a.r.t. n° 142 en la ciudad de venado tuerto, a los 9 días
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A.R.T.
N° 142 En la ciudad de Venado Tuerto, a los 9 días de OCTUBRE
de 2009, se reunieron en acuerdo los Sres. Miembros de la Cámara de Apelación en lo
Civil, Comercial y Laboral, de Venado Tuerto, Doctores Héctor M. López, Gustavo García
Méndez, y Federico Botta estos últimos por integración en razón de la excusación del Dr.
Carlos Alberto Chasco y la vacancia de la Dra. Griselda Mercedes Mir, con el fin de dictar
sentencia en los caratulados CIUNA, MIGUEL A. C. CARGIL S.A.C.I. S. COBRO DE
PESOS, Expte. N° 75-07, venidos en apelación del Juzgado de Primera Instancia de
Distrito en lo Civil, Comercial y Labora de la ciudad de Rufino estableciéndose al efecto
plantear las siguientes cuestiones:
1°) ¿ES NULA LA SENTENCIA RECURRIDA?
2°) ¿ES ELLA JUSTA?
3°) ¿QUE RESOLUCIÓN CORRESPONDE DICTAR?
Practicado el sorteo de ley,resultó que la votación debía efectuarse en
el siguiente orden: Dres. López, Garcia Mendez y Botta.
A la primera cuestión el Dr. López, dijo:
La parte demandada interpone recurso de nulidad, el que es sostenido
en esta alzada (fs.513/519).- De la lectura de su contenido se desprende que la base del
mismo resulta una crítica generalizada sobre los fundamentos de la sentencia de primera
instancia, su apreciación y valoración de los medios probatorios producidos, la
interpretación de precedentes jurisprudenciales, alegando así supuestos errores “in
iudicando”, los que en todo caso - de existir- pueden ser remediados por la vía del recurso
de apelación, prueba de lo cual resulta que los mismos argumentos utilizados en el presente,
son reiterados seguidamente como fundamento del recurso de apelación que desarrolla,
1
motivos que sellan la suerte de este recurso, ya que como, reiteradamente, ha expuesto
este cuerpo con su anterior integración, fundamentos que comparto, el recurso de nulidad es
excepcional y de interpretación restrictiva (ZEUS T.27-R.29;ZEUS T 27-J.125;ZEUS
T.12-J.147) ,limitado a los supuestos expresamente previstos por la ley (Zeus T.35-
R.31;ZEUS T 32-J.36 ,entre otros); y en este contexto no debe tener andamiento la
nulidad cuando tales agravios son remediables , en su caso, por el recurso de apelación
(Juris T 38-177;Juris T.1-202 ZEUS T 20 J122 entre otros).
“La impugnación de nulidad no puede tener andamiento pues se
objeta la sentencia en cuanto a sus fundamentos y no en cuanto a sus formas, alegando
supuestos errores in iudicando, los que pueden ser remediados – de existir- por la vía de
apelación “ ( Zeus, T. IV, pág. R- 8 (nro. 192).-
“No es procedente el planteo de nulidad si el fundamento de la
impugnación apunta a la valoración de la prueba, efectuada por la juez.-El yerro, si lo
hubiere, sería “in iudicando” y tendría remedio en el recurso de apelación, también
deducido y sostenido”.- (Zeus, T. V, pág. R- 32, nro. 284).-
Por todo ello, y al no advertir tampoco vicios de procedimiento ni
en el dictado de sentencia, se debe desestimar esta vía de impugnación.-
A la misma cuestión el Dr. Garcia Mendez, dijo:
Que adhiere a los fundamentos expuestos por el Sr. Vocal Dr. Héctor
M. López, y vota de la misma manera.
A la misma cuestión el Dr. Botta, dijo :
Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la
existencia de dos votos totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al caso de lo
dispuesto por el art. 26 de la ley 10.160, absteniéndose de emitir opinión.-
A la segunda cuestión el Dr. López, dijo:
1. El Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil, Comercial y
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Laboral de Rufino dictó sentencia Nro 2149/06 (Fs. 462/471 y vto) mediante la cual
:1.Declara la inconstitucionalidad de los arts. 6, ap. 2, 10 ap- 1ro. Del art.39 de la ley
24.557. 2. Rechaza la Excepción de Falta de Legitimación Activa deducida por la
demandada. 3. Rechaza la Excepción de Falta de Legitimación Pasiva interpuesta por el
Tercero Citado “Liberty ART S.A.” 4. Hace lugar a la demanda y condena a la demandada
“TRIGALIA SOCIEDAD ANÓNIMA – HOY CARGILL SOCIEDAD ANONIMA
COMERCIAL e INDUSTRIAL POR FUSION ABSORCIÓN” a abonar a la actora la suma
de Pesos Ciento cuarenta y un mil trescientos ($ 141.300.-) en concepto de Daño Material y
Moral, la que devengara un interés del 6 % anual desde la fecha del distracto (29 de
Setiembre de 1999) hasta el 29 de Noviembre de 2006 (fecha de sentencia), aplicándose a
partir de esa fecha un interés igual al promedio entre la tasa activa y pasiva (sumada) que
publica el Banco de la Nación Argentina hasta su efectivo pago.3.Rechaza la excepción de
falta de legitimación activa deducida por la demandada. 5.Rechaza la excepción de falta de
legitimación pasiva deducida por el tercero citado “LIBERTY ART S.A.”.
Dicho resolutorio ha sido apelado por la demandada y la Aseguradora
de Riesgos del Trabajo, concediéndolos el a-quo en relación y con efectos suspensivos
(fs.481/487), elevándose a posterior los autos a esta alzada.-
Corrido el traslado a los apelantes expresan agravios, la accionada
(fs.519 vto/525) y la aseguradora LIBERTY ART S.A., (fs. 527 y vto.) procediendo la
actora a responderlos (fs.534/547). A fs. 527 y vto. la aseguradora por su parte contesta
agravios en relación a los expresados por la demandada, y a fs 529/ 530 y vto. la
demandada contesta los agravios de la aseguradora-
Luego del tramite reseñado se convocan los autos a la Sala, con
notificación de los litigantes (fs. 577/579),quedando los presentes en estado de ser
revisados por este Tribunal.
El relato de los antecedentes de la causa no ha sido objetado por las
3
partes, por lo tanto hago pertinente remisión al fallo en este aspecto.
En su memorial recursivo la demandada expresó sus agravios por las
siguientes cuestiones: a) Por la declaración de inconstitucionalidad del art. del párrafo
1ro.del art. 39 de la ley 24.557, remitiéndose a lo expresado al sostener la nulidad; b)Por
no considerar el Juez de grado ciertas pruebas del proceso, y no fundamentar su resolución,
por la improcedencia del daño moral, y por una errónea interpretación del art.1113 del
Código Civil; c)Que se hayan considerado acreditadas las patologías que invocaba el actor;
d) El monto indemnizatorio impuesto; e) El rechazo de la defensa opuesta como de fondo,
imponiendo costas especiales y las costas del juicio.-
Lo propio realizó el tercero citado “LIBERTY ART S.A.”,
expresando que: a) Se agravia por considerar que no es demandado, como lo interpreta la
actora y el a-quo, sino que es un tercero; b) No debió ser traída al proceso en tanto no se
accionó contra ella y finalmente por la imposición de costas que sufriera.
La actora (fs.529/530 y vto.) procede a rebatir puntualmente cada
una de las críticas de la demandada y de la ART.
Sostiene la demandada, con relación a los agravios de la aseguradora,
que sus agravios carecen de suficiencia técnica, conforme lo exige el art. 365 y cts. del
C.P.C.C. y que, la citación que se efectuó a LIBERTY ART S.A, no puede tener otro
efecto y fin que el establecido en el art.305 de C.P.C, es decir la “denuncia” de la litis por
una eventual acción de repetición, pero es claro que la “aseguradora” no resulta parte en el
proceso y nunca fue citada como parte, más actuó como parte, oponiendo excepción
improcedente en la que ha sido vencida.-
3. Para un correcto enfoque y a fin de dar una respuesta ordenada y
lógica al agravio de las partes, comenzaré el análisis a partir de la declaración de
inconstitucionalidad de los arts. En cuestión de la Ley 24557, y a partir de dicha
conclusión, avanzar en el examen de las demás quejas.
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4. Sobre la disposición de los mismos, que el a-quo declaro
inconstitucional, el Alto Tribunal Federal in re “AQUINO ISANCIO c/CARGO
SERVICIOS INDUSTRIALES S.A: s/ACCIDENTE LEY 9688” (21.9.04) ha dicho que no
se requiere un mayor esfuerzo de reflexión para advertir que la L.R.T., al excluir, sin
reemplazarla con análogos alcances, la tutela de los arts. 1109 y 1113 del Código Civil, no
se adecua a los lineamientos constitucionales antes expuestos, a pesar de haber proclamado
que tiene entre sus objetivos, en lo que interesa, “reparar los daños derivados de accidentes
de trabajo y de enfermedades profesionales “ (Art.1,inc 2b).Ha negado, a la hora de
proteger la integridad psíquica, física y moral del trabajador, frente a supuestos regidos por
el principio “alterum non laedere”, la consideración plena de la persona humana y los
imperativos de justicia de la reparación, seguidos por nuestra Constitución Nacional.-
En el referido decisorio se expresa ”Si se trata de establecer
reglamentaciones legales en el ámbito de la protección de los trabajadores dañados por un
infortunio laboral, el deber del Congreso es hacerlo en el sentido de conferir al principio
“alterum non laedere” toda la amplitud que este amerita, y evitar la fijación de limitaciones
que, en definitiva, implican “alterar” los derechos reconocidos en la Constitución Nacional
(art.28).De tal manera, el proceder legislativo resultaría, además, acorde con los postulados
seguidos por las jurisdicciones internacionales en materia de derechos humanos”
Dijo asimismo que, “Desde antiguo esta Corte ha establecido que las leyes
son susceptibles de cuestionamiento constitucional “cuando resultan irrazonables o sea,
cuando los medios que arbitran no se adecuan a los fines cuya realización procuran o
cuando consagren una manifiesta iniquidad” .En tales condiciones, por cuanto ha sido
expresado el art.39 aprt.1 de la L.R.T., es a juicio de esta Corte, inconstitucional, al eximir
al empleador de responsabilidad civil mediante la prestación del art.15 ,aprt.2,segundo
párrafo .”
Esta conclusión torna inoficioso que el Tribunal se pronuncie a la luz de
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otros principios, valores y preceptos de la Constitución Nacional.-
Entiendo que tales conceptos resultan aplicables aún a casos de incapacidad
parcial y permanente como el presente.-
Para validar esta afirmación me remito a las dos advertencias finales que la
Corte efectúa en el caso “AQUINO”.-
Allí decía que el desenlace de ese litigio no implica la censura de todo
régimen legal limitativo de la reparación de daños, lo cual incluye al propio de la L.R.T. Lo
que sostiene la presente sentencia radica en que, por más ancho que fuese el margen que
consienta la Constitución Nacional en orden a dichas limitaciones, resulta poco menos que
impensable que estas puedan obrar válidamente para impedir que, siendo de aplicación el
tantas veces principio contenido en el art.19 de la C.N. “ALTERUM NON LAEDERE”,
resulte precisamente el trabajador, sujeto de preferente tutela constitucional, quien pueda
verse privado, en tanto que tal, de reclamar a su empleador la justa indemnización por los
daños derivados de un accidente o enfermedad laborales.
Este es precisamente el perjuicio constitucional y menoscabo en sus
derechos que sufre el actor ya que le impide el acceso libre a la jurisdicción, con lo cual se
viola el principio de IGUALDAD ANTE LA LEY (Art.16 C.N.), el derecho a una
reparación integral (Art.14 bis), entre otros.-
En segundo término, la solución alcanzada no acarrea la frustración de
elevados propósitos de automaticidad y celeridad en el otorgamiento de las prestaciones
perseguidas por la L.R.T. En efecto, es manifiesto que el hecho de ser constitucionalmente
inválido no implica de ninguna manera que las A.R.T. queden relevadas de satisfacer las
obligaciones que han contraído en el marco de la citada ley.
Pero en nuestro caso el actor no recibió las prestaciones ni de su empleador
ni de la ART.-
5.Conforme el análisis de las constancias de autos, de aplicarse estrictamente
6
el art.39,ap.1 de la L.R.T.,el trabajador accidentado se vería imposibilitado de reclamar a su
empleador la justa reparación por el accidente sufrido, situación no querida ni amparada por
las leyes de la República ni por los Tratados Internacionales signados por nuestro país.-
Más aún, sobre el referido artículo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, luego de un
exhaustivo análisis de la normativa local, convenios internacionales con rango
constitucional y los de carácter supralegal , expresó que “si el régimen anterior al de la
L.R.T. había demostrado fracaso para proveer una reparación integral y oportuna a quien
sufre las consecuencias de accidentes y enfermedades laborales, como lo asevera el
mensaje del Poder Ejecutivo, lo cierto es que su reemplazo, supuesto que hubiese logrado
mejorar la reparación en términos de oportunidad, importó un franco retroceso del
predicado carácter integral.-
Justamente porque el régimen que establece la L.R.T. solamente contempla
la reparación del daño material y en dicho orden la indemnización se calcula en base al
salario del trabajador y únicamente en aquella porción del mismo que cotiza para las
contribuciones y aportes de la seguridad social.-
Como tampoco contempla ningún tipo de resarcimiento que exceda el marco
laboral, como el daño moral, daños psicológicos, estéticos, etc.-
Con lo cual se advierte fácilmente la desigualdad que establece dicho
régimen frente al sistema de responsabilidad civil.-
Concretamente ha dicho la Corte en el caso “Aquino”: “ …es
manifiesto que, contrariamente a lo que ocurre con el civil, el sistema de la LRT se aparta
de la concepción reparadora integral, pues no admite indemnización por ningún otro daño
que no sea la pérdida de la capacidad de ganancias del trabajador, la cual, a su vez, resulta
conmensurable de manera restringida. De no ser esto así, el valor mensual del "ingreso
base" no sería el factor que determina el importe de la prestación, sobre todo cuando el
restante elemento, "edad del damnificado", no hace más que proyectar dicho factor en
7
función de este último dato (LRT, art. 15, inc. 2, segundo párrafo). Súmanse a ello otras
circunstancias relevantes. El ingreso base (LRT, art. 12, inc. 1): a. sólo toma en cuenta los
ingresos del damnificado derivados del trabajo en relación de dependencia e, incluso en el
caso de pluriempleo (ídem, art. 45.a), lo hace con el limitado alcance del decreto 491/97
(art. 13); y b. aun así, no comprende todo beneficio que aquél haya recibido con motivo de
la aludida relación, sino sólo los de carácter remuneratorio, y, además, sujetos a cotización,
lo cual, a su vez, supone un límite derivado del módulo previsional (MOPRE, ley 24.241,
art. 9, modificado por decreto 833/97). Finalmente, la prestación, sin excepciones, está
sometida a un quántum máximo, dado que no podrá derivar de un capital superior a los $
55.000 (LRT, art. 15, inc. 2, segundo párrafo).
En suma, la LRT, mediante la prestación del art. 15, inc. 2, segundo párrafo,
y la consiguiente eximición de responsabilidad del empleador de su art. 39, inc. 1, sólo
indemniza daños materiales y, dentro de éstos, únicamente el lucro cesante: pérdida de
ganancias, que, asimismo, evalúa menguadamente.”
El precedente citado, concluye en la inconstitucionalidad del art.39, inc1,de
la ley 24557 al eximir al empleador de responsabilidad mediante la prestación del
art.15,inc.2,segundo párrafo de aquélla.
Por tanto, compartiendo el criterio de la Corte Nacional y no advirtiendo en
el presente caso motivos para apartarse de dicha doctrina constitucional, se confirma la
declaración de inconstitucionalidad decidida por el a-quo, en base a los fundamentos aquí
referenciados, rechazándose los agravios en este sentido.-
6. Toca ahora tratar el reparo de la A.R.T. en lo que respecta a su citación en
el proceso.
Adelanto en coincidencia con lo resuelto por el a-quo, que la aseguradora al
no haber sido demandada directa y no existiendo la figura de la citación en garantía, en la
temática de la ley 24557, no puede ser condenada ni hacerse extensiva la responsabilidad
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de modo similar a lo previsto en la ley de seguros.
Como lo ha sostenido sistemáticamente este Tribunal, con su anterior
integración, criterio compartido por el suscrito, no puede ser condenado por sentencia quien
no es parte demandada en el proceso.-
Al contestar la acción la demandada TRIGALIA S.A (hoy CARGILL
S.A. por fusión) solicito al punto IV ap. c fs.50 vto. se cite a LIBERTY ART S.A. en
calidad de tercero a fin de hacerle oponible el proceso ante un eventual trámite de regreso
contra esa aseguradora.
Cabe recordar que la relación entre la ART y el trabajador, en caso de
infortunio laboral es directa, hay una situación sustancial del sujeto obligado querido por
ley, reemplazando al empleador por la ART. De tal manera aparece como impropio
demandar a quien la propia ley exonera la responsabilidad y la sustituye por la
responsabilidad directa de la aseguradora de riesgo de trabajo, salvo, claro esta que se
reclame y decida la inconstitucionalidad del art.39, ap.1ro. de la L.R.T. como ha sucedido
en el presente, quedando habilitado el reclamo hacia el empleador.
Entonces, en caso como el presente donde se reclama indemnización
por el derecho común y –como se decidió- se declara la inconstitucionalidad de la norma de
la ley 24557 que lo impedía y no se demandó conjuntamente al empleador y ART, solo
cabe la citación de ésta dentro de la figura del art.305 del C.P.C, esto es la “denuncia de
litis”, no existiendo la posibilidad de que el empleador cite de evicción, en garantía u otros
términos.-
“La intervención del tercero en base a la litis-denunciatio representa
solo un llamado o aviso o comunicación de parte del demandado para controlar el proceso y
sus pruebas en caso de que medie una posterior acción de regreso del demandado contra el
tercero , en cuyo caso no podrá este alegar excepción de negligente defensa” ( in re LA
SEGUNDA COOP.SEG.GRALES. c/HIJOS DE JOSE FIRPO S.A. s/ DEMANDA
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ORDINARIA Acuerdo Nro 26 C.A.C.C.L.V.T (integrada))
De modo que la A.R.T. ha sido escuchada, ha tenido la posibilidad de
excepcionar, ofrecer y producir prueba, alegar y en suma defenderse del planteo de
inconstitucionalidad de la actora, por lo cual la solución de esta litis le resulta oponible en
un eventual proceso de repetición de la empleadora hacia ella, en los términos que fuera
contratada la cobertura.-
Ahora bien, el hecho de no ser parte en el proceso no la exime de
soportar las consecuencias en materia de costas generadas con relación a las excepciones
y/o incidencias producidas a su instancia durante el curso del proceso, como lo es la de
falta de legitimación pasiva opuesta contra la citación solicitada por la actora en los
términos del art. 305 del C.P.C. y C., conforme lo expuesto ut-supra.-
Por todo ello se rechaza el agravio de la A.R.T. LIBERTY S.A. con
respecto al punto 3ro. de la sentencia impugnada (fs. 471 vto.).-
7. Continuando con el tratamiento de los agravios, cabe a priori
recordar que según la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la acción
por daños emergentes de las relaciones laborales fundadas en los arts.1113 del C.C. los
perjuicios no pueden dejar de asociarse con las tareas que cumplía el trabajador, no
pudiendo desecharse una pretensión sin el debido examen de las labores desarrolladas y de
las circunstancias en que se cumplieron (FALLOS 312-434), y que al determinar el
derecho que pueda asistir al trabajador, no es admisible distinguir si el daño fue producido
por las cosas o en ocasión de realizar con ellas tareas propias de la actividad. Ello
implicaría un apartamiento del concepto jurídico que cabe asignar a aquel concepto en el
contexto del art.1113. El daño no puede dejar de asociarse con las tareas que cumplió el
trabajador, si es propio de ellas (FALLOS 311-1694).
Para proteger el mundo del trabajo, el ordenamiento jurídico discurre
por dos canales: 1.Preventivo (Ley 19587 y 75 L.C.T.) y 2.Reparador (reparación objetiva
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por la ley de accidentes, reparación integral por el art.1113 C.C y concordantes y
reparación por incumplimiento del deber de seguridad con fundamento en el art.75 L.C.T.
basado en la responsabilidad contractual. (D.T. 1995-A.P.530).-
Habiéndose llegado a la situación de reparar un infortunio laboral y
optado el actor por reclamar a través el derecho común, el empleador esta obligado a
resarcirlos en cuanto se acredite que ha actuado con culpa, es decir, no ha adoptado los
medios apropiados en razón de la situación fáctica, a fin de satisfacer su deber de seguridad
(art.1109); o que el hecho le es imputable a uno de sus “dependientes” que ha obrado
dentro el ámbitos de su incumbencia (art.1113, 1er.párrafo), o que el siniestro se ha
producido a través de una cosa de la que se sirve o tiene a su cuidado (art.1113 cit.). En esta
última situación, debe acreditarse que el hecho se ha producido por riesgo o vicio de la
cosa. Si el infortunio se ha debido a alguna de estas dos circunstancias, la ley le imputa
responsabilidad, de la que solo se puede liberar total o parcialmente mediante la
acreditación de que el hecho se ha debido a “culpa de la víctima o de un tercero por quien
no debe responder” o que la “cosa ha sido usada contra la voluntad expresa o presunta del
dueño o guardián” (art.1113 2do.párrafo)(VAZQUEZ VIALARD, ANTONIO
“Accidentes y enfermedades del trabajador-Responsabilidad por infortunios del
trabajo reclamados por via civil. Concepto de cosa” T 94 Pàg.200).
Recordemos también que, ”a los efectos de la operatividad de la
directiva del art.1113 de Código Civil, con la inversión probatoria consiguiente, es preciso
acreditar previamente que el daño se produjo por las cosas de propiedad del empleador o de
las que el se sirve o tiene a su cuidado, en cuyo caso se presume la culpa, exonerándose si
acredita que el no la tuvo (cosa no peligrosa), o demostrando la culpa de la víctima o la de
un tercero por quien no debe responder o cuando demuestra que la cosa fue usada contra su
voluntad expresa o presunta” (C.N.TRABAJO,SALA VIII,marzo 31-995 “Minutti
c/Neumáticos Goodyear S.A. y otro,D.T. 1995-B.p.1747).-
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La mayoría de la doctrina judicial admite la responsabilidad del
dueño o guardián, aunque la intervención de la cosa haya sido pasiva. La misma, entre
otras, ha sido receptada en algunos fallos de la C.S.J.N. y por mayoría en el plenario Nro.
266 de la Cámara nacional de Apelaciones del Trabajo.
El tema adquiere importancia en situaciones en la que se
reclama por las consecuencias dañosas a raíz del movimiento o levantamiento de objetos
pesados, en el efecto cuya reparación se solicita, no ha sido causado por la o las cosas, sino
por la acción del hombre que sufrió un accidente al trasladarla o realizó un esfuerzo o
adoptó una postura desfavorable superior a su capacidad, lo que le produjo uno u sucesivos
traumatismos.
Entonces, provocado un daño que mantiene nexo de
causalidad con la tarea desempeñada, por aplicación de la norma citada, se presume la
responsabilidad del dueño o guardián, en este caso el empleador, quien solo se exime de
ésta por la culpa de la victima, caso fortuito o fuerza mayor.-
Los extremos que condicionan la aplicación de la norma del
art. 1113 2do. Párrafo del C.C., esto es: daño, intervención de la cosa ya sea por su carácter
riesgoso o por su forma de manipulación y relación de causalidad entre ambas, se
encuentra acreditado en autos por numerosas practicadas: testimoniales, pericias en
Seguridad e Higiene en el Trabajo, pericia médica.-
No habiéndose probado la existencia de alguna causal de
eximición, por lo que la conclusión del fallo, criticado, resulta ajustada a derecho.-
8. Se impugna asimismo, la apreciación y valoración que hizo
el Sr. Juez de grado respecto de las enfermedades-accidente reclamadas en la demanda,
tanto respecto de lo dictaminado por el Perito Médico, como el del Perito de Seguridad e
Higiene en tanto que establecieron las lesiones patológicas del trabajador e identificaron el
nexo causal entre las tareas y las mismas fs. 200/vto. Y 245 respectivamente.
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Quedan dentro de aquél concepto de enfermedades- accidente,
afecciones que no encuadran ni en el concepto de accidente que requiere hechos súbitos y
violentos, ni en el de enfermedad profesional, la cual supone que la dolencia sea ocasionada
exclusivamente por algún agente relativo al trabajo especifico de que se trate ( verbigracia
agentes químicos, minerales, naturales etc.).
El análisis concienzudo de las constancias de autos, me
permite concluir que estamos frente a típicas enfermedades-accidente, es decir patologías
que se producen durante la relación laboral, no habiéndose invocado ni acreditado que ellas
preexistieran al momento del ingreso del actor o que éste sufriera alguna limitación
previa.-
Las condiciones de labor deben ser adecuadas al bienestar
físico y psíquico del trabajador. Por ello la Organización Mundial de la Salud ha definido a
ésta “como un estado completo de bienestar físico, mental y social”. Labor , jornada,
descansos, etc.
Es decir que todo el marco en el que se desenvuelve la
actividad del obrero o empleado debe estar imbuido del principio de bienestar ya que de lo
contrario, se estará permitiendo el deterioro físico, mental y social, el que en definitiva
originara la enfermedad. (in re “RULLO ,JUAN CARLOS c/ EXPRESO ARITO S.A.
s/DEMANDA LABORAL ,EXPTE.160-1993 de este Tribunal).
La jurisprudencia en materia de enfermedades accidente ha
sostenido que es suficiente que el trabajo actúe como factor concurrente o desencadenante o
agravante del proceso, sin que, importe, en que mayor o menor grado haya influido para la
agravación del mal, las condiciones personales en que se encontraba el trabajador para que
nazca el deber reparador a cargo de la empleadora, y debiendo aún en el supuesto de duda
presumirse la relación entre el daño y las tareas, estando a cargo del empleador desvirtuar
los alcances de tal conclusión (D.T.1981-A-724)
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La pericia médica realizada al actor indicó concretamente el
padecimiento de “Discopatía Cervical, con la presencia de tres hernias operadas en C3-C4-
C5-C6-C7, más una Discopatía Lumbar, con aplastamiento de L2 y Desplazamiento de L5”
todo “relacionado a un proceso degenerativo de su columna cervical y lumbar, de
componente genético, y a su vez la actividad laboral que desarrolló durante años tuvo
incidencia en el desarrollo de su patología”.-”.-
Analizadas las conclusiones del perito de Fs. 200 vto. debo decir que
las mismas son determinantes-no obstante las objeciones realizadas por la demandada, (fs
381/384) la cual no aporta elementos científicos como para desvirtuarla. Cuando el
dictamen del perito se encuentra fundado en principios técnicos o científicos inobjetables y
no existe otra prueba que los desvirtúe, la sana crítica aconseja aceptar las conclusiones
frente a la imposibilidad de oponer argumentos de mayor valor.-Máxime en este trámite
cuando existe en autos una gran cantidad de estudios y certificados médicos relacionados
con el caso. -
Sin perjuicio de que se ha dicho:” “Si el juez comparte las
conclusiones del dictamen, basta con que lo exprese con claridad sin necesidad de rebatir
en su sentencia las impugnaciones que le hayan opuesto las partes” (C.F.CC .Cap. 14-
8_85 , J.A. 1986-II 587,L.L. 1990-A 489;4-9-91 ,J.A. 1992-I.55).-
La accionada recurrente no ha indicado con precisión en su alegato,
ni a la hora de la critica apelatoria, las falencias técnicas que imputa al dictamen,
limitándose a utilizar argumentos como que la dolencia del actor es imputable a hechos
ajenos a su trabajo, los que además de no haber sido acreditados por medios fehacientes en
el proceso, han sido considerados por el perito médico al discriminar en el porcentaje
incapacitante aquellos factores que son ajenos al trabajo.-
De modo reiterado se ha dicho que cuando los datos o conclusiones
de una pericia como en el caso de autos no son compartidas por una de las partes, es a cargo
14
de esta la prueba de la inexactitud de lo dictaminado, siendo insuficiente las meras
objeciones, es menester probar que lo dictaminado por el perito es incorrecto, que sus
conclusiones son erradas o que los datos que proporciona como sostén de sus afirmaciones
son equivocados o mendaces” (ZEUS T 46-J 118).-
Por otra parte, obra también en autos pericia en Seguridad e Higiene
cuyas conclusiones respuestas permiten inferir que el tipo de tareas, eran de sumo esfuerzo,
en distintas posiciones y además implicaban la realiazación de esfuerzo con todo su cuerpo,
en especial con los miembros superiores, inferiores y columna vertebral (fs. 244, rspuesta a
la pregunta h)).-
Si bien es cierto que el nexo de causalidad o concausalidad entre las
lesiones sufridas y el tipo de tarea desempeñada por el trabajador no se prueba solamente
por medio de exámenes del experto médico interviniente (T.y ss. 1985-558), en el sublite,
obra la pericia de seguridad e higiene y las testimoniales de los compañeros de trabajo del
actor, probanzas que con exactitud describen el trabajo y el ambiente laboral, y permiten
tener por fehacientemente acreditadas la naturaleza y características de la tareas que
resultaron causalmente adecuadas para producir las afecciones y minusvalía cuyo
resarcimiento fue objeto de demanda.-
El agravio vertido no logra conmover la decisión del Sr. Juez a-quo
que es quien ejerce el poder jurisdiccional en grado primario ni tampoco concreta, más allá
de una discrepancia, errores susceptible de reparación, en consecuencia el mismo no puede
prosperar.-
Agregando asimismo que no se advierte en el caso vulneración del
derecho de defensa, como se esgrime por la recurrente, ya que no señala cuales pudo hacer
valer y de las que se vio privada.-
9. Continuando con el tratamiento de los agravios, me referiré al
relacionado con el importe fijado como indemnización para el accionante por daño
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material y moral.-
Sobre el particular, se reitera, que la prueba técnica realizada en la
especie es la esencial para saber el tipo de dolencia y en base a la misma debe determinarse
el grado de incapacidad y además, permite conocer la proporción en el que el trabajo
incidió, habiendo el perito que actuara, tenido en cuenta, puntualmente este último aspecto
(VI.Conclusiones fs.587).-
Es entonces que conceptúo que el inferior cumple con el
principio de congruencia procesal por cuya virtud debe existir conformidad entre lo
demandado y lo resistido por las partes, por un lado, y la sentencia, por el otro, que debe
recaer, exclusiva y necesariamente, sobre los hechos que proceden de la demanda y su
contestación, así como de las peticiones, oposiciones, alegaciones y defensas formuladas en
los escritos constitutivos del pleito, lo que es comprobable con la lectura de tales actos
procesales.-
Con respecto a los montos establecidos en la sentencia
impugnada en concepto de daño material el inferior ha tenido en cuenta el grado de
incapacidad, la incidencia el factor laboral, la edad, y la imposibilidad del actor para
reinsertarse en el campo laboral, ya que difícilmente pueda pasar un examen de ingreso y
fundamentalmente ha tomado como parámetro el monto para los casos de incapacidad total
según antecedentes de su propio Tribunal, pautas todas, que en líneas generales se atienen
al criterio expuesto en numerosos pronunciamientos de esta Cámara y coincide con la
doctrina de la Corte Provincial desarrollada en el caso “Carlanchiani” (J.85-342), que
indica que se debe tener en cuenta una línea que marca con nitidez y enunciado básico, que
no hay criterios matemáticos para la determinación del “quantum” indemnizatorio ni son
de aplicación los porcentajes fijados por la Ley de Accidentes de Trabajo, aunque sus
montos puedan servir como pautas generales a tener en consideración por el Juzgador.- Sí
se deben tener en cuenta para su determinación ciertas circunstancias personales del
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damnificado como edad, sexo, ocupación habitual, y fundamentalmente posibilidad de
reinserción laboral, ya que ninguna persona puede quedar expuesta a los vaivenes de un
examen de ingreso posterior que no le permita la contratación precisamente por las secuelas
incapacitantes de la patología que presenta. Por eso el juez debe mirar hacia atrás y hacia
delante, evaluando las posibles consecuencias del daño, no determinando solo la
disminución de aptitudes físicas de la victima, sino que la fijación del resarcimiento debe
hacerse teniendo en cuenta a la persona humana en toda su integridad, con su uniforme
actividad, debe computarse y repararse toda lesión sufrida, en relación a sus facultades
culturales, artísticas, deportivas, comunitarias, etc.-
En lo que hace al daño moral se tiene dicho que: ”la compensación
pecuniaria por el sufrimiento espiritual sufridos por las lesiones ocasionadas por las
patologías y las minusvalías que acompañaran al trabajador damnificado toda su vida, es de
naturaleza resarcitoria y no debe guardar necesariamente una proporción, equivalencia,
razonable o no con el daño patrimonial sufrido. La indemnización por daño moral resulta
viable aún en los supuestos de responsabilidad objetiva por riesgo o vicio e la cosa fundada
en el art.1113 del C.C.”.
Agrego además respondiendo a critica de los apelantes, que no es
necesaria prueba alguna concreta para precisar la ocurrencia del daño moral en cuanto se lo
debe tener por demostrado por el solo hecho de la acción antijurídica (prueba “in re ipsa”),
siendo el responsable del hecho dañoso a quien le incumbe acreditar la existencia de una
situación objetiva que excluya la posibilidad de un dolor moral, demostración ausente en la
especie.
En conclusión, en mi opinión, los montos establecidos por
“reparación integral” (Arts.1077,1078,1083,1089 u concordantes del C.C.) han sido
fundados en la “prudencia” (art.1084) y la “equidad” (Art.1069) atento las circunstancias
particulares del caso, no siendo producto caprichoso de la voluntad del juzgador y se
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corresponden con las pautas que usualmente ha aplicado este Cuerpo, que comparto,
concepto que se hace extensivo a la procedente indemnización por daño moral.-
10. Habiendo deducido la demandada la defensa “sine actione agit”,
es menester recordar que a través de la defensa que nos ocupa se hace valer la hipotética
falta de legitimación activa o pasiva, sustantiva o de “causa” en la persona del actor o del
demandado. Alsina se ajusta a los lineamientos clásicos de esta defensa, expresando que:
”Correspondiendo al actor la prueba de las condiciones de su acción, a él le incumbe
demostrar la calidad de obligado del demandado. La falta de calidad, sea porque no existe
identidad entre la persona del actor y aquella y aquella a quien la acción esta concedida o
entre la persona del demandado y aquella contra la cual se concede, determina la
procedencia de la defensa, la que debe ser opuesta al contestar la demanda” (PEYRANO-
CHIAPPINI- Tacticas en el proceso Civil.T.II.Pàg.12).-
En nuestro caso, no concurren dichas circunstancias dado que quedó
acreditado acabadamente la existencia de un contrato laboral entre el actor y la demandada
,con lo cual el primero resulta ser titular de la relación jurídica sustancial, encontrándose
suficientemente legitimado en el marco de todo el plexo normativo para promover la
demanda contra su ex -empleadora.-
No obstante, es que en supuestos como el de autos, teniendo presente
que la excepción se resuelve al momento del dictado de la sentencia, oportunidad en la que
el Juez debe analizar si media la correspondiente identidad entre las personas que o contra
quienes se ejerce la legitimación para obrar, no corresponde condena en costas como si
fuera un incidente, ni una regulación de honorarios por vía autónoma en la resolución de la
excepción al momento de sentenciar (ZEUS T 44-R31). Por ello en este tópico, asiste razón
a la demandada apelante, por lo tanto debe revocarse la condena en costas por el rechazo de
la mencionada excepción de falta de legitimación para obrar activa interpuesta por la
citada.-
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11.- En cuanto a la imposición de costas, habiendo sido receptada
íntegramente la pretensión de la demanda, impera el principio objetivo del vencimiento (art.
251 del C.P.C. y C.), correspondiendo mantener la decisión de primera instancia.-
A la misma cuestión el Dr. Garcia Mendez, dijo:
Que adhiere a los fundamentos expuestos por el Sr. Vocal Dr. Héctor
M. López, y vota de la misma manera.
A la misma cuestión el Dr. Botta, dijo:
Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la
existencia de dos votos totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al caso de lo
dispuesto por el art. 26 de la ley 10.160, absteniéndose de emitir opinión.-
A la tercera cuestión el Dr. López, dijo:
Atento el resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores el
pronunciamiento que corresponde dictar es: Desestimar el recurso de nulidad interpuesto
por la demandada. Rechazar el recurso de apelación interpuesto por las recurrentes. Las
costas de primera instancia en la relación actora-demandada se imponen en su totalidad a la
segunda, revocándose el fallo en la imposición de costas en forma autónoma por el rechazo
de la excepción de falta de legitimación activa, conforme lo expuesto en la parte
considerativa. En la relación actora – ART Liberty S.A. y demandada- ART Liberty S.A. se
confirma el decisorio impugnado. Las costas de Alzada en la relación actora –demandada
se imponen a la segunda y en la relación demandada- ART Liberty S.A, se imponen a esta
última. Se regulan los honorarios de los profesionales actuantes en el 50% de los fijados en
la sede de origen. Así me expido.-
A la misma cuestión el Dr. Garcia Mendez, dijo:
Que adhiere a los fundamentos expuestos por el Sr. Vocal Dr. Héctor
M. López, y vota de la misma manera.
A la misma cuestión el Dr. Botta, dijo:
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Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la
existencia de dos votos totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al caso de lo
dispuesto por el art. 26 de la ley 10.160, absteniéndose de emitir opinión.-
En mérito a los fundamentos del Acuerdo que antecede, la
Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de Venado Tuerto, integrada,
RESUELVE: I. Desestimar el recurso de nulidad
interpuesto por la recurrente; II. En cuanto a la apelación: se rechaza íntegramente
los recursos interpuestos por los recurrentes; III. Las costas de primera instancia en la
relación actora-demandada se imponen en su totalidad a la segunda, revocándose el
fallo en la imposición de costas en forma autónoma por el rechazo de la excepción de
falta de legitimación activa, conforme lo expuesto en la parte considerativa de la
presente. En la relación actora- ART Liberty S.A y demandada -ART Liberty S.A se
confirma el decisorio impugnado; IV. Las costas de alzada en la relación actora-
demandada se imponen a la segunda y en la relación demandada- ART Liberty S.A se
imponen a esta última; V. Regular los honorarios de los profesionales actuantes en el
50% de los fijados en la sede inicial.
Insértese, hágase saber y bajen.
AUTOS. CIUNA MIGUEL A. C. CARGIL SACI S. COBRO DE PESOS. 75-07
Dr. Héctor Matías López
Dr. Gustavo D.I. Garcia Mendez Dr. Federico Botta
conjuez- art. 26 Ley 10160
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Esc Carlos A. Lopez Jordan
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