arquidiócesis de barranquilla - curso de cantores
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ABRIL—MAYO DE 2012 1
01 El equipo de cantores
02 Música al servicio de la liturgia
03 Música profana, religiosa y litúrgica
04 Espiritualidad y formación de los cantores litúrgicos
05 Servir como cantores litúrgicos
06 Cantos según su naturaleza y función
07 Cantos del Ordinario de la Misa: El Gloria
08 Cantos del Ordinario de la Misa: Las aclamaciones
Instructivo para Cantores # 1. Pág. 1 de 1
ABRIL - MAYO DE 2012 1 1. Dinámica:
Se canta “el padre Abraham” y se realizan las dinámicas según el desarrollo de la canción.
2. Oración: Salmo 33,16
“Dad gracias a Yahvé con la cítara, salmo-diad para Él al arpa de diez cuerdas, cantadle un cantar nuevo, tocad la mejor música en la animación.”
Se interioriza el pasaje y se reflexiona teniendo en cuenta las siguientes preguntas:
1. ¿Interpreto la mejor música en la celebración litúrgica?
2. ¿Me preparo musical y espiritualmente para el servicio en la Eucaristía?
3. ¿Dedico tiempo suficiente en la escogencia de los cantos?
3. Desarrollo
3.1 El equipo de cantores
Es un grupo de cristianos creyentes impregnados del espíritu de la liturgia, que poseen habilidades para el canto y la música, las cuales ponen al servi-cio de la asamblea en la animación de la celebración litúrgica, los cantores no son los protagonistas musicales de la liturgia, son quienes guían a la comunidad en los momentos de animación musical. El equipo de cantores de-be tener un coordinador que los dirija y un secre-tario que elabore las actas y recuerde los com-promisos; debe reunirse para ensayar y para orar, debe animar a la asamblea a participar, or-ganizarse para cumplir con las celebraciones li-túrgicas de su parroquia, estar atento a ellas y ser testimonio en su comunidad, evaluar los tra-bajos realizados y mantener relaciones fraterna-les con el equipo y la comunidad.
La ubicación del coro en el templo debe revelar su función principal, la de ser una parte de la asamblea que realiza la tarea de ayudarla a can-tar, permitiéndoles a todos los actores de la celebración una participación mas plena en la misa.
3.2 Para tener en cuenta:
En algunas parroquias existen grupos musicales que son contratados para intervenir en algunas celebraciones. Es importante que estos grupos se integren de alguna manera al equipo de can-tores o al Comité de la célula para la animación litúrgica, para que exista una verdadera coordi-nación entre cantores, músicos y la parroquia. Todos los grupos musicales, parroquiales y con-tratados, deben mantener un mínimo de crite-rios comunes (musicales y de formación litúrgi-ca), con el fin de ejercer mejor un servicio tan
importante y llegar a realizar celebra-ciones vivas. El equipo de cantores no debe convertirse en un grupo que ofrece un espectáculo concertista, debido a que falsea el verdadero sen-tido de la acción litúrgica.
4. Compromisos
Orar por el equipo de cantores, su consoli-dación fortalecimiento y crecimiento.
Identificar en la célula otros fieles que pue-dan participar del equipo de cantores, tenien-do en cuenta lo socializado durante la reunión. Proponer los nombres al coordinador quien a su vez deberá consultar con el párroco para su aprobación.
Taller para Cantores # 1. Pág. 1 de 1
ABRIL - MAYO DE 2012 1 Indicaciones:
Antes de empezar le sugerimos leer el documento llamado “Información general para to-dos los equipos” - el cual hace parte de todo el material entregado, a los Delegados de Liturgia, en este primer número -, donde se explica el nuevo esquema formativo que empezaremos a partir de este momento; y que abarcará los próximos dos años. Previo al diligenciamiento del presente taller se requiere el estudio del Instructivo Formativo correspon-diente. Es importante recordar que, además del estudio de este instructivo específico para Cantores, tam-bién se debe estudiar, y realizar el taller, del instructivo general, dirigido a todos los equipos de animación litúrgica.
Taller: 1. Sobre el equipo:
a. Busca tres definiciones de la palabra “Equipo”, e identifica en estas definiciones los elementos en común.
b. Conversa con tus compañeros (as) de equipo los elementos en común identificados y reflexiona si su equipo de música responde a esto.
c. Si se han encontrado sombras, establezcan un plan de trabajo para eliminarlas. d. Escribe, teniendo en cuenta el instructivo formativo, y el ejercicio de búsqueda del diccionario tu pro-
pia definición de “Equipo de Cantores”
2. Sobre la organización:
a. ¿Qué es un coordinador? b. ¿Cuál es la función del secretario? c. ¿Qué horario de estudio (instructivos) y de ensayos poseen? d. ¿Por qué el coro debe ubicarse como parte de la asamblea?
Actividades
1. Los participantes se sitúan en dos círculos concéntricos. Los del círculo interior se colocan mirando hacia fuera, de manera que ten-gan en frente su pareja del círculo exterior. El director/a del juego irá leyendo unas frases que serán el tema de conversación con su res-pectiva pareja, cuando el animador/a diga “¡ya!”, comienza a girar el círculo exterior un lugar, si anteriormente habló solamente el del circulo exterior, ahora sólo hablará el del círculo interior igualmente hasta que el director/a del juego diga “¡ya!”. Tras varias tandas se puede cortar el juego.
2. En la sopa de letras, encuentre diez (10) palabras relacionadas con la formación de los equipos de cantores.
S L U F M U L O A A
P E Z I E O I P I N
O R R L A U T E U I
E A G V O N U N Q M
N R C E I O R S O A
R O T N A C G A R C
O P I U Q E I Y R I
D M U S I C A O A O
A S A M B L E A P N
Instructivo para Cantores # 2. Pág. 1 de 1
AGOSTO - SEPTIEMBRE DE 2012 2 1. Ambientación:
Dios esta aquí
2. Oración del músico
Gracias señor, por concederme una voz para ala-barte y por llamarme a usarla en bien de mis her-manos. No permitas que la soberbia se aprove-che de mi y concédeme reconocer que todo se debe a ti. Ayúdame, Señor Jesús a llevar la música y los cantos de tal forma que los demás participen en la celebración eucarística. Señor, con la gracia del Espíritu Santo, haz, que yo sea con-siente de que al ayudar a cele-brar tu Misterio Pascual, estoy ayudando a traer alegría al mundo y a la vez llevando al mundo hacia ti. Amén.
3. Desarrollo
3.1 Música al servicio de la liturgia
La música y el canto son esenciales en toda fies-ta y también en nuestras celebraciones litúrgi-cas, no son un adorno para que la celebración sea “bonita”, sino que son oraciones hechas mú-sica. De ahí que San Agustín dice con razón: "Cantar es propio del que ama", y como dice un Pro-verbio: "Quien canta bien, ora dos veces". Para que el canto y la música tengan en la Cele-bración Eucarística el lugar que les corresponde, es necesaria una buena preparación litúrgico-musical de quienes componen el “coro”, y que éste sea siempre un servidor de la asamblea, no un coro “espectáculo”.
Los cantos propios de la Eucaristía deben ser preparados con anterioridad por el equipo de li-turgia y el coro. La improvisación, lamentable-mente es demasiado común en muchas comuni-dades, empobrece nuestra posibilidad de alabar al Señor. Los cantos deben ser conocidos por los
fieles. Una de las tareas de todo coro es enseñar cantos y ensayarlos con la asamblea.
3.2 Preguntas para Interiorizar
a) ¿Lees la Palabra cada día para conocer mas de Dios y can-tar lo que él nos dice? b) ¿Me preparo espiritualmente y ofrezco mi servicio a Dios? c) ¿Cuándo canto lo hago para
alabar a Dios, o para que me escu-chen?
4. Para tener en cuenta
Al comprender la Celebración Eucaristía y la Li-turgia, resulta fácil escoger los cantos adecua-dos; y que estos a su vez sirven para acompañar la misma. La importancia del canto en la Eucaristía nos compromete a continuar esforzándonos por ani-mar a la asamblea, a participar activamente en esta y a reflexionar del servicio que prestamos; recordemos que se canta la misa, no se canta en la misa.
5. Compromisos Preparar con anticipación los cantos escogidos
para cada Eucaristía. Dentro de la animación invitar a la asamblea a
acompañar con los cantos. Prepararse en cada servicio musical habiendo
recibido el sacramento de la reconciliación.
Taller para Cantores # 2. Pág. 1 de 1
AGOSTO - SEPTIEMBRE DE 2012 2 Taller: Sobre la asamblea:
1. ¿En tu comunidad la asamblea participa con los cantos en la Celebración Litúrgica? Justifica tu respuesta.
2. ¿Qué estrategias utilizo para que la asamblea participe en la Celebración Litúrgica?
3. Sobre el canto en la celebración
4. ¿Cómo preparo mi servicio del canto en Celebración Litúrgica?
5. ¿Qué tengo en cuenta para escoger los cantos de la Celebración Litúrgica?
Actividad
Resuelve el crucigrama con la ayuda de una Biblia
HORIZONTALES
1. Provincia a la que Jesús iba por delante de los discípulos y donde lo verían (Mt 28,5-8)
2. Palabra que utiliza el ángel para decirle a las mujeres lo ocurrido con Jesús, después de decirles que no estaba allí. (Mt 28,5-8)
3. Lo que pensaron los apóstoles cuando las mujeres les relataron lo ocurrido en el sepulcro, no dando crédito a su testimonio. (Mt. 28,5-8)
4. Motivo por el que corrieron las mujeres llenas de alegría. Lo que querían hacer a los discípulos. (Mt. 28, 5-8)
5. Lo que vio en el suelo el discípulo que iba con Pedro. (Jn 20, 3-8)
VERTICALES
6. Ser espiritual que habló a las mujeres diciéndoles que Jesús había resucitado. (Mt 28,5-8)
7. Lienzo con el que cubrieron la cabeza de Jesús y que vio en el suelo el discípulo que iba con Pedro. (Lc 20,3-10)
8. Alimento que partió Jesús con los discípulos de Emaús (Lc 24,29-35) 9. Gozo, felicidad, dicha. Sentimiento del que estaban llenas las mujeres al saber que Jesús había resucitado y
cuando iba a comunicarlo a los discípulos. (Mt 28,5-8)
10. Persona que cuida una huerta. Aquel con el que confundió María a Jesús cuando Él le preguntó a quién busca-ba. (Jn 20,11-18)
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Instructivo para Cantores # 3. Pág. 1 de 1
OCTUBRE - NOVIEMBRE DE 2012 3 1. Dinámica
Dividir al grupo en dos, escoger tres palabras que aparezcan en canciones utilizadas en la Iglesia para que el equipo contrario seleccio-ne y cante una canción que tenga la palabra que le dio el otro equipo.
2. Oración: Salmo 146, 1
“Alabad al Señor que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa”
Preguntas para interiorizar
a) ¿Dedico suficiente tiempo pa-ra la preparación de los can-tos en las celebraciones litúr-gicas?
b) ¿Me considero un músico ins-truido en lo relacionado con la liturgia?
c) ¿Conozco las cualidades del canto litúrgico?
3. Desarrollo
Música Profana, Religiosa y Litúrgica.
3.1 Música Profana:
Es un arte noble y grandioso, que se pone exclu-sivamente al servicio del sentimiento humano pa-ra interpretarlo bajo las formas más variadas. Dentro de esta encontramos: la ópera, sinfonía y ritmos modernos.
3.2 Música Religiosa:
Es el arte que se inspira de los textos sagrados y en la fe del compositor, a este género pertenece la música utilizada en encuentros, grupo de ora-
ción, asambleas familiares, es decir, en reunio-nes religiosas “no litúrgicas”, éstas canciones que surgen de manera espontánea como una forma de alabar a Dios.
3.3 Música Litúrgica:
Según la Instrucción Musicam Sacram, se define como música litúrgica aquella creada para
las celebraciones litúrgicas y que posee cualidades de santidad. La música litúrgica no acepta lo profano, y no solo en si misma, sino en el modo co-mo lo interpreten los mismos cantores. El canto litúrgico no tiene sentido solo pa-ra si, en plan de concierto o espectáculo, sino para ayudar a la comunidad a expre-sar su fe y celebrar el misterio. “ Todo aquello que tenga sabor de pro-fano se debe descartar del lugar sagra-do”
4. Para tener en cuenta Aunque algunas celebraciones eucarísticas son en honor a la Madre del Señor, estas no dejan de ser Cristo céntricas (Cristo centro), por lo tan-to los cantos marianos solo se admiten al final de las celebraciones.
5. Compromisos Orar para poder seguir formándose en todo lo
relacionado con la liturgia y ser dóciles a las normas de nuestra Iglesia Católica .
Evaluar los cantos que se entonan en las cele-braciones litúrgicas en la que prestamos nues-tro servicio y analizar si poseen las cualidades antes expuestas.
Taller para Cantores # 3. Pág. 1 de 1
OCTUBRE– NOVIEMBRE DE 2012 3Taller: 1. ¿Qué es para ti música litúrgica? Justifica tu respuesta.
2. ¿Qué diferencia hay entre música profana, religiosa y litúrgica?
3. ¿Buscar el significado de :
Cristo céntrico Rito Culto Melodía Alabanza
Actividad
Con la ayuda de las siguientes preguntas encontraras la respuesta en la sopa de letras.
1. Celebración del Misterio de Cristo y en parti-cular de su Misterio Pascual, aquella creada para las celebraciones litúrgicas y que posee cualidades de santidad.
2. Lo contrario de la música sacra.
3. Arte que es inspirado de los textos sagrados y en la fe del compositor.
4. Forma en la que podemos hablar con Dios.
5. Es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús.
6. Es el ser único y omnipotente creador del cielo y de la tierra
7. Acción de exaltar o glorificar a Dios.
8. Grupo o conjunto de seres humanos la cual viven en unidad.
M U S I C A R E L I G I O S A
U N E H L F C G I Q K J R F G
S E U K K H O F T W L H A D H
I A C F L B M D U E O G C S J
C S A L L D U S R R U F I A M
A P R O F A N A G T D I O S N
D J I D S C I Ñ I Y U D N B V
G F S F F H D K A D A R G A S
J M T J D G A L A B A N Z A C
C N I F C B D O I C I V R E S
J D A N I M A C I O N S D Z X
“ El que canta ora dos veces”
Instructivo para Cantores # 4. Pág. 1 de 4
ENERO - FEBRERO DE 2013 4 Oración del Músico
Gracias Señor, por concederme una voz para alabarte y por llamarme a usarla en bien de mis hermanos.
No permitas que la soberbia se aproveche de mi y concédeme reconocer que todo se debe a ti.
Ayúdame, Señor Jesús a llevar la música y los cantos de tal forma que los demás participen en la celebración eucarística.
Señor, con la gracia del Espíritu Santo, haz, que yo sea consiente, que al ayudar a celebrar tu Misterio Pascual, estoy ayudando a traer alegría al mundo y a la vez llevando al mundo hacia ti.
Amén. I. Espiritualidad y formación de
los cantores litúrgicos
La Carta a los Efesios anima de una manera her-mosa la espiritualidad de los cantores litúrgicos con el siguiente consejo: "Llénense del Espíritu. Inter-cambien salmos, himnos y cánticos espiritua-les. Que el Señor pueda oír el canto y la mú-sica de sus corazones. Den gracias a Dios Padre en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, siempre y por todas las cosas" (Ef. 5, 18-19). De acuerdo con este pasaje, la música cris ana cumple una función externa y una interna. Se usa en la liturgia como una forma de expresar nuestra fe ante los
demás. Y a la vez despierta una fe personal, mediante la cual le cantamos y llegamos a Dios con el corazón. La música nos ayuda a darle gracias a Dios en todo mo-mento por todas las cosas en nombre de Jesucristo. Esto lo hacemos en público y en privado.
1.Lamúsicadelafe
Siempre que cantas o tocas música en la iglesia, pones en prác ca algo que va más allá de tus ap tudes musicales: tu fe. Cuando rezas el Rosario, pronuncias palabras y mueves las cuentas pero tu corazón está centrado en la oración. Cuando lees la Sagrada Escritu-ra, lees palabras pero tú corazón está centrado en Aquél que la inspiró. Cuando cantas o tocas música en la iglesia, tu corazón debe estar centrado en la oración. Debes estar consciente de la presencia de Dios a tu al-rededor y dentro de . Cuando haces música, debes saber que resuenas con Dios.
La música requiere concentración y la música li-túrgica requiere oración. San Pablo escribió: "Debo rezar con mi espíritu, pero también con mi mente. Cantaré alabanzas con el espíritu, pero también con la mente" (1 Co. 14-15). Pablo no quería que nos limitáramos a hacer sonidos durante la liturgia, aunque esos sonidos fueran bellos. Nos ense-ñó que debían tener un propósito; que nos concentrá-ramos en lo que decimos, cantamos y tocamos.
A veces las palabras que cantamos o las notas que tocamos no reflejan nuestros sen mientos. Cuando estamos tristes, es di cil cantar himnos de alabanza. Cuando estamos alegres, resulta di cil cantar lamentos. Sin embargo, la música nos invitará a entrar en su signi-ficado y nos iden ficaremos con los que lloran y con los que ríen. Sen remos de manera más profunda que so-mos parte de un mundo más grande que alaba a Dios y recibe sanación.
Entonces, si te resulta di cil cantar algo, cántalo de todos modos. Deja que la Palabra de Dios llene tu
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boca y el sonido de la voz de la comunidad guiará tu espíritu.
A veces te pedirán que toques o cantes algo que has dirigido cientos de veces. Lo conoces bien. Ya ni lo prac cas. Al ejecutarlo, tu mente se distrae. Si esa músi-ca ha llegado a aburrirte, puede ser una señal de que su calidad no es muy buena. La buena música litúrgica se puede cantar miles de veces. Tiene el poder de conver-rse en parte de y ponerte en presencia de Dios muy
rápidamente. Si conoces bien la pieza, puedes abordarla cada vez más profundamente. Pero requiere esfuerzo.
Sin duda, la música nueva ene su encanto. Hasta la Sagrada Escritura alaba el poder de un cán co nuevo. El Salmo 96 y el 98 comienzan con una invitación a cantar un nuevo cán co a Dios. Una de las señales de redención es cantar un cán co nue-vo. Cuando aprendes música nueva, te reencuentras con el an guo mis-terio de Dios de una manera nueva. Hay gente que no quiere aprender música nueva, porque es di cil can-tar lo que no conocemos. Pero, en su novedad, la música puede elevar nuestra fe a una unión más profunda con Dios. Simboliza la venida de un día que no se parece ni suena a nada que hayamos vivido antes.
2.Cultivaraptitudes
El empo que dedicas a prac car es empo que dedicas en privado para prepararte para la liturgia públi-ca. Tiene el mismo valor que las oraciones diarias en el hogar que an cipan la oración en la iglesia los domin-gos. El empo en que prac cas también es un empo sagrado. En él aprendes a conocerte mejor y a conocer la música, a Dios y la fe. En los momentos solitarios de la prác ca comprendes lo buena que puede ser la música. Te reconforta el espíritu.
Cuando asistes a la misa el domingo para dirigir la música, llevas con go la experiencia de tu ensayo. Lle-gas con confianza; con una visión de lo que puede ser la música que vas a cantar. Llegas con fe renovada y se la revelas a la asamblea reunida.
Los buenos músicos litúrgicos cul van sus habili-dades además de su repertorio. No necesitas ser un cantante profesional para dirigir la música en la iglesia. Necesitas estar dispuesto a compar r los talentos que has recibido y a mejorarlos lo más que puedas. Asistes a la iglesia con el mismo espíritu que Pedro y Juan, que asis eron al templo un día a las tres de la tarde y se encontraron a un hombre lisiado de nacimiento que les
pedía limosna. Pedro dijo: "No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo: En nombre del Me-sías Jesús, el Nazareno, camina" (Hch. 3, 6). Si deseas llevar sanación y vida a los reunidos en la iglesia, no necesitas llevar el oro ni la plata de un entrenamien-to musical profesional. Llevas lo que enes. Con tus ta-lentos, los que languidecen se levantarán y caminarán.
Inspirarás a la gente no solo al cantar y tocar músi-ca, sino también con tu comportamiento durante toda la misa. Si estás atento a tus deberes, ellos también lo estarán. Si guardas los silencios, ellos también lo harán. Si estás a la vista de todos en la misa, es importante que, de principio a fin, seas un buen modelo de cómo se debe celebrar la liturgia. Ten el cantoral marcado a
mano para no distraer a la gente buscando la música. No aproveches el empo de las lecturas ni de las oraciones para cambiar los libros o papeles de la música. Ten cuidado cuando te sientes en el banco del órgano y te levantes de él. Evita dar instrucciones al coro durante la misa si se las puedes dar antes. No estás aquí solamente como músico; ante todo eres un miembro de la asam-blea. En primer lugar celebras la li-turgia con la comunidad y luego dentro de la comunidad ejerces tu función como músico.
El coro ideal es aquel que constantemente está atento a la oración durante toda la misa, ya sea que los demás lo puedan ver o no. Cada miembro del coro les debe a los demás miembros el cooperar para crear un espacio espi-ritual en que todos los miembros puedan rezar, escuchar y recitar o cantar las respuestas durante la misa. El coro está allí para celebrar la liturgia, no solo para proveer música de ocasión en ciertos momentos de ella.
3.Lavidaespiritual
Los músicos enen una capacidad natural para la vida espiritual. Si un joven toca bien, decimos que ene un don para la música. Hay personas que, desde la niñez, enen una ap tud para la música que parece ser innata,
y no procede de la prác ca y del estudio. Es como si Dios, al crear esta nueva vida, hubiera me do la mano en un balde de talento. Los músicos no pueden explicar-se de otra forma de dónde proviene este don. No cabe duda de que está dentro de ellos y también reconocen ese don en otros músicos. Este talento une a los músicos en una familia muy par cular.
Sienten el misterio de Dios obrando dentro de ellos y entre ellos. Hace falta talento y también trabajo duro, pero a fin de cuentas es algo que sucede gracias al Espíri-
Instructivo para Cantores # 4. Pág. 3 de 4
tu Santo que nos eleva fuera de nuestra vida normal y nos lleva a otro mundo. La experiencia nos llena de júbi-lo.
Los músicos enen la responsabilidad de compar r el don que Dios les ha dado. Dios concede sus dones para beneficio de toda la comunidad. "La manifestación del Espíritu que a cada uno se le da es para provecho común" (1 Co 12, 7). Cuando compartes tu don, proclamas la bondad de Dios y la comunidad alaba a Dios por el don que has recibido.
Ejercer la música implica comprensión y expresión. Después de aprender la música, el músico la expresa. Aprender la música litúrgica es un ejercicio espiritual porque esa música nos habla de Dios y de la manera en que lo alabamos. Expresar la música litúrgica es un acto de fe. Tiene éxito cuando saca a luz la sinceridad que estaba en lo profundo del corazón y la convierte en me-lodía y ritmo audibles.
Como cantor litúrgico, esfuérzate por ser un mo-delo de la vida cris ana dentro y fuera del espacio de la iglesia. Tanto durante las prác cas como en la liturgia, tanto en el hogar y en la escuela como en el trabajo y en los ratos libres, debes ser un modelo para otros cris a-nos, y estar consciente de los dones que Dios te ha da-do. Querrás compar rlos con los demás, e iden ficarlos dondequiera que aparezcan en la comunidad. Debes animar a los demás a que den rienda suelta a los dones que el Espíritu Santo ha puesto dentro de ellos.
Puedes cul var tu vida espiritual de la misma ma-nera en que cul vas tu arte. Prac ca. Presta atención al don que has recibido y cul valo a diario. Algunos días será más di cil que otros. Pero de semana a semana, mes a mes y año a año irás notando la diferencia. Irás madurando como músico, y también como discípulo de Cristo.
Hay muchos modos de cul var tu vida espiritual. A con nuación presentamos algunas sugerencias.
LamisadeldomingoComo católico, la hora más importante de cada semana es la misa del domingo. Te reúnes con tu comunidad el día de la Resurrección para expresar tu fe en que Jesús es el Hijo de Dios y que ha muerto y resucitado para salvarnos. Expresas esa creencia en unión con tus fami-liares, con tus amigos y con los desconocidos que se reúnen para hacer juntos lo que no pueden hacer solos. Todos ustedes forman un solo cuerpo. Viven la revela-ción de Dios como comunidad. Forman el cuerpo de Cristo cuando celebran juntos la liturgia y cuando llevan el Evangelio al mundo entero.
Como músico frecuentemente cumples un papel de liderazgo en la misa. Pero incluso si sirves como mú-sico solo de vez en cuando, tu par cipación en la misa cada semana es vital para tu propia espiritualidad y la integridad de tu parroquia. Tus hermanos en Cristo ne-cesitan tu presencia.
Prepárate para la misa cada semana por medio de la oración en privado y prac cando la música. Familiarí-zate de antemano con las lecturas del domingo. Úsalas para rezar en tu hogar. ¿Por qué aparecen en el Leccio-nario ese domingo? ¿Cómo se relacionan entre sí? ¿De qué manera se relacionan con la música que vas a can-tar y a tocar?
Cuando reces en privado, trata de releer las lectu-ras, quizás concentrándote en una de ellas cada día. No te olvides de incluir el Salmo responsorial. ¿Qué significa esta lectura? ¿Qué significaba para quien lo escribió? ¿Qué significaba para los que lo escucharon por primera vez? ¿Qué significa hoy para tu parroquia? ¿Para nues-tro mundo? ¿Para ? ¿Qué te está diciendo Dios hoy por medio de esta lectura de la Palabra?
Si adquieres el hábito de hacer este ejercicio, lle-garás a la liturgia del domingo preparado para escuchar la Palabra de Dios otra vez. Cuando los lectores procla-men las lecturas, escúchalas atentamente. Escucha el ma z de la voz. ¿Cómo te habla Dios ahora, cuando es-cuchas la Palabra en vivo? Cuando estás cantando los himnos, ¿qué nuevos significados adquieren en este contexto?
Familiarízate también con los empos del año li-túrgico. Probablemente enes ciertas tradiciones para Navidad, como por ejemplo, decorar tu casa. ¿Qué ha-ces para la Cuaresma? ¿La guardas como un empo de penitencia? Y, ¿qué del Adviento? ¿En qué se diferencia de la Navidad en tu casa? Cuando llega la Pascua, des-pués de haber ayunado 40 días, ¿festejas por 50? ¿Celebras el día de Santa Cecilia el 22 de noviembre? Al celebrar el año litúrgico, le das a la misa del domingo el contexto mediante el cual se interpreta y sobre el cual reina.
También puedes prepararte para la misa tomándo-te el trabajo de conocer a la gente con quien la celebras. Esfuérzate por cul var vínculos sólidos con los que no conoces demasiado bien o con aquellos con los que no siempre estás de acuerdo.
Especialmente si eres un líder musical (un director de coro, un acompañante/instrumen sta o un cantor), la gente necesita establecer una relación con go más allá de verte en tu puesto en la iglesia. Si les pides que aprendan una pieza musical nueva, responderán con mayor entusiasmo si te conoces y te enen confianza. De vez en cuando, es bueno presentarte antes de la mi-
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sa, para que todos sepan cómo te llamas. Vas a juntar a la comunidad en una sola voz; únete a ellos también después de misa. Sean uno en el servicio, en la educa-ción y en el comportamiento moral; sean uno en la amistad.
Laoracióndiaria Dedica empo cada día a rezar en privado y tam-bién con tu familia. Reza al comenzar cada día, antes de las comidas, y antes de acostarte. Elige un empo y un lugar, consagrados específicamente a la oración.
Rezar con las lecturas del domingo es solo una de las cosas que puedes hacer. También puedes rezar con la música que se va a cantar.
Dedica empo a las letras de los cantos e himnos. ¿De dónde provienen? A veces la fuente del texto apare-ce en la página. Tu cantoral y los otros materiales musi-cales también pueden tener al final un índice de pasajes de la Sagrada Escritura. ¿Se basan los textos en algo de la Biblia o de otra fuente espiritual?. Si se va a cantar alguna pieza con una clara referencia a un pasaje bíbli-co, dedica empo a leer el capí-tulo correspondiente. Te ayuda-rá a cantar con más significado.
La Liturgia de las Horas es un excelente acompañante para quienes deseen estar en sinto-nía con la oración litúrgica. La Oración de la mañana (Laudes) y la de la tarde (Vísperas) son par cularmente apropiadas. Comienzas y terminas cada día en unión con la Iglesia universal, rezando los salmos, escuchando la Palabra de Dios, rogando por las necesidades de la Iglesia y celebrando el empo o la fiesta del día.
ElsacramentodelaPenitencia Incluye el sacramento de la Penitencia en tu vida espi-ritual. Confesar nuestros pecados es un acto de humildad que nos hace sen r el perdón de Dios. Hacer que la confesión sea parte de tu vida ayudará a tus rela-ciones con los demás y profundizará tu agradecimiento hacia Dios.
A la gente a veces le parece que los músicos son demasiado prepotentes. Especialmente cuando diriges la música, ten cuidado de no parecer autoritario, impe-rialista ni "aristocrá co" respecto al don que Dios te ha concedido. Los buenos músicos litúrgicos son cris anos
hasta la médula. Comparten su don con humildad y gra-tud. Evitan que haya hipocresía entre las palabras que
cantan y la manera en que los dirigen. Jesús, quien no tenía paciencia con los hipócritas, los comparó con mú-sicos irreflexivos: "Cuando ayudes a un necesita-do, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sina-gogas y en las calles, para que los hombres los alaben" (Mt 6, 2).
Testimonioenmediodelmundo En fin, vive con esperanzas. Agradece el don que has recibido, y compártelo con los demás. Busca el per-dón y la reconciliación. Vive en la esperanza de un futu-ro mejor.
Los músicos sufren. Sacrifican su empo por su arte, y son incomprendidos por quienes no han recibido el mismo talento. Viven en un mundo que solo los de-más músicos comprenden plenamente. Oyen sonidos hermosos, pero también oyen palabras hirientes. Crean belleza para el mundo pero la pagan cara.
Todos vivimos en un mundo imperfecto. Los músicos lo vi-ven de otra manera porque por medio de su arte alcanzan a vislumbrar lo que puede ser la perfección. Cuando no alcanzan esa perfección, se sienten de-silusionados.
Pero Dios nos creó con un an-helo de algo mejor: con la nos-talgia de la dicha eterna. Espera con ansias la venida de Cristo. Espera con ansias el día en que los problemas de este mundo cederán paso a la gloria del mundo futuro.
San Pablo instaba a los corin os a sen r la espe-ranza de un mañana mejor, un día de misterio, un día en que todos cambiaremos para conver rnos en algo mejor, el día de la úl ma trompeta. "Al toque de la trompeta los muertos resucitarán como seres inmortales, y nosotros también seremos transformados" (1 Co 15, 52).
El fin más noble al que ende la música es anun-ciar la venida de Cristo. Para que eso suceda, los músi-cos litúrgicos cul van su fe así como cul van sus dones musicales: con agradecimiento y amor, con generosidad y con esperanza.
Taller para Cantores # 4. Pág. 1 de 1
ENERO – FEBRERO DE 2013 4 Nótese bien: Para trabajar en el taller, es necesario tener en cuenta los siguientes factores:
a) Todo el material por el cual se indaga en el taller, está contenido en el Instructivo Formativo # 4.
b) Por lo tanto es indispensable haberlo leído completamente.
c) Esta actividad debe realizarse con el equipo de cantores de la parroquia. (Ninguna de las actividades que les estamos enviando es para hacerla individualmente, nuestro servicio es comunitario, de comuni-dad, de comunión.)
d) Pueden desarrollar cualquiera de las técnicas de taller que quieran, sin no la dominan, pueden utilizar el siguiente proceso:
Efectuar en primer lugar, una lectura total del texto, en grupos de por lo menos dos personas.
Que se reúnan todos los grupos en el salón con tablero y marcador.
En la reunión, un lector lee la pregunta en voz alta, y el grupo responde ordenadamente.
El coordinador de cantores o un moderador irá anotando en el tablero las ideas expresadas por el grupo, finalmente las resumirá y definirá con el grupo las más adecuadas soluciones.
El trabajo del secretario consistirá entonces, en transcribirlas y entregar o enviar el taller resuelto al Delegado de Liturgia de la parroquia y/o Célula Pastoral quien lo hará llegar a la Comisión Arquidio-cesana de Liturgia (CALBAQ) junto con el resto de los talleres de los demás equipos de animación litúrgica. Recuerden que cada taller resuelto debe incluir todos los datos personales de los cantores que participaron de ellos.
Taller: 1. ¿Qué es aquello que todo cantor litúrgico pone en práctica más allá de sus habilidades musicales?
2. ¿Tienen como comunidad parroquial un equipo de cantores propio o acuden a colaboradores externos?
3. Cómo equipo de cantores a nivel de su comunidad:
3.1 ¿Hacen oración antes del inicio de cada oficio litúrgico?
3.2 ¿Hacen retiros (al menos anualmente)?
3.3 ¿Cada cuanto ensayan?
3.4 ¿Procuran enseñar debidamente los cantos a la comunidad para una plena participación de la misma en la celebración litúrgica?
4. Reflexionar: “En primer lugar celebras la liturgia con la comunidad y luego dentro de la comunidad ejerces tu función como músico”. ¿Cuándo se incumple con esta premisa?
5. Aprender la música litúrgica es un ejercicio __________________ y expresarla es un acto de _______.
6. La participación, de todo cantor litúrgico, en la misa dominical es vital … ¿en que aspectos?
7. ¿La formación de un cantor litúrgico sólo es de carácter musical?. Explicar.
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MARZO - ABRIL DE 2013 5 I. Servir como Cantores Litúrgicos
Laseleccióndelamúsicalitúrgica
Aunque la decisión sobre la música que se cantará en cada liturgia suele estar en manos del director de mú-sica, es ú l que todos conozcamos el proceso en el que se basan las elecciones musicales. Los que selec-cionan la música para el programa litúrgico de la pa-rroquia enen en cuenta muchas variables (a con nuación expondre-mos algunas de ellas, sin guardar un orden deter-minado):
¿Qué textos propios su-gieren en los libros de cantos oficiales o en el Mi-sal Romano para un domin-go, una solemnidad, una fiesta, un memorial o un día de semana determinado co-mo el Canto de entrada y Can-to de la Comunión?
¿Cuáles son las lecturas del día y qué música evoca-rá mejor las imágenes que se presentan en la Sagra-da Escritura?
¿Cuál es el empo litúrgico? La música ¿debe ser más sobria y austera, como en el empo de Advien-to o Cuaresma, o debe ser solemne y fes va y estar llena de "aleluyas", como sería apropiado en los
empos de Navidad y Pascua?
¿Cuál es el repertorio de la parroquia? ¿Con qué cantos se siente cómoda y segura la gente de esta parroquia?
Cada celebración litúrgica está compuesta de muchos y diversos elementos verbales y no verbales: las oraciones propiamente, la lectu-ra de las Escrituras, el tiempo litúrgico, la ho-ra del día, el movimiento procesional, los ob-jetos y acciones sagrados, el contexto socio-económico en el que la comunidad en particu-lar se desenvuelve, o incluso los hechos que afectan a la vida de los fieles cristianos. De-be hacerse todo lo posible para dar a todos
esos elementos dispares, una cierta uni-dad por la selección y prepara-
ción hábil y sensible de los textos, la música, la ho-
milía, el movimiento, los ornamentos, los colores, el medio am-biente, así como los
objetos y acciones sa-grados. Este tipo de ar-
te ritual exige que los que preparan la Liturgia se
aproximen a ella con sensi-bilidad artística y perspecti-
va pastoral. —Cantemos al Se-ñor: La Música en el Culto Divino,
123
Más allá de todos estos factores, se debe comprender profundamente la función que la música está llamada a cumplir en la liturgia. Los primeros escritos que pro-dujo el Concilio Va cano II explican claramente cuál es la función de la música en la liturgia y qué es lo que la hace sagrada: "la música sacra será tanto más santa cuanto más íntimamente esté uni-da a la acción litúrgica" (SC, 112). La música den-tro de una misa o de un oficio litúrgico no es una se-rie de cantos que se "enchufan" a la liturgia en ciertos momentos de ella; la música forma una parte integral
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del todo y está ín mamente relacionada con la litur-gia. No cantamos en la liturgia; cantamos la liturgia. Y, como ya hemos dicho varias veces, "hay que tener muy en cuenta esta plena y activa participa-ción de todo el pueblo" (SC, 14).
La música logra aquello que las palabras por sí solas no pueden hacer. Es capaz de expre-sar una dimensión de significado y sentimien-to que las palabras por sí solas no pueden transmitir. Si bien esta dimensión de una composición musical individual es a menudo difícil de describir, su poder afectivo debe ser cuidadosamente considerado junto con su componente textual. —Cantemos al Señor: La Mú-sica en el Culto Divino, 124
Por este mo vo, más que por cualquier otro, es que gran parte de la música popular de po "cris ano" que escuchamos en la radio, y también las piezas de música sacra para solistas, no siempre enen cabida en la liturgia. No importa lo hermosas que sean esas piezas musi-cales, si no están liga-das de manera inte-gral a la liturgia y al significado y fin de la ac-ción ritual y si su ejecución implica que la asamblea pierde la oportunidad de par cipar plena y ac vamente. Estas piezas pues no enen cabida en el culto comunitario o público de la Iglesia.
Los documentos de la Iglesia, y especialmente Cante-mos al Señor, nos presentan algunos criterios para la selección musical. Estos criterios reciben el nombre de "triple juicio": el juicio musical, el juicio litúrgico y el juicio pastoral. Estos tres juicios se enen que equilibrar unos con otros sin permi r que ninguno de ellos domine a los demás o se vea descartado como cosa sin importancia: son tres juicios pero un único criterio (CAS, 126).
El juicio litúrgico pregunta: Esta pieza musical, ¿sirve a la liturgia como debe?.
El juicio pastoral pregunta: Esta pieza musical, ¿sirve a esta asamblea en este preciso momento y en esta situación?.
Por úl mo, el juicio musical pregunta: Esta pieza musical, ¿es buena como música? ¿Es una pieza de arte bien hecha y de calidad?.
Lo mejor es comprender e implementar estos juicios no como tres principios separados sino como una sola norma o prác ca. Deben operar en armonía y en diá-logo cuando se toman decisiones sobre la música en la liturgia.
Documentossobrelamúsicaylaliturgia
Generalmente, la mejor manera de comprender el "cómo" y el "por qué" de la preparación litúrgica es acudir a las fuentes, literalmente. Si aún no lo han hecho dediquen empo, como equipo, a leer algunos de los documentos de la Iglesia sobre la música litúrgi-ca. Los documentos brindan reflexiones valiosísimas sobre los aspectos más profundos del ministe-rio de la música y describen el papel que la música cumple en la liturgia.
A con nuación se detallan algunos de
los documentos claves con los que pueden comenzar:
Constitución sobre la Sagra-da Liturgia Sacrosanctum Conci-lium (SC): documento muy importante ya que, a) fue el primero que se promulgó en el Concilio Va cano II y b) dedicó uno
de sus siete capítulos exclusivamente al te-ma de la música sacra en la liturgia. Es el do-
cumento central en el cual se basan todos los demás documentos posconciliares y en el ar culo
14 de la SC, como hemos visto, hallamos la exhorta-ción a la "plena y activa participación de todo el pueblo" como algo que "hay que tener muy en cuenta". Lejos de ser un texto árido y académico (aunque muchos pasajes ahondan en circunstancias logís cas muy específicas), todos los que cumplen algún papel ministerial en la liturgia deben leer este documento litúrgico ya que es una joya de espirituali-dad litúrgica.
Instrucción General del Misal Ro-mano (IGMR). La Instrucción u Ordenación Gene-ral, como su tulo lo indica, es un manual sobre cómo se deben llevar a cabo la celebración de la misa. Expli-ca los fines y las formas de cada parte de la misa, las diferentes funciones de los ministros y los fieles, las posturas durante la misa (sentados, de rodillas, de pie), dudas sobre el medio ambiente, el mobiliario, las ves duras y, por supuesto, la música. Además es el primer documento que debes consultar si enes algu-na duda sobre la manera correcta de hacer algo en la liturgia. El documento también explica claramente el
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"por qué" de los diferentes aspectos de cómo se cele-bra la liturgia.
Instrucción sobre la música en la liturgia (Musicam Sacram): fue el primer do-cumento escrito exclusivamente sobre la música litúr-gica inmediatamente después del Concilio Va cano II y el único documento de su po que el Va cano nos ha dado desde ese empo. Aunque se promulgó poco
empo después del Concilio, lo cual implica que fue escrito antes de que el rito revisado tuviera empo de surgir; por otra parte, cons tuye una base sólida para el pensamiento y la intención del Concilio respecto a la música ritual.
Cantemos al Señor: La Música en el Culto Divino (CAS): este documento, emi do por la Comisión de Obispos para la Liturgia de Estados Unidos (USCCB), es un manual prác co para los minis-tros de música de las parroquias, que muy bien puede ser tomado como referencia por parte de cualquier diócesis. Aborda cues ones musicales específicas y también cues ones teológicas e ideológicas más am-plias y sus implicaciones para la música litúrgica.
Reúnanse como servidores del canto para dialogar sobre estos valiosos materiales. Todos ellos, son docu-mentos pastorales estupendos que le darán a cual-quier cantor litúrgico material muy rico para la refle-xión. Al principio puede resultar un tanto in midante comenzar a tomar consciencia y familiarizarse con los documentos de la Iglesia sobre música, pero están llenos de joyas de sabiduría con las que todos pode-mos beneficiarnos.
Cantosehimnos:cuestióndeterminología
En los documentos y escritos sobre la música litúrgica se emplean diversos términos para referirse a la músi-ca que se usa en dis ntos momentos de la liturgia. Dos términos que resultan un poco confusos son los términos canto e himno .
Para algunos de nosotros, el canto puede traer a la menta la imagen y los sonidos del canto gregoriano, de la música monódica (de una sola línea melódica, sin contrapunto) la cual fluye suavemente sin pautas rítmicas forzosas. Sin embargo, la palabra canto como indica la IGMR se refiere a la música de dis ntos mo-mentos de la liturgia más allá de su es lo o género: habla del "Canto de entrada", del "Canto de la Comu-nión" e incluso se refiere al Salmo responsorial y a la
Aclamación antes del Evangelio como "los cantos en-tre las lecturas".
El término himno puede usarse indiscriminadamente para cualquier canto sacro. En la terminología prác -ca, sin embargo, es un poco más específico. La mayo-ría de los músicos concuerda en que el término "himno" se reserve para una pieza musical en estro-fas, basada en una composición poé ca, con versos melódicos que se repiten y que se cantan con un texto diferente cada vez. Un arreglo en canto gregoriano para una An fona de entrada intercalado con versos del salmo no sería un "himno" y tampoco lo sería un canto como "No podemos caminar".
Canto es un término más genérico y sus caracterís -cas son menos dis n vas. Por eso, se usa principal-mente el término "canto" como un término general para una pieza de música litúrgica.
Formasmusicales
Las diferentes formas musicales que se usan frecuen-temente en la liturgia también juegan un papel muy importante en la selección de música. Las diferentes partes musicales de la liturgia, en casi cualquier parro-quia, suelen pertenecer a una de las seis formas es-tructurales que se detallan a con nuación:
1. FORMA EN ESTROFAS: También conocida como una forma de "himno", se usa en gran parte de la himnodia tradicional. En canto en estrofas, se canta varias veces un verso melódico con un texto diferente cada vez; no hay un estribillo ni repe ción del texto de un verso al siguiente (por ejemplo, "Al simo Se-ñor" o "Oh María, madre mía").
2. FORMA EN ESTROFA‐ESTRIBILLO: Consiste en una serie de estrofas que llegan al mismo estribillo después de cada uno. La mayor parte de la música popular contemporánea está escrita en esta forma y gran parte de la música litúrgica contemporánea tam-bién ha seguido este patrón, bajo el principio de que las asambleas comprenderán e incluso aprenderán de memoria más pronto un estribillo que se repite que un himno con muchas palabras que nunca se repiten (por ejemplo, "Es mi cuerpo" o "Quédate junto a no-sotros").
3. FORMA RESPONSORIAL: Aunque la palabra "responsorial" generalmente se usa para describir el Salmo cantado en la liturgia, el canto responsorial e-ne lugar siempre que hay un diálogo entre el cantor y la asamblea en el cual el cantor entona un verso y la
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asamblea responde con un estribillo constante (por ejemplo, vea la música de cualquier colección de Sal-mos responsoriales o la Aclamación antes del Evange-lio). Nótese que la diferencia entre una pieza musical en estrofa-estribillo y una en forma responsorial a me-nudo depende tan solo de la decisión sobre cómo se ha de cantar. Gran parte de la música litúrgica con-temporánea fue concebida originalmente para ser cantada de forma responsorial, es decir: el cantor en-tona los versos y las asambleas se unen con los estribi-llos. Sin embargo, como la gente comenzó a familiari-zarse y encariñarse con la música, las asambleas han comenzado a par cipar y hacer suyos también los ver-sos. En los únicos momentos de la liturgia en que se exige específicamente que haya un canto responsorial son en el Salmo responsorial y en la Aclamación antes del Evangelio. En los demás momentos de la liturgia dicha elección recae en el director de música y el can-tor y depende del canto y de la facilidad de la asam-blea.
4. FORMA ANTIFONAL: En su forma más pura, el canto an fonal consiste en que las dos mitades del coro o la asamblea se turnan para cantar desde los dos lados del recinto; el término significa, literalmen-te, "lo que se responde". El canto an fonal gene-ralmente lo hace un grupo en diálogo con otro grupo, en vez del intercambio al que estamos más acostum-brados que consiste en un cantor que dialoga con la asamblea. El canto an fonal se usa principalmente en comunidades religiosas que cantan el oficio en dos grupos que van alternándose.
5. FORMA EN LETANÍA: Las letanías son una variación de la forma responsorial que se usan en la liturgia principalmente en el Acto penitencial, la Ora-ción de los fieles y en el Cordero de Dios. La invoca-ción del cantor y también la respuesta de la asamblea suelen ser más cortas que en una pieza musical pica-mente responsorial y el diálogo es más inmediato y evidente que en el canto responsorial (por ejemplo, vea cualquier arreglo musical para el Acto penitencial, la Oración de los fieles o el Cordero de Dios).
6. PIEZAS DE COMPOSICIÓN CONTINUA: El nombre que reciben comúnmente las piezas musica-les que no enen repe ciones ni estribillos fijos; se las escucha más a menudo en los contextos litúrgicos de aclamaciones eucarís cas (el Santo, Santo, Santo; la aclamación memorial; el amén) y algunas veces en el Gloria (aunque actualmente se usan varios arreglos responsoriales para el Gloria). Para el arreglo de un texto obligatorio que no se presta a una forma dema-
siado estructurada, un arreglo de composición con -nua suele ser la elección más lógica. Note que, aun-que técnicamente no es el término correcto, muchos músicos también usarán el término "de composición con nua" para describir una pieza musical con un es-tribillo fijo pero versos que varían melódicamente entre sí.
Aunque éstas no son las únicas formas musicales con las que nos encontraremos como ministros de músi-ca, son sin duda las más frecuentes; si nos sen mos cómodos con cada una de las formas ya mencionadas, no tendremos ningún problema en adaptarnos a es -los ligeramente diferentes o formas híbridas que los combinan. Y como veremos cuando estudiemos los momentos musicales de la liturgia, estas formas pue-den resultar muy ú les para ayudarnos a ejercer bien nuestro ministerio.
SobreelCantopresidencial
Algunas oraciones y algunos momentos de la liturgia pue-den reforzarse y adquirir más solemnidad si el celebrante las canta. El celebrante a menudo canta la Señal de la Cruz, la Oración colecta, el diálogo del Prefacio y el Prefacio, la Ora-ción después de la Comunión, la Bendición final y la Despedi-
da (y quizás toda la Plegaria eucarís ca), en los tonos gregorianos prescritos, lo cual indica que la respuesta del pueblo también debe ser cantada. A menudo esta respuesta será un sencillo "Amén" cantado por todos a una sola nota. En otros momentos (como en el diá-logo del Prefacio o la despedida) el texto del pueblo es más complejo y reflejará el tono cantado por el celebrante (IGMR, 46). Las asambleas suelen apren-der estas respuestas muy rápidamente; generalmente son muy intui vas y fáciles de recordar, por lo que rara vez se necesita un liderazgo musical directo. Sin embargo, si tu asamblea no está familiarizada con este po de respuesta cantada, puede resultarle muy ú l recibir apoyo del cantor o del coro.
iii
Recuerden que este instruc vo, y su respec vo taller, está disponible –al igual que todos los de los demás equipos de animación litúrgica– en nuestro blog:
h p://calbaq.wordpress.com
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MARZO – ABRIL DE 2013 5 Nótese bien: Para trabajar en el taller, es necesario tener en cuenta los siguientes factores:
a) Todo el material por el cual se indaga en el taller, está contenido en el Instructivo Formativo # 4.
b) Por lo tanto es indispensable haberlo leído completamente.
c) Esta actividad debe realizarse con el equipo de cantores de la parroquia. (Ninguna de las actividades que les estamos enviando es para hacerla individualmente, nuestro servicio es comunitario, de comuni-dad, de comunión.)
d) Pueden desarrollar cualquiera de las técnicas de taller que quieran, sin no la dominan, pueden utilizar el siguiente proceso:
Efectuar en primer lugar, una lectura total del texto, en grupos de por lo menos dos personas.
Que se reúnan todos los grupos en el salón con tablero y marcador.
En la reunión, un lector lee la pregunta en voz alta, y el grupo responde ordenadamente.
El coordinador de cantores o un moderador irá anotando en el tablero las ideas expresadas por el grupo, finalmente las resumirá y definirá con el grupo las más adecuadas soluciones.
El trabajo del secretario consistirá entonces, en transcribirlas y entregar, o enviar, el taller resuelto al Delegado de Liturgia de la parroquia y/o Célula Pastoral quien lo hará llegar a la Comisión Arqui-diocesana de Liturgia (CALBAQ) junto con el resto de los talleres de los demás equipos de anima-ción litúrgica. Recuerden que cada taller resuelto debe incluir todos los datos personales de los cantores que participaron de ellos.
Taller: 1. Antes del estudio del instructivo correspondiente, ¿qué criterios empleaban en su comunidad para la
selección de los cantos?
2. ¿Qué elementos, verbales y no verbales, componen e inciden en cada celebración litúrgica?
3. ¿Porqué no toda pieza musical, de carácter religioso, tiene cabida en la liturgia?
4. ¿Qué es y en que consiste el “triple juicio”?
5. Como equipo de cantores:
5.1 ¿Tienen jornadas formativas? (diferentes a los ensayos)
5.2 ¿Qué documentos de la Iglesia, relacionados con la música litúrgica, han estudiado? ¿Cuáles no?
6. ¿Cuáles don las formas musicales descritas en el instructivo? Dar un ejemplo para cada una de ellas.
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MAYO - JUNIO DE 2013 6 AMBIENTACIÓN
Escuchar y meditar juntos el canto # 183 del Can‐toral Arquidiocesano: En Tú nombre.
ORACIÓN
“La Eucaristía es el lugar privilegiado del en-cuentrodeldiscípuloconJesucristo.
ConesteSacramento, Jesúsnosatraehacia síynos hace entrar en su dinamismo haciaDios yhaciaelprójimo”.-Documento de Aparecida
Queridos hermanos y hermanas, después de vivir con intensidad un nuevo Tiempo Pascual desea‐mos invitarles a reflexionar sobre los siguientes aspectos:
♫ Con tu servicio como cantor y músico ¿ayudas a los fieles a vivir los diferentes empos litúrgi‐cos?
♫ ¿Has orado con paciencia ante las dificultades que se han presentado al servir como cantor y músico?
♫ ¿Has sido dócil a las orientaciones de la Comi‐sión de Liturgia con respecto a este servicio?
Cantos según su naturaleza y función En el instruc vo anterior se estudiaron, entre otros aspectos, los cantos de la celebración euca‐rís ca teniendo en cuenta su forma musical (género litúrgico musical) al que pertenecen. Con nuando con el canto litúrgico, les invitamos entonces a profundizar en los cantos teniendo en
cuenta su naturaleza y función. Su clasificación es:
♫ Cantos del Ordinario de la Misa
♫ Cantos Interleccionales
♫ Cantos Procesionales
♫ Salmo Responsorial
♫ Cantos Suplementarios
Por razones de extensión, en los siguientes ins‐truc vos se irá estudiando con detalle cada uno de los cantos de esta clasificación.
CantosdelOrdinariodelaMisa:Leta-nías
Los cantos del Ordinario de la Misa no son sim‐ples cantos, enen el valor de RITO o de ACTO; por lo anterior su texto es fijo e invariable. Cf. Ordenación General del Misal Romano (OGMR) N° 37.
♫ Letanía Señor, ten piedad (Kyrie eleison)
Se canta después del acto penitencial, a no ser que haya formado parte del mismo acto peniten‐cial en su tercera fórmula. Esta letanía se omite si se ha efectuado aspersión al pueblo con agua bendita. Por medio del Señor, ten piedad los fie‐les aclaman al Señor y piden su misericordia.
No es un canto primordial‐mente penitencial (Cfr. IGMR, 52). Cada aclamación se repi‐te, normalmente, dos veces, pero también cabe un mayor número de veces, según las
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caracterís cas de cada lengua, de las exigencias del arte musical o de las circunstancias (el Misal deja en libertad sobre el número de veces).
En sus orígenes el Kyrie eleison se hacía después de la liturgia de la palabra como oración de los fieles. Se sabe que la exclamación en griego: Kyrie eleison, era u lizada para las solemnes recepcio‐nes de los emperadores o de los generales victo‐riosos. ¡Si mataron tanta gente en la batalla y os‐tentan tanto poder… ten entonces piedad de no‐sotros!
Esta letanía aparece en la Biblia como una de las ac tudes de fe más centrales: pedir a Dios su mi‐sericordia, porque por nuestra parte sólo pode‐mos ofrecer debilidad y miseria. Es la súplica de tantos enfermos en el Evangelio (Bar meo, los ciegos, la cananea; cf. Mt 9, 27; 15,22; Mc 10,47), una profesión de fe en la potencia de Cristo y su cercanía misericordiosa (ALDAZABAL J. La Eucaris‐a, Biblioteca Litúrgica, p. 386).
Cuando entonamos el Señor, ten piedad, le can‐tamos a Jesús que es infinitamente misericordio‐so; por lo tanto es una aclamación confiada a Cristo quien se porta con nosotros más como ma‐dre que como padre. Aunque este momento in‐cluye la súplica de “Piedad”, es una alabanza, un homenaje a Cristo, vencedor del pecado y de la muerte a quien reconocemos cono el Señor de la Vida y de la Sanidad. Su estructura es la siguiente:
Invocación Letanía
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad Señor, ten piedad
El Acto Penitencial se puede realizar en tres for‐mas. En la tercera de éstas el pueblo responde a una invocación efectuada por el sacerdote con una letanía. En este caso la respuesta puede desarrollarse de manera cantada y no hay necesi‐dad de duplicar el momento cantando de nuevo el Piedad. Ejemplo:
Sacerdote: Tu que eres la plenitud de la verdad y de la gracia. Señor, ten piedad
Asamblea: Señor, ten piedad (puede cantarse)
Sacerdote: Tú que te has hecho pobre para enri‐quecernos. Cristo ten piedad
Asamblea: Cristo, ten piedad (puede cantarse)
A con nuación se enumeran una serie de reco‐mendaciones para la selección e interpretación de este canto litúrgico:
1. No debe haber introducciones largas, un acor‐de con el ritmo puede ser suficiente para que la asamblea se unifique para cantar.
2. No debe ser reemplazado por cantos de per‐dón o penitenciales.
3. Las melodías deben de ser fáciles de cantar, debido a que es un canto en el que par cipan todos; melodías complejas limitarían el canto de la asamblea.
El Cantoral Arquidiocesano, que como se ha in‐formado en varias ocasiones, ha sido organizado por empos litúrgicos presenta varias opciones para la Letanía del Piedad. Se ha buscado selec‐cionar para los empos de Cuaresma (cantos 55 y 56) y Adviento (canto 23) melodías en modo me‐nor y ritmos suaves con el objeto de reflejar de mejor manera la tónica medita va que proponen estos empos.
Para los empos de Pascua (canto 139) y Ordina‐rio (canto 178) se ha preferido optar por melo‐días en modo mayor y ritmos un poco más vivos. En el caso del empo de Navidad (canto 46), se ha optado por ritmos ternarios como el vals y por melodías en modo mayor.
♫ Letanía Cordero de Dios
Este canto se realiza acom‐pañando al gesto de la Frac‐ción del Pan. Su texto está sacado del Evangelio de Juan 1, 29: “Jesús, ciertamente, realizó el gesto de par r el pan: “Tomó pan, dándote gracias, lo par ó y se lo dio a sus discípulos”. El fuerte impacto del gesto del Señor en los discípu‐los de Emaús hizo que éstos le reconocieran “al par r el pan” (Lc. 24, 35). Jesús no solo realizó el gesto, sino que nos mandó que nosotros lo hicié‐ramos “en memoria suya”.
Instructivo y Taller para Cantores # 6. Pág. 3 de 4
El gesto de par r el pan, por un lado, significa compar r en la unidad –unidad de la Iglesia y de todos los comulgantes‐ y, por otro, es un signo del Cuerpo de Jesús, Cuerpo glorioso, roto y par ‐do en su Pasión y Muerte, Siervo inocente que es conducido “como un cordero llevado al matade‐ro” (Is. 53, 7) Por lo anterior, tenemos un gran gesto que ha de ser seguido por toda la asam‐blea, sobre todo a través del canto, que subraya uno de sus significados principales: el Cordero de Dios roto, par do e inmolado por su pueblo (ALCALDE, Antonio. Pastoral del Canto Litúrgico, p. 148, 153). Las anteriores razones explican la razón de su estructura y/o texto.
La Letanía posee la siguiente estructura:
Invocación Letanía
Cordero de Dios Ten piedad de nosotros que quitas el (se repite las veces pecado del mundo que sea necesario).
Cordero de Dios danos la paz que quitas el pecado del mundo
Para la selección de los cantos para esta letanía y su interpretación se sugiere tener en cuenta que:
1. No es apropiado reemplazar este canto por los cantos de paz. El Gesto de la Paz es un mo‐mento diferente al de la Fracción del Pan. La Liturgia requiere que toda la asamblea respon‐da a la invocación Cordero de Dios, de esta manera los fieles redescubren que son objeto de un amor infinito.
2. Durante el Gesto de la Paz se entona el canto de paz, este canto no es obligatorio, es opta ‐vo, cuando se cante debe entonarse después de una pausa la Letanía del Cordero. El canto de la letanía es más importante que el canto de paz, algunos liturgistas sugieren incluso que no se entone el canto de paz para darle mayor realce a la letanía.
3. Si se canta el Gesto de la paz es mejor reser‐varlo para determinados días del año en el que el tema de la paz es clave en la liturgia; por ejemplo, el 1 de Enero (Jornada mundial por la
Paz), la Misa vesper na del Jueves Santo, en‐cuentros por la paz, etc.
4. La letanía del Cordero no se debe cantar du‐rante el Gesto de la Paz (aunque la fórmula “Danos la paz” es vecina al Gesto de la Paz). Para entonar esta letanía debemos esperar a que el Gesto de la Paz haya terminado y que comience la Fracción del Pan.
5. La duración de la Fracción del Pan la determi‐na el número de invocaciones. La úl ma invo‐cación terminará siempre con la expresión “Danos la Paz”.
Con respecto a este canto, el Cantoral Arquidio‐cesano propone varias opciones para los diversos empos litúrgicos:
♫ Tiempo de Adviento: cantos 27 y 28 (melodías en modo menor y ritmos suaves).
♫ Tiempo de Navidad: canto 48 (melodía en mo‐do mayor y ritmo ternario con carácter expresi‐vo suave).
♫ Tiempo de Cuaresma: canto 75 (melodía en modo menor), canto 76 (melodía en modo ma‐yor); ambos cantos con ritmo suave.
♫ Tiempo de Pascua: canto 143 (melodía en mo‐do menor y ritmo vivaz).
♫ Tiempo Ordinario: canto 181 (melodía en mo‐do mayor), canto 182 (melodía en modo me‐nor). El ritmo de ambos cantos es alegre.
iii
Recuerden que este instruc vo, y su respec vo taller, está disponible –al igual que todos los de los demás equipos de animación litúrgica– en el blog de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia de Barranquilla (CALBAQ):
h p://calbaq.wordpress.com/nv_instruc vos/
Los audios los pueden descargar de los archivos de la Subcomisión de Música Sacra en:
h p://www.mediafire.com/?33y80fav1o7n2
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Taller:
1. ¿Cómo se clasifican los cantos litúrgicos según su naturaleza y función?
2. ¿Qué enen en común y de diferente los cantos de: Piedad y Cordero? En el siguiente cuadro compa‐ra vo anotar sus apreciaciones.
3. Hacer una lista de los cantos que sabes que cumplen con las caracterís cas aquí estudia‐das. Podrá confrontar su listado con el de sus compañeros y con los cantos que se sugieren en el Cantoral Arquidiocesano.
4. Buscar 12 palabras claves de este instruc vo. Luego comentar con sus compañeros de equipo porque estas palabras se relacionan con el tema estudiado.
NOTA: Recuerden incluir, en la resolución del taller, los datos de todos los servidores que par ci‐paron en ella.
MAYO – JUNIO DE 2013 6
ITEM SEMEJANZAS DIFERENCIAS
Música (melodía y ritmo)
Origen e historia
Estructura
Función
K J P F M K C F Ñ U E S
I O R D I N A R I O S E
R J I W S Y O P Ñ L T U
Y G Q N A T T H E F R C
E E P I V Ñ N T O F U A
E R O U X O A Z S R C R
L I G J D N C S S A T I
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S W A Z Q D Y G A I A I
O L I T U R G I A O O A
N D D K U D M B Q N D N
Q V X O J I F O T X E T
Instructivo para Cantores # 7. Pág. 1 de 2
JULIO - AGOSTO DE 2013 7 1.AMBIENTACIÓNYORACIÓN
Les invitamos a escuchar y orar con el canto # 170 del Cantoral Arquidiocesano: Canta Iglesia, ubicado en el Tiempo Ordinario.
Señor queremos que mires Tú toda nuestra comunidad; en ella hay paz y belleza, amor y miseria y pecado también. Mira y acerca tu gracia necesitamos oír tu voz; de tu Evangelio un gozo nuevo, una esperanza del corazón.
Canta Iglesia, reunida aquí, es el Señor que te invita a renovarte en la fe y a ser en el mundo tes go de amor. Canta Iglesia y alza tu voz en una sola alabanza, en una sola asamblea orante y alegre porque vive Dios.
Haz, Señor, que con tu Espíritu podamos también discernir; con fe mirar el futuro sin miedo de poder fracasar. Santa María, la madre de la nueva evangelización: ruega, Señora, por los que sufren, por los que esperan en tu bondad.
Reflexiona alrededor de los siguientes aspectos:
♫ Lee detenidamente el coro de la canción y revisa si, como actor del canto litúrgico, tu servicio pastoral, invita a la asamblea a ser reflejo de unidad y ora‐ción durante la Eucaris a.
♫ Revisa la primera frase de la segunda estrofa y piensa ¿cómo está tu relación con el Espíritu San‐to? ¿Dejas que él te inspire lo que es más adecua‐do para la asamblea que vas a animar con el can‐to?
2.FORMACIÓN
En el instruc vo anterior se estudió lo relacionado con las LETANIAS. Con nuamos en esta entrega con el HIMNO DEL GLORIA, el cual hace parte también de los CANTOS DEL ORDINARIO DE LA MISA.
El Gloria es uno de esos salmos no bíblicos que se remontan a la Iglesia primi va y compuestos a la ma‐nera de los himnos del Nuevo Testamento. Por medio de él la “IglesiacongregadaenelEspírituSanto,glo-
ri icaaDiosPadre y le suplicaalCorde-ro” (Ver IGMR, 53). U lizado primero co‐mo oración de la mañana, el Gloria fue introducido en la Misa Romana de Navi‐dad, a principios del siglo IV, y luego en la de los domingos y fiestas de már res, cuando presidia el Obispo y, finalmente, fuera quien fuese el celebrante, según la tendencia que se manifiesta en Francia, a par r del siglo VIII.
Su texto inicial es extraído de Lucas 2, 14 (Gloria a Dios en el cielo, y en la erra paz a los hombres que ama el Señor), por eso es llamado también Himno angélico. Este canto cons tuye un signo de solemni‐dad y ene la siguiente estructura: 1) Introducción, 2) Alabanza dirigida al Padre, 3) Alabanza dirigida al Hi‐jo, 4) Conclusión doxológica: Espíritu Santo. Tenien‐do en cuenta la IGMR en su numeral 53 relacionamos a con nuación las caracterís cas y forma de cantar el Gloria.
♫ “El texto de este himno no puede cambiarse por otro”. Por tanto, el texto del Gloria debe respetar‐se. Seguidamente lo transcribimos:
Gloria a Dios en el cielo, y en la erra paz a los hom‐bres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
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Señor Dios, Rey Celes al, Dios Padre todopoderoso, Señor hijo único Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Tú que quitas el pecado del mundo, a ende nuestra súplica. Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten pie‐dad de nosotros. Porque solo Tú eres Santo; solo Tú Señor; sólo Tú Al ‐simo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
♫ “Lo inicia el sacerdote o, según las circunstancias, el cantor o el coro, y en cambio, es cantado simul‐táneamente por todos, o por el pueblo alternando con los cantores, o por los mismos cantores”. Lo anterior nos permite deducir que:
El himno es un canto comunitario, por eso debe ser entonado por todos.
Puede ser comenzado por el presidente de la celebración (sacerdote), o por los cantores. Es decir, después de la parte evangélica (Lc 2, 14) es con nuado por todos. Un ejemplo puede escucharse en el canto # 101 del Cantoral Ar‐quidiocesano.
Hay varias posibilidades de interpretación: 1) toda la asamblea canta el Gloria en forma con‐junta y 2) la asamblea y los cantores cantan en forma alternada el himno.
♫ “Si no se canta, lo dirán en voz alta todos simultá‐neamente, o en dos coros que se responden el uno al otro”. Por consiguiente, si se dice en forma reci‐tada también hay dos formas de ejecución: 1) toda la asamblea lo dice en forma conjunta y 2) alternar sus partes en dos coros. Esta úl ma manera es poco común en nuestra Arquidiócesis, pero es algo que se podría implementar bajo la aprobación del sacerdote.
♫ “Se canta o se dice en voz alta los domingos fuera de los empos de Adviento y de Cuaresma, en las solemnidades y en las fiestas, y en algunas celebra‐ciones peculiares más solemnes”. La IGMR nos da orientaciones sobre cuándo decir o entonar este himno. Tengamos esto presente.
Existen diversos pos de melodías que se acomodan a los empos litúrgicos en que se entona el Gloria. Des‐de el blog de la Comisión de Liturgia pueden descar‐gar tres audios con sus par turas.
Recomendamos el siguiente uso litúrgico:
Gloria (A. Marín): Tiempo de Pascua
Gloria (J. Jáuregui), Gloria (J. Jáuregui – A. Medi‐na): Tiempo de Navidad
Gloria (F. Palazón): Tiempo Ordinario
Gloria (T. Aragües – canto # 101 del Cantoral Ar‐quidiocesano); Gloria (I. Prieto): Como la melodía es en es lo gregoriano, se amolda a los tres em‐pos anteriores con facilidad.
Para que toda la asamblea entone unánimemente el Gloria, es necesario que se sepa la melodía. Para po‐der lograr esto, se debe haber enseñar la música a la asamblea para que ésta pueda dominarla.
Armonizar el himno del Gloria no es fácil, pues su tex‐to alterna entre la alabanza y la súplica; por lo tanto la música debe cambiar teniendo en cuenta el texto, lo que dificulta la composición. Se recuerda que para todo el canto litúrgico es importante que la música apoye coherentemente el texto.
En este sen do, los errores más frecuentes de la inter‐pretación del Gloria en nuestra Arquidiócesis son:
1) Entonar canciones que no poseen la estructura y
2) Interpretar melodías que musicalmente no están acorde con el texto del himno.
iii
NOTA: Recuerden que este instruc vo, y su res‐pec vo taller, está disponible –al igual que todos los de los demás equipos de animación litúrgica– en el blog de la Comisión Arquidiocesana de Litur‐gia de Barranquilla (CALBAQ):
h p://calbaq.wordpress.com/nv_instruc vos/
El Cantoral Arquidiocesano lo pueden descargar también en la sección de instruc vos en:
h p://calbaq.files.wordpress.com/2009/07/cantoral‐arq.pdf
Los audios los pueden descargar de los archivos de la Subcomisión de Música Sacra en:
h p://www.mediafire.com/?33y80fav1o7n2
Taller para Cantores # 7. Pág. 1 de 1
JULIO – AGOSTO DE 2013 7 Taller: 1. Escribe en el cuadro una síntesis de lo que la IGMR dice el himno del Gloria.
2. Escucha los siguientes cantos, que estarán disponibles para su descarga en nuestro blog, y escribe porque éstos no cumplen con las características aquí estudiadas. Confronta tu respuesta con la de tus compañeros.
a. Audio 1: Gloria al Trino
b. Audio 2: Gloria, gloria aleluya
3. Compara los siguientes audios y anota tu reflexión.
a. Audio 3: Gloria (cumbia)
b. Audio 4: Potpurrí de Murgas (desde el segundo 15 al 40)
4. Si conoces buenas musicalizaciones para el Himno del Gloria, te agradecemos enviarlas al correo electrónico de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia: cal.baq@hotmail.com
ITEM Caracterís ca
Historia
Texto
Tiempo Litúrgico
Estructura del texto
¿Quién puede iniciarlo?
Forma de cantarlo
Forma de recitarlo (no cantado)
Instructivo para Cantores # 8. Pág. 1 de 2
JULIO - AGOSTO DE 2013 8 1.AMBIENTACIÓN Les invitamos a meditar el canto # 177 del Cantoral Arquidiocesano: “Señor, envíanos”, ubicado en el Tiempo Ordinario.
2.ORACIÓN:
Pidámosle a Santa Cecilia, patrona de la música, que nos acompañe en este encuentro y/o estudio del ins‐truc vo y leamos el siguiente mensaje del Beato Juan Pablo II.
“Me dirijo a vosotros a fin de que prestéis vuestra con‐tribución para que la música, inserta en la Iglesia en la celebración de los misterios, sea verdaderamente sa‐cra y sea verdaderamente ar s ca, capaz de mover y transformar los sen mientos del hombre en canto de adoración y súplica a la San sima Trinidad”.
‐ Discurso a la Asociación de Santa Cecilia (1985)
Sobre el anterior mensaje ¡Pregúntate!:
♫ ¿Qué debes hacer para que tu canto y tu música sean “verdaderamente sacras y verdaderamente ar s cas”?
♫ ¿Qué po de interpretación debemos hacer para “mover y transformar los sen mientos del hombre en canto de adoración y súplica a la San sima Tri‐nidad”?
♫ ¿Qué quiere decirnos el beato al pedirnos “nuestra contribución”?
3.FORMACIÓN
Seguimos en este instruc vo con el estudio de los CANTOS DEL ORDINARIO DE LA MISA. En esta ocasión iniciaremos con las ACLAMACIONES y entre éstas la aclamación del Santo.
Les recordamos que las ACLAMACIONES son una res‐puesta refleja que no dan posibilidades a la razón, aunque son totalmente conscientes. En el caso de la Aclamación del Santo, se nos pide “unir nuestras vo‐ces a la de los ángeles y santos que alaban y glorifican constantemente al Señor”. Se nos invita entonces a aclamar al Señor que es tres veces Santo, esta res‐puesta es inmediata. Hay otras aclamaciones en la Eucaris a; dos de éstas son la Aclamación al Memo‐rial y la Aclamación del Amén de la Doxología; sobre ellas se hablará en la próxima entrega.
La Aclamación del Santo cons tu‐ye una parte de la Plegaria Eucarís‐ca; sobre su estructura la Instruc‐
ción General del Misal Romano (IGMR) dice: “Los principales ele‐mentos de que consta la Plegaria eucarís ca pueden dis nguirse de esta manera:
a)Acción de gracias (que se ex‐presa especialmente en el Prefacio), en la cual el sa‐cerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salva‐ción o por algún aspecto par cular de ella […].
b)Aclamación:con la cual toda la asamblea, uniéndose a los coros celes ales, canta el Santo. Esta aclamación, que es parte de la misma Plegaria euca‐rís ca, es proclamada por todo el pueblo juntamente con el sacerdote.
c)Epíclesis (de consagración): con la cual la Iglesia, por medio de invocaciones especiales, implo‐ra la fuerza del Espíritu Santo para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados […].
d)Narración de la institución y consagra-ción:por las palabras y por las acciones de Cristo se lleva a cabo el sacrificio que el mismo Cristo ins tuyó en la úl ma Cena, […].
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e)Anámnesis:por la cual la Iglesia, al cumplir el mandato que recibió de Cristo por medio de los Após‐toles, realiza el memorial del mismo Cristo, renovando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo.
f)Oblación(epíclesis de comunión): por la cual, en este mismo memorial, la Iglesia, principalmente la que se encuentra congregada aquí y ahora, ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víc ma inmaculada.
g)Intercesiones:por las cuales se expresa que la Eucaris a se celebra en comunión con toda la Iglesia, tanto con la del cielo, como con la de la erra; […].
h)Doxología inal:por la cual se expresa la glo‐rificación de Dios, que es afirmada y concluida con la aclamación Amén del pueblo (IGMR 79).
Durante la aclamación del Santo nos unimos (sacerdote y pueblo) a toda la comunión de los santos para alabar al Señor. Varios son los pasajes bíblicos que integran las palabras que la Iglesia ha discernido para el canto del Santo; éste ene un texto fijo o es‐tructura el cual se explica en la tabla dada arriba.
¿Cómoentonarymusicalizarestaaclamación?
Para responder esta pregunta relacionamos una serie de aspectos para tener en cuenta:
♫ El Santo es el canto más importante de todos los de la Liturgia Eucarís ca. Cuando el empo litúrgi‐co lo permite, la música debe ser fuerte y vibrante.
♫ Una manera de resaltar la fuerza de este canto es por medio de los instrumentos musicales; por eso, en su interpretación, se aceptan todos ellos. Sin embargo, se debe tener especial cuidado en los empos de Cuaresma y Adviento, en donde la litur‐
gia solicita preferir aquellos que apoyan armónica‐mente el canto. Es un canto comunitario, por lo tanto debe ser entonado por todos: coro, presi‐
dente y asamblea. La música debe favorecer la par‐cipación masiva.
♫ Se debe tener especial cuidado al finalizar este canto ya que conviene que se mantenga un buen clima de oración para que el sacerdote con núe con “Santo eres en verdad, Señor…”; por tanto lo que puede pensarse como final, no es en realidad el final.
♫ No se debe demorar su entrada por culpa de largas introducciones instrumentales, como se ha explica‐do antes una aclamación nace de forma refleja.
♫ Se debe respetar el texto litúrgico.
El Cantoral Arquidiocesano ha sido organizado por empos litúrgicos y presenta varias opciones para la
Aclamación del Santo. Se lista a con nuación los que aparecen en el mismo:
1. Tiempo de Adviento: Santo (Sánchez – Duque), Santo (Sanmiguel – Adaptación Marín‐Marengo), Santo (T. Aragues).
2. Tiempo de Navidad: Santo (A. Marín).
3. Tiempo de Cuaresma: Santo (L. Abdala), Santo (Te deum – Marín).
4. Tiempo de Pascua: Santo (C. Erdozaín), Santo (DRA).
5. Tiempo Ordinario: Santo (Los Perales), Santo (DRA)
iii
NOTA:Recuerden que este instruc vo, y su respec ‐vo taller, está disponible –al igual que todos los de los demás equipos de animación litúrgica– en el blog de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia de Barranquilla (CALBAQ):
h p://calbaq.wordpress.com/nv_instruc vos/
Estructura Texto bíblico Comentario
Santo, Santo, Santo es el Señor Isaías 6,1‐4
Dios del Universo Cf. 1 Reyes 22, 19 Esta frase es una traducción amplia de la expresión Dios de los ejércitos
Llenos están el cielo y la erra de Tu gloria
Cf. Juan 1, 14 De esta manera se reafirma la presencia Divina del Se‐ñor en la erra, tal como lo menciona el evangelista
Hosanna en el cielo Lucas 19, 38
Bendito el que viene en nombre del Señor Hosanna en el cielo.
Marcos 11, 9
Taller para Cantores # 8. Pág. 1 de 1
JULIO – AGOSTO DE 2013 8 Taller: 1. Ubica, en una tabla, los elementos que integran la Plegaria Eucarís ca, respetando el orden en que se suceden:
‐ 8 Elementos: Intercesiones; Acción de gracias; Anámnesis; Narración de la ins tución y consagración; Aclama-ción; Oblación; Epíclesis; Doxología
‐ Quién/Qué: Por las palabras y por las acciones de Cristo; Se expresa que la Eucaris a; Toda la asamblea; La Igle-sia; El Sacerdote; La Iglesia; Se expresa la glorificación de Dios; La Iglesia en especial la que está aquí y ahora.
‐ Acción: Realiza el memorial del mismo Cristo, renovando su pasión, resurrección y su ascensión al cielo; Se une a los coros celes ales; Es afirmada y concluida con la aclamación Amén del pueblo; Glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salvación; Se lleva a cabo el sacrificio que el mismo Cristo ins tuyó en la úl ma Cena; Se implora la fuerza del Espíritu Santo para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados; Se cele-bra en comunión con toda la Iglesia, tanto con la del cielo, como con la de la erra; Ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víc ma inmaculada
2. Escribe la frase qué más te gustó o impactó del canto de ambientación (Señor, envíanos) y anota el por qué.
3. Responde Falso (F) o Verdadero (V).
a. La interpretación de la aclamación del Santo es igual durante todo el año litúrgico ( ). b. Se pueden usar todos los instrumentos musicales en esta aclamación ( ). c. En el marco de la Plegaria Eucarís ca, esta aclamación posee final ( ). d. La aclamación del Santo reclama una solemne introducción ( ). e. El texto de la aclamación puede variarse ( ).
4. Revisa los siguientes cantos y escribe porque no cumplen con las caracterís cas de la aclamación del Santo aquí estudiadas:
a. Santo es el Señor, mi Dios Digno de alabanza... b. Santo, santo, santo dicen los querubines… c. Santo, santo, santo, santo, santo, santo Dios poderoso y hoy alzamos nuestras manos… d. En el principio el Espíritu de Dios, se movía sobre las aguas […] Santo, santo tú eres, santo, santo tú eres…
5. Si conoces buenas musicalizaciones para la Aclamación del Santo, te agradecemos enviarlas al correo electrónico de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia: cal.baq@hotmail.com
N° Elemento Quién/Qué Acción
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