agosto de 2015 liahona - visiting...
TRANSCRIPT
A g o s t o d e 2 0 1 5 7
Los atributos divinos de Jesucristo: manso y humildeEste artículo es parte de una serie de mensajes de las maestras visitantes que presentan atributos divinos característicos del Salvador.
Jesús dijo: “…el mayor entre voso-tros sea como el menor, y el que
dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, yo es-toy entre vosotros como el que sirve” (Lucas 22:26–27).
“…el Salvador es nuestro ejemplo supremo del poder de la humildad y de la sumisión. Después de todo, al someter Su voluntad al Padre llevó a cabo el más grande y aun el más po-deroso acontecimiento de toda la his-toria. Tal vez algunas de las palabras más sagradas en las Escrituras sean, sencillamente, ‘…pero no se haga mi voluntad, sino la tuya’ (Lucas 22:42)” 1.
Como discípulas de Jesucristo, siempre procuramos ser como Él. “La mansedumbre es vital para que lleguemos a ser más como Cristo”, dijo el élder Ulisses Soares, de los Setenta. “Sin ella no seremos capaces de desa-rrollar otras virtudes importantes. Ser manso no significa ser débil, sino que
significa comportarse con bondad y gentileza, mostrando fortaleza, sereni-dad, sana autoestima y autocontrol” 2. A medida que nos esforcemos por adquirir este atributo, descubriremos que “cuando nos sometemos con hu-mildad a la voluntad del Padre, se nos otorga el poder de Dios, o sea, el po-der de la humildad, el cual es el poder para enfrentarnos a las adversidades de la vida, el poder de la paz, el poder de la esperanza, el poder de un cora-zón que late con fervor con el amor y el testimonio del Salvador Jesucristo, a saber, el poder de la redención” 3.
Escrituras adicionalesMateo 26:39; Juan 5:30; Mosíah 3:19; Helamán 3:35
Estudie este material con espíritu de oración y procure saber lo que debe compartir. ¿De qué manera el entender la vida y las funciones del Salvador aumentará su fe en Él y bendecirá a las hermanas que estén bajo su cuidado en el programa de maestras visitantes? Si desea más información, visite reliefsociety.lds.org.
De las EscriturasUno de los momentos más dul-
ces e impactantes del ministerio de Cristo fue cuando lavó los pies de Sus discípulos. “…se levantó de la cena, y se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido” (Juan 13:4–5).
Cuando el Salvador les pre-sentó esta ordenanza, puede que los discípulos se sintieran desconcertados por el hecho de que su Señor y Maestro se arro-dillara ante ellos y realizara tan humilde labor. Entonces, Jesús explicó las lecciones que Él de-seaba que ellos y todos nosotros aprendiéramos:
“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
“Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:14–15).
Fe, Familia, Socorro
JESÚ
S LA
VA L
OS
PIES
DE
LOS
APÓ
STO
LES,
PO
R DE
L PA
RSO
N.
Considere lo siguiente¿De qué forma el tener humildad puede ayudarnos a amar como el Salvador amó?
M E N S A J E D E L A S M A E S T R A S V I S I T A N T E S
NOTAS 1. Richard C. Edgley, “El poder que otorga la
humildad”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 99.
2. Ulisses Soares, “Sean mansos y humildes de corazón”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 9.
3. Richard C. Edgley, “El poder que otorga la humildad”, pág. 99.