cázares hernández - espacio y personajes en la novela el desfiles del amor de sergio pitol,...
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I N V E S T I G A C I O N Q U E P R E S E N T A EL ALUMNO
I R E Y E S P A R T I D A , $ . B E L A R D O A N T O N I O
E S P A C I O Y P E R S O N A J E S E N L A N O V E L A EL DESFILE DEL AMOR
D E S E R G I O P I T O L
L A U R A C A Z A R E S H E R N A N D E Z
E N E R O D E 1 9 8 9 .
0 9 4 5 5 9
I N D I C E
1.1
1 .2
1 - 3
1.4
1 - 5
2.
2.1
2.1.1
2-1-2
2.2
I n t r o d u c c i ó n .
E l e d i f i c i o M i n e r v a ,
E l e d i f i c i o M i n e r v a . P e r s p e c t i v a 1 9 4 2 .
E l e d i f i c i o M i n e r v a . P e r s p e c t i v a 1 9 7 3 .
L o s r e c u e r d o s
Mart<nez/Briones. E s p a c i o s o c u l t o s .
La f i e s t a : t e a t r a l i d a d .
E s p a c i o y p e r s o n a j e s .
D e l f i n a U r i b e .
L a c a s a y l o s o b j e t o s .
La g a l e r í a .
Julio E s c o b e d o .
P.1
P.9
P - 9
p . 1 4
p . 1 9
p . 2 6
p - 3 3
p.44
p- 45
p.46
p . 5 1
p . 5 4
2 . 3 Derny: el arte como inversión y el significado de los ob:jetos.
2-4 ;, Eduviges: el espacio y el caos de los objetos.
2.5 Ida Werfel.
2.5.1 Lo grotesco.
2 . 5 . 2 Madre e hija: la casa museo,
3. Miguel del Solar.
3.1 La interrelación de 16s espacios.
3 . 2 Hi-lo conductor de la novela -
3 . 3 Personaje s i n espacio.
conclusiones.
Notas.
Bibliografía.
Hemerografía,
p. 59
p-64
p. 7 3
p. 7 4
p.78
p.83
p. 84
p.86
p.88
p. 90
e034
P- 98
p. 99
- 1 -
INTRODCICCION
El presente estudio e s t á dedicado a l análisis de la
novela El desfile del amor de Sergio Pitol, específican-e~
te al tema del espacio, ya que los críticos se han refe-
r i d o poco al empleo de éste en dicha obra, y sólo zomentan
a grandes rasgos el que s e hace presente de inmediato al
lector: el edificio Minerva.
Durante la minuciosa lectura de El desfile del amor
hemos advertido una relación muy peculiar entre el espa-
cio y los personajes, en el sentido de que se nota la preo
cupación por proporcionar una descripción clara y objeti-
va de la ambientación que los rodea.
y,
-
En el transcurso de la novela, Sergio Pitol, a tra-
vés del narrador, nos hace recorrer tanto el interior m
el exterior del Minerva. Podemos decir que en toda la na
rración hay una variedad de espacios, cada uno independiente
pero unido por el espacio principal: el Minerva.
Para algunos críticos que han estudiado el espacio
de este inmueble, como Elena Urrutia, el edificio q w n o s
describe Pitol tiene tres fechas importantes: 1914, 1 9 4 2 ,
1973; en el transcurso de esos aiios el Minerva sufre una
serie de transformaciones notables:
- 2 -
Cuando en 1914 sus interiores son decorados con un es tilo Art Deco que nada tiene que ver con la original- construcción de finales del siglo XIX; cuando la hete rogénea composición cde los inquilinos que la habitan habla mejor que nada del hervor social y el súbito cos mopolitismo que en esos años de la guerra, en 1942, se producían.precisamente en la ciudad de México; cuando en 1973, la evidente decadencia del desvencijado edificio de ladrillos rojos refleja los estertores de una colonia Roma y una ciudad irremediablemente condenadas. (1)
-
-
Es importante señalar al respecto que, efectivamente','
el'edificio Minerva ha :sido testigo mudo, a través del tim
PO., de los acontecimientos y transformaciones que ha sufrido
nuestra capital en años importantes de su historia: 1914,
-
el porfirismo; 1942, el cosmopolitismo; 1973, el inicio de
una larga crisis política, económica y social, factores p
se hacen patentes en toda la novela.
En u? principio noltamos que este espacio es visto des!
de dos perspectivas temporales: 1942 y 1973; cada unacontiene '
características que creemos pertinente mencionar. El p r i m
- 1
suceso importante ocurre precisamente en 1942, y consiste
en el asesinato de un joven austriaco a la entrada del edi
ficio Minerva. En ese ai50 algunos personajes vivían en di-
cho inmueble, mientras que otros Únicamente iban de visita.
El año de 1973 nos muestra un inmueble que carece de lujos
y convertido en una vecindad. Los habitantes del 42, a ex-2
ción de Balmorán, se han mudado a zonas exclusivas; la colonia
Roma ha perdido todo su encanto.
-
"_
- 3 -
Ahora bien, dentro de El desfile del amor un elemento
principal y central lo constituye la ambientación, lograda
a través de las descripciones. Con este recurso, e l nove
lista nos informa d e aspectos arquitectónicos, de la tex
tura de los objetos, d e formas, de figuras. Todos estos
datos se unen p a r a f o r m a r una descripción exacta.
-
El escritor s e prctocupa por describir espacie;; con
detalle, como si quisiera enmarcar en un cuadro el ambiente
q.ue rodea a cada uno de los personajes. Tal es su minucio
sidad en la descripciór, que cae en un rasgo que mencionan
Roland Bourneuf y Réal Qlellet: "Una representación sin di
ficultades para el 1ect.or permite suponer al novelista lllit
elaboración minuciosa de la obra, una escrupulosa atencih
a las formas sensibles, una preocupación lógica o 'sentido
del espacio' que le hace comparable al pintor". ( 2 )
-
-
Esa les la finalidad que persigue Sergio Pito1 al "pin
tar" cada uno de los diferentes espacios en que seencuentran
inmersos los personajes; así, la presentación del edifi-
cio Minerva, que está descrito con sumo detalle, tiene UM
intencionalidad pictórica. Cabe mencionar algo importante
relacionado con lo anterior, el autor incorpora a tres p e ~
sonajes que están ligados con la pintura: Delfina Uribe,
dueña de una galería; Julio Escobedo, pintor que vende sus
obras a la señora Uribe; Derny, el comprador que adquiere
pinturas como inversión.
-
- 4 -
A lo largo de la novela se mencionan pintores famo-
s o s , como Diego Rivera, Rufino Tamayo, Agustín Lazo, y se
destaca que en los años 4 0 tuvo gran auge la pintura me-
xicana gracias a los muralistas. (3). Podemos afirmar gut.
Sergio Pitol recrea l a pintura, en especial la nexicana,
y la convierte en aspecto esencial de esta novela. En e l l a
lo pictórico no es sólo un recurso para resolver embrollos,
como afirma J o s é J o a q u í n Blanco:
. I La sobredosis del arte. ¡Oh el harte! (sic). Cuando Pi y to1 no habla de Ópera, se va con el cine, y si no con _ _ la novela, y siempre con los cuadros, cuando la trama se le embrolla va a buscar a una diva terrible p a r a w le cuente un secretito o se pone a teorizar sobre un cuadro de Tamayo o Agustín Lazo. ( . . . I iCasi no se concibe relato de Pitol sin coartada de @a tiquita artística! ( 4 )
-
-
Por otra parte encontramos que en esta obra los re-
cuerdos fuegan un papel preponderante, pues cada uno de
los personajes se muestra renuente a recordar su pasado,
sobre todo si se trata del Minerva y del año 1942.
tro estudio analizaremos cómo, a través del protagonista
principal, Miguel del Solar, se recobran imágenes del Mi - nerva de 1942. Recuerdos, esto es precisamente lo que el
personaje intenta recup’erar al tener contacto con las per
sonas que vivieron o visitaron el inmueble aquel año, y
de paso recupera aquella infancia que en parte había ol-
vidado.
-
- 5 -
Asimismo veremos e l lado oculto del Minerva, a tra-
vés de los personajes que, a pesar de no ser los princi - pales, cobran importancia porque son los que al parecer
dan lugar al crimen de 1942, nos referimos a Arnulfo Brio - nes y a su compañero Martinez. Hablamos de espacios ocul-
t o s debido a que dichos personajes llevan a cabo en el Mi
nerva actividades clandestinas; de ahí q u e el inmueble sea
por un lado e1 lugar f . m o s o , habitado y visitado por la
élite, y , por otro, el sitio que Briones utiliza para des
pistar a sus enemigos y encubrir los lugares donde realiza
-
7
sus trabajos s u c i o s .
Por lo que hace a la teatralidad de la fiesta que
tiene efecto el 14 de noviembre de 1942, podemos decir
que lo que prometía ser uno de los eventos sociales más
relevantes de ese afio se convirtió en el tema central d e
la nota roja al ocurrir el homicidio de uno de los invi-
tados, Erich María Pistauer; agresión en la cual quedan
heridos de gravedad otros de-los asistentes a la fiesta:
Balmordn y Ricardo, hij,o de Delfina Uribe.
Advertimos que en la fiesta se dan elementos teatra
les, de ahí el nombre que damos a este apartado que cie-
rra el. primer capítulo de nuestro estudio. Característi-
cas del teatro del Barroco, como el disfraz, el enredo y
la manera en que se desenvuelven los personajes en el es
pacio del departamento de Delfina Uribe, donde se realiza
la celebración, se hacen patentes en la novela.
-
- 6 -
En cuanto a la relación espacio-personajes nos abo-
caremos al análisis de: Delfina Uribe, Julio Escobedo, Der
ny, Eduviges Briones, Ida Werfel y Miguel del Solar, quien
merece un capítulo aparte. Todos ellos, con excepción de
Miguel del Solar, tienen un espacio al que están íntima-
mente ligados. Gracias a los interiores de las casas y a
los objetos pudi.mos descubrir los sentimientos y rasgos
de cada personaje, que no s e expresan abiertamente pues
ellos siempre aparecen representando una mascarada. Sólo
Miguel del Solar al introducirse a sus espacios se da cuen
ta' de cómo san ellos en realidad. Muchos de estos personajes,
colno es el caso de Ida Werfel, tienen un sentido del humor
muy especial. Cabe señalar que entre las características
que destacan en la obra literaria de Sergio Pitol, parti
cularmente en la novelística, están la sátira y l a ironía,
elementos-que no podían faltar en El desfile del amor.
-
-
-
Si analizamos a cada uno de los personajes de esta
obra, encontraremos que éstos tienen rasgos cómicos, pe-
ro también aparece un fenómeno que no habíamos menciona-
do anteriormente y que se analizará a lo largo de este
trabajo: io grotesco. E.sta combinación de lo cómico y 1 0 1 grotesco da lugar a 10 que dice Sergio González en su ar
ticulo dedicado a El desfile del aaior, en el cual sostie
ne que:
- -
- 7 -
De este punto centrífugo surge lo contradictorio de las situaciones, creando una dimensión en la cual 'lo grotesco está por todos lados; por una parte crea lo deformado y lo horrible, y por la otra, lo cómico y lo bufonesco', por decirlo así con palabras qm Víc tor Hugo empleó para definir ciertas tendencias tra- gicómicas. de la literatura. ( 5 )
En un tercer capítulo analizaremos al personaje cen
tral: Miguel del Solar, quien se convierte en el detecti
ve historiador ( 6 ) que investiga lo sucedido la noche del
14'de noviembre de 1942 en el edificio Minerva. Para ello
in.terroga a los testigo:;, invitados a la fiesta que y a
mencionamos, cada uno de los cuales da su propia versid,n
de los hechos ocurridos aquella fatídica fecha. De esta
manera, del Solar se convierte en una especie de hilocon
ductor de la novela, que poco a poco nos va dando datos
sobre los personajes y S U espacio y sobre el crimen; sin
embargo, éste jamás queda resuelto.
-
-
-
,
También observaremos que Miguel del Solar es el Único
personaje de la novela que carece de un espacio propio.
El tiene gran habilidad para penetrar al interior de las \
casas de los personajes pero no puede establecerse en un
espacio determinado.
Algunos de los críticos en que nos apoyaremos para
el estudio del espacio s0.n Gastón Bachelard y Otto Boll-
now. En La poética del espacio, ( 7 ) Bachelard hace alusión
;
- a -
a la casa y el recuerdo, elementos que aparecen en la
novela de Pitol. Como pudimos observar, la mayoría de
los espacios que nos describe el propio narrador son ca
s a s o habitaciones; además, el edificio Minerva repre-
senta, en m i opinión, la casa de la infancia a la que
se refiere Bachelard e n su ensayo.
-
Por otra parte, Hombre y e s p a c i o ( 8 1 , de Otto Boll
n o w , nos muestra las diferencias entre los seres huma- 8 .
nos, las características que hacen a cada cual diferen
te de los demás, lo que se da a través del espacio que
cada hombre ocupa. De esta manera, el ser humano puede
modificar su propio esp'3ci0, ya sea un simple cuarto,
ya sea una casa, ya sea un departamento. Las aportacio-
nes del crítico alemán las aplicaré en e l análisis de la
-
-
relación existente entre el espacio y los personajes.
También nos serán de utilidad los trabajos de Ro- '
land Bourneuf y Réal Ouellet, Jean Baudrillard, Wolfang
Kayser y Emilio Orozco, pues nos ayudan a complementar
nuestro análisis sobre el espacio, los objetos, lo gro-
tesco y la teatralidad, respectivamente.
- 9 -
1. EL EDIFICIO MINERVA
Analizar la presentación del edificio m i n e r v a , tan-
to como se encuentra en 1942 corno e n 1973, lo exige El des
file del amor, ya que tomando como elemento central e s -
te espacio se construyen l o s diversos sucesos q u e integran
la novela.
-
L .
Debo hacer notar que este inmueble no es una total in - vención del autor, aunque s i lo es el nombre del edificio;
esta construcción se encuentra enclavada en la colonia Ro-
ma. (9)
1.1 EL EDIIZICIO MINERVA. PERSPECTIVA 1942.
En la perspectiva d e ese momento, 1 9 4 2 , observamos en
la obra que el edificio Minerva e s un reflejo fiel de lo
que está ocurriendo, no S610 en México sino también en to
do el mundo. En este inciso trataré de comprobar si esos
sucesos afectaron o no directamente al Minerva.
-
Si hacemos memoria, en 1942 México gozaba de una es-
tabilidad política de la que carecían muchos países; las
- 10 -
familias revolucionarias, después de haber tomado el po-
der, se convierten en 1.0s "nuevos ricos". La clase perde
dora, "la porfirista", decide unirse a la nueva clase di
rigente.
- -
Este hecho se manifiesta en el inmueble que nos ocupa
p u e s s u s inquilinos representan a estas dos clases. Así,
e l Minerva en 1 9 4 2 estaba habitado por gente de posibili-
dades económicas que le daba un "toque especial" al inmue
ble: "Lo inunda un torrente de palabras pronunciadas 3 0
años atrás, de ecos de conversaciones que insisten en la
elegancia, el prestigio social de aquel inmueble ..." (10)
- ' .
Cabe mencionar que en el campo de las artes se dio
el florecimiento de la cultura mexicana. El muralismo,
que desde los años 3 0 ' s se venía desarrollando, se conso
lida en esta década; en la literatura se tratan temas re
volucionarios, se escriben un buen número de ensayos, en
fin, hay un gran interés en todas las actividades artís-
ticas.
-
Sergio Pito1 trata de reflejar, a través del edifi-
cio Minerva, el auge cul.tura1, y para ello introduce a in
quilinos que están ligados a las bellas artes: Delfina mike, a la pintura; Ida Werfel, a la investigación y crítica li
teraria; Balmorán, a la "creación literaria". En 1 9 4 2 , el
edificio Minerva representa un microcosmos cultural de lo
que ocurre en el ambient.e de esa época.
-
- 11 -
Además, el inmueble cobra mayor importancia debido
a un hecho relevante: la Segunda Guerra Mundial, que &: g ó a muchas personas a emigrar a otros lugares donde rei
nara la calma, y nuestro p a i s cumplía este requisito. M é - xico recibió principalmente a europeos, muchos de ellos
artistas, que ayudaron con sus conocimientos a susharólcqos
mexicanos. Este fenómeno dio a nuestro país un cosvlitisro
q u e se propagó al Minerva y a toda la iudad, a tal punto
que podían compararse con una Babel. Sobre este hecho el
crítico Alvaro Leyva afirma:
-
' ,
. ¿Cuál era el escenario donde se originó dicho aconte- cimiento? Nada menos que el edificio Hinerva, anclado en la colonia Roma (lugar muy frecuentado por un sin- número de nuestros fabuladores), calificado de 'peli- grosísima Babel', pues en é1 vivían refugiados alemanes espafioles , húngaros y 'qué sé yo, de muchos lugares'. (11)
La 1,Jegada de extranjeros a nuestro pais se volvió
el tema de conversación de los mexicanos; Pitol a través
de uno de sus personajes, Eduviges, pone de manifiesto
que en varias colonias .de la capital se oía hablar más
cualquier otra lengua que el propio español.
El autor de la novela hace hincapié en la relevan-
cia de este fenómeno, por lo que Pablo Boullosa comenta
que: "Para volver a la ciudad de México, la narrativa &
Pitol elige un momento en que la ciudad recibió exiliados
de todos tipos y de todas partes, lo que la hacía lucir
de lo más cosmopolita. (12)
- 1.2 -
Boullosa nos descubre algo importante, que a pesar
de que la historia de El desfile del amor se lleva a ca-
bo en México, Sergio Pitol a través de su obra nos da esa
visión cosmopolita que hemos mencionado, misma que ha re -
petido a lo largo de toda su trayectoria novelística.
Pero dejemos a un lado el tema del cosmopolitismo y
concentrémonos ahora en las descripciones que el narrador
hace del Minerva en 194.2, tratando de destacar las carac - t6rísticas que hemos considerado como las más relevantes
y :que nos han permitido entender cómo recrea Pitol este
espacio, cuyo exterior :Llamaba la atención por la extra-
vagancia de su arquitectura: "la excentricidad de aquella
arquitectura, el aire espectral que gradualmente fue en-
volviéndola, el aspecto de ilustración de novela de Didcens
" . . que se desprendía de su8 balcones, muros y torres". (p.18)
Precisamente estos atributos arquitectónicos únicos
(balcones, muros y torres), le dan al exterior del Minerva
un aspecto de casa de b~rujas (13) que coincide con el nombre
con que actualmente se conoce al edificio; testigo mudo
del crimen de un joven austriaco, dentro de la novela, un
14 de noviembre de 1 9 4 2 . .
S i n embargo, esta atmósfera de misterio se disipa al
conocer el interior del edificio, que muestra su belleza
y opulencia cuando el narrador resalta pequeños detalles
como el lujo; rasgo muy importante puesto que el foco de
- 1 3 -
atención de la gente era la elegancia de sus interiores,
lo que hizo que el inmueble se volviera "famoso":
Los departamentos de la planta baja no podían conside rarse buenos, eran obscuros y pequeños. los del primer piso, donde vivió con sus parientes, eran, en cambio, palaciegos. El piso estaba ocupado por dos departameft tos, cada uno con buenos salones, amplio comedor y lar qos pasillos que comunicaban a un sinfín de dormitorios, estudio-, cuartos de costura, etc. En l o s pisos supe- riores, las viviendas perdían espacio, aunque no cate goría: sencillamente estaban hechos para familias-, numerosas - (p- 18)
Ahora bien, el narrador nos informa que los persona
jes de la novela, Miguel del Solar, Delfina Uribe y Edu-
viges, quienes pertenecían a la clase adinerada, vivían
precisamente en el espacio más amplio del edificio: el
primer piso.
-
Otro'aspecto interesante del interior del Minerva
es la distribución de 10s corredores que rodean al ptio
central, lo que constituye un elemento innovador puesto
que anteriormente ningún edificio en México tenía esta
arquitectura:
El sistema de corredores en.torno a un amplio patio interior, tan poco usual en la época de su construc- ción, a fines del siglo X I X , cuando ya se había des? tad0 en México la especulación inmobiliaria, lo hacía giferente a cualquier otro edificio de la ciudad, con temporáneo o posterior- (p.18)
- 1 4 -
Cabe señalar que Sergio Pitol, durante una entrevis-
ta que tuvimos con é l , h i z o alusión a la falta de privaci
dad del Minerva; esto s e nota precisamente en los corredo
res, cuya distribución ,?ermitía que los vecinos se entera
ran de todo lo que aconzecía en dicho inmueble. (14)
-
- -
En 1942, el Minerv,3 contaba con características idea
les para albergar a t o d o s aquellos exiliados c'~e llegaron
a nuestro país y a la clase adinerada mexicana; por s u lu-
jo y extravagancia, el edificio Minerva era el centro de
reunión de la élite, Único en la capital mexicana que pro
votaba una extraña fascinación:
-
5
-
El Minerva era un lugar chic. Lusted lo conoce? Un edificio precioso de cinco o seis pisos con un patio central. para entrar a cualquier departamento había que recorrer los corredores que rodeaban el patio. Una casa de cristal. (p.160)
En la novela, esa casa de cristal aparece empañada
por el crimen. Además, como veremos en el apartado delos
recuerdos, cada uno de :Los protagonistas de la novela que
vivió en el Minerva en :L942, se encuentra representando
una mascarada. Podemos decir que lo referente al Minerva
de esa fecha también s e encuentra empañado, pues todo s e
recupera por la memoria de los personajes y lo que éstos
quieren recordar y aparentar.
1 . 2 EL EDIFICIO MINERVA. PERSPECTIVA 1973.
Con el presente inciso pretendo ver cómo hace el nc
rrador las descripciones del inmueble en 1973, tanto de
- 1 5 -
su exterior como de su interior, para poder comparar la
situación del edificio en esos momentos con el edificio
en 1942.
Si seguimos atentamente las descripciones del narra -
dor, encontraremos que ~sste nos va mostrando el Plinerva
poco a poco, detalle a detalle, hasta llegar a precisar
todo el espacio. El edificio e s el corazón de la novela:
' Un hombre se detuvo frente al portón de un edificio :'de ladrillo rojo, situado en el corazón de la colo- ' nia Roma, una tarde de mediados de enero de 1 9 7 3 . 0 ~ --tro insólitos torreones, también de ladrillo, rerna-
-
tan las esquinas del inmueble. (p.11)
Y la relación entre el edificio y la colonia Roma
es estrecha, ya que si algún factor modifica o altera el
barrio, esto repercute en el inmueble.
En el pasado, el Minerva fue considerado extravagan
te, no sólo por su arquitectura, sino también por su gen
te; pues, como expresamos en la perspectiva de 1942, los
habitantes de ese edificio eran intelectuales y extranje
ros que llamaban la atención de los demás por su forma de
ser y actuar. Sin embargo, con el paso del tiempo, la co
lonia Roma y, en consecuencia, la ciudad de México cambia
ron: "Las pesadas moles de los nuevos edificios resquebra
jan las casas graciosas de dos,: a lo sumo de tres plantas,
construidas según la moda de comienzo de siglo en BUrde-,. Bn-BLisrritz, en Auteil". (p-11)
- -
-
-
-
t
- 16 -
El crecimiento del. Distrito Federal trajo como con-
secuencia que colonias como la Roma, que antes eran exclu
sivas de una élite, se volvieran populares. Estos cambios
se reflejan también en el Minerva que, poco a poco, cone1
p a s o de los años, se fue transformando. Aquellos habitan-
t e s adinerados e intelectuales se mudaron a nuevas residen
cias, y el Minerva tuvo que albergar a gente de otros es-
tratos. En 1973, el inmueble citado perdió su encanto in-
terior, su famoso patio central; aquella casa de cristal
hAbía desaparecido para dar lugar a un escenario patético
y.desolador: "El hombre empujó la puerta de metal, cami-
nó hasta el patio central, levantó la mirada y recorrió
con ella ese espectácu1.o escuálido que ofrecía el interim
de aquella construcción al borde de la ruina". (p.12)
-
-
*
La cita anterior resulta interesante, ya que con di
cha descripción Sergio Pito1 introduce a uno de sus per-
sonajes principales; al adentrarnos más en la novela sa-
bremos que se trata de Miguel del Solar, quien al entrar
al edificio Minerva en enero de 1973, después de una au-
sencia de casi treinta años, remueve los recuerdos de los
protagonistas, y de 61 mismo, de aquel 1942.
Volviendo al tema que nos ocupa, podemos decir que
en 1973 el edificio Minerva ha perdido radicalmente todbs
los lujos y comodidades que presentaba en el año de 1942,
la pobreza ha invadido todo el inmueble.
- 1 7 -
Sobre este hecho, cabe señalar que Sergio Pito1 re-
curre a adjetivos como "gangrenados" y "escuálido", por
mencionar sólo algunos, para mostrar el deterioro y l a d e - gradación que, a través de los años, ha sufrido el edifi -
cia. Esta degradación se acentúa con la comparación que
hace el narrador entrc la fachada y el interior del inmue - ble:
Así como el edificio no correspondía al barrio y, bien mirado, ni siquiera ,a la ciudad, su parte interna tam ,
' poco era coherente con el gótico falso de la fachada, :'con las mansardas, laas ventanas en ojo de buey y los
-
cuatro torreones. ( p . 1 2 ) .
Si analizamos detenidamente esta cita, nos podremos
dar cuenta que en realidad la fachada del Minerva siempe
fue extravagante, por eso llamaba la atención de la gente.
Aunque no hay concordancia entre el exterior y el interior
del inmueble en ninguna de las dos fechas ( 1 9 4 2 y 1 9 7 3 1 ,
la incongruencia es mayor en 1 9 7 3 , pues internamente pa-
rece una vecindad; el edificio se nota descuidado, e s feo
y muestra su degradación. Como veremos más adelante, lo
mismo sucede con los personajes que habitaron el Minerva
en 1 9 4 2 , quienes muestran su incapacidad para vivir, p r a
amar; pareciera como si estos protagonistas tuvieran mie
do a demostrar sus sentimientos y angustias, y los encu-
brieran con una fachada.
-
En 1973 el Minerva está habitado por inquilinos aje
nos a los sucesos del 4 2 , a excepción de Balmorán, razón
por la cual el narrador y los diferentes personajes des-
criben al edificio comparando estas dos fechas. Además,
-
- 1 8 -
M i g u e l d e l S o l a r r e g r e s a en e l 7 3 a l Minerva para recons
t r u i r los a c o n t e c i m i e n t o s d e l 1 4 de noviembre de 1 9 4 2 y ,
s o b r e t o d o , p a r a r e s c a t a r e l mundo i n f a n t i l que perdió
c u a n d o s e m a r c h ó d e l e d i f i c i o , t e m a e n e l q u e más adelante
ahondaré .
Como d i j i m o s a l d e s a r r o l l a r la p e r s p e c t i v a d e 1 9 4 2 ,
e l a c o n t e c i m i e n t o q u e d e j ó m a r c a d o s a t o d o s los p e r s o n a -
j e s f u e e l a s e s i n a t o d e u n j o v e n a u s t r i a c o . No o b s t a n t e ,
é s t o s p a r e c e n o c u l t a r lo q u e s a b e n d e e s t e s u c e s o q u e ,
a p ! a r e n t e m e n t e , c o n e l p a s o d e los a ñ o s , ha quedado en e l
o l . u i d o ; p e r o h a c e s u a p a r i c i ó n M i g u e l d e l S o l a r , q u i e n
r a l l e v a r a c a b o s u i n v e s t i g a c i ó n r e c u r r e a cada uno de
los q u e h a b i t a r o n e l i n m u e b l e e n los años 4 0 , y de nuevo
a b r e l a h e r i d a . Es d e l S o l a r q u i e n h a c e p a t e n t e e s t a mas
c a r a d a q u e d u r a n t e t a n t o t i e m p o los p e r s o n a j e s , i n c l u y e n - do e l p r o p i o M i g u e l , h a n q u e r i d o r e p r e s e n t a r .
-
P o r Ú l t i m o e s p r e c i s o d e c i r q u e s i hacemos una l e c -
t u r a s u p e r f i c i a l d e l a obra podr íamos pensar q u e e l narra
d o r r e c u r r e c o n s t a n t e m e n t e a l a s m i s m a s i d e a s : e l e d i f i -
c i o a l b o r d e d e la r u i n a , l a m i s e r i a d e l a g e n t e q u e vive
a h í , l a d e c a d e n c i a d e la c o l o n i a Roma. P e r o e s t a r e p e t i -
c i ó n t i e n e un o b j e t i v o : h a c e r p a t e n t e la d i f e r e n c i a dedos
é p o c a s , 1 9 4 2 y 1973: 'Aquel edificio de muros gangrenados,
el Hinerva, no era ni lek sombra del que había conocido.Ie
faltaba pintura, carecía de dignidad; su excentricidad se
mezclaba con la miseria,, categorías que juntas jamás fun-
cionan bien"- (p.26)
- 19 -
1.3 LOS RECUERDOS
En este apartado mostraré otra faceta de los perso-
najes, la cual está directamente ligada a l año de 1942.
Me refiero a los recuerdos.
A l leer detenidamente -a novela, pude apreciar que
cada uno de los personajes tiene un recuerdo vago acerca
del inmueble y del acontecimiento ocurrido a las puertas ' ,
del mismo aquel 14 de noviembre de 1942. Para recuperar
esos recuerdos, decidí :iniciar el análisis con el prota-
gonista Miguel del Solar, pues considero que al recordar
e l Minerva de l o s años 40, 61 tiene una intención diferen
te a la de los demás personajes, quienes tienden a esca-
motear información sobre su pasado o simplemente recuer-
dan "fragmentariamente" los sucesos de 1942.
-
A Miguel del Solar dos motivos lo ligan al Minerva
de aquella época. El primero de ellos es la intención de
averiguar la verdad acerca de la muerte del joven Erich
María Pistauer en 19-42, que constituye el elemento que mue
ve todo el engranaje de la novela; el segundo, la recupe
ración de su infancia, lapso importante en la vida delpro
tagonista.
- - -
Para que Miguel del Solar recupere sus recuerdos de
infancia, debe recurrir a un espacio que facilite la evo -
- 20 -
cación de su niñez: el edificio Minerva: " A l examinar de
nuevo el edificio sinti6 que los juegos en el patio, la
experiencia de los apagones, las confidencias de su tía,
habían formado parte de una existencia paradisíaca que el
olvido apenas habia velado un poco". (p. 25)
Es importante aclarar q u e e l narrador nos proporcio
na pequeños destellos d e la infancia d e Miguel, recuerdos
fragmentados que resurgen incoherentes en la memoria del
personaje. En primera instancia aparecen l o s juegos infan
tiiies, que le permitieron relacionarse con los demás ni-
ños del edificio. El narrador nos presenta imágenes de un
Miguel del Solar niño, que dan la impresión de estar con-
geladas, como si fuesen fotografías; y esto, de acuerdo
con lo dicho por Gastón Bachelard, es natural, pues se-
gún el ensayista los recuerdos no tienen movilidad: "Va-
mos al país de la infancia inmóvil. Inmóvil como lo irmano
rial. Nos,reconfortamos reviviendo recuerdos de m, Algo cerrado debe guardar a los recuerdos dejándoles sus
valores de imágenes". (15)
-
-
- ..
Este deseo ferviente de recuperar e l pasado, nos da
pie para mostrar la constante idea que ha manejado Pito1
en sus cuentos y novelas: el personaje que sale al extran
jero y retorna al paso de los años a su l u g a r de origen.
Lo mismo ocurre con Miguel del Solar, quien intenta evo-
car una infancia que los velos del tiempo había borrado
de su memoria: - S e ve jugando en el patio central con chi cos españoles y sudamericanos, hasta que típidamente se
-
-
- 2 1 -
P e r o l o s r e c u e r d o s q u e t i e n e M i g u e l d e l S o l a r no son
nada más d e l p a t i o d e l e d i f i c i o , s i n o t a m b i é n h a y e v o c a -
c i o n e s i n f a n t i l e s de u n e s p a c i o más r e d u c i d o : e l d e p a r t a -
mento de l a t í a E d u v i g e s , d o n d e t u v i e r o n l u g a r h e c h o s c o -
+ i d i a n o s , c a r a c t e r i z a d o s p r i n c i p a l m e n t e p o r l a a c t i t u d de
E d u v i g e s h a c i a s u h i j a Amparo y h a c i a e l p r o p i o M i g u e l ,
a , 'qu ienes hablaba de temas que en o t r o s h o g a r e s d e l a é p
c a ' e r a n e x c l u s i v o s d e los a d u l t o s . -
El M i n e r v a e s , p a r a M i g u e l d e l S o l a r , e l s i t i o a d e -
c u a d o p a r a l a e v o c a c i ó n ; de a h í q u e r e g r e s a a l i n m u e b l e
d e s p u é s d e t r e i n t a y u n a ñ o s d e a u s e n c i a , p a r a s a b e r e n
qué medida los h e c h o s o c u r r i d o s e n 1 9 4 2 cambiaron s u v i
d a . S o b r e e s t o e s p r e c i s o m e n c i o n a r q u e d e l S o l a r , a pa: t i r d e e s t e a c o n t e c i m i e n t o , q u e d ó m a r c a d o a l i g u a l q u e
los demás p e r s o n a j e s . D u r a n t e muchos a ñ o s , l e j o s d e l M i -
n e r v a , M i g u e l t r a t ó d e p r e c i s a r el l u g a r d o n d e o c u r r i ó e l
a s e s i n a t o sin poder l o g r a r l o :
-
Posiblemente los hechos que t e n í a en mente no fuesen a l u d i d o s en e l l e g a j o - ¿En dónde se había producido la balacera?, por ejemplo. ¿En e l p a t i o f r e n t e a l c u a l % taba? ¿En l a s e s c a l e r a s ? ¿En l a c a l l e ? ¿Dónde en rea- l idad habían tenido llugar l o s disparos? Alguna vez, a l r e c o r d a r , s u i n f a n c i a , , h a b í a s e n t i d o un a l e t e o , e l e c c de recuerdos perdidos, que l o r e l a c i o n a b a con l o s d i 2 paros y l a gran perturbación producida en l a v i d a de sus f a m i l i a r e s - Lo que l e l l e g ó f u e un recuerdo vago.. @.l8)
- ; !2 -
Su llegada al edificio despierta en él una serie de
recuerdos desordenados que lo transportan a aquel 1 9 4 2 ,
cuando tenia diez años. De inmediato, del Solar recuerda
el departamento en el que vivió, situado en el primer pi
so, p e r o no logra precisar el lugar exacto. En cambio tie
ne una imagen clara del patio central, en el que, como ya
mencionamos, pasaba la mayor parte del tiempo. (16)
- -
A pesar de que Miguel sólo vivió algunos meses en el
Mi'nerva, considero que este espacio dejó más huella en su ' ,
vida que cualquier otro lugar en el que haya vivido. Cuan
do-él regresa a México en 1973 y vuelve a ver el Minerva,
revive sensaciones y recuerdos que habían quedado dormi-
dos, pero tan importantes que "la visita que acaba de ha
cer lo ha conmovido". Ejterce tal atracción el Minerva que,
de no haber sido por la terminación de su año sabático,
Miguel con gusto hubiera. regresado a vivir en el viejo
inmueble,ral cual, no obstante su degradación, "no se le
podía negar su encanto". Por tal motivo puedo afirmar,tal
como lo señala Bachelard, que el inmueble se convierte en
su "casa natal", la cual está:
-
Físicamente inscrita en nosotros. Es un grupo de cos- tumbres orgánicas. Con veinte años de intervalo, pese a todas las escaleras; anónimas, volveríamos a encon- trar los reflejos de la 'primera escalera., nos trope zaríamos con tal peldaño un poco más alto. Todo elser de la casa se desplegaría, fiel a nuestro ser, (17)
"" .
- 2 3 -
Lo mismo l e s u c e d e a M i g u e l , q u i e n a l e n t r a r a l M i -
n e r v a p a r e c e q u e h u b i e r a d e s t a p a d o l a c a j a d e P a n d o r a , de
donde s a l e d e g o l p e una ava lancha de recuerdos , de imáge -
nes d e s o r d e n a d a s d e a l e g r í a s y de t r i s t e z a s , a l g u n a s d e
e l l a s e v o c a d a s c o n g r a n d e t a l l e . Del S o l a r e m p i e z a a rc-
c o r d a r s u c e s o s d e l a v i d a c o t i d i - a n a y v i e n e a s u memoria
l a imagen de s u p r i m o , e 1 c u a l a c o n s e c u e n c i a d e una e n -
f e r m e d a d p e r m a n e c e d u r a n t e c a s i t o d o e l 4 2 ocupando un mis
mo e s p a c i o : s u cama: "Para su primo fue un año de enfer-
medades. Lo vislumbraba tendido en l a cama, con un álbun fi
1a:kélico al lado". (p.76)
-
' . -
A s u pr ima Amparo Ita r e c u e r d a s i t u a d a s i e m p r e en l a
s a l a d e l d e p a r t a m e n t o , d o n d e s e e n c o n t r a b a e l p i a n o , s u
principal r e f u g i o :
Por las tardes la o í a durante un buen rato ejecutar sus lecciones de piano, allí donde parecería imposi- ble ocultar su deformación física, pero ella creaba una especie de penumbra en la sala y lo hacía sentaf se en un lugar desde el cual no pudiera ver bien el teclado. (p.176)
De esta manera vemos que l a investigación que l l e -
va a cabo Miguel del Solar, e s sólo un p r e t e x t o para r e
cobrar su p a s a d o , su niAez, su "casa natal"; necesita
rescatar ese tiempo para lograr s u i d e n t i d a d : "La casa
en la vida del hombre suplanta contingencias, multiplh
sus consejos de continuidad, Sin ella el hombre sería u1
ser disperso?. (18)
- 2 4 -
Para la mayoría de los demás personajes su recuerdo
del edificio es bastante obscuro. Ellos lo obscurecen en
el sentido de que no quieren mencionar acontecimientos
en torno a la muerte del joven austriaco; quizás por no
admitir que los años de belleza y extravagancia en sus vi -
das han quedado atrás y que ahora sólo son seres estáticos,
incapaces de vivir la realidad presente, seres en decaden-
cia, al ;qual que los sucesos que acontecen en torno a ellos.
En 1973, los personajes parecen sentir desprecio por elMi - ne'rva. Esta actitud no es más que una forma de defensa,ps
a& de todo lo ocurrido en los años 4 0 , cada uno desea
en--su interior asir ese tiempo. Por ejemplo, Emilia Wer-
fe1 y Eduviges Briones reniegan del inmueble, aduciendo
que no vale la pena volver a é1: "¿Cómo iba a volverme a
parar allí? ¿Para qué, mae quieres decir? ¿Para que a mí
me dieran también un bal<azo?" .(dice Eduviges). ( p . 3 6 )
' ,
Para,Delfina Uribe, el recuerdo de 1 9 4 2 , como vere-
mos más adelante, es muy doloroso; especialmente por los
sucesos ocurridos a las puertas del Minerva, relacionados
con el asesinato ya tantas veces referido, en el que re-
sultó herido su hijo, quien más tarde murió:
Ese día que tanto le interesa define mi vida, lo que he sido, lo que soy ahora. En los Últimos tiempos he comenzado a resentir I ta soledad; vivo en este caserón en medio de cosas que quiero entrañablemente, pero es toy sola. (p. 59)
- 2 5 -
A primera vista, el crimen de 1942 parece ser el prg
texto para que los protagonistas oculten s u pasado; todos
aparentan sentirse incómodos al mencionar el acontecimien - to. En la medida que Miguel del Solar intenta obtener in
formación sobre e l homicidio, nos percatamos que los per - sonajes dan su propia versión de los hechos. El asesinato
pierde importancia, en 1.a mayoría de l o s casos, y los sen - timientos, las emociones, la vida particular de cada uno
de estos seres cobran interés. La objetividad del asesi-
nato queda empañada y destacan los recuerdos de cada per ' '
sonaje sobre el suceso c) los sentimientos que estos re-
cuerdos le provocan; tal. es el caso de Balmorán:
-
-
Una reunión colmada de incidentes bochornosos. No to dos, hay que decirlo, imputables a ella (Delfina),AL final, cuando estábamos en la calle, se produjo l a b la.cera en la que muri.6 un extranjero, y donde el hi5 de Delfina y el suscr-ito que canta y baila hasta el himno nacional a estals alturas resultamos heridos. Yo, de la mayor gravedad. (p.128)
-
Podemos afirmar que el Minerva y 1 9 4 2 son un espa-
cio y un tiempo a l o s cuales los protagonistas se encuen
tran inevitablemente encadenados; aunque quieran olvidar
los nunca lo podrán hacer. Mencionar el nombre del inmue
ble es como decir la palabra mágica que hace aflorar los
recuerdos del 4 2 en cada uno de ellos.
- -
Cabe mencionar que para Sergio Pito1 recurrir al re_
cuerdo no es nada nuevo, ya que, en sus cuentos y demás
novelas, éste ha sido factor importante en el desarrollo
de la trama; tanto que constantemente observamos a sus
- 26 -
personajes recordando sucesos que habían olvidado o que
simplemente se negaban a evocar. Vernos que los protaqo-
nistas de El desfile del amor se muestran aterrados o an
gustiados por el solo h e c h o de tener que acordarse de su
pasado; sin embargo, l a acción de recordar se v u e l v e ine
vitable y se convierte en un peso difícil de soportar.
-
-
Por último, podemos afirmar que en relación con el
crimen ocurre lo mismo tanto con los personajes como con
la. historia contada en 1.a novela, pues a medida que avan
za:'la narración, el asesinato deja de ser el foco de aten
ci6n, va perdiendo fuerza.
- -
1 - 4 l¶ARTINEZ/BRI:ONES. ESPACIOS OCULTOS.
A l llevar a cabo la lectura de El desfile del amor,
me llamaron la atención dos personajes: Martinez y Brio
nes, ya que ambos se desenvuelven en espacios ocultos, en
lugares donde actúan clandestinamente; pero lo relevante
es que estos espacios se encuentran enclavados en el edi
ficio Minerva.
-
-
En primer término voy a hacer hincapié en la descrip
ciÓn de Martinez, la cual no es tan detallada como la de
otros personajes. No obstante, el narrador recoge lo que
se conserva difusamente en la memoria &.Mi- del Solar: -Va
ganente le pareció recomponer en la memoria la imagen de
un hombre flaco, dientón, enfundado en un traje oscuro a
-
-
- ;!7 -
Precisamente la des,cripción del sombrero que cubre
el rostro de Martinez nos llama la atención, pues esta
idea de ocultamiento contrasta con su forma de comportar
se que provoca q u ( 1 c t s demás se fijen en él. -
Además, la exagerada gesticulación de Martinez locan
vi,erte en un personaje que mueve a risa porque sus expre- -
' ,
siones son repetitivas; esto lo podemos relacionar con lo
que afirma Bergson: "Las actitudes, gestos y movimientos
del cuerpo humano causan risa en la exacta medida en que
dicho cuerpo nos hace pensar en algo simplemente mecáni-
co". (19) Y curiosamente, estos gestos mecánicos de Mar - tínez siempre prsisten en el recuerdo de los demás per-
sona jes:
Entraba en mi casa, se me quedaba viendo con los ojos de vidente y haciendo muecas raras, Sólo Arnulfo, que tenía mucho de imbécil, podía confiar en esos colabo- radores. He ponía nerviosa, entre otras cosas porque sus gestos no concordaban nunca con sus palabras, a veces significaban lo contrario. (p.223)
SUS expresiones lo asemejan a un títere que no pue-
de gobernar o controlar sus movimientos, de ahi que pro-
voque risa o recelo inmediatos. Otro aspecto de la perso
nalidad de este personaje lo constituye su mirada obscena
e intimidatoria: "El modo que tenía de mirarme era una
falta de respeto que cometía estuviera quien estuviera el! frente. (p. 223)
-
- 2 8 -
Por otra parte, Martinez es un personaje de contras - tes, un ser grotesco, tanto por su aspecto fisico cano por
sus modales. En ocasiones se comporta estúpidamente, prg
vocando duda acerca de su actitud de gángster; otras ve-
ces se siente un galán seductor, aparentemente seguro de
si mismo. Sin embargo tiene su "talón de Aquiles", el mie - do a ver su orgullo herido, el miedo a ser rechazado por
los demás por considerarlo un intruso, un tipo sin escTÚ - pulos , *'un matón". Martinez no soporta que alguien l o pon -
g a en evidencia delante de otros, y cuando se le toca se "
transforma en un hombre violento, en un patán: "El orate
se"puso de un salto frente a ella y comenzó a sacudirla,
a golpearla, a darle cabezazos en el pecho, profiriendo
toda clase de insultos". (p.105)
En cuanto hace al espacio, el Minerva representa pa
ra Martinez el sitio ideal y adecuado para llevar a cabo
su "-trabado", el cual consiste en ser "los ojos de Brio-
nes" y observar quién entra y quién sale, quiénes vivenen
dicho inmueble, en fin, en ser un espía:
Una vez me lo encontré en la planta baja del edificio. Parecía esperar a alguien. De pronto pasó Ida Werfel con su hija y el igualado me tomó del brazo, me hizo que nos pusiéramos frente a ella y me dijo: ¡Por frmoar, presénteme con la seiíora! Cuando me di cuenta ya lob bía hecho (.. .) (p.2.23)
-
Los corredores son el lugar donde Martinez puede OaiL - tarse y ver sin ser visto. Gracias a la distribución del
- 29 -
M i n e r v a , l o s c o r r e d o r e s e s t á n s i t u a d o s uno a r r i b a y o t r o
a b a j o , d e a h í q u e c u a l q u i e r a p u e d a e n t e r a r s e d e l o que
a c o n t e c e e n e l i n m u e b l e . A e s t o h a y q u e a g r e g a r la mane-
r a como se mueve , l a cua l produce asombro en l o s demás
p r o t a g o n i s t a s . M a r t i n e z , c u a n d o p e n e t r a en los diferentes
e s p a c i o s ( l a g a l e r í a , l a c a s a d e E d u v i g e s , e l d e p a r t a m e n -
t o d e D e l f i n a U r i b e , d o n d e s e c e l e b r ó l a f i e s t a d e l 42) ,
rompe con l a armonía del ambiente y d e l a s p e r s o n a s q u e a h í
h a b i t a n . T a l p a r e c e q u e s u s o l a p r e s e n c i a c a u s a r e c h a z o .
P a r a l o s demás p e r s o n a j e s e s u n i n t r u s o , mal v i s t o en t o
d o : l u g a r d o n d e s e p r e s e n t a , de ah í que Mart inez nunca p e
d a - c o n s e g u i r l o q u e b u s c a , n i en s u s " n e g o c i o s " n i en sus
a c t i t u d e s d e s e d u c t o r .
- -
A r n u l f o B r i o n e s , a l i g u a l q u e M a r t i n e z , t i e n e u n ha
l o d e m i s t e r i o . Lo p o c o q u e s a b e m o s d e e s t e p e r s o n a j e e s
p r o p o r c i o n a d o p o r l o s h a b i t a n t e s d e l M i n e r v a , p r i n c i p a l -
mente por IEduviges y D e l f i n a U r i b e : " A r n u l f o B r i o n e s , un
v e j e t e q u e s i e m p r e l e i n s p i r ó d i s g u s t o , de voz c h i r r i a n -
t e , d i e n t e s y b i g o t e s m a n c h a d o s d e un amari l lo s u c i o , y
de o j o s i n e x p r e s i v o s que parecían de v i d r i o ' . (p.19)
-
Por e s t a d e s c r i p c i ó n n o s damos c u e n t a d e que posee
t o d a s l a s c a r a c t e r í s t i c a s n e g a t i v a s . S u p r e s e n c i a e s l a
de u n v i e j o d e g r a d a d o , s u c i o , g r o t e s c o , q u e p r o v o c a r e -
p u l s i ó n a q u i e n l o c o n o c e . S u c a r á c t e r , l a m a y o r í a de l a s
v e c e s , e s i r r i t a b l e y e x p l o s i v o ; t a l v e z e s t o s rasgos acen
t ú a n más e l r e c h a z o q u e 1.0s demás s i e n t e ' n p o r é l . -
- . . . " .. . . . . . . . . . .
- 3 0 -
Briones y Martinez están hechos e l uno para el otro,
ambos tienen una vida privada oculta, de la que sólo co-
nocemos fragmentos; tal parece que el narrador nos fuera
proporcionando piezas de un rompecabezas y guardara otras
para provocar interés y curiosidad, no sólo en quienes p r - ticipan en la trama de la novela, sino en el lector mismo.
Sin embargo sabemos 1-n poco más de la vida de Arnulfo,
la cual está rodeada de un sinfín de cuestionamientos que
no’ son respondidos. Podemos reconstruirla sólo a partir
de las conjeturas y rumores de l o s vecinos del Minerva en
torno a los dos matrimonios de Briones:
’ .
¿Sabías que antes de la alemana había tenido ya otra esposa? Y sin embargo, estuvo casado por todas las le yes, sólo que nosotros apenas si nos enteramos, Peli- pa, Hermenegilda, Chole, ni siquiera recuerdo cómo se llamaba, sólo que tenía nombre de criada. (p.215)
-
Misteriosa es su vida conyugal con una mexicana, quien
murió en Hamburgo, al parecer a causa de apendicitis. Del
segundo matrimonio de Briones, con una alemana, se ignora
si s e hizo por interés, para facilitar la salida de esa
mujer y de su hijo de Alemania. ¿Acaso la germana es una
cantante de opera prestigiada y su hijo es de ascendencia
mexicana? ¿Qué ocultan en realidad Arnulfo, Adela y Pista
huer? ¿Estaría inmiscuido en esto el exmarido de la alema
na? Desgraciadamente 1a:s interrogantes no pueden respon-
derse, pues, como mencionamos antes, en.relación con este
asunto todo se da en fragmentos y lo relevante es que no
-
- 31 -
p u e d e r e c o n s t r u i r s e c o n s e g u r i d a d l a h i s t o r i a d e l p e r s o -
n a j e .
Pasando a l tema d e l e s p a c i o , podemos d e c i r q u e B r i o -
n e s s e d e s e n v u e l v e p r á c t i c a m e n t e en u n a p a r t e d e l d e p a r -
t a m e n t o d e E d u v i g e s , e l l u g < ~ r d o n d e t i e n e s u o f i c i n a :
Comentó que l a h a b i t a c i ó n l e p a r e c í a muy b i e n , q u e s e i b a a i n s t a l a r en e l l a : l e r e s u l t a b a b i e n p o r q u e t e n í a a c c e s o d i r e c t o a l c o r r e d o r e x t e r i o r . C o n t a b a c o n u n ba
; ñ o y c o n u n a e s p e c i e d e v e s t i d o r q u e p o d í a u t i l i z a r sl' ' ' . , e r a n e c e s a r i o como c u a r t o d e e s p e r a . Iba a r e o r g a n i z a r : l o t o d o . E n v i a r í a e n e s o s d í a s u n a r c h i v e r o , u n l i b r e - .-ro, una mesa de e s c r i t o r i o y u n d i v á n . ( p . 2 2 4 )
-
Es e v i d e n t e q u e e s t e e s p a c i o s e p u e d e c o n c e b i r como
e l l u g a r i d e a l p a r a e n m a s c a r a r o t r a s a c t i v i d a d e s , como se
v e r á d e s p u é s , c o n v i r t i é n ~ d o s e en e l s i t i o p r o p i c i o p a r a
d i s t r a e r l a a t e n c i ó n d e l a g e n t e :
L a s h a b i t a c i o n e s q u e : h a b í a e n m i d e p a r t a m e n t o t e n í a n p o r o b j e t i v o c 0 n f u n d i . r a l e n e m i g o ( d i c e E u v i g e s ) . ; O t r a d e l a s c o s a s q u e n o l e perdono! E l departamen- t o d e l e d i f i c i o M i n e r v a e r a s ó l o u n d i s f r a z . L a s a u - t o r i d a d e s , s u s e n e m i g o s , a q u e l l o s a q u i e n e s l e s i n t e r e s a b a s e g u i r s u s m o v i m i e n t o s , c r e í a n q u e e s e e r a e i s i t i o d o n d e a c t u a b a c l a n d e s t i n a m e n t e . No e r a c i e r t o . E s t a b a c o n c e b i d o p a r a e s o , p a r a q u e n o v i g i l a r a n otrns l u g a r e s , u n o de l o s c u a l e s e r a l a v e r d a d e r a sede d e - a c t i v i d a d e s . (p.222)
L O mismo o c u r r e c o n l a j o y e r í a , p u e s t a m p o c o e s e l
s i t i o en donde Briones 1:Leva a c a b o s u s a c t i v i d a d e s . La
v e r d a d e r a s e d e d e B r i o n e s s e e n c u e n t r a o c u l t a , y a lo lar -
0 9 4 5 5 9
- 3 2 -
go de la novela no podemos precisarla con seguridad, no
obstante tener su descripción:
El lugar tenía algo d!e pesadilla, de irrealidad- En- tramos por una de 1a.s puertas y subimos la escalera. A l l í estaba mi tío, sentado en un escritorio, frente a una serie de papeles. Era un cuarto idéntico al- ocupaba en el edificio Minerva; el mismo tipo de mue bles oscuros y pesado's. Libreros negros con puertas de vidrio cubiertas con visillos blancos; un espejo con cagaduras de mosca, y un foco medio cubierto por una pequeña pantalla de gasa verduzca. Todo muy desa , ,
' brido, muy ralo, muy feo. Pienso en ese lugar del que :'¡te juro! no había vuelto a acordarme hasta hoy, y&-
-
-
to escalofríos. (p.188)
Podemos decir que el negocio de Briones es un enig-
ma; aparentemente tiene nexos con los nazis, pero esto
no se puede comprobar. Y si realmente ayudaba al gobier-
no de Hitler, tampoco se sabe de qué forma lo hacia, por
que no hay indicios de que hubiera proporcionado apoyo
económico'o armamento, ni de que controlara el mercado
negro. Asimismo, la cita anterior nos sirve para caracte
rizar a Briones, el cual, a través de s u s sitios de "ne-
gocios", muestra su personalidad obscura, misteriosa, ocul
ta y sucia. -
En cuanto al homicidio del joven acstriaco, algunas
versiones nos hacen pensar que el acontecimiento está
muy ligado a las actividades clandestinas de Arnulfo Brig
nes. Tal vez asesinar a !SU hijastro fuer.a una llamada de
atención por parte de su!; enemigos, a quienes también
desconocemos, por lo que el crimen y sus actividades que
dan ocultos y sin resolvt. srse. -
- 3 3 -
Para concluir diremos que Martinez y Briones nos
presentan otra cara del Minerva, su lado obscuro, adife - rencia de otros personajes quienes hacen ver al inmue-
ble como el lugar ideal de residencia. Mientras estos
d o s personajes nos muestran lo clandestino, l o s demás
habitantes del Minerva :se desenvuelven en espacios más
visibles y coherentes. 1:nclusive esa clandestinidad se
vuelve más patente en Las descri,~ciones fragmentadas que
hace el narrador acerca de Martinez y Briones, resaltan
do Gnicamente aquellos rasgos y actitudes característi-
cos con los cuales nos podemos dar una idea de cómo son
ellos. Estos dos personajes nos muestran un aspecto di-
ferente del Minerva, de la élite, de la “gente bonita“,
al realizar dentro del inmueble actividades que no se
pueden precisar con exactitud, como ya lo dijimos, pero
que se intuye son ilícitas; de ahi la extrañeza y curio - sidad que despiertan tanto en los demás habitantes del
Minerva como en el propio lector, a pesar de no ser los
protagonistas principales. Cabe mencionar que el crimen
que da pie al relato, y por ende al trastocamiento de
- ’ ,
las vidas de los personajes, está intimamente relaciona
do con Martinez y Briones; por eso son personajes impor
tantes.
1.5 LA FIESTA: TEATRALIDAD
En la fiesta celebrada el 14 de noviembre de 1942
en el departamento de De.Lfina, además &.darseuna serie de
- 3 4 -
malentendidos entre l o s . invitados al convivio, ocurre
el crimen que sirve de motivo para los acontecimientos
que se narran en esta novela, de ahí su relevancia.
El Minerva, que hasta entonces era el sitio d e reu - nión de la élite mexicana, se convierte en el protagonis
ta de uno de los crímenes más sonados de la época; como
veremos más adelante, lo que prometía ser uno de los even - tos más destacados y exquisitos que se haya dado en todos
los tiempos, se convertiría en u n o de l o s sucesos que más
atrajo la atención de las páginas de las secciones policía - cas de los diarios de aquellos años.
Por lo que respecta a la teatralidad de la fiesta, es
preciso recalcar que el espacio del departamento de Delfi - na Uribe se convierte en un espacio teatral, precisamente
por las características que adquieren los personajes, quie - nes parecen actores de una "mascarada".
El espacio del departamento de Delfina da la impre-
sión de ser un gran escenario donde el lector funciona co-
mo público que aprecia el desfile de personajes que concu
rren al festejo.
Miguel del Solar, al realizar su.investigación, y el
narrador dan a conocer 1.a importancia de la fiesta a la que
acudió una gran cantidad de gente de la alta sociedadmexicana
y extranjera, la cual fue objeto de las crónicas sociales
más destacadas.
- 3 5 -
La cronista describía con algo semejante al éxta- sis la elegancia de aquel 'departamento insólito que, por el modernismo de su atmósfera, hubiera si do orgullo de lugares como Los Angeles o Nueva Y&ín, al que concluía por calificar como "¡un sueño de Hollywood!". Citaba comentarios de algunos concurren tes sobre unas columnas de aluminio, un conjunto de máscaras prehisp5nica.s y el retrato de la anfitrio na, hecho años atrás por el joven Escobedo. (p.20)
pero la fiesta, a causa del crimen sucedido a la
entrada del Minerva, se convirtió también en el tema
pr,incipal de la nota roja:
En el mismo periódico, en la bronca página criminal, se comentaba la misma reunión en términos muy dife- rentes. La calificaban de tenebrosa, Un artero com- plot dispuesto por un cerebro altamente criminal. El saldo: un alemán asesinado y dos nacionales que ag_o nizaban en el hospital. (p.21)
' A lo.'largo de la celebración, la confusión y el
enredo hacen acto de presencia. A decir verdad, no sa-
bemos cuál fue el motivo por el que todos los persona-
jes, con excepción de Br.iones, asistieron a la fiesta;
tampoco ellos conocen por qué Delfina había organizado
ese evento. Eran tantos :Los asistentes que esto dio lu
gar a la equivocación: 'Llegó mucha gente. Era y no era
el grupo que habíamos decidido invitar. Los amigos an-
daban como perd.idos entro tanta adherencia". (p.155)
-
- 3 6 -
Lo que afirma Delfina en la cita anterior lo pode-
mos confirmar con la cr6nica de sociales que menciona la
gran concurrencia a la fiesta. De ahí se derivan una se
rie de acontecimientos que Miguel del Solar comienza a
reconstruir treinta años después. Sin embargo, no logra
obtener la información que necesita, ya que cada uno de
l o s personajes le da su propia versión de los hechos, de
lo que vieron y lo que oyeron. Esto nos lleva de nueva
cuenta a lo que Pito1 ha desarrollado a lo largo de El
desfile del amor: mantener en suspenso al lector propor
cionándole pequeños detalles de los sucesos por mediode
piezas sueltas de un rompecabezas que jamás queda armado.
-
' . -
En relación con los hechos ocurridos aquella noche
de fiesta, y en especial del asesinato ya tantas veces
aludido, nada se puede sacar en concreto, pues la confu
sión aparece por todos lados. Hay cierta coincidencia
entre los , r a s g o s que caracterizan esta fiesta y los que
señala Emilio Orozco en :Las fiestas del Barroco español:
"La fiesta ofrece una mayor riqueza de formas y, en ge-
neral, todo se produce con un sentido desbordante, de
enlace y confusión del q u e actúa como personaje o actor,
y el que asiste como p ú b l i c o " . ( 2 Q )
Lo teatral se da también en los ropajes que llevan
los invitados, los cuales, cumplen la función de disfra-
ces y convierten a los personajes en los actores ideales
para su mascarada. En el festejo, al igual que en un car_ naval, l o s invitados se desfogan y dan rienda suelta a
todo aquello que tenian reprimido.
- 3 7 -
Desde una perspectiva general es evidente la rela-
ción que hay entre los personajes y el espacio q u e los
rodea, en el sentido de que se dividen en dos g r u p o s se -
parados entre s í ; distribución semejante a la que realiza
Tirso de Molina en s u obra El huerto de Juan Ferná&, (21)
la cual se caracteriza por la mezcla de personajes hete-
rogéneos que en otras situaciones no hubieran compartido
el mismo espacio,
#. El primer grupo está integrado por las Werfel, el
joven austriaco, Eduviges Briones y Martinez; el segun-
do..lo forman Delfina Uribe, Balmorán, el general, la ac - triz y los Escobedo. Cadfa uno de estos grupos realiza
acciones que repercuten directamente en el ambiente fes
tivo que reina en ese momento.
' .
-
Los invitados a esta fiesta, como ya mencionamos,
pasan a ser personajes-actoresl lo que hace que se sien - tan a gusto con el papel que esa noche representan. De
nuevo surge la coincidencia entre lo que sucede en la
novela y lo que señala Emilio Orozco en relación con es
te fenómeno: "Esta conciencia de v i v i r y actuar como un
personaje teatral en la vida lleva al hombre a sentirse
como contemplado, a verse incorporado a un mundo en el
que se confunden la reali.dad y la ficción. (22)
-
Es importante mencionar que los personajes-acto-
res de estos dos grupos cumplen una dob1.e funci6n:ade
más de ejecutar acciones "teatrales", se convierten en
público o espectadores. Un ejemplo de ello lo tenemos
-
- 3 8 -
en Eduviges y Balmorán, quienes dejan a un lado su ac-
tuación para convertirse en testigos de las acciones que
realizan otros personajes.
Quizá uno de los recursos teatrales más relevantes
que presentan los invitados a la fiesta del 4 2 es la mas
carada. Sobre este hecho, el narrador hace alusión a la
vestimenta de Ida Werfel. y su hija Emma: "NOS presentamos en
calidad de tuertas, (dice m), ella haciendo todo el tiempo bromas
ingeniosas, y yo, en fin, mortificada, medio muerta de vergik.laa. (p.100)
-
.
Miguel del Solar al entrevistar a los demás invita-
dos se percata de que todos recordaban a Ida y a su hija por
el parche, por su vestimenta. Pero también este atuendo
provoca que la imagen de intelectual que tenían todos de
Ida se venga abajo, convirtiéndose en un ser ridículo pa
ra algunos y cómico para otros. -
ay personajes que no necesitan recursos teatrales o disfraces, como ocurre con "las hermanitas Bombón", a
quienes se les conocía por ese mote por lo gordas y em-
palagosas, por su vestimenta e s t r a f a l a r i a , por su apariencia toda:
Un par de gordas divinas, perfectamente Cursis. HOY re sulta que eran unos genios; eso dicen, y debe ser cieg t o , pues cuando o i g o sus discos re paraliza la emoción. Han sido reivindicadas, pero en aquella época nos pare cían el colmo de la ramplonería, y, claro, en muchos aspectos lo eran, ¡Dios mío, cómo se Vestían! En rosa y azul pastel, con mariposas bordadas.en lentejuela dg rada, (p.165)
- 39 -
Es tal la variedad de gente que, aunqke r:c se les
describa y sólo se diga IC. que hacen, nos parece estar
ante seres disfrazados. Con el parche de la Werfel v la
descripción de las Bcn?l=Gn, el narrador desata en los lec
tores un encadenamiento de ideas que nos lleva a ver a
los demás personsjcs de determinada manera, con disfraz.
Por ejemplo, cuando mencionamos al general, inmediatam
t t lo imaginamos con uniforme militar e insignias, aun-
que no se haya vestido así.
-
-
.' El festejo se convierte en un desfile de seres que
actúan su propio papel, el verdadero, el que en otras si
tuaciones no se atreverían a representar. De esta manera
tenemos a una Delfina Ur.ibe, mujer de éxito que oculta
su soledad rodeándose de gente; al escritor que sueiia
ccn la gloria pero nunca publicará nada; a un general y
a una actriz que se empeiian en ocultar su mala reputación.
-
Como hemos visto, la fiesta es la confusión de lo
real y lo ficticio, la sintesis de mentira y engaRo que
aprecia Carlos Monsiváis en toda la obra:
Todos dicen su verdad y, por lo tanto, todos mienten; nadie es lo que parece!, pero las apariencias son rea les, las biografías apenas ocultan un hervidero de his torias t a n sórdidas como i n g e n u a s ; no se puede desents rzar selectivarente el pasado; tras la fachada de res petabiliqad se agitan los delitos, la furia delincues te es indicio de la soberana tontería, (23)
- 40 -
Sergio Pitol, al reunir a la mayoría de los prota-
gonistas en la fiesta, ~ i e n e como objeiivo montar una
e s p e c i e de comedia de enredos come, las de Tirso de Moli
na, a quien citz I d ? hcrfel. El propio narrador nos des
c r i h ~ el escenario ideal para las equiuocaciones. ~ I p r i m r
indicio que nos muestra 21 malentendido ert la fiesta e s
el desconocimiento que tienen los personajes de los motivcs
d e l f e s l e j c . Por eso s e dan una serie de acontecimientos
que se van encadenando hasta provocar un caos.
- -
Un ejemplo de ccnfusii:n o al entendido e s el encuen
tro de Ida Werfel con el austriaco, ya que a lo largo de
l e prolongeda conversación que sostienen, nos da la impre
sión de que e?. -jc\*en nc. puede pronunciar bien el apelli-
do de I d a , o bien, de que confunde a la mujer con Marti-
nez: " ' S í , Huehue, en ese momento tuve que o p t a r por ser
mexicano ate das cuenta?' La voz del muchacho era chillo
na, parecia modularse en el aparato del estómago como la
de los ventrílocuos". (p.100)
-
-
-
Esta confusión de nombres se da también en la some-
dia de Tirso de Molina, El huerto de Juan Ferná*(24).=
otra parte, el diálogo ectre el joven y l a Werfel nos -2 sa desconcierto por su incoherencia; el discurso del mu-
chachc e s discordante y no sabemc.~ exactamente qué quiere
decir.
- 4 1 -
Otro malentendido se da, en el segundo grupo de per
sonajes, entre el pintor- Julio Escobedo, el general Tor-
ner y la actriz Matilde Arenal. Dicho enredo surge por
una pintura que Escobedo hiciera de la actriz, y que se-
gún ésta y el general ponía en peligro su reputación. La
desavenencia se inicia antes de que la rlesta tenga lugar,
pero el rompimiento ocurre precisamente durante la reunión:
"Bueno, el día de la fiesta hubo un momento en que el ge-
neral Torner, en estado de ebriedad, me insultó y yo no
me'dejé. ( . . . I
-NO sé en que habría terminado aquello. Los hermanos de
Delfina, todo el mundo nos rodeó". (p.172)
-
S ,
Ya hablamos del espacio teatral y la mascarada en
la fiesta, ahora vamos a hacer mención de la comicidad
en la celebración. Esta se da a través de los diálogos
y movimientos corporales de los personajes, especialmen
te Ida y yartinez, quienes, por ser totalmente opuestos
entre si, provocan risa.
-
En primer término analizaremos los d i á l o g o s entre
los personajes arriba citados. Ida recurre al doble sen
tido y se aprovecha de este don que posee para burlarse
de Martinez, causando la risa de los demás e incluso del
propio lector. Sin embargo, nuevamente se da el equívoco
cuando Martinez malinterpreta la broma de Ida al relacio
nar los chiles con sus hemorroides: "'¡Animo, mi gran Mar
tínez! ¡Entrele con corajie! ¡Piense, como los escépticos,
que el ardor de ahora será menos áspero que el que ven&á después!' y soltó una radiante carca jada". (p.105)
-
- -
0 9 4 5 5 9
- 4 2 -
T a n t o I d a como M a r t i n e z r e p r e s e n t a n e l p a p e l de a c -
t o r e s c ó m i c o s , y p a r a r e s a l t a r e s t o s e r e c u r r e a su aspec
t o f í s i c o , l o que da como r e s u l t a d o una p a r e j a g r o t e s c a :
e l c u e r p o d e f o r m e d e I d a s e e x t i e n d e como una masa, exa-
gerando cada una de s u s p a r t e s ; m i e n t r a s q u e l a a p a r i e n c i a
d e M a r t i n e z e s t a n d e l g a . d a q u e s u r o s t r o r e s u l t a c h u s c o
y s u s g e s t o s r i d í c u l o s .
-
I d a , como o c u r r e ca,n muchos d u e t o s c ó m i c o s , e s l a ' a
" c ' h i s t o s a " q u e s e a p r o v e c h a d e l o t r o ; e n c a m b i o M a r t i n e z
e s e l " a m a r g a d o " s o b r e e l c u a l r e c a e n t o d a s l a s b r o m a s
y c u y a ú n i c a d e f e n s a s o n los g o l p e s : 'El o r a t e se puso
de un s a l t o f r e n t e a e l l a , y comenzó a s a c u d i r l a , a g o l -
p e a r l a , a d a r l e c a b e z a z o s e n e l p e c h o , p r o f i r i e n d o t o d a
c l a s e de i n s u l t o s " . ( p - 1 0 5 )
Los m o v i m i e n t o s m e c . á n i c o s d e M a r t i n e z , s a l t o s y gol-
p e s , n o s dan l a i m p r e s i ó n d e q u e I d a e s t a n a l t a y g o r d a
que e s d i f í c i l a l c a n z a r l a , l o que e s muy cómico a la v i s ta
d e c u a l q u i e r e s p e c t a d o r , a d e m á s de que l a W e r f e l e s una
e s t u p e n d a " a c t r i z " .
Cabe mencionar que en e l t e a t r o g u i ñ o l y en e l t e a -
t r o c ó m i c o l o s g o l p e s son u n r e c u r s o p a r a p r o d u c i r r i s a ;
en e l p r i m e r o , l o s g u i ñ o l e s g o l p e a n c o n b a s t o n e s , en e l
segundo, un a r t i s t a g o l p e a a o t r o c a u s a n d o e s a r e a c c i ó n .
- 4 3 -
En la acción que estarnos describiendo Ida se convier-
te en un guiiiapo al que van dirigidos todos los insultos y
golpes: "Ella trató de levantarse, pero dl le dio una pa
tada, y , de un empujón en los hombros, le hizo volver a
caer. ¡ A l l á van manos, allá piernas! Todo sucedía en me-
dio de la multitud, con rapidez desconcertante. (p.106)
-
El espacio del Minerva y la fiesta que S ( desarrolla
en uno de los departamentos, se convierten en l o s ejes s o
bre los cuales giran las vidas de los personajes, pues t2
dos' y cada uno de ellos tuvieron algo que ver con estos
espacios, directa o indirectamente. Sergio Pito1 demuestra
que el teatro e s una de :;us grandes pasiones, como ha de-
clarado en algunas entrevistas. El autor conjuga a la per
fección elementos teatrales con la narrativa, prueba de
e l l o es el manejo del espacio donde se realiza la fiesta,
que se convierte en un escenario. Además, recurre a recur
s o s teatraJes como el disfraz y el enmascaramiento, y tam
bién al humor, que Convierte ese fragmento en una tragic0
media. El Minerva y los acontecimientos del festejo cele-
brado en casa de la señora Uribe dejaron marcados a los
personajes, como veremos en la segunda parte de esta tesi
na.
' ,
-
"
- - -
- 4 4 -
2 . ESPACIO Y PERSONAJES
En el presente capritulo me propongo hacer un estudio,
i con base en las descripciones del narrador, de los inte-
riores de las casas de algunos personajes; ya que con el,
análisis del espacio y 1.0s objetos podemos descubrir los
sentimientos y rasgos de cada personaje, que no se expre
san abiertamente en la novela, y podemos así conocer con .
mayor profundidad SU carácter. Por ejemplo, Delfina Uribe,
Julio Escobedo, Derny, Eduviges Briones e Ida Werfel, se
ubican en un espacio determinado y poseen objetos que los
hacen diferentes entre s í y de otros personajes de la no-
vela. De la sefiora Uribe nos interesa conocer el orden que
guarda su casa y los objetos que la decoran, así como la
relevancia del espacio que ocupa la galería; de Julio Es
cobedo queremos saber por qué es interesante el espacio
que -ocupa.'para poder crear y , sobre todo, cómo describe .
é1 a los demás protagonistas, gracias a su dominio de la
observación por ser p i n t o r . De Derny nos interesa mostrar
la importancia y signific:ado que tienen para é1 los obje
tos; de Eduviges nos llama la atención el caos y desorden
de los objetos que ocupan su espacio; mientras que de Ida
Werfel nos preocupa conocerla más a fondo a tráves de su
pose de actriz que recrea su propia escenografía, que se
disfraza, y también nos atrae conocer la casa-museo que
después de su muerte su hija Emma le con.struye.
-
-
- 4 5 -
2.1 DELPINA URIBE
En el presente apartado haré un análisis de los e s -
pacios en que se mueve Delfina Uribe: su casa y su gale-
ría, a fin de conocer a través de los objetos algunos ras
g o s del carácter de este personaje. Para poder comprender
por qué parece que el tiempo quedó detenido en dichos es
pa,cios, es conveniente recurrir a la relación de Delfina '
Ur.ibe con su hijo. A Ricardo se le recuerda básicamente
como una de las víctimas del tiroteo en el Minerva, a-
también se hacen algunas breves referencias a él. La re-
lación entre madre e hijo, hasta antes del acontecimiento
ya citado, es de total independencia. A partir del inci-
dente cambia, pues ella no se separa ni un momento de Ri
-
-
- cardo.
Recordemos que para Delfina lo más- importante en su
vida es el arte, por lo clue constantemente debe viajar y
dejar a su hijo al cuidado de una,niñera. E l l o s siempre
están separados. Ricardo es un estorbo para ella, un obs
táculo que pone en peligro su vida profesional y social.
Delfina teme que por el hecho de llevar una relación más
estrecha con Ricardo, ambos salgan perjudicados, y algo
que ella defiende a toda costa e s "su seguridad": " R i m
do era muy sensible, podía apegarse demasiado a ni. Mi seguridad podía haber acabado con la suya". (p.149)
-
-
- 46 -
La situación cambia después de lo ocurrido en 1942,
y Delfina se muestra c0r.o una mujer protectora durante
toda l a enfermedad de su hijo. Precisamente en esta eta
pa la señora Uribe deja de ser la mujer fría que todos
conocen y demuestra su amor f i l i a l a Ricardo. Durante
la convalecencia <..,:l muchacho se da una intensa relación
madre-hijo, que antes no había existido; éSta se trunca,
ya que Ricardo muere dejando a Delfina sola. A esto hay
que agregar la muerte del padre de la Uribe, unos cuan-
tos meses después, de ahí que nos podamos explicar por qué
e1"tiernpo se detiene para ella y s u r g e el sentimiento de
c u l p a que la acosa y del que no se puede liberar: "Unos_
tigo, me digo a veces, por haberle fallado a mi padmarrn
do estaba enfermo, por abandonarlo en un hospitalentierra
extraña. Un castigo por mandar a mi hijo al extranjero y
separarlo de m í cuando más debía necesitarme". (p.149)
' .
-
2.1.1 L A CASA Y LOS OBJETOS
En lo que respecta .a la casa, hemos notado que en
el transcurso de la novela el narrador hace de ella dos
descripciones minuciosas importantes. La primera abarca
toda la planta baja de la casa; la segunda comprende los
dos pisos superiores. C o n la primera descripción descukims
que Delfina Uribe es una buena conocedora de arte, prin
cipalmente en lo que se refiere a la pintura (recordemos que ella e s dueña de una galería muy prestigiada). Para
- 4 7 -
a c e n t u a r l o , e l n a r r a d o r s e d e t i e n e en d e s c r i b i r n o s e l
t i p o d e p i n t u r a s q u e a d o r n a l a s p a r e d e s d e l a c a s a : "De
l a p a r e d p e n d í a un g r a n " T a m a y o " : u n a f i g u r a humana,co_m
puesta por discos s o b r e p u e s t o s d e un r o j o r e l a m p a g u e a n t e ,
asomada a u n a v e n t a n a d e a n c h o s m a r c o s d e u n g r i s c a s i
o n t o l ó g i c o " . ( p . 4 8 ) - La c i t a a n t e r i o r me r e m i t i ó a l a p i n - tura de Tamayo y a e s t a b L e c e r una a n a l o g í a e n t r e esa obra
d e l a r t i s t a m e x i c a n o y a . l g u n o s r a s g o s d e D e l f i n a U r i b e ;
además de que e l c u a d r o o c u p a u n l u g a r e s p e c i a l en l a c a - s a - y a t r a e más l a a t e n c i ó n p o r q u e a p e s a r d e h a b e r o t r o s
ÓlGos e l n a r r a d o r h a c e una a m p l i a d e s c r i p c i ó n d e é s t e .
Pol: t a l r a z ó n c o n s i d e r o c o n v e n i e n t e d a r más d e t a l l e s so-
b r e e s t a p i n t u r a r e a l i z a d a en 1950 y q u e l l e v a p o r t i t u -
lo "Desnudo en blanco" ( 2 5 ) .
D i c h a o b r a r e p r e s e n t a a una m u j e r d e s n u d a e n c o l o r
b l a n c o , e x c e p t o l a c a r a , en c o l o r r o j o , c u y a s f a c c i o n e s
no a p a r e c e n d e l i n e a d a s . El c a b e l l o e s n e g r o y c o r t o . La
mano d e r e c h a d e l a m u j e r t i e n e e l p u ñ o c e r r a d o y e s t á c u
b i e r t a d e c o l o r r o s a y r o j o . T a m b i é n h a y u n a v e n t a n a p e
q u e ñ a , c o n a n c h o s m a r c o s , a t r a v é s d e l a c u a l s e v e una
l u n a a m a r i l l a y e l c i e l o , e n t r e . o h s c u k o -y c - l a r o , . q u e
da l a i m p r e s i ó n d e un a t a r d e c e r . La m u j e r o b s e r v a e s t e
p a i s a j e m i e n t r a s e s t á s e n t a d a e n una e s p e c i e d e c ó m o d a ,
y e n c i m a d e e s e m u e b l e h a y un r e l o j . L a s p a r e d e s q u e r o
- -
dean a l a f i g u r a humana son g r i s e s y p a r e c e n c u b i e r t a s
de.: m o s a i c o s . T a n t o p o r los c o l o r e s como p o r l a a u s e n c i a
c a s i t o t a l d e o b j e t o s s e p r o d u c e l a s e n s a c i ó n d e soledad,
d e v a c í o , d e t r i s t e z a .
Si comparamos a la mujer del cuadro de Tamayo con
Delfina Uribe, podemos encontrar muchas similitudes. Es - te personaje femenino, como ya mencionamos anteriormente,
se presenta ante l o s demás siempre ocultando quién es.
S i n embargo, Delfina no puede permanecer con esa máscara
ante sí misma. Ella, como la mujer del Óleo, cuando está
sola admite su realidad; ambas tratan de romper con su
forma de vida, p e r o e s t ? resulta imposible, pues en el
caso de Delfina Uribe no hay aceptación a todo lo que
le' ha ocurrido, en tanto que la dama del cuadro parece
demostrar desesperación o impotencia.
La ventana de la pintura ya descrita y los cuadros
de Delfina se semejan, ya que las dos mujeres ven a tra
vés de estos objetos una esperanza. Pero en este acto de
ensimismamiento, en el caso de Delfina, surgen los r m -
dos amargos de los que no s e puede liberar porque noquiere.
Por otra parte, las paredes grises de aquel "Tamayo",
que se describen como de un color gris ontológico, con-
firman la vida vacía de .La "mujer desnuda".
En cuanto al reloj, simboliza la vida que transcurre,
el tiempo que se escapa de la figura de Tamayo y , a la
vez, de las manos del personaje de Pitol. Si nos remiti.
mos a la vida de Delfina Uribe, podemos decir que, con-
forme a la simbología del. reloj, se quedó detenida en- lla hora de un día del aiio de 1942, cuando muere su hijo. ( 2 6 )
-
- 4 9 -
Una vez hecha esta explicación, volvamos a la casa
de Delfina, la cual incorpora en su interior los rasgos
d e la galería: "A lo largo de las tres plantas de la ca - sa se mostraba una colección que cubría los Últimos cin -
cuenta o sesenta años de la pintura mexicana, excepcional
tanto por la calidad de las obras como por la colocación.
( p . 2 4 1 ) .
S e observa que la galería invade el hogar de este
pe'rsona je, para quien las pinturas cumplen dos funciones:
l a primera dar belleza, y la segunda. demostrar que
es-una buena conocedora del arte pictórico.
De acuerdo con las descripciones que hace el propio
narrador acerca de este espacio, podemos apreciar que tg
da la casa de Delfina refleja su estado anímico, su sole
dad. -
Observamos también que la casa demuestra la posición
económica desahogada de dicho personaje. Delfina tiene
todo lo que una mujer desearía; pero a pesar de que el
espacio físico de .su casa es de grandes dimensiones, ella
siempre aparece como una ostra encerrada en su concha:
"Miguel del Solar tuvo la impresión de que aquellos am- plísimos espacios qx? circunscribían a Delfina Uribe y
su mundo eran una extensión de su incomunicabilidad, de su egoísmo físico, de su clausuraa, (pp;241.a242-).
- 50 -
Asimismo es visible que este interior de la casa
congela el tiempo en el año de 1942, fecha en que alper - sonaje le sucedieron dos acontecimientos importantes en
su vida: la gran felicidad por la inauguración de su ga - leria y la pérdida de su hijo, herido en el edificio M i - nerva. Esto se comprueba por el tipo de muebles ylapreani - nencia de pinturas que fueron realizadas en su mayoría
por esa fecha: "Toda la casa, la arquitectura, los mue-
bles y su disposición, los cuadros, constituían un mues-
tr'ario de excelencias de finales de los años treinta y
comienzos de los cuarenta". (p.49). Para Delfina Uribe
su--casa cumple la función de un almacén de recuerdos del
4 2 , tanto agradables como desagradables.
En la novela hay también rasgos pictóricos en las
descripciones que realiza el' narrador: "Del Solar s e de
dieó a examinar la planta baja de su casa, unos grandes cubos lumjnosos, el primero una sala y el otro un come
dor, abiertos a otros espacios menos amplios. Un orden
severo y estricto pero no necesariamente frío". (p.48).
De manera que se utilizan en la obra expresiones pictóri
cas, por ejemplo para explicar los juegos de luces que
dan mayor iluminación al interior de la casa; esto lo ha
ce el narrador con un propósito muy justificado, para dar
le luz al espacio, para clue se noten las texturas, las
formas, el colorido de los muebles y los objetos, inclu
yendo, claro, los cuadros; sin luz, todo lo mencionado
-
-
-
- -
se perdería. Por la forma en que aparecen acomodados los
objetos y muebles, nada sobra ni falta, todo está perfec
tamente en su lugar, tal como en una pintura. -
- 51 .-
En cuanto a la distribución de muebles y objetos
en la casa de Delfina Uribe, podemos afirmar que el es
patio de la casa parece ser más grande de lo que es en
realidad, lo cual se acentúa cuando sabemos que ahí vi - ve sólo una persona. No obstante la extensión de este
lugar, el ambiente que rina en d l es asfixiante, porque
como explica el crítico Bollnow: "Un orden exagerado es
a su vez oprimente porque tenemos miedo a destruirlo".
( 2 7 ) . Esto es precisamente lo que ocurre con l a c a s a de
Delfina, más que un hogar da la impresión de ser un mu-
s e o . A pesar de los lujos y comodidades de esa c a s a , no
presenta signos de vida activa, pareciera que nadie vi-
vi-ese ahí; como si ella quisiera dejar intacta su casa
para no borrar los recuerdos de su vida anterior al ami
dente de 1942: "El reparo más serio que pudiera hacérse - le a esta casa, pensé, provenía de su aire levemente es - cenográfico, como el de casi todos los lugaxes que se vi - ven poco'. (p.48)
-
-
2.1.2 LA GAILERIA
En e 1 otro espacio c m que se desenvuelve , la galería, Del- fina Oribe se muestra fría y calculadora, como la dama perfecta que
cuenta, además de con una extraña belleza, cón otras virbudesqw cual -
- 5 2 -
quier otra mujer desearía tener: "Desde su juventud, por
diversas circunstancias, Delfina ha sido una figura pÚbli - ca. su galería se convirtió en un punto de referencia ne - cesario para trazar la historia reciente de la pintura na
cional. Gozaba fama de inteligente, de cultivada, de ge-
nerosa". (p- 4 7 )
Del espacio de la galería 1 1 descripción no es muy
exacta; lo poco que sabemos de ella lo informan Miguel
del Solar, Julio Escobedo y la propia Delfina; sin embsr ' ,
- go,' estos personajes s ó l o nos proporcionan algunos deta-
lles relacionados directamente con la señora Uribe y no
con la distribución de los objetos y la extensión de di
tho lugar. -
En-cuanto al narrador, éste nos muestra aspectos de
la galería relativos a l a , importancia que tiene ese espa
cio,.por s,er ahí donde SEI pueden admirar cuadros de artis
tas prestigiados y el sit.io al que concurre un grupo pe-
queño de conocedores, compradores y artistas:
-
Visitar la galería de.Delfina Uribe es un acto que to do mexicano parecido a Miguel del Solar ha realizado- a través de los años de manera regular, Equivale a asis tir a un concierto en Bellas Artes, por ejemplo, a las- muestras retrospectivas del Museo de Arte Moderno, a la anual reseña CinemaLtográfica; es decir, forma parte del circuito por donde! necesariamente fluye ese sector de la población interesado en las artes 'o en lo quelas rodea. (p.47)
. . . .
- 5 3 -
La g a l e r í a , c e n t r o d e r e u n i ó n d e l a é l i t e , l e b r i n - da a D e l f i n a U r i b e s e g u r i d a d , a d e m á s d e s e r u n l u g a r aje - no a los r e c u e r d o s d e s a g r a d a b l e s d e l 4 2 q u e t a n t o l a ato:
mentan. La g a l e r í a e s u n e s p a c i o v i t a l , a h í e l l a s e siente
l i b r e y r e a l i z a d a y puede desempeñar e l p a p e l d e "dama
a f o r t u n a d a " , p u e d e e v a d i r s e d e s u r e a l i d a d : en d i c h o e s -
p a c i o e l l a l l e v a a cabo su mascarada: "Comenzó a d e c i r q u e
l a g a l e r í a e r a l a c o l u m n a v e r t e b r a l de s u v i d a o a l g o
e l e s t i l o . Lo q u e v e í a desde h a c i a t r e i n t a a ñ o s , l o q u e
ha'cía y d e c í a , t o d o no t ' e n í a o t r o s e n t i d o q u e s u g a l e r í a .
S u s a c t i v i d a d e s e r a n l a ' c a r n e q u e s e i b a a ñ a d i e n d o a l e s
q u e l e t o a f i n d e c r e a r un c u e r p o " . ( p . 6 1 )
* .
-
M i e n t r a s q u e e l e s p a c i o d e l a c a s a p e r m a n e c e e s t á t i
c o , e l d e l a g a l e r í a e s t o d o d i n a m i s m o , i n c l u s o l a a c t i -
v i d a d d e D e l f i n a e s e x t e n u a n t e . P o d r í a m o s a f i r m a r q u e tra
t a d e l l e g a r a l c a n s a n c i o e n t r e g á n d o s e p o r c o m p l e t o a l
t r a b a j o d e l a g a l e r i a ; c u a n d o r e g r e s a a s u c a s a e s t á t a n
a g o t a d a q u e n o t i e n e t i e m p o d e p e n s a r , d e r e c o r d a r t o d o
a q u e l l o q u e l a l a s t i m a . D e l f i n a p a s a más h o r a s e n l a g a -
l e r í a q u e e n s u c a s a .
-
-
P o r ú l t i m o d e b e m o s d e s t a c a r l a l a b o r q u e r e a l i z a
c o n s u g a l e r í a como p r o m o t o r a d e n u e v o s t a l e n t o s d e l a
p i n t u r a , como p o r e j e m p l o , J u l i o E s c o b e d o , q u i e n l l e g a a
s e r uno de sus c o l a b o r a d o r e s : " E n a q u e l l a é p o c a i b a yo a
d i a r i o a l a g a l e r í a y a casa d e Delfina q u e q u e d a b a muy
c e r c a . T r a b a j á b a o s en m i e x p o s i c i ó n y e n i a o r g a n i z a c i ó n
- 514 -
general de la galería. Delfina compraba obra de muchos
autores y a veces me pedía que la asesorara". (p.168)
Después de analizar a Delfina Uribe podemos decir
que como toda figura pública ha tenido que pagar un pre - cia: su soledad. Ella, ya lo afirmamos anteriormente,siem - pre fincó su "seguridad" y su realización en el trabajo,
en s . galería, aunque para eso tuviera que sacrificar su
vida intima, sus relaciones familiares. No obstante, Del - fina no puede hacer completamente a un lado su vida pri
vada, y eso se refleja en la manera como la. afecta e l fa
llecimiento de Ricardo, su hijo, pues a partir de esa fe - cha vive un simulacro de v.ida, vive en la enajenación tg
tal.
' . - -
2 . 2 . JULIO ESCOBEDO
En ekte apartado haremos un análisis del personaje
Julio Escobedo, al cual hemos ya mencionado en incisos
anteriores, pero es necesario que,.conozcamos cómo es é1,
pues tan s ó l o sabemos de su ocupación de pintor y que
pertenece a la élite de la ciudad de México. Nos intere
sa conocer a Escobedo a partir de dos aspectos: el espa
cia que ocupa y su relación con Ida Werfel y Delfina.UrL
be.
- -
Escobedo e s u? artista que posee un gran sentido
estético y una visión crítica de todo lo que le rodea.
Su fama como artista es de todos sabida, al igual que
._ . .- ..., , , . , -._. - *"r.
- 5 5 -
su amistad con personajes reconocidos en el ambiente na-
cional, como Ida y Delfina, por citar algunos.
Sin embargo, para saber más de este pintor debemos
analizar s u espacio. A este respecto, el narrador nos des
cribe el interior de la casa de Julio Escobedo, donde rei
na una atmósfera propicia para la creación; además, los
muebles y objetos son un reflejo fiel de su dueño. podria
mos decir que el espacio vital del artista difiere dellu
gar en que habita una persona que no se dedica a estas
actividades.
- -
- - ' ,
Observamos que el espacio de Escobedo, a pesar de no
ser lujoso, llama la atención por su originalidad; el sen
tido estético está por encima de todo: -
A los pocos días estaba en Coyoacán. Una casa llena de objetos cuya combinación los hacía parecer insólitos; mueble4 antiguos muy sencillos, conventuales casi, y un mundo de objetos extraños, alegres y brillantPswiban de lo elemental a lo más rebuscado. Pequeños juguetes artesanales, esferas brillantes, gigantescas copas de cristal de Bohemia y carretones rebosantes de viejaquin callería multicolor, ángeles barrocos, talavera &RE- bla, varios cuadros excelentes, casi todos suyos. (p.157)
Con la cita anterior parece que el narrador estuvie
ra describiendo una pintura barroca por la acumulación y
colorido de los objetos. Además, el papel que desempeñan
dichos objetos en este espacio particulqr es importante,
manifiesta que el personaje debe estar rodeado por ellos,
pues, como dijimos al principio, crean el ambiente ideal
-
para realizar su obra. Los objetos y muebles de su casa
son el elemento inspirador de su concepción pictórica.
Los objetos Ie proporcionan una gama interminable de co - lores y texturas, vitales para crear. Asimismo sus dinen
siones, formas y tamaños inspiran a Escobcdo, en especial
los juguetes, ángeles y talavera mexicanos que é1 tanto
aprecia.
-
Sobre este hecho, cabe señalar que en los cuarenta ,
el' arte popular mexicano adquiere gran importancia debi-
do:a que muchos artistas e intelectuales lo toman como
bandera para crear y dar a conocer su obra. Tal es el ca
so de Diego Rivera y Frida Kahlo, quienes hacen de sus
espacios (el estudio y el hogar de estos artistas en Co
yoacdn y San Angel) un museo de objetos netamente nacio-
nales. En esta época se le da al arte popular mexicano
el valor que merece y que antes no se le había dado. Esta
característica s e maneja en la novela para acentuar la
importancia del México de esos años, cuando, como ya di
jimos al iniciar el presente trabajo, nuestro país pare
cia el lugar ideal para vi.vir, para crear, para hacer vida
social, lo que no ocurrí,a en otras naciones debido a la
Segunda Guerra Mundial. A s í Escobedo representa dentro
de El desfile del amor a la corriente artística que pre
dominó en México a principios de los 4 0 . El aparece co-
mo un protagonista del movimiento pictórico de aquellos
años, y nos da su visión de ese tiempo:
-
-
-
- 5 7 -
La amistad de Julio con Delfina e Ida es muy estre-
cha, cada uno de ellos profesa admiración por los otros,
pe;ro también ejerce una crítica constructiva acerca de
sus errores y manera de proceder. En pocas palabras, la
amistad entre ellos es verdadera, a pesar de las vicisi
tudes y malentendidos. -
La relación entre Escobedo y la señora Uribe es
más que la simple relación de negocios entre el artista
y el vendedor; entre ambos existe una dependencia que
va más allá del gusto por compartir el arte.
Julio admira la imagen de triunfadora de Delfina y
de ahí surge esa larga amistad, de un estira y afloja
constante, debido al cariicter fuerte que tienen ambos:
Ha habido momentos difíciles; toda relación los tie- ne. Le he dicho a Ruth en más de una ocasión que po- dti pasar todo, pero que no vamos a pelearnos con Del f h a . Usted la conoce,, tiene momentos insoportables, claro, todos tenemos esos momentos, pero los suyos aparecen con más frecuencia y son más intensos. @.m)
Además, Julio Escobedo siente gratitud por Delfina,
pues ella, a través de los años, siempre le brindó su apo-
yo. El debe su fama a la Uribe; pero también ha estado can
ella en momentos difíciles, como en el suceso del 4 2 . hb
l o s une sólo el trabajo, sino l o s momentos alegres y tris - tes que han podido compartir.
En cuanto a su relación con Ida Werfel, la admira-
ción que Julio siente por ella es diferente a la que pro
fe'sa a Delfina. A Julio le atrae más que nada el carác-
ter de la Werfel, sus desplantes de actriz nata: " S í era
un--placer escucharla, sobre todo verla. Nunca logré pin - tarla, al comenzar el dibujo advertía que se introducía
un elemento paródico que la caricaturizaba, la disminuía,
y no era eso lo que me interesaba captar de ella. (p.166)
- ' #
Escobedo nunca pudo encontrar esa esencia oculta
que le atriaía de Ida, y ese elemento inapresable da pie
al vinculo que los une, ya que el carácter de estos per
sonajes es completamente diferente. Ella, festiva; é1,
demasiado crítioo, ve a la Werfel como una mujer de des-
plantes en ocasiones vulgares: "- ¡Ahí la tiene.i - p a ni ña enorme engolosinada con la mierda!- rgriX6 J W . Ida
era todo eso, lo reconozco, pero también mucho más. Es
difícil ubicarla, cualquier definición se vuelve reducto ran. (p.1.55)
-
-
- 59 -
El pintor aparece como un hombre equilibrado que a
pesar de su fuerte carácter sabe controlar sus emocio
nes. Julio parece un ser franco, abierto, positivo que,
gracias a su sentido crítico, le da a las cosas y a quie
nes lo rodean el lugar que les corresponde. Para ofrecer
esa imagen evita la controversia con aquellos que lo ro-
dean, de ahi que abandone parte de su actividad creado-
ra, el retrato de personajes (recordemos el conflicto que
se produce por el cuadro que le hizo a Matilde Arenal),
y:se dedique más bien a pintar objetos.
-
-
2 . 3 DERNY: El' ARTE COHO INVERSION Y EL
SIGNIFICADO DE LOS OBJETOS.
En este apartado haré el análisis de otro de los
personajes principales de El desfile del amor: Derny,
concentrándome en dos temas que facilitarán el estudio
del espacio en que se desenvuelve este personaje, me
refiero al arte como inversión y al significado de los
ob jetos.
- 60 -
En 1973, Derny es un hombre de cerca de cincuenta
años, dueño de una agencia de publicidad y pertenece a
la familia de Miguel del. Solar, aunque no tiene paren-
tesco con este último:
Miguel del Solar conocía a Derny desde la niñez. Era el sobrino preferido de todos sus tíos. Entre ambos no había ningún paren.tesco. Un hombre próximo a los cincuenta. Una loción amarga que olía muy bien. Una chaquetaapequeños cuadros grises y verdes de lana jaspeada, y pantalones de un verde opaco muy desvai ’ . do. Viéndolo bien, entre ellos la diferencia de eda des no era mayor de diez años. (p.175)
-
Por lo que hace al tema que nos interesa, el hogar
de Derny está dividido en dos partes, en primer término
analizaremos lo relacionado con la adquisición de obras
de artistas modernos o contemporáneos, de todo lo nove-
doso. ,
Dichas obras cumplen una función específica dentro
del espacio de la casa, reflejan la personalidad de Der
ny, su amor por los cuadros, las esculturas, por todo lo
que sea arte; su gran conocimiento en esta materia, su
afición por los museos y toda clase de exposiciones, cua
lidades de é1 y de toda su familia:
- 6 1 -
A del Solar le impresionó el grado de información que todos manejaban en materia de exposiciones y espectácu l o s . Le preguntaron por espectáculos y exposiciones pE habían tenido lugar en Londres que 61 no había podido ver durante su estancia en Inglaterra, y que ellos s í , en Londres, o en algún itinerario que podía incluir W va York, París o el mismo México. Todos eran muy via- jados, muy cultivados, muy elegantes. (p.189)
-
Derny, además de viajar, por su pcsición económica
desahogada puede adquirir "lujos" (obras de arte) que otras
personas difícilmente logran obtener. Derny cierra el círculo
elitista al que pertenecen Julio Escobedo, quien aporta
su.-talento creativo, Delfina Uribe, promotora y encargada
de exposiciones y ventas de arte. La relación entre Derny
y la Uribe es muy estrec:ha, pues é1 es uno de los clientes
y asiduos visitadores de la galería de Delfina Uribe:
"-¿La tratas? ¿A Delfina?
- S í , Mira, esa alacena de Haría Xzquierdo se la compré a
ella hace,unos años. Algunos de los cuadros que ves en es ta casa proceden de su galería". (p.190)
' ,
-
Ahora bien, los objetos de arte que hay en la casa
no cumplen una función decorativa, sino que Derny los ti2 ne a la vista porque representan su inversión, lo que con
vierte al inmueble en una gran caja de seguridad llena de
cuadros y esculturas:
-
Lo condujo hasta un extremo del salón donde sobre una mesa de cristal se elevaba una bella .escultura de hon ce.
-
e 9 4 5 5 9
- 62 -
- La compré el año pasado. Es mi Última adquisición- di jo con voz más apacible que la usada hasta entonces, y
con un tono más bien casual-. He adquirido después otras
cosillas, pero ninguna como ésta. La vi y me quedé mara-
villado, (p-179)
-
E s t o s objetos, por su belleza, brillan con luz pro-
pia y llaman la atención de los visitantes; pero Derny no
presume de tener grandes adquisiciones. Para é1 no impor
ta el tema o fa intenci6n que haya tenido e l artista al ' '
re'alizar s u obra, a Derny le interesa adquirir un cuadro
o una escultura por el nombre de quien lo hizo, en primer
término, para poder mostrar a los demás que 61 posee pie
zas famosas. Esto no quiere decir que a Derny no le inte
rese adquirir arte por el valor que éste tiene, al contra
rio, é1 sabe apreciar y, como ya lo dijimos anteriormente,
es un gran conocedor. S i n embargo, s u manía y vanidad por
'coleccionar cualquier tipo de expresión artística es tal,
que quisiera tener todas las pinturas que hay en galerías
y museos, poner el objeto deseado en el rincón o lugar fa
vorito de su casa. Derny se obses.iona por todo esto y no
descansa hasta conseguir lo que quiere: "Había salido de
la galería, y caminado ya más de una cuadra, cuando me di cuenta de que tenía que volver, que no podía concebir la vida s i n esta pieza. Bstos bronces de Benin no tienen li rite en lo que se refiere a expresiwidad &Te gusta éste?
-
- - -
-
-
.(pp.179-180)-
En cuanto al significado de los objetos, nos referi-
mos a la información que podemos obtener, a través de ellos,
del carácter o preferencias de quien los compra, en este
caso Derny.
En l a primera parte de este análisis establecimos
que las obras de arte modernas ocupan una parte de-la ca-
sa; en la oLra sección del hogar de Derny se encuentran
objetos más antiguos que poseen también un alto valor mo-% ,
netario:
"La casa de Derny correspondía a su fortuna. Todo corn- binaba bien, muebles coloniales, pinturas antiguas y contemporáneas. El acento puesto sutilmente, sin porn- pa, en la antigüedad. Como para indicar que uno no PO día permitirse desconocer lo nuevo, que los moradores de esa casa sabían apreciarlo y hacerle justicia pero que allí, de cualquier modo, su función era de mero acompañamiento, acces,oria a las viejas tallas virrei nales que coincidían con la instalación de la familia en el país. (p.178)
Para Derny los objetos antiguos tienen un significa-
do muy especial, reafirmar, como dice Baudrillard, el pa-
sado familiar: "El objeto antiguo es siempre, en la acep-
ción rigurosa del término, un 'retrato de. familia'. Es en
la forra concreta de un objeto donde se realiza la inmemo
rialización de un ser precedente, proceso que equivale, en el orden imaginario, 4% una elisión del tiempo-. (28)
Precisamente a través de esos objetos Derny quiere mostrar
que sus antepasados pertenecieron a una clase privilegiada
que le permitió continuar la tradición de coleccionar o xtpirir
cualquier objeto y obra de arte, pues tener esta clase de bienes sign&
-
- 614 -
fica más que poseer un título nobiliario:
Todo valor adquirido propende a trocarse en valor he- reditario, en gracia recibida. Pero como la sangre,el nacimiento y los títultos, han perdido SU valor i&ol&icc~. son los signos materiales que tendrán que significarla trascendencia: muebles, objetos, joyas, obras de arte de todos los tiempos y de todos los paises. (29)
Como podemos apreciar, Derny es una perscna culta
pero también excéntrica, pues S U S gustos hacen de su ca-
sa un museo (recordemos que esto mismo sucede con los ho
gares de Escobedo y Delfina). Derny e s negociante y los
objetos le sirven en su presunción de linaje y de posee-
dor, particularmente esto último: le obsesiona poseer. No
podemos pensar en este personaje sin los objetos valiosos
y todo tipo de arte. Da la impresión que éstos saturan
de tal manera la casa que se convierten en parte esencial
de la vida de sus habitantes.
. -
2 . 4 EDUVIGES: EL ESPACIO Y EL CAOS DE LOS OBJETOS.
En este inciso haremos un análisis de Eduviges Brio - nes, de su espacio, de sus objetos. Para ello tomaremos
en cuenta dos fechas: 1942 y 1973; en la primera ella vi
vía en uno de los departamentos del Minerva, mientras'que
en la segunda, ya entrada en años, Eduviges habita una ca
sa en Coyoacán. También nos abocaremos al análisis de la apariencia física de este personaje, cuyo cuerpo tiende a
lo grotesco.
-
- 6 5 -
Eduviges desciende de una familia porfirista que des - pués de la revolución opta por incorporarse a la nueva c1"_
se social en el poder. Ella vive en 1942 en el edificio
Minerva, espacio donde conviven miembros de las fuerzas an
tes enfrentadas de la sociedad mexicana (revolucionarios y p r
ristas), y que acoge a to,do exiliado que llega al país.
- -
Por 1 0 que hace a la relaci6n personaje-espacio, de-
bo aclarar que Eduviges Briones se desenvuelve, como ya
me.ncionamos, en dos espacios, uno de estos es el edificio
Miherva, sitio en el que la protagonista sufre su desplo-
me--económico, tiene que aceptar la ayuda de su hermano Ar-
nulfo Briones y de los padres de Miguel del Solar y , por
consecuencia, pierde su prestigio social. La enfermedad
de su hijo y , sobre todo, haber vivido el acontecimiento del
14 de noviembre de 1942, provoca en Eduviges ün fuerte resenti-
miento y odio por todo lo que le recuerde o esté relacica?ado 0311 el. Minerva.
El segundo espacio donde se desenvuelve este persona-
je es su casa de Coyoacárr, donde habita en 1973, cuando Mi
que1 del Solar regresa a México e inicia su investigación: -
Del Solar entró en unal casa de Coyoacán de mediados del siglo XVIII . PasÓ por un amplio jardín rodeado de a r a . Caminó tras la sirvienta que salió a abrirle el portón. Atravesaron un salón poco iluminado. Trató de fijar la atencbón en los cuadrols antes de subir la escalera. Lbs paisajes franceses muy bellas; tal vez también del siglo XMn. @. 31)
. . . . . . . ... . . . .
- 6 6 -
La descripción de la casa de Eduviges nos proporcio
na información valiosa sobre el personaje, comenzando p r
la ubicación, y a que Coyoacán desde la conquista se ha ca_
racterizado por albergar de manera temporal'o definitiva,
a las familias poderosas económica o políticamente. ( 3 0 )
Eduviges está identificada con el porfirismo y ligada a
l o s nuevos grupos postrrevolucionarios en el poder, a tra
vés de su hijo A n t o r io.
-
-
' , En cuanto al interior de la casa, se divide en dos
partes, el espacio de la planta baja que s e caracteriza
por--alojar muebles y objetos sin ningún sentido estéti-
co, como si éstos se encontraran simplemente arrumbados:
" E l resto era tumultuoso, incoherente y t r i v i a l , u n exce
so de o b j e t o s c o s t o s o s en desorden: bronces, porcelana,
c r i s t a l e r í a . Buena plata, pero demasiada". Dicho espacio
llama la atención de todos aquellos que visitan la casa.
Parece que,Eduviges trata de poner en evidencia su "abo
lengo", su clase porfirista, su cuantioso "tesoro":
-
-
iQué agobiante acumulación de o b j e t o s ! De una pared descendía u n escuadrón de ángeles barrocos de d i s t i n t o s tamaños y d i s e ñ o s ; s ó l o v e r l o s p r o d u c í a n v é r t i g o . E l l a l e e x p l i c ó que 10:s había l levado hacía poco s u nuera, y los había colocado ahí contra s u voluntad. Le habían regalado a Antonio muchas c o s a s , y no había p o d i d o . n e g a r s e . Bueno ahora l o s objetos estaban al l í , seguros. De o t r a manera, a l o mejor hubieran sido e: bargados. Babia cosas a l p o r . m a y o r : m a r f i l e s , c r i s t a l e s , p o r c e l a n a s d e d i s t i n t a s c a l i d a d e s , a l g u n a s p i e - zas R U Y delicada.s, Pero l a rayoria ,de b n gusto a t r o z . Gyaodes tibores orientales, ..Bronces; ra&raS.-doradas . ( P . W . 3
. , . . .
- 6-7 -
A pesar de que Eduviges trata de disculparse por te - ner tantas cosas en s u casa, en realidad lo hace para lla
mar la atención de sus visitas, para hacer notar s u "sta
tus", no importa que éste haya sido recuperado a través
de l o s actos corruptos de su hijo, quien en 1973 ocupa un
puesto político. En reali.dad también es la acumulación pa - ra que no l e embarguen todo a su hijo, ya que se tratade
regalos recibidos para apoyar negocios o malos manejos de
los obsequiantes.
- -
Por otro lado, el narrador nos acentúa la calidad de
los- objetos, destacando aquellos que son de mal gusto a
pesar de tener un valor monetario considerable. Si a esto
le agregamos lo que ya comentamos en relación con la sa-
turación y el desorden, podríamos decir que, de acuerdo
con lo que afirma Baudrillard, se nota a todas luces el
complejo de clase de Eduviges. En ella se da el paso de
un gusto pprfiriano a este saturamiento de tipo burgués
(que se relaciona con el hijo y la nuera), ya que antes
el personaje tuvo muchas carencias: 'La saturación: se
sabe que la casa burguesa está cerrada sobre sí misma y llena hasta el tope. Herencia, acumulaci&. son -signos de
'8tatus' y de holgura. Dentro de esta línea, el interior
pequeño burgués se distingue por el amontonamiento?. (31)
La otra parte de la casa, el segundo piso, aloja m
pequeña sala con pocos objetos. De este espacio al narra
dor sólo parece interesarle destacar la presencia de Ed: -
- 6 8 -
viges, quien llena el lugar con su inmensa mole: "Subie-
ron luego una escalera de anchas baldosas rojas, y siguie -
ron por otro corredor hasta llegar a la pequeña sala don - de lo esperaba su tía, Un lugar , en contraste con la amfusí&
de la planta baja, bast,ante más agradable". (pp.31-32).
Con esta cita podelnos deducir que la no acumulación
de objetos en ese lugar :responde a que en la planta baja
es donde Eduviges recibe a sus visitas, por lo que tiene
que impresionar. En cambio, en la planta alta sólo a l b e r
gd' a los familiares, es un lugar más intimo, ahí no hay -
que presumir ni ponerse el disfraz. A pesar de que la sa
la no posee objetos suntuosos, ésta resulta más acogedora,
mientras que la planta hja resulta asfixiante.
-
En lo que respecta al vestuario de Eduviges, es opoz
tuno mencionar que el narrador hace una descripción minu
ciosa en la que resalta el color y los adornos: I
Un vestido de raso que le llegaba al tobillo, como un largo tubo que contuviera su cuerpo corpulento, Y, por únicos adornos, una cenefa de canutillo de Cristal li la y granate y , como complemento simétrico una rama flores del mismo material, a l a altura de los hombros- un vestido Art-decÓ admirable. (P-217).
Hay una vinculación entre este vestido con el cual se
presenta en la planta baja, y ese espacio de la casa de
Ed.uviges: su interior s e encuentra lleno de objetos orien
tales, exóticos, de adornos recargados que se relacionan con un tipo de ambientación y un gusto particular carac- terísticos del Art-decó ( 3 2 )
-
- 6 9 -
E n l a d e s c r i p c i ó n a n t e r i o r e l n a r r a d o r n o s m u e s t r a
a u n a E d u v i g e s B r i o n e s c o n g e l a d a e n l o s p r i m e r o s a ñ o s d e
e s t e s i g l o , a l c o n t r a r i o de D e l f i n a , q u i e n s e q u e d a e s t á - tics, en a l g u n o s a s p e c t o s , en e l año de 1 9 4 2 . M i e n t r a s
q u e D e l f i n a e s u n a m u j e r d e é x i t o , q u e p o s e e b e l l e z a y
buen g u s t o , E d u v i g e s f l u c t ú a e n t r e una e l e g a n c i a anticuada
y l a f a l t a de p u l c r i t u d :
La misma r o p a c o n q u e l a h a b í a v i s t o d e n i ñ o . Unaespecie , d e v e s t i d o d e n o c h e quae l e l l e g a b a a l t o b i l l o , h e c h o ‘ c o n f r a n e l a g r i s , e s p e s a , d e s d e luego más a p r o p i a d a pxa un a b r i g o m a s d i n o , con r e m a t e s d e v i e j o t e r c i o p e l o n e g r o en e l p e c h o y l o s p u ñ o s , y u n o s h i l o s v e r t i c a l e s a a z a b a c h e c o s i d o s a ambos c o s t a d o s . E l m i s m o t i p o d e v e s t u a r i o a n u n c i a d o e n l a s r e v i s t a s y p e r i ó d i c o s d e 1 9 1 4 , q u e a c a b a b a d e r e v i s a r . Como s i s u t í a se h u b i e r a pen- dado en l a i n f a n c i a d e l a r o p a d e s u s m a y o r e s y derriAirh m a n t e n e r s e f i e l a e s a moda. ( p . 3 2 )
A E d u v i g e s Ú n i c a m e n t e l e i n t e r e s a h a c e r n o t a r q u e
p e r t e n e c i ó , , a una f a m i l i a a d i n e r a d a y no s e d a c u e n t a q u e
a n t e l o s demás hace e l r i d í c u l o . P a r e c e q u e l a protagorris_
t a v a e n c o n t r a d e l c a m b i a q u e h a y e n M é x i c o , y t r a t a d e
a l i m e n t a r s e d e sus “aiios d e g l o r i a ” . E l l a , a p e s a r d e “in
c o r p o r a r s e “ a l a n u e v a c l a s e r e v o l u c i o n a r i a , n o a c e p t a d e l
t o d o a l a g e n t e s u r g i d a de e s t a c o n t i e n d a , no a c e p t a s u
r e a l i d a d .
-
\ E n e s t e espicio r e s a l t a . l o g r o t e s c o d e su c u e r p o , s u
g o r d u r a e x c e s i v a y su e s M = . q e L l a h a c e n v e r m o n s t r u o s a :
“No e r a f á c i l a b a r c a r l a t o t a l i d a d d e s u . t í a a l a prime
ra a i r a d a . La h a b í a d e j a d o d e ver h a c í a u n a b u e n a docena
d e a ñ o s . Ya e n t o n c e s se h a b í a i n i c i a d o e l p r o c e s o d e e5
-
. . - . . .
- 7 0 -
pansión de su>cuerpo el cual, dada su estatura, llegó a
adquirir formas auténticamente monumentales". (p.32)
Asimismo se puede pensar que esa "mole inmensa" que
es.Eduviges tiene una consistencia sólida. Sin embargo no
es.-así, pues el narrador nos la describe como una masa ge - latinosa, maleable. Pero no sólo su cuerpo tiene esa con - sistencia, también su rostro es deforme, una mezcla de
rasgos animales, cuyos gestos resaltan lo monstruoso del
personaje:
su tía emitía aquellos; lamentos con velocidad prodigio sa, y abundantec.varied.ad de gestos y movimientos. (...)- El rostro se le había hecho plastilina. Movía con exa geración los labios y al final de cada frase las corn: suras be caían tanto que por momentos parecía un viejo buldog. Las.macizas mejillas se c0ntraían.y dilataban igual que sus fosas nasales. ( . . . I Los ojos por momentos no eran sino rendijas perdidas en aquellas carnes abundantes y en otros se desorbfha ban como si fueran globos. (p .34 )
-
Un hecho que acentúa todavía más las características
grotescas de Eduviges e s la falta de limpieza en su perso - na, lo cual provoca asco:
- 71 -
Le sorprendió el aspecto acentuado de desorden, la fa1 ta de pulcritud de su persona: el maquillaje mal puesto, las uñas descuidadas, el pelo desmadejado al parecer tan sucio como el de la marta que llevaba alrededor del- 110. (. . .) Parecía haber dormido varias noches con ese vestido, sin pasar al tocador ni al baño. (p.32)
-
En cuanto a la relación con s u s hijos podemos obser-
var que el trato que le da a Antonio e s de sobreprotección,
mientras que a Amparo la trata con desprecio, podríamos de ,
cir,que Eduviges es una madre mexicana tradicional. Esa so
breprotección que le brinda a su hijo se da desde la niñez,
pues como lo observamos en el apartado de los recuerdos, Mi
guel del Solar n o s describe a s u primo siempre enfermo y en
cama, recibiendo todos los cuidados de su madre. Eduviges
siempre le da lo mejor a Antonio: una carrera profesional,
un matrimonio arreglado con la hija de una familia adinerada;
para ella su hijo es perfecto, sobre todo cuando recibe los
beneficios'de éste, como la casa de Coyoacán y la posición
social que había perdido. A Eduviges no le importa cómo ha
conseguido Antonio dinero y una buena posición, sólo le in
teresa verse beneficiada con las dádivas de su hijo.
-
-
-
-
El trato que le da E,duviges a Amparo es diferente. A
su hija le ha negado realizarse en todos los aspectos, p.les
Amparo ni se casa, ni puede hacer una carrera universitaria;
incluso cuando Miguel del Solar le propone a su tía que su
prima estudie historia con é1, ella no acepta:
- 7 2 -
Al regresar a México para hacer sus estudios univer- sitarios, nueve o diez años después, se volvieron a frecuentar. Iban juntos a fiestas, se movían entre ami gos comunes, los domingos oían conciertos. En aquella época la animó a estudiar historia, y estuvo a punto de lograr que se inscribiera con 61 en la Universidad. NO se lo permitió su tía. (p.177)
Amparo se somete a los deseos de s u madre, pues d e -
bido a su defecto físico siempre se ha sentido insegura;
sobre este hecho recordemos que anteriormente ya habíamos
vis'to que cuando ella era niña gustaba de tocar el piano,
siempre en la penumbra para ocultar la deformidad de s u
mano. Ella acepta que s u madre tenga las ideas de la tí-
pica mujer porfirista que sostiene que la mujer sólo de-
be realizar las labores d'e1 hogar y tener algunas "virtu
des", como saber tejer o tocar el piano. Amparo es tan&
bil y tiene tan poco carácter que llega a amoldarse a la
manera de ser de su madre e incluso a imitarla.
' I
- -
Podemos afirmar que a Eduviges no le importa a final
de cuentas cómo es Antonio, ella ve en su hijo una inversión.
Por otro lado, si observamos detenidamente a lo largo de
la lectura de El desfile d e l amor, podremos ver que Anto-
nio sólo se hace presente a través del narrador, Miguel
del Solar, Amparo o la misma Eduviges, de ahí que nos ten
gamos que conformar con lo que ellos nos dicen de é1 para su análisis.
-
- 7:3 -
Para desgracia de Ectuviges, quien ha sido persegui - da por el escándalo, nada termina bien. En 1942 se ve
afectada por el asesinato del hijastro de s u hermano; más
tarde sufre otro revés ccn el "supuesto accidente" de A r
nulfo, y en 1973 tiene que soportar otro descalabro cuan
do su hijo Antonio es acusado de corrupción y ella pierde
las "buenas amistades" que tenía mientras é 1 se encontra
ba en el poder.
- -
-
2 . 5 IDA WERFEiL.
En principio debo poner en claro la manera como nos
es dado a conocer este personaje, pues por haber muerto
los datos son aportados por otros protagonistas (Emma Wer
fel, Julio y Ruth Escobedo), así como por el narrador. En
cada capítulo se recogen datos de Ida, pero especificame:
te el- quinto capítulo, donde Emma habla de su madre, está
dedicado a ella.
I I . -
De esta manera el lector tiene que hacerse una ima- f ! gen de la Werfel con base en la información de los perso-
najes que conviven con ella, por eso es necesario recorrer
diferentes caminos y tratar de no tomar partido por las
declaraciones de uno u otro personaje, lo que hace que el
anslisis de Ida sea por demás interesante.
- 7 4 . -
2 .5 .1 LO GR0TE:SCO.
Si hiciéramos un recuento de todos los personajes
que ha creado Sergio Pitol a lo largo de su producción
literaria (sea cuento, sea novela) , encontraríamos a pro tagonistas que han sobresalido por tener muy variadas ca
racterísticas, tanto en los rasgos físicos como en los
defectos de carácter, por ejemplo, la autodestrucción,
la ,'mediocridad, la degradación, lo grotesco. Pude apre-
cia'r que la figura de la Werfel tiene un rasgo peculiar
que-coincide con el de otros personajes de Pitol: me re
fiero al fenómeno de lo grotesco, al cual ya hemos hecho
alusión en al apartado de Eduviges Briones, en el que de
cimas, de acuerdo con la teoría de Wolfang Kayser, que lo
grotesco surge precisamente de la desproporción, el des-
orden y la confusión de los dominios. A l referirse a Ida,
tanto.el narrador como 10s otros protagonistas la descri
ben como un ser monstruoso debido a sus exageradas pro-
porciones.
- -
-
-
-
En la obra de Sergio Pitol encontramos ciertos ras-
gos propios de lo grotesco, tales como: "el hiperbolis-
mo, la profusión, el exceso" ( 3 4 ) ; los cuales, lejos de
causar un rechazo por parte del lectcrri hacen que los per
sonajes sobresalgan y perduren en nuestra memoria, como
sucede con Ida Werfel.
-
- 7IJ -
Volviendo al aná1is:-S, podemos decir que lo grotes -
co s e acentúa más si comparamos el cuerpo de Ida con el
de su hija; mientras que la progenitora parece una masa
informe, como menciona el. narrador, comparándola con un
bovino, l a hija tiene un cuerpo diminuto como el de una
rata. Este tipo de comparaciones son necesarias, pues de
otra manera lo grotesco de la madre (Ida) no sería tan
patente. Este hecho es mostradc reiteradamente, ya sea
por el narrador, ya sea por otros personajes; como Julio
Escobedo, quien describe a Ida así: * .
Lo notable es que aquel cuerpo inmenso nunca se le hiciera bolas. Se convertía, no sé si en (sic) ba- se de fajas, c o r s é s , varillas especiales, en una es pecie de aspiración gótica. De un momento a otro pa recia que aquella ballena blanca iba a remontar el- vuelo. (p.166)
No obstante sus proporciones, este cuerpo desmesu-
rado 'nunca.'está inmóvil, al contrario; Ida Werfel es
ágil e inquieta, por lo que llama la atención de todos
aquellos que la rodean.
t.? -;
Podemos afirmar que la Werfel es un personaje con
troversial y también estar seguros de que Sergio Pito1
hace a través de ella una crítica satirica de la inte-
lectual. En toda la novela, Ida trata continuamente de
romper con los esquemas establecidos; de ahí que surja
la duda de si realmente e:Lla sabe lo que,está proponien
do o lo que lleva a cabo :;e debe a simple "pose".
-
- 7 6 -
Lo primero que apreciamos en e l l a e s e l manejo de
c i e r t o s r e c u r s o s d e u n humor muy p e c u l i a r , d e u n humor
muy f i n o d e l q u e h a c e g a l a en a l g u n a s o c a s i o n e s , y en
o t r a s l l e g a a s e r g r o s e r a ; p e r o h a y t a m b i é n u n a actitud
de mujer despreocupada que siempre t i e n e l a r e s p u e s t a en
l a mano, e s p e c i a l m e n t e s i s e t r a t a d e h a c e r bromas con
su amigo e l l i c e n c i a d o R e y e s , c o n e l q u e , s e g ú n R u t h E s
cobedo, formaba l a p a r e j a i d e a l s i d e p r o v o c a r r i s a s e
t r a t a b a :
-
S e m o r í a n d e r i s a a l m o d i f i c a r l o s p r o v e r b i o s más c o g o c i d o s . R e y e s t e n i a mucha g r a c i a : 'No I d a ' , l e &x&; ' n o s e p u e d e t a p a r e l : s o l c o n u n p e d o ' , y a p a r t i r d e e s e momento ambos s e d e s b a r r a n c a b a n e n e l r e f r a n e r o : 'No h a y p e d o q u e v a l g a " g r i t a b a u n o ; ' Q u i e n c a g a , a t o r g a ' , l a o t r a . ' E l o j o d e l a n o e n g o r d a e l c a b a l l o ' , % b o s a l a vez , I d a c e l e b r a b a c o n f r u i c i ó n a q u e l l o s h a l l a z g o s , l o s s a b o r e a b a , y l u e g o l o s r e p e t í a a l a IES&
p r o v o c a c i ó h . (p.155)
-
I d a y ' e l L i c . R e y e s , a l t r a s t o c a r l o s r e f r a n e s p o -
p u l a r e s , d a n l u g a r a l humor y a lo e s c a t o l ó g i c o , cambian
p a l a b r a s c l a v e s como dedo por pedo; amo p o r a n o , c a l l a
p o r c a g a . X p e s a r d e q u e e s t a s p a l a b r a s s u s t i t u t a s s o n
c o n s i d e r a d a s d e g r a d a n t e s y n o s r e m i t e n a lo i n f e r i o r cor
p o r a l , s e g ú n B a j t i n , n o n o s p r o d u c e n n i n g ú n r e c h a z o ; a l
c o n t r a r i o , en e s t e l e n g u a j e h a y u n i n g e n i o e s p e c i a l q u e
s ó l o s e d a en s i t u a c i o n e s j o c o s a s o f e s t i v a s , en él s e
e n c a r n a "en forma rebajante t o d o l o s u b l i m e " . Con e s t e
-
- 77' -
juego de palabras el significado cambia dando un nuevo
sentido a los refranes, como señala Bajtin refiriéndose
a cada objeto utilizado como limpiaculo por Gargantúa:
"Esta distinción inesperada obliga a considerarlo desde
una perspectiva nueva, a medirlo en función de su lugar
y destinos nuevos. En esta operación, s u forma, la mate
ria de la que está hecho y sus dimensiones son evaluah
* una perspectiva tot>almente nueva". (35 ) -
.' Así el estereotipo de la intelectual "seria", q u e
mide sus palabras, se rompe con Ida Werfel, quien d e w -
tra tener gracia para decir las cosas y desacralizarlas;
por lo que la "ballena b:Lanca" (como la describe el na-
rrador) se gana la simpatía del lector.
Sin embargo el humor de Ida nos produce cierta in-
quietud. ¿No será ella una "falsa tortuga"? ( % ) . Si 112
vamos a cqbo un análisis a conciencia de la Werfel, pode
mos decir que en realidad posee conocimientos literarios
e incluso muchos de sus comentarios son acertados. Pero
-
hay aspectos negativos en ella, como la imagen que crea
de la sabia extranjera que llega a México e impresiona
cual "divina garza" a todo aquel que la rodea.
Encontramos en ella un falso tortuguismo en la acti - tud que adopta ante las damas burguesas de los años 4 0 ,
al comerciar con su extranjerismo y los conocimientos que
posee. Ida Werfel es un ser egocéntrico .que busca elaplau so y el sometimiento de los demás. Tal vez este rasgo de
-
- 7 8 -
vanidad la lleva a sentirse una "diva". Sus desplantes
de actriz y el espacio escenográfico que crea son esen-
ciales para que desempeñe la obra que le conviene de
do con el momento que está viviendo. (37) Siempre está
por encima de los otros personajes con los que convive y,
además, Ida tiene ángel, pues no hay quien se le resista.
Todos los protagonistas (especialmente l o s masculi-
nos) caen en e l juego de Ida: a ratos son espectadores,
a ,ratos partícipes, pero la señora Werfel siempre apare-
ce como la "estrella", y l l e g a a adoptar el papel de la
dissa Minerva que imparte sus conocimientos a "las cabe-
citas huecas", como dice ella misma. Ida es el foco de
atención, preséntese donde se presente: "Después de diri
gir aquella mirada de gracia a la concurrencia, Ida co-
~.menzaba a hablar con las personas que tenía más cerca,-
ta llegar el momento en que, sin necesidad de subir el H)
lumen, la,,única voz que !se oía era la suya. (p.1~3)
8 ,
-
- -
La seguridad que manifiesta ante los demás hace que
todos queden convencidos de lo que dice; parecieraw.Ida
tuviese bien aprendidos sus.párrafos, que hubiera ensaya
do arduamente para dejar satisfecho a su público. Su voz es siempre retórica y llega a parecer una actriz nata.
-
2 . 5 . 2 MADRE E; BIJA: LA CASA MUSEO.
La relación entre Ida y Emma está cargada de un as- pecto especial que debemos tomar en cuenta y que se comien_
za a advertir en el nombre del capítulo sobre ella: "Ida
Werfel habla con su hija".
- 79 -
Como lectores apreciamos una oposición entre l a s h
mujeres. Ida es la viva imagen de la mujer triunfadora,
respetada en el mundo intelectual. Polifacética: publica
ensayos, debate sin ninglin temor. Todos la adoran. En cam -
b i o Emma expresa todo lo contrario: una mujer opacada, la
sombra de s u brillante madre; su vida e s una nulidad, no
tiene aspiración de ninglin tipo, e incluso a la muerte de
su madre sigue dependiendo de ella, de su recuerdo, queda
como u n animalito desval1.do que no sabe qué hacer.
,' Un primer factor en la relación madre e h i j a consis-
te--precisamente en la castración intelectual producida p r
la progenitora, quien inc:onscientemente corta de tajo tg
da aspiración de su hija. Digo inconscientemente porque
Ida vive encerrada en s u mundo y se olvida de Emma, quien
da la impresión de ser u n a niña vieja por su falta de ma - durez y carácter.
El segundo factor que encontramos en esta relación
es la dependencia enfermiza por ambas partes. Resulta
paradójico que una mujer como Ida dependa de alguien co
mo Emma, sin embargo, ocurre así. Si analizamos deteni-
damente este hecho, podemos ver que ella necesita de su
hija para reafirmarse como la mujer fuerte y segura que
da la cara al público.
-
Emma necesita a su madre, por eso, cuando Ida muere,
le construye en su casa una espde de santuario, guarda
para Ida un espacio que da la apariencia de ser un museo:
- 8 0 -
"La gran sala no contenca sino el gran busto iluminado de
la hispanista insigne. El resto de la planta baja estaba
compuesto por la nutrida biblioteca, colocada en varios
salones pequeños". ( p . 8 5 )
A s í , Emma reserva el espacio más amplio para avivar
e l recuerdo de s u madre, y se conforma con vivir en un lu
gar restringido de la casa; lo que reitera la diferencia
física, intelectual y de carácter entre madre e hija. A
e1,la no le importa tener un espacio para s í misma, pues
1o:'que le da vida es la evocación de su madre: sus objetos,
sus libros, todo lo que era parte de la ensayista.
-
Dichos objetos tienen un orden tal, que la casa de
la colonia Condesa, donde vivía la Werfel, da la impre-
sión de ser un espacio museográfico donde parece haberse
detenido el tiempo. La distribución de los objetos es p-
fecta y pr,ovoca incomodidad o sofoco; el orden acentuado,
como señala Bolnow,(38) aumenta las dimensiones de la ca-
sa y produce la sensación de vacío.
Para finalizar este apartado mencionaré el tercer
factor determinante en l e i relación Ida-Emma, me refiero
a la comunicación negativa q u e hay entre ellas a pesar
del estrecho parentesco. Cada una siempre estuvo encerra
da en sus pensamientos, en sus deseos; a pesar de que el
círculo social en que se desenvuelven es el mismo, están
distantes: Ida es la "estrella", Emma se conforma con ser
una simple espectadora. E:l hecho de que las dos mujeres
tengan un constante contacto físico por vivir en la mis-
ma casa, no garantiza que haya una comunicación eficaz;
-
- 81 -
ellas viven rutinariamente. En la relación de estas dos
mujeres no hay incomunicación, sino más bien una comuni
cación deficiente, que :se da a niveles primarios, de
mera satisfacción de necesidades propias de todo ser hu
mano.
-
-
Después de haber realizado el análisis de Ida Wer-
fell puedo decir que s e trata de uno de los personajes
más interesantes en esta novela de Sergio P i t o l , pues
muestra varias facetas. El1 autor ha conjuntadoen ella ras-
gos' que aparecen dispersos en los demás personajes como
lo-grotesco, la intelectualidad, e incluso un humor muy
especial, Además, la Werfel es una actriz insuperable
que maneja las circunstan.cias a su antojo.
* .
Por lo que hace a la "falsa tortuga", Pitol nos pre
senta a una Ida Werfel diferente a otras "falsas tortu-
gas", como la de El tañido de una flauta, a la que ya hL
cimos alusión, lo cual permite comparar a ambos persona-
jes; parece imposible hablar de "falso tortuguismo" sin
tener que recordar a alguna de estas protagonistas.
Sobre este hecho, Ida demuestra tener conocimientos,
mientras que la otra mujer carece de ellos, es totalmen-
te ignorante; Ida resulta agradable al lector y la otra
no. No obstante, ambas son vanidosas y tal vez ahí es &m
de hay cierto "falso tortuguismo" en Ida Werfel. -
- 8 2 -
En cuanto al manejo de la comunicación, ya sea espa
cual, ya sea interpersonal, Pito1 nos demuestra una vez
más su excelente capacidad para describir las emociones
de sus protagonistas y c6mo todos los personajes a final
de cuentas sufren de la incapacidad para comunicarse ads
cuadamente, por eso siem.pre, y quizá seamos reiterativos
en ello, aparecen representando una mascarada.
De esta manera, la relación madre-hija, que nos in-
teresó para el presente apartado, es fría y vacía. Ida
parece una titiritera que maneja a s u antojo a la mario-
neta de su hija; Emma sÓlLo tiene vida si su madre se dig
na mover los hilos. -
- 8 3 -
3 . 0 MIGUEL DEL SOLAR.
A lo largo de la lectura de El desfile del amor, M i - guel del Solar nos ha l l e v a d o por los intrincados laberin - t o s espaciales y emocionales en que se hallan encerrados
los demás protagonistas. E l , junto con el narrador, se m-
vierte en el intermediario para darnos a conocer la histo - ria de esta novela.
Antes de entrar de lleno a nuestro estudio es conve-
niente dar a conocer cómo es físicamente el personaje, de
acuerdo con la descripcihn q u e hace el narrador:
El personaje debe tener cerca de cuarenta años. Viste pantalones de franela gruesa, café oscura, y una cha- queta de tweed, del mismo color, ligeramente jaspeada. La corbata es de lana tejida ocre. En esa esquina, y , sobre todo en ese p ó r t i c o , su atavío, así como cierto modo de permanecer de pie, de llevarse la mano al men tón resultan naturales;, a tono con las altas y sucias paredes de ladrillo rojizo, semejantes a muchos muros y pórticos londinenses. (p.12)
En principio parece, tanto por la vestimenta como
por la fachada del Minerva, que se trata de un espacio
y un personaje londinenses, no obstante no es así. Más
adelante el propio narrador nos va a fijar el espacio:
el edificio Minerva, colonia Roma, ciudad de México. m cuanto al personaje, es natural que vista así, ya que durante años vivió en Londres y acaba de volver a Méxi
co. En la cita anterior s e aprecia la descripción de
- 84 -
postura y vestimenta; sin embargo, el narrador no deta-
lla el rostro del personaje, a diferencia de otras ocasio
nes en que conocemos de inmediato la faz de los protago-
nistas. Tampoco nos da e l nombre, ni su profesión. Y pre
cisamente esta primera .imagen de Miguel del Solar será la
Única que tendremos los lectores. Hasta el final del pri
mer capítulo amplía la información que nos permite iden-
tificar al protagonista: “Es historiador, eso ha quedado
claro. Se llama Miguel del Solar. Ha enviudado hace poco.
Desde hace unos siete aiios vive en Inglaterra, donde es ,
pzofesor de historia latinoamericana en la Universidad de
Briatol”. ( p . 2 7 ) . Este personaje cuya curiosidad echa a
an’dar la intriga de la novela y lo lleva- a ser el elemen
to nuclear de las interrelaciones de los demás personajes,
necesita ser analizado dle una manera diferente de aquella
en que se han analizado los demás. Lo interpretaremos des
de tres perspectivas: Miguel del Solar, la interrelación
de los espacios; Miguel del Solar, hilo conductor de La
novela; M&guel del Solar, personaje sin espacio.
-
-
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-
3.2 LA INTBRRBLACION DE LOS ESPACIOS.
El primer punto que analizaremos, relacionado con
los espacios de los demás personajes, es importante, pues
a través de Miguel del Solar los lectores nos adentramos
hasta los lugares más íntimos de los protagonistas; de
ahí q u e podamos saber cómo son ellos en su aspecto físi-
co, cómo e s su carácter, cuál es su clase social, cuál
- 8 5 -
SU profesión, e incluso qué cosas le gustan y qué cosas
les desagradan, y la manera en que todo esto se refleja
en su ambiente.
Como ya lo hemos mencionado anteriormente, Miguel
d e l Solar regresa a la ciudad de México, en 1973, para
investigar los sucesos del 1 4 de noviembre de 1 9 4 2 , ocun-i
dos en el Minerva; para e l l o tiene que recurrir a fuentes de
información hemerográfica y a los personajes que vivieron
dicho acontecimiento. Sobre este hecho, del Solar muestra'
un'a gran habilidad para moverse y obtener los datos que
desea. A diferencia de .los demás protagonistas, 61 llega
de fuera, mientras los entrevistados siempre aparecen "in-
móviles" y encerrados en. su propio espacio, como si tuvie
ran miedo a salir de sus dominios y perder la "seguridad"
que su ámbito les ofrece. Todos los personajes hacen de su
espacio vital una fortaleza que sólo pueden penetrar los
amigos o aquellos que les brindan confianza, por lo que
resulta todo un logro que Miguel traspase esas barreras.
-
-
Además del Solar s e adapta con gran facilidad a los
diferentes ambientes de los personajes, quienes a su vez
no experimentan rechazo hacia él; al contrario, Miguel
les simpatiza, les atrae la atención, no obstante que pa
ra llevar a cabo su investigación actúe como entrevista-
dor. El Único que se muestra renuente es Balmorán, quien
por su carácter poco estable siempre desconfía de los de
más:
-
-
- 8 6 -
-¡Fuera de aquí! ;Salga de aquí inmediatamente o no respondo de su vida!- aullaba Balmorán. ¡Fuera de aquí! Si lo vuelvo a ver rondando esta casa tomaré la justicia por mis propias manos. Si algo llega a pasar me, sépalo usted, si mis papeles vuelven a desapare- ter, se sabrá de antemano quién es el culpable. (p.213)
-
Sin embargo, cuando se trata de asuntos íntimos de
los personajes, éstos se resisten a dar la información
completa a Miguel del Solar; lo cual es evidente por la
se,ncilla razón de que, en su afán de encontrar indicios '
del pasado, é1 toca sin proponérselo los puntos sensibles
de"1os personajes, quienes temen abrir viejas heridas qqe
a pesar de los aiios no han podido cicatrizar. Lo mismo
ocurre cuando se habla dme su relación con el crimen del
4 2 , acontecimiento que los ha dejado marcados, por lo que
se muestran esquivos.
: 3 - 2 HILO CONDUCTOR DE L A NOVELA.
En primera instancia hemos observado que el narra-
dor, a través de Miguel tiel Solar, realiza en la novela
la tarea de guiar a los lectores por los diferentes e in
trincados espacios que habitan los personajes. -
Esto nos hace pensar en el parecido que hay entre
Miguel del Solar y los protagonistas de las novelas poli
cíacas, en el sentido de que al igual que un detective
va recopilando informaci6n acerca del homicidio, nos coz
duce al lugar de los hechos y a los testigos que tuvieron
relación con la víctima.
-
- 87 -
Como buen investigador, consulta diversas fuentes
(documentos oficiales y periodísticos, en especial la
nota roja) para empapar:se del asesinato de Erich María
Pistauer, acaecido el 14 de noviembre de 1942 a las pxr
tas del Minerva. -
Otras fuentes son ]-as entrevistas entre Miguel del
Sqlar y los demás personajes, que dan como resultado una
serie de contradicciones, pues cada uno proporciona su ~
propia versión de l o s hechos. Estas entrevistas tienen
gran importancia para el historiador, porque lo llevan
a recordar situaciones que é1 no tenía muy claras o que
había olvidado, ya que cuando sucedió el crimen apenas
tenía nueve a i i o s .
No obstante los problemas que tiene este personaje
para armar su investigación, hay dos preguntas básicas
que 30 motivan a seguir con su trabajo: ¿Quién mató al
joven Pistauer? y ¿por q.ué lo hizo? Es necesario acla-
rar que El desfile del amor no es estrictamente una no
vela policíaca, aunque sergio Pito1 conoce a la perfec-
ción el género y toma algunas de sus características pa
ra desarrollar su historia, como por ejemplo el final
sorpresivo. En el caso que nos ocupa, el homicidio nun-
ca queda resuelto, en algunas novelas policíacas tampoco,
por ejemplo en Patricia Highsmith, de quien tanto gusta
Pitol. Pareciera que éste fuera el objetivo del escritor,
-
proponer a l l e c t o r el d e s e n l a c e q u e p r e f i e r a , y a q u e l a
v e r d a d e r a f i n a l i d a d e s c o n s t r u i r , a t r a v é s d e una s e r i e
de m i c r o h i s t o r i a s , l a c o n t r a p a r t e de l a h i s t o r i a o f i c i a l ,
desde 1 9 4 2 h a s t a 1 9 7 3 . ( 3 9 )
3 . 3 PERSONAJE SIN ESPACIO.
E s t e s u b t í t u l o s e p u e d e p r e s t a r a d i s c r e p a n c i a s , p e , ,
r o hemos l l e g a d o a e s t a c o n c l u s i 6 n d e b i d o a que Migueldel
S o l a r , en s u papel de inves t igador que va de u n l u g a r a
o t r o , no t i e n e u n e s p a c i o p r o p i o . E l narrador nunca descr i
be u n l u g a r q u e p u e d a c o n s i d e r a r s e e l a m b i e n t e p r o p i o de
M i g u e l . E n 1 9 7 3 , no hay ni muebles n i o b j e t o s q u e l o c o -
loquen en u n s i t i o d e t e r m i n a d o .
-
E l Ú n í c o e s p a c i o d e M i g u e l d e l S o l a r q u e a p a r e c e e n
e l t r a n s c u r s o de l a n o v e l a e s e l d e p a r t a m e n t o d e l a t í a
E d u v i g e s , c o n q u i e n v i v i 6 una e t a p a d e s u n i ñ e z , u b i c a d o
e n el f a m o s o e d i f i c i o M i n e r v a . D i c h o e s p a c i o , h a b i t a d o p r
é 1 en 1942, Únicamente 10 podemos conocer a t r a v é s de l o s
r e c u e r d o s d e l p e r s o n a j e .
El e s t á en todos l o s e s p a c i o s y a la v e z e n ninguno.
Sabemos q u e v i v i ó s i e t e a ñ o s e n I n g l a t e r r a , p e r o no s a b e -
mos cómo f u e su e s t a n c i a e n a q u e l p a í s . E s t o da l a impre-
s i ó n de que Miguel es un s e r s i n l u g a r fijo, que.busca re
g r e s a r a s u pasado para r recuperar e l Ú n i c o e s p a c i o q u e tu
vo en realidad; p u e s , como ya l o mencionamos, el e s p a c i o
d e l M i n e r v a l o a c o g i ó y de é1 guarda g r a t o s r e c u e r d o s . L a
-
falta de un lugar fijo donde moverse, de objetos y muebles
que é1 pudiera considerar de su propiedad, hacen a del S O -
lar un ser sin identidad, con miedo a ubicarse definitiva-
mente en un lugar, lo establecen en la inseguridad:
Debía volver a examinar la situación. Tal vez lo mejor sería desistir del trabajo en Inglaterra. Vivir con los niños en Bristol, como lo había hecho a final del últi- mo semestre, era una locura. Casarse de buenas a prime- ras para que alguien lidiara con ellos, otra peor. Era cuestión de pensar las cosas con más calma. Posibilida ' '
' d e s de trabajo en México las había y buenas. (p.75) -
" Como pudimos apreciar, en ciertos momentos Miguel del
Solar parece ser un personaje fuerte, al menos más que los
otros protagonistas; sin embargo, resulta ser igual o tal
vez más débil que ellos. Los otros poseen un espacio, bue-
no o malo, pero lo tienen, y también sus objetos y sus mue
bles. Todo eso les da una identidad que Miguel no posee,
porque a la largo de la novela penetra y sale con facilidad
de espacios en los que s610 permanece el tiempo suficiente
para realizar su investigación. Incluso el hecho de que des
de pequeño anduviera de un lado a otro, es determinante p a
que se sienta siempre como un extranjero. Miguel del Solar
al introducirse en el espacio de su infancia acaba aterrán
dose como un niño.
-
-
- 90 -
CONCLUSIONES
En El desfile del amor el espacio cumple un importan - te papel dentro de la estructura narrativa; gracias a é1
conocemos rctsgos peculiares del carácter, la sensibilidad,
la cultura, d e c a d a uno de los personajes. El moverse en
un espacio determinado y los objetos que los rodean, brin - dan seguridad a los personajes; por lo tanto, no estamos
de acuerdo con algunas críticas acerca de esta novela, en"
do'nde se dice que Pito1 hace un recuento de objetos que
en- ciertos momentos resulta aburrido. Esto es necesario
para lograr lo que se propone, y a que como sostiene Butor:
"Describir muebles, o b j e t o s , es una manera indispensable
de describir personajes:: hay cosas que no se pueden hacer
sentir o comprender si no se pone ante los o j o s del lec-
tor el decorado y los accesorios de las acciones' ( 4 0 )
Por medio de la descripción de obras de arte que de
alguna manera se relacionan con los personajes, se presen-
ta una imagen más completa de los'mismos. Recordemos que en
El desfile del amor algunos personajes están muy involucra
dos con el mundo del arte, como son Delfina, Derny y Julio
Escobedo. El arte, como menciona Butor, es un elemento esen
cia1 para conocer más sobre el espacio y los personajes:
-
-
Las obras de arte siempre han desempeñado un papel espe cialrente importante, tanto tratándose de pintura COPO- de novela. y por consiguiente, el novelista, si quiere iluminar verdaderamente la estructura de nuestro e s p d , se ve obligado a hacerlasintervenir. Las propiedades que él pueda poner en relieve en las obras de otro,- bBro real o ficticio, se las apropiara de diversas maneras: no sólo lo que estas obras irealfaen.:serb-~téal&zado-@ic) por
- 9 1 -
mediación de ellas en la de é1, sino que también podrá sacar lecciones de ellas, y más tarde utilizar su experiencia para proseguir su exégesis. ( 4 1 )
En general, El desfile, del amor cuenta con la peculia - ridad de tener un número considerable de espaclos (casas)
en los cuales se albergan los personajes. Los objetos están
colocados de tal manera en los espacios de cada uno d e ellos
que, a pesar de s u profusión, dan la sensación de frialdad
y realzan la soledad en que viven. En su mayoría las casas
parecen no estar habitadas, funcionan como una escenografía
o Lnapintura que permanece intacta a pesar del tiempo; en
o t r o s casos los personajes viven en un espacio donde los
objetos aparecen siempre desordenados, lo cual refleja tam
bién la inestabilidad e inseguridad de s u s dueños; como
afirma el crítico Bollnow: "El hombre o el yo habitan en
el cuerpo, en la casa, en las cosas, en el mundo, en el es pacio y en el tiempo. Pero el sentido también habita en la palabra y .'en el signo: lo anímico expresado, en la expre-
sión. (42 )
-
.. -: .
Miguel del Solar es el hilo conductor, puesto que se
convierte en el investigador de los sucesos del Minerva en
1942. También es importante recalcar que al ser Miguel el
hilo conductor, presenta una visión diferente de todo lo
que halla en su camino, c'uestiona las actitudes o poses que
toman cada uno de los personajes; presencia actos pero per
manece al margen. El ve lo que otros no pueden ver, porque -
, los demás personajes están atrapados en la cotidianidad.
I :
- 92 -
Miguel del Solar se presenta como un extranjero que
trata de saber todo lo ocurrido en el período que estuvo
fuera (1942-1973). Así, del Solar aparece como un investi-
gador historiador que cuenta de manera lineal lo que ocurre
con la sociedad capital.ina de esos aiios a través de las
microhistorias de los personajes y a la vez, por medio de
ellas, recupera una vis,iÓn d e México entre 1942 y 1973.
Pito1 nos presenta a una é l i t e que, a pesar del tiempo y
l o s cambios económicos y sociales que su€riÓ México en ese
período, se mantiene estable; mientras que en 1973, la c o
lonia Roma y el Minerva albergan a las clases desprotegi-
das.
' .
El Minerva representa de algún modo la transformación
de la sociedad mexicana: 1942, la época de esplendor, de
la "modernización" gradual que se da en el sexenio de Avi
la Camacho, la cual se consolida durante el gobierno de
Alemán Valdés; 1973, inicio de la decadencia con un gobier
no que enmascara la situación del sistema politico, econó-
mico y social de nuestro país haciéndole creer al pueblo
que se vive en pleno auge. Esta farsa da lugar al empobre
cimiento que actualmente vivimos y que se muestra inciden
talmente en la novela.
-
-
- -
E1 desfile del amor es la gran mascarada que protago-
nizan los personajes para evadir la realidad, y la propician
para conservar su status. Delfina, por ejemplo, acepta que
la investigación del crimen no se lleve hasta sus últimas consecuencias, porque esto la perjudicaría a ella y a su
- 93 -
familia y haría brotar toda la podredumbre que s e encubre
con el oropel de las fiestas y la preocupación por el arte.
En toda la novela el disfraz y el enredo son parte esencial
de los personajes, quienes ven lo que quieren ver y dicen
lo que les conviene. Estos subterfugios los limitan en su
capacidad de amar, como lo dice Martinez, quien, a pesar
de darse cuenta de ello, tampoco es capaz de dar amor o
tener un sentimiento noble hacia los demás. Los personajes
están siempre solos, sus relaciones con los otros se 1imi.-,
tan a acontecimientos superfluos y evitan a toda costa que
se interfiera en s u vida privada, en sus sentimientos, en
su-S deseos, en sus angustias: “Mira a los que viven aquí
(dice Martinez). Se aborrecen; se tienen miedo; desconfían
los unos de l o s otros; se hieren, se lastiman”. (p.193).
En conclusión, ese espacio abigarrado que caracteriza
a la novela tiene en realidad el significado opuesto: la
vacuidad.’Por lo tanto, ha acertado Alvaro Leyva al titular
su ensayo sobre El desfile del amor como “El desfile del
vacío”.
NOTAS
1 ~ l e n a urrutia, "El desfile del amor", La Jornada (México, """""
D.F.), 1 de julio de 1985, p.23.
2 Roland'Bourneuf y Réal Ouellet, La novela, Ariel, Barcelona, - - - - - - - - - 1983, p.117.
3 Como dato curioso, se puede señalar que en la portada de El desfile del amor aparece uno de los primeros murales de José Clemente Orozco, llamado "Las fuerzas reaccionarias", el cual se encuentra en San Ildefonso.
' 4 José Joaquín Blanco, "Pitol: El desfile del amor", La Jornada (México, D.F.), 2 4 de febrero de 1985, p . 2 1 .
""
5 Serqio González, " D e l reqreso: la extrema memoria", La Jornada. Libros, supl. cult. de La Jornada (México, D.F.), 13 de abril de 1985 , p. 3. " - 7 """ ""_"""
c 6 Decimos que del Solar es el detective historiador, pues los críticos coinciden en que la novela une dos géneros literarios: la novela policíaca y la novela histórica.
7 GasVÓn Bachelard, La poética d e l e s p a c i o . Trad. Ernestina Champurcin, F.C.E., México, 1983 (Breviarios, 183).
8 Otto Bollnow, Bomb're y e s p a c i o , PrÓ1. Victor D'Ors, Labor, Barcelona, 1969.
9 El edificio real se llama "Edificio Río de Janeiro", número 5 6 ; está ubicado frente a la llamada Pdaza Río de Janeiro, esqui- na con la calle de Durango. En una de las tantas entrevistas que se le han hecho a Sergio Pitol, éste menciona que crea toda su &a' literaria basándose en personajes y lugares que conoce.
10 Sergio Pitol, El d e s f i l e del amor, Anagrama, Barcelona, 1984 (Narrativas hispánicas, 13) , p.12. En a.delante, cuando se trate de una cita de dicha novela, daré-la página dentro del texto después de cada cita.
, k
1 1 ~ l v a r o ~ e y v a , " ~ 1 desfile del vacío", Casa del tiempo (Méxi col D.F.), agosto-septiembre de 1985, p.62.
- _"""""-"-
12 Pablo Boullosa. "Tirso en Pitol" El semanario cultural, supl 4 """"""""""~
cult. de Novedades (México, D.F.) , 16 l e marzo de 1985, p.16. """"_ 13 Con la apertura de la librería "La casa de las brujas", e l
edificio de Plaza R í o de Janeiro #S6 se ha hecho popular, e inclu so así se le llama al inmueble.
-
14 Esto fue expresado por Sergio Pitol en una entrevista con l o s alumnos de la UAM dedicados al estudio de su obra (17 de abril de 1989).
' 5 GastÓn Bachelard, Op.cit., p.36. """
16 Bachelard menciona que el ser humano necesita de un espacio propio en el hogar. En este caso, para poder ubicar a Miguel del Solar en un espacio vamos a referirnos al Minerva como su lugar, sin circunscribirnos Gnicamente al departamento donde vivía, ya que el lugar preferido 'de este personaje era precisamente el patio del edificio.
17 Ibid., p.45. ""
1 8 Ibid., p.37. ""
19 Henri Bergson, La risa, Trad. del francés de María Luisa Pérez Torres, Madrid, Espasa-Calpe, 1973 (Colección Austral), p.34.
20 Emilio Díaz Orozco, El teatro y la teatralidad en el Barroco, Planeta, Barcelona, 1969 (Ensayo-Planeta) , p.102.
21 Tirso de Molina (Fray Gabriel Tdllez), Obras dramáticas corn pletas, Ed. Crítica de I3lanca de los R í o s , Aguilar, Madrid, 1968, Tomo 11, pp.599-642.
-
22 Emilio Díaz Orozcc), Op-cit., """ p.101.
23 Carlos Monsiváis, "Sergio Pitol: las mitologías del rencor y del humor", La Jornada Semanal, supl. cult. de L a Jornada (Méxi co, D.F.), núm.5, 16 de j u l i o de 1989, p.26.
"""""""""_ """"" -
24 Ver " Sufra, " p.43.
- 9 6 -
25 Rufino Tamayo 7 0 años de creación, INBA/SEP/Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, ciudad de México, di- ciembre de 1987-marzo de 1988.
26 Juan Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, Labor, Barce- lona, 1982 (Nueva Colección Labor), p.384.
27 Otto Bollnow, Hombre y espacio, p.55.
28 Jean Baudrillard, El sistema de los objetos, Trad. Francisco G o n z á l e z , S i g l o XXI, México, 1987, p.85.
29 Ibid., p.95. ""
3 0 Salvador NOVO, Breve historia de Coyoacán, la. ed. Era, M&- x i c o , 1962 (Colección A:-acena), pp. 93, 94, 95.
3 1 Jean Baudrillard, Op-cit., p.51. ' * """
32 F . Vidal Buzzi ( d i r . ) , "Braque", Maestros de la pintura, ~quer/Rumli, Buenos Aires, 1973, fasciculo 24, pp.21-22.
33 Wolfang Kayser, Lo grotesco. Su configuración en la pintura y la literatura, Trad. Ilse M. de Brugger, Nova, wlenos Aires , 1964, p.24.
34 Mijail Batjin, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento, Trad. Julio Forcar y César Conroy, Alianza Editorial, Madrid, 1987, p.273.
35 Ibid., p.336. ""
./ 36 Entendemos por "falsa tortuga" al personaje que se cubre con una máscara, ocultando sus defectos y carencias, de acuerdo con lo que maneja Sergio Pitol en su novela El tañido de una flauta, Grijalbo-Sep, México, 1 9 8 7 , p.226.
"37 Para lo referente a este tema, v. supra, pp.33-43.
\L38 Otto Bollnow, Op. cit., p.140. ""."_
39 E s t o fue comentado d u r a n t e l a entrevista que alumnos d e l a U A M , dedicados al e s t u d i i o d e la o b r a de S e r g i o P i t o l , t u v i m o s c o n el e s c r i t o r e l 17 de a b r i l d e 1999.
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