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Sobre valores humanos. area de trabajo. consideraciones. articulo.

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  • AO 1 - N 1 BOGOTA, COLOMBIA - OCTUBRE 2001

    REVISTA AQUICHAN - ISSN 1657-5997

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    RESUMEN

    El presente artculo analiza algunos aspectos relacionadoscon los valores y actitudes como elementos bsicos en la for-macin del profesional de enfermera, puesto que gran partede la prctica de enfermera se relaciona con la funda-mentacin terica y los conocimientos tcnicos y cientficos; sedejan un poco de lado la formacin humanstica y la tica, queconstituyen aspectos esenciales para el desempeo de una pro-fesin que se desarrolla a travs de las relaciones humanas.

    Por lo tanto, el conocimiento y la formacin tica delprofesional de enfermera deben fortalecerse durante susetapas de formacin, tanto en el pregrado como en el post-grado, ya que el enfermero trabaja bajo la influencia de unaescala de valores profesional y personal cuando entra enrelacin con los pacientes, y en algunos momentos los va-lores del profesional de enfermera pueden entrar en conflic-to con los del paciente. De acuerdo con la AmericanAssociation of Colleges of Nursing, que plante algunos va-lores como esenciales en la prctica de la enfermera profe-sional, se debera tener en cuenta que las actitudes y los va-lores en cuanto contenidos educativos no comparten lamisma estructura formal y material que los conceptos o prin-cipios identificados comnmente como contenidos instruc-tivos o conocimientos, ya que son las convicciones bsicaslas que sirven de criterio para orientar la propia vida y las dis-posiciones personales para hacer o dejar de hacer algo,preferir un curso u otro de accin, o estar dispuesto a com-portarse de una manera determinada. Por ello, es impor-tante utilizar estrategias particulares para la enseanza y laevaluacin, fundamentadas en mtodos cualitativos.

    PALABRAS CLAVE

    Valores humanos, conocimientos moral, tcnico y cientfico.

    ABSTRACT

    This article analyzes some aspects related with values andattitudes as basic elements in the formation of nursing profes-sionals, because much of nursing practice is related with the-oretic founding and technical and scientific knowledge;humanistic and ethical formation, important aspects for theperformance of the profession, developed through humanrelations, are set aside.

    As a matter of fact, knowledge and ethical formation ofnursing professionals must be strengthen during undergraduateand postgraduate formation, due to the nurse patient relationinfluenced by a scale of professional and personal values, andsometimes the professional values may be in conflict with thepatient values. According to the American Association ofColleges of Nursing that states some values as essential for pro-fessional nursing practice, it must be considered that the atti-tudes and values as educative contents does not share the sameformal and material structure as the concepts or principles com-monly identified as instructive contents or knowledge, becausethe basic convictions are the ones which serves as criteria toguide ones life and personal dispositions to do something or toprefer one way to act. It is important to use particular strategiesfor teaching and evaluation, based on qualitative methods.

    KEY WORDS

    Human values,

    moral, technical and scientific knowledges.

    ngela Susana Hernndez Posada

  • Algunas consideraciones acerca de los Valores Humanos y el profesional de Enfermera

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    s importante que un profe-sional de enfermera apren-da, por ejemplo, la teora y

    las tcnicas apropiadas de reanimacincardiopulmonar (RCP), pero de igualimportancia para este caso son losconocimientos ticos que tenga, ya queestos le ayudarn a saber cundo y porqu debe realizarse la reanimacin.Tambin puede encontrarse con quealgunos casos de reanimacin entran enconflicto con su escala personal de va-lores. Por lo tanto, el conocimiento ydesarrollo tico del profesional de enfer-mera debe fortalecerse durante sus eta-pas de formacin, tanto en el pregradocomo en el postgrado, ya que el enfer-mero trabaja bajo la influencia de unaescala de valores tanto profesional co-mo personal cuando entra en relacincon los pacientes y, a su vez, estos tam-bin tienen su propia escala de valores.En algunos momentos, los valores delprofesional de enfermera pueden en-trar en conflicto con los del paciente. Enestos casos el primero deber disearun plan de atencin en el cual se brindecuidado al paciente sin lesionar sus va-lores.

    Una parte fundamental en la forma-cin del profesional de enfermera debeorientarse hacia el conocimiento de smismo, con el objeto de comprendermejor sus actitudes, sentimientos y com-portamientos y cmo inciden estos en lasrelaciones profesionales. Una vez que

    haya identificado los valores que motivansu comportamiento personal y profesio-nal, le ser ms fcil ayudar a los pa-cientes a determinar los valores perso-nales que influyen en sus actitudes ycomportamiento.

    La comprensin de los valores per-sonales y profesionales de uno mismo ylos fundamentos ticos sobre los que seconstruye la profesin de enfermera ayu-dan a la enfermera a enfrentarse a laangustia e incertidumbre morales, a losdesafos y a los dilemas ticos que confrecuencia creciente influyen en la prcti-ca de enfermera.

    La American Association of Colleges ofNursing1 plante en 1986 los siguientesvalores como esenciales en la prctica dela enfermera profesional:

    La esttica: La expresin personalarmnica, el inters por las cosas ama-bles, la habilidad e iniciativa creadoras.

    El altruismo: El inters por el bien ajeno,aun a costa del propio.

    La igualdad: La capacidad para identifi-carse con los dems, considerndolossemejantes con los mismos derechos.

    La libertad: La libre determinacin de lacapacidad de eleccin y seleccin quetiene un individuo y la cual, a su vez,presupone un compromiso con s mis-mo y con los dems.

    El respeto a la dignidad humana: Con-sideracin, deferencia y atencin en eltrato hacia el otro, quien merece serreconocido y estimado.

    La justicia: Actitud moral o voluntaddecidida a dar a cada uno lo que essuyo. Es la virtud de la equidad, medi-da, igualdad y orden.

    La verdad: Conjunto de principios enlos que se supone ha de basarse nosolo el comportamiento del ser huma-no sino su comprensin del universo.Nitidez y claridad en juicios y razo-namientos.

    La prudencia: Saber actuar con tacto,cautela, prevencin y moderacin.Discrecin, guardar lo que pueda hacerdao a otro.

    La tolerancia: Consideracin hacia lamanera de ser, obrar y pensar de losdems, aunque sea contraria a lapropia.

    La responsabilidad personal y profesio-nal: Capacidad de sentirse obligado adar una respuesta o cumplir un trabajosin presin externa alguna. Responderpor los actos propios y de otros.

    El cuidado y la salud: Esmero y atencinpara fomentar, prevenir, evitar el dete-rioro y recuperar el estado ptimo quele permita al individuo ejercer todas susfunciones.

    1 American College of Nursing. Essentials of College and University Education for Professional Nursing,Washington, D.C., 1986.

    Bueno, malo, valores, significado, el debera ser... son

    palabras que se utilizan para describir el conocimiento moral de la

    enfermera. Gran parte de la prctica de enfermera se relaciona con los conocimientos

    tcnicos, es decir, con el aprendizaje de los motivos y los mtodos para realizar las tcnicas

    necesarias. Sin embargo, los conocimientos cientficos, la fundamentacin terica y

    especialmente la formacin humanstica y tica son aspectos esenciales para el desempeo

    de una profesin que se desarrolla a travs de las relaciones humanas.

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    Est bastante difundida la idea deque los valores y las actitudes son con-tenidos de enseanza-aprendizaje queno son competencia exclusiva de losdocentes. Hay quienes piensan, con bas-tante sentido comn, que el mediosociofamiliar en el que se desenvuelvennios y adolescentes y los medios decomunicacin audiovisual con los queellos se relacionan constituyen las princi-pales y ms poderosas fuentes de apren-dizaje efectivo.

    Algunos autores consideran que espoco importante evaluar los valores yactitudes y pretender su enseanza,dado que, por lo general, lo que de ellosse ensea en las instituciones educativasest en clara oposicin con aquellosotros que estn presentes en la sociedad:Cmo educar en la solidaridad, la tole-rancia y el dilogo cuando en nuestravida cotidiana se dan continuas muestrasde comportamientos insolidarios, injus-tos o dogmticos? Por esta va de argu-mentacin, tan real como desalentadora,fcilmente se llegara a convenir en laimposibilidad de ensear y, por tanto,evaluar valores y actitudes en el marcoeducativo.

    Sin negar que los valores y las acti-tudes se aprenden en distintos contextossociales, familiares y escolares, constituyeun reduccionismo eludir la funcin edu-cadora y tambin evaluadora de estoscontenidos irremediablemente educa-tivos dentro de la institucin escolar.Adems, rechazar esta funcin es con-tribuir a que los alumnos se abandonen atoda suerte de valores y contravalores,actitudes positivas y negativas. Sin lanecesaria formacin sistemtica en unosvalores y actitudes determinados, estaraconstantemente hipotecada su educa-cin y, por tanto, el futuro de la socie-dad.

    Con bastante frecuencia se aplica lamisma lgica de enseanza de losconocimientos a los valores. Muchos

    profesionales de la educacin creen queestos son unos contenidos que seaaden a los ya tradicionales y que, porello, deben continuar con la mismaforma de ensearlos. Sin embargo, lasactitudes y los valores en cuanto con-tenidos educativos no comparten lamisma estructura formal y material quelos conceptos o principios identificadoscomnmente como contenidos instruc-tivos o conocimientos. Por ello, debenutilizarse estrategias particulares para en-searlos y evaluarlos, fundamentadas enmtodos cualitativos.

    Cuando se ensean conocimientosde historia o de ciencias, fcilmente sepercibe que el profesor expone ante susalumnos un conjunto de hechos, ideas oexplicaciones para demostrar, con sufi-ciente rigor, la verdad de lo expuesto.Adems, aumentar su validez si conello cada alumno aprende del modoms correcto posible. Son, a fin decuentas, conocimientos, bien de hechoso de ideas, que se rigen por ciertasreglas lgicas y que, por lo comn, dis-curren entrelazados. En los mbitos delsaber, especialmente los relacionadoscon la ciencia, se comparte la con-viccin de que todo conocimientohumano es discursivo, es decir, solopuede ser racional, y cuando este carecede razones, aquel otro no puede serconocido y, por lo tanto, enseado-aprendido y evaluado.

    Si los conocimientos son un conjun-to de saberes que estn basados enrazones de diversa ndole, ordenados deforma sistemtica y pretenden alcanzarla verdad de los hechos, las actitudes y losvalores se basan no en razones de ordenintelectual, sino en el orden del corazn,y justamente se exhiben en el senti-miento y la voluntad del hombre. Atravs de estas fuentes de conocimientono racional se puede conocer un mbitopeculiar de la realidad humana: las for-mas de interpretar, de estar y actuar en elmundo en que se vive. Y estas formas son

    la manifestacin ms evidente de los va-lores y las actitudes de cada individuo.Son las convicciones bsicas, que sirvende criterio para orientar la propia vida, ylas disposiciones personales para hacer odejar de hacer algo, preferir un curso uotro de accin, o estar dispuesto a com-portarse de una manera determinada.Pero, como ya se analiz, es necesarioatender las vigencias sociales paraestablecer cul es el contenido de los va-lores y las actitudes.

    Lo que entendamos por valor deter-minar, en gran medida, cmo se enseay se evala. Por esta razn, consideronecesario, antes de explicitar los modosde evaluacin, aclarar brevemente cules el concepto de valor y delimitar, en susrasgos ms generales, cmo se ensea.

    El valor es, a la vez, una realidadobjetiva y subjetiva. Por eso, los valorescomparten una dualidad no separable:poseen una realidad en s valiosa (objeti-va) y, simultneamente, admiten inter-pretaciones variadas. De ah que sepueda decir que la vida humana, espaciodonde se realizan los valores, exige laparticipacin de todas las personas impli-cadas como elementos imprescindiblespara aceptar que el valor es algo real ytambin para crear nuevas perspectivasdel mismo.

    En educacin debemos acentuar elcarcter real de los valores. Estos no sonobjetos de la imaginacin, ni ficcionesque pertenecen al mundo de lo ideal.Son realidades enraizadas en nuestra cul-tura, desde las que pensamos y actua-mos. Solo puede ser tomado como realun valor cuando, en educacin, descu-brimos que merece la pena esforzarsepor ello en nuestra vida. Y con tal fin, elprofesor debe presentarlo como algovalioso, alejado de la vaguedad y de lafantasa.

    Junto con el carcter real del valordebe resaltarse su doble faceta de

    Acerca de la enseanza y evaluacin de los valores

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    inevitable y cotidiano. No hay personasin valores. Por eso, no se puede pres-cindir de ellos en tanto que constituyenclaves de interpretacin del hombre yde sus realizaciones concretas. Por otraparte, con bastante frecuencia se los hapresentado ligados a grandes personajeso a proyectos de gran envergadura. Deah que haya sido normal otorgarlescierto carcter mtico, al relacionarloscon personas extraordinarias, excep-cionales. Vista as, la enseanza de losvalores ha carecido de la fuerza sufi-ciente para que los individuos se apro-pien de ellos, por considerarlos propiosde personalidades con caractersticaspoco comunes. Por eso, es preciso des-mitificar el valor. Sin negar la impor-tancia que tiene el uso de modelos parasu enseanza, sera conveniente rescatarsu carcter cercano, prximo o coti-diano. Los valores percibidos en la rea-lidad ms cercana a uno mismo se vuel-ven ms atractivos a nuestra sensibilidadestimativa.

    Asimismo, la perspectiva terica de laactitud en la que nos situemos deter-minar cmo entendemos su enseanzay evaluacin.

    Las actitudes son disposiciones, rela-tivamente estables, para comportarse deuna determinada manera y en determi-nadas situaciones, referentes a personas,objetos o acontecimientos. Pueden pre-decir la conducta y expresan, adems,los distintos modos de situarse el indivi-duo ante los valores. Es decir, las acti-tudes se derivan de estos y dinamizan laconducta dndole fuerza y tensin, msque direccin y sentido, que seran mspropios del valor. Constituyen, por asdecirlo, la va operativa de plasmacin delos valores en una determinada conduc-ta. En cuanto disposiciones relativamenteestables al realizar determinadas conduc-tas, las actitudes nos permiten actuarfrente a personas, objetos o situacionesconcretas de un modo ms fcil, opor-tuno, coherente y constante.

    La educacin en actitudes es unatarea no solo posible, deseable, sino tam-bin exigible, si se quiere educar real-mente en una dimensin tan importantedel educando. Ante los rpidos y profun-dos cambios que continuamente se pro-ducen en nuestra sociedad, as comoante la velocidad creciente con que losconocimientos se suceden unos a otros,el continuo avance cientfico y tcnico, elsentido cada vez ms provisional de lossaberes y la pluralidad de valoracionesque los seres humanos manifiestan en losasuntos sociales justifican de algn modoel esfuerzo por una educacin cuyo obje-tivo sea el facilitar a los alumnos disposi-ciones estables en su conducta, que lespermitan aprender a pensar, investigar,tomar decisiones, participar en asuntospblicos, etc. Si, en definitiva, educamospersonas para que sean capaces de serprotagonistas de su propio proceso deaprendizaje, el desafo de cada individuoes lograr, mantener y asumir plenamentesus responsabilidades y compromisos,acrecentar su propia cultura y ejercer susderechos, todo ello ayudado por unaeducacin permanente o recurrente a lolargo de toda la vida.

    Cabe ahora preguntarse: Cules sonlos criterios y los modos de evaluar loscontenidos actitudinales? Si la evaluacinimplica definir aquello que se pretendeevaluar y la definicin de valor y actitudya ha sido abordada en el apartado ante-rior, ahora corresponde centrarse en loscriterios y metodologas que son apro-piados para su adecuada evaluacin.

    Resulta aparentemente paradjicoque en los currculos actuales se desta-que como novedad importante la incor-poracin de los contenidos actitudinalesa la prctica educativa del aula, mientrasque casi no se aportan criterios de eva-luacin a este respecto. Por el contrario,hay abundancia de ellos para los con-tenidos conceptuales y algo menos paralos procedimentales. Por qu se ha pro-ducido esta situacin?

    Flix Ortega, en su libro La profesindel maestro, explica que esto puededeberse a las siguientes razones:

    1. Los valores y las actitudes, al noensearse como conocimientos, exi-gen ser reinterpretados a la luz de lasnormas, reglas y hbitos que regulanla convivencia en el contexto en quese desenvuelven los alumnos.

    2. Un mismo valor puede ser interpreta-do y manifestado de diversos modos,por lo que el profesorado deberestablecer una prioridad estimativaque le permita determinar qu con-ductas o expresiones de valor secorresponden con las interpretacionesque son ms comnmente aceptadasen la sociedad.

    3. Existen multitud de actitudes haciapersonas, objetos o situaciones. Losprofesores, padres y otros agenteseducadores, directamente implicadosen el proceso formativo del alumno,debern establecer qu actitudes sonobjeto de enseanza-aprendizaje pa-ra las distintas etapas y ciclos educa-tivos.

    4. Deben seleccionarse aquellos valoresy actitudes que estn orientados prio-ritariamente al desarrollo personal yhumanizador de los alumnos.

    5. Deben atenderse las actitudes y losvalores que gozan de mayor demanday relevancia social.

    6. Es preferible elegir aquellos valores yactitudes que constituyen el mnimocomn denominador de todas las reascurriculares ampliamente compartido.Por ello, no tienen por qu ser aborda-dos todos y cada uno de los valores yactitudes posibles en el currculo esco-lar: se aconseja concentrar los esfuerzosen torno a un valor y a las actitudesnecesarias para su consecucin.

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    7. Existe cierta resistencia del profesorado ala adquisicin de actitudes y valores co-mo objetivos educativos, al considerarque ello podra ser una injerencia indebi-da en la conciencia de los alumnos.

    En cuanto a las metodologas paraevaluar valores y actitudes, an no conta-mos con los suficientes conocimientospedaggicos para poder hacerlo en laprctica escolar. En general, existen m-todos, tcnicas e instrumentos que pro-ceden de otras reas de investigacin(psicologa social, antropologa cultural,sociologa, etc.), que si bien pueden seraplicados en el aula, no son totalmentetransferibles al mbito educativo, ni es da-ble considerarlos vlidos en cualquier pro-ceso de enseanza-aprendizaje. Son muyescasos an los esfuerzos por desarrollaruna evaluacin netamente pedaggica deactitudes y valores para que esta sea msadecuada a la realidad escolar.

    Algunos mtodos y tcnicas de eva-luacin proceden de la investigacincualitativa. La observacin sistemtica, elanlisis de las producciones de los alum-nos, los diarios de clase, los debates,entrevistas y asambleas son algunos delos instrumentos propuestos para la eva-luacin de los contenidos actitudinales.Estos instrumentos requieren una pre-paracin especfica para su correcto uso einterpretacin, se necesita cierto tiempoadicional para la obtencin de los datosobjetivos y, en algunas tcnicas, seemplean mtodos de anlisis de ciertacomplejidad. Sin negar su validez para laevaluacin de actitudes y valores, creoque se debe tratar de llegar, de modorealista, a que puedan ser utilizados en lascondiciones normales de enseanza delos centros, sin sobrecargar un trabajoque lo convertira en irrealizable y sin laexigencia de conocimientos y tcnicasmuy especializados.

    La informacin que proporcionan lastcnicas de evaluacin cualitativa es degran importancia para encauzar demodo ms sistemtico las intuiciones,evidencias y matices que el profesor varecogiendo de su trabajo diario comodocente. Sin embargo, el empleo deotras tcnicas o instrumentos de evalua-cin que posibiliten la objetivacin de laevaluacin proporciona informacin mscontrastada, sistematizada y, por lo tan-to, ms objetiva que la sola informacinfacilitada por las evidencias subjetivas delprofesor.

    No obstante, el uso de metodologascombinadas cualitativas y cuantitativas(observacin del participante, experi-mentos de laboratorio, experimentos decampo, encuestas, etc.) aporta informa-cin parcial para poder juzgar, de modoms completo y real, las actitudes y losvalores de los alumnos en el aula.