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Ana María Francia
Las Voces de la Noche
Monasterio María del Rosario de San Nicolás
Edición ad intra
Ana María Francia
Las Voces de la Noche
Segunda Edición de la Autora revisada y modificada.
Las Voces de la Noche (Poesía)1ra edición: La Plata, Dei Genitrix, 1997.
La autora ha firmado sus obras con anterioridad, como Ana María Rath
y Ana María Rodríguez Francia.
A Roberto AmondarainSacerdote
A Marciano Alba MartínezSacerdote
A Pablo Scervinoin memoriam
LIMINAR
Aguardar el acceso a un ámbito que vale todo el tiempo de la espera, aun cuando ésta signifique lo ilimitado. Aquí se da el asedio, la paciente escucha, el retirado hacer sitio hasta atisbar la luz inaccesible, que se entrega como pura donación.
Es el encuentro con Dios.Estos poemas se inscriben,
precisamente, como testimonio de ese encuentro; hallazgo del Absoluto cuyo rostro humano es Jesucristo, el Hijo de Dios que muere en la cruz y resucita; muerte y resurrección que se extienden sobre un horizonte de Amor inexpresable.
Así, ellos piden silente expectación y, a la vez, el intento de no estar alejado, sino de penetrar y compartir esto que, a la postre, es oración, plegaria, adoración. Y debe ser así justamente porque el núcleo se da en un Misterio de Amor, expresado en el ropaje de una singular belleza literaria.
Pablo ScervinoFormosa, 1997
Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,aunque es de noche.
Aquella eterna fonte está ascondida,qué bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.En esta noche oscura de esta vida
qué bien sé yo por fe la fonte Fridaaunque es de noche.
Su origen no lo sé, pues no lo tiene, mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.Sé que no puede ser cosa tan bella
y que cielos y tierra beben della,aunque es de noche.
Bien sé que suelo en ella no se halla y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.Su claridad nunca es escurecida,
y sé que toda luz de ella es venida, aunque es de noche.
Sé ser tan caudalosos sus corrientes, que infiernos, cielos riegan, y las gentes,
aunque es de noche.El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.El corriente que de estas dos procede,
sé que ninguna de ellas le precede,aunque es de noche.
Bien sé que tres en sola un agua viva residen, y una de otra se deriva,
aunque es de noche.Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,aunque es de noche.
Aquí se está llamando a las criaturas,y de esta agua se harta, aunque a escuras,
porque es de noche.Aquesta viva fuente de deseo,
en este pan de vida yo la veo,aunque es de noche.
San Juan de la CruzCárcel de Toledo,
en el año del Señor,de mil quinientos setenta y ocho
I
como lámparaque se eleva cálidamente
y sólida
así
tu aparición
investidura de espadas y de rosasen el afable tiempo de
la espiga
II
en el desiertoámbito del asedio y la plegaria
desgarrando vendajes que pasarony sosteniendo el alma
entre el vértigo y la soledad
amor sin deficienciaque abarca
inunday asume el ser
para que la unidad se ciña
tus ojos
III
el mundo duerme
AmadoSeñor
estoy contemplándote
entre el límite de la vida
y la esperanza
IV
ahoracuando te has ido
he quedado desierta
sólo una brizna soyaventada en el eco
de un universo ajeno
qué serásin ti
de esta pequeña hojaque te amaba
V
aprendizajepara permanecer de pie
mientras tu presenciaes un nudo de silencio
callar a cada instante y abismarseen la maniobra de tus manos
al timón de la barca
labios de tu mudezojos de tu mirada
decisión de horizonte
aprendizajesobre las maderas de sal
y el amor
este amor en el vacío
y mar
y soledad
VI
abandonaré los vestigiosy emprenderé la marcha de la noche
a lo largo del desiertomis pasos develarán día tras día
la señal de tus huellasy en el aullido del viento sabrédesentrañar el eco lejanísimo
de tu voz
a lo lejosaunque sea de noche
el horizonte confiará un destellode la luz de tus ojos
y aún el silencio me entregará de tila raíz tumultuosa
de antiguas profecías
piedra por piedraarena sobre arena
marcharé por alcanzar el fuego de las purificaciones
y atravesaré el mundocomo sobre las alas de los ángeles
VII
unir este manojo de mirraque me diste
al racimo de alheña de tu persona
ramillete que exhala su perfumedurante la paciencia de los días
mece una brisala inclinación de tu belleza
hacia la flor fugaz
y el amor permaneceen la fusión serena de la mirra
y la estrellacomo un coro de ángeles pascuales
estoy aquí
sólo
VIII
como un ánfora de arcillavas modelándome
dulce certeza siempre renovadasiempre firmey hondo dolor
luz en la oscuridadconsolación suprema
como un ánforacomo un fuego encendido a medianoche
vas irguiendo mi formay mi corazón
arco tendido en las hendedurasdel tránsito y la espera
adónde vasSeñor
mientras persiste el sueñodel exilio
IX
y se desanudó en la tardela arboladura de tu amor
cuando el viento expiraba en los follajesy me perdía en ti
fuego de soledadatravesó las venas
y fue el mary sucedieron los astros
y el lujoso dolor
se extraviaron entonces mis manos en tus manos
emprendieron mis pies el camino de tus huellas
y el encuentro se consumóen el alma
como un murmullo imperceptible
X
se acallanen el umbral del viento
las voces
deponen sus saetaslos mensajeros
quién comprende
sólo tú y yoen esta intimidad
de la vigilia
XI
tu sangre enamorada
misteriosa belleza misteriosaéste dejar de ser
para que seas
XII
reposar en tu amorcon la firme blandura de
los pájaros
esta fatiga reposary hundirme en tu palabra
y en tu fuerzacomo se pierde una estrella
en el azulque invadeel claro día
reposar en tu amormientras el mundo
va quedándoselejos
poco a poco dormido
XIII
sol en la oscuridad
metal purísimo
dardo de oro en el centrode la rosa
XIV
dame la voz de ese silenciopara que los ángeles velen mi silencio
y me encuentre
dame la placidez de las gaviotasy la antigua memoria de tu huella
en la arena
dame tu amor
y lo de más se morirá conmigo
XV
he sentido la fuerzade tus manos
vendando las heridas
y amanecieron jazmines en la sangresólo por tu mirada
y juntosamigo mío
hemos continuado el caminopor la casa de Dios
XVI
siento por tiel silencio
de la palabra que jamás acierta
mientras la sombra empañael susurrar de las estrellas
tan lejanas y próximastan distantes e íntimas
cuando tu amor es una espadasobre mi voz
XVII
cuando impregnó tu cuerpolas entrañas y el corazón
se encendieron estrellas en mis ojos
y fui reinacasa de pan
sombra de los lagares
el signo de tu espadahabía partido en dos el yunque
de mi vidaoro y laurel
huesos divinizados
en el secreto de tu voz que llegabael mundo o tus
confusos murmullosquedó atrás
la soledad se transformó en ermita
y el lenguaje perdió su resonanciacomo una vieja campana en agonía
cuando supe que estabasnada tuvo otro nombre que no fuera
tu Nombrey adoré
Señor
como una extraña reinadescalza y peregrinacomo la dulce arena
donde se aduerme el mar
XVIII
nadie comprendecuando le hablo a solas y en alta voz
al cielo del desierto
cuando elevo mis manosy los ojos se alejan como naves
hacia una vida Otrahilo de sal
cuando pronuncio un nombrey doblo el sayal del Ángelus
como si cada pedazo de piedrafuese un susurro
eco de una presencia desconocidaque inunda y permanece
tuyoel misterio
cuando sólo el amor y la oscuridadson el camino
y la luz
XIX
si yo pudiera abrir las puertasen el instante en que tu divinidad
penetra en mis recintosfácil sería morir entre tus brazos
y levantar los párpados en la morada nueva
entoncesel hierro el jazmín
y la llagada sangre de esas manoscuando en la latitud del desamparo
tiendo mis manos hacia el vacío
y siempre estásen el límite del abismo y el absurdo
cuando el caos el vértigo y la oscuridadamenazan mi barcala apesadumbrada
si pudiera abrir estas puertas
pero no puedoSeñorya ves
no puedo
y sólo tengo para entregarteesta oquedad
XX
va tu amor sólo por la senda estrecha yescondida y corre por el canal de esa sangre
que estalla como un sol en la marea
Dios en pedazosdonde todo se oculta y permanece
XXI
ha caído la noche de tu estrellasobre el sudario
reposo de tu cuerpoallí
en la magnitud de un aullidouniversal y deicida
no se escucha el rumor de las aguas ni una campana
distante ni un pájaro
es tu cuerpoestirado sobre la piedra
oscuros y entreabiertos los labioscuando al acallarse la voz
enmudecieron hasta las hojas de los árboles
ha caído la noche de tu estrella
Señor
de rodillas
descalza
estoy
XXII
“Tu Dios es fuego abrasador”Deut. 4, 24
respiraré tu nombrey los pájaros conocerán la hondura
de tu abismocantado por mi voz enamorada
por mis manos absortasen el refugio de tus manospor mi inquietud sedienta
del hontanar de tu serenidad
respiraré tu nombrecuando al alba las últimas estrellas
sean vestigio de tu luzel sol un ascua sobre el cenit
y el crepúsculo un soplosobre el Ángelus inmediato
de la tarde
respirarétu nombre
para que seas en mí
XXIII
“Cuando llegaron cerca del puebloadonde iban, Jesús hizo ademán
de seguir adelante. Pero ellosinsistieron: ‘Quédate con nosotros
porque ya es tarde y el día se acaba.’Él entró y cenó con ellos.”
Lc. 24, 28-29
densa ha sido la noche y cavilosacuando mi pie ha hundido su oscuridad
en el desierto de tu ausencia
densa ha sido la noche
pero he tejido día a día la trama deeste velo nupcial
y te he aguardado sobre el filo del albacomo un empecinado centinela
y has regresado al fin retornándomeun tiempo de magnolias
ya nada puede ser en mí más puroque la cena suavísima
esfuerzo de tu sed contemplar por tus ojosser en tus manos la mano que acaricia
y bálsamosonreír en tu labios y escuchar desde ti
las vocessólo para servirte
de caminoporque el día termina
y llega la noche sigilosa
Señortiendo mis manos hacia las tuyas
entonces todo me pertenece
XXIV
oh muerte muerte dulce y conmovidaque me abrirás las puertas del Amadoque me revestirás de la toca nupcial
túpurificadora
lugar del heroísmocadencia silenciosa y solitaria
te amomuerte
porque das la vidaen las graves instancias del Amado
y siembras en el secreto del corazónun estallido de claveles azulesy una música íntima y terrible
oh muertemuerte la preciosa llama
que me abrirás los brazos del Amado
cuando en la nocheel corazón clamante
estire sus raícescuando las manos busquen impacientes
el puerto de tus manossé que en algún instante del camino
estarás con la lámpara encendidavelando
sigilosa y puntualcallada y tímida
ah muerte dulce y espaciosaque vendrás
para que pueda renacer en élel esperado
el deslumbrante abismo
Coda
mientras tantola Doncellala Madre
vela
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