escultura publica

La escultura es sin duda uno de los artes mas utilizados públicamente, probablemente sea por su duración y su habilidad de imitar la realidad tridimensional. A lo largo del País se pueden encontrar varias esculturas emplazadas en lugares públicos, que cumplen una doble función, ya que sirven para decorar el espacio público y para homenajear y recordar algún hecho o personaje relevante para la historia.

El emplazamiento de nuevas esculturas depende de la aprobación de una ley que indique las cláusulas acerca del mismo. Aquí es donde entra y se pone en juego la ideología del gobierno de turno, ya que cada gobierno trae consigo diferentes ideas y concepciones de la historia. Uno de los ejemplos mas claros podría ser durante las dictaduras militares en Argentina, la creación de un comité especial encargado de controlar y censurar todo tipo de producción cultural y artística. Sin duda, la imagen trae poder y puede llegar a resultar una amenaza para gobiernos con distintas ideologías políticas, por la que se la destruye.

A lo largo de la historia existieron diversos hechos como estos, las esculturas de Lola Mora en el Congreso que en 1913 fueron acusadas de ser ‘’Aberraciones’’ por un diputado y fueron removidas y guardadas en depósitos municipales hasta hace dos años que fueron colocadas replicas nuevamente en el congreso. O un caso muy reciente y polémico como es el caso del Monumento A Cristobal Colón, emplazado en 1921 como donación de la Colectividad Italiana y aprobado por el congreso bajo la ley 5105, fue retirado en 2013 y desplazado para emplazar el Monumento a Juana Azurduy, donado por el Gobierno de Bolivia.

Sin duda la política juega fuertemente en el campo del arte público y esta es afectada por la diversas ideologías. Por lo que la escultura publica, la restauración y la preservación de monumentos se va a ver siempre afectada por el gobierno de turno, sea a favor o en contra y siempre va a estar en constante cambio, por lo que el futuro de la esculturas siempre es incierto.

!2