efectos no-lineales en cosmología clásica y cuántica....decir, dadas dos condiciones iniciales...
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Di r ecci ó n:Di r ecci ó n: Biblioteca Central Dr. Luis F. Leloir, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Intendente Güiraldes 2160 - C1428EGA - Tel. (++54 +11) 4789-9293
Co nta cto :Co nta cto : digital@bl.fcen.uba.ar
Tesis de Posgrado
Efectos no-lineales en cosmologíaEfectos no-lineales en cosmologíaclásica y cuántica.clásica y cuántica.
El Hasi, Claudio
1994
Tesis presentada para obtener el grado de Doctor en CienciasFísicas de la Universidad de Buenos Aires
Este documento forma parte de la colección de tesis doctorales y de maestría de la BibliotecaCentral Dr. Luis Federico Leloir, disponible en digital.bl.fcen.uba.ar. Su utilización debe seracompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente.
This document is part of the doctoral theses collection of the Central Library Dr. Luis FedericoLeloir, available in digital.bl.fcen.uba.ar. It should be used accompanied by the correspondingcitation acknowledging the source.
Cita tipo APA:
El Hasi, Claudio. (1994). Efectos no-lineales en cosmología clásica y cuántica.. Facultad deCiencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires.http://digital.bl.fcen.uba.ar/Download/Tesis/Tesis_2675_ElHasi.pdf
Cita tipo Chicago:
El Hasi, Claudio. "Efectos no-lineales en cosmología clásica y cuántica.". Tesis de Doctor.Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. 1994.http://digital.bl.fcen.uba.ar/Download/Tesis/Tesis_2675_ElHasi.pdf
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
DEPARTAMENTO DE FISICA
EFECTOS NO-LINEALES EN COSMOLOGIA
CLASICA Y CUANTICA
Autor: Claudio El Hasi
Director de Tesis: Dr. Esteban Calzetta
Trabajo de Tesis presentado para optar al título de Doctor en Ciencias Físicas
1994
RESUMEN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1
I —INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 2
I-1 Sistemas Dinámicos y Relatividad General . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..2
I-2 Cosmología como Sistema Dinámico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6
1-3 Plan de Tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
II - CAOS EN UNA COSMOLOGÍA SENCILLA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12
II-1 El modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..13
II-2 Análisis de la Dinámica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 16
II-3 Tratamiento numérico del modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 20
II.3.a - Espectro de Exponentes de Lyapunov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
II.3.b - Secciones de Poincaré . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
II.3.c - Predictibilidad del Caos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 33
III - CAOS EN COSMOLOGÍAS ISÓTROPAS Y HOMOGÉNEAS . . . . . . . . . . . . . ..36
III-1 El modelo generalizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..37
III-2 Estabilidad Lineal del Sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..38
III-3 Curvas Frecuencia - Frecuencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..43
III-4 Resultados Numéricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 46
IV - DINÁMICA NO TRIWAL EN MODELOS INFLACIONARIOS . . . . . . . . . . . . . 50
IV-1 El Modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..52
IV-2 Análisis del Modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 54
IV.2.a - La Integral de Melnikov .i. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
IV-3 El Caso Homogéneo. Estructuras en el Espacio de Fases . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
IV-4 El Caso Inhomogéneo. Difusión de Arnold . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..66
v - EFECTOS NO LINEALES EN COSMOLOGÍA SEMICLÁSICA . . . . . . . . . . . . .. 74
V-l Ecuaciones Autoconsístentes del Sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 76
V-2 Creación de Partículas y Resonancias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Sl
v1 - CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..86
APÉNDICE A - PROGRAMA UTILIZADO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..90
APÉNDICE B - CÁLCULO DE LA INTEGRAL DE MELNIKOV . . . . . . . . . _. . . . ..94
APÉNDICE c - VALORES DE EXPECTACIÓN RENORMALIZADOS . . . . . . . . .. 96
APÉNDICB D - MÉTODO DE RENORMALIZACIÓN . . . . _. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 99
REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 101
AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
RESUMEN
Una de los rasgos salientes de la Teoría, de la. Relatividad General es que las ecuaciones que gobiernan el campo gravitatorio son de caracter no-lineal. Debido a quelos sistemas no lineales presentan una gran riqueza de comportamiento, aplicaremosnociones de Teoría de Sistemas Dinámicos a situaciones donde analizar estos efectos sehace ineludible en el Universo Primitivo.
Comenzaremos con el estudio de un Universo de Friedmann - Robertson - Walkeracoplado a un campo escalar, real y masivo. Dividiremos el Hamiltoniano del sistemaen una parte integrable más una perturbación, analizando los límites de estabilidad y laexistencia de resonancias de la dinámica no perturbada. Calcularemos el Espectro deExponentes de Lyapunov en las regiones regular y caótica del espacio de fases. Dadoque la noción de Exponente de Lyapunov es dependiente de la noción de medida, implementaremos el método de las Secciones de Poincaré como confirmación, independiente,de la aparición de caos.
Para ampliar nuestra bateria de ejemplos consideraremos un modelo más completo,incluyendo constante cosmológica y autointeracción del campo escalar. Estudiandola estabilidad lineal de la dinámica, confirmaremos la posible existencia de caos enestos modelos generalizados. Implementaremos el método de las curvas Frecuencia Frecuencia como forma sistemática de hallar condiciones iniciales para construir lasSecciones de Poincaré en un entorno de las regiones resonantes.
Al considerar un modelo de mayor relevancia cosmológica, confirmaremos la validezdel Principio de Calvicie Cósmica en el mismo y verificaremos la aparición de estructuras en el espacio de fases (cantoros e islas de estabilidad), debido a cuya existenciael comportamiento del sistema dista mucho de ser trivial. Incluiremos un modo no homogéneo al campo escalar, para estudiar la reacción de estos modelos al incrementarseel número de grados de libertad del sistema, mostraremos que los resultados obtenidosson compatibles con un proceso de Difusión de Arnold.
En un modelo semiclásico y autoconsistente, del Universo Primitivo, estudiaremosel proceso de creación de particulas. Confirmaremos que el mismo se debe a la presencia de interacciones resonantes entre los distintos grados de libertad. Esto muestra laestrecha relación entre caos a nivel clásico y creación de partículas a nivel semiclásico yla importancia de las contribuciones no lineales como fuente de efectos no triviales enCosmología.
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
El objeto central de la presente Tesis es estudiar diversos efectos, tanto clásicos
como cuánticos, debidos a la no linealidad de las ecuaciones que, hasta el presente, mejordescriben la evolución del universo: las ecuaciones de Einstein de la Relatividad General
(RG) [Weinberg 1972; Misner, Thorne y Wheeler 1973; Landau y Lifshitz 197.5]y la
Teoría Cuántica de Campos (TCC) [Bjorken y Drell 1964; Itzykson y Zuber 1980; Ryder
1985]. Dentro del contexto clásico estudiaremos, como manifestación particular de la
no linealidad, la posible existencia de comportamiento irregular o caótico [Poincare’
1892; Arnold y Avez 1968; Ozorio de Almeida. 1988; Tabor 1.989]; y la formación de
estructuras en el espacio de fases, que conduzcan a una dinámica no trivial del sistema.
Desde el punto de vista cuántico analizaremos la influencia de términos no lineales,
imprescindibles al renormalizar, consistentemente, la teoría semiclásica [Birrel y Davies
1982], dentro del contexto de los modelos infiacionarios [Guth 1981; Brandenberger 1985;
Abbott y Pi 1986; Kolb y Turner 1990]; y la aparición de resonancias como indicación
de efectos disipativos y de pérdida de predictibilidad, también a nivel semiclásico [Berry
1983].
I-1 Sistemas Dinámicos y Relatividad General
En los últimos 25 años ha cobrado interés el estudio de los sistemas no lineales.
Esto se ha debido, principalmente, a la creciente disponibilidad de computadoras que
permiten ejecutar una gran cantidad de cálculos a alta velocidad y, ademas, al des
cubrimiento de sistemas con comportamiento caótico. Dichoen forma simple, un sistema
caótico es un sistema determinista que exhibe un comportamiento irregular o extraño, es
lO
decir, dadas dos condiciones iniciales distintas. pero muy similares, el comportamiento
del sistema para tiempos largos puede ser completamente diferente en ambos casos.
Por cierto. es un hecho conocido que existen fenómenos naturales cuya predicción
no es sencilla. Por ejemplo: los movimientos azmosféricos obedecen las leyes de la física,
pero las predicciones meteorológicas se realizar. todavía en término de probabilidades. El
clima, un flujo de agua, una tirada de dados tienen, todos ellos, aspectos impredecibles.
Al no aparecer una relación clara entre causa y efecto, se dice que representan fenómenos
estocásticos. Existía sin embargo la convicción de que esta impredecibilidad era fruto
de la falta de información, que era suficiente recoger y procesar una mayor cantidad de
datos para obtener una descripción completa de estos fenómenos
Este enfoque se ha visto alterado por el descubrimiento de que algunos sistemas
deterrninistas muy simples, con sólo unos pocos grados de libertad, pueden generar un
comportamiento impredecible denominado Ccos [Lorenz 1963; He'non y Heiles 1964;
Crutchfield et al. 1986; Jensen 1987]. Existen dos características importantes en el
comportamiento caótico: i) puede darse en sistemas muy simples. ii) aparentemente
está regido por reglas fijas, es decir, es determinista. Se ha detectado comportamientocaótico en sistemas tan disímiles como: la oscilación de los niveles de las concentraciones
de las reacciones químicas, los latidos de las células del corazón de pollo y muchos
osciladores eléctricos y mecánicos, e incluso et: modelos simulados de epidemias y de la
actividad eléctrica de una célula nerviosa (Para una recopilación bibliográfica ver por
ejemplo [MacKay y Meiss 1987: Cvitanovió 1989; Bai-Lin 1990]).
Tal vez la elección de la palabra Caos. para descn'bir esta clase de fenómenos,
haya sido un poco desafortunada. ya que puede asociarse facilmente con algo carente
de estructura. Los sistemas caóticos no carecen de estructura. por el contrario su com
portamiento exhibe una estmctura mucho mas rica e interesante que los sistemas inte
grables [Zaslavsky 1985; Guckenheimer Holmes 1983: Froyland 1992]. No obstante,
es evidente que presentan aspectos de impredecibilidad y pérdida (aparentet de la in
formación, que están asociados con el carácter no lineal de la evolución del sistema. En
contraposición, los sistemas lineales son más fáciles de analiza: y, en principio. son siem
pre integrables. por ejemplo utilizando el principio de superposición. Muchos sistemas
fisicos, gobernados por ecuaciones no lineales presentan comportamiento caótico. Los
ejemplos pueden encontarse en prácticamente todas las ramas de la fisica.
El marco general en el que se estudia el caos es la llamada Teoria de los Sistemas
Dinámicos (TSD) [Arnold 1978: Goldstein 1980: Pcrcival y Richards 1982: Líchtenberg
y Lieber-man 1982]. Un sistema dinámico consta de dos partes: la noción de estado (que
da la información esencial sobre el sistema) y una dinámica (una regla que describe
cómo evoluciona el estado en el tiempo). La evolución puede representarse en el espacio
de fases, construcción abstracta cuyas coordenadas son las componentes del estado.
Una de las maneras más prácticas de diagnosticar el comportamiento de un sistema
dinámico es el estudio del espectro de exponentes de Lyapunov [Oscledcc 1968; Benettin
et al. 1980]. Otra es a través de las secciones de Poincaré [Poincaré 1892; Birkhofi
1927]. Por definición los exponentes de Lyapunov son los promedios de velocidades de
divergencia o convergencia de órbitas cercanas en el apacio fásico. Si existe al menos
un exponente positivo, en un espacio de fases compacto, el sistema se dice caótico. Esto
significa que sistemas cuyos estados iniciales son muy parecidos rápidamente difieren en
su comportamiento. A su vez, las secciones de Poincaré se construyen seleccionando un
plano en el espacio de fases _vrecogiendo los puntos donde una órbita particular cruza
este plano en un dado sentido. Si consideramos sólo los puntos correspondientes a la
intersección de la trayectoria con el plano, se obtiene una aplicación (o mapa) del plano
sobre sí mismo; es posible mostrar que el esquema resultante, en este espacio de fases
reducido, representa un reflejo fiel de la complejidad del comportamiento del sistematotal.
Por otra parte, una de las ramas más activas de la fisica teórica. en años recientes,
ha sido la RG. Por la naturaleza de los objetos que se tratan en ella — interrelación entre
el campo gravitatorio y campos ciematen'a — puede abordarse desde la perspectiva de la
TSD. Sin embargo, no es una teoria dinámica en el sentido usual, es bastante complicado
hablar de grados de libertad evolucionando en el “tiempo”. ya que el “tiempo”. al
ser considerado una coordenada más, no posee significado absoluto como ocurre en las
teorias dinámicas clásicas donde se presupone la existencia de un “tiempo Newtoniano”.
Sin embargo, es posible establecer una división entre espacio v tiempo mediante una
foliación con hipersuperícies de tipo espacial (siguiendo el proceso de descomposición
3 + 1 prescripto por Arnowitt - Desser y Misner [.4rnowitt, Desser y Misner 1962]). De
esta manera se puede seguir la evolución de la métrica _\'los campos acoplados a ella.
con una definición adecuada de tiempo, en la forma estándar.
Un hecho interesante es que se puede mostrar que las ecuaciones de Einstein ad
miten una formulación en términos de condiciones iniciales, las cuales determinan e:
forma unívoca la evolución de la métrica (a menos de transformaciones de medida o
“gauge”). A su vez, las soluciones admiten un criterio de estabilidad de Cauchy el
que establece que las mismas dependen en forma continua de las condiciones iniciales
[Misner, Thor-ne y Wheeler 1973; Wald 1984].
Si se compara la complejidad de las ecuaciones de Einstein con, por ejemplo, la
ecuación de Xavier - Stokes, no es sorprendente que nuestra comprensión de campos
gravitatorios fuertes sea muy poca. Sin embargo. desde el punto de vista observacionai
son escasos los ejemplos que necesitan las ecuaciones completas, no lineales, de Einstein
para ser explicados; en general es suficiente con la versión linealizada de las mismas.
Por ejemplo, entre las tres pruebas clásicas de la RG. sólo la precesión de las órbitas de
los planetas interiores contrasta aspectos no lineales de la teoría.
Entonces. si nuestra intención es poner de relieve aspectos no lineales de las ecua
ciones de Einstein es natural probarlas en escenarios que involucran fuertes campos
gravitatorios. es decir, cerca de las singularidades de curvatura. Debe observarse si:
embargo que. si no se imponen algunas restricciones sobre la métrica del espacio
tiempo (g,,,,(r)), las ecuaciones de Einstein son imposibles de tratar, aunque ha habido
avances en Relatividad Numérica [Kurki-Suonio, Laguna y Matzner 1993].
Dado que la posibilidad de comportamiento caótico ha sido investigada sólo en unos
pocos ejemplos (de juguete) de espacio - tiempos :étricos. hasta el presente no se sabe
si es posible “producir” caos en casos genéticos. Se debe tener en cuenta. asimismo, el
problema inherente a la RG al tratar de implemezzar indicadores estándar de caos, e:
particular el Espectro de Exponentes de Lyapunov. debido a que son objetos fuertemente
dependientes de medida. Se aprecia claramente que esto es así, ya que la definición de
los exponentes de Lyapunov involucra la noción de tiempo la cual, como dijimos, nc
posee sentido absoluto en RG. Por lo tanto. sería interesante desarrollar indicadores de
0|
caos en forma invariante frente a difeomorfismos del espacio - tiempo [Rugh 1994]. En
este contexto, las secciones de Poincaré son una herramienta especialmente valiosa al
investigar sistemas dinámicos covariantes, como es el caso de la RG, en la medida que
proveen información topológica (y por ende invariante de medida), sobre la dinámica.
Entonces, como hemos dicho, la RG es una teoría no lineal que describe adecuada
mente la interacción gravitatoria y puede ser abordada desde la perspectiva de la TSD.
Si bien en muchos problemas Astrofísicos es suficiente utilizar una aproximación lineal
de la misma, y en ocasiones incluso basta con la descripción Newtoniana, su aplicación
es ineludible cuando el campo asociado es muy intenso, tal como ocurre en el Universo
Primitivo. Por lo tanto, es lógico esperar que presente particularidades propias de los
sistemas dinámicos no lineales, tales como: comportamiento irregular o caótico [Berry
1978; Hénon 1983] o difusión de Arnold [Arnold 1964; Holmes y Marsden 1982]. Estas
características hacen sospechar fuertemente que las contribuciones no lineales podrían
conducir a efectos no triviales en modelos cosmológicos del Universo Temprano.
I-2 Cosmología como Sistema Dinámico
La investigación sobre caos aplicado a modelos cosmológicos comenzó con el tra
bajo de la escuela Rusa [Belinskii, Khalatnikov y Lifshitz 1970; Landau y Lifshitz 1975;
Khalatnikov et al. 1985] y de Misner [Misner 1969a,b, 1970; Ryan 1972; Ryan y Shep
ley 1975] y colaboradores sobre caos en modelos de Bianchi IX sin materia. La versión
más sencilla del modelo (Universo “Mixmaster”), fué estudiada en el régimen de aproxi
mación a la singularidad cosmológica; comprobándose la existencia de un mapa unidi
mensional asociado, el cual presentaba un exponente de Lyapunov positivo. Posteriores
intentos de evaluar el espectro de exponentes en la dinámica completa condujeron a
resultados contradictorios [Francisco y Matsas 1988; Burd, Buric y Ellis 1990; Hobill
et al. 1991; Hobill 1991; Berger 1989, 1990, 1991]. Una explicación a esta aparente
contradicción ha sido dada independientemente por diversos autores [Pullin 1991, Rugh
1990], en términos de la no covariancia en la definición de los coeficientes de Lyapunov.
A su vez, Bogoyavlensky [Bogoyavlensky 1985], ha utilizado métodos cualitativos de la
TSD en aplicaciones astrofísicas y cosmológicas, analizando en particular los diversos
modelos de Bianchi.
Hasta la década del 70 la mejor explicación disponible sobre el origen de nuestro
Universo era la teoría estándar de la gran explosión (“BiárBang") [Peebles 1971; Wein
berg 1972; Misner, Thorne y Wheeler 1973; Raychaudhuri 1979]. Esta descripción
presentaba diversos inconvenientes, puesto que el modelo requería varias hipótesis muy
rigurosas e inexplicadas sobre las condiciones iniciales del Universo, para que sus predic
ciones concordaran con las observaciones. A principio de los años SOsurgió una nueva
teoría, el Modelo Inflacionario. Según éste, la existencia de una era infiacionaria, en
la cual el Universo atravesó un período de expansión exponencial durante las primeras
etapas de su evolución, provee una explicación a los problemas de isotropía, homogenei
dad, chatura, etc.. que se presentaban en el modelo anterior. El Universo considerado
se supone isótropo y homogéneo, descripto por el modelo de Friedmann - Robertson
VVaJker(FRVV) [Friedmann 1922; Robertson 1935, 1936 a, b; Walker 1936], y toda la
materia contenida en él se representa por un campo escalar. Así, es posible mostrar que
en estos modelos. a partir de casi cualquier condición, el Universo evoluciona hasta el
estado que, por hipótesis, debe tomarse como inicial en el modelo estándar.
Hay diversas maneras en que puede producirse la inflación, por ejemplo: inflación
caótica (que no tiene que ver con la noción de caos que estamos discutiendo aqui)
[Linde 1983], R2 (siendo R el escalar de Ricci) [Starobinsky 1984a], nueva [Linde 1982] j:
extendida [La y Steinhardt 1.989].En los modelos inflacionarios la densidad de energía
total se ve dominada en algún momento por la energía potencial de un campo escala:
cuántico (el infiatón). Esta energía potencial juega el rol de una constante cosmológica
efectiva conduciendo a una etapa de crecimiento exponencial (inflación) del universo.
Si la inflación es suficiente los problemas mencionados del modelo estándar pueden se:resueltos.
De aquí que la dinámica de campos escalares en modelos cosmológicos haya recibido
mucha atención. en años recientes, como una forma de investigar estos escenarios ii:
flacionarios en el Universo Primitivo. El requerimiento principal para que el escenario
sea exitoso es que las trayectorias infiacionarias concluyan en una expansión del facto:
de escala a(t) del Universo del tipo ley de potencias. atravesando una etapa intermedia
\l
oscilatoria, la cual a su vez recalienta el universo. Asimiano, para asegurarse que la
inflación no es un fenómeno peculiar. lo que sería contrario al propio paradigma infia
cionario, se requiere que las trayectorias infiacionarias sean atractores en gran parte del
espacio de fases. El significado de “gran parte” es aún materia de debate y, probable
mente, sólo pueda ser respondido dentro del marco de la Cosmología Cuántica (CC)
[Padmanabhan 1989].
Los primeros trabajos sobre cosmología inflacionaria como sistema dinámico corres
ponden a Belinsky et cl. [Belinsky et al. 1985a,b,c], quienes consideraron un universo
isótropo y homogéneo _vun campo escalar acoplado mínimamente (E = O) al escalar
de Ricci, el potencial para este campo escalar consistía en un término de masa y otro
de autointeracción del tipo Ao‘. Estos trabajos fueron, posteriormente, generaliza
dos para acoplamiento no minimo. En efecto, Amendola et al. [Amendola, Litterio y
Occhinero 1990; Capozziello, Occhincro y Amendola 1993] realizaron una serie de tra
bajos sobre modelos infiacionarios, en particular trataron el caso de campos escalares
con acoplamiento no mínimo con la gravedad (6 # 0). La idea central es estudiar las
propiedades dinamicas del sistema a través de una visualización global del Espacio de
Fases, puntos de equilibrio, trayectorias posibles _vsu estabilidad, _vuna identificación
de las regiones relevantes para la evolución del sistema (en particular las regiones infia
cional-ias). En el primero de dichos trabajos [Amandola, Litierio y Occhinero 1990], se
estudia el problema con mucha generalidad, utilizando un término de autointeracción
del tipo Ao'z"/‘2n y considerando diversos valores de los parámetros f y n. Sin embargo,
tel análisis se efectúa a través del Potencial Efectivo en el caso de curvatura espacial
nula (k = 0) _vlos universos abierto _vcerrado (con k = —1 y k = +1 respectiva
mente) se analizan sólo en el limite asintótico (es decir, a(t) grande), donde los efectos
de la curvatura espacial son despreciables. En todos los casos se encuentran regiones
infiacionarias en el'Espacio de Fases.
Similares resultados fueron encontrados por Futamase y Maeda [Futamase y Maeda
1989]. aunque sin utilizar el esquema del Espacio de Fases _vdentro del contexto de in
flación caótica. Concretamente, en su modelo es posible que se desarrolle una etapa
infiacionaria si f es negativo o suficientemente pequeño (5 5 10-3). Simultáneamente
Futamase et al. [Fuiama3e, Rothman y Matzner 1989] extendieron este análisis con
siderando modelos de Bianchi anisótropos con acoplamiento mínimo y no mínimo, y
suponiendo que el campo escalar continuaba siendo homogéneo. En el primer caso la
posibilidad de inflación se veía favorecida; en el segundo la inflación no sería suficiente,
para curar los problemas del modelo estándar. si fi 2 10‘2.
Por otra parte, al estudiar las etapas más primitivas de evolución del Universo
se debe tener en cuenta que el mismo se encontraba a muy altas temperaturas y, en
el tratamiento completo de estos problemas, los campos de materia deben tratarse
cuánticamente. En general el formalismo puede resulta: poco consistente, al superponer
efectos cuánticos y relat-ivistas, si no se recurre al marco que los unifica naturalmente, la
Teoría Cuántica de Campos en el Espacio Tiempo Curvo (TCCETC) [Biml y Davies
1982]. Así, para poder estudiar rigurosamente el Universo Inflacionario se debe formular
el modelo dentro de la aproximación semiclásica. En este contexto se debe considerar la
necesidad de renormalizar las ecuaciones a fin de cancelar las cantidades divergentes que
aparecen, como es usual en toda teoría de campos. Asimismo, hay que tener en cuenta
la aparición de efectos disipativos, asociados a la creación cosmológica de partículas.
Estas particularidades están relacionadas con la presencia de términos no lineales en las
ecuaciones del modelo, por ejemplo: en la funcional de acción gravitatoria se incluyen
términos cuadráticos en la curvatura para efectuar la renormalización; y sus efectos son
relevantes tanto en la etapa inicial [Calzetta 1991; Calzetta y Sakcllariadou 1993;. como
final [Mazzitelli, Paz y El Hasi 1989; Kofman, Linde y Starobinsky 1994; Shtanov,
Traschen y Brandenberger 1994] del pen'odo inflacionario. En particular, los efectos
disipativos son cruciales para “consumir” la energía del campo del infiatón, conduciendo
al final de la etapa inflacionaria.
I-3 Plan de Tesis
Nuestra intención es extender los traba jm mencionados previamente, estudiando la
existencia de comportamiento irregular o caótico cerca de la singularidad cosmológica,
y las posibles consecuencias que esto tendría en la evolución subsecuente del Universo
Primitivo. Se estudiará, por lo tanto, la evidencia, tanto analítica como numérica,
de comportamiento caótico en modelos cosmológicos consistentes en un Universo de
Friedmann - Robertson - Walker acoplado a un campo escalar real. Si bien estos modelos
son demasiado simplificados para ser considerados realistas, es esto mismo lo que los
hace útiles para estudiar las posibles implicancias del caos en cosmología, tanto a nivel
clásico como semiclasico y cuántico.
En el capítulo II se estudia el modelo más sencillo, consistente en un Universo
de FRVVacoplado conformemente a un campo escalar, real y masivo. Luego de un
sencillo estudio analítico, en busca de indicios de comportamiento irregular, se calculan
los Esponentes de Lyapunov, tanto en la región regular como en la caótica. Debido a
que 1a noción de exponente de Lyapunov no posee sentido absoluto en RG, habiendo
despertado fuertes controversias al aplicarse en el estudio del modelo de Bianchi IX,
buscamos una caracterización independiente del comportamiento dinámico; para ello se
construyen las Secciones de Poincaré en una región, elegida adecuadamente, del espacio
de fases. Posteriormente se analiza la posibilidad de observar el caos durante la evolucióndel Universo.
En el capítulo III se extiende el modelo anterior, considerando un potencial más
general para los campos, incluyendo términos de constante cosmológica y autointe
racción del campo escalar. Como forma de construir un esquema general del espacio de
fases se buscan e identifican los puntos de equilibrio (o fijos) del sistema, la mayoría de los
cuales se hallaban en el infinito en el modelo del capítulo precedente. Se estudia luego la
estabilidad lineal de los mismos y su relación con el comportamiento global del sistema.
Debido a que el comportamiento dinámico es más interesante en las regiones resonantes,
se utilizará el método de los Diagramas Frecuencia - Frecuencia, para identificar las
condiciones iniciales más próximas a las regiones resonantes y, a partir de un entorno
de aquéllas, se construyen las secciones de Poincaré.
Posteriormente, en el capítulo IV, consideraremos una situación particular del ejem
plo anterior, donde es posible identificar una parte no perturbada de la dinámica total,
que puede integrarse exactamente: quedando dividido el espacio de fases por una sepa
ratriz. Veremos que, dentro de la separatriz tendremos Universos que recolapsan y fuera
soluciones del tipo DeSitter [DeSitter 1917a,b]. Aplicando el método de la Integral de
10
Melnikov [Guckcnheimer y Holmes 1983i mostraremos cómo, añadiendo contribuciones
no integrables, la separatriz se rompe, dando lugar a una capa estocástica, _vtrayectorias
inicialmente confinadas escapan aproximándose a la solución infiacionaria. Incluyendo el
primer modo no homogéneo del campo tendremos un sistema de tres grados de libertad
_vla posibilidad de investigar el fenómeno conocido como Difusión de Arnold, de esta
manera veremos que ciertas órbitas. aún cuando se originen por debajo de la separatriz
pueden conducir a inflación.
El capítulo Y es una extensión cuántica de los modelos analizados previamente, _v
aplicación de la TCCETC a un modelo cosmológico sencillo. Analizaremos el final de la
era infiacionaria, período denominado recalentamiento (“reheating”) y mostraremos que
las técnicas usuales de TCCETC pueden utilizarse en cosmología para resolver el modelo
en forma autoconsistente. Asimismo, veremos que la existencia de resonancias, entre
los distintos grados de libertad del sistema, conduce a efectos dinámicos sumamente
interesantes; tales como la creación de partículas _vla disipación de la energía del campo
responsable de la inflación.
Finalmente, en las conclusiones. se analizan los resultados obtenidos y se discuten
las perspectivas futuras.
En síntesis, estudiaremos exhaustivamente la influencia de los términos no lineales
sobre la regularidad de las soluciones de las ecuaciones de campo, que surgen en modelos
cosmológicos clásicos, implementando diversas técnicas y métodos de aplicación usual
en TSD. Asimismo, veremos cómo efectuar la transición a modelos serniclásicos en
forma consistente. _vuna primera indicación de comportamiento irregular dentro de esta
aproximación.
CAPÍTULO II
CAOS EN UNA COSMOLOGÍA SENCILLA
Buscaremos, analítica y numéricamente, evidencia de comportamiento caótico en
un modelo cosmológico consistente en un Universo de Friedmann-Robertson-Walker
(FRW), 'espaclalmente cerrado, confonnemente acoplado a un campo escalar, real y ma
sivo. Éste es el modelo cosmológico más sencillo con acoplamiento no trivial entre la
métrica y un campo. Veremos que, vía un adecuado cambio de variables, es posible estu
diar exhaustizamente el problema numérico, al remOVerlas singularidades matemáticas
que aparecen usualmente asociadas a la singularidad cosmológica. Si bien es dema
siado simplificado para ser considerado realista. es ésto mismo lo que lo hace útil para
estudiar las posibles ¿aplicancias de la dinámica no lineal en cosmología, tanto a nivel
clásico como semiclásico y cuántico. Asimismo. su sencillez hace posible que pueda ser
estudiado numéricarnente con técnicas estándar permitiéndonos mostrar, hasta donde
sabemos, las primeras Secciones de Poíncaré que se obtuvieron en un modelo cosmo
lógico.
El ejemplo que consideraremos satisface la noción de sistema casi integrable [Tabor
1989:. es decir. un sistema integrable que se vuelve no integrable por efecto de una
pertmbación. En estos tipos de sistemas lo que suele ocurrir es que la dinámica no
pertu:bada exhibe u: punto fijo inestable, asintóticamente unido a sí mismo por una
órbita no trivial (denominada "lazo homoclínico"); típicamente esto corresponde a una
separazriz, et: el espacio de fases, entre distintos tipos de m0vimiento posibles del sis
tema. Si el lazo es destruido por la perturbación en su entorno se forma una “capa
estoca'stica” :Chiriko: 1979; Reichl y Zheng 1987].
Descompaniendo el Hamiltoniano de nuestro sistema en una parte integrable más
una perturbación, veremos que el modelo que estamos analizando corresponde a una
situación algo diferente, ya que no hay puntos homoclínicos en la dinámica no pertur
bada. Sin embargo. en cierto sentido. la perturbación crea _\'luego destruye los lazos
1‘)
homoclínicos, permitiendo la formación de la capa estocástica. La ruta al caos resulta de
la superposición de diversas resonancias entre la perturbación externa _vel movimiento
no perturbado. En el entorno de una región resonante en el espacio de fases una de las
resonancias domina al resto; debido a esta resonancia dominante los toros KAM [Kol
mogorov 1957; Arnold 1963; Mose'r 1962] de esta región son destruidos. En particular
el toro para el cual la resonancia es exacta desaparece, dejando tras de sí un conjunto
alternado de puntos estables e inestables [Arnold y Avez 1968]. Los puntos inestables
están conectados uno al otro a través de órbitas doblemente asintóticas o separatrices;
el caos se produce cuando las separatrices se rompen, a su vez, debido al efecto de
resonancias secundarias. De tal manera. el comportamiento caótico, bajo la forma de
extrema sensibilidad a las condiciones iniciales. se despliega en un conjunto de medida
no nula alrededor de la separatriz, la "capa estocástica”.
Luego de un breve estudio analítico. presentaremos los resultados de la integración
numérica de las ecuaciones de movimiento completas, tanto en el régimen caótico como
en el no caótico; estimaciones numéricas de los exponentes de Lyapunov [Beneitin et
al. 1980; Wolf et al. 1985] en la capa estocástica; secciones de Poincaré, mostrando
las regiones regulares y estocásticas en el espacio de fases; como así también gráfico de
valores del campo en el colapso gravitatorio (“big crunch”) contra los valores correspon
dientes en el “big bang”. para una geometria inicial fija, para mostrar la pérdida de
predictibilidad subsecuente al caos.
II-l El modelo
Comenzaremos introduciendo el modelo _vmostrando como su Hamiltoniano se
puede dividir en una parte no perturbaéa más una perturbación. Como ya se discutió,
supondremos una geometria de FRW espacialmente cerrada, esto es. un elemento delínea
ds? = a2(n)[—dr72+ df + sin2 “de? + sin2 6dp2)¿ . (11.1)
13
donde 0 5 ¿,9S 2:, 0 5 9 5 11',0 S x 5 7.-,y n corresponde al tiempo “conforme”. Por
simplicidad, consideraremos sólo modelos que comienzan en una singularidad cósmica,
es decir, nos restringiremos a 1;positivo, con a(0) = 0. Para analizar las propiedades
dinámicas del sistema supondremos que después del “Big Crunch” (esto es, cuando a
vuelve a 0), comienza un nuevo ciclo cosmológico, ahora con a S 0. Por lo tanto, una
órbita periódica completa. en el espacio de fases. describe el nacimiento y la muerte dedos Universos.
La dinámica gravitatoria está descripta por la acción de Einstein - Hilbert,
59 = mi/ d‘r \/—_gR. (H2)
Donde la raiz cuadrada del determinante de la métrica es \/—g = a4 sin2xsin 9, y el
escalar de curvatura está dado por:
Ü. 1R—a; + ,(utilizaremos siempre la convención de .\-‘ITW[.Misner, Thorne y Wheeler 1973]). Un
punto representa derivada con respecto a 17y mp es la masa de Planck. Por simplicidad,
supondremos que mp = x/1/12L', donde v = 272 es el volumen conforme de la sección
espacial.
La acción para un campo escalar, real, masivo, conformemente acoplado está dada
por:
s, = ¿f ¿4: H [awan +(m2 + 1/6)R)<I>2], (11.4)
. I) . . . , ISiendo m' la masa del campo. Por cons:stencxa con la Slmetria de la geometria de
fondo consideraremos un campo homogéneo. Después de parametrizar el campo como
<I>= o/vU/z)a, efectuando las integrales espaciales y despreciando derivadas totales, en
(IL?) y (11.4); obtenemos un sistema dinámico con sólo dos grados de libertad a y o y
Hamiltoniano,
H=éNqfi+üHWHwï+fififiL mm
donde r y p son los momentos canónicamente conjugados a a y o respectivamente. (La
dinámica cerca del origen de un Hamiltoniano similar a sido estudiada por Kummer
[Kummer 1978]. aunque dentro de un contexto puramente matemático). En este punto
debemos recordar que, debido a que hemos abandonado la libertad de medida al escribir
el elemento de línea como en la Ec.(II.1), hemos perdido una de las ecuaciones de
Einstein: el vínculo Hamiltoniano [Misner. Thorne y Wheeler 1973}. Reintroduciremos
este vínculo como una restricción sobre los valores permitidos en las condiciones iniciales
H = o . (11.6)
Es fácil ver que este vínculo es respetado por la evolución dinámica del sistema.
Las ecuaciones de movimiento que se derivan del Hamiltoniano de la Ec.(II.5) son:
¿a= p. (11.73)
á = —: .. (II.Tb)
15= —(1 + m2a2)o'.. (II.Tc)
= (1 —7n202)a. (II.Td)
Es de destacar que las mismas, comolasí también el vínculo Hamiltoniano Ec.(II.6),
no presentan singularidades matemáticas a medida que nos aproximamos a la singulari
dad cosmológica a = 0 (esto se debe a la parametrización que se hizo del campo escalar
y a haber elegido el acoplamiento conforme; es decir, el factor 5 = 1/6 en la Ec.(II.4)).
En efecto. las ecuaciones de movimiento pueden utilizarse para proyectar las soluciones
más allá de la singularidad. en lo que podría ser considerado un Universo diferente. En
15
nuestra discusión de caos seguiremos el comportamiento de las soluciones a través de
varios de estos ciclos cósmicos; sin embargo, más adelante. discutiremos brevemente las
implicancias del caos para un observador confinado a un solo Universo.
Cuando m2 = 0 este sistema de ecuaciones es obviamente integrable. correspon
diendo a dos osciladores armónicos desacoplados ambos de frecuencia unidad. Para 1712
no nulo, esto ya no es obvio _\'se deben aplicar métodos perturbativos [Calzetta y El
Hasi 1993], o resolver la dinámica numéricamente, como haremos en breve. Notemos
mientras tanto que, si bien la solución para el campo d)todavia corresponde a la de un
oscilador, aunque de frecuencia variable. el comportamiento de a puede ser muy distinto
dependiendo del valor de mzog. En efecto, existen 3 tipos de soluciones: movimiento
oscilatorio, crecimiento lineal o divergencia exponencial del factor de escala. Obvia
mente, la división entre los distintos tipos de trayectorias no es absoluta, debido al
acoplamiento de las ecuaciones. Así, un fuerte crecimiento de a fuerza al campo ó a
oscilar más rápidamente, con lo cual aquél cae nuevamente en el régimen oscilatorio.
Vemos, entonces, que o2 2 1/m2 corresponde a la frontera de una zona de inestabilidad,
siendo la propia dinámica del modelo la que hace que sea posible que el sistema pase de
una región a otra en forma totalmente impredecible.
II-2 Análisis de la Dinámica
Es tentador considerar el Hamiltoniano no masivo como el no perturbado, con el
último término en la Ec.(II.5) como la perturbación. Esto es cuestionable, no obstante,
sobre la base de que para Universos “macroscópicos”. se puede obtener muy fácilmente
mz'a2 >> 1. Por ejemplo. para nuestro Universo actual a «- 106°. y para una masa de 1
eV, obtenemos m N 10’28. asi ma N 103?. En este régimen, el último término en (11.5)
de ninguna manera es pequeño comparado con los otros.
Procederemos de forma diferente. Observemos que. si la evolución de a es lenta
comparada con las oscilaciones del campo o, entonces su principal efecto es producir un
cambio adiabático en la frecuencia de éste. Introduciremos por lo tanto la amplitud yfase “adiabáticas” j y ;:
ó = 2’ sing, (11.8)(.4)
p: x/‘Zcujcosp. (11.9)
Donde a)? = 1 + mi'a2 es la frecuencia instan:ánea del campo. Esta transformación es
canónica, por ejemplo puede efectuarse a través de la función generatriz:
¿o? )han“ 'Sl = Pa +( (11.10)
Pero, debido a la dependencia de a con u. nos vemos forzados a cambiar el momento
geométrico de w a P, de acuerdo a:
mgcj ,‘¡T=P — 2c. 11.11+ 2(1+T71202)51n Y ( )
Ahora sustituíznos las nuevas variables e: el Hamiltoníano _vlo reescribimos como,
H = —(Ho —6H), (11.12)
donde el Hamiltoníano no perturbado.
1 I) . . I)
H0=(3)[P'+a21—J\/1+m20-, (II-13)
es obviamente integrable (Ho v j son constazzes de movimiento en involución [Arnold
1978]), y la perturbación,
mzaj¿H _ m'aPJ____ ' 9-“2(1+m2a2)s”"”[ )]2(1—cos4:p) , (11.14)-‘_1+m202
17
permanece pequeña tanto para Universos pequeños como para grandes.
Observemos que el Hamiltoniano no perturbado Ho corresponde al de una partícula
sometida al potencial:
N
Ue; = a? -j\/1+ mula2. (11.15)
La dinámica de esta partícula es obviamente ligada. Asimismo, es fácil ver que, el
punto a = 0 es un punto fijo; estable si mzj S 1, e inestable en cualquier otro caso. Si
mzj 2 1 aparecen otros dos puntos fijos (mínimos locales respecto de a = 0), para a =
ÉW (verPigi). Enestesegundocasohayunlazohomoclínicoasociadoal punto fijo central. Sin embargo, esta órbita no satisface el vínculo Harniltoniano,
Ec.(II.6), pues sobre ella tenemos que Ho = -j, es decir, pertenecen a otra hoja de
energía en el espacio de fases. Es posible mostrar, sin embargo, que su presencia afecta
el comportamiento del sistema al considerar los términos perturbativos [Calzctta y El
Hasi 1.993].
u uof of
1
0-75 -1.os
0.5
0.25 -1 1
a-3 1 2 3 _1 _15
a.-3 -2 -l 1 2 3
Figura 1. Cambio en el potencial efectivo al variar la magnitud m2)". a) L7,,correspondiente a una situación ‘estable' (mzj = 0.8). b) L}, para una situación‘inestable" (mzj = 1.2).
18
Por otra parte, es posible ver que la dinámica no perturbada posee una torre infinita
de resonancias. Para ello, tomemos el valor medio temporal de la Ec.(II.13),
2P ' 2 . .,h=<Ho>=< :0 >—<J\/1+m2a->
_ ¡II.16):I\'—j\,/1+m'-‘<a2> ,
(siendo K N (P2 + a2)/2), si aproximarnos la dinámica de a por la de un oscilador
armónico, la aplicación directa del teorema del virial conduce a:
h:K-j\/1+m2I\.'. (11.17)
Así,
ah m2]_Q-=—=1—— 11.18h 3K ( a)y
ah ,, _
Para ubicar las resonancias observemos primero que de los dos términos perturba
tivos en (II.14), el primero es el dominante para todo a salvo cerca de los puntos de
retorno del Hamiltoniano Ho (cf. Ec.(II.13)), por lo tanto asumjremos que a orden más
bajo es suficiente considerar resonancias de la forma 291- = —.7\'.QK.Recordando que el
vinculo Hamiltoniano exige
. K
se llega a la ecuación:
m2K2 2'_ V _—_ _ _\/1+m Ii J [1 2“ 2IQ] 0, (1120)
Esta ecuación tiene solución exacta para K en términos de .V o, lo que es lo mismo, nos
permite determinar los valores de 7722]"(cf. Ec.(II.19)) que corresponden a resonancias
del sistema no perturbado. Esto se muestra en la Fig.2; las dos primeras resonancias
(N = 1, 2), no tienen sentido físico, pero la siguiente (N = 3) con un valor de mzj z .43
está relativamente cerca del valor rn2j = 1, que habiamos visto correspondía al límite
de estabilidad del sistema. Sin embargo, al analizar las secciones de Poincare', veremos
que estas estimaciones son demasiado conservativas y los toros KAM son destruidos
bastante antes de esta primera resonancia.
0.5
0 2 4 6 8 10 12
Figura 2. Valores de mzj para resonancias aproximadas del sistema.
Por otra parte, es interesante observar que, para valores grandes de N. se verifica
que mzj N N; esto indica que las resonancias deberían eXtenderse a todo el espacio de
fases y así, en principio. no deberian observarse regiones regulares más allá del últimotoro conservado.
II-3 'h'atamiento numérico del modelo
Como dijimos, resolveremos ahora el problema numéricamente. para determinar si
los indicios de comportamiento “extraño”. discutidos en la sección precedente, pueden
ser confirmados. En nuestro trabajo hemos utilizado las variables “fisicas” (a. 7.-.o,p),
cuyas ecuaciones de evolución son las (11.7); la simplicidad de estas ecuaciones hace que
esta elección sea más conveniente que otras alternativas mas sofisticadas.
Someteremos, entonces, nuestro sistema a una serie de experimentos numéricos con
intención de develar sus propiedades dinámicas. Para empezar, debemos recordar que
el problema de resolver un sistema de Ecuaciones Diferenciales Ordinarias (ODE), no
se satisface simplemente al dar las ecuaciones. Al atacar el problema numéricamente
suele ser más crucial, al elegir el método de integración, considerar adecuadamente la
naturaleza de las condiciones de contorno. Estas son relaciones algebraicas sobre los
valores de las funciones. En general, se pueden satisfacer en puntos discretos especifi
cados. pero no se mantienen entre los puntos. es decir, las ecuaciones diferenciales no
las preservan automáticamente. Por otra parte. las condiciones de contorno se dividen
en dos grandes tipos: i) problema de valores iniciales. ii) problema de valores en dos
puntos del contorno. En este caso, estamos ante un problema del pn'mer tipo. Además,
dado que la RG es una teoría con vinculos. que aquí se reducen al vinculo Hamiltonia
no, tenemos una relación entre las variables que debe ser satisfecha para todo tiempo,incluso en el instante inicial.
Para resolver el modelo utilizamos una rutina IMSL. llamada DVBRK. obtenida
de una librería Vax-Fortran y adaptada para ser implementada sobre una PC 486 IBM
compatible o una '\\"orkStation SPARC 10 del tipo SUN. El método de resolución corres
ponde a un Runge Kutta-Verner [McCracken y Dorn 1964: Press ei al. 1992] de 5”
orden. Utilizamos la rutina Runge Kutta por practicidad. comprobando que la misma
funciona adecuadamente en la medida que el recinto de integración permanezca acotado.
No hemos impuesto el vínculo Hamiltoniano directamente, sino que lo hemos monitore
ado permanentemente como comprobación de que la rutina de integración trabajaba en
forma adecuada, intermmpiendo la ejecución del programa si el Hamiltoniano excedia
un umbral de 1. 10-10, que tomamos como cero a los efectos prácticos. Por simplici
dad usamos m = 1 en todas partes, salvo al calcular las secciones de Poincaré donde
utilizamos m = 0.8.
Las Figuras 3 y 4 muestran la evolución de un “Universo típico” (con condiciones
iniciales dadas por: ó¡ = 0, a.- = 0, p¡ = 2 y 7.3-= —‘2). La Fig.3 muestra la evolución
del factor de escala y la Fig.4 la del campo.
25 r l . y 1 .
10 20 30 40 50 60 70
f)?
Figura 3. Evolución del factor de escala para una cosmología caótica (o.- = wa; =-2). Obsérvese el fuerte incremento de a luego de varias oscilaciones.
N) lx’)
La no linealidad es claramente visible, junto con un fuerte incremento de la am
plitud asociada radio del Universo, hacia el final del gráfico. Obsérvese el cambio
simultáneo en la frecuencia de las oscilaciones del campo, forzando de esta forma que
a permanezca acozado. Para condiciones iniciales dentro de la región regular se verifica
que el comportamiento de ambas variables es similar al de dos osciladores armónicos
desacoplados; mientras que, por el contrario, los efectos anarmónicos se acentúan si se
va a valores más grandes de los campos.
95m)-1. .
-2. .
10 20 30 40 50 60 70
A?
j. J. .1Figura -.. Evolución del campo o a las iniciales de laFig.3. Se a;recia claramente el cambio de frecuencia al crecer a.
En general. :odas las simulaciones en la región irregular terminaron al excederse
el umbral impueszo sobre la conservación del Hamiltoniano. Esto es atribuible a una
suerte de “cambio dinámico de topología”, al crecer fuertemente alguna variable del
sistema; se ve ciaamente que el modelo que se den'va de la Ec.(II.5), para valores
suficientemente grandes de o. se puede interpreta: como un Universo abierto. con una
constante de Newton efectiva (dependiente de o), más un campo escalar no masivo y
no interactuante. Las consideraciones precedentes hacen suponer que la estabilidad de
las soluciones se reciente, lo que sumado a errores numéricos lleva a que el vínculo no
pueda ser satisfecho.
A continuación someteremos nuestro modelo a una serie de experimentos numéricos,
rastreando señales de comportamiento — antes que complicado — caótico. Con este
fin estudiaremos sus exponentes de Lvapunov, las secciones de Poincaré _vfinalmente la
relación entre los valores del campo en dos cruces por cero, consecutivos, del radio delUniverso.
II.3.a - Espectro de Ezponentes de Lyapunov
Una característica importante del comportamiento caótico es la gran sensibilidad
del movimiento a las condiciones iniciales. Se verifica que trayectorias inicialmente
muy cercanas divergen exponencialmente, mientras que las trayectorias regulares se
separan sólo linealmente con el tiempo. (Notemos que. por supuesto. esta divergencia
no se mantiene por siempre en la medida que el espacio de fases sea acotado). En
ese sentido, los exponentes de I__vapu.u0vson extremadamente útiles para caracterizar
el comportamiento de sistemas dinámicos en general. no estando restringido su uso
a sistemas Hamiltonianos. Para ver como se implementa el método supongamos un
sistema autónomo gobernado por las ecuaciones diferenciales:
dz- _ .d—t‘=r.(1-1.....z,,). z=1.....n. (11.21)
Si linealizamos las ecuaciones alrededor de una órbita de referencia i = (El , 5:2.. . . , ín)
obtenemos la aplicación tangente.
de n 817.
7 = ¿1¡<arj)x_ . (11.22)
La norma,
(11.23)
da una medida de la divergencia de dos trayectorias próximas, es decir, de la trayectoria
i y su vecina, determinada por las condiciones iniciales, )'<(0)-:-6x(0). La tasa media
de divergencia exponencial se define como:
_ _ 1 d(:‘2 ,7
a — tlinaic(t) ln(d(0)> , (Il._4)d(0)—0
donde d(0) = ELE] ¿xl-(0). Se puede probar que existe un conjunto de n tales can
tidades 0.-, i = 1.. . . ,n. Estos 0.- son los denominados Ezponentes Características de
Lyapunov (ECL). y pueden ser ordenados por tamaño, esto es.
012022032...26n. (11.25)
Para m0vimiento regular estos exponentes son nulos. dado que d(t) sólo crece lineal
mente, o a lo sumo algebraicamente. con el tiempo.
El cálculo efectivo de los exponentes de Lyapunov para flujos n-dimensionales es no
trivial. Si la norma d(t) crece exponencialmente existe el riesgo de saturar la capacidad
de la computadora. Benettin et al. [Benettim Galgcni y Strelcyn 1976] sugirieron un
método para evitar este inconveniente. Se comienza con la norma d(0) normalizada
a uno y se calcula la divergencia en algún intervalo T, luego de lo cual se vuelve a
renormalizar a uno (ver Fig.5).
De esta forma se calcula la secuencia de cantidades:
d]-= “¿w-“(7);; . (11.26)
lo 0|
Figura 5. Cálculo del mayor exponente de Lyapunov. Luego de cada período 'r ladistancia respecto de la. trayectoria testigo es reajustada (Tabor 1985-).
donde indica la norma Euclidea, y
_ 6X(j_l)(T)‘ (j)
¿x (0) dj(11.27)
6x(j)(7) se calcula de la Ec.(II.‘22). con el valor inicial 6x(j)(0), a lo largo de la.trayectoria
de referencia Í desde íc(jr) hasta + 1)T). Por analogía con ía Ec.(II.‘24),se define:
\.1 ' t
UN= TT Zln dj . (11.28)_ j=l
Para 7' no demasiado grande se puede probar que el limite para N —:-:>oexiste y es
independiente de 7. En efecto, se puede mostrar que:
Nlim UN = al . (11.29)
donde a] es el más grande de los exponentes. El cálculo del expectro completo de
exponentes de Lyapunov requiere técnicas más sofisticadas [Beteitin et al. 1980]. La
‘26
idea es construir exponentes de Lyapunov “locales” tomando el promedio temporal del
logan'tmo de los autovalores del operador de evolución linealizado. Mientras que estos
exponentes de Lyapunov “locales” muestran un marcado comportamiento transitorio
en escalas de tiempo pequeñas, se aproximan a los verdaderos exponentes de Lyapunov
a medida que el tiempo tiende a infinito. Una aplicación de este método, incluyendo el
análisis de datos experimentales, fué implementada por Wolf et al. [Wolf et al. 1935],
quienes asimismo presentan un código numérico para evaluar todos los exponentes. En
base a este código hemos calculado los coeficientes de Lyapun0v en nuestro problema (en
el Apéndice A se incluye el programa utilizado como base para todas las simulaciones,
en éste y los capítulos siguientes).
Debemos tener presente que en un sistema Hamiltoniano la suma de los exponentes
de Lyapunoy es cero, como consecuencia del teorema de Liouville; si el sistema, además,
es consermtivo, entonces dos de los exponentes de Lyapunov son nulos, reflejando la
invan'ancia de la superficie de energía y la homogeneidad del tiempo. Asi, en un sistema
conservatiyo con dos grados de libertad. como el nuestro, sólo el mayor exponente de
Lyapunov aporta información significativa.
La Fig.6 muestra los gráficos del mayor exponente de Lyapunov para distintas
“cosmologías”. En todos los casos las condiciones iniciales utilizadas correspondían
a valores de o'.- = 0 y a,- = 0, variando 7.- y determinando p.- a partir del vínculo
Hamiltoniano. Como era de esperar, los rasgos generales son bastante similares para
todos los exponentes. Se puede ver una etapa transitoria en el comienzo que, para
mejorar la visualización de los gráficos ha sido recortada en algunas de las figuras.
Más allá del régimen transitorio cada exponente. correspondiente a regiones irregulares,
tiende claramente a un valor positivo deSpués de varios períodos de evolución del sistema.
Las oscilaciones residuales alrededor de este valor se pueden atribuir a que el método
calcula sólo una aproximación local del valor verdadero. Asi, el coeficiente local fluctúa
en el tiempo a medida que la trayectoria pasa por distintas regiones del espacio de fases
con diverso grado de estocasticidad, como así también debido a errores numéricos en
la implementación del método. Dado que estos errores se acumulan, los resultados de
lx) ‘l
G
G I0.4
0.012
0.01 0.3
0.003 A0.2 _
0.006 . . Adm0.004 IV f LH. .n.... l. l. K,
0002 W J Milly“ al"; “¿Hb {tf-u. . . . . .. Ar . ¡
._ u_ lv bw, wallrïsz-‘w; ¡L' 20 40 60 ao 100 ' 2° 4° 6° 80 10°
a ,7 b '7
G 1 C
20.a
15 ¡N1!0 6 . .
0.4 1
0.2 0.5
' 10 20 30 40 50 60 7o 2 4 6 8 10 12
c ,7 d ,7
Figura 6. Bxponentes de Lyapunov para distintas regiones del espacio de fases. a)El mayor exponente de Lyapunov para una región regular del espacio de fases (m’j =0.125). b) Para una región de caos ‘débil’ (mzj = 0.5). c) Correspondiente a unaregión intermedia (mzj = 2). d) Para una región de caos ‘fuerte' (mzj = 405).
corridas muy largas son poco confiables. El ligero incremento hacia el final de los gráficos
en la distintas figuras es muy probablemente debido a este efecto y puede descartarse.
La Fig.6a (correspondiente a 7r,-= 0.5 o mzj = 0.125 en la terminología de la sección
anterior) corresponde a una región regular. Obsérvese como el valor del exponente
tiende lentamente a cero. La Fig.6b (r; = 1 o mzj = 0.5) corresponde a una situación
de “caos débil”. El valor del exponente parece estar ligeramente por encima de a = 0.1;
el crecimiento del mismo hacia el final de la corrida, se debe probablemente a que el
sistema estaba cercano a desestabilizarse — comprobamos que el Hamiltoniano estaba
aproximándose al valor de 10-10 que teníamos como cota. Notemos que este valor tan
bajo de a es consistente con el valor, aproximado, de la primera resonancia (mzj N 0.43)
que obtuvimos en la sección anterior. En la Fig.6c (7.-.-= 2 o mzj = 2) tenemos una
situación intermedia. El exponente es aproximadamente 0.4. La simulación terminó al
superar el vínculo Hamiltoniano el margen impuesto. En la Fig.6d (7.-,-= 3 o mzj = 4.5)
puede observarse que estamos en una región de “caos fuerte” con un exponente muy
alto (a Z 1) y donde el sistema se desestabiliza rápidamente.
Finalmente, en la Fig.7 se pueden comparar los cuatro exponentes. Nótese el
marcado incremento de los mismos al internamos en regiones cada vez más caóticas.
Asimismo, se puede observar la fuerte variación en la escala de tiempos en la cual el
sistema se vuelve impredecible.
t 20 40 60 30 10007
Figura 7. Comparación entre los diversos ECL mostrados en la Fig.6. Obsérveseno sólo el cambio en el valor absoluto de los mismos, sino también la variación en lasescalas temporales de estabilidad.
17.3.17- Secciones de Poinccré
A pesar de su utilidad como indicador de caos, los exponentes de Lyapunov son
objetables en el estudio cie problemas relativistas ya que, generalmente, dependen de
la elección de medida [But-dy chakol 1993]. Dicho en otras palabras, su definición es
claramente dependiente del tiempo, pero el tiempo en RG es sólo una cordenada más.
la cual puede redefinirse a voluntad; de tal manera, es posible efectuar un cambio en la
escala temporal tal que la ley de tariación de a no sea exponencial. Es pues importante
buscar otra forma de corroborar los resultados precedentes.
Se puede obtener información más confiable del analisis de las secciones de Poincaré.
Es sabido que para un sistema Hamiltoniano conservativo, de dos grados de libertad, la
superficie de energía es tridimensional, pero seguir la evolución del sistema, aún sobre
esta 3-superficie de energía, es difícil; máxime cuando sólo se tiene una 2-superficie de
papel para dibujar! Con el fin de obtener una visualización adecuada del movimiento.
en el espacio de fases, se ha desarrollado una técnica basada en la utilización de las
Secciones de Poinca're' o Superficies de Sección [Poincare’ 1892, Birkhofi' 1927].
L'na sección de Poincaré es un conjunto de puntos en los cuales una dada órbita
del sistema intersecta, en una ¿ada dirección, un plano dado en el espacio de fases.
Usualmente el plano se elige fijando una de las variables, en el espacio de fases, 3'
calculando su momento canónico conjugado a partir del Hamiltoniano conservado; el
sistema resultante queda así reducido a uno de dos variables que puede graficarse confacilidad. Si denotamos las condiciones iniciales de una dada órbita sobre la sección
por XO. las intersecciones sucesivas X1..\'g,...,Xn corresponden a una “aplicación '
o “mapa” del movimiento sobre el plano: los tiempos entre intersecciones sucesivas no
necesariamente son iguales. Si se elige una condición inicial correspondiente a una órbita
que evoluciona sobre un toro, la secuencia de puntos X0,X¡._Ïg.... estará ubicada
sobre una curva. correspondiente a la intersección del toro con la sección. Si se elige un
toro donde el cociente de las frecuencias asociadas a cada grado de libertad, tal/wz, es
irracional. se sabe que la órbita cubrirá el toro ergódicamente. Esto se manifiesta en que
los puntos X¡ de las sucesivas intersecciones se irán acomodando sobre una curva suave.
Si, por el contrario. el cociente es racional la órbita es cerrada y habrá un número finito
30
de intersecciones X.- (i = 0,... ,n), tal que X0 = X”, donde n está determinado por la
razón (¡Jl/wz.
Todo sistema integrable, de dos grados de libertad, puede expresarse en términos de
variables de ángulo - acción. de tal manera que el movimiento resultante en el espacio de
fases ocurra sobre un toro. La pregunta que surge, casi naturalmente, es: ¿que ocurrirá
con este flujo (es decir, con el conjunto de trayectorias posibles), si se somete este sistema
a una perturbación externa?. La respuesta, parcial, a este interrogante la da el teorema
KAM, el mismo asegura que para un Hamiltoniano integrable débilmente perturbado
(con una perturbación no integrable), la mayoría de los toros se preservan. Lo anterior
sugiere (aunque no prueba), que los otros toros, correspondientes a resonancias. son
destruidos. De esta manera, si el movimiento es regular la sección de Poincaré se
ajustará en una curva suave, mientras que esto no ocurrirá si el movimiento es irregular
o caótico: en este caso los puntos de las sucesivas iteraciones parecerán "saltar al azar”
sobre la sección de Poincaré. Destaquemos que el análisis de las secciones de Poincaré
provee una caracterización topológ‘ica, y por lo tanto independiente de medida. del
comportamiento dinámico.
En las Figuras 8-10, se exhiben las secciones de Poincaré de las trayectorias de
nuestro modelo. Ellas muestran las intersecciones de las trayectorias con el plano o = 0,
con p 2 0. Las órbitas mostradas en estas figuras corresponden a las condiciones iniciales
a,- = o'.- = 0. con p tomando distintos valores entre 0.225 y 1.975 (el valor de 7.-se
determina a través del vínculo Hamiltoniano).
Todas estas órbitas corresponden al mismo valor m = 0.8 de la masa del campo
_vsólo se ha representado el cuadrante superior derecho para que se aprecien mejor los
rasgos característicos de cada figura. La Fig.S exhibe la región 0 _<_a S ‘20.0 S 7 S 15;
nótese la fuerte dispersión de puntos correspondientes a las órbitas exteriores. La Fig.9
es una ampliación de la mancha de la esquina inferior izquierda de la Fig.8. Allí se
muestra la región correspondiente a 0 S a S 1.8, 0 S r. 5 1.5. Como era de esperar. las
trayectorias correspondientes a p bajo, generan las secciones de Poincaré que ajustan
fácilmente en las curvas suaves. En efecto. aunque algunas resonancias cercanas son
visibles en el extremo inferior izquierdo de la Fig.9. éstas eStán siempre atrapadas entredos toros no resonantes.
31
Figura 8. Sección de Poincaré para. diferentes condiciones iniciales (a.- = ó.- = O,conp.- tomando distintos valores entre 0.225 y 1.975).
1.2ria;
1.25 1.5 1.75
Figura 9. Ampliación de la esquina inferior izquierda dela Fig.8.
Sin embargo, a medida que el valor inicial de p se acerca a la unidad los toros
resonantes comienzan a solaparse y se pierde la regularidad de las secciones de Poincaré.
32
La Fig.10 es una ampliación de la región resonante más externa, confinada por el último
toro KAM, de la Fig.9. Se ve claramente como los toros resonantes son sustituidos
por islas de estabilidad (aparecen 5 de ellas en el mapa completo), en una impactante
evidencia de comportamiento caótico. El valor correspondiente de mzj es N 0.1453.
lige- tamente por arriba de la trayectoria regula: correspondiente al Lyapunov de la
Fig.6a. pero bastante más bajo que nuestra estimación de la sección II.2.
0.5 . . . .
8.95 1 1.05 1.1 1.15
Figura 10. Isla de estabilidad que sustituye a uno de los toros rotos, correspondientea m’j N 0.1453.
II.3.c - Predictibilidad del Caos
En e] análisis numérico anterior hemos permí:ido que el radio del Universo cruzara
varias veces por cero. Sin embargo, en el mundo “real" nuestras observaciones no
puede: proyectarse más allá de la singularidad cósmica. De aquí que sea interesante
deterzzinar si la pérdida de predictibilidad en el comportamiento de las órbitas futuras
es lo suficientemente fuerte como para conducir a resultados observables en un soloUniverso.
33
Para ello, hemos analizado qué sucede con Universos que parten de la misma
condición geométrica (esto est los mismos a y 77),pero diferentes valores de ó (quedando
p determinado por el vínculo Hamiltoniano). Comenzamos nuestra simulación numérica
en el Big Bang. finalizando los cálculos cuando a se vuelve negativo por primera vez
(esto es, en el Big Crunch). Notemos que hemos elegido estos límites por conveniencia,
pero el mismo análisis podría haberse hecho entre dos valores fijos cualesquiera de a.
Repitiendo este proceso varias veces se obtiene un gráfico de los valores finales del
campo o, contra los valores iniciales del mismo 0¡. Para un comportamiento regular
este gráfico permitiría predecir of dado o',-con cierta precisión. En efecto, para p,-bajo
la relación entre los valores inicial _vfinal del campo es casi lineal.
La Fig.11 muestra el resultado de un experimento numérico como el descripto
correspondiente a diversas condiciones iniciales del sistema.
-4.
-6.
-3 A u . ,
w 2 3 4-¡Figura 11. Campo en el big crunch versus el campo en el big bang. Lu condiciones
iniciales son: a = 0. r. = —5.con 0.- variando entre 0 y 3.55.
34
Todas las simulaciones comenzaron en a = Oy 77= -5, mientras ó.- se varió de 0 a
3.55. El resultado de las simulaciones muestra cuan difícil es predecir el valor final del
campo a partir del inicial en el régimen caótico. El coeficiente de correlación entre ó; y
ó.-, calculado para los datos correspondientes a la Fig.11, da 0.01. Este valor tan bajo
indica que Of y o'.-podrían considerarse variables estocásticas independientes.
En conclusión. nuestro simulación numérica del modelo confirma fuertemente la
sospecha de comportamiento caótico en este sistema. Además, el caos impone severas
limitaciones a nuestra capacidad de predecir el comportamiento futuro del Universo.
aún antes de que la singularidad cósmica se alcance por primera vez.
CAPÍTULO III
CAOS EN COSMOLOGÍAS ISÓTROPAS Y HOMOGÉNEAS
En el capítulo precedente hemos mostrado cómo la presencia de términos no line
ales en el Hamiltoniano conducen a un comportamiento irregular, o caótico, del sistema.
Como dijimos, aquél era el modelo cosmológico más sencillo posible con sólo dos grados
de libertad. Generalizaremos ahora el modelo anterior dando condiciones más amplias
sobre la geometria de fondo, que podrá ser abierta, con secciones espaciales planas o
curvas. Para el campo escalar incluiremos. en el potencial. un término de autointerac
ción del tipo Ao" 3' consideraremos que la masa m2 puede tomar los valores m2 = ip?
[Blanco et. al 1994i. Con el potencial definido de esta manera sería posible, en estudios
ulteriores. analiza: transiciones de fase debido a rotura espontánea de simetría en las
etapas primitivas de evolución del Universo. Incluiremos asimismo, una constante cos
mológica que juegue el rol de una densidad de energía de vacío. Con estas suposiciones
el modelo que se obtiene es consistente con el paradigma inflacionario [Kolb y Turner
1990; Bórner 1992:.
Otras alternativas posibles. por ejemplo: incluir términos del tipo R2 en la acción
como se hace al estudiar la anomalía de traza [Fichetti. Hartle y Hu 1979]; o considerar
como fuente de las ecuaciones de Einstein un fiuido viscoso [Calzetta, El Hasi y Tavakol
1994], presentan diversas dificultades técnicas. tanto en el análisis perturbativo como
numérico. Sendas Lineasde investigación se encuentran actualmente en desarrollo.
Considerando un sistema más general, que en el capítulo anterior, podremos no
sólo verificar la robustez del comportamiento caótico del mismo, lo cual aparece como
bastante lógico habida cuenta que los términos adicionales son no lineales, sino también,
utilizar otras herramientas de aplicación usual en TSD. Notemos que el modelo conside
rado aquí exhibe un conjunto de puntos de equilibrio (o fijos). que no se hallan presentes
en el ejemplo del capitulo anterior. Así, buscaremos dichos puntos críticos, estudiaremos
su estabilidad lineal y determinaremos el rango de variación admisible de los parámetros
36
del modelo. Si bien el análisis de estos puntos fijos, al basarse en la dinámica linealizada,
presenta características locales; el esquema del espacio de fases, que puede construirse
a partir de ellos, es indicativo de la complejidad, o no, del movimiento del sistema.
Independientemente del análisis de la estabilidad lineal, es obvio que el estudio
de la dinámica será más interesante cerca de las resonancias del sistema. Así, imple
mentaremos el método de las Curvas Frecuencia - Frecuencia (CFF) [Siolovistzky y
Hernando 1990], a fin de estimar condiciones iniciales que correspondan, aproximada
mente, a dichas resonancias y resolveremos numéricamente el comportamiento dinámico
en un entorno de las mismas. Construiremos, entonces, las secciones de Poincaré de dos
formas distintas: variando las condiciones iniciales manteniendo los parámetros fijos y
variando los parámetros para condiciones iniciales dadas [Blanco et. al 1994].
III-1 El modelo generalizado
Como se ha dicho, asumiremos una geometría más general que en el capítulo prece
dente. estando definida ahora por el elemento de línea:
ds? = a2(n)[—dr72+ ¿x? + fix) (ala2+ sin2 9da?” , (111.1)
donde
x, 0 S ,\ < oc, k = O (111.2)
sin,\. 05x57, k=+1
f(x)={ sinh\. OS,\<oc-, k=—1}'Oí;í2ï,059íï
Al incluir una constante cosmológica A0 la acción queda:
59 = mí/ d4r \/—g (R —2.\0). (III.3)siendo en este caso
\/—__c= a‘fgl \')sin9 (111.4)
y el escalar de curvatura se modifica según el valor de k:
+ . (111.5)a
s, = —% j ¿4a,- \/——g[ÜHQÜWD+2 V(<I>)+(1/6) R cI>21, (III-6)
con el potencial:
V(<1>)= ¿mw? + i <1>4. (111.7;
Supondremos de aquí en más que el término de masa puede tener los dos signos
posibles rn2 = ing el coeficiente de autointeracción lo tomaremos siempre positivo
(:\ > 0). Esta forma del potencial V(®) permite, en principio, considera: procesos
con rotura espontánea de simetría. Nuevamente por consistencia con la simetría de ia
métrica de fondo pediremos que el campo sea homogéneo. Parametrizando el campo
como <I>= o/(afi) y /\ = Á/v, y efectuando operaciones similares a las del capítulo
anterior, obtenemos el nuevo Hamiltoniano:
1 9 7 '7 '7 ‘7 ¡7
H = 3 [—(.-.'+ kaz) + (p' + kó‘) —!-m'a'o' +tol»
a4] , (111.3)to“,
ó4 +
donde A = 2Ao/3.
Nuevamente impondremos el vínculo Hamiltoniano (H = 0), sobre las condicionesiniciales.
Notemos que en el caso particular que m2 = 0 el sistema es integrable en términos
de funciones elípticas [Gradshteyn y Ry:hik 1980:. para masa no nula esta afirmación
ya no resulta obvia.
38
III-2 Estabilidad Lineal del Sistema
Para fijar ideas consideremos, por ejemplo, un sistema Hamiltoniano autónomo (es
decir, independiente del tiempo), de un grado de libertad. La constancia del Hamiltonia
no mantiene el fiujo en el espacio de fases restringido a curvas de nivel. Si el sistema es
ligado estas curvas serán en general cerradas, a excepción de los puntos de ensilladura
(es decir, puntos de equilibrio inestable), del Hamiltoniano. Existen dos situaciones que
pueden darse en estos casos, la trayectoria en t = —ooparte de un punto inestable y
en t = +oo vuelve al mismo o, en su defecto, tiende a un punto inestable distinto. Las
órbitas correspondientes se denominan homoclz’nicay heteroclínica, respectivamente. Es
claro que, en general, estas órbitas encerrarán un punto clíptico (o de equilibrio estable),
del sistema. Un ejemplo tipico es el del péndulo simple, donde la separatriz (que divide
el espacio de fases en movimientos de rotación y libración), esta formada por dos órbitas
heteroclínicas. Si se añade una perturbación oscilatoria al Hamiltoniano, su efecto sobre
la dinámica, lejos de 1a zona de equilibrio inestable, será despreciable ya que el sistema
sentirá principalmente la fuerza del sistema no perturbado (es decir, la influencia del
punto de equilibrio estable). Pero cerca de las regiones inestables el efecto dominante
será. el de la perturbación. Muy cerca de la separatriz el sistema podrá pasar de la
región ligada a la. no ligada en forma arbitaria, ya que los períodos correspondientes a
las zonas de rotación y libración son completamente diferentes (ver por ejemplo [Holmes
1990]).
Los argumentos precedentes se pueden aplicar tanto a sistemas con un número
arbitario de grados de libertad, como a secciones de Poincaré. En general, el movimiento
resultante se considera caótico, aunque restringido a una región finita del espacio de
fases (o de la sección), la capa estocásiica. Esta región estará limitada por curvas
invariantes, los toros KAM, pero su espesor aumenta si crece el valor del parámetro de
la perturbación.
De la discusión anterior, vemos que para sistemas Hamiltonianos conservativos,
es relativamente simple construir un esquema global del espacio de fases. Los puntos
de equilibrio (o fijos), de esta clase de sistemas dinámicos juegan un rol importante
y, teniendo un comportamiento característico local, se pueden pensar como centros
39
organizadores de la dinámica (Una clasificación de los puntos fijos puede verse en, por
ejemplo: [Tabor 1939]). Generalmente estos puntos se dividen en: eli'pticoso centros, tal
que la evolución del sistema en un entorno de ellos corresponde a una rotación pura, e
hiperbólicos (también. denominados puntos de ensilladura). Los centros están asociados
a trayectorias regulares en el espacio de fases. un entorno de los mismos corresponde
a regiones de estabilidad del sistema. Por el contrario, los puntos hiperbólicos suelen
esta: relacionados con condiciones de inestabilidad del sistema ya que, en un entorno
de estos, el flujo es entrante hacia el punto en algunas direcciones (variedad estable) y
saliente en otras (variedad inestable).
Los puntos fijos del sistema Hamiltoniano de la sección anterior. simbolizados por
'P E (a°, _o'°,7r°,p°). son aquellos para los cuales el flujo en el espacio de fases es esta
cionario. Esto es,
á( 'P ) = o, (III.9a)
d( 7> )= o , (III.9b)
á( 79) :0, (III.9c)
p( 79 )= o . (III.9d)
La solución de estas ecuaciones da cuatro clases de puntos de equilibrio para nuestromodelo:
'P1=(0._0.0,O). (HIJO)
792= (o, iM-k/A, o. 0), (111.11,
'P3‘= (ix/k/A. 0, 0. 0), (111.12)
_ _ “+771” l . (¡H-m?) tp4-(_\Lm,i-Lm,0,0),con
\ A-m‘#0
si esta última relación no es válida es posible encontrar soluciones que no son puntos,
sino subconjuntos extensos en el espacio de fases.
Notemos que si la constante k es nula (Universos planos), todos los puntos críticos
son equivalentes: 7-71E 'Pg E 733 E 'P; E (0.0.0,0). Mientras que si A = .\ = 0 (cf.
Capítulo II), 734 = ( :tV-k/mQ, iV’k/mï'. 0 , 0 ). con lo cual pierde sentido físico,
en tanto 'Pg y P3 son puntos fijos situados en el infinito.
Los puntos críticos deben tener coordenadas reales, ya que pertenecen al espacio
de fases del sistema. Esto impone las siguientes restricciones sobre los parámetros k, A,
A y m2:
'P2 E SR" 4:) k = —1.
733 E SR“ <=> sign(k) = sign(1\).
y para “P4 e ÉR“,tenemos el siguiente conjunto de condiciones:
Parak=-1:2_¿2 _ A>0 2794€???
"1-41 3 {A<0<=>|A|>y2A>O=> 0<A<p2<p4/A<.\ o
m=-—p y Ü<.’\<p4/Á<p2</\A<0 <= A>y2
2: 2 _ A>0=>P4QÉR4m +" 3 {A<0=>734€ÉR4
A>0 «:1; O</\</,12<A<y4/Á om=—p y 0<,u4//\<A<p2<,\
A<0 #7746334
Por otra parte. los puntos críticos deben satisfacer el vínculo Hamiltoniano, H('P) =
0. Sólo 'P; y 794satisfacen esta condición. Además H('P4) = 0 introduce una nueva
relación entre los tres parámetros del modelo:
A+A+2m2 =o (111.14)
Habiendo identificado los puntos críticos ‘P, la estabilidad lineal se determina con
siderando la evolución del sistema a partir de un pequeño desplazamiento 6'P alrededor
de los mismos. Dado el sistema de ecuaciones completo:
a = f¡(a,o'.:.p) , (111.153)
é: f2(a,o',fi,p) , (III.15b)
= f3(a,o'.r:,p) , (III.15c)
p = f4(a,ó.7r, p) , (III.15d)
se linealiza el mismo en un entorno del punto 'P. es decir, se hace el desarrollo a primer
orden en serie de Taylor del sistema (III.15):
¿(sin = M! 5x, (111.16)dt lv
siendo X el vector de coordenadas X = (a, ó, :.p) y M la matriz Jacobiana del sistema
o matriz de estabilidad. Los autovalores G de la matriz M determinan la estabilidad
del punto fijo en cuestión. La solución general del sistema (III.16) es:
¿x = ZqDfis“ , (111.17)
donde los C,"son coeficientes arbitrarios y D.- los autovectores correspondientes. En
tonces, para analizar la dinámica linealizada es preciso resolver el problema de autora
lores en cada punto fijo 'P. Esto es, encontrar las raices de la ecuación secular.
||M —¿1" = o, (111.18)‘P
siendo I la matriz identidad en R4“ De tal manera los autovectores asociados son
tangentes a las trayectorias en el espacio fásico de la dinámica completa.
Vimos más arriba que los únicos puntos críticos que organizan la dinámica en
nuestro sistema son 'P1 y 'P4. Del correspondiente análisis de estabilidad lineal, según
el esbozo que acabamos de hacer, se concluye que para el caso k = -1, 'Pl es un punto
de ensilladura o hiperbólico, mientras que 734es un centro o punto eliptico. Si k = 1.
'Pl es un centro y 'P4 un punto de ensilladura. Mientras que para k = 0 el único punto
critico 'Pl es un centro.
Como se mencionó anteriormente, las coexistencia de puntos elípticos e hiperbólicos
es una primera evidencia de la posibilidad del desarrollo de comportamiento caótico enel sistema.
III-3 Curvas Frecuencia - Hecuencia
El comportamiento caótico en un sistema dinámico. cuasi-integrable. puede ser
comprendido en términos de la rotura de los toros invariantes debido a '¿apresencia de
perturbaciones. El teorema KAM explica el desarrollo de este proceso 3' muestra que
el mismo es gradual. El esquema resultante en el espacio de fases, el así llamado caos
débil. presenta regiones de comportamiento regular alli donde los toros se conserven
intactos e irregular en las regiones resonantes. Este fenómeno ocurre cuando el cociente
entre las frecuencias asociadas a dos grados de libertad tiende a un número racional.
Dado que la dinámica será más interesante en las cercanías de las regiones reso
nantes, vemos que el análisis de las resonancias Hamiltonianas será de suma utilidad
para estudiar la pérdida de estabilidad de las trayectorias. Para determina" la estructurade las resonancias en este modelo inzroduciremos las denominadas Curvas Frecuencia
Frecuencia [Stolovistzlcy y Hernando 1990].
Escribiremos el Hamiltoniano como función de un conjunto completo de variables
de ángulo-acción, denotadas por J j: ,9 :
H(J,<,9)=H0(J.5)+H¡(J,',9.5), (111.19)
43
donde Ho depende sólo de las acciones y el conjunto de parámetros denotados por
5 = {LA} (notemos que m2 queda determinado por (III.1—‘:));y H1 es el Hamiltoniano
perturbativo no lineal.
Las frecuencias de los toros del sistema no perturbado son:
BHD“¡(J11J235)= con i = 1. 2. (111.20)
Una resonancia p : q en un sistema dinámico bidimensional, como el que estamos
considerando aquí, ocurre cuando p - w] —q un? = 0. Asi. la condición de resonancia
representa líneas rectas con pendientes racionales, que pasan por el origen del espacio
frecuencia - frecuencia. Para un sistema integrable, como el caracterizado por H0, es
posible ubicar las resonancias del sistema a través de las intersecciones de dichas rectas
con las curvas wz = g(w¡ , s), deducidas a partir de la Ec.(III.20) (eliminando las acciones
J,-), las cuales permanecen fijas durante la evolución del sistema.
Cuando la perturbación es tenida en cuenta los puntos representativos de las in
tersecciones se verán desplazados en el espacio de fases. Si la perturbación es lo su
ficientemente débil los puntos. que deberían determinarse ahora por las curvas e32=
g(w1,e + 45;),permanecerán en un entorno de las resonancias originales.
Nuestro objetivo es analizar el comportamiento del sistema cerca de estas resonan
cias p : q. Para ello deberemos determinar la intersección de las mencionadas líneas de
pendientes racionales con las curvas generadas por la función g.
Utilizando la siguiente transformación canónica,
a: ‘2Ksina , ,-.= 2It'cosa, (III.21a)
o = \/2_jsincp , p - \/‘2_jcos;; . (III.21b)
(aquí (j.Ix') juegan el papel de (J¡.J2). respectivamente. cf. Ec.(III.'20)). Entonces
tenemos que Ho y H1 se pueden escribir como:
44
1
Ho= -I{ +j —¿fila + ¿(MF + if), (111.22)
1 _ 2 . _. 2 , .H1: EL“; J —.\Ii)cos2a+ 31(p Ii —/\J)COS2(,9+
1 .0 1 .9
gAIt' cos4a + -8-/\_]'c054?
íszficos 2(a + (,9)+ cos2(a —99)}, (111.23)
donde se puede ver que, a primer orden, sólo ha_vresonancias de la clase 1 : 1.
Aplicando las ecuaciones de Hamilton-Jacobi al Hamiltoniano no perturbado Ho.encontrarnos:
lw] = —1—3¡16+ ÉAK , (III.24a)
1 2 _ 3 .
En este caso. si bien el Hamiltoniano integrable Ho es relativamente sencillo, de
terminar analíticamente 4.-;2= g(;.-.'1.s)conduce a una función multivaluada. Por otra,
parte es posible _v.en principio se aplica a casos más complicados, obtener estas curvas
numéricamente. Teniendo en cuenta que las acciones K y j son positivas _vdeben satis
facer la condición Ho = 0, se puede determinar el o los intervalos de variación de ambas,
luego, a partir de la Ec.(III.24) se evalúan, algebraicamente, ¿al y ug en términos de
K y j. De esta manera se obtiene una tabla de valores para los dos frecuencias y se
grafican una en función de la otra.
En la Fig.12 se muestran CFF para el Hamiltoniano integrable Ho, con los paráme
tros .-'\.y ,\ tomando distintos valores. Como se ve por el cruce de las cunas en dos
puntos, las frecuencias de resonancia parecen ser independientes de ambos parámetros.
En el caso correspondiente a la resonancia —1 : 1._se tiene que las acciones son nulas
(j = K = 0), así. los valores obtenidos se pueden interpretar como las frecuencias de
pequeñas oscilaciones del sistema.
0.4
0.2
—1 -o .5 0.5 1 -1 -o.5 0.5 1
(U, LU,a b
UJZ win1 1
o8 .0.4 0.4
0.2 0.2
-1 -o .5 0.5 1 -1 -o .5 0.5 1
uu, “Jic d
Figura 12. CFF para distintas combinaciones de los parámetros A y A. a) A = 0.5.A = 10'°.e.05.o.15.o.25. b) .\ = 0.3, A = 10'°.o.os.o.15,o.2s. c) A = 0.7,A= 10'°.C».05. 0.15.0.25. d) Superposición de los tres gráficos anteriores.
III-4 Resultados Numéricos
De la Pigi? pueden obtener las frecuencias de resonancia del sistema integrable
(III.22). Cuando e".sistema se perturba los valores correspondientes a estas frecuencias
cambian pero, en la medida que la perturbación no es muy grande. permanecen en un
entorno de los no perturbados. Entonces. podemos elegir. con bastante arbitrariedad.
46
un par de valores (whwg) próximos a los de las resonancias del sistema integrable y
a partir de éstos calcular lu acciones j y K (o, eventualmente volver a las variables
“físicas” vía la transformación canónica inversa), para usarlas como condiciones iniciales,
en simulaciones numéricas, para observar el comportamiento del sistema perturbado
(111.19).
Encontramos que para la resonancia 1 : 1 nuestro algoritmo numérico era incapaz
de preservar el vínculo Hamiltoniano, para ningún valor en un entorno del mismo, luego
de unos pocos pasos de integración. Esto se debe a que para esas condiciones la región
correspondiente del espacio de fases es no acotada (cf. Cap. IV), y el método numérico
no es estable. En el caso de las —1: 1 se ve que los valores resonantes de la dinámica
no perturbada corresponden a —..;¡= ug = 1. Si eligimos dos valores próximos a estos
para estudiar la dinámica completa. podemos obtener los valores correspondientes a las
“variables físicas” (o', a,p, 7), vía las ecuaciones (111.24)y (111.21).
aFigura 13. Sección de Poincaré. obtenida mediante variación de parámetros. para
.\ = 0.25 _\'A= 0.01.0.05.0.10.0.15.0.20.0.25.
En la Fig.13 presentamos las secciones de Poincaré ( a , rr ) evaluadas para 5000
puntos para una sección definida por ó = -7 correspondiente a las condiciones iniciales
a = 0.9, 7r= 0.9 y o = 0 (el valor inicial de p se obtiene del vínculo Hamiltoniano) para
.- = 0.25 y A = 0.01. 0.05, 0.10, 0.15. 0.20. 0.25 y denotadas por 1 a 6.
0.5 F- ._ '
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\- ‘ N C N \ 1._ \
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0.3 ' “b‘ N xl ‘ ‘ .. a“. '- \¡
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6. 5... tk 3n a". \
1 12 l 14 1.16 1 18
Figura 14. Detalle de la esquina inferior derecha de la figura anterior.
Los valores de las condiciones iniciales se extrajeron del diagrama CFF en la forma
indicada más arn'ba. Notemos que para el conjunto de parametros 1 y 2 los toros
están rotos. En la Fig.14 se observa un detalle de estos toros rotos. correspondiente al
ángulo inferior izquierdo de la figura 2. Obviamente. como las seis curvas corresponden
a las mismas condiciones iniciales, pero distintos parámetros no hay problema en que se
crucen. como se aprecia claramente en la figura. Observemos que, trayectorias con mayor
no linealidad (A más grande), son más estables: esto puede atribuirse a un aumento del
término de masa en el Hamiltoniano Ec.(III.S), que compensa las contribuciones nolineales.
4:. fl)
En la Fig.15 mostramos un detalle de las secciones de Poincaré correspondientes a
valores fijos de los parametros A = 0.25 y /\ = 0.01 donde hemos variado muy lentamente
las condiciones iniciales para a y n entre 0.88 y 0.91, respectivamente, conservando
ó = 0. En esta figura se observan toros con diferente grado de rotura y varias islas de
estabilidad alrededor de puntos elipticos. Nótese la aparición de trayectorias irregulares
(caos) alrededor de puntos no lineales hiperbólicos.
De los resultados precedentes se concluye que nuestro modelo cosmológico presenta
una región de caos débil, la cual se alcanza por rotura sucesiva de toros resonantes
debido a la acción de resonancias —1: 1. Esto es una indicación de comportamiento
dinámico no trivial, en el Universo primitivo, a la vez que se verifica que el caos es
robusto al considerar modelos con interacciones más complejas.
0.5 - _ .
Figura 15. Sección de Poincare' con parámetros fijos (A = 0.23 _vA = 0.01), tomandodiferentes condiciones iniciales.
49
CAPÍTULO IV
DINÁMICA NO TRIVIAL EN MODELOS INFLACIONARIOS
Hasta aquí hemos buscado evidencia de comportamiento caótico sin preocuparnos
demasiado por la interpretación cosmológica. Ahora, trataremos de construir un modelo
sencillo, pero consistente, para investigar la clase de fenómenos asociados con términos
no lineales en el Hamiltoniano y su posible incidencia en la evolución posterior del
Universo Primitivo. Asimismo. ampliareznos el espectro de herramientas de aplicación
usual en TSD, mediante la utilización del método de la integral de Melm'kov como
indicador. más sofisticado, de caos homoclínico. Su primera aplicación en problemas
Cosmológicos se debe a Koiller et al. [Koillen Neto y Soares 1985]: posteriormente, se
ha usado tanto en problemas relativistas ïBombelli y Calzetta 1992]. como cosmológicos
[Calzez’ta y El Hasí 1993; Calzetta 1994}.
El modelo que utilizaremos, puede ser considerado dentro del contexto del esce
nario de inflación caótica de Linde [Linde 1983], donde la inflación está potenciada
por la energía de vacío del campo del infiatón al rodar lentamente hacia el mínimo del
potencial. Nos restringiremos estrictamente al período inflacionario. bastante antes de
que comience el “recalentamiento”. Como seria de esperar, una vez que la infiación
comienza. el Universo cae rápidamente en una etapa de expansión tipo DeSitter, de
acuerdo con el principio de “calvicie cósmica“ [Gibbons y Hawking 1977; Nakao ei al.
1991. 1993]. No obstante. también encontramos que pueden tener lugar comportamien
tos eXIremadamente complejos en etapas previas a la inflación. La lista de efectos no
‘triviaíes que se encuentran incluyen la ro:_urade toros KAM [Kolmogorov 1957; Arnold
1963: Moser 1962]. la formación de cantoros [Meiss 1992]y la difusión de Arnold [Arnold
1964: Chirikov 1979; Zaslavsky et al. 1991]. Dado que la complejidad del compor
tamiento aumenta con el número de grados de libertad del sistema dinámico. similares
conclusiones valen para modelos más complicados, aún para cualquier modelo basado
en una transición de fase de segundo orden y/o asumiendo un período de descenso lento
[Lucchin y Matarese 1985; Mollerach ct al. 1991].
La dinámica de los modelos cosmológ‘icos,considerando como campo de materia
presente sólo al inflatón, ha sido estudiada por muchos autores [Belimky 1985a,b,c]. En
estos estudios es costumbre considerar sólo modelos isótropos y homogéneos y efectuar
una conveniente elección de medida; la dinámica que resulta posee sólo dos grados de
libertad, 1a amplitud del campo del inflatón L;y el “radio del Universo” de Friedmann
- Robertson - “’alker (FRW) a. El comportamiento de este sistema es relativamente
simple, exhibiendo un atractor inflacionario en el espacio de fases.
Debido a su sencillez los modelos anteriores no pueden, por si mismos, dar cuenta
del final del período inflacionario. Si consideramos que al final de la era infiacionaria
debe comenzar una etapa de FRW dominada por la radiación, debemos incluir en el
modelo un campo de radiación (que por simplicidad supondremos escalar), de tal modo
que los cuantos del inflatón decaigan excitando modos de radiación, “recalentando”
el Universo y desacelerando la expansión. Durante la etapa infiacionan'a este campo
de radiación deben'a permanecer en el estado de vacío, con su amplitud determinada
por la evolución en las etapas previas cuántica y semiclásica. Debido a que no tiene
masa este campo presenta simetría conforme. es decir, está protegido contra la creación
cosmológica de partículas: sin embargo la presencia del inflatón podría romper esta
simetría conforme _vdotar de masa al campo (escalar) de radiación [Calzetta y El Hasi
1994}
En este capítulo nos concentrarerrios en los efectos dinámicos de incluir un campo.
de radiación en un modelo inflacionario. Si bien, como dijimos. la “radiación” puede
ser descripta como un campo escalar conforme. esta simetría conforme se rompe debido
al valor de espectación no nulo del infiatón _\'la radiación adquiere masa a través de su
acoplamiento con él.
Anteriormente se mos:ró cómo el acoplamiento de un Universo de FRW con un
campo escalar masivo exhibe caos homoclínico [Calzetta y El Hasi 1993; Calzeita 1994;
Bombelli, Castagnino y Lombardo 1994]. Mientras seria inapropiado describir a un Uni
verso infiacionario como caótico. ya que las trayectorias típicas son no ligadas. resulta
01
claro que la rotura de la simetría conforme debe conducir a un incremento de la com
plejidad del sistema. Concretamente, mientras que bajo la simetría conforme existe una
clara distinción entre Universos que inflan y los que recolapsan, una vez que la.simetría
conforme se rompe aparece una capa estocástica de medida no nula en el espacio de
fases, donde las órbitas pueden ser atrapadas para siempre o escapar y aproximarse a
una solución del tipo DeSitter. Veremos que la razón por la cual el recolapso puede ser
evitado tiene que ver con que la variable de acción asociada al campo de radiación no se
conserva. Este efecto es similar al proceso de creación de partículas que se encuentra en
los modelos semiclásicos [Parker 1969]; ya que la variable de acción es, esencialmente, el
número de partículas del campo de radiación en segunda cuantificación, como se define
en el modelo adiabático de partículas [Birrell y Davies 1982].
n este capitulo consideraremos dos modelos diferentes que exhiben la influencia de
un campo de radiación escalar sobre la expansión del Universo en las etapas primitivas
de la inflación. En el primer modelo el campo de radiación será considerado homogéneo
junto con la métrica _vel infiatón. En el segundo modelo el campo de radiación estará
constituido por un fondo homogéneo más un modo inhomogéneo. Por supuesto, la pre
sencia real de tales modos está determinada por la dinámica de la creación de partículas.
La métrica será siempre considerada como en un modelo de FRW espacialmente cerrado,
con “radio del Universo” a. Esta suposición no es consistente con las ecuaciones de
Einstein pero puede ser justificada fisicamente, en tanto nuestro principal interés sea
estudiar la reacción de la dinámica del Universo cuando se aumenta el número de gradosde libertad.
IV-l El Modelo
Describamos con un poco más de precisión el modelo a ser estudiado. Como el
campo del infiatón. dada la suposición de descenso lento, no juega rol dinámico en la
época de interés lo vamos a substituir por una constante cosmológica A. El campo de
radiación estará conformemente aceplado a a. pero también tendrá masa m. La masa
m está relacionada con el acoplamiento entre el inflatón y la radiación :Calzetta y El
5‘)
Hasi 1994]. Puede verse que valores tan altos como m N 10-1 (en unidades naturales,
h = c = SwG = 1), son razonables dentro del contexto que estamos analizando [Borner
1992}
Como consideraremos modos inhomogéneos del campo escalar supondremos que
no sólo es función del tiempo, sino también de las coordenadas <I>= Mai), siendo su
acción:
s, =_% / ¿42 Ñ[Üfl@8"@+(m2@2 +(1/s) R )<I>2]. (IV.1)
Para resolver la dinámica definida por la ec.(I\'.1), desarrollaremos el campo como
una superposición de la forma [Birrel y Davies 1982]:
Mi) =X ¿flama , (Iva)n=l
tal que las Yn(:r")son autofunciones del operador Laplaciano definido sobre las hipersu
perficies espaciales:
VÏ3)ï'n(f) = —(n'-’—k)Y,,(5) . (IV.3)
Con las convenciones para la métrica (k = 1) _vel campo escalar de los capítulos
precedentes, y teniendo en cuenta la descomposición propuesta para el campo. se obtiene
el sistema Hamiltoniano descripto por:
IOIH
[—(:2+ a2) + '2Aá4+ zw, + (n2 + m2a2)óij] (IVA)
Este Hamiltoniano corresponde a un sistema con infinitos grados de libertad (a y los
on). Para estudiar el problema en todo detalle habría que recurrir a técnicas de teoría
de turbulencia {Landau y Lifshitz 1959: Sagdeev. Usikov y Zaslavsky 1988}. Como sólo
53
estamos interesados en analizar efectos no triviales en cosmología, pero sin seguir en
todo detalle la evolución del modelo (para lo cual, por cierto, deberemos utilizar una
métrica más general que la de FRW), nos contentaremos con considerar sólo el modo
homogéneo del campo, que llamaremos simplemente ol. y el primer modo inhomogéneo
(Ózl
IV-2 Análisis del Modelo
Concentrémonos primeramente en el estudio del modelo homogéneo. Utilizando la
transformación canonica usual,
Ó1= 213511991 1 P1 = 211 C0591 1 (IV-5)
el Hamiltoniano H se puede escribir como:
H = jl — (:2 + a?) + .w + mua2 sin2o] . (IV.6)loli-4
Si se deprecia la masa del campo de radiación, hay simetría conforme y el sistema
es integrable. La métrica 3' el campo o'1 están desacoplados. excepto por el efecto de
la métrica sobre la densidad de energía del campo jl/a“, j] E constante. Existen dos
soluciones estáticas inestables, los Universos -deEinstein definidos por a = :l:(1/2\/K),
(con jl = 1/16A). Estas soluciones son puntos fijos hiperbólicos en el espacio de fases
y están unidos por dos órbitas heteroclinicas (la separatriz). definidas por:
'1 —4.\a2,-.=:I:—fi——. (IVJ)
6A
Dentro de la misma, el movimiento es cuasiperiódico y confinado a toros KA.\I in
variantes. Las órbitas infiacionarias son no ligadas y se aproximan, asintóticamente, a
las variedades ineszables de las soluciones estáticas. Así. todos los Universos que inflan
54
comparten el mismo comportamiento asintótico, de acuerdo con el principio de “calviciecósmica” .
En el modelo con simetría conforme hay. por lo tanto, una clara distinción entre
condiciones infiacionarias y de recolapso. Restringiéndonos a Universos que se originan
en un Big Bang ( = Oen el origen de tiempos), estos infian si jl > 1/16.\. y recolapsan
si j] < 1/ 16A. No hay órbitas que conecten una región con la otra, en la medida que la
separatriz se erige como una barrera infranqueable entre ambas.
Antes de considerar el efecto de la perturbación producida por la presencia de
masa veamos, más generalmente, que es lo que ocurre con los sistemas integrables en la
vecindad de los puntos hiperbólicos. Si se tiene un sistema integrable de dos grados de
libertad (q¡,qg), hay dos constantes de movimiento. el Hamiltoniano H :5alguna otra
integral Ig. Para una dada trayectoria se tiene:
H(Q1-92»P1-92)=C1- (IV.8)
Ï2(QI-921P1=P2)= Cz - (NB)
con C1 y C2 constantes. Al definir una sección de Poincaré se introduce una tercera
relación,
Shia-422,131.2) = 0. (IV-10)
Tomemos ql 3' pl como coordenadas e: la sección de Poincaré y seleccionamos, como es
usual. un valor de C1. Entonces es posible resolver el sistema de ecuaciones anterior yobtener la relación:
I2'q1.p1)=C2,
Esto define una familia uniparamétrica de curvas invariantes en la.sección.
Extendamos la sección a un espacio de tres dimensiones, considerando a C2 como
tercera coordenada. Ahora la relación (IV.11) representa una superficie tridimensional
y las curvas invariantes son superficies de nivel. Un punto fijo elíptico está encerrado
por curvas invan'antes cerradas como se muestra en la Fig.16a. Por el contrario en el
entorno de los puntos hiperbólicos la situación es bastante más compleja (ver Fig.16b).
Supongamos que. partiendo de un punto hiperbólico, nos movieramos siguiendo una de
estas curvas invariantes para un valor de C2 dado. Como es una curva de nivel daríamos
toda la vuelta al centro (punto elíptico), retomando al punto de pa:tida (Fig.16c). En
forma más general, podríamos hacer lo mismo si existieran varios puntos hiperbólicos
(correspondientes a ciclos de la sección de Poincaré, ver Fig.16d).
Figura 16. Distintos tipos de puntos de equilibrio (Hénon 1933).
De hecho, lo que estamos haciendo es alejarnos del punto fijo siguiendo una variedad
inestable y retomando a él por la variedad estable. En realidad las trayectorias no son
continuas, ya que la sección se forma con secuencias discretas de puntos. Lo que ocurre
es que la trayectoria yace sobre la variedad invariante inestable y también sobre la
estable, y la secuencia discreta de puntos se acerca al punto fijo tanto cuando el número
de iteraciones tiende a +oc. como a —oo.
Podemos considerar ahora, que ocurre cuando el sistema se vuelve no integrable por
efecto de una perturbación. La cantidad Cg ya no se conserva. Por lo tanto, si salimos
por la variedad inestable no necesariamente volveremos al punto fijo (o alcancemos
el siguiente punto en un ciclo hiperbólico); aunque si el sistema es sólo ligeramente
perturbado. volveremos casi exactamente el punto de partida.
Si se dibujan las variedades estable e inestable, W" _vll", se observa que las mismas
no se unen suavemente, como antes. sino que se cruzan transversalmente (Fig.17a).
Wi
Po 4 zl ’Vw° ’ ‘
a b
Figura 17. Variedad-is estable e inestable del punto homoclínico Po (He'non 1983).
El punto de intersección P0 es un punto homoclínico. la existencia del mismo tiene
fuertes consecuencias en la evolución subsiguiente el sistema. Las sucesivas imágenes
P1, P2, de P0. pertenecen a la variedad estable ll" y tienden al punto fijo. Pero
también pertenecen a la va:iedad inestable ll": por lo tanto ll" debe pasar por dichos
puntos (Figlïb). La dirección de cruce se preserva por la aplicación sobre la sección de
57
Poincaré. así, debe existir una segunda secuencia de puntos Qj, que alterna con los Pj.
Debido a que la aplicación preserva el área. los lazos sucesivos que FV"forma sobre un
lado de W‘ deben tener áreas iguales. La base de estos lazos tiende a 0 a medida que
j tiende a +oc, por lo tanto su longitud debe crecer constantemente.
De tal manera los lazos se vuelven más delgados y estirados (ver Fig.18). El es
tiramiento crece exponencialmente y pronto los lazos son tan grandes como la figura
entera debiendo plegarse sobre sí mismos, comienza entonces un proceso de estirado
y plegado que incluye intersecciones de las distintas curvas; estas intersecciones son a
su vez puntos homoclínicos, así que el proceso se repite a escalas cada vez más chi
cas formando un esquema de extrema complejidad. En la Fig.18 se ven los lazos de
primer orden para las variedades estables e inestables [Poincaré 1892; Hénon 1983;
Tabor 1989].
Figura 18. Cruce de las variedades estable e inestable al perturbar el sistema (Hénon1983).
IV.2.a - La Integral de Melnikov
Parece, entonces, que el problema esencialmente radica en ver si existe, al menos,
un cruce entre las variedades estables e ines:ables. Para ello resulta de suma utilidad
el criterio de la integral de Melnik0v [Melnilcov1963:. que permite calcular la distancia
4/)5
.1! entre las variedades estable e inestable cuando se rompe la separatriz (del sistema
integrable) por efecto de la perturbación. Si bien el método vale para condiciones
bastante generales, nosotros utilizaremos la versión más sencilla, que se aplica a sistemas
Hamiltonianos sometidos a perturbaciones periódicas, también Hamiltonianas, como es
el caso que estamos considerando. En ese caso. la integral de Melníkov resulta ser:
Mozo)= °° {Hu —goiaHu - qo,q)}dq, (Iv-12)
donde la integración se efectúa sobre la separatriz del Hamiltoniano no perturbado, qo
corresponde a la fase inicial de la perturbación y { , } es el corchete de Poisson.
Nosotros tenemos un Hamiltoniano no perturbado, definido po: (I\7.6) con m = 0,
sometido a la perturbación:
¿H = 1722an2 sin 991 . (IV.13)
Aplicando, entonces, el método de la integral de Melnikov. el resultado que se
obtiene (para un resumen del cálculo ver Apéndice B)
m2Alf - = — ——- sin c . I\7.14
(Yl) SIX? sinhfiïr Lr’l ( )
:iene ceros aislados, es decir, la integral de Melnikov .M(;¡) se anula periódicamente,
sícrno inequívoco de caos homoclínico.
Por lo tanto, vemos que el acoplamiento entre H y «SHinduce resonancias internas
entre a y ol (o 551)y como consequencia ambos. la separatriz y los toros KAM resonantes
subyacentes, son destruidos. En su lugar aparece una nueva clase de estructura en el
espacio de fases, la capa estocástica [Calzetta y El Hasi 1993}. La estructura de la capa se
puede analizar muy bien por medio de las secciones de Poincaré [Hénon 1983:. Además,
se encuentra que junto con los puntos fijos y toros invariantes hay una nueva clase de
órbita invariante, los "cantores" [Meiss 1992]. Los cantoros poseen aberturas las cuales
59
permiten la comunicación entre diferentes partes de la capa estocástica y el exterior.
La separación entre condiciones iniciales de recolapso y de inflación es entonces menos
clara: órbitas que comienzan por debajo de la separatriz original pueden atravesar las
aberturas _vconvertirse en infiacionarias a través de un proceso de difusión Hamiltoniana
[Arnold 1964; Chirikov 1979; Zaslavsky et al. 1991]. Por lo tanto, que un Universo sea
inflacionario o no puede depender de efectos dinámicos no triviales como la rotura delos toros KAM.
En la medida que consideremos al campo ¿al como homogéneo, habrá siempre un
valor cn'tico del momento 7 tal que, las órbitas que salen de la singularidad por debajo
de este umbral siempre recolapsan. Eso se debe al hecho que, una vez impuesto el
vínculo Hamiltoniano, el espacio de fases disponible es tridimensional y así, es separable
por toros KAM bidimensionales. Por lo tanto, cualquier toro no roto atrapa el volumen
en el espacio de fases contenido en su interior. haciendo el recolapso inevitable. Es claro,
además, que este valor crítico será cercano al valor de la separatriz r N 1/\/8—Aen a = 0,
al menos para valores de la masa pequeños. En forma similar. aunque la conservación
del volumen en el espacio de fases implica que algunas órbitas que parten del exterior
de la separatriz deben entrar en la capa estocástica y ser atrapadas. es razonable pensar
que el valor de la masa no afectará en gran medida el comportamiento de las órbitas
por encima de la separatriz. De estas consideraciones se concluye que la clase de efectos
discutidos más an'iba están asociados a condiciones iniciales bastante excepcionales.
Sin embargo. la localización de la capa estocástica en el espacio de fases se debe
a que hemos considerado un modelo con sólo dos grados de libertad. Tal localización
no ocurre en modelos de dimensión más alta, como aquellos donde se consideran in
homogeneidades del campo y/o la geometría. El segundo modelo a considerar en este
capítulo. donde se agrega un solo modo inhomogéneo a1campo homogéneo ól de fondo,
constituye un primer paso en el estudio de esos modelos más complejos.
La dinámica de los sistemas no-integrables, con más grados de libertad, es cuali
tativamente distinta de 1a de aquellos con sólo dos grados de libertad. En nuestro
caso tenemos un espacio de fases de seis dimensiones (a, o]. 02. r,p1,p2). donde (ó2,pg)
representan la amplitud del modo inhomogéneo y de su momento canónicamente con
jugado. Aún habiendo forzado el vinculo Hamiltoniano. el espacio de fases disponible
60
es de dimensión cinco _vno puede ser dividido por toros tridimensionales. Así, los toros
no rotos no impiden la difusión y, en principio. una trayectoria que comienza en a = 0
con un valor arbitrario de rr puede atravesar la separatriz e inflar.
Este efecto podría considerarse un análogo del concepto de "creación a partir de la
nada", que se ha propuesto en Gravedad Cuántica [Vilenkin 1983]. Vemos que según
nuestro modelo es innecesario suponer una densidad inicial de energía de radiación muy
alta. para explicar cómo el Universo pudo evitar el recolapso. antes que ocurn'era la
inflación. En ese sentido, es similar a análisis previos, en cosmología semiclásica, donde
la creación de partículas fue invocada para cumplir una tarea semejante [Calzetta 1991].
Por otra parte, muestra también que la dinámica no-trivial discutida aquí se extiende
a todo el espacio de fases.
Nuestro objetivo es mostrar los efectos dinámicos no-triviales descriptos más arriba
en simulaciones numéricas de ambos modelos. Debido a que la difusión Hamiltoniana
es un proceso extremadamente lento, sería sumamente difícil seguir numéricamente una
dada trayectoria que parte desde un entomo del origen hasta convertirse en infiacionaria.
En su lugar construiremos la secciones de Poincaré [Hénon 1983], para ambos modelos
(en el segundo modelo la sección de Poincaré será 4-dimensional. así que sólo presentare
mos provecciones de la misma), estudiaremos los exponentes de Lvapunov locales a lo
largo de órbitas selecionadas [Wolf et al. 1985}_vpara el modelo inhomogéneo construi
remos un mapa en el espacio de condiciones iniciales, con el objeto de comprobar la
posible existencia de la Red de Arnold .
IV-3 El Caso Homogéneo. Estructuras en el Espacio de Fases
Construiremos las Secciones de Poincaré a partir de las intersecciones del flujo
dinámico con el plano o] = 0. De esta manera analizaremos la dinámica en el plano a- 7..
Si la simetría conforme no estuviera rota. por la presencia de la masa, el problema sen'a
integrable _vexistiría una separatriz dividiendo el espacio de fases en dos regiones. La
primera, alrededor del origen donde el movimiento es ligado, estaría cubierta con toros
invaziantes. La segunda, correspondería a trayectorias no ligadas que, desde cualquier
61
lugar que se inicien se aproximarían asintóticamente a una solución del tipo deSitter.
En ambas regiones el mon'miento sería regular.
Debido al término de masa la separatriz es substituída por una capa estocástica.
En esta capa los toros. correspondientes a la región interior, son reemplazados por
nuevas estructuras: cantores e islas de estabilidad. Los primeros so: toros no totalmente
rotos, sino que presentan agujeros, algunas trayectorias pueden escapar a través de ellos
mientras que otras permanecen confinadas en la capa estocástica. Las islas se forman
alrededor de los puntos elípticos que reemplazan a los toros resonantes.
Hemos construido las secciones de Poincaré (definidas por ó = 0), para este modelo
homogéneo. El valor de la masa que se ha utilizado es m = 0.65. mientras que como
constante cosmológica se tiene A = 1/8. Ambos valores son adecuados tanto desde el
punto de vista teórico, como de implementación del modelo; se puede comprobar que
los rasgos generales de la solución del problema son independientes de esta elección
particular.
La Fig.19 es una vista general de la región de la sección de Poincaré accesible al
sistema pero donde, por claridad, sólo se han marcado las trayectorias no ligadas. So
breimpuesta sobre los puntos correspondientes a los estados del siszema está la solución
analítica correspondiente a m = 0, es decir, al caso de simetría conforme que conduce a
una etapa infiacionaria (cf. ec.(I\-".7)).
Efectivamente la línea sólida corresponde a la separatriz de la dinámica no per
turbada, la separación entre ésta y los puntos de la simulación numérica se puede con
siderar una medida del ancho de la capa estocástica. Se observa claramente que todas
las órbitas que se alejan lo suficiente de la región ligada se aproximan a la trayectoria
(infiacionaria) esperada. Esta es una confirmación de que el modelo, luego de alguna
evolución dinámica no trivial, verifica el principio de "calvicie cós:.ica”.
Como se ha dicho, las secciones consisten en sólo dos variables. que hemos elegido
como las más lentas, es decir, a y 77.Entonces, cada uno de los toros está caracterizado
por un valor de p¡ (o equivalentemente de j] ). La Fig.’20muestra u;a vista general de la
sección, el gráfico corresponde a cerca de un centenar de condiciones iniciales distintas,
62
3
2.
¡.
7T o
-1.
-2,
'3 -'2 -'1 o 1 é 3'
a
Figura 19. Sección de Poincaré en el plano o; = 0. Sólc se muestran las trayectoriano ligadas. La línea sólida corresponde a la separatriz del caso conforme m = 0.
todas ellas corresponden a a = 0, o} = O, diferenciázdose por el valor de pl que se
varió hasta llegar a pl = 0.512 (7.-quedó determinado por el vínculo Hamiltoniano). Se
pueden apreciar los toros interiores, que se preservan intactos, y donde los puntos que
los determinan parecen-ajustar sobre una curva suave.
Notemos, sin embargo, que dichos puntos no están ordenados en forma secuencial, así,
cada toro corresponde a numerosas vueltas alrededor de!origen (en lenguaje cosmológico
a varios ciclos cósmicos). Moviéndonos hacia afuera del gráfico se ve la aparición de
“órbitas” correspondientes a toros KAM rotos. luego de algunas vueltas los puntos
correspondientes escapan hacia un valor asintótico correspondiente a una solución de
DeSitter. Más hacia afuera un nuevo conjunto de trayectorias estables forma un patrón
triangular de islas ¡el número de islas indica que estamos en presencia de una resonancia
de orden 3). Esta cadena de islas secundarias rodea el centro en forma simétrica.
Aparece una ligera asimetn'a en las dos islas inferiores. debido a la ruta de escape al
infinito, que puede atribuirse a la elección particular de condiciones iniciales. Hemos
comprobado que, a medida que la masa del campo aumenta, el último toro no roto se va
desplazando hacia el centro: pero en la medida que la amplitud adiabática no se anula.
63
-0 .75 '
-1 -0 .5 0 0 .5 1
Figura 20. Lo mismo que la Fig.19. incluyendo la región de m0virniento cuasiperiódico.Se aprecian claramente ¡res islas de estabilidad secundarias.
dicha órbita nunca alcanza el origen de la sección de Poincaré a causa del término de
acoplamiento no lineal (para no viola: el vínculo Hamiltoniano, ci. ec.(I\'.6)).
La Fig.21 exhibe una ampliación de la isla superior. Se ven algunos toros no rotos,
luego una región KAM y posteriormente la isla de estabilidad que substituye a los
toros correspondientes. Como es bien sabido. en los sistemas no integrables existe una
jerarquía infinita de tal manera que alrededor de cada isla secundaria hay un conjuntode islas de tercer orden. alrededor de cada una de estas existe una cadena de islas de
cuarto orden y así siguiendo. A medida que el orden en la jerarquía crece el tamaño de
las islas correspondientes decrece. Ese comportamiento se puede apreciar en la figura,donde se ve claramente una cadena ¿e islas terciarias.
Encontramos que no todas las órbitas en la capa estocástica escapan al infinito, al
gunas de ellas se mantienen por más de 300 iteraciones del mapa, sin signos aparentes de
desestabilizarse. No se observa una separación clara entre órbitas estables e inestables,
algunas órbitas inestables son seguidas por otras estables. Este efecto de intermiten
cia es una clara indicación de la formación de cantores: después del último toro no
roto se forma una capa de toros que se rompen gradualmente, corno si el toro se fuera
6-1
-o.2 -o.1 o 0.1 0.2
aFigura 21. Ampliación de la isla superior de la figura anterior. Se aprecia la aparición
de islas de tercer orden.
des- truyendo por sectores: algunas trayectorias consiguen escapar sólo luego de un largo
período de rebotes dentro de la capa estocástica, mientras que otras podrian permanecer
confinadas por siempre, y es de esperar, debido al teorema. de Liouville, que otras desde
el exterior penetren, y sean atrapadas, en el mar estocástico.
Como otra forma de resaltar la diversidad en el comportamiento dinámico, hemos
calculado los exponentes de Lyapunov del sistema para tres trayectorias diferentes.
corres- pondientes a un toro no roto, a uno roto que conduce a movimiento irregular
o caótico, y a una trayectoria estable dentro de las islas secundarias. En la medida
que estudiemos el modelo en la región no ligada del espacio de fases, los exponentes de
Lyapunov no son de mucha utilidad como indicadores de comportamiento irregular o
caótico, pero si pueden considerarse una medida de la escala de tiempo en la cual el sis
tema se desestabiliza. En la Fig.22 mostramos el máximo exponente de Lyapunov para
una trayectoria inestable con condiciones iniciales ol = a = 0, pl = 0.736. Se observa
que luego de una etapa transitoria inicial. el exponente se vuelve positivo durante varios
períodos de recurrencia sobre la sección de Poincaré. nunca se estabiliza y sobre el final
crece abruptamente debido al caracter no ligado de la órbita elegida. Por otra parte.
65
cálculos similares con condiciones iniciales dentro de la isla central, o de las secundarias.
muestran que luego del transitorio los exponentes respectivos tienden lentamente a cero,
como corresponde a trayectorias estables.
0.04 '
0.02 ‘
100 200 300
-0 .02
Figura 22. Máximo exponente de Lyapunov para una trayectoria inestable (concondiciones iniciales 0'1 = a = 0. pl = 0.736). Nótese que nunca se estabiliza y sobreel final crece abruptamente debido al caracter no ligado de la órbita elegida.
IV-4 El Caso Inhomogéneo. Difusión de Arnold
Vamos a añadir un segundo modo. inhomogéneo, al campo de radiación. De esta
muera podremos analizar la reacción del modelo ante un aumento del número de grados
de Libertad del sistema. El caso de tres grados de libertad ha sido mucho menos estudiado
en TSD. El espacio de fases tiene ahora seis dimensiones, si lo dividimos con un plano
la Sección de Poincaré resultante es ahora de cuatro dimensiones, lo cual es mucho más
difícil de visualizar que la superficie bidirnensional correspondiente al problema con dos
grados de libertad.
66
En el caso de los sistemas integrables hay, además del Hamiltoniano, otras dos
integrales de movimiento. Por lo tanto la secuencia de puntos yace sobre un subconjunto
bidimensional de la sección. Si el sistema es no integrable. pero hay una región donde
el teorema KAM se aplica, también esperariamos tener toros bidimensionales. En la
situación opuesta. un sistema completamente ergódico. los puntos cubrirían una región
de cuatro dimensiones en la sección de Poincaré. Así, la dimensión de la variedad
ocupada por la secuencia de puntos está comprendida entre 2 y 4.
Existen diversas técnicas para estudiar esta clase de sistemas, la que aplicaremos
aquí consiste en proyectar el espacio cuadridimensional de la sección de Poincaré en
tres dimensiones, descartando una de las cuatro coordenadas. Si la secuencia de puntos
yace en un subconjunto bidimensional de la sección, también lo hará su proyección en
el espacio reducido. Esencialmente hay dos métodos que trabajan con esta técnica.
La primera ha sido desarrollada por Froeschlé [Froeschlé 1970], y consiste en proyectar
estereoscópicamente los puntos de la sección. En la segunda se tiene en cuenta que la
probabilidad de que un punto caiga sobre una superficie arbitraria es cero, por lo tanto
el plano que se utiliza para definir la sección tiene un espesor finito [Froeschlé 1972].
Este es un camino intermedio entre proyectar sobre alguna variable. es decir, ignorar por
completo los valores que toma, o fijar exactamente el valor de dicha variable. Nosotros
hemos proyectado directamente sobre la sección, pero comprobamos que si restring'íamos
Óga una banda de espesor 10-3 nuestros resultados no cambiaban sustancialmente.
Por otra parte. hay una propiedad fundamental que distingue los sistemas con tres
o más grados de libertad de aquellos con sólo dos: la difusión de Arnold. En sistemas
con sólo dos grados de libertad las regiones caóticas están siempre separadas por toros
no rotos invariantes. estos toros actúan como barreras infranqueables en la sección de
Poincaré. Pero con tres o más grados de libertad hay dimensiones extra en el espacio de
la sección que las trayectorias pueden utilizar para sortear dichos toros y, en principio,
explorar la totalidad del espacio fásico. Desafortunadamente este comportamiento es
muy difícil de visualizar numéricamente y sólo tiene sentido estudiarlo muy cerca de la
frontera de la región caótica.
Si, en nuestro modelo específico, el campo de radiación fuera no masivo tendríamos
otras dos integrales de mevimiento, las acciones j] = (pï 4 06/2 _\'jg = (p; + 032)/2
67
asociadas a los modos 431y óg respectivamente. De tal forma el sistema sería integrable.
Al ser m 7-L0 es de esperar que el sistema exhiba un comportamiento más interesante.
La Fig.23 muestra una trayectoria estable del modelo inhomogéneo, esta trayectoria
corresponde a más de mil iteraciones sobre la sección de Poincaré.
Figura 23. Sección de Poincare' para una trayectoria estable del modelo inhomogéneo.Las condiciones iniciales corresponden a 01 = Ó: = a = 0.p¡ = 05293.7. = 0.7295.Se aprecia claramente la no conservación de la amplitud adiabática asociada al modohomogéneo. '
Las condiciones iniciales corresponden a 01 = Óg = a = 0,p1 = 0.7293. 7 = 0.7295
_\'pg determinado a partir del vínculo Hamiltoniano. Se puede ver que la trayectoria
parece ajustar bastante bien sobre una curva. mientras que se aprecia claramente la
no conservación de la amplitud adiabática asociada al modo homogéneo. Asimismo,
6 (/I
se observan algunos puntos de escape, estos corresponden a los últimos evaluados y su
dispersión puede ser un reflejo del comienzo de la inestabilidad del sistema o atribuirse
a inexactitudes numéricas en la integración.
La Fig.24 corresponde a una órbita caracterizada por otro conjunto, muy próximo,
de condiciones iniciales (4)] = Óg = a = 0,p1 = 0.7293, F = 0.7294 y pz se obtiene como
antes).
Figura 24. Lo mismo que la Fig.23 pa'ra una órbita caracterizada por otro conjunto,muy próximo. de condi:iones iniciales (01 = 0;. = a = 0,p¡ = 05293.: = 0.7294).Esta órbita es mucho menos estable que la anterior.
69
Esta órbita es mucho menos estable que la anterior, el vínculo Hamiltoniano sólo se
preservó durante un período cinco veces menor. Esta trayectoria difícilmente se pueda
ajustar con una curva, antes bien parece cubn'r una superficie (o aún un volumen). en
el espacio de la sección. Lo más relevante para nuestro propósito es resaltar que las
condiciones iniciales se eligieron para obtener una trayectoria más estable. en principio.
que la anterior (utilizamos el mismo pl, pero un valor de n más bajo en este segundo
caso), pero el resultado parece ser exactamente el opuesto.
Para corroborar los resultados anteriores la Fig.25 muestra una comparación entre
los exponentes de Lyapunov locales asociados a cada trayectoria.
0.04
0.01 "
200 400 600 800 1000 1200 1400
-0.01 "
Figura 25. Comparación entre los exponentes de Lyapunm' locales asociados lastrayectorias de lu Figs.23-24. El superior corresponde a la segunda órbita y su valores aproximadamente el doble del correspondiente a la primera. Ésta es claramente máseStable a.pesar de pertenecer a una región más externa de la capa estocástica.
70
El gráfico superior corresponde a la segunda órbita y su valor es aproximadamente el
doble del correspondiente a la primera. El de ésta es claramente más estable a pesar del
hecho de pertenecer a una región más externa de la capa estocástica. La.indicación de la
existencia de un proceso de difusión de Arnold es clara. existe una posibilidad cierta de
que órbitas interiores “salten” sobre otras más estables y se aproximen asintóticamente
a la solución de deSitter. De esta manera tenemos un mecanismo clásico para comenzar
la inflación en forma adecuada, sin necesidad de especificar ningún valor particular sobrelas condiciones iniciales del sistema.
Concluimos esta sección con dos diagramas en el
0 .73
0 .729
0 .728
0 .727
0 .726
0 .725
espacio de condiciones iniciales.
L
0.7285 0.729 0.73 0.7305 0.731 0.7315l
Figura 26. Espacio de condiciones iniciales p¡ - 7:. El sector corresponde a 0.725 <pl < 0.73 3. 0.7288 < z < 0.7308. Las "'" indican trayectorias inestables: es decir.que no alcanzan las SGOrecurrencias sobre la sección de Poincaré.
Para obtener la Fig.26 tomamos, nuevamente, ol = Óg = a = 0, y consideramos el
sector 0.725 < pi < 0.73 _v0.7288 < r < 0.7308. determinando pg a partir del vínculo
Hamiltoniano. Dadas más de 3000 condiciones iniciales en el plano pl —7.-se dejo
evolucionar el sistema hasta que se violara el vínculo (síntoma de que la trayectoria
correspondiente era inestable), o hasta alcanzar las 500 recurrencias sobre la sección de
Poincaré. que tomamos como indicación, a los efectos prácticos, de que la trayectoria
era estable. Las estrellas corresponden a las órbitas inestables.
0.728 " '
0.7278 ' '
0.7276 r
0.7274 r
0.7272 '
0.727 r
0 .729! 0 .7295 0 .7296 0.7297 0 .7293
TC
Figura 27. Ampliación de la región central de la figura anterior. El sector estádefinido ahora por 0.727 < pl < 0.728 y 0.7294 < :7 < 0.7298. pero la distancia entrepuntos es cinco VECESmenor.
Puede observarse la ausencia de una división nítida entre éstas _vlas trayectorias es
tables. como asi también la presencia de órbitas inestables bien en el interior de la región
regular: esto indica que, aún comenzando en la región regular. cualquier perturbación
nos puede enviar fuera de ella. Asi, el gráfico sugiere la existencia de una red o malla (la
red de Arnold). que conecta la (casi) totalidad del espacio de fases y es indicativo de que
‘l lO
trayectorias que comienzan con una dada condición inicial pueden “cruzarse” y evolu
cionar como otra órbita con condiciones iniciales totalmente diferentes. Se obtiene así,
un proceso de difusión Hamiltoniana. tal que, dado el tiempo suficiente, prácticamente
cualquier trayectoria puede explorar la totalidad del espacio fásico. Obsérvese que nos
hemos movido muy poco en el espacio de condiciones iniciales, el ancho de la región
estudiada es de sólo de unas pocas milésimas.
La Fig27 corresponde a una ampliación de la anterior. definida por 0.727 < pl <
0.728 y 0.7294 < 7:< 0.7293, donde hemos barrido en el espacio de condiciones iniciales
con un paso cinco veces menor. Es notable la similitud con el gráfico anterior, cuandoDOSinternarnos en escalas menores.
De lo que antecede se desprende que, aún cuando el Universo evolucione hacia una
etapa de expansión inflacionaria, la formación de estructuras en el espacio de fases hace
que esta evolución no sea trivial. Sus efectos podrian, en principio, extenderse a la
totalidad de dicho espacio.
CAPÍTULO v
EFECTOS NO LINEALES EN COSMOLOGÍA SEMICLÁSICA
En los capítulos previos hemos estudiado diversos efectos causados por contribu
ciones no lineales en cosmología clásica y vimos las consecuencias que la existencia de
resonancias entre los distintos grados de libertad tenían sobre la evolución del sistema.
Sin embargo. el marco natural para formular los problemas cosmológicos, en el Universo
Temprano. es la Teoría Cuántica de Campos en el Espacio-Tiempo Curvo (TCCETC)
[Birrel y Davies 1932]. En efecto, debido a las energías puestas en juego durante ese
período es necesario tener en cuenta la naturaleza cuántica de los campos que pueblan
el Universo. Sin embargo, dado que rápidamente los niveles de energía caen muy por
debajo de la Energía de Planck. es posible despreciar los efectos cuánticos asociados al
campo gravitatorio 3' la geometría de fondo puede ser tratada clásicamente.
Por supuesto, cuando se estudia la TCCETC usualmente se está interesado en
examinar fenómenos que se deben a la no trivialidad de la geometría o la topología.
Algunos efectos bien conocidos son: la creación cosmológica de partículas [Parker 1969].
el rol de los términos de polarización de vacío en el tensor energía - momento renorma
lizado (T",)m, [Fischetti, Hartle y Hu 1979], la dependencia del “potencial efectivo" o
de la “acción efectiva" con la métrica de fondo [Hu y O’Connor 1984], etc. El forma
lismo que surge naturalmente en este marco permite estudiar en forma autoconsistente
la dinámica del universo primitivo. teniendo e: cuenta las correcciones cuánticas.
En parzicular. es de sumo interés el estudio del período de recalentamiento. que
ocu:re hacia el final de la etapa inflacionaria [.ébbott, Farhi y Wise 1982]. Los primeros
estudios sobre esta etapa se efectuaron considerando un acoplamiento fenomenológico
entre el infiatón y la radiación constituida po: sus propias fluctuaciones cuánticas
brecht et a1. 1982]. Usando las ecuaciones que surgen naturalmente en el marco de la
TCCETC es posible reproducir estos resultados. a partir de primeros principios, mejo
rando nuestra comprensión acerca de como ocurre el recalentamiento (cómo se crean
74
partículas y concluye la inflación ) [.lIazzitelli, Paz y El Hasi 1989]. En efecto, las
técnicas desarrolladas y utilizadas en la TCCETC son extremadamente útiles al estu
diar el problema, debido a que los campos acoplados al inflatón o adquieren una masa
variable (a causa de la dependencia de o con t). Esta masa actúa como una fuente
externa que crea partículas disipando la energia del inflatón. Mostraremos que el factor
predominante. en el desarrollo de este fenómeno. es la aparición de resonancias entre
los modos asociados a las particulas creadas y el inflatán (para una referencia anterior
sobre el tema se puede ver, por ejemplo [Hartle 1981; Calzctta y Castagnino 1984]).
Vamos, entonces, a estudiar el periodo de recalentamiento, es decir, la etapa en la
cual la energia del infiatón se disipa en radiación para el modelo de nueva inflación. En
este modelo se supone que ocurre una transición de fase en la escala de la Teoría de
Gran Unificación (TGL'), y casi todos los efectos gravítatorios no triviales, lejos de la
escala de Planck, pueden ser despreciados.
Para ser más precisos, resumamos el comportamiento del infiato’n, que puede ser
considerado como una magnitud clásica. en modelos infiacionan'os de este tipo. A
altas temperaturas, el potencial efectivo tiene un único minimo en ó = 0. A medida
que el universo se enfría, la forma del potencial cambia drásticamente y aparece un
mínimo verdadero en o = óm ,=’0. mientras que el campo escalar es atrapado en el
falso vacío ó = 0. Luego, y debido a algún mecanismo que no discutiremos [Guth y
Pi 1985; Calzetta 1989], el campo escalar comienza un lento camino de descenso (el
"slow roll-over”) hacia el vacío verdadero (o’ = om). Durante este período, cuando la
densidad de energía está dominada por la contribución estática del potencial efectivo,
ocurre la inflación dado que l}¡(,ó) 2 l;¡(0) actúa como una constante cosmológica
efectiva. Posteriormente. el campo oscila rápidamente alrededor de ó = om y se crean
partículas de todos los campos acoplados al infiatón (éste es el régimen que nos interesa
estudiar). La energía del campo escala: es así convertida en radiación y las oscilaciones
se amortiguan. La producción de particulas incrementa la temperatura del universo.
por eso este período se denomina recalentamiento.
Como dijimos, efectuaremos nuestro análisis a partir de primeros principios, es
decir, utilizando las ecuaciones que se derivan en el marco de la TCCETC:
Ál (Jl
—Üo+ (I"(o’)) = o, (V.1a)
GW = m;2(T,w(o)) , (V.1b)
donde Gm, corresponde al tensor de Einstein y . corresponde a los valores de ex
pectación cuánticos. Dado que el Universo se encuentra en proceso de expansión, su
comportamiento dinámico es de relativo interés. Consideraremos. entonces, la presencia
de un campo de radiación escalar como medio de disipar la energía del infiatón‘ a través
de la reacción que la creación de partículas de dicho campo tiene sobre la ecuación deevolución del infiatón.
V-l Ecuaciones Autoconsistentes del Sistema
La notación y convenciones serán las mismas de los capítulos precedentes, pero
ahora la acción gravitatoria está dada por
59 = fd"I\/_-g[m;(R —2.\) —¿IR?—engR’” —eameflm] . (V2)
Incluimos los términos cuadráticos en la acción debido a que son necesarios para la
renormalización. El tensor de Einstein generalizado se define como,
J) f.szW=_;%“9 9 (V.3)
, 1 om;(R,,,, - 3129,“,+ Ag”) + 61H“) + engíj) + 63H,” .
(1 (2) . . .Los tensores HW), Hu, y HW resultan ser combinaCiones no lzncales de R. RW. RW,Der
y sus derivadas. la forma general de los mismos puede verse en {Birrcl y Davies 1982].
76
Debido al teorema de Gauss - Bonnet, en cuatro dimensiones el tensor H¡w es una. ., . 2
combination lineal de HL!) y Hg), HW, = —H,(,lu)+ 4H,(w).
La acción pa:a el infiatón más un campo escalar de radiación es:
1 o /\
5; = -3/d4I\/‘9[aflóaflo + (m8¡7601:0952++ am»; “1711+ch + ¡1992621
gx24)
Denotemos por cvo(x,t) el valor medio (en promedio cuántico) del campo o'(x,t) y por
¿(x,t) la fluctuación del mismo,
¿(x,t) = o(x,t) —o'o(x.t). (\-".5)
A partir de ias Ecs. (V2) y (\-'.4) es fácil mostrar que en la aproximación de un
lazo (es decir a primer orden en ñ). las ecuaciones de campo son:
4:00 + (mi + {0}?)00+ A9503+ hóo(.v‘2)+ WOW) = o , (\'.6a)
miG“ = Two) + (ww) + <no» a (Kiab)
{1; + [mi + hoz+ un; = o , (\'.6c)
—D¿ + [m2 + 3Áog + ¿05:36 = o. (\'.6c)
Por simplicidad, supondremos que el acoplamiento entre o y apes muy débil, respec
to del que existe entre el izifiatón y sus propias fluctuaciones cuánticas (concretamente,
pediremos que h <<A), e ignoraremos la ecuación para la fiuctuación en la discusión que
sigue. Se puede :ostrar. efectuando el análisis completo del sistema. que esta hipótesis
es consistente en la medida. que. como se verá más adelante, la creación de cuantos
asociados al campo d) está fuertemente suprimida y, así, su efecto sobre la dinámica
puede despreciarse.
En la Ec.(V.6b ) 7.1,“,(99)denota el operador tensor de energía - momento de un
campo libre, con masa variable dada por mi + ho’oz. Como en toda Teoría Cuántica deCampo, los valores de expectación que aparecen en las (V.6) son infinitos y deben ser
renormalizados. El proceso de renormalización se efectúa siguiendo técnicas estándar
(ver por ejemplo: [Paz y Mazzitelli 1988]).
Debido a que luego de la inflación la curvatura espacial se vuelve muy pequeña
consideraremos el caso particular de un espacio-tiempo con secciones espaciales planas
(k = 0, en la terminología de los capítulos anteriores), con elemento de línea:
ds? = —dz‘2+ a2(t)(d:c? + dy2 + dz?) ( )V.7= a2(7¡)(—dn"'+ dz? + dy? + c122),
donde t denota el tiempo cosmológico y n el conforme.
Además, supondremos que el infiatón es un campo homogéneo ((ó(x,t)) = óo(t),
que ambos campos son no masivos (mó = m‘r7= 0), ¿,9está. acoplado conformemente
al escalar de Ricci R (¿9, = é) y. como siempre, {Ó = 0. En este caso las ecuaciones
renormalizadas resultan (escribimossólo la parte temporal de la Ec.(V.6b [Mazzitelli,
Paz y El Hasi 1989],
—ÜÓO+ Velf(ÓO)+ hóo<P2)ren= 0 a
'7 ' ' 3 e . " _
H- + «HR —2HR>= firmo) + (Too(s9))ren], (Hb)p
,0 1 .
43; + [ho¿(t) + ER]; = o , (xl.8c)
donde (...)r.,n denota las respectivas cantidades renormalizadas, e es una constante
relacionada a ¿1 (cf. Ec.(\'.3)), el punto indica derivada respecto de t, la derivada del
potencial efectivo (el potencial de Coleman - Weinberg [Coleman y Weinberg 1973]) está
dada por
3 9A?V'(o)-A + h? 3— Oe! o o 1672
, o? 11 o?
ogunïg —í1+ 32700 ln ïg (\/.9).4
Tjflóo) es el tensor de energía - momento clásico del campo interactuante en el cual
el potencial ha sido reemplazado por l/ef, y es una constante que surge del proceso
de renormalización y está asociada al mínimo del potencial y todas las constantes de
acoplamiento se encuentran renormalizadas. Al final de la etapa inflacionaria la cons
tante cosmológica se puede considerar nula.
Las Ecs.(V.8) son nuestro punto de partida. Los valores de expectación (592),en
_\'(Ï00)r¿n contienen información acerca del estado cuántico del campo. los efectos de
polarización de vacío. y la producción de particulas. El cálculo de estos valores de
expectación renormalizados no es trivial y se ha hecho siguiendo la receta prescripta
en la Ref.[Paz y Mazzitelli 1988]. Veremos que, debido a su presencia, la energía del
inflatón se convierte en radiación. Para mostrar esto es conveniente trabajar con las
Ecs.(V.8) escritas en una forma más sencilla. De manera simile: que en capítulos ante
riores reparametrizaremos el campo como X = a; y trabajaremos en tiempo conforme
(utilizaremos t o 77según resulte más conveniente para escribir las ecuaciones, denotando
con ' la derivada con respecto a 1;), de esta forma el campo se puede desarrollar como:
dal: -_ s _ .._ _
uxnn=fWe'kxlakxk<n)+a;kxk(m5, (i210)
J. I I a -\ - I
donde ak' 3' ak son los operadores de creac10n y amquuacxon. Se puede ver que los
modos del campo satisfacen
xíí + ik? + hoáazlxk = 0- (li-11”
Esta ecuación corresponde a un oscilador de frecuencia mriable wk(r)) = k2+hog(77)ag(77).
y da lugar al estudio del fenómeno denominado resonancia parame’trica [Landau y Lif
shitz 1960], debido a la dependencia del parámetro (uk) con el tiempo. Precisamente.
en trabajos recientes, el fenómeno de resonancia paramétrica ha sido invocado como
un mecanismo altamente eficiente de creación de particulas [Trashen y Brandenberger
1990: Kofman. Linde y Starobinsky 1994: Shtanov, Trashen y Brandenberger 1994].
Para resolver la Ec.(\-'.11). es conveniente introducir las funciones complejas o-k(q)
y [ik-(n) las cuales están definidas por [Starobinsky 1984b],
Xk =(2A—'—‘k)-1/2l0k(’7)€_(’7)+ Bk(n)e—z(n)l
xt = -i(»'k/2)‘/?{ok(n)e-(n) - 13k(n)e+(n)],
donde
ei(’7) = explii f “kW/MUI]
Entonces. la Ec.(V.11) es equivalente a (ver Apéndice C):
a; = “¿ei/2.} .
con la condición de normalización lakl2 —Iflklg =
(V.12a)
(V.12b)
(V.13)
(v.14a)
(VJ-tb)
Siguiendo la Ref.[Paz y Mazzitelli 1988}. calculamos los valores de expectación
renormalizados que aparecen en la Ec.(\'.S) (para un esquema del cálculo ver Apéndice
80
D). El resultado para g? es (hemos despreciado todos los términos que son irrelevantes
para nuestra discusión):
, 1 d’k .v-->,m»_ _3 2. \.15(Y, SM f ¿ki kI ( )
Mientras que para el tenso:- energía - momento se obtiene:
- 1 a.
(T00>renNm wklfikl--bn (1
El sistema de Ecs.(\'.8a ), (\'.8b ). (\'.14). (\-".15)y (V.16) permite estudiar, a partir
de primeros principios. el slow roll y el período de recalentamiento en la aproximación
de un lazo. Por supuesto, para resolver el sistema se necesitan complicados cálculos
numéricos. No obstante. durante la etapa de recalentamiento, es posible obtener cierta
información mediante métodos analíticos aproximados.
V-2 Creación de Partículas y Resonancias
Después del descenso lento el valor medio del campo del Infiatón oscila alrededor
de om. Supondremos que durante el período de recalentamiento oo tiene una soluciónde la forma:
00(t) = o'm(t) + Blt)sin/ .Q(t')dz"= o'm(t) + B(1.‘)sin‘/17Q(r]')a(n')dr]' , (\'.17)
donde Q es la frecuencia de cuasi-oscilación del inflatón alrededor del mínimo de poten
cial 3' om(t) es solución de
¿m+ 3Her +1;'¡(om)= o. (\'.18)
81
Si H << Q,mp, los efectos gravitatorios no serán importantes y como consecuen
cia óm(t) estará dado, aproximadamente, por el valor (independiente del tiempo) del
espacio-tiempo plano V’í?l°"°)(ó,,,) = 0. También supondremos que B(t) << Óm(t) yque (B/B) N 1/7' << Q; es decir, el valor medio o’o(t) oscilara' muchas veces antes de lle
gar a óm. Notemos que Q no es un parámetro independiente, sino que está relacionado
con la derivada segunda de Vd de la siguiente forma:
o? = Ve",(qóo)2 ¿7m? + %)óïn N ¿Wai . (v.19)
El siguiente paso es calcular el número de partículas creadas Nk = Iflklg. Para esto
utilizaremos el mismo método que en la referencia [Mazzitelli, Paz y El Hasi 1989],
(puede verse también, aunque en otro contexto, [Starobinsky 1.98417]). Tomaremos
014770) = 1 y flk(no) = 0 como condiciones iniciales, donde 170es el instante en que
comienza el recalentamiento. Aunque estas serían condiciones en el momento en que la
simetría aún no está rota (antes del descenso lento), nuestra elección se justifica debido
a que durante el descenso lento la producción de partículas es despreciable. Además, a
primer orden en [3kse puede tomar ak 2 1 para todo tiempo. Con estas aproximaciones
y teniendo en cuenta la parametrización Ec.(\-".17), la Ec.(V.14) se puede integrar u
sando el método de la fase estacionaria [Tabor 1989], suponiendo que los factores que
varían más rapidamente con el tiempo son los oscilatorios. El resultado que se obtienees:
0 , si uk > Qa(77)/2
lfikÜm = WAGON2, ¡'a:::B[%]1/2 (V20), si uk < Qa(17)/2Qa=2uk
Aquí wi = k2 + Algaz donde Mi = ho?" es la masa de las partículas creadas. Notemos
que IBk(oo)| es una función de k a través de la dependencia explícita y también a través
de la dependencia aparente en 17que es una función de k debido a a(77)= Zum/Q. Como
corresponde. la variación de la fuente externa óo(t) excita modos del campo con uk
más bajos que la tasa de expansión Q. Supondremos que las partículas creadas son
S2
ultrarrelativistas. es decir, ¿UP << Q (o lo que es lo mismo h << AZ). Vemos aquí que
nuestra hipótesis de considerar nula la producción de partículas o fue razonable, ya quea.
para ellas siempre vale la condición .‘k(o) > Qa(77)/'2
Observemos que uk = (la/2 corresponde a la condición (a orden más bajo) de
resonancia paramétrica en la Ec.(\7.11) [Landau y Lifshitz 1960]. Como hemos dicho.
el efecto de recalentamiento por resonancia paramétrica entre el inflatón _vlos campos
asociados a él ha recibido mucha atención. recientemente, como un mecanismo más efi
ciente para disipar la energia del infiatón. que lo que se obtiene mediante un cálculo
perturbativo usual. aumentando en varios órdenes de magnitud la tasa de crecimiento
de la energía de las partículas creadas durante el recalentamiento. Notemos que un
mecanismo similar. de resonancia entre distintos grados de libertad, conduce a la no
conservación de la variable de acción adiabática, y así a la aparición de la capa es
tocástica, en los modelos clásicos que discutimos en los capítulos anteriores.
Vemosque este resultado aparece naturalmente en nuestro formalismo. Esto se debe
a que al integrar la Ec.(\7.14), suponiendo que los campos son rápidamente oscilantes.
la principal contribución proviene del término exponencial. que es estacionario cuando
los dos campos oscilan con frecuencias muy próximas.
Por supuesto. dada la condición de resonancia ¿sk w {la/2, los modos excitados
serán aquellos para los cuales:
|km| N {ze/.1—ho?" a . (V21)
Por lo tanto. a medida que el Universo de expande. ambos frecuencias se van diferen
ciando hasta salir de la región de resonancia. con lo cual finaliza el proceso de creación
de partículas asociadas a dicho modo.
Consideremos ahora la ecuacion de Einstein semiclásica (\-".8b Durante el des
censo lento, la fuente de esta ecuación es Ïgof(óo) E l'e¡(0) dado que (Cl-4),.“ es cero.
Para oo É o'm el tensor de energía momento efectivo va a cero y (Too),¿n domina el
miembro derecho de la ecuación. Es fácil encontrar la dependencia temporal de (TOOL-¿n
con el resultado de flk. A partir de (V.16) tenemos
_ 1 90/2 3 2
(T00)ren 2 277204/0 dick |5k| , (V22)
entonces, para hacer una estimación de (Í‘oo)rm, pasaremos de una ecuación en k a una
ecuación en t a través de la Ec.(V.21), y supondremos que la producción de partículas
es casi constante durante varios periodos de oscilación del infiatón, de tal manera que
el integrando se mantenga casi constante durante ese lapso. Con estas hipótesis, el
resultado que se obtiene es:
911293,B2(Í00)ren N 641,7 (V .23)
si aún no se alcanzó el tiempo característico en que se disipa la energia del inflatón (tc),
y:
- 9h2ó3nB2a4(tc)(T00)renNW a (V .24)
para tiempos mayores que tc. De este último resultado vemos que, al finalizar el re
calentamiento, la inflación ha concluido y el Universo se encuentra dominado por laradiación.
Entonces, si derivamos (\I .22) respecto de t (t < tc), obtenemos:
((Íoo)m.)-z (44H + mmm“, . (V.25)
Dado que el término —4H corresponde en realidad a un corrimiento al rojo debido
a la expansión del Universo, vemos que la tasa de producción de energía de las partículascreadas es del orden de Q N Ao'm.
84
Podemos concluir, entonces, que el recalentamiento del Universo debido ala creación
de partículas se debe, principalmente. a la existencia de resonancias entre diversos grados
de libertad del sistema. Recordamos que al estudiar los modelos clásicos encontramos
un efecto similar. donde la aparición de resonancias conducía a la no conservación de
la variable de acción adiabática y consecuentemente al caos (cf. Cap.I\'). Asimismo.
las particulas creadas por el campo rápidamente oscilante provocan la aparición de un
término disipativo en la ecuación de evolución del inflatón, de tal manera de amortiguar
las oscilaciones y frenar la creación de partículas. En vista de estos resultados y los
obtenidos en capítulos anteriores, podemos abrigar fuerte sospecha sobre la integrabil
idad de esta clase de modelos del Universo Primitivo. a la vez que se hace evidente la
importancia de las contribuciones disipativas a la dinámica de los mismos [Calzetta, El
Hasi y Tavakol 1994].
(/D 0|
CAPÍTULO v1
CONCLUSIONES
En años recientes, dos ramas de la física han suscitado especial interés: el estudio de
los Sistemas Dinámicos y la Cosmología. La primera ha excedido incluso el ámbito de la
física y se aplica en toda situación donde existan interacciones no lineales, como forma de
comprender el desarrollo del sí5tema involucrado. En tanto, los eszudios Cosmológicos
se basan en la esperanza de c :struir un modelo que nos permita comprender el origen
y la evolución de nuestro Universo.
Dado que las ecuaciones que describen el Universo Primitivo son no lineales. parece
razonable entrelazar ambas razas del conocimiento, e investigar las consecuencias que
se derivan de esta unión. Asi. en los capítulos II a IV mostramos como implementar
diversas técnicas _vmétodos, ¿e aplicación usual en Teoría de Sistemas Dinámicos, al
estudio de problemas cosmológïcos. En el \' hemos avanzado hacia el desarrollo de una
tarea similar en el marco de la Teoría Cuántica de Campos en el Espacio Tiempo Curvo.
En particular. en el capitulo II encontramos analiticamente las resonancias aproxi
madas del sistema. en términos de la variable de acción adiabática del campo escalar.
Calculamos el ESpectro Característico de Exponentes de Lyapunoz' en regiones del es
pacio de fases con diverso comportamiento dinámico. Construimos las Secciones de
Poincaré del sistema, a partir ¿e variar las condiciones iniciales. mostrando la rotura de
los toros KAM _\'la aparición 6-: islas de estabilidad en su reemplazo. Destaquemos que
no hemos encontrado en la bibïografía ninguna referencia donde se muestren Secciones
de Poincaré de un modelo cosmológico. 'Además, estudiamos la correlación entre los
valores del campo en el “Big Crunch". dados los valores correspondientes en el “Big
Bang", para decidir si la detección del caos es viable durante el desarrollo de un únicoUniverso.
Los resultados obtenidos confirman la existencia de comportamiento caótico en este
modelo, para valores suficientemente grandes de la variable de acción adiabática, debido
a la superposición de resonancias en el espacio de fases.
En el capitulo III analizamos un modelo más gezeral. Vía el análisis de estabili
dad lineal del sistema, mostramos que el comportamiento caótico no sólo es posible en
cosmologias cerradas, como en el capítulo anterior. sino también en situaciones más
generales. Implementamos el método de las curvas Frecuencia - Frecuencia y, a partir
de las condiciones iniciales que se obtienen de él, conszruimos la Secciones de Poincaré.
Ésto se efectuó de dos maneras diferentes: barriendo condiciones iniciales en el espacio
de fases (como en el capítulo II), y variando los parámetros del modelo para condiciones
iniciales fijas. Confirmamos nuevamente la apan'ciór. de caos. por rotura sucesiva de
toros resonantes. a la vez que verificamos la robustez del comportamiento caótico enestos modelos.
Posteriormenze, en el capitulo IV, mostramos la utilidad del método de la Inte
gral de MelnikOv como indicador de caos homoclínico. en situaciones donde el modelo
es casi-integrable. Como primer resultado verificamos la validez del principio de calvi
cie cósmica, al comprobar cómo los Universos que no recolapsan se aproximan a una
solución del tipo DeSitter. Por lo tanto el caos podría considerarse un buen mecanismo
para evitar recurrir al ajuste fino en las condiciones iriciales de evolución del Universo.
Vimos, también. c_uela posibilidad de escapar al recolapso está asociada a la aparición
de ciertas estructuras en el espacio de fases: la rotura de los toros KAM, y la aparición
de cantoros. La existencia de estas estructuras indica que el comportamiento dinámico
del sistema es no trivial. aún antes de la etapa infiacionaria.
Por otra parte. al incluir un modo inhomogéneo al campo escalar. pudimos analizar
la reacción del modelo cuando se incrementa el número de grados de libertad del mismo.
Comprobamos, :tonces. cómo aumenta la riqueza de comportamiento del sistema,
visualizando expL‘citamenta la no conservación de la '-ariable de acción. _vcómo el flujo
dinámico evoluciona en forma totalmente compatible con la existencia de un proceso
de Difusión de Arnold. A través cle un mapa en e: espacio de condiciones iniciales
mostramos que es posible que el comportamiento irregular del sistema se extienda a
todo el espacio de fases.
Finalmente en el capítulo V amnzamos hacia el estudio cuántico de estos problemas,
al menos a nivel semiclásico. mostrando como pueden tratarse en forma autoconsistente
las ecuaciones que gobiernan el Universo Primitivo. Vimos, también, que las técnicas
usuales de Teoría Cuántica de Campos en el Espacio Tiempo Curvo son sumamente
útiles al encarar estas cuestiones. A su vez. comprobamos que nuestro método ratifica
la afirmación, hecha por otros autores. de que el fenómeno dominante para la creación
de partículas, durante la etapa de recalentamiento posterior a la inflación, es el efecto
de resonancia paramétrica entre los campos considerados.
Dado que tanto el comportamiento caótico a nivel clásico, como la creación de
partículas a.nivel semiclásico. se deben a la existencia de resonancias entre los distintos
grados de libertad del sistema, podemos concluir que existe una estrecha relación entreambos fenómenos.
Si bien el hecho que las ecuaciones de Einstein sean no lineales es estímulo suficiente
para investigar la aparición de caos en estos modelos, hemos mostrado que, aún en
sistemas muy simplificados como los que tratamos aquí, el estudio de estas cuestiones
puede ser de alto interés práctico. en tanto y en cuanto el comportamiento caótico
conduce a efectos no triviales y resultados. en principio, más complejos e interesantes
que los que se encuentran usualmente en la literatura, donde en general se estudian
límites asintóticos del modelo o se asume que las contribuciones no lineales son de
relativa incidencia.
Aún cuando los modelos que hemos utilizado son demasiado sencillos para ser
considerados realistas, no debemos olvidar que la evidencia observacional, con que se
cuenta hoy día, es totalmente consistente con el concepto de un Universo en expansión,
isótropo y homogéneo. .\'o obstante. se debe proceder con cierta precaución en el estudio
de modelos más complejos. donde se recurre a argumentos de simetría para reducir el
número de grados de libertad del sistema: en efecto. en el capitulo IV verificamos la
complejidad que puede adquirir la evolución dinámica, aún para modos muy debilmente
acoplados.
Asimismo. la complejidad y diversidad de comportamiento que el caos parece apor
tar a ía Cosmología. puede utilizarse en modelos más complejos. Al considerar métricas
(l) (I)
anisótropas y/o tratar la.materia y la radiación como campos cuánticos, el caos podríaser un candidato natural como mecanismo eficiente en la formación de estructuras en el
Universo Primitivo.
Por supuesto analizar estas cuestiones en toda su dimensión requiere la utilización
de métodos y técnicas, tanto analíticas como numéricas, más sofisticadas; como por
ejemplo aplicar conceptos de turbulencia en teoría de campos y/o resolver sistemas de
ecuaciones en derivadas parciales para. el modelo completo. En ese sentido, creemos
estar dando un primer paso en esa dirección. En definitiva, pensamos que el caos puede
considerarse como una de las claves principales para comprender el origen y la evoluciónde nuestro Universo.
¿ïfi/Ü ¿9M e?»2
Clau clio El Had" 55 ¿6624 C9493?{tz
S9
O
Apéndice A
Programa Utilizado
PROGRAM LIAPSUBRUTINAS IMSLN = nro de ecuaciones no lineales.implicit real*8 (a-h,o-z)EXTERNAL FCNDIMENSION Y(42). ZNORBHG),C(24), \\'(42,9), CUI\I(6), GSC(6)COMMON Z, NN. XLAMBDAPI=3.141592653589793N=6MM=42DO 1'20 LL=-1._‘2DO 110 NL=1,4OPEN(L'NIT=2,file='MAPA.DAT'STATL'S:’APPEND‘)OPEN(U¿\'IT=3.file='\7245.DAT'.ST.-\TUS=’APPEND‘)OPEN(UNIT=9.fi1e='LIAP1.DAT'STATUS:’APPEND')OPEN(UNIT=10,fi1e=’LIAPZDAT'STATUS:'APPEND‘)OPEN(UNIT=11,file='LIAP3.DAT'.STATCS=‘APPEND’)H=1.D0/2.D0XL.—L\IBDA=H**2/2.DOOPEN(L'NIT=T,file='DATADAT')READ (7 , *) TOL, XSTEP. STPSZE, IO, Y(1). Y(2), Y(3),
. Y(6). z. NNCLOSE (UNIT=7)Y(6)=Y(6)-5.D0*DFLOAT(LL)/1.D5Y(4)=Y(6)-5.D0*DFLOAT(NL) /1.D5Y(5)=DSQRT(-Y(1)“2 - DFLO.—\T(.\*;\')**2*Y(2)**2+ \'(3)*=2—
. (Z*Y(1)‘Y(3))**2 - I.Z*Y(‘2)‘Y(3))**2 - Y(-‘=)**2+ Y(6)‘*2
. 2.D0"XLA1\=IBDA*Y13)**4)WHITE (5,*) "Y1='. Y(1). 'Y'2='. Y(‘2), ’Y3=’, Y(3)WRITE (5,*) 'Y4=‘. Y(4). 'Y-5=‘. Y(5)._'Y6=". Y(6), XLAMBDAZ: la masa del campo escalar. Y1=FI. Y2=A, Y3=PF. Y4=PAHA.\I=(-Y(3)**2 + Y(1)**2*il.D0 + (Z*Y(3))*"2) + Yí2)**2*
. (DFLOAT(NI\')**2 + (2*Y(3.r*2; + Y(4)‘*‘2+ Y(5)*"2 —Y(6)“2)/2.D0+
. XL.-\.\IBDA*Y(3)**-1AA=Yu)
90
KK=0C Tolerancia de integracion (típicamente entre 0.0001 y 0.00000001),c numero de pasos de integracion. tiempo por paso Y RELACIONC I(nput)/O(utput)C
C Condiciones iniciales para el sistema lineal (sistema ortononnal)DO 101=N+1‘.\E_\IY(I)=0.0
10 CONTINUEDO 20 I=1,NY((N+1)*I)=1.0CUM(I)=0.0
20 CONTIXUEC
C Inicializacion para el integradorNEQ=.\IMX=0.D0I=1
C
DO WHILE (KK.LE.3000.AND.I.LE.NSTEP)XEND=STPSZE‘dFLO.-\T(I)
C
C Llame al integrador ODE. Esto es una rutina IMSLCALL DVERK (NEQICN.X,Y,XEND,TOL,IND.C.NEQ.\V,IER)HAM=(-Y(3)**2 + Y(1)‘*2*(1.D0 + (Z*Y{3))**‘2)+ Y(2)**2*
. (DFLOAT(NN)“2 + (Z*Y(3))**‘2)+ Y(4)"*2 + Y(5)**2 - Y(6)*'2)/‘2.D0+
. XLAMBDA*Y(3 “4C
IF (DABS(HA.\II.GE.1.D-10) GO TO 105C
C construir una nueva base ortonormal por el metodo de G.\I
Aquí va la parte principal ¿el programa. para calcular los ExponentesCaracterísticos de Lyapunov. que aparece en la Ref.[I‘í'olfiret al. 1985}.
C datos para construir las secciones de PoincareIF (A.—k.LT.O..A.\'D.Y(1).GE.0.) THENWRITE ('2,*) 313). Y(6)WRITE (3,*) Yi'l‘y.Y(4). Y(5)KK=KK+1IF (¿N-10D(KK.503;.EQ.0) WRITE (55*) '1<1<="._KK
91
ENDIFAA=Y(1)
C
c imprime datos para los LyapunovIF(.\IOD(I.IO).EQ.0) THEN\\'RITE(9,*) X. CU.\I(1)/X, CL'.\I(4)/X\\'RITE(10.‘) CUM(2)/X. CL'.\I(5)/X\\'RITE(11.") CUM(3)/X, CI:.\1\6)/XENDIFI=I+1ENDDO
105 WRITE (9.') 'LL='. LL. ’L='. XL, ’x='.x , ’HA.\I=’,HAL\'ISU.\I.'-\.=CI.'.\I(1)/X+CUM(2)/X+CUÏ\I(3)/X+CUM(4)/X+CUM(5)/X+CUM(6)/XWRITE (9.') "La suma de los Lyapunov esz’, SUMAWRITE (10.*) ’LL=‘, LL. ’L='. NL“’RITE (11.*) 'LL=', LL. ’L='. .\'L'WRITE (23") ’LL=". LL. ’L=’. .\'L. ’KK=’. KK“'RITE (33‘) ’LL=", LL. ’L=’. NL, ’KK=’, KKCLOSE(U¿\'IT=2)CLOSE(U;\'IT=3)CLOSE(U¿\'IT=9)CLOSE(U:\'IT=10)CLOSE(UNIT=11)
110 CONTINUE120 CONTINUE
STOPEND
C
SL'BROUTINE FCN (;\' .X.Y._YPRI;\=IE)C definida por el usuario. rutina llamada por el integrador IMSL
implicit reaJ'S (a-h.o-z)DIMENSION Y(:\'), YPRIMEU}CO.\I.\IO.=\' Z. _\'.\', XLAMBDA
C
C ECUACIONES DE MOVIMIENTOYPRIMB(1)=Y(4)YPRI;\IE(2)=Y(5)YPRI.\IE(3)=-Y(6)YPRI.\IE(4)=-\.’(1)*(1.D0+ (z*\'(3))"2)YPRI.\IE(5)=-Y(2)*(DFLOAT(NN)**2 + (YPRI.\IE(6;=(1.D0 —(Z‘Y(1))"2 - (Z‘Y(2))*
Yí3)'*3C 4 copias de las ecuaciones linealizadas de movimiento
92
CONTINUE
DO 200 I=0,5
YPRIME(7+I)=Y(25+I)YPRIME(13+I)=Y(31+I)YPRIME(19+I)=-Y(37+I)YPRIME(25+I)=-(1.DO + (Z*Y(3))**2)*Y(7+I)
2.D0*Z**2*Y(1)*Y(3)*Y(19+I)YPRIME(31+I)=-(DFLOAT(NN)**2 + (Z*Y(3))**2)*Y(13+I)
2.D0*Z**2*Y(2)*Y(3)*Y(19+I)' YPRIME(37+I)=(1.D0 —(Z*Y(1))**2 —(Z*Y(2))**2)*Y(19+I)
2.D0*Z**2*Y(3)* (Y(1)*Y(7+I) + Y(2)*Y(13+I)) 12.D0*XLAMBDA*Y(3)**2*Y(19+I)
RETURNEND
93
Con esto podemos calcular el corcllete de Poisson que aparece en la integral de
Melnikov (IV.12), _\'resulta:
mzj sinl1(1;/\/Ïih¿,.—h 5h =
{ o } SA cosha(1;/\/'Ïy(1-cos‘2(17—r70)) , (B.6
donde hemos reescnto, para considerar el instante (o fase inicial), (,9= n —no.
Después de integrar por partes. efectuar un cambio de variables y teniendo en
cuenta que la integral es simétrica respecto de cero. la expresión que se obtiene es:
.M(7]0)= (B-Ï‘mgj sin2770[x c052x/Ïrdx'2.\ o '
'7cosh‘ 1:
Esta integral se encuentra en tablas ([Gradshteyn y Ryzhik 1980], expresión 3.952, página
505). y el resultado que se obtiene es el de la Ec.(l'\'.14).
Apéndice C
Valores de Expectación Renormalizados
Dada la ecuación para los modos:
Xií+ {kg+ hóáazln = 0. (V.11)
L'na elección particular del conjunto de soluciones de la Ec.(\'.11) implica la elección
de un estado de vacío del campo. A diferencia del espacio de Minkowski, la elección
del estado de vacío no es única en un espacio - tiempo curvo. Por otra parte, los
valores de expectación que hay que calcular en las ecuaciones de campo (VS), dependen
obviamente del estado cuántico del sistema. Entonces, si elegimos el estado de vacío
10%) (para algún instante no). como aquél que minimiza el Hamiltoniano [Mazzitelli,
Paz y Castagnino 1987],
1 o o o 2 0-.H =— ‘—-+—.-+ - .(770) 2/n=m._lan) (al!) hooa ,\ ,, (C 1)
los valores de expectación no renormalizados de (,92y Toose pueden escribir en términos
de los modos de la siguiente manera:
o 1 2
(r) = /d3A-1\kl. (c2,
- 1 1 2 '7 2 >
(Too)= W/dakilel +‘«'—‘¡ZI\kl)- ((3-3)
96
donde = k2+ hogaz. Introduciendo. entonces las funciones complejas okm) y fik(r]),
como en el Cap.V. se llega a que la Ec.(V.11) es equivalente a las Ecs.(\'.14), con la
condición de normalización dada (|aki'3 —|¡3k|'-’= 1).
Si elegimos la condición inicial okmo) = 1 _v3k(770)= 0. entonces el estado de vacío
es IOno).En términos de las nuevas variables tenemos
o 1 dak
(99')= W/I(1+ 28k+2-1), (G.4)
— 1 ¿31.- _
(Too)= 164,04/T(1+ 25k). (G.0)
donde sk = Ió’kl2y :k = Rc akfikeï.
Siguiendo la Ref.[Pa.z y Mazzitelli 1988]. calculamos los valores de expectación
renormalizados suSIravendo de las ecs.(C.4) _v(CS) las expansiones adiabáticas de se
gundo y cuarto orden (para un esquema del cálculo ver Apéndice D), respectivamente.
El resultado para. 5:2 es
R 1 dsk
(192)”.1= Ñ + Tag] (5k+ Zkl- ((3-6)
La primera contribución es un término de polarización de vacío que se puede absorber
en el potencial efectivo [Birrel y Davies 1982]. El segundo término está relacionado
a la creación de partículas. Con la aproximación de que las fases de ok _v3k, varian
rápidamente _val azar. podemos despreciar la contribución de sk frente a sk _vobtenemos
la Ec.(\'.15).
Por otro lado. para el Iensor energia - momento se obtiene:
- , -, 1
(1.00)," = P(a,a.....oo..00) + W /d3k -—'k5k. (C-T)
donde P denota términos finitos que incluyen hasta derivadas cuartas de la métrica (los
términos de polañzación de vacío) y hasta derivadas segundas de óo. Como antes, la
producción de partículas está contenida en e}segundo término.
(o (I)
Apéndice D
Método de Renormalización
El cálculo de (592),“, puede hacerse como sigue. Escribiendo:
1 ' - n - I I
xk=(,,—1,2er9i-z/ Hk(n)dn]- (D1)-w‘k )
La Ec.(V.11) se convierte ez:
3 H, 1 H," l“2:52 __lv¿2__ bfkk “+4. I'k] 2 II'k (D )
El valor medio de ¿,92se puede escribir entonces (cf. Ec.(C.'2)),
, 1 d3k;' = — — 1+2 k(' ) 16:3a2/ ml "( n . (D.3)
=an'k,n;
El valor medio renormalizado se define vía
(5;? ren = 17:1“. na’k)]—FEQR.0“adg. (DA)
donde .Qkes la aproximación. a segundo orden adiabático. de WR. De (D2) encontramos
me?" l 5M" M),7 — 0' '4.-; T164 (D.5)
1 d3 k RF Q . 1a = — _ '__ . D-6l k o" d? 16ml2 uk + 288:? l l
El valor de expectación renormalizado se puede obtener de substraer (D.6) de (D.3).
El término infinito se cancela explícitamente si. en lugar de (D.3). se utiliza la expresión
equivalente (G.4). El resultado final es la ecuación (G.6).
El cálculo de (130),." se puede hacer siguiendo los mismos lineamientos, pero las
expresiones son más complicadas debido a que se deben calcular las aproximaciones de
cuarto orden adíabático en ll'k y I'l’ú/l-Vk.
100
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AGRADECIMIENTOS
Ha sido un placer contar, durante la etapa más importante de desarrollo de esta
tesis, con la permanente colaboración. guia y estímulo del Dr. Esteban Calzetta.
Agradezco a los miembros del grupo de Relatividad y Gravitación, que dirije el Dr.
Mario Castagnino, quienes, ya científicamente. ya humanamente han contribuido a larealización de mi tarea.
Quiero mencionar a aquellos que han compartido su tiempo, conocimientos y es
fuerzo conmigo durante esta etapa. los Drs. S. Blanco. G. Domenech, J. P. Paz, O.
Rosso y N. Umérez. Y especialmente al Dr. D. Mazzitelli. por su constante buena pre
disposición y ayuda.
A los miembros del Inszituto de Astronomía y Fisica del Espacio. dependiente del
CONICET. muchas gracias por el clima de amistad y camaradería que me han brindado.
En particular, para dos amigos quienes, aunque en distintos temas, hemos compartido
este pen'do de doctorandos, mate y fútbol de por medio, el Dr. N. Rotstein y el cuasi-Dr.E. Colombo.
Esta'tesis ha sido auspiciada por la UBA, a través del Dpto. de Física de la FCEyN,
mediante diversas becas y cargos docentes. agradezco a los responsables por el apoyobrindado.
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