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SUBPROCURADURIA DE ORDENAMEINTO

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AFECTACIÓN DE LAS BARRANCAS

DEL DISTRITO FEDERAL Documento de trabajo en revisión

ÍNDICE INTRODUCCIÓN 1.- PROBLEMÁTICA GENERAL

Caracterización de las barrancas del Distrito Federal Procesos que afectan a las barrancas del Distrito Federal

2. DIMENSIONES INSTITUCIONALES, DE GESTIÓN Y OPERACIÓN

3. VALORACIÓN Y CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA


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AFECTACIÓN DE LAS BARRANCAS DEL DISTRITO FEDERAL 1.- PROBLEMÁTICA GENERAL Las barrancas del Distrito Federal representan elementos geomorfológicos importantes para el desarrollo tanto de la Ciudad de México como de su zona metropolitana, ya que reúnen los elementos naturales necesarios para aportar diversos servicios ambientales, entre de los que destacan la captación de agua pluvial, que hace posible la regulación del clima, la producción de oxígeno y la conservación de la biodiversidad. Actualmente un gran número de barrancas del Distrito Federal se encuentran amenazadas por la realización de diversas obras y actividades que originan afectaciones y ponen en riesgo a la población que las ocupa, además de que deterioran la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México. Asimismo, distintas barrancas enfrentan procesos de deforestación, erosión, relleno y disminución de especies endémicas principalmente. Es importante hacer notar que no se cuenta con un estudio detallado e institucionalizado, que precise el número, las características y la condición actual de las barrancas del Distrito Federal; situación que ha dificultado la implementación de instrumentos para su control y manejo sustentable, razón por la cual, en la elaboración del este trabajo se consideraron las distintas fuentes de consulta, tanto informales como formales que se obtuvieron al respecto. El objetivo de este documento es resaltar la importancia que tiene para el Distrito Federal conservar las barrancas que en él se ubican en su condición natural, así como la problemática que representa su afectación en virtud de distintos procesos, desde la perspectiva de la protección del derecho de los habitantes del Distrito Federal a disfrutar un medio ambiente adecuado que permita elevar su calidad de vida, a través de la aplicación efectiva de la ley por parte de las instancias involucradas, además de plantear diversas propuestas de acciones que permitan avanzar en tal protección. Para tales efectos, se plantea un diagnóstico general de las condiciones naturales y socioeconómicas que inicialmente se presentan en las barrancas del Distrito Federal; los procesos mas significativos que están propiciando su afectación, así como un breve análisis del marco jurídico aplicable; enseguida se mencionan las dimensiones institucionales de gestión y operación de las barrancas por parte de esta Procuraduría y, finalmente, se plantean algunos señalamientos y sugerencias tendientes a fortalecer la aplicación tanto de los ordenamientos jurídicos como de los instrumentos técnicos para el manejo y control de las barrancas del Distrito Federal.


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Caracterización de las barrancas del Distrito Federal Las barrancas se definen como depresiones naturales originadas por el fracturamiento del terreno o por la erosión provocada por ríos y escurrimientos1; cada barranca reúne características muy particulares, por lo que todas son diferentes y por tanto únicas, razón por la cual presentan condiciones topográficas y climáticas muy específicas lo que permite la presencia de una gran diversidad de fauna y flora, entre otros recursos naturales. En ellas se desarrollan procesos dinámicos; a partir de la orografía accidentada y la acción del agua, en periodos muy cortos de tiempo, una barranca puede cambiar sus características físicas y biológicas, por ello son consideradas ecosistemas sumamente inestables y por lo tanto frágiles. Las barrancas son ecosistemas cuya dinámica se encuentra asociada a una microcuenca2, por lo que forman parte de un sistema hidráulico, es decir, cada barranca puede ser afluente o tributaria de una barranca más grande, o estar asociada a diversas unidades de escurrimiento hasta llegar a constituirse en una microcuenca. Se estima que en el Distrito Federal existen 99 sistemas de barrancas distribuidos en 15 microcuencas (Secretaría del Medio Ambiente, 2005). Lo que índica que las barrancas están interrelacionadas, y que cualquier afectación a una zona determinada repercute sobre todo el sistema. La Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, estima que en el Distrito Federal existen 2,290 Km. de escurrimientos superficiales asociados a barrancas, de los cuales el 85% se localizan dentro del suelo de conservación y el 15% restante en suelo urbano3. De acuerdo a las características topográficas existentes en el sur y surponiente del Distrito Federal, es en esta zona donde se concentra el mayor número de barrancas, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, realizó un Estudio de Caracterización y Diagnóstico de Asentamientos Humanos ubicados en las Barrancas del Distrito Federal, en donde se indica que en la Ciudad de México existen 74 barrancas que abarcan una superficie de 381.24 ha (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, 1998), que se localizan en 8 delegaciones; Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco); la mayoría de las barrancas se concentran en las 1 Programa de Conservación y Manejo Sustentable de las Barrancas del Distrito Federal, Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural. 2 Es la expresión a menor escala de un ecosistema, cuya delimitación se basa en áreas de captación que por subconjuntos, espacialmente contiguos, presentan interconexiones derivadas de la dinámica hidrológica, en Mohar, Alejandro. 3 Programa de Conservación y Manejo Sustentable de las barrancas del Distrito federal, Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural.


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delegaciones de Álvaro Obregón (16), Cuajimalpa de Morelos (14) y Gustavo A. Madero (10), (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, 1998). Es importante aclarar que dicho estudio no consideró la parte poniente de las delegaciones de Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos, así como las áreas cerriles de Tlalpan, Milpa Alta, Iztapalapa y Xochimilco. Las barrancas principalmente son áreas de recarga del acuífero, a través de las cuales se infiltra agua pluvial que alimenta al acuífero del Valle de México, ya que las copas de los árboles que se encuentran en las barrancas interceptan la precipitación pluvial y hacen que descienda bajo la superficie del suelo, incrementando con esto la infiltración, disminuyendo los cursos de agua superficiales así como la erosión del suelo.4 La referida captación además, permite que las barrancas sean capaces de controlar el clima, ya que no sólo interceptan la precipitación pluvial sino que la incrementan; y en ese sentido, la presencia de árboles y arbustos facilita que las barrancas conserven por más tiempo la humedad existente, lo que se traduce en la regulación de las condiciones térmicas de la Ciudad de México y su zona metropolitana. A estos beneficios se pueden adicionar los siguientes5: filtración de los vientos por medio de los árboles, lo que permite limpiar el aire de polvos, cenizas, humus, esporas y demás impurezas que arrastra; retención del bióxido de carbono que contamina la atmósfera, proceso que se realiza a través de la fotosíntesis, a través de la cual las plantas y los árboles reducen la contaminación del aire al introducir oxígeno a la atmósfera con lo que se diluye la mezcla de contaminantes al atrapar el CO2 de la atmósfera para convertirlo en oxígeno puro, lo que a su vez se traduce en aire limpio para la Ciudad de México. Los procesos bioquímicos que se llevan a cabo en las barrancas, se traducen en diversos servicios ambientales para la Ciudad de México y su zona metropolitana, dentro de los que destacan los siguientes:

• Captación y escurrimiento de las aguas de lluvia • Regulan el régimen térmico del Distrito Federal. • Modifican la velocidad del viento. • Producción de oxígeno. • Captación de partículas suspendidas en el aire.

4 Manual técnico para el establecimiento y manejo integral de las áreas verdes urbanas del Distrito Federal, Tomo I; Gobierno del Distrito Federal, Banco Interamericano de Desarrollo, Secretaría del Medio Ambiente, p 73. 5 Manual técnico para la poda, derribo y transplante de árboles y arbustos de la Ciudad de México, pp. 16


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• Preservación de especies endémicas • Conservación de la biodiversidad • Son zonas de recreo y esparcimiento, además de que son espacios

públicos adecuados para el desarrollo de actividades culturales. • Amortiguamiento del impacto de las ondas sonoras, reduciendo el nivel

del ruido producido en su entorno. Es importante destacar que la prestación de los mencionados servicios ambientales se encuentra relacionada con el grado de conservación en que se encuentran las barrancas, de su ubicación y de su topografía, así como de su entorno. El 57%6 del suministro total del agua que consume la Ciudad de México proviene de los mantos acuíferos del Valle de México, estos se nutren a través de las precipitaciones pluviales, que en el caso de esta ciudad alcanzan 700 mm. (INEGI, 2000) en promedio anual, así como de arroyos, ríos, canales, presas y del escurrimiento producido en las áreas boscosas que aún persisten en las delegaciones en el sur de esta ciudad. La función natural que desempeñan las barrancas dentro de la Cuenca del Valle de México, las convierte en zonas importantes que contribuyen a la sustentabilidad de la Ciudad de México, razón por la cual es preciso conservar sus condiciones naturales, a través de reforzar su protección legal asegurando con ello los servicios ambientales que aportan. En este sentido, recientemente la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, decretó a la barranca El Zapote como Área Verde de Valor Ambiental, cuyo decreto se publicó del 16 de agosto de 2004, en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, a la que se le asignó una categoría de barranca perturbada en una superficie de 6,348 m2, y cuyo programa de manejo se encuentra en elaboración. Por otra parte, la Barranca Tarango cuenta con el expediente técnico justificativo para declararla como Área de Valor Ambiental en una superficie de 86.52 ha., en tanto que para el Sistema de barrancas “El Carbonero-La Malinche-Texcalatlaco”, las delegaciones Álvarro Obregón y Magdalena Contreras en forma coordinada se encuentran elaborando su justificación técnica para que también sea declarada Área de Valor Ambiental (Secretaría del Medio Ambiente, 2004). Sin embargo, a pesar de su función natural, en las barrancas se llevan a cabo actividades que afectan sus características naturales, las cuales se refieren primordialmente al desarrollo de usos habitacionales, al relleno con residuos de la industria de la construcción, la remoción de la cubierta vegetal, la descarga

6 Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, 2003.


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de aguas negras y el depósito de residuos sólidos domiciliarios, en virtud de lo cual a continuación se presenta de manera general un breve análisis de dichos procesos. Procesos que afectan a las barrancas del Distrito Federal El proceso de urbanización del Distrito Federal, ejerce presión sobre aquellas zonas que independientemente de su valor ambiental o económico se encuentran despobladas, lo que no necesariamente implica que sean aptas para el desarrollo de usos habitacionales, como es el caso de las barrancas del Distrito Federal, lo cual ha propiciado en diversos casos la ocupación irregular de tales áreas, que es generada primordialmente, por la falta de oferta de vivienda dirigida a los estratos socioeconómicos bajos, por la inexistencia de reservas territoriales y por la incertidumbre jurídica que prevalece en cuanto a la propiedad. La PAOT ha detectado, principalmente a través de la atención de denuncias y el seguimiento a actuaciones de oficio que, la ocupación irregular de las barrancas no es exclusiva de un estrato socioeconómico determinado, y la misma se da tanto por grupos de escasos recursos como por promotores inmobiliarios que desarrollan conjuntos habitacionales de grandes dimensiones y valor, ante el atractivo que representa vivir en una zona arbolada. Una parte considerable de las barrancas que actualmente se encuentran ocupadas por usos habitacionales han ingresado al mercado de manera irregular. El desarrollo de construcciones habitacionales es uno de los procesos que mas afectan a las barrancas del Distrito Federal, ya que implican la extracción de la vegetación natural de la zona, la remoción del suelo para la conformación del terreno y su relleno para nivelar la pendiente de sus laderas, y en los casos más críticos, el relleno del cauce de las barrancas, con lo que se modifica tanto el relieve de la zona como el funcionamiento del sistema de barrancas a nivel regional, además de que en muchos casos se daña la infraestructura hidráulica existente en las barrancas. La presencia de dichas construcciones genera la disminución de la cobertura vegetal, la disminución de la permeabilidad de los suelos y el aumento de la cantidad de agua que escurre sobre los espacios libres y de la velocidad con la que ésta escurre, y por lo tanto, se suscitan procesos acelerados de erosión del suelo, lo cual, se ve reflejada en la inestabilidad de la barranca. En este sentido, es importante señalar que el principal indicador de estabilidad de una barranca es la velocidad de las escorrentías y la cantidad de azolve que ésta lleve, mientras menor sea tanto la velocidad con que corre el agua como la cantidad de azolves en las corrientes de agua, la barranca será más estable,


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por lo que a mayor pérdida de vegetación natural mayor será su inestabilidad (Secretaría del Medio Ambiente, 2005). Las citadas afectaciones repercuten directamente en la disminución de captación de agua pluvial y por tanto en un incremento en el déficit en el suministro de agua potable al Distrito Federal. Se estima que existe un déficit entre la extracción de agua y la recarga del acuífero en el Valle de México de 17 m3/s7 (GEO, 2003). Aunado a lo anterior, se estima que el 20% del total de asentamientos humanos irregulares registrados para el año 2002 en Distrito Federal, se ubican en barrancas; es decir 161 asentamientos irregulares, en una superficie de 480 ha, con una antigüedad promedio de entre 10 y 22 años (Secretaría del Medio Ambiente, 2002). Asimismo, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) señala que para 1998, existía un total de 10,907 viviendas concentradas en 194 colonias o zonas que de acuerdo a su ubicación presentan diferentes tipos de riesgos, por su ubicación dentro de las barrancas. Del total de viviendas detectadas, el 12% se encuentran consideradas de riesgo alto y muy alto, las cuales se concentran en las delegaciones de Álvaro Obregón y Cuajimalpa (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, 1998), a continuación se presenta el número de viviendas ubicadas en barrancas por delegación.

Cuadro 1. Número de barrancas, número de viviendas y longitud de barrancas por

delegaciones en el Distrito Federal.

Delegación Número de Barrancas

Longitud (Km)

Número de Viviendas

Álvaro Obregón 16 89,0 3862 Cuajimalpa 14 37,0 498 Gustavo A.

Madero 10 25,0 1041

Iztapalapa 7 21,0 4476 Magdalena Contreras 9 30.5 1124

Milpa Alta 4 17,0 62 Tlalpan 7 15,0 96

Xochimilco 7 28,0 353

TOTAL 74 232,0 11512 Fuente: Estudio de caracterización y diagnóstico de asentamientos humanos ubicados en las barrancas del Distrito Federal, Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, 1998.

7 Programa General de Desarrollo urbano del Distrito Federal, 2003.


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Este tipo de asentamientos humanos por lo general presentan condiciones deplorables, ya que no cuentan con los servicios urbanos básicos. Otro factor que también afecta a las barrancas, es la disposición de residuos sólidos, ya que además de depositarse en ellas residuos producto de la industria de la construcción y residuos de tipo doméstico, se depositan residuos sólidos considerados como peligrosos por sus características toxicas e inflamables, como es el caso de los aceites lubricantes automotrices usados (ALAU). Se estima que un litro de aceite usado podría afectar la calidad de 1 millón de litros de agua potable (Secretaría del Medio Ambiente, 2002). Por lo que respecta a los residuos sólidos producto de la industria de la construcción (cascajo), son depositados en las barrancas del Distrito Federal, debido principalmente a la falta de sitios adecuados para su disposición final, situación que se agrava al considerar que el Bordo Poniente es el único sitio autorizado para recibir este tipo de residuos, y cuya capacidad se encuentra rebasada. Situación que esta Procuraduría ha detectado en las siguientes barrancas: barranca adyacente a la Calle Pedro Aguirre Cerda, colonia 2ª Ampliación Presidentes ; 1ª Cerrada de Cedral, entre la 2ª y 3ª Cerradas de Cedral, en el poblado rural de San Bartolo Ameyalco, ambas en la Delegación Álvaro Obregón; Avenida Paseo de la Reforma, No. 2693, Col. Lomas de Bezares, Delegación Miguel Hidalgo; Barranca “Milpa Vieja”. Secretaría de Marina Mz. 8, a espaldas de los lotes 17 y 18, con números oficiales 516 y 518, Colonia Popular Lomas del Chamizal 4ta. Sección, Delgación Cuajimalpa de Morelos. De lo anterior es factible deducir que existe una falta de acciones de verificación eficaces por parte de las autoridades responsables de la vigilancia, control, limpieza, restauración y protección de las barrancas para evitar que se vertieran residuos sólidos en ellas, o en su caso, para sancionar a los responsables de tales hechos. En general el manejo de la información respecto al volumen generado de residuos de la industria de la construcción en la Ciudad de México, no es uniforme, toda vez que las instancias responsables de su manejo aportan cifras diferentes, según el artículo titulado “Crece construcción…también cascajo” (Sosa, 2004). A decir del Director General de Regulación y Vigilancia Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, calcula que en la ciudad se generan cada día 2 mil 500 toneladas de residuos de obras o material que no fue utilizado; siendo que por su parte, el jefe delegacional de Magdalena Contreras Héctor Chávez López, indicó que cada año se depositan casi dos mil toneladas de desechos sólidos en los aproximadamente 45 kilómetros de cauces de ríos y barrancas del territorio de esa demarcación, lo que obstruye el libre encauzamiento del agua; por tal razón es indispensable que se controle la


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cantidad de residuos de la construcción que se generan en el Distrito Federal (NOTIMEX, 2004). Por su parte el Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, vigente, estima que aproximadamente se generan 4,000 toneladas diarias de residuos de la industria de la construcción (cascajo), y señala que existen 100 tiros clandestinos de cascajo y basura, situación que demuestra la necesidad de regular de manera adecuada esta actividad, máxime que en muchos casos las barrancas son ocupadas para la disposición de este tipo de residuos. Aunado a lo anterior, es conveniente señalar que no existe una cultura del reciclamiento de los residuos sólidos de la industria de la construcción, encaminada a que tanto los particulares como las autoridades consideren la utilización de materiales reciclados en las construcciones que lleven a cabo; al respecto cabe mencionar que ya se instaló la primera planta de reciclaje de cascajo existente en el país, misma que se ubica en la mina La Esperanza al pie del volcán Yuhualixqui, en la Delegación Iztapalapa. Además, el Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, vigente, señala la necesidad de desarrollar un Programa General de Manejo y Reciclamiento de Residuos Sólidos de la Construcción, para el control de cascajo, vinculando al usuario, desde los permisos de demolición, remodelación y licencias de construcción, hasta el proceso de su reciclamiento; así como promover la búsqueda de sitios estratégicos para la concentración de los residuos de la construcción, a fin de implementar esquemas de inversión. Asimismo, es pertinente señalar que a partir de 2003 la ciudad cuenta con un marco legal en materia de estos residuos sólidos, sin embargo, no incluye explícitamente el tratamiento para este tipo de desechos. Adicionalmente a lo anterior, las barrancas son utilizadas como parte de la infraestructura sanitaria del Distrito Federal, ya que sus causes desalojan aguas residuales, y en muchos casos se vierten directamente a ellas aguas negras domésticas. Situación que altera su condición natural, ante las deficiencias que presenta la red de drenaje sanitario y la inexistencia de drenaje pluvial, como es el caso de la red de colectores marginales (GEO, 2003) construidos sobre el cauce de las barrancas, situación que las ha convertido en drenajes de aguas negras a cielo abierto. La presencia tanto de residuos sólidos como de aguas residuales y sustancias tóxicas contribuye a la contaminación del manto freático, debido a la migración del lixiviado que se forma por el paso del agua de lluvia y por el agua resultante de los procesos de degradación microbiana de los residuos sólidos ya que se incrementa el número y tipo de bacterias en el agua del acuífero; entre estas se


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encuentran bacterias patógenas y oportunicastas, las cuales se asocian con gastroenteritis o diarreas agudas (Geo, 2003), además de la presencia y proliferación de fauna nociva, lo que constituye un problema de salud pública. Finalmente, las actividades que se desarrollan en las barrancas, ajenas a su vocación natural repercuten directamente sobre el funcionamiento del ecosistema de la región, causando daños al ambiente, al equilibrio natural de la zona, así como la generación de riesgos para la integridad de la población asentada en sus inmediaciones. 2. DIMENSIONES INSTITUCIONALES, DE GESTIÓN Y OPERACIÓN Las barrancas del Distrito Federal se regulan tanto a nivel federal como local, desde dos perspectivas, la ambiental y la urbana, que se circunscriben básicamente a dos aspectos: la determinación del uso del suelo y la regulación de obras o actividades tendientes a su aprovechamiento. Por lo que hace al uso de suelo, tal aspecto se regula a nivel local en la legislación urbana y ambiental, y se concreta a través de los programas de desarrollo urbano y de ordenamiento ecológico; sin embargo, no existe uniformidad en dichos instrumentos respecto a la zonificación y a los usos de suelo correspondientes a las barrancas. En efecto, el Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal y los Programas Delegacionales de Desarrollo Urbano, son inconsistentes entre sí en cuanto a la zonificación y usos de suelo que les asignan a las barrancas, y además cada instrumento por su parte, contiene disposiciones ambiguas que generan incertidumbre al respecto. El Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal refiere que las barrancas, por ser consideradas sistemas fundamentales para mantener la hidrodinámica del territorio, serán reguladas por la zonificación Forestal de Conservación, conforme a los límites establecidos por la Norma de Ordenación No. 21 señalada en los Programas de Desarrollo Urbano; no obstante, en el Sistema de Información Geográfica de tal instrumento, no se incluye a las barrancas comprendidas en los límites del suelo urbano. Por su parte, los programas delegacionales de desarrollo urbano contienen disposiciones inconsistentes en cuanto a la zonificación y usos de suelo aplicables a las barrancas, ya que por una parte las consideran como zonas de Preservación Ecológica o Áreas Verdes de Valor Ambiental, y en otros casos, como zonas Habitacionales o Espacios Abiertos.


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Entre otros aspectos, los programas delegacionales de desarrollo urbano refieren que las barrancas son parte del suelo de conservación con zonificación PE (Preservación Ecológica), e indican que las zonas federales y derechos de vía, como podrían ser espacios específicos de las barrancas, se contemplan con zonificación (AV) áreas de valor ambiental.8 Asimismo, los programas delegacionales de desarrollo urbano no incluyen elementos suficientes para establecer con precisión los límites territoriales de las barrancas, de acuerdo a los usos de suelo permitidos para las mismas, situación que ocasiona más confusiones en los predios que se encuentran dentro de una barranca o en dos o mas áreas con usos de suelo distintos. De lo expuesto, se desprende que la legislación ambiental y urbana, en específico los programas de desarrollo urbano y de ordenamiento ecológico, no son consistentes y uniformes en cuanto a la zonificación y los usos de suelo que se asignan a las barrancas del Distrito Federal, lo cual genera incertidumbre al respecto, incluso entre las autoridades competentes. Esto ha propiciado que en casos similares se expidan instrumentos de zonificación, de usos de suelo o de construcción con criterios diferentes, y a la vez ha permitido que se realicen diversas construcciones en las barrancas del Distrito Federal que conllevan la afectación de las mismas. Por otra parte, las obras y actividades específicas en las barrancas del Distrito Federal se regulan indistintamente en diversos aspectos a saber: aprovechamiento de recursos forestales y vida silvestre, y zona federal y bienes nacionales, a nivel federal; poda, derribo y trasplante de árboles, manejo de residuos sólidos y construcciones, a nivel local, entre otros. Igualmente, en ambos ámbitos de gobierno se contemplan instrumentos adicionales como el régimen de Áreas Naturales Protegidas y el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, así como delitos ambientales por distintos hechos que afectan a las barrancas, incluso en la Ley de Aguas Nacionales se prevén delitos patrimoniales aplicables en el aprovechamiento ilegal de la zona federal y bienes nacionales asociados a las barrancas, y a nivel local se considera también el régimen de Áreas de Valor Ambiental aplicable a barrancas perturbadas. Es importante destacar que, el régimen de Áreas de Valor Ambiental previsto en la Ley Ambiental del Distrito Federal, es un instrumento que puede ser de gran utilidad en la protección de barrancas, ya que permite al Gobierno del Distrito Federal establecer restricciones a la propiedad y definir el manejo de barrancas perturbadas9, para inducir su restauración y aprovechamiento

8 Para mayor detalle revisar Normas Generales de Ordenación números 15 y 21 de los Programas Delegacionales de Desarrollo Urbano. 9 Las barrancas perturbadas son aquellas que presentan deterioros ambientales por el impacto urbano y los asentamientos humanos, y que requieren ser restauradas y preservadas.


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racional y sustentable; sin embargo, tal instrumento no ha sido utilizado en la medida que se requiere. Por otra parte, destaca que a nivel federal la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la Ley General de Vida Silvestre, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la Ley de Aguas Nacionales, primordialmente, regulan el aprovechamiento racional y sustentable de recursos forestales, de vida silvestre y del agua, así como de la zona federal de cuerpos de agua de jurisdicción federal; y en el ámbito de competencia del Distrito Federal, la Ley Ambiental, la Ley de Residuos Sólidos, la Ley del Régimen Patrimonial y del Servicio público, la Ley de Desarrollo Urbano y el Reglamento de Construcciones, principalmente, regulan las obras de construcción, la ocupación de bienes del dominio público, el manejo de residuos sólidos y la afectación de árboles en barrancas. Si bien los ordenamientos mencionados regulan algunos aspectos relacionados directamente con las barrancas, en ninguno de los casos se consideran de manera integral, es decir, únicamente se contemplan en términos de usos de suelo y afectaciones al medio ambiente de manera aislada, sin tomar en cuenta la interrelación estrecha que existe entre los aspectos urbano y ambiental. La Ley Ambiental del Distrito Federal es uno de los ordenamientos que regula desde varios puntos de vista a las barrancas; por una parte las incluye como áreas verdes y las contempla como una categoría de área de valor ambiental cuando se encuentran perturbadas; y por otra, sujeta a las obras y actividades que se desarrollen en las mismas al régimen de evaluación de impacto ambiental. Asimismo, regula el derribo, poda y trasplante de árboles, y prohíbe tirar cascajo y residuos sólidos en las áreas de referencia, aspecto que se legisló con mayor detalle en la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. Los argumentos vertidos se refuerzan, si se considera que, la realización de construcciones en la zona federal de una barranca ubicada en terrenos forestales se regula en diversas perspectivas, como son; uso de suelo, ejecución de construcciones y afectación de áreas verdes, en el ámbito local; y aprovechamiento de recursos forestales y de bienes nacionales, en el ámbito federal; además de que en los dos niveles de gobierno aplica en el caso concreto el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Lo mencionado denota claramente que, en la actualidad existe una regulación excesiva e ineficaz de las barrancas, ya que en ningún ordenamiento se regulan en forma integral y precisa las distintas obras y actividades que ocasionan afectaciones a las mismas, además en algunos casos se ha reformado la legislación secundaria aplicable sin que a la fecha se haya actualizado la legislación reglamentaria.


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En virtud de la excesiva regulación, existen autoridades federales y locales con competencia para combatir ilícitos en barrancas, situación que ha dado lugar a la dispersión de acciones para atender hechos específicos que afectan a las barrancas y a la indefinición de responsabilidades institucionales en tales casos, lo cual se agudiza ante la falta de actualización de los ordenamientos jurídicos que regulan la estructura interna de las dependencias y entidades de gobierno, así como la distribución de competencias entre sus áreas o unidades administrativas. La ambigüedad en la definición de competencias se corrobora constantemente en casos concretos de afectación de los cauces de las barrancas, sea por construcciones o relleno con cascajo, ya que al respecto se sostiene por algunas autoridades, que el asunto es de competencia federal por tratarse de un bien nacional y por otras se refiere que el asunto es de competencia local, por tratarse de violaciones al uso del suelo o afectación a área verde. Asimismo, la falta de claridad en cuanto a la distribución de competencias no se presenta únicamente en cuanto al nivel de gobierno en el que se deben atender los casos de afectación de barrancas, sino que tal situación se suscita entre instituciones de cada uno de los ámbitos de gobierno. Lo anterior, aunado a la dispersión de recursos y a la insuficiente capacidad institucional para atender la problemática de referencia, principalmente, ha propiciado la ineficacia de las acciones de gobierno para erradicar o en su caso controlar, la afectación de las barrancas del Distrito Federal, así como para orientar las medidas de restauración, compensación o mitigación de los daños ambientales. Es oportuno destacar que, en la gestión de denuncias y actuaciones de oficio, la PAOT ha constatado que constantemente se suscitan hechos ilícitos que afectan a las barrancas del Distrito Federal, en situaciones en las que prevalece la confusión e incertidumbre en cuanto a la autoridad competente y el instrumento aplicable para detener las obras y actividades, y en los casos en que se han detenido las obras o actividades, no ha sido posible la instrumentación de las acciones de restauración de los daños ambientales y mucho menos sancionar ejemplarmente a los responsables. Para corroborar lo referido en el párrafo que antecede, enseguida se presentan dos casos ilustrativos.


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CASO 1

Asentamientos humanos irregulares en la Asentamientos humanos irregulares en la Barranca La DiferenciaBarranca La Diferencia

Recorridos y reuniones entre autoridades competentes.

Recepción de la denuncia(16 abril 2003)2 viviendas

Orientaciones: -Detener daños a la barranca.- Restaurar daños-Sancionar responsable.

Pendiente detener construcciones, restauración de daños e imposición de sanciones.

(08 abril 2004) 21 viviendas

Se emite dictamen técnico para:- Determinar daños y medidas de restauración.

6 mayo 2003(20 días)

9 mayo 2004(23 días)

29 jul. 2004(449 días)

15 jun. 2004(405 días)

8 abr. 2005(702 días)

Presentación de denuncia penal.

Se solicita la intervención de las autoridades competentes (reiterándose en diversas ocasiones).

En el cuadro anterior se ejemplifica como durante casi dos años se han realizado construcciones en la barranca “La Diferencia”, ubicada en la Cuarta Sección de Lomas del Chamizal, en la Delegación Cuajimalpa de Morelos, ante la falta de actos de autoridad eficaces para detener los daños ambientales, así como para restaurar los mismos y sancionar a los responsables, lo cual propició que la PAOT emitiera la Recomendación 04/2005, de fecha 29 de marzo de 2005, en la que se recomendó:

• llevar a cabo las medidas cautelares y sanciones procedentes en la barranca referida, respecto a la Ley Ambiental del Distrito Federal y la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, así como la restauración de los daños acreditados.


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CASO 2

Relleno de la Barranca Relleno de la Barranca BezaresBezares

Se solicita la intervención de las autoridades competentes.

La autoridad competente suspende el relleno de la barranca.

Detección del relleno(26 febrero 2004)

Orientaciones: -Detener daños a la barranca.- Imponer sanciones.- Restaurar daños.

No se han iniciado acciones de restauración

(08 abril 2004)

Se emiten dictámenes técnicos para:- Identificar daños.

-Determinar acciones de restauración.

27 feb. 2004(1 día)

5 jul. 2004(129 días)

17 dic. 2004(294 días)

30 jul. 2004(154 días)

Pendiente seguimiento a restauración de daños ambientales.

8 abr. 2005(407 días)

Se emite resolución y se ordenan medidas de restauración y

compensación de daños ambientales.

En este caso se ejemplifica como a pesar de la intervención de diversas autoridades del Distrito Federal, no se ha logrado la restauración de los daños ambientales a más de un año de haberse detectado los mismos. Durante el proceso de atención al caso en mención, se ha corroborado la necesidad de reforzar el marco jurídico e institucional, para que existan condiciones propicias que permitan atender eficientemente la problemática de las barrancas. En resumen, del análisis de los principales ordenamientos jurídicos que regulan las barrancas en el Distrito Federal, así como los bienes asociados a las mismas y la distribución de competencias al respecto, se desprende que existe una excesiva y deficiente regulación de las barrancas, considerando los siguientes puntos:

• Falta de una definición uniforme de las barrancas en la legislación

ambiental y urbana. • Inconsistencias en los Programas General de Ordenamiento Ecológico y

de Desarrollo Urbano, en cuanto a la zonificación y usos de suelo que asignan a las barrancas.


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• Regulación dispersa e ineficaz de las distintas obras y actividades que afectan a las barrancas.

• Ambigüedad en la distribución de competencias de cada una de las instancias responsables del manejo y protección de las barrancas.

En el ámbito administrativo, a partir de la gestión de asuntos y del análisis de la problemática de las barrancas en distintos foros, en los que han participado otras autoridades, instituciones de investigación y organizaciones civiles, la PAOT, identifica como las principales debilidades para atender dicha problemática, las que se mencionan a continuación:

• Diversidad de criterios en la emisión de instrumentos que avalan la zonificación y usos de suelo aplicable a los predios que se encuentran en las barrancas.

• Insuficiencia de acciones de verificación, inspección y vigilancia, por parte de las autoridades competentes, para detener las obras y actividades que afectan a las barrancas.

• Incapacidad e insuficiente coordinación institucional. • Carencia de sitios adecuados para la disposición final de residuos, así

como de instalaciones para su reciclamiento. • Integración inconclusa del inventario de las barrancas del Distrito

Federal, accesible a toda la población. • Falta de programas integrales de restauración, así como de acciones de

conservación y protección de las barrancas. 3. VALORACIÓN Y CONCLUSIONES El sistema de barrancas que se localiza en el Distrito Federal es importante para la sustentabilidad de la Ciudad de México y su zona metropolitana, en función de los servicios ambientales que le proporciona, sin embargo se presentan diversos factores que complican el manejo y la protección de tales áreas, situación que se refleja en el desarrollo de diversas obras y actividades que continúan afectando a las barrancas. Ahora bien, es importante destacar que, la protección de las barrancas se ha asumido en diversos sectores de la sociedad como un tema importante que requiere mayor atención de las autoridades; y en ese sentido se han implementado diversas acciones por parte de las instituciones de gobierno del Distrito Federal, sin embargo, no han sido suficientes para erradicar la problemática que implican las obras y actividades que las afectan, por lo que es necesario reforzar las acciones de gobierno tanto en el ámbito legislativo como en el administrativo, a fin de disminuir al máximo posible los ilícitos que deterioran el sistema de barrancas del Distrito Federal.


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En este sentido, es factible sostener que, la insuficiente capacidad de las instituciones, la falta de coordinación entre las instancias responsables de su protección, así como la regulación excesiva y deficiente, son las causas principales que impiden la ejecución de actos de autoridad efectivos y oportunos, ante el desarrollo de obras y actividades ilícitas que afectan a las barrancas y generan usos de suelo incompatibles con la vocación natural de las mismas. En el seguimiento a las denuncias ciudadanas recibidas y a las actuaciones de oficio iniciadas, la PAOT ha detectado que en los asuntos de relleno con materiales de construcción y de construcciones irregulares en las barrancas, se inicia una serie de trámites y de gestiones que se han convertido en “prácticas de actuación” por parte de las autoridades, que en su mayoría retrasan la aplicación efectiva de la ley con la consecuente ocupación y afectación de las barrancas del Distrito Federal. Aunado a lo anterior, casi en la totalidad de los casos de afectación de barrancas ha prevalecido la ausencia de acciones de restauración, mitigación o compensación de los daños ambientales. Para reforzar las acciones de gobierno en la protección y restauración de barrancas, desde la perspectiva de la aplicación efectiva de la ley y en el ámbito de competencia del Distrito Federal, se considera necesario inducir diversos cambios en la legislación ambiental y urbana de dicha entidad, así como en las prácticas de actuación de las autoridades administrativas involucradas en el tema. Dichos cambios deben estar orientados fundamentalmente, a la consecución de los siguientes propósitos:

• Suspender con la debida oportunidad, las obras y actividades ilícitas que afecten a las barrancas.

• Inducir y propiciar la reparación de los daños ambientales. • Promover la aplicación efectiva de la ley, así como la aplicación de

sanciones ejemplares para los responsables de la afectación de barrancas.

• Orientar acciones que permitan la realización de obras y actividades compatibles con la vocación natural de las barrancas, a fin de desalentar la especulación en la comercialización de los predios ubicados en dichas áreas.

• Fomentar y propiciar la coordinación entre las distintas autoridades federales y locales involucradas.

• Reforzar el marco jurídico y administrativo para la protección de las barrancas.

• Generar sistemas de información públicos y accesibles a toda la población respecto a la situación que guardan las barrancas del DF.


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En este orden, las modificaciones a la legislación que son prioritarias y que se requieren a corto plazo, son las siguientes:

• Reformar la legislación urbana y ambiental; y en específico los Programas Delegacionales de Desarrollo Urbano y General de Ordenamiento Ecológico, para unificar criterios de zonificación y determinación de usos de suelo en barrancas, determinando usos de suelo compatibles con la vocación natural de las barrancas (turísticos, recreativos, de investigación, entre otros), que permitan su aprovechamiento racional y sustentable, a fin de propiciar una revalorización de las mismas que inhiba la especulación comercial de los predios en que se ubican.

• Incluir en la legislación ambiental y urbana los lineamientos de manejo, control y aprovechamiento de las barrancas, independientemente de su ubicación en suelo urbano o suelo de conservación; así como para reforzar los procedimientos de verificación para el control de ilícitos

• Incorporar en la legislación urbana del Distrito Federal o bien en la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, instrumentos de control eficaces respecto a la generación y manejo de residuos de la construcción.

• Establecer la obligatoriedad de utilizar materiales reciclados en obras públicas cuando ello sea viable.

• Modificar la regulación de barrancas contemplada en la Ley Ambiental del Distrito Federal, a fin de armonizar sus disposiciones en materia de Áreas Verdes, Áreas de Valor Ambiental y de Evaluación de Impacto Ambiental.

• Precisar y redefinir, en su caso, la distribución de competencias, atendiendo a los requerimientos sociales y capacidades institucionales.

• Reforzar los procedimientos de verificación contemplados en la legislación urbana.

• Aprobar partidas especiales para el rescate de barrancas en el presupuesto de Egresos del Distrito Federal.

Por lo que hace a la gestión administrativa, se considera importante llevar a cabo de manera prioritaria en la protección de las barrancas, las siguientes acciones:

• Actualizar la información de asentamientos humanos irregulares y de rellenos en barrancas, así como uniformar los criterios institucionales en la definición y manejo de tal información.

• Establecer indicadores de afectación y de recuperación de las barrancas.


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• Definir y formalizar criterios uniformes de identificación y atención de ilícitos en barrancas, primordialmente de asentamientos irregulares y depósito de materiales de construcción.

• Implementar un sistema de monitoreo permanente y de detección oportuna de ilícitos.

• Incrementar la vigilancia comunitaria de las barrancas y la cobertura territorial en ese rubro.

• Desarrollar mecanismos de reacción inmediata ante la detección de ilícitos en barrancas.

• Simplificar y agilizar las prácticas de actuación en lo referente a procedimientos administrativos, a fin de ejecutar oportunamente actos de autoridad.

• Promover la instalación o establecimiento de nuevos sitios adecuados para el reciclaje de residuos de la construcción.

• Definir sitios adecuados destinados al manejo y disposición final de residuos de la construcción competencia del Distrito Federal.

• Privilegiar la utilización de material de construcción reciclado en obras públicas en las que ello sea viable.

• Establecer un sistema de control de la generación, manejo y disposición de los residuos de la construcción.

• Complementar el inventario de barrancas, así como implementar un sistema de información público, que contenga indicadores de afectación de las mismas.

• Definir e implementar programas de restauración de barrancas. • Reforzar el Régimen de Áreas de Valor Ambiental en lo que respecta a

barrancas perturbadas. • Institucionalizar criterios para la atención de asentamientos humanos

irregulares, así como de casos de relleno de las barrancas con materiales de construcción.

Por último, es pertinente señalar que en la medida en que se avance en la implementación de las acciones de gobierno que se requieren para erradicar, o en su caso, minimizar las principales causas, que han impedido la aplicación efectiva de la ley, se establecerán las condiciones propicias para la protección de las barrancas del Distrito Federal, así como para la sustentabilidad de la Ciudad de México.


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BIBLIOGRAFÍA Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, Programa de Conservación y Manejo Sustentable de las Barrancas del Distrito Federal, s/f. INEGI. 2000. Estadísticas del Medio Ambiente del Distrito Federal y Zona Metropolitana. Geo Ciudad de México, una visión territorial del sistema urbano ambiental, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Centro de Investigación en Geografía Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo A.C.”, 2003. Manual técnico para el establecimiento y manejo integral de las áreas verdes urbanas del Distrito Federal, Tomo I; Gobierno del Distrito Federal, Banco Interamericano de Desarrollo, Secretaría del Medio Ambiente, p 73. Manual técnico para la poda, derribo y transplante de árboles y arbustos de la Ciudad e México, pp. 16 Mohar, Alejandro, PROPUESTA PARA LA INCORPORACIÓN EN LOS PROGRAMAS DELEGACIONALES DE DESARROLLO URBANO DE REGULACIONES AMBIENTALES PARA EL ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO EN EL SUELO DE CONSERVACIÓN, 16 de agosto de 2004. Reporter@, Sanciones por tirar escombro en barrancas, en Contreras Reporte 98.5, Ciudad de México, 27 de septiembre, 2004 Secretaría del Medio Ambiente, Gestión de Barrancas Urbanas del Distrito Federal, Conservación, Protección y Restauración de las Barrancas Perturbadas por el Desarrollo Urbano, Dirección General de la Unidad de Bosques Urbanos y Educación Ambiental, presentación en power point, 31 de enero de 2005. Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Estudio de Caracterización y Diagnóstico de Asentamientos Humanos ubicados en las Barrancas del Distrito Federal, 1998. Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, Informe de Trabajo correspondiente al periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2003 y el 31 de agosto de 2004. Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, Programa de Protección Ambiental del Distrito Federal, 2002-2006. Secretaría del Medio Ambiente, Programa de Protección Ambiental del Distrito Federal 2002-2006.


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Sosa Iván, “Crece construcción... también cascajo” Calcula la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción que al año se generan 2 mil 500 toneladas de residuos de obras, Grupo Reforma, México D.F., 19 de septiembre de 2004. Legislación Ley Ambiental del Distrito Federal. Ley de Aguas Nacionales. Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal. Ley Federal sobre Metrología y Normalización. Ley General de Vida Silvestre. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Plan Director para el Desarrollo Urbano del Distrito Federal 1978. Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal 1987-1988. Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal 1996. Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal. GODF 31 de diciembre de 2003. Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal. GODF 1 de agosto de 2000. Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal. Reglamento de la Ley Ambiental del Distrito Federal. Reglamento de Evaluación e Impacto Ambiental del Distrito Federal. Reglamento de la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal.

afectaciÓn de las barrancas del distrito federalpaot.org.mx/centro/paot/barrancas06.pdf ·...

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