIEC-UNAM, marzo de 2011. Este trabajo es resultado del proyecto del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigacin e Innovacin Tecnolgica (PAPIIT) financiado con recursos de la Direccin Ge-neral de Asuntos del Personal Acadmico (DGAPA) de la UNAM.

    **Investigadora del Instituto de Investigaciones Econmicas [IIEC] y tutora del Posgrado de Estudios Latinoamericanos y el Posgrado de Economa de la Univer-sidad Nacional Autnoma de Mxico [UNAM]. Correo electrnico: [email protected]

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    Acertijos y rompecabezas: una visin terica de la crisis* Alicia Girn**

  • financiera, la integracin de los circuitos financieros en el marco de la globalizacin y la moneda nica en la zona monetaria del euro, se sentaron los antecedentes y las bases de la crisis de los pases soberanos europeos en el marco de la crisis global que enfrenta el capitalismo a nivel mundial. No slo se presentaron las quiebras bancarias, los planes de salvamento de los bancos e intentos de reformas financieras, sino que se pusieron en duda el impago de las deudas pblicas de los pases ms dbiles de la zona de la periferia europea. Por el otro lado, los mercados finan-cieros y principalmente los intermediarios financieros institucio-nales, como los fondos de pensiones, los fondos mutuales y los hedge funds, presionaron junto con las calificadoras para salvar la rentabilidad frente a la no solvencia del pago de los deudores, en este caso, pases soberanos.

    Hoy, las enseanzas que dejaron las crisis recurrentes de los pases latinoamericanos durante los ochenta son bienveni-das para replantear las renegociaciones de las deudas sobe-ranas de los pases europeos. Indispensable llamar la aten-cin en los efectos negativos que tiene una economa al destinar sus recursos al pago de deudas impagables y no re-orientar los recursos al gasto pblico y a la inversin pblica para incentivar la demanda agregada. Por el otro lado, el desen-lace de la actual crisis econmica y financiera, despus de Lehman Brothers, pone en la mesa de discusin si las salidas ofrecidas por el Estado y el banco central son las ms adecua-das en un momento donde las manifestaciones sociales y polticas recorren las primeras pginas de los diarios naciona-les a nivel internacional.

    El objeto de este trabajo es encontrar, desde una visin he-terodoxa, las causas de la crisis y la profundidad de la misma en los circuitos financieros de la unin monetaria en Europa a par-tir de la financiarizacin y de la prdida de soberana monetaria de los pases que forman parte de la zona del euro.

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  • Conceptos bsicos: "rgimen de acumulacin financiera", "money-manager capitalist" y "financiarizacin".

    A partir del rompimiento de los Acuerdos de Bretton Woods en 1974, la inestabilidad financiera se instal como una cons-tante en los mercados financieros a nivel internacional. Las recurrentes crisis monetarias, bancarias y financieras han si-do una constante por ms de cuatro dcadas. Aglietta las de-fine como las crisis de la globalizacin financiera [Aglietta, 2001: tomo 2, captulo 5). No slo la internacionalizacin del capital se coron insertando a los mercados monetarios na-cionales en un mercado financiero internacional, sino que se transform en lo que vendra a ser la globalizacin financiera. La gran transformacin en los circuitos financieros de la in-ternacionalizacin y la globalizacin financiera, expresada en el mercado mundial a travs de los inversionistas instituciona-les, modific el comportamiento del financiamiento al desarro-llo y con ello los objetivos de las instituciones financieras y los sistemas bancarios a nivel nacional.

    El espacio financiero global se convirti en un mercado nico donde operan los instrumentos financieros de alto ries-go en funcin de la rentabilidad otorgada por las tasas de in-ters imperantes en los mercados internacionales. El tiempo no cort las operaciones por el da y la noche, o la noche y el da, sino ampli el horario de las operaciones en los mercados de valores y en la transaccin de las operaciones burstiles y de la profundizacin de la financiarizacin.

    Por el otro lado, la funcin de los bancos centrales qued su-peditada a la transformacin de los circuitos financieros, garanti-zando el margen de eficiencia del capital a los nuevos actores de la esfera financiera y controlando las tasas de inters y la tasa de inflacin.

    Hoy, Bretton Woods ha sido transformado con actores econmicos como las calificadoras y los inversionistas institu-

    Acertijos y rompecabezas: una visin terica de la crisis 43

  • cionales, con la presencia de un Estado minimalista y un banco central cuyo inters son las metas inflacionarias y el orden financiero.

    Las calificadoras tienen una preeminencia por arriba de los intereses nacionales y en funcin de los inversionistas institucionales. Este mercado, donde las calificadoras tienen in-jerencia sobre los Estados nacionales y que opera en tiempo infinito a partir de la innovacin financiera, fue determinante en la recreacin del desarrollo de la crisis actual y del sistema financiero paralelo. La fuerza y existencia de estas institucio-nes debe entenderse en el marco del supuesto terico que sostiene al mercado financiero: la existencia de la asimetra de la informacin y de las externalidades. Supuesto falso que fun-damenta la principal exigencia de medidas reglamentarias para los sectores financieros, tanto el internacional como los nacionales. Los inversionistas nunca han tenido acceso a la calidad y cantidad de informacin con la que cuentan los in-versores institucionales y los emisores de valores, fue por eso que las agencias calificadoras cubrieron la parte de valuacin de riesgo. El inconveniente es que las agencias de calificacin son pagadas por el propio emisor y no por el inversor, gene-rndose as un claro conflicto de intereses, como fue expuesto por las buenas calificaciones que se concedieron a los activos de alto riesgo.

    Por un lado, los instrumentos financieros resultado de la innovacin financiera permitieron, hasta antes de la crisis fi-nanciera, grandes ganancias. Los instrumentos financieros cotizados por su alta rentabilidad recrearon la burbuja de deuda en un periodo de exuberancia crediticia que permiti un crecimiento espectacular de los productos financieros.

    Una de las caractersticas ms importantes de la gran transformacin ha sido el "rgimen de acumulacin de capital", donde Clevenot (2008) cita el trabajo de Aglietta (1998) sobre 44 Alicia Girn

  • la "democratizacin" de los mercados financieros al referirse a los inversionistas institucionales de los fondos de pensiones. Indiscutiblemente, el traspaso de los fondos de pensiones de manos del Estado a la industria financiera privada ha sido parte de la reforma financiera que en muchos pases se enmarc en la privatizacin financiera, no slo de la banca y los servicios pblicos, sino tambin de instituciones como las aseguradoras a nivel internacional, favoreciendo la opacidad y la falsedad del manejo de estos fondos (Clevenot, 2008).

    Chesnais y Plihon hacen hincapi en que

    lejos de asegurar los derechos de los accionistas, como ha intentado hacer creer la patraa del gobierno de la empresa (corporate governance), la liberalizacin y la desregulacin, que muy pocos cuestionan todava, han dado lugar a un nuevo tipo de poder de los managers que poseen acciones, ya que su posicin en la empresa de la que poseen ttulos les con-vierte en "iniciados". La liberalizacin financiera para estos agentes tiene un margen de maniobra muy grande, prctica-mente al margen de toda supervisin (Chesnais y Plihon, 2003: 7).

    La definicin de "rgimen de acumulacin de capital" corresponde al capital ficticio designado por la naturaleza econmica tanto de los ttulos que resultan de los prsta-mos a Estados o empresas, o de la financiacin (general-mente inicial) del capital de las empresas, como de crditos nacidos del crdito. Los ttulos obligaciones y acciones causan derechos (por decir mejor: pretensiones) de partici-par en la divisin del beneficio de las empresas, del servicio de la deuda pblica o de los ingresos del Estado extrados de los impuestos.

    El crdito bancario, sin lugar a dudas, es la otra forma de creacin de capital cticio. Los bancos ponen a disposicin

    Acertijos y rompecabezas: una visin terica de la crisis 45

  • de los "agentes econmicos" las sumas que sobrepasan muy de lejos los depsitos efectuados (Chesnais, 1997]. El dinero ex nihilo, es proporcionado por los propios banqueros en una relacin estrecha con los bancos centrales y el Estado. Por ello, debe afirmarse que el dinero-crdito es importante para salvar en sentido estricto la continuidad del proceso de acumulacin y por tanto de la valorizacin. "Salvarla es fun-cin del prestamista, cosa que hace situando poder de com-pra creado ad hoc a disposicin del empresario" [Schumpeter, 1978: 115).1

    La impunidad que orquestaron los inversionistas institu-cionales no slo viol el sentido de la valorizacin del capital, sino el propio papel de la moneda y del dinero-crdito. Rescatar las ideas de Schumpeter en torno al crdito es fundamental para entender la irrupcin del proceso de acumulacin. Este autor explica "el corazn del fenmeno del crdito en la si-guiente forma: el crdito es esencialmente la creacin del poder de compra con el propsito de transferirlo al empresario, pero no simplemente existe la transferencia del poder de compra. La creacin del poder de compra caracteriza, en principio, el m-todo por el cual se realiza el desenvolvimiento en un sistema de propiedad privada y divisin del trabajo" (Schumpeter, 1978: 115].

    Por ello, es muy importante retomar los conceptos que a lo largo del pensamiento econmico han atendido los proble-mas financieros. Por un lado, el concepto de "rgimen de acumulacin de capital" y el concepto de money manager capi-talism, de Hyman Minsky, intentan de manera acertada un

    1 Schumpeter en este pasaje est hablando ya no del proceso de acumu-

    lacin en la corriente circular normal, sino donde hay una hendidura que permite la creacin del crdito otorgado por los bancos. En ingls la cita es la siguiente: "To bridge it is the function of the lender, and he fulfils it by placing purchasing power created ad hoc at the disposal of the entrepreneur" (Schum-peter, 1968: 107].

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  • acercamiento a la profundizacin del dinero en el curso del sistema capitalista; por el otro lado, las nuevas definiciones de la "financiarizacin", acompaadas de la "titulizacin", expre-san la realidad de la complejidad que guarda el dinero no slo en el curso de la crisis, sino en su propio origen y las alterna-tivas a desarrollar para salir de sta.

    La complejidad del proceso del financiamiento al desarrollo podra enmarcarse en dos grandes lneas dentro del pensa-miento econmico, enfrentadas en el debate monetarista y postkeynesiano. Por ello, poner en la mesa del debate terico el papel del dinero en la economa es de vital importancia para el ejercicio de las polticas econmicas de orden finan-ciero y monetario que surgen para enfrentar el ciclo econ-mico tanto en el ascenso, como en su tendencia descendente.

    Un segundo paso consiste en entender el papel del di-nero en el mbito de la poltica econmica, especficamente con relacin a la poltica monetaria y la poltica fiscal. Por lo cual, el banco central y su papel como prestamista de ltima instancia cobra gran fuerza no tanto en el manejo de la tasa de inters, sino en su relacin con la eficiencia marginal de capital que estrechamente rene las condiciones de con-fianza y los escenarios a futuro para los inversionistas en el ciclo econmico.

    Por ltimo, el origen de la crisis actual, sin lugar a dudas, radica para Minsky en la relativa estabilidad de la economa generada a partir de una robusta economa donde el big govern-ment y un robusto banco central permitieron estabilizar una economa no estable. No obstante, la estabilizacin y su larga duracin impactaron en la transformacin de la economa, propiciando la fragilidad financiera caracterizada por crisis recurrentes a lo largo de un ciclo duradero cercano a cuatro dcadas. El final de este periodo sera denominado por Wray

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  • como el momento Minsky2 [Wray, 2009). Sin embargo, las ra-ces de la crisis tienen en el fondo lo que Minsky denomina money manager capitalism, que corresponde al estado en que el capitalismo esta dominado por el alto apalancamiento de los fondos, cuya bsqueda es maximizar el retorno del capital en un entorno de alto riesgo financiero. Para Minsky existen dos "regmenes" de financiamiento: el primero que consiste en lograr la estabilidad y el otro rgimen donde la economa es ines-table. "La segunda proposicin es que 'estabilizando es desestabi-lizando', el proceso endgeno tiende a mover un sistema estable hacia la fragilidad" (Wray, 2009: 4).

    El capitalismo gerencial financiero a 1 que Minsky hace alusin est basado en el modelo de "originar y distribuir" la titulizacin en "operaciones fuera de balance"; es decir, la titu-lizacin basada en la innovacin financiera gener millones de ttulos que permitieron la creacin de una burbuja crediticia que se depositaba en garanta de una masa de deudores que no necesariamente completaban las tres C3 segn Davidson (2009). Pero tambin, la especulacin en instrumentos finan-cieros como el mercado de derivados donde el precio de las commodities no necesariamente corresponde al precio real de los productos, sino a la demanda de los instrumentos finan-2 Se denomina Minsky moment o "momento Minsky" cuando los inversio-

    nistas llegan a un estado de euforia en que los bancos y los prestamistas extienden crdito incluso dudando de sus deudores. En este momento se crean diferentes instrumentos financieros que permiten participar en la eufo-ria con retornos de ganancia superiores al campo productivo. La necesidad de ganar por ganar recae en una sobreespeculacin que induce a un efecto Ponzi hasta llegar al punto mximo. A partir de ese punto algunos inician el canje de los instrumentos financieros por efectivo y el riesgo se vuelve reali-dad al bajar el precio de las acciones de las empresas. Justo en este momen-to viene el desencadenamiento del pnico y con ello la quiebra de las institu-ciones financieras.

    3Las tres son Gollateral, credit history, character. Segn Davidson, los deudores no necesariamente cumplan al otorgrseles el crdito con un colateral, historia crediticia [Davidson, 2009: 21).

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  • cieros mencionada como la "sopa de letras" (Roubini y Mihm, 2010].

    La financiarizacin es un concepto que se define a travs del criterio de "rgimen de acumulacin financiera" de Chesnais o por el de money manager capitalism de Minsky. La financiariza-cin ha dejado asentada la preeminencia de los inversionistas institucionales en la esfera financiera, por arriba de las operacio-nes de financiamiento otorgadas por el banco central. Pero ade-ms, la financiarizacin ha estado acompaada de la innovacin financiera, donde el modelo de "originar y distribuir" el crdito y el riesgo queda en manos de una gama de productos financieros que facilita la creacin de una burbuja especulativa. Para Girn y Chapoy

    el proceso de financiarizacin corresponde a la compra y venta de activos o ttulos financieros que puede darse en forma ordenada en el mercado de capitales. Es el proceso mediante el cual la rentabilidad del capital financiero, a travs de la innovacin financiera [...] sobrepasa al sistema regula-torio creado a travs [...] de los organismos de Bretton Woods (1944]. Los mercados financieros se impusieron sobre los organismos financieros internacionales, y adquiri prioridad el financiamiento mediante la titulizacin a travs de los fon-dos mutuales, los fondos de inversin libre (hedge funds), los fondos de pensiones, las aseguradoras y otros inversionistas no institucionales que se convirtieron en los actores del fi-nanciamiento mundial (Girn y Ghapoy 2009a: 44].

    Las grandes transformaciones en los circuitos financie-ros, a partir del rompimiento de los Acuerdos de Bretton Woods y el alejamiento de los principios del financiamiento al de-sarrollo y el papel del crdito en una economa capitalista, crearon las bases, a partir de los setenta, de la gran crisis del capital financiero internacional. En el curso del desenvolv-

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  • miento de la transformacin de los circuitos financieros se sentaron las bases de la inestabilidad monetaria a nivel inter-nacional, la debilidad de los sistemas financieros nacionales y la prdida de soberana de los bancos centrales.

    TRATADO DE MAASTRICHT4

    Y EL PAPEL DEL BANCO CENTRAL

    El Tratado de Masstricht y el papel del banco central en la Unin Europea son ejemplo de cuando la teora econmica se hace realidad. Mundell enfatiza que una moneda nica impli-ca un banco central. Por tanto, a diferencia de lo que signific la creacin de la Reserva Federal y el papel del dlar en los Estados Unidos, no slo a nivel nacional sino a nivel mundial, la teora de Mundell propicia circunstancias que han sentado las bases de la fragilidad financiera no slo en la construccin de la zona monetaria del euro, sino en los pases que perdieron su soberana monetaria. Moneda cuyo ejercicio ha pasado a depender del Banco Central Europeo [BCE]. Para Chapoy, el "fruto de una idea impulsada por Francia y la Repblica Fede-ral Alemana, por resolucin del Consejo Europeo el 5 de di-ciembre de 1978 fue crear el Sistema Monetario Europeo (SME], que entr en funciones el 13 de marzo de 1979" (Chapoy, 1993: 40]. Posteriormente, el Informe Delors, la Unin Econ-mica y Monetaria (UEM], el Instituto Monetario Europeo (ante-cedente del BCE) y el Sistema Europeo de Bancos Centrales fueron conformando el Tratado de Maastricht (1991].

    El inicio de los aos noventa es significativo porque a par-tir del liderazgo de Alemania y Francia, sin la inclusin de

    4Tratado de la Unin Europea (TUE) O Tratado de la Unin es el sustrato poltico principal de toda la Unin; fue firmado en 1992 en la ciudad holande-sa de Maastricht.

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  • Inglaterra, se conform una zona monetaria con rigurosidad fiscal y monetaria para enfrentar, como estrategia econmica y poltica, la influencia del yen en el rea monetaria de Asia y la influencia del dlar con el resto de los pases.

    Una vez firmado el Tratado de Maastricht, uno de los pun-tos ms sobresalientes de la resolucin es la justificacin entor-no a la responsabilidad de los pases para obtener financia-miento a travs de una poltica fiscal eficiente y la negacin del BCE a financiar los dficits presupuestarios de los pases que conforman la unin monetaria. Desde la conformacin del marco institucional del Instituto Monetario Europeo bajo la influencia de Mundell, se sientan las bases de la fragilidad financiera de la moneda europea: En primer lugar, la sobera-na monetaria de los bancos centrales de los pases miem-bros pasa a depender de un rgano central que es el BCE. En segundo lugar, el BCE es independiente del poder poltico de los Estados miembros de la unin monetaria. Tercero, las necesidades de financiamiento de los dficits pblicos se realizar a travs de los inversionistas privados. Cuarto, solamente los bancos comerciales sern financiados por los bancos centrales. Quinto, queda prohibida la financiacin de las empresas y la administracin pblica (Guillen, 2011: 115).

    Justo a partir de este momento se plantea la prdida de soberana de los pases que formarn la unin monetaria. Por tanto, la zona del euro acepta un banco central que regir in-distintamente la poltica monetaria de los pases de la zona monetaria. No por ello financiara los dficits pblicos. A partir de las modificaciones establecidas en el Tratado de Maastricht los pases recurrirn a los mercados financieros. Las deudas pblicas de los pases dependern de las decisio-nes de las calificadoras y el financiamiento ser para lograr los estndares del crecimiento necesario entre pases de econo-mas asimtricas. Por tanto, la prdida de soberana monetaria

    Acertijos y rompecabezas: una visin terica de la crisis 51

  • acontece en los pases al adoptar el euro, moneda que en un principio se denomin ECU.5 Por supuesto, el Consenso de Washington, las reformas econmicas y financieras, junto con el proceso de desregulacin y liberalizacin financiera tenan como objetivo evitar las profundas crisis de los pases subde-sarrollados y fortalecer las zonas monetarias en un ambiente tripartita entre las grandes potencias al inicio de los noventa.

    Los inversionistas, para otorgar financiamiento a los pa-ses soberanos, han participado desde el Tratado de Maastricht en satisfacer la demanda de financiamiento de los bancos, las empresas y la administracin pblica de los Estados miem-bros que conforman la zona monetaria. stos son los fondos mutuales,6 los fondos de pensiones y los hedge funds [fondos de alto riesgo].

    Uno de los puntos que debemos destacar para poder en-tender, en este caso, la crisis financiera en la zona del euro, es el respeto al Pacto de Estabilidad y Crecimiento que hace perennes y refuerza los criterios del Tratado de Maastricht7 relativos a las finanzas pblicas. Las medidas de convergen-cia, a partir del primero de enero de 1999, fueron cinco: 1) las tasas de inflacin de los pases candidatos no deban superar en 1.5 por ciento a las de los tres pases con menor inflacin; 2) el dficit presupuestal no debera superar 3 por ciento del PIB;

    5A partir del primero de enero de 1999 entr en funciones y en curso legal la moneda nominada como euro en sustitucin del ECU (con el cdigo EUR y el smbolo), con un valor de = 1 ECU. NO todos los pases de Europa participaron desde el inicio en la zona monetaria del euro. Los miembros te-nan que cumplir previamente con indicadores econmicos que homologaran el crecimiento y el desarrollo econmico de sus nuevos pares.

    6Los fondos mutuales se clasifican en fondos globales o fondos especia-lizados. Los fondos globales incluyen fondos mundiales y fondos extranjeros. Los fondos especializados incluyen fondos de los mercados emergentes, fondos regionales y fondos de pases.

    7Entre 1999 y hasta 2003 hubo un periodo de introduccin progresiva de nuevos billetes y piezas, como para que el pblico se acostumbrara al euro.

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  • 3) la deuda pblica bruta de los Estados no debera exceder 60 por ciento del PIB; 4) el margen de fluctuacin estrecha de los tipos de cambio dentro del sistema monetario europeo debe-ra ser respetado durante al menos dos aos sin devaluacin ni tensin; 5J las tasas de inters a largo plazo no deberan exce-der en ms de 2 por ciento el promedio de los tres Estados que hayan tenido los mejores resultados en materia de esta-bilidad de precios (Guillen, 2011: 115].

    La especificidad de la crisis europea tiene en su inicio, a diferencia del origen de la crisis en Estados Unidos, "un con-junto de decisiones de polticas que sacudieron a la economa real. Las polticas de naturaleza depredadora desestabilizaron a la economa real y sta da a la estructura financiera que la sostena, lo que explica cmo se lleg a un capitalismo de finanzas autnomas que viol la ley del valor" (Parguez, 2010). A partir de la famosa "conversin de Mitterrand" de 1983 (Bliek y Parguez, 2008),

    se gener una poltica de terapia de shock permanente que se enfocaba en disminuir el gasto pblico y aumentar los im-puestos de la clase media. El nico objetivo era el dficit p-blico cero, y generar pronto supervit para pagar la deuda pblica. Es cierto que en virtud de leyes macroeconmicas, ningn Estado pudo conseguir ese sueo debido a su impacto negativo en la economa real acelerando la deflacin. Esos dficits no tuvieron un impacto positivo, sino (posiblemente) uno negativo en el sector privado porque se afectaron los flujos de ganancia a causa de expectativas negativas y en consecuencia caus una cada en el multiplicador del empleo porque las empresas apostaban a que habra una mayor de-flacin (Parguez, 2010).

    El colapso de la estructura del financiamiento y la defla-cin inserta a los circuitos monetarios y financieros en el

    Acerteos y rompecabezas: una visin terica de la crisis 53

  • proceso de financiarizacin para allegarse fondos. El efecto mariposa, al que Alain Parguez (2011) hace referencia, tuvo un impacto dramtico en la economa real destruyendo todas sus "relaciones andadoras". En esto es donde reside el verdadero comienzo de una nueva crisis mundial donde en Europa se cruzan las polticas depredadoras del Estado y de la Unin Europea a travs del BCE y la voracidad de los bancos que conjuntamente con los mercados financieros hicieron suyo el predominio de las finanzas (Parguez, 2011).

    FUENTES CONSULTADAS

    AGLIETTA, M., "Le capitalisme de demain", Notes de la ondation Saint-Simn, nm. 101, noviembre, 1998.

    , Macroconomie financiare, 2 vols., Pars, La Dcouverte, 2001.

    BLIEK, J. G. y A. Parguez, "The Mitterrand 1983 Turn to Conser-vative Economics: a Revisionist History", El Escorial, march-april, Universidad Com