historia gráfica de durango tomo iii
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Historia Gráfica de Durango
Tomo III
Los alacranes alzados. La Revolución
en el estado de Durango
Antonio Avitia Hernández
México, 2013
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3
XII. Los alacranes alzados. La Revolución en
el estado de Durango
La Revolución maderista en Durango
En el territorio estatal, durante el porfirismo, y sobre todo en la primera década
del siglo XX, hubo diversos brotes de protesta y lucha huelguista, mutualista,
anarquista, por parte de campesinos, mineros, empleados, ferrocarrileros,
vaqueros y obreros. Si bien los casos más sobresalientes de lucha y protesta
laboral y de represión porfirista fueron los despojos de tierra de los comuneros
de San Pedro y Santiago Ocuila y la matanza de los mineros de Velardeña en
1909. Poco a poco se fueron creando las organizaciones de la oposición
política efectiva, con la formación de clubes políticos que serían los centros de
reunión de los futuros líderes ideológicos y militares de la Revolución
Mexicana.
La miseria, la sobreexplotación, el abuso, la inseguridad en el trabajo, la
discriminación y desigualdad en relación con los trabajadores extranjeros; el
despojo, la represión brutal, la falta de educación, la ausencia de libertad
política y de acceso al poder, fueron sólo algunas de las razones por las
cuales, al momento de la convocatoria de Francisco I. Madero, dada a conocer
en el Plan de San Luis, en el estado de Durango, se suscitaron diversos
levantamientos de pequeños grupos rebeldes que, de manera paulatina, se
fueron vinculando entre sí, incrementaron sus adeptos y sistemas de
abastecimiento. Así, de iniciar con tomar pequeños poblados, los rebeldes se
fueron aventurando a ocupar poblaciones grandes y, para mediados de 1911,
los revolucionarios durangueños organizados en la Segunda División del Norte
ocupaban la ciudad de Torreón, en la cual sucedió el lamentable episodio de la
matanza de los chinos.
El 31 de mayo de 1911, la ciudad de Durango caía bajo la presión de los
Tratados de Ciudad Juárez, en las manos de los revolucionarios maderistas de
todo el estado, bajo la dirección de los jefes regionales: Domingo Arrieta,
4
Calixto Contreras, Jesús Agustín Castro, Matías Pazuengo, Conrado Antuna,
Orestes Pereyra y otros. Todos los revolucionarios durangueños de la Segunda
División del Norte, bajo las órdenes de Emilio Madero, entraron a La Perla del
Guadiana y establecieron el Gobierno maderista de Luis Alonso y Patiño.
Soldado revolucionario durangueño
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La familia Gurza de Durango, con Francisco I. Madero en 1910
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Dos imágenes del jefe revolucionario Jesús Agustín Castro quien inició la
Revolución en Gómez Palacio
Jefe revolucionario maderista Gregorio García
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Rurales en la ciudad de Lerdo, 1911
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Tres imágenes de Calixto Contreras, jefe revolucionario de Cuencamé
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El jefe revolucionario cuencamero Calixto contreras con su familia
Severino Ceniceros, jefe revolucionario de Cuencamé
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El jefe domingo Arrieta inició su levantamiento en la sierra de Durango
Jefe rebelde Conrado Antuna, junto con Ramón F. Iturbe, ocupó Topia el 17 de
febrero de 1911
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Dos imágenes del jefe revolucionario Ramón Fuentes Iturbe
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El jefe rebelde maderista Luis Caro y su Estado Mayor
El jefe revolucionario cuencamero Calixto Contreras con su gente
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Tropas rebeldes de Calixto Contreras en Velardeña
Revolucionarios maderistas en Velardeña, 1911
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El jefe maderista Jesús Agustín Castro y su Estado Mayor, en la Hacienda de
Las Cruces, después de ocupar la población Nazas, en abril de 1911
El jefe revolucionario Jesús Agustín Castro y su Estado Mayor, en Yerbanís,
municipio de Cuencamé
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Jefe maderista Leónidas Guerrero y su gente, en la Hacienda de Zaragoza,
municipio de Vicente Guerrero, 1911
Jefes maderistas de Vicente Guerrero: Leónides Guerrero, Tirso Gausín y
Pedro Rueda, 1911
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Marcelino Rueda, Jefe rebelde de Vicente Guerrero
Mariano y domingo Arrieta León en la toma de Santiago Papasquiaro el 17 de
abril de 1911
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General revolucionario lagunero Enrique Adame
Foto adjudicada al momento exacto del fusilamiento, en 1911, del general
Nieves Quiñones, oriundo de San Juan del Río. Quiñones sobrevivió a su
fusilamiento, durante la toma de Casas Grandes, Chihuahua
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Proclama revolucionaria del jefe revolucionario durangueño Orestes Pereyra
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Comunicado sobre la toma maderista de Torreón
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Comunicado oficial de cambio del gobernador, ante el inminente arribo de los
rebeldes maderistas a la ciudad de Durango
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Comunicado oficial de toque de queda, ante el sitio a la ciudad de Durango por
los maderistas
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Buenaventura (o Ventura) G. Saravia Murua, gobernador interino de Durango
del 10 de abril al 4 de junio de 1911
Revolucionarios del jefe Domingo Arrieta entran a Durango, 1911
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Cuatro imágenes de rebeldes maderistas en el sitio a la ciudad de Durango, en
mayo de 1911
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Tropas maderistas entrando a la ciudad de Durango el 31 de mayo de 1911
Rebeldes maderistas en la ciudad de Durango
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Revolucionarios maderistas pasean en un automóvil prestado, en la ciudad de
Durango
El gobernador interino Luis Alonso y Patiño, al centro, con Jesús Agustín
Castro y Roque González Garza
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El doctor Luis Alonso y Patiño gobernó Durango de junio a agosto de 1911 y de
noviembre de 1911 al 29 de febrero de 1912 cuando renunció. Fue sustituido
por Emiliano G. Saravia, nombrado por Francisco I, Madero
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En su libro Farewell to Durango, Johanne Caroline Wehmeyer Bose, describió
sus impresiones y publicó fotografías sobre la Revolución maderista en la
ciudad de Durango
Libro sobre la Revolución en la Comarca Lagunera
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Acciones revolucionarias maderistas en el estado, 1910 – 1911
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La contrarrevolución de los colorados y el golpe de estado huertista
A fines de 1911 el nuevo gobierno revolucionario maderista tuvo que enfrentar
en la ciudad de Durango un complot palaciego de la facción que dirigía el
general Bernardo Reyes; el complot fue controlado y en su resistencia se
efectuaron combates en diversos municipios del estado. De hecho, surgía la
contrarrevolución. En 1912, el mismo gobierno maderista estatal tuvo que
combatir contra los focos locales antimaderistas de las rebeliones zapatista y
magonista.
Desde febrero de 1912 actuaron en el estado diversos grupos armados
antimaderistas contrarrevolucionarios, patrocinados por los capitalistas
regionales, que protagonizaron las rebeliones orozquistas y vazquistas; a los
nuevos rebeldes se les conoció con el mote de colorados. Los colorados
tuvieron múltiples acciones guerreras en la entidad y destruyeron e incendiaron
las haciendas que encontraban a su paso y que eran propiedad de los
hacendados que no aportaban para su causa. Para combatir a los colorados el
gobierno maderista habilitó a diversos grupos auxiliares irregulares, con el
objeto de que ayudaran en los combates a los .cuerpos regulares. Si bien los
revolucionarios ex maderistas habían sido licenciados y los cuerpos regulares
del ejército formaban parte del antiguo Ejército porfirista que había
permanecido intacto.
Llegado el momento, los militares regulares intentaron neutralizar a los
auxiliares irregulares aprehendiendo a sus principales jefes, como Francisco
Villa, Domingo Arrieta y Calixto Contreras. Sin embargo, estos jefes recobraron
su libertad tras pasar unos días en prisión y retomaron el mando de sus tropas
populares.
En febrero de 1913, tras el golpe de estado en contra del presidente Francisco
I. Madero y de que se entronizó en el poder, el gobierno usurpador del general
Victoriano Huerta, el gobernador interino de Durango Jesús Perea, se adhirió al
gobierno usurpador, al tiempo que los rebeldes orozquistas, llamados
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colorados, fueron amnistiados e integrados al Ejército Huertista, como tropas
de auxiliares voluntarios irregulares.
La represión en contra de los maderistas no se hizo esperar y los miembros del
Grupo Renovador Maderista de Durango fueron sistemáticamente
aprehendidos y encarcelados. Para asegurar su permanencia en la ciudad de
Durango, el gobierno huertista conformó grupos paramilitares reconocidos
como Defensa Social, integrados con gente citadina de la clase media,
empleados de comercio y trabajadores de confianza de las haciendas aledañas
a la capital del estado. Las Defensas Sociales fueron organizadas y dirigidas
Antonio y Emilio Bracho, con el patrocinio de los diversos dueños de las
haciendas, los fundos mineros y los comerciantes radicados en la ciudad de
Durango. Las Defensas Sociales recibieron el nombre de Socialistas o
Soldados de Chocolate, por lo ineficiente de sus pocas acciones guerreras. Sin
embargo, las Defensas Sociales de Durango generaron un tenso clima de
terror entre los habitantes de la Perla del Guadiana, toda vez que entre sus
acciones se destacó el llenar la penitenciaría con los más importantes
ciudadanos de filiación maderista, al tiempo que, sin formación de causa, el 24
de abril, fusilaron a algunos de ellos.
Los grupos de poder que influyeron en la conformación de las Defensas
Sociales y en el apoyo al gobierno usurpador: los capitalistas, hacendados,
comerciantes y los miembros del alto clero, es decir, quienes temían perder sus
privilegios con el avance de las reformas revolucionarias, pusieron como jefe
de armas de la ciudad al general Antonio Escudero. Ante la represión, los
maderistas durangueños se levantaron de inmediato para derrocar al usurpador
Huerta y se afiliaron al Plan de Guadalupe, signado por Venustiano Carranza.
El ingeniero Pastor Rouaix y Silvestre Dorador fueron dos de los ciudadanos
aprehendidos, víctimas de la represión del gobierno estatal de Jesús Perea.
32
Ingeniero Carlos Patoni. Gobernador constitucional de Durango de 1912 a
1913. En febrero de 1913, tras el golpe de estado contra el presidente
Francisco I. Madero, Patoni fue sustituido por el huertista Jesús Perea
Antonio Gómez Palacio. Gobernador interino en 1912
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Jefe contrarrevolucionario orozquista Emilio P. Campa, en primer plano
Otra imagen del jefe orozquista contrarrevolucionario Emilio P. Campa,
identificado en manuscrito, acompañado de sus seguidores
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Dos imágenes del jefe orozquista Emilio P. Campa con algunos de sus
seguidores
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Emilio P. Campa hablando por teléfono
José Inés Salazar y Emilio P. Campa, en primer plan
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Los jefes maderistas Calixto Contreras y Domingo Arrieta prisioneros en la
ciudad de México
El jefe Francisco Villa en Bermejillo, en segundo plano, como parte de las
fuerzas leales a Madero en contra de los colorados
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El jefe maderista Francisco Villa con el oficial federal Trucy Aubert en
Bermejillo, 1912
Francisco Villa, de espaldas, con el general federal Victoriano Huerta y Emilio
Madero, en Conejos, Durango, durante la guerra contra los colorados, 1912
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Victoriano Huerta después del combate de Conejos, Durango, 1912
General Aureliano Blanquet con la bandera de los colorados orozquistas de
Durango
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Francisco Villa con Raúl Madero, contra los colorados en Mapimí, 1912
Francisco Villa en Tlahualilo, con una ametralladora capturada a los colorados,
1912
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Francisco Villa, jefe maderista antiorozquista
General colorado Pascual Orozco, 1912
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Jefe rebelde colorado Benjamín Argumedo. El Tigre de La Laguna, 1912
Portada de una edición de la novela Se llevaron el cañón para Bachimba, de
Rafael F. Muñoz que se refiere a la contrarrevolución de los colorados, en los
estados de Durango y Chihuahua
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Equipo Médico de la Cruz Blanca Neutral en la campaña contra los colorados,
1912
El jefe maderista José Maciel fusilado en Durango, durante el complot
contrarrevolucionario contra el gobierno estatal, 1912
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Siete imágenes de los maderistas asesinados durante la represión huertista
contrarrevolucionaria en Durango del 24 de abril de 1913
Cartón de Xavier Gómez sobre la represión huertista contrarrevolucionaria del
24 de abril de 1913 en la ciudad de Durango
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Cartón de Xavier Gómez sobre los revolucionarios fusilados en Gómez Palacio,
por los contrarrevolucionarios huertistas en 1913
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Ambulancia durangueña de la Cruz Blanca Neutral, CBN, organización
sanitaria civil, operada principalmente por mujeres, que atendía a los heridos
de la guerra, sin importar su bando o filiación política, 1912 (circa)
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La Defensa Social de la ciudad de Durango
Señoritas durangueñas en balcones esperando un desfile de la Defensa Social
contrarrevolucionaria
Preparativos para el Desfile de la Defensa Social contrarrevolucionaria de la
ciudad de Durango
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Siete imágenes de Desfile de los voluntarios de la Defensa Social
contrarrevolucionaria en la ciudad de Durango
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Tres imágenes de la caballería de la Defensa Social contrarrevolucionaria de la
ciudad de Durango
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Siete imágenes de ejercicios, alistamiento y revista de voluntarios de la
infantería de la Defensa Social contrarrevolucionaria de la ciudad de Durango,
1913
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Funerales de militantes de la Defensa Social contrarrevolucionaria en abril de
1913
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Tres imágenes de fortines de la Defensa Social contrarrevolucionaria de la
ciudad de Durango
Distintivo de la Defensa Social contrarrevolucionaria de la ciudad de Durango
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Libro sobre la Defensa social en Durango
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La toma de Durango por los revolucionarios constitucionalistas
antihuertistas, en 1913
Ante la represión del gobierno huertista, los maderistas durangueños se
levantaron de inmediato para derrocar al usurpador Huerta y se afiliaron al Plan
de Guadalupe, signado por Venustiano Carranza.
El ingeniero Pastor Rouaix y Silvestre Dorador fueron dos de los ciudadanos
aprehendidos, víctimas de la represión del gobierno estatal de Jesús Perea.
En consecuencia con las acciones rebeldes antihuertistas, el 20 de abril de
1913 la Brigada Guadalupe Victoria, conducida por Domingo Arrieta, se unió a
las tropas rebeldes cuencameras y laguneras de Calixto Contreras y Orestes
Pereyra para ocupar la ciudad de Durango. Para el día 23 se inició el ataque de
los revolucionarios y se continuó por todo el día 24 y parte del 25. Ese día, los
revolucionarios se vieron obligados a emprender la retirada, ante la inminente
presencia de los trescientos cincuenta jinetes colorados que se acercaban bajo
el mando del brigadier irregular Jesús José Cheché Campos. El día 26, los
rebeldes reorganizados volvieron a intentar la ocupación de la plaza, pero
fueron rechazados.
Tras sus infructuosos intentos, las tropas revolucionarias se reconcentraron en
Canatlán, al tiempo que la Defensa Social hacía estragos entre los maderistas
de la ciudad de Durango. Las tropas irregulares de “Cheché” Campos salieron
de la capital del estado para combatir a los rebeldes, pero fueron derrotadas
por las fuerzas de la Brigada Guadalupe Victoria, en los Llanos de Cacaria.
En Canatlán, los diversos cuerpos revolucionarios unidos nombraron como jefe
único a Tomás Urbina y con el llamado Ejército Popular Revolucionario
Durangueño, integrado por alrededor de cinco mil hombres, Urbina marchó a
Durango. Los jefes Calixto Contreras, Orestes Pereyra, Domingo y Mariano
Arrieta, así como Sergio y Matías Pazuengo fueron algunos de los miembros
del Estado Mayor de Urbina. Mientras tanto, el jefe rebelde durangueño Pánfilo
Natera, quien desde el 5 de junio, al mando de tropas revolucionarias
durangueñas y zacatecanas, había ocupado momentáneamente la capital del
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estado de Zacatecas, cortó las comunicaciones telegráficas y ferroviarias de
Durango con el centro del país.
La ciudad era defendida por 1223 soldados huertistas regulares y auxiliares
irregulares, bajo la guía del brigadier Antonio M. Escudero. La batalla por
Durango tuvo lugar los días 17 y 18 de junio de 1913. Después de ocupar la
plaza, las tropas revolucionarias y la población local, se dieron al saqueo y al
incendio de los principales comercios de la ciudad como El Palomar, La Francia
Marítima, el Café de la Unión y las mercerías de súbditos alemanes: La Suiza y
La Alemana. Una vez que los revolucionarios antihuertistas ocuparon la ciudad
de Durango, esta no volvió a caer en poder del gobierno usurpador.
Al lograr establecer la paz en la ciudad, los revolucionarios nombraron como
gobernador del estado al ingeniero Pastor Rouaix quien, el 3 de octubre del
mismo año, promulgó la primera Ley Agraria del país, así como algunos
decretos en contra de los intereses de los grupos conservadores y de la Iglesia
Católica.
La novela El mejor de los mundos posibles, de Martín Gómez Palacio recrea en
una sobresaliente prosa el episodio de la toma de Durango y las conductas de
diversos personajes en la ocasión, en especial la de una anciana que, más que
por la acción de los revolucionarios, está preocupada por el corte de la
comunicación ferroviaria con la ciudad de Torreón, por el hecho de que ya no
podrá surtirse de la heroína necesaria para cubrir su demandante adicción.
Otra novela que se ocupa del tema es ¡Viva Madero! Escrita por Atanasio G.
Sarabia.
66
Plano revolucionario de guerra de la plaza de Canatlán en mayo de 1913
67
Plano revolucionario de los ataques a la ciudad de Durango en julio de 1913
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Cartón de Xavier Gómez sobre la actuación de la Defensas Social
contrarrevolucionaria y la toma de Durango el 18 de junio de 1913
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Brigadier Ignacio Morelos Zaragoza, militar huertista encargado de la defensa
federal de la ciudad de Durango
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Dos imágenes del jefe revolucionario Mariano Arrieta León quien tuvo acción
en la toma de Durango, 1913
Jefe revolucionario José Arrieta León, también participó en la toma de Durango
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El jefe revolucionario Andrés Arrieta quien tuvo acción en la toma de Durango
de 1913
General Domingo Arrieta León, jefe de la Brigada Guadalupe Victoria que
combatió en la toma de Durango, 1913
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General Domingo Arrieta y su Estado Mayor
73
Dos monumentos a los hermanos Arrieta, en la ciudad de Durango
El general Calixto Contreras, al centro, con su Estado Mayor
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José Vázquez, revolucionario de Pasaje
Jefe revolucionario José Santos Ortiz
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Jefe revolucionario Orestes Pereyra
Monumento al jefe revolucionario Tranquilino Mendoza, quien también participó
en la toma de Durango
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Encarnación Leyva, revolucionario de Vicente Guerrero
Jefe Julio Martínez, revolucionario de Vicente Guerrero
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Adolfo Rosas y Andrés Arroyo, revolucionarios de Vicente Guerrero}
Sabino y Nieves Rueda, revolucionarios de Vicente Guerrero, 1913
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Santos Rueda, revolucionario de Vicente Guerrero
Revolucionarios de Cuencamé, 1913
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Revolucionarios de Cuencamé, 1913
Revolucionarios del municipio de Santa Clar
80
Los revolucionarios José Vidal Carrillo y Adolfo Terrones Benítez el 18 de julio
de 1913, en la ciudad de Durango
El revolucionario Adolfo Terrones Benítez después de la Toma de la ciudad de
Durango en julio de 1913
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Los jefes revolucionarios durangueños Tomás Urbina y A. Ituarte
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Dos imágenes del General Tomás Urbina, jefe del Ejército Popular
Revolucionario Durangueño que ocupó la ciudad de Durango el 18 de junio de
1913
Placa del Consulado de los Estados Unidos en Durango, en medio de los
escombros después de la ocupación de la ciudad por los revolucionarios
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Perspectiva de la calle 5 de febrero, con sus comercios incendiados, durante la
toma de Durango por los revolucionarios
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Dos imágenes de la Ferretería La Suiza, incendiada
Edificio de El Palomar incendiado, posteriormente fue demolido
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Edificio incendiado donde posteriormente se construyó la Sombrerería Tardan
Edificio del Hotel “Café de la Unión”, incendiado
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Otro ángulo del Hotel “Café de la Unión” incendiado
Tienda El Castillo, incendiada
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La Francia Marítima, incendiada
The Durango Clothing Co. Incendiada
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Dos imágenes de La Corbeta, incendiada, 1913
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Tienda El Hércules, incendiada
Tienda Las Tres Rosas, incendiada
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Mercería Nueva, incendiada
Tienda El Buen Trato, incendiada
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Cartón de Xavier Gómez sobre el incendio y saqueo, posteriores a la toma de
la ciudad de Durango, el 18 de junio de 1913
También el templo de Los Remedios sufrió daños por el bombardeo durante la
toma de Durango
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Libro sobre la toma revolucionaria de la ciudad del Durango el 18 de julio de
1913
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Las novelas: El mejor de los mundos posibles, de Martín Gómez Palacio y
¡Viva Madero!, de Atanasio G. Saravia, centran su relato en los días en que los
revolucionarios constitucionalistas ocuparon la ciudad de Durango
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Esperanza Rangel y López Negrete, al centro, con sus hermanas Lupe y Rita.
Esperanza escribió un interesante y detallado relato testimonial sobre la toma
de Durango
Ingeniero Pastor Rouaix, gobernador constitucionalista de Durango en 1913,
promulgó la primera Ley Agraria de México, el 3 de octubre de 1913
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En su momento, el ingeniero Pastor Rouaix modificó muchas de las normas
que regían al Estado
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Los constitucionalistas de Venustiano Carranza en Durango
Mientras que, en el noreste del estado, se suscitaba el infructuoso asedio a la
ciudad de Torreón, Coahuila, por las tropas del Ejército Constitucionalista, bajo
las órdenes del jefe Venustiano Carranza, mismo que dio inicio el 22 de julio de
1913. Sin poder ocupar la plaza, por la ruda resistencia de los efectivos
federales huertistas, los revolucionarios se vieron obligados a retirarse el 31 del
mismo mes, con dirección a los terrenos liberados en el estado de Durango.
Las fuerzas federales estaban agrupadas en la División del Nazas, cuyo jefe
era el general Ignacio A. Bravo, famoso por la dirección militar de la Guerra de
Castas de Yucatán. La División del Nazas, contaba con 4,000 hombres, 13
piezas de artillería y 12 ametralladoras.
Por su parte, en lo militar, los hombres de Carranza reconocieron al
durangueño Tomás Urbina como su general en jefe y su número llegó a 8,000,
entre durangueños que recién habían ocupado la ciudad de Durango y
coahuilenses carrancistas que venían en retirada después de una fallida
campaña en el estado de Coahuila.
Los antihuertistas intentaron introducirse a Torreón por diversos puntos como:
El Cañón del Huarache, los cerros de La Constancia, las fábricas La Vencedora
y La Unión, así como el panteón. En la ocasión destacó el ataque a la
Metalúrgica que fue rechazado por los colorados huertistas de Benjamín
Argumedo. Los principales jefes que participaron a favor del gobierno
usurpador de Huerta fueron: Eustiquio Munguía, Benjamín Argumedo y Emilio
Ocampo. En las tropas rebeldes la dirección estuvo a cargo de los jefes:
Orestes Pereyra, Calixto Contreras, Andrés Arrieta, José Isabel Robles y
Cándido Aguilar, entre otros.
La poca fortuna guerrera de los constitucionalistas afiliados al Plan de
Guadalupe, en el estado de Coahuila, así como el envío de grandes
contingentes de tropas huertistas a la zona, derivó en que los leales a
Victoriano Huerta ocuparan el cuartel general del Ejército Libertador, ubicado
en Monclova, Coahuila y que, como ya se apuntó, del 22 al 30 de julio de 1913,
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los carrancistas fracasaran en su intento de tomar la estratégica ciudad de
Torreón. Ante esta desalentadora situación, Carranza optó por dirigirse a los
territorios ocupados por los revolucionarios y hacer efectivo su plan de
organizar al Ejército Libertador en 7 cuerpos. Casi huyendo, el 4 de agosto de
1913, Carranza arribó a la ciudad de Durango, en donde fue recibido por los
generales Domingo y Mariano Arrieta, comandantes militares de la entidad, y
por el ingeniero Pastor Rouaix, gobernador del estado.
Durante la estancia de don Venustiano Carranza en Durango, en la ciudad de
Niágara Falls, Nueva York, Estados Unidos, una comisión diplomática
internacional integrada por ministros de Argentina, Brasil y Chile, conocida
como Conferencia ABC, obedeciendo a las iniciales de los países que la
integraban, intentaba mediar en el conflicto provocado por la invasión
estadounidense a territorio mexicano, por el puerto de Veracruz.
Desde la ciudad de Durango, Carranza enviaba mensajes telegráficos a los
integrantes de la ABC, exigiendo que para las decisiones que tomaran la
conferencia se debería considerar también a representantes del Ejército
Constitucionalista, debido a que éste, a su vez, representaba a la mayoría de
los habitantes del país y era, de hecho, la mayor fuerza armada de la
República. Las exigencias de Carranza fueron atendidas por los miembros de
la ABC, y el Ejército Constitucionalista tuvo representación en las ne-
gociaciones diplomáticas que intentaban la salida pacífica de las tropas
estadounidenses del suelo mexicano. Sin perder de vista el conflicto
internacional, a principios de junio Carranza se dirigió a Sombrerete,
Zacatecas, donde resolvió el avance de Natera y Arrieta hacia este estado.
Después de estar cinco días en la Perla del Guadiana, Carranza se dirigió a
Canatlán y de allí, cruzando la Sierra Madre Occidental, hacia Hermosillo,
Sonora.
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Descarrilamiento de un tren en Estación Santa Rosa, municipio de Gómez
Palacio, el 9 de julio de 1913, durante las acciones de los revolucionarios
constitucionalistas
Las tropas del general federal huertista Ignacio A. Bravo rechazaron a los
constitucionalistas de Carranza en Torreón
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Dos imágenes de Venustiano Carranza hablando a la población de la ciudad de
Durango en agosto de 1913
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Venustiano Carranza con leales constitucionalistas durangueños
Venustiano Carranza posando con miembros de la Cruz Blanca Neutral de la
ciudad de Durango en agosto de 1913
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Hotel Madrid, en Ciudad Lerdo, incendiado tras las batallas de la Revolución
Constitucionalista, el 9 de septiembre de 1913
Comercio incendiado en avenida Rascón, en Gómez Palacio,
9 de septiembre de 1913
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Casas incendiadas en Gómez Palacio, en julio de 1913
103
La División del Norte
El 27 de septiembre de 1913, en la Hacienda de La Loma, municipio de Lerdo,
Durango, los revolucionarios durangueños y chihuahuenses que dirigía el jefe
Francisco Villa, se juntaron con los de la Región Lagunera que comandaban
Tomás Urbina y Calixto Contreras. En la importante reunión de jefes
antihuertistas se decidió la conformación de la División del Norte que integró a
diversos cuerpos rebeldes de Coahuila, Chihuahua y Durango. En virtud de
sus méritos militares y de creatividad estratégica, se optó por consenso que el
comandante en jefe de la nieva División fuese el general Francisco Villa.
Fuerte con 4,000 hombres y cinco cañones, Villa inició sus operaciones para
ocupar la ciudad de Torreón, el 29 de septiembre, combatiendo en la Hacienda
de Aviléz, hoy Ciudad Juárez, así como en Ciudad Lerdo, Durango y, para el
día 30 del mismo mes, la recién estrenada División del Norte comenzó sus
temibles cargas guerreras sobre las goteras de la ciudad de Torreón, Coahuila.
Los ataques sobre la Perla del Nazas se prolongaron hasta el día 1 de octubre,
fecha en que los efectivos federales huertistas de la División del Nazas, bajo
las órdenes del general Eustiquio Munguía, ante la irrefrenable presión de los
villistas, después de perder 1,500 hombres, entre muertos, heridos y
prisioneros, además de 11 cañones y cinco ametralladoras, entre otros
pertrechos, se vieron obligados a desalojar la plaza.
El 9 de diciembre de 1913, después de fuertes combates y movimientos
ferroviarios, el general José Refugio Velasco, jefe del Ejército del Nazas,
recuperó la plaza de Torreón para el gobierno huertista. De hecho, los
revolucionarios de Domingo Arrieta, Calixto Contreras y Yuriar, guardianes de
la Perla del Nazas, siguiendo las instrucciones de su jefe de División, Francisco
Villa, desalojaron la plaza y se trasladaron a Durango. A principios de enero de
1914, los hombres de Victoriano Huerta combaten a los revolucionarios en La
Loma, Aviléz, Pedriceña y Mapimí, en escaramuzas que anunciaban
enfrentamientos de mayor envergadura.
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Por su parte, los guerreros de la División del Norte participaban y vencían a los
huertistas en las batallas de: Chihuahua, Tierra Blanca y Ojinaga, y es hasta
marzo de 1914 cuando el tronar de sus fusiles, carabinas y cañones retornaba
al estado de Durango.
El 19 de marzo de 1914, los villistas arribaron a estación Conejos, y, al
siguiente día, los bragados de la División del Norte, atacaban: Bermejillo,
Tlahualilo, Peronal y Mapimí. Poco después, mediante una conferencia
telefónica, Francisco Villa instaba al general José Refugio Velasco, jefe de la
División del Nazas, a que entregara pacíficamente la plaza de Torreón. La
respuesta del guerrero federal huertista resultó negativa y los villistas iniciaron
su incontenible avance por los desiertos de La Laguna.
Entre los días 21 y 23 de marzo se combatió fieramente en estación
Sacramento y, una vez que los villistas ocuparon el lugar, se dirigieron a las
goteras de Gómez Palacio. El día 23, los generales de las Brigadas de la
División del Norte guerrearon con sus cañones, caballos, ametralladoras,
fusiles y pistolas en El Porvenir, el cerro de La Pila y en Ciudad Lerdo.
Las noches del 24 y 25 de marzo, el cerro de La Pila es visible por la constante
iluminación que produce la metralla del combate que hace sucumbir a cientos
de soldados y oficiales, hasta que, por fin, el día 26, los huertistas abandonan
Gómez Palacio y se concentran en Torreón, suspendiendo toda posibilidad de
parlamento. La guerra continua en el cañón de El Huarache y en las riberas del
Río Nazas. Los cerros de La Cruz, de Calabazas, de La Presa y El Coyote, son
los baluartes federales que se van doblegando ante las granadas de las
artillería de las brigadas villistas de los generales: Ángeles, Saavedra y Servín.
Conocedor del arte de la guerra, el general Velasco intenta ganar tiempo el día
30, al pedir una tregua para enterrar muertos y recoger heridos. Sin embargo,
la intuición de Villa prevé las intenciones de Velasco y los combates no se
suspenden. Tres días después aún se sigue peleando por Torreón. En
momentos, los villistas luchan cuerpo a cuerpo contra los huertistas y, sin poder
resistir más, el general José Refugio Velasco decide la retirada. El día 3 de
abril de 1914, la victoriosa División del Norte hacía su entrada triunfal en la
Perla del Nazas.
La sangrienta secuela de la violencia revolucionaria contra Huerta, continuó en
las batallas de San Pedro de las Colonias y Paredón, en el estado de Coahuila.
105
El 9 de diciembre de 1913, después de fuertes combates y movimientos
ferroviarios, el general José Refugio Velasco, jefe del Ejército del Nazas,
recuperó la plaza de Torreón para el gobierno huertista. De hecho, los
revolucionarios de Domingo Arrieta, Calixto Contreras y Yuriar, guardianes de
la Perla del Nazas, siguiendo las instrucciones de su jefe de División, Francisco
Villa, desalojaron la plaza y se trasladaron a Durango. A principios de enero de
1914, los hombres de Victoriano Huerta combaten a los revolucionarios en La
Loma, Aviléz, Pedriceña y Mapimí, en escaramuzas que anunciaban
enfrentamientos de mayor envergadura.
Por su parte, los guerreros de la División del Norte participaban y vencían a los
huertistas en las batallas de: Chihuahua, Tierra Blanca y Ojinaga, y es hasta
marzo de 1914 cuando el tronar de sus fusiles, carabinas y cañones retornaba
al estado de Durango.
El 19 de marzo de 1914, los villistas arribaron a estación Conejos, y, al
siguiente día, los bragados de la División del Norte, atacaban: Bermejillo,
Tlahualilo, Peronal y Mapimí. Poco después, mediante una conferencia
telefónica, Francisco Villa instaba al general José Refugio Velasco, jefe de la
División del Nazas, a que entregara pacíficamente la plaza de Torreón. La
respuesta del guerrero federal huertista resultó negativa y los villistas iniciaron
su incontenible avance por los desiertos de La Laguna.
Entre los días 21 y 23 de marzo se combatió fieramente en estación
Sacramento y, una vez que los villistas ocuparon el lugar, se dirigieron a las
goteras de Gómez Palacio. El día 23, los generales de las Brigadas de la
División del Norte guerrearon con sus cañones, caballos, ametralladoras,
fusiles y pistolas en El Porvenir, el cerro de La Pila y en Ciudad Lerdo.
Las noches del 24 y 25 de marzo, el cerro de La Pila es visible por la constante
iluminación que produce la metralla del combate que hace sucumbir a cientos
de soldados y oficiales, hasta que, por fin, el día 26, los huertistas abandonan
Gómez Palacio y se concentran en Torreón, suspendiendo toda posibilidad de
parlamento. La guerra continua en el cañón de El Huarache y en las riberas del
Río Nazas. Los cerros de La Cruz, de Calabazas, de La Presa y El Coyote, son
los baluartes federales que se van doblegando ante las granadas de las
artillería de las brigadas villistas de los generales: Ángeles, Saavedra y Servín.
106
Conocedor del arte de la guerra, el general Velasco intenta ganar tiempo el día
30, al pedir una tregua para enterrar muertos y recoger heridos. Sin embargo,
la intuición de Villa prevé las intenciones de Velasco y los combates no se
suspenden. Tres días después aún se sigue peleando por Torreón. En
momentos, los villistas luchan cuerpo a cuerpo contra los huertistas y, sin poder
resistir más, el general José Refugio Velasco decide la retirada. El día 3 de
abril de 1914, la victoriosa División del Norte hacía su entrada triunfal en la
Perla del Nazas.
La sangrienta secuela de la violencia revolucionaria contra Huerta, continuó en
las batallas de San Pedro de las Colonias y Paredón, en el estado de Coahuila.
Después de la toma de Torreón de 1914, por la División del Norte, se
suscitaron diversos desacuerdos de jerarquía entre los cuerpos revolucionarios,
sobre todo por parte del jefe Venustiano Carranza quien intentaba imponer su
poco afortunado criterio militar a las tropas de la poderosa División del Norte
que dirigía el general Francisco Villa
En este contexto, el general durangueño Pánfilo Natera, tras participar con sus
tropas en la ocupación de la Perla del Nazas, se dirigió a la iudad de Durango,
en donde recibió la orden, de Venustiano Carranza, el primer jefe
revolucionario quien a la sazón se encontraba en la Perla del Guadiana, de
ocupar la ciudad de Zacatecas, último baluarte bélico huertista de importancia.
Para cumplir su misión Natera contó con las tropas durangueñas y zacatecanas
de la División del Centro y con los hombres de la División Durango, a las
órdenes del general Domingo Arrieta León.
Del 10 al 15 de junio de 1914, los 7,000 constitucionalistas enviados por
Carranza, combatieron por los fortines de la ciudad de Zacatecas, en los cerros
de: La Bufa, El Grillo, El Padre y Clérigos, lugar en el que los 2,000 federales
huertistas que comandaba el general Luis Medina Barrón lograron que los
revolucionarios se batieran en retirada. Ante la derrota de los nateristas y
arrietistas se hizo evidente que Zacatecas sólo podría ser ocupada por la
División del Norte.
En los días en que la División del Norte avanzaba triunfante por el oeste del
estado de Durango, en la población de Cuencamé, cabecera del municipio del
mismo nombre se acuñó una extraña moneda, famosa en el mundo de la
numismática por ser la única pieza de dinero que en su reverso tiene una
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consigna de muerte que reza: “MUERA HUERTA”. El nombre que los
coleccionistas han dado a la extraña moneda es: CUENCAMÉ 1914, MUERA
HUERTA. Se cuenta que los huertistas fusilaban sin formación de causa a
quienes usaran esas monedas en el mercado.
Ante la ineptitud del mando militar del Ejército Constitucionalista, liderado por
Venustiano Carranza, el general Francisco Villa optó por renunciar a su cargo
de jefe de la División del Norte y, Carranza, satisfecho de sus gestiones e
intrigas, aceptó la renuncia. Sin embargo, el Estado Mayor de la División del
Norte tomó la determinación de reimponer a su jefe natural, el llamado
Centauro del Norte.
Ante la derrota de los nateristas y arrietistas en su intento por ocupar
Zacatecas, Francisco Villa decidió intervenir, con la División del Norte en la
batalla por Zacatecas. Así, a partir del 17 de junio de 1914, las brigadas y
cuerpos de la División del Norte, haciendo pitar sus trenes, saltándose la
autoridad moral de Venustiano Carranza, iniciaron su viaje a Zacatecas y dos
días después las tropas unidas de las Divisiones: del Norte, del Centro y
Durango comenzaron sus preparativos para combatir a los miles de soldados
del general huertista Luis Medina Barrón.
Entre el 17 y el 23 de junio de 1914, la División del Norte, junto con las
extenuadas tropas de Natera y Arrieta, se cubrieron de gloria en la famosa
Batalla de Zacatecas, una de las más grandes acciones bélicas de la Historia
latinoamericana. La División del Norte demostró que, militarmente, era la única
fuerza capaz de acabar con la facción huertista. Es de señalar que la mayoría
de los cuerpos y brigadas que intervinieron en la acción estuvieron integradas
por elementos y cuadros de oficiales oriundos del estado de Durango, entre
ellos se puede mencionar a: Tomás Urbina y su Brigada Morelos, Calixto
Contreras y sus cuencameros de la Brigada Juárez, Orestes Pereyra con la
Primera Brigada de Durango, Severino Ceniceros, quien, de manera accidental,
jefaturó la Brigada Juárez de Durango, Manuel Medinaveytia, jefe de Estado
Mayor de la División del Norte y Miguel González, jefe de la Brigada Guadalupe
Victoria. Los mismos jefes de la División del Centro y la División Durango;
Pánfilo Natera y Domingo Arrieta, así como sus oficiales brigadieres, fueron, en
su mayoría, durangueños.
108
Al levantar el campo, una vez terminadas las hostilidades de la toma de
Zacatecas, las bajas huertistas sumaron más de 6,000 muertos y el número de
villistas que cayeron llegó a 1,500. En la gresca también sucumbieron
alrededor de 2,000 pacíficos.
En el botín de guerra se cuantificaron: 12,000 fusiles máuser, 50
ametralladoras, 19 cañones y gran cantidad de explosivos. De la misma
manera, los villistas hicieron 5,000 prisioneros, mientras que los horrores de la
guerra desquiciaron la paz y el tejido social de la hermosa ciudad colonial. Con
la toma de Zacatecas, la resistencia huertista estuvo prácticamente aniquilada
y se marcó el triunfo de la guerra contra el Gobierno Usurpador.
Hacienda de La Loma, municipio de Lerdo, donde el 27 de septiembre de 1913,
los líderes revolucionarios conformaron la División del Norte y nombraron como
jefe a Francisco Villa
109
110
111
Seis jefes durangueños de la División del Norte con los nombres de las
Brigadas que dirigieron
112
General Petronilo Hernández, de la región del Oro e Indé, jefe de la Brigada
Morelos de la División del Norte
General Petronilo Hernández y el Estado mayor de la Brigada Morelos en 1913
113
El general Felipe Ángeles y tropas de la División del Norte esperando las
órdenes del general Francisco Villa para la toma de Torreón en octubre de
1913
114
Dos imágenes de un extraño vehículo ferroviario perteneciente a la Brigada
Zaragoza de la División del Norte (División de La Laguna en las fotos), que
dirigió el general Eugenio Aguirre Benavides
Logo de la División del Norte
115
Tropas villistas de la División del Norte entran a Torreón, en octubre de 1913
El general Calixto Contreras, al centro, con su Estado Mayor
116
Revista de tropas federales en espera del ataque villista a Torreón en octubre
de 1913
Revolucionarios villistas de la División del Norte reparando las vías en las
afueras de Torreón, 1913
117
Artillería de la División del Norte frente a Gómez Palacio en octubre de 1913
Pieza de artillería de la División del Norte en la víspera del ataque a Gómez
Palacio, en octubre de 1913
118
El General Francisco Villa, al mando de la División del Norte, tomó la ciudad de
Torreón en octubre de 1913
Texto de préstamo forzoso del Ejército Constitucionalista, firmado por
Francisco Villa en Torreón, octubre de 1913
119
El general Calixto Contreras y su Estado Mayor en Pedriceña, municipio
de Cuencamé, 1914
Plano de la Toma de Gómez Palacio, en marzo de 1914
120
Al centro el general Francisco Villa y Nicolás Fernández y tropas, en La
Laguna, 1914
Francisco Villa en Torreón, 1914
121
Tropas villistas en Torreón, en marzo de 1914
122
123
Cuatro imágenes del general durangueño Pánfilo Natera García quien, como
jefe de la División del Centro, en 1914, recibió la orden de Venustiano Carranza
de tomar Zacatecas y fracasó en el intento
Domingo Arrieta, jefe de la División Durango, apoyó la fallida toma de
Zacatecas intentada por Pánfilo Natera en junio de 1914
124
General Domingo Arrieta y su Estado Mayor en 1914
Los hermanos Arrieta, jefes revolucionarios
125
Bandera de la durangueña Brigada Guadalupe Victoria de la División del Norte,
1914
El general Francisco Villa dirigió la División del Norte en la toma de Zacatecas
1914
126
General Luis Medina Barrón, jefe de las tropas federales huertistas en
Zacatecas que fueron derrotadas por la División del Norte
Imagen de los efectos destructivos de la guerra durante por la toma de
Zacatecas por la División del Norte, en 1914
127
Monumento a Francisco Villa en la ciudad de Durango
Monumento a Francisco Villa en Gómez Palacio
128
Sello de correos conmemorativo al primer centenario del natalicio de Francisco
Villa
129
John Reed en Durango
Como egresado de la Universidad de Harvard y con experiencia en la agitación
obrera, en Portland, Oregón, y en el trabajo periodístico para diversos diarios
estadounidenses, el comunista estadounidense John Reed, en su papel de
corresponsal de guerra para la revista Metropolitan Magazine, de Nueva York,
escribió una buena cantidad de artículos sobre su relación con las tropas
revolucionarias de Tomás Urbina, sus entrevistas con el general Francisco Villa
y con el Jefe del Ejército Constitucionalista Venustiano Carranza. La
compilación de estos artículos serían publicados posteriormente como libro con
el nombre de México insurgente.
El periplo de Reed por los secos y calurosos desiertos y llanos de los
municipios durangueños de: Santa María del Oro, Mapimí, San Juan del Río,
Tlahualilo, Nazas, Gómez Palacio, Lerdo, Indé y Ocampo, en los que los
ocotillos, mezquites, mimbres, biznagas, nopales y cardenches, son las plantas
que se repiten constantemente junto con los arroyos secos, afluentes del río
Nazas, con el escenario nada halagüeño de la extrema soledad en los
interminables páramos planos. Allí, el periodista comunista, adoptado por los
soldados revolucionarios de Tomás Urbina, mejor conocido como El León de
Durango, tuvo el contacto de fuente de primera mano con los verdaderos
combatientes, de los cuales obtuvo, de su propia voz, los motivos que los
llevaron a pelear esa guerra, sin mucha esperanza de triunfo por los parco de
sus materiales bélicos, aunque con una disciplina guerrera, sin sujeciones de
ordenanza, propia de los anarquistas dispuestos a defender lo único que tienen
ganado, esa extraña concepción de libertad que era incomprensible para la
oligarquía y la Iglesia en el México que les tocó vivir.
De sus vivencias en Durango, Reed reprodujo: parlamentos, diálogos,
situaciones, se apoyó en datos de otras fuentes, recogió canciones, proclamas,
testimonios y demás, de esa gran cantidad de soldados, otrora vaqueros,
mineros, peones y agricultores harapientos, hambrientos, descalzos y
espiritualmente fuertes e indomables que, en su conjunto, organizados y
130
liderados por Francisco villa derrumbaron al gobierno usurpador de Victoriano
Huerta.
El periodo de diciembre de 1913 a mediados de 1914, fue el que Reed estuvo
en México, la mayoría de ese tiempo en los ya mencionados municipios de
Durango, de manera que le correspondió ser observador de la anexión de los
soldados contrarrevolucionarios de la rebelión antimaderista orozquista, mejor
conocidos como colorados, como soldados auxiliares irregulares, al grueso de
las tropas federales oficiales que sostuvieron al régimen de Huerta, le tocó en
suerte también observar las haciendas destruidas por los diversos grupos
beligerantes.
Haciendo un breve recuento de los artículos enviados por Reed a la revista
Metropolitan e integrados en el México insurgente, observamos que la Primera
parte del libro, en su totalidad, se desarrolla en el norte del estado de Durango
y sus doce capítulos tratan sobre los acontecimientos que, en primera persona,
relata de su relación con los soldados urbinistas y su lucha contra los
contrarrevolucionarios colorados. Los ocho capítulos de la Segunda parte se
desarrollan en Chihuahua y tienen que ver con las entrevistas que Reed hizo a
Francisco Villa, en su calidad de jefe durangueño de la famosa máquina de
guerra llamada División del Norte, integrada en su mayoría por tropa y oficiales
durangueños. De los cuatro capítulos que integran la cuarta parte, uno de ellos
Símbolos de México, también tiene lugar en Durango. Los catorce capítulos de
la Cuarta parte se desarrollan en su totalidad en el noreste durangueño, en lo
que fue la preparación del asalto a la ciudad de Gómez Palacio, previa a la
segunda toma revolucionaria constitucionalista de Torreón en 1914, y en ella
aparecen jefes revolucionarios durangueños como: Calixto Contreras y el
propio Tomás Urbina, sin faltar Pancho Villa, aunque para Reed, los soldados
rasos eran siempre las figuras más importantes de sus relatos y a las que da
voz y razón de ser. La Quinta parte del libro de Reed centra su único capítulo
en la atropellada entrevista que el periodista pudo sostener con el así llamado
Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Venustiano Carranza. Finalmente el
tercer capítulo de la Sexta parte del México insurgente, relata la representación
revolucionaria de una pastorela en Santa María del Oro, Durango. Así, el
recuento de los escenarios que describe Reed en sus entregas a la
Metropolitan Magazine, se desarrolla en un 75% en el estado de Durango. De
131
hecho, Reed descubrió al mundo la forma de ser y sentir del pueblo armado
durangueño, en su lucha por la libertad y la justicia social. Es de aclarar que el
libro México insurgente de Reed han sido traducidos a una gran cantidad de
idiomas y que ha sido la base argumental para los guiones de al menos tres
películas cinematográficas.
General Toribio Ortega, John Reed y el general Francisco Villa
132
133
Tres imágenes de John Reed
Portada de la primera edición de México insurgente, de John Reed, 1914
134
Una edición mexicana de Reed México insurgente
135
Dos carteles publicitarios de la película México insurgente de Paul Leduc
136
Carteles de Reds y Campanas rojas, películas que tratan de la vida de John
Reed
137
Billetes y monedas de la Revolución en Durango
En los días en que la División del Norte avanzaba triunfante por el oeste del
estado de Durango, en la población de Cuencamé, cabecera del municipio del
mismo nombre se acuñó una extraña moneda, famosa en el mundo de la
numismática por ser la única pieza de dinero que en su reverso tiene una
consigna de muerte que reza: MUERA HUERTA. El nombre que los
coleccionistas han dado a la extraña moneda es: CUENCAMÉ 1914, MUERA
HUERTA. Se cuenta que los huertistas fusilaban sin formación de causa a
quienes usaran esas monedas en el mercado. Es de aclarar que para esos
momentos ya no existía la Casa de Moneda de Durango.
Según el Banco de México, tras la Decena trágica, el general Huerta propició la
emisión de cantidades inimaginables de billetes que carecían de un respaldo
metálico, lo que acentuó la crisis económica y la desconfianza en el papel
moneda a lo largo de todo el país.
Esta situación llevó a facciones locales a producir piezas de necesidad en
diferentes estados de la República, multiplicando así la existencia de billetes
que convivían en una situación caótica, ya que muchos de ellos carecían de un
capital de respaldo y perdían vigencia al cruzar las fronteras.
Se dice que fue Venustiano Carranza quien emitió los primeros de estos
billetes, al ser el Jefe del Ejército Constitucionalista, y que fue él también quien
autorizó a otros jefes revolucionarios hacer lo propio para financiar su
campaña.
Billetes de todas denominaciones, tamaños y emitidos por diversos poderes
revolucionarios, inundaron el país y desde su aparición hasta la fecha se han
denominado bilimbiques, en alusión al pagador estadounidense William Week.
La circulación de los bilimbiques, se devaluaban a la par de los numerosos
cambios del poder y de los caudillos que lo ostentaban, hecho que empeoró
considerablemente la situación financiera del país y que no comenzaría a
138
estabilizarse sino hasta el final de la guerra y la fundación del Banco de México
el 1º de septiembre de 1925 como banco único de emisión.
En Durango, la imprenta de Xavier Gómez fue una de las encargadas de la
emisión de billetes arrietistas y villistas según la facción que ocupase la ciudad
en su momento: constitucionalistas antihuertistas de 1913 a 1914, arrietistas
(carrancistas constitucionalistas) y villistas (convencionistas)
Un centavo de aluminio. Durango, 1914
Cinco centavos Durango, anverso y reverso, 1914
139
Un peso de plata Muera Huerta, acuñada en Cuencamé, Durango, 1914
Un peso de cobre Muera Huerta, Cuencamé, Durango, 1914
Otra edición de un peso de plata Muera Huerta, Cuencamé, Durango, 1914
140
Veinte pesos de oro, Muera Huerta, Cuencamé, Durango, 1914
Veinte pesos de cobre, Muera Huerta, Cuencamé, Durango, 1914
Veinte pesos de plata, Muera Huerta, Cuencamé, Durango, 1914
141
Anverso bono constitucionalista por cinco pesos, Durango, agosto de 1913
Anverso de bono constitucionalista por un peso, Durango, octubre de 1913
142
Billete constitucionalista por diez centavos, Durango, marzo de 1914
Billete constitucionalista por cinco pesos, Durango, diciembre de 1913
143
Anverso y reverso de billete villista de un peso, Durango, octubre de 1914
144
Billete villista de veinticinco centavos, Durango, sin fecha
Billete villista de cincuenta centavos, Durango, septiembre de 1915
145
Anverso y reverso de billete villista de cinco pesos, Durango, sin fecha
146
Billete arrietista de un peso, Durango, diciembre de 1914
Billete arrietista de cincuenta centavos, Durango, diciembre de 1914
147
Billete arrietista de cinco pesos, Durango, diciembre de 1914
Billete arrietista de diez pesos, Durango, diciembre de 1914
148
Cartón de Xavier Gómez sobre la edición indiscriminada de bilimbiques. En el
dibujo se consigna el año de 1916, sin embargo, todo parece indicar que el
relato tuvo, lugar en el año de 1915
Cartón de Xavier Gómez sobre los bilimbiques durangueños
149
Migue Gómez, padre de Xavier Gómez, impresor involuntario de los
bilimbiques durangueños
Imprenta en la que se tiraron los bilimbiques durangueños
150
Las facciones encontradas
En los últimos meses de 1914, las diversas facciones revolucionarias que
triunfaron contra el gobierno usurpador de Victoriano Huerta, con graves
diferencias de jerarquía e ideología, se reunieron en la Convención de
Aguascalientes, con la intención aparente de unificar criterios y dar rumbo
coherente a los destinos del país. En la Convención, los irreconciliables
revolucionarios se dividieron en dos grandes facciones: los convencionistas,
seguidores de los jefes populares Emiliano Zapata y Francisco Villa, y los
constitucionalistas, quienes siguieron las órdenes del jefe Venustiano Carranza.
De inmediato, la guerra de las facciones en pugna volvió a cubrir de violencia y
sangre el territorio nacional.
Como una de las consecuencias de la guerra revolucionaria, los ferrocarriles
del país sufrieron graves destrozos y, dada la importancia estratégica de las
cintas de acero y los trenes, el 4 de diciembre de 1914, el Gobierno
Constitucionalista de Venustiano Carranza decretó la incautación de las vías
férreas y los trenes de las zonas que dominaban los constitucionalistas, con la
creación de la Dirección General de Ferrocarriles Constitucionalistas. Por su
parte, el convencionista Francisco Villa incautó los tramos de ferrocarril de
Paredón a Durango y el Durango-Tepehuanes.
En el estado de Durango, la lucha entre los constitucionalistas y los
convencionistas, durante el año de 1915, fue protagonizada por las tropas
carrancistas constitucionalistas de los generales Mariano y Domingo Arrieta,
mientras que los villistas convencionistas actuaron bajo las órdenes del general
Tomás Urbina.
En un primer momento, Villa tenía la supremacía guerrera de la entidad, pero al
retirar tropas para combatir en El Ébano, San Luis Potosí, los hermanos Arrieta
se apoderaron de Tepehuanes y, siguiendo la vía del ferrocarril, el 13 de
agosto de 1915, lograron ocupar la ciudad de Durango. Sin embargo, una
partida de villistas, perseguidos por las tropas carrancistas del general
Francisco Murguía, incursionaron en Durango y asaltaron el ferrocarril de
151
Durango a Tepehuanes, a la altura de la Estación Carpintero, el 19 de agosto
de 1915.
En un constante estira y afloja bélico, ante el avance de los villistas, los
constitucionalistas arrietistas se vieron obligados a desalojar la ciudad de
Durango el 23 de agosto de 1915 y para el 19 de octubre del mismo año, los
carrancistas recuperaban la plaza para los constitucionalistas.
El 12 de diciembre de 1915, la población de Cuencamé, cabecera del municipio
del mismo nombre, que en esos momentos se encontraba sin defensa de
soldados y oficiales villistas convencionistas, fue atacada por las tropas
carrancistas constitucionalistas del general Francisco Murguía. Cuencamé era
reconocida en los medios villistas como La fábrica de generales, por el hecho
de que veintiún generales villistas de la División del Norte fueron cuencameros.
Después de ocupar la plaza, siguiendo la táctica militar llamada de tierra
quemada, Murguía ordenó a su tropa que Cuencamé fuera arrasada e
incendiada y que sus pobladores fueran reconcentrados en la ciudad de
Durango con la finalidad de cortar los abastecimientos que daban los
campesinos a los revolucionarios villistas.
En el juicio sumario al que se sometió años después, al general Francisco
Murguía, al cuestionársele sobre la orden de incendiar y arrasar Cuencamé,
éste argumentó lo siguiente: “Eso fue culpa de la Revolución misma, por ser un
pueblo refugio de villistas y madriguera de bandidos, puesto que los principales
cabecillas allí tenían su cuartel general, y fue el único medio que se puso para
evitar el sacrificio de muchas vidas”.
Generales cuencameros de la División del Norte:
Calixto Contreras Espinosa
Severino Ceniceros Bocanegra
Bernabé González Vázquez
Juan Espinosa y Córdoba
Canuto Reyes Castellanos
Lorenzo Ávalos y Puente
Pedro Favela Bocanegra
Pedro Mesta
Lucio Contreras
Hilario Rodríguez
152
Maclovio Sánchez Núñez
J. Santos Sánchez Domínguez
Bibiano Hernández
Vicente Orozco
Eladio Contreras Jáquez
Jesús Díaz Couder
Rosendo Armendáriz
Pablo Gámiz
Luis Aguilar y Castro
Alejandro González
Juan Pablo Marrero
Durante el periodo de la lucha de facciones, los gobernadores arrietistas-
carrancistas-constitucionalistas alternaron la silla del ejecutivo estatal con los
gobernadores villistas-constitucionalistas.
Gobernadores de Durango entre 1914 y 1916:
1914. General Domingo Arrieta. (Preconstitucional, nombrado por don
Venustiano Carranza).
1914. General Severino Ceniceros. (Provisional, nombrado por el General
Villa). (Coronel Jesús Díaz Couder, interino por licencia).
1915. Licenciado Emiliano G. Saravia. (Provisional, nombrado por el Gral.
Villa).
1915. General Máximo García. (Provisional, nombrado por el Gral. Villa).
1915. General Mariano Arrieta. (Preconstitucional, nombrado por don
Venustiano Carranza). (Lic. Fernando Castaños, interino febrero 1916).
153
Jesús Díaz Couder. Gobernador y comandante militar interino en 1914, de
filiación villista
Después de la Convención de Aguascalientes, los revolucionarios villistas de la
División del Norte se integraron en el Cuerpo de Ejército del Norte. Este fue su
estandarte
154
Boda del general villista Máximo García el 24 de julio de 1914, en Ciudad
Lerdo, en 1915 García gobernó Durango
Otra imagen de Máximo García. Gobernador villista en 1915
155
General villista Máximo García, gobernador de Durango, con su gabinete
Territorio revolucionario villista de Calixto Contreras en 1915
156
Territorio revolucionario villista de Tomás Urbina en 1915
157
Dos imágenes del general villista Tomás Urbina Reyes
General Tomás Urbina Reyes y su Estado Mayor
158
Casa del general Tomás Urbina Reyes en Las Nieves, municipio de Ocampo
159
El 19 de septiembre de 1915, al comprobarse su infidencia a la facción villista,
el general Tomás Urbina, fue ejecutado en su natal Las Nieves y Xavier Gómez
ilustró el hecho en el cartón anterior
160
Dos imágenes del monumento a Tomás Urbina en Las Nieves, municipio de
Ocampo, Durango
161
El 19 de octubre de 1915 (Mayo de 1916 en el cartón), el general arrietista José
Cangas junto con Miguel Canales y sus tropas de revolucionarios de Muleros
(hoy Vicente Guerrero) atacaron la ciudad de Durango ante las desprevenidos
villistas de Máximo García. Xavier Gómez ilustró la acción
162
Canuto Reyes Castellanos. Uno de los veintiún generales cuencameros de la
División del Norte
General Juan Espinosa y Córdova. Otro de los veintiún oficiales cuencameros
de la División del Norte
163
General Juan Pablo Marrero. Otro más de la Fábrica de Generales
El General Luis Aguilar Castro. Otro de los cuencameros de la División del
Norte
164
Dos monumentos en honor a los veintiún generales cuencameros de la División
del Norte
165
Ignacio Torres Cháirez, revolucionario de Pasaje, municipio de Cuencamé
Coronel Félix Castro, también revolucionario de Pasaje
166
El general carrancista-constitucionalista Francisco Murguía y López de Lara
ordenó el incendio de Cuencamé, el 12 de diciembre de 1915
General Miguel Laveaga, arrietista-carrancista-constitucionalista, adscrito a la
División Durango
167
El Tigre de La Laguna
Se desconoce, a ciencia cierta, el lugar del nacimiento del general
revolucionario Benjamín Argumedo, conocido también como El Tigre de La
Laguna. Sin embargo, diversas fuentes coinciden en que fue oriundo de
Matamoros, Coahuila.
A partir de 1910, la carrera bélica de Argumedo fue ininterrumpida y se destacó
por su valentía y por su constante cambio de facción. En 1910, El Tigre de La
Laguna fue maderista, en 1912 orozquista, en 1913 se afilió al Gobierno
Usurpador de Victoriano Huerta, y, a fines de 1914, rectificando su ruta, se vio
a sí mismo como defensor del Gobierno Convencionista al que se mantuvo leal,
hasta su muerte. Como convencionista, Benjamín Argumedo actuó al lado de
los generales: Juan Andrew Almazán, Higinio Aguilar y Emiliano Zapata, en los
estados de Puebla y Morelos.
Al momento de la derrota de los convencionistas, en la Ciudad de México,
Argumedo se trasladó a la ciudad de Toluca, de donde a su vez, fue desalojado
por las tropas constitucionalistas. Con la intención de cambiar la sede del
Gobierno Convencionista a la ciudad de Durango, Argumedo con su tropa,
escoltó al presidente convencionista Francisco Lagos Cházaro, desde Toluca
hasta el sur del estado de Durango.
En el camino a Durango, la gente de Argumedo fue atacada, derrotada y
dispersada por fuerzas constitucionalistas, en la Sierra de La Gruñidora, del
estado de Zacatecas. Por su parte, Francisco Lagos Cházaro escabulléndose y
haciendo a un lado su investidura, cambió de rumbo hacia el estado de
Tamaulipas, logró escapar de los constitucionalistas y se dirigió hacia
Nicaragua.
Después de su derrota en La Gruñidora, Argumedo sostuvo diversos combates
y escaramuzas con tropas constitucionalistas de los generales: Francisco
Murguía y Domingo Arrieta, en los estados de Durango y Zacatecas. Durante
un encuentro con tropas de Arrieta, en la Hacienda de La Purísima, El Tigre de
La Laguna resultó herido y fue perseguido hasta su captura, el 4 de febrero de
168
1916. La aprehensión de Argumedo, herido en un costado, se facilitó por la
delación de su secretario Pedro Rodríguez Triana, quien dio a conocer la
posición de Argumedo los constitucionalistas de Francisco Murguía.
Argumedo traicionado y capturado en Temascal, municipio de Súchil, Durango,
fue trasladado a la ciudad de Durango, donde se le hizo un juicio sumario en el
que, gracias a una adecuada defensa, obtuvo el indulto, mismo que fue
revocado y se le ratificó la sentencia de pena capital definitiva por parte del
general carrancista Francisco Murguía, quien actuaba como jefe de
operaciones militares del estado de Durango. Finalmente el general Argumedo
fue fusilado en el panteón de Durango.
Se cuenta que, cuando Argumedo fue sentenciado pidió la gracia de ser
fusilado en público de la gente, esperando que, gracias a su ascendencia entre
la población, la multitud espectadora evitaría su ejecución y, aún cuando al
momento del fusilamiento hubo un conato de motín, la sentencia se cumplió el
primer día de marzo de 1916. La muerte de Argumedo marcó, de hecho, el fin
del Gobierno Convencionista.
169
Tres imágenes del general Benjamín Argumedo
170
El general Benjamín Argumedo poco antes de ser fusilado, en el Panteón de
Durango y en público de la gente, en 1916
171
El fusilamiento de Benjamín Argumedo inspiró uno de los corridos más
famosos de la lírica narrativa histórica mexicana
172
También una marcha militar
173
Diputados durangueños del Congreso Constituyente de 1917
Siete fueron los diputados que representaron a Durango en el Congreso
Constituyente de 1917, a saber: Silvestre Dorador, Rafael Espeleta, Antonio
Gutiérrez, Fernando Castaños, Fernando Gómez Palacio, Alberto Terrones
Benítez y Jesús de la Torre. Sin embargo el destacado durangueño, nacido en
Puebla Pastor Rouaix participó en el mismo congreso, por su estado natal,
marcando la pauta para la redacción de algunos de los artículos más
importantes de la Carta Magna.
Pastor Rouaix, durangueño nacido en Puebla fue diputado del Constituyente de
1917
174
Dos imágenes de Alberto Terrones Benítez, diputado del Congreso
Constituyente de 1917
175
Silvestre Dorador, diputado durangueño del Constituyente de 1917
Fernando Castaños, diputado durangueño del Constituyente de 1917
176
Rafael Espeleta, diputado durangueño del Constituyente de 1917
Fernando Gómez Palacio, diputado durangueño del Constituyente de 1917
177
Antonio Gutiérrez, diputado durangueño del Constituyente de 1917
Jesús de la Torre, diputado durangueño del Constituyente de 1917
178
Monumento a Pastor Rouaix
Monumento a Silvestre Dorador. Revolucionario y diputado del Constituyente
de 1917
179
La Villada y los gobernadores de Carranza
De septiembre a noviembre de 1916, la ciudad de Chihuahua, Río Florido, San
Isidro, La Concepción y Santa Rosalía de Camargo, en el estado de
Chihuahua, son los escenarios de los combates de los arrietistas contra las
guerrillas villistas, entonces conocidas regional y genéricamente como La
Villada. Los hombres de la División Durango combaten a los villistas en
Torreón, Coahuila el 22 de diciembre de 1916 y participan en la recuperación
de la plaza Lagunera el 2 de enero de 1917.
En febrero, Carranza promulgaba la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y el constitucionalismo ganaba en legitimidad política. Cinco
diputados durangueños participaron en la redacción de la Carta Magna.
Entre 1916 y 1917, cuatro incondicionales carrancistas no oriundos de
Durango: Arnulfo González, Fortunato Maycotte, Gabriel Gavira y Carlos Osuna
ocuparon el máximo cargo oficial del estado. La intención de Carranza era que
sus gobernadores militares pacificaran el territorio villista de Durango. Además
de cumplir sus funciones militares contra las pertinaces guerrillas, cada
gobernador carrancista, durante su mandato, dejó huella y señal, a veces no
muy afortunada, de su gestión. Así, el general Arnulfo González, argumentando
que el Clero y sus seguidores estaban en contra del gobierno de Carranza, en
actitud jacobina, ordenó el cierre de los templos y la limitación de los cultos. Por
su parte, el general Fortunato Maycotte se dedicó más al combate del villismo y
se mostró indiferente a otros grupos de poder, mientras que el general Gabriel
Gavira, haciendo énfasis en el respeto a las Leyes del Culto Externo, ordenó la
clausura de colegios católicos y cambió la faz del centro de la ciudad de
Durango al ordenar la demolición del templo de San Francisco y otros edificios.
Entre 1916 y 1917 directamente te nombrado por Venustiano Carranza, Carlos
Osuna ocupó el poder ejecutivo estatal.
Haciendo a un lado los límites académicos, el primer día de agosto de 1917,
por la vía electoral, el general Domingo Arrieta León ocupó la silla principal del
180
Palacio de Zambrano y, al siguiente mes, la XXVI Legislatura del Estado,
promulgaba la nueva Constitución Política del Estado Libre y Soberano de
Durango, apegada, por supuesto, a los lineamientos de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
Si bien, Arrieta tenía el control político de manera nominal, el general Francisco
Murguía ejercía el poder militaren los estados de: Durango, Coahuila y
Chihuahua, exceptuando algunos municipios como El Oro, Indé y Mezquital en
los que el dominio de las guerrillas villistas no permitía la hegemonía de los
leales a Carranza, mientras que los sangrientos combates continuaban sobre
todo en el noroeste del estado de Durango en donde los guerreros de la
División Durango no tenían descanso, guiados por oficiales arrietistas como
Teodoro Arreola o Ismael Lares, al tiempo que las guerrillas villistas se
multiplicaban y, a principios de 1918, la burocracia y poca funcionalidad del
Gobierno Constitucionalista, además de minar la lealtad de los carrancistas
facilitaba las operaciones de las guerrillas villistas.
Para contrarrestar tal situación, el gobierno carrancista estatal del general
Domingo Arrieta levantó fuerzas municipales, policías locales y rurales y
autorizó la organización de Defensas Sociales, no sólo contra las guerrillas
villistas, sino también en contra de las numerosas partidas de delincuentes
comunes que asolaban el estado. De esta manera las solicitudes para arar
Defensas Sociales se multiplicaban para enfrentar a villistas y bandoleros, ante
la ausencia de las fuerzas federales.
El colmo para la sufrida población pacífica de Durango se presentó en
septiembre de 1918, cuando se declaró la mortífera epidemia de influenza
española que diezmó por igual a villistas, carrancistas y pacíficos. El impacto
de la influenza y el tifo no dio tregua a la guerra y las acciones bélicas
continuaron.
La epidemia es incontrolable en: Gómez Palacio, San Juan del Río, Tamazula,
Topia, Cuencamé, San Dimas y Durango y obliga al cierre temporal de
escuelas, templos, teatros, cines, y demás lugares públicos. La peor mortandad
se suscita durante la primera decena del mes de octubre. Los fallecimientos a
causa de la epidemia de influenza no son límite para que la guerra continúe y
sólo las Defensas Sociales se oponen a las guerrillas villistas.
181
Para ese momento la Revolución sin sentido había modificado los cuadros del
poder local de la Región Lagunera y se había generado un nuevo grupo
empresarial basado en el arrendamiento de las haciendas o de fracciones de
ellas para su explotación. Es en este periodo también cuando surge un nuevo
grupo de poder alterno, el Agrarista, conformado y organizado en la Comisión
Local Agraria y el Sindicato Agrario confederado del Estado de Durango,
dirigido por el diputado constituyente Alberto Terrones Benítez y afiliado a la
Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM, la cual, en su sección
durangueña, era dirigida por el ex gobernador Severino Ceniceros.
Fernando Castaños. Gobernador interino en 1916
182
Dos imágenes de Arnulfo González Medina, gobernador carrancista de
Durango en 1916
183
Dos imágenes de Fortunato Maycotte, gobernador carrancista de Durango en
1916
184
General Gabriel Gavira Castro, gobernador carrancista de Durango de 1916 a
1917
185
Dos imágenes del templo de San Francisco y una del templo de la Tercera
Orden, demolidos en 1917, por órdenes del General Gabriel Gavira
186
El hotel Richelieu y el Palacio Municipal, adelante de la Catedral demolidos
también por orden del gobernador general Gabriel Gavira en 1917
187
188
Cuatro imágenes de la demolición de edificios y templos del centro de Durango
en 1917
Cartón de Xavier Gómez sobre la demolición de la Plaza de Toros de Durango
en 1917
189
Caricatura de Xavier Gómez sobre demolición del Templo de San Francisco en
1917
190
Periódico estadounidense reportando acciones de La Villada
Hoja suelta de corrido sobre una acción de La Villada en 1916
191
Domingo Arrieta León, como Gobernador Constitucional del Estado promulgó la
Constitución Política del Estado de Durango en 1917
El poeta, periodista y revolucionario carrancista Antonio Gaxiola Delgadillo fue
muerto en combate en Chihuahua, el 30 de marzo de 1917
192
Pascual de la Fuente. Gobernador interino, en dos ocasiones, en los años de
1917 y 1918
Miguel Jáquez. Gobernador interino en 1919
193
Miguel González. Gobernador en dos ocasiones, en 1919
Carlos Cárdenas Martínez. Gobernador interino en 1920
194
Francisco Saldaña. Gobernador interino en 1920
Bruno María Carrera Chávez (Santiago Papasquiaro, 25 de diciembre de 1885-
Hacienda de Nogales, Chihuahua, 1917), maderista, constitucionalista y villista,
defensor de Villa en una emboscada en Chinacates.
195
En 1918, traicionado, el general villista Calixto Contreras, fue asesinado en
Labor de Guadalupe
En 1918, el general Miguel Aguirre venció a la guerrilla de Francisco Villa en
Tepehuanes
196
Hoja suelta de corrido sobre otra acción de La Villada en 1919
197
Dos imágenes del General villista Juan Bautista Vargas Arreola, miembro del
cuerpo de élite de Los Dorados, oriundo de Ocotán, municipio de Canatlán
Festejo del décimo aniversario de la Revolución en Tepehuanes, 1920
198
La rendición de Villa
El 25 de mayo de 1920, un día después de la elección de don Adolfo de la
Huerta como presidente de la República, tuvo lugar la primera conferencia
entre el general Francisco Villa y el general Ignacio Enríquez, en el poblado de
El Pueblito, cercano al Valle de Allende, en el estado de Chihuahua. En la
conferencia se trató el asunto de la rendición de Francisco Villa y sus leales
guerrilleros. Este primer acercamiento se vio frustrado porque las tropas
federales del general Jesús Guajardo se movilizaron para reforzar a los
soldados del general Joaquín Amaro, con la aparente finalidad de combatir a la
guerrilla villista.
En julio del mismo año, el general Eugenio Martínez estableció de nuevo
contacto con el general Villa quien, de manera sorpresiva, se movilizó desde el
estado de Chihuahua al de Coahuila y concentró sus fuerzas en Tlahualilo,
Durango. La conferencia entre Villa y Martínez tuvo lugar en Sabinas, Coahuila,
el 28 de julio de 1920, con la anuencia de Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías
Calles y Benjamín Hill, todos miembros del poderoso Grupo Sonora. En el
diálogo con Villa se acordó la amnistía de la guerrilla villista con el ofrecimiento
de garantías de vida, un año de haberes a las tropas de la ex División del Norte
y que la Hacienda de Canutillo, Durango, pasaba a ser propiedad del general
Villa.
Con los acuerdos logrados, en agosto de 1920, la guerrilla villista fue licenciada
y el general Villa estableció su residencia en la Hacienda de Canutillo. La
rendición de Villa fue uno de los mayores triunfos políticos de la administración
de Adolfo de la Huerta.
199
200
201
202
Tres hojas sueltas de corridos y noticias periodísticas sobre la rendición de
Francisco Villa
203
Francisco Villa en las pláticas de la rendición en Tlahualilo
204
Dos mujeres revolucionarias durangueñas
Además de las múltiples soldaderas y mujeres que, en diversas actividades
participaron en los diferentes bandos y facciones de la Revolución, destacan en
especial dos durangueñas por el impacto de sus acciones y la fuerza de sus
textos: Juana Belén Gutiérrez de Mendoza y Hermila Galindo.
Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, nació el 27 de enero de 1857, en San Juan
del Río Durango, se dio a conocer en 1900 con un libro de poesía. Combatiente
de la Revolución Mexicana contra Díaz y Huerta en el Partido Liberal Mexicano
y el Antirreeleccionista. Empezó a publicar desde los 22 años en los periódicos
más importantes de fines de siglo: El Diario del Hogar y en el Hijo del Ahuizote.
Fue encarcelada en Minas Nuevas, Chihuahua en 1897 por un reportaje sobre
las condiciones laborales en el mineral de la esmeralda de ese estado. Juana
Belén fundó la revista semanal Vesper en 1901 en la Ciudad de México, con el
objeto de atacar al clero y al gobierno de Díaz, por ésta publicación es
encarcelada en San Juan de Ulúa por tres años y ahí conoce a mujeres como
Dolores Jiménez, María Dolores Malvaes y Elisa Acuña. Juana Belén Gutiérrez,
con apoyo de otras mujeres organizó el grupo de Hijas de Anáhuac,
conformado aproximadamente por 300 mujeres con ideología anarquista. En
las Hijas de Anáhuac confluyeron obreras que demandaron hacia 1904 mejores
condiciones de trabajo para las mujeres. Juana Belén participó en la
elaboración del Plan de Ayala. Murió el 13 de julio de 1942 en la Ciudad de
México.
Hermila Galindo Acosta de Topete, fundadora de la revista Mujer Moderna,
nació en Lerdo, Dgo., el 29 de mayo de 1896 y murió en la ciudad de México
en 18 de agosto de 1954. Realizó sus estudios en Durango y Chihuahua.
En 1909 tomó la versión taquigráfica del discurso antiporfirista del abogado
coahuilense Francisco Martínez Ortiz, que más tarde fue utilizado como
propaganda por el grupo oposicionista encabezado por Benito Juárez Maza,
José Peón del Valle, Diódoro Batalla y Heriberto Barrón.
Desde 1911 radicó en la Ciudad de México. En 1913 se adhirió al
205
constitucionalismo. En 1914, tras la caída de Victoriano Huerta, fue nombrada
oradora del Club Abraham González; pronunció un discurso de bienvenida al
primer jefe, en el que trazó un paralelo entre Carranza y Juárez.
Se unió al gobierno carrancista desde la instalación de éste en Veracruz y
realizó para él campañas de propaganda en la prensa y en la tribuna, así como
fundando clubes revolucionarios en los estados de Veracruz, Tabasco, Yucatán
y Campeche.
En 1915 fue comisionada al extranjero para dar a conocer la “Doctrina
Carranza”, dictó seis conferencias en La Habana, Cuba, contra la intervención
estadounidense en nuestros asuntos nacionales.
Defensora de los derechos femeninos, fundó la revista Mujer Moderna (1915-
1919), y solicitó el voto femenino al Congreso Constituyente de Querétaro.
Apoyó la candidatura del general Pablo González para suceder al presidente
Carranza. En el Congreso Magisterial realizo en ese 1919 en el puerto de
Veracruz, habló a favor de los derechos humanos de la mujer.
Tras la muerte del presidente Carranza, Hermila Galindo Acosta de Topete se
retiró de la vida política, pero continuó escribiendo libros y artículos en diversas
publicaciones, entre ellas, el diario La Prensa.
206
Dos imágenes de la anarquista Juana Belén Gutiérrez de Mendoza
207
Dibujo de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza
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Dos libros sobre Juana Belén Gutiérrez de Mendoza
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Primera plana de uno de los últimos números de Vesper, el periódico de Juana
Belén Gutiérrez de Mendoza
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Dos imágenes de la feminista durangueña Hermila Galindo
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Portada de libro sobre Hermila Galindo
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Algunos libros sobre la Revolución en Durango
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XIII. Ferrocarriles y facciones
Ferrocarril Durango - Felipe Pescador
Con la finalidad, parcialmente militar, de conectar más rápidamente a la ciudad
de Durango con el centro de la República, el famoso ferrocarrilero canatleco
Felipe Pescador, dirigente de la empresa Ferrocarriles Constitucionalistas,
puso todo su empeño en la construcción del ramal Cañitas (hoy Felipe
Pescador) – Durango, del Ferrocarril Central y aún cuando la situación bélica
de la región no era la más propicia para las labores del tendido de las vías, el
21 de mayo de 1918, el primer tren que viajó de Durango a Cañitas silbaba en
La Breña, estrenando su nueva vía.
La empresa estatal Ferrocarriles Constitucionalistas también produjo y publicó
la cartografía ferroviaria del estado de Durango, levantada por los ingenieros:
Carlos Patoni y Pastor Rouaix, mientras tanto, las guerrillas villistas se
multiplicaban y, a principios de 1918, la burocracia y poca funcionalidad del
Gobierno Constitucionalista, además de minar la lealtad de los carrancistas
facilitaba las operaciones de las guerrillas villistas.
La Durango-Cañitas cubre 103 kilómetros en territorio durangueño y pasa por
las estaciones de Durango, municipio de Durango; Tuitán, en el municipio de
Nombre de Dios; Poanas, en el municipio de Villa Unión; Vicente Guerrero
(antes Muleros), en el municipio del mismo nombre y San José del Molino y
Súchil, en el municipio de Súchil.
Ferrocarril Durango-Mazatlán
El 19 de octubre de 1909, la sierra Lumber Company y Ferrocarriles
Nacionales de México firmaron contrato con el gobierno federal y con el estatal
de Esteban Fernández, para tender la línea de la ciudad de Durango a Llano
Grande, municipio de Durango y al finalizar la época porfirista casi se había
terminado el proyecto. Ferrocarriles Nacionales de México retomó la
construcción de esta vía, pero sin llegar a concluirla. De cualquier manera, el
234
ferrocarril de la Lumber Co. comenzó a sacar los pinos talados de los
aserraderos de su propiedad.
En noviembre de 1912 el Gobierno maderista emitió una iniciativa de ley
relativa a la construcción de ferrocarriles de importancia principal, entre ellas la
Llano Grande-Mazatlán. Para principios de 1913, los 105 kilómetros entre
Durango y Llano Grande estaban prácticamente terminados y el tramo se
consideró como el primer segmento de la Durango-Mazatlán. La guerra
revolucionaria obligó a la suspensión del tendido del ferrocarril a Mazatlán.
Sin embargo, en 1918, Ferrocarriles Constitucionalistas de México, bajo la
dirección de Felipe Pescador continuó el tendido de vías y en 1919, a pesar de
las acciones de las guerrillas villistas, los rieleros durangueños lograron
terminar los 67 kilómetros del tramo de la Purísima a Ciénega de los Caballos
en el municipio de Durango y en la línea a Mazatlán se avanzó 20 kilómetros
más hasta El Salto, municipio de Pueblo Nuevo. Sobre todo en los terrenos
propiedad de Pescador y la Lumber Co., en la sierra de Durango.
235
Dibujo de proyecto de Estación de Ferrocarriles de la ciudad de Durango 1917
(circa)
Estación Súchil del Ferrocarril de Durango a Felipe Pescador
236
Mapa de Ferrocarriles Constitucionalistas de Durango, 1918
Puente sobre el Río Chico del Ferrocarril de Durango a Mazatlán
237
Mapa del proyecto del Ferrocarril de Durango a Mazatlán, 1920
Plano y perfil del Ferrocarril de Durango a Mazatlán 1920
238
Puente de acero sobre el Río Chico. Ferrocarril de Durango a El Salto, 1920’s
Ferrocarril de Durango a El Salto, 1920’s
239
Felipe Pescador
Ferrocarrilero que nació en Canatlán en 1879. Desde su juventud ingresó al
gremio ferrocarrilero y por su inteligencia y su actividad fue ascendiendo en
sus empleos y en la estimación de sus compañeros, a quienes encabezó en el
movimiento que inició el gremio para conseguir que fuera personal mexicano
exclusivamente el que administrara y manejara los trenes, sustituyendo a loas
trabajadores estadounidenses que hasta entonces ocupaban todos los
empleos. Las justas peticiones de los ferrocarrileros fueron apoyadas por el
Ministro de Hacienda Ives Limantour y en el año de 1909 se consiguió que los
mexicanos tomaran a su cargo este importante ramo de la economía nacional.
El elemento ferrocarrilero simpatizó, en lo general, con el rnovimiento
maderista, y al ser asesinado el presidente Madero, todo el personal que
administraba y conducía los trenes en el estado, se puso al servicio de la
Revolución, y al ser tomada la plaza de Durango el señor Pescador se hizo
cargo de la Superintendencia del Servicio en todas las líneas que quedaban
dentro del territorio conquistado. Leal partidario del señor Carranza, abandonó
Pescador los dominios villistas y, al instalarse el Gobierno definitivamente en la
ciudad de México, fue nombrado Director General de los Ferrocarriles
Nacionales, procediendo a su reorganización con energía, inteligencia y
verdadero patriotismo. Durante su administración fue terminado el ferrocarril de
Durango a la Estación de Cañitas, en la línea del Central y construida la mag-
nífica estación de la ciudad de Durango. Falleció el señor Pescador el 30 de
agosto de 1929. Su patriótica labor y los beneficios que hizo a su Estado natal
han sido premiados, dando su nombre a la antigua estación de Cañitas en
Zacatecas y a la calle que corre a lo largo de la estación en la ciudad de
Durango.1
1 ROUAIX, PASTOR. Diccionario Geográfico Histórico y Biográfico del Estado de Durango,
México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Publicación # 80, 1946, pp.321 a 322.
240
Felipe Pescador
Precursores del movimiento sindical ferrocarrilero. Al centro Felipe Pescador,
1907
241
Dos monumentos a Felipe Pescador
242
243
XIV. Ciencia, artes, cultura, academia y
diversiones
Profesor Rafael Valenzuela, primer director de la Escuela Normal del Estado de
Durango, 1917
Francisco Saldaña, director del Instituto Juan Hernández y Marín, de 1917 a
1919
244
La Escuela Normal del Estado de Durango en 1916
La fundación de la Escuela Normal del Estado se realizó el 7 de agosto de
1916, y no habiendo sido designado su director en esa oportunidad, se nombró
como subdirectora de la escuela a la Profesora Francisca Escárzaga, quien
quedó al frente de la responsabilidad de organizar los trabajos académicos y
administrativos de la nueva institución, coadyuvando a esta tarea el cuerpo de
catedráticos y la Profesora María Vázquez Cervantes, quien días después
había sustituido a la Profesora Margarita Estevané como Inspectora de
Estudios de la Escuela Normal.
Francisca Escárzaga, primera directora de la Escuela Normal del Estado de
Durango, frente a grupo
245
Francisca Escárzaga y Estefanía Rivera Sepúlveda, sentada en el piso
Francisca Escárzaga y la planta docente de la Escuela Normal de Estado
246
Otra imagen de Francisca Escárzaga
Placa en honor a Francisca Escárzaga
247
Estandarte de la Sociedad de Estudiantes de la Escuela Normal del Estado,
1920
Familia de los artistas Revueltas Consuelo, Emilia, Sra. Romana Sánchez,
Refugio (niño), Silvestre (sentado), Margarita (de pie) y Fermín (con violín),
1910’s
248
Banda de músicos de la Revolución en Durango, 1914
La letra de la famosa canción de La Adelita surgió de entre las tropas
revolucionarias del general Domingo Arrieta
249
Cartografía estatal
Carta Minera del Estado de Durango, 1916
250
Carta minera del Estado de Durango, 1916
251
Otra carta minera del estado, 1916
252
Mapa del Estado de Durango elaborado por Pastor Rouaix, 1919
253
Carta geográfica de los caminos de Durango, 1919
Mapa de los límites entre Chihuahua y Durango
254
Cine silente durante la Revolución en Durango
Durante el periodo revolucionario fueron muchos los cineastas documentalistas
nacionales y extranjeros que filmaron batallas, movimientos de tropas y demás
en torno al conflicto en el territorio estatal. Sin embargo, casi ninguna cinta
logró llegar a ser vista en los años posteriores. El caso más significativo fue el
de la cinta de ficción The life of general Villa, dirigida por Raoul Walsh y
producida por la Mutual Films, cuyos rollos, después de la invasión a
Columbus, Estados unidos, por parte de Francisco Villa en 1916, se perdieron
irremisiblemente. Para esta película, rodada en 1913, la compañía productora
pagó al general Francisco Villa por los derechos de filmar las batallas y
movimientos de tropa y al mismo Villa en calidad de actor.
La aventura de la True Life Motion Picture Incorporated
En 1922, con la idea de conformar una compañía fílmica en la ciudad de
Durango, el durangueño Rafael Trujillo Herrera, quien para entonces ya tenía
alguna experiencia en la producción de películas y el montaje de estudios
cinematográficos elementales en la ciudad de México, no dudó en establecer
relaciones financieras y convencer a los inversionistas de la empresa texana
True Life Motion Picture Incorporated, de montar unos estudios
cinematográficos, en el local conocido como La Trinidad, aledaño al paseo de
Las Alamedas, de la ciudad de Durango. La primera cinta que se produjo bajo
el sello de la empresa, dirigida por Trujillo, inmediatamente después de su
creación fue Vistas de la Ciudad de Durango. Posteriormente Trujillo se
aventuró en el cine de ficción y filmó, en el mismo año de 1922: Luz de
Redención y La Puñalada. Estas cintas fueron distribuidas por la International
Pictures y existe una confusión con respecto al crédito de producción toda vez
que unas fuentes consignan que las películas durangueñas de Trujillo fueron
producidas por Ediciones Especial Cinematográfica y otras establecen que la
producción corresponde a la True Life Motion Picture Incorporated.
255
En la época también se rodaron algunos documentales científicos y de
propaganda política.
PELÍCULAS FILMADAS EN EL ESTADO DE DURANGO
Tipo de películas Periodo Número de Películas Países Productores
De cine silente
1897 a 1936
30
13 Estados Unidos
12 México
5 coproducciones
Cartel publicitario de La vida del general Villa
256
Datos del contrato cinematográfico del General Villa con la Mutual Film
El actor Raoul Walsh caracterizado como Francisco Villa
257
El general Francisco Villa actuando ante las cámaras de la Mutual Film
Corporation
Publicidad de Villa íntimo, documental sobre la vida de Francisco Villa en
Canutillo
258
Al fondo, el local de los estudios de la True Life Motion Pictures
Publicidad de la cinta La puñalada, producida por la True Life Company
259
Rafael Trujillo Herrera, empresario de la True Life Company
Dispositivo para filmar el Eclipse de Sol en Yerbanís, 1923
260
Fotogramas de la película documental sobre el Eclipse de Yerbanís, 1923
261
Anuncio de una empresa distribuidora de películas para Durango, 1920’s
Fotograma de la película Mexiquillo, de Francisco García Urbizu, 1931
262
Cine Olimpia, 1922
263
Velino M. Preza Castro
Velino M. Preza Castro (Durango, 26 de noviembre de 1866 – Ciudad de
México, 15 de diciembre de 1944), fue un destacado compositor,
especialmente de música marcial y director de diversas bandas de música en
el país. Muchas de sus marchas son números obligados en las ceremonias
cívicas nacionales. Por la calidad y originalidad de sus composiciones fue
llamado el Sousa2 mexicano y recibió diversos reconocimientos en México y el
extranjero.
Velino M. Preza Castro
2 John Philip Sousa (6 de noviembre de 1854 - 6 de marzo de 1932), conocido popularmente
como el "Rey de las marchas" fue un compositor y director musical norteamericano del período romántico tardío, particularmente conocido por sus composiciones de marchas militares estadounidenses.
264
Banda infantil Velino M. Preza de Valle de Bravo, Estado de México, 1900’s
General Bernardo Reyes y Velino M. Preza, 1900’s
265
266
267
268
269
270
Partituras de diversas marchas y otras piezas compuestas por Velino M. Preza
271
Velino M. Preza Castro en edad madura
272
Periódicos
El criterio, apareció en 1911
El telégrafo, apareció en 1911
273
Los fotógrafos
A finales del siglo XIX y principios del XX, el acceso a una cámara fotográfica
en Durango era algo poco usual, menos aún su manejo y traslado. Sin
embargo esa situación no fue obstáculo para que hubiera algunos fotógrafos
que se dedicaron de manera casi profesional a la impresión y procesamiento
de placas que han sido una de las principales fuentes de este trabajo.
Juan B. Barney (1850-1918), oriundo de Durango, fue el fotógrafo que cubrió la
fuente de la recién inventada aristocracia durangueña de finales del siglo XIX y
principios del XX. Si bien es de notar que muchas de las fotos concentradas en
esta compilación no tienen autor conocido y solo se puede identificar la autoría
de las imágenes cuando el fotógrafo tenía el cuidado de imprimir su sello en la
obra.
Juan B. Barney. Fotógrafo oriundo de Durango (1850-1918)
274
En la primera década del siglo XX, José Zeferino García montó un estudio
fotográfico en la ciudad de Durango y lo denominó Luz y sombra. De hecho, las
fotos que tomó José Zeferino García, eran firmadas por él mismo con la
leyenda José Z. García. Luz y sombra. Era la época de oro de la tarjeta postal,
de manera que las plazas, jardines, edificios, templos, comercios, industrias y
demás, eran objeto de localización de la lente de José Z. García, que luego de
ser fotografías propiamente dichas, eran transformadas en tarjetas postales,
impresas en una compañía, tal vez estadounidense con firma J K, y luego
expendidas en la Librería Religiosa, algunas de estas postales fueron
coloreadas a mano y adquirieron una tonalidad que caracterizó a la propia
época.
José Z. García tomó la mayoría de las placas de los terribles días de la
Revolución en la ciudad de Durango. Como la que se muestra de la represión
huertista de abril de 1913.
Tarjeta postal original de José Zeferino García
En 1922, José Z. García admitió como su pupila, en Luz y sombra, a
Guadalupe Lupita Valenzuela (1897-1992), y mientras que en 1922, José Z.
García emigraba a Torreón, Lupita Valenzuela se instalaba en Durango con la
Fotografía Valenzuela, y era reconocida en la ciudad como La maga de la
275
fotografía. Los eventos sociales de la época fueron objeto de las lentes de la
maga de la fotografía.
Dos imágenes de Lupita Valenzuela
276
A lo largo de su vida Lupita Valenzuela fue objeto de reconocimientos y
homenajes. Faltaría hacer su máximo homenaje con la compilación y
ordenamiento de sus obras fotográficas.
Una foto de Lupita Valenzuela
Jesús P. Gavilán fue otro fotógrafo que se dedicó al trabajo de las tarjetas
postales durangueñas, aunque hasta el momento no se tienen mayores datos
sobre el personaje.
277
XV. Miscelánea
Ralph Ambrose O´Neill
Ralph Ambrose O´Neill nació en Durango, Durango, México el 17 de Diciembre
de 1896, de padre irlandés—norteamericano y madre mexicana. Se enlistó en
el Servicio Aéreo del Ejército norteamericano en Essington, Pennsylvania en
Septiembre de 1917, recibiendo su entrenamiento en Texas y posteriormente
en Francia para ser comisionado Subteniente, el 7 de Febrero de 1918 con el
empleo de piloto de persecución.
Fue asignado al Escuadrón Aéreo 147 del Primer Grupo de persecución de las
Fuerzas expedicionarias americanas en Francia, volando primeramente los
Nieuport 28C.1 y después los Spad XIII. En operaciones entre Mayo y
Noviembre de 1918, O’Neill reclamó el derribo de 11 aviones enemigos, 6 de
los cuales fueron confirmados, siendo ascendido a Teniente el 16 de Octubre
de 1918. Regresó a los Estados Unidos y fue dado de baja del U.S. Air Service
el 19 de Febrero de 1919.
En México colaboró parcialmente en la integración de la Fuerza Aérea
Mexicana, FAM y posteriormente se dedicó a la minería en Bolivia. Falleció en
California el 30 of Octubre de 1980.
278
Aviones que piloteaba Ralph O´Neill, en la Primera Guerra Mundial
El durangueño Ralph O´Neill, héroe gringo de la Primera Guerra mundial
279
Ralph O´Neill a la izquierda
Vuelo Nueva York – Río de Janeiro –Buenos Aires certificado por Ralph O´Neill
280
281
Tres imágenes de Ralph Ambrose O´Neill
Cartón de Xavier Gómez sobre Ralph Ambrose O´Neill
282
La ciudad de Durango
H. Ayuntamiento de la ciudad de Durango, 1918
La Catedral en 1919
283
La Catedral y la plaza de armas en 1920
Plaza de Armas. Esquina Constitución y 20 de Noviembre, 1920’s
284
Hotel Roma, 1920’s
Cerro de Mercado, 1920’s
285
Mapa de la ciudad de Durango, 1919
Plano de la Colonia Obrera, 1913
286
El Río Tunal y sus obras hidráulicas
Exploración del Río Tunal confluencia con los ríos Durango y Santiago
Bayacora
Río Tunal y La Providencia, con los canales de La Ferrería
287
Presa de San Agustín
Río del Tunal en confluencia con el de La Sauceda
288
Río Tunal
Presa de La Ferrería
289
Avenida del Río Nazas a la altura de Ciudad Lerdo, 1917
290
Florencio Estrada y el cacique de Huazamota
El 18 de mayo de 1922, en el entonces municipio de Huazamota, al sur del
estado y en medio de la Sierra Madre Occidental, uno de los lugares más
inaccesibles de la República, en territorio de la etnia Tepehuán, el joven
Florencio Estrada (quien años después sería uno de los principales jefes
cristeros de Durango) junto con sus cuñados, de apellido Muñoz, emboscaron y
dieron muerte a Primo Ortiz, cacique de Huazamota, dueño de tierras y vidas
en esa región en la que poco había sucedido durante los doce años de guerra
revolucionaria. La vida de los huazamotecos era insoportable bajo el yugo del
cacique serrano y la prensa local de Durango daba la noticia, más que como un
suceso lamentable, como un beneficio para la zona. Según el testimonio de
Rogelio Estrada (hijo de Florencio Estrada): “Con la muerte de Primo Ortiz,
Huazamota volvió a vivir, sus guardias no dejaban a la gente en paz y nada se
podía hacer sin su consentimiento”.
Si bien, la muerte del cacique de Huazamota sería uno de los antecedentes
regionales de la microhistoria de las Rebeliones Cristeras en Huazamota, que
enfrentó a los Muñoz contra los Estrada en una guerra que debe entenderse
como la lucha por la entronización en el cacicazgo vacío. Por su parte Florencio
Estrada se trasladó a los Estados unidos para evitar las vendettas relacionadas
con la muerte de Primo Ortiz.
291
Florencio Estrada con guitarra y su hermano cuate Frumencio con acordeón y
tres amigos en 1918
Florencio Estrada a los 23 años
292
Dolores Muñoz y Florencio Estrada en 1920
Santa María del Oro, municipio de El Oro, en 1920
293
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299
Índice
Página
XII. Los alacranes alzados. La Revolución en el estado de Durango_____ 3
La Revolución maderista en Durango___________________________3
La contrarrevolución de los colorados y el golpe de estado huertista__30
La Defensa Social de la ciudad de Durango_____________________49
La toma de Durango por los revolucionarios
constitucionalistas antihuertistas, en 1913_______________________64
Los constitucionalistas de Venustiano Carranza en Durango________96
La División del Norte______________________________________103
John Reed en Durango____________________________________129
Billetes y monedas de la Revolución en Durango________________137
Las facciones encontradas__________________________________150
El Tigre de La Laguna_____________________________________167
Diputados durangueños del Congreso Constituyente de 1917______173
La Villada y los gobernadores de Carranza_____________________179
La rendición de Villa_______________________________________198
Dos mujeres revolucionarias durangueñas_____________________204
Algunos libros sobre la Revolución en Durango_________________213
XIII. Ferrocarriles y facciones___________________________________233
Ferrocarril Durango - Felipe Pescador_________________________233
Ferrocarril Durango-Mazatlán_________________________________233
Felipe Pescador__________________________________________239
XIV. Ciencia, artes, cultura, academia y diversiones________________243
La Escuela Normal del Estado de Durango en 1916______________244
Cartografía estatal________________________________________249
300
Cine silente durante la Revolución en Durango__________________254
La aventura de la True Life Motion Picture Incorporated___________254
Velino M. Preza Castro____________________________________263
Periódicos_______________________________________________272
Los fotógrafos____________________________________________273
XV. Miscelánea_______________________________________________277
Ralph Ambrose O´Neill_____________________________________277
La ciudad de Durango_____________________________________282
El Río Tunal y sus obras hidráulicas__________________________286
Florencio Estrada y el cacique de Huazamota___________________290
Fuentes_____________________________________________________293
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