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1
El PADRE CHACÍN EN ORITUCO
Carlos A. López Garcés
Cronista de Altagracia de Orituco
Municipio José Tadeo Monagas
Estado Guárico
El centenario del padre Chacín es una ocasión propicia
para recordar su estancia en Altagracia de Orituco, adonde llegó
en 1948(1), cuando ya contaba treinta y ocho años de edad,
procedente de Valera, estado Trujillo, donde ejerció la
docencia(2). Nació el 9 de febrero de 1910, en Sabana de
Mendoza, municipio Sucre de la entidad trujillana(3). Rafael
Ángel Chacín Soto era su nombre completo, tenía el rango
eclesiástico de monseñor y era doctor en Filosofía, cuyo título
obtuvo con la tesis La Escuela Confesional, que fue publicada
por la Tipografía Vaticana(4).
El padre Chacín tenía una personalidad imponente e
impactante, quizás favorecida por ser un hombre alto, de
contextura fuerte, de mirada aguda y penetrante, de voz grave y
atronadora y, sobre todo, por su perseverancia, sus
conversaciones ilustrativas, orientadoras y convincentes, su
capacidad organizativa, su puntualidad, su inquebrantable
voluntad para actuar con decisión y, muy especialmente, su
estricta disciplina, que lo identificaba más con una vocación
castrense que sacerdotal.
2
Se ganó el respeto, el aprecio y la admiración de las
comunidades orituquenses, aunque no faltaba alguien que
pretendiera desprestigiarlo con comentarios denigrantes, los
cuales fueron superados gracias al público, notorio y productivo
carácter polifacético de Chacín Soto, quien era filósofo, docente,
escritor, deportista, orador, músico, compositor, luchador
social, crítico, etcétera(5), y cuyas huellas fructíferas en el
Orituco pueden ser resumidas en cinco áreas de acción:
1.- Eclesiástica
Ejerció el sacerdocio como cura auxiliar de los párrocos
Alberto Laya, primero, y Arístides Ruiz, después, en la
parroquia Nuestra Señora de Altagracia(6). Era común verlo
oficiando la misa, predicando el evangelio desde el púlpito,
administrando el bautismo y el matrimonio o cumpliendo otro
oficio religioso, en Altagracia de Orituco y en otras localidades
orituqueñas, con esmerada organización.
Acostumbraba motivar la presencia de grupos muy
numerosos de jóvenes en misa y de niños y niñas en las
jornadas de catecismo, mediante la realización de rifas entre la
juventud y la chiquillería asistentes, las cuales optaban a
ganarse un libro o la entrada para ver una película en el Cine
Ayacucho o en el Teatro Libertador, hoy desaparecidos(7). No
era extraño que el cura Chacín aumentara de pronto la
tonalidad de su voz atronadora en esas clases de catecismo, que
impartía acompañado de alguna catequista, para estimular a
3
los presentes a cantar con más entusiasmo el Ave María u otro
cántico cuando lo hacían desanimadamente.
Tenía un genio muy temperamental, tanto que lo
impulsaba a actuar con severidad en ciertos casos, como la vez
que un ciudadano le solicitó hacer un bautizo en la hora no
prevista, por lo que el sacerdote le informó que debía ajustarse
al horario, pero el padrino solicitante insistió en reclamar
atención y le respondió groseramente que para qué estaba de
cura, causándole tal molestia al padre Chacín que éste le
propinó un fuerte golpe en la boca al solicitante, catalogándolo
de irrespetuoso(8). En otra oportunidad, un poblador gracitano
respetado y temido, con ascendencia política, poder económico y
fama de guapo, dijo a manera de chanza que había llegado la
Virgen de Coñomoto, cuando trasladaron en peregrinación a la
Virgen de Coromoto hasta Altagracia de Orituco; el padre
Chacín supo de aquel comentario soez, por lo que enfrentó al
comentarista, retándolo y reprendiéndolo severamente por
abusador, grosero e irrespetuoso, en el bar de don Luis
Montero, cruce de las calles Bolívar y Rondón, donde lo
encontró cuando fue a buscarlo a dos cuadras de la Casa
Parroquial(9). Un buen día descubrió que uno de los
monaguillos había escondido sendos fuertes dentro de los
zapatos que portaba, los cuales había tomado indebidamente de
la limosna dominical, por lo que el cura Chacín obligó a los
monaguillos a usar alpargatas en sustitución de los zapatos(10).
4
2.- Docente
Fue profesor del Liceo Ramón Buenahora en diferentes
asignaturas, que impartió con amplio sentido humanístico y
excelente dominio pedagógico: Castellano y Literatura, Latín y
Raíces Griegas, Historia, Filosofía, Francés, Matemática,
etcétera(11). Fue un purista de la lengua castellana(12). Sus
exalumnos gracitanos lo recuerdan con agrado por su
capacidad intelectual y su empatía con los estudiantes; esto
explica la influencia de las lecciones que dejó en ellos(13). Uno
de estos alumnos fue el científico, docente universitario y
académico gracitano Pedro Durant, quien le comentó lo
siguiente a un escritor merideño:
“Muchos de los estudiantes de entonces, se iniciaron con el
Padre Chacín en el difícil arte de la redacción y el de hablar
en público. Bajo ese celo y sabia coordinación, crearon una
cartelera para publicar en ella lo que aspiraban para el
pueblo de Altagracia, para el liceo y para sí mismos. En esa
cartelera se despertaron muchas habilidades. Cada uno
tenía participación en los actos culturales del liceo y a pesar
de la timidez de la mayoría, siempre intervenían…”(14)
Es pertinente repetir una opinión acerca del padre Chacín,
emitida por el poeta y crítico Juan Calzadilla, otro de aquellos
exdiscípulos buenahoristas:
“Otro personaje de la época, que recuerdo con cariño, era el
cura Rafael Chacín, vicario de la iglesia de Altagracia y
jugador de béisbol, que por fortuna aceptó dar la clase de
Literatura Venezolana en el Cuarto Año. Sobre su
5
personalidad expansiva y enérgica circulaban en el pueblo
comentarios perversos, pero más allá de esto el cura Chacín
era un hombre encantador, mundano y no muy devoto, yo
creo; estaba familiarizado con la literatura venezolana y se
ufanaba de conocer personalmente a su paisano Mario
Briceño Iragorri; había leído de primera mano (no en los
manuales al uso como se estila ahora) las obras de
prosistas y poetas como Uslar Pietri, Pocaterra, Pérez
Bonalde, Lazo Martí, entre otros autores, cuyas
publicaciones eran difíciles de conseguir en el pueblo y a
cuya lectura teníamos acceso consultando los libros de
propiedad del cura Chacín, pues el liceo no contaba con una
biblioteca. Finalmente, estimulado por el director Blas Loreto
Loreto, a Chacín le dio por hacerse cronista y [sic]
historiador de Altagracia de Orituco y no paraba en
consultar los archivos de la Iglesia y la prefectura para
redactar los ensayos que le publicaba Blas Loreto Loreto en
su periódico.
Mucho discutíamos con el cura Chacín sobre poesía de
vanguardia, de la cual, si no fue comprensivo, al menos
resultaba un tolerante divulgador, un tanto desconfiado y
medianamente informado de las corrientes que comenzaban
a ponerse de moda.”(15)
El padre Chacín escribió el Himno del Liceo Ramón
Buenahora(16) cuya letra anda dispersa en la mente de algunos
exestudiantes, de la cual es oportuno extraer el recuerdo del
coro y la primera estrofa, que dicen así:
Coro
Estudiantes, los sueños en alto,
la mirada tendida hacia Dios;
vamos firmes, serenos, gozosos
6
de los altos laureles en pos.
I
Somos hoy las minúsculas alas
de algún ave al ras del peñol;
la esperanza y la fe que llevamos
llegaremos mañana hasta el sol.(17)
Acostumbraba declamarle a sus alumnos la siguiente
cuarteta de contenido orientador:
“No es el dolor el gaje de la vida
ni su único fin es el placer,
sino la acción, a fin de que el mañana
nos encuentre más lejos que el ayer.”(18)
3.- Historiográfica
Aprovechó su permanencia en Altagracia de Orituco para
investigarle sus orígenes, estudiando con rigurosa
meticulosidad documentos respectivos y otras fuentes. Los
resultados de estas investigaciones fueron publicados,
parcialmente, en la sección Papeles y Voces de Ayer, que
mantuvo en el periódico gracitano Alborada, cuyo director fue el
profesor Blas Loreto Loreto en los años 1950-1951, y la cual
contiene argumentos suficientes y confiables para considerar al
padre Chacín como precursor de la historiografía crítica
altagraciana. Aportó razonamientos documentados para refutar
la teoría del incendio del pueblo San Miguel del Rosario y su
posterior refundación como Altagracia de Orituco, planteada y
7
defendida por el presbítero Baldomero Rauseo y otros católicos;
demostró que este pueblo no era una simple transformación de
aquél(19). Además, Chacín Soto redactó unas Breves noticias de
San Rafael de Orituco, que es un trabajo mecanográfico hecho
en 1972, referente a los curas de esa población y donde plantea
una tesis acerca de la fundación sanrafaelina(20).
Practicaba excursiones arqueológicas con el objeto de
recolectar evidencias para estudiar el pasado primitivo
orituqueño, como las realizadas con alumnos del Liceo Ramón
Buenahora a las vecindades de la quebrada Tinapuí y al sitio
Agua Libre, en las cercanías de Altagracia de Orituco, la hecha
al vecindario Los Negros, en las proximidades de Lezama, y las
efectuadas al caserío Tamanaco, en las cuales recolectó tiestos,
collares, hachas líticas, utensilios de piedras labradas, huesos,
una estatuilla y otros restos de culturas aborígenes(21).
4.- Deportiva
Destacó como promotor deportivo. Fundó dos equipos de
béisbol para estimular esta disciplina entre las nuevas
generaciones: uno fue Caribes, integrado por adolescentes y
cuya consigna era “Ana Karina Rote“, una expresión aborigen
que significa “solo nosotros somos hombres”; el otro fue
Alacranes, cuyos integrantes eran niños(22).
Es conveniente resaltar que organizó un campeonato de
béisbol con muchachos de diez a trece años de edad y la
participación de los equipos Caribes, Buitres y Águilas,
8
coordinados por F. García, Oscar Martínez y el propio cura
Chacín, quien dirigía a los más pequeños. La gente acudía al
béisbol, como se acostumbraba nombrar al mismo campo de
pelota, para disfrutar aquellos encuentros deportivos y ”…a
divertirse viendo al espigado y musculoso sacerdote con sotana
y todo dar batazos, correr y ordenar jugadas a los muchachos
aprendices del popular deporte…”(23) Era frecuente verlo en
estas actividades, las que disfrutaba plenamente sin despojarse
la sotana, la cual se arremangaba para correr, causando risa
en los presentes, porque entonces los curas no andaban
públicamente sin ese hábito sacerdotal.
En cierta ocasión, cuando ejercitaba el bateo, sintió
lesionada su autoestima deportiva, pues oyó que le gritaron
fuerte y despectivamente: ¡Ese cura no batea! Era una de las
cortesanas del mabil (especie de burdel) que Eustoquio Seijas
había instalado enfrente del terreno de juego, en Saladillo;
inmediatamente, el cura acordó con el joven pitcher Pedro
Núñez para que le lanzara fácil la pelota, lo cual le sirvió al
padre Chacín para batearla de jonrón, ratificar su orgullo
deportivo y sorprender a la mujerzuela del grito profanador(24).
Impulsó los encuentros beisbolísticos con clubes
organizados en otras categorías con peloteros de mayor edad,
entre los cuales destacaban las novenas Chapaiguana,
Venezuela y Los Viejitos de Altagracia de Orituco y las de San
Rafael y Lezama. El padre Chacín tenía experiencia en estos
9
menesteres; en Valera había organizado el equipo Diablos Rojos,
cuyo nombre llama la atención por ser un religioso su
creador(25).
Planteó insistentemente la necesidad de conseguir un sitio
apropiado para practicar deportes, porque el que hubo en
Saladillo con esa finalidad, en el oeste altagraciano, fue
utilizado para edificar una estación de servicio de gasolina. Sin
embargo, había uno disponible donde se formaba durante la
estación de lluvias la llamada Laguna de Banezca y sus
alrededores, ubicado en el mismo Saladillo, en la margen
derecha del Canal de Malariología hasta donde ahora está la
estación de servicio de gasolina La Palma. Tanta fue la
perseverancia del padre Chacín que aprovechó ocasionalmente
la visita del Ministro de Relaciones Interiores a Altagracia de
Orituco para exponerle el caso. Es desconocido el resultado de
ese planteamiento; no obstante, el terreno fue destinado
definitivamente para fines deportivos, gracias a la indoblegable
tenacidad del padre Chacín, quien, en la opinión de algunos
gracitanos, es merecedor de ser el epónimo del estadio que fue
construido allí en la octava década del siglo XX(26).
El dinamismo deportivo de aquel sacerdote se extendía a
otras disciplinas, especialmente con la participación de jóvenes
buenahoristas, entre quienes promovió el voleibol, basquetbol,
fútbol, lanzamiento de jabalina, etcétera, para lo cual llevó los
implementos necesarios de Caracas a Altagracia de Orituco(27).
10
Además, dotó al Chapaiguana con utensilios de béisbol nuevos,
que logró conseguir con un amigo propietario de un equipo
profesional en la capital de la República de apellido Yánez, a
quien apodaban Yanecito(28). Organizaba campeonatos para
mantener el deportismo en otras especialidades, como aquel de
voleibol reseñado por Alborada Nº 7, de fecha 16 de abril de
1950, en el cual resultó triunfador el club Titanes, por lo que el
capitán y la madrina del equipo, Víctor Soto y Lilia Pérez,
respectivamente, recibieron la copa de campeones obsequiada
por el Padre Chacín, quien, como Presidente de la Junta de
Deportes de Altagracia y con palabras alusivas a la historia
deportiva gracitana, clausuró el acto realizado en la sede de la
emisora La Voz de Orituco, a propósito de esa premiación(29).
Por otra parte, el padre Chacín se desempeñó como entrenador
de voleibol en la escuela femenina Felipe Neri Sendrea, quizás
en 1949-50(30).
Es factible afirmar que el padre Chacín aprovechó el
deporte para captar nuevos fieles, sobre todo niños y jóvenes, e
incorporarlos a las actividades de la Iglesia(31).
5.- Política
Vivió prácticamente confinado por razones políticas en
Altagracia de Orituco, por ser adversario del régimen dictatorial
establecido con el derrocamiento de Rómulo Gallegos en
noviembre de 1948(32). En opinión del profesor Pedro Durant,
el endurecido antiperezjimenismo del padre Chacín “…le llevó a
11
que el gobierno lo confinara a Altagracia, en una especie de
ciudad por cárcel…”(33)
Aquel sacerdote estaba identificado con la
socialdemocracia que propugnaba el partido Acción
Democrática. Fue visto promoviendo subliminalmente la
candidatura de Jóvito Villalba, propuesta por su partido Unión
Republicana Democrática (URD) en las elecciones para
Diputados de la Asamblea Nacional Constituyente, celebradas el
30 de noviembre de 1952. El padre Chacín se paseaba por los
centros electorales portando un papel amarillo en la boca(34) o
dejándose ver una franela amarilla debajo de la sotana, que
desabotonaba en los primeros ojales con ese propósito
electoral(35); así insinuaba el voto con la tarjeta del color
representativo del partido Unión Republicana Democrática
(URD)(36), el cual ganó abrumadoramente aquellas elecciones,
con el apoyo de Acción Democrática (AD) y del Partido
Comunista de Venezuela (PCV), organizaciones políticas que
actuaban en la clandestinidad. El resultado fue desconocido por
la Junta de Gobierno. El 2 de diciembre de 1952 fue consumado
el golpe con el cual se inició la dictadura militar presidida por
Marcos Pérez Jiménez, hasta el 23 de enero de 1958 cuando fue
derrocada(37).
El temple antiperezjimenista del padre Chacín era
convincentemente irreductible. En cierta ocasión, personas
afectas a la dictadura militar lo invitaron a incorporarse al
12
recibimiento que se le daría al general Marcos Pérez Jiménez, a
propósito de la visita que éste haría a Altagracia de Orituco en
1953; el cura, quien tenía un hermano detenido en Guasina,
rechazó tajantemente la invitación a riesgo de ser encarcelado,
lo cual no ocurrió; sin embargo, fue desincorporado del cargo de
profesor del Liceo Ramón Buenahora, por lo que los estudiantes
se declararon en huelga durante una semana, como gesto de
solidaridad con aquel sacerdote, quien se había ganado el
respeto y aprecio de los liceístas por su excelente labor
educativa, según comentario hecho por un exalumno
buenahorista para un programa de televisión(38).
La postura política del padre Chacín lo convirtió en un
personaje desagradable para el perezjimenato, lo cual fue
determinante para que lo transfirieran de Altagracia de Orituco
a La Unión de Barinas, en el estado Barinas, mediante acuerdo
del gobierno con el Obispo de la Diócesis de Calabozo,
monseñor doctor Antonio Ignacio Camargo, quizás en 1953(39).
Posteriormente fue trasladado a Valle de la Pascua, ciudad
guariqueña que hizo suya(40), donde vivió durante muchos
años hasta la hora de su muerte, ocurrida el 19 de abril de
1993, a los 83 años de edad. Fue enterrado en la Catedral
Nuestra Señora de la Candelaria, en atención a su expresa
solicitud(41).
13
REFERENCIAS Y NOTAS
(1) MARTÍNEZ, Oscar: Veinte años en la vida de un pueblo…,
2001, p. 47.
(2) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
(3) HERNANDEZ GONZÁLEZ: “El padre Chacín, un educador
humanista”, 2010, p. 1.
(4) HERNÁNDEZ GONZÁLEZ: Aportes históricos para una
biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto, 2008, p. 1.
IBÍDEM: El Periodiquito. Año 24 - Nº 4.651. Maracay, sábado
30 de enero de 2010, p. 31. RUBÍN ZAMORA: Diccionario
biográfico, cultural del estado Guárico, 1974, p. 77.
(5) RUBÍN ZAMORA: op. cit., 1974, pp. 76, 77.
(6) MEJÍAS D.: Altagracia de Orituco: 300 años de un pueblo,
1976, p.16.
(7) NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy: Conversaciones, 2010.
(8) NUÑEZ, Pedro; BANDRES: Conversaciones, 2010.
(9) AROCHA ROJAS: Conversación, 2010.
(10) GIRÓN: Conversación, 2010.
Observación: fuerte y cachete eran los nombres populares de
una moneda de plata equivalente a cinco bolívares, que circuló
legalmente en Venezuela hasta la octava década del siglo XX.
(11) D’SUZE G.; NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy; RAMÍREZ:
Conversaciones, 2010; PEREIRA: 2007, p. 36.
(12) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
(13) D’SUZE G.; NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy; RAMÍREZ:
Conversaciones, 2010; PEREIRA: op. cit.
14
(14) PEREIRA: op. cit.
Observación. Esta misma fuente enseña lo siguiente: Pedro
Durant es un ejemplo de perseverancia y de sacrificios
personales para la superación intelectual. Nació en el seno de un
hogar muy humilde, en el barrio Peña de Mota de Altagracia de
Orituco, estado Guárico, en 1932. Hijo de Juan Cabrices y
Catalina Durant. Quedó huérfano de madre a los tres años de
edad. Estudió primaria en la Escuela Unitaria de Peña de Mota,
con la maestra Gladys Rivero, y en la Escuela Federal Ángel
Moreno de Altagracia, con los maestros José Ángel Adames y
Próspero Infante. Aprendió el oficio de alfarero en sus días de
muchacho escolar y el de tipógrafo cuando era un adolescente.
Cursó bachillerato en el Colegio Federal y Liceo Ramón
Buenahora de su pueblo natal. Obtuvo el titulo de Profesor de
Biología y Química en el Instituto Pedagógico Nacional, Caracas,
1957. Realizó estudios de Maestría en Ciencias, Mención
Biología, en la Universidad de Michigan, Estados Unidos de
América (USA). Ejerció la docencia en el Liceo José Vicente de
Unda de Guanare, estado Portuguesa, 1957-1958, y en el Liceo
Libertador de Mérida, estado Mérida, 1958-1965. Ingresó como
profesor de la Universidad de Los Andes (ULA) en 1967. La
mayor parte de su ejercicio profesional lo ha dedicado a la
enseñanza e investigación de la ecología, lo que le ha
caracterizado como un tenaz defensor de la conservación
ambiental. Fue incorporado como Miembro Correspondiente de la
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de
Caracas, el 16 de junio de 2006.
(15) MENDOZA: La Voz de Orituco. Año 3. Nº 30. Altagracia de
Orituco, 22 de enero de 2010, p. 6.
Observación. Juan Calzadilla Álvarez nació en Altagracia de
Orituco en 1931. Cursó primaria en la Escuela Federal Ángel
Moreno y bachillerato en el Colegio Federa y Liceo Ramón
15
Buenahora de su pueblo natal. Fue activista político contra el
perezjimenato como militante de la Juventud Comunista.
Realizó estudios de Filosofía, en la Facultad de Humanidades de
la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Ganó el premio
del Festival Nacional de Poesía de la Juventud, con su poema La
Torre de los pájaros, que fue editado por el Ateneo de Valencia
en 1955. Poeta y crítico de arte de trascendencia internacional.
Autor de varios libros.
(16) D’Suze G.: Conversaciones, 2010. MARTÍNEZ, Oscar: op.
cit., 2001, p. 47.
(17) D’Suze G.: Conversaciones, 2010.
(18) MARTÍNEZ, Oscar: op. cit., 2001, p. 48.
(19) LORETO LORETO: Alborada, 2009, pp. 35 a 68. RAUSEO:
Luz y Vida. Altagracia de Orituco, octubre de 1927, p. 7.
(20) CHACÍN SOTO: “Breves noticias de San Rafael de Orituco”,
1972.
(21) D’Suze G., CORONADO; GIRÓN: Conversaciones, 2010
Observación. El padre Chacín visitó en varias ocasiones al
vecindario Tamanaco, ubicado a cincuenta kilómetros al este
franco de Altagracia de Orituco, y logró recolectar diversas
muestras de culturas aborígenes, según información
transmitida a Iván Coronado por el propio cura Chacín, en
conversaciones sostenidas con él en Valle de la Pascua, estado
Guárico.
(22) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
(23) MARTÍNEZ, Oscar: op. cit., 2001, p. 47.
(24) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
16
Observación. El mabil era un establecimiento comercial con
expendio de bebidas alcohólicas y pista para bailar al precio de
una tarifa y al son de la música generada por una rockola,
adonde asistían hombres a procurar mujerzuelas que ofrecían
sus servicios sexuales para cumplirlos en otro lugar. (Leer:
ROSENBLAT, Ángel. Buenas y malas palabras. Madrid.
Editorial Mediterráneo, 1978, t. III, pp.156 a 159).
(25) IBIDEM.
(26) IBIDEM.
Observación. Ángel Santiago González (1902-1925) fue el
nombre dado al estadio de Saladillo en Altagracia de Orituco,
mediante Decreto Nº 1, de fecha 12 de febrero de 1974, emitido
por Alejandro Rodríguez Guzmán, Gobernador del Estado
Guárico, al considerar el don polifacético de este joven
gracitano, fallecido en Caracas a los 23 años de edad, quien era
telegrafista y practicaba diversas disciplinas deportivas (béisbol,
boxeo, equitación, esgrima, ciclismo, fisiculturismo,
excursionismo y cinegética), además de ser amante de las
letras, vasto cultor de la poesía y articulista de periódicos de
Altagracia de Orituco y Valle de la Pascua, según informaciones
publicadas en el folleto Ángel Santiago González (Caracas,
1974), escrito por el telegrafista, poeta y cronista José Francisco
Martínez Armas, quien sugirió este epónimo a su amigo
gobernante. Años antes, este mismo autor aportó algunos datos
biográficos del personaje en referencia, en un escrito suyo
titulado “Ángel Santiago González Rodríguez”, que fue publicado
en el periódico Topano Nº 7, el cual circuló en Altagracia de
Orituco, en noviembre de 1964.
(27) LORETO LORETO: op. cit., p. 203; PEREIRA: op. cit.
(28) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
(29) LORETO LORETO: op. cit., pp. 249, 250
17
(30) MOSQUEDA: Conversación, 2010.
(31) NUÑEZ, Freddy: Conversación, 2010.
(32) NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy: Conversaciones, 2010.
(33) PEREIRA: op. cit.
(34) NUÑEZ, Pedro; NUÑEZ, Freddy: Conversaciones, 2010.
(35) RAMÍREZ: Conversación, 2010.
(36) NUÑEZ, Pedro; RAMÍREZ: Conversaciones, 2010.
(37) ARIAS AMARO: Lecciones de Historia Moderna y
Contemporánea de Venezuela, sin año de edición, pp. 181 a
186.
(38) SOTO ROJAS: Entrevista, martes 17 de mayo de 2011.
Observación. Luis Fernando Soto Rojas nació en Altagracia de
Orituco el 30 de mayo de 1933. Hijo de Víctor Soto y Rosa Rojas
de Soto. Estudió primaria en la Escuela Federal Ángel Moreno
de su pueblo natal y bachillerato en el Liceo Ramón Buenahora
de esa misma localidad, donde fue alumno del padre Chacín.
Culminó la secundaria en el Liceo Fermín Toro de Caracas.
Ingresó a la Universidad Central de Venezuela a estudiar
economía, lo cual no concluyó. Desde sus tiempos de joven
liceísta se incorporó a la actividad política por la democracia y
la justicia social. Participó en la lucha armada contra el régimen
puntofijista adeco-copeyano de los años sesenta del siglo XX,
cuando se identificaba como el Comandante Ramírez del Frente
Guerrillero Ezequiel Zamora, que operaba en las montañas de
El Bachiller, en el estado Miranda. Combatió en el Medio
Oriente por la Causa Palestina. Militante activo de la Revolución
Bolivariana dirigida por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Fue electo Presidente de la Asamblea Nacional el 5 de enero de
18
2011, con el apoyo del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), del cual es dirigente.
(39) NUÑEZ, Pedro: Conversación, 2010.
(40) IBIDEM.
(41) HERNÁNDEZ GONZÁLEZ: Aportes históricos para una
biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto, 2008, p. 1.
IBÍDEM: El Periodiquito. Año 24 - Nº 4.651. Maracay, sábado
30 de enero de 2010, p. 31.
FUENTES
I.- Bibliográficas
ARIAS AMARO, Alberto. Lecciones de Historia Moderna y
Contemporánea de Venezuela. Caracas. Editorial Romor, C.A.,
sin año de edición.
LORETO LORETO, Blas. Alborada: pie de luz para medio
siglo. Caracas. Edición de la Alcaldía del Municipio José Tadeo
Monagas del Estado Guárico, 2009.
MARTÍNEZ, José Francisco. Ángel Santiago González.
Caracas. Impreso por Miguel Ángel García e Hijo, 1974.
MARTÍNEZ, José Francisco. El Grupo Escolar José Ramón
Camejo de Altagracia de Orituco. Caracas. Sin datos de
editor, 1976.
MARTÍNEZ, Oscar. Veinte años en la vida de un pueblo
(1940-1960). Remembranzas de Altagracia de Orituco.
Caracas. Fondo Editorial Tropykos, 2001.
MEJÍAS D., Manuel. Altagracia de Orituco: 300 años de un
pueblo. Sin datos de editor, 1976.
19
PEREIRA, Pedro Pablo. El peñamotero don Pedro Durant:
caminos de una vida. Mérida. Impreso en Producciones
Editoriales C.A., 2007.
RODRÍGUEZ, Adolfo. El Estado Guárico: orígenes, mundo y
gente. San Juan de los Morros. Comisión Regional
Conmemorativa del V Centenario del Encuentro de Dos
Mundos. 1994.
RUBÍN ZAMORA, Lorenzo. Diccionario biográfico, cultural del
estado Guárico. Caracas. Edición del autor. Impreso por
Gráficas Herpa, 1974.
II.- Hemerográficas
CHACÍN SOTO, Rafael. “Breves noticias de San Rafael de
Orituco”. Sin datos, 1972. (Trabajo mecanográfico).
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Felipe. Aportes históricos para una
biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto. Coloquio de
Historia de Venezuela en Homenaje a la historiadora Irma
Mendoza. San Juan de los Morros, 11 de julio 2008.
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Felipe. “Aportes históricos para una
biografía de monseñor Rafael Ángel Chacín Soto”. Sección:
Contenido. El Periodiquito. Año 24 - Nº 4.651. Maracay,
sábado 30 de enero de 2010, p. 31.
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Felipe. “El padre Chacín, un educador
humanista”. Valle de la Pascua, 17 de enero de 2010. (Hojas
sueltas inéditas).
MARTINEZ, José Francisco. “Valores humanos del Orituco
desaparecidos: Ángel Santiago González Rodríguez”. Topano.
Responsables: José Francisco Martínez y Luis Emilio Infante.
Año I – Nº 7. Altagracia de Orituco, noviembre de 1964, pp. 1 y
2.
20
MENDOZA, Néstor. “Memoria del retorno al pueblo natal. Una
entrevista a Juan Calzadilla”. La Voz de Orituco. Año 3. Nº 30.
Director-Editor: Ramón Alberto Mirabal Zapata (Beto). Sección:
Picotuerto. Altagracia de Orituco, 22 de enero de 2010, p. 6.
RANUAREZ A., Argenis. “El padre Chacín”. Columna: Todos los Viernes. Diario La Antena. Año XVI – Nº 5.579. San Juan de los Morros, viernes 19 de febrero de 2010, p. 6.
RAUSEO, Baldomero. “Breve historial”. Luz y Vida. Altagracia
de Orituco, octubre de 1927, p. 7. (Única edición)
SOTO ARBELÁEZ, Manuel. “El vallepascuense padre Chacín”.
Sección: Contenido. El Periodiquito. Año 24 - Nº 4.651.
Maracay, sábado 30 de enero de 2010, p. 10.
III.- Informaciones orales
1.- Conversaciones con:
AROCHA ROJAS, Pablo. Altagracia de Orituco, lunes 25 de
enero de 2010.
BANDRES, José. Altagracia de Orituco, domingo 31 de enero de
2010.
CORONADO, Iván. Altagracia de Orituco, martes 9 de febrero de
2010.
D’SUZE G., Luis. Altagracia de Orituco, lunes 25 de enero y
martes 9 de febrero de 2010.
GIRÓN, Julio. Altagracia de Orituco, viernes 12 de febrero de
2010.
MOSQUEDA; Rosa María. Altagracia de Orituco, domingo 11 de
abril de 2010.
21
NUÑEZ, Freddy. El Morrito (San Francisco de Macaira),
domingo 31 de enero de 2010.
NUÑEZ, Pedro. El Morrito (San Francisco de Macaira), domingo
31 de enero de 2010.
RAMÍREZ, Francisco. Altagracia de Orituco, lunes 25 de enero
de 2010.
2.- Entrevista a:
SOTO ROJAS, Luis Fernando. Programa especial transmitido
por Televisora Comunitaria del Orituco (TCO-Canal 7), en
período de prueba. Altagracia de Orituco, martes 17 de mayo de
2011, hora: 03:50 p.m.
22
APÉNDICE
Fotografía que muestra un grupo de profesores y alumnos
del Liceo Ramón Buenahora de Altagracia de Orituco, tomada
quizás en 1949-1950, cuando ese centro educativo estaba
ubicado en la calle Ilustres Próceres, entre la Gil Pulido y la
Santiago Gil, en la casa que ahora ocupan la Fundación Dr.
Pedro María Arévalo Cedeño y la Biblioteca Adolfo Antonio
Machado.
Aparecen sentados, de izquierda a derecha, los profesores
Blas Loreto Loreto, Mirtila Prat de Bonet, José Ramón Carballo
y Rafael Chacín Soto (padre Chacín) y de pie, en el mismo
orden, los estudiantes Sixto Rosa Romero, Carmen Susana Toro
Alayón, Fortunato Rosa Arévalo, Luis Guglieta Armas, Mercedes
Fernández, Antonio Marruz, Josefina Quintana, Irma Bello y
Rafael Camacho Santaella.
(Comentario de Carlos A. López Garcés. Altagracia de
Orituco, sábado 6 de febrero de 2010)
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