amberes: llegando a buen puerto

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TEXTO DE JOSÉ Mª DE PABLO AMBERES 1 Ciudad de tradición marinera y comerciante, Amberes ha compaginado como nadie el aprovechamiento de su puerto con la creación de una villa monumental. A ello han contribuido grandes artistas y hombres de negocios. LLEGANDO A buen puerto PUNTUALIDAD FLAMENCA Todos los lunes del verano, el carillón de la torre de la catedral de Nuestra Señora deleita a los viandantes con sus conciertos de campanas. Joan Costa

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El decálogo básico para conocer la ciudad de Amberes. Un viaje por su historia, sus monumentos y su alma. Publicado en el Monográfico de Conde Nast Traveler dedicado a Flandes. 2008

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Page 1: Amberes: Llegando a Buen Puerto

texto de José Mª de Pablo

amberes 1

Ciudad de tradición marinera y comerciante, Amberes ha compaginado como nadie el aprovechamiento de su puerto con la creación de una villa

monumental. A ello han contribuido grandes artistas y hombres de negocios.

llegando a

buen puertopuntualidad flamenca

Todos los lunes del verano, el carillón de la torre de la catedral de Nuestra Señora deleita a los viandantes con

sus conciertos de campanas.Joan

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ara bien o para mal, tanto el pasado como el futuro de Amberes están vincu-

lados a su río, el Escalda, y el gran puerto natural que éste forma a su paso por la ciudad. Aquí, hasta las leyendas están relacionadas con este estratégico caudal. La más conocida se remonta a la época de los romanos: el gigante Antigón controlaba el paso del río y obligaba a los lugareños a pagar un alto peaje. A quien no pudiera hacerlo, le cortaba la mano. Pero, un día, un legionario llamado Silvius Brabo se atrevió a hacerle frente y, tras vencerle, le aplicó la misma medicina que él suministraba. No sólo le amputó la extremidad, sino que, además, la arrojó tan lejos como pudo. Antwerpen, el nombre flamenco de la ciudad significa, literalmente,`tirar la mano´, una casualidad que ha convertido ese acto en el símbolo de la ciudad. Imágenes de la mano lanzada se pueden encontrar, además de en la Plaza Mayor (Grote Markt), donde está la estatua dedicada al héroe romano, inmortalizado justo en el momen-to del lanzamiento, en diversas esculturas, tiendas e, incluso, en el logotipo de la única cerveza que se fabrica aquí, De Koninck, que incluye la `manita´ del gigante.Leyendas aparte, el momento culmen en la historia local tuvo lugar en el siglo XVI, la edad de oro de Amberes. Al albur de los más boyantes negocios, la ciudad rompió sus murallas medievales y surgieron nuevos barrios al mismo tiempo que se lograba dar por finalizada la catedral gótica de Nuestra Señora,

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Con apenas edificios altos, Amberes es una ciudad llena de plazas, parques y espacios para pasear. Uno de los más frecuentados es el muelle de Steenplein, la orilla del río más próxima a la catedral donde, además de explanadas para tumbarse al sol, hay un agradable paseo que recorre una buena parte de la ribera. Si se desea más soledad, se puede ir en bici hasta las instalaciones portuarias, ya en desuso, que se encuentran al norte, una forma de conocer una mínima parte de los 140 km2 que ocupa en la actualidad el puerto industrial.

Tierra adentro, una buena opción es el zoo, inaugurado en 1843, y uno de los primeros del mundo. Algunos animales, como los elefantes, duermen en templetes art déco que emulan a la arquitectura egipcia. Y para terminar, Stadspark, que ocupa un antiguo fuerte militar español. Por sus intrincados senderos pasean miembros de todas las etnias de la ciudad, principalmente en pareja. Las familias prefieren middelheim, un inmerso parque del sur, donde se encuentra el museo de esculturas al aire libre (http://museum.antwerpen.be/Middelheimopenluchtmuseum).

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iniciada en 1350. El templo, que es el más grande en su estilo en todos los Países Bajos, alberga, entre otros tesoros artísticos, las pinturas que le encargaron gre-mios y familias poderosas a Rubens: La Asunción de la Virgen, La Resurrección de Cristo y El Descendimiento de la Cruz. Los planos primigenios incluían dos torres, pero sólo una se terminó. Desde su carillón dorado se puede observar otro de los logros arquitectónicos que la rica ciudad se autorregaló: el Ayuntamiento, puro Renacimiento que domina la Plaza Mayor. A su lado se encuentran las sedes de los diferentes gre-mios de artesanos, coronadas por sus símbolos o sus patronos pintados en oro. La mayoría de estas casas son reconstrucciones del siglo XIX –atención a los números 38 y 40, son de los pocos originales–, pero aún así reflejan bien la arquitectura de la época. El momento de esplendor fue corto pero intenso y a esta época pertenecieron hombres como el pintor Brueghel o Christoffel Plantijn, el primer impresor

en el s. XVI, amberes rompIó sus murallas medIeVales y surgIeron nueVos barrIos

el héroe de ambereS Según la leyenda, el romano Brabo cortó

la mano del gigante Antigón y la arrojó lejos. El momento está inmortalizado en la

estatua que preside la Grote Markt.

el bronceado de ambereS ARRIBA: la Grote Markt es ideal para disfrutar de días soleados.

ABAJO: Stadspark, una `isla´ verde encajada entre los barrios más céntricos.

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industrial de la Historia, cuyo negocio es hoy el Museo Plantin-Moretus (Vrijdagmarkt, 22-23). Este hombre tuvo la habilidad de lograr que Felipe II le otorgara en exclusiva el derecho de impresión de todos los textos litúrgicos para España y sus colo-nias, al mismo tiempo que publicaba las obras de los autores de la Contrarreforma protestante. Las glorias de Amberes finalizaron en 1585 con la separación de los Países Bajos en dos, el norte protestante y el sur católico. Y con la ruptura reli-giosa, llegó la crisis, al bloquear los holandeses la desembocadura del río a los navíos que partían de Flandes. Una crisis que debió de ser más económica que cultural, ya que el XVII es el siglo del exuberan-te Barroco de Rubens, de Van Dyck y de Jordaens... Y todos ellos nacieron, vivieron y trabajaron aquí.Rubens fue un pintor de éxito en su época, admira-do como artista (recibía cientos de encargos en toda Europa) y respetado como ciudadano (Felipe II le

por los jesuitas en plena efervescencia contrarrefor-mista. El diseño, a imagen y semejanza de la iglesia del Gesù de Roma, y el uso de materiales lujosos como el mármol, maravillaba a quien se acercaba hasta ella. También ayudaban las 39 pinturas de Rubens que, desgraciadamente, fueron devoradas por las llamas en 1718. Donde sí se pueden ver obras del maestro es en el Museo de Bellas Artes (Leopold De Waelplaats), una estupenda pinacoteca que resume muy bien esta etapa dorada del Barroco en Flan-des. El legado de Rubens ocupa las mejores salas, aunque está acompañado de otras obras maestras de sus contemporáneos Van Dyck y Jordaens y de predecesores como Lucas Cranach o Brueghel.Otra leyenda de Amberes nos habla de los dia-mantes. Los indios anteriores a la era cristiana los consideraban un símbolo de coraje y virilidad; los romanos les atribuían poderes mágicos que les protegían contra las plagas y el envenenamiento; la pérfida Catalina de Médicis envenenaba a sus

Post scriptum Vlaeykensgang (Oude Koornmarkt) es un laberinto de callejas donde trabajaba el gremio de los zapaterosPost scriptum

diverSidadARRIBA: Amberes es hogar de una importante comunidad judía dedicada, en gran parte, al negocio de los diamantes. ABAJO: una esquina de la casa de Rubens, el genio de la pintura barroca flamenca.

rubens no sIempre ejecutaba, ImagInaba y daba InstruccIones a sus pupIlos

poderío barroco La iglesia de San Carlos Borromeo fue alcanzada por

un rayo en 1718, incluidos los cuadros de Rubens.

otorgó un título nobiliario, funciones diplomáticas y estaba exento de pagar impuestos). Además de las importantes obras que pueden verse en la catedral, la `ruta rubens´ empieza en su casa, Rubenshuis (Wapper, 9-11), un palacete de estilo italiano en el que no hay más de 10 de sus obras, pero que mues-tra muy bien cómo era la vida en el estudio del pin-tor; allí el maestro no siempre ejecutaba, sino que más bien imaginaba el boceto y daba las instruccio-nes a sus pupilos sobre cómo pintar el cuadro. Los toques finales eran también de su competencia, y lógicamente, si el cliente quería que fuera él mismo quien pintara, el precio subía considerablemente. A su muerte, la vivienda fue alquilada por su viuda a una pareja de nobles ingleses que la convirtieron en una escuela de equitación. Más tarde, el edificio cayó en el olvido hasta que el ayuntamiento lo recu-peró en 1937 para hacerlo museo.La ruta no se completa sin visitar la iglesia de San Car-los Borromeo (Hendrik Conscienceplein), construida

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enemigos con polvo de diamante… son tantas las historias con las que se relaciona esta piedra precio-sa que es difícil decidir cuál de todas ellas es la más fantástica. Sin embargo, ninguna está especialmen-te vinculada a Amberes, conocida como la capital mundial del diamante y que más que protagonizar leyendas, parece estar concentrada en trabajar para hacer posibles los sueños del resto.Por Amberes pasa el 80% de los diamantes que se producen en todo el mundo, bien sea para comer-ciar con ellos, bien para cortarlos o pulirlos. Esta industria –que factura 29 billones de dólares al año, supone el 8% de las exportaciones de Bélgica y da empleo directo a 30.000 personas– no se asentó en la ciudad hasta el final del siglo XV, cuando los hom-bres de negocios abandonaron Brujas, cuyo puerto había quedado inutilizado por bancos de arena.Amberes no desaprovechó su oportunidad y unos años más tarde se convirtió en un ramal de la nueva ruta hacia la India –entonces único proveedor de diamantes en bruto– que Portugal había abierto par-tiendo de Lisboa. El negocio estaba controlado por

ciudad de joyaS PÁG. ANTERIOR: Bed & Breakfast Room National.

dEREchA E IZQUIERdA: detalles del Museo del Diamante.

direccioneSHOTELESA pesar de tener más de 400.000 habitantes, Amberes es manejable y cómoda para moverse a pie o en bicicleta, siempre que el hotel sea céntrico. El Hilton (Groenplaats; tel. +32 3 204 12 12. www.hilton.com) es uno de los mejor situados. Ocupa un edificio art déco que en el pasado fue el mejor gran almacén de Amberes. De Witte Lelie (Keizerstraat, 16-18; tel. +32 3 226 19 66; www.dewittelelie.be). Pequeño hotel de 10 habitaciones en tres casas del siglo XVII. Está en una zona de estilo barroco muy tranquila. Hotel ‘t Sandt (Zand, 13-19; tel. +32 3 232 93 90;

www.hotel-sandt.be). Un cuatro estrellas decorado con mucho gusto. Room National (Nationalestraat, 24; tel. +32 3 226 07 00; www.roomnational.com). Bed & Breakfast de tres apartamentos decorados cada uno en estilo contemporáneo. Britselei 37 (Britselei, 37; tel. +32 3 260 60 10; www.antwerpapartments.be). Antigua mansión convertida en un hotelito de 13 habitaciones. Hotel Rubenshof (Amerikalei, 115-117; tel. +32 3 237 07 89; www.rubenshof.be). Más humilde pero con excelente relación calidad-precio.

judíos sefardíes expulsados de Portugal y mercade-res italianos, aunque la mano de obra era natural de la ciudad. Los talleres se encontraban en lo más alto de los edificios, único lugar donde llegaba la luz natural.De los italianos apenas quedan vestigios, no así de los judíos. Este grupo se ha mantenido en el nego-cio, aunque su predominio parece estar llegando a su fin. Hoy sólo controlan el 30% del negocio frente a los indios, que ya poseen el 60%.Esta ensalada multirracial se junta hoy en el barrio más vigilado de Amberes y cuyo epicentro es Hove-niersstraat y las calles próximas a la Estación Central. Allí se encuentran las cuatro bolsas de diamantes, la primera, creada en 1893, donde se cierran las opera-ciones de compra-venta con un apretón de manos y la frase “mazal u’ bracha”, ‘suerte’, en hebreo. El acceso está restringido a los socios e impera aún la tradición judía que impide a las mujeres cerrar acuerdos ante el temor de que puedan tener el periodo, todo un tabú para los ortodoxos y que los indios han querido mantener activo.

Post scriptum `Diamante´ proviene del griego y significa ‘indomable’; era una joya que lucían los guerrerosPost scriptum

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