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A medio mes de agosto los
cristianos celebramos la
fiesta de la Asunción de
María al cielo, que, por su
importancia, a menudo es conocida
entre nosotros como la Virgen de
Agosto.
La Asunción de María al cielo es un
dogma que proclamó el Papa Pío XII en
el año 1950. Muchos de nosotros lo
recordamos muy bien. La verdad de la
Asunción queda reafirmada por el
concilio Vaticano II que expresa así el
contenido de la fe de la Iglesia: “La
Virgen Inmaculada, preservada
inmune de toda mácula de culpa
original, acabado el curso de su vida
terrenal, fue asunta a la gloria celestial
en cuerpo y alma, y el Señor la exaltó
como Reina del universo a fin de ser
más plenamente conforme a su Hijo,
Señor de los que reinan y vencedor del
pecado y de la muerte”.
María fue embellecida por Dios
porque fue escogida para ser madre
de su Hijo. La llena de gracia,
preservada de todo pecado, fue
asunta al cielo en cuerpo y alma. Estos
dones divinos que recibió María no la
separan de nosotros. Ella, por
voluntad de Jesucristo en la cruz, es
nuestra Madre.
Las palabras que Isabel dirigió a María
nos hacen mucho más cercana a esta
muchacha de Nazaret. “Dichosa tú,
que has creído”. Se trata de la gran
alabanza a la fe de la Madre de Dios.
El reconocimiento de que su mayor
grandeza radica en su vida de fe.
María ha sido una mujer de fe. La vida
de María transcurrió bajo el velo de
una fe que no comprendió muchos de
los acontecimientos de la existencia
terrenal de Jesús. Pero María vivió
estos hechos con visión de fe y confió
de verdad en los designios de Dios.
El concilio Vaticano II afirma que
María, asunta al cielo, “no se
desentendió de su dedicación
salvadora, sino que con su múltiple
intercesión continúa procurándonos
los dones de la salvación eterna”. La
mediación de María continúa en la
historia de la Iglesia y del mundo.
María Asunta, con su amor materno,
cuida de los hermanos de su Hijo que
todavía peregrinan y se encuentran
con peligros y angustias hasta que
alcancen la patria de los bienaventura-
dos.
La Madre de Jesús, glorificada en
cuerpo y alma al cielo, es una imagen y
un inicio de la Iglesia que ha de llegar
a la plenitud en la gloria futura. Por
eso María es un signo de esperanza
firme y de consuelo para el pueblo de
Dios en marcha, hasta que llegue el día
del Señor.
El Catecismo de la Iglesia Católica
expone todo esto de forma muy bella
con estas palabras: “La santísima
Virgen María, acabado el curso de su
vida terrenal, fue elevada a la gloria
del cielo en cuerpo y alma.
Allí participa en la gloria de la
resurrección de su Hijo, anticipando
la resurrección de todos los miembros
de su cuerpo”.
│ │
Parresía
“Oren por mí, para que me sea dada el don de pala-bra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor (παρρησια) el misterio del Evangelio” (Ef 6:19).
Parresía (παρρησια) es una palabra griega que se derriba de dos raíces, la preposición pan (todo) y rhesis (discurso - audacia). Fundamentalmente parre-sia es la libertad de decirlo todo, es hablar con auda-cia, franqueza, valentía y libertad confiada. El papa le pide a los obispos y sacerdotes hablar con parresia, a vivir la parresia porque también la palabra denota un modo de ser, de vivir, de situarse y de obrar.
Así, παρρησια (parresía) aparece 40 veces en el Nue-vo Testamento y 12 veces en el Antiguo (si tomamos como referencia la versión griega de la Biblia Hebrea, llamada la Septuagesima (LXX): Lv 26:13; Pr 13:5; Pr 1:20; Eclo 25:25; Sab 5:1…). Es decir, su alcance inter-pretativo se representa mejor en el mundo cristiano y particularmente con Jesús, quien, según los Evange-lios, actúa con parresía 4 veces:
1) Al anunciar la suerte que le tocará pasar llegando a Jerusalén: “les decía estas palabras con toda clari-dad” (Mc 8:32).
2) Cuando anuncia “con franqueza” la muerte de su amigo Lázaro (Jn 11:14).
3) Al advertir a sus discípulos que el tiempo del Reino está cerca: “Viene el tiempo en que les hablaré clara-mente sobre mi Padre” (Jn 16:25.29)
4) Finalmente, al enfrentarse al Sumo Sacerdote, a puertas de su crucifixión: “Yo he hablado al mundo abiertamente” (Jn 18:20).
Jesús ha hablado al mundo abiertamente es decir con parresía. Los verdaderos discípulos de Jesús hablan como su maestro. No hablamos con parresia cuando tenemos estrategias para avanzar una causa, cuando medimos el impacto de nuestras palabras y acciones, cuando escondemos la verdad de las cosas para avan-zar un programa ya sea religioso o ideológico, cuando mentimos sobre la naturaleza de quienes somos, cuando buscamos figurar y no servir, impactar y no la humildad.
En la experiencia cristiana la fuente primera y la raíz última de la parresía es el don del Espíritu Santo. “El dinamismo del Espíritu tiene la capacidad, partiendo de la intimidad y del corazón, de limpiar las relaciones humanas del egoísmo y del miedo alienante… el don interior del Espíritu, fuente del amor, conciencia de vivir relaciones justas y felices entre las perso-nas.” (Fabris) En la literatura temprana de la Iglesia la parresia va unidad a la oración, la sabiduría, la ver-dad, la humildad y el martirio.
La parresía es signo del Espíritu en Jesús, y por lo tanto signo de la presencia poderosa del Espíritu San-to en nuestras vidas. P. Roberto J. Cortés
C ómo sería el rostro y toda la
persona de Jesús cuando
estaba inmerso en oración, lo
podemos imaginar por el
hecho de que sus discípulos, sólo con
verle orar, se enamoran de la oración y
piden al Maestro que les enseñe tam-
bién a ellos a orar. Y Jesús les enseña
la oración del Padre Nuestro.
También esta vez queremos reflexio-
nar sobre este evangelio inspirándo-
nos en el libro del Papa Benedicto XVI
sobre Jesús: «Sin el arraigo en Dios –
escribe el Papa-, la persona de Jesús es
fugaz, irreal e inexplicable. Éste es el
punto de apoyo sobre el que se basa
este libro mío: considera a Jesús a
partir de su comunión con el Padre.
Éste es el verdadero centro de su
personalidad».
Por lo tanto nadie puede contestar
históricamente que el Jesús de los
evangelios vive y actúa en continua
referencia al Padre celestial, que ora y
enseña a orar, que funda todo sobre la
fe en Dios. Si se elimina esta dimen-
sión del Jesús de los evangelios no
queda de Él absolutamente nada.
De este dato histórico se deriva una
consecuencia fundamental, que no es
posible conocer al verdadero Jesús si
se prescinde de la fe, si se realiza un
acercamiento a Él como no creyentes
o ateos declarados. No hablo en este
momento de la fe en Cristo, en su
divinidad (que viene después), sino de
fe en Dios, en la acepción más común
del término. Muchos no creyentes
escriben hoy sobre Jesús, convencidos
de que son ellos los que conocen al
verdadero Jesús, no la Iglesia, no los
creyentes. Lejos de mí la idea de que
los no creyentes no tengan derecho a
ocuparse de Jesús. Jesús es
«patrimonio de la humanidad» y
nadie, ni siquiera la Iglesia, tienen el
monopolio sobre Él. El hecho de que
también los no creyentes escriban
sobre Jesús y se apasionen con Él no
puede sino agradarnos.
La mirada del Papa ha sido adecuada:
sin el arraigo en Dios, la figura de Jesús
es fugaz, irreal; yo añadiría contradic-
toria. Este debe alertar respecto a
creer que sólo situándose fuera de
éste, fuera de los dogmas de la Iglesia,
se pueda decir algo objetivo sobre él.
Raniero Cantalamessa
Cardenal Lluís Martínez Sistach
Venta, compra y alquileres.
Especialistas de Bienes Raíces para adultos de la tercera edad (SRES).
Especialistas residenciales para militares certificados.
Ejecuciones Hipotecarias y Ventas Cortas.
Las personas que han tenido Banca Rota si pueden acceder a créditos.
│ │
La oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó que la
madrugada de este jueves un grupo de desconocidos ingresó a la sede del Instituto
Venezolano de Capacitación Profesional de la Iglesia (INVECAPI), que depende del
Episcopado, y robaron una gran cantidad de equipos y materiales, para luego proceder
a destruir todo lo que encontraron a su paso.
La nota de prensa de la CEV señala que los ladrones se llevaron los comprensores de
los aires acondicionados, una cocina, un microondas, computadoras, inmobiliario,
utensilios de oficina y materiales de trabajo de los estudiantes.
Además rompieron puertas, ventanas, rejas, paredes, sillas, muebles y otros bienes.
A inicios de Julio el Papa Francisco aprobó
el decreto que reconoce las virtudes
heroicas de Mons. Alfonso Gallegos,
Obispo Auxiliar de Sacramento en
Estados Unidos, cuya vida de oración,
defensa de los no nacidos y dedicación a
los más necesitados, especialmente los
inmigrantes, llevó a la apertura de su
causa de beatificación en el año 2005.
Nació en Albuquerque, estado de Nuevo
México (Estados Unidos) el 20 de febrero
de 1931, en el seno de una familia muy
piadosa en la que se rezaba el rosario con
mucha frecuencia.
Sus padres fueron Joseph y Caciana. Fue
el octavo de 11 hermanos. Alfonso nació
con dos marcadas características físicas:
una grave miopía, que le mantuvo
siempre al borde de la ceguera, y una
gran sonrisa.
La Conferencia Episcopal Alemana (CEA)
dio a conocer un importante informe
sobre la realidad actual de la Iglesia
Católica en ese país que atraviesa una
grave crisis con cada vez menos católicos,
sacerdotes que no se confiesan y un
descenso general del número de bautizos
y matrimonios. Sin embargo, el mismo
viernes 15 de julio cuando dieron a
conocer el informe, el Presidente de la
CEA, Cardenal Reinhard Marx, afirmó que
la Iglesia “sigue siendo una gran fuerza,
cuyo mensaje es escuchado y aceptado”.
En Alemania existen unos 23,7 millones
de católicos, lo que significa el 29% de la
población. En 2015 dejaron la Iglesia
181.925 personas.
En medio de la ola de violencia en
Guatemala Felicito Xoc Sicajá, conductor
de profesión, predica al Señor con una
Biblia en la mano y dice no temer ante
las posibles extorsiones.
“Dios me prospera cada día, fui curado
gracias a Él, por eso es que predico”,
señala Felicito, después de recordar que
hace 32 años fue baleado y gravemente
herido por un grupo delincuentes.
Felicito, además de trabajar como chofer
de bus, ora cada mañana antes de iniciar
su jornada de trabajo y se dedica a leer la
Biblia a sus pasajeros para brindarles un
mensaje positivo.
73% de los votos en contra del actual
proyecto de despenalización del aborto
en Chile, es el resultado de una encuesta
virtual que el Senado de Chile realizó en
la plataforma “Senador Virtual”.
15.764 votantes se registraron en la
encuesta que estuvo abierta por 3 meses.
Con 11.555 votos, un 73% manifestó
estar en contra del proyecto.
La Asamblea de la Comunidad de Madrid
(España) aprobó el jueves 14 de julio la
ley de protección integral contra la
discriminación por diversidad sexual y
de género, más conocida como ley
“contra la LGTBfobia” que obliga a
introducir la ideología de género en los
colegios públicos y concertados.
La ley se aprobó en el último pleno antes
de las vacaciones estivales, por
unanimidad de los cuatro grupos
políticos que forman este parlamento
regional: PP, PSOE, Ciudadanos y
Podemos; e impone, entre otros puntos,
la obligación de “educar en la diversidad
sexual” en los colegios públicos y
concertados de la Comunidad de
Madrid, siendo la gran mayoría de los
colegios concertados de inspiración
católica.
La Santa Sede presentó el 22 de julio la
Constitución Apostólica Vultum Dei
quaerere, sobre la vida contemplativa
femenina, elaborada por el Papa
Francisco y que reemplazará al
documento Sponsa Christi de Pío XII
publicado en 1950.
Durante la presentación, el Secretario de
la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica, Mons. José Rodríguez Carba-
llo, dijo que la nueva Constitución llena
un vacío de los años postconciliares.
│ │
Retiro de Iniciación
Viernes 6 y Sábado 7 de Agosto
Comunidad Langley Park
Info: 301.339.3630
Retiro para quinceaÑeras
Tira la Red
Sábado 20 de Agosto, 8 am - 4 pm
Info: 301.346.2152
Retiro de Vida en el Espíritu
Viernes 19 al domingo 21 de Agosto
San Miguel Arcángel
Info: 301.325.1257 / 301.828.6627
Curso Apolo
Formación de predicadores
Escuela San Andrés
Agosto 6, 7, 13 y 14
San Marcos Evangelista
7501 Adelphi Rd, Hyattsville, MD
Info: 240.340.2843 / 301.613.7358
Reunión de Calendarización
Lunes 5 de Septiembre, 8:30 am
San Marcos Evangelista
7501 Adelphi Rd, Hyattsville, MD
E l pasado 22 de julio se publicó el
libro "Amamos a quien no es
amado", que recoge dos inter-
venciones inéditas de la Beata
Madre Teresa de Calcuta en 1973 cuando se
encontró a un grupo de jóvenes y religiosas
en Milán, y que ser canonizada en el mes de
septiembre.
En el prefacio, el Papa Francisco se dirige
también a los jóvenes para advertirles que
“la enfermedad más grave no es la lepra o la
tuberculosis, sino la soledad”, la cual es “la
causa de tantos desórdenes, divisiones y
guerras que hoy nos afligen”.
El Santo Padre ha resumido su reflexión
sobre el texto en cinco palabras: oración,
caridad, obras de misericordia, familia y
juventud. Presentamos a continuación
algunas de las palabras del Papa.
Oración
La Madre Teresa nos invita incansablemente
a recurrir a la fuente del Amor, Jesús crucifi-
cado y resucitado. Ello nos debe dar la fuer-
za de socorrerlo en los más pobres entre los
pobres, con el corazón lleno de alegría”.
Es necesario iniciar la jornada participando
de la Santa Misa y, como la madre Teresa,
terminarla con la adoración a Jesús
Sacramentado.
Caridad
Esta segunda palabra significa hacerse
próximos a las periferias de los hombres y de
las mujeres que encontramos cada día aco-
giendo sus necesidades y heridas con el
corazón y así, de esta manera, hacerse testi-
gos de la caricia de Dios para cada herida
humana . Así serán capaces de ofrecer lo
que las personas necesitan realmente, es
decir, la presencia y cercanía de Dios.
Obra de Misericordia
Hago un llamado a todos a hacerse cargo de
todos y cada uno de los hombres,
especialmente en este Año Santo de la
Misericordia. Exhorto a seguir el ejemplo de
la Madre Teresa, la cual hizo de esta página
del Evangelio la guía de su vida, el camino
hacia la santidad, y podría serlo también
para nosotros .
Familia
Tengamos en cuenta esta frase de la madre
Teresa: “las madres son el corazón de la casa
y son ellas quienes forman a la familia”.
Así, a veces ser madre puede ser una
experiencia verdaderamente ardua, puede
ser una cruz, pero tenemos con nosotros a la
Virgen, la mejor de las madres, que siempre
nos enseña a ser tiernas con nuestros hijos.
En ninguna otra situación de la vida es
posible vivir todo lo que se vive en una
familia. Y la Madre Teresa, en una de las
respuestas de los encuentros presentados
en este libro, nos dice: ‘ustedes deben con-
vertirse cada vez más en la alegría y el con-
suelo de Dios, alentando la oración en sus
familias. La familia tiene necesidad de amor,
comunión y arduo trabajo. Y este será el don
más grande que pueden ofrecer a la
Iglesia’”.
Juventud
Exhorto a los jóvenes a permanecer en el
Señor y amarse como Dios los ama, siendo
constructores de puentes para superar la
lógica de la división, del rechazo, del miedo
de los unos por los otros.
Los invito a ponerse al servicio de los
pobres, para que así afronten con coraje la
vida que es don de Dios.
Jóvenes ¡vuelen alto, como el águila que es
símbolo del país de origen de la Madre
Teresa!. Para ello los invito a nutrirse
asiduamente de la Palabra de Dios con el
corazón mirando a Cristo, al Evangelio, al
encuentro con Dios, al diálogo entre
ustedes para ofrecer un testimonio al
mundo entero.
¡Amamos a quien no es amado! Palabras del papa Francisco en el prologo de un libro de la madre Teresa de Calcuta
│ │
L a recepcionista del elegante
consultorio hizo pasar a la
pequeña paciente y la presentó:
- Doctor, aquí tiene una paciente
muy especial.
El doctor vio con ojos de asombro a la niña y
luego se fijó en la sonrisa cómplice de la
recepcionista.
- ¿Qué haces aquí?, no tengo tiempo para
atenderte, estoy trabajando-, le dijo el sabio
médico a la niña, un poco molesto.
- Papá, yo pagué tu tiempo, junté lo que me
das para el colegio para que me escuches
porque en casa siempre dices que estás muy
cansado.
El médico de altos vuelos miró a su pequeña
y, lleno de vergüenza, la abrazó y la hizo
pasar para escuchar a la que había tenido
que pagar una consulta para que su papá
tuviera tiempo para ella.
Esta anécdota tan conocida debería
hacernos pensar a quienes tenemos
obligación de saber escuchar.
En todos los planos de la vida es
fundamental saber dialogar y hacer el
intento por enriquecer este acto tan básico y
necesario a todo nivel de nuestras relaciones
y vida cotidiana.
Se necesita dialogar con sigo mismos para
tener claro lo que se tiene y trabajar por
alcanzarlo.
Es importante saber dialogar para poder
contarle a Dios las penas, darle gracias por lo
que concede diariamente y aprender a
aceptar la vida con todo lo que trae.
El diálogo en pareja es la herramienta con la
que se puede lograr total comprensión,
incluso por ahí dicen ‘no hay que casarse
con quien no se puede dialogar’.
Sea con los hijos para llegar a acuerdos con
ellos o en el trabajo para solucionar
problemas, dialogar es un acto con el que
todo se puede lograr.
El diálogo es el que nos permite establecer
contacto con las demás personas; es la
mejor herramienta de comunicación cuando
la sabemos utilizar y nos ayuda a conseguir
no sólo éxito sino también la tranquilidad de
saber que no hacemos conjeturas ni
sacamos conclusiones sin haber escuchado
las partes.
Primer paso: escuchar
Pero para poder dialogar lo primero que se
debe hacer es aprender a escuchar.
No se puede lograr un diálogo con quien no
sabe escuchar; es fundamental aprender a
hacerlo de esta manera porque de lo
contrario sólo tendremos a un hablador que
funciona como una máquina reproductora
de palabras pero en el que jamás
encontrarás un amigo.
¿Qué es escuchar?
El concepto tomado de cualquier diccionario
podría indicar algo como: Disposición para
atender y entender a los demás.
Se hace notar la diferencia entre oír y
escuchar: oír es sólo usar ese maravilloso
sentido que nos hace situarnos en el mundo
que nos rodea. Escuchar tiene un especial
sentido de prestar atención, de atender.
Puede ser que oigamos, pero que no
estemos escuchando. Escuchar implica un
compromiso con el que nos habla.
Y es que escuchar es una palabra que abarca
mucho más que ponerle el oído a lo que
alguien está hablando.
Incluso puede llegar a ser tan complejo que
no todo el mundo logra hacerlo.
Escuchar es asimilar lo que está diciendo el
otro, participar en lo que nos está contando
siendo interactivo con él, y hacer algo que
para muchas personas es difícil que es
ponerse en su lugar, intentar pensarnos en
su sitio, con su situación y su entorno;
preguntarnos cómo nos sentiríamos para no
juzgar y en dado caso poder dar un consejo
u opción de solución acorde a las
circunstancias. Dialogar es dar y recibir,
enseñar y aprender, lo cual sólo se al-
canza escuchando.
Con la capacidad de diálogo y escucha
mejoran todas las relaciones. Sólo con
diálogo se logra comunicación y de ahí
se fortalecen los vínculos de afecto.
En el caso de la familia por ejemplo, es
más fácil que todos sigan las normas y
asimilen las informaciones cuando se
dialoga y se comunica; es así como se
logra que se obedezcan las reglas, se dan
mensajes consistentes y no mensajes
ambiguos o contradictorios, escuchar
con atención e interés, crear un clima
El primer paso para dialogar y conocernos
│ │
emocional que facilite la comunicación,
pedir el parecer y la opinión a los demás,
expresar y compartir sentimientos, entre
otras cosas que facilitan más la vida y la
convivencia.
El éxito de la comunicación se basa en la
capacidad para escuchar con atención y
empatía a tu interlocutor. Esta habilidad es
muy importante a la hora de establecer
dinámicas de grupo, para mejorar en el
trabajo y, en general, ser más efectivo en
nuestro día a día. Así que es muy importante
diferenciar entre oír, lo que no podemos
evitar, y escuchar, es decir, prestar atención
sobre lo que nos están contando.
Aprender a escuchar
Urge aprender a escuchar. Primordialmente
debemos hacerlo quienes tenemos la
obligación, es decir, los padres de familia,
los maestros, los sacerdotes, los
orientadores y los médicos.
Los papás aprenderán a escuchar movidos
por el amor natural a sus hijos. El escuchar
es personal y confidencial, pero no debe
implicar complicidad.
¿Cómo infundir en los hijos la confianza
necesaria para que se abran? ¡Dejando de
actuar como policías! En esa escucha
paternal no caben ni el enojo ni la burla,
pero sí la tolerancia y la comprensión;
tampoco hay lugar para las represalias o
para usar lo confiado en las relaciones
posteriores.
Los papás pueden buscar la oportunidad
para hablar con cierta privacidad y en un
ambiente propicio. Salir con un hijo es
invitarlo a la confidencia.
Como hacerlo cada día mejor
Te presentamos a continuación algunos
puntos concretos que pueden ayudarnos a
mejorar nuestra capacidad de escucha, y
por ello mismo, a enriquecer nuestras
relaciones con los demás.
1. Demuestra interés en los puntos de
vista ajenos.
Cada persona puede tener una opinión
diferente y lo ideal es escuchar a las
personas con la mente abierta. Dejar a un
lado tus prejuicios y dirigir la atención al
interlocutor son dos buenas
recomendaciones que te ayudarán. Mostrar
interés en lo que te explica la otra persona
indicará que te importa y, automáticamente,
te convertirá en una persona con la que vale
la pena conversar.
2. Concéntrate.
No divagues y presta atención a lo que te
están contando. Una buena manera de no
distraerte es pensar que la persona con la
que estás hablando puede revelarte una
información importante y no se te debe
pasar por alto.
3. No interrumpas innecesariamente.
A poder ser, no interrumpas ya que es muy
desagradable y rompe el hilo de la
conversación. Pero si te ves obligado a
hacerlo, espera a que la otra persona haya
acabado de exponer la idea que está
compartiendo contigo.
4. Presta atención a tu propio cuerpo.
La comunicación no verbal también es muy
importante. Si te muestras interesado de
manera verbal pero tu mirada se desvía,
pareces distraído o indicas con tu cuerpo
que tienes prisa o estás aburrido, no servirá
de nada. Es importante acompañar y refor-
zar la comunicación verbal con la no verbal.
5. Ármate de paciencia.
A veces en la empresa hay personas que te
cuentan cosas que no te interesan. Si lo que
te tiene que explicar tu interlocutor se trata
de algo que puede parecer una tontería o
bien lo diga para provocar, no te precipites y
deja que termine su explicación.
Si su objetivo es desagradable, tendrás más
armas con las que rebatirle y si realmente
pensamos que su idea no tiene sentido, no
vale la pena enfrascarse en discusiones que
no llevan a ninguna parte.
6. Resiste la necesidad de interrumpir.
Puede serte tentador terminar la oración de
la otra persona para demostrar que
entiendes el mensaje, pero esto puede
parecer grosero de tu parte. Escuchar
construye confianza. Si interrumpes a
alguien , aunque tus intenciones sean
buenas- se le niega la oportunidad de
expresar sus sentimientos y emociones.
Mantén estas enseñanzas en mente. Ponlas
en práctica a diario y cada vez que puedas. Y
arriésgate a escuchar verdaderamente.
Ya te darás cuenta como tus relaciones se
enriquecerán y ganarán en profundidad.
│ │
L legó el año de las elecciones
presidenciales de Estados Unidos.
En esta y en posteriores ediciones
ofreceremos artículos que
busquen formar a nuestros lectores en cómo
votar a conciencia, iluminados por la luz del
Evangelio.
Gobernar no es fácil.
Elegir a nuestros gobernantes tampoco lo es.
Por eso Dios, quien gobierna el universo y
nos mandó gobernar la tierra, nos exige una
profunda conversión que nos permita
gobernar nuestras vidas según su plan
original: “no os acomodéis al mundo
presente, antes bien transformaos mediante
la renovación de vuestra mente, de forma
que podáis distinguir cuál es la voluntad de
Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.
(Rom. 12, 1-2). Así podremos elegir con
cuidado a nuestros gobernantes e interceder
por ellos “para que podamos vivir una vida
tranquila y apacible con toda piedad y
dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios,
nuestro Salvador, que quiere que todos los
hombres se salven y lleguen al conocimiento
pleno de la verdad” (1 Tim. 2:1-4).
Cada ciudadano tiene el derecho y el deber
de ponderar las necesidades de los
habitantes del mundo para estudiar las
posiciones y propuestas de cada partido y la
visión y la experiencia de cada candidato
presidencial para elegir el líder que mejor
asegure el bien común conforme a las
propuestas y demandas de Dios para la
humanidad.
Los creyentes no podemos ser “partidistas”.
La elección de líderes que demuestren tener
una visión conforme a principios éticos y
morales a favor de cada ser humano desde
su concepción hasta su muerte no puede
estar regido meramente por preferencias
personales ni apegos indiscriminados a un
partido político, lo cual podría poner en
juego no sólo nuestro presente, sino
también el futuro de nuestra nación.
Un llamado a escuchar la voz de Dios
La Conferencia Episcopal de los Obispos
Católicos de los Estados Unidos ha publicado
un documento actualizado sobre la respon-
sabilidad política de los católicos con el
propósito de ayudar a católicos en este
crucial año de elección presidencial. La Nota
introductoria dice:
“Instamos a nuestros pastores y pueblo
católicos a seguir utilizando esta importante
declaración para ayudarles a formar sus
conciencias, contribuir a un diálogo público
cordial y respetuoso y concretar sus
opciones en las próximas elecciones a la luz
de las enseñanzas de la Iglesia”. (Formando
la conciencia para ser ciudadanos fieles:
Nota introductoria)
Este es un llamado oportuno y urgente dado
las polémicas y las protestas respecto a
posturas y propuestas radicales y
reaccionarias a favor de o en contra de uno
o más derechos humanos que han ido
aumentando la polarización y el
“partidismo” en esta campaña electoral.
Con una conciencia bien formada podremos
ejercer nuestra vocación bautismal de ser
“profetas” en el foro público y defender los
derechos inalienables de todo ser humano,
empezando con las personas más
vulnerables e indefensas.
Un reto una guía y una decisión
La participación ciudadana responsable es
un reto y una obligación. Ningún partido ni
candidato abraza plenamente el plan que
Dios ha revelado para el bienestar temporal
y transcendente de cada ser humano. Suelen
proponer soluciones a retos reales que a
menudo contradicen las soluciones que Dios
propone y las demandas que impone para el
bien de cada hombre, mujer y niño. El
documento episcopal sirve de guía para
discernir y decidir:
“No ofrece un listado cuantitativo de
temáticas para su consideración por igual,
sino que describe y hace importantes
distinciones entre cuestiones morales
reconociendo que algunas implican la clara
obligación de oponerse a males intrínsecos
que nunca pueden ser justificados y que
otras requieren acciones para buscar la
justicia y promover el bien común. En
resumen, llama a los católicos a formar sus
conciencias a la luz de su fe católica y llevar
nuestros principios morales al debate y las
decisiones sobre candidatos y temáticas.
Los obispos nos aseguran que no estamos
solos y sin ayuda a la hora de abogar y votar
con una conciencia cristiana bien formada a
favor del bien común – todo lo contrario:
“La declaración reconoce nuestro
patrimonio doble como fieles católicos y
como ciudadanos estadounidenses. Somos
miembros de una comunidad de fe con una
larga tradición de enseñanza y acción sobre
la vida y dignidad humanas, el matrimonio y
la familia, la justicia y la paz, el cuidado por
la creación y el bien común. Como
estadounidenses, estamos también
bendecidos con la libertad religiosa que
salvaguarda nuestro derecho a llevar
nuestros principios y convicciones morales a
la escena pública. Estas libertades
constitucionales deben a la vez ser ejercidas
y protegidas, en la medida en que algunos
pretenden silenciar las voces o limitar las
libertades de los creyentes religiosos y las
instituciones religiosas. Los católicos tienen
los mismos derechos y deberes que los
demás de participar plenamente en la vida
pública. La Iglesia a través de sus
instituciones debe ser libre para llevar a
cabo su misión y contribuir al bien común sin
ser presionada a sacrificar sus enseñanzas y
principios morales fundamentales” .
La voz de Dios en la conciencia
El “seguir mi conciencia” en privado y en
público no puede significar hacer lo que nos
parezca. Más bien, es seguir la diáfana voz
de Dios en la conciencia y en la Iglesia. El
Concilio Vaticano II en la Constitución Pasto-
ral Gaudium et spes declara:
“El hombre descubre una ley que él no se da
a sí mismo, sino a la que debe obedecer y
cuya voz resuena, cuando es necesario, en
los oídos de su corazón, llamándolo siempre
a amar y a hacer el bien y a evitar el mal: haz
esto, evita aquello. […] La conciencia es el
centro más secreto del hombre, el santuario
en el que está solo con Dios y en el que su
voz se hace oír” (§ 16).
Desde aquí hay que votar, en conciencia.
Martha Fernández
│ │
L lega en pleno el tiempo de
vacaciones, especialmente para los
niños y los jóvenes. El curso ha
terminado. Las salidas a los lugares de
origen o a otros sitios son parte de este
mes de agosto. Aquí, también os quedáis
muchos. La capital nunca queda vacía, está
más tranquila y sin el agobio del trabajo.
Llegan también gentes procedentes de otros
lugares del mundo, vienen a ver esta ciudad
llena de historia y de realidades bellas.
Quizá lo más importante es descubrir que
los cristianos no debemos ni podemos
excusarnos para tomar la decisión de entrar
decididamente, con todas nuestras fuerzas,
en ese proceso que el descanso y las
vacaciones nos posibilitan.
Tiempo de gracia
¿Puede ser un tiempo de reflexión, de ver
todo desde otras perspectivas, de cambio,
de renovación? Claro que puede serlo.
Desde mi misión como arzobispo os digo a
todos que la gracia y la paz de Nuestro Señor
Jesucristo habite en vuestros corazones y se
difunda a través de vuestra vida con quienes
y donde estéis pasando estos meses. Muy
especialmente pido esta paz de Jesucristo
para los niños y los jóvenes, porque esta paz
es la que llena el corazón de alegría y es
medicina para el descanso y de paz.
Caminando con María Salís de una tierra donde la Santísima Virgen
María tiene desde hace muchos siglos una
presencia singular. Os invito a que donde
estéis viváis un encuentro expreso con Ella,
visitando juntos, toda la familia, el santuario
más cercano que tengáis.
Ella, Nuestra Madre –como la llamamos
desde que Jesús nos la entregó como
Madre–, antes que ningún otro ser humano
y de forma insuperable, creyó y experimentó
que Jesucristo, Verbo encarnado, es la
cumbre y la cima de la felicidad y de la dicha,
experimentada en el encuentro del hombre
con Dios. La Santísima Virgen María,
acogiendo la Palabra plenamente, «llegó
felizmente a la montaña» donde vivía su
prima Isabel e hizo experimentar a quienes
estaban en aquella casa el gozo y la felicidad
que daba la presencia y cercanía de Dios a
sus vidas. Experiencia que tuvieron desde un
niño no nacido aún –Juan el Bautista, que
estaba en el vientre de su madre– hasta
aquella anciana mujer, Isabel, que pudo
decir de María lo más grande que se puede
decir de un ser humano: «Dichosa Tú que
has creído que lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá». Visitad un santuario.
María, maestra de amor
Con la ayuda de María, os propongo que
verifiquéis la fe en la vida de cada día.
Demostrad vuestra responsabilidad.
Mostrad en todos los lugares que sabéis de
Dios, que sabéis de la Verdad, y que,
precisamente por ello, os convertís en
indicadores del camino. Un indicador que
entre otras cosas señala dirección a todo ser
humano con el que se encuentre.
En el seguimiento de Cristo de la mano de
María, encontramos la alegría, la verdad, la
vida y la paz. Sed en vuestra vida discípulos
misioneros que, como María, presentan al
Señor allí donde se encuentran, regalando
apertura a Dios y a los hombres; diálogo con
todos desde la convicción absoluta que el
Señor nos manifiesta cuando nos dice «no
he venido a condenar, sino a salvar», y esa
disponibilidad plena y total que promueve
corresponsabilidad y participación.
Porque el mandamiento nuevo del amor es
la fuerza y el motor de quienes se han
encontrado con Jesucristo e impulsan la
evangelización, que significa fundamental-
mente que, en el encuentro con Jesucristo,
se le desvelan al hombre las fuentes de su
identidad y se hace capaz de desarrollar
toda la plenitud de su ser.
Nuestra programación pastoral debe
inspirarse en el mandamiento nuevo del
amor (cfr. Jn 13, 35). María puede ser para
nosotros esa gran Maestra que nos enseña
a hacer lo que Ella hizo: decir a Dios sí por
amor. No podemos malvivir, hemos de vivir
y de dar vida, por ello nuestra vida cristiana
tiene que tomar una decisión clara de ser
misionera, como lo hizo María en las bodas
de Caná; allí se convirtió en misionera,
señalando a quien podía llevar la alegría
para hacer la fiesta y expresando que,
haciendo lo que Él nos dice, es como se
devuelve vida y alegría.
Conversión misionera y pastoral
En este tiempo de más sosiego, a los
cristianos os invito a realizar esa conversión
misionera y pastoral de la que nos habla el
Papa Francisco, que ni es restauración ni
modernización.
La conversión misionera y pastoral se realiza
cuando volvemos a los orígenes, cuando la
orientación de fondo de nuestra vida se
pone bajo el signo de la esperanza, cuando
el encuentro con el Señor es absoluto.
Para renovar nuestra vida de discípulos, la
pregunta que debemos hacernos es esta:
¿Qué es propiamente lo cristiano? Y no otra
que a veces tenemos la tentación de
hacernos: ¿Qué piden los tiempos nuevos?
El cristianismo no es una casa comercial
preocupada por ajustar su propaganda al
gusto del público.
La fe cristiana es la medicina de Dios que no
se dirige por los gustos del cliente, ni por lo
que sabe bien, se dirige a entregar la salud al
ser humano. Como un día lo hizo el padre
Kolbe, al que oían cantar en el búnker del
hambre y en el que veían el rostro radiante
del hambriento, percibiendo en él el rostro
de Dios. Tened el coraje de la beata madre
Teresa de Calcuta, que con sus hermanas
recogía a los hambrientos y moribundos por
las calles de Calcuta envuelta en un amor
extraño para aquellos habitantes.
Verdaderamente cristianos
Os invito a vivir este camino para dar a cono-
cer a Jesucristo, siendo luz y sal de la tierra:
1. Cristianos valientes. No tengáis miedo de
decir que Dios quiere a los hombres y que
Jesucristo es el único Salvador.
2. Cristianos profundos. Consolidad vuestras
convicciones. Vivid teniendo la seguridad de
que Jesús es verdad y es la Verdad, es
camino y es el Camino, es vida y es la Vida.
3. Cristianos agradecidos y con coraje.
Habéis recibido mucho. Además sois
miembros de la Iglesia; con pecadores, pero
con muchos santos, ¿quién da más?
4. Cristianos íntegros. No viváis
cobardemente la fe. Debéis dar razones de
la misma, pero tened la seguridad de que
nadie puede presentar otra cosa mejor.
5. Cristianos orantes. Rezad mucho más
cada día, a solas, en casa, en el templo. Y os
aconsejo, o mejor, os pido, que aseguréis la
Misa los domingos.
6. Cristianos testigos. Que vuestras palabras
estén avaladas por la vida que hacéis, haced
el bien que podáis.
7. Cristianos verdad. Para ello hay que tener
cada día más vivas las medidas de Cristo en
cada uno de nosotros.
8. Cristianos fundados en el amor y en la
bondad de Dios. Entregad la vida desde este
fundamento.
9. Cristianos miembros vivos de la Iglesia.
Amad a la Iglesia que os entregó lo mejor de
vuestra vida: la vida de Dios; ella es vuestra
familia.
Monseñor Carlos Osoro Sierra También en el verano
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Sentado e n una banqueta, con los pies
descalzos sobre los ladrillos rotos de la
vereda, su gorra marrón ya gastada, su bigo-
te blanco y sus arrugadas manos sosteniendo
un bastón viejo de madera, cuyo mango
estaba envuelto con un trapo blanco lleno de
las marcas propias del uso d de años; miraba
la nada, desde la precisa y envidiable
perspectiva que da la experiencia.
El viejo lloró, y en su única lágrima expresó
tanto, que me fue muy difícil acercarme,
preguntarle o siquiera consolarlo. Por
enfrente de su casa pasé mirándolo, y al
cambiar su mirada fijándola en mí, le sonreí y
lo saludé con un gesto, aunque no crucé la
calle; es que … no me animé, pues no le
conocía, y si bien entendí que en la mirada
de aquella lágrima demostraba una gran
necesidad, seguí mi camino, sin lograr
convencerme de que hacía lo correcto.
En mi camino guardé esa imagen en mis
recuerdos; su mirada, que encontró la mía
en el infinito de la nada, ese lugar donde no
se encuentran más que decepciones.
Traté de olvidarme. caminé rápido, como
escapándome. Compré un libro y al llegar a
casa comencé a leerlo, esperando que el
tiempo borrara esa presencia… "Los viejos
no lloran así por nada", me dije.
Esa noche me costó dormir, pues la concien-
cia no entiende de horarios, y decidí que a la
mañana del día siguiente volvería a la casa y
conversaría con él.
Muy temprano desperté aquel día, recuerdo
preparé un termo con café, compré
panecillos y muy deprisa fui a la casa.
Golpeé la puerta, y una voz muy rasposa me
indicaba que en segundos sería atendido.
Luego de abrir, salió otro hombre.
- Que desea? - preguntó, mirándome con un
gesto áspero.
- Busco al anciano que vive en esta casa -
contesté.
- Mi padre murió ayer por la tarde - dijo en-
tre lágrimas.
- Murió! - dije decepcionado.
- Usted quién es? - volvió a pregunta
- En realidad nadie - contesté, y agregué, -
Ayer pasé por la puerta de su casa y estaba
su padre sentado; vi que lloraba, hoy volví
con el deseo de hablar con él, aunque veo
que es tarde.
- Usted es la persona de quien hablaba en su
diario- dijo.
Extrañado por lo que decía, lo miré pidiéndo-
le una explicación.
- Por favor, pase - me dijo aún sin contestar-
me. Me llevó hasta donde estaba su diario, y
leyó algo de la última hoja:
- Hoy me regalaron una sonrisa plena, y un
saludo amable… hoy es un buen día, un día
bello.
Me levanté lentamente, y al mirar al hom-
bre, le dije: -Si yo hubiera cruzado la calle y
hubiera conversado unos segundos con su
padre… Pero me interrumpió y, con los ojos
humedecidos de llanto, dijo:
- Si yo hubiera venido a visitarlo al menos
una vez este último año, quizás su saludo y
su sonrisa no hubieran significado tanto.
¡Con Espíritu de Alegría y servicio!
Masiel Hernández
Tel: 240-481-1965 carismatravelrcc@gmail.com
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Publicación de la Renovación Carismática Católica de la Arquidiócesis de Washington
P.O. Box 14832, Silver Spring, MD 20911 Gerente: Tirone Benalcázar Director: José Cortés Jefe de Redacción: Mirtha Hunter Diseño y Diagramación: José Ignacio Ramón
Colaboradores: Padre Roberto Cortés-Campos y Edwin Méndez Publicidad y Ventas: 301-339-3630 Fotografía: Oscar González; www.istockphoto.com e-mail: tdercc@outlook.com / Fax: 301-422-2213
La parábola llamada del «buen samaritano»,
en su relato sencillo y estimulante, indica un
estilo de vida, cuyo baricentro no somos
nosotros mismos, sino los demás, con sus
dificultades, que encontramos en nuestro
camino y que nos interpelan. Los demás nos
interpelan. Y cuando los demás no nos
interpelan, algo allí no funciona; algo en
aquel corazón no es cristiano.
Jesús usa esta parábola en el diálogo con un
Doctor de la Ley, a propósito del dúplice
mandamiento que permite entrar en la vida
eterna: amar a Dios con todo el corazón y al
prójimo como a sí mismos (vv. 25-28). «Sí —
replica aquel Doctor de la Ley— pero dime,
¿quién es mi prójimo?» (v. 29).
También nosotros podemos plantearnos esta
pregunta: ¿Quién es mi prójimo? ¿A quién
debo amar como a mí mismo? ¿A mis parien-
tes? ¿A mis amigos? ¿A mis compatriotas? ¿A
los de mi misma religión?... ¿Quién es mi
prójimo? Y Jesús responde con esta parábola.
Me viene en mente aquella canción:
«Palabras, palabras, palabras». Pero las pala-
bras no son suficientes. No. Es necesario
hacer, hacer. Y mediante las obras buenas,
que cumplimos con amor y con alegría hacia
el prójimo, nuestra fe brota y da fruto.
Preguntémonos —cada uno de nosotros
responda en su propio corazón—
preguntémonos: ¿Nuestra fe es fecunda?
¿Nuestra fe produce obras buenas? ¿O es
más bien estéril, y por tanto, está más
muerta que viva? ¿Me hago prójimo o
simplemente paso de lado? ¿Soy de aquellos
que seleccionan a la gente según su propio
gusto?
Está bien hacernos estas preguntas y
hacérnoslas frecuentemente, porque al final
seremos juzgados sobre las obras de
misericordia. Que la Virgen María nos ayude
a caminar por la vía del amor, amor generoso
hacia los demás, la vía del buen samaritano.
Que nos ayude a vivir el mandamiento
principal que Cristo nos ha dejado. Este es el
camino para entrar en la vida eterna.
Lunes a Viernes
7 - 8 AM
Los sábados:
8 – 8:30 a.m.
8:30 – 9 a.m.
9 – 10 a.m.
10 –11 a.m.
Y también los Domingos:
12 –1 p.m.
4–5 p.m.
Cómprelo ya en la Librería Ambulante de la Renovación Carismática
(240-505-4098)
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En esta ocasión el autor Miguel Ángel Pérez
nos presenta una nueva recopilación de
textos, historias reflexiones y anécdotas que
nos invitan a acercarnos a Jesús, para ser
verdaderamente felices.
En palabras del mismo autor este libro quiere
ser un medio para que conozcamos y
repensemos esos principios de vida para ser
felices: Conocer y a mar a Dios, amarnos y
respetarnos a nosotros mismos y a los demás,
superar los problemas que se nos presentan y
tener una familia
unida, cuidar de
nuestra salud física y
mental entre otros.
Las reflexiones e
historias nos llevan,
partiendo de una fácil y
corta lectura, a
profundas reflexiones
sobre la vida misma.
Un excelente regalo para jóvenes también.
Quique López habla de la inmensa sed
de hablar de la Virgen María y de hablar
con ella. Y de esa sed nace esta
producción musical “Intercede”, como
la respuesta de un hijo que quiere
agradar a su madre y demostrarle
cuanto la ama.
Destacamos de este excelente Cd
mariano los temas: “La flor más bonita”,
“María madre del amor”, “Mujer
vestida de sol”, “Voy de tu mano hacia
El”, y la alabanza “Intercede” , que le
da título al
Cd.
Le invitamos
a que junto a
Quique
López, y con
estas bellas
alabanzas,
le sigamos pidiendo a la Virgen María,
cada uno de nuestros días, que
continúe intercediendo por nosotros
ante Dios.
Papa Francisco
(Recopilación) Miguel Ángel Pérez Quique López
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