apostoles de la paz

Esto es muy cierto y todos podemos creerlo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores de los que yo soy el primero.

1. Tim. 1, 15

DIOS LIMPIA DEL

PECADO

Dios es infinito e

ilimitado en su

amor

La gracia trae del alma del penitente

todo aquello que conlleva de

suciedad, ceguera, amargura, soledad, infelici

dad… porque Dios, cada vez que uno de

nosotros derriba el muro del soberbia y se

vuelve humilde, reconociendo sus

realidad, todo es alcanzable. El amor de Dios

sólo desea que esa zanja que nos separa del

DIOS EXIGE UNAS CONDICIONES

• Examen de conciencia:

es necesario revisar

nuestra vida con

objetividad.

• Dolor de corazón.

Sentirnos indignos de

recibir tantas bondades

de Dios.

• Propósito de cambio:

animarse a corresponder

a ese amor del Padre.

• Confesión: manifestación

de los pecado al

sacerdote.

• Satisfacción: salvando las

diferencias, lo que

hemos defraudado a Dios

y a nuestros hermanos.

Diferencia de pecados• Pecados de comisión. Es hacer algo

incorrecto ante Dios

• Pecados de omisión. No actuar

cuando nos corresponde.

Pecados que matan

y debilitan.El pecado es ruptura con

Dios, con el hermano necesitado

y con uno mismo.

• PECADOO MORTAL es el que

mata la gracia o la vida de

Dios en una persona.

• PECADO VENIAL empobrecen

Sus nombres:

•Re

•En

•Cuen

•tro.

• Otorga la gracia, aumenta la gracia,

consolida la gracia. Reanudamos la

relación con Dios sin ninguna

barrera que nos lo impida.

Por la cruz, con la

cruz y en la cruz

de Cristo

encuentran las

personas el

perdón y la

misericordia. Y se

abrazan a ella

como el mejor

asidero en medio

de tantas

debilidades y

flaquezas.

•Sacramento

de

conversión

Realiza la

llamada de

Jesús a la

conversión.

• Sacramento

de la

Penitencia,

consagra un

proceso

personal y

eclesial de

conversión,

de

arrepentimi

-ento y de

reparación.

• Sacramento de la

Confesión, se declara la

culpa con valentía.

•Sacramento

del perdón.

Dios

concede el

perdón y la

paz.

Sacramento de la reconciliación.

Otorga al pecador el amor de Dios

que reconcilia.