agustin tello jose luis la taberna en valganon y zorraquin durante el siglo xvii

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  • (4)

    De la documentacin que he tenido el placer de estudiar relativa a la forma de vida y cos-tumbres durante el siglo XVII en Valgan y Zorraqun, villas muy prximas a la de Ezca-ray, me he detenido con particular cuidado en todo lo que atae a la taberna y su entorno. La referida documentacin procede de los archivos familiares. Uno de mis antepasados,

    Melchor de Apstegui, fue cirujano-barbero en Valgan en los ltimos aos de aquel siglo y sus descendientes, en el siglo XVIII y poste-riores, se dedicaron a la fabricacin de paos y bayetas hasta principio del pasado siglo.

    En Valgan, al parecer, la taberna estuvo ubi-cada durante muchos aos del siglo XVII en

    en portada

    TEXTO: Jos Luis Agustn TelloFOTOGRAFAS: Pepe Hernndez y Fundacin Museo Alto Najerilla

    El culto al vino, producto genuino y sobradamente acreditado de la tierra riojana, tiene su punto de encuentro en la taberna. All se reunan y se siguen reuniendo las gentes para charlar, comentar sus problemas y de paso degustar alguna jarrita de vino que les aliviara sus penas y alegrara el espritu.

    Valgan y Zorraqun

    (4)

    durante el siglo XVII

    La taberna en

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    un soportal que exista en la calle Real, junto al antiguo Ayuntamiento y muy cerca de la Iglesia de San Andrs. En Valgan y Zorra-qun solo contaban con uno de estos estable-cimientos, mientras que en Ezcaray haba dos tabernas: una para el vino tinto y otra para el blanco. En la actualidad, Valgan cuenta con 7 establecimientos de hostelera y Zorraqun con 2, aunque la mayor parte de ellos abren solo en el verano o fines de semana..

    Valgan y Zorraqun son dos hermosos mu-nicipios del valle del Oja que merece la pena visitar. En el S. XVII, Valgan lleg a tener

    hasta 16 telares, mientras que la actividad econmica de Zorraqun se decantaba por la agricultura y la ganadera. En cuanto a habi-tantes, en el ao 1591 Valgan contaba con 118 vecinos y Zorraqun con 53. La epidemia de peste de finales del siglo XVI redujo las poblaciones en un 35%. En 1631, residan en Valgan 418 personas mientras que en Zo-rraqun, en 1650, lo hacan tan solo 45. En el ao 1700, cuando se retira por edad el cura Don Francisco Lpez Salces, declara que en Valgan haba 550 personas de comunin. Finalmente, en el ao 2008, segn datos del INE residen en Valgan 159 personas y en Zorraqun 79.

    El Ayuntamiento era quien cada ao adjudi-caba la taberna al mejor postor. Normalmente el perodo contaba desde el da 1 de enero. Las condiciones a veces resultaban pintores-cas, pero siempre sola haber en los contratos elevados a escritura pblica ante el Escri-bano Real una clusula que deca: traer buen vino blanco y tinto de La Rioja, a contento de los seores de Justicia y Regimiento, incluso un Alcalde se permiti sealar que sera l quien ordenaba de dnde se iba a traer el vino aquel ao. Lo normal era que los taberneros de Valgan, Zorraqun, Ezcaray y Ojacastro se pusieran de acuerdo para traer los caldos de un solo lugar y as conseguir una calidad uniforme en to-dos los lugares de la comarca. Sin embargo, algn tabernero se curaba en salud respecto de la calidad del vino. As ocurri en el ao 1691, cuando Domingo Sez Barbero, regidor de la taberna de Valgan aada esta condicin: que atento este presente ao en Rioja no se han cogido buenos vinos, si acaso trajere mal vino, la Justicia que es o fuere en esta villa no les ha de hacer castigo alguno porque en todo tiempo lo han de traer de lo mejor que se hubiere cogido en Rioja, y caso que no fuere contento, sea visto que los Seores de Justicia puedan ir o enviar a buscarlo y ajustarlo lo mejor que hallaren en Rioja, que los susodichos se obligan a traerlo a los Seores mencionados.

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    Aparte de la clusula general antes referida, s-tas eran algunas de las condiciones que se re-petan en los contratos durante el siglo XVII:

    1/ El tabernero debera disponer obligatoria-mente de las medidas de azumbre (dos litros), media azumbre, cuartillo (medio litro), cuatro maravedes (cuarto), dos maravedes1 y mara-ved. Estaba sometido a controles peridicos de pesas y medidas (cotejos, en terminologa de la poca) a cargo del Fiel de la villa, en pre-sencia del Alcalde, Regidor y Escribano p-blico, quien levantaba acta. Si las medidas eran incorrectas o estaban trucadas, las penas eran muy duras, especialmente para el Fiel, como responsable del servicio. En el ao 1627, el Alcalde de Valgan Diego Martnez, amo-nest seriamente al Fiel, Miguel de Amusco.

    1 El maraved era una moneda fraccionaria del real de velln

    (Un real = 34 maravedes). Es decir, se trataba de una medida

    de vino equivalente a la moneda con la que se pagaba.

    En una visita a la taberna se comprob que la medida de cuartillo (medio litro), era ancha de boca, por lo que se haca necesario poner otra nueva y asimismo adquirir otra medida de cuatro maravedes (o cuarto). El Alcalde, a travs del escribano pblico, presente en dicha visita, apremi al Fiel para que las pusiese hasta maana a las ocho, pena de prisin y de 1.000 maravedes y que se proceder contra l.

    2/ Otra clusula consista en que no se poda vender vino de otra parte sin antes haber ago-tado las existencias del vino producido en la localidad. Las Ordenanzas de Ojacastro del Siglo XVI as lo prevean: que entre tanto que se vendie-re el vino de la cosecha del pueblo, ninguno pueda te-ner en su casa vino de fuera sin licencia de la Justicia y Regimiento. El que lo contrario hiciere, pierda el vino y la vasija en que estuviere; que se derrame el vino y el cuero sea picado y puesto en la Picota, y adems de lo susodicho pague 300 maravedes de pena.

    en portada

    Paisaje de Valgan.

  • (7) La taberna en Valgan y Zorraqun durante el siglo XVII

    3/ El vino slo se poda despachar en la taberna. sta al me-nos era la teora

    4/ La taberna deba de contar con una

    persona encargada de medir el vino, lo cual era objeto de con-

    trato independiente, con el fin de liquidar correctamente los impuestos que generaba (las denominadas sisas), que consistan en disminuir la cantidad de vino

    pagando lo mismo. La diferencia era pues la sisa, en definitiva un impuesto con el que contribuir a la Corona. El medidor del vino tena, por lo comn, remuneracin a cargo del municipio pero tambin contraa una alta res-ponsabilidad al manejar dinero de impuestos. Y la Real Hacienda de Burgos no se andaba con muchos miramientos en caso de errores.

    5/ El concesionario, debera pagar una renta anual, que variaba segn la situacin econ-mica de la villa, tal y como se aprecia en el cuadro siguiente, que corresponde al munici-pio de Valgan.

    Ao Renta (reales) Ao Renta (reales) Ao Renta (reales)

    1605 353 1609 294 1618 1.647

    1621 2.647 1625 2.382 1632 2.058

    1638 1.700 1645 900 1654 662

    1669 950 1675 510

    Bar El Churro.

    Medida de vino.

  • (8) en portada

    En el ao 1664 ocurre al revs, ya que el municipio pag al tabernero de Valga-n Juan de Diego 200 rea-les por atender la taberna. Y a partir del ao 1676 dejan de pagar los taberneros renta alguna al municipio, aunque por el contrario reciban de ste unos 1.000 reales presta-dos, con un tipo de inters del 5% anual.

    6/ Otra de las clusulas, se re-fera a que el municipio paga-ba al tabernero el acarreo del vino desde los lugares de origen, para lo cual, adems, le pres-taba cierta cantidad de dinero. Dicho acarreo sola efectuarse en pellejos de cuero, con una capacidad de entre 4 y 6 cntaras (Una cntara = 16 litros). Si el vino se llevaba en caballeras, cada ganado de la recua poda transportar dos pellejos. Transcribo a continuacin la clusula que, respecto del acarreo del vino, se le impu-so a Pedro Bretn, tabernero de Valgan, en el ao 1634: ... me pagarn de (porte) de vino de Njera y su tierra, a real y cuarto; y de Cenicero, Fuenmayor, Navarrete, San Asensio, El Ciego, San Vicente y todos los lugares que llaman del rbol de la Ventosa a la otra parte, a real y 12 maravedes; y de Murillo y Lardero y tierra de Logroo, a tres reales menos cuartillo; y de tierra de Arnedo, a tres reales y medio. Adems, este tabernero impuso la condicin de que no me puedan obligar a ir a Aranda a por vino. Algunas veces, en los con-tratos, se matizaba que las pitanzas que sacare sean para los vecinos, excepto que cada viaje tome para la bota cinco azumbres. As lo exigi Mel-chor Estebas en el ao 1650, en Valgan. Es decir, 10 litros de vino para gastar durante el viaje, lo que no est nada mal.

    7/ Una clusula singular, era la que concerna al vino que el tabernero deba regalar obli-gatoriamente al municipio para algunas fi es-

    ste unos 1.000 reales presta-dos, con un tipo de inters del

    6/ Otra de las clusulas, se re-fera a que el municipio paga-

    1655. Teman que un mal vino en la taberna les llevara al cementerio.

    1655. Zorraqun siempre tena vino de repuesto.

  • (9) La taberna en Valgan y Zorraqun durante el siglo XVII

    1627. Eran rigurosos con el control de las medidas con las que se despachaba el vino.

    1650. El tabernero tena derecho a 10 litros para andar el camino.

    1644. El impuesto que se pagaba sobre el vino (sisas).

    1630. Vigilaban la calidad del vino.

  • (10) en portada

    tas sealadas. Citar algu-nos casos. En el ao 1625, Pedro de la Era, tabernero

    de Zorraqun, se compromete a dar al Conce-jo 8 cntaras de vino (128 litros):

    las seis para el da de Seor Santiago

    de julio y las dos para el da que se fuere en

    procesin a la villa de Valgan. En 1649,

    Melchor Estebas, rega-laba al Concejo de Valgan

    9 cntaras de vino, que pasaron a ser 12 cnta-ras en el ao 1664 cuando regent la taberna de Valgan Juan de Diego. Hay bastantes ms ejemplos, pero no quiero ser prolijo.8/ El Concejo de Zorraqun era muy punti-

    lloso en otro aspecto: garantizar el suministro. Y por esa razn, en el ao 1665 cuando con-tratan la concesin de la taberna con Pedro del Rubio, le imponen, adems de las habi-tuales, esta otra condicin: ... y que debe traer de repuesto tres cargas de vino de 18 cntaras. Es decir, 864 litros de vino, posiblemente por si venan las nieves o el mal tiempo. A esto se llama previsin.

    9/ Otra clusula que se sola repetir mucho, incida en que no se poda vender en la villa otro vino que no fuera el que traa el tabernero, salvo que se pagara al susodicho una indemnizacin por cada carga, que sola ser de cuatro reales de velln, que a su vez se repartan entre el adjudicatario de la taberna y el Concejo.

    10/ Como he referido con anterioridad, otra clusula no siempre introducida en los contratos consista en que el municipio le

    Garrafn.

    Bar de Valgan.

  • (11) La taberna en Valgan y Zorraqun durante el siglo XVII

    prestaba al tabernero, al comienzo del ao, una cierta cantidad de dinero para comprar el vino. Normalmente solan ser entre 1.000 y 1.200 reales de velln y el tipo de inters era del 5% anual. Para ello, en bastantes casos, especialmente cuando el nuevo tabernero era forneo, se le exigan avales e incluso que hi-potecara su recua de ganado y la colambre de los pellejos de vino. Ejemplo: En el ao 1645, al tabernero de Valgan Antn Garca (que era de Fresneda) le hipotecaron cuatro pollinos, un macho, 20 pellejos de vino y una pieza de cinco

    fanegas de cabida en el trmino de Fresneda de la Sierra (Burgos).

    Los horarios de la taberna, a juzgar por un documento del ao 1627 en Ezcaray, deban ser ilimitados, puesto que el testigo en un jui-cio contra el tabernero, se despachaba con esta declaracin: ... el tabernero tiene obligacin de abrirles su tienda, medir el vino que deseen llevar y servrselo sin poner impedimento y a la hora que sea. Otro de los testigos de la referida causa lleg ms lejos an cuando afirmaba que: el vino es necesario para las enfermedades, y que por eso se despachaba a la hora que fuese preciso.

    En cuanto al consumo de vino, resulta algo complejo determinarlo con precisin, habida cuenta del fraude en los impuestos, ya que muchas veces entraba vino por la noche, sin control, y ste no devengaba las denominadas sisas. Pero hay algn dato: en el ao 1644, se le adjudica a Diego Martnez el cobro del impuesto de las sisas, que para el vino esta-ba establecido en 4 maravedes la azumbre.

    Otra clusula que se sola repetir mucho, incida en que no se poda vender en la villa otro vino que no fuera el que traa el tabernero, salvo que se pagara al susodicho una indemnizacin por cada carga.

    Paisaje de Valgan.

  • (12) en portada

    Y dado que reclamaron a la villa el pago de 80.000 maravedes, se deduce que el consumo de vino en Valgan (a efectos fiscales) ronda-ra como mnimo los 40.000 litros/ao (para

    una poblacin cercana a los 500 habitantes). En Zorraqun, en el ao 1647, el consumo de vino fue de 9.000 litros, aproximadamente, para unos 100 habitantes.

    Por lo que se refiere a los precios del vino, como es normal oscilaban bastante de unos aos a otros, en funcin de la cosecha. En el ao 1608, se venda la azumbre de vino a 24 maravedes; en 1625 (para un vino de Ceni-cero), 14 maravedes la azumbre; en 1639, a 48 maravedes; en 1659, a 28 maravedes y en

    Por lo que se refiere a los precios del vino, como es normal oscilaban bastante de unos aos a otros, en funcin de la cosecha.

    Bar de Valgan.

  • (13) La taberna en Valgan y Zorraqun durante el siglo XVII

    1694, a 36 marave-des, y casi siempre sola ser ms caro el vino blanco que el tinto, aproxima-damente un 20% ms. Recordemos que un real de velln equivala a 34 maravedes, y el salario de un obrero rondaba los 2 reales al da. Si comparamos

    el precio del vino con otros productos

    de primera necesi-dad, veremos que un

    Kg. de carne de car-nero costaba 85 marave-

    des; el Kg. de carne de vaca, 70; un litro de aceite de oliva, 110 maravedes; un cuartal de pan (de 0,70 Kg., aproximada-mente), costaba 16 maravedes y una sardina arenque, 2 maravedes.

    En cuanto a la calidad del vino ofrecido a los clientes de la taberna de Valgan, me he encontrado a lo largo de la investigacin si-tuaciones pintorescas. En el ao 1630, Barto-lom de Soto, a la sazn Alcalde Ordinario, se presenta en la taberna a fi n de comprobar las denuncias que tena de algunos vecinos acerca de la mala calidad del vino que all se venda. En dicho lugar requiere a los all presentes cuatro personas en total para que probasen el vino y declarasen debajo de sus conciencias. El relato del escribano pblico con las con-clusiones de los catadores es esclarecedor: Y los susodichos declararon que el dicho vino es malo y que no se puede vender a 40 maravedes por no ser bueno y que tira a vinagre. Ante tan rotunda afi rmacin, el Alcalde ordena rebajar el pre-cio del vino a 36 maravedes, como primera medida, y conmina al tabernero para que trai-ga vino bueno en el trmino de un da. El

    proveedor de la taberna, Antn Garca, aleg en su defensa que este ao no hay buenos vinos, y que el que quiera buscarlos que vaya a comprarlos, que l les dara el dinero y las cabalgaduras. Es decir, lanza balones fuera, en terminologa de hoy en da. Algo ms trgico se puso Pedro Perujo, Procurador General de Zorraqun en el ao 1655, cuando presenta varias quejas al Alcalde sobre el funcionamiento de algunos servicios en la villa. En orden de importancia, colocaba la escasa calidad del vino, y manifes-taba lo siguiente: Lo primero, que la taberna est bien proveda de buenos vinos, respecto se han ven-dido y venden muy malos, de lo cual estn prxi-mos los vecinos a padecer rigurosas enfermedades y perder las vidas.

    Hay muchas ancdotas sobre el particular, pero confo en haber podido dar una visin global acerca de la taberna, institucin de gran importancia en cuanto a las relaciones entre las personas durante el siglo XVII al que me he referido.

    En el ao 1630, el Alcalde Ordinario, se present, en la taberna a fin de comprobar las denuncias que tena de algunos vecinos acerca de la mala calidad del vino que all se venda.