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INFORME DEL ESTADODE LA FRONTERAUn análisis integral de la fronteraMéxico-Estados Unidos
Christopher E. Wilson y Erik Lee
editores
Erik Lee, Christopher E. Wilson,
Francisco Lara-Valencia, Carlos A. de la Parra,
Rick van Schoik, Kristofer Patron-Soberano,
Eric L. Olson y Andrew Selee
Primera edición en español, octubre de 2014.
D.R. © 2014 Universidad Nacional Autónoma de México.
Centro de Investigaciones sobre América del NorteTorre de Humanidades II, pisos 1, 7, 9 y 10Ciudad Universitaria, 04510, México, D.F.Tels.: (55) 5623 0000 al 09http://www.cisan.unam.mxCorreo electrónico: cisan@unam.mx
Subsecretaría para América del Norte, Secretaría de Relaciones Exteriores Plaza Juárez 20, Centro Histórico Delegación Cuauhtémoc, 06010, México, D.F.http://www.sre.gob.mx
Mexico InstituteWoodrow Wilson International Center for ScholarsOne Woodrow Wilson Plaza1300 Pennsylvania Avenue NWWashington, D. C. 20004-3027www.wilsoncenter.org/mexico
ISBN 978-607-02-6006-3
Diseño de portada: Kathy Butterfield
Fotografías de la portada: Steve Davies, Legdog, Willem van Bergen, Daquella Manera y Otzberg. Gracias a ellos por compartir sus trabajos. Fotografía de interiores: Matt H. Wade y Erik Lee.
Traducción de Bibiana Gómez Muñoz.
Queda prohibida su reproducción total o parcial, impresa o en cualquier medio electrónico, sin el permiso por escrito del editor.
Impreso en México / Printed in Mexico
ÍNDICE
Prefacio a la versión en español .......................................... 5
Agradecimientos .................................................................. 9
Aspectos más destacados del informe ............................... 10
Introducción ......................................................................... 13
Calidad de vida en la región fronteriza México-Estados Unidos: estado actual y tendencias emergentes .................................................... 27
El estado del comercio, la competitividad y el bienestar económico en la región fronteriza México-Estados Unidos ....................................................... 69
El estado de la seguridad en la fronteraMéxico-Estados Unidos ....................................................... 101
El estado de la sustentabilidad y los retos emergentes en la gestión del medio ambiente en la frontera México-Estados Unidos ....................................................... 137
Conclusiones ...................................................................... 167
Sobre los autores ................................................................ 177
Informe del estado de la frontera 5
PREFACIO A LA VERSIÓN EN ESPAÑOL
En un mundo en donde la incertidumbre y la complejidad caracterizan el escenario
internacional, resulta particularmente gratificante reconocer los esfuerzos de co-
laboración entre los países, como el ejemplificado en el presente informe. Publi-
cado originalmente en inglés, el diseño, conducción y ejecución del proyecto fue
posible gracias a la alianza de instituciones como el Mexico Institute del Woodrow
Wilson Center, El Colegio de la Frontera Norte, usaid Mexico y un grupo de aca-
démicos de Arizona State University.
En esta ocasión han sido el Centro de Investigaciones sobre América del Norte,
de la Universidad Nacional Autónoma de México, y la Subsecretaría para Amé-
rica del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quienes asumimos la
responsabilidad de su edición en español, haciendo patente nuestro compromi-
so para generar sinergias en las que el trabajo académico y el ejercicio de la di-
plomacia confluyan para aportar ideas y nuevas soluciones de política pública,
sumando esfuerzos con instituciones de prestigio en la región, como lo son las
que dieron lugar a este informe.
Tenemos la convicción de que nuestros objetivos institucionales están anclados
en servir a México, por lo que en este caso fungimos como caja de resonancia
para diseminar y reflexionar sobre el estado que guarda la frontera norte a partir
de los resultados de este trabajo.
6 Prefacio a la versión en español
Reconocemos que en la actualidad existe un cúmulo de conocimientos teóricos y
empíricos en torno al concepto de frontera, entre los que sobresalen los que se
desprenden del ámbito multidisciplinario. En un mundo global, la movilidad crecien-
te de personas, bienes, información y servicios se ha convertido en un reto sine qua
non para la transformación de las fronteras tradicionales entre Estados nacionales.
Podemos afirmar que la frontera México-Estados Unidos, además de constituir
un laboratorio vivo donde se plasman los encuentros y desencuentros entre una
nación emergente y otra altamente desarrollada, cumple con los postulados del
especialista Harlan Koff, constituyéndose como un constructo social, ya que es el
resultado de las interacciones entre territorios, identidades, relaciones sociales,
mercado, medio ambiente y gobernanza.
Permítasenos destacar varios de los atributos del presente Informe, comenzando
por reconocerlo como pionero en su género, dada la recopilación de información cuan-
titativa y el establecimiento de parámetros de análisis a nivel comparativo, impres-
cindibles para dimensionar los problemas de la vecindad en la franja fronteriza
México-Estados Unidos y, en consecuencia, potencializar soluciones integrales.
Una muestra de los retos comunes es que esta zona registra un crecimiento demo-
gráfico más elevado que el promedio en ambos países, ante lo cual se proyecta
que hacia 2045 la cifra de residentes en los municipios y condados fronterizos
llegará a 29 millones de personas, cuando en la actualidad suma 14.6 millones.
En el diagnóstico de la frontera que elaboran los autores sobresale que, a pesar de
la existencia de diversas instancias en donde participan una gama de actores de los
dos países —como la Comisión Fronteriza México-Estados Unidos para la Salud
o la Conferencia de Gobernadores Fronterizos—, no existe una organización bina-
cional que coordine los esfuerzos en áreas como intercambio comercial, seguridad
y calidad de vida, entre las más relevantes.
Esta última variable es, sin duda, una aportación original del informe, pues incor-
pora el factor humano a través de métricas específicas. La aspiración es contribuir
al bienestar de la población en ambos lados del perímetro fronterizo, cruzando
variables de oportunidad económica, salud, cultura y vida comunitaria.
Informe del estado de la frontera 7
Concluimos así que esta obra constituye un esfuerzo pertinente y significativo.
Los datos que arroja permiten identificar cómo funciona una frontera que es única
en el contexto internacional, pero sobre todo los obstáculos que impiden que la
cooperación entre México y Estados Unidos fluya de manera armónica, circuns-
tancia que es indispensable para cerrar la brecha entre las marcadas asimetrías
que prevalecen entre ambos países.
Un reconocimiento especial merecen sus editores Christopher E. Wilson, senior
associate del Mexico Institute del Woodrow Wilson Center, y Erik Lee, actual di-
rector ejecutivo de North American Research Partnership, por su tenacidad y
capacidad para articular las acciones que hicieron posible este Informe. Ambos
coordinaron a un grupo binacional de expertos, de funcionarios públicos y repre-
sentantes de la sociedad civil, convencidos de que la búsqueda y construcción de
alternativas de mutuo beneficio para México y Estados Unidos es posible me-
diante el fortalecimiento de un diálogo respetuoso.
Agradecemos a las instituciones e individuos que participaron en su elaboración,
pues dejan un claro ejemplo de que el trabajo compartido es ya un eje estratégi-
co para desarrollar una nueva era de cooperación transfronteriza México-Estados
Unidos.
Esperando que esta publicación les sea de utilidad, la última palabra queda en
manos de los lectores de habla hispana.
Silvia Núñez García Sergio M. Alcocer Martínez de Castro Directora Subsecretario para América del Norte Centro de InvestIgaCIones seCretaría de relaCIones exterIores
sobre amérICa del norte-unam
México, D.F., agosto de 2014
Informe del estado de la frontera 9
AGRADECIMIENTOS
El Informe del estado de la frontera es una iniciativa de la Alianza para Estudios
Transfronterizos (aet). La aet está conformada por el Centro Norteamericano de
Estudios Transfronterizos de la Universidad Estatal de Arizona, El Colegio de la
Frontera Norte (Colef) y el Instituto México del Centro Woodrow Wilson. El Informe
pretende ofrecer una visión integral, pero sencilla, del estado actual de la gestión
de la frontera y la región fronteriza, centrándose en cuatro áreas principales: co-
mercio y desarrollo económico, seguridad, sustentabilidad y calidad de vida.
Este proyecto fue posible gracias al generoso apoyo del Consejo de Gobiernos
Estatales-Oeste y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacio-
nal (csg-west y usaid, respectivamente, por sus siglas en inglés). Las opiniones de
los autores no representan la postura oficial de las organizaciones antes mencio-
nadas ni del Centro Woodrow Wilson ni de la Universidad Estatal de Arizona o de
El Colegio de la Frontera Norte. Los autores desean agradecer a Mayra Melgar,
de El Colegio de la Frontera Norte, por su apoyo en la compilación de la mayoría de
las estadísticas utilizadas para el análisis y en la construcción del Índice de calidad
de vida; así como a Alejandro Figueroa, Gabriella Ippolito y Ashley Garcia por su co-
laboración en la investigación. Agradecemos también a Duncan Wood por su lectu-
ra reflexiva y comentarios a los borradores. Igualmente, muchas gracias a Allison
Cordell, Miguel Salazar y Pedro Ramirez por su invaluable apoyo en la edición del
documento original en inglés. Asimismo, reconocemos y agradecemos el trabajo
del cisan de la unam, a través de Silvia Núñez García y la Coordinación de Publica-
ciones por su diligente trabajo en la versión en español de este informe. Por últi-
mo, expresamos nuestro agradecimiento a la Con ferencia Legislativa Fronteriza, a
la Cámara de Comercio de Estados Unidos, al Ins tituto del Servicio Exterior del
Departamento de Estado de Estados Unidos, al Centro de Investigaciones sobre
América del Norte (cisan) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam)
y a la Cámara de Comercio Estados Unidos-México por invitarnos a presentar algu-
nas de las ideas contenidas en el informe en la medida en que las desarrollamos.
10 Aspectos más destacados del informe
ASPECTOS MÁS DESTACADOS DEL INFORMECompetitividad
Seguridad
• Diariamente cruzan la frontera mercancías con un valor de más de mil millones de dólares.
• Los largos e impredecibles tiempos de espera en los puertos de entrada fronterizos cuestan a las economías de México y Estados Unidos miles de millones de dólares cada año.
• Los programas para viajeros y transportistas confiables (como sentri, fast, c-tpat) permiten el tránsito expedito de viajeros y bienes previamente aprobados y de bajo riesgo a través de la frontera. La mejora de estos programas y su ampliación de manera significativa podrían aumentar la eficiencia de la frontera con inversiones mínimas en infraestructura y perso-nal, además de mejorar la seguridad al dar a los agentes fron te-rizos más tiempo para enfocarse en las personas y mercancías desconocidas y potencialmente peligrosas.
• Cuanto más alejen de la frontera los procesos clave de se-gu ridad ambos gobiernos, mejor, ya que la sobrecon cen tra-ción de recursos en la frontera (y en particular entre los distintos puertos de entrada) no permite concentrarse en una distribu-ción más estratégica de los recursos destinados a la seguri-dad a lo largo de Estados Unidos, México y más allá.
• Si bien es difícil predecir los flujos de migrantes, pa reciera que estamos justo más allá del punto en el que los retornos han disminuido debido al fortalecimiento de la seguridad fronteriza mediante el incremento de personal de la Patrulla Fronteriza.
Informe del estado de la frontera 11
Sustentabilidad
Calidad de vida
• Por más de un siglo, los recursos hídricos superficiales com-partidos han sido administrados de conformidad con tratados y acuerdos bilaterales. La creciente población de la región fronteriza y la aparición de métodos de perforación para bus-car pe tró leo y gas que requieren grandes cantidades de agua enfatizan la urgencia de abordar de forma proactiva y binacional el tema de los recursos hídricos subterráneos transfronterizos.
• Compartir la información sobre aguas subterráneas sería un buen comienzo.
• El acuerdo de La Paz y las organizaciones ambientales con-formadas en el marco del tlcan han centrado los esfuerzos de cooperación ambiental entre México y Estados Unidos en el aspecto del manejo de la contaminación en la región fronteriza. Con el fin de promover el desarrollo de comuni-dades activas y sustentables, se debe poner un mayor én-fasis en el manejo de los recursos naturales compartidos.
• El potencial de la energía renovable en la región fronteriza es considerable. En la actualidad, la inadecuada infraestructura de transmisión y las limitantes en los incentivos a la realiza-ción de proyectos para la generación de energías reno vables frenan su desarrollo.
• La calidad general de vida de la región fronteriza, tanto en el lado estadunidense como en el mexicano, mejoró entre los años 2000 y 2010. Aunque existe una importante dis-paridad en muchos indicadores de calidad de vida, la brecha entre las comunidades fronterizas estadunidenses y mexi-canas disminuyó ligeramente entre 2000 y 2010.
• Una mejoría duradera de la calidad de vida sólo puede lo-grarse con la coordinación de políticas nacionales y esfuer-zos binacionales. A través de estrategias complementarias de desarrollo, las inversiones de cada país pueden reforzarse mutuamente, creando un círculo virtuoso de desarrollo con mejorías crecientes en los niveles de bienestar.
Informe del estado de la frontera 13
INTRODUCCIÓNChristopher E. Wilson y Erik Lee
Una región poco comprendida, con grandes retos y un potencial aún mayor
Aunque suele verse como una zona de riesgo y vulnerabilidades en materia de
seguridad, la frontera entre México y Estados Unidos es también una zona mo-
derna con inmensas oportunidades. La unión y, en muchos sentidos la superpo-
sición de dos grandes países y sociedades, ha creado una región con grandes
oportunidades de negocios, rica en cultura y llena de exquisitos tesoros naturales.
Gran cantidad de las oportunidades únicas que ofrece la frontera siguen sin ser
explotadas, soslayadas por los centros financieros y las capitales de ambas na-
ciones; pero, como los que viven y trabajan en la región saben, la situación de la
frontera es mejor de lo que la mayoría imagina. Desde hace algún tiempo, esta
zona poco comprendida ha requerido de un aná-
lisis integral y accesible, aunque cuidadoso y
basado en evidencia, para informar tanto a los
líderes gubernamentales como a los ciudadanos.
De acuerdo con un refrán tradicional en el con-
texto de las relaciones exteriores, “la política se
detiene a la orilla del agua,” pues la política in-
terna es distinta de la exterior. Si bien esta idea
se puede contradecir presentando casos de todo
el mundo, la compleja e intensa mezcla de gru-
pos locales, estatales, nacionales e internacio-
nales con intereses en la frontera de México con
Estados Unidos puede ser el mejor contraejemplo. La administración de la frontera
México-Estados Unidos es una tarea extraordinariamente difícil, sobre todo por
la mezcla de asuntos de la política interna e internacional. Esto se vuelve particular-
mente cierto en cuestión de seguridad. En un contexto afectado por los hechos
La administración de la frontera México-Estados Unidos es extraordinaria-mente difícil, sobre todo
por la mezcla de asuntos de política
interna e internacional.
14 Introducción
del 11 de septiembre y las secuelas de la recesión, se ha pedido a los legisladores
y a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en ambos países que la
frontera sea más eficiente y fácil de usar para viajeros fidedignos, pero que tam-
bién sea impenetrable para quienes busquen ingresar con fines ilegítimos. Esta
tarea se complica debido a que la migración, las drogas y la seguridad fronteriza son
algunos de los temas con mayor carga política en ambos países, al tiempo que
las econo mías de México y Estados Unidos dependen en gran medida del comer-
cio binacional. Esta enorme e incomprendida región presenta retos tan molestos
en materia de políticas públicas que tienden a oscurecer y opacar áreas tanto de
interacción como de co laboración mucho muy positivas e incluso impactantes.
La administración de la frontera: un desafío binacional y del este-oeste
Existen muy pocos axiomas para los encargados de atender los complicados de-
safíos políticos y pragmáticos asociados a la compleja política fronteriza. Ni siquiera
el histórico Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha podido abarcar la
totalidad de la relación México-Estados Unidos; sin embargo, a través de un proce-
so histórico de ensayo y error, las dos naciones han llegado a dos concep tos clave
que, aunque no se han implementado plenamente, pueden servir de guía a las
interacciones en su frontera compartida: la coordinación y la colaboración. En la fron-
tera, tanto Estados Unidos como México, deben atender problemas transnacio-
nales complejos además de aprovechar importantes oportunidades compartidas.
Las cuencas y la vida silvestre prestan poca atención a las líneas divisorias entre
los países, mientras los grupos criminales transnacionales buscan activamente
explotar las divergencias normativas y jurisdiccionales; pero con medio billón de
dólares en comercio bilateral impulsando las economías nacionales de ambos
países, las repercusiones de la administración de las fronteras van mucho más allá
de la propia región.
En ese entorno, la cooperación binacional sueler ser la única solución. Desafor-
tunadamente, existe un vacío institucional que hace que la gestión de la compleja
interacción a través de la frontera Estados Unidos-México sea particularmente
difícil. Mientras que el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Secretaría
Informe del estado de la frontera 15
de Rela ciones Exteriores de México manejan formalmente la relación entre sus
respectivos gobiernos federales, un gran número de dependencias federales y
gobiernos estatales y locales tienen mucho que decir sobre cómo se administra la
frontera. El principal es el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Uni-
dos (dhs, por sus siglas en inglés), creado a raíz de los acontecimientos del 11 de
septiembre de 2001 para organizar de una mejor manera los esfuerzos de Estados
Unidos para defenderse de atentados terroristas. La importancia del dhs en la
interacción fronteriza no puede subestimarse, ya que su creación representó un
reforzamiento de la frontera, haciendo que tanto el tráfico lícito como el ilícito fueran
aún más complicados, y la construcción de un esfuerzo por mejorar la coordina-
ción en la administración de las fronteras. La coordinación in ter institucional tam-
bién puede ser difícil. A esto se suma la gran cantidad de de pen dencias estatales
y gobier nos locales que deben realizar traba-
jo internacional con sus contrapartes en Es-
tados Unidos o en México. Si bien existen
organismos formales y de facto que se encar-
gan de nuestras interacciones transfronteri-
zas, no existe ningún organismo binacional
para coordinar esfuerzos en áreas como las
analizadas en este informe: calidad de vida,
comercio, segu ridad y medio ambiente.
Curiosamente, la frontera tiende a dividir al este y al oeste quizá más que al norte
y al sur. Por ejemplo, las autoridades, empresas y sociedad civil de El Paso general-
mente están más acostumbradas a cruzar la frontera para dialogar con sus homó-
logos en Ciudad Juárez sobre algún problema común, que a comunicarse con sus
colegas en San Diego. Aunque la existencia de estos corredores de actividad
norte-sur son naturales y beneficiosos, la relativa falta de comunicación y colabo-
ración transversal pueden ser problemáticas y actuar en contra de la formulación
de políticas públicas de utilidad para toda la región. Una sana competencia entre
dichos corredores para atraer a las empresas y la atención de los gobiernos fede-
rales es un signo de una economía de mercado efectiva y de una verdadera demo-
cracia, pero de la misma manera en que las comunidades fronterizas enfrentan
Curiosamente, la frontera tiende a dividir al este
y al oeste quizá más que divide al norte y al sur.
16 Introducción
problemas comunes, también podrían beneficiarse al compartir mejores prácticas
y dialogar con sus respectivos gobiernos federales desde una postura común.
Aunque aún hay mucho por hacer, se han logrado avances significativos. En 2010,
los presidentes de México y Estados Unidos reafirmaron el compromiso conjunto
de construir una frontera del siglo xxi, iniciativa que se desarrolló en torno a dos
conceptos clave. En primer lugar, los procesos de administración de la frontera
de ambos gobiernos se alinearon para reforzar la coordinación interna y en espe-
cial, la binacional. En segundo lugar, se diseñó un marco conceptual que afirma
que la seguridad y eficiencia de la frontera se pueden alcanzar sin sacrificar ni la
una ni la otra, junto con una serie de estrategias para su implementación. Gene-
ralmente, las autoridades de ambos lados de la frontera consideran que los nue-
vos mecanismos de coordinación han facilitado efectivamente la coordinación
entre los gobiernos federales en un nivel macro y la planificación conjunta, aunque
persisten importantes retos para el fortalecimiento de los vínculos binacionales
a fin de mejorar la aplicación de políticas públicas. La implemen tación de tales po lí-
ticas para mejorar la seguridad en la frontera y reducir el congestionamiento, como
los programas de viajeros confiables, la preautorización para el cruce de aduanas, las
técnicas para manejar los carriles de los cruces fronterizos y las nuevas tecnolo-
gías de revisión e identificación han mejorado en general, aunque su potencial es
aún muy superior. Por último, el recientemente firmado Acuerdo de Río Colorado
representa un gran avance en la gestión conjunta de los recursos compartidos y
puede servir no sólo como un modelo para la futura colaboración entre Esta dos
Unidos y México, sino también como un precedente para el resto del mundo.
TENDENCIAS EN LA FRONTERA MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
Por igual, los ciudadanos y los funcionarios del gobierno dependen en gran medi-
da de indicadores clave para conocer la realidad actual y las posibles tendencias
a futuro en una variedad de áreas en materia de política pública. Por ejemplo, en
Estados Unidos, medidas como el índice bursátil Dow Jones y el índice de desem-
pleo se utilizan como sustitutos de una noción más amplia de la salud económica
del país e incluso inciden en otros factores importantes como la confianza de inver-
sionistas y consumidores. En México, el tipo de cambio entre el peso y el dólar
históricamente ha sido seguido de cerca como un indicador de la fortaleza relativa
de la economía mexicana.
Desafortunadamente, no existe un indicador único en la frontera México-Estados
Unidos que nos permita evaluar de un vistazo los avances en los principales asun-
tos de política pública. Debido a que hemos tendido a ver la frontera a través de
la lente de la inmigración y la seguridad, tal vez la medida más conocida en Esta-
dos Unidos sea el número de detenciones de migrantes indocumentados por la
Patrulla Fronteriza de ese país.
Sin embargo, las detenciones no son el mejor o el único indicador para evaluar la
salud de la región fronteriza México-Estados Unidos. El Informe del estado de la
frontera analiza una variedad de datos cualitativos y cuantitativos en los capítulos
sobre calidad de vida, sustentabilidad, seguridad y comercio. En muchos casos, no
existen datos sobre los indicadores ideales para medir cada uno de estos fenó-
menos o no son lo suficientemente completos como para llegar a conclusiones
definitivas, en cuyo caso utilizamos los mejores datos disponibles o, en ocasiones,
evidencia anecdótica en busca de pistas sobre los avances o continuos desafíos
en cada área de política pública que analizamos.
Por esta y otras razones, estamos preparando el Índice de Desarrollo Transfron-
terizo (idt), la columna vertebral del Sistema de Información Transfronteriza, un
proyecto conjunto entre la Escuela de Estudios Transfronterizos de la asu y El Co-
legio de la Frontera Norte, con el objetivo de apoyar a quienes toman las decisiones
en el sector público, privado y social. El idt se compone de cuatro dimensiones fun-
damentales para el desarrollo integral de la región transfronteriza México-Estados
Unidos: competitividad, sustentabilidad, seguridad y calidad de vida. El itd se analiza
con más detalle en el capítulo sobre calidad de vida.
A continuación mostramos al lector algunas de las principales tendencias que habrán
de seguirse a medida que la frontera México-Estados Unidos evoluciona.
CALIDAD DE VIDA
Durante las últimas décadas hemos visto un notable crecimiento de la población
en la región fronteriza México-Estados Unidos, un factor demográfico que influye en
gran medida en los demás aspectos de la vida en la región, particularmente en las
áreas que analizamos en este informe: el comercio, la sustentabilidad y la segu-
ri dad. En el capítulo sobre la calidad de vida en la región fronteriza México-Esta-
dos Unidos, Francisco Lara profundiza en este y otros fenómenos relacionados, y
señala que “en la última década, los municipios y condados fronterizos crecieron
más rápido que sus respectivos estados y naciones”.
La siguiente tabla muestra las estimaciones actuales de la población de cada una
de las configuraciones de la frontera junto con su crecimiento promedio y los tiem-
pos de duplicación de la población. Lara señala que en 2010, los municipios y
condados fronterizos, la franja fronteriza de 100/300 kilómetros y los estados fron-
terizos, poseen un 3.5 por ciento, un 7.4 por ciento y un 21.6 por ciento, respecti-
vamente, de la población combinada de ambos países. En la última década, los
municipios y los condados fronterizos crecieron más rápido que sus respectivos
estados y naciones. De continuar esas tasas de crecimiento, la población total de
los condados y municipios fronterizos se duplicará en aproximadamente 35 años,
llegando a 29 millones de habitantes en el año 2045 y constituyendo aproxima-
damente el 5 por ciento de la población total de los dos países.
Cuadro 1. Población y crecimiento poblacional en la región fronteriza
Población2010
Crecimientopromedio anual (%), 2000-2010
Tiempode duplicación
(años)
Condados y municipios
México, municipios fronterizos 7 304 901 2.24 31
Estados Unidos, condadosfronterizos
7 303 754 1.62 43
Total 14 608 655
100/300 kilómetros
México, 300 km 17 048 419 2.04 34
Estados Unidos, 100 km 13 967 038 2.28 30
Total 31 015 457
Estados fronterizos
México 19 894 418 1.95 36
Estados Unidos 70 850 713 1.49 47
Total 90 745 131
México 112 336 538 1.52 46
Estados Unidos 308 745 538 0.97 71
Fuente: Información de la Oficina del Censo de Estados Unidos e inegi.
SUSTENTABILIDAD
Las aguas subterráneas son un tema clave que habrá de observarse en los próximos
años en lo que respecta a la sustentabilidad de la región fronteriza. Como Carlos
de la Parra, Rick van Schoik y Kristofer Patron señalan en su capítulo, es obvia la
falta de un intercambio de información bilateral y acuerdos sobre las aguas subte-
rráneas transfronterizas. Sin embargo, en la medida en que el crecimiento de la
población que seña lamos anteriormente y las crecientes demandas de la industria
y la agricul tura de la región ejercen una mayor presión sobre estos recursos vitales
compartidos, la gestión conjunta se convertirá en una necesidad. Como resultado,
uno podría suponer razonablemente que el número de estudios de recursos hídri-
cos subterráneos compartidos, ya sean independientes o financiados con fondos
gubernamentales, se incrementará en los próximos años. Los hallazgos de estos
estudios, así como la manera en que los gobiernos de Estados Unidos y México
respondan a los desafíos que éstos revelen será una tendencia clave que habrá de
seguirse. Espere mos que los recientes avances en la gestión conjunta de la cuenca
del Río Colorado sean una señal del camino que ambas naciones y los gobiernos
estatales y municipales involucrados decidan tomar.
COMERCIO
Como señalan Erik Lee y Christopher Wilson en su capítulo sobre comercio bilate ral,
la notable expansión de la relación comercial México-Estados Unidos durante la
era del tlcan es poco valorada. Una de las gráficas de este capítulo cuenta una va-
riedad de historias, incluyendo el incremento en el comercio de bienes, así como
un área poco explotada: el comercio de servicios (incluyendo al turismo, la salud, el
trans porte y los servicios financieros, entre otros).
Gráfica 1. Comercio bilateral México-Estados Unidos de bienes y servicios,1993-2011
Fuente: Información del Departamento de Comercio de Estados Unidos, de la Oficina de Análi-sis Económico y de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
Mile
s de
mill
ones
de
dóla
res
Comercio de bienes Comercio de servicios
199
3
199
4
199
5
199
6
199
7
199
8
199
9
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
201
0
201
1
SEGURIDAD
Como los autores Eric Olson y Erik Lee apuntan, “el estado de la seguridad en la
frontera Estados Unidos-México fácilmente se puede calificar como uno de los
temas más ríspidos de discusión pública y debate, tanto en Estados Unidos como
en México durante los últimos años”. Ciertamente, uno de los asuntos clave en el
debate actual sobre el control integral de la inmigración es el establecimiento de
una medida objetiva de seguridad fronteriza.
La falta de un indicador ampliamente aceptado para medir la seguridad fronteriza
es una de las principales razones por las cuales hay un enconado debate sobre el
tema. Estadísticas de los gobiernos federales de Estados Unidos y México han
demostrado que el crimen violento sigue disminuyendo en las principales ciuda-
des a lo largo de la frontera, en especial en San Diego, Tijuana, El Paso y Ciudad
Juárez. Tal vez la herramienta de medición más conocida en Estados Unidos para
la seguridad en la frontera es el número de migrantes indocumentados deteni-
dos por la Patrulla Fronteriza de ese país. Si bien estas cifras se han venido redu-
ciendo en la mayoría de los sectores de la Patrulla Fronteriza durante los últimos
años, la importancia relativa de la vigilancia, los ci clos económicos y otros factores
determinantes de las tendencias de inmigración son objeto de debate, y el tráfico de
inmigrantes tiende a moverse de este a oeste a lo largo de la frontera en respues-
ta a las mejoras en los esfuerzos de seguridad. La siguiente tabla muestra cifras
recientes sobre detenciones realizadas por la Patrulla Fronteriza en los diferentes
sectores y las cifras más altas en las estadísticas de deten ciones para cada uno
de ellos.
Cuadro 2. Detenciones de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en los sectores del suroeste durante los años fiscales 2011 y 2012
Fuente: “Estadísticas sobre el número de detenciones de la Patrulla Fronteriza de Estados Uni-dos, año fiscal 2011”, en <http://www.cbp.gov/linkhandler/cgov/border_security/ border_patrol/usbp_statistics/fy_profile_2011.ctt/fy_profile_2011.pdf> y “Total de detenciones de inmigrantes indocumentados por la Patrulla Fronteriza por año fiscal en los sectores”(ibíd.).
Sector PersonalDetenciones
año fiscal 2011Detenciones
año fiscal 2012
Mayor númerode detenciones1992-2011/año
Big Bend 667 4 036 3 964 15 486 (1998)
Del Rio 1 626 16 144 21 720 157 178 (2000)
El Centro 1 164 30 191 23 916 238 126 (2000)
El Paso 2 738 10 345 9 678 285 781 (1993)
Laredo 1 871 36 053 44 872 141 893 (1997)
Valle delRío Grande
2 504 59 243 97 762 243 793 (1997)
San Diego 2 669 42 447 28 461 565 581 (1992)
Tucson 4 239 123 285 120 000 616 346 (2000)
Yuma 969 5 833 6 500 138 438 (2005)
Informe del estado de la frontera 23
¿Por qué publicar este informe ahora?
El reciente resurgimiento del debate sobre la reforma migratoria en el Congreso
de Estados Unidos también reavivó la discusión acerca de la evaluación de la
seguridad de las fronteras desde un punto de vista objetivo. En este contexto,
varios legisladores abogaron por la crea-
ción de un grupo regional de goberna do-
res, fiscales generales y otros funciona rios
para evaluar si la frontera es segura o no.
Sin importar el resultado de los esfuer zos
que se están realizando con miras a una
re forma migratoria ni esta disposición en
particular, su existencia apunta hacia la fal-
ta de un análisis apartidista, basado en evi-
dencia, orientado a contribuir al debate entre
legisladores y ciudadanos por igual. El in-
forme sobre el estado de la frontera fue
desarrollado con el fin de subsanar esta ca-
rencia de un análisis objetivo y longitudi nal
dentro de un marco cualitativo gene ral, que revise las principales metas y objetivos de
la relación binacional. El informe pretende ofrecer un análisis de asuntos clave,
generar datos actuales que puedan ser revisados en el futuro para evaluar avances
y sugerir estrategias para una mejor política pública.
Esperamos desmitificar esta franja tanto para Washington, D.C., como para la ciu dad
de México y el público en general, con la finalidad de destacar las complejidades de
la verdadera frontera entre México y Estados Unidos, y así facilitar el desarrollo
de políticas públicas que puedan lograr un amplio apoyo en ambos lados y a lo lar-
go de todo el espectro político. En resumen, esperamos lograr una evaluación in-
tegral que mire hacia el futuro y se sustente en evidencia.
Desde hace algún tiempo, esta zona poco comprendida
ha requerido de un análisis integral, accesible y detallado,
basado en evidencia, para informar tanto a los líderes
gubernamentales como a los ciudadanos.
24 Introducción
Organización del informe
Consta de cuatro capítulos centrales sobre la calidad de vida, la sustentabilidad,
la competitividad y la seguridad de la región.
El capítulo uno fue escrito por Francisco Lara-Valencia y se centra en la calidad
de vida. Este estudio es transversal y ofrece abundantes datos. Mediante el de-
sarrollo del innovador Índice de desarrollo transfronterizo, Lara presenta una visión
integral de la vida en los condados de Estados Unidos y los municipios en Méxi-
co que se ubican en la frontera, así como una línea de base estadística para fu-
turos informes sobre el estado de esa zona. Uno de sus hallazgos es que, a pesar
del surgimiento de nuevos desafíos en algunas áreas de la región durante la últi-
ma década, sobre todo en materia de seguridad pública, la calidad de vida ha
aumentado en general. Al mostrar al lector un panorama estadístico de la vida en
la frontera, el capítulo desmiente las ideas erróneas acerca de la región y sienta las
bases para los otros tres capítulos orientados a hablar más de las políticas; sin
embargo, más que simplemente proporcionar información de referencia, Lara
sugiere que un mayor énfasis en el desarrollo económico y social en la zona com-
plementaría e incluso mejoraría los esfuerzos para optimizar la competitividad, la
seguridad y la sustentabilidad.
El capítulo dos se centra en la enorme, aunque subestimada relación comercial
entre Estados Unidos y México. La administración de las fronteras la afecta
directamente, pues la mayoría de este comercio pasa a través de los puertos
de entrada localizados desde San Ysidro / Tijuana hasta Brownsville / Matamo-
ros. En “El estado del comercio, la competitividad y el bienestar económico en
la región fronteriza México-Estados Unidos: estado actual”, Christopher E. Wilson
y Erik Lee, sus autores, sostienen que una administración más cooperativa y me-
jorada de las fron teras podría no sólo impulsar el crecimiento de la economía en la
región, sino también la creación de empleos y el fortalecimiento de la competiti-
vidad industrial a lo largo de los dos países. Los autores también identifican
oportunidades para aplicar nuevas técnicas de administración de las garitas, con
lo cual se logra que la zona sea más difícil de cruzar para el tráfico ilegal y peligroso
mien tras se facilita el flujo del comercio benéfico.
Informe del estado de la frontera 25
El capítulo tres analiza un tema fuertemente debatido: la seguridad fronteriza. En
“El estado de la seguridad en la frontera México-Estados Unidos,” sus autores
Erik Lee y Eric L. Olson relatan cómo las preocupaciones por el terrorismo mun-
dial, las amenazas potenciales que representan las personas que entran ilegal-
mente a Estados Unidos, así como el temor de que la ola de violencia en México
pueda “filtrarse” hacia Estados Unidos han dado lugar a cambios drásticos en las
políticas públicas y a nuevas e importantes inversiones para “asegurar” la fronte-
ra. Una mirada a los problemas de seguridad en la frontera de México con Esta-
dos Unidos pone de manifiesto el aumento de la participación federal —un tema
que ha sido muy controversial— en una región que históricamente ha mantenido
un cierto grado de independencia de las dos capitales nacionales. El incremento
sin precedentes en la seguridad a lo largo de la frontera, a raíz del 11 de septiem-
bre en Estados Unidos, se destaca como una característica clave del cre ciente
papel del gobierno federal y se ejemplifica con el aumento de personal federal.
Este capítulo sugiere que la seguridad fronteriza podría no estar correctamente
enfocada, pues en lugar de seguir acumulando recursos a lo largo de la propia
frontera física, sería más eficaz una mayor cooperación policial para afrontar los
riesgos dentro de ambos países, lejos de la frontera. La seguridad fronteriza y el
desarrollo regional no se pueden abordar efectivamen te de forma aislada. Se
fortalecen uno al otro y también dependen en gran medida de la gestión soste-
nible de los recursos (aire, agua, energía, tierra, vida sil vestre y clima) de los
cuales las personas y empresas de la región fronteriza dependen para vivir, tra-
bajar y disfrutar.
El capítulo cuatro, “El estado de la sustentabilidad y los retos emergentes en la
gestión del medio ambiente en la frontera México-Estados Unidos”, de Carlos A.
de la Parra, Rick van Schoik y Kristofer Patron-Sobe rano, ana liza las diversas áreas
en las que ambas naciones interactúan en cuestiones de sustentabilidad, tanto
oficial como extraoficialmente. Los autores encon tra ron que aun cuando se ha
avanzado en varios frentes, en particular en la gestión de la cuenca del Río Colo-
rado, el marco conceptual general para la gestión ambiental binacional tiene que
ir más allá de su enfoque tradicional en el tema de la contaminación, con el fin
de hacer frente a los desafíos cada vez más urgentes en la gestión compartida de
26 Introducción
recursos. Ésta es un área de importante interdependencia y cooperación bina-
cional que no suele recibir la atención que merece y requiere.
Mirando hacia el futuro y hacia el exterior
A pesar de que el tema de cómo ambas naciones monitorean y regulan la fron-
tera puede ser controversial, los actuales niveles de coordinación, cooperación y
entendimiento no tienen precedentes. Aunque en los últimos años se han logra-
do grandes avances, las presiones sobre la región fronteriza seguirán evolucio-
nando y creando retos importantes en materia de políticas públicas para ambas
naciones. Los complejos e interrelacionados desafíos que se deben atender para
crear una frontera segura, sostenible y competitiva demandan una mayor coope-
ración y creatividad a lo largo y ancho de los más de tres mil kilómetros que con-
forman la frontera México-Estados Unidos.
Aunque no es fácil de alcanzar, el éxito al lidiar con la intensa interacción y la in-
creíble diversidad que existe a lo largo de la frontera es invaluable, ya que tiene
un efecto dominó. Por supuesto, los 15 millones de habitantes de los condados
y municipios allí ubicados obtienen enormes beneficios cuando todo marcha bien.
Lo mismo ocurre con los 91 millones de residentes de los estados fronterizos
que dependen del aire, agua y comercio que fluye a través de la frontera. Pero
más allá de ello, los seis millones de personas en el resto de los Estados Unidos
y muchos millones más en México cuyos empleos se sustentan en el comercio
bilateral dependen de manera muy evidente de la capacidad para facilitar los flu jos
seguros de personas y bienes entre ambas naciones. Para ellos, una frontera efi-
ciente significa un trabajo estable y esto puede dar lugar a mayores oportunidades
de empleo. Definitivamente, la competitividad de la economía norteamericana de-
pende de la frontera. Si se logran avances significativos en su administración, los
beneficios tienen un efecto multiplicador. La cooperación transfronteriza podría enviar
una señal de que los complejos retos transnacionales que caracterizan al siglo xxi
se solucionan de mejor manera en un entorno de respeto mutuo y responsabilidad
compartida, que en uno de conflicto y nacionalismo. La administración de la zona
es difícil, pero el esfuerzo vale la pena.
Informe del estado de la frontera 27
CALIDAD DE VIDA EN LA REGIÓN FRONTERIZA MÉXICO-ESTADOS UNIDOS: ESTADO ACTUAL Y TENDENCIAS EMERGENTESFrancisco Lara-Valencia
RESUMEN EJECUTIVO
Este capítulo ofrece una visión estadística de la cotidianeidad a lo largo de la fron-
tera y de sarrolla un método para medir la calidad de vida en la región con indica-
dores y procedimientos basados en datos comparables de México y Estados
Unidos. La calidad de vida en un lado de la frontera está íntimamente ligada a con
lo que sucede en el otro, debido a factores históricos, sociales y geográficos que
unen a las personas y a los poblados de manera singular. Es fundamental que los
responsables de la formulación de políticas en ambos lados de la frontera reco-
nozcan este hecho y lo tomen en cuenta como un componente integral en los
planes y programas orientados al desarrollo económico, la salud, la educación, la
cultura y la comunidad; en otras palabras, la calidad de vida de las personas que vi-
ven en la región fronteriza.
La calidad de vida es asimétrica y cambiante. Entre los años 2000 y 2010, la bre-
cha se volvió un poco menos marcada, aun cuando el desarrollo sigue siendo
desigual. Las comuni dades mexicanas suelen estar en la mitad inferior de la ma-
yoría de los indicadores de bienestar. Durante el mismo periodo y pese a varios
nuevos desafíos, el bienestar general de la región aumentó; sin embargo, hay
mucho por hacer para cerrar la brecha y mejorar las condiciones para todos los re-
sidentes. Esto incluye el énfasis en la equidad y la eliminación de las disparidades
que afectan desproporcionadamente las oportunidades educativas, económicas y
de salud de los pobres, las minorías étnicas y otros grupos sociales vulnerables.
28 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Una mayor atención a la calidad de vida ofrecería la oportunidad de replantear toda
la estrategia de gestión implementada en la región fronteriza en las últimas déca-
das, así como la creación de un nuevo discurso que se base tanto en el desarrollo
humano como en el comercio, la competitividad y la seguridad.
El progreso duradero en este rubro sólo se puede alcanzar mediante la combina-
ción de políticas públicas nacionales independientes y esfuerzos de coordinación
y colaboración transfronterizas. En México, se destacan varios retos, incluyendo
la prevención del delito, la ampliación de las oportunidades educativas para los jóve-
nes y la eliminación de barreras que limitan una mayor par ticipación de las mujeres
en la vida económica. En Estados Unidos, las políticas y los planes regionales deben
dirigirse a la reducción de las tasas de mortalidad infantil y pobreza, aspectos que
continuamente han mostrado deficiencias en los condados fronterizos. Ambos paí-
ses, incluyendo a todos sus niveles de gobierno y líderes del sector civil y privado,
deben trabajar juntos para identificar las áreas donde los recursos públicos y pri-
vados se pueden invertir de manera más eficaz e innovadora. Mediante la intro-
ducción de estrategias complementarias orientadas al desarrollo fronterizo, las
inversiones de cada país se pueden fortalecer mutuamente, creando un círculo vir-
tuoso de desarrollo y aumentando los niveles de vida.
Las opciones disponibles son muy amplias. Por ejemplo, ambos países podrían be ne-
ficiarse si enriquecieran aun más los programas de intercambio que permiten a
los estudiantes mexicanos cursar estudios de posgrado en Estados Unidos y vicever-
sa. Estos programas pueden contribuir significativamente a la formación de los recur-
sos humanos especializados que se necesitan urgentemente en México y a la vez for-
talecer las competencias interculturales y el capital humano a lo largo de toda la
región. Las alianzas público-privadas también represen tan otra oportunidad, y así lo
demuestran iniciativas como los consejos binacionales de salud, los cuales trabajan
para eliminar las marcadas diferencias transfronterizas en materia de salud o pobre-
za, combinando experiencia y recursos locales en la lucha contra las enfermedades
transmisibles y crónicas resultado de las disparidades sociales.
Queda mucho trabajo por hacer para comprender, medir con precisión y mejorar la
calidad de vida a lo largo y a través de las grandes extensiones de la zona. Al avanzar
en el desarrollo de indicadores confiables para va rias de las numerosas dimensiones
Informe del estado de la frontera 29
del bienestar y la calidad de vida, este capítulo pretende proporcionar a los legisla-
dores las herramientas que necesitan para tomar decisiones en beneficio de los
millones de habitantes de la región.
PRINCIPALES HALLAZGOS
• Loscincocondadosfronterizosestadunidensesconlamejorcalidaddevidason San Diego, CA, Pima, AZ, Brewster, TX, Jeff Davis, TX y Cochise, AZ.
• Loscincomunicipios fronterizoscon lamejorcalidaddevidasonTijuana,BC, Mexicali, BC, Nogales, Son., Tecate, BC, y Piedras Negras, Coah.
• Conuncrecimientomásrápidoqueelpromedionacionalenambospaíses,entre 2000 y 2010, la población total de los condados fronterizos de Estados Unidos y los municipios mexicanos de la zona aumentó en un 19.2 por ciento. Esta po blación se duplicará en aproximadamente 35 años y la mayor parte del crecimiento ocurrirá en los centros urbanos de tamaño mediano y grande.
• EldesempleoenelladodelafronteradeEstadosUnidoshasidosiemprealto(Imperial Valley, CA, tenía un 29.7 por ciento de desempleo en 2010), mientras que los municipios fronterizos mexicanos gozan de niveles inferiores a la media.
• Seestimaqueen2010,el55porcientodelapoblaciónde25añosdeedado más en los condados fronterizos estadunidenses había obtenido el equiva-lente a un título de preparatoria o superior. Mientras el 34 por ciento del mismo grupo de edad en los municipios fronterizos de México había termi-nado al menos la preparatoria.
• Enpromedio,loscondadosfronterizosestadunidensestenían384trabaja-dores de salud por cada 10 000 habitantes en 2007, una cifra mucho mayor que el promedio de 52 por cada 10 000 habitantes de los municipios fronte-rizos mexicanos.
• LoscondadosfronterizosdeEstadosUnidoscuentancon59trabajadoresdentro del sector no lucrativo por cada 10 000 habitantes, mientras que los municipios fronterizos mexicanos tienen sólo siete.
30 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
CALIDAD DE VIDA
Introducción
La frontera México-Estados Unidos posee dos características que plantean impor-
tantísimos retos para la política social y de desarrollo tradicionalmente ejercida.
En primer lugar, tomando en cuenta
que las políticas económicas regiona-
les han ignorado por mucho tiempo las
problemáticas sociales y medioambien-
tales, las carencias que afectan el bie -
nestar de las personas que habitan esa
franja se han incrementado. Al sur de la
frontera, los niveles de ingreso y em-
pleo, que están por arriba de la media
nacional, coexisten con indicadores de
salud y educación claramente deficien-
tes desde el punto de vista mexicano,
mientras que en Estados Unidos mu-
chos condados fronterizos enfrentan
crecientes niveles de pobreza y enferme-
dades que los colocan entre los peo res
del país. En segundo lugar, la frontera
no es sólo una de las regiones de más
rápido crecimiento en América del Nor-
te, sino que es también un espacio en
el que la larga e intensa his toria de in-
teracciones humanas transfronterizas
guarda un paralelismo con las profundas
disparidades naciona les. Óscar Martí nez
señala que, si bien la frontera México-
Estados Unidos comparte muchas características con otras regiones fronterizas,
resulta única por que comprende un territorio donde millones de ciudadanos de
La calidad de vida refleja hasta qué grado los ciudadanos y ciudadanas se benefician de las acciones públicas y privadas y sus respectivos impactos en la eco nomía, educación, equidad, segu ridad, habitabilidad y sustentabilidad de los lugares donde viven. En un nivel más humano, la calidad de vida es una síntesis de los impactos del mercado y de las acciones gubernamentales en el cumplimiento de las aspiraciones personales y familiares relativas a la prosperidad, la salud y la felicidad.
Informe del estado de la frontera 31
“dos naciones muy desiguales” viven hombro con hombro e interactúan de ma-
nera muy intensa y diversa.1
En este contexto, durante las últimas dos décadas, México y Estados Unidos han
tomado medidas muy significativas a fin de reducir las persistentes deficiencias
en sus respectivos territorios y abordar conjuntamente las diferencias crónicas en
materia de desarrollo que afectan a ambos lados de la frontera. Lo anterior ha inclui do
la promoción del comercio y el crecimiento económico de la región, una inversión sus-
tancial en infraestructura medioambiental, el desarrollo de las capacidades lo cales
para la planeación y la gobernanza; y la creación de un nuevo marco institucio nal para
la cooperación transfronteriza. Pero, a pesar de estos esfuerzos, subsisten pro fun das
disparidades y la región, como un todo, continúa enfrentando severos pro blemas en
áreas que directamente impactan la calidad de vida de sus habitantes. En los últimos
años, una economía global cada vez más incierta junto con el avance de la violencia
relacionada con el tráfico de drogas han agregado nuevos elementos de polariza-
ción y deterioro de las condiciones de vida, particularmente en las comunidades
fronterizas del lado mexicano. En consecuencia, los temas relativos a la calidad
de vida han recobrado importancia en la agenda política, junto con la necesidad de
entender mejor qué es lo nuevo y qué no ha cambiado en las condiciones de vida
y de subsistencia de los residentes de la frontera.
En este capítulo se reportan y analizan indicadores generalmente usados por los
especialistas para determinar si en una región se está mejorando el bienestar y
las condiciones de vida de sus residentes. Dado que el objetivo de este capítulo
es presentar una evaluación binacional de la región, los indicadores evaluados se
refieren a factores que han sido medidos, de manera más o menos consistente, a lo
largo de la frontera y que han sido identificados como indicadores válidos de la
mejoría de la calidad de vida en un nivel local. Por lo tanto, este análisis no incluye
indicadores sobre los que sólo se dispone de información de un solo lado de la
frontera ni aquellos cuyo alcance geográfico no corresponde a una evaluación local
de la calidad de vida.
Aunque es común reducir el concepto de calidad de vida a un mero indicador de las
condiciones prevalecientes, preferimos la idea de que dicha calidad es, en última
32 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
instancia, un aspecto de la vida social que absorbe y refleja los efec tos dinámicos
y combinados de factores institucionales y no institucionales sobre el bienestar
individual y colectivo. En este capítulo, la calidad de vida se entiende como una di -
mensión fundamental del desarrollo y de las políticas públicas que reflejan el grado
en que las y los ciudadanos se benefician de las acciones públicas y privadas, y sus
respectivos impactos en la economía, la educación, la equidad, la seguridad, la habi-
tabilidad y sustentabilidad de las comunidades. En un nivel más humano, la calidad
de vida es una síntesis de los impactos del mercado y de las accio nes gubernamen-
tales en el cumplimiento de las aspiraciones personales y familiares relativas a la
prosperidad, la salud y la felicidad.
El capítulo está organizado de la siguiente manera: después de esta introducción,
la sección dos ofrece información que revela algunos de los procesos que hacen
única a la frontera México-Estados Unidos desde la perspectiva social, así como
desde las políticas públicas para el desarrollo. La tercera sección muestra un pa-
norama y un análisis de los indicadores de la calidad de vida relacionados con
cuatro dimensiones que se superponen: las oportunidades económicas; la educa-
ción y la cultura; una vida saludable y la vida comunitaria. En la medida de lo posible,
en la sección se evalúa el estado actual de los indicadores en estos cuatro ámbitos
y se trata de identificar tendencias emergentes. También se abordan indicadores
de producto y resultados como un esfuerzo por capturar la naturaleza fluida de la
calidad de vida, así como la importancia de lo mínimo básico para alcanzar el bie-
nestar en general. En la cuarta sección se revisan los principales resultados del
Índice de calidad de vida (qol, por sus siglas en inglés) elaborado para comparar
resultados en la región y estandarizar la medición del cambio en dichas dimensio-
nes. En la última sección se presentan algunas conclusiones y se sugiere qué
áreas necesitarían de una intervención a fin de mejorar el bienestar en la región
en su conjunto.
El contexto regional
La frontera internacional entre México y Estados Unidos —desde San Diego y
Tijuana en el Pacífico hasta Brownsville y Matamoros en el área del golfo de
Informe del estado de la frontera 33
México— es la columna vertebral de una región peculiar donde las interacciones
entre las personas y las economías de México y Estados Unidos son tan intensas
como diversas. En las fronteras, el comercio, la migración, el turismo, los ríos y
los ecosistemas son los conductores materiales de las interacciones transfron-
terizas que dotan a la región de un carácter único como un espacio social dinámico
e híbrido. Como se muestra en el mapa 1, la región fronteriza tiene diferentes
configuraciones territoriales dependiendo de la definición elegida. Como lo expli-
can Gerber et al., cada una de estas configuraciones refleja los procesos trans-
fronterizos que ocurren en distintas escalas espaciales y territoriales.2
Mapa 1. Las distintas configuraciones territoriales de la región fronteriza México-Estados Unidos
Fuente: Escuela de Estudios Transfronterizos, Universidad Estatal de Arizona, septiembre de 2012.
La primera de estas configuraciones, y quizá la más relevante desde el punto de
vista de una política pública, incluye los 40 municipios mexicanos y los 24 conda-
dos estadunidenses ubicados en el límite internacional. Según esta definición,
las fronteras administrativas de los municipios y condados delinean una escala
EL ÍNDICE DE DESARROLLO TRANSFRONTERIZO
El Índice de Desarrollo Transfronterizo (idt) es la columna vertebral del Sistema de Información Transfronteriza, un proyecto conjunto realizado por la Escuela de Estudios Transfronterizos de la Universidad Estatal de Arizona y El Colegio de la Frontera Norte, cuyo propósito es ayudar en la toma de decisiones en los sectores público, privado y social. El idt observa cuatro dimensiones esenciales para el desarrollo integral de la región transfronteriza México-Estados Unidos: la compe-titividad, la sustentabilidad, la seguridad y la calidad de vida.
El idt tiene como objetivo medir la efectividad de las políticas públicas, de las alian-zas público-privadas y de las iniciativas ciudadanas para conducir la región hacia un mayor desarrollo y cerrar las brechas de desarrollo entre el norte y el sur, y entre los ámbitos rural y urbano que se observan a lo largo de la zona. También bus ca pro-veer una plataforma para evaluar y crear políticas y estrategias capaces de llevar a la región a un desarrollo integral de manera rápida.
El idt comprende 64 indicadores agrupados en los cuatro subíndices integrados y complementarios antes mencionados. La calidad de vida se aborda en el presen-te capítulo. Después de una extensa evaluación de las fuentes de información en México y Estados Unidos, se seleccionó un conjunto de variables para la cons-trucción de los indicadores. Tal como las partes del índice, las variables están sus-tentadas en normas de relevancia teórica, así como en las condiciones espaciales, temporales y de comparabilidad conceptual requeridas para que un índice sea capaz de comparar directamente estados y municipalidades a lo largo y ancho de la frontera. La selección final de variables e indicadores fue resultado de un proceso de evaluación sistemática guiado por el objetivo de producir una herramienta de medición conceptual y metodológicamente sólida con un nivel apropiado de senci-llez y transparencia que permitiera su uso en los sectores público, privado y social.
El índice provee una vista panóptica del estado actual y el avance de los estados de Arizona, California, Nuevo México y Texas en Estados Unidos; de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas en México, así como de los 64 condados y municipalidades contiguas a los límites internacionales comunes.
Informe del estado de la frontera 35
geográfica en la que la mayoría de las interacciones culturales, económicas y so-
ciales hacen de la región fronteriza un espacio binacional. La segunda configuración,
adoptada en 2004 por el Banco de Desarrollo de América del Norte (bdan) y la
Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef), para propósitos progra-
máticos, abarca 300 kilómetros en México y 100 kilómetros en Estados Unidos.
Aunque su carácter es claramente administrativo, esta definición concentra im-
portantes procesos transfronterizos que ocurren en las cuencas de aire o en los
corredores económicos regionales que conectan mercados metropolitanos me-
dianos como Hermosillo-Tucson y Saltillo-Monterrey-McAllen. Una tercera confi-
guración comprende los territorios de diez estados que colindan con la frontera
internacional —seis en México y cuatro en Estados Unidos—. Esta definición es
relevante por el importante papel que desempeñan los gobiernos estatales y las
alianzas público-privadas en la promoción del comercio, el turismo, la inversión,
el intercambio educativo o la cooperación en torno al cumplimiento de la ley. El
importante papel de los gobiernos estatales en los asuntos fronterizos se obser-
va en el trabajo ininterrumpido de organizaciones como la Comisión Arizona-
México y la publicación, en 2009, del Plan Indicativo para el Desarrollo Comp etitivo
y Sustentable de la Región Transfronteriza México-Estados Unidos por parte de
la Conferencia de Gobernadores Fronterizos.3
Con respecto a la calidad de vida, hay cuatro niveles fundamentales en esta fu-
sión transfronteriza que se observan con variada intensidad en las diferentes
configuraciones regionales: confluencia espacial, articulación funcional, conver-
gencia institucional y conectividad social.
La confluencia espacial es impulsada por el crecimiento poblacional y la rápida urba-
nización, dos procesos socioterritoriales característicos de la frontera en décadas
recientes. El cuadro 1 muestra estimaciones actuales de la población en cada confi-
guración fronteriza, además del crecimiento promedio y el tiempo que tarda la po -
blación en duplicarse. En 2010, los municipios y condados fronterizos, los 100/300
kilómetros de franja fronteriza, y los estados fronterizos, representaron, respectiva-
mente, el 3.5 por ciento, el 7.4 por ciento y el 21.6 por ciento, de la población com-
binada de los dos países. En la última década, los municipios y condados fronterizos
crecieron más rápido que los estados y países de los que forman parte. Este mayor
36 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
ritmo de crecimiento es el resultado de la continua migración neta hacia la región al
menos desde la década de los cincuenta del siglo xx, y de las tasas de cre cimiento
natural de la población que en la mayoría de los condados fronterizos de Estados
Unidos superan el promedio nacional.4 Con las tasas actuales de crecimiento, la
población conjunta de condados y municipios fronterizos se duplicará en alrededor de
treinta y cinco años, alcanzando los veintinueve millones de residentes en 2045 y
representará cerca del 5 por ciento de la población total de ambos países.
Cuadro 1. Población y crecimiento poblacional en la región fronteriza
Condados y municipios fronterizos
Poblaciónen 2010
Crecimiento promedio anual %
2000-2010
Años que tarda en
duplicarse
México (municipios) 7 304 901 2.24 31
Estados Unidos (condados) 7 303 754 1.62 43
Total 14 608 655
100/300 km
México, 300 km 17 048 419 2.04 34
Estados Unidos, 100 km 13 967 038 2.28 30
Total 31 015 457
Estados fronterizos
México 19 894 418 1.95 36
Estados Unidos 70 850 713 1.49 47
Total 90 745 131
México 112 336 538 1.52 46
Estados Unidos 308 745 538 0.97 71
Fuente: Información obtenida en la Oficina del Censo de Estados Unidos y el inegi.
Un factor primordial de la expansión demográfica de la frontera ha sido la rápida urba-
nización de la región. Ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez o Mexicali transitaron
de ser ciudades fronterizas medianas en los años sesenta a sitios en expansión en los
Informe del estado de la frontera 37
últimos años.5 En 2010, el 93.7 por ciento de la gente de la región vivía en ciu dades
y las tasas de urbanización mayores al 85 por ciento son la norma en la mayo ría de
las pobla ciones de ambos lados de la frontera. De hecho, gran parte del crecimiento
demo gráfico en las próximas décadas ocu-
rrirá en centros urbanos medianos y gran-
des, lo que intensificará el actual proceso
de metropolización fronteriza. Especial-
men te en el lado mexicano, el ritmo de
crecimiento será más alto en las grandes
ciudades y municipalidades fronterizas
y se prevé que la proporción de la pobla-
ción que vive en centros urba nos con más
de medio millón de perso nas se incremen-
tará a un 58.1 por ciento en 2030, cuan-
do en 2005 fue de alrededor del 44.6
por ciento.6 Incluso ya se observan con-
glomerados urbanos como Tijuana-San
Diego y Brownsville-Matamoros fusio-
nados a través de la frontera, formando
metrópolis transfronterizas que conflu-
yen inexorablemente con otras ciu dades
fronterizas en su entorno próximo.7 Se
observan procesos similares de confluencia espacial en la región del Paso del Norte
e incluso en conglomerados urbanos más pequeños como Ambos Nogales, en la re-
gión fronteriza de Sonora y Arizona. El punto importante es que, debido a la vecindad,
la formación de estos lugares densamente poblados tiene serias implicaciones para
el bienestar de las personas que viven en esos lugares. Desde un punto de vista
positivo, mientras más grande es el conglomerado urbano, más amplia es la variedad
de opciones para los residentes en términos de consumo, servicios y empleo. Desde
una perspectiva negativa, mayores concentraciones de personas provocan más trá -
fico, contaminación, delitos y riesgos sanitarios. El resultado más claro de esta vecin-
dad depende de la estabilidad de las interacciones transfronterizas y la efectividad
de los mecanismos de comunicación y colaboración existentes en la frontera.
Desde un punto de vista positivo, mientras más grande
es un conglomerado urbano, más amplia es la variedad de opciones para los residentes
en términos de consumo, servicios y empleo. Desde una
perspectiva negativa, las grandes concentraciones
provocan más tráfico, contaminación, delitos
y riesgos sanitarios.
38 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Con el tiempo y en distintos niveles, la frontera ha devenido un espacio regional
cada vez más interdependiente. Algunos ejemplos de articulación funcional son
el turismo transfronterizo, el comercio y las cadenas de distribución que conec-
tan las economías en ambos lados.8 Entre el año 2000 y 2010, un promedio de
231 millones de personas y 85 millones de automóviles y autobuses cruzaron
hacia Estados Unidos desde México, lo que da cuenta del carácter interdependien-
te e integrado de la región. Con el tlcan, el flujo comercial entre México y Estados
Unidos a través de los puertos terrestres creció de 71 000 millones de dólares en
1995 a 255 000 millones en 2010.9 En un nivel más local, se estima que el incremen-
to del 10 por ciento de la actividad maquiladora en las ciu dades fronterizas me xi-
canas ha propiciado un incremento en el empleo en sus homólogas estaduni denses
mediante la expansión del comercio total (entre un 2.1 y un 2.7 por ciento), del
transpor te (entre un 1.7 y un 2.1 por ciento), la manufactura (entre un 1.2 y un 2.1 por
ciento) y el comercio al menudeo (entre un 1.0 y un 1.8 por ciento).10 Un indi cador
nada despreciable del nivel de articulación funcional entre las comunidades fron-
terizas es que muchas nuevas empresas del lado estadunidense están siendo
creadas por mexicanos y que el sector minorista en estos lugares depende, en gran
medida, de los compradores mexicanos.11 Dicho nivel de la articulación también
tiene implicaciones directas en el bienestar de los residentes. Mientras más arti-
culadas estén las economías transfronterizas, menor es el control de las comuni-
dades nacionales sobre las influencias y factores que definen su bienestar. Esta
articulación funcional propicia complementariedades y codependencias con po-
tenciales efectos en la calidad de vida de los residentes. En periodos de creci-
miento económico, la articulación funcional puede impulsar beneficios económicos
mayores; sin embargo, en periodos de escaso crecimiento puede causar que la
situación empeore. El incremento de la integración transfronteriza acarrea benefi-
cios y riesgos. A fin de que los primeros superen a los segundos, quienes diseñan
las políticas deben coordinarse y colaborar en la frontera.
El hecho de que la frontera sea un espacio bicultural con intereses locales que se
superponen, de tal manera que con frecuencia hacen caso omiso de los límites
in ter nacionales, ha exigido una continua coordinación y cooperación entre actores
regionales en una variedad de áreas con implicaciones directas en el bienestar de
Informe del estado de la frontera 39
las comunidades fronterizas. El resultado ha sido una diversidad de mecanismos
de cooperación transfronteriza, formales e informales, regionales y locales que han
lle va do a un grado de convergencia institucional única en la zona. Algunos indica-
dores de convergencia institucional son la formación de organizaciones binaciona-
les como la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza, la Comisión de Salud
México-Estados Unidos o la Conferencia de Gobernadores Fronterizos. Esfuerzos si -
milares en un nivel local son la creación de la Asociación de Alcaldes Fron terizos
México-Estados Unidos o la Alianza Fron-
teriza de Filantropía Mé xico-Estados Uni-
dos. Otros ejemplos son las coaliciones de
ciudadanos y alianzas em presariales crea-
das entre ciudades para resolver pro-
blemas particulares o establecer agendas
más amplias. Todas estas entidades han
evolucionado como un componente im-
portante de la infra estructura institucional
y el capital social creados en la frontera
para superar las diversas barreras a la
colaboración originadas en las disparida-
des y diferencias, así como para enfren-
tar las contradicciones estructurales de
la relación entre ambos países.12 Hay mu-
chos ejemplos de mecanismos de colaboración a lo largo de la frontera que facili-
tan el intercambio de recursos, el aprovechamiento de las complementariedades, la
construcción de alianzas y la promoción de políticas que contribuyan a cerrar bre-
chas en el desarrollo, así como a aumentar el bienestar de las comunidades fronte-
rizas. La efec tividad de estos mecanismos es fundamental para la calidad de vida
que puedan alcanzar esos ciudadanos.
Finalmente, y de acuerdo con el censo de 2010, el 10.3 por ciento (31 798 258)
de las personas que viven en Estados Unidos son de origen mexicano y, de ma-
nera significativa, tienen mayor presencia en los estados fronterizos: el 31.6 por
ciento en Texas, el 30.7 por ciento en California, el 28.7 por ciento en Nuevo México
Las relaciones familiares transfronterizas son
ingredientes básicos de la calidad de vida y vinculan el
bienestar de las comunidades mexicanas con el de las
poblaciones fronterizas en Estados Unidos, y viceversa,
de manera muy compleja.
40 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
y el 25.9 por ciento en Arizona. Su concentración es incluso mayor en condados
fronterizos, con porcentajes que van del 77 al 80 en lugares como Cameron y El
Paso, en el límite este de la frontera, y entre el 56 y el 77 por ciento en condados
donde se rea lizan actividades de agricultura como Yuma e Imperial, en el lado
oeste. Estimaciones de la Encuesta Comunitaria Estadunidense (acs, por sus
siglas en inglés) indican que en 2010 cerca del 45 por ciento de la población his-
pana en condados grandes como San Diego, Pima y El Paso en sus hogares habla-
ba una lengua distinta del inglés, predominantemente español, aunque también
hablaba inglés “muy bien”.13 En efecto, el idioma es un ingrediente básico de la
iden tidad social y las prácticas lingüísticas a lo largo de la frontera reflejan la natu-
raleza híbrida de la región, así como el papel vinculante de la cultura. Como señala
Mar tínez,14 esta densidad de la población y la cultura mexicanas es el fundamento
de una consistente red transfronteriza de interacciones humanas y de una plata-
forma que conecta el bienestar de los residentes en ambos lados mediante lazos
de sangre y legales. Los lazos transnacionales, particularmente las conexiones
que se establecen en el contexto de relaciones familiares transfronterizas, son
el vehículo para la operación de redes de apoyo, que incluyen la transferencia de
dinero, consejos para encontrar trabajo, oportunidades de negocios, convivencia
familiar, amistades comunes y la simple solidaridad humana.15 Todas estas inte-
racciones son ingredientes básicos de la calidad de vida y vinculan el bienestar de
las comunidades mexicanas en la frontera con el de sus pares estadunidenses,
y viceversa, de manera muy compleja.
En suma, la confluencia espacial, la articulación funcional, la convergencia institu-
cional y la conectividad social dan sentido a la idea de región transfronteriza,
porque son causa de externalidades, procesos multiplicadores, de hibridación e
integración y, en general, la base material para el empleo, la generación de riqueza,
la identidad, la colaboración, la solidaridad y el conjunto de experiencias que ha-
cen únicos a los habitantes de la zona.
Informe del estado de la frontera 41
Las cuatro dimensiones de la calidad de vida
Como ya se señaló, las personas que viven en la región estudiada enfrentan un
conjunto de factores que afectan su calidad de vida más que a las personas de
otras regiones de México y Estados Unidos. La peculiaridad del desarrollo local
y la necesidad de fundamentar cualquier conceptualización sobre el bienes tar en
esta realidad requieren una definición incluyente del concepto calidad de vida,
como la propuesta por Dasgupta y Weale. De acuerdo con estos autores, es un
concepto multifactorial y multidimensional que debería ser evaluado obser vando
los componentes del bienestar y midiendo el acceso de las personas a los deter-
minantes del bienestar. Ejemplo de tales componentes son la salud, el ingre so y el
sentido de pertenencia, mientras que la disponibilidad de vivienda, saneamien to,
escuelas, la atención médica, la seguridad pública y el empleo son sus determinan-
tes más comunes. Cabe señalar que la calidad
de vida depende del efecto combinado de estas
dimensiones y factores y no del efecto de uno
solo. Es importante reconocer que la calidad de
vida es un concepto dinámico que se modifica
en el tiempo y el espacio; sin embargo, para
fines operativos y medir la calidad de vida, la
analizaremos como un fenómeno estático.
En este análisis, entenderemos la calidad de
vida como el resultado combinado de cuatro
dimensiones: oportunidad económica, educación
y cultura, vida saludable y vida comunitaria. La
oportunidad económica consiste mayormen-
te en las condiciones que permiten a los individuos y las familias obtener los
medios para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, la vivienda y
la atención médica. La educación y la cultura involucran aspectos relacionados
con el desarrollo personal y la acumulación de capital humano tanto en el plano in-
dividual como en el social. Una vida saludable es la dimensión que representa la
capacidad de las personas de vivir vidas más largas y saludables. En último lugar,
la vida comunitaria reconoce el papel que cumplen, junto con los factores socia-
En este análisis entenderemos la calidad
de vida como el resultado combinado de cuatro
dimensiones: oportunidad económica, educación
y cultura, vida saludable y vida comunitaria.
42 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
les, el medio ambiente y la infraestructura en la creación de oportunidades para
una mejor vida. La interacción y complementariedad entre estas cuatro dimen-
siones no es sólo aparente, sino que dota de solidez al concepto de calidad de
vida como un fénomeno multidimensional, tal como se señaló antes.
Las cuatro dimensiones y sus respectivos indicadores se resumen en el esque-
ma 1. Aunque reconocemos el papel de los factores subjetivos en la calidad de
vida, todos los indicadores utilizados en este análisis son de carácter objetivo.
Oportunidad económica
Educación y cultura
Vidasaludable
Vidacomunitaria
CALIDADDE VIDA
Esquema 1. Dimensiones e indicadores de calidad de vida en la región transfronteriza México-Estados Unidos
1. Participación laboral
2. Niveles de pobreza
3. Participación económica
de la mujer
4. Recursos familiares
1. Logro educativo
2. Disponibilidad de servicios
educativos
3. Disponibilidad de tecnologías
de la información
4. Producción de información
1. Grupos y organizaciones
comunitarios
2. Tasas netas de migración
3. Delincuencia
4. Esparcimiento y servicios
de hospitalidad
1. Mortalidad infantil
2. Muertes asociadas
con accidentes viales
3. Disponibilidad de servicios
de salud
4. Acceso a servicios
de salud
Informe del estado de la frontera 43
Existen varias razones para ello. En primer lugar, los indicadores objetivos son
menos costosos de producir y su disponibilidad es mayor en ambos lados de la
frontera. En segundo lugar, algunos estudios han demostrado que el bienestar y
otros indicadores subjetivos de la calidad de vida siguen una trayectoria causal
que conecta indicadores objetivos con la felicidad, la máxima representación de
la calidad de vida.16 Finalmente, los indicadores objetivos son apropiados para la
evaluación y el seguimiento periódicos, lo cual es esencial para estimar si las
distintas dimensiones de la calidad de vida evolucionan arrojando los resultados
esperados a la luz de los planes y políticas regionales pertinentes.
En la siguiente sección, describiremos y analizaremos estos indicadores con el
propósito de proporcionar una evaluación inicial de cómo han evolucionado últi-
mamente estas cuatro dimensiones en la región.
Oportunidad económica
En términos generales, el desempeño económico de la región se observa en la ca-
pacidad de crear y mantener un número estable y elevado de empleos, dis ponibles
para aquellos residentes con las capacidades y la disponibilidad para trabajar
en negocios locales. Aunque para la población local el beneficio más directo del
mercado de trabajo es la obtención de un ingreso seguro, es importante tener en
cuenta que una oferta estable de empleos también contribuye a la acumulación de
capital humano mediante el desarrollo de habilidades y competencias. Otro benefi-
cio indirecto de un mercado laboral estable es el desarrollo de un sen tido de perte-
nencia y de autoestima entre los residentes que son capaces de encontrar y
mantener un empleo. Por lo tanto, las comunidades con altos niveles de empleo
no sólo son más prósperas, sino que también tienden a disfrutar de ma yores
grados de estabilidad y cohesión social.
En el lado estadunidense de la frontera, las tasas de desempleo han sido conti-
nuamente altas; en 2010, éstas oscilaron entre el 29.7 por ciento en Imperial
Valley, California, y el 4.4 por ciento en Culberston, Texas. El promedio para la región
aumentó del 8.5 por ciento en el año 2000 al 11.9 por ciento en 2010, un ligero
incremento en la tasa de desempleo si se compara con el aumento nacional de
44 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
la tasa de desempleo que, en el mismo periodo, pasó del 4 al 9.6 por ciento.17 En
contraste, el desempleo en la zona fronteriza de México ha sido comparativa-
mente menor, ya que éste aumentó del 1.0 por ciento en 2000 al 5.8 por ciento
en 2010; mientras que en el nivel nacional, el desempleo en México ha pasado del
2.6 al 5.4 por ciento en el mismo periodo.18
Un indicador clave de que existe oportunidad económica es el nivel de participación
de la fuerza laboral, que se refiere a la proporción de la población en edad de tra-
bajar y que es económicamente activa. La gráfica 1 muestra las tasas generales de
participación y por género en 2010, considerando los dieciséis años de edad como
el límite inferior en ambos lados. Según se observa, en general, los condados
estadunidenses tuvieron tasas más altas de participación (el 61.7 por cien to) que
los municipios mexicanos (el 57.9 por ciento). Además, las tasas de par ticipación de
la fuerza laboral fueron más altas en los hombres que entre las mujeres en todos los
condados de Estados Unidos y en los municipios de México, aunque el tamaño de
la brecha de género varió considerablemente a lo largo de la franja estudiada.
Las brechas más pronunciadas se observaron en los municipios rurales mexicanos,
donde las diferencias superaron el 60 por ciento. Las tasas de mayor participación
laboral de las mujeres fueron registradas en municipios altamente urbanizados
con actividades industriales significativas, como Tijuana, Nogales, Mexicali y Ciudad
Juárez. Estas ciudades albergan grandes industrias maquiladoras que aún emplean
una gran cantidad de mujeres. Otros municipios en los que hay industria hotelera
como en Ensenada y Playas de Rosarito, en Baja California, también registraron una
alta participación de mujeres y, de este modo, se observó una brecha de género
relativamente baja; no obstante, en estos municipios fue tres veces mayor que el
promedio estimado en los condados fronterizos de Estados Unidos.
En general, las tasas de participación laboral en los condados fronterizos tienden
a ser menores que las observadas por la media nacional, lo cual es indicativo de
menores oportunidades de empleo. Además, en 2010, la tasa de participación
laboral en la frontera en su conjunto fue menor que la observada en el año 2000,
lo que nos habla de una disminución en las oportunidades de empleo y, conse-
cuentemente, de un incremento del desempleo en 2010.
Informe del estado de la frontera 45
Si bien muchos estudios han demostrado que el dinero no es equiparable a la
felicidad, el ingreso monetario es un importante vehículo para alcanzar mayores
niveles de vida y, por ende, de bienestar.19 La percepción de mayores ingresos
puede también mejorar el acceso a la educación, a la atención médica y la vivien-
da, algunos de los determinantes de la calidad de vida más importantes. En tér-
minos generales, las oportunidades económicas a lo largo de la frontera se han
caracterizado por bajos salarios, y las industrias dominantes en la región son los
servicios, la manufactura de trabajo intensivo y la agricultura. Particularmente en
el lado mexicano, la manufactura no requiere habilidades altamente especializa-
das y el pago es relativamente bajo. Además, la diferencia salarial entre México y
Tasa
de
part
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ació
n (%
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Impe
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mán
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Hombres 16+
Mujeres 16+
Población 16+
Gráfica 1. Tasas de participación laboral 2010 en municipios y condados de la región fronteriza México-Estados Unidos
Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos e inegi.
46 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Estados Unidos ha permanecido sin variaciones en la última década como demues-
tra el hecho de que la compensación de los trabajadores mexicanos en el sector
manufacturero fue sólo el 16 por ciento de la recibida por los trabajadores esta-
dunidenses en el mismo sector en 2000 y 2010.20
La Oficina del Censo de Estados Unidos toma los valores monetarios de los
bienes a precios del mercado para definir los umbrales de la pobreza que son
usados para estimar cuántos hogares y personas se encuentran por debajo de la
línea de pobreza. Si el ingreso total de una familia es menor que el umbral que
corresponde a su tamaño y perfil de edad, entonces la familia en su conjunto y cada
uno de sus integrantes son considerados pobres. En Estados Unidos, los umbra-
les oficiales de la pobreza no varían geográficamente, pero son actualizados por la
inflación usando el Índice de Precios al Consumidor. En 2004, México, de mane-
ra similar, comenzó a tomar como referente el ingreso familiar para definir el um-
bral de la pobreza. Como consecuencia, la canasta de bienes y servicios valorada
a precios de mercado es un indicador para estimar la “línea de bienes tar”utilizada
para identificar a la población que carece del ingreso necesario para comprar to-
dos los bienes y servicios requeridos para satisfacer sus necesidades básicas
alimentarias y de otro tipo.21 Aunque estas dos mediciones de pobreza no son
directamente comparables, su análisis proporciona un buen resumen de los retos
que enfrentan las comunidades fronterizas para proveer de oportunidades eco-
nómicas a sus integrantes.
La gráfica 2 muestra los niveles de pobreza en los estados fronterizos en ambos
países. La media nacional es tomada como punto de referencia para comparar la
incidencia de la pobreza en cada estado y la variación en el porcentaje de la po-
blación que se encuentra por debajo de la línea de pobreza. En Estados Unidos,
en 2010, cerca del 15.3 por ciento de la población total vivía por debajo de la línea
de pobreza, aunque rebasaban este porcentaje estados como Nuevo México (el
20.4 por ciento), Texas (el 17.9 por ciento), Arizona (el 17.4 por ciento) y California
(el 15.8 por ciento). En 2010, la tasa de pobreza fue la más alta desde 1993.22 Por
otra parte, en el mismo año, el nivel de pobreza en México alcanzó al 52 por ciento
de la población total, tan sólo casi dos puntos porcentuales debajo de lo observa-
do en el año 2000. En México, todos los estados fronterizos registraron niveles
Informe del estado de la frontera 47
de pobreza menores que el promedio nacional, como Chihuahua, cuyo nivel fue
ligeramente menor que el nacional, mientras que el de Nuevo León fue un 20 por
ciento menor.23
Estos datos ponen de relieve lo que algunos autores han referido como la para-
doja del desarrollo, lo que muestra a la región fronteriza México-Estados Unidos
como el lugar en el que los más pobres del mundo desarrollado se encuentran con
los más prósperos del mundo en desarrollo.24
Educación y cultura
Los servicios educativos y culturales que una región ofrece a sus residentes son
de suma importancia porque proporcionan a las personas los conocimientos, la
información, habilidades y experiencias necesarios para participar de manera exi-
0
Baja California
Coahuila de Zaragoza
Chihuahua
Nuevo León
Sonora
Tamaulipas
Arizona
Nuevo México
California
Texas
Estados Unidos
México
10.0 20.0 30.0 40.0 50.0
2010 2000
Años
14.917.9
20.419.3
15.814.0
13.617.4
15.311.9
40.148.4
40.239.5
29.228.0
36.240.6
51.830.2
38.223.7
52.053.6
Gráfica 2. Población que vive por debajo de la línea de pobreza (%) en los estados fronterizos
Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos y Coneval.
48 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
tosa en la vida económica y social. Como lo señalan Anderson y Gerber, la edu-
cación proporciona las competencias que necesitan los individuos para vivir una
vida más saludable, involucrarse en actividades cívicas y beneficiarse más de las
oportunidades económicas.25 Estudios de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (ocde), por ejemplo, indican que los hombres con estu-
dios universitarios tienen un 18 por ciento más de posibilidades de encontrar un
empleo que aquellos que sólo cuentan con estudios de bachillerato; además, sus
ingresos a lo largo de su vida tienden a mejorar con la escolaridad. El impacto de
la educación en las oportunidades laborales es incluso mayor para las mujeres en
los países de la ocde.26 De la misma manera, los servicios culturales, incluyendo
las diferentes expresiones de arte y actividades de esparcimiento, también jue-
gan un papel importante en la calidad de vida porque estimulan la creatividad y
contribuyen al desarrollo de un sentido de pertenencia al involucrar a los indivi-
duos con sus comunidades.
Aunque el gobierno mexicano ha realizado inversiones sustanciales en el sistema
educativo, México se ubica en el último lugar de los de la ocde y por debajo de va-
rios países de América Latina de ingreso similar en cuanto a asistencia a clases y
niveles de escolaridad.27 En 2012, México modificó su Constitución e hizo obligato ria
la educación media superior;28 mientras que desde los años cincuenta, en Estados
Unidos, este nivel educativo ha sido la norma al incrementarse las escuelas de edu-
cación media superior, que otorgaron educación gratuita a cualquier estudiante que
eligiera permanecer en la escuela durante doce años. En consecuencia, existe una
divergencia histórica en la matrícula escolar de bachillerato y las tasas de egreso
en México y en Estados Unidos. Esto puede verse también en otros indicadores
del nivel educativo, lo que resulta muy notorio a lo largo de la zona fronteriza.
Por ejemplo, en 2010, alrededor del 55.1 por ciento de la población de veinticinco
años y más, de los veinticuatro condados fronterizos de Estados Unidos, había
cursado el equivalente al grado de bachillerato o uno superior. Los habitantes de
condados metropolitanos importantes contaban con niveles de escolaridad ligera-
mente superiores; al menos 62 por ciento de los residentes de San Diego y Pima
habían completado exitosamente el bachillerato, comparado con el 45 por ciento en
los condados no metropolitanos. En contraste, el 33.8 por ciento del mismo rango
Informe del estado de la frontera 49
de población en los municipios mexicanos había completado la educación media
superior. Estos porcentajes fueron mayores en ciudades grandes como Mexicali
(el 39.9 por ciento), Nogales (el 38.1 por ciento), Tijuana (el 35.9 por ciento) y Rey-
nosa (el 35.4 por ciento), en donde la población adulta había alcanzado dicho nivel
educativo. Por otro lado, sólo en cinco de los veinticuatro condados estaduniden-
ses, poco menos del 40 por ciento de la población de veinticinco años y más había
completado al menos el nivel bachillerato.
Gráfica 3. Población de 25 años y más con al menos educación media superior (porcentaje)
Como se muestra en la gráfica 3, las diferencias entre los condados y municipios
fronterizos y los estados de los que forman parte favorecen ligeramente a los
últimos, pero los datos replican el patrón asimétrico antes descrito. En general,
los estados fronterizos tienen mayores porcentajes de residentes con altos gra-
Condados estadunidenses
fronterizos
Estados Unidos México
77.873.8
80.976.8
85.0
80.4
33.830.1
36.632.9 32.4
29.9
4.04.1
4.6
3.73.7
2.5
Estados fronterizos
(EU)
Estados mexicanosfronterizos
Municipios mexicanosfronterizos
Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos e inegi.
50 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
dos de escolaridad que los condados y municipios fronterizos, aunque en el lado
mexicano, los estados tienen menos población con estudios de bachillerato que
sus contrapartes en Estados Unidos.
Además de la educación, la formación de
capital humano también se ve influida
por la cantidad y calidad de los servicios
culturales ofrecidos por una región a sus
habitantes. Los servicios culturales abar-
can programas y actividades dedicadas
a enriquecer las vidas de los residentes
otorgándoles oportunidades de acceder
a las artes, el conocimiento, las tradicio-
nes, la ecología y otras expresiones cul-
turales. Para medir las ofertas culturales
en la región fronteriza, se analizó el núme-
ro de trabajadores culturales relativos a
la población general de la región, al igual
que la cantidad de personal empleado en
establecimientos dedicados a la distribu-
ción de información y productos cultura-
les. El primer indicador fue equi valente
a 65 trabajadores culturales por cada
diez mil residentes en los condados fron-
terizos estadunidenses, mien tras que en México fue de 15.9 trabajadores cul tu rales
por cada diez mil residentes en los municipios fronterizos. Del mismo modo, el
segundo indicador mostró que en Estados Unidos existen 84 personas por cada
diez mil en trabajos de distribución de información y en la industria de productos
culturales; en los municipios fronterizos de México este indicador fue de 37.5 per-
sonas. En relación con sus estados correspondientes, la situación de los condados
fronterizos fue peor, mientras que del lado mexicano ligeramente mejor.
En general, en la última década, la región ha experimentado un avance significa-
tivo en el mejoramiento de indicadores clave en educación y cultura; sin embargo,
En general, en la última década, la región fronteriza ha experimentado un avance significativo en el mejoramiento de indicadores clave en educación y cultura; sin embargo, en el largo plazo será necesario aumentar la asignación de recursos a los servicios educativos y culturales en ambos lados a fin de superar rezagos y eliminar el déficit crónico en las capacidades y el desempeño.
Informe del estado de la frontera 51
en el largo plazo será necesario aumentar la asignación de recursos a los servicios
educativos y culturales en ambos lados de la frontera para superar reza gos y
eliminar el déficit crónico en las capacidades y el desempeño. Cerrar brechas entre
México y Estados Unidos requerirá esfuerzos adicionales para uti lizar los pre -
supuestos y los recursos humanos con mayor eficiencia, innovación y transparencia.
Vida saludable
El acceso a servicios para identificar y tratar problemas de salud, así como a in-
formación general sobre la salud y el cuidado preventivo está relacionado con la
posibilidad de la población de tener una vida saludable. Es bien sabido que la dis po-
nibilidad de seguros médicos, la barrera más importante para acceder a la infor-
mación y servicios de atención médica, varía de acuerdo con el ingreso y el lugar
de residencia. En comparación con los estándares nacionales, los residentes de los
condados fronterizos en Estados Unidos tienen menores posibilidades de acce-
der adecuadamente a la atención médica debido a su incapacidad de contar con
un seguro médico, sea por medio de su trabajo o por sus medios personales. En
2010, el 32.2 por ciento de la población en esos condados carecía de un seguro
médico, mientras la cifra en el nivel nacional era del 16.3 por ciento. Las tasas más
altas de residentes sin ningún seguro en los condados fronterizos se deben prin-
cipalmente al costo de oportunidad que enfrentan las familias por sus bajos ingresos
en áreas con un desempleo relativamente alto.29 En México, dado que la zona fron-
teriza está mucho más industrializada y urbanizada que otras partes del país, los
municipios fronterizos tienen, comparativamente, altas tasas de empleo y, por lo
tanto, un mayor acceso a servicios de salud provistos por el sistema de seguridad
social al que tienen acceso de acuerdo con su contrato de trabajo. En 2010, el por -
centaje de residentes sin seguro en dichos municipios fronterizos era del 34.6 por
ciento, mientras que en el nivel nacional llegó al 40 por ciento. En la mayoría de
los casos, el sector que no cuenta con ningún seguro en ambos lados de la fron-
tera es la población empobrecida y marginada, debido al constante flujo de mi-
grantes que buscan oportunidades en la región.
Otro factor que incide en el acceso a la atención médica en la zona es la carencia
de profesionales capaces de brindar atención básica en salud. Estimaciones de
52 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
los censos de ambos países sobre el empleo en establecimientos que dan ser-
vicios de salud y asistencia social muestran la relativa disponibilidad de estos
esenciales recursos humanos en la región. En promedio, en 2007 los conda dos
fronterizos contaron con 384 profesionales de la salud por cada diez mil residen-
tes, siendo este porcentaje menor en Santa Cruz, en Arizona (212); Imperial, en Ca-
lifornia (248); Hidalgo, en Nuevo México (257) y Hudspeth (27) y Kinney (26) en
Texas. La mayoría de estos condados han sido clasificados por el gobierno federal
como Áreas de Escasez de Profesionales de Salud (hpsa, por sus siglas en inglés),
identificándolos como prioritarios para recibir asistencia para reclutar personal mé-
dico. Entre los municipios mexicanos, las estimaciones de ese año indican que
estos porcentajes fueron significativamente inferiores, alcanzando un promedio
de 52 profesionales de la salud por cada diez mil habitantes.
Con el propósito de ahondar en las implicaciones del acceso a los servicios y re cur-
sos de la salud, analizaremos uno de los indicadores más importantes al analizar
la situación general de salud de una comunidad: la mortalidad infantil. La gráfica 4
muestra estimaciones de tasas de mortalidad infantil en ambos lados de la frontera
en 2005. En los condados estadunidenses, las tasas de mortalidad infantil mues-
tran una variabilidad significativa, pues van de 2 a 10.5 muertes por cada mil naci-
mientos. Aunque no puede hablarse de un patrón determinado de estas cifras, las
tasas más altas de mortalidad infantil tienden a concentrarse en los condados más
rurales como Luna, en Nuevo México; Cochise, en Arizona y Brewster, Hudspeth
y Culberson, en Texas; sin embargo, cabe destacar que las tasas de mortalidad
infantil en los condados fronterizos tienden a ser menores que la tasa nacional y
que muchos condados rebasan la meta de seis muertes infantiles por cada mil na-
cimientos de niños vivos establecida por el programa Healthy People 2020.30 En
contraste, en México las tasas de mortalidad de los municipios fronterizos alcanza-
ron niveles que van de las nueve a las treinta muertes de infantes por cada mil naci-
mientos en 2005. En los cuarenta municipios de la frontera, la tasa promedio fue
de 16.4 defunciones por cada mil nacidos vivos, alrededor de 2.5 veces más el
promedio en la región fronteriza de Estados Unidos (6.4/1 000). Las tasas de morta-
lidad infantil también tienden a ser mayores en municipios con grandes poblaciones
rurales, en los que se dificulta el acceso a una atención primaria de buena calidad.
Informe del estado de la frontera 53
Gráfica 4. Tasas de mortalidad infantil (defunciones por cada mil nacidos vivos en 2005)
Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos e inegi.
0 3010 20Muertes por cada mil nacimientos
Cochise
PimaSanta Cruz Yuma
ImperialSan Diego
Dona Ana
HidalgoLuna
Brewster
Cameron
Culberson
El Paso
Hidalgo
Hudspeth
Jeff Davis
Kinney
Maverick
Presidio
Starr
Terrell
Val Verde
Webb
Zapata
Ensenada
Mexicali
Tecate
Tijuana
P. de Rosarito
Acuña
Guerrero
Hidalgo
Jiménez
Nava
Ocampo
P. Negras
Ascensión
Guadalupe
Janos
Ciudad Juárez
M. Benavides
Ojinaga
P. G. Guerrero
Anáhuac
Agua Prieta
Altar
Caborca
Naco
Nogales
Puerto Peñasco
San Luis R. C.
Santa Cruz
Sáric
Gral. P. Elías CallesCamargo
Guerrero
G. Díaz Ordaz
Matamoros
Mier
Miguel Alemán
Nuevo Laredo
ReynosaRío Bravo
Valle Hermoso
Pro
med
io reg
ion
al =12.7/1 000
Condados estadunidenses
54 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Si bien los indicadores usados en esta sección no dan un panorama completo
sobre la atención médica y la salud en toda la región, son indicativos de un con-
junto de condiciones que enfrentan los residentes de la zona fronteriza en la
búsqueda de una vida saludable. En su mayoría, estas condiciones pueden verse
menguadas por el hecho de que los recursos y servicios de salud son escasos
en muchas comunidades fronterizas, limitando las opciones que pueden tener
las personas para preservar o mejorar su salud física o mental. Esto ha contribui-
do a las ampliamente conocidas disparidades de salud que afectan a poblaciones
relativamente vulnerables a las enfermedades debido a sus ingresos, origen étnico,
edad, género o aislamiento. No es una exageración decir que estas disparidades
trascienden la frontera, dejando más vulnerables a poblaciones mexicanas pobres,
dadas las persistentes desigualdades en materia de salud características de di-
chas comunidades fronterizas frente a las estadunidenses.
Vida comunitaria
La calidad de vida también está directamente vinculada con la capacidad de una
comunidad de garantizar a sus integrantes las condiciones y oportunidades de
interacción social, identidad colectiva y sentido de pertenencia. La frecuencia
de contactos sociales en la comunidad, por ejemplo, no sólo es correlativa al inter-
cambio de ideas que pueden dar lugar a una percepción común sobre los asuntos
locales, sino también a la creación de vínculos. Las interacciones sociales cons-
tantes se ven favorecidas por la existencia de sitios como parques u otros espacios
comunes en los que las personas puedan encontrarse, sentirse seguras y sin
estrés. Partiendo de esta noción, en esta sección se exploran algunos indicadores
de en qué medida las comunidades fronterizas promueven el bienestar individual
y colectivo a través de la infraestructura social, propiciando un sentido de segu-
ridad comunitaria.
El primero de estos indicadores es el tamaño del sector integrado por instituciones
que operan sin fines de lucro, representado por organizaciones de carácter so-
cial, los sindicatos, las fundaciones, las iglesias y otras organizaciones comunitarias
que promueven causas políticas y sociales. Aunque es difícil encontrar este tipo
de estadísticas de manera directa, una forma de tener una idea aproximada es
Informe del estado de la frontera 55
calcular la proporción de empleo total en organizaciones religiosas, cívicas, pro-
fesionales y filantrópicas, así como en organizaciones similares, versus el total
de la población en cada municipalidad fronteriza.31 Una proporción alta será indi-
cativa de una infraestructura social amplia en la comunidad capaz de proporcio-
nar apoyo o promover los intereses de los residentes locales. De acuerdo con el
censo, en 2007 en los condados fronterizos de Estados Unidos había un total de
43 308 empleos en el sector de actividades sin fines de lucro, con un promedio
de 1805 empleados por condado. Basándonos en estos datos y considerando la
población de los condados en 2010, la proporción de empleados de este sector
fue de 59.3 trabajadores por cada 10 000 residentes. En contraste, en los munici-
pios mexicanos se registró un total de 5 514 empleados en 2009, lo que da como
resultado un promedio de 129 trabajadores por municipio. Por tanto, la proporción
de empleos es significativamente menor en México, pues apenas llega a 7.1 tra-
bajadores por cada 10 000 habitantes. Si bien este indicador no refleja del todo la
naturaleza informal de muchas de estas instituciones sociales en ambos lados de
la frontera, especialmente en México, nos da una idea aproximada de su tamaño
y nivel de desarrollo. Es interesante observar que, a pesar de que la proporción de
este tipo de servicios provistos a la población tiende a ser alta en municipalida-
des metropolitanas grandes como San Diego (80.5), Pima (74.3), El Paso (41.9)
o Mexicali (6.3), las tasas más altas se encuentran en condados o municipios más
pequeños como Jeff Davis (119.6), Terrell (101.6), Gustavo Díaz Ordaz (31.1) o Gene-
ral Plutarco Elías Calles (28.1).
Otro indicador del bienestar colectivo es la cobertura y diversidad de los servicios
recreativos y de hospitalidad. Su disponibilidad en la comunidad se estima consul-
tando los establecimientos que proveen servicios culturales, de entretenimiento
y recreativas tanto para residentes como para visitantes, lo cual incluye espec-
táculos en vivo, actividades o exposiciones de interés histórico, cultural o educa-
tivo, o bien que si proporcionan servicios o instalaciones que permitan disfrutar
de esparcimiento, pasatiempos y organizar el tiempo libre de acuerdo con sus
intereses. Como se mencionó al hablar del indicador anterior, la tasa de empleos
en el sector del ocio y la hospitalidad puede estimarse con base en la informa-
ción de los censos. Si asumimos que las altas tasas están correlacionadas con una
56 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
mejor calidad de vida, el bienestar tiende a ser mayor en el lado estadunidense
que en el mexicano. En 2007, la proporción de empleos en ese sector en los
condados estadunidenses fue de 64.4 por cada diez mil residentes, comparada
con 15.9 del lado mexicano. Aunque grandes condados como San Diego (102) y
Pima (75) reportaron tasas por encima del promedio, no ocurre lo mismo en todos
los condados grandes. De hecho, El Paso (22), Hidalgo (19) y Webb (28), en Texas,
tuvieron tasas comparables en magnitud con las observadas en Tijuana (26),
Mexicali (19) y Ciudad Juárez (16).
Índice de calidad de vida
En esta sección, los indicadores antes mencionados se incluyen en el Índice de ca-
lidad de vida (icv) elaborado para proporcionar una imagen más precisa de este
complejo concepto. Índices como éste suelen usarse para monitorear el progre-
so social y sus tendencias en el tiempo y el espacio. Una ventaja de los índices
agregados es que también se utilizan para comparar resultados en grupos de na cio-
nes o unidades subnacionales, así como para examinar conexiones potenciales
entre condiciones cambiantes, comportamientos humanos y opciones de polí-
ticas. El icv fue concebido con la intención de proporcionar información de mane-
ra compacta y precisa que sirva para la gestión y el desarrollo de políticas en los
condados y municipios fronterizos, así como para destacar complementariedades
y visibilizar brechas.32
El cuadro 2 presenta los valores estimados de los años 2000 y 2010 del icv, así
como las posiciones de los condados y municipios, basadas en los indicadores
de las cuatro dimensiones de la calidad de vida exploradas en la sección anterior.
Es importante hacer notar que la posición número 1 corresponde al mejor des-
empeño de los condados/municipios, mientras que la 64, al más pobre. Un análisis
de las distintas posiciones mostró que en 2010 los cinco condados/municipios
con mejores calificaciones fueron San Diego, en California (1); Pima, en Arizona
(2); Brewster, en Texas (3); Jeff Davis, en Texas (4), y Cochise, en Arizona (5). Los
cinco municipios con el peor desempeño fueron Manuel Benavides, en Chihuahua
(64); Jiménez, en Coahuila (63); Ocampo, en Chihuahua (62); Santa Cruz (61) y
Sáric, en Sonora (60). El grupo de mejor desempeño no varió mucho entre 2000
Informe del estado de la frontera 57
y 2010, aunque es notable la caída de El Paso, que se movió del cuarto al noveno
lugar du rante la década. En los últimos lugares, el cambio más llamativo es el
ascenso de Hidalgo en Coahuila, que saltó del lugar 63 al 52. Mientras que El
Paso, en relación con otros condados fronterizos y municipios, no registró una me-
joría significativa en ninguna dimensión de la calidad de vida incluida en el índice.
Hidalgo, Coahuila, superó a la mayoría de los municipios en los indicadores de opor-
tunidades económicas y vida comunitaria. Una mejoría en el desempeño se indica
con el doble signo de más (++) en las últimas cuatro columnas del cuadro.
Cuadro 2. Calidad de vida: posición y dimensiones, 2000-2010
Condado/
municipio Estado
2010 2000Variación
en la dimensión de la calidad de vida*
Lugar Puntuación Lugar PuntuaciónO
port
unid
ad
econ
ómic
a
Educ
ació
n y
cultu
ra
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luda
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Vid
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mun
itar
ia
San Diego California 1 0.85 1 0.91 +
Pima Arizona 2 0.81 2 0.84
Brewster Texas 3 0.74 3 0.74
Jeff Davis Texas 4 0.73 5 0.69 ++ +
Cochise Arizona 5 0.69 6 0.67 +
Yuma Arizona 6 0.69 10 0.57 ++ +
Val Verde Texas 7 0.68 9 0.58 + ++
Dona AnaNuevo México
8 0.68 7 0.63 +
El Paso Texas 9 0.67 4 0.71
Maverick Texas 10 0.65 21 0.44 + ++ ++ ++
Santa Cruz Arizona 11 0.63 11 0.55 + +
Cameron Texas 12 0.62 8 0.61
Presidio Texas 13 0.62 20 0.45 ++ ++
Hidalgo Texas 14 0.61 13 0.53 ++
58 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Webb Texas 15 0.61 15 0.51 ++ ++
Imperial California 16 0.60 17 0.49 + +
Culberson Texas 17 0.59 14 0.52 ++ ++
Kinney Texas 18 0.59 18 0.47 ++ ++ +
Terrell Texas 19 0.58 22 0.42 ++ + ++
HidalgoNuevo México
20 0.57 12 0.53 + +
Starr Texas 21 0.57 23 0.39 ++ + ++
LunaNuevo México
22 0.54 16 0.51 + +
TijuanaBaja California
23 0.51 25 0.37 ++ + ++ +
Zapata Texas 24 0.50 24 0.38 + + + ++
MexicaliBaja California
25 0.47 27 0.35 ++ + +
Hudspeth Texas 26 0.47 19 0.45 ++ +
Nogales Sonora 27 0.45 33 0.29 ++ ++ +
TecateBaja California
28 0.45 28 0.31 + ++ ++
Piedras Negras
Coahuila 29 0.45 32 0.30 ++ + ++
Ciudad Juárez
Chihuahua 30 0.44 26 0.35 ++ +
Reynosa Tamaulipas 31 0.44 30 0.31 ++ + +
EnsenadaBaja California
32 0.44 29 0.31 + ++ +
Playas de Rosarito
Baja California
33 0.42 37 0.28 ++ +
Cuadro 2. Calidad de vida… (continuación)
Condado/
municipio Estado
2010 2000Variación en la
dimensión de la calidad de vida*
Lugar Puntuación Lugar Puntuación
Opo
rtun
idad
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ica
Educ
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n y
cultu
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Vid
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luda
ble
Vid
a co
mun
itar
ia
Informe del estado de la frontera 59
San Luis Río Colorado
Sonora 34 0.41 35 0.28 + + +
Nuevo Laredo
Tamaulipas 35 0.40 34 0.29 + + +
Matamoros Tamaulipas 36 0.40 36 0.28 ++ +
Puerto Peñasco
Sonora 37 0.40 44 0.24 + ++ + +
Ciudad Acuña
Coahuila 38 0.39 42 0.24 + ++ ++
Miguel Alemán
Tamaulipas 39 0.39 31 0.31 ++ +
Agua Prieta Sonora 40 0.38 38 0.27 ++ ++
Caborca Sonora 41 0.37 40 0.25 ++ ++
Ciudad Mier Tamaulipas 42 0.37 39 0.26 ++ +
Naco Sonora 43 0.36 45 0.24 + ++ ++
Gustavo Díaz Ordaz
Tamaulipas 44 0.33 43 0.24 + ++ ++
Valle Hermoso
Tamaulipas 45 0.31 51 0.20 + ++
Gral. P. Elías Calles
Sonora 46 0.31 41 0.25 ++ +
Río Bravo Tamaulipas 47 0.31 49 0.21 + ++
Ojinaga Chihuahua 48 0.30 47 0.22 ++
Anáhuac Nuevo León 49 0.30 56 0.16 ++ ++
Nava Coahuila 50 0.30 50 0.21 + + ++
Camargo Tamaulipas 51 0.29 46 0.22 ++
Hidalgo Coahuila 52 0.25 63 0.09 ++ ++
Cuadro 2. Calidad de vida… (continuación)
Condado/
municipio Estado
2010 2000Variación en la
dimensión de la calidad de vida*
Lugar Puntuación Lugar Puntuación
Opo
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60 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Ascensión Chihuahua 53 0.25 55 0.16 + ++
Altar Sonora 54 0.25 54 0.17 + + ++
Guerrero Tamaulipas 55 0.23 48 0.21 ++
Guadalupe Chihuahua 56 0.22 53 0.18 +
Praxedis G. Guerrero
Chihuahua 57 0.22 52 0.19 +
Guerrero Coahuila 58 0.19 61 0.12 ++ +
Janos Chihuahua 59 0.18 59 0.14 ++
Sáric Sonora 60 0.17 64 0.08 ++
Santa Cruz Sonora 61 0.15 57 0.14
Ocampo Coahuila 62 0.14 58 0.14 +
Jiménez Coahuila 63 0.13 60 0.12 +
Manuel Benavides
Chihuahua 64 0.13 62 0.11 +
* (++) por encima de 75 percentiles; (+) por encima de la mediana.
Otros condados que experimentaron un cambio sustantivo hacia un mejor desem-
peño fueron Maverick y Presidio, en Texas, con un incremento en los indicado res
de educación y cultura, así como de vida saludable. Yuma, en Arizona, también
mostró un salto sustantivo debido principalmente a las mejorías en oportunidades
económicas, educación y cultura. Del lado mexicano, Puerto Peñasco y Nogales,
en Sonora, y Anáhuac, en Nuevo León, también subieron de posición, aunque por
razones diferentes. En el caso de estos tres municipios, la mejoría fue el resultado
de un buen desempeño en todas las dimensiones, particularmente en los indicado-
res de oportunidades económicas, educación y cultura.
Cuadro 2. Calidad de vida… (continuación)
Condado/
municipio Estado
2010 2000Variación en la
dimensión de la calidad de vida*
Lugar Puntuación Lugar Puntuación
Opo
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luda
ble
Vid
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itar
ia
Informe del estado de la frontera 61
En el agregado, los grandes municipios metropolitanos tienden a ofrecer mejo-
res oportunidades económicas que los más pequeños y ello ocurre con mayor
certeza del lado mexicano. De hecho, entre los condados fronterizos de Estados
Unidos hay algunas jurisdicciones rurales con alta calificación porque su desem-
peño es tan bueno como el de los condados grandes en términos de fuerza la-
boral e indicadores de pobreza. Esto se aprecia claramente en Brewster y Jeff
Davis en Texas, cuyas economías basadas en la explotación de sus recursos natu-
rales han creado economías regionales más estables con niveles constantes de
empleo e ingreso en el área de Big Bend. Por su parte, municipios grandes como
Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez o Nogales están mejor posicionados entre los
municipios mexicanos, debido al papel que juegan sus economías en la interac-
ción entre México y Estados Unidos, y la amplia participación en sus respectivos
mercados regionales. El índice también muestra una diferencia económica impor-
tante entre las localidades de México y Estados Unidos, como se puede observar
en que dos pequeños condados rurales en Texas obtuvieron puntajes compara-
bles a los de municipios como Tijuana, Ciudad Juárez y Nogales. Esta brecha se
amplía principalmente debido los altos niveles de pobreza en México junto con las
importantes disparidades en las tasas de participación laboral de hombres y de
mujeres antes observadas.
Un patrón similar se advierte en el ámbito de la educación y la cultura, aunque la
di ferencia entre municipios rurales y metropolitanos es muy marcada, independien-
temente del lado de la frontera. Esto es entendible dado que las grandes áreas
metropolitanas en ambos países son normalmente sede de universidades regio-
nales y de grandes distritos escolares, lo cual se refleja en una mayor educación
en la población, en mayores niveles de escolaridad y en una cobertura más amplia
de servicios culturales. De hecho, la coincidencia entre ambos lados de la frontera
es más alta en esta dimensión en específico, como se aprecia en el signi ficativo
número de condados con puntuaciones inferiores a las de los municipios mexica-
nos mejor posicionados.
En el área de la salud, los indicadores usados para medir qué tan saludable es la
vida en la región reflejan una gran variabilidad. En primer lugar, los condados y mu-
nicipios medianos están entre las demarcaciones mejor posicionadas, incluyendo
62 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
Starr, Maverick y Val Verde en Texas, junto con Piedras Negras, en Coahuila; Ciudad
Mier, en Tamaulipas, y Naco, en Sonora. En efecto, lo anterior refleja la influencia
de los centros poblacionales medianos en donde suele haber una adecuada dis-
ponibilidad de atención médica y los riesgos para la salud vinculados con el tráfico
vehicular y los trayectos a los centros laborales son moderados debido al tamaño
de las ciudades. En segundo lugar, pese a que la coincidencia en los indicadores de
salud en ambos lados de la frontera es mínima, en comparación con otras dimen-
siones consideradas en el índice, las puntuaciones de los municipios mexicanos
tienden a agruparse alrededor de los valores más cercanos a las puntuaciones de
los condados estadunidenses. Lo anterior denota una disparidad menos intensa
entre ambos lados de la frontera que refleja el acceso casi universal y el carácter
institucional de la atención médica en México.
Finalmente, la vida comunitaria es la di-
mensión en la que el efecto combinado
de los indicadores muestra la menor va-
riabilidad en la región, aunque los conda-
dos estadunidenses tienden a agruparse
en el segmento más alto, los munici-
pios mexicanos tienen los valores más
bajos. La coincidencia entre los conda-
dos de Estados Unidos y las municipa-
lidades mexicanas en esta dimensión
es mínima debido a la alta incidencia
de homicidios al sur de la frontera, par-
ticularmente en los estados de Chihuahua y Tamaulipas. En contraste, los datos
muestran que este tipo de criminalidad a lo largo del lado estadunidense es muy
bajo, incluso para los estándares estatales y nacionales, y los condados fronteri-
zos en su totalidad no experimentaron un incremento de crímenes violentos
entre 2000 y 2010.
Los grandes municipios metropolitanos tienden a ofrecer mejores oportunidades económicas que los más pequeños, y ello es más notorio del lado mexicano de la frontera.
Informe del estado de la frontera 63
Conclusiones y recomendaciones de política
Este capítulo muestra un panorama de la calidad de vida en la región fronteriza,
con cepto medido y evaluado usando indicadores y procedimientos aceptados, ob-
tenidos de las fuentes públicas disponibles tanto en México como en Estados
Unidos. Los datos y análisis aquí presentados ofrecen información relevante para
tomadores de decisiones e investigadores.
La calidad de vida en cada lado de la frontera está íntimamente ligada con la ca-
lidad de vida en el otro lado, dados los factores geográficos, sociales e históricos
que conectan a las personas y lugares en esta región de un modo único. Resulta
fundamental para los encargados de tomar decisiones en ambos lados de la fron-
tera reconocer este hecho e integrarlo a sus planes y programas enfocados a
generar oportunidades económicas, mejorar el acceso a la salud, la educación,
la cultura y la vida comunitaria; es decir, a la calidad de vida de las personas de la
región fronteriza.
El estado de la calidad de vida en la región es asimétrico y cambiante. Entre los
años 2000 y 2010, la brecha se volvió un poco menos marcada, aun cuando el
desarrollo sigue siendo desigual. Las comunidades mexicanas suelen estar en la
mitad inferior de la escala de la mayoría de los indicadores de bienestar. Durante
dicho periodo y pese a varios nuevos desafíos, el bienestar general de la región
aumentó; sin embargo, hay mucho por hacer para cerrar la brecha y mejorar la
calidad de vida de todos los residentes de la región transfronteriza. Por supuesto,
lo anterior incluye reforzar el énfasis en la equidad y la eliminación de disparidades
que afectan desproporcionadamente las oportunidades educativas, económicas
y de salud de las personas que viven en pobreza, las minorías étnicas y otros gru -
pos en situación de vulnerabilidad. Una mayor atención a la calidad de vida ofre-
cería la oportunidad de replantear toda la estrategia de gestión implementada en
las últimas décadas, así como la creación de un nuevo discurso que se oriente
tanto al desarrollo humano como al comercio, la competitividad y la seguridad.
Sólo se puede lograr un progreso duradero en la calidad de vida combinando polí ti-
cas públicas nacionales independientes y esfuerzos de coordinación y colaboración
64 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
transfronteriza. En México, destacan varios retos, incluyendo la prevención del
delito, la ampliación de las oportunidades educativas para los jóvenes y la elimi-
nación de barreras que limitan la participación de la mujer en la vida económica. En
Estados Unidos, las políticas y los planes regionales deben dirigirse a la reduc-
ción de las tasas de mortalidad infantil y pobreza, aspectos que continuamente han
mostrado deficiencias en los condados fronterizos. Ambos países, incluyendo to-
dos sus niveles de gobierno, a los líderes del sector civil y privado, deben trabajar
juntos para identificar las áreas donde los recursos públicos y privados se pueden
invertir de manera más eficaz e innovadora. Las inversiones de cada país se pue-
den robustecer mutuamente mediante estrategias complementarias orientadas
al desarrollo fronterizo, creando así un círculo virtuoso de desarrollo y elevación de
los niveles de vida.
Las opciones disponibles son muy amplias. Por ejemplo, ambos países podrían
beneficiarse si fortalecieran notablemente los programas de intercambio que per-
mitan a los estudiantes mexicanos realizar estudios de posgrado en Estados Unidos
y viceversa. Estos programas contribuirían significativamente a la formación de
los recursos humanos especializados que se necesitan urgentemente en México
y a la vez fortalecer las competencias interculturales y el capital humano a lo largo
de toda la región transfronteriza. Las alianzas público-privadas también representan
otra oportunidad, como lo demuestran iniciativas como los con sejos binacionales
de salud, los cuales trabajan para eliminar las marcadas diferencias transfronte-
rizas en materia de salud o pobreza, combinando experiencia y recursos locales
en la lucha contra enfermedades transmisibles y crónicas ocasionadas por las
diferencias sociales.
Queda mucho trabajo por hacer para comprender, medir con precisión y mejorar
la calidad de vida a lo largo y a través de las grandes extensiones de la región fron-
teriza México-Estados Unidos. En primera instancia, se necesita examinar nuestro
conjunto de dimensiones e indicadores iniciales para explorar su validez en con-
textos particulares en la frontera y para diferentes subpoblaciones y geografías.
También debería considerarse probar y verificar el valor de estos indicadores con
miras a describir y dar seguimiento a los cambios en la calidad de vida en el tiempo
y a lo largo de la frontera. En segundo lugar, vale la pena re cordar que la selección
Informe del estado de la frontera 65
de tales indicadores dependió en su mayoría de la disponibilidad de los datos,
aunque sin duda hay otros posibles indicadores de calidad de vida que vale la
pena explorar.
Finalmente, el objetivo de este informe y del Índice de calidad de vida es propor-
cionar a los responsables de la toma de decisiones de las comunidades fronterizas
de una métrica confiable de complementariedades y brechas de desarrollo, ofre-
ciendo información sistemática, creíble y clara de la marcha hacia mayores niveles
de bienestar y menores disparidades en la región. Al aportar a la elaboración de
indi cadores confiables, este capítulo busca proporcionar a legisladores y toma-
dores de decisiones las herramientas necesarias para trabajar en apoyo de los
millones de residentes de la región fronteriza. A fin de pasar de la evaluación y la
medición a acciones efectivas y coordinadas, resulta vital trabajar en conjunto con
una amplia gama de organizaciones e instituciones de México y Estados Unidos
para mejorar el bienestar de las comunidades.
Notas
1 Óscar J. Martínez, Border People, Life and Society in the U.S.-Mexico Borderlands (Univer-sity of Arizona Press, 1994), 352.
2 James Gerber, Francisco Lara-Valencia y Carlos de la Parra, “Re-imagining the U.S.-Mexico Border: Policies toward a More Competitive and Sustainable Transborder Region”, Global Economy Journal 10, no. 4 (2011): 1-17.
3 Conferencia de Gobernadores Fronterizos, Lineamientos estratégicos para el desarrollo sustentable y competitivo de la región transfronteriza México-Estados Unidos (2009).
4 Joan B. Anderson y James Gerber, Fifty Years of Change on the U.S.-Mexico Border: Growth, Development, and Quality of Life (Austin: University of Texas Press, 2008), 275.
5 Lawrence Herzog, Where North Meets South: Cities, Space and Politics on the U.S.-Mexi-co Border (Austin: Center for Mexican American Studies and University of Texas Press, 1990), 289.
6 Conapo, Delimitación de las zonas metropolitanas de México 2005 (México: Consejo Nacional de Población, 2007).
7 Herzog, Where North Meets…
8 Gordon H. Hanson, “U.S.-Mexico Integration and Regional Economies: Evidence from Border-City Pairs”, Journal of Urban Economics 50, no. 2 (2001): 259-287.
66 Calidad de vida en la región fronteriza México-E.U.
9 U.S. Department of Transportation, “North American TransBorder Freight Data”, Research and Innovative Technology Administration, Bureau of Transportation Statistics, 2012.
10 Jesús Cañas et al., “The Impact of the Maquiladora Industry on U.S. Border Cities”, Dallas Federal Reserve Bank, Research Department (2011).
11 Michael Dear y Andrew Burridge, “Cultural Integration and Hybridization at the United States-Mexico Borderlands”, Cahiers de Géographie du Québec 49, no. 138 (2005): 301-318.
12 Francisco Lara, “The ‘Thickening’ of the U.S.-Mexico Border: Prospects for Cross-border Cooperation and Networking”, Journal of Borderland Studies 26, no. 3 (2011): 251-264.
13 U.S. Census Bureau, American Community Survey 2010, en <www.census.gov>.
14 Martínez, Border People… 352.
15 Norma Ojeda, “Familias transfronterizas y familias transnacionales: algunas reflexiones”, Mi-graciones internacionales 3, no. 2 (2005): 167-174.
16 Ed Diener, Marissa Diener y Carol Diener, “Factors Predicting the Subjective Well-Being of Nations”, Journal of Personality and Social Psychology 69, no. 5 (1995): 851-864.
17 U.S. Bureau of Labor Statistics, International Labor Comparison, Country at a Glance (México, 2012), en <http://www.bls.gov/fls/country/mexico.htm>.
18 En Estados Unidos, una persona desempleada es aquella que durante la semana de refe-rencia no contaba con empleo, pero que lo buscó activamente en algún momento del mes de referencia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (enoe), en 2005, esta definición también se usa en México. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), “Censos y conteos de población y vivienda”, 2010, en <http://www.inegi.org.mx/>.
19 Ed Diener et al., “Factors Predicting…”.
20 U.S. Bureau of Labor Statistics, International Comparison…
21 Coneval, Metodología de medición multidimensional de la pobreza (México: Consejo Na-cional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2010).
22 Carmen DeNavas-Walt, Berna dette D. Proctor y Jessica C. Smith, “Income, Poverty, and Health Insurance Coverage in the United States: 2010”, U.S. Census Bureau, Current Population Reports (Washington, D.C.: US Government Printing Office, 2011), 60-239.
23 Coneval, Informe de evaluación de la política (México: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 2011).
24 Tonatiuh Guillén, “Frontera norte: los contrastes de la calidad de vida”, Revista Mexicana de Política Exterior, 81 (2007), 9-32; J. Pick y E. W. Butler, “Socioeconomic Inequality in the U.S.-Mexico Borderlands”, Frontera Norte 2, no. 3 (enero-junio de 1990): 31-62.
25 Joan B. Anderson y James Gerber, Fifty Years of Change on the U.S.-Mexico Border: Growth, Development, and Quality of Life (Austin, Tx.: University of Texas Press, 2007): 275.
Informe del estado de la frontera 67
26 oecd, Better Life Index, Education (París: Organization for Economic Cooperation and Devel-opment, 2012), en <http://www.oecdbetterlifeindex.org/topics/education/>.
27 oecd, Education at a Glance: 2009 (París: Organization for Economic Cooperation and Devel-opment, 2009), en <http://www.oecd.org/document/>.
28 El 9 de febrero de 2012, se reformó el artículo 3 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos a fin de volver obligatoria la educación media superior e integrarla a los de re chos sociales básicos protegidos por el Estado mexicano, oecd, Education at a Glance…
29 U.S.-Mexico Border Health Commission, “Health Disparities and the U.S.-Mexico Border: Challenges and Opportunities”, White Paper, El Paso, Texas, 2010.
30 Healthy People 2020 es un programa federal que considera la mortalidad infantil como un Principal Indicador de Salud (lhi, por sus siglas en inglés), vinculado con diversos factores sociales y ambientales como la atención médica y el ingreso familiar (U.S. Department of Health and Human Services, 2012).
31 La proporción fue calculada usando información sobre personas empleadas en establecimien-tos clasificados en los censos de Estados Unidos y México dentro del subsector 813 del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (naics, por sus siglas en inglés).
32 Combinar un número de indicadores en un índice requiere varios pasos: selección, ela bora-ción de una escala (transformar indicadores en medidas adimensionales), ponderación (valoración), agre gación y presentación. Por cuestión de espacio, dichos pasos no se explican en este documento.
Informe del estado de la frontera 69
EL ESTADO DEL COMERCIO, LA COMPETITIVIDAD Y EL BIENESTAR ECONÓMICO EN LA REGIÓN FRONTERIZA MÉXICO-ESTADOS UNIDOSChristopher E. Wilson y Erik Lee
Nuestra frontera común debe ser un motor para el crecimiento económico y no un freno.
palabras del presidente barack obama a su homólogo mexicano
felipe calderón, 19 de mayo de 2010
RESUMEN EJECUTIVO
La historia del comercio entre Estados Unidos y México ha sido una de las más
exitosas, pero también de las más subestimadas en el contexto de la economía
global. De hecho, en 2011, el comercio de bienes y servicios entre ambos países
alcanzó el medio billón de dólares y prácticamente no se expresó reconocimien-
to alguno.1 Estados Unidos es el principal socio comercial de México, y este país
—que ha ganado estabilidad macroeconómica y logrado incrementar el tamaño
de su clase media en las últimas dos décadas— es el segundo mayor mercado de
exportación de Estados Unidos y su tercer socio comercial. El 70 por ciento del co-
mer cio bilateral cruza la frontera en transporte de carga, lo que significa que la
región fronteriza es, literalmente, el lugar donde “todo arranca” en las relaciones
bilaterales. Esto también significa que tanto California y Baja California, como Mi-
chigan y Michoacán tienen interés en mejorar la administración de la frontera a
fin de que sea eficiente y segura.
70 El estado del comercio
Lamentablemente, la infraestructura y la capacidad de los puertos de entrada de
personas y productos en Estados Unidos no concuerdan con el ritmo de expan-
sión del comercio bilateral ni con el crecimiento de la población en la región. Por
otra parte, la necesidad de mejorar la seguridad en la frontera después de los
ataques terroristas del 11 de septiembre propició un reforzamiento de la frontera,
dividiendo a las ciudades gemelas, características de la región, a lo que se suman los
cos tosos, largos e impredecibles tiempos de espera tanto para el cruce de las
mer cancías como de las personas. Este congestionamiento representa un lastre
no sólo para la competitividad de la región, sino también para la de Estados Unidos
y México en su totalidad. Se requieren soluciones que fortalezcan tanto la segu-
ridad fronteriza como la eficiencia. El desarrollo de la iniciativa Frontera Siglo xxi
por parte de los gobiernos de México y Estados Unidos ha significado algunos
avances en esta dirección, pero deben redoblarse esfuerzos.
Es claro que se requiere de inversiones moderadas para actualizar la infraestruc-
tura y proporcionar los recursos humanos necesarios en los puertos de entrada,
ya que las largas filas y el personal sobrecargado de trabajo no abonan en favor de
la eficacia ni de la seguridad; sin embargo, en una época de ajustados presupues-
tos federales, exigir más recursos no debe ser la única respuesta, se requieren,
además, esfuerzos estratégicos para hacer más con menos, mejorar la eficiencia
y reducir el congestionamiento. Los programas de viajeros y carga confiables (como
sentri, fast, c-tpat y Global Entry) permiten el cruce expedito de personas y carga-
mentos con bajo riesgo a través de la frontera. La optimización de estos programas
y la ampliación significativa de su cobertura podrían incrementar el rendimiento
con inversiones mínimas en infraestructura y personal, mientras se fortalece la
seguridad al dar más tiempo a los agentes fronterizos para enfocarse en las per-
sonas y los envíos desconocidos y potencialmente peligrosos.
Como consecuencia natural de las relaciones transfronterizas que facilitan el flu-
jo de mercancías, la región tiende a organizarse en función de corredores comer-
ciales norte-sur. Este fenómeno se manifiesta en el desarrollo de una variedad
de aspectos, desde grupos de interés hasta planes maestros regionales. Sin lugar
a dudas, el desarrollo económico y la competitividad en la región no son unifor-
mes, como se observa en el contraste entre la gran riqueza de San Diego y las
Informe del estado de la frontera 71
áreas de pobreza extrema en el Valle del Río Grande o entre el cluster aeroespacial
en Baja California y los vastos desiertos de Sonora y Coahuila. A pesar de esta gran
diversidad e incluso con la existencia de cierta competencia para atraer flujos
comerciales hacia una región en particular, las comunidades fron terizas tienen sufi-
cientes intereses comunes para justificar la planificación de toda la frontera, la orga-
nización de grupos de interés y hacer de las mejores prácticas algo común a ambos
lados. Recientemente, el crimen y la violencia en algunas comunidades fronterizas
mexicanas han pesado en la percepción nacional sobre la región, tanto en Estados
Unidos como en México. En la medida en que las comunidades y los estados fron-
terizos hablen con una sola voz, tendrán mejores oportunidades de contar su propia
historia y exigir las debidas modificaciones a las políticas públicas implementadas
a nivel nacional que afectan la frontera.
ECONOMÍA
El impacto del comercio bilateral y la gestión fronteriza en la economía nacional
La historia del comercio entre Estados Unidos y México ha sido una de las más exito sas
y también de las más subestimadas en el contexto de la economía global. Estados
Unidos es el principal socio comercial de México, y México —que ha dado pasos
importantes en las últimas dos décadas hacia su estabilidad macroeconómica—
es el tercer socio comercial de Estados Unidos en términos de su comercio total.
La vitalidad económica de la región fronteriza México-Estados Unidos —conside-
rando entre otros elementos la manufactura, infraestructura, el capital humano y
el turismo— es parte esencial de este éxito económico global. Con más de mil
millones de dólares de flujo comercial cruzando diariamente, la frontera México-
Estados Unidos es literalmente donde “todo arranca”. Esto se debe a que más del
70 por ciento del comercio bilateral cruza en transporte de carga. En las próximas
décadas, se espera que este tránsito masivo de camiones se incremente de ma-
nera significativa (véase la gráfica 1).
72 El estado del comercio
Gráfica 1. Comercio bilateral de bienes y servicios, 1993-2011
Fuente: Información de la Oficina de Análisis Económico, la Oficina del Censo y el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en
1994, el comercio total entre los dos países se ha más que quintuplicado, y el
flujo de mercancías y servicios es ahora de medio billón por año. Se estima que
en Estados Unidos dependen del comercio bilateral seis millones de empleos y
probablemente en México esta cantidad sea aún mayor.2
Los seis estados fronterizos de México y los cuatro estadunidenses tienen es-
trechos lazos económicos bilaterales, pero lo que a menudo no se percibe es que
su valor económico se extiende mucho más allá de esa region. México, por ejem-
plo, es el principal comprador de las mercancías de estados tan lejanos como New
Hampshire (sobre todo computadoras y equipos electrónicos). De hecho, México
ocupa el primer o segundo lugar entre los destinos de exportación de veintiún
estados, que van desde Colorado hasta Ohio, y veinte estados venden a México
bienes por un valor de más de mil millones de dólares cada año. Pero hay otras
razones por las que Estados Unidos es su mercado más importante, pues el 79 por
ciento de las exportaciones mexicanas se vende a ese país, incluyendo productos
Mile
s de
mill
ones
Comercio de bienes Comercio de servicios
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
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2007
2008
2009
2010
2011
Informe del estado de la frontera 73
generados en la región fronteriza y a lo largo del país.3 El petróleo, por ejemplo, que
en su mayoría se extrae en las costas del golfo de México, es el principal produc-
to de exportación hacia Estados Unidos, y los automóviles y autopartes, que re-
presentan una proporción aún mayor del
conjunto de las exportaciones, se fabrican
sobre todo en el centro y norte del país.4
La cantidad del comercio entre México
y Estados Unidos es impresionante, pero
su calidad lo hace único. Ambos países
no sólo se venden bienes, sino que tra-
bajan conjuntamente en su manufactura.
A través de un proceso conocido como
producción compartida, miles de mate-
riales y partes cruzan la frontera de ida
y vuelta entre fábricas ubicadas en cada
lado, hasta que finalmente un producto
es terminado y ensamblado. Como resul-
tado, las importaciones estadunidenses
procedentes de México contienen, en
promedio, un 40 por ciento de materiales estadunidenses, y las im portaciones
mexicanas desde Estados Unidos, un alto nivel de contenido mexicano.5
Este sistema de producción conjunta tiene dos importantes consecuencias. En
primer lugar, da cuenta de la profunda vinculación de las dos economías. Sole-
mos experimentar crecimiento y recesión conjuntamente, y las ganancias o
pérdidas de la productividad en un lado de la frontera generalmente causan una
ganancia o pérdida correspondiente en competitividad en el otro lado. En suma,
tendremos éxito o fracasaremos juntos, por ello, debemos unir esfuerzos para
incrementar la competitividad de la región. En segundo lugar, el hecho de que a
menudo las mercancías crucen la frontera varias veces, en la medida en que son
producidas, crea un efecto multiplicador de ganancias y pérdidas en la eficien-
cia fronteriza. Así, mientras que los bienes procedentes de China, por ejemplo, sólo
atra viesan la aduana y son inspeccionados una sola vez al entrar a territorio es-
Los seis estados fronterizos de México y los cuatro estadunidenses tienen
estrechos lazos económicos bilaterales, pero lo que
a menudo no resulta tan evidente es que este valor
económico se extiende mucho más allá
de la región fronteriza.
74 El estado del comercio
tadunidense o mexicano, los productos elaborados por fabricantes regionales
absor ben los costos de los largos e impredecibles tiempos de espera y de los
nu merosos requerimientos aduanales cada vez que cruzan la frontera México-Es-
tados Unidos.
Los principales sectores industriales del comer-
cio bilateral incluyen la industria automotriz,
la aeroespacial, los aparatos electro do més-
ticos y los dispositivos médicos, por nombrar
algunos. Con frecuencia es posible encontrar
mano de obra altamente especializada invo-
lucrada en aspectos complejos del comercio
bilateral, como la fabricación de piezas especia-
les, partes metálicas y productos que requie ren
este tipo de cualificación. Dichos procesos
vinculan el trabajo de diseñadores, desarrolla-
dores, productores de materias primas y ma-
nufacturas de partes en Estados Unidos con
una fuerza laboral especializada en México, como ingenieros o gerentes de planta.
Mientras que en realidad ambos países participan en todo el proceso de la cadena
de suministro dependiendo del producto, éstas son algunas de las características
más importantes que con frecuencia se observan en las diversas etapas de la manu-
factura en la que cada país está especializado.
Además de bienes manufacturados, también circulan productos agrícolas entre
ambos países; esto incluye exportaciones de Estados Unidos de productos ali-
menticios (granos y alimentos procesados) de estados como Dakota del Sur,
Nebraska y Iowa, así como frutas y vegetales mexicanos de estados productores
importantes como Sinaloa y Michoacán.
Como último punto para ofrecer una visión amplia del comercio entre México y
Estados Unidos, es necesario enfatizar que esta relación requiere de mayor infra-
estructura para funcionar de manera más eficaz. El corredor comercial más largo,
con frecuencia llamado Nasco, une al centro y este de México con Texas, el medio
El que las mercancías crucen la frontera varias veces y con frecuencia, en la medida en que son producidas, crea un efecto multiplicador de ganancias y pérdidas en la eficiencia fronteriza.
Informe del estado de la frontera 75
oeste estadunidense, el noreste y Ontario, utilizando los puertos de entrada (poe,
por sus siglas en inglés) de Laredo-Nuevo Laredo. Otras importantes arterias comer-
ciales son el corredor Canamex, que conecta al oeste de México con la zona in-
termontañosa de Estados Unidos y la provincia de Alberta, en Canadá, así como
el corredor I-5, más corto pero de gran volumen, que conecta a California con
Baja California. En la medida en que las economías de ambos países crezcan, es
probable que estas redes de infraestructura y transporte de carga, así como los
puertos de entrada que sirven de nodos para estas redes, experimenten un mayor
congestionamiento (véase el mapa 1).
Mapa 1: Flujo de transporte de carga proyectado para 2020 (total de camiones por año)
Fuente: Secretaría de Comunicaciones y Transportes (sct) de México.
El turismo es otro de los motores económicos de la región. En efecto, México es
el principal destino de los turistas estadunidenses, mientras que los mexicanos
constituyen el segundo mayor grupo de visitantes a Estados Unidos cada año
76 El estado del comercio
(véase el cuadro 1). Las estadísticas sobre el gasto de los turistas mexicanos en
Estados Unidos son incompletas dado el uso intensivo de tarjetas bancarias y de
dinero en efectivo, por lo que resulta particularmente difícil realizar un análisis. Aun
sin tener un panorama completo, el gasto de los turistas mexicanos en Estados
Unidos ocupa el cuarto sitio en ingresos por este concepto, de acuerdo con las
estadísticas del Departamento de Comercio de Estados Unidos de 2010.
Cuadro 1. Principales fuentes de turismo y gasto internacional para Estados Unidos en 2010
PaísVisitas
(millones) Posición
Gasto (miles de millones de dólares) Posición
Canadá 19.96 1 20.8 1
México 13.47 2 8.7 4
Reino Unido 3.85 3 11.6 3
Japón 3.39 4 14.6 2
Alemania 1.73 5 5.8 6
Francia 1.34 6 4.1 8
Brasil 1.2 7 5.9 5
Fuente: Oficina de la Industria de Viajes y Turismo, del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
La gran mayoría (el 85 por ciento) de los ingresos de mexicanos a territorio estadu-
nidense ocurren a través de puertos terrestres a lo largo de la frontera compartida.
Estos turistas tienen un impacto económico significativo en las comunidades que
visitan y en los estados que reciben ingresos por el consumo y los impuestos pa-
gados por ellos. Tan sólo un ejemplo: de acuerdo con un estudio de la Universidad
de Arizona sobre visitantes mexicanos a ese estado, en 2007 y 2008 ellos gas-
taron 2.69 mil millones de dólares, lo que generó en el estado 23 400 empleos
directos y 7 000 indirectos.
Así pues, los puertos de entrada terrestres cumplen un papel de suma importan-
cia al facilitar el intercambio comercial entre México y Estados Unidos, por lo que
Informe del estado de la frontera 77
la salud de ambas economías nacionales y de las fronterizas descansa en la co-
rrespondiente salud o la debilidad de estos sitios.
La gestión de los puertos terrestres: aumentar su capacidad para acabar con cuellos de botella
En las últimas décadas, dos hechos significativos han transformado la dinámica
del comercio bilateral y la gestión fronteriza, y un tercero más puede estar ges-
tándose. La entrada en vigor del tlcan en 1994 eliminó la mayoría de los aranceles
y elevó de manera impresionante el comercio bilateral. En efecto, el comercio de
mercancías que se ha quintuplicado, pero este crecimiento no ha sido del todo cons-
tante. Después de los ataques te rro ris tas
del 11 de septiembre y del ingreso de
China a la Organización Mundial del Co-
mercio (omc) en 2001, el comercio re gio-
nal y las manufacturas se paralizaron. La
imperiosa necesidad de vigilar las fron-
teras en el lado estadunidense ha tenido
un costo para las manufacturas regiona-
les y las comunidades fronterizas.6 Largos
e impredecibles tiempos de espera en la
frontera han disminuido la competitividad
de las industrias regionales y de muchas
fábricas estadunidenses y mexicanas que
se han reubicado en Asia.7 Mientras que el
comercio bilateral creció a una tasa anual del 17 por ciento de 1993 a 2000, en el
periodo 2000-2008 aumentó sólo un 4.5 por ciento anual.
Cada año, los largos e impredecibles tiempos de
espera en los puertos de entrada están costando
a las economías de Estados Unidos y México
muchos miles de millones de dólares.
78 El estado del comercio
Gráfica 2. Cruces hacia el norte en los puertos fronterizos, 1995-2011 (millones)
Fuente: Departamento de Transporte de Estados Unidos, Administracion de Investigación e In-novación Tecnológica, Oficina de Estadísticas de Transporte, con base en datos del Departamen-to de Seguridad Interna, Aduanas y Protección Fronteriza, y Oficina de Operaciones de Campo, 2012.
La reciente crisis económica ha demostrado la urgente necesidad de realizar es-
fuerzos para incrementar la competitividad de la industria regional, lo que podría
dar lugar a un énfasis renovado de la misión de Aduanas y Protección Fronteriza
(Customs and Border Protection, cbp) en torno a la facilitación del comercio. El hecho
de que el sector manufacturero de América del Norte está integrado vuelve indis-
pensable eliminar la congestión fronteriza para mejorar la competitividad regional.
La crisis económica global forzó a los productores a reducir costos. Tomando en
cuenta factores como el incremento en los costos del combustible, el de los sa-
larios en China y la capacidad de automatizar una parte mayor del proceso de
producción, muchas empresas estadunidenses decidieron trasladar (lo que se co-
noce como nearshore) sus fábricas a México o reforzarlas (reshore) en Estados
Unidos, apro vechando la existencia de un vigoroso capital humano y cadenas
100
80
0
50
30
40
60
70
90
10
20
61.8
92.3
40.0
47.1
32.8
61.2
4.94.52.9
Vehículos personales Peatones Camiones
1995
1996
2004
2007
2005
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2006
2008
2009
2010
2011
Informe del estado de la frontera 79
de suministro más cortas. El comercio bilateral cayó de manera significativa du-
rante la recesión, pero se ha recuperado con fuerza, creciendo significativamente
más rápido que el comercio con China.8 Como se observa en el mapa anterior
(mapa 1), el crecimiento del comercio agregó presión sobre los ya congestiona-
dos puertos de entrada y en los corredores de transporte.
Imagen 1. Vehículos esperando cruzar el puerto de entrada de San Ysidro
Foto: Matt H. Wade.
A pesar del crecimiento del comercio, el número de camiones de carga que cru-
zan la frontera ha permanecido relativamente estable desde el año 2000. Como
se observa en la gráfica 2, los vehículos personales y el tránsito de personas mues-
tran un contraste más marcado, con un claro punto de inflexion en el año 2000.
Varios estudios han intentado cuantificar los costos del tráfico en la zona en las
economías de ambos países. Quizá sea un testimonio de la naturaleza fragmen-
taria y geográficamente dispersa de esa región, pero la mayoría de estos estudios
se ha enfocado en los corredores de comercio y tráfico norte-sur, más que en
ofrecer una visión amplia de la frontera. Los resultados específicos de estos es-
80 El estado del comercio
tudios (resumidos en el cuadro 2, que se expone más adelante) son muy varia-
dos y no debemos conceder mucho valor a un número aislado; no obstante, el
mensaje es claro: cada año, largos e impredecibles tiempos de espera en los
puertos de entrada están costando a las economías de Estados Unidos y México
muchos miles de millones de dólares.
Cuadro 2. Los costos de los tiempos de espera y del tráfico
Estudios sobre el costo de los tiempos de espera y el tráfico en las economías de México y Estados Unidos
Región de cruces
Región de impacto económico
Tiempo de espera(minutos)
Año de impacto potencial
Costo para la economía regional (miles
de millones de dólares)
Costo en el
empleo Fuente
San Diego- Tijuana
Estados Unidos y México
— 2007 7.2 62 000 sandag, 2007 Update
Imperial Valley-
Mexicali
Estados Unidos y México
— 2007 1.4 11 600 hdr|hlb ivag 2007
Tijuana México 180 2007-2008 1.9 57 000 Del Castillo Vera, El Colegio
de la Frontera Norte, 2009
Ciudad Juárez
México 132 2007-2008 1.5 87 600 Del Castillo Vera, El Colegio
de la Frontera Norte, 2009
Nuevo Laredo
México 174 2007-2008 3.7 133 800 Del Castillo Vera, El Colegio
de la Frontera Norte, 2009
Nogales México 66 2007-2008 0.2 18 000 Del Castillo Vera, El Colegio
de la Frontera Norte, 2009
Informe del estado de la frontera 81
Estudios sobre el costo de los tiempos de espera y el tráfico en las economías de México y Estados Unidos
Región de cruces
Región de impacto económico
Tiempo de espera(minutos)
Año de impacto potencial
Costo para la economía regional (miles
de millones de dólares)
Costo en el
empleo Fuente
Frontera México-Estados Unidos
Estados Unidos
63 2008 5.8 26 000 Accenture Draft, marzo
de 2008
Frontera México-Estados Unidos
Estados Unidos
99 2017 12.0 54 000 Accenture Draft, marzo
de 2008
El Paso/ Cd. Juárez
El Paso/ Cd. Juárez
2008 horas pico:
-45 -220
2035 54.0 850 000 Cambridge Systematics
Inc., junio de 2011
Nota: El año de impacto potencial es aquel en el que se presentan efectos monetarios y en el empleo. En el caso de los años anteriores a 2009, se consignan los costos estimados para el año de estudio. Tratándose de fechas posteriores, se menciona el costo estimado en caso de no hacer más eficiente la frontera.
Fuente: Cambridge Systematics, El Paso Regional Ports of Entry Operations Plan, Departamento de Transporte de Texas y Cambridge Systematics, junio de 2011; Gustavo del Castillo Vera, “Tiempos de espera en los cruces fronterizos del norte de México: una barrera no arancelaria”, Comercio Exterior 59, no. 7, julio de 2009, 555; sandag, Economic Impacts of Wait Times in the San Diego-Baja California Border Region Fact Sheet: 2007 Update; Accenture, Draft: “improving Economic Outcomes by Reducing Border Delays”, Accenture and Department of Commerce, marzo de 2008; hdr|hlb, Imperial Valley-Mexicali Economic Delay Study, hdr, Asociación de Go-biernos de Imperial Valley y Departamento de Transporte de California, Distrito 11, 19 de noviem-bre de 2007.
Cuadro 2. Los costos…(continuación)
PRINCIPALES PROGRAMAS DE VIAJEROS Y CARGA CONFIABLES EN LA FRONTERARed Electrónica Segura para la Inspección Rápida de Viajeros (sentri, por sus siglas en inglés). Este programa inició en 1995 y ofrece a peatones y vehículos de pasajeros preaprobados una entrada expedita a Estados Unidos en la frontera suroeste. El registro cuesta 122 dólares y el aspirante se debe someter a una veri fi-cación de antecedentes, toma de huellas digitales y una entrevista con un funcio-nario de la cbp, a fin de demostrar que es un viajero de bajo riesgo. En abril de 2012, había 282 536 inscritos en el programa, un 71 por ciento más que los 165 166 re-gistrados en 2008.1 El incremento de las membresías ha originado un aumento del porcentaje de cruces fronterizos, pues representa un crecimiento del 9 por ciento en 2008 al 18 por ciento en 2012.2 Actualmente existen 17 carriles sentri en 12 de los ma yores puertos de entrada a lo largo de la frontera México-Estados Unidos.
Comercio Libre y Seguro (fast, por sus siglas en inglés). Este programa de carga confiable opera en ambas fronteras de Estados Unidos, con Canadá y Méxi-co, agilizando la entrada a territorio estadunidense de los camiones de carga co-mercial registrados. Desde su inicio de operación en 2002, el número de usuarios inscritos en el programa fast creció a 92 604 en 2008, pero hacia 2012 se expe-rimentó una caída al reducirse a 77 999.3 Las razones no son del todo claras, pero la explicación más probable es que los usuarios consideraban que los beneficios recibidos no compensaban el esfuerzo y costo de inscripción (50 dólares por cinco años). Para que un usuario pueda recibir los beneficios de una entrada expe dita a lo largo de la frontera sur, además de estar registrado en el programa fast, el fabri-cante e importador debe contar con la certificación de ctpat y la carga, tener un sello de seguridad.4
Alianza Aduanas-Empresarial contra el Terrorismo (c-tpat, por sus siglas en inglés). Creada en 2002, como “respuesta directa al 11 de septiembre”, el c-tpat es un programa voluntario orientado a la seguridad de la cadena de suministro y está abierto a compañías de todo el mundo que hacen negocios con Estados Unidos.5 Para obtener una certificación c-tpat, una empresa debe comprometerse a poner en práctica una serie de procedimientos de seguridad que van desde el
transporte seguro hasta alentar a los proveedores a fortalecer su seguridad. Como resultado del creciente nivel de confianza que tienen las autoridades de Estados Unidos en las importaciones de las empresas inscritas en c-tpat, es de cuatro a seis veces menos probable que la carga sea sometida a un examen de seguridad o de cumplimiento, lo que agiliza la entrada a Estados Unidos.6 El número de em-presas registradas ha crecido constantemente desde la creación de este progra-ma, por lo que en 2012 ya eran 10 291, incluyendo más de 1 000 fabricantes y más de 900 transportistas mexicanos.7 Las empresas registradas en el c-tpat son responsables de alrededor del 50 por ciento de todas las importaciones de Esta-dos Unidos.8
Nuevo Esquema de Empresas Certificadas (neec). En diciembre de 2011, México anunció la creación de su propio programa de seguridad de cadenas de suministro con el propósito de reforzar la seguridad mientras se agilizan los trámites de las importaciones a México. El programa es recíproco, lo que significa que una certificación c-tpat califica a una compañía para participar en el neec.9
NOTAS
1 Los datos de 2012 provienen de la cbp y el Department of Homeland Security (dhs), en <www.cbp.gov>; la información de 2008 puede consultarse en cbp, “Trusted Traveler Programs”, Depart ment of Homeland Security , 23 de mayo de 2008, en <http://www.naunewz.org/spp-docs/DHS-CBP-Trus-tedTraveler por ciento280508 por ciento29_0.pdf>.
2 Ídem.
3 Para los datos de 2012, véase cbp, dhs, 2012; y para los de 2008 cbp, dhs, 2008, en <http://www.cbp.gov/xp/cgov/PrintMe.xml?xml=$/content/newsroom/press_releases/2008/february/02152008.ctt&location=/newsroom/news_releases/archives/2008_news_releases/feb_2008/02152008.xml>.
4 cbp, dhs, 2012.
5 Véase cbp, Securing the Global Supply Chain: Customs and Trade Partnership Against Terrorism Strategic Plan, Department of Homeland Security, noviembre de 2004.
6 cbp, “Customs and Trade Partnership Against Terrorism: A Guide to Program Benefits”, Department of Homeland Security, en <http://www.ngjensen.com/ctpat/ProgramBenefitsGuide.pdf>.
7 cpb, dhs, en <www.cbp.gov>, 2012.
8 cbp, “c-tpat: Program Overview”, dhs, 2011, <http://www.cbp.gov/linkhandler/cgov/trade/cargo_securit y/ctpat/ctpat_program_information/what_is_ctpat/ctpat_overview.ctt/ctpat_overview.pdf>.
9 Anthony Wayne, embajador de Estados Unidos en México, citado en Voz de América, “Promoting Cross-Border Trade”, 12 de enero de 2012, <http://www.voanews.com/policy/editorials/americas/Promoting-Cross-Border-Trade--136968258.html>; véase también <ftp://ftp2.sat.gob.mx/asistencia_servicio_ftp/publicaciones/folletos11/Trip_NEEC_14122011.pdf>.
84 El estado del comercio
Inteligencia y programas de viajeros confiables
Muchos de los oficiales que integran la Oficina de Operaciones de Campo (ofo,
por sus siglas en inglés) cuentan con años de experiencia, lo que les permite
identificar instintivamente anomalías en un individuo o un vehículo que pudieran
ser sospechosos; no obstante, su trabajo podría ser más efectivo si existiera in-
formación adicional disponible sobre una persona o carga en particular cuando se
cruza el puerto de entrada. Los lectores de placas, por ejemplo, permiten a los ofi-
ciales de la ofo acceder al historial de cruces del vehículo, lo que facilita identificar
patrones sospechosos y verificar electrónicamente las declaraciones de los indi-
viduos. En el mundo posterior al tlcan y al 11 de septiembre, la inteligencia se ha
convertido en una herramienta vital para una administración eficiente y segura de la
frontera, considerando el aumento del comercio bilateral y las amenazas de ata ques
por parte de actores no vinculados con el Estado.
Los programas de viajeros y carga confiables proveen la inteligencia necesaria a
la cbp a fin de evaluar de manera más precisa los riesgos que podría representar
alguna persona que busque entrar a Estados Unidos (para mayor información véa-
se el recuadro “Principales programas…”). Los viajeros frecuentes pueden ins-
cribirse proporcionando documentación adicional a la cbp, sometiéndose a una
verificación de antecedentes y tomando medidas para incre mentar la seguridad
en la cadena de suministro. Este tipo de inspección agiliza el cruce de individuos
y embarques, y de esa manera los oficiales de la ofo pueden enfocarse en el
tráfico desconocido o de alto riesgo, esto es, tienen mayores po sibilidades de
encontrar una aguja en un pajar.
Este tipo de programas son una estrategia de ganar-ganar, porque disminuyen
los tiempos de espera, minimizan la necesidad de contar con más personal y
carriles e incrementan la seguridad fronteriza. Si bien han sido muy exitosos, no
se aprovecha lo suficiente su potencial. El Programa Viajero Confiable sentri, por
ejemplo, acelera el paso del 18 por ciento del tráfico hacia el norte. Éste es un
porcentaje significativamente mayor que el de años anteriores, pero ya que la
mayoría del tráfico lo integran viajeros frecuentes que viven en comunidades
fronterizas, la cbp podría considerar establecer una meta del 40 al 50 por ciento
Informe del estado de la frontera 85
en los próximos años, pero para alcanzar esta elevada expectativa, la cbp necesi-
taría trabajar con las autoridades locales y federales de México, a fin de ampliar
el aforo de los carriles para que los inscritos a tales programas no tengan que es-
perar en el tráfico antes de alcanzar el carril exprés. La afiliación a los programas de
viajero y carga confiables puede incrementarse si se amplía, quizá otorgando
cupones libres de impuestos a viajeros frecuentes, y si dicho programa se hace
extensivo a otros puertos de entrada.
El Programa fast para embarques comerciales necesita especial atención. Si bien
ha crecido desde su puesta en marcha en 2002, se ha registrado un declive desde
2008 (véase la gráfica 3). Las causas deben estudiarse y atenderse dado el valor
potencial para la seguridad y la competitividad de la manufactura regional. Dado
que los carriles fast sólo pueden usarse cuando se transportan bienes de un pro-
veedor c-tpat, debe desarrollarse una estructura de incentivos que fomente la
participación en ambos programas.
Gráfica 3. Inscripción a los programas Viajero y Carga Confiables, 2004-2012
Fuente: cbp, dhs, <www.cbp.gov>, 2012.9
300 000
0
150 000
50 000
100 000
200 000
250 000
2004 201020092008200720062005 2011 2012
Mem
bres
ía
SENTRI (individuos) FAST (conductores comerciales) CTPAT (compañías)
2 863
75 000
61 000
282 536
77 999
10 291
86 El estado del comercio
Promover e implementar en mayor medida estos programas (sentri, c-tpat, fast y
el uso de Carriles Ready para quienes poseen documentos de conformidad con
la Western Hemisfere Travel Initiative [whti]) ayudaría mucho a mejorar las prácticas
en favor de la seguridad y la facilitación del comercio.
Asignación de personal operativo en los puertos de entrada
Después del 11 de septiembre y del incremento de la seguridad en los puer-
tos de entrada a México, uno de los puntos más polémicos para las comunida-
des fronterizas, los grupos de interés regionales y Washington es la preocupación
sobre la cantidad de personal que debe ubicarse en dichos puntos de entrada y
sus efectos en las economías locales. Mientras que en la década pasada el nú-
mero de agentes de la Patrulla Fronteriza se ha más que duplicado, el personal
de la Oficina de Operaciones de Campo (los oficiales de cbp de uniforme azul que
laboran en los puertos de entrada) ha permanecido relativamente constante
(véase la gráfica 4). En 2007, el Congreso de Estados Unidos otorgó cuantiosos
fondos a la vigilancia de las áreas entre los puertos de entrada proporcionándoles
más seguridad que a los propios puertos. Lo anterior sorprende dado el aumento
del comercio bilateral, los significativos incrementos en los tiempos de espera en
la frontera desde el 11 de septiembre, y la evidencia sugiere que los puertos de
entrada, más que los tramos entre ellos, son los puntos más probables de cruce
de drogas e individuos peligrosos (véase el capítulo tercero sobre seguridad fron-
teriza). La oficina encargada de la fiscalización de las actividades del gobierno fe-
deral (gao, por sus siglas en inglés) ha sugerido que el número y capacitación del
personal de cbp ha disminuido.10 Del mismo modo, ciertos grupos de interés
de comunidades fronterizas han señalado el marcado incremento del personal,
infraestructura y la implementación de tecnología para la Patrulla Fronteriza y han
criticado la poca innovación —en términos relativos— que se observa en los puer-
tos de entrada.
Informe del estado de la frontera 87
Gráfica 4. Personal y asignaciones destinados a la seguridad fronteriza. Comparativo de recursos en y entre los puertos de entrada, 2004-2012
Nota: El total de asignaciones entre los puertos incluye los gastos en la Patrulla Fronteriza, la valla fronteriza, la infraestructura y la inversión en tecnología.
fte: Equivalente a tiempo completo.
Fuente: Marc Rosenblum (Congressional Research Service), “Testimony on Measuring Border Security before the Subcommittee on Border and Maritime Security, Committee on Homeland Secu-rity”, U.S. Congress, 8 de mayo de 2012.
Además de lo importante que resulta debatir sobre la dotación de personal (la
Ley de Puertos del representante Silvestre Reyes ha pedido cinco mil empleados
más para los puertos de entrada terrestres, por ejemplo), se debe reflexionar sobre
la naturaleza de estos importantes puestos. La dificultad de la tarea y las nume-
rosas horas extra generan un ambiente realmente difícil para estos empleados fe-
derales clave que protegen a las comunidades fronterizas y la nación, al tiempo
0
500
1 000
1 500
2 000
2 500
3 000
3 500
4 000
4 500
5 000
0
5 000
10 000
15 000
20 000
25 000
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Patrulla Fronteriza FTE Oficina de Operaciones de Campo FTE
Asignación: entre puertos de entrada Asignación: todos los puertos de entrada (OFO)
Eq
uiv
alen
te a
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o c
om
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to$ M
illon
es
88 El estado del comercio
que facilitan el comercio entre Estados Unidos y México. En respuesta, y a menu-
do como un tema suplementario a la cuestión de la dotación de personal, algunos
analistas han sugerido que la seguridad y la competitividad económica fronteri-
zas podrían fortalecerse si se hacen esfuerzos para mejorar la calidad del empleo
—lo que ayudaría a conservar elementos muy calificados— en el caso de los pues-
tos de Oficial de cbp.11 El uso cada vez mayor de la tecnología y el desplazamiento
de algunas de las operaciones de inspección y entrada hacia México (como la pre-
autorización en las aduanas) también podrían ser pasos hacia la configuración de
un oficial fronterizo del siglo xxi.
Aduanas
Del mismo modo que sucede con los largos e impredecibles tiempos de espera
que agregan costos a las transacciones fronterizas, los múltiples requisitos de docu-
mentación que deben cumplir los impor-
tadores y exportadores para aprovechar
las tarifas preferenciales garantizadas
por el tlcan dificultan ahorrar costos, algo
que con el tratado se pretendía lograr. Las
reglas de origen estipulan que sólo los
productos de Estados Unidos, Canadá y
México deben tener un trato preferencial.
De este modo, las compañías tienen que
mantener registros muy detallados so-
bre el origen de sus productos, algunas
veces incluyendo el de las partes y ma-
teriales. Esta carga burocrática puede ser
particularmente onerosa y actúa como
una barrera para la exportación por par-
te de pequeñas y medianas empresas.
En teoría, la solución es una unión aduanera (como la Unión Europea) con un
arancel externo común aplicable a los países no miembros, pero como no existe
una tarifa intrarregional ni la necesidad de verificar el origen de los productos que
Los requisitos de documentación que enfrentan los importadores y exportadores para aprovechar las tarifas preferenciales garantizadas por el tlcan dificultan ahorrar costos, algo que con el tratado se pretendía lograr.
Informe del estado de la frontera 89
transitan por la región, el traslado de los bienes comerciales entre la frontera
México-Estados Unidos sólo requeriría de un mecanismo de seguridad básico;
sin embargo, sería muy difícil lograrlo en América del Norte, debido a los nume-
rosos acuerdos comerciales que cada país ha negociado y a las industrias que
cada cual busca proteger.
Un enfoque más apropiado puede ser analizar la situación producto por produc-
to.12 En el caso de las mercancías que ya causan aranceles externos similares en
cada uno de los países del tlcan, las negociaciones podrían lograr que comenza-
ran a disminuir los aranceles hasta alcanzar las tarifas más bajas de los tres paí-
ses. Los acuerdos comerciales dificultan a los países incrementar la mayoría de
sus tarifas. Al fijar un arancel común externo para un producto, entonces quedaría
exento de la mayoría de los requisitos aduanales en las fronteras sur y norte de
Estados Unidos.
Actualmente se trabaja para simplificar la gestión de los requerimientos aduana-
les con miras a diseñar un proceso que permita llenar en línea las múltiples formas
aduaneras sin repetir pasos. Estos sistemas son conocidos como “ventanilla
úni ca”, solución aplicada por Estados Unidos, y México acaba de poner en marcha
su propia versión, pero sólo para las importaciones, aunque necesita llevar a cabo
mejoras continuas para convertirla en un sistema real de ventanilla única para los
trámites aduanales.
Equilibrar la doble misión
La administración de la frontera cambió significativamente a partir del 11 de septiem-
bre, y la misión primaria de la cbp ahora consiste en evitar que el terrorismo y sus
instrumentos penetren en Estados Unidos, lo que, obviamente, resulta fundamen-
tal para la seguridad nacional; no obstante, día con día la cbp también debe facilitar
el tráfico comercial, pues es parte de su misión, e impedir el flujo de inmigrantes
indocumentados y contrabando. En el mejor de los casos, los supervisores, agen-
tes y oficiales de la cbp encuentran maneras de lograr un equilibrio entre la nece-
sidad de proteger la seguridad de Estados Unidos y favorecer la eco nomía. Como
claramente se observa en el desempeño de algunos supervisores ubicados en
90 El estado del comercio
los puertos de entrada, en esta doble misión de la cbp el liderazgo consiste en
buscar las mejores prácticas y permitir a los oficiales ensayar maneras creativas
de facilitar los viajes y el comercio mientras se garantiza la seguridad nacional.
Con demasiada frecuencia, la primacía del tema de la seguridad se usa como jus-
tificación para que los transportistas, vehículos y personas que intentan cruzar la
frontera toleren largos tiempos de espera.
Infraestructura de los puertos de entrada
Una de las soluciones más obvias, con frecuencia propuesta para reducir los
cue llos de botella, es actualizar y ampliar la infraestructura de dichos cruces, y el
crédito de esta iniciativa es tanto del gobierno de Estados Unidos como de las
comunidades fronterizas, a quienes se
deben los significativos avances de los
últi mos tiempos. Después de una déca-
da en la que no se construyeron nuevos
puertos de entrada, en 2010 se abrieron
tres: Anzaldúas, San Luis II y Donna-Río
Bravo.13 En 2011, fueron abiertos siete
nuevos carriles en el Puente del Co mer-
cio Mundial, el cruce más importante para
el tráfico comercial entre México y Esta-
dos Unidos. Se están haciendo amplia-
ciones importantes en San Ysidro, el cruce
de personas con mayor flujo, así como
en Nogales-Mariposa, pero, a pesar de
estos avances, queda mucho trabajo por
hacer. En promedio, los puertos de en-
trada en Estados Unidos tienen más de
cuarenta años y algunos hasta setenta
años.14 La cbp considera que “las asig-
naciones federales no van al ritmo de las necesidades” y subraya que falta una
inversión de seis mil millones de dólares para realizar una “modernización completa”
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza considera que “las asignaciones federales no van al ritmo de las necesidades” y subraya que falta una inversión de seis mil millones de dólares para realizar una “modernización completa” de los puertos de entrada terrestre a lo largo de las fronteras norte y sur de Estados Unidos.
Informe del estado de la frontera 91
a los puertos de entrada terrestre a lo largo de las fronteras norte y sur de Estados
Unidos.15
Tomando en cuenta que las mejoras a dichos puertos ofrecen beneficios tangibles
y significativos a las comunidades locales y las industrias dependien tes del co-
mercio, algunas entidades privadas, locales y estatales con frecuen cia muestran
disponibilidad a contribuir con fondos para proyectos de infra estructu ra fronteriza.
En el contexto de las actuales limitaciones presupuestarias, a las agen cias federa-
les les conviene aprovechar estas fuentes de financiamiento alter nativas. A lo
largo de la frontera México-Texas, la mayoría de los puertos de entrada son propie-
dad de la ciudad o el condado donde están localizados. Este modelo de inversión
en infraestructura podría replicarse en otras partes de la frontera Mé xico-Estados
Unidos, pero se necesitaría realizar cambios a la legislación federal para permitir
a la cbp “aceptar reembolsos de otras fuentes que no sean el Congreso”.16 Como
se observó anteriormente, es necesario aumentar el personal, dado que el comer-
cio también se incrementa. Con el activo apoyo de los actores interesados de la
fron tera a lo largo de la región, una propuesta en este sentido, diseñada en co la bo ra-
ción con agencias federales, podría obtener apoyo legislativo y abrir oportunida-
des significativas para la inversión a pesar de los duros tiempos presupuestarios.
Coordinación y cooperación: planes maestros fronterizos y proceso intersecretarial
La gestión de la frontera México-Estados Unidos es particularmente difícil debido
al número de entidades de gobierno locales, estatales y federales que adminis-
tran y protegen la frontera y la infraestructura del transporte.
Si bien la atención de la mayoría de los asuntos bilaterales depende del Departa-
mento de Estado y la Secretaría de Relaciones Exteriores, en el caso de la fronte-
ra se debe trabajar con agencias y dependencias federales como el Departamento
de Comercio y la Secretaría de Economía, el Departamento de Seguridad Interna
y la Secretaría de Gobernación, la Agencia de Protección Ambiental y la Secreta-
ría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por nombrar algunas. Considerando
las quejas sobre la desaceleración del comercio transfronterizo debido a la cre-
92 El estado del comercio
ciente preocupación por el terrorismo y la violencia asociada al tráfico de drogas,
en 2010 ambos gobiernos reconfiguraron sus procesos interagenciales y crearon
el Comité Ejecutivo Bilateral para la Administración de la Frontera del Siglo xxi
(esc, por sus siglas en inglés) como un esfuerzo para mejorar la coordinación
binacional e interagencial. Funcionarios de ambos lados de la frontera conside-
ran que la esc es un gran avance en la coordinación federal de la administración
fronteriza.
En el caso de Estados Unidos, el Comité Intersecretarial de Políticas de Seguridad
Nacional es el nexo con el nuevo Comité Ejecutivo Bilateral y sus tres sectores más
importantes: Desarrollo de infraestructura, Operaciones Portuarias y Seguridad
de los corredores. El creciente involucramiento de la Casa Blanca en los asuntos
fronterizos refleja la convicción de que sólo el liderazgo de alto nivel puede hacer-
se cargo de las varias dependencias y agencias con intereses en la frontera.
Un componente clave para entender cómo se facilita el comercio en la frontera
México-Estados Unidos es la planeación del transporte. La ausencia de una pla-
neación sólida y coordinada, la inversión en infraestructura en un lado de la fron tera
o en una región pueden simplemente provocar que el tráfico se vuelva un proble-
ma para otra área. Este proceso lo aborda el Comité Conjunto de Trabajo para la
Planeación del Transporte, una entidad binacional presidida por las agencias de
transporte de ambos países, pero que también incluye a representantes de otras
agencias de transporte federales y estatales. En tanto que estas comunidades se
sienten cada vez más afectadas por las decisiones tomadas en Washington y la
ciudad de México, su insistencia en ser incluidas en estas discusiones condujeron
a diseñar un plan maestro para la región en el que los depar ta mentos de transporte
de los estados discuten con los interesados las prioridades de la infraestructura
fronteriza. Mientras que este proceso tiene sentido desde la perspectiva estadu-
nidense ante la ausencia de un plan nacional de transpor te —los departamentos
de Transporte estatales gestionan y ejercen la asignación federal— resulta incom-
patible con el sistema político mexicano, que es más centralizado. El sistema parece
dar mejores resultados en ciertas comunidades transfronterizas que en otras, como
se ha observado en California y Baja Cali fornia y su premiado plan maestro.
Informe del estado de la frontera 93
Comité Intersecretarial de Políticas
de Seguridad Nacional
Administración de la Frontera del Siglo XXI
Comité
Ejecutivo
Bilateral
Desarrollo de infraestructuraDepartamento de Estado-DHS
DOT, DOJ, DOI, GSA,
Comercio, EPA, FDA, USDA,
OMB, ONDCP
Flujos seguros(operaciones portuarias)
DHS
Estado, Comercio, USDA,
DOJ, DOGT, DOI,
USTR, IC, GSA, FDA, Tesoro
Seguridad de los corredores(entre puertos de entrada)
DHS-DOJ
DOD, ONDCP, IC, Estado,
DOI, Tesoro
Grupo Binacional de Crucesy Puentes Internacionales
Comité de Trabajo Conjunto para la Planeación
del Transporte
ComitéIntersecretarial
México
Subcomité de Desarrollo deInfraestructura
SRE, SCT, AGA, Segob, SE, Sagarpa
Subcomité de Mejoras al Comercioy Reanudación de Negocios
SCT, SE, AGA
Subcomité de Seguridad y Cooperaciónpara la Aplicación de la Ley
PGR, SSP, SRE, CISEN
Segob
Subcomité de Gestión
de Riesgos
Segob, AGA, SRE,
SCT, SSP, CISEN,
PGR, Sagarpa
Subcomité de Prerrevisión, Preescaneo
y Preinspección
Segob, AGA, SCT, Sagarpa, SE, INAMI
Esquema 1. Estructuras intersecretariales México-Estados Unidos participantes en el Comité Ejecutivo Bilateral
Fuente: Departamento de Estado.
Fuente: Gobierno de México, 2012.
94 El estado del comercio
No hay respuestas sencillas al tan complejo reto de coordinar, planificar y gestio-
nar la frontera, pero se identifican algunos aspectos clave para su éxito. En primer
lugar, los actores fronterizos tienen que estar presentes en las mesas de nego-
ciación —los expertos en el tema de la frontera que radican en Washington y en
la ciudad de México no viven a diario las implicaciones de la política fronteriza— no
obstante, el papel de los gobiernos federales es central. Con frecuencia las co-
munidades de la región trabajan juntas, pero también compiten para atraer recur-
sos federales y flujos de comercio. Las agencias federales están en un buen
lugar para analizar y equilibrar las necesidades de esa competencia, especial-
mente en el diálogo con las comunidades fronterizas. Finalmente, y con optimis-
mo, obviamente, la colaboración transfronteriza resulta vital. A fin de fortalecer
la competitividad regional y la seguridad, se necesita fomentar la coordinación
regional.
Impacto de la gestión fronteriza en el desarrollo económico en la región transfronteriza México-Estados Unidos
Los intensos flujos comerciales entre México y Estados Unidos pasan por la re-
gión fronteriza, cuya economía es tan compleja que puede considerarse tanto
próspera como pobre. Varias organizaciones, entre las que se incluyen la Confe-
rencia de Gobernadores Fronterizos, han hecho notar que los diez estados, vis-
tos como un conjunto, podrían constituir la cuarta mayor economía del mundo.
Otras organizaciones señalan que la región posee una composición económica
muy variada, con San Diego-Tijuana y el El Paso-Ciudad Juárez como los princi-
pales polos de bienestar, mientras que hay otras ciudades, y particularmente las
regiones rurales, que disfrutan de menor prosperidad. El Colegio de la Frontera
Norte, asentado en Tijuana, y el investigador Francisco Lara, de la Universidad
Estatal de Arizona, han desarrollado un índice que mide muchas de las variables
de la competitividad. El siguiente mapa confirma en gran medida los resultados
anteriores, y la investigación establece una importante línea de base para medir
los esfuerzos emprendidos para fortalecer la competitividad regional. La investi-
gación sugiere que en el lado estadunidense generalmente se cuenta con mayo-
res herramientas para lograr una alta productividad, pero los principales centros
Informe del estado de la frontera 95
Mapa 2. Índice compuesto de competitividad transfronteriza
Fuente: Índice de desarrollo transfronterizo elaborado por El Colegio de la Frontera Norte y Fran-cisco Lara-Valencia, en colaboración con la Asociación de Investigación Fronteriza (Border Re-search Partnership).
0 75 150 300KmN
S
EW
poblacionales del lado mexicano también tienden a ser competitivos. Los esfuer-
zos para fomentar el desarrollo de infraestructura, capital humano, innovación y
economías regionales en ciudades gemelas clave de la región fronteriza fortale-
cería no sólo la competitividad de la región, sino otras áreas atendidas por los
corredores comerciales por los que atraviesa el comercio (virtualmente todo el
territorio de ambos países).
Si bien este capítulo se ha enfocado en las respuestas nacionales y binacionales
para abordar los retos fronterizos, existen otros actores centrales que cumplen un
papel de suma importancia en el ámbito económico, como los gobernadores, legis-
ladores estatales y autoridades locales, entre otros. La región comprende municipa-
lidades rurales y pequeñas zonas urbanas, por lo que el desa rrollo económico de
estas áreas con frecuencia suele ser más de naturale za interna que binacional,
por ejemplo, en el caso de la educación primaria y secundaria.
BajoMedio bajoMedioMedio altoAlto
Sonora
Chihuahua
BajaCalifornia
Coahuila
California
New MexicoArizona
NuevoLeón
Tamaulipas
Texas
San DiegoCalexicoMexicali
SLRC
Tijuana Yuma
P. Peñasco
Tucson
NogalesAgua Prieta
Las Cruces
El Paso
Del Río
Eagle Pass
LaredoM. Laredo
McAllen
Reynosa Matamoros
Brownsville
P. Negras
Presidio
Juárez
P. Palomas• ••
••
•
•
••••
•
••
• ••
•••
••
96 El estado del comercio
Aunque varios estudios encargados por las entidades locales (véase el cuadro 2)
señalan la impresionante importancia económica de los puertos de entrada, son
pocos y aislados quienes ponen énfasis en las mejores prácticas para aprovechar
el comercio transfronterizo y éstas deben considerarlas quienes toman las deci-
siones sobre la región fronteriza a nivel local. Esto puede explicarse porque se
considera que las ciudades de la frontera México-Estados Unidos históricamente
suelen competir en la misión de atraer negocios. Con frecuencia, se discute el desa-
rrollo económico en la región en términos de una rigurosa suma cero (por ejemplo,
cuando la ciudad A espera quedarse con algún negocio de la ciudad B).
A pesar de la increíble diversidad de la región fronteriza, muchas comunidades
de frontera enfrentan retos similares. Están tratando de fortalecer sus bases de
proveedores locales para que haya más procesos locales con valor agregado, lo
que favorecería el empleo. Otro reto compartido es la generación de capital hu-
mano —incluyendo educación, capacitación laboral y estrategias para atraer y
retener trabajadores altamente calificados—. La atracción de talento, empresas
y turismo se vuelve más difícil por las percepciones (a veces reales) sobre la
violencia en la región y, por supuesto, las comunidades de la frontera se benefi-
ciarían de una mejor infraestructura y puertos de entrada más eficientes. Lo anterior
es indicativo de que hay incentivos para mayor colaboración con miras al desarro-
llo económico no sólo a lo largo de la frontera, sino también de un lado al otro. Se
es pera que la recientemente creada Asociación de Alcaldes Fronterizos Méxi-
co-Estados Unidos afronte este enorme y singular reto de articular una amplia
visión sobre el desarrollo económico de la región basada en las necesidades
de las comunidades locales de compartir las mejores prácticas del desarrollo
económico.
Informe del estado de la frontera 97
Conclusión: la salud económica de la región fronteriza México-Estados Unidos
La situación de la frontera es dinámica. Los años noventa fueron la década del
tlcan y del impresionante incremento del comercio. A partir del 2000 predominaron
las preocupaciones sobre la seguridad y la recesión económica. La nueva década
apenas ha comenzado, pero hay potencial para el resurgimiento de la competiti-
vidad y la integración regional. Aunque recientemente ambos gobiernos federales
han diseñado importantes políticas para ponerse al día en cuanto a la realidad de
la crisis económica global y sus efectos en el desarrollo de la economía y la se-
guridad, es claro que ambas naciones necesitan intensificar sus esfuerzos para
hacer de la frontera México-Estados Unidos un motor del crecimiento. La Decla-
ración sobre la Administración de la Frontera del Siglo xxi por parte de la Casa
Blanca y Los Pinos ha dotado a ambos países de una herramienta para el futuro,
rompiendo la falsa disyuntiva que lleva a elegir entre la seguridad y la economía.
Hay iniciativas importantes con mucho potencial, como los programas de Viajeros
y Carga Confiables, la preautorización, la armonización aduanera y las alianzas pú-
blico-privadas. Ahora el reto para las heterogéneas y dispersas comunidades trans-
fronterizas es encontrar cómo hablar con una voz común y, para los legisladores
y gobernantes en Washington y la ciudad de México, orien tar la planificación de la
competitividad regional. Todos los actores interesados deben participar enérgica-
mente en el diálogo y la cooperación binacionales.
98 El estado del comercio
Notas
1 Oficina de Análisis Económico y Oficina del Censo del Departamento de Comercio de Estados Unidos, 2012.
2 Trade Partnership Worldwide, llc, y U.S. Chamber of Commerce, 2010, con base en la com- posición de la economía en 2008.
3 Secretaría de Economía de México, 2012, en <http://www.economia.gob.mx/files/Total-porciento202011.zip>.
4 Cálculos de los autores, con base en las estadísticas de comercio exterior del Censo de Estados Unidos, 2012.
5 Robert Koopman, William Powers, Zhi Wang y Shang-Jin Wei, “Give Credit Where Credit Is Due: Tracing Value Added in Global Supply Chains”, National Bureau of Economic Research, Working Paper no. 16426, Cambridge, Massachusetts, septiembre de 2010, en <www.nber.org/papers/w16426.pdf>, consultado en marzo de 2011, 38.
6 Para un análisis más profundo sobre este tema, véase Edward Alden, The Closing of the American Border: Terrorism, Immigration and Security Since 9/11 (Nueva York: Harper Co-llins, 2008), así como Robert Pastor, The North American Idea: A Vision of a Continental Future (Nueva York: Oxford University Press, 2011).
7 Otros factores del declive del comercio y las manufacturas fronterizas son la recesión de la economía estadunidense, las tasas de cambio y la política fiscal vinculada con las maqui-ladoras. Véase gao, “Mexico’s Maquiladora Decline Affects U.S.-Mexico Border Communi-ties and Trade; Recovery Depends in Part on Mexico’s Actions”, gao-03-891, julio de 2003.
8 En 2008-2009, el comercio México-Estados Unidos cayó un 16.8 por ciento, pero se recu-peró al crecer a una tasa anual del 23.7 por ciento de 2009 a 2011. El comercio entre Esta-dos Unidos y China creció un 17.3 por ciento de 2009 a 2011. Cálculos hechos por el autor con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Censo y Estadísticas de Comercio Exterior, 2012.
9 La información sobre c-tpat proviene de cbp, dhs, 2012. Véanse los datos de sentri y fast acerca de 2006 en Audrey Adams, Deputy Assistant Commissioner, Office of International Affairs, U.S. Customs and Border Protection, U.S. Department of Homeland Security, “Statement to the Subcommittee on the Western Hemisphere of the Committee on International Rela-tions”, House of Representatives, 26 de abril de 2006, en <http://commdocs.house.gov/committees/intlrel/hfa27229.000/hfa27229_0f.htm>. Los datos de 2008 de fast se hallan en Customs and Border Protection, ”cbp Moves to New Online Applications for Members of Trade Program”, dhs, 15 de febrero de 2008, en <http://www.cbp.gov/xp/cgov/PrintMe.xml?xml=$/content/newsroom/press_releases/2008/february/02152008.ctt&location=/news-room/news_releases/archives/2008_news_releases/feb_2008/02152008.xml>. Las cifras sentri de 2008 véanse en Customs and Border Protection, “cbp Announces Additional Bene-fits for Trusted Travelers, Membership Surpasses 500 000”, dhs, 15 de diciembre de 2008, en
Informe del estado de la frontera 99
<http://www.cbp.gov/xp/cgov/PrintMe.xml?xml=$/content/newsroom/press_relea-ses/2008/december/12152008_6.ctt&location=/newsroom/news_releases/archives/2008_news_releases/december_2008/12152008_6.xml>. Los datos de sentri 2011 pueden consul-tarse en Customs and Border Protection, “Expansion of Hours for Sentri Lanes at Calexico Downtown Port”, dhs, 22 de noviembre de 2011, en <http://www.cbp.gov/xp/cgov/news-room/news_releases/archives/2011_news_releases/november_2011/11222011_10.xml>. La información sobre 2012 puede verse en Customs and Border Protection, dhs, 2012.
10 Training: Government Accountability Office, “Border Security: Additional Steps Needed to Ensure that Officers Are Fully Trained, gao-12-269” (Washington, D.C., diciembre de 2011), en <http://www.gao.gov/assets/590/587314.pdf>. Staffing: Government Accountability Offi-ce, Border Security: Despite Progress, Weaknesses in Traveler Inspections Exist, gao-08-329T, 3 de enero de 2008.
11 Armand Peschard-Sverdrup, “cbp: Challenges and Opportunities”, memo preparado para el secretario de Economía de México, U.S.-Mexico Border Facilitation Working Group (Wash-ington, D. C.: Peschard-Sverdrup & Associates, enero de 2008); Colleen M. Kelley, “Inadequate Port of Entry Staffing Drives cbp Morale Down, Kelley Says”, National Treasury Employees Union press release, 22 de marzo de 2012.
12 Véase Gary Hufbauer y Jeffrey Schott, nafta Revisited: Achievements and Challenges, Ins-titute for International Economics (Washington, D. C., octubre de 2005), 473-474; también véase Carla Hills, “Working Together: Economic Ties between the United States and Mexi-co”, Conference at the Woodrow Wilson Center, Keynote Address, Washington, D. C., 14 de febrero de 2012, en <http://www.wilsoncenter.org/event/north-american-integration-essen-tial-to-renewed-us-manufacturing-prowess>.
13 Embajador Carlos Pascual, transcripción del discurso en la American Chamber of Commer-ce, 21 de marzo de 2011, en <http://mexidata.info/id2977.html>.
14 Mikhail Pavlov, Customs and Border Protection, dhs, “Meeting Land Port of Entry Moder-nization Needs in Constrained Budgetary Environment”, presentación ante el Joint Working Committee, 14 y 15 de marzo de 2012, en <http://www.borderplanning.fhwa.dot.gov/ filemanager/filemanager.aspx>.
15 Ibíd.
16 Ibíd.
Informe del estado de la frontera 101
EL ESTADO DE LA SEGURIDAD EN LA FRONTERA MÉXICO-ESTADOS UNIDOSErik Lee y Eric L. Olson
RESUMEN EJECUTIVO
Incremento de la inversión y la participación federal en una compleja región binacional
Durante los últimos años, el estado de la seguridad en la frontera de Estados
Unidos y México ha sido un tema que altera los ánimos en las discusiones y de-
bates públicos, tanto en un país como en el otro. La preocupación por el terrorismo
global, las potenciales amenazas que representan quienes ingresan de manera
ilegal a Estados Unidos y los temores de que la ola de violencia en México pueda
“desbordarse” sobre Estados Unidos han dado lugar a cambios drásticos en las
políticas públicas, así como a nuevas e importantes inversiones de parte de Es-
tados Unidos para “asegurar” la frontera.
Sin embargo, las discusiones sobre la seguridad fronteriza no pueden conducir-
se de manera efectiva si se ve este tema como una cuestión aislada, pues se
halla vinculado con otras áreas de la política pública, como el comercio y el me-
dio ambiente. En ciertos casos, las diversas políticas públicas a nivel nacional, así
como las relaciones internacionales en la frontera resultan eficaces y producti-
vas, y en otros son muy ineficientes. Irónicamente, muchas de estas políticas
tienen poco que ver con la frontera en sí, pues más bien son un reflejo de preocu-
paciones internas más amplias en materia de seguridad nacional y seguridad
102 El estado de la seguridad
pública en Estados Unidos y México. Todo esto ha ocurrido en un contexto de ma-
yor cooperación, pero también de mayor polémica en las relaciones bilaterales
México-Estados Unidos.
El incremento sin precedentes de la seguridad fronteriza en Estados Unidos
después de los atentados del 11 de septiembre destaca como un rasgo clave el
cada vez más notorio papel del gobierno federal, observable en el incremento de
personal federal. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cuenta con más de
21 000 agentes asignados a sus distintos sectores, lo que representa un aumen-
to del 518 por ciento en la plantilla de personal desde la década de los noventa.
Además, las inversiones en infraestructura, como el cercado y la tecnología ins-
talada entre los diversos puertos de entrada terrestres, contrastan fuertemente
con el déficit de miles de millones de dólares que hay en la infraestructura1 de
los puertos de entrada y que obstaculiza el comercio y el tránsito legales, ade-
más de complicar que las operaciones de seguridad sean eficaces.
Asimetrías este-oeste y norte-sur
A lo largo de la frontera México-Estados Unidos, abundan las desigualdades en
seguridad. De acuerdo con estadísticas de la Oficina Federal de Investigación
en materia de delincuencia, las ciudades fronterizas de Estados Unidos se encuen-
tran entre las más seguras del país, en marcado contraste con la frágil, aunque
en mejoría, situación de seguridad de las principales ciudades mexicanas de la
frontera como Ciudad Juárez. La gran diferencia en la capacidad institucional (po-
licía, tribunales, etc.) no es la única explicación para el estado de la seguridad del
lado mexicano. Este documento destaca la notable diferencia entre el relativamen-
te pacífico extremo oeste de la frontera de México (que incluye los estados de Baja
California y Sonora) y los cuatro estados del este (Chihuahua, Coahuila, Nuevo
León y Tamaulipas).
Mejorar la administración de la frontera, un reto en tiempos fiscales normales,
resulta particularmente difícil en el contexto fiscal restringido que actualmente
afronta Estados Unidos, por lo que se requiere mayor atención y soluciones crea-
tivas. Por ejemplo, ambos gobiernos —en estrecha colaboración con las comuni-
Informe del estado de la frontera 103
dades fronterizas— deben centrar sus esfuerzos en lograr que los puertos de
entrada de San Diego a Brownsville resulten lo más seguro y eficiente posible
para mejorar nuestra seguridad física y económica.
Despresurización e innovación en la región fronteriza
La seguridad en ambos países no depende únicamente de lo que ocurra en la
frontera, sino que, en la medida en que ambos gobiernos alejen de la fron tera los
procesos clave de seguridad, ello será mejor. Por ejemplo, el bloqueo de trans-
ferencias ilegales de efectivo o de tráfico de armas puede ser más eficaz si se
llevan a cabo investigaciones y operaciones de inteligencia lejos de la frontera, en
lugar de practicar revisiones aleatorias a los vehículos que cruzan la línea.
Queda mucho por hacer para fortalecer la aplicación de la ley en ambos países
y contrarrestar el tráfico transfronterizo ilegal y la actividad delictiva. Por ejem-
plo, la plena aplicación de la reforma en materia de justicia y la promoción de la
profesionalización policial en México, así como la desarticulación de las organi-
zaciones involucradas en el tráfico de migrantes, la trata de personas y el tras-
lado de sus tancias ilícitas hacia el norte dentro de Estados Unidos sería un
importante avance. Resulta interesante que estados fronterizos como Chihua hua
y Baja California no sólo destaquen por su aplicación de la reforma en justicia,
sino que están a la vanguardia en este cambio fundamental. Además, Estados
Unidos debe mostrar mayor esfuerzo político y creatividad para cumplir con sus
compromisos en la reducción de la demanda de drogas ilegales en el país e in-
terrumpir el flujo de armas y dinero que exacerba la violencia asociada con el
narcotráfico.
Además, avanzar en la modernización y profesionalización de las múltiples fuer-
zas policiales de México e incentivar la confianza de la población en la aplicación
de la ley serán fundamentales para crear una región fronteriza más segura. Aún
hay mucho qué hacer para mejorar la aplicación de la ley en todos los niveles,
particularmente en los niveles estatal y municipal. Lograr el delicado equilibrio
entre las necesidades locales y federales, entre las preocupaciones económi-
104 El estado de la seguridad
cas y las de seguridad requerirá de mayor paciencia, de establecer un plazo más
rea lista —más largo— para la puesta en marcha de las políticas públicas, de un lide-
razgo mejorado y del pensamiento creativo de todos los involucrados.
Un marco de referencia para la medición de la seguridad fronteriza: el objetivo central y los factores subjetivos
El propósito de este capítulo es comenzar a establecer un marco de referencia
para medir la seguridad de la frontera entre Estados Unidos y México. Nuestro
plan es volver a examinar estas cuestiones de manera periódica y hacer ajustes
a la metodología y criterios cuando sean necesarios. Para iniciar este proceso,
hemos optado por centrarnos en la evaluación de cuatro áreas importantes rela-
cionadas con la seguridad fronteriza, que incluyen la incidencia de las actividades
y alertas relacionados con el terrorismo en la frontera, los niveles de violencia
en ambos lados y el análisis de cómo estos factores estarían interrelacionados; las
incautaciones de drogas, dinero y armas de fuego en la frontera, así como los es-
fuerzos dirigidos a las detenciones de migrantes indocumentados y no autorizados.
Por otro lado, la seguridad fronteriza se caracteriza no sólo por la aplicación de
medidas objetivas como las anteriores, sino también por una amplia gama de fac-
tores subjetivos como las estrategias y políticas de los gobiernos de Estados
Unidos y México en respuesta a retos clave en materia de seguridad fronteriza,
entre los que se incluyen medidas como la iniciativa Frontera del Siglo xxi, que com-
bina estrategias por parte de diversas dependencias gubernamentales en Estados
Unidos y México, así como los esfuerzos por mejorar los puertos de entrada te rres-
tres a lo largo de nuestra frontera compartida.
Lo que se necesita con mayor urgencia: creatividad, generación de capacidades y colaboración
En la medida en que las economías, culturas y destinos de ambos países vayan
entrelazándose más estrechamente, los gobiernos federales, los estados fronte-
rizos y las comunidades tendrán que encontrar formas más creativas y sólidas de
Informe del estado de la frontera 105
aumentar la seguridad pública en la región. Ambos países apenas comienzan a
progresar de manera palpable en el desarrollo de un régimen de seguridad bina-
cional sostenible y “construido para durar”.
El progreso duradero en la seguridad de la frontera México-Estados Unidos sólo
puede ser resultado de una mayor colaboración bilateral y del progreso de cada
nación en cuestiones fundamentales que afectan la seguridad en Estados Unidos
y México. Si bien es importante mantener una sólida coordinación federal, fomen-
tar la colaboración local también puede aportar beneficios significativos e impor-
tantes en la lucha contra la delincuencia que asola las ciudades transfronterizas.
Imagen 1. Ilegal cargar armas
Foto: Erik Lee.
106 El estado de la seguridad
INTRODUCCIÓN: EL IMPACTO DE LA SEGURIDAD FRONTERIZA MÉXICO-ESTADOS UNIDOS EN LA SEGURIDAD NACIONAL
En los últimos años, el estado de la seguridad en la región fronteriza México-Esta-
dos Unidos ha sido uno de los temas que ha suscitado más debates y discusiones
públicas tanto en Estados Unidos como en México. Involucra diversos y complejos
aspectos de política pública, muchos de los
cuales no guardan ninguna relación con la
frontera per se, sino que reflejan las preo cu-
paciones de Estados Unidos y México res-
pecto de la se guri dad nacional y pública. En
muchos sentidos, la región fronteriza es el
lugar donde estas políticas nacionales —te -
nazmente afincadas en la realidad— “se
encuentran” una con la otra en formas que
dificultan el análisis de cómo se deben for-
mular políticas públicas acertadas.
En efecto, la seguridad de la frontera ha sido
una prioridad para ambos gobiernos, particularmente para Washington, desde el
11 de septiembre de 2001. En la medida en que los horrores perpetrados ese día
comenzaron a penetrar en la vida cotidiana de los ciudadanos y los responsables
de la política en Estados Unidos, la se guridad de las fronteras del país con México
y Canadá se convirtió de inmediato en una preocupación. En particular, la frontera
con México se volvió un asunto de especial atención, dado el temor de que los terro-
ristas utilizaran esta porosa frontera sur como puerto de entrada hacia Estados
Unidos y perpetrar así futuros ataques.
En este contexto, mediante la Ley de Seguridad Interna, el Congreso de Estados
Unidos creó el Departamento de Seguridad Interna (dhs, por sus siglas en inglés)
La agenda de seguridad fronteriza dejó de centrarse en la seguridad nacional y las amenazas terroristas y ha comenzado a priorizar la seguridad pública.
Informe del estado de la frontera 107
en 2002, que representa el mayor ejemplo de reingeniería del gobierno federal des-
de la segunda guerra mundial. Bajo la tutela del dhs se reestructuraron, reorganiza-
ron y consolidaron 22 diferentes agencias, incluyendo algunas de las dependencias
claves que administran la seguridad fronteriza de Estados Unidos con México.
Entre estas nuevas agencias están Aduanas y Protección Fronteriza (cbp, por sus
siglas en inglés), que integra a la Patrulla Fronteriza, la Oficina de Aire y Marina, así
como la Oficina de Operaciones de Campo. Adicionalmente, el Congreso de Esta-
dos Unidos creó un nuevo comando unificado (Comando del Norte o NorthCom)
cuya misión prioritaria es proteger el territorio estadunidense de ataques exter-
nos y proveer “apoyo civil” cuando se lleven a cabo actividades para brindar asis -
tencia en caso de “desastres nacionales ocurridos durante incendios, huracanes,
inundaciones y terremotos”.2 Igualmente, la misión del NorthCom incluye apoyar
en “operaciones de combate a las drogas y en la atención de consecuencias de
actos terroristas donde haya involucradas armas de destrucción masiva”.3
En la actualidad y después de trece años de la tragedia del 11 de septiembre, te-
nemos frente a nosotros una importante oportunidad de analizar de nuevo la se-
guridad fronteriza y examinar la evolución y los cambios que ha experimentado. Si
bien prevenir las amenazas terroristas transfronterizas sigue siendo una prioridad
central para los agentes fronterizos, hay asuntos secundarios que se han coloca-
do en primer plano, posiblemente debido a que no se han presentado amenazas
terroristas reales en la frontera y a que existen otros temas urgentes que se han
situado al centro del debate, como detener la violencia en la frontera, la migración
ilegal o el tráfico de drogas.
Si hacemos un resumen, la agenda de seguridad fronteriza ha dejado de centrar-
se en la seguridad nacional y las amenazas terroristas y ha comenzado a priorizar
la seguridad pública.
Un marco de referencia para medir la seguridad fronteriza: objetivo clave y factores subjetivos
El objetivo de este capítulo es establecer un punto de partida para la medición de la
seguridad fronteriza México-Estados Unidos. Nuestro plan consiste en reexaminar
108 El estado de la seguridad
lo relativo a la seguridad sobre una base semirregular y hacer los ajustes necesarios
tanto a la metodología como a los criterios. Para iniciar este proceso, decidimos en-
focar nuestra evaluación en cuatro áreas de la seguridad fronteriza, como son la
incidencia de actividades y alertas vinculadas con el terrorismo; los niveles de vio-
lencia en ambos lados de la frontera y un análisis de cómo estos niveles pueden estar
interrelacionados; los decomisos de drogas peligrosas, dinero y armas de fuego en
la frontera, y las detenciones de migrantes indocumentados o no autorizados.
Cabe señalar, además, que la seguridad fronteriza consiste no sólo en estos fac-
tores objetivos que acabamos de señalar, sino que también la integra un amplio
espectro de factores subjetivos que incluyen, por ejemplo, estrategias y políticas
clave de los gobiernos de México y Estados Unidos para responder a los retos de
la seguridad fronteriza. Entre tales esfuerzos ubicamos el trabajo entre las agen-
cias y las secretarías en ambos países debido a la iniciativa sobre la Frontera del
Siglo xxi, y específicamente los esfuerzos realizados para actualizar los puertos
de entrada a lo largo de la frontera compartida. De manera más concreta, este
trabajo de ambas naciones también incluye lo realizado en México para el forta-
lecimiento del Estado de derecho, y en Estados Unidos, el nuevo Plan Estratégico
de la Patrulla Fronteriza 2012-2016, así como todo lo relativo a prevenir el tráfico
y consumo de drogas, particularmente lo realizado en México.
Por su parte, el pre sidente Enrique Peña Nieto ha comenzado a establecer entre
sus prioridades de gobierno la integración de una agenda de seguridad pública
comprometiéndose a seguir realizando reformas institucionales, reenfocándose en
los delitos más vio lentos, y a realizar inversión social en los 250 municipios más
violentos del país a través del Programa Nacional para la Prevención Social de la
Violencia y la Delincuencia. Finalmente, hacemos mención especial del impacto
de la tecnología en la seguridad fronteriza, que, si bien ha experimentado altibajos
en los últimos años, promete cambiar la forma de gestionar las actividades en
nuestra frontera compartida en los próximos años.
Informe del estado de la frontera 109
Amenazas terroristas transfronterizas reales vs. potenciales
En los meses y años posteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre,
la porosidad y desprotección de las fronteras de Estados Unidos, particularmen-
te con México, comenzaron a discutirse ampliamente como un tema de segu-
ridad nacional. La seguridad fronteriza se incluyó en el análisis general y la
reflexión en torno a las vulnerabilidades de la seguridad nacional de Estados
Unidos, que incluye la de las redes de transporte y de otras infraestructuras esen-
ciales. Irónicamente, los terroristas del 11 de septiembre ingresaron legalmente a
Estados Unidos con visas de estudiantes o de inmigrantes4 y no a través de la
frontera norte o sur; no obstante, el miedo en torno a la vulnerabilidad de las fron-
teras a las incursiones terroristas condujo a tomar una importante cantidad de
decisiones políticas.
Entre las principales medidas adoptadas para combatir las vulnerabilidades fron-
terizas percibidas, están el significativo refuerzo de la frontera con personal,
equipo e infraestructura adicionales a fin de dificultar el acceso. Con el paso del
tiempo, a estas preocupaciones se han sumado llamados cada vez más insisten-
tes a establecer una política migratoria restrictiva y el mencionado “sellado” de
la frontera para impedir la entrada a los migrantes indocumentados, los delincuen-
tes y así evitar que la violencia de México cruce la frontera hacia Estados Unidos;
no obstante tales preocupaciones, algunos funcionarios del gobierno federal de
ese país han declarado públicamente (testimonios, discursos y similares) en re-
petidas ocasiones que desde 2001 no se ha registrado ninguna amenaza terrorista
hacia Estados Unidos en México o en la frontera. Los reportes anuales sobre
terrorismo del Departamento de Estado son claros al respecto:
No hay evidencia de vínculos entre organizaciones criminales me
xi canas y grupos terroristas, ni tampoco de que organizaciones
criminales pretendan ejercer algún control político o territorial, más
allá de buscar garantizar e incrementar la impunidad con la que
realizan sus actividades criminales […].5
110 El estado de la seguridad
La Patrulla Fronteriza es una de las agencias encargadas de mantener segura la
frontera de la entrada de terroristas a suelo estadunidense. Dependiente de cbp,
la Patrulla Fronteriza específicamente busca “impedir la entrada a Estados Unidos
de terroristas y armas que sirvan al terrorismo”.6
A nadie le tomaría por sorpresa, ni siquiera a quienes tuvieran un interés momen-
táneo en la seguridad fronteriza, la manera en que las estrategias, metas, objetivos
y tácticas de la Patrulla Fronteriza son objeto de intenso debate público. Recien-
temente, la Oficina de Fis calización de Estados Unidos (gao, por sus siglas en
inglés) criticó la nueva estrategia de la Patrulla Fronteriza. El informe “Border
Patrol Strategy: Progress and Challenges in Implementation and Assessment
Efforts” señala que la Patrulla Fronteriza enfrenta un periodo de muchos retos
debido a múltiples transiciones:
Los agentes de la Patrulla Fronteriza manifestaron que el Plan Estra
tégico de 2012 dependería de que dicha patrulla, así como sus pares
federales, estatales, locales, tribales e internacionales trabajaran
con un enfoque basado en la noción de riesgo, a fin de ase gurar la
frontera e incluyeran elementos clave como “información, integra
ción, y respuesta rápida” para alcanzar los objetivos. Estos elementos
fueron similares a los de la estrategia de 2004. El último informe de la
gao destacó el avance y los retos que enfrentaría la agen cia a fin de
obtener la información necesaria para la seguridad fronteriza, inte
grar operaciones de seguridad con sus pares y movilizarse para ofre
cer una rápida respuesta a las amenazas a la seguridad. 7
En este ambiguo contexto, los retos institucionales y una falta generalizada de
información de calidad dificultan contar con cifras precisas sobre la acti vidad terro-
rista en la región fronteriza; no obstante, los agentes de la Patrulla Fronteriza entre-
vistados para este informe señalaron que la principal preo cupación en materia de
terrorismo involucra a los extranjeros procedentes de países con interés especial
(asic, por sus siglas en inglés), ciudadanos de países considerados patrocinado-
res del terrorismo, como Irán, o donde se sabe que operan organizaciones terro-
ristas (como Colombia o Pakistán). La designación asic no necesariamente significa
Informe del estado de la frontera 111
que la persona es terrorista, pero sí la obliga a someterse a un mayor escrutinio
por parte de los agentes de la cbp, más que a otros extranjeros en de tención en
o entre los puertos de entrada.
De acuerdo con información de la cbp, los arrestos de personas asic realizados
por la Patrulla Fronteriza se incrementaron un 44 por ciento entre 2007 y 2010,
pues en el primer año se registraron 462 detenciones y 663 en el segundo. En 2011,
el número de arrestos disminuyó a 380, una caída del 43 por ciento comparada
con 2010, y hacia junio de 2012 la tendencia también fue a la baja con otro 32 por
ciento. La mayoría de estos arrestos, incluyendo los 193 reportados entre enero
y junio de 2012, ocurrieron en la frontera suroeste (véase el cuadro 1).
Cuadro 1. Arresto de extranjeros procedentes de países de interés especial (frontera suroeste), 2000-2012
Año fiscal Número de arrestos
20008 676
2001 766
2002 849
2003 807
2004 626
2005 510
2006 N. d.
2007 462
2008 D.n.d.
2009 D.n.d.
2010 663
2011 380
2012 (enero-junio) 193
D.n.d.: datos no disponibles.Fuente: Congressional Research Service (2000-2005 data); Internal U.S. Customs y Border Protection Report, “Aliens from Special Interest Countries”, 2012.
Los datos disponibles indican que los informes asic —incluidos los relativos a la
frontera suroeste— muestran un descenso. Los autores de este informe desco-
112 El estado de la seguridad
nocen si alguno de esos casos ha deri-
vado en alguna investigación rela cionada
con el terrorismo, aunque sí existe uno
dado a conocer públicamente en Texas,
en el que se halla involucrado un hom-
bre de nacionalidad somalí que decía
tener nexos con Al-Shabab.9
Sin embargo, declaraciones públicas de
la comunidad de inteligencia estaduni-
dense y del Departamento de Estado
sugieren que los riesgos de terrorismo
a lo largo de la frontera con México son
más potenciales que reales (documen-
ta dos y verificados). En la Evaluación de las Ame nazas Terroristas para México de
2011, el Departamento de Estado se ñalaba que “no existía evidencia de víncu los
entre organizaciones criminales me xi canas y grupos terroristas ni tampoco las orga-
nizaciones criminales aspiraban a un control político o territorial ni busca ban garan-
tizar ni expandir la impunidad con la que llevan a cabo su actividad criminal”.10 Pero
de acuerdo con el Departamento de Justicia, “la amenaza del terrorismo existe
donde quiera que los criminales de manera consuetudinaria aprovechen las fallas de
la seguridad nacional. Es posible que los terroristas pudieran intentar ingresar a Esta-
dos Unidos o robar armas de destrucción masiva y atravesar la frontera suroeste
utilizando las rutas y métodos de los traficantes de migrantes y de drogas”.11
Niveles de violencia en la frontera México-Estados Unidos: el lado estadunidense de la frontera
Los cárteles mexicanos están presentes en Estados Unidos, pero
probablemente no veremos que trasciendan hacia ese país los
niveles de violencia que aquejan a México. Sabemos que los tra
ficantes son cautelosos ante una aplicación más efectiva de la ley,
como ocurre en Estados Unidos. Por otro lado, el factor que cata
Sin embargo, declaraciones públicas de la comunidad de inteligencia estadunidense y del Departamento de Estado sugieren que los riesgos de terrorismo a lo largo de la frontera con México son más potenciales que reales (documentados y verificados).
Informe del estado de la frontera 113
liza el derramamiento de sangre en México —la competencia por el
control de las rutas de tráfico y las redes de corrupción de las auto
ridades— no está presente en las actividades de los narcomenudis
tas del lado estadunidense de la frontera.12
Los riesgos y el potencial desbordamiento de la violencia hacia Estados Unidos
relacionados con el tráfico de drogas y otros cruces de índole delictiva entre Méxi-
co y Estados Unidos se han convertido en una preocupación mayor para los toma-
dores de decisiones y para las comunidades de la frontera e, incluso, para muchos
ciudadanos en todo el territorio estadunidense; además, los esfuerzos por medir
el grado en que está penetrando la violencia han enfrentado muchas dificultades.
En general, se asume que la violencia que se está desbordando en la frontera es
resultado del tráfico transnacional de drogas y puede tener como objetivo a civiles,
oficiales de la ley, organizaciones delictivas u otros criminales.
El debate sobre el desbordamiento de la violencia en la frontera opone varios pun-
tos de vista. Algunas autoridades locales de Estados Unidos aseguran que tal
situación es real y constituye una seria amenaza a la seguridad estadunidense. De
acuerdo con un informe de dos generales estadunidenses jubilados:
Vivir y administrar un negocio en un condado fronterizo de Texas
equivale a vivir en una zona de guerra en la que autoridades civiles,
dependencias policiacas, lo mismo que los ciudadanos están en la
mira a cualquier hora del día. El Río Bravo es un paliativo menor
a los ecos de los disparos y explosiones. Las noticias sobre tiroteos,
asesinatos, secuestros, decapitaciones, fosas comunes y otros actos
de violencia procedentes de la frontera superan con mucho cual
quier definición de “desbordamiento de la violencia”. 13
Por su parte, otros expertos y analistas han argumentado que no existen suficien-
tes datos para concluir que la violencia se haya desbordado. El Centro Nacional de
Inteligencia sobre Drogas (ndic, por sus siglas en inglés) del Departamento de Jus ticia
señalaba en un informe de 2011 que “el ndic no tiene la capacidad de evaluar con toda
certeza las tendencias seguidas por los delitos relacionados con las drogas en la re-
gión suroeste de Estados Unidos”.14 El informe relata que “se han reportado ca sos
114 El estado de la seguridad
aislados de delitos como el secuestro y el robo a casas sufridos por los involucra dos
en el tráfico de dro gas en las comuni dades fronterizas de Estados Unidos; sin embar-
go, la información es insuficien te para analizar las tendencias, particu lar men te qué
delitos han ido en aumento”.15
Otros organismos, incluyendo al Instituto
México del Centro Woodrow Wilson, han
utilizado los datos pro porcionados por la
Oficina Federal de Investigación (fbi) para
demostrar que, en general, a lo largo de
la frontera estadunidense la de lin cuen cia
es menor que los promedios nacionales o
estatales y que la región fronteriza no ha
experimentado un incremento de la vio-
lencia en los últimos cinco años16 (véase
la gráfica 1).
El Centro Nacional de Inteligencia sobre
Drogas apoya esta conclusión. En su in-
f orme de 2011, se asentaba que “la in for mación del fbi sobre las tasas de violencia
asociada con la delincuencia mostraron una tendencia a disminuir entre 2007 y
mediados de 2010 en los estados del suroeste, mientras que las tasas de delitos
contra propiedades generalmente permanecieron estables”.
Los autores de este documento concluyeron que la información actual es evidencia
insuficiente para sugerir un patrón de desbordamiento de la violencia entre Méxi-
co y Estados Unidos que afecta a los principales centros urbanos en este último
país ubicados a lo largo de la frontera (véase la gráfica 1).
Por otro lado, cabe señalar algo que los autores suelen encontrar en entrevistas
tanto con ciudadanos como con funcionarios de gobierno y es que existen percep-
ciones diferenciadas sobre la seguridad fronteriza entre zonas urbanas y rurales.
Esto es, las evidencias estadísticas muestran que, mientras las principales áreas
urbanas han atestiguado tasas estables o incluso decrecientes de criminalidad
durante muchos años, entre los residentes de zonas rurales puede haber una per-
En general, los autores de este documento concluyeron que la información actual es evidencia insuficiente para sugerir un patrón de desbordamiento de la violencia entre México y Estados Unidos que afecte a los principales centros urbanos a lo largo de la frontera del lado estadunidense.
Informe del estado de la frontera 115
cepción general de inseguridad, y si bien las tasas generales de aprehensiones
están disminuyendo en la mayoría de los sectores de la Patrulla Fronteriza, algunos
residentes de zonas rurales entrevistados por los autores se quejaron de un in cre men-
to en las incursiones a sus propiedades. Desde el punto de vista de un inves tigador,
es difícil comparar las evidencias anecdóticas con las estadísticas de detencio-
nes de la Patrulla Fronteriza —uno de los indicadores más importantes para el análi-
sis de la seguridad fronteriza— reportadas en el nivel sector, un nivel de agre gación
que puede pasar por alto las tendencias en las estadísticas de aprehensión en el
nivel estación, una unidad de análisis más pequeña con información no disponible
para el público. De este modo, las tendencias microrregionales pueden no reflejar
las generales, consideradas en las estadísticas federales.
Gráfica 1. Niveles de violencia en las principales ciudades fronterizas en Estados Unidos
Fuente: Preliminary Annual fbi Uniform Crime Report, “Offenses Reported to Law Enforcement by City 100 000 and Over in Population”, enero-diciembre de 2011, en <http://www.fbi.gov/about-us/cjis/ucr/crime-in-the-u.s/2011/preliminary-annual-ucr-jan-dec-2011/data-tables/table-4/table-4/view>.
40
35
30
25
20
15
10
5
0Tucson San Diego El Paso Laredo Washington, D.C. Baltimore
2010 2011
116 El estado de la seguridad
Niveles de violencia en la región fronteriza México-Estados Unidos: el lado mexicano de la frontera
La imagen de la violencia en el lado mexicano de la frontera es mucho más clara,
particularmente desde 2006, cuando la región comenzó a experimentar un grave
aumento de la violencia asociada con la competencia entre varias organizaciones
criminales, los esfuerzos del gobierno mexicano por desmantelar estos grupos con
presencia en la región fronteriza y, al menos indirectamente, como respuesta a la po -
lítica de seguridad fronteriza de Estados Unidos. En particular, en las dos mayores
ciudades fronterizas de México, Tijuana y Ciudad Juárez, la violencia experimentó
un repunte significativo, comenzando en 2006 (Tijuana) y 2009 (Ciudad Juárez).
La gráfica 2 muestra una alta incidencia de homicidios en Ciudad Juárez durante
2011. Estadísticas como éstas ocupan los titulares de los periódicos en todo el
mundo, particularmente después de registrarse crímenes horribles como el homi-
cidio colectivo de quince jóvenes en Ciudad Juárez en enero de 2010.
Más recientemente, primero en Tijuana y luego en Ciudad Juárez, se ha observado
una disminución en las tasas de homicidio, desde sus máximos históricos, esto en
la medida en que los conflictos entre las organizaciones criminales han sido resuel-
tos y los gobiernos federal y locales han empeñado sus esfuerzos de manera
significativa en el cumplimiento de la ley y en programas sociales; no obstante, la
información gubernamental también sugiere que la violencia se ha ido despla-
zando hacia el este y el sur, y han estallado conflictos entre organizaciones delic-
tivas. En cualquier caso, la naturaleza, intensidad y frecuencia de la violencia en
las principales ciudades fronterizas mexicanas han tenido un gran impacto en la
calidad de vida de los habitantes de esas comunidades y han sido objeto de un
intenso debate en México y Estados Unidos. De hecho, el tema continúa teniendo
una gran incidencia en la formulación de políticas públicas en el más alto nivel en
ambos países. Ciudad Juárez sigue estando en el interés tanto de los políticos como
de los ciudadanos.
Informe del estado de la frontera 117
Gráfica 2. Homicidios en las ciudades mexicanas de la región fronteriza, 2012sobre todo en El Paso/Ciudad Juárez
Fuente: Cory Molzahn, Octavio Rodríguez Ferreira y David A. Shirk, “Drug Violence in Mexico. Data and Analysis Through 2012”, San Diego, University of San Diego/Trans-Border Institute/Joan B. Kroc School of Peace Studies, febrero de 2013, en <http://justiceinmexico.files.wordpress.com/2013/02/130206-dvm-2013-final.pdf>.
Ningún otro par de ciudades hermanas a lo largo de la frontera México-Esta dos
Unidos como El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, revela las impre sio-
nantes y desconcertantes asimetrías en seguridad entre ambos países. Mientras
que las estadísticas sobre incidencia criminal subrayan bajas tasas de homicidios
en El Paso (un total de 16 en 2011, de acuerdo con el fbi), Ciudad Juárez ha sido víc-
tima de altas tasas de homicidio debido a la confrontación y violencia entre orga ni-
zaciones criminales, así como de escandalosos crímenes que en repetidas oca sio nes
han puesto a la ciudad en el centro de la atención internacional. Los problemas de
la ciudad se originan en una compleja red de actores criminales locales y transna-
cionales, así como en los retos que afrontan la gobernanza local, estatal y federal
que escapan a los alcances de este capítulo.
600
500
400
300
200
100
0
Hom
icid
ios
Juárez Monterrey Torreón Chihuahua Tijuana Nuevo Laredo
2012
118 El estado de la seguridad
En los últimos meses, se ha observado una reducción en varios indicadores de cri-
minalidad en Ciudad Juárez gracias a la combinación de esfuerzos entre los go-
biernos federal, estatal y local y la sociedad civil. Estos esfuerzos, aunados a los
siempre cambiantes equilibrios de poder entre las organizaciones criminales, han
derivado en una reducción general de delitos como el homicidio, el robo agravado
de automóviles (con violencia) y la extorsión, entre otros. En la gráfica 3 se aprecia
una tendencia general a la baja de uno de los indicadores de criminalidad más
analizados en Ciudad Juárez: la tasa de homicidios.
Gráfica 3. Tasas de homicidios en Ciudad Juárez, enero de 2010-enero de 2013
Fuente: “Mesa de Seguridad de Ciudad Juárez”, en <Chihuahua, http://www.mesadeseguridad.org>.
Así como en Estados Unidos la caída de las tasas de criminalidad desde los años
noventa ha sido materia de un significativo debate entre los analistas en torno al
cumplimiento de la ley, se diría que en México ha ocurrido lo mismo. El descenso
en los homicidios en Ciudad Juárez se atribuye a los esfuerzos del gobierno o a
la reafirmación del control sobre la ciudad por parte de los grupos más fuertes del
crimen organizado. Actores locales, entrevistados en Ciudad Juárez para la prepa-
ración de este capítulo, en repetidas ocasiones señalaron haber observado un in-
cremento en los esfuerzos de cooperación entre los distintos niveles de gobierno.
300
250
200
150
100
50
0
138
149
188
253
269
268
217
173166 156
143140
125
117 108
73
464842 31
26
-90%
2837
79
104
100
114
144
208
228
200 211
161
119
165
ene-
10
feb-
10
mar-
10
abr-1
0
may
-10
jun-
10jul-1
0
ago-
10
sep-
10
oct-1
0
nov-1
0
dic-10
ene-
11
feb-
11
mar-
11
abr-1
1
may
-11
jun-
11jul-1
1
ago-
11
sep-
11
oct-1
1
nov-1
1
dic-11
ene-
12
feb-
12
mar-
12
abr-1
2
may
-12
jun-
12jul-1
2
ago-
12
sep-
12
oct-1
2
nov-1
2
dic-12
ene-
13
feb-
13
mar-
13
abr-1
3
may
-13
jun-
13jul-1
3
ago-
13
sep-
13
oct-1
3
nov-1
3
dic-13
Max.=269
Min.=28
Prom.=147.5
Homicidios Meta Línea
Mejo
r
Informe del estado de la frontera 119
Se dio especial énfasis a la manera en que el ex pre sidente Felipe Calderón y el
gobernador de Chihuahua, César Duarte —el primero de las filas del pan y el segun-
do del pri— fueron capaces de unir esfuerzos en la iniciativa “Todos somos Juárez”,
con el propósito de reconstruir el tejido social y mejorar la seguridad pública.
Incautación de drogas peligrosas, dinero y armas de fuego en la frontera
Otro de los indicadores clave usado por los gobiernos para documentar el pro-
greso en el combate a los flujos de drogas, armas de fuego y dinero vinculados con
actividades ilícitas son las incautaciones de esos flujos. De acuerdo con los tes-
timonios rendidos por representantes
de la cbp ante el Comité de la Cámara de
Representantes en Seguridad Interna
el 17 de abril de 2012: “A lo largo de la
frontera suroeste, el Departamento de
Seguridad Interna decomisó el 74 por cien-
to más en dinero, el 41 por ciento más en
drogas y el 159 por ciento más en armas,
en comparación con el año fiscal 2006-
2008”. Esta evaluación fue ofrecida como
evidencia del enfoque de la agencia en
torno a volver más segura la frontera.17
Pero a pesar de estas impresionantes cifras, las incautaciones en la frontera han
pro bado ser un indicador poco confiable en lo tocante a la contención efectiva del
flujo de drogas, dinero y armas de fuego. En efecto, es difícil determinar la rela-
tiva impor tancia de las incautaciones reportadas, ya que por lo general se men-
cionan como cantidades brutas, sin que se añada ninguna explicación de qué
por centaje del total representan dichas incau taciones. Por ejemplo, en 2010, los
de comisos de cocaína sumaron alrededor de 18 000 kilogramos, por lo que re-
sulta difícil saber qué porcentaje representa del total que ingresa a Estados Uni-
dos. Además, realizar una comparación anual para determinar si el porcentaje de las
incautaciones ha incrementado o reducido es también muy difícil de determinar.
En última instancia, la pregunta es si la frontera es el mejor lugar para detener los flujos
ilegales, o si es más racional y provechoso un enfoque
estratégico para hacerlo más allá de la línea fronteriza.
120 El estado de la seguridad
Las incautacio nes aumentan o disminuyen en volúmenes totales, pero resulta me-
nos claro si este incremento en volumen incau tado representa un aumento por-
centual similar.
Incluso si se toman como referencia las más generosas, aunque cuestionables esti-
maciones del gobierno sobre el tráfico ilícito total, las incautaciones representarían
un muy pequeño porcentaje del volumen estimado de artículos ilegales que cru-
zan la frontera. Dados los extraordinarios recursos desplegados allí —humanos,
tecnológicos y financieros—, se puede preguntar si el costo-beneficio justifica
las inversiones adicionales para simplemente capturar un minúsculo porcentaje
de dinero, armas o drogas ilegales que cruzan la frontera. Dicho en otras palabras,
¿tiene algún sentido invertir un millón de dólares extra para llevar a cabo inspec-
ciones más exhaustivas si se tienen razones para pensar que lo que se podría
esperar es la recuperación de una pequeña fracción de esa inversión en incauta-
ciones adicionales? En última instancia, la pregunta es si la frontera es el mejor
lugar para detener estos flujos ilegales o si es más racional y provechoso un en-
foque estratégico de la ejecución más allá de la frontera.
A continuación se resume la información de acceso público sobre las incautacio-
nes de drogas ilegales, armas de fuego y dinero en efectivo en o cerca de la fron-
tera. Como se observa, mucha de la información se encuentra repartida entre las
agencias gubernamentales y la específica sobre las incautaciones en la frontera
no suele estar disponible o desagregada por los gobiernos de cada país.
Incautaciones de drogas ilegales
Como se indica en el cuadro 2, en los últimos cinco años las incautaciones de co caí-
na han disminuido, aunque en los últimos dos años ha habido un repunte. En con-
traste, las incautaciones de heroína y mariguana han aumentado constantemente
durante el periodo observado. Respecto del decomiso de metanfetaminas, se ha
observado un drástico incremento, pues en cinco años aumentó un 55.55 por cien-
to, al pasar de 2 918 a 5 253 kilogramos. Lo anterior refleja el creciente involucra-
miento de los cárteles mexicanos en el tráfico de las metanfetaminas, así como la
creciente popularidad de esta droga entre los consumidores. El reporte 2012 de
Informe del estado de la frontera 121
la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (unodc) sobre las dro-
gas señala que “en 2010, América del Norte reportó aproximadamente la mitad
de las incautaciones globales de metanfetaminas: 22 toneladas. El mayor decomi-
so fue registrado en México, donde las incautaciones se duplicaron de 6 toneladas
en 2009 a 13 en 2010, pero en Estados Unidos las incautaciones de metanfeta-
minas también crecieron significativamente al pasar de 7.5 a 8.7 toneladas en el
mismo periodo”.18
Cuadro 2. Incautación de drogas ilegales en la frontera suroeste de Estados Unidos, 2005-2010 (en kilogramos)19
2005 2006 2007 2008 2009 2010
Cocaína 22 653 28 284 22 656 16 755 17 583 18 623
Heroína 228 489 404 556 839 1 062
Mariguana 1 034 102 1 146 687 1 472 536 1 253 054 1 859 258 1 718 424
mdma (“Éxtasis”) 23 16 39 92 80 59
Metanfetaminas 2 918 2 798 1 860 2 201 3 788 5 253
Total 1 059 924 1 178 274 1 497 495 1 272 658 1 881 548 1 743 421
Fuentes: Para los años 2005-2008 la información proviene del Centro Nacional de Inteligencia sobre las Drogas (ndic) del Departamento de Justicia, National Drug Threat Assessment 2010, Product No. 2010-Q0317-001, febrero de 2010, 20, en <http://www.justice.gov/ndic/pubs38/ 38661/ 38661p.pdf>. El ndic utiliza información del Sistema Nacional de Incautaciones. Los datos de 2009 y 2010 fueron proporcionados por el ndic al Congressional Research Service.
En 2011, el Centro Nacional de Inteligencia sobre las Drogas reportó que la mayoría
de éstas son incautadas en la frontera suroeste. Para ser más específicos, el 96 por
ciento de las incautaciones de mariguana, el 80 por ciento de metanfetaminas, el 64
por ciento de heroína y el 58 por ciento de cocaína tuvieron lugar en esta región.20
122 El estado de la seguridad
Dinero
Aunque detener el flujo de dinero en efectivo a lo largo de la frontera suroeste
es uno de los elementos clave de la Estrategia Integral Antinarcóticos para la
Frontera Suroeste de la Casa Blanca, se cree que se incauta menos de un 0.20 por
ciento del efectivo ilícito que cruza la frontera. Si consideramos las estimaciones
del gobierno de Estados Unidos de 2010 sobre la cantidad de dinero lavado que re-
gresa a México y Colombia (entre 19 000 y 29 000 millones de dólares) y las can-
tidades de efectivo incautadas en el mismo año en Estados Unidos (32.4 millones
de dólares)21 y en México (7 millones de dólares),22 lo que hace un total de 39.4
mi llones, entonces se observa cómo se incautó menos del 0.20 por ciento, y
ello tomando como referencia las estimaciones más bajas de cuánto dinero está
sien do lavado en México. Si se acepta el estimado del gobierno, el cual señala
que aproximadamente la mitad regresa como dinero en efectivo, entonces en
2010 sólo se incautó un 0.37 por ciento del efectivo.
Las cifras oficiales son dudosas y la cantidad de incautaciones de dinero en efec-
tivo en la frontera son difíciles de determinar, pues no existe una sola agencia que
desagregue esta información.23 De hecho, existen varios informes que proveen
información sobre las incautaciones totales, pero no especifican dónde ocurrieron.
Es sólo una suposición, quizás razonable, que estas incautaciones ocurran mayo-
ritariamente a lo largo de la frontera suroeste. Por ejemplo, de acuer do con el Informe
del Centro Nacional de Inteligencia sobre las Drogas de 2011, las incautaciones de
efectivo en Estados Unidos sumaron 798 millones de dólares desde enero de 2008
a agosto de 2010, un promedio de 25 millones de dólares al mes. El mismo reporte
señala que estos decomisos tuvieron lugar en los es tados fronterizos de Texas, Cali-
fornia, Arizona y Nuevo México, o que de hecho ocu rrieron en México. Del mismo
modo, de acuerdo con un artículo de The Washington Post de 2010, el Departamen-
to de Seguridad Interna decomisó en 2009 85 millones de dólares a lo largo de la
fron tera suroeste.24 El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Uni-
dos (ice, por sus siglas en inglés) también puso en marcha una iniciativa a lo largo de
la frontera, conocida como la Operación Firewall, que específicamente intenta de te-
ner el flujo de efectivo en México. De acuerdo con la comparecencia de James
Dinkins, director ejecutivo asociado de investigaciones del Departamento de
Informe del estado de la frontera 123
Seguridad Interna para el Comité de Seguridad Interna del Senado, la Operación
permitió al ice incautar más de 504 millones de dólares entre 2005 y 2009.25
En cada uno de estos casos es imposible establecer conclusiones específicas
sobre dónde tienen lugar las incautaciones, aunque parece razonable asumir que la
mayoría ocurre en la región fronteriza. Más importante, sin embargo, puede ser
la conclusión de que la cantidad de dinero en efectivo incautada es bastante pe que-
ña, incluso si se toma como referencia el nivel bajo de las estimaciones del propio
gobierno sobre el volumen total.
Armas de fuego
Con frecuencia se escucha que las armas estadunidenses contribuyen a la violen-
cia de los cárteles en México, pero en realidad resulta muy difícil rastrear las armas
y el lugar de entrada a ese país, por no mencionar lo complicado que resulta evi-
tarlo oportunamente. Como se muestra en la gráfica 4, hasta el 65.5 por ciento
(toman do el máximo de 2008) de las armas de fuego recuperadas por las autori-
dades mexicanas, y por lo tanto rastreadas, proviene de Estados Unidos. Algunas
son fa bricadas y vendidas en Es tados Unidos y otras primero son importadas a
Estados Unidos y eventualmente siguen su camino hacia México. Además, la ma-
yoría de las armas de fuego ingresan a ese
país de ma nera ilegal a través de cinco puer-
tos de en trada en el lado suroeste de la
frontera, en San Diego, Nogales, El Paso,
Laredo y McAllen.26 El 69 por ciento de
las armas rastreadas fueron originalmente
compradas en Texas, California y Arizona.27
Al igual que con el dinero en efectivo, re-
sulta sumamente difícil saber cuántas
armas de fuego son confiscadas en la
frontera dada la cantidad de agencias in-
volucradas en estas incautaciones, entre
las que se incluyen autoridades locales,
Como sucede con las drogas ilegales y el dinero en
efectivo, ni las autoridades estadunidenses ni las
mexicanas han podido esbozar un panorama
completo de las incautaciones de armas de fuego.
124 El estado de la seguridad
la atf, la cbp y ocasionalmente el ice. Del lado mexicano, las incautaciones las rea-
lizan el Ejército, la Procuraduría General de la República (pgr) y autoridades esta-
tales. La mayoría de la información proviene de agencias gubernamentales de
Estados Unidos, pero no hay datos duros del lado mexicano ni reportes de las
incautaciones fronterizas.
Gráfica 4. Armas recuperadas en México procedentes de Estados Unidos, 2007-2011
Fuente: Departamento de Justicia de Estados Unidos, Oficina de Alcohol, Ta baco, Armas de Fuego y Explosivos (atf), “atf Mexico: Calendar Years 2007-2011”, reporte núm. 123876, <https://www.atf.gov/files/statistics/download/trace-data/ international/2007-2011-Mexico-trace-data.pdf>.
En efecto, la información sobre dichas operaciones se encuentra fragmentada y
con frecuencia no suele ser específica. Desde la puesta en marcha del Proyecto
Gunrunner en 2006, que funciona a lo largo de la frontera suroeste y está enfo-
cado en el tráfico de armas hacia México, los informes de la atf han registrado la
incautación de “más de 10 000 armas y cerca de un millón de cartuchos de muni-
ciones”.28 En 2009, en una conferencia de alto nivel entre la atf y el Departamento
de Seguridad Interna, los funcionarios revelaron que entre julio y septiembre de ese
año, la cbp y el ice incautaron un 65 por ciento más armas a lo largo de la frontera
35 000
30 000
25 000
20 000
15 000
10 000
5 000
02007 2008 2009 2010 2011
Procedentes de EU Total recuperado
Informe del estado de la frontera 125
que en el mismo periodo del año anterior, y que en los últimos seis meses de 2009
se incautó más del 50 por ciento que en los últimos seis meses de 2008.29
Como sucede con las drogas ilegales y el dinero en efectivo, ni las autoridades
estadunidenses ni las mexicanas han podido esbozar un panorama completo de
las incautaciones de armas de fuego.
Aumento de los esfuerzos para aprehender migrantes indocumentos y no autorizados: nueva dotación de personal, infraestructura y tecnología
La región fronteriza México-Estados Unidos es un enorme espacio con una ex-
tensión de 3 145 kilómetros (o 1 954 millas); gran parte son desiertos y terrenos
montañosos, lo que la vuelve un entorno difícil de controlar para los dos países.
En Estados Unidos, existen varias agencias federales involucradas en la gestión
de la seguridad fronteriza, pero históricamente la Patrulla Fronteriza ha tenido la
mayor injerencia en los asuntos de esa región.30 En efecto, sus actividades han
ocupado gran parte de la discusión pública en torno a la seguridad fronteriza. Para
entender la forma que ha tomado la frontera en la actualidad, es necesario analizar
al personal asignado, así como la infraestructura y la tecnología invertidas. Por estas
razones, vale la pena dedicar espacio a examinar a la Patrulla Fronteriza.
Personal asignado
En la medida en que el perfil de la Patrulla Fronteriza se ha expandido, así ha
ocurrido con su financiamiento y la dotación de personal. Como se observa en la
gráfica 5, el personal se ha incrementado significativamente desde principios de
los noventa. De 2002 a 2011, se integraron 17 305 agentes; esto es, en dos déca-
das el personal se incrementó un 518 por ciento. El aumento fue particularmente
significativo durante el periodo 2007-2011, cuando dos sucesos relevantes con-
tribuyeron para que el Congreso de Estados Unidos incrementara el personal entre
los puertos de entrada. Dichas situaciones fueron, por un lado, el fracaso de una
reforma migratoria integral en el Congreso y, por el otro, el aumento de la violencia
126 El estado de la seguridad
en las ciudades fronterizas mexicanas, por ejemplo, Tijuana y Ciudad Juárez, como
una consecuencia de la presión que ejerció la administración de Felipe Calderón
sobre las organizaciones criminales transnacionales al comienzo de diciembre
de 2006.
Gráfica 5. Personal de la Patrulla Fronteriza, años fiscales (af) 1992-2011
Fuente: cbp, <http://www.cbp.gov/linkhandler/cgov/border_security/border_patrol/usbp_statistics/usbp_fy12_stats/staffing_1993_2012.ctt/staffing_1993_2012.pdf>.
Junto con el aumento considerable del personal de la Patrulla Fronteriza, esta
investigación descubrió algo inesperado: según lo consignado por las estadísticas
1992
1995
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1994
1993
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2010
2009
2008
2011
Número de agentes
0 5 000 10 000 15 000 20 000 25 000
Informe del estado de la frontera 127
de aprehensión de inmigrantes, han dis-
minuido los récords máximos de la migra-
ción no autorizada en varios sectores de
la frontera suroeste. Investigadores como
Douglas Massey, del Proyecto sobre Mi-
gración Mexicana en Princeton, han seña-
lado que la migración mexicana a Estados
Unidos se encuen tra en una situación de
crecimiento nulo, es decir, aproximadamen-
te el mismo número de mexicanos que
ingresan a Estados Unidos son los mis-
mos que están regresando a México. Va-
rias son las razones para esta inespe rada
situación: la debilitada economía de Estados Unidos, una economía mexi cana relati-
vamente fuerte, mayor disuasión en la zona fronteriza y condiciones cada vez más
peligrosas para los migrantes en corredores importantes.
Lo anterior puede demostrarlo el hecho de que las aprehensiones de la Patrulla Fron-
teriza en 2012 disminuyeron en sectores clave, incluso más de lo observado en 2011.
Como se ve en el cuadro 3, por ejemplo, en El Paso sólo se registraron 9 678 apre-
hensiones durante el año fiscal 2012, mucho menos que la cifra récord de 285 781
detenciones en 1993. Las aprehensiones en San Diego en el mismo año fueron
28 461, muy por debajo de su máximo histórico de 1992, que fue de 565 581 apre-
hensiones. Y quizá lo más notorio ocurrió en el sector Tucson, donde hubo 120 000
detenciones en 2012, mientras que en 2000 se registraron 616 346.
Si bien es difícil predecir los flujos migratorios, al parecer
estamos en o hemos pasado por un periodo de bajo rendimiento
en cuanto a la mejora de la seguridad fronteriza pese
al incremento del personal de la Patrulla Fronteriza.
128 El estado de la seguridad
Cuadro 3. Aprehensiones de la Patrulla Fronteriza en los sectores de la frontera suroeste, 2011-2012
Sector
Cantidad
de
personal
Aprehensiones
en 2011
Aprehensiones
en 2012
Máximos
históricos de
aprehensiones
1992-2011
Big Bend 667 4 036 3 964 15 486 (1998)
Del Río 1 626 16 144 21 720 157 178 (2000)
El Centro 1 164 30 191 23 916 238 126 (2000)
El Paso 2 738 10 345 9 678 285 781 (1993)
Laredo 1 871 36 053 44 872 141 893 (1997)
Valle del Río Grande
2 504 59 243 97 762 243 793 (1997)
San Diego 2 669 42 447 28 461 565 581 (1992)
Tucson 4 239 123 285 120 000 616 346 (2000)
Yuma 969 5 833 6 500 138 438 (2005)
Fuentes: United States Border Patrol Apprehensions/Seizure Statistics-Fiscal Year 2011, <http://www.cbp.gov/linkhandler/cgov/border_security/border_patrol/usbp_statistics/fy_profile_2011.ctt/fy_profile_2011.pdf> y United States Border Patrol Southwest Border Sectors, Total Illegal Alien Apprehensions por año fiscal, <http://www.cbp.gov/linkhandler/cgov/border_security/border_ patrol/usbp_statistics/usbp_fy12_stats/appr_swb.ctt/appr_swb.pdf.>
Si bien es difícil predecir los flujos migratorios, al parecer estamos en o hemos
pasado por un periodo de bajo rendimiento en cuanto a la mejora de la seguridad
fronteriza pese al incremento del personal de la Patrulla Fronteriza. Ello resulta
significativo por los enormes gastos que implicó incrementar dicho personal en los
pasados veinte años como se demuestra en la gráfica 5 y el énfasis durante este pe -
riodo en garantizar la seguridad de las áreas entre los puertos de entrada, que es
jurisdicción específica de la Patrulla Fronteriza.
Informe del estado de la frontera 129
Infraestructura
La construcción de infraestructura entre los puertos de entrada ha sido un proceso
desigual y tiende a presentarse en forma de repuntes de actividad como reacción
a una necesidad percibida de mayor seguridad fronteriza. Durante la administra-
ción Clinton, a mediados de los años noventa, los operativos Guardián y Mantener
la Línea fueron puestos en marcha en las regiones de San Diego y El Paso, respec-
tivamente, a fin de dar respuesta a las preocupaciones locales sobre la migración
ilegal. Estos programas iniciaron una nueva era de infraestructura en seguridad
para la frontera, cuyas características fueron el reforzamiento de la valla fronteriza,
el incremento del alumbrado y el uso de varios tipos de sensores que detectaran
y disuadieran los cruces ilegales entre los puertos de entrada. La gráfica 6 muestra
el drástico incremento en la construcción de la valla que guarda correspondencia
con el incremento de personal a partir de 2007.
Gráfica 6. Valla fronteriza, millas totales, 1993-2012
Fuente: Testimonio de Marc R. Rosenblum, “Measuring Border Security: U.S. Border Patrol’s New Strategic Plan and the Path Forward”, Subcomité de Seguridad Marítima y Fronteriza del Comité de Seguridad Interna, 8 de mayo de 2012.
700
600
500
400
300
200
100
01993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013
Mill
as
Años
130 El estado de la seguridad
Fortalezas y debilidades de los puertos terrestres de entrada
en la frontera México-Estados Unidos
En este reporte, el capítulo dedicado a la competitividad y el bienestar económi-
co de la región fronteriza México-Estados Unidos expuso los principales retos
que enfrentan los puertos de entrada, que funcionan tanto como facilitadores del
comercio entre ambos países como “membranas” de seguridad, al mantener a raya
lo que no se quiere, pero permitiendo y facilitando el comercio y los viajes con
fines legítimos. Entre estos retos están la infraestructura obsoleta, los fondos
PROGRAMAS VIAJERO Y CARGA CONFIABLES: PARTE DE LA RESPUESTA A LA SEGURIDAD COMPARTIDA Y AL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN LA REGIÓN FRONTERIZA
Es claro que se requieren inversiones moderadas para actualizar la infraestruc-
tura y proporcionar todos los recursos humanos necesarios en los puertos de
entrada, pues las largas filas y el personal sobrecargado de trabajo no fomentan
la eficacia ni la seguridad; sin embargo, en una época de ajustados presupues-
tos federales, exigir más recursos no debe ser la única respuesta. También se
requieren esfuerzos estratégicos para hacer más con menos, mejorar la eficien-
cia y reducir el congestionamiento. Los programas de Viajeros y Carga confiables
(como sentri, fast, c-tpat y Global Entry) permiten el cruce expedito de personas
y cargamentos de bajo riesgo por la frontera. Su optimización, así como la
ampliación significativa de su cobertura podrían aumentar el rendimiento hacien-
do inversiones mínimas en infraestructura y personal, mientras que se fortalece
la seguridad al dar más tiempo a los agentes fronterizos para enfocarse en las
personas y los envíos desconocidos y potencialmente peligrosos.
Erik Lee y Christopher Wilson, “The State of Trade, Competitiveness and Economic Well-Being in the U.S.-Mexico Border Region”.
Informe del estado de la frontera 131
insuficientes para mejorar la que aún sirve y adquirir nueva, y que los programas
de Viajero y Carga confiables crezcan significativamente para mejorar tanto la se-
guridad como el comercio. Del lado estadunidense, los puertos de entrada están
dentro de la jurisdicción de la Oficina de Operaciones de Campo, creada al interior
del Servicio de Aduanas y absorbida por la cbp bajo el mando del Departamento de
Seguridad Interna.
El impacto de la tecnología en la seguridad fronteriza
Como se señaló antes, la dotación de personal e infraestructura a lo largo de la
frontera se ha incrementado significativamente en la última década. El gobierno
federal de Estados Unidos ha hecho importantes inversiones en tecnología con
la esperanza de mejorar los resultados, recuperar dicha inversión y defender al
país de cualquier amenaza. Y como vimos con las áreas de seguridad en la fronte-
ra, la discusión pública sobre el qué, el dónde, el por qué y el cómo de la inversión
tecnológica ha sido también materia de intenso debate. En general, re sulta sólida
la suposición de que la tecnología —que ha cambiado el panorama en otras áreas
de la vida moderna— debería también rendir frutos en la seguridad fronteriza. Al
parecer, las mejorías adicionales en esta área serán de gran interés para los ob-
servadores de la seguridad fronteriza. Resulta de especial interés cómo puede
incorporarse la tecnología en contextos de presupuestos escasos —particular-
mente en Estados Unidos— y si la disminución observada en las aprehensiones
de migrantes indocumentados puede justificar más inversiones en esta área.
Conclusión
El estado de la seguridad en la frontera México-Estados Unidos está marcado
por la asimetría, la transición y la ambigüedad. No cabe duda de que los gobiernos
federales de México y Estados Unidos han realizado inversiones sustantivas en
contratación de personal, infraestructura y tecnología, además, han reorganizado
y reorientado sus esfuerzos para responder a amenazas y eventos específicos; no
obstante, los resultados en temas como las aprehensiones de migrantes indocu-
mentados y la reducción de la violencia en ciudades importantes como Ciudad
132 El estado de la seguridad
Juárez no han sido contundentes y precisan de soluciones más inte grales, creativas
y colaborativas entre ambos países, entre una superpotencia y un poder emergente.
Lo que se necesita con mayor urgencia: creatividad, generación de capacidades y colaboración
En la medida en que las dos naciones se han vuelto más interdependientes eco-
nómicamente y los lazos entre las personas más intensos, tanto los gobiernos
federales como las comunidades y gobiernos fronterizos tendrán que encontrar
nuevas y sólidas formas de incrementar la seguridad pública en la región fronte-
riza México-Estados Unidos. Ello requerirá no sólo de más creatividad, sino también
de mayores capacidades estatales y locales, un marco temporal mucho más realis-
ta y extenso para la implementación de políticas y el liderazgo en el nivel federal.
Aunque ambos países recientemente han alcanzado nuevos niveles de colabora-
ción —codificados en una política oficial con la Declaración Conjunta sobre la
Administración de la Frontera del Siglo xxi del 19 de mayo de 2010— apenas co-
mienzan a progresar de manera palpable en el desarrollo de un régimen de se-
guridad binacional sostenible y “construido para durar”.
Un progreso duradero en la seguridad de la frontera México-Estados Unidos sólo
puede ser resultado de una mayor colaboración bilateral y el avance nacional inde-
pendiente sobre cuestiones fundamentales que afectan la seguridad en esos
países. Una cuestión clave para la colaboración que necesita mayor atención y
soluciones creativas es la gestión fronteriza, particularmente en el contexto esta-
dunidense marcado por un entorno fiscal limitado. Los dos gobiernos —en estrecha
colaboración con las comunidades fronterizas— deben usar todos los medios actua-
les y adicionales a su disposición de manera más creativa para hacer más se guros
y eficientes los puertos de entrada desde San Diego/Tijuana hasta Brownsville/
Matamoros, y mejorar en lo posible tanto la seguridad física como la económica.
Ha habido ya experimentos notables en la implementación de tecnología exis-
tente, particularmente entre los puertos de entrada con el uso de iniciativas muy
controvertidas como la SBInet; sin embargo, los gobiernos aún deben emplear
esta tecnología en una manera que permita hacer de los puertos de entrada ver-
da deras plataformas para la seguridad económica y no los nudos altamente buro-
Informe del estado de la frontera 133
cratizados y congestionados que caracterizan las redes comerciales de América
del Norte.
Despresurización e innovación en la región fronteriza
En general, cuanto más los gobiernos de México y Estados Unidos impulsen pro-
cesos clave para la seguridad allende la frontera, mayor potencial se tendrá para
alcanzar una distribución más estratégica de los recursos de seguridad dentro y
fuera de Estados Unidos y México, pues existe una concentración excesiva de
recursos en la frontera (particularmente entre los puertos de entrada). Queda mu-
cho trabajo por hacer en materia de seguridad y son muchos los retos que deben
enfrentarse, como el mejoramiento del intercambio de inteligencia entre México
y Estados Unidos, la implementación de la reforma judicial en México, la intercep-
ción de los flujos de armas de fuego y dinero en efectivo hacia México, así como
los flujos a territorio estadunidense de migrantes, tráfico de personas y sustan-
cias ilícitas.
Con el propósito de promover y lograr una mayor seguridad en la frontera, es
prioritario mejorar la colaboración a fin de implementar la reforma al sistema ju-
dicial en México —el cambio hacia un sistema de juicios orales efectivo—, así como
la profesionalización de las múltiples dependencias. Por su parte, Estados Unidos
necesita dar mayores resultados en la reducción del consumo de drogas ilegales,
identificando y creando programas de prevención y tratamiento verdaderamente
efectivos. Si se pretende que la colaboración sea una verdadera vía de dos sen-
tidos, hay otras prioridades vinculadas con temas políticamente muy sensibles,
como detener el tráfico de armas de fuego de Estados Unidos hacia México y
desactivar los esquemas de lavado de dinero del sistema financiero estaduniden-
se. En conjunto, estos retos requerirán de innovación y creatividad por parte de
quienes deben formular las políticas para asegurar que los diversos intereses en
conflicto y las preocupaciones que afectan la frontera no den como resultado una
región bloqueada por la ineficiencia, sino una que pueda desarrollar el potencial
dinamismo que legítimamente la caracteriza.
134 El estado de la seguridad
Notas
1 Mikhail Pavlov, Custom and Border Protection, dhs, “Meeting Land Port of Entry Moderni-zation Needs in Constrained Budgetary Environment”, ponencia ante el Joint Working Com-mittee, 14 y 15 de marzo de 2012, en <http://www.borderplanning.fhwa.dot.gov/file mana-ger/filemanager.aspx>.
2 Véase el sitio electrónico de Northcom-United States Northern Command: Defending our Nation, “About Northern Command”, <http://www.northcom.mil/About/index.html>.
3 Ibíd.
4 9/11 Commission Report, 155, en <http://www.9-11commission.gov/report/911Report.pdf>.
5 U.S. Department of State, “Country Reports on Terrorism 2011”, <http://www.state.gov/j/ct/rls/crt/2011/195546.htm>.
6 2012-2016 Border Patrol Strategic Plan. The Mission: Protect America, 9.
7 “Border Patrol Strategy: Progress and Challenges in Implementation and Assessment Efforts”, U.S. Government Accountability Office, Highlights of GAO-12-688T, testimonio ante el Subcomité de Seguridad Marítima y Fronteriza, Comité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes.
8 “Border Security: Apprehensions of ‘Other than Mexican’ Aliens”, Congressional Research Services, 22 de septiembre de 2005, 20.
9 “Fed Issues Terror Watch for Texas/Mexico Border”, Jana Winter, Fox News Latino, 26 de mayo de 2010, en <http://www.foxnews.com/us/2010/05/26/terror-alert-mexican-border/ #ixzz20R4XJNmk>.
10 U.S. Department of State, “Country Reports on Terrorism 2011”, en <http://www.state.gov/j/ct/rls/crt/2011/195546.htm>.
11 U.S. Department of Justice, “Fighting Criminal Activity on the U.S. Southwest Border”, en <http://www.justice.gov/jmd/2009factsheets/pdf/rollout-fact-sheet-swb.pdf>.
12 Declaración desclasificada para el registro de la Evaluación de Amenazas a Nivel Mundial de la Comunidad de Inteligencia para el Comité Se lecto Permanente de la Cámara de Representante, James R. Clapper, director de Inteligencia Nacional, 2 de febrero de 2012.
13 Barry R. McCaffrey y Robert H. Scales, “Texas Border Security: A Strategic Military Assessment”, colgen: America’s Premier Landpower Advocate, septiembre de 2011, en <http://mccaul.house.gov/uploads/Final%20Report-Texas%20Border%20Security.pdf>.
14 National Drug Threat Assessment 2011, Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas del Departamento de Justicia, agosto de 2011, en <http://www.justice.gov/archive/ndic/pubs44/44849/ 44849p.pdf>, 17.
15 Ibíd.
Informe del estado de la frontera 135
16 Christopher E. Wilson, “Crime Data and Spillover Violence along the Southwest Border”, Mexico Institute, Woodrow Wilson International Center for Scholars. 2011, en <http://mexi-coinstitute. files.wordpress.com/2011/10/border-violence-brief-10-14-2011.pdf>.
17 dhs, 17 de abril de 2012, en <http://www.dhs.gov/ynews/testimony/20120417-cbp-national-guard-hsc.shtm>.
18 unodc, “World Drug Report 2012,” 51.
19 Véase Kristin M. Finklea, “Southwest Border Violence: Issues in Identifying and Measuring Spillover Violence”, 28 de febrero de 2013, 5, en <http://www.fas.org/sgp/crs/homesec/R41075.pdf>.
20 ndic, “National Drug Threat Assessment 2011”, 13, en <http://www.justice.gov/archive/ndic/pubs44/44849/44849p.pdf>.
21 Ibíd., 40.
22 Departamento de Estado, “International Narcotics Control Strategy Report”, vol. 2, 2011, en <http://www.state.gov/documents/organization/156589.pdf>, consultado el 15 de agosto de 2012.
23 Douglas Farah, “Money Laundering and Bulk Cash Smuggling: Challenges for the Mérida Initiative”, Woodrow Wilson International Center for Scholars, 2010.
24 William Booth y Nick Miroff, “Cartels’ Cash Flows across Border”, The Washington Post, 26 de agosto de 2012, en <http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/08/25/AR2010082507206.html>.
25 Comparecencia de James A. Dinkins ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado, 31 de marzo de 2010.
26 Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (atf), “Analysis of Fire Arms Tra-cing Data”.
27 gao, “U.S. Efforts to Combat Arms Trafficking to Mexico Face Planning and Coordination Challenges”, 2009, en <http://www.gao.gov/new.items/d09709.pdf>.
28 atf, “Project Gunrunner”, en <http://www.atf.gov/firearms/programs/project-gunrunner/>.
29 atf, “Border Contraband Seizures Soar as dhs, atf Hold Summit in San Diego”, News Relea-se, 3 de noviembre de 2009, en <http://www.atf.gov/press/releases/2009/11/110309-atf-dhs-contraband-seizures.pdf>.
30 En la actualidad, la Patrulla Fronteriza forma parte del Departamento de Seguridad Interna, pero antes lo fue del ahora disuelto Servicio de Inmigración y Naturalización, una división del Departamento de Justicia.
Informe del estado de la frontera 137
EL ESTADO DE LA SUSTENTABILIDAD Y LOS RETOS EMERGENTES EN LA GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN LA FRONTERA MÉXICO-ESTADOS UNIDOSCarlos A. de la Parra, Rick van Schoik y Kristofer Patron-Soberano
RESUMEN EJECUTIVO
En la relación general México-Estados-Unidos, la atención de cuestiones vincu-
ladas con el medio ambiente en la frontera no es algo prioritario para los gobiernos
federales de ambos países. El marco de cooperación ambiental es relativamente
nuevo —apenas cumplió treinta años en 2013— y se ha limitado a reaccionar ante
las crisis de contaminación, en lugar de enfocarse en la gestión de los recursos
naturales o en la sustentabilidad. Ambos países colaboran a través de figuras cen-
tralizadas, como la Comisión Internacional de Límites y Agua; descentralizadas,
como el Acuerdo de La Paz, o de instituciones binacionales como la Comisión de
Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef) y el Banco de Desarrollo de América
del Norte (bdan), pero a menudo pareciera que estos tres formatos para dialogar
sobre temas fundamentales, como los efectos negativos del muro fronterizo, no
se aprovechan como debieran.
Este capítulo del Informe sobre el Estado de la Frontera se centra en la naturale-
za cambiante de la cooperación México-Estados Unidos en relación con el medio
ambiente y aboga por la necesidad de modificar el enfoque actual del control de
la contaminación hacia una gestión más integral de los recursos naturales. En de-
finitiva, creemos que es imprescindible que ambas naciones reconsideren la im-
portancia de la sustentabilidad de la región como parte de su tarea al momento
de promover nuestra competitividad y seguridad compartida. En ese sentido, reco-
138 El estado de la sustentabilidad
mendamos que los gobiernos estatales y locales adopten un enfoque más
proactivo, visionario y holístico, menos reactivo, a la gestión ambiental, similar a
la visión de los tomadores de decisiones de los diez estados fronterizos, expre-
sada durante el desarrollo del Plan Indicativo en 2009.1
Se deben implementar estrategias para la conservación del agua como parte de
una estrategia regional de gestión para reducir la dependencia y la energía reque-
rida para importar agua de cuencas externas y establecer caudales ecológicos
para la mejora de los ecosistemas. Los estados y municipios deben contribuir en
el aprovechamiento del enorme potencial de la región para generar energía reno-
vable, un “mandato natural” por sus condiciones geográficas, socioeconómicas y
geo políticas si se pretende estar a la altura de su potencial para alcanzar el desa-
rrollo competitivo y sostenible.
SUSTENTABILIDAD
Introducción
La preocupación de México y Estados Unidos por la calidad ambiental en su fron-
tera común es relativamente nueva, ostensiblemente reactiva y ocupa un sitio
relativa mente bajo entre las prioridades de sus ciudades capitales. A diferencia
de la es tructura para el manejo compartido de los recursos hídricos en la frontera,
que data de hace más de un siglo, hace tan sólo treinta años que se realizan es-
fuerzos con jun tos para controlar la contaminación ambiental y puede decirse que
las investigaciones y análisis sobre la sustentabilidad de la región están todavía
en pañales. Después de la firma del Convenio de Cooperación Ambiental, tam-
bién conocido como Acuer do de La Paz,2 el primer marco de cooperación ambien-
tal entre ambos países, se han creado diversos programas ambientales fronterizos
para atender las problemáticas de la contaminación a lo largo de la frontera, pero los
proyectos fronterizos en esta materia compiten por escasos recursos con otras prio-
ridades nacionales que rebasan el ámbito de la frontera. Una evidencia de ello es
la disminución de recursos para el Fondo de Infraestructura Ambiental Fronteriza,
Informe del estado de la frontera 139
que observó una caída impor tante en las asignaciones por parte del Congreso es-
tadunidense, al pasar de cien millones de dólares anuales a mediados de los no-
venta a menos de veinte millones para 2008.3 Es un hecho que la estabilidad de
largo plazo del financiamiento en Estados Unidos se encuentra sujeta a las prio-
ridades políticas del Congreso o de la Casa Blanca.
No obstante esta reducción de los recursos, cada vez hay una mayor conciencia de
que la sustentabilidad no puede estar disociada de la seguridad, la calidad de
vida o el desarrollo económico. De hecho, la sustentabilidad ambiental constituye la
base para la calidad de vida en términos de salud, empleo y seguridad sostenibles.
En las tres décadas de cooperación bilateral sobre calidad ambiental, han evolu-
cionado tanto los temas como las prioridades en la frontera. La mala calidad del
agua y la infraestructura de aguas residuales ya no son las causas de contaminación
a lo largo de la frontera, tampoco la contaminación es el principal tema de preocu-
pación para ambos gobiernos. En los años ochenta, la contaminación fronteriza
fue un serio problema, pues era ya una problemática para San Diego cuando las aguas
residuales de Tijuana se desbordaron en la sensible Reserva Na cional del Estuario
del Río Tijuana, en el lado estadunidense. Fue también un tema de preocupación en el
área de Sonora-Arizona por las fundidoras de cobre de Douglas, Arizona, y Nacozari,
Sonora, que contaminaban el aire con dióxido de azufre. Lo mismo sucedía en Tecate,
Baja California, y Matamoros, Tamaulipas, cuando residuos peligrosos de empresas
estadunidenses fueron vertidos ilegalmente en zonas rurales de México. Pero los
sucesivos programas ambientales4 entre los dos países en el marco del Acuerdo
de La Paz propiciaron intervenciones conjuntas entre los gobiernos federales y forta-
lecieron inversiones de los gobiernos esta ta les en programas multianuales, aumen-
tando el conocimiento y la capacidad para controlar la contaminación en la frontera.
Además, con la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan),
ambos países acordaron la creación de la Comisión de Cooperación Ecológica
Fronteriza (Cocef) y del Banco de Desarrollo de América del Norte (bdan), a fin de
desarrollar la infraestructura necesaria para mitigar los impactos ambientales del
creciente intercambio comercial en la frontera.
140 El estado de la sustentabilidad
Con el tiempo, el crecimiento poblacional y la expansión económica han co menzado
a ser una fuente de presión sobre los recursos naturales en la región, como el agua
limpia, los ecosistemas acuáticos y el hábitat silvestre. La escasez de agua y el
hábitat ribereño se volvieron una preocupación latente en las cuencas del Río Colo-
rado y el Río Bravo. La variabilidad climática y los climas extre mosos de mandan enfo -
ques innovadores y nuevos acuerdos para prevenir una crisis ambiental. Al mismo
tiempo, las preocupaciones sobre la seguridad después del 11 de septiembre, así
como la necesidad política de controlar la inmigración, hicieron que el Departamento
de Seguridad Interna considerara prioritario desarro llar infraestructura, —una barre ra
física de más de 1126 kilómetros que com prende una pared de acero y vehículos
que patrullan la línea fronteriza internacional—. Por supuesto, esa valla fronteriza
afecta la hidrología del área e impide el libre flujo de especies silvestre, algunas en
peligro de extinción, mientras se restringe su hábitat.5 Además, hay que considerar
que transgrede zonas ambientales muy sensibles en muchos tramos de la fron-
tera, como la Reserva del Estuario del Río Tijuana, así como la Reserva de la Biosfe-
ra El Pinacate y el Gran Desierto de Altar en el desierto Sonora-Arizona.
Todo lo anterior conlleva un giro en la importancia que se le da a temas como el con -
trol de la contaminación o la conservación de recursos naturales, y es el resultado
de dos opuestos paradójicos: una inversión generosa para la infraestructura hídrica
y de saneamiento en las ciudades frente a una relativa indiferencia por la conser-
vación de recursos naturales en sitios rurales menos poblados y en áreas silvestres
a lo largo de la frontera.
Este capítulo abordará temas relativos a la calidad ambiental, la integridad ecoló-
gica y la equidad a lo largo de la frontera, tomando en consideración la sustentabilidad
de la región como un todo. Analizaremos la infraestructura institucional creada por
las dos dependencias de ambos gobiernos encargadas de la ejecución del Acuer-
do de La Paz, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (epa, por sus siglas en
inglés), asimismo describiremos el estado general del medio ambiente en la región,
enfocándonos en cada uno de los elementos que contribuyen a que sea un paisaje
saludable o nocivo: recursos naturales, energía, agua, aire y desperdicios sólidos. El
capítulo concluye con la revisión de los retos para la sustentabilidad que debe
Informe del estado de la frontera 141
afrontar la región y sugerimos algunas medidas que pueden contribuir a mejorar
la calidad de vida de los residentes de la frontera.
Visión de la sustentabilidad
Consideramos que la definición de sustentabilidad manejada en este capítulo toma
en cuenta la región fronteriza, sus condiciones pasadas y presentes, y que es única dadas
las características ecológicas, sociales y geográficas particulares de la frontera.
Generalmente, la sustentabilidad suele definirse como las acciones y proyectos
que no pongan en riesgo la capacidad de generaciones futuras de alcanzar sus
aspira ciones. En este capítulo trabajaremos con una definición más rigurosa: creemos
que la sustentabilidad contiene elementos igualmente importantes de equidad
social entre las personas y las generaciones, de integridad ecológica y calidad
ambiental, así como oportunidades económicas y acceso a los recursos que permi-
tan un desarrollo equilibrado. Asimismo, consideramos importante aplicar este
concepto de sustentabilidad al desarrollo de la región, con independencia de las
divisiones políticas o las diferencias culturales. Lo consideramos así porque los
mapas geo políticos nunca coinciden con las regiones ecológicas o las macrodivisio-
nes ambientales. El ambiente de la región fronteriza (mapa 1) es más que un com-
plejo sistema (hidrológico, ecológico, atmosférico, climático, energético, etc.) que
se halla entrelazado con un sistema socioeconómico más amplio que comprende
industrias y áreas de desarrollo (manufactura, transporte, etc.). La gestión de
esta complejidad constituida por la integridad ecológica, la calidad ambiental y el
acceso igualitario a la calidad de vida y la salud ambiental es dejada en segundo
plano por las otras funciones fronterizas.
Se han realizado numerosos esfuerzos para alcanzar un consenso en torno a las
tendencias y deseos comunes compartidos por los actores interesados en la
región transfronteriza a fin de llegar a una visión compartida de la sustentabilidad.
Una encuesta realizada en 2009 a residentes y actores interesados de los diez
estados fronterizos en ambos países (a nivel federal y local, incluyendo a sectores
como el gobierno, la academia, grupos sociales y el sector privado)6 reveló que
hay elementos compartidos en torno a una visión de la sustentabilidad como
142 El estado de la sustentabilidad
que la manera de satisfacer las necesidades actuales se lleve a cabo de un modo
socialmente justo, sin dañar la capacidad de las generaciones futuras de atender
sus propias necesidades.
Mapa 1. La región transfronteriza México-Estados Unidos
Fuente: Conferencia de Gobernadores Fronterizos, “Plan Indicativo para el Desarrollo Competiti-vo y Sustentable de la Región Transfronteriza México-Estados Unidos” , Washington , D. C., El Co-legio de la Frontera Norte-Woodrow Wilson Center Center for Scholars, Mexico Institute, 2009.
Respecto de la conservación del agua, se piensa que en el futuro las comunidades
de la región serán conscientes de las condiciones de escasez del agua, así como de
la necesidad de contar con programas efectivos de conservación de este recurso, lo
que garantizaría la igualdad de acceso al agua para todas las personas.
Informe del estado de la frontera 143
En cuanto a la aplicación y cumplimiento de la ley, los entrevistados señalaron
que querían una región en la que las autoridades ambientales aplicaran rigurosa-
mente la regulación ambiental y que su cabal cumplimiento fuera la norma.
En torno a las acciones contra el cambio climático, la visión compartida es que
debe haber un plan de acción binacional para incrementar la eficiencia energética
y fomentar el uso de la energía renovable. Para el manejo integral de los ecosis-
temas, la región deberá desarrollar e implementar mecanismos binacionales para
la gestión de los ecosistemas transfronterizos.
La cambiante naturaleza de la cooperación ambiental México-Estados Unidos
En la década de los ochenta, México estableció su primera regulación ambiental7
y comenzó un proceso de apertura al comercio internacional y de fortalecimiento
institucional, al tiempo que inició el tránsito de su estatus de un país en desarro-
llo a una economía emergente. Aunque aún persisten asimetrías en términos de
salarios y capacidades municipales entre México y Estados Unidos, en la actua-
lidad, México está en mucho mejores condiciones para monitorear y hacer cumplir
la ley que hace una década. Las tendencias y la dirección general de las políticas
ambientales en los dos países son impresionantemente similares, la única dife-
rencia en cuanto a las regulaciones ambientales, la gestión y la ejecución de las
leyes radica en las capacidades de México debido a las diferencias basadas en
las condiciones económicas. Por ejemplo, ambos países tienen están dares muy
similares sobre la calidad del aire tanto para emisiones como para la calidad am-
biental, pero difieren en cuanto a la capacidad de monitorear, aplicar la ley, proce-
sar y penalizar a los infractores. Mientras que en Estados Unidos el pro ceso de
toma de decisiones opera según un sistema federalista, con una política ambien-
tal que tiende a ser fragmentada, el federalismo mexicano es más centralizado,
lo que implica que muchas de las decisiones se generan en la capital, con menores
recursos a disposición de los niveles estatal y local.
En general, México y Estados Unidos han establecido una cooperación ambiental
basada en un enfoque de tres vías: 1) la colaboración centralizada, ejercida por sus
144 El estado de la sustentabilidad
respectivos ministerios de asuntos exteriores y, en el caso de la frontera, por la Co-
misión Internacional de Límites y Aguas; 2) la colaboración descentralizada, que se
refiere al Acuerdo de La Paz que habilita a los ministerios de asuntos ambientales
con un impacto menor en la política exterior y 3) las instituciones binacionales me-
diante las cuales México y Estados Unidos administran las fronteras ambientales.
Aún así, Córdova y de la Parra argumentan que las tres vías están desaprovecha-
das y son puestas a prueba en circunstancias controversiales.8
En ese sentido, parte del éxito alcanzado hasta ahora por los sucesivos progra-
mas ambientales instrumentados por ambos países ha sido el reconocimiento de
las diferencias transfronterizas en el enfoque sobre financiamiento y el proceso
de toma de decisiones. En la medida en que los estados mexicanos han aumen-
tado su autonomía política, la estructura binacional en la frontera ha observado un
cambio en el nivel de responsabilidad asumida por dichas entidades. El aumento
en el nivel de participación de los estados se vio favorecido en 2003 cuando el Pro-
grama Binacional Frontera 2012 invitó a los diez estados fronterizos como partici-
pantes formales y a actuar como copresidentes en cada uno de los cuatro Grupos
de Trabajo Regionales. Éstos se convirtieron en la unidad básica para la toma de
decisiones en cada una de las cuatro regiones (California-Baja California; Arizona-
Sonora; Nuevo México-Chihuahua y Texas/Chihuahua/Coahuila/Nuevo León), en últi-
ma instancia convo cando a grupos de trabajo locales como unidades de base para
realizar el trabajo necesario. La incorporación de las autoridades estatales en las
decisiones de cómo asignar fondos y el
trabajo realizado por aquéllas en torno a la
re caudación de fondos adicionales otor-
gó una nueva dimensión al programa y dio
significado a la promesa de hacer del Pro-
grama Frontera 2012 un esfuerzo “de
abajo hacia arriba”.
La debilidad palpable en el marco de la
cooperación ambiental entre México y
Estados Unidos ha sido la ausencia de
un programa integral de manejo de re-
La debilidad palpable en el marco de la cooperación ambiental entre México y Estados Unidos ha sido la ausencia de un programa integral de manejo de recursos naturales y conservación.
Informe del estado de la frontera 145
cursos naturales y conservación. Desde el Acuerdo de La Paz, a los temas rela-
cionados con el crecimiento urbano o la contaminación transfronteriza se les dio
un canal formal unificado, mientras que los asuntos de conservación y manejo
de los recursos naturales continúan siendo abordados a través de un diálogo de
agencia a agencia. Si bien no existe una razón inherente para calificar el diálogo
interagencial como deficiente, contar con un programa bilateral como marco de
trabajo proporciona un mecanismo de consenso que permita a actores clave evaluar
el es tado de la frontera a partir de un problema determinado y así acordar las metas
y el programa general para lograr objetivos.
Las circunstancias imperantes en los años setenta y ochenta que llevaron a la firma
del Acuerdo de La Paz revelaron la necesidad de emprender esfuerzos para con-
trolar la contaminación y los graves problemas de salud a lo largo de la frontera.9
Durante los años sesenta, el lado mexicano de la frontera experimentó un drás-
tico incremento poblacional, lo que generó asentamientos irregulares (las llamadas
colonias) en la periferia de las zonas urbanas, con muy poca o nula infraestructura
para controlar su impacto. Así, la construcción de instalaciones de agua y alcan-
tarillado se rezagó respecto del ritmo del crecimiento poblacional, debido a la mi-
gración a las zonas fronterizas generada por el auge del empleo pro visto por el
gobierno mexicano mediante el Programa de Industrialización Fronteriza de los
años sesenta. Adicionalmente, en las periferias urbanas, a lo largo de la frontera
comenzaron a aparecer residuos peligrosos de manera descontrolada,10 reflejando
los riesgos de que una nación altamente industrializada colinde con un país en
desarrollo con menores grados de capacidades institucionales. En tal sentido, el
Acuerdo de La Paz y los programas subsiguientes fueron un excelente remedio
para mejorar la infraestructura y capacidad institucional de México.
Tras once años del Acuerdo de La Paz, con la firma del tlcan, la Comisión de
Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef) y el Banco de Desarrollo de América
del Norte (bdan) se erigieron como mecanismos adicionales para crear infraes-
tructura ambiental en la región fronteriza. A lo largo de casi tres décadas, hasta
noviembre de 2012, las instituciones hermanas Cocef-bdan habían revisado, cer-
tificado y financiado 34 sistemas de distribución de agua, 83 sistemas colecto-
res de aguas residuales, 41 plantas de tratamiento de aguas residuales y la
146 El estado de la sustentabilidad
actualización o expansión de 15 plantas existentes, 3 sistemas de reuso de agua,
16 vertederos, 8.3 millones de metros cuadrados de pavimentación, además de
haber emprendido proyectos de energía renovable. La mayoría de estas acciones
fueron realizadas a través de las instituciones bilaterales, como los Programas Fron-
tera xxi/Frontera 2012/Frontera 2020, así como por el binomio Cocef-bdan, y mu-
chas recibieron fondos compensatorios del gobierno federal mexicano o de los
gobiernos estatales.
Desde comienzos de los noventa, México ha venido desarrollando un nuevo ni-
vel de institucionalización, proceso en el que destaca la consolidación de las re-
gulaciones y la ejecución por parte de los gobiernos estatales, pero aún así, los
gobiernos federales de ambos países siguen teniendo un papel central en la so-
lución de temas como la escasez del agua, los hábitat silvestres o especies en
peligro de extinción porque, primero, no existe un programa regional en la frontera
de tal envergadura que se encargue de la gestión conjunta de los recursos natu-
rales y, segundo, muchos de estos asuntos están bajo jurisdicción federal en
México, por lo que cualquier arreglo institucional se deja a las infraestructuras
creadas a nivel federal. En Estados Unidos, el Departamento del Interior (doi, por
sus siglas en inglés), la entidad a cargo del manejo de los recursos naturales,
fue retirado de la estructura de los programas medioambientales al concluir el
Programa Frontera xxi en 2000. El Departamento del Interior continuó colaboran-
do con México en el Comité Coordinador de la Frontera, una iniciativa de menor
envergadura creada en 1994 e integrada por diversas divisiones del doi11 sin re-
presentación mexicana. Así, mientras que la Semarnat continúa a cargo de asun-
tos como el abastecimiento de agua a través de la Comisión Nacional del Agua
(Conagua) y de la conservación (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegi-
das), la ausencia del doi en la estructura fronteriza deja a la Semarnat sin contra-
parte equivalente.
Factores que definen la sustentabilidad de la región fronteriza
La zona fronteriza es una zona agobiada por cuestiones demográficas tanto por
causas naturales como por la migración, lo que ha creado asentamientos no pla-
Informe del estado de la frontera 147
nificados e irregulares en la periferia de muchas ciudades. En la medida en que
tales centros urbanos se expanden, la tasa de crecimiento rebasa no sólo al desa-
rrollo de infraestructura, sino a la capacidad de responder ante las emergencias.
Como muchos de los nuevos residentes son jóvenes, perpetúan el crecimiento
acelerado de la región, especialmente en las áreas urbanas. Esta evolución de la
región fronteriza fomenta la producción y el consumo, tanto en las zonas rurales
como en las urbanas, y ha generado más presión sobre los recursos naturales.
Consecuentemente, es cada vez más difícil proveer los servicios que demanda
la población, de una manera planificada, como cabría esperar respecto de la visión
de sustentabilidad deseada para la región.
Esto significa que incluso pese a los esfuerzos exitosos y valientes en ambos
lados de la frontera en cuanto a los impactos ambientales de la década pasada
persistirán los retos e incluso surgirán otros. Se estima, por ejemplo, que en los
próximos veinte años se necesitará una inversión de doce mil a veinte mil millo-
nes de dólares en infraestructura ambiental.12
Las influencias ambientales transfronterizas y sus estudios de impacto
La notificación de impactos ambientales de los proyectos que trascienden la
frontera sigue siendo un ejemplo, aparentemente crónico, de qué tan distantes
están ambas naciones —y sus estados, condados y municipios— de seguir los
principios ambientales básicos. Los Estudios de Impacto Ambiental Transfronte-
rizos (teia, por sus siglas en inglés) son importantes para iniciar y facilitar el pro-
ceso de monitoreo en ambos lados de la frontera, minimizando el impacto de un
lado sobre el otro, mitigando donde es más rentable, al tiempo que se administra
el sistema. En otras palabras, los teia permiten que las reglas básicas de la admi-
nistración ambiental se cumplan de manera sistemática. A continuación presen-
taremos varios ejemplos de su importancia.
El primero es el revestimiento del canal All American, que corre a lo largo del
borde norte de la frontera entre California y Baja California, desde el Río Colorado
hacia las áreas agrícolas del Valle Imperial. Fue construido en una época en que
148 El estado de la sustentabilidad
los canales eran de barro, lo que permitía ciertas filtraciones a los mantos freáticos.
Esta filtración ha mantenido los niveles de aguas freáticas en ambos lados de la fron-
tera, lo que permite a los agricultores del valle de Mexicali extraer agua de los pozos
y mantener vivas las especies en peligro de extinción. Cuando Estados Unidos deci-
dió revestirlo con cemento para ahorrar agua (y transferirla a ciertas poblaciones
áridas de la costa), México rápidamente se percató de que habría impactos rela-
cionados con la salinidad y el suministro de aguas subterráneas. Si Estados Unidos
hubiera realizado un amplio estudio de impacto ambiental, podría haber reconocido
e informado sobre ello con la anticipación suficiente para preparar alternativas de
beneficio mutuo y a menor costo.
Durante la crisis energética en Califor-
nia, un proveedor privado de electrici-
dad advirtió que la construcción de otra
planta de electricidad del lado estadu-
nidense tendría impactos ambientales
porque se transgredirían los estánda-
res de calidad del aire. Se obtuvo el
permiso de México para construir una
planta eléctrica en territorio mexicano
lo más cercano a la frontera para expor-
tar toda la electricidad a Estados Unidos.
El gas natural para la planta debía sumi-
nistrarse por un oleoducto desde el lado
estadunidense. En suma, la contamina-
ción se exportó a México, mientras que
los beneficios fueron para Estados Uni-
dos. Si Estados Unidos hubiera evalua-
do el impacto ambiental para verificar
los efectos en la salud cuando realizó
los estudios sobre los impactos de la
línea de gas natural, se habría llegado a una solución conjunta con miras a proteger
la salud ambiental.
Los aspectos negativos de estas acciones unilaterales, en muchos casos federales, podrían minimizarse y mitigarse con el intercambio de información de calidad antes de que los proyectos sean diseñados. El primer paso es que cada jurisdicción se vea a sí misma como parte de un sistema interjurisdiccional y, en algunos casos, de un sistema internacional, y no de manera aislada.
Informe del estado de la frontera 149
Los aspectos negativos de estas acciones unilaterales, en muchos casos fede-
rales, podrían minimizarse y mitigarse con el intercambio de información de ca lidad
antes de que los proyectos sean diseñados. El primer paso es que cada jurisdic-
ción se vea a sí misma como parte de un sistema interjurisdiccional y, en algu nos
casos, de un sistema inter na cio nal, y no de manera aislada.
En la próxima sección discutiremos los temas esenciales para la sustentabilidad
fron teriza: energía, biodiversidad, agua, calidad del aire y manejo de residuos sólidos.
Energía
Tradicionalmente, la región fronteriza México-Estados Unidos ha sido vista como
una región pobre en energía, pero los avances observados en gas natural y ener-
gías renovables están cambiando el panorama rápidamente. La región cuenta con
reservas de petróleo y gas natural en el este de Texas, en Tamaulipas y algunas
partes de Nuevo León y Coahuila, y con refinerías que dan servicio a la frontera.
Algunas de las cuales envían combustibles más limpios a México después de
recibir el crudo extraído por Petróleos Mexicanos (Pemex) y de otras fuentes. Pero
el consumo de gas natural y de energías limpias es bajo en la mayoría de los esta -
dos de la región, mientras que en la mayor parte de los estados mexicanos se em-
plean el gas licuado de petróleo (lp) y el petróleo pesado. Sólo California y Texas
consumen más gas natural (gráfica 1), pero poca energía renovable, con excepción
de Baja California y California (energía eólica).
De acuerdo con la Comisión de Energía de California, alrededor del 50 por ciento
del consumo de gas natural en 2006 fue para la generación de electricidad en el
estado. El uso residencial fue de casi del 22 por ciento, casi el 90 por ciento del
cual se empleó en calefacción y agua caliente. California depende fuertemente
del gas na tural, pues éste representa casi un tercio de sus necesidades energé-
ticas, aunque sólo el 13.5 por ciento del suministro de gas natural es producido
en el estado.13
150 El estado de la sustentabilidad
Gráfica 1. Consumo de gas natural por estado (2009)
Fuente: U.S. Energy Information Administration y Secretaría de Energía, “Prospectivas del mer-cado de gas natural 2010-2025”.
En 2010, el estado de Texas consumió más de tres billones de pies cúbicos de gas
natural, de los cuales sólo poco más del 3 por ciento se destinó a uso residencial.
Por otro lado, el sector industrial y el de producción de electricidad consumieron, cada
uno, más del 40 por ciento del total de gas natural que se utiliza en el estado.
Para una operación rentable y el desarrollo de energía limpia y sustentable en
cualquier parte del mundo, es necesario, o al menos sería muy útil, contar con
los recursos naturales suficientes que alimentaran tales tecnologías. Es el caso
de la región fronteriza México-Estados Unidos, en donde la mayor parte del terri-
torio de los diez estados fronterizos es rica en energías alternativas potenciales.
No obstante, hay una pobre capacidad de transmisión y pocas interconexiones
entre ambas naciones.
Como se observa en el siguiente mapa, la concentración de radiación solar en
los estados del suroeste de Estados Unidos y en los del noroeste de México es
la más alta de los dos países, especialmente en Arizona, Baja California, California,
Chihuahua, Coahuila, Sonora y Nuevo México, lo que da a la región una oportunidad
privilegiada de generar energía mediante la tecnología de la energía solar.
Mill
ones
de
pies
cúb
icos
4 000 000
3 500 000
3 000 000
2 500 000
2 000 000
1 500 000
1 000 000
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Baja C
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Nuevo
León
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Méx
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Informe del estado de la frontera 151
Mapa 2. Radiación normal directa anual en la frontera México-Estados Unidos. Valores principales de 8 años (1998-2005) SUNY 10 km, modelo satelital
Fuente: Laboratorio Nacional de Energía Renovable (nrel, por sus siglas en inglés), Departamento de Energía de Estados Unidos, 2011.
Los mapas 3 y 4 muestran la velocidad de los vientos en ambos países por encima
de los 80 metros de altura. La escala de colores en ambos países es diferente,
pero permite visualizar áreas que, notoriamente, son aptas para el desarrollo de
energía eólica. En Estados Unidos, el área de intensidad más alta se extiende a
través de los estados montañosos centrales, desde Dakota (del Sur y del Norte),
en el norte, hacia Texas y Nuevo México. Del lado mexicano, se observan tres
importanes áreas con alta intensidad del viento, dos de ellas en los estados fron-
terizos. Una de esas áreas cubre la mayoría del estado de Tamaulipas y partes de
Nuevo León y Coahuila. La otra zona comprende las áreas montañosas de Baja
California. De nueva cuenta, esta condición da a la región fronteriza México-
Estados Unidos un potencial estratégico para el desarrollo de otras fuentes de
energía sustentable.
152 El estado de la sustentabilidad
Hasta la fecha, sólo los estados de Baja California y Tamaulipas han desarrollado
proyectos de generación de energía eólica. Por su parte, Nuevo León realizó un
estudio para identificar las áreas con alto potencial de energía eólica en su terri-
torio, como se describe en el documento “Potencial de la energía eólica en los
estados fronterizos del norte de México”.14 Otros beneficios del desarrollo de este
tipo de energía podría ser la creación de clusters de fabricación de tecnologías de
energía solar y eólica en la región, lo que generaría empleos y se aprovecharía el
capital humano disponible en la región.
Pero las diferencias entre los sistemas regulatorios para el desarrollo y distribu-
ción de electricidad en México y Estados Unidos frustran los esfuerzos políticos
para facilitar el desarrollo de energías renovables. Recientemente, la Cocef y el
bdan han empezado a involucrarse en tales actividades con resultados promete-
dores. La inversión en Estados Unidos es alentada por la producción y los créditos
fiscales, pero la naturaleza altamente centralizada de la regulación en México
genera muy pocos incentivos para los desarrolladores privados.
Mapa 3. Velocidad anual media del viento en Estados Unidos (80 metros de altura)
Fuente: Mapa 3, Mapas de viento, nrel del Departamento de Energía de Estados Unido, 2012.
Informe del estado de la frontera 153
Mapa 4. Densidad de la energía eólica en México (80 metros de altura)
Fuente: Secretaría de Energía, “Prospectiva de energías renovables 2012-2026”, México.
De este modo, a fin de alcanzar el potencial para desarrollar e intercambiar ener-
gía renovable en la región fronteriza, conviene construir infraestructura de trans-
misión eléctrica y cumplir con las carteras de energía renovables para adaptarse
a los estándares internacionales. De manera especial, debe fomentarse la existen-
cia de pactos interestatales para negociar la energía renovable transfronteriza, la
verificación ambiental, el emplazamiento de energía, el financiamiento y la creación
de alianzas público-privadas para construir infraestructura de transmisión.
Finalmente, tres mecanismos para mejorar el saldo energético en la región trans-
fronteriza no han desarrollado su potencial:
1. Mercados de metano. En 2004, la Agencia de Protección Ambiental de Es-
tados Unidos (epa) inauguró el programa Mercados de Metano, junto con
otras siete naciones fundadoras. México fue un país signatario del acuerdo
154 El estado de la sustentabilidad
y sigue interesado en el concepto, dado el valor de captura de metano en las
minas de carbón, los vertederos y las actividades agrícolas.
2. Empresas prestadoras de servicios de energía o esco (por sus siglas en inglés).
Este mecanismo exige un socio potencial para proveer una evaluación de la
demanda de energía de parte de las fábricas y otras instalaciones, además de
compartir los ahorros y las utilidades.
3. Carteras de energía renovables o rps (por sus siglas en inglés). Se refiere a
las cantidades o porcentajes de demanda de electricidad de un estado que
se busca satisfacer con energía renovable. Existen en todos los estados
fronterizos de Estados Unidos, pero el mecanismo transfronterizo para que
un rps de ese país trabaje en proyectos en México no ha sido activado.
Biodiversidad
La región fronteriza alberga un número de biomas únicos conocidos como “zonas
críticas naturales”, como la Provincia Florística de California; los desiertos de Chi-
huahua y Sonora; el Archipiélago Madrense (una serie de cadenas montañosas y
cuencas que nacen en el suelo del desierto), las llanuras del sur de Texas y los
bosques áridos, así como la llanura costera del Golfo Occidental. Esta riqueza y
diversidad biológica proporciona resiliencia y fuerza a la región fronteriza, así como
una inmensa variedad y solidez en los servicios ecológicos. En estas zonas críti-
cas naturales habita una gran diversidad de especies de flora y fauna. En el Archi-
piélago Madrense, por ejemplo, está el 40 por ciento de las tres especies de pino
del mundo, cerca del 30 por ciento de las especies de roble hasta ahora conocidas,
y alrededor de 525 especies de aves.15 Estos ecosistemas transfronterizos tam-
bién son importantes porque permiten a las especies migratorias atravesar los
corredores naturales que se extienden más allá de la frontera para cazar, aparearse
o intercambiar material genético para el bienestar de las especies. Pero los eco-
sistemas y las especies en la región están siendo amenazados por la contaminación
y actividades destructivas, así como por la fragmentación y destrucción del ambiente
físico causado por la edificación del muro fronterizo.
Informe del estado de la frontera 155
Agua
Desde 1906, Estados Unidos y México han administrado conjuntamente sus re-
cursos acuíferos compartidos. La división equitativa del agua fue un asunto com-
plejo hasta los años sesenta, debido a la cuestión de la calidad del agua, tema
siempre presente en las negociaciones bilaterales y cuya discusión alcanzó un
punto crítico en los años ochenta. La Comisión Internacional de Límites y Aguas
(cila, con sus secciones en México y Estados Unidos), creada en 1944 con el
mismo objetivo que hoy conocemos, es la agencia responsable de que las políti-
cas hidráulicas en ambos países trabajen adecuadamente. Si bien existen tres
cuencas binacionales en la región fronteriza México-Estados Unidos (el Río Tijua-
na, el Río Colorado y el Río Grande), las políticas nacionales en ambos lados dictan
el régimen de administración del agua en su interior y más allá. Las aguas super-
ficiales es el único tema sobre el que existe un acuerdo bilateral, en tanto que las
subterráneas siguen siendo un tabú en las pláticas binacionales. Para complicar
aún más el panorama, hay datos sobre este recurso que todavía no se han com-
partido. La reticencia de ambos gobiernos para discutir sobre la gestión conjunta
de las aguas subterráneas es más evidente en los valles Imperial-Mexicali, donde
el incidente ocurrido en el canal All American en 2006 dejó varias cicatrices que ni el
gobierno federal ni el estado de California quisieran tocar. Para las dependencias
de Estados Unidos, la preocupación parece centrarse en los hábitat de los hu-
medales ocasionados por los campos agrícolas en el Valle Imperial, en el territorio
mexicano, debido a la infiltración de agua de riego en las últimas décadas. Para
México, la preocupación es cómo controlar los pozos agrícolas privados que no
están totalmente regulados. En cualquier caso, las aguas subterráneas pueden
ser eufemísticamente consideradas un área de oportunidad para ambos países
en torno a la gestión conjunta del agua.
Durante los años sesenta, un aumento en la salinidad de las aguas del Río Colo-
rado fue motivo de preocupación. En las décadas de 1970 y 1980, la contamina ción
del agua en el Río Tijuana y el área de Ambos Nogales también precisó de nego-
ciaciones bilaterales para llegar a acuerdos. La creciente urbanización de la región
fronteriza México-Estados Uni dos fue probablemente la mayor razón por la que el
control de la contaminación del agua y de la infraestructura de aguas residuales se
156 El estado de la sustentabilidad
convirtieron en los temas de mayor inte-
rés para las instituciones bilaterales,
como el Programa Ambiental México-
Estados Unidos y la Comisión de Coope-
ración Ecológica Fronteriza. De acuerdo
con Sánchez, cerca del 97 por ciento de
la inversión estadunidense en los progra-
mas fronterizos anteriores a 1998 se
dirigió a mejorar la capacidad de México
de recolectar y tratar sus aguas residua-
les, un indicativo claro de las prio ridades
de Estados Unidos definidas por la con-
taminación transfronteriza.16
Con la urbanización como tendencia pre-
dominante en esta árida región, aumentan las transferencias de agua entre cuen-
cas. La intensidad de la energía por pie-acres de agua también va en aumento, por
lo que el nexo entre este recurso y energía se ha vuelto cada vez más importan-
te. De acuerdo con un estudio de la Comisión Estatal de Baja California, los costos
de la energía representan casi un 40 por ciento del total de los gastos de los cuatro
servicios de aguas del estado.17 En ese sentido, los vínculos de agua y energía,
similares a otros, como el de alimentación y agua, son sólo dos ejemplos de la
intersección de la seguridad humana con el medio ambiente.
Los temas de suministro de agua seguirán siendo un reto en tanto exista una
competencia por las aguas superficiales y no haya ningún acuerdo sobre cómo
utilizar las subterráneas, incluso estando en marcha una primera evaluación de la
extensión y calidad de las aguas subterráneas.
En cuanto a la calidad del agua, el mayor desafío no son ya las fuentes de conta-
minación como las fábricas, sino las fuentes “difusas”, como los vertidos urbanos
o agrícolas. El nexo entre la cantidad y la calidad del agua es su reuso: el tratamien-
to de las aguas residuales con estándares aceptables y los planes de reutilizarla
en contextos urbanos, así como incrementar la eficiencia en el manejo del desagüe
Las aguas superficiales es el único tema sobre el que existe un acuerdo bilateral, en tanto que las subterráneas siguen siendo un tabú en las pláticas binacionales. Para complicar aún más el panorama, hay datos sobre este recurso que todavía no se han compartido.
Informe del estado de la frontera 157
con fines utilitarios en las zonas agrícolas. El resultado deseado es planear los
niveles de las cuencas, considerando las preocupaciones de ambos lados de la
frontera, integrando el uso eficiente del agua, la protección de las fuentes y el
mejoramiento de los hábitat mediante caudales ecológicos, así como los merca-
dos transfronterizos de agua. Pero esto sigue siendo una meta difícil de alcanzar.
Calidad del aire
Con pocas excepciones, la región fronteriza se compone de una serie de cuen-
cas de aire transfronterizas comunes (volúmenes de aire que circulan o existen
temporalmente en ambos lados de la frontera). En particular, hay dos factores
que representan un reto para la gestión de la calidad del aire: la rápida urbaniza-
ción e industrialización y las divergencias entre las jurisdicciones legales sobre las
cuencas de aire comunes en la frontera. Si combinamos lo anterior con la natu-
raleza árida y semiárida de la región, el intensivo uso del automóvil en el suroeste
de Estados Unidos, aunado a la carencia de transporte público en las ciudades
mexicanas, el resultado es una calidad del aire urbana caracterizada por una mez-
cla de monóxido de carbono, partículas suspendidas (principalmente 2.5, 6.0 y 10
micras de material particulado [pm]) y ozono. En un estudio sobre los niveles de
ozono, monóxido de carbono y 10 PM en las fronteras San Diego-Tijuana y Mexi-
cali-Imperial, Quintero et al. detectaron un cumplimiento de 10 PM sólo en San
Diego, en Tijuana y San Diego para CO2, mientras que los cuatro condados/muni-
cipios no cumplieron con los estándares de calidad de ozono en el aire.18
La calidad del aire es un asunto especialmente complejo cuando agregamos el
impacto de los gases de efecto invernadero y las partículas contaminantes en la
salud. Se vuelve bastante difícil de resolver debido a la mezcla de contaminantes,
sus fuentes y la exposición a éstos, así como por los efectos y los grados de sen-
sibilidad de las distintas poblaciones, y esto puede agravarse en un contexto bi-
nacional. Es más, las corrientes marítimas acarrean contaminantes como los
combus tibles usados en el transporte (el petróleo relativamente sucio, quemado
por los barcos) y no existe información sobre la calidad del aire que llega a las co-
munidades rurales remotas, o incluso a los grandes centros comunitarios de las
proximidades.
158 El estado de la sustentabilidad
Los hornos de ladrillo en Paso del Norte y la frontera Mexicali-Caléxico son una
gran fuente de contaminación. Entre los combustibles tradicionales utilizados
en los hornos hay desperdicios sólidos, como res tos de ma dera, neumáticos, ba-
terías, aceites com bustibles y casi todo lo que sea inflamable. De hecho, el área
Mexicali-Caléxico cuenta con el mayor número de casos de asma de ambos países.
Esto se ha agravado por la construcción de dos plantas más de Intergen y Sem-
pra Energy, lo que vuelve más vulnerable a la comunidad ya susceptible a en-
fermedades respiratorias.
La congestión vehicular en los puertos
de entrada sigue siendo una fuente de
con taminación del aire, pues el tiempo
de espera del transporte de carga ha au-
mentado en los últimos diez años, al
pasar de cuarenta minutos a más del
doble. Algunos camiones incluso espe-
ran en los carriles varias horas.
Muñoz-Meléndez, Quintero-Núñez y Pum-
frey dan varias opciones para hacer fren-
te a los retos de la gestión de la calidad
del aire en la frontera, entre las que se-
ñalan el intercambio fronterizo de los
créditos de reducción de emisiones y
la creación de un fondo de inversión de
aire limpio, para así cosechar los obvios beneficios provistos por “la dicotomía
país rico/país pobre” que existe entre México y Estados Unidos.19
Fuentes de contaminación y materiales peligrosos
Los niveles de industrialización y las diferencias socioeconómicas han sido un
factor decisivo para la generación de residuos sólidos. La dicotomía rico/pobre
observada en la frontera México-Estados Unidos durante décadas ha sido la cau-
En particular, existen dos factores que representan un reto para la gestión de la calidad del aire: la rápida expansión de la urbanización y la industrialización, y la división de las jurisdicciones legales entre los dos países sobre las cuencas de aire comunes en la frontera.
Informe del estado de la frontera 159
sa de muchos de los materiales peligrosos encontrados en áreas rurales en Mé-
xico en las décadas de los ochenta y noventa. Como lo describe Roberto Sánchez,
“la masiva exportación de residuos peligrosos de los países industrializados” se
convirtió “en la solución más fácil para transferir las externalidades de su desarrollo
económico”20 y ello fue de gran preocupación en la frontera México-Estados Uni-
dos, particularmente en la época cuando en México las capacidades instituciona-
les estaban menos desarrolladas. En particular, la gráfica 2 y el cuadro 1 muestran
las diferencias en los niveles de producción per cápita de residuos sólidos en la
frontera México-Estados Unidos en 2008 y el tonelaje total de generación de
desperdicios sólidos entre 2004 y 2011.
Gráfica 2. Producción per cápita de residuos sólidos (2008)
Fuente: Semarnat, “Compendio de estadísticas ambientales, 2012” y eec/BioCycle, “State of Garbage in America Survey” (2006; 2008; 2010).
1 800.00
1 600.00
1 400.00
1 200.00
1 000.00
800.00
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400.00
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160 El estado de la sustentabilidad
Cuadro 1. Generación de materiales peligrosos en la frontera México-Estados Unidos.
EstadoGeneración de materiales
peligrosos (toneladas) Indicador
México2004-2011
Estados Unidos2005-2011*
Porcentaje de la generación por
estado en el total nacional
Baja California 25 894 1.35
Coahuila 38 624 2.01
Chihuahua 342 650 17.84
Nuevo León 128 849 6.71
Sonora 15 148 0.79
Tamaulipas 146 993 7.65
Total nacional 1 920 408 100.00
Porcentaje en estados fronterizos
36.35
Arizona 305 003 0.20
California 2 590 191 1.67
Nuevo México 4 010 276 2.59
Texas 57 641 781 37.26
Total nacional 154 705 765 100.00
Porcentaje en estados fronterizos
41.72
* La información de Estados Unidos para estos datos es bianual, por lo que sólo se incluyen datos de 2005, 2007, 2009 y 2011.
Fuente: Semarnat, “Compendio de estadísticas ambientales 2012”; epa, “National Biennial rcra Hazardous Waste Report”.
Informe del estado de la frontera 161
Entre los materiales peligrosos se incluyen elementos de origen natural y huma-
no, así como otros materiales tóxicos y peligrosos fabricados por el ser humano.
La iniciativa “Haztraks” fue uno de varios ejemplos e iniciativas para rastrear
materiales peligrosos que circulaban a lo largo de la frontera; desafortunadamen-
te, este tipo de iniciativas han sido concluidas. Los fertilizantes y pesticidas resi-
duales y excesivos se han acumulado en las granjas y ocasionalmente a lo largo
de las fronteras. Existe un programa fronterizo de capacitación a los trabajadores
agrícolas que busca poner remedio a algunas amenazas de tal acumulación, es-
pecialmente dirigido a las familias de esos agricultores. Además, la mitad de los
neumáticos que significaban un riesgo de incendio y enfermedades han sido reti-
rados de los depósitos de desechos.
El tlcan estableció como provisión que los materiales peligrosos que se origina-
ran en Estados Unidos deberían ser repatriados a ese país después de su uso en
México, tomando en cuenta que la capacidad para almacenar, procesar y desechar
los residuos era limitada en México. La Agencia de Protección Ambiental estableció
un sistema de rastreo de materiales peligrosos después de que el programa scerp
reportara que sólo se rastrearon porcentajes de un solo dígito por sus investiga-
dores. El financiamiento del programa terminó antes de que se implementara.
Como resultado, a través de la frontera con México se exportan grandes cantida-
des de baterías de plomo con el fin de evitar las regulaciones estadunidenses.21
Las bases de datos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
muestran que de las 2 153 maquiladoras que produjeron materiales peligrosos
en 1992, sólo 329 tenían registros de embarques hacia Estados Unidos, lo que
significa que sólo un 15 por ciento de las maquiladoras transportaron desperdicios
hacia territorio estadunidense.22
Mediciones del avance
Como se ha mencionado en este reporte, no existen suficientes datos duros que
describan de manera precisa los fenómenos observados en la región fronteriza.
Esa información sería de gran ayuda a los encargados de la toma de decisiones.
Durante el Programa Frontera 2012, el programa ambiental de más larga duración
162 El estado de la sustentabilidad
entre México y Estados Unidos, se hizo un par de esfuerzos por crear una serie
de indicadores para monitorear el avance de los programas. Se integró un equipo
encargado de preparar el informe “Situación de la región fronteriza. Reporte de
indicadores 2005”23 y otro más en 2010,24 que contiene un informe detallado de los
logros y avances alcanzados en cada una de las siete metas que formaron parte
del Programa Frontera 2012.
El Índice de Desarrollo Transfronterizo, un producto del Sistema de Información
Transfronteriza (elaborado conjuntamente por centros de investigación en la fron-
tera), se divide en cuatro áreas estratégicas, incluyendo la sustentabilidad, que
se subdivide en cuatro dimensiones, cada una con sus correspondientes ramas.
Cuadro 2. Subíndice de sustentabilidad
Dimensión Indicador
Condiciones ambientales limpias •Manejoderesiduossólidosylimpieza de vertederos
•Contaminacióndeltransporte•Saneamientodelagua•Pavimentaciónenáreasurbanas
Protección de recursos naturales •Consumodeagua•Preservacióndeáreassilvestres•Densidadpoblacionalenáreasurbanas•Presiónsobrelosrecusoshidrícos
Instituciones y desarrollo económico
•Eficienciadelaindustriadelagua•Eficienciadelaindustriadelaenergía•Serviciosdeasesoríaambiental•Gestióndeemergencias
Habitabilidad (parques, recreación y diversidad)
•Sistemademanejodeaguasresiduales•Serviciodeagua•Parquesyáreasrecreativaspercápita•Mortalidadinfantil
Fuente: Elaboración propia.
Informe del estado de la frontera 163
Conclusión: retos futuros para la sustentabilidad
El análisis realizado en este tercer capítulo proporciona lo que consideramos una
prudente propuesta para atender los retos de sustentabilidad en la región. A
continuación, exponemos brevemente algunas recomendaciones importantes:
1. Resulta imperativo que ambos países lleguen a un entendimiento sobre la
importancia de la sustentabilidad de la región como parte de su búsqueda
por promover la competitividad y la seguridad conjunta. Mientras estos tres
objetivos se consideran indivisibles, las políticas establecidas por parte de
los gobiernos federales no reflejan que se les conceda la misma importancia.
Además, la protección ambiental parece seguir concibiéndose como una con-
cesión o un acto de buena voluntad, en lugar de verla a través de un enfoque
orientado a la mejora ambiental, como parte integral de la búsqueda de pros-
peridad y seguridad en la región.
2. En este sentido, las políticas y los programas orientados al mejoramiento de
la sustentabilidad, particularmente los de los estados y los gobiernos locales,
necesitan configurarse con mayor visión estratégica y holística y ser menos
reactivos. Fiel a la visión o a lo expresado por los encargados de la toma de
decisiones cuando se redactó el documento del Plan Indicativo en 2009, la
conservación del agua debe ser vista como parte de una estrategia general
para reducir la dependencia y la energía requerida para importar agua de cuen-
cas externas y establecer caudales ecológicos para el mejoramiento de los
ecosistemas. Los estados y municipios también deben fortalecer su habilidad
para moni torear y reforzar el cumplimiento de las leyes ambientales.
3. Las agencias ambientales federales y estatales no pueden darse el lujo de
permanecer en silencio sobre los impactos evidentes que tendrá el muro
fronterizo en los ecosistemas sensibles y las especies en extinción. Las actua-
les medidas de seguridad serán muy costosas a menos que exista un con-
trapeso mediante la aplicación de políticas proactivas orientadas a mitigar
los impactos ambientales.
164 El estado de la sustentabilidad
4. Los acuerdos bilaterales sobre agua entre México y Estados Unidos están
dando un giro. A finales de 2012, ambos países firmaron el Acta 319, una recien-
te modificación al Tratado Internacional de Límites de Aguas de 1944, que incor-
pora los mercados de agua comunes, mecanismos de intercambio de agua
y la creación de caudales ecológicos para el Río Colorado. El acuerdo se logra
mientras se acumulan datos sobre el futuro del suministro de agua en América
del Norte frente a la variabilidad climática y los efectos del cambio climático.
5. Los actores interesados en la región fronteriza México-Estados Unidos han
fracasado en su objetivo de realizar algo con los enormes potenciales de la
región para generar energía renovable. El nivel de avance científico, el desarro-
llo económico, los rasgos complementarios dada la yuxtaposición de estas dos
naciones, junto con la riqueza en luz solar de los desiertos y de las ciudades
asentadas en zonas desérticas, convertirían a la región en un líder mundial en
el desarrollo de energía solar y otras modalidades renovables. Si América
del Norte busca ser un actor competitivo y sustentable de calidad mundial,
no puede ignorar este “mandato natural”.
Notas
1 Border Governors Conference, “Strategic Guidelines for the Competitive and Sustainable Development of the U.S.-Mexico Transborder Region”, Washington, D.C., El Colegio de la Frontera Norte-Mexico Institute-Woodrow Wilson Center for Scholars, 2009.
2 El nombre formal es Convenio sobre Cooperación para la Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en la Zona Fronteriza y fue firmado en La Paz, B.C.S., México, el 14 de agosto de 1983.
3 Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza, 2008.
4 Plan Integral Ambiental Fronterizo (1988), Frontera xxi (1994), Frontera 2012 (2003) y Frontera 2020 (2012).
5 Ana Córdova y Carlos A. de la Parra, “Transboundary Conservation between the United States and Mexico: New Institutions or a New Collaboration?”, Conservation of Shared Environment: Learning from the United States and Mexico (Tucson: University of Arizona Press, 2009).
6 Encuesta realizada para el Plan Indicativo para el Desarrollo Competitivo y Sustentable de la Región Transfronteriza México-Estados Unidos.
Informe del estado de la frontera 165
7 Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente de 1988, Diario Oficial de la Federación (2012).
8 Córdova y De la Parra, “Transboundary Conservation…”.
9 Stephen Mumme, Appropriating Groundwater Beneath the U.S. Mexico Border: Obstacles and Alternatives (La Jolla, Calif.: ucsd Center for US Mexican Studies, UC Press, 1988).
10 Roberto Sánchez, “Manejo transfronterizo de residuos tóxicos y peligrosos: una amenaza para países del tercer mundo”, Frontera Norte 2, no. 3 (enero-junio de 1990): 91-113.
11 El Comité Coordinador de la Frontera (fcc, por sus siglas en inglés) está integrado por la Oficina de Asuntos Indígenas, la Oficina para el Manejo de Tierras, la Oficina de Minas, la Oficina de Reclamación, el Servicio de Manejo de Minerales, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre y la Encuesta Geológica de Estados Unidos. Para mayor información, véase <http://www.cerc.usgs.gov/fcc/docs/goals.pdf>.
12 D. Rick van Schoik, “A Verification and Meta-Analysis of Past Border Environmental Infras-tructure Needs Assessments, The U.S.-Mexican Border Environment: Now and in 2020”, scerp Monograph 3 (2002).
13 R.E.H. Sims et al., “Energy Supply”, en Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of Working Group III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change (2007).
14 Duncan Wood et al., Wind Energy Potential in Mexico’s Northern Border States ( Washington, D. C.: Woodrow Wilson International Center for Scholars, 2012).
15 Hugo Riemann, “Ecological Risks Involved in the Construction of the Border Fence”, en A Ba-rrier to Our Shared Environment: The Border Fence between the United States and Mexico (México: El Colegio de la Frontera Norte, 2007).
16 Roberto Sánchez, “Binational Cooperation and the Environment at the U.S.-Mexico Border”, en A Mexican Perspective, in Trans-boundary Environmental Management Issues Facing Mexico and the United States (Boston: Kluwer Academic, 2002).
17 De manera independiente, Ensenada, Mexicali, Tecate y Tijuana cuentan con comisiones estatales de servicios públicos de agua.
18 Margarito Quintero-Núñez et al., “Issues Related to Air Quality and Health in the California-Baja California Region”, U.S. Mexican Border Environment: Binational Air Quality Manage-ment (2006).
19 Gabriela Muñoz-Meléndez, Margarito Quintero-Núñez y Ross Pumfrey, “Air Quality at the U.S.-Mexico Border Current State and Future Considerations towards Sustainability”, The U.S. Mexico Border Environment: Progress and Challenges for Sustainability (2012) scerp Monographic Series, no. 16.
20 Sánchez, “Manejo transfronterizo de residuos…”, 91-92.
166 El estado de la sustentabilidad
21 Elizabeth Rozenthal, “Report Faults U.S. of Mexican Battery Recycles”, The New York Times, 9 de febrero de 2013.
22 “Final Report. Project Title: Flows and Regional Risk Assessment of Transporting Hazar-dous Waste in the U.S.-Mexico Border Region”. scerp Project Number: HW95-1, investiga-dor principal: Suleiman A. Ashur.
23 epa-Semarnat, State of the Border Region. Border 2012: U.S.-Mexico Environmental Program Indicators Report 2005 (2006).
24 epa-Semarnat, Border 2012: U.S.-Mexico Environmental Program: State of the Border Re-gion. Indicators Report 2010/Situación de la región fronteriza, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2011.
Informe del estado de la frontera 167
CONCLUSIONESAndrew Selee
En la región transfronteriza entre México y Estados Unidos viven millones de per-
sonas, pero su importancia para ambas economías va más allá del tamaño y la
can tidad de población. Esa región se ha convertido no sólo en un área de producción
económica conjunta, sino que miles de millones de dólares y bienes la atraviesan,
conectando a los dos países en uno de los corredores más intensamente usados
y más dinámicos en lo que a generación de riquezas económicas se refiere. Christo-
pher Wilson descubrió que aproximadamente seis millones de empleos en Esta-
dos Unidos dependen del comercio con México, y esto es aplicable no sólo a
Texas, Nuevo México, Arizona y California, sino también a Michigan, Nebraska,
Illinois, Indiana, New Hampshire, Tennessee y para casi cada estado de la Unión
Americana.1 El impacto económico es aún mayor para México.
Los retos que enfrentan ambos países respecto de la seguridad también se acentúan
en esta región. En la última década, México ha tenido un incremento de la violencia
vinculada con el crimen organizado, en la medida en que los grupos criminales se
disputan el acceso a la frontera para introducir narcóticos ilegales en el país vecino
del norte, con miras a obtener grandes ganancias con las ventas a los consumido-
res estadunidenses, además de volver a México a través de la frontera con armas de
compleja factura y municiones. Aunque en la década pasada la violencia disminuyó
ligeramen te del lado estadunidense,2 las autoridades de ese país han reconocido su
corresponsabilidad en la situación de México y se preocupan por cómo proteger la
fron tera común de las amenazas de los grupos terroristas de otras partes del mundo.3
168 Conclusiones
Por su parte, las comunidades fronterizas asumen sus retos en el manejo de los
recursos naturales, pues los ecosistemas, que cruzan los límites internacionales
independientemente de las jurisdicciones legales, requieren de una solución con -
junta. Aspectos de la calidad de vida, que van desde la atención a la salud, la
educación o la cultura, a menudo sobrepasan los límites formales que separan a los
países. La manera como se atiendan estas cuestiones —sea la gestión del agua,
el tratamiento de la contaminación o la educación de la próxima generación de
residentes fronterizos— tendrá un enorme impacto, incluso más allá de la región
fronteriza.
Como señala Francisco Lara, la frontera es extremadamente diversa. Incluso la
definición de región fronteriza es objeto de múltiples interpretaciones. Para fines
prácticos, la región es algo más que las
comunidades que se encuentran a lo
lar go del límite internacional: es el área
geo gráfica vinculada por cadenas de su-
ministro, turismo trans fronterizo, comer-
cio y densas redes fa mi liares. En muchos
sentidos, Los Ángeles, San Antonio y
Mon terrey, por ejem plo, son tanto o más
parte de la región fronteriza que muchas
otras ciudades o comunidades ubicadas
en la propia frontera. Estas comunidades
divergen enormemente en desarrollo eco -
nómico, herencia cultural e historias re-
gionales. Por tanto, pareciera no haber
similitudes entre San Diego, California,
y Douglas, Arizona, o entre Tijuana, Baja
California, y Ciudad Acuña, Coahuila; sin
embargo, la línea internacional que di-
vide a México y Estados Unidos impo-
ne a las ciudades fronterizas algunas
características comunes, pero también
El mayor de los desafíos es cómo hacer coincidir la creatividad inherente y la habilidad para resolver problemas de las comunidades locales que día a día se relacionan, como parte de un complejo sistema regional, con la realidad de una frontera internacional que impone diferentes sistemas legales, instituciones y leyes, y que requiere que el proceso de toma de decisiones pase por Washington y la ciudad de México, respectivamente.
Informe del estado de la frontera 169
retos compartidos. El más grande de estos desafíos es hacer coincidir la creativi-
dad inherente y la habilidad para resolver problemas de las comunidades locales que
día a día se relacionan, como parte de un complejo sistema regional, con la reali dad
de una frontera internacional que impone diferentes sistemas legales, institu cio nes
y leyes, y que requiere que el proceso de toma de decisiones pase por Washing ton y
la ciudad de México, respectivamente.
En este informe hemos detallado tanto
las dificultades, como las oportunida-
des con las que lidian las comunidades
fronterizas y hemos propuesto una se-
rie de recomendaciones que creemos
pueden contribuir a mejorar el futuro
de ambos países. En muchos casos, los
residentes fronterizos toman las riendas
y resuelven sus problemas locales,4 pero
la naturaleza internacional de la frontera
requiere que quienes toman decisiones
en las capitales de ambos países apoyen
y faciliten estos procesos.
Uno de los grandes desafíos es cómo
lograr el mayor impacto económico para
los dos países desde la región fronteriza, al tiempo que se mejoran los estándares
de calidad de vida en la región procurando que sirvan a las economías nacionales
en su conjunto. Erik Lee y Christopher Wilson señalan que incluso con inversiones
modestas en la infraestructura fronteriza y esfuerzos creativos para administrar los
puertos de entrada de una manera más eficiente podrían producirse ganancias eco-
nómicas sustantivas, tanto para la región fronteriza, como para las economías de
ambas naciones. Los actuales intentos por desarrollar planes maestros de inversión
en infraestructura en los cuatro sectores a lo largo de la frontera, tomando como
ejemplo el exitoso caso de California y Baja California, constituyen un buen punto de
partida y crearían sinergias entre autoridades locales, estatales y federales, así
como entre el sector público y el privado. Las inversiones en varios puertos de
Uno de los grandes desafíos es cómo lograr el mayor
impacto económico para los dos países desde la región
fronteriza, al tiempo que se mejoran los estándares
de calidad de vida en la región, procurando que sirvan
a las economías nacionales en su conjunto.
170 Conclusiones
entrada han resultado muy útiles, y aunque muchos de estos proyectos aún es-
tán en proceso y hay pocas alianzas público-privadas, encontramos que puede
haber muchas nuevas maneras de aprovechar las sinergias entre los intereses
económicos y el bien público para mejorar la infraestructura fronteriza.
Una de las posibilidades más interesantes de mejorar el cruce en la frontera y
estimular el intercambio económico reside en los enfoques creativos de gestión
del riesgo, que también ayudan a mejorar la seguridad en la zona. La ampliación de
los programas de viajeros confiables tanto para automóviles como para el trans-
porte de carga ha contribuido a que los tramos más riesgosos sean controlados por
medio de las revisiones de antecedentes y puntos de control. El uso de nuevas
tecnologías posibilita avanzar en la preinspección en algunos puntos fronterizos,
liberando los embarques antes de que lleguen a la frontera y permiten darle se-
guimiento en el camino, para así descongestionar los puertos de entrada. Mientras
que en Estados Unidos (y en menor medida en México) se ha puesto mucha aten-
ción en invertir en el personal de los puertos de entrada, existen buenas razones
para creer que dar mayor atención a los puertos mismos sería muy provechoso para
los fines de seguridad —véase lo que se expone a continuación—, como para el
crecimiento de las economías de ambos países.
La cooperación en seguridad es otro de los retos de esta región. Desde la óptica
de las propias comunidades fronterizas, este desafío consiste en promover la
seguridad pública, enfrentar el crimen violento y el asalto a las propiedades, pero
también, especialmente del lado mexicano, en profesionalizar la policía, a los jue-
ces y los tribunales. Desde el punto de vista de quienes están lejos de la frontera,
el desafío se relaciona con la restricción de las operaciones de los grupos del
crimen organizado que usan las fronteras para el tráfico ilícito de narcóticos, armas,
dinero y la trata de personas, así como de grupos extrahemisféricos que aprove-
charían estas rutas de contrabando para cometer actos terroristas.
De este modo, tanto los retos de la seguridad pública local que enfrentan las co-
munidades, como las preocupaciones de la seguridad nacional por el crimen orga-
nizado, están interrelacionados y requieren de nuevas formas de cooperación
transfronteriza. El intercambio de inteligencia entre los gobiernos nacionales en
Informe del estado de la frontera 171
ambos países sobre los movimientos de las organizaciones delictivas ha conduci-
do a diversos arrestos de criminales de alto perfil y a la fragmentación de varios de
estos grupos, y la cooperación cotidiana entre oficiales de policía y jueces en los es-
tados fronterizos va en aumento, a la par de los esfuerzos nacionales. Estas inte-
racciones tienen lugar, a veces, a través de canales oficiales que han mejorado con
el tiempo y han llevado a que agentes de Estados Unidos y México vayan a laborar
a instituciones de intercambio de información del país vecino. Esta cooperación
también tiene lugar a través de relaciones informales que permiten a jueces y po-
licías compartir información rápidamente, sin pasar por los canales de notificación
internacional de las capitales nacionales, que con frecuencia son lentos. Esto es
particularmente cierto entre las agencias municipales y estatales que han desa-
rrollado sus redes informales y protocolos para compartir de inmediato informa-
ción sensible para prevenir y resolver delitos.
Eric Olson y Erik Lee señalan que no sólo se necesita mayor colaboración en la
frontera, sino que también es necesario extender algunos esfuerzos de aplicación
de la ley más allá de aquélla. Aunque las inspecciones fronterizas ejercen un efec-
to de disuasión del contrabando en un nivel primario, no se ha avanzado mucho en
las incautaciones de cocaína, heroína y metanfetaminas, que representan una
enorme fuente de ganancia para el crimen organizado.5 Lo mismo pasa con el control
de armas y dinero ilegal que entra a territorio mexicano y que se ha convertido en
un factor del incremento de la violencia en México. Estas valiosas mercancías son
traficadas principalmente a través de los puertos de entrada, donde, comparati-
vamente, se ha invertido menos en la dotación de personal, tecnología y segmen-
tación del riesgo, y más en el personal e infraestructura para el control de los tramos
entre los puertos utilizados para el tráfico ilegal de migrantes y mariguana. En el
futuro, los esfuerzos por frenar el flujo de drogas, armas o dinero en efectivo no de-
berían enfocarse exclusivamente en la frontera. La inversión en los puertos fron-
terizos ha de combinarse con actividades de inteligencia cuyos alcances traspasen
la frontera, a fin de que las agencias del orden público identifiquen y desmantelen las
operaciones de tráfico en su punto de origen.
Del lado mexicano, sigue siendo un reto considerable la renovación de las insti tu-
cio nes de justicia penal. En cuanto a la reforma judicial, ha habido avances positivos
172 Conclusiones
en Chihuahua, Baja California y Nuevo León, que deberían volver más transpa-
rentes y eficientes a los tribunales, así como propiciar cambios en los tra bajos
policiales y de las fiscalías; no obstante, los trabajos aún se hallan en una etapa
temprana. También es evidente cuánto se ha invertido en reformar los cuerpos
policiacos en esos estados, lo que parece arrojar resultados. En estas entidades
el crimen ha disminuido,6 particularmente en Baja California y Chi huahua. Si bien
estos cambios institucionales aún son insuficientes, tienen que ver con la dismi-
nución en las tasas de criminalidad, aunque también han tenido un papel impor-
tante la cooperación entre autoridades locales, estatales y federales, así como el
intercambio de inte li gencia a través de
la frontera. Cabe señalar que los esfuer-
zos transfronterizos para profesionalizar
el sistema de justicia criminal —desde
la policía de las calles hasta los fiscales,
jueces y las prisiones— siguen siendo
una gran área de oportunidad en el apren-
dizaje mutuo y la cooperación.
Por otro lado, el manejo de los recursos
naturales destaca como otro de los gran-
des retos de la cooperación transfron-
teriza. Los recientes acuerdos entre
ambos gobiernos para administrar con-
juntamente el área del Big Bend (2011)
y actualizar la gestión binacional de la
cuenca del Río Colorado (2012) son es-
fuerzos representativos del desarrollo
de estrategias de gestión colaborativas
en materia de recursos naturales com-
partidos. Como se vio en el cuarto capítu-
lo, hasta la fecha, en los esfuerzos relativos al manejo del agua es donde se ha
visto mayor participación institucional, comparados con otros temas relaciona -
dos. La existencia del Banco de Desarrollo de América del Norte y la Co misión de
En el futuro, los esfuerzos por frenar el flujo de drogas, armas o dinero en efectivo no deberán enfocarse exclusivamente en la frontera. La inversión en los puertos fronterizos ha de combinarse con actividades de inteligencia cuyos alcances lleguen más allá de la frontera, con el fin de que las agencias del orden público identifiquen y desmantelen las operaciones de tráfico en su punto de origen.
Informe del estado de la frontera 173
Cooperación Ecológica Fronteriza provee
experiencia técnica y financiamiento
real que pueden invertirse en la mejora
de la gestión ambiental de las comuni-
dades fronterizas: sin embargo, como
señalan Rick van Schoik y Carlos de la
Parra, existe una necesidad urgente de
construir a partir de estos esfuerzos exis -
tentes y de promover nuevas formas de
gestionar los escasos recursos. Algunos
de los retos, como la conservación del
agua, también requieren de medidas
unilaterales en cada país, a fin de cam-
biar prácticas.
Una gran oportunidad en la región fron-
teriza es el aprovechamiento de fuentes
de energía renovables que beneficiarían
a las comunidades en ambos lados. Va-
rios municipios en México presentan
condiciones óptimas para producir ener -
gía solar y eólica (incluso biocombusti-
bles), lo cual ayudaría a reducir el precio de la electricidad en México y, en ciertos
estados de la Unión Americana, a cumplir nuevos estándares por incluir fuentes
renovables en la generación de electricidad. Hasta el momento, estos esfuerzos
han sido obstaculizados por la falta de integración de la red eléctrica, así como por
temas regulatorios vinculados con la trans misión transfronteriza.7
Finalmente, las comunidades fronterizas enfrentan múltiples desafíos —y opor tu-
nidades reales— en su búsqueda por mejorar la calidad de vida. Esto incluye desde
la mejora de la calidad de la educación hasta la construcción de sistemas efectivos
de atención médica para promover una rica vida cultural. Pese a que rebasa el
alcance de este informe, vale la pena subrayar que la región fronteriza es sede de
innumerables experimentos para lograr, de manera creativa, reducir las brechas
Hasta la fecha, es en los esfuerzos relativos
al manejo del agua donde se ha visto mayor
participación institucional, comparados con otros temas
de la relación. La existencia del Banco de Desarrollo de
América del Norte y la Comisión de Cooperación
Ecológica Fronteriza provee experiencia técnica y financia-
miento real que pueden invertirse en la mejora de la
gestión ambiental de las comunidades fronterizas.
174 Conclusiones
entre ambos países en la resolución de los problemas y para mejorar la calidad de
vida en ambos lados. Vivir cerca de una frontera internacional con frecuencia com-
plica afrontar problemas cotidianos, por lo que es difícil contar con respuestas
consistentes en las comunidades que se encuentran de uno y otro lado, pero ello
también genera oportunidades para una cooperación creativa y un intercambio útil
de ideas. En dos trabajos previos, detallamos algunos de los más fascinantes e
innovadores esfuerzos de colaboración en estas áreas, que son fuente de inspiración
y de lecciones de cómo dos países pueden trabajar conjunta y efectivamente.8
Muchos de estos desafíos que enfrentan las comunidades fronterizas no difieren
tanto de los que otros países afrontan: cómo mejorar la policía, proteger el am-
biente, al tiempo que se genera innovación y crecimiento. La frontera, sin embargo,
impone limitaciones y crea una necesidad de pensamiento colaborativo en mu-
chos de estos temas. Reunir a los actores interesados en la frontera con el gobier-
no federal en ambos países —y entre éstos— es esencial para mejorar el futuro
de la región, bastantes beneficios sin duda repercutirán en la vida de los mexicanos
y de los estadunidenses más allá de la frontera, una más eficiente, que alimenta
la promesa de incentivar el crecimiento económico y de crear empleos tanto en la
región fronteriza, como en el resto de los territorios. Una seguridad pública mejo-
rada, una disminución de la actividad criminal y flujos más seguros darán calidad
y bienestar a los ciudadanos. Al mismo tiempo, un adecuado manejo de los re-
cursos naturales permitirá preservar al planeta para las generaciones futuras.
Éstos son retos que los residentes de la frontera deben enfrentar juntos, pero
también involucran al resto de los ciudadanos en los dos países.
Informe del estado de la frontera 175
Notas
1 Duncan Wood, Project Summary: Re-Energizing the Border: Renewable Energy, Green Jobs, and Border Infrastructure (Washington, D.C.: Woodrow Wilson International Center for Scholars, 2011).
2 Rick van Schoik et al., eds., Our Shared Border: Success Stories in U.S.-Mexico Collabora-tion (Tempe, Ariz.: Border Research Partnership/North American Center for Transborder Studies, 2012); Robert Donnelly, Our Shared Border: Success Stories in U.S.-Mexico Colla-boration (Washington, D.C.: Border Research Partnership/Woodrow Wilson International Center for Scholars, 2012).
3 Eric L. Olson et al., eds., Shared Responsibility: U.S.-Mexico Policy Options for Confronting Organized Crime (Washington, D.C.: Woodrow Wilson Center and University of San Diego Trans-Border Institute, 2010).
4 Van Schoik et al., eds., Our Shared Border…
5 Beau Kilmer et al., “Reducing Drug Trafficking Revenues and Violence in Mexico: Would Legalizing Marijuana in California Help?”, Santa Mónica, Rand Corporation, International Programs and Drug Policy Research Center, 2010 (Occasional Paper), en <http://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/occasional_papers/2010/RAND_OP325.pdf>.
6 Cory Molzahn et al., Drug Violence in Mexico: Data and Analysis Through 2012 (San Diego, Calif.: Trans-Border Institute, 2013).
7 Wood, Project Summary….
8 Rick van Schoik et al., eds., Our Shared Border…
Informe del estado de la frontera 177
SOBRE LOS AUTORES
Francisco Lara-Valencia es profesor asociado de la Escuela de Estudios Trans-
fronterizos y participante en el programa Southwest Borderland Scholars de la Uni -
ver sidad Estatal de Arizona (asu). También es catedrático del Centro de Estudios
Transfronterizos de América del Norte (cetan) y de la Escuela de Ciencias Geográ-
ficas y Urbanismo de asu. Tiene un doctorado en Planeación Urbana por la Univer-
sidad de Michigan y realizó estu dios de posgrado y de licenciatura en México. Ha
impartido conferencias y cursos en México y Estados Unidos sobre planeación del
uso del suelo urbano, economía urbana, planeación del medio ambiente y métodos
de in vestigación para planificadores. Las principales áreas de interés en cuanto a
inves tigación para Lara-Valencia incluyen la vulnerabilidad socioambiental, la salud
urbana, el desarrollo regional, la planeación binacional y el papel de las redes co mu-
nitarias en el desarrollo sustentable. En materia de políticas públicas, sus áreas de
investigación se centran en temas relacionados con la equidad y eficien cia de las
polí ticas públicas y la planeación a lo largo de la frontera de México-Estados Unidos.
Erik Lee es director ejecutivo de la Asociación de Investigación sobre América del
Norte (North American Research Partership, narp) y es tanto coeditor como autor
de la presente obra, así como de Realizing the Strategic National Value of Our
Trade, Tourism and Ports of Entry with Mexico (2013), de Latino Politics and Arizona’s
Immigration Law SB 1070 (2013) y de The U.S.-Mexican Border Environment: Pro-
gress and Challenges for Sustainability (2012). Fungió como editor a cargo del North
America Next: A Report to President Obama on Building Sustainable Security and
178 Sobre los autores
Competitiveness (2012). Tiene maestría en Estudios Latinoamericanos por la Uni-
versidad de California, en San Diego, y una licenciatura por la Universidad de Arizo-
na. Su trabajo y comentarios han aparecido en diversos medios de comunicación,
incluyendo la Associated Press, el New York Times, The Economist, Fronteras, A
Changing America Desk (radio pública), el Arizona Republic, el San Diego Union
Tribune y El Paso Times.
Eric L. Olson es subdirector del Programa de América Latina del Centro Woo-
drow Wilson para Académicos con sede en Washington, D.C. Ha inves tigado y es-
crito principalmente sobre temas de seguridad y el impacto de la delin cuencia, el
crimen organizado y la violencia en las democracias. También, sobre la reforma de
la policía y las instituciones judiciales como medios para abordar el pro blema de la
creciente delincuencia en las Américas. Antes de colaborar con el Centro Woodrow
Wilson, de 2006 a 2007, fue el especialista principal en el Departamento de Promo-
ción de la Gobernabilidad de la oea. De 2002 a 2006 se desempeñó como director
de Defensa de las Américas en Amnistía Internacional Estados Unidos. Antes, duran-
te ocho años, fue asociado principal en la Oficina para Asuntos Latinoamericanos
en Washington, y se especializó en temas de México y política económica. Fue
director del programa en el Centro de Educación Global del Augsburg College en
Cuerna vaca, México. De 1986 a 1988 trabajó en Honduras, como especialista en de-
sa rrollo, para varias organizaciones no gubernamentales locales.
Carlos A. de la Parra es profesor e investigador del Departamento de Estudios
Urbanos y del Medio Ambiente en El Colegio de la Frontera Norte (Colef) desde
1986. Como asesor de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, desempe-
ñó un relevante papel en las negociaciones del reciente acuerdo bilateral para el
manejo del Río Colorado. De 2002 a 2004, fue delegado federal en Baja California de
la Semarnat, y ministro ambiental en la Embajada de México en Washington, D.C.,
de 2004 a 2006. Es doctor en planeación ambiental por la Universidad de Michi-
gan y tiene numerosas publicaciones sobre temas de sustentabilidad y desarrollo
en la región fronteriza de México y Estados Unidos.
Kristofer Patrón-Soberano se desempeña como economista en El Colegio de
la Frontera Norte (Colef). Se graduó de licenciatura en Economía por la Universi-
Informe del estado de la frontera 179
dad Autónoma de Sinaloa y obtuvo el grado de maestría en El Colef en 2008.
Desde entonces ha trabajado ahí desarrollando proyectos independientes sobre
la cooperación transfronteriza Estados Unidos-México. Sus estudios y publicacio-
nes se enfocan en el análisis económico de los recursos naturales marinos y de los
daños ambientales causados por la construcción del muro en la frontera.
Rick van Schoik es director de Portafolio de la Asociación de Investigación sobre
América del Norte (narp). Sus portafolios incluyen energía transfronteriza, susten-
tabilidad y la seguridad, así como su intersección. Previamente fue director del
Centro para Estudios Transfronterizos de América del Norte (nacts), de la Universi-
dad Estatal de Arizona y del Consorcio para la Investigación y Política Ambiental del
Sureste (Southwest Consortium for Environmental Research and Policy, scerp). Se
graduó de la Academia Naval de Estados Unidos y fue marino hasta su ingreso a
la Escuela de Posgraduados de la Universidad del Estado de California en San Diego.
Ha sido autor de numerosos informes, artículos y capítulos acerca de la integridad
ecológica y calidad ambiental, energía limpia y seguridad climática, así como de la
implementación de tecnologías para mejorar la seguridad y el procesamiento de los
flujos en los puertos de entrada.
Christopher E. Wilson está adscrito al Instituto México del Centro Woodrow
Wilson para Académicos, en el cual desarrolla programas e investigacio nes sobre
la integración económica regional y asuntos relacionados con la frontera entre Méxi-
co y Estados Unidos. Es autor de Working Together: Economic Ties between the
United States and Mexico (Woodrow Wilson Center, 2011) y coautor de varias
columnas de opinión del Wall Street Journal y The Dallas Morning News. Fungió
como analista de México para el Ejército de Estados Unidos y como investigador
del Centro de Estudios Norteamericanos de la American University. En México,
colaboró con la firma de consultoría internacional iqom, Inteligencia Comercial y con
alumnos estadunidenses para analizar asuntos políticos y sociales a nivel regional.
Antes de incorporarse al Centro Woodrow Wilson como asociado, trabajó como
asesor en el Instituto México sobre las relaciones económicas México-Estados
Unidos. Cuenta con una maestría en asuntos internacionales en la American Uni-
versity, y se especializó en política exterior de Estados Unidos y las relaciones
México-Estados Unidos.
Informe del estado de la frontera. Un análisis integral de la frontera México-Estados Unidos, de Christopher E. Wilson y Erik Lee, eds., fue editado por el Centro de Investigaciones sobre Amé rica del Norte de la unam. En su composición se usaron tipos Univers LT Std 45 Light, 65 Bold, 65 Bold Oblicue y 55 Oblicue en 8/12, 9.5/15, 11/15, 13/18, 15/22 y 20/27 puntos. La formación tipográfica la realizó María Elena Álva rez Sote-lo. La corrección de estilo estuvo a cargo de María Cristina Hernández Escobar y Hugo Espinoza y en el cuidado de la edi-ción estuvieron a cargo Teresita Cortés y Astrid Velasco.
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