AMASIATO Y DIVORCIO ENTRA HISTORIA Y LITERATURA

María Rosa Palazón

Entre la Historia y Literatura existen elementos que las hacen parecidas.

Tienen en común un mismo antepasado: el mitopoeta.

Se ha presenciado surgimiento de novelas biográficas o autobiográficas, de las cuales la autora hace uso para identificar los elementos en común entre historia y literatura.

Historia: se compromete a contar las cosas tal y como acontecieron, construye su relato con pruebas convincentes.

En las novelas biográficas, los biógrafos buscan el quiasma entre historia y ficción.

Consultan la historiografía, así como fuentes de archivo antes de pasar a la imaginación, se documentan del personaje y su contexto.

Hacen uso de comillas para señalar citas textuales, sin embargo no de la manera tan meticulosa en que las usan los historiadores.

En la literatura existe una función poética que no encontramos en la historiografía.

En la novela biográfica se intenta lograr la fidelidad en cuanto el lenguajes, es decir se pretende hacer uso de los vocablos y forma de hablar propios de la realidad que se relata.

Se introduce en la literatura la «referencialidad», ubicar los hechos o vidas relatados dentro de lugar en el tiempo y espacio, en un sitio localizable en un mapa.

La trama literaria utiliza tanto el acontecimiento histórico como la ficción, la novela biográfica crea de la vida una fantasía que cruza datos biográficos con la imaginación.

Para encontrar la identidad de alguien es menester contar una historia que siempre es hija de la imaginación productiva de tramas, y no solo reproductiva. En esto coinciden historiador y literato.

En la historia se narra en tercera persona, el narrador se posiciona en un punto posterior al estado de cosas que describe. El narrador esta distanciado.

Tanto en historia como literatura, el relato narra como sucedieron las cosas, dándoles una sucesión: principio, medio y final. Sin embargo el ordenamiento depende del relato, nada es por si mismo el inicio o el fin.