adaptacion psicometrica del cde
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INTRODUCCIÓN
La presente investigación tiene como objetivo adaptar psicométricamente el
cuestionario de Dependencia Emocional en una población universitaria
(instrumento construido en el 2006, en Medellín-Colombia por Lemos, M y
Londoño, N), ya que en el Perú no se cuenta con un cuestionario que mida dicha
variable, es por ello que se decide investigar el tema con mayor amplitud y para
ello se necesita el instrumento validado y adaptado en el Perú.
En el Perú no se cuenta con muchas investigaciones acerca del tema, puesto que
los psicólogos especializados en temas de pareja no han puesto mucho énfasis
en la variable de Dependencia Emocional, a pesar que es una problemática muy
frecuente en las relaciones de pareja, no solo en el Perú sino también en gran
parte del mundo, que puede llevar a consecuencias muy graves si no es
detectado y manejado adecuadamente.
Es por ello que se entiende como dependencia emocional a la necesidad extrema
de afecto que una persona necesita de su pareja sentimental, lo cual implica una
severa alteración de su personalidad, ya que la persona dependiente distorsiona
el concepto de amor como si esta fuera una necesidad indispensable para vivir y
sentirse seguro, porque no percibe la idea de vivir sin pareja, debido a un
extremo miedo a ser rechazados, miedo a ser abandonados, miedo a ser no
queridos.
Asimismo, se pueden identificar ciertas características de la persona que sufre de
dependencia emocional como la excesiva necesidad de aprobación de su pareja,
satisfacer los requerimientos de su pareja sin importarle sus propios intereses, la
excesiva necesidad de expresiones constantes de amor, la idealización y
sumisión hacia su pareja, lo cual hace que su pareja sea su máxima prioridad,
entre otras características.
La consecuencia más notoria que trae este tipo de relación es la violencia
doméstica, tanto física como psicológica, ya que un factor muy relevante es el
machismo, problema muy arraigado en el Perú.
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Se puede explicar este problema, cuyo posible antecedente podría derivar de la
historia personal del sujeto dependiente, que pudo haber sido la carencia de
afecto y atención de parte de sus padres, así también el rechazo y la indiferencia
de los mismos, lo cual hace que la persona busque llenar ese vacío que dejaron
sus padres, en su pareja, aceptando para ello cualquier tipo de condiciones.
Las personas emocionalmente dependiente vive en función de lo que los demás
piensen de ellos, si los otros lo aprueban se sienten bien, si por el contrario son
rechazados, sienten que no son dignos de su amor. El concepto de ellos mismos
varía en función del concepto que los demás tienen sobre ellos.
Ante todo lo mencionado podemos inferir que la dependencia emocional, a pesar
de ser un tema poco conocido y abordado, trae consecuencias muy graves lo cual
implica un mayor interés de los profesionales especializados en el tema, ya que el
Perú no esta exento de dicha problemática, es por eso que se realiza esta
investigación con la finalidad de aportar un instrumento que pueda medir esta
variable en sus diferentes dimensiones, lo cual ayudará a posteriores
investigaciones que podrán relacionar la dependencia con otras variables que
están de la mano de ésta, como la autoestima, la asertividad, entre otros.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Se entiende por dependencia emocional como una distorsionada concepción del
amor que impide que el sujeto exprese sus propios sentimientos de manera
adecuada lo que obstaculiza el desarrollo de su propia autoconfianza,
autorespeto y seguridad.
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Este tema suele ser importante de estudiar puesto que en la actualidad, nuestro
país no cuenta con un cuestionario y/o test psicológico que pueda medir dicha
variable.
Por ende, se necesita de una prueba que pretenda utilizarse en un contexto
diferente al que fue creada, lo cual es necesario realizar todo un proceso de
adaptación y estandarización; y es por ello que se realizará modificaciones que
pasarán por un proceso serio que garantice un correcto manejo y comprensión
de los ítems.
Esta investigación se llevará acabo en la población universitaria, debido a que se
cree que la dependencia emocional se da en su mayor porcentaje en dicha
población entre las edades que oscilan de 17 a 35 años, ya que en este intervalo
de edades es cuando se establecen la mayor cantidad de relaciones de parejas
relativamente duraderas, y es ahí donde la dependencia emocional puede surgir a
causa de muchos factores.
Por consecuente, la finalidad de la presente investigación es lograr la adaptación
psicométrica Cuestionario de Dependencia Emocional, de manera que sea
adapte a una nuestra realidad. Además de proporcionar un instrumento adecuado
a los profesionales psicólogos y a profesionales interesados en dicha área.
El presente estudio pretende responder a la siguiente interrogante:
¿Cuáles son las características psicométricas del Cuestionario de Dependencia
Emocional, en razón de validez y confiabilidad, en jóvenes universitarios?
2. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA
Esta investigación nace como consecuencia de la falta de un cuestionario y/o test
psicológico que pueda medir la variable de dependencia emocional, es aquí
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donde surge la necesidad de manejar un instrumento de medición que cumpla
con los requisitos básicos como la validez y confiabilidad
La razón metodológica de la presente investigación es la necesidad de tener
instrumentos más objetivos y sencillos por lo cual el Cuestionario de Dependencia
Emocional debe ser adaptado y validado en nuestra realidad y así se pueda
utilizar el instrumento en estudios posteriores como un instrumento válido y
confiable
La razón práctica de la realización de esta investigación es para proporcionar un
instrumento más adecuado a nuestra realidad y necesidades Asimismo, se
pretende obtener las propiedades psicométricas del instrumento, incluyendo los
baremos; y de esta forma contribuir al área clínica en sus diversas especialidades
como terapia familiar y terapia de pareja.
El estudio resulta viable, pues se dispone de los recursos necesarios para llevarla
a cabo, ya que se cuenta con la prueba específica para ser aplicada en la
población universitaria.
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3. OBJETIVOS:
Objetivo General:
Adaptar psicométricamente el Cuestionario de Dependencia Emocional en
jóvenes universitarios de una universidad pública
Objetivos específicos:
Establecer la confiabilidad del Cuestionario de Dependencia Emocional en
jóvenes universitarios de una universidad pública
Establecer la Validez del Cuestionario de Dependencia Emocional en
jóvenes universitarios de una universidad pública
Establecer la Baremación del Cuestionario de Dependencia Emocional en
jóvenes universitarios de una universidad pública
Identificar la prevalencia de la variable de dependencia emocional en
jóvenes universitarios de una universidad pública
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4. MARCO TEÓRICO
4.1 Antecedentes
En el Perú no se cuenta con investigaciones relacionadas a Dependencia
Emocional, puesto que se carece de un instrumento que haya pasado por un
proceso de adaptación, validación o construcción que pueda medir esta variable.
Actualmente, a nivel internacional existen algunas pruebas que se acercan al
constructo de la dependencia emocional (Spouse Specific Dependency Scale
SSDS, Interpersonal Dependency Inventory IDI, Relationship Profile Test RPT).
La Spouse Specific Dependency Scale (SSDS) fue creada por Rathus y O’Leary
(1997) para medir Dependencia emocional. Esta prueba se construyó inicialmente
con 178 ítems, 129 ítems provenientes de otros escalas relacionadas con este
constructo, nueve provenientes de los criterios del DSM III R para el trastorno de
personalidad por dependencia, y 40 construidos a partir de la descripción hecha
en la literatura. Luego de una primera revisión, la escala quedó
conformada por 159 ítems agrupados en 15 componentes. Se aplicó a 196
estudiantes de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), 65 hombres y 131
mujeres (edad media de 19.9 años y un rango de 18 a 26).
El instrumento fue sometido a juicio de cinco expertos y analizado
psicométricamente. Los resultados arrojaron una escala con tres componentes
diferenciados por género, de 10 ítems cada uno: Apego ansioso, Dependencia
exclusiva y Dependencia emocional. El coeficiente de confiabilidad general fue de
0.93 tanto para hombres y como para mujeres. El alfa para la sub-escala de
Apego ansioso fue de 0.89 en hombres y 0.88 en mujeres, en Dependencia
exclusiva los alfas fueron de 0.89 en hombres y 0.84 en mujeres, y finalmente, la
sub-escala dependencia emocional obtuvo alfas de 0.84 y 0.86 respectivamente.
Al analizar esta escala se encontró que fue diseñada con base en el tema de
la violencia conyugal, de tal modo que está más orientada a este tipo de población
donde se presentan estas dificultades y, además, se muestra cierta tendencia a
evaluar la dependencia desde los rasgos del trastorno de personalidad por
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dependencia, por lo cual no se consideró idónea para evaluar el constructo en
nuestra población.
El Inventario de Dependencia Interpersonal (Interpersonal Dependency
Inventory IDI), creado por Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff
(1977), partió de la definición de Dependencia Interpersonal, entendida como un
complejo de pensamientos, creencias, sentimientos y comportamientos que giran
alrededor de la necesidad de asociarse de forma cercana con otros significativos.
Un primer borrador del instrumento incluía 98 ítems que fue aplicado a dos
muestras: una compuesta por 88 hombres y 132 mujeres (media de edad de 24
años), y otra constituida por 180 pacientes psiquiátricos con diferentes
diagnósticos, 76 hombres y 104 mujeres.
Posterior al análisis de confiabilidad y validez de la prueba, el instrumento
quedó conformado por 48 ítems y tres sub-escalas: Dependencia emocional en
otra persona, Falta de auto confidencia social en sí mismo y Aserción de
autonomía.
Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff (1977) realizaron
también el análisis de validez del IDI con 48 ítems en una muestra de 187
participantes, 121 identificados como población normal y 66 como pacientes
psiquiátricos. Se encontraron alfas de 0.87 para la subes cala de Dependencia
emocional en otra persona, 0.78 para Falta de auto confidencia social en sí mismo
y 0.72 en Aserción de autonomía. No se encontraron diferencias de género en
ninguna de las sub-escalas, tanto en pacientes psiquiátricos, como aquéllos
considerados como población normal. Al evaluar los enunciados del Inventario de
Dependencia Interpersonal se encontró que se centran en la evaluación de la
dependencia de manera general, más que en Dependencia emocional acorde con
la definición de Castelló (2000, 2005).
Finalmente, el Test de Perfil Relacional (Relacional Profile Test - RPT) fue
construido por Bornstein y Languirand en el 2002 (citado por Bornstein,
Geiselman, Eisenhart & Languirand, 2002) y mide tres conceptos relacionados
con la dependencia: Sobredependencia destructiva, Desapego disfuncional y
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Dependencia saludable. Bornstein, Geiselman, Eisenhart y Languirand (2002)
llevaron a cabo una investigación para medir la validez de constructo de la
prueba. Aplicaron el RPT además del Inventory of Altered Self-Capacities (IASC)
y el Collins and Read’s Adult Attachment Scale, a 90 estudiantes de una clase de
psicología general del Gettysburg College, con edades entre 17 y 21 años (edad
media de 18 años con desviación de 0.82).
Los resultados mostraron que las personas con puntuaciones altas en la
subescala Sobredependencia destructiva experimentaban preocupaciones acerca
del abandono, ansiedad sobre la disponibilidad de sus cuidadores, problemas con
la cercanía y la intimidad, dificultad para resistir la presión externa y la influencia,
además de alteraciones en la identidad y en la regulación del afecto. Las
personas que puntuaron alto en la subescala Desapego disfuncional
experimentaban sensaciones de desolación y dificultad para expresar afecto e
insatisfacción con la vida. Por último, las personas con puntuaciones altas en
Dependencia saludable consideraban que podían depender de los otros en algún
momento, eran capaces de experimentar sentimientos genuinos de intimidad y
cercanía, tenían pocas preocupaciones acerca del abandono por parte de otros
significativos, y eran capaces de evaluar la crítica externa y resistir las influencias
de otros en un momento determinado. Las mujeres obtuvieron puntuaciones
significativamente más altas que los hombres en las sub-escalas
Sobredependencia destructiva y Dependencia saludable.
Bornstein, Languirand, Geiselman, Creighton, West, Gallagher y Eisenhart
(2003) realizaron una nueva investigación para relacionar las puntuaciones
obtenidas en esta prueba con seis pruebas más (Interpersonal Dependence
Inventory, IDI; Separateness Scale, SS; Satisfaction with Life Scale, SWL; Toronto
Alexithymia Scale, TAS; Need for Approval Scale, NAPP y Relational
Interdependent Self-Construal Scale, RISC). Se evaluó, además, la confiabilidad
test- retest a las 23 y 85 semanas.
El estudio se llevó a cabo con una muestra inicial de 130 estudiantes de
psicología general del Gettysburg College (75 mujeres y 55 hombres), quienes
llenaron la batería de pruebas. A las 23 semanas, 50 de estos participantes
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volvieron a llenar el RPT y otros 50 más lo hicieron a las 85 semanas de la
primera evaluación.
Encontraron diferencias significativas al comparar las puntuaciones de los
hombres y las mujeres en las sub-escalas Sobredependencia destructiva y
Dependencia saludable, con puntuaciones más elevadas en las mujeres. Sobre la
correlación entre las sub-escalas, se encontró que la subescala Dependencia
saludable estaba inversamente relacionada el Desapego disfuncional y la
Sobredependencia destructiva; las puntuaciones entre la Sobredependencia
destructiva y el desapego disfuncional no estuvieron relacionadas.
Al evaluar la confiabilidad de las sub-escalas se encontraron coeficientes alfa
de 0.83 en Sobredependencia destructiva, 0.68 en desapego disfuncional y 0.75
en dependencia saludable, que se consideraron aceptables, así como unas
correlaciones con respecto a la escala total semejantes. La escala también mostró
unos adecuados niveles de con fiabilidad test retest a las 23 semanas en la
mujeres (0.68 en sobredependencia destructiva, 0.71 en desapego disfuncional y
0.56 en dependencia saludable); en los hombres ésta fue adecuada en las sub-
escalas Desapego disfuncional (0.80) y Sobredependencia destructiva (0.63),
pero no en Dependencia Saludable (0.23). La confiabilidad a las 85 semanas fue
aceptable para todas las sub-escalas con un valor de 0.65 en Sobredependencia
destructiva, 0.55 en Desapego disfuncional y 0.48 en Dependencia saludable y no
mostró diferencias significativas entre géneros.
Bornstein, Geiselman, Gallagher, Ng, Humees y Langui rand (2004),
desarrollaron una nueva investigación que constó de tres estudios para examinar
la relación entre las puntuaciones del RPT con respecto al género, rol de género y
el estereotipo sexual. En el primer estudio se tomó una muestra de 174
participantes, 92 mujeres y 82 hombres (con una edad media de 19,04 años y
desviación de 0.85), de una clase de psicología general en Gettysburg College; a
quienes se les aplicó el RPT en grupos de 10 a 12 personas. De este estudio, y
tomando las puntuaciones obtenidas en los estudios previos (Bornstein et al,
2002; Bornstein et al, 2003), se obtuvieron puntuaciones para la población no
clínica del RPT, además de unos niveles de confiabilidad aceptables:
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Sobredependencia Destructiva = 0.85, Desapego Disfuncional = 0.69 y
Dependencia Saludable = 0.77.
El segundo estudio evaluó el impacto del estereotipo sexual en los ítems del
RPT. Esta investigación se llevó a cabo con una muestra de 43 mujeres y 40
hombres de una clase de psicología general de la misma universidad, entre los 18
y 22 años (edad media de 19.9 años y desviación de 1.30) que no habían
participado en estudios previos sobre el RPT. Para este estudio se utilizó una
versión modificada del RPT donde se pedía a los participantes que calificaran
cada uno de los ítems en una escala likert que iba desde estereotípicamente
masculino a estereotípicamente femenino.
Los resultados de este estudio arrojaron que las tres sub-escalas del RPT
diferían en con respecto al grado en que ellas reflejaban comportamientos
estereotípicamente masculinos y femeninos. La escala Desapego Disfuncional fue
percibida como más estereotípicamente masculina, mientras que la
Sobredependencia Destructiva más estereotípicamente femenina; resultados
similares a los esperados.
El tercer estudio examino la relación RPT y los roles de género. Para su
realización se utilizó el BCRL cuestionario usado para evaluar este constructo.
Ambas pruebas fueron aplicadas a 84 mujeres y 49 hombres de una clase de
psicología general de Gettysburg College, quienes tenían entre 18 y 22 años y no
habían hecho parte de ningún estudio sobres el RPT. Los resultados mostraron
una correlación negativa entre las puntuaciones de masculinidad y la subescala
sobredependencia destructiva para ambos géneros, así como ninguna relación
con las de feminidad. Las puntuaciones e subescala de desapego disfuncional no
estuvieron relacionadas con masculinidad, tanto en hombre como en mujeres,
negativamente correlacionadas con feminidad en las mujeres, y negativamente
correlacionadas con androginia en ambos sexos. Las escala dependencia
saludable estuvo positivamente correlacionada con masculinidad, feminidad y
androginia en hombres.
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4.2. LOS TEST PSICOLÓGICOS
“Test” es un concepto cuya denominación se atribuye a Cattell, quien lo
utilizo por primera vez hacia 1890, y que puede ser sinónimo de prueba.
Para Anastasi (1998) un test psicológico constituye esencialmente una
medida objetiva o tipificada de una muestra de conducta
Los Test son un recurso más con que se cuenta a la hora de evaluar y tratar
de conocer determinados aspectos de una persona. A pesar de que jamás se
podrá dar una última palabra sobre las habilidades o condiciones de una persona
por solo la aplicación de una prueba de este estilo, sí se puede pensar que son un
medio más objetivo y más seguro que la apreciación personal de un entrevistador.
La construcción de los tests parte de la base de medir un aspecto específico y
claro. No se hacen tests para medir cualquier cosa, al azar, a lo que resulte en el
momento de aplicación. Es por esto mismo que cuando se aplican se debe tener
muy claro cuál es el motivo de la aplicación y qué se pretende con él.
Los tests son construidos y estandarizados en un mismo proceso, mediante
el cual se prueba con muchos sujetos y se tabulan y analizan los resultados para
cada zona y para cada cultura antes de ser liberados para su uso. Son además
sometidos a prueba de validez y confiabilidad.
4.2.1 Clasificación de los test
Existen diversas formas de clasificar a los test psicológicos dependiendo esto
de diversos criterios que se pueden adoptar, entre los más utilizados tenemos:
a) Según el modo de expresión:
Verbales: el evaluado responde oralmente dando de palabra su
respuesta.
Impresos: también denominados de “lápiz y papel”, en ellas el sujeto
responde de forma escritura la preguntas que el test cuestione.
Gráficos; en las que el evaluado tiene que realizar trazos, grafismos o
dibujos.
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Manipulativos: se requiere de la manipulación de algún material.
b) Según el constructo que explora
Test de eficiencia: evalúa aspectos intelectivos u cognitivos de la
personalidad, a su vez pueden dividirse en:
Test de inteligencia, test de aptitudes; (miden aspectos del
funcionamiento del intelecto pero independientes de las
adquisiciones culturales) y test de conocimiento u aprovechamiento
(mide las adquisiciones culturales del sujeto en determinadas
áreas o materias).
Test de personalidad: miden características de la personalidad
como son la estabilidad emocional, la sociabilidad, las aptitudes,
entre otras. A su vez se clasifican en:
o Métodos de observación normalizados.
o Test de conducta objetivas.
o Test proyectivos
o Métodos expresivos.
o Cuestionarios de personalidad
4.3 CUESTIONARIOS
Los cuestionarios consisten en un conjunto más o menos amplio de preguntas
o cuestiones que se consideran relevantes para el rasgo, características o
variables que son objeto de estudio. Hay dos tipos de cuestionarios:
a) los aplicados en la medición y diagnostico psicopedagógico.
b) Los utilizados en la recolección de datos en las encuestas
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4.4. ASPECTOS METODOLÒGICOS DE LAS INVESTIGACIONES DE
EVALUACIÒN PSICOLÒGICA
4.4.1 VALIDEZ
Cerdá (1972), la validez es cuando está demostrado que el test mide
aquello que se presuponía o se pretendía midiese. La validez de un test no está
en función del mismo, sino del uso al que va a destinarse. Únicamente podemos
hablar de validez en tanto un test es adecuado a su uso y función en relación con
un determinado criterio. Por consiguiente, los procedimientos que existen para
determinar la validez de un test se basan en establecer la relación entre sus
resultados y otros hechos que podamos observar y estén en relación muy directa
con el tipo de conducta que intentamos evaluar.
Anné (1980), refiere que la validez de un test es lo que este mide y a cómo
lo mide. Sobre esto no puede decirse que ningún test tiene una validez alta o
baja, su validez debe determinarse respecto al uso particular para el que lo
consideramos.
Fundamentalmente, todos los procedimientos para determinar la validez de
un test se basan en las relaciones entre las actuaciones en dicho test y otros
hechos observables independientemente relativos al rasgo de conducta que se
está considerando.
Tipos de validez:
Según Cerdá (1972), podemos distinguir cinco tipos de validación en función de
los siguientes criterios:
a) Al utilizar el test deseamos determinar cuáles son los resultados de un
grupo de individuos, al aplicarles este test en lo que concierne a un
conjunto de cuestiones de las que el contenido del test constituye una
muestra representativa.
b) Aplicamos el test con la finalidad de predecir cuál será el resultado futuro
de estos sujetos, en algún tipo de conducta exterior al test pero relacionada
con el.
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c) Deseamos utilizar el test para averiguar el estado presente de varios
individuos en algún aspecto de la conducta exterior al test.
d) Al utilizar es test nos planteamos la cuestión de averiguar el grado en que
los sujetos reflejarán en sus resultados.
e) Una última variante se producirá si lo que nos proponemos es averiguar
cuál es la saturación de un test en un determinado factor, tal y como se
definen estas estructuras mediante las técnicas del análisis factorial.
4.4.1.1 Validez de contenido.
Para este tipo de validez hay que partir de la base de que un test es una
muestra normalizada de algún tipo de conducta y que , en consecuencia, es
preciso determinar hasta qué punto el conjunto de ítems contenidos en el test
constituyen una muestra representativa del aspecto de la conducta que vamos a
medir.
Por eso no es necesario tanto rigor y puede ser suficiente con seleccionar
unas palabras representativas dentro del número de vocablos que se considera
constituye el lenguaje común o usual (Cerdá, 1972).
La validez de contenido supone esencialmente el examen sistemático del
contenido del test para determinar si comprende una muestra representativa de la
forma de conducta que ha de medirse (Anné, 1980).
4.4.1.2 Validez empírica
También llamada de criterio y/o predictiva, esta validez indica la eficacia de un
test en la predicción de la conducta del individuo en situaciones específicas. Para
ello se compara la actuación en el test con un criterio, es decir, una medida
directa e independiente de lo que está destinado a medir el test (Anné, 1980).
4.4.1.3 Validez Concurrente
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Es el grado de correlación que existe entre la varianza de un test y la
varianza de las notas de un criterio tomando ambos datos al mismo tiempo. Por lo
tanto, el test se administra a un grupo de personas acerca de las cuales ya
tenemos las notas que nos van a servir como criterio.
La validez concurrente es importante cuando se utiliza un test mas para la
descripción y el diagnóstico de una conducta que existe en el momento en que se
explora que para la predicción de resultados futuros, aunque, si un test denota
una buena validez concurrente, también se podrá utilizar luego este test con fines
predictivos, puesto que la validez concurrente y predictiva son en el fondo una
misma cosa, con la diferencia de que el criterio se toma al mismo tiempo en vez
de tomarlo con un intervalo. No obstante, hay tests que no tienen el mismo grado
de validez concurrente que predictiva, porque en los sujetos que utilicemos como
muestra al calcular la validez predictiva se habrán producido algunas variaciones
en el intervalo de tiempo transcurrido (Cerdá, 1972).
Según Cerdá (1972), los criterios que más a menudo se utilizan para hacer
validaciones concurrentes son: a) la utilización de grupos de contraste, y b) la
utilización de distribución de calificaciones
a) Grupos de contraste: es el procedimiento que más se usa para la
validación de tests con fines de despistaje, cribaje o detectación. Lo
característico de estos grupos es que siempre escojamos a sujetos
que estén situados en las zonas extremas de la distribución, con lo
cual se construye los grupos de contraste.
b) Distribución de calificaciones: se refiere al rasgo o tipo de conducta
sobre el que deseamos tener un criterio, se calificará con arreglo a un
sistema gradual de puntuación.
4.4.1.4 Validez de Constructo
La validez estructural de un test es el grado en que este mide una
elaboración o un rasgo teóricos. La validación estructural, puesto que se fija en
una descripción de la conducta más permanente y de una clase más abstracta.
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Es de particular importancia para la validez estructural es el análisis
factorial, procedimiento estadístico para la identificación de los rasgos
psicológicos. En esencia, el análisis factorial es una técnica depurada para el
análisis de las interrelaciones de los datos de la conducta. En este proceso, el
número de variables o categorías en función de la cuales puede describirse la
ejecución de cada individuo se reduce desde el número original de test a otro
relativamente pequeño de factores o rasgos comunes (Anné, 1980)
4.4.2 CONFIABILIDAD
La confiabilidad también llamado fiabilidad (Cerdá, 1974). Un test es fiable
cuando al aplicarlo dos o más veces al mismo individuo o grupo de individuos en
circunstancias similares se obtiene asimismo resultados análogos.
Averiguar la fiabilidad de un test equivale, por lo tanto, a estimar la
intensidad del error inherente al mismo, o si se quiere de su grado de imprecisión
y consiste en esencia, en averiguar la consistencia o estabilidad de las notas
obtenidos por los mismos individuos al administrarles el mismo test (Anne, 1980)
Los métodos más adecuados para calcular la fiabilidad de un test son los
siguientes:
4.4.2.1 Método de test-retest:
Primer método que se utilizó para calcular la fiabilidad de un test según
Serdá, 1974. El procedimiento es simple y consiste en aplicar el test do veces al
mismo grupo de sujetos, calculando luego el coeficiente de fiabilidad para las dos
series medidas. Este coeficiente de fiabilidad recibe el nombre de “coeficiente de
estabilidad temporal” e indica el gradúen que se puede afectar las puntuaciones
de un test por las fluctuaciones que se pueden producir en el intervalo de tiempo
en los sujetos (tensiones emocionales, fatiga, actitud hacia el examen, etc) o bien
en las condiciones de aplicación del test (elementos perturbadores, ruidos,
excesos de temperatura, descuidos de algún aspecto de instrucciones, etc).
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4.4.2.2 Método de series paralelas:
Consiste en construir dos o más tests paralelos, es decir, equivalentes. Para
ello se utilizan cuestiones de naturaleza y dificultad análogas pero de apariencia
distinta. Se utiliza los procedimientos de análisis de ítems, se puede realizar con
toda exactitud. En principio, dos series equivalentes deben tener el mismo número
de ítems, es tos deben ser de dificultad análoga, deben medir lo mismo y las
instrucciones, tiempos limites de administración, ejemplos y otros aspectos de
cada uno de los tests, tienen que ser equiparables.
Una vez demostrada la equivalencia de las dos formas, se aplican ambas, una
inmediatamente después de la otra, al mismo grupo de sujetos y la correlación
entre las dos series de puntuaciones será el coeficiente de fiabilidad del test, al
que se denomina también “coeficiente de equivalencia” las diferencias obtenidas
estarán producidas en su mayor parte por las fallas que existan entre la
semejanza o equivalencia de los ítems, aparte de la influencia que puedan ejercer
los errores muestrales. Si los dos tests se aplican en un intervalo de tiempo, el
coeficiente ya no será solo de equivalencia de ítems, sino también de “estabilidad
temporal” supuesto un buen coeficiente de equivalencia.
4.4.2.3 Método de división de dos mitades:
Este método consiste generalmente en hacer una sola aplicación del test y
una vez que se han obtenido las respuestas, dividir los elementos del test en dos
partes equivalentes, puntuarlas por separado y calcular su correlación. Una previa
condición parta aplicar este método es que las dos partes en que se vaya a
dividir el test sean verdaderamente equivalentes. Para ello es necesario que de
antemano se conozca la dificultad de cada ítem. Sí el test está compuesto por
ítems de la misma dificultad o con el mismo “peso específico” para medir un
rasgo, entonces podremos dividir el test en una primera y una segunda mitad. El
procedimiento será correcto excepto para aquellos tests que aunque cumplan las
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anteriores condiciones sean de excesiva longitud y exijan un esfuerzo prolongado
de atención.
4.5 DEFINICIONES DE DEPEDENDENCIA EMOCIONAL
La Dependencia emocional se define como un patrón persistente de
necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de manera
desadaptativa con otras personas (Castelló, 2000). Este patrón de necesidades
incluye creencias acerca de la visión de sí mismo y de la relación con otros, tales
como creencias sobrevaloradas frente a la amistad, la intimidad y la
interdependencia.
Además, creencias sobre las emociones generadas por las relaciones
cercanas e íntimas, por la soledad y la separación. Son manifestaciones también
los comportamientos interpersonales orientados a mantener la cercanía
interpersonal como pedir o dar ayuda y consejos.
Tradicionalmente, se han considerado dos tipos de dependencia: la
instrumental y la emocional. La primera se caracteriza por falta de autonomía en
la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, búsqueda de apoyo social,
indefensión, dificultades para tomar decisiones y para asumir responsabilidades y
desenvolverse con eficacia. La segunda, la dependencia emocional, se
caracteriza por excesivas demandas afectivas, relaciones interpersonales
estrechas y relaciones de pareja desequilibradas, donde prevalece la sumisión y
la idealización de la pareja, con baja autoestima e imperiosa necesidad del otro,
que lleva a comportamientos excesivos de aferramiento y alto temor a la soledad
(Castelló, 2000; 2002; 2005).
Castello (2003), define la dependencia emocional como la necesidad
afectiva extrema que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes
relaciones de pareja. No obstante, su carácter crónico no se basa en la sucesión
de dichas relaciones sino en la personalidad de estos sujetos; es decir, el
dependiente emocional lo es también cuando no tiene pareja, aunque esto no sea
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lo más habitual porque su patología provoca que busque otra desesperadamente.
De hecho, una de sus características es que no soportan la soledad.
Castello (2005), define la dependencia emocional como una necesidad
afectiva extrema y continua, que obliga a las personas que la padecen a
satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja; en consecuencia, gran parte
de la vida de estas personas gira en torno al amor. Aunque este fenómeno puede
aparecer puntualmente en la vida de un individuo (es decir, sólo en una de sus
relaciones), lo más normal es que sea una constante en él; por lo tanto, la mayor
parte de sus relaciones de pareja presentarán un patrón característico regido por
la mencionada necesidad afectiva extrema
4.6 CARACTERÍSTICAS:
Las características se pueden observar en tres áreas: relaciones interpersonales
(con especial hincapié en las de pareja), autoestima y estado anímico:
A) Relaciones interpersonales:
Tendencia a la exclusividad en las relaciones. Esto se da tanto en las
relaciones de pareja como en las amistades de estas personas, sintiéndose
más cómodas hablando con un único amigo que en un grupo
numeroso, en el que no se tiene el suministro afectivo necesario y
pueden, paradójicamente, encontrarse más solas. Esta exclusividad,
dentro ya de las relaciones de pareja, da a entender que más que cariño
hay necesidad hacia el otro, implica una cierta falta de construcción
personal.
Necesitan un acceso constante hacia la persona de la cual dependen
emocionalmente. Esto se traduce en un agobio asfixiante hacia ella con
continuas llamadas, mensajes al móvil, aferramiento excesivo, deseo de
hacer con ella cualquier actividad, etc. La motivación de este acceso
constante es por un lado la necesidad emocional y por otro la ansiedad
por una posible pérdida del otro.
Necesitan excesivamente la aprobación de los demás. En los antecedentes
patológicos de estos pacientes aparecen
26
en muchas ocasiones historia de trastornos de la alimentación. Esto
indica el desequilibrio emocional subyacente, su autorrechazo y también
los deseos de agradar (en el caso de los trastornos alimentarios, también
físicamente) a los demás.
Ilusión al principio de una relación o cuando conocen a una persona
“interesante”. Esta ilusión tiene mucho de autoengaño, de la misma forma
que cuando se da una ruptura pueden pensar que por ver de vez en
cuando a su pareja no se van a volver a enganchar a ella, o que si ésta
ha prometido dejar de agredirles sistemáticamente creer que en esta
ocasión será cierto.
Subordinación en las relaciones de pareja. Es un medio para preservar la
relación a toda costa, algo que hacen muy bien y que es atrayente para sus
parejas por el suministro narcisista que les proporciona. Las relaciones de
pareja de los dependientes emocionales son marcadamente asimétricas,
desequilibradas. Uno de sus componentes es el que domina claramente en
la pareja y el otro (en este caso, el dependiente emocional) sólo se
preocupa de su bienestar, de hacer lo que su pareja desee, de magnificar y
alabar todo lo que hace, de ser el objeto de su desprecio narcisista e
incluso a veces de su rabia, tanto psíquica como física.
Idealizan a sus parejas y las escogen con unas características
determinadas: Son ególatras, con gran seguridad en sí mismas, frías
emocionalmente. El narcisismo de estas personas es la contrapartida de la
baja autoestima de los dependientes emocionales, por eso se produce esta
idealización y fascinación.
Las relaciones de pareja atenúan su necesidad, pero siguen sin ser felices.
De todas maneras tampoco esperan serlo porque su existencia es
una sucesión de desengaños y no tienen el componente esencial del
bienestar: quererse a sí mismos. Este componente, por otra parte, es
fundamental para poder llevar a cabo relaciones de pareja sanas,
equilibradas y mutuamente gratificantes.
27
Tienen un miedo e intolerancia terribles a la soledad, base de su
comportamiento ante las rupturas, de su necesidad de otra persona, del
apego y parasitismo que tienen hacia ella u otras personas. Esta
intolerancia a la soledad se debe a que la relación del dependiente
consigo mismo es muy negativa; con otras palabras podemos afirmar que
“no se soportan”.
Presentan cierto déficit de habilidades sociales, como falta de asertividad.
También destaca el egoísmo, fruto de la necesidad patológica que tienen
hacia otras personas. La exclusividad y el agobio que pueden llevar a cabo
también hacia amistades denota precisamente ese egoísmo.
B) Autoestima:
Autoestima y autoconcepto muy bajos. No esperan ni echan a faltar el
cariño de sus parejas porque tampoco lo sienten hacia sí mismos, y
generalmente tampoco lo han tenido de sus personas más significativas a
lo largo de sus vidas.
El autoconcepto es también bajo por simple coherencia con la autoestima,
aunque esto en ocasiones no es así en tanto pueden desarrollar
habilidades a lo largo de su vida en las cuales adquieran confianza y
seguridad.
C) Estado de ánimo
Manifiestan estar tristes y preocupados. La sensación de tristeza e
infelicidad que planea sobre las vidas de los dependientes emocionales; el
estado de ánimo es por tanto disfórico y con tendencia a las rumiaciones
sobre posibles abandonos, sobre el futuro de la relación, el miedo a la
soledad y qué podrían hacer para mitigarlo, etc.
Como síntesis de estas características se puede extraer las que se
consideran básicas para la dependencia emocional, que están presentes
necesariamente para que una persona dependiente. Se tiene:
a) Miedo e intolerancia a la soledad.
28
b) Historia de relaciones de pareja gravemente desequilibradas, o una
única
relación que por su duración ha ocupado la mayor parte de la vida adulta
del sujeto.
c) Baja autoestima.
5. MÈTODO
5.1 Población
Estuvo conformada por jóvenes universitarios de Lima.
5.2 Muestra:
El tamaño de la muestra estuvo conformada 150 fueron estudiantes de las
diferentes universidades para la evaluación del cuestionario de Dependencia
Emocional y el API para la respectiva validez y confiabilidad. Luego se evaluó a
266 estudiantes de la Facultad de Psicología para la aplicación de la prueba del
cuestionario de Dependencia Emocional
5.3 Tipo de muestreo: no probabilística intencional
5.4 Diseño de investigación y variables:
5.4.1 Diseño:
La presente investigación es de tipo psicométrico y aleatorio
5.4.2 Variables:
Variable de estudio: Dependencia emocional
Variable de control: edad, sexo, año de estudio
29
5.5 Operacionalización de Variables:
6. INSTRUMENTO
Nombre: Cuestionario de Dependencia Emocional
Autoras: Mariantonia Lemos Hoyos y Nora Elena Londoño Arrendondo
Procedencia: Colombia
Aplicación: Adolescentes y adultos
El cuestionario fue construido con 66 ítems de los cuales para el cuestionario
final quedaron 23 ítems y seis factores ya que los 43 restantes no cumplió con
los criterios para la selección, auto-
aplicado, cada ítem valorado en una escala likert de seis puntos que va desde uno
(Completamente falso de mí) hasta seis (Me describe perfectamente). Se
construyó sobre la base teórica del Modelo de la Terapia Cognitiva de Beck (Beck,
Freeman et al, 1995) tomando en cuenta el constructo de Perfil Cognitivo como un
perfil distintivo que le es propio y específico a personas con dependencia emocional,
en el que se consideran características psicológicas en función de las
concepciones que la persona tiene de sí mismos y de los otros, la identificación de
los estímulos que le son particularmente amenazantes y las estrategias
interpersonales.
30
• Concepto de sí mismo: creencias sobre lo que es, piensa o como se describe a nivel
cognitivo, emocional y social una persona. En el caso de la dependencia emocional
nombra ideas de desvalimiento, susceptibilidad y poca valoración personal. Ítems 3,
4, 5*, 6, 7, 17, 18, 20, 21*, 30, 31, 32, 41*, 44, 45, 46, 47, 60, 65.
• Concepto de otros: creencias sobre lo que se piensa que es, a nivel cognitivo,
emocional y social, el otro. Para el dependiente emocional implica ideas de
sobrevaloración e idealización del otro. Ítems 1, 16, 43.
• Amenazas: situaciones o eventos que generan estados emocionales
perturbadores para el sujeto; en este caso refiere situaciones que nombren la posible
ruptura de la relación o cualquier sensación de incomodidad del otro que pueda
provocarla más adelante. Ítems 8, 9, 10*, 19, 22*, 23, 24, 34, 35, 36, 37, 48, 49, 50,
51, 56, 57, 58, 59.
• Estrategias interpersonales: modo como los diversos tipos de personalidad se
relacionan y actúan con otras personas y el modo como utilizan el espacio inter-
personal. Las conductas de aferramiento y de búsqueda de atención, así como
conductas que buscan reparar la ruptura son las típicas en la dependencia
emocional. Ítems 2*, 11, 12, 13, 14, 15, 25, 26, 27, 28, 29, 33, 38, 39, 40, 42, 52, 53,
54, 55*, 61, 62, 63, 64, 66.
* Ítems invertidos.
Dentro del análisis Estadístico Se evaluó la consistencia interna de la prueba a partir
del coeficiente Alfa de Cronbach de las sub-escalas y en la totalidad de la
prueba. Se obtuvieron los datos de frecuencia y estadísticos descriptivos, se realizó
la prueba de normalidad a cada una de las variables de análisis para identificar el
tipo de prueba estadística a emplear: paramétrica o no paramétrica. Además, se
consideraron los grados de libertad de las variables analizadas, revisan do que
fueran los mismos que se tenían en cuenta para el análisis de datos en las
pruebas, y que los valores estadísticos presentados estuvieran en línea con los datos
31
estadísticos proporcionados. Para todos los análisis llevados a cabo se supuso un
nivel de significación estadística del 5% (α = 0.05). Como regla de decisión se tomó
en cuenta:
• Si el valor de p<α se considera región de rechazo, por lo tanto se rechazó la
hipótesis nula.
• Si el valor de p>α se considero región de aceptación, por lo tanto no se rechazó la
hipótesis nula.
El análisis factorial se llevó a cabo con el método de componentes principales
con rotación ortogonal varimax y oblicua (oblimin directo) para dimensiones no
correlacionadas con todas las variables. Ambos análisis comenzaron por
determinar si los datos se ajustaban al análisis factorial (AF), calculando el índice
de Kaise Meyer - Olkin (KMO), con el criterio que si el índice era mayor que 0.7 se
justificaba el AF. También se calculó la prueba de esfericidad de Bartlett.
Para la elección de los factores y los ítems que lo conforman, se consideraron los
siguientes criterios:
• Los factores debían tener un valor propio mayor que 1.
• La pregunta debía tener una saturación (carga factorial) igual o superior a 0.50.
• La pregunta se debía incluir en un solo factor; aquel en el que presentara un
mayor nivel de saturación, preguntas con cargas similares en distintos factores
fueron excluidas.
• Debía poseer una congruencia conceptual entre todas las preguntas que se
incluyeran en un factor.
• Un factor debía estar conformado por tres o más preguntas, a excepción de
aquellos factores en el que dos preguntas estuvieran claramente sustentadas por
la teoría o por el coeficiente de consistencia interna.
• Un factor debía poseer una confiabilidad superior a 0.5
Asimismo, la confiabilidad el alfa total de la escala fue de 0.950. Al realizar el
análisis de confiabilidad de las subescalas se encontraron alfas aceptables para las
32
subescalas concepto de sí mismo, amenazas y estrategias interpersonales.
Sin embargo, en todas se señalaron ítems que debían ser eliminados para
aumentar la confiabilidad. La subescala concepto de otros tuvo un alfa muy bajo
(á= 0.437), que llevó a que se considerara pertinente pensar en eliminar esta
subescala completamente. Los alfas finales para las subescalas fueron concepto de sí
mismo 0.809, amenazas 0.903, y estrategias interpersonales 0.878.
El análisis factorial exploratorio se realizó con el cuestionario de 66 ítems. La medida
de adecuación KMO del Cuestionario de dependencia emocional alcanzó un
puntaje superior a 0.7 y la prueba de esfericidad de Bartlett estuvo por debajo de 0.05,
validando el procedimiento del análisis factorial (KMO = 0,954; Bartlett p = 0.000).
El Alfa de Cronbach inicial de la prueba para los 66 ítems fue de 0.950, con un 55.46%
de varianza total explicada para 13 componentes. De los 66 ítems iniciales que
contenía la prueba, fueron excluidos los siguientes 43 ítems por
no cumplir con los criterios considerados para la elección
(numeral 4.9): 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 14, 15,
16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 31, 32, 33,
34, 39, 40, 41, 42, 43, 47, 49, 52, 54, 55, 59, 60, 62, 66.
La prueba finalmente quedó conformada por 23 ítems y seis factores, los cuales
explican un porcentaje de la varianza de 64.7%. El primer factor quedó
conformado por siete ítems, y al analizar la explicación
de la varianza, éste es el que mayor porcentaje aporta con un 38.86%, y un valor
propio de 8.94. El segundo y tercer factor quedaron conformados cada uno por
cuatro ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 6.34 y 5.70
respectivamente, y los ítems cargan con valores no inferiores a 0.6. El cuarto y
quinto factor quedaron conformados por tres ítems, con porcentajes de explicación
de la varianza de 5.02 y 4.68 respectivamente.
Al cuarto lo cargaron ítems con valores no inferiores a 0.07, y al quinto ítems con
valores no inferiores a 0.6. Por último, el quinto factor quedó conformado por dos
ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 4.1. Sus ítems cargaron
con valores no inferiores a 0.75, lo cual hace que se le considere pese al poco
número de sus ítems.
33
El valor Alfa de Cronbach alcanzado por las subescalas estuvo entre 0.617 y
0.871, el de la escala total fue de 0,927.
Factores que miden la prueba
FACTOR 1: Ansiedad de separación. Ítems (2, 6, 7, 8, 13, 15,17)
FACTOR 2: Expresión afectiva. Ítems (5, 11, 12,14)
FACTOR 3: Modificación de planes. Ítems (16, 21, 22,23)
FACTOR 4: Miedo a la soledad. Ítems (1, 18,19)
FACTOR 5: Expresión Límite. Ítems (9, 10,20)
FACTOR 6: Búsqueda de Atención. Ítems (3,4)
7. PROCEDIMIENTO
En primer lugar se llevó a cabo la revisión de la literatura de acuerdo al tema de
dependencia emocional y sobre validez y confiabilidad. Además se realizó una
aplicación piloto de 10 personas aleatoriamente para verificar si los ítems son
comprendidos.
En segundo lugar se llevó a cabo la validez de criterio de jueces para la revisión
de los ítems y se modificaron, asimismo se constató con la escala de acuerdos y
desacuerdos entre los jueces. Para la aplicación del test se coordinó con la
persona encargada de dicha institución para la respectiva autorización, lo cual nos
facilitó el día de las reuniones, el día de la evaluación y la recopilación de los
datos que compete a la identificación del nivel de dependencia emocional de los
participantes hacia sus parejas. Una vez obtenida la información, se elaboró la
base de datos y calificó los instrumentos y por último se procedió a realizar el
correspondiente análisis estadístico en el programa estadístico SPSS 15.
34
RESULTADOS
Para la adaptación psicométrica del instrumento se realizo una serie de procesos estadísticos que permitieron determinar las propiedades del test en función de validez y confiabilidad.
1) CONFIABILIDAD
El Cuestionario de Dependencia Emocional fue sometido a una prueba de confiabilidad con el propósito de estimar cuantitativamente la consistencia interna empleando dos procedimientos, el método de dos mitades y el método de homogeneidad.
Tabla 2
Consistencia interna por homogeneidad del total
Los resultados arrojaron un Alfa de .894 lo cual indica un alto nivel de confiabilidad.
Tabla 3
Consistencia por homogeneidad de los factores
Los factores obtuvieron los coeficientes que oscilan de 0.4 hasta 0.813, ello demuestra que el instrumento es consistente para la población universitaria.
35
Alfa de Cronbach N de elementos
,894 22
FACTORES Ítems α
Factor 1 2,5,6,7,12,14,16 ,777
Factor 2 4.10.11.13 ,798
Factor 3 15,20,21,22 ,813
Factor 4 11,17,18 ,580
Factor 5 8,9,19 ,400
Factor 6 3 …….
Tabla 4
Consistencia interna por método de dos mitades
Por este método se confirma la consistencia de las puntaciones al evaluar el constructo de Dependencia Emocional
2) VALIDEZ
2.1) VALIDEZ DE CONTENIDO
La validez de contenido implica hallar si es que los ítems son una representación significativa del constructo a medir. Se realizó a través del criterio de jueces y a través del análisis de correlación Ítem – Test.
Tabla 5
Análisis de contenido por criterio de jueces
36
r Ρ
Coeficiente de Spearman-Brow ,855 ,01
Se observa que los coeficientes de la V de Aiken llegó de 0.8 a 1, excepto el ítem 3 por lo cual fue eliminado de la escala original (según Ortiz, 1993 citado por Vigo, 2003).
Tabla 6
Análisis de correlación Ítems – Puntaje total
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
De acuerdo al análisis de asociación obtenida se aprecian coeficientes que varían desde .251 hasta .752 a un nivel altamente significativo (p<.01), lo cual implica la contribución de los ítems al total de la prueba.
Tabla 7
Análisis de correlación Ítems – Factor 1
37
ITEM r ρ1 ,427(**) ,0002 ,591(**) ,0003 ,621(**) ,0004 ,693(**) ,0005 ,406(**) ,0006 ,567(**) ,0007 ,538(**) ,0008 ,251(**) ,0029 ,674(**) ,00010 ,752(**) ,00011 ,594(**) ,00012 ,612(**) ,00013 ,663(**) ,00014 ,596(**) ,00015 ,561(**) ,00016 ,550(**) ,00017 ,575(**) ,00018 ,389(**) ,00019 ,364(**) ,00020 ,606(**) ,00021 ,497(**) ,00022 ,590(**) ,000
ÍTEMS r ρÍtem 2 ,695(**) ,000ítem 5 ,577(**) ,000ítem 6 ,726(**) ,000ítem 7 ,654(**) ,000Ítem 12 ,665(**) ,000ítem 14 ,646(**) ,000ítem 16 ,622(**) ,000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
La correlacion de Pearson fue desde .577 hasta .726, a un nivel altamente significativo.
Tabla 8
Análisis de correlación Ítems – Factor 2
ÍTEMS r ρÍtem 4 ,811(**) ,000ítem 10 ,887(**) ,000ítem 11 ,683(**) ,000ítem 13 ,776(**) ,000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
La correlación de Pearson fue desde .683 hasta .887, a un nivel altamente significativo.
Tabla 9
Análisis de correlación Ítems – Factor 3
ÍTEMS r Ρ
Ítem 15 ,827(**) .000
ítem 20 ,810(**) .000
ítem 21 ,763(**) .000
ítem 22 ,804(**) .000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
La correlación de Pearson fue desde .763 hasta .827, a un nivel altamente significativo.
Tabla 10
Análisis de correlación Ítems – Factor 4
ÍTEMS r Ρ38
ítem 1 ,674(**) ,000ítem 17 ,715(**) ,000ítem 18 ,816(**) ,000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
La correlación de Pearson fue desde .674 hasta .816, a un nivel altamente significativo.
Tabla 11
Análisis de correlación Ítems – Factor 5
ÍTEMS r Ρítem 8 ,557(**) ,000ítem 9 ,773(**) ,000ítem 19 ,719(**) ,000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
La correlación de Pearson fue desde .557 hasta .773, a un nivel altamente significativo.
2.2) VALIDEZ DE CONSTRUCTO
Se aplicó el test de KMO y Bartlett para determinar si la muestra tenían la condiciones necesarias para realizar el análisis factorial, estas condiciones implican que la muestra tenga un peso factorial mayor a .50 y un nivel de significancia < = a .05.
Tabla 12
Test de KMO Y Bartlett
Kaiser-Meyer-Olkin.
,845
Test de Bartlett 1,281,551Gl 231Sig. ,000
El KMO presenta un peso factorial de .845 ubicándose en un nivel sobresaliente y en el Test de esfericidad de Bartlett se aprecia un nivel altamente significativo.
39
Tabla 14
Análisis Factorial Exploratorio de componentes principal por rotación
Componente1 2 3 4 5 6
Ítem 1 ,664ítem 2 ,633Ítem 3 ,684 ,316ítem 4 ,762ítem 5 ,749ítem 6 ,450 ,604Ítem 7 ,643 ,403ítem 8 ,732ítem 9 ,595 ,459Ítem 10 ,769Ítem 11 ,362 ,357 ,304 ,391ítem 12 ,340 ,638ítem 13 ,688ítem 14 ,349 ,468 ,446ítem 15 ,725 ,339ítem 16 ,737ítem 17 ,373 ,418 ,372 ,391ítem 18 ,784ítem 19 ,729ítem 20 ,682 ,348ítem 21 ,792ítem 22 ,738
El componente 1 explica el …… de la varianza total reuniendo al ítem 3 del factor 6; los ítems 4, 10 y 13 del factor 2 y el ítem 9 del factor 5 de la escala original. El componente 2 reúne los ítems 15,
40
20, 21 y 22 del factor 2 de la escala original. El componente 3 reúne los ítems 2, 5, 7 y 14 del factor 1 de la escala original.El componente 4 reúne los ítems 6, 12 y 16 del factor 1; el ítem 17 del factor 4 de la escala original. El componente 5 reúne los ítems 1 y 18 del factor 4; el ítem 11 del factor 2 de la escala original. El componente 6 reúne los ítems 8 y 19 del factor 5 de la escala original.
2.3) VALIDEZ DE CRITERIO
Se procedió a correlacionar la medida de los puntajes entre el Cuestionario de Dependencia Emocional (CDE) y la Escala de Evaluación Conductual de la Personalidad (API). Además, de 3 escalas del API.
Tabla 16
Análisis de correlación del CDE – API
R ρTotal de
API .421 .000
Existe una correlación positiva y altamente significativa (r= .421; p< .01).Tabla 17
Análisis de correlación del CDE con tres escalas del API
R ρEscala Emocional ,393(**) ,000Escala Social ,198(*) ,015Escala cognitiva ,266(**) ,001
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
Existe una correlación altamente significativa entre el CDE y la escala emocional del API (r= .393; p< .01). Existe una correlación significativa entre el CDE y la escala cognitiva del API (r= .266; p< .01), a comparación de la escala social que presenta una correlación altamente significativa (r= .198; p< .05).
Tabla 18
Baremación
N Válidos 150
Perdidos 0Media 48,18Mediana 47,00Moda 49Desv. típ. 14,887Varianza 221,625Mínimo 22Máximo 96
41
Percentiles 5 27,00
10 29,1015 32,00
20 35,20
25 38,00
30 40,00
35 41,0040 43,00
45 45,90
50 47,00
55 49,00
60 49,6065 51,15
70 54,70
75 56,25
80 60,80
85 63,0090 68,00
95 78,35
Se realizó en función de la muestra el establecimiento de los percentiles, para la Baremación correspondiente.
Tabla 19
Niveles
En esta tabla se observan los niveles obtenidos, los cuales son: dependencia nula (22 - 37); baja dependencia (38 - 46); dependencia moderada (47 - 55), alta dependencia (56 - 132).
APLICACIÓN DEL CUESTIONARIO DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA DE LA UNFV
42
NIVELES PUNTAJES
Ausencia de dependencia 22 a 37
Dependencia baja 38 a 46
Dependencia moderada 47 a 55
Dependencia elevada 56 a 132
Tabla 20
Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según sexo
SEXOAusencia de dependencia Dependencia baja
Dependencia moderada
Dependencia elevada Total
F % F % F % F %Mujeres 66 41,50% 44 27,70% 22 13,80% 27 17,00% 159
Varones 32 30,20% 29 27,40% 20 18,90% 25 23,60% 106
Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 23,60% 100%
En la tabla 20 se puede observar que el 41.5 % de mujeres presenta “ausencia de dependencia”; mientras que el 23.6 % de varones presenta una “dependencia elevada”.
Tabla 21
Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según la edad
EDADAusencia de dependencia
Dependencia baja
Dependencia moderada
Dependencia elevada Total
F F F F17 a 20 27 26 18 30 10121 a 25 66 43 23 19 15126 a 34 5 4 1 3 13
Total 98 73 42 52 265
En la tabla 21 se puede observar que 30 personas del rango de edad de 17 a 20 años presentan una “dependencia elevada”; mientras que 66 personas del rango de edad de 21 a 25 presentan “ausencia de dependencia”.
Tabla 22
Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según pareja actual
Pareja Actual
Ausencia de dependencia
Dependencia baja Dependencia moderada
Dependencia elevada Total
F % F % F % F %SI 52 37,70% 38 27,50% 24 17,40% 24 17,40% 138
NO 46 36,20% 35 27,60% 18 14,20% 28 22,00% 127
Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 19,60% 265
En la tabla 3 se puede observar que las personas que han tenido y tienen pareja presentan “ausencia de dependencia” en un 37 %; mientras que 19.6 % presenta una “dependencia elevada”.
43
Tabla 23
Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según año de estudios
Año de estudios
Ausencia de dependencia Dependencia baja
Dependencia moderada
Dependencia elevada Total
F % F % F % F %1° Año 12 23,10% 13 25,00% 8 15,40% 19 36,50% 522° Año 23 37,70% 19 31,10% 11 18,00% 8 13,10% 613° Año 19 35,80% 8 15,10% 12 22,60% 14 26,40% 534° Año 23 41,80% 20 36,40% 7 12,70% 5 9,10% 55
5°Año 21 47,70% 13 29,50% 4 9,10% 6 13,60% 44
Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 19,60% 265
En la tabla 22 se puede observar que el 1º año presenta una “dependencia elevada” con un 36.5 %; el 2º año presenta “ausencia de dependencia 4 se puede observar que el 1º año presenta una “depende” con un 37.7 %; el 3º año presenta “ausencia de dependencia” con un 35.8% ; el 4º año presenta “ausencia de dependencia” con un 41.8% ;y el 5º año presenta “ausencia de dependencia” con un 47.7 %.
DISCUSIÓN
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El constructo “dependencia emocional” implica la presencia de una característica o aspecto (uno
o varios) que aumenta la probabilidad de adoptar patrones insistentes de necesidades
emocionales insatisfechas (Castelló, 2000). Por lo tanto, el riesgo constituye una medida de
probabilidad, validada estadísticamente, de que en el futuro se produzcan comportamientos que
se intentan cubrir de manera desadaptativa en una relación de pareja.
De acuerdo a los objetivos planteados en la presente investigación, y analizando los resultados se
puede apreciar que tales objetivos han sido alcanzados, puesto que el cuestionario presenta
niveles óptimos de confiabilidad, validez de constructo, contenido y de criterio, ya que se
considera que son necesarias para una mayor consistencia de la prueba y la correspondiente
baremación, lo cual permite identificar los posibles niveles de dependencia emocional presentes
en una relación de pareja.
En cuanto a la confiabilidad se obtuvo un α = .894, asimismo se obtuvieron los puntajes de los seis
factores que oscilaron desde α = .4 hasta .813; excepto en el factor 6 debido a que solo está
constituido por un ítem, por lo cual no se realizó el análisis de confiabilidad. Lo cual muestra que
es consistente por el método de homogeneidad, al igual que el cuestionario original construido
por Lemos y Londoño (2006), en Medellín – Colombia, cuya α = .950. Por otro lado la confiabilidad
de la prueba es demostrada nuevamente a través del método por mitades en el cual se alcanzó un
coeficiente de confiabilidad de .855.
En cuanto a la validez de contenido se consideró dos procedimientos, la validez por criterio de
jueces, en la cual se obtuvo un índice de acuerdos de 0.8 a 1, entre un grupo de jueces
competentes y calificados, para verificar cuan pertinentes eran los ítems. Luego se procedió a
realizar el análisis ítem – puntaje total cuyo coeficiente de correlación más bajo es de r=.752 y el
más alto alcanzó un r=.251; y el análisis ítem – factores presentan un alto coeficiente de
correlación, lo cual implica la contribución de los ítems al total de la prueba y los ítems a sus
respectivos factores, excepto el factor 6 por estar compuesto por un solo ítem, no se realiza un
análisis de correlación debido que por defecto el coeficiente de correlación sería uno; no
obstante, en la correlación ítem – puntaje total, el ítem 3 contribuye de manera directa a la
prueba.
En cuanto a la validez de constructo se realizó el análisis factorial exploratorio y el análisis
factorial confirmatorio y el porcentaje total obtenido de la varianza acumulada de ambos análisis
fue de 64.092 a comparación de la escala original que obtuvo una varianza total acumulada de
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64.7, e identificaron 6 subescalas conformadas por ítems consistentes, sin embargo muestran
que los factores no se ajustan de manera adecuada al modelo teórico propuesto por las autoras
del instrumento, aunque 3 factores (los que agrupan un mayor grupo de ítems del CDE), se
asemejan en cierta medida a los 3 factores hallados en la muestra.
En cuanto a la validez de criterio, se consideró correlacionar la medida de los puntajes totales de los CDE y el API, considerando dentro de sus 5 escalas 3 de ellas (cognitiva, emocional y social), puesto que eran de mayor relevancia para conocer el nivel de relación del constructo dependencia emocional con las conducta inadaptadas que mide el API.
Por último, se realizó la baremación correspondiente según la muestra para lograr identificar los
niveles de dependencia emocional en las relaciones de pareja (Ausencia de dependencia,
Dependencia baja, Dependencia moderada y Dependencia elevada).
CONCLUSIONES
1. El CDE alcanza indicadores adecuados de confiabilidad por consistencia interna
obteniendo un α=.894, por homogeneidad y α= .855 por dos mitades.
2. La validez de contenido en el CDE, tanto para los ítems que integran el modelo original del
CDE como los ítems hallados por el análisis factorial demuestran niveles altos de
significancia, reafirmando la contribución de cada ítem al instrumento.
3. El estudio factorial exploratorio y confirmatorio se ajustan al modelo teórico de las 6
escalas planteadas por las autoras del CDE, pero la distribución de los ítems varían en su
posición dentro de los factores del CDE.
4. El CDE permitió tener una alta correlación significativa con el API.
5. Se obtuvo una baremación de acuerdo a la muestra tomada, los cuales se agruparon en 4
niveles.
RECOMENDACIONES
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1. Según lo evaluado el instrumento, se recomienda establecer otros tipos de confiabilidad y
validez.
2. Ampliar y variar la población y muestra.
3. El CDE presenta características psicométricas consistentes, lo que puede ser contrastado
con otras pruebas.
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