Para entender lo ocurrido conviene recordar algunos rasgos de la biografía de Heidegger. Se educó en una familia humilde, de religión católica. Estuvo cerca de dos años en el seminario de Friburgo, entre 1909 y 1911, y decidió después dedicarse a la filosofía. En 1914 obtuvo el doctorado y un año más tarde la habilitación para enseñar.

A partir de 1919 se separó de la Iglesia católica, pues pensó que las conclusiones de su teoría del conocimiento hacían problemático e inaceptable el sistema del catolicismo. En los años siguientes se alejó de toda religión. Aunque Heidegger nunca hablaba de cuestiones íntimas, y muy difícilmente daba a conocer sus sentimientos personales, su agnosticismo resulta evidente: su sistema metafísico no muestra realidades trascendentes al hombre. Resulta difícil negar que la decepción religiosa de su juventud, y sobre todo su peculiar interpretación de la historia de la filosofía, le obligó a instalarse en una visión del mundo ajena al cristianismo.

Heidegger si bien no es ateo si agnóstico por la imposibilidad que le plantea al pensar para allegarse a dios, ha incluido en la esfera del pensar la esencia de lo sagrado, la esencia de la divinidad y “solo a la luz de la esencia la divinidad se puede pensar y decir lo que puede nombrar la palabra Dios”. Solo con eso ya quedaría muy mermado el supuesto agnosticismo, en torno a Dios el pensamiento podría hacerlo todo, excepto aprehender primariamente su existencia; esta tendría que serle “dada”: el pensar solo podrá establecer la dimensión en que se nos da o puede dársenos, pero no decidir sobre la existencia de Dios; en este sentido,el pensar como tal no puede ser teista. El proceso desde el ser hasta Dios consistiría en abrir la dimensión de la divinidad y asi precisar lo que la palabra Dios puede significar: la revelación de Dios no seria ya cosa del pensar,rebasaría sus posiblidades. Pero no parace que la condición del pensar sea en este caso concreto distinta de la habitual; para que el pensamiento pueda pensar su objeto,esto es,decir en que consiste, determinar su esencia tiene que serle dado este de antemano; con exprecion de Heidegger ,se requiere previamente de una experiencia de la cosa. ¿ que sentido pueden tener entonces esos limites que Heidegger le fija al pensar cuando se trata de Dios?La razón seria porque el tema del pensar no puede ser Dios, sino la verdad del ser; pero esta razón pierde fuerza si atendemos a lo que acaba afirmar Heidegger mismo líneas arriba: la posibilidad de llegar, a partir del ser, a la esencia de la divinidad y pensar lo que la palabra Dios nombra. Parece excesivo excluir a Dios como objeto del pensar, pero no será, ni se quiere que Dios sea el objeto directo del pensamiento, pero si de manera indirecta; o, si se prefiere, no será Dios el tema del pensar, pero esto no excluye que el pensamiento pueda llegar a pensar a Dios. Mas abajo habla Heidegger de “el momento del actual destino del mundo”; este momento se caracteriza por la ausencia de Dios, es una época histórica en que la esencial ausencia de Dios que consiste en “revelsarse como oculto” se añade la “desgracia” de que no se revela ni siquiera en esa forma o solo muy precariamente; al hombre le falta experiencia de Dios ,Dios no le es “dado”.En el capitulo precedente nos referíamos a los tiempos de indigencia, a los tiempos de penuria como aquellos en que no solo esta ausente Dios,sino también sus huellla :lo sagrado; solo algunos privilegiados,los poetas, les esta dado esa capacidad de rastrear las huellas de las huellas. Al faltarle el requisito de la previa experiencia de Dios,el pensamiento queda cesante, no se declara ateo,pero tampoco teista.¿sere esta el sentido de las palabras de Heidegger? Si asi fuera,tendrían un alcance restringido,histórico,valido exclusivamente para tiempos de penuria,en éstos Dios escaparia a las posibilidades del pensamiento. Pero resulta que Heidegger se sustrae y traspone, y en ciertas épocas que coinciden con los tiempos de penuria, la ocultación se hace mas espesa,mas extraña, menos clara; sucede con el ser,como con Dios, que hay épocas en que no solo escapa el pensamiento, sino también a la experiencia preintelectual, tal seria la época actual. Pero en

el destino del ser conviven pasado,presente y futuro. Pero a pesar de ello, no deja de ser importante que sea Heidegger quien en la edad mas desafiante para el pensar de Dios, en la edad mas desfavorable, en el tiempo de máximo distanciamiento de la divinidad , haya sido quien ha puesto a Dios como unos de los factores o integrante de la constelación mundial, del cuarteto originario y no se olvide lo que es mundo en la mente de Heidegger: “ la apertura del ser, la figura en la que este se nos da”.Esto obliga a decir que en Heidegger la develacion del ser,su verdad,esta estrachamente vinculada a la patentizacion de la divinidad, que son correlativas, que lo segundo esta implicado en lo primero. En Heidegger, el tema de Dios queda abierto,que como un problema que ulteriormente habrá de esclarecerse; por otro lado, el pensamiento no puede ser propia y directamente teista por cuanto su tema prodio no es Dios sino la verdad del ser; solo a través del ser se puede arribar a Dios .Desde el inicio de su pensar Heidegger lleva consigo el problema de Dios. Este pensar lleva a cumplimiento la via seguida por la experiencia occidental de Dios: teniendo que pasar asi a través de la experiencia niestzscheana de la muerte de Dios. Para llegar finalmente a avisar el camino que le es propo, exe pensar se ve obligado adar los mas grandes rodeos, intentando pensar,incluso, la moderna voluntadad de creación en el sentido de un aprestarnos a estos prestos para los diose, aun cuando esa creación y esa voluntad no dejen ya desde luego que una presteza venga a darse.El problema de Dios tiene que ser apura hasta el fin en un tiempo del mas extremo errar; y ellos se debe que sobre el camino de este preguntar se alcen las sobrecogedoras palabras