la palabra narrada

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PEDRO I.FRAILE

11111111111111111111CCCCCONONONONONOCER Y VIVIR LOCER Y VIVIR LOCER Y VIVIR LOCER Y VIVIR LOCER Y VIVIR LA BIBLIAA BIBLIAA BIBLIAA BIBLIAA BIBLIA

Todos hemos escuchado alguna vez que la Biblia es la «historia de lasalvación de Dios a su pueblo». Si la Biblia es historia...¿debemos leerlaal pie de la letra o hay que interpretarla? ¿por qué interesarnos por lahistoria de un pueblo antiguo ajeno a nosotros? Responderemos dicien-do que no se trata de cualquier historia, sino la de Israel, el AntiguoPueblo de Dios, pero entonces ¿cómo entender las guerras que se hacíanen nombre de Dios o cómo interpretar textos que parecen anticristianospor su contenido violento?. Es verdad que nos sentimos lejanos a mu-chas de las historias que podemos leer en la Sagrada Escritura, pero siaprendemos a leerlas, veremos cómo el pueblo de Israel hizo su caminocon Dios. Abrahám es modelo de obediencia a Dios; el pueblo en el de-sierto es testigo de la obstinación del corazón humano; David peca gra-vemente y vuelve su mirada al Dios de Israel; el exilio es humillación y ala vez recuperación de su identidad. Todo leído con los ojos de la fe.Nunca pensaron que hacían su historia con sus propias fuerzas, sinoque descubrían las llamadas de Dios, sus silencios, sus intervenciones.Es la historia de la salvación de Dios.

La Palabra narrada1. Historia y narración hist órica

La Palabra narrada1. Historia y narración hist órica

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11111. La his. La his. La his. La his. La histttttorororororia ria ria ria ria recorecorecorecorecorrrrrre te te te te todaodaodaodaodala Biblia.la Biblia.la Biblia.la Biblia.la Biblia.

La historia en la Biblia no es un ele-mento transversal sino troncal. Inclusolos no creyentes o los que se muevenpor motivaciones puramente científi-cas o culturales aceptan que la Bibliaencierra una buena parte de la histo-ria de la humanidad que nos puedeservir para interpretarnos a nosotrosmismos, nuestra cultura y nuestrasraíces más o menos lejanas.

Biblia: hisBiblia: hisBiblia: hisBiblia: hisBiblia: histttttorororororia, naria, naria, naria, naria, narrrrrraciónaciónaciónaciónacióny poesía.y poesía.y poesía.y poesía.y poesía.

La primera dificultad para situar ala Biblia en el campo de la historia esde carácter literario. Cuando la toma-mos en nuestras manos encontramospoemas (los Salmos, el Cantar), re-flexiones sobre el sentido de la vida(Qohelet), colecciones de refranes(Proverbios), leyes (códigos legislati-vos), oráculos proféticos y, por supues-to, largas y hermosas narraciones his-tóricas. Si nos fijamos en la distribu-ción temática del Antiguo Testamen-to, podemos hablar de «libros históri-cos», «libros sapienciales» y «libros pro-féticos». Los libros históricos abarca-rían el Pentateuco, Josué, Jueces, 1-2Samuel, 1-2 Reyes, 1-2 Crónicas, Es-dras, Nehemías y 1-2 Macabeos. Todos

UUUUUna hisna hisna hisna hisna histttttorororororia intia intia intia intia interererererprprprprpreeeeetttttadaadaadaadaaday conty conty conty conty conteeeeextualizada.xtualizada.xtualizada.xtualizada.xtualizada.

¿Cómo leer un texto? Si decimosque en los libros históricos hay narra-ciones cuya finalidad es poner por es-crito los recuerdos del pueblo, sus orí-genes, sus epopeyas y sus héroes, nues-tra afirmación responde a la realidad.Ahora bien ¿podemos decir que debe-mos leerlo como una «historia» talcomo lo entendemos hoy? Más en con-creto, ¿podemos leer los primeros ca-pítulos del Génesis como textos histó-ricos o son más bien una reflexiónsapiencial sobre los orígenes del mun-do, del ser humano, del bien y del malleídos con los ojos de la fe?

Otro ejemplo: muchos creyentes secuestionan en serio cómo comprenderlos textos bélicos durísimos que apa-recen en Josué-Jueces-Samuel-Reyes.¿Podemos aceptar que «Dios es unguerrero» (Ex 15,3) o más bien hay queinterpretar este título conforme a laimagen de Dios en los pueblos anti-guos? No es menos duro el libro deNehemías cuando exige que los piado-sos judíos expulsen a sus mujeres ex-tranjeras en nombre de la pureza y dela identidad.

Este dato es cierto según los estu-dios hechos, pero ¿cómo entenderlosi la fe nos invita a ver en cada ser hu-mano un hijo de Dios y un hermanonuestro?. Sin duda alguna, en primer

recordamos la historia de los Patriar-cas, el éxodo del pueblo de Israel y suentrada en la tierra, la monarquía bajoel rey David, el destierro en Babilonia.No se puede despreciar ni echar ensaco roto todo este cúmulo de recuer-dos transmitidos en cantos y en narra-ciones; de información contrastadacon hallazgos arqueológicos o con lahistoria comparada de los pueblos ve-cinos. La Biblia contiene libros, narra-ciones y datos históricos.

¿P¿P¿P¿P¿Podemosodemosodemosodemosodemos

acepacepacepacepaceptttttar qar qar qar qar queueueueue

«Dios es un«Dios es un«Dios es un«Dios es un«Dios es un

guerguerguerguerguerrrrrrererererero»o»o»o»o»

(Ex 1(Ex 1(Ex 1(Ex 1(Ex 15,3) o5,3) o5,3) o5,3) o5,3) o

más bien hamás bien hamás bien hamás bien hamás bien hayyyyy

qqqqque intue intue intue intue interererererprprprprpreeeeetttttararararar

esesesesesttttte títuloe títuloe títuloe títuloe título

confconfconfconfconforororororme a lame a lame a lame a lame a la

imagen deimagen deimagen deimagen deimagen de

Dios en losDios en losDios en losDios en losDios en los

pueblospueblospueblospueblospueblos

antiguos?antiguos?antiguos?antiguos?antiguos?

«Los trabajosforzados»(Exodo 1,11).Mural, XVIIIdinastía, s. XVI -XIV a.C.

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Algunos prAlgunos prAlgunos prAlgunos prAlgunos problemas añadidos.oblemas añadidos.oblemas añadidos.oblemas añadidos.oblemas añadidos.Si el lector de estas líneas conoce la

Biblia, sabrá que tenemos narrada lamisma historia del pueblo en dos oca-siones. Una en el gran bloque que vadesde el Génesis hasta el segundo li-bro de los Reyes. De nuevo encontra-mos la narración repetida de la histo-ria de Israel en los dos libros de las Cró-nicas (1-2 Cro). ¿Por qué este enormeesfuerzo de volver a escribir la histo-ria del pueblo si ya estaba escrita?

Otro problema no menos impor-tante: ¿Dónde catalogar libros comoTobías, Ruth, Judith, Esther, Jonás?¿Qué valor histórico tienen cuandosabemos que los datos que aportan nocoinciden con los que nos da la histo-ria contrastada de la región en aque-llas fechas? Son hermosísimas narra-ciones didácticas, contextualizadas enuna época pasada, pero no puedenconsiderarse «libros históricos».

Por último, la información que nosproporciona la Biblia no se limita a los«libros históricos». También los «librosproféticos» nos dan abundante infor-mación sobre el pueblo de Israel y asu vez no entenderemos a los profetassi los sacamos de su contexto históri-co. También en los «libros sapiencia-les» –aunque en un grado muy infe-rior – podemos encontrar la importan-cia de la historia, como en el elogio delos antepasados del Libro del Eclesiás-

2. ¿Qué ent2. ¿Qué ent2. ¿Qué ent2. ¿Qué ent2. ¿Qué entendemos porendemos porendemos porendemos porendemos por«his«his«his«his«histttttorororororia»?ia»?ia»?ia»?ia»?

Es necesario distinguir entre «cró-nica» e «historia», entre la historiacomo «ciencia positiva» y la «narra-ción histórica».

HisHisHisHisHistttttorororororia y cria y cria y cria y cria y crónica.ónica.ónica.ónica.ónica.Son dos géneros literarios distintos.

La «crónica» de un suceso busca des-cribir con el mayor lujo de detalles unhecho o una narración continuada dehechos. Si el autor es bueno conseguiráatrapar la atención del lector y éstepondrá en funcionamiento toda suimaginación que lo recreará. Al cronis-ta se le exige que los datos sean mi-nuciosos, bien documentados y queestén contrastados.

La «historia» en su acepción moder-na tiene en común con la crónica quese le pide una atención seria al estu-dio del pasado con vistas a iluminarel presente. El autor pone todo suempeño en que el lector se haga unaidea cierta de lo que ha acontecido. Enninguno de los dos casos se permiterecrear los acontecimientos, pero lahistoria tiene criterios propios: buscaprofundizar en las causas que handado origen a esa situación. Sus análi-

lugar la Biblia como historia debe serinterpretada, no leída al pie de la le-tra como si fuera unas normas de fun-cionamiento de un aparato o una re-ceta médica. En segundo lugar la Bi-blia como historia deber ser contextua-lizada; no podemos leer un texto delos patriarcas sin darnos cuenta de quenos narran la vida de unos pueblossemitas que vivieron hace más de tresmil años en un paisaje y en unas cos-tumbres distintas a las nuestras.

tico (Eclo 44-50). Tampoco podemosolvidar que en el salterio clasifica-mos algunos poemas como «salmoshistóricos» (Sal 105).

Es necesarEs necesarEs necesarEs necesarEs necesarioioioioio

disdisdisdisdistinguir entrtinguir entrtinguir entrtinguir entrtinguir entreeeee

«cr«cr«cr«cr«crónica» eónica» eónica» eónica» eónica» e

«his«his«his«his«histttttorororororia», entria», entria», entria», entria», entreeeee

la hisla hisla hisla hisla histttttorororororiaiaiaiaia

como «cienciacomo «cienciacomo «cienciacomo «cienciacomo «ciencia

positiva» y lapositiva» y lapositiva» y lapositiva» y lapositiva» y la

«nar«nar«nar«nar«narrrrrraciónaciónaciónaciónación

hishishishishistttttórórórórórica».ica».ica».ica».ica».

Arriba-izqda.:Miniatura de laApocalipsis(19,11-21): elcaballo blanco y lagran matanza, labestia y el falsoprofeta.

Arriba-dcha.:La Palabra modelatoda la vida delcreyente que laescucha y lamedita. Miniaturadel s. XIV.

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sis provienen de estu-dios económicos, socia-les, antropológicos, reli-giosos. La historia, bienentendida, es maestrade la vida, porque des-entraña los motivos ylos motores que van lle-vando adelante la vidahumana y apunta, aun-que sea de forma intui-tiva, al futuro.

Pues bien, la Bibliano es una crónica ni una historia enel sentido que acabamos de indicar. Elautor del Génesis en ningún momen-to pretende describir la creación, nimucho menos ofrecer explicacionescientíficas que entren en debate conotras propuestas. Tampoco podemosbuscar en los libros de Samuel y Jue-ces una crónica de las campañas mili-

tares de Israel en la «con-quista de la tierra» ni unanálisis que explique lasrazones socio-económi-cas de las guerras entreel Israel naciente y lospueblos vecinos. Sin em-bargo, los textos bíbli-cos sí que nos ofrecenuna enorme cantidadde huellas que traslucendatos históricos fiables:

- Noticias de pueblosantiguos desaparecidos(Edom, Moab, filisteos)y de ciudades (Hazor,Lakis, Hesbón) que co-

nocemos por la arqueología.- Descripciones de ritos que se ilu-

minan con la historia comparada delas religiones y que nos ayudan a co-nocer mejor la fe de Israel.

- Nombres de personajes cuya signi-ficación nos ayuda a desvelar la filolo-gía (Josué =Yahveh salva).

- Personajes dibujados magistral-mente: David aparece como mercena-

HisHisHisHisHistttttorororororia y naria y naria y naria y naria y narrrrrración.ación.ación.ación.ación.El arEl arEl arEl arEl arttttte de nare de nare de nare de nare de narrrrrrararararar..... Precisamente

porque no es ni crónica ni historia enel sentido moderno, tenemos quebuscar otras aproximaciones. Una pis-ta válida nos la da la palabra narración.La narración encierra en sí mismoalgo de ambigüedad. Puede ser de he-chos reales. El narrador introduce allector/oyente en el contexto, presen-ta a los personajes, comenta, apostilla,incluso hace juicios de valor. No se li-mita a describir lo que ve, sino que in-troduce nuevos elementos que tienenque ver con el acontecimiento quequiere transmitir. Pero la narraciónpuede ser también de hechos ficticios.El escritor imagina una trama, creaunos personajes a los que asigna unospapeles, les confiere un carácter y de-sarrolla un argumento.

En estos tiempos está de moda lanovela histórica. El autor recrea de laforma más fidedigna posible el am-biente. Se documenta acerca de lascostumbres de la época en la que si-túa el relato; se ciñe a las fechas, a losreyes, a los acontecimientos políticos...Si se trata de escribir sobre un perso-naje como Claudio o Alejandro Mag-no, se documentará bien sobre su per-sonalidad. A partir de ese momentorecrea la historia y la escribe. ¿Es unafarsa? En absoluto. El lector sabe quees novela, pero sabe también que elautor recrea el ambiente y que busca

rio y jefecillo caprichoso; tambiéncomo rey ambicioso y como pecadorarrepentido.

- Tradiciones que encierran tras elenvoltorio del lenguaje preciosas infor-maciones que se pierden en la nochede los tiempos (la salida de Egipto).

- Informaciones contrastadas conotras fuentes tales como la distribu-ción del país en doce provincias porel rey Salomón o la reforma del reyJosías.

El autor delEl autor delEl autor delEl autor delEl autor del

Génesis enGénesis enGénesis enGénesis enGénesis en

ningúnningúnningúnningúnningún

momentomomentomomentomomentomomento

prprprprpreeeeetttttendeendeendeendeende

descrdescrdescrdescrdescribiribiribiribiribir lalalalala

crcrcrcrcreación...eación...eación...eación...eación...

Las dos escenasrepresentan alfaraón soñando queel río Nilo separalas siete vacasgordas de las sietevacas flacas.

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transportarlo a aquel mundo con laimaginación.

Saber intSaber intSaber intSaber intSaber interererererprprprprpreeeeetttttararararar..... En realidad nin-guna historia es neutral, ya que loshechos para que sean inteligibles de-ben ser verbalizados, y toda verbaliza-ción es una interpretación. No existemás historia que la narrada, por tan-to interpretada.

HecHecHecHecHechos qhos qhos qhos qhos que dejan huella. ue dejan huella. ue dejan huella. ue dejan huella. ue dejan huella. No todoslos acontecimientos forman parte denuestra historia personal o colectiva.Son muchos los hechos, las situacio-nes, los detalles que pasan al olvido sindejar huella en nuestra conciencia nirastro en nuestra memoria. No haymás que hechos interpretados, los hechosson históricos cuando se les interpre-ta reconociéndoles un sentido. Hayhechos que han sucedido realmentepero se olvidan porque no tuvieronsignificación. Un acontecimiento his-tórico es el que deja huella en la me-moria de una persona o de un grupo,dura en la historia porque se ha descubier-to en él un sentido.

El tiemEl tiemEl tiemEl tiemEl tiempo como rpo como rpo como rpo como rpo como reeeeevvvvveladoreladoreladoreladorelador. . . . . La tras-cendencia o intrascendencia de unacontecimiento, su alcance verdaderoen la historia de la humanidad, sólose descubre con el tiempo. La renova-ción que ha supuesto en la Iglesia elConcilio Vaticano II difícilmente se-ría percibida por Juan XXIII cuandolo convocó. Del fatídico día 11 deSeptiembre aún no alcanzamos a versus consecuencias. Sólo una debidadistancia en el tiempo nos ayuda acomprender.

La fuerLa fuerLa fuerLa fuerLa fuerza del símbolo.za del símbolo.za del símbolo.za del símbolo.za del símbolo. Algunosacontecimientos, en su origen míni-mos, tienen la facultad de convertirseen símbolo de todo un conjunto:Agustina de Aragón disparando sucañón es la heroína que ha pasado ala conciencia colectiva cuando habla-mos de los Sitios de Zaragoza. Si hace-mos referencia a Don Pelayo pensa-mos en los comienzos de la llamadaReconquista. Cada pueblo tiene susreferencias y sus héroes. Francia ponecomo símbolo a Juana de Arco en sulucha contra los ingleses y más recien-temente la toma de la Bastilla en surevolución. Italia rememora a Garibal-di y su marcha a Roma como artíficede la unidad de la patria. Gandhi consu rueca, su boicot a los productosingleses y su revolución pacífica es elpadre de la India moderna. ¿Qué difi-cultad hay para que el pueblo de Israelvea en Moisés a su libertador y en elpaso del Mar Rojo su acontecimientofundante?

ExperExperExperExperExperiencia y riencia y riencia y riencia y riencia y relatelatelatelatelato.o.o.o.o. En un iceberg,nueve partes quedan bajo el agua, ysólo una parte sale a la luz. En las na-rraciones históricas, la riqueza de la ex-periencia del pueblo es mucho mayorque el relato. A Israel no le interesatanto narrar asépticamente y con de-talle lo sucedido cuanto transmitir lovivido. El relato pretende, narrando yreviviendo experiencias del pueblo,avivar la fe de los creyentes. Interesamás descubrir su mensaje, lo que nosquiere decir, cuanto comprobar lo quedice.

VVVVVerererererdad y edad y edad y edad y edad y exxxxxactitud. actitud. actitud. actitud. actitud. Un relato eshistórico en cuanto que refleja expe-riencias vividas, aunque no podamospedir «exactitud» en los hechos quenarra. No debemos confundir «verda-dero» con «exacto». La Biblia contie-ne «inexactitudes» científicas: según laorden que da Josué al sol para que sedetenga, hay que pensar que ¡éste giraen torno a la tierra! (Jos 10,12-13).

Un acontecimientohistórico es el que deja

huella en la memoria deuna persona o de un grupo,dura en la historia porque

se ha descubierto en élun sentido.

¿Qué dif¿Qué dif¿Qué dif¿Qué dif¿Qué dificul-icul-icul-icul-icul-

tttttad haad haad haad haad hay pary pary pary pary paraaaaa

qqqqque el puebloue el puebloue el puebloue el puebloue el pueblo

de Isrde Isrde Isrde Isrde Israel vael vael vael vael veaeaeaeaea

en Moisés aen Moisés aen Moisés aen Moisés aen Moisés a

su libersu libersu libersu libersu libertttttadoradoradoradorador

y en el pasoy en el pasoy en el pasoy en el pasoy en el paso

del Mardel Mardel Mardel Mardel Mar

RRRRRojo suojo suojo suojo suojo su

acontecimientoacontecimientoacontecimientoacontecimientoacontecimiento

fundante?fundante?fundante?fundante?fundante?

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NNNNNarararararrrrrración semítica.ación semítica.ación semítica.ación semítica.ación semítica.Para entender e interpretar correc-

tamente la verdad de una narracióndebemos recurrir necesariamente a lossímbolos, a las imágenes, a la fantasía.

Asombr Asombr Asombr Asombr Asombro y pasmo.o y pasmo.o y pasmo.o y pasmo.o y pasmo. El narradorbíblico participa de la cosmovisión delhombre antiguo dispuesto al asombroy al pasmo ya que apenas conoce losfenómenos naturales. El hombre mo-derno conforme va explicando los fe-nómenos naturales va perdiendo lacapacidad de la sorpresa.

La rLa rLa rLa rLa riqiqiqiqiqueza de la fueza de la fueza de la fueza de la fueza de la fantantantantantasía.asía.asía.asía.asía. Todas lasculturas no pensamos la realidad dela misma forma. Los pueblos semitas

3. N3. N3. N3. N3. Narararararrrrrración hisación hisación hisación hisación histttttórórórórórica yica yica yica yica ycrítica de la hiscrítica de la hiscrítica de la hiscrítica de la hiscrítica de la histttttorororororia.ia.ia.ia.ia.

Tomemos como referencia un grancuadro bíblico, el de la conquista dela tierra por parte de las tribus. Nospodemos imaginar a todo el pueblo deIsrael entrando en combate y derro-tando a los pueblos que ocupan Ca-naán porque esa es la tierra queYahveh les ha prometido. El relato esrápido, colorista, con toques de realis-mo y no exento de escenas violentas(la aplicación del herem, la «ley del ex-terminio»).

Los estudiosos se enfrentan conojos críticos a estos textos. En ellos venlas narraciones del asentamiento dedistintas tribus que comparten una fey un mismo origen patriarcal; se ins-talan en tierras ocupadas por ciudades

No podemos hacer una lectura li-teral fundamentalista del relato de lacreación del ser humano y sostener,contra toda evidencia, que Dios formóal ser humano con sus dedos, mode-lando un poco de barro. La verdad delrelato que explica de forma bellísimanuestra condición de criaturas frágiles,modeladas con cariño y esmero por elmismo Dios, no puede impedirnosestar atentas a los descubrimientos dela ciencia. Estas «inexactitudes» noafectan al centro de nuestra fe en unDios que quiere revelarse a sí mismoy sus designios de salvación. La Sagra-da Escritura no pretende revelar datoscientíficos; revela la verdad de la obrasalvadora de Dios.

se han distinguido por su excepcionalfantasía (tomemos como ejemplo LasMil y una noches). Guiados por suimaginación crean un mundo in-terior mucho más rico que el ex-terior. No nos deben extrañar lasnarraciones donde domina lo fan-tástico: en una tierra pobre y ro-deada de desiertos, nos hablan ensus relatos del «Jardín del Edén»,exuberante, frondoso, fértil...

DescrDescrDescrDescrDescripción fripción fripción fripción fripción frententententente a abse a abse a abse a abse a abstrtrtrtrtracción.acción.acción.acción.acción.La cultura semítica carece del sentidode la abstracción. Nosotros, herederosde los griegos, hablamos de cosas abs-tractas: concepto de justicia, de belleza,de blancura... aunque en realidad noexisten más que en nuestra mente.Ellos se sirven por el contrario, deejemplos muy concretos. Si a nosotros–occidentales– nos preguntan quéhabía antes de que existiera el mun-do, responderíamos «nada». Un se-mita diría: «un enorme desierto»(Gn 2,4-5), porque para ellos el de-sierto es la aridez, la sequedad y nopuede germinar vida.

La SagLa SagLa SagLa SagLa Sagrrrrradaadaadaadaada

EscrEscrEscrEscrEscrituriturituriturituraaaaa

no prno prno prno prno preeeeetttttendeendeendeendeende

rrrrreeeeevvvvvelar datelar datelar datelar datelar datososososos

científcientífcientífcientífcientíficos;icos;icos;icos;icos;

rrrrreeeeevvvvvela laela laela laela laela la

vvvvverererererdad de ladad de ladad de ladad de ladad de la

obrobrobrobrobra sala sala sala sala salvvvvvadoradoradoradoradoraaaaa

de Dios.de Dios.de Dios.de Dios.de Dios.

La tradición hebreay la cristianatienen fuertesrelaciones recípro-cas. Algunosgrupos de judeo-cristianos seempeñaron enpresentar a loscreyentes unaimagen menosdeformada de latradición hebrea.

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por ejemplo, no estaba en pie cuandoentran las tribus de Israel. ¿Cómo jus-tificar el relato bíblico?

- el modelo invasión. Se trataría deuna invasión lenta de pueblos semitasseminómadas. La sedentarización yprogresiva asimilación entre dos cul-turas distintas no estuvo exenta deconflictos incluso bélicos entre lospastores hebreos y los habitantes cana-neos de las ciudades. Con el tiempola población hebrea mostraría su su-perioridad apoderándose de las ciu-dades y de la cultura cananea. Pode-mos recordar cómo Jerusalén era unaciudad cananea (antes de la conquis-ta se llamaba Jebús) hasta que la con-quistó el rey David. Este modelo estáampliamente aceptado pero tampocosoluciona todo. Muchas tribus nuncasalieron de Palestina.

- el modelo revolución. Los hebreos novienen de fuera sino que forman par-te de la población autóctona. Son unpueblo semita de rango inferior quetrabajaba como asalariados de las ciu-dades cananeas. El grupo provenien-te de Egipto (la casa de José) les anun-cia un Dios que libera a los pobres. Lanueva fe en Yahveh, Dios de los escla-vos, sirve de aglutinante y el pueblo sesubleva contra la población cananea.

sólidas con una cultura propia (loscananeos); los datos de la arqueologíano siempre coinciden con las narracio-nes bíblicas. La dificultad del temahace que se propongan tres modelos:

- el modelo conquista. Israel sale deEgipto y se apodera de Canaán. Estemodelo presenta muchísimos proble-mas. Primero: hoy se afirma que nofue «todo Israel» sino un pequeño gru-po, probablemente la Casa de José (tri-bus de Benjamín, Efraín y Manasés)la que entró en la tierra. Segundo, laarqueología no puede aceptar unaconquista violenta en ese siglo; Jericó,

VVVVVocabularocabularocabularocabularocabularioioioioioSedentarización:Sedentarización:Sedentarización:Sedentarización:Sedentarización: Se dice del asentamiento definitivo de un pueblo que con anterioridad andaba consus ganados trashumando de unos pastos a otros. El pueblo de Israel pasó de ser nómada (los patriar-cas) a sedentarizarse en una tierra (Palestina).Jebús:Jebús:Jebús:Jebús:Jebús: Antiguo nombre de la ciudad de Jerusalén, que fue conquistada por David. (2Sam)Yahveh Sebaot.Yahveh Sebaot.Yahveh Sebaot.Yahveh Sebaot.Yahveh Sebaot. Literalmente significa «Dios de los ejércitos». Título muy antiguo de una concepciónde la divinidad según la cual el mismo Dios dirigía los ejércitos de su pueblo.HeremHeremHeremHeremHerem: Palabra hebrea que significa «exterminio». Se trata de una antigua costumbre de los pueblossemitas según la cual los guerreros no podían quedarse nada del botín después de una batalla porquepertenecía a Dios. Por eso mandaban destruir todas las posesiones del derrotado y matar a los super-vivientes, animales o personas. Es lo que se conoce como la «ley del exterminio».

El gEl gEl gEl gEl grrrrrupoupoupoupoupo

prprprprprooooovvvvvenientenientenientenienteniente dee dee dee dee de

EgiptoEgiptoEgiptoEgiptoEgipto

(la casa de(la casa de(la casa de(la casa de(la casa de

José) lesJosé) lesJosé) lesJosé) lesJosé) les

anuncia unanuncia unanuncia unanuncia unanuncia un

Dios qDios qDios qDios qDios queueueueue

liberliberliberliberlibera a losa a losa a losa a losa a los

pobrpobrpobrpobrpobres.es.es.es.es.

san JuanCrisóstomocomenta las cartasde san Pablo,s. XII, BibliotecaAmbrosiana.

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Esta tercera solución presenta másproblemas de los que soluciona.

Es necesario ir más allá del texto ydescubrir su trasfondo histórico, cul-tural, religioso, literario. Así descubri-remos que Israel creía que Yahveh lesacompañaba en su lucha por la con-quista de la tierra, pero que esta fe está

unida con una concepción arcaica deun «dios guerrero», escandalosa» paranosotros. Por otra nos devuelve la pre-gunta: ¿cómo puede iluminar unanarración tan lejana nuestra vida? ¿Po-demos vernos reflejados en este Diosque saca a su pueblo de la esclavitudpara que sea un pueblo libre?

PPPPPARA UN TRABARA UN TRABARA UN TRABARA UN TRABARA UN TRABAJO EN CAJO EN CAJO EN CAJO EN CAJO EN COMÚNOMÚNOMÚNOMÚNOMÚN

11111. Descubr. Descubr. Descubr. Descubr. Descubrir la Biblia:ir la Biblia:ir la Biblia:ir la Biblia:ir la Biblia:Objetivo: Aclarar la diferencia entre crónica, historia y narración .Propuestas de diálogo:1. Alguien del grupo puede contar una fábula, otro un cuento, otro una leyenda. Se discute el valor histórico, el valor didáctico y el valor cultural de cada uno de ellos. A continuación al guien da cuenta de una historia por todos conocida del pueblo, o de la ciudad. Se discute sobre los puntos comunes y las diferencias entre unos y otros.

2. Se puede ver cómo se narra un mismo acontecimiento desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo unas bodas de oro: cómo lo narra un cronista para una publicación, el poema que lee un hijo, las palabras que dicen los esposos, la homilía que pronuncia el sacerdote, el cuento que escribe un nieto con tal motivo... Todas son todas son verdaderas y todas son distintas.

2. P2. P2. P2. P2. Pararararara ora ora ora ora orararararara) Leer la teofanía del Sinaí (Ex 3, 1-15)b) Preguntas sobre el texto- Señala los símbolos y gestos religiosos que aparecen en el texto- ¿Dios se hace presente sólo para decir quién es o tiene una misión que encomendar?- ¿Cómo reacciona Moisés ante la teofanía divina y cómo responde Dios?

c) Compartir experiencias- ¿Qué símbolos, gestos, espacios, te ayudan a rezar?- ¿Tu experiencia religiosa está abierta a lo que Dios te pueda pedir?- ¿Has sentido alguna vez el temor religioso ante Dios o el abandono confiado ante su presencia?

3. Oración:3. Oración:3. Oración:3. Oración:3. Oración:Dios, Padre bueno,Tú quieres que tu pueblote conozca en tus palabras y en tus obras.Concédenos un corazón grande para acoger tu palabra;un espíritu dócil para seguir tus caminos;unas entrañas de ternurapara reconocerte en los hermanos débiles.Que tu Hijo Jesús sea para nosotrosel camino que nos conduce a Tiy sea el evangelio agua fresca que sacie nuestra sed. Amén.

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