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EnsayoAcerca del funcionalismo
Waldo Olavarría Pérez
20 de noviembre de 2013
Cátedra: Teoría I: Funcionalismo
Profesor Guillermo Brinck
La antropología social británica de comienzos del siglo XX se vio impulsada por enfoques de
investigación predominantes como el funcionalismo y el estructural funcionalismo, que nacen
desafiantes al método y teoría del evolucionismo que imperaba en aquella época, reemplazando el
método deductivo por el inductivo. Se trata del periodo post primera guerra mundial en que esta
corriente comienza a crecer como tal, cuyos principales exponentes son Bronislaw Malinowski y
Radcliffe Brown, quienes a pesar de tener importantes diferencias entre sí, desde otros paradigmas
éstos son vistos como teóricamente emparentados.
El funcionalismo es heredero del pensamiento de Durkheim, padre del funcionalismo en ciencias
sociales, el cual deriva de una raíz epistemológica desde el racionalismo de Montesquieu, el cual
propone la división de los poderes del Estado en tres, ya que solo así se puede alcanzar un equilibrio,
cada uno de estos poderes posee su función y se ejercerán controles mutuos entre ellos. Es un
racionalismo basado en la creación de leyes naturales, la razón es la ley natural, sin embargo existe un
relativismo jurídico que cada pueblo debe poseer leyes que se adapten a sus características propias. De
esa manera, a muy grandes rasgos, el racionalismo sienta las bases del positivismo de Comte, el cual da
pie para el nacimiento de la sociología. Comte señala que las problemáticas sociales deben ser vistas
desde una mirada científica positivista y empírica, es decir, a lo real, lo fenoménico dado al sujeto,
opuesto a cualquier idealismo, lo positivo es lo cierto, lo preciso y experimentable, contrario a cualquier
abstracción metafísica. Su sociología no se centraba en el individuo, sino que en entidades complejas, a
partir de las cuales había que generar leyes. De esa manera llegamos a Durkheim, fundador de la escuela
francesa de Sociología, quien aporta los principales cimientos para el nacimiento de la antropología
social británica, influyendo de diferente manera a Malinowski y a Radcliffe Brown.
El funcionalismo de Durkheim se centra en el funcionamiento, regularidad y normas de la sociedad, o en
un determinado sistema de relaciones. La función manifiesta también la dependencia de los elementos
entre sí para conformar un sistema de relaciones. Así el funcionalismo de Durkheim permite explicar los
fenómenos sociales por la función que ejercen las instituciones en una sociedad, en tanto que promueva
un equilibrio armonioso, de lo contrario es disfuncional y está vinculado a una falla de la solidaridad
social, es decir una anomia. Refiriéndose a la función de la religión, señala, “Aun en las religiones más
avanzadas, no hay quizás dios que no haya conservado algo de esta ambigüedad y que no cumpla
funciones cósmicas y morales a la vez. Toda religión, al mismo tiempo que una disciplina espiritual, es
una especie de técnica que permite al hombre afrontar con más confianza al mundo. También para el
cristiano, ¿acaso Dios Padre no es el guardián del orden físico, tanto como el legislador y el juez de la
conducta humana?” (Durkheim 1993: 274). Para Durkheim lo social se explica por lo social, trasciende al
individuo, por ello el totemismo es totalidad, experiencia, distinción, cohesión, normatividad,
materialidad y moral, incidiendo en los modos de ser y modos de hacer. El totemismo es una
representación colectiva que exterioriza y sensibiliza el principio totémico a partir de la simbolización del
clan, determinando lo profano y lo sagrado. Durkheim sigue una metodología comparativa, hipotética y
deductiva.
Sin embargo uno de sus conceptos claves, el cual es recogido por la antropología social, es el de hecho
social, “un hecho social es toda manera de hacer, establecida o no, susceptible de ejercer sobre el
individuo una coacción exterior; o también, el que es general en la extensión de una sociedad
determinada teniendo al mismo tiempo una existencia propia, independiente de sus manifestaciones
individuales” (Durkheim 1997: 51). Propone una cosificación del hecho social, entenderlo como un ente
externo. Desde mi perspectiva Durkheim nos dice que somos parte de una ilusión cuando creemos que
nuestro pensamiento es propio y sin embargo nuestra manera de hacer y pensar esta impuesta a
nosotros desde la sociedad, el hecho social es coercitivo. Malinowski lo expresa de la siguiente manera:
“Ningún indígena, ni el más inteligente, tiene una idea clara del Kula como gran institución social
organizada y menos aún de su función e implicaciones sociológicas. Si se le preguntara a uno de ellos qué
es el Kula, contestaría dando unos cuantos detalles, tendiendo más hacia un relato de experiencias
personales y puntos de vista subjetivos sobre el Kula que a algo parecido a la definición precisa que
hemos dado aquí. Ni siquiera se puede obtener una exposición parcial coherente” (Malinowski 1986 :
96)
En tanto, el funcionalismo en antropología social toma los principales preceptos desde la sociología
Durkheimiana y parte del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica, en la cual sus distintas
partes son imposibles de separar, se trata de un holismo, donde cada uno de los elementos consta con
una función específica en el conjunto y con ello señalar los elementos constituyentes del todo, se detalla
la naturaleza de las relaciones entre esos elementos, su objeto son las relaciones, encontrar en lo
particular lo general. El sistema tiende a la estabilidad, éste se mantiene estable mientras sus partes
actúen de manera funcional, por lo tanto mientras no haya contradicción. Por lo general los
funcionalistas han estudiado sociedades cuyos cambios son casi imperceptibles, me refiero a las
sociedades tradicionales o primitivas.
Los funcionalistas pensaran la sociedad como si fuera un organismo biológico, concebido al modelo de
las ciencias sociales, en las que las partes forman un todo y su tarea principal consiste en dar a conocer
las funciones de las instituciones antes que comparar diferencias y similitudes culturales, ya que
comparar o buscar los orígenes de factores culturales sería algo más especulativo que científico. Por
ende sus análisis se situaban desde una perspectiva temporal sincrónica. Tanto Malinowski como
Radcliffe Brown rechazaban el trabajo que en aquella época realizaban los difusionistas y el
particularismo histórico, sin embargo compartían con ellos la importancia de realizar trabajo de campo,
recalcando que sólo después de 2 o más años en terreno, sumergiéndose en la lengua y pensamientos
de otra cultura, se pueden proporcionar descripciones etnográficas válidas.
Sin embargo Radcliffe Brown y Malinowski poseen diferencias teóricas en sus postulados, donde
Malinowski aparece como el padre del funcionalismo como doctrina teórica, mientras que Radcliffe
Brown se es el principal precursor del estructural funcionalismo. Una de sus principales diferencias
epistemológicas radica en que mientras Malinowski pone acento en la contribución de los elementos
culturales al bienestar psicológico y biológico de los individuos, el estructural funcionalismo recalca el
aporte del bienestar biológico y psicológico de los individuos al mantenimiento del sistema social, como
estructura, la función de mantener el sistema social tiene prioridad por sobre todo lo demás, mientras
que para Malinowski el individuo es central en cuanto a sus necesidades. Radcliffe Brown considera al
individuo como persona, es decir un ser social que ordena la estructura, “Cuando usamos el término
estructura nos referimos a algún tipo de disposición ordenada de partes a componentes. Una proposición
musical tiene una estructura, y lo mismo una frase. Un edificio tiene una estructura, e igualmente una
molécula o un animal. Los componentes o unidades de la estructura social son personas y una persona es
un ser humano considerado no como organismo, sino como individuo que ocupa una posición en la
estructura social” (Radcliffe Brown 1972: 18).
Radcliffe Brown utiliza el método heredado de la sociología comparativa, combinándolo con el análisis
intensivo de una sociedad, de manera inductiva, de esa manera busca generar leyes y regularidades.
Además de describir el funcionamiento de las estructuras sociales y la clasificación de fenómenos
sociales. Uno de los conceptos fundamentales del funcionalismo es el de función social, la cual es
tomada como se usa en fisiología, “En fisiología el concepto de función es de suma importancia ya que
nos capacita para tratar con la relación continua de estructura y proceso en la vida orgánica. Un
organismo complejo, como el cuerpo humano, posee una estructura consistente en una ordenación de
Órganos, tejidos y líquidos. Incluso un organismo que consista en una única célula, posee una estructura,
consistente en una ordenación de moléculas” (Radcliffe Brown 1972: 21). Se refiere a una interconexión
existente entre estructura social y procesos de la vida social. Se trata de una correspondencia entre las
instituciones y las necesidades del organismo social.
Malinowski basa su teoría en las necesidades de los individuos, a diferencia de Radcliffe Brown que
sustituye ese término por condiciones necesarias de existencia. En ese sentido son las instituciones las
encargadas de satisfacer estas necesidades que pueden ser biológicas o derivadas, él mismo señala: "Le
hemos dado el nombre de "instituciones" a estos grupos organizado, que están conectados con
actividades de un propósito definido y que están invariablemente ligados por la referencia espacial al
medio ambiente y al aparato material que regentan" (Malinowski 1993: 291).
El antropólogo Marxista francés Maurice Godelier en su texto “Funcionalismo, estructuralismo y
marxismo” da luces acerca de las diferencias existentes entre éstas tres corrientes, señalando que “El
empirismo funcionalista, por el contrario, no parte de los individuos sino de sus relaciones. Estas
relaciones no son tomadas una a una sino en su conjunto y este conjunto se considera como un todo
«integrado» en la medida en que esas relaciones diversas son reactivamente complementarias. Estas
funciones determinan los roles y los estatutos que los individuos ocupan en el sistema social y este
sistema tiende constantemente hacia un estado de equilibrio” (Godelier 1976: 24), donde además el
conocimiento de la historia no es de gran ayuda para dar a conocer su funcionamiento, sino que
comprenden a la historia como una sucesión de acontecimientos accidentales (Godelier 1976). Ello
significa que no considera un cambio social, a diferencia del Marxismo, sino que se trata de sociedades
en estado de equilibrio, no existe una noción de conflicto. Para Marx el motor de la sociedad es el
conflicto, por ende existe una oposición entre ambos paradigmas, se trata de inconmensurabilidad
epistemológica. El marxismo propone una ciencia que transforme la realidad, mientras que el
funcionalismo quedaría relegado a la descripción de ésta. Además la tesis marxista del materialismo
histórico también se contradice con los estudios sincrónicos del funcionalismo, que incluso son
compartidos por el estructuralismo.
A pesar de estas grandes diferencias epistemológicas entre estas corrientes que muestra Godelier,
comparten el concepto de estructura, aunque, “Para Marx y para Lévi-Strauss, una estructura no
es una realidad directamente visible, y por tanto directamente observable, sino que es un nivel de la
realidad que existe más allá de las relaciones visibles de los hombres entre sí y cuyo funcionamiento
constituye la lógica profunda del sistema, el orden subyacente a partir del cual debe explicarse el orden
aparente” (Godelier 1976: 25)
Para Levi-Strauss, principal precursor de estructuralismo, la estructura no esta tan presente en lo
empírico como en lo simbólico, las relaciones sociales son la base, pero la estructura se refiere a los
modelos, en su texto “La noción de estructura en etnología” señala: “La noción de estructura social, no
se refiere a la realidad empírica, sino a los modelos construidos de acuerdo con ésta. Aparece, así, la
diferencia entre dos naciones tan próximas que a menudo se las ha confundido; quiero decir, la de
estructura social y de relaciones sociales. Las relaciones sociales son la materia prima empleada para la
construcción de los modelos que ponen de manifiesto la estructura social misma. Esta no puede ser
reducida, en ningún caso, al conjunto de las relaciones sociales observables en una sociedad
determinada”. (Lévi-Strauss 1987:301). Desde una perspectiva dialéctica aquella definición se parecerá
mas a la de superestructura, en cuanto lo simbólico constituye lo religioso, jurídico, político, artístico,
filosófico y científico de un momento histórico concreto.
Los principales exponentes del funcionalismo y del estructural funcionalismo se encargaron de plantear
teorías acerca de la creencia, la magia, la religión y la muerte, en las sociedades primitivas. Malinowski
da importancia a la muerte como la última crisis de la vida, se condensa toda la vida y da por resultado
una explosión de representaciones religiosas, junto con ello la creencia en una vida después de la
muerte. Radcliffe Brown pone mayor acento en los efectos de la religión, prioriza el rito sobre la
creencia y vincula religión con estructura social, en cuanto que la función social de las religiones es de
mantener el vínculo de dependencia hacia ella.
Ello es perfectamente visible y aplicable en la actual sociedad compleja. Siguiendo la importancia que da
Malinowski a la muerte como una explosión simbólica religiosa, hoy en día la medicina posee el dominio
de la muerte, es la institución encargada de restablecer salud en la población, la elección del médico
como alternativa terapéutica es incuestionable para la mayoría de la población. Una institución que
tiene el dominio de la muerte en la sociedad es quien también tiene el dominio de la vida, es un asunto
central aquí la función social de la medicina.
La muerte constituye un proceso universal con diferentes manifestaciones culturales, ligadas a la
creencia, magia y religión, son sistema de representaciones colectivas, en términos Durkheimianos. Es
de mi interés el estudio de la principal causa de muerte a nivel mundial, que es el cáncer. Como
representación colectiva, cáncer y muerte se encuentran estrechamente vinculados. Es un hecho social y
da cuenta de una patología social. En términos relacionales el enfermo de cáncer se ve involucrado
necesariamente con la institución médica, generando una dimensión diádica mediada por la
institucionalidad entre médico y paciente, la cual posee un aspecto mágico y religioso, basados en la
creencia del pensamiento científico, estos tan presentes tanto en la producción discursiva como en las
practicas, es una relación repleta de ritos que simbolizan el poder del médico sobre el paciente, que
confía su vida a la institución médica. Malinowski señala: “Actuando como siempre lo hace, en una
atmósfera de incertidumbre, con esperanza, pero pendiente de sus temores y ansiedades, el hombre
necesita ciertas afirmaciones positivas de estabilidad, éxito y continuidad. Las afirmaciones dogmáticas
de la religión y la magia satisfacen estas necesidades". (Malinowski 1939: 298). El enfermo terminal de
cáncer se halla en la última crisis de la vida, se produce una ruptura biográfica y pierde autonomía como
sujeto, por ende entra en un proceso de anomia. El cáncer es hoy en día un producto transable en el
mercado, en tanto que puedes comprarlo en cilindros de tabaco o consumir otros productos con el plus
de ser anti-cancerigeno. Muchas cosas en la sociedad se encuentran ligadas al cáncer, de alguna u otra
manera la sociedad también desea el cáncer, aunque se horrorice de su deseo. “Lo que quiero
considerar es la noción siempre peculiar, que forzosamente provocará resistencia, de que no sólo Dios,
sino también el mal forman parte de la noción de lo sagrado; que el mal no sólo es malo, sino también
sagrado. Emile Durkheim, en 1912, claisificó como lo”sagrado impuro” a este mal sagrado” (Taussig
1995: 148). El cáncer constituye un mal sacralizado por la sociedad actual.
A pesar de considerar nociones metodológicas funcionalistas en mi investigación etnográfica no estoy
realizando una correspondencia funcional entre los hechos sociales, ni el funcionalismo como doctrina
teórica y ontológicamente orientada a establecer el todo sobre las partes, sino que desde una
perspectiva heurística, como si la teoría fuera una caja de herramientas, como lo señala Deleuze y
Foucault, está en la naturaleza de la teoría estar en contra del poder, por ende el funcionalismo como
discurso de poder es criticable, en cuanto a la mitificación de la figura de Malinowski como autoridad de
irrefutable objetividad en la antropología, por el hecho de haber realizado trabajo de campo. El
antropólogo Clifford critica la autoridad etnográfica y el mito de Malinowski, señalando que el trabajo de
campo sigue siendo un proceso subjetivo, donde se debe poner énfasis en la intersubjetividad. Donde
además el objeto de estudio pasa a ser un sujeto con el cual se convive y se realiza un trabajo en
conjunto. “El intercambio del kula, el tema del libro de Malinowski, se ha hecho perfectamente visible,
centrado en el cuadro perceptual, mientras que una mirada participante redirige nuestra atención hacia
el punto de vista observacional que, como lectores, compartimos con el etnógrafo y su cámara. Se señala
el modo predominante de la moderna autoridad del trabajo de campo: "Estás allí... porque yo estuve allí"
(Clifford 1995: 40)
Una de las críticas más duras del funcionalismo será planteada por Evans-Pritchard, quien a pesar de
seguir el estructural funcionalismo en cuanto que la estructura tiende a mantener el equilibrio, es
menos empirista y rechaza la perspectiva de Malinowski señalando: “Malinowski fue en todo caso un
pensador fútil… Lo que Malinowski denomina teoría no es en absoluto una teoría, sino una guía para la
recolección y la ordenación de datos, un vademécum para el investigador de campo, un prolijo Notas y
dudas. No supera nunca el nivel descriptivo y operativo del análisis; y es en su mayor parte una
elaboración verbosa de lo obvio y la elevación de lugares comunes a conceptos científicos” (Evans-
Pritchard, 1987: 254).
El contexto en el cual se desarrolla la antropología social funcionalista está determinado por el
colonialismo Británico en los diferentes territorios a los que llegaron los antropólogos a estudiar a los
“otros”. No se puede concebir la antropología si no es como fruto de la expansión del mundo occidental
por sobre el resto del mundo, como resultado de un desarrollo histórico particular. Para occidente la
expansión forma parte de la reproducción estructural de la sociedad, otros imperios no se expandían de
esta manera, es parte de la ideología occidental. El funcionalismo justifica el acto civilizatorio, es decir,
occidente actuaría en función de ayudar a sus “hermanos menores” porque tendría una misión evolutiva
que consiste en tomar la dirección de las otras sociedades y dotarlas de sus instituciones para que éstas
se puedan desarrollar, así impone la ciencia, por ello es necesario estudiar a la otredad, con fines de
dominación. Se trata de una asociación entre la empresa colonialista y la antropológica, utilizando el
conocimiento para efectuar modos de control autoritarios frente a los colonizados, son las premisas
teóricas del funcionalismo ideológicamente compatibles con el colonialismo.
Es importante aun reconocer los aportes del funcionalismo a la teoría antropológica, sin embargo es aun
más importante rechazar la naturaleza colonialista de la antropología funcionalista. No se puede
desconocer esta dimensión política que motivó el trabajo antropológico en Europa durante los años 30’,
ya que constituye la raíz de esta disciplina. Personalmente creo que en la actualidad el estudio de la
antropología contribuye a la descolonización del pensamiento, lo cual en ningún caso justifica la
complicidad de la antropología con la explotación del hombre por el hombre.
.
BIBLIOGRAFÍA
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-CLIFFORD, James (1988). “Sobre la autoridad etnográfica”. Dilemas de lacultura: antropología, literatura y arte en la perspectiva posmoderna; tr.Carlos Reynoso. Barcelona: Editorial Gedisa, 1995.
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-GODELIER, Maurice (1976). Funcionalismo, estructuralismo y marxismo. Anagrama, Barcelona.
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-TAUSSIG, Michael (1995). 'Maleficium: El Fetichismo del Estado' en: Un gigante en convulsiones. El mundo humano como sistema nervioso en emergencia permanente. Series en hombre y sociedad serie Cladema.Barcelona: Gedisa.
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