administracion estrategica - setiembre 2015
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ENSAYOTRANSCRIPT
Realidad económica y
social.
Empresario /
emprendedor: organiza y
dirige.
Sistema; interactúan
funciones y factores de
producción, para lograr
sus objetivos.
La administración es el proceso de tomar decisiones sobre los
objetivos y la utilización de los recursos.
Abarca cinco tipos principales de decisiones, llamadas también
procesos o funciones: planeación, organización, liderazgo, dirección
y control.
Montessori
Un sistema ya conocido, pero que merece ser repetido. Dentro
de él, cada miembro de la empresa hace lo que quiere, cuando
lo desea. Por ejemplo, el responsable de asuntos jurídicos
interviene en labores publicitarias, o el gerente de almacén
decide cambiar las políticas de contabilidad. Todo el punto es dar
libertad a las personas para hacer lo que quieran, sin límites ni
restricciones.
Administración por crisis
Un sistema interesante, que consiste en no tomar decisiones ni
realizar acciones que prevengan problemas y crisis futuras. Toda
la administración de la empresa sigue trabajando como si nada
cambiara en el entorno hasta que la crisis se presenta y
entonces se preocupa de cómo enfrentarla.
Este sistema tiene la ventaja de proveer al ejecutivo con
períodos de tranquilidad, en los que no hay estrés y puede
jugarse golf un par de días a la semana. Al llegar la crisis, el
ejecutivo siempre tiene la opción de salir de la empresa y entrar
a otra en la que no exista crisis.
Administración por Sí-logismo
Otro sistema basado en la ciencia (logos) de decir sí a todo,
siempre que eso aplique a lo dicho por el superior inmediato.
Tiene el grave problema de impedir las contribuciones de
empleados y tener una sola fuente de iniciativas, las del
mandamás.
Pero, tiene la gran ventaja de dar una vida deliciosa, apacible y
placentera al ejecutivo, pues su único deber es seguir las
instrucciones superiores; no hay instrucciones, no hay trabajo y
ya se puede salir al golf.
Administración por oratoria
Dentro de este sistema, sube en jerarquía aquél que mejor
emplea sus dones verbales, siempre que ellas estén destinadas
a ensalzar al superior máximo.
Suelen usarse expresiones como “gran visión”, “enorme
capacidad” y otras similares al hablar del superior, no importa que
lo que haga y decida sea una reverenda estupidez.
Siempre hay para él los más grandes elogios, especialmente al
jugar golf.
Administración por gemido
Este tipo de administración está sustentado en la queja asignada
a factores externos ajenos al control propio.
Si bajan las ventas, esa realidad es causada por cuestiones
como la situación económica, la actividad de la competencia, las
tasas de interés, la falta de colaboración de los intermediarios,
cualquier cosa antes que aceptar responsabilidades personales.
Administración por voto popular
Este sistema consiste en la convocación infinita de reuniones en
las que se da oportunidad a todos de sugerir acciones para
tomar una decisión final que no cause el menor malestar en
nadie.
Su objetivo es lograr un equipo ejecutivo en el que todos sienten
que tienen razón y nadie es contradicho.
Las decisiones, desde luego son tibias e inadecuadas, pero se
tiene la ventaja de evitar frustraciones en los ejecutivos, quienes
salen a jugar golf sin complejos.
Administración en pasillos
Consiste este sistema en producir las decisiones grandes del
negocio en los pasillos y no en las oficinas, ni en las salas de
reunión.
Las reuniones se siguen realizando pero en ellas no se toman las
decisiones.
Administración por caos
Consiste en una serie de decisiones diarias, numerosas, que
tienen relaciones al menos ortogonales entre sí, muchas veces
opuestas y contradictorias.
Es decir, carecen de relación al menos, son numerosas, y entre
ellas casi siempre hay oposición lógica.
La gran ventaja de este sistema es la novedad, pues el ejecutivo
siempre tiene cosas diferentes que hacer, lo que es un gran tema
de conversación cuando después del golf se toma una copa.
Administración por contienda
Este sistema, muy popular, consiste en guiar las acciones propias
de cada ejecutivo por un criterio simple, el hacer lo contrario de lo
que intenta realizar otro ejecutivo del mismo nivel.
Si alguien propone, por ejemplo, lanzar un nuevo producto, al
menos uno de los ejecutivos hace todo lo posible por evitar ese
lanzamiento.
Estas peleas son una gran tema de conversación en el golf y
permiten la formación de equipos rivales al jugarlo.
La Administración Comparativa
Se define como el estudio y el análisis de la administración en
diferentes ambientes y de las razones por las cuales las
empresas obtienen resultados diferentes en diversos países.
La administración es un elemento importante para el
crecimiento económico y el mejoramiento de la productividad.
Administración a Largo Plazo
También denominados objetivos de alcance estratégico, es decir
estos son los objetivos que la empresa se plantea realizar con la
finalidad de seguir ciertas estrategias.
Estas estrategias representan las acciones que se deben tomar
para lograr objetivos a largo plazo.
Administración por Objetivos
Es un programa que incorpora metas específicas, fijadas de
manera participativa, para un período de tiempo explícito y que
se retroalimenta con el avance hacia las mismas.
Preocupación de "por qué" administrar.
Enfoque: Centrado en los resultados y objetivos alcanzados.
Michael Porter
La administración estratégica es el arte y la ciencia de formular,
implementar y evaluar las decisiones interfuncionales que
permiten a la organización alcanzar sus objetivos.
Ello implica integrar la administración, la mercadotecnia, las
finanzas y la contabilidad, la producción y las operaciones, la
investigación y el desarrollo y los sistemas computarizados de
información para obtener el éxito de la organización.
La administración estratégica se define como el arte y la ciencia de
formular, implementar y evaluar decisiones multifuncionales que le
permitan a una organización lograr sus objetivos.
Como la misma definición implica, la administración estratégica se
enfoca en integrar la administración, el marketing, las finanzas y la
contabilidad, la producción y las operaciones, las actividades de
investigación y desarrollo, así como los sistemas computarizados de
información, para lograr el éxito de la organización.
La perspectiva a largo plazo u horizonte, es la respuesta a la pregunta de
¿En dónde necesita estar la empresa en un momento específico del futuro
para desempeñar su visión, misión y estrategias?
El Planeamiento Estratégico es un proceso dinámico lo suficientemente
flexible para permitir y hasta forzar modificaciones en los planes, a fin de
responder a las cambiantes circunstancias.
Desde el punto de vista pedagógico el Planeamiento Estratégico es
importante porque ofrece a las organizaciones las siguientes ventajas:
o Obliga a los ejecutivos a ver el planeamiento desde la macro
perspectiva, señalando los objetivos centrales, de manera que nuestras
acciones diarias nos acerquen cada vez más a las metas.
o Mantiene a la vez el enfoque en el futuro y el presente.
o Refuerza los principios adquiridos en la visión, misión y estrategias.
o Fomenta el planeamiento y la comunicación interdisciplinarias.
o Asigna prioridades en el destino de los recursos.
o Mejora el desempeño de la organización: Orienta de manera efectiva el
rumbo de la organización facilitando la acción innovadora de dirección y
liderazgo. Permite enfrentar los principales problemas de la
organización: Enfrentar el cambio en el entorno y develar las
oportunidades y las amenazas.
o El desarrollo de una planificación estratégica produce beneficios
relacionados con la capacidad de realizar una gestión mas eficiente,
liberando recursos humanos y materiales, lo que redunda en la
eficiencia productiva y en una mejor calidad de vida y trabajo para
todos los miembros. Ayuda a mejorar los niveles de productividad,
conducentes al logro de la rentabilidad.
o Favorece a la Dirección y coordinación organizacional al unificar
esfuerzos y expectativas colectivas.
o Optimiza los procesos en las Áreas al traducir los resultados en logros
sinérgicos.
o Contribuye a la creación y redefinición de valores corporativos, que se
traducen en:
• Trabajo en Equipo.
• Compromiso con la organización.
• Calidad en el servicio.
• Desarrollo humano (personal y profesional).
• Innovación y creatividad.
• Comunicación.
• Liderazgo, etc.
En el mundo global caracterizado por el cambio acelerado y
profundo, las organizaciones, empresas y también los países actúan
en ambientes cambiantes, de inestabilidad permanente e
incertidumbre.
En este contexto turbulento no son suficientes los análisis
ambientales, convencionales para el pronóstico de los cambios, que
se alimentan desde y con datos exclusivos del pasado, por lo que se
hace indispensable que la administración estratégica disponga de
nuevas herramientas que expliquen las posibles evoluciones futuras
de problemáticas complejas, posibiliten reducir la incertidumbre y
sus riesgos asociados permitan adoptar las estrategias más
adecuadas para mejorar la toma de decisiones enfocada al futuro.
La administración estratégica está incorporando la prospectiva, una
disciplina con visión global, sistémica, dinámica y abierta que
explica los posibles futuros no sólo por los datos del pasado, sino
fundamentalmente teniendo en cuenta las evoluciones futuras de las
variables claves, así como del comportamiento de los actores
implicados, de manera que reduzca la incertidumbre, ilumine la
acción presente, y aporte con elementos que conduzcan al futuro
conveniente o deseado.
Si bien es cierto, que este enfoque se conoce desde los años 70, su
interés actual como herramienta gerencial, data de finales del Siglo
XX.
Existe un amplio consenso sobre la importancia del liderazgo para
las empresas y las organizaciones en general.
Sin embargo, el atributo del liderazgo no es una garantía de éxito.
Los líderes son eficaces en unas situaciones y períodos e ineficaces
en otros, pudiendo conducir a las organizaciones tanto a resultados
excelentes como a resultados desastrosos.
Además, muchos de los esfuerzos de desarrollo de liderazgo han
tenido escasos resultados.
En un mundo cada vez más complejo, incierto y turbulento, las
empresas deberían centrarse más en sistemas de liderazgo que
atraigan, desarrollen y seduzcan talentos que actúen como líderes
en cascada y con autonomía de decisión, más que en sistemas
basados en los líderes en el top de la cadena de decisión.
Es en este contexto, el concepto de Liderazgo Estratégico, debido a
su elevada eficacia, se convierte en algo muy importante para las
empresas y las entidades públicas.
El Liderazgo Estratégico está Esencialmente Orientado a
Resultados
El liderazgo estratégico se orienta a resultados y a que la mayor
parte de los enfoques existentes (los tradicionales), están
orientados a características individuales u organizativas.
El liderazgo estratégico parte de los resultados que se desean
lograr hacia los conceptos, mientras que los planteamientos
tradicionales se basan en los conceptos, esperando o asumiendo
que los resultados surjan en consecuencia.
Esto es, en el enfoque tradicional el concepto de liderazgo es un
fin en si mismo, una construcción teórica.
En el liderazgo estratégico, los conceptos son sólo
instrumentales y por tanto, bastante flexibles.
Lo que interesa son los resultados de las empresas, no la
confirmación de los resultados teóricos.
El Liderazgo Estratégico es Un Concepto Estratégico
Vemos el liderazgo no en abstracto o como un objeto de estudio
y de teorización, sino como un concepto estratégico, como el
proceso competitivo más importante de una empresa.
Siendo este el proceso más importante de una organización, por
ser una fuente de alimentación de todos los demás, entonces, la
verdadera búsqueda de diferenciación y de ventaja competitiva
pasa por la diferencia y éxito en los procesos de liderazgo de la
empresa.
Las mejores empresas a largo plazo son aquellas que tienen un
mejor liderazgo a lo largo del tiempo.
Son aquellas que desarrollan líderes de forma sistematizada.
El concepto de Liderazgo Estratégico se asienta en tres
características importantes: alineación, orientación al liderazgo
en sí mismo y estilo o marca de liderazgo.
Alineación entre Estrategia, Organización y Liderazgo
En primer lugar, el Liderazgo Estratégico parte de la alineación
entre objetivos estratégicos de la organización, cultura y lagunas
percibidas de la organización y competencias y sistemas de
liderazgo.
Estos tres factores tienen que estar totalmente alineados para
alcanzar la máxima eficacia.
Los objetivos estratégicos deben amoldar todo el esfuerzo de
desarrollo del liderazgo.
Cuando la estrategia cambia, se modifican también las
necesidades de liderazgo.
Las características de la organización, en relación con la cultura
existente y con lagunas que son percibidas por los colaboradores
de la organización deben también determinar el tipo de liderazgo
que debe ser desarrollado y ejercido.
Estrategia
(Misión, visión.
Objetivos y valores)
Organización
Cultura, lagunas,
percibidas)
Competencias
(capacidades,
Sistemas)
ALINEACIÓN
Los Líderes son importantes, pero el Liderazgo lo es Todavía
más
En segundo lugar, el Liderazgo Estratégico presta atención
previamente al desarrollo del liderazgo en cada organización y
sólo después al desarrollo de líderes en concreto.
Su enfoque principal e inicial son los sistemas de liderazgo de la
organización que atraen, desarrollan y seducen a líderes de
todos los niveles de la organización.
Este sistema perdura tras la salida del líder y compensa los
errores de la cima de la cadena de decisión.
El desarrollo de líderes es importante, pero solamente dentro de
este sistema de desarrollo de liderazgo congruente.
Es muy fácil concentrar nuestra atención en la celebridad, en el
carisma, en el encanto de un líder.
Pero eso es insuficiente y a veces, perjudicial.
El mito del líder héroe, o líder celebridad, concentrado en la imagen,
da lugar al concepto del líder auténtico, cuyo principal fin son los
resultados de la empresa, la atracción de talento, la motivación y la
gestión de equipos, lo que depende fuertemente de la construcción
de sistemas de liderazgo en las organizaciones.
Liderazgo de Primer Nivel
Liderar a Otros
FOCO: LÍDERES
Ensalza las cualidades del
individuo
Moviliza la organización
Conocimiento, capacidades,
valores de líder
Un individuo
Eficacia a corto plazo:
cuando sale de la
organización esta se
resiente
Liderazgo de Segundo Nivel
Desarrollar Líderes
FOCO: LIDERAZGO
Ensalza las cualidades del
individuo en la organización
Construye sistemas dentro de la
organización y forma otros
líderes
Sistemas internos orientados al
cliente
Conjunto de líderes en cascada
Eficacia a largo plazo: los
líderes salen, y la organización
se mantiene
Estilo o Marca de Liderazgo
En tercer lugar, el liderazgo estratégico se concentra en la
definición de un estilo o de una marca de liderazgo propia para
cada empresa u organización.
Cada empresa u organización es única y, por eso, deberá tener
su propio estilo de liderazgo, tal y como hemos comentado
recientemente.
El estilo de liderazgo deberá resultar de la alineación entre la
estrategia
de la empresa, las características organizativas (cultura y
lagunas percibidas) y los sistemas de liderazgo.
Recientemente, Dave Ulrich presentó el concepto de “leadership
brand” o “marca de liderazgo”, que es muy similar al concepto de
estilo de liderazgo empresarial que estamos defendiendo.
La marca de liderazgo es algo que está alineado con la marca de
la empresa (“brand”), junto con los clientes de ésta.
El “brand de liderazgo” existe y ocurre cuando el conocimiento,
las capacidades y los valores de los líderes son aplicados para el
desarrollo de las competencias y los procesos de la organización
y también de las decisiones y los comportamientos de sus
colaboradores, los cuales se centran en la propuesta de valor de
la organización para sus clientes y para las expectativas de
dichos clientes.
Definición de estrategia en general
El concepto de estrategia es antiguo. Los generales griegos
dirigían sus ejércitos tanto en las conquistas como en la defensa
de las ciudades. Cada tipo de objetivo requería de despliegue
distinto de recursos. De igual manera la estrategia de un ejército
también podría definirse como el patrón de acciones que se
realizan para poder responder al enemigo. Los generales no
solamente tenían que planear, sino también actuar. Así pues, ya
en tiempos de la Antigua Grecia, el concepto de estrategia tenia
tantos componentes de planeación como de toma de decisiones
o acciones conjuntamente, estos dos conceptos constituyen la
base para la estrategia.
“El vocablo strategos inicialmente se refería a un nombramiento
(del general en jefe de un ejército). Más tarde pasó a significar “el
arte en general”, esto es, las habilidades psicológicas y el
carácter con los que asumía el papel asignado.
En la época de Pericles (450 a.C.) vino a explicitar habilidades
administrativas (administración, liderazgo, oratoria, poder). Y ya
en tiempos de Alejandro de Macedonia (330 a.C.) el término
hacía referencia a la habilidad para aplicar la fuerza, vencer al
enemigo y crear un sistema unificado de gobierno global”
(Mintzberg y Quinn, 1995, p. 4)
Estrategia en la empresa
Según Mitzberg, Quinn y Voyer (1997), en el campo de la
administración, una estrategia, es el patrón o plan que integra las
principales metas y políticas de una organización, y a la vez,
establece la secuencia coherente de las acciones a realizar.
Una estrategia bien formulada ayuda a poner orden y asignar,
con base tanto en sus atributos como en sus deficiencias
internas, los recursos de una organización, con el fin de lograr
una situación viable y original, así como anticipar los posibles
cambios en el entorno y las acciones imprevistas de los
oponentes inteligentes.
Según Johnson y Scholes (p.10, 2001), estrategia es la dirección
y el alcance de una organización a largo plazo, y permite conseguir
ventajas para la organización a través de su configuración de
recursos en un entorno cambiante, para hacer frente a las
necesidades de los mercados y satisfacer las expectativas de los
stakeholders.*
“La estrategia de una organización consiste en las acciones
combinadas que ha emprendido la dirección y qué pretende para
lograr los objetivos financieros y estratégicos y luchar por la misión
de la organización. Esto a la larga nos va a ayudar a cómo lograr
nuestros objetivos y cómo luchar por la misión de la organización”
(Thompson y
Strickland, p. 10, 1999)
* El término agrupa a trabajadores, organizaciones sociales, accionistas y proveedores,
entre muchos otros actores clave que se ven afectados por las decisiones de una empresa.
Generar confianza con estos es fundamental para el desarrollo de una organización.
Ansoff (1965) establece que “Las estrategias, son las expresiones
operacionales de políticas en el sentido de que, dentro de un
sistema administrativo, definen el criterio operacional sobre la base
de cuáles de los programas específicos pueden ser concebidos,
seleccionados e implementados.” (p.43)
De todo lo anterior se entiende la estrategia como un patrón a seguir
para el logro de sus metas.
Dicho patrón contiene el conjunto de acciones a seguir, en forma de
planes específicos y con metas bien definidas, que contribuyen a un
esfuerzo común por el cumplimiento de la misión de la organización.
La estrategia es la dirección y el alcance de una organización a largo
plazo que permite lograr una ventaja en un entorno cambiante
mediante la configuración de sus recursos y competencias (capacidad
estratégica), con el fin de satisfacer las expectativas de las partes
interesadas.
Fuente: “Dirección estratégica». G. Johnson, K. Scholes, y R. Whittington, 7ma edición Pearson, España
2008.
Las 5 P de la estrategia
1. Plan. Una dirección, una guía, un curso de acción, mirar al futuro.
2. Patrón. Comportamiento consecuente en el tiempo.
3. Pauta de Acción. Acciones para alcanzar objetivos ante acciones
de otros.
4. Perspectiva. La forma de actuar de una organización,
5. Posición. Al colocar ciertos productos en mercados específicos.
(Estrategia: medios vía los cuales se logran los objetivos de largo
plazo).
La administración estratégica, la cual se llama también política de
negocios, se refiere a la dirección de empresas, por lo que es de
especial interés y tarea principal del director de la empresa.
Las empresas independientemente de su tamaño y características
siempre se encuentran compitiendo por recursos, clientes, y nuevos
mercados con el fin de lograr mayores beneficios. Por esta
competencia, las empresas tienen que tomar decisiones
estratégicas para sobrevivir.
Algunas de estas decisiones tienen que ver con el establecimiento
de metas generales y funcionales, la selección de productos y
servicios, el diseño y configuración de políticas acerca de cómo la
empresa se posiciona en el mercado, la elección de un nivel
apropiado de diversificación y de tamaño de la empresa, el diseño
de una estructura organizacional acorde a las estrategias que haya
seleccionado y políticas acerca de cómo definir y coordinar el
trabajo de los directivos y empleados.
La administración estratégica se define como el arte y la ciencia de
formular, implementar y evaluar decisiones multifuncionales que le
permitan a una organización lograr sus objetivos.
Como la misma definición implica, la administración estratégica se
enfoca en integrar la administración, el marketing, las finanzas y la
contabilidad, la producción y las operaciones, las actividades de
investigación y desarrollo, así como los sistemas computarizados de
información, para lograr el éxito de la organización.
La administración estratégica es sinónimo de planeación
estratégica.
Este último término se utiliza con más frecuencia en el mundo
empresarial, mientras que el primero es más frecuente en el ámbito
académico.
Algunas veces el término administración estratégica se utiliza para
referirse a la formulación, implementación y evaluación de la
estrategia, mientras que planeación estratégica se refiere sólo a la
formulación de la estrategia.
La finalidad de la administración estratégica es aprovechar las
oportunidades existentes y crear otras nuevas y diferentes para el
futuro; en contraste, la planeación a largo plazo busca optimizar
para el mañana las tendencias de hoy.
Un plan estratégico es, en esencia, el plan de juego de la empresa.
Así como un equipo de fútbol necesita de un buen plan de juego
para tener una oportunidad de triunfar, una empresa debe contar con
un buen plan estratégico para tener éxito al competir.
En la mayoría de las industrias, los márgenes de utilidad entre las
empresas se han reducido tanto que no hay lugar para el error en el
plan estratégico general.
Un plan estratégico es resultado de un arduo proceso de selección,
por parte de la gerencia, entre varias buenas alternativas, e indica
un compromiso con mercados, políticas, procedimientos y
operaciones específicos descartando otras formas de actuar que
resultan “menos deseables”.
El Modelo de la Administración Estratégica
La mejor manera de estudiar y aplicar el proceso de la
administración estratégica es utilizando un modelo.
Cada modelo representa algún tipo de proceso.
El diagrama anterior es un modelo muy completo y de gran
aceptación del proceso de administración estratégica.
Este modelo no garantiza el éxito, pero sí representa un
planteamiento claro y práctico de las estrategias de formulación,
implementación y evaluación.
Las relaciones entre los principales componentes del proceso de
administración estratégica adoptarán la forma necesaria para
mostrar un enfoque particular.
Identificar la visión, la misión, los objetivos y las estrategias de
una organización es el punto de partida lógico de la
administración estratégica, ya que la situación y las condiciones
actuales de la empresa pueden imponer ciertas estrategias e
incluso dictar un procedimiento específico a seguir.
Cada organización posee una visión, misión, objetivos y
estrategia particulares, aun a pesar de que los elementos que los
componen no se hayan diseñado, redactado o comunicado de
manera consciente.
Para saber hacia dónde se dirige la organización hay que tener
conocimiento de dónde ha estado antes.
El proceso de la administración estratégica es dinámico y continuo.
Un cambio en cualquiera de los componentes principales del modelo
hace necesario cambiar cualquiera de los otros componentes.
Por ejemplo, un cambio en la economía podría representar una gran
oportunidad y requerir un cambio en los objetivos y las estrategias a
largo plazo; un fracaso en alcanzar los objetivos anuales podría
requerir de un cambio en la política; un cambio importante en la
estrategia de los competidores tal vez implique un cambio en la
misión de la empresa.
En la práctica, la administración estratégica no es un proceso que se
divide tan claramente ni que se realice con tanta precisión como
sugiere el modelo de la administración estratégica.
Los estrategas no llevan a cabo el proceso al pie de la letra.
Por lo general, existe una retroalimentación entre los niveles
jerárquicos de la organización.
Muchas organizaciones realizan semestralmente juntas formales
para analizar y actualizar la visión y misión, las oportunidades y
amenazas, las fortalezas y debilidades, las estrategias, los objetivos,
las políticas y el desempeño de la empresa. Estas juntas, por lo
general, se realizan fuera de las instalaciones y se les conoce como
retiros.
La razón para realizar de manera periódica juntas de administración
estratégica lejos del lugar de trabajo es que, de esta forma, los
participantes se sienten estimulados para mostrarse más creativos y
abiertos.
A lo largo de todo el proceso de administración estratégica son
esenciales la buena comunicación y la retroalimentación.
La administración estratégica permite a una organización ser más
productiva que reactiva cuando se trata de darle forma a su futuro; le
permite iniciar e influir en las actividades (en vez de limitarse a
responder a ellas) y, por lo tanto, ejercer control sobre su propio
destino.
Los dueños de pequeñas empresas, directores generales,
presidentes y gerentes de muchas organizaciones con y sin fines de
lucro reconocen y son conscientes de los beneficios de la
administración estratégica.
Históricamente, el principal beneficio de la administración
estratégica ha sido ayudar a las organizaciones a formular mejores
estrategias utilizando un enfoque más sistemático, lógico y racional
de la elección estratégica.
Ésta sigue siendo una de las mayores ventajas de la administración
estratégica, pero los estudios más recientes indican que su
contribución más importante es el proceso en sí, más que las
decisiones o los documentos.
La comunicación es la clave para una administración estratégica
exitosa.
A través de la participación en el proceso, los gerentes y empleados
se comprometen más en apoyar a la organización.
El diálogo y la participación son ingredientes esenciales.
El objetivo fundamental del proceso es lograr la comprensión y el
compromiso de todos los gerentes y empleados.
La comprensión es el beneficio más importante de la administración
estratégica, seguida por el compromiso.
Cuando los gerentes y empleados comprenden lo que la
organización hace y por qué lo hace, a menudo se sienten parte de
la empresa y se comprometen más a ayudarla.
Esto es especialmente cierto cuando los empleados también
comprenden la relación que existe entre su remuneración y el
desempeño de la organización.
Los gerentes y empleados se vuelven sorprendentemente creativos
e innovadores cuando comprenden y apoyan la misión, los objetivos
y las estrategias de la empresa.
De esta manera, un gran beneficio de la administración estratégica
es la oportunidad de que el proceso otorgue más facultades de
decisión a los individuos.
Otorgar facultades de decisión o empowerment es el acto de
fortalecer el sentido de eficacia de los empleados animándolos a
participar en la toma de decisiones, a ejercer su iniciativa e
imaginación, y recompensarlos por hacerlo.
Aunque tomar buenas decisiones estratégicas es la principal
responsabilidad del dueño o director general de una organización,
los gerentes y empleados deben participar en las actividades de
formulación, implementación y evaluación de la estrategia.
La participación es una clave para lograr el nivel de compromiso que
se necesita para el cambio.
Según Stoner (Stoner Freeman, Gilbert (2000) Administración. México.
Prentice Hall.), el proceso de administración estratégica se puede
dividir en cinco componentes diferentes.
1. La selección de la misión - visión y las principales metas
corporativas;
2. El análisis del ambiente competitivo externo de la
organización para identificar las oportunidades y amenazas;
3. El análisis del ambiente operativo interno de la organización
para identificar las fortalezas y debilidades de la organización;
4. La selección de estrategias fundamentadas en las fortalezas en
la organización y que corrijan sus debilidades con el fin de tomar
ventaja de oportunidades externas y contrarrestar las amenazas
externas; y
1. La implementación de la estrategia. La tarea de analizar el
ambiente interno y externo de la organización para luego
seleccionar una estrategia apropiada, por lo general, se llama
formulación de estrategias. En contraste, la implementación de
estrategias en forma típica involucra el diseño de estructuras
organizaciones apropiadas y sistemas de control a fin de poner en
acción la estrategia escogida.
Existen estrategias en los distintos niveles de una organización.
a. La Estrategia Corporativa
Está relacionada con el objetivo y alcance global de la
organización para satisfacer las expectativas de los propietarios
o principales stakeholders, y añadir valor a las distintas partes
de la empresa.
Se debe saber cuál es el alcance la organización en relación
con los tipos de negocio y cobertura geográfica; y saber qué tipo
de productos o servicios hay que ofertar.
La transparencia en el nivel corporativo de la estrategia puede
ser importante, y es la base de las demás decisiones
estratégicas.
Esto se materializa en la misión, que refleja las expectativas.
b. El segundo nivel lo constituye la estrategia de unidad de
negocio.
Aquí, la estrategia se refiere a cómo competir con éxito en un
determinado mercado; se trata de saber cómo aventajar a los
competidores, qué nuevas oportunidades pueden identificarse o
crearse en los mercados, qué productos/servicios deben
desarrollarse en cada mercado, y el grado en que éstos
satisfacen las necesidades de los consumidores, de tal forma
que se alcancen los objetivos de la organización.
Mientras la estrategia corporativa implica decisiones respecto a
la organización en su conjunto, las decisiones estratégicas
tienen que referirse a las unidades estratégicas de negocio
(UEN).
Una UEN es una parte de la organización para la que existe un
mercado externo concreto de bienes y servicios.
En este nivel estratégico, la base de las decisiones estratégicas
consiste en saber cómo satisfacer mejor las necesidades del
consumidor o cliente, habitualmente para lograr algún tipo de
ventaja competitiva para la organización.
La UEN es una unidad organizativa con fines puramente
estratégicos.
Puede o no ser una parte estructural independiente dentro de la
organización.
c. El tercer nivel de la estrategia se halla en el extremo operativo
de la organización.
Aquí se encuentran las estrategias operativas, que se ocupan de
cómo los distintos componentes de la organización, en términos
de recursos, procesos, personas y sus habilidades, hacen
efectiva la estrategia de negocio y corporativa.
En la mayoría de los negocios las estrategias de negocio de
éxito dependen en gran medida de las decisiones que se toman
o de las actividades que se realizan a nivel operativo.
La integración de las decisiones operativas y la estrategia, es de
suma importancia.
ADMINISTRACIÓN:
Proceso que se sigue mediante la ejecución de las funciones de
planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos y el talento humano
de una empresa, para alcanzar fines previamente definidos, con
eficiencia, eficacia y enmarcado en la ética.
TIPOS DE
PLANES
POR EL SECTORPOR EL
PERÍODO QUE
CUBRE
POR EL ÁMBITO
PLANIFICACIÓN
PÚBLICA
PLANIFICACIÓN
DE EMPRESAS
PLANIFICACIÓN
DE COTO PLAZO
PLANIFICACIÓN
DE
MEDIANO PLAZO
PLANIFICACIÓN
DE LAGO PLAZO
PLANES
SECTORIALES
PLANES
GENERALES
Modelo Integral del proceso de Administración Estratégica
El proceso de administración estratégica consta de tres etapas:
formulación, implementación y evaluación de la estrategia.
1. La formulación de la estrategia
Incluye desarrollar la visión y la misión, identificar las
oportunidades y amenazas externas para la organización,
determinar las fortalezas y debilidades internas, establecer
objetivos a largo plazo, generar estrategias alternativas y elegir
las estrategias particulares que se habrán de seguir.
Entre los temas de la formulación de la estrategia están decidir
qué nuevos negocios emprender, cuáles abandonar, cómo
asignar los recursos, si conviene expandir las operaciones o
diversificarse, si es recomendable entrar en mercados
internacionales, si es mejor fusionarse o crear una empresa
conjunta, y cómo evitar una toma de poder hostil.
En virtud de que ninguna organización cuenta con recursos
ilimitados, los estrategas deben decidir qué estrategias
alternativas beneficiarán más a la empresa.
Las decisiones relacionadas con la formulación de la estrategia
vinculan a una organización con productos, mercados, recursos y
tecnologías específicos durante un amplio periodo.
Las estrategias determinan las ventajas competitivas a largo
plazo y, para bien o para mal, las decisiones estratégicas tienen
importantes consecuencias multifuncionales y efectos duraderos
en una organización.
Los ejecutivos son quienes cuentan con la mejor perspectiva para
comprender por completo las ramificaciones de las decisiones de
formulación de la estrategia, además de que tienen la autoridad
para asignar los recursos necesarios para su implementación.
La implementación de la estrategia
Requiere que la empresa establezca objetivos anuales, formule
políticas, motive a los empleados y destine recursos para llevar a
la práctica las estrategias.
La implementación de la estrategia implica desarrollar una
cultura que la apoye, crear una estructura organizacional eficaz,
dar una nueva dirección a los esfuerzos de marketing, elaborar
presupuestos, desarrollar y utilizar sistemas de información y
vincular la remuneración del empleado con el desempeño de la
organización.
A la implementación de la estrategia suele denominársele la
“etapa de acción” de la administración estratégica. Implementar
la estrategia significa movilizar a los empleados y gerentes para
que pongan en práctica las estrategias formuladas.
Considerada a menudo como la etapa más difícil dentro de la
administración estratégica, la implementación de la estrategia
requiere de disciplina personal, compromiso y sacrificio.
Una implementación exitosa depende de la capacidad de los
gerentes para motivar a los empleados, lo cual constituye más un
arte que una ciencia. Las estrategias formuladas pero que jamás
se ponen en práctica no cumplen con ningún propósito útil.
Las habilidades interpersonales son esenciales para la exitosa
implementación de la estrategia.
Las actividades de implementación de la estrategia afectan a
todos los empleados y gerentes de una organización.
Cada división y departamento debe decidir qué respuesta dar a
preguntas como: “¿qué debemos hacer para implementar la parte
que nos corresponde de la estrategia de la organización?”, y
“¿qué tan bien podemos hacer el trabajo?”
El reto de la implementación es motivar a los gerentes y
empleados de una organización a que trabajen con orgullo y
entusiasmo para conseguir los objetivos planteados.
La evaluación de la estrategia
Es la etapa final de la administración estratégica.
Los gerentes necesitan saber de inmediato que ciertas
estrategias no están funcionando bien, y la evaluación de la
estrategia es el principal medio para obtener esta información.
Todas las estrategias son susceptibles a futuras modificaciones,
ya que los factores tanto externos como internos cambian de
manera constante. T
Tres actividades fundamentales de la evaluación de la estrategia
son:
o Revisar los factores externos e internos que son la base de las
estrategias actuales,
o Medir el desempeño y
o Realizar acciones correctivas.
La evaluación de la estrategia es tan necesaria porque ¡el éxito
de hoy no garantiza el éxito de mañana!
El éxito siempre genera problemas nuevos y diferentes; las
organizaciones que se muestran indulgentes consigo mismas se
condenan a desaparecer.
En las grandes organizaciones las actividades de formulación,
implementación y evaluación de la estrategia ocurren en tres
niveles jerárquicos: corporativo, divisional (o de las unidades
estratégicas de negocios) y funcional.
Gracias a que fomenta la comunicación e interacción entre los
gerentes y los empleados en los distintos niveles jerárquicos, la
administración estratégica ayuda a que una empresa funcione
como un equipo competitivo.
La mayoría de las pequeñas empresas, e incluso algunas de las
grandes, no cuentan con divisiones o unidades estratégicas de
negocios; sólo cuentan con los niveles corporativo y funcional.
Sin embargo, los gerentes y empleados de estos dos niveles
deben participar activamente en las actividades de
administración estratégica.