la prensa local: graus como referente
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La prensa local: Graus como referente
Por Antonio Angulo
En sentido tradicional, la denominación prensa local alcanza hasta la de ámbito
provincial, de tal manera que todas las editadas en este espacio territorial tienen esta
consideración, como es el caso aquí de Diario del Altoaragón. Los otros niveles se
destinan a la prensa regional o autonómica, prensa nacional o estatal y prensa
internacional. En este caso, nos referiremos al término prensa local en su acepción
terminológica y elemental, de tal forma que el estudio queda circunscrito
preferentemente a la villa de Graus, aunque para empezar me van a permitir este
pequeño desahogo preliminar a sus alrededores, a mi pueblo Ixep. (PP-1)
La característica principal de la prensa local –incluso la entendida en sentido amplio- es
su proximidad, la interrelación entre el periodista o agente informativo y el ciudadano,
con el que se crea un grado de conocimiento y hasta de complicidad. Se consigue, por
tanto, una cercanía emocional y vital en función de la inmediatez y el interés de las
informaciones.
El contenido de esta charla La prensa local: Graus como referente (PP-2) se
circunscribe especialmente a las publicaciones periódicas nacidas en Graus, así como a
muchas de las personas –seguramente con lamentables aunque no voluntarios olvidos-
que han contribuido a escribir esta historia periodística, así como sus connotaciones en
otros campos, especialmente el etnológico y cultural.
Quizás el referente más lejano de Graus en la prensa nacional se encuentre en el
número 83 del Diario de Madrid, (PP-4) publicado el 24 de marzo de 1802, donde se
refiere a las producciones naturales de España, destacando “las de carbón de piedra de
Graus” mientras que para su aparición en la aragonesa haya que esperar al número 69 de
la Gaceta de Zaragoza del martes 16 de agosto de 1808 (PP-5),en la guerra de la
Independencia, al aparecer entre los donativos y ofrecimientos recibidos para la causa
aragonesa el vecino de Graus Francisco Arnes a “desempeñar sin estipendio cualquiera
comisión que se le confiera por aquellas inmediaciones”
El protagonismo de Graus en esta confrontación bélica hispano francesa es recogido,
entre otros, en el Diario de Mallorca (PP-6) entre 1811 y 1814, al menos hasta en
nueve ocasiones y no de forma accidental o secundaria; especialmente en 1.813 cuando
empieza el hundimiento del poder francés, con protagonismo especial para los soldados
del Regimiento del Alto Aragón y sus éxitos en diversas plazas del Pirineo
Ribagorzano.
No deja de ser curiosa también la referencia a Graus en el “Diario Noticioso de la
ciudad de Sevilla” del 30 de octubre de 1822 (PP-7) en la que se informa que ”al
alcalde de Graus y al miliciano Monclús de dicho pueblo, no se duda que también los
fusilaron en Fonz”.
Entre la presencia grausina en la prensa nacional llama quizás la atención la aparecida
en el diario nacional El Católico (PP-8) cuyo número del 8 de abril de 1845 recoge de
manera muy extensa la noticia de que “esta industriosa villa se halla amenazada de una
horrorosa catástrofe, que va a destruir una gran parte de su hermosa población. Un
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peñasco de enorme magnitud que la domina (PP-9) –dice- está próximo a desprenderse
y si se verifica llenará de amargura y desconsuelo a sus habitantes.
De forma menos alarmante y más humorística se refiere a Graus el El Garbanzo (PP-
10) cuando recoge que se ha concedido a su iglesia el uso del petróleo, para apostillar a
continuación “ya se ha quemado una parte de la referida iglesia”.
En el Alto Aragón, al igual que ocurre en muchos lugares de España, la aparición de la
prensa regular va unida a la delimitación provincial de Javier de Brugos y la
implantación de “El Boletín Oficial”, cuyo número uno en Huesca (PP-11) ve la luz el
2 de julio de 1834. Su finalidad es insertar toda clase de órdenes y providencias de la
nueva administración que introduce en tres años, las provincias, los partidos judiciales y
las Diputaciones provinciales. Un cambio que en Graus tiene consecuencias al situar a
Benabarre como cabecera del distrito judicial
Una razón más de confrontación en un período –la segunda mitad del siglo XIX- que se
mueve con fuertes convulsiones políticas a nivel nacional y regional, en algunos casos
con repercusión y protagonismo específico en esta villa. (PP-12-) Así sucede en la
ocupación del pueblo por los carlistas en 1848, convirtiéndose a la causa pro Carlos V,
recogido sobre todo por el periódico El Observador.
En la segunda mitad del siglo XIX la prensa nacional se refiere a la construcción de
grandes infraestructuras que afectan a esta zona sobre todo en la carretera de Barbastro a
La Frontera (PP-13) y concretamente el tramo de Graus a Campo, recogido en cuatro
números del Diario Oficial de Avisos de Madrid en 1868 y cuyo presupuesto de
ejecución asciende a 271.135 escudos y 682 milésimas.
Graus tiene en estos tiempos una actividad comercial, social y cultural muy destacada
dentro de la comarca, (PP-14) un extenso territorio plagado de pueblos y aldeas que
viven de la agricultura y la ganadería, con esta villa como centro de todos sus servicios..
Según una guía de la provincia de Huesca, en 1908 existen en Graus 6 abogados, 16
carpinterías, 12 alpargaterías, (PP-15) 16 tiendas de comestibles, cuatro cafés y siete
herrerías dentro de un completo listado de actividades profesionales que conforman una
completa fotografía de la vida económica y comercial de la villa.
Un dinamismo comercial y una preocupación social que propicia el nacimiento de la
Protectora Mutua Gradense y poco antes la Banca local de Miguel Clavería y sobre
todo la Banca Fernández, (PP-16) creada en 1880 por José Fernández del Campo,
convertida después en Banco Ribagorza y posteriormente en Banco de Huesca.
En este proceso de modernidad Faustino Gambón abre el 13 de enero de 1892 una
imprenta, librería y encuadernación, adelantándose a otros pueblos y ciudades de mayor
censo de la geografía española. (PP-17). Una imprenta de cuyo primer trabajo quiso
dejar constancia su propietario con la impresión de una hoja alusiva a la ocasión y al
momento histórico, con invocaciones a Jesús, la Virgen Santísima de la Peña, San
Vicente Ferrer, San José de Calasanz y a sus amigos y favorecedores.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX se produce en Graus una inquietud
intelectual y cultural, consecuencia de la confluencia de una generación extraordinaria
de personas en los distintos campos que marcan sobre todo el primer tercio del siglo
XX hasta la guerra civil y, en definitiva, el devenir de esta villa en todos los ámbitos
desde el político y cultural al comercial y social.
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Mucho tiene que ver en este sentido la figura de José Salamero Martínez (1.835-
1.895), tío materno de Joaquín Costa, al que podemos considerar como el primer gran
periodista de esta villa. (PP-18) Eclesiástico, académico y escritor destaca por su vasta
producción literaria, (PP-19) y periodística, colaborando en varias revistas y fundando y
dirigiendo otras como El Espíritu Católico y La Controversia.
Ni la distancia, ni su trabajo en Madrid le impiden un permanente compromiso y
preocupación por Graus, fundando en 1.890 la primera Escuela de Artes y Oficios de
Aragón que será germen de educación y cultura entre la juventud grausina, a pesar de
su corta existencia de cinco años. (PP-20). De los doscientos alumnos que pasan por
este centro, salen las personas que animarán el rico debate intelectual, político, cultural
e informativo de los años siguientes en Graus.
Prensa entresiglos XIX y XX
Durante el XIX la prensa evoluciona y a finales de este siglo despegan las empresas de
prensa de masas como es el caso de Diario de Avisos de Zaragoza, creado en 1870,
Heraldo de Aragón, (PP-21) cuyo número 1 se publica el 20 de septiembre de 1885 y
El Noticiero en 1901 que marcan principalmente el cambio de siglo en Aragón,
mientras que en la provincia de Huesca el medio que mejor representa esta transición
es “El Diario de Huesca”, (PP-22) que se publica desde noviembre de 1875 hasta
diciembre de 1936.
En esa época aparece aquí el que puede ser considerado como precedente de la prensa
grausina, la “Gaceta de Graus”, una hoja editada en 1893 y que, bajo la denominación
de Número Unico, (PP-23) se imprime en la imprenta de Faustino Gambón. La
Gaceta de Graus recoge a modo de índice, un ambicioso programa sobre diversos
aspectos concernientes a la villa de Graus con la finalidad de “reforzar y exornar las
fiestas del Santo Cristo de aquel año con la impresión de una revista”.
Joaquín Costa Pero el inicio de la historia de la prensa en Graus precisa -además de la conjunción de
los factores mencionados, del tándem Joaquín Costa y El Ribagorzano. Una pequeña
población de una irrelevante provincia se convierte en lugar de referencia de la vida
política nacional y una pequeña gaceta de pueblo “El Ribagorzano” en su altavoz
mediático. Costa aprovecha sus páginas para hacer frente a unas políticas caciquiles,
difundidas por unos periódicos en su mayor parte defensores de intereses partidistas que
chocan con su postura, integra, tenaz y vehemente. Su relación con la prensa de la época
supone una especie de amor odio, según momentos y circunstancias
“Una turbulenta y apasionada relación”, como la describe otro grausino, el periodista y
escritor Rafael Bardají, que ha estudiado a fondo tanto las relaciones entre Costa y la
Prensa, como su alargada sombra en El Ribagorzano, en los últimos años de su vida y
tras su muerte, una cabecera que acoge, en cuatro épocas distintas, más de un siglo de la
vida de Graus y su comarca (PP-24) Además, Bardají, comisario de la exposición
organizada recientemente en el centenario de la muerte de Costa, ha tenido ocasión de
bucear en muchos otros aspectos de la dilatada obra de este polígrafo, sumándose a la
destacada nómina de expertos y estudiosos que acumula este personaje.
Aunque las urnas no le son generosas, Costa apoya los proyectos municipales de las
sucesivas alcaldías de Graus, al igual que cualquier otra actividad o empresa que se
desarrolle en esta villa, en la que cuenta siempre con un grupo de compañeros y amigos
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y con el fervor generalizado de la población, hasta su muerte el 8 de febrero de 1.911.
(PP-26) Una fecha que convierte a Graus en punto de referencia de la prensa nacional,
no solo la de ámbito político sino la de índole cultural y social.
Su muerte, como su vida, pobre y sin medios, atendido por su familia aquí en Graus
denotan la honradez, grandeza y ética de un personaje, todavía más admirable e
incomprensible en estos tiempos que nos toca vivir. Una faceta que conocemos
especialmente por su sobrino nieto, José María Auset Viñas, (PP-27) una de las
personas que se ha acercado a su vida y a su obra con mayor conocimiento y
profundidad.
La reciente celebración del centenario de la muerte de Costa, creo que ha sido para
Graus una ocasión perdida o desaprovechada para acercar su obra y archivo a los
grausinos, potenciando el que fuera su espacio vital e intelectual más prolífico, más
próximo y más querido.
EL Ribagorzano
Hasta La muerte de Costa, El Ribagorzano recorre una corta pero intensa trayectoria
de seis años y medio. Fundado por el inquieto y joven periodista Marcelino Gambón
Plana (PP-28) que ya había desarrollado la profesión informativa como corresponsal
de “El Diario de Avisos de Zaragoza” y el “Diario de Huesca” y que había realizado
diversos escarceos periodísticos, cumple con su deseo de publicar un periódico festivo
con el programa de las fiestas mayores que finalmente hace realidad en las de 1904. Una
iniciativa que cuenta con el apoyo e impulso de un Costa enfermo que acaba de retirarse
a Graus.
La primera época de El Ribagorzano se extiende hasta el 13 de septiembre de 1923,
aunque presenta en sus comienzos diversos cambios en el diseño de la cabecera, en la
periodicidad y en el formato, manteniéndose definitivamente como quincenal, de
tamaño tabloide, contando –salvo excepciones- con una extensión de cuatro páginas,
(PP-133) la última destinada a los anuncios publicitarios. Su impresión hasta el
número 14 se realiza en la imprenta Gambón de Graus, a la que retorna en el 132,
considerándose la imprenta de El Ribagorzano.
La noticia que marca la historia de El Ribagorzano es la de la muerte de Costa,
publicada en el número 166 del 20 de febrero de 1911 (PP-31), aunque tras ella sigue
vivo su influjo y presencia, manteniendo un seguimiento y hasta mitificación del que
llaman “El Maestro”. El golpe del Estado del General Primo de Rivera, el 13 de
septiembre de 1.923. (PP-32) cambia el devenir de España y en cierto modo de “El
Ribagorzano” que inicia una segunda época con el nº 350, en la que la dictadura iba a
dejar su huella. Concluye definitivamente el 26 de mayo de 1.930 con el número 397
dedicado al insigne prócer grausino Fermín Mur y Mur. (PP-33) El penúltimo había
visto la luz ocho meses antes, en septiembre de 1929, con motivo de la inauguración
del monumento a Costa “a nuestro idolatrado don Joaquín Costa” (PP-34) como reza el
titular en la primera de las ocho páginas que El Ribagorzano dedica a esta efeméride,
presidida por Primo de Rivera. Un acontecimiento recogido con diversos matices por la
prensa nacional, regional y provincial. (PP-35)
Entre los colaboradores de El Ribagorzano, incluyendo las dos etapas, destacan además
de Joaquín Costa, su hermano Tomás, A. Salamero, Dámaso Carrera, Ángel
Samblancat, José Zuzaya y Vicente Castán Gil. (PP-36). Este último, boticario de la
villa de Graus, nos ha dejado unos escritos que nos permiten conocer la vida y
características de esta población durante una larga etapa entre los siglos XIX y XX,
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desde todos los aspectos: económico, comercial, costumbrista y social; un
extraordinario documento gráfico y literario, entregado creo por sus biznietos al
Ayuntamiento de Graus, que merece ser divulgado.
El Orfeón de Graus
El retiro en Graus en 1.914 por motivos de salud –en la que fuera casa de Costa
casualmente- de un joven y afamado musicólogo catalán, Manuel Borguñó, sirve para
colocar a esta villa en la élite nacional de la música coral y en las páginas de la prensa
especializada en música y Bellas Artes con la creación del Orfeón de Graus. Sólo siete
meses después de su llegada, (PP-37) el 2 de agosto, 150 voces se presenten ante el
público grausino en el Ideal Cinema, iniciando una apretada, intensa y exitosa historia,
seguramente sin precedentes, que tiene como primer destino exterior el Teatro Principal
de Zaragoza el 19 de junio de 1915. (PP-38).
Pero el gran éxito artístico y mediático llega con su desplazamiento a Barcelona, (PP-
39) -del 10 al 17 de octubre de 1.916- y alcanza su punto culminante en su actuación
del Palau de la música, (PP-40) en el que asistentes, expertos y críticos se deshacen en
elogios sobre su actuación que inmortaliza esta fotografía. (PP-41)
Sorpresa y admiración unánime en toda la prensa desde la de información general a la
especializada –Arte Musical (PP-42) se refiere a este grupo por lo menos en nueve
ocasiones distintas- con presencia destacada en revistas como Ilustración Catalana, la
Ilustración Artística o la Ilustración española y americana.
Una epidemia de gripe frustra su gran reto, la actuación en Madrid, cerrando de forma
desgraciada una historia increíble de superación y fuerza de voluntad vivida o
respaldada por todo un pueblo.
La prensa en Graus 1900-1936
La influencia costista y la defensa de la causa aragonesa marcan en buena medida la
aparición de una serie de publicaciones en Graus, como “Patria Nueva”, “El Eco del
Esera”, “Heraldo de Ribagorza” y, sobre todo, “El Ideal de Aragón”
Pero ese gran descubrimiento de la prensa no sólo permite la publicación de impresos,
folletos o revistas de ámbito informativo convencional, (PP-45) sino todo tipo de
informaciones, a veces con fines no tan loables, como es el caso de la denominada
Gaceta Ribagorzana, editada en 1913, que se anuncia como “Periódico de saneamiento
y moralidad, que se publica solamente para desenmascarar malvados”, destinando sus
cuatro páginas de forma monográfica al supuesto malvado.
Y para que no queden dudas de su línea editorial, anuncia para su próximo número un
caso que promete, (PP-46) en el cual –dice- tendrá que intervenir el gobernador de
Huesca y también los tribunales de Justicia, pues se trata de un caso muy grave del cual
se hablará mucho y además habrá sangre”. Durante este tiempo se multiplican los
manifiestos, libelos, bandos y todo tipo de escritos de índole política, cultural y festiva
que refleja en muchos casos la denuncia de unos comportamientos caciquiles que
alcanzan no solo a la vida profesional, sino personal y familiar.
Patria Nueva
Ya en el campo estrictamente periodístico, en el año 1918 salta al ruedo Patria Nueva, un
semanario, publicado los sábados, dirigido por el secretario de la Asociación Regionalista Local,
Francisco Sánchez Garrido, con marcados aspectos aragonesistas. (47). Una pretensión que se
observa en el único número al que he tenido acceso, el 23, al dedicar su portada y parte de la
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página 2 al discurso pronunciado en Graus por José Romero Radigales, a quien el periódico
califica como “un buen regionalista a cuyo esfuerzo habrá de deber mucho el regionalismo
Altoaragonés”.
Patria Nueva nace, por tanto, como portavoz y plataforma de las inquietudes regionalistas
aragonesas que justamente tienen en Graus (PP-48) uno de sus focos principales del territorio
aragonés, gracias a un espíritu inquieto y combativo de un grupo de personas y, sobre todas, de
quien sería su presidente, el doctor José María Pérez Bufill, (PP-49), cuya firma y
protagonismo aparecen también en El Ebro y posteriormente sobre temas médico-sanitarios en
periódicos como La tierra, El Pensamiento Navarro o La Tierra aragonesa.
El escaso espacio que deja en Patria Nueva su adscripción política, lo ocupan otras secciones de
contenido local como “Diálogos grausinos”, “Romances de Ribagorza” y “Noticias breves”,
(PP-51) así como alguna colaboración, dejando la cuarta y última página a la inserción de
anuncios locales. Se publica los sábados; se imprime en Artes Gráficas Sol y Benet de Lérida, y
desaparece antes de cumplir su primer aniversario.
El Eco del Ésera
Una vida todavía más efímera tiene su sucesor El Eco del Ésera, nacido el 8 de mayo
de 1920, ya desaparecida Patria Nueva, seguramente promovido por la facción
conservadora liberal con el fin de contrarrestar los efectos de éste. (PP-52)
No abundan las firmas ni siquiera el nombre del director –indirectamente se dice que ha
sido fundado por dos gradenses- aunque existen escritos dirigidos al mismo. Priman en
la revista los contenidos político-municipales, con escasa información local y comarcal,
sustituida por escritos atemporales y genéricos, igual en prosa que en verso, destacando
entre las cabeceras de sección: (PP-54) “Plumazos”, “El que se pica” o “Los parásitos”
y entre las firmas: Benito, Un Misache o Tiberio. La última página se dedica a la
publicidad con una interesante colección de anuncios locales.
Al igual que Patria Nueva, El Eco del Esera aparece los sábados, con un tamaño similar,
de formato tabloide de cuatro páginas. (PP-55) El precio de la suscripción, con pago por
adelantado, es de 1,25 pesetas al trimestre o cinco pesetas al año, aunque su breve vida
le impidiera cumplir cualquier plazo.
Heraldo de Ribagorza Desaparecido “El Eco del Esera”, el 20 de abril de 1927 irrumpe con fuerza en el
panorama mediático grausino una nueva publicación, la tercera que comparte vida con
El Ribagorzano, “El Heraldo de Ribagorza” que se presenta como Periódico Decenal
Independiente. Organo de Ribagorza, Sobrarbe y Litera y defensor de sus
intereses (PP-56)
Un periódico fundado y dirigido por el maestro nacional Victor Sanclemente Latorre
claramente regeneracionista, que recupera muchos de los escritos de Costa y los sitúa
en primera página o en lugar destacado.
El desarrollo agrario, las comunicaciones y sobre todo los proyectos hidráulicos y la
implantación de los regadíos, aparecen como las grandes aspiraciones de este periódico,
primoriverista, (PP-57) muy combativo, en el que dejan su huella parte de la importante
nómina de colaboradores grausinos de la época como Enrique Calvera, Félix Anglada,
Angel Samblancar y Vicente Barrós
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De especial interés y calado político es la noticia publicada en el número 16, en su
primera página titulada “El Pleito de Graus”. En ella se hace eco de un editorial
publicado en La Vanguardia el 6 de octubre de 1.927, reivindicando “crear un partido
judicial nuevo con capitalidad en Graus…” (PP-59) y “que se basa –dice Heraldo de
Ribagorza- en las mismas razones en que nosotros hemos fundado nuestra demanda”. El
rotativo catalán dice que recoge estas pretensiones del periódico “La Tierra” “de
Graus”, en errónea referencia –creemos- al diario de esta cabecera editado en Huesca.
Concede especial importancia a las colaboraciones e informaciones de tipo nacional,
así como a los contenidos de corte ideológico político, lo que reduce los espacios y
secciones locales, circunscritos a “Vida social” y “Sociedad”. (PP-60). Es un periódico
de formato sábana; de cuatro páginas, la última dedicada íntegramente a los anuncios.
Se publica los días 10, 20 y 30 de cada mes, se vende a 10 céntimos y se imprime en la
editorial “Vicente Campo de Huesca” (PP-61).
Su trayectoria, más larga e influyente que sus predecesores, termina con el número 48.
Como en casi todos ellos, también en este aparece una colaboración en ribagorzano de
Vicente Barrós, quien, además de su actividad periodística, ha dejado una importante
obra personal, todavía inédita, como un Diccionario del dialecto gradense, diversos
escritos sobre Juegos y cantos infantiles de Graus, explicados y acompañados de la
solfa correspondiente, así como Pastoradas a la Peña el Morral o el Himno a Aragón,
entre otros. (PP-62) También se debe a él la fundación del Sindicato de Iniciativas,
Propaganda y Atracción de Forasteros de Graus, legando asimismo dinero para premios
escolares, entre los que se encuentra el famoso papelón que los grausinos han disfrutado
y disfrutan durante su edad escolar.
La Voz del Isábena
En febrero de 1.928, aparece una singular e interesante publicación mensual, editada
en Serraduy, La Voz del Isábena con la casi exclusiva aspiración de construir la
carretera Lascuarre-Vilaller, sin descuidar el conjunto de los intereses del Isábena (PP-
63). Una iniciativa, tan curiosa como loable, que supone la presencia de este periódico
que durante tres años dio la voz a unos pueblos y un valle prácticamente desconocido.
El Ideal de Aragón
El regreso en 1.928 a su comarca de nacimiento de Gaspar Torrente, quien muy joven
debe trasladarse de su pueblo de Campo a Barcelona, propicia que Graus, un lugar con
fuerte sustrato autonomista, sea el escenario de la aparición el 29 de junio de 1.930 de
El Ideal de Aragón, (PP-64), un periódico regionalista agrario, de influjo costista, que
trasciende las fronteras locales, convirtiéndose en referente del regionalismo de Aragón,
mas tibio y menos radical del que él se ha imbuido en Barelona. A pesar de este
enfoque ideológico, no faltan en las páginas de El Ideal informaciones específicas sobre
la villa, tanto por los eventos deportivos, culturales o festivos (PP-65), como por las
secciones fijas “Notas locales” o “Latigazos” completando su contenido un extenso
apartado dedicado a los anuncios sobre las casas, firmas y productos grausinos. (PP-
66). El periódico aglutina a un importante grupo de colaboradores y simpatizantes,
imbuidos por la causa regionalista, llevando su opinión y firma a sus páginas
especialmente su fundador y director Gaspar Torrente y Vicente Barrós , así como
Isidro Comas Macarulla y Mariano García Vilas desde Barcelona . (PP-67))
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La Redacción y administración se encuentran en la calle Mayor y se imprime en
formato tabloide, habitualmente con cuatro páginas. (PP-68) Los nueve primeros
números salen de la imprenta Corrales de Barbastro y los siguientes de la Joventut de
Lérida. A partir del número 47 traslada su sede a Barcelona hasta el número 58 con el
que finaliza esta iniciativa editorial. (PP-71). Un titular a toda plana con el interrogante
¿Va a despertar Aragón? habla de la frustración que deja en personas como Gaspar
Torrente, que posteriormente funda “Renacimiento Aragonés”, periódico quincenal de
izquierdas.
El Ebro No corre mejor suerte El Ebro, la publicación aragonesista más importante de preguerra
que el propio Torrente y Calvo Alfaro habían promovido desde Barcelona y que
desaparece definitivamente al año siguiente, el 1933, con el número 188-189 (PP-72).
Las páginas de El Ebro encuentran en esta villa uno de los escenarios más
cualificados, tanto por la frecuencia de contenidos grausinos (PP-73), como por el
abultado elenco de colaboradores locales, como son Vicente Barrós, Joaquín Español,
José María Pérez Bufill , Vicente Salinas, Angel Samblancat y José Zuzaya, junto a los
también ribagorzanos Manuel Cosialls, Miguel Blanch y el propio Gaspar Torrente.
Entre todas estas firmas destaca la de Angel Samblancat un joven e inquieto periodista
grausino, cuya actividad y obra trasciende territorial y temporalmente las fronteras
regionales y nacionales, así como la difícil coyuntura española de aquellos años,
incluida la guerra civil. (PP-74) Escritor, abogado obrero y sindicalista, además de
periodista, Samblancat Salanova, el otro león de Graus, desarrolla a lo largo de su vida
una extensa e intensa actividad en la que comparte su activa militancia política
republicana con su labor jurídica, literaria y periodística, de forma exuberante y hasta
pasional, siempre desde posiciones de izquierda. (PP-75) Atendiendo sólo a su faceta
de periodista, desarrollada en gran medida fuera de su tierra, Samblancat se multiplica
para atender simultánea o sucesivamente un gran número de publicaciones que funda,
dirige o colabora, primero en Barcelona y después en Méjico a donde emigra y en cuya
capital muere en 1963 a los 78 años de edad.
Una familia, la de Samblancat que cuenta con otros dos cualificados representantes, sus
hermanos Joaquín y Vicente, con fuerte presencia en la vida local, tanto en el mundo
del comercio, la cultura, la información y la política local. La firma de Joaquín es
frecuente en las publicaciones de signo regionalista, mientras que Vicente ostentó la
alcaldía en tiempos de la república. (PP-76).
Y, aunque son muchos más quienes pertenecen a esa generación, finalizamos con José
Zuzaya (PP-77) una persona que alargó su actividad artístico-literaria hasta la década
de los setenta, aunque gran parte de su vida la pasó en Barcelona. Tras su etapa
gradense muy activa en el aspecto cultural y político, se traslada a Barcelona durante la
guerra civil, ciudad desde la que su presencia se manifiesta en el Llibre, así como con
una producción artística de pintura y dibujos, especialmente de temas grausinos.
LAUD
Con un enfoque y pretensión distintos y con una mayor carencia de medios periodísticos
y humanos a las publicaciones aparecidas hasta ahora, el 4 de mayo de 1930 sale a la
calle LAUD (Literatura, Arte, Unión y Deporte), un periódico radical, casi unipersonal.
Lo publica Emilio Portella, futuro presidente del Comité Revolucionario local y alcalde
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de Graus por Izquierda Republicana. Junto a la cabecera aparecen los símbolos de sus
principios: la figura de Joaquín Costa y el escudo de Graus. Consta de un folio, escrito
por las dos caras y editado en la imprenta de su propiedad, La Moderna. (PP-78)
Desconozco los números publicados. Sí en cambio los que anuncia como sus principios
fundamentales: “No nazco con fines políticos ni sociales. Traigo únicamente una misión
humilde, recreativa”. .. Afirma que “no voy a combatir por intereses materiales como
los que algunos periódicos defienden, sino a procuraros un rato de entretenimiento y a
proporcionaros un espacio en mis columnas para que deis libre expansión a vuestros
pensamientos e iniciativas”…. “Réstame –concluye- tan sólo saludaros y rogaros que
me acojáis con simpatía, como si fuera algo vuestro, que es lo que pretendo”.
Papel Más datos podemos extraer de su segunda experiencia en el mundo de la prensa que se
produce en enero del año 1936, con la aparición de la revista Papel con una completa
presentación bajo su cabecera: “Hoja mensual gratuita publicada por Imprenta
Moderna. Graus. Dirigirse a Emilio Portella. Salamero 15. Teléfono 10. Graus. (PP-79)
A pié de página indica “Tiraje del presente número: 1000 ejemplares.
Su presentación no difiere excesivamente del caso anterior, descartando “…propósito ni
intención política de clase alguna…” con el deseo “que nuestra publicación pueda ser
de todos y para todos…”, solicitando en definitiva, apoyo y colaboración de todos los
entusiastas de nuestra tierra…” (PP-80)
En principios similares insiste en su segundo, desapareciendo en los siguientes esa
especie de editorial, sustituido por firmas, contenidos y titulares aparentemente
asépticos y alejados de la actualidad y el momento. Las “Notas Comarcales” (PP-81)
con informaciones breves ocupan un lugar primordial, con noticias de diverso tipo,
primando las de índole social y humano. Una serie de anuncios locales sobre productos
y servicios diversos –entre los que no falta la Imprenta Moderna- completan las dos
caras de este folio de 24 por 35 centímetros que se completa con una serie de anuncios
locales. (PP-82)
No parece atisbarse en sus páginas la inminencia del estallido de una guerra civil ni que
su promotor fuera a jugar un papel protagonista y decisivo en las dramáticas y mortales
consecuencias que acarreó para Graus tan inhumana confrontación bélica.
La Cruz
Con opuesto signo y pretensión nace en octubre de 1.932, La Cruz, una revista católica
mensual, promovida desde la parroquia de Graus por el sacerdote José Castán. (PP-83).
Entre sus pretensiones figura impulsar una publicación “de acción catequística y
católica” según le expresa al obispo al requerirle su autorización. Fija la tirada en 500
números con un presupuesto de 70 pesetas, estableciendo que el papel de las cubiertas
irá a color con gráfico de la Cruz de Constantino y al lado el edificio de la Virgen de la
Peña.
Tendrá ocho páginas de texto, (PP-84) –informa en su misiva al prelado- con formato
de pequeña revista, destinando a los anuncios la segunda, tercera y cuarta plana de
cubierta, mientras el grueso del contenido a temas catequísticos y pastorales. Aunque
manifiesta que los números se habrán de expender gratis- fija su precio de venta en
veinte céntimos y la suscripción anual en dos pesetas.
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Junto a Castán, colaboran con asiduidad en este proyecto editorial catequístico Vicente
Mielgo, Felipe Corella, Juan Aineto, así como algún seminarista o sacerdote, en una
redacción prácticamente clerical. (PP-85)
Creemos que la trayectoria de La Cruz termina con el número 35, correspondiente a
agosto de 1.935, aunque algún testigo cree que prosigue hasta julio de 1.936. Se trata
de un ejemplar extraordinario de 54 páginas dedicado a José Salamero Martínez en el
que se incrementa notablemente la nómina de colaboradores, entre ellos Vicente
Samblancat, Andrés Martínez Vargas y Tomás Castillón (PP-86). Este último ex
alcalde de Graus, distinguido con la Cruz del mérito Civil y colaborador en diversas
publicaciones como Heraldo de Ribagorza o El Noticiero de Zaragoza.
Las imprentas
Quizás sea oportuno cerrar ese ciclo con la aportación que han jugado las imprentas,
sobre todo la de Faustino Gambón, para que la prensa local haya escrito una historia
tan brillante durante esta época. Como ya he dicho ésta inicia su actividad en 1892,
ampliando el bazar denominado Nuestra Señora de la Peña. Ubicada en el Barrichós,
esquina plaza el Coreche. Su nombre va especialmente unido a El Ribagorzano. Una
actividad que la familia Gambón (PP-87) traslada posteriormente a Huesca y
Zaragoza, imprimiéndose en alguno de estos talleres varios números de “El
Batallador” y el “Periódico decenal Dios-Patria- Fueros”, y probablemente algunos del
BOP.
Posteriormente aparecen otras imprentas, como la de María Luisa, la de Francisco
Torres y la de Salamero (PP- 88 ), aunque la que recoge el testigo es La Gutemberg.
Ubicada en la calle Benasque, con comunicación con la de El Barranco, la regenta
Vicente Lacambra Egea y posteriormente su hijo Vicente Lacambra Vilas, destacando
su vinculación al Llibré donde se imprime de 1921 a 1966. De sus talleres procede
también la revista católica La Cruz, siendo la imprenta de más larga trayectoria en esta
villa que cierra sus puertas en 1.988. (PP-89) Esta fotografía con Vicente padre e hijo
más Gonzalo y Luis Lozano es representativa de este peculiar espacio con cuatro de sus
profesionales más significativos. Durante un tiempo también coincide con la imprenta
Moderna propiedad de Emilio Portella, editor de las revistas Laud y Papel como
acabamos de comentar e impresor del semanario El Eco del Esera. ( PP-90)
La prensa en la guerra
La guerra civil rompe radicalmente esta trayectoria, suponiendo un cambio y una experiencia
dramática en la vida de los españoles y una transformación que afecta a todos los ámbitos y
sectores y, por supuesto, a la prensa, situándola al servicio de la causa, que obliga a la
desaparición de algunos periódicos, la adaptación de otros a la nueva situación, surgiendo
algunos nuevos que en el lado franquista conforman la cadena del Movimiento y que en Aragón
configura Amanecer en Zaragoza, Nueva España en Huesca y Lucha en Teruel .
11
Años de dictadura
Con el final de la contienda y la victoria de Franco comienza una etapa en la que la
prensa queda sometida a una férrea censura periodística, una prensa que en su mayor
parte pertenece a la Falange o bien le es sumisa y sujeta a un total control gubernativo,
con unas sanciones expeditivas y contundentes si así lo estiman los guardianes de la
ortodoxia informativa.
En las provincias esa autoridad la representa el Gobernador Civil y Jefe provincial del
movimiento, por lo que cualquier actuación o desplazamiento es recogido con amplitud
y generosidad por la prensa, ensalzando su presencia y el contenido de la visita y más si
ésta se produce para anunciar alguna obra y, sobre todo, para inaugurarla, como puede
apreciarse en la edición (PP-91) de Nueva España del 26 de noviembre de 1972, en la
que el gobernador civil Victor Fragoso del Toro da luz verde oficial a varias obras por
un importe de más de 33 millones de pesetas.
Este tipo de noticias se cubren desde Huesca, aunque se cuenta con correponsalías en
las poblaciones más importantes que en el caso de Graus desempeña durante varios
años Francisco Castillón, persona que hereda la tradición de su padre Tomás y muy
vinculada al mundo de las tradiciones fiestas y cultura popular, una querencia que
encuentra continuidad en la tercera generación, en su hijo Tomás Castillón Mariñosa
merecido pregonero de las próximas fiestas de Graus . (PP-92) En el quehacer
periodístico de Francisco Castillón trasciende el amor al pueblo y el dominio y riqueza
del lenguaje en sus crónicas sobre la actividad municipal, fiestas, ferias, sucesos o
deportes. Son unos tiempos en que la noticia no está sometida a las urgencias e
inmediatez de la actualidad, apareciendo muchas veces varios días después de haberse
producido.
A lo largo de estos años también aparece esporádicamente en las páginas de Nueva
España la firma de Alberto Villar, principalmente comentando algún acto de
relevancia social o religiosa, así como en el Diario de Lérida del que era corresponsal.
(PP- 93). Su creación literaria se extiende a diversos escritos cortos, Pinceladas sobre
la villa como a él le gustaba decir, caracterizados por un lenguaje popular y una prosa
florida.
El Heraldo de Aragón no dispone durante este tiempo de un corresponsal informativo, aunque
sí cuenta con uno administrativo, Emilio Bruballa, quien mantiene contacto con Zaragoza,
desde donde se cubren aquellas informaciones que se consideran de interés. (PP-94). El inicio
de la página “Huesca al día” el 10 de agosto de 1.972, permite una mayor presencia del Alto
Aragón, al igual que la creación de la sección semanal “Esta Tierra nuestra” de Alfonso Zapater
en la que Graus es varias veces protagonista, como en este caso dedicada a su mercado trufero.
(PP-95)
.
Prensa Comarcal
Apenas hay durante esta época iniciativas de prensa comarcal, aunque quizás convenga
citar a dos semanarios que han celebrado ya su centenario: El uno “El Pirineo
Aragonés”, de Jaca, es el decano de la prensa regional, cuyo número 1 salió a la calle
el 23 de abril de 1.882 (PP-97). El otro, mucho más próximo geográficamente, “El
Cruzado Aragonés” nacido en 1903, adscrito al obispado de Barbastro. Aunque su
zona de incidencia es El Somontano, (PP-98) también son frecuentes las noticias de las
comarcas de Sobrarbe y Rigaborza y muy especialmente de esta población, ocupando
en muchas ocasiones un lugar preferente en su portada.
12
Etapa democrática
1.-Nacional
La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 abre un nuevo escenario político y
social con la restauración democrática ratificada con las elecciones constituyentes del
15 de junio de 1977. Se establecen consultas electorales cada cuatro años, tanto para el
gobierno español como para el municipal, a las que se añaden las elecciones
autonómicas con la creación del Estado de las Autonomías, lo que supone un cambio
sustancial en la estructura del Estado y en la administración a los ciudadanos.
Es precisamente en estos primeros años de democracia, durante el período de la
transición cuando la política y la prensa presentan su cara más plural y democrática, un
proceso que progresivamente ha ido degenerando, y en el que las dos partes han jugado
un papel protagonista, alejado de la responsabilidad, compromiso social y deontologia
profesional que corresponde a un estado democrático. Entonces era impensable que la
democracia, que tanto había costado conquistar, se iba a agotar por las exigencias de
los intereses económico-financieros y bancarios, en detrimento de los de los ciudadanos
y las clases más desfavorecidas, de las que el nuevo estado se presentaba como su
garante.
2.-Regional y provincial
Aragón no es una excepción en esta historia, ya que la prensa reproduce a nivel
autonómico y regional los parámetros nacionales, aunque creo sinceramente que se
encuentra al final de este ranquing negativo, tanto en el ámbito político y económico
como en el mediático.
En nuestra Comunidad se produce, desde 1.977 a 1.983, la desaparición de Amanecer,
El Noticiero y Aragón Exprés. (PP-100). Por el contrario el 28 de mayo de 1.982 sale
a la calle el número uno de del que es el máximo exponente de la nueva etapa
democrática El Día, que posteriormente incorpora una edición especial para Huesca
(PP-101) el 5 de marzo de 1.989, con noticia sobre Graus a cuatro columnas en su
partada. El Día deja de aparecer el 3 de noviembre de 1992. Por su parte Diario 16
publica una edición especial para Aragón desde el 30 de marzo de 1989 al 12 de
octubre de 1996. Previamente sale (PP-102) a la calle el 23 de octubre de 1990 el
Periódico de Aragón, del grupo Zeta compartiendo hasta ahora cabecera regional con
el Heraldo de Aragón
Este diario regional refuerza su presencia en Huesca el 17 de noviembre de 1992 al
añadir a su edición una separata de 16 páginas bajo la cabecera de Heraldo de Huesca.
(PP-103) A partir de ese momento se crean corresponsalías comarcales, quedando la de
Ribagorza a cargo del periodista Angel Gayúbar, incrementando especialmente la
presencia de las noticias de Graus.
Unos años antes, en abril de 1984, se privatiza el periódico provincial Nueva España,
cambiando su cabecera por Diario del Altoaragón el 28 de septiembre de 1.985. Desde
ese día, la información provincial –progresivamente incrementada- aparece bajo la
denominación de la comarca a la que pertenece. (PP-104). Sucesivamente pasan por la
corresponsalía Elías Duce, Belinda Gil, Angel Gayúbar y Ana Sánchez hasta que en el
2000 se incorpora la periodista Elena Fortuño, lo que supone un impulso notable, de tal
forma que Graus pasa a tener casi una presencia diaria en el periódico. Desde su
fundación pasa de un promedio de 20 páginas a cerca de sesenta, en gran medida
13
adscritas a contenidos de ámbito local y comarcal, siendo los habitantes de la
Ribagorza los que proporcionalmente reciben más información de todas las comarcas.
Así lo corrobora el último trabajo realizado en el Diario del Altoaragón sobre los
espacios informativos publicados por sus corresponsales durante doce meses –de julio
del pasado año a junio del presente- en donde la Ribagorza acapara 311 páginas, muy
por encima de comarcas como Sobrarbe, Monegros, La Litera y Bajo Cinca y a muy
poca distancia de Jacetania y Alto Gállego. No hace falta que les diga que estos datos
tienen una explicación añadida y, sobre todo, un nombre (PP-106) el de Elena Fortuño,
una suerte para ustedes y para el diario.
3.-Comarcal y local
Este incremento, diversidad e inmediatez de las informaciones de cada una de las
poblaciones y territorios en la prensa provincial y aún regional, limita la necesidad de
una prensa exclusiva de ámbito territorial más pequeño, de tal manera que los medios
existentes de una periodicidad semanal o mensual, se dedican en gran medida a
reproducir noticias ya publicadas y conocidas por el lector. Ello no supone su
desaparición pero sí un enfoque diferente que acumula los cambios experimentados por
el nuevo orden democrático y el proceso informativo tanto en el aspecto ideológico y
social como técnico.
El Ribagorzano (3ª época)
La primera manifestación periodística comarcal de esta etapa democrática es la de “El
Ribagorzano”, aparecido en marzo de 1.981, ya adelantada la transición y reafirmada
tras el recién frustrado golpe de estado del 23-F y en un momento que tanto la clase
política como la periodística alcanzan las más altas cotas de credibilidad, (PP-107)
profesionalidad y libertad. Una cualidad ésta sobre la que editorializa el primer número,
bajo el título de “Nuestra voz”, manifestando –dice- nuestro ineludible deseo de
libertad.”
En esta tercera época, “El Ribagorzano” aparece como “Publicación de la Asocación
de Amigos de Sobrarbe y Ribagorza” con un formato, más pequeño, tamaño folio a
cuatro columnas y dieciséis páginas de extensión con una tirada de 1500 ejemplares, de
los que 900 eran suscriptores. Se recogen así las inquietudes de un grupo de más de
treinta jóvenes (PP-108) de dos comarcas vecinas y castigadas por una problemática
común.
Los temas y problemas que van desfilando por las páginas de El Ribagorzano, se
afrontan con un espíritu crítico, tras intensos debates, resultando un proceso informativo
que conjuga los informes y reportajes de fondo (PP-109) con diversas aportaciones
concretas sobre aspectos de actualidad. Rafael Bardají y Paco García de Paso coordinan
especialmente esa especie de redacción colectiva y ambulante que, al margen de su
indudable quehacer informativo y formativo, servirá de palanca de acceso a la vida
política de algunos de sus miembros como Marcelino Iglesias, Ramón Miranda o José
Luis Sierra. Una deriva que tiene incidencia en el periódico, al perder parte de su
pluralidad y autocrítica, que pone fin a su andadura en abril de 1985, coincidiendo con
el número 50, (PP-110), incorporando un epílogo nueve meses después con un número
recopilatorio de los contenidos publicados durante más de cuatro años.
14
El Ribagorzano (4ª etapa)
No hay que esperar muchos años para que el “El Ribagorzano” vuelva a recobrar vida
y actualidad, en este caso como “Organo de la Liga Ribagorzana”. Las fiestas de
septiembre de 1997 llegan (PP-111) con un Ribagorzano con la portada en color, de
formato arrevistado, de 32 páginas, de periodicidad trimestral y con un precio de venta
de 250 pesetas. Se cumple así el sueño de un grupo de personas, pilotadas por Ricardo
Martínez Salamero, José María Auset y el doctor Francisco Salamero Raimundo, que
presidía “La Liga” desde su fundación tres años antes. Sus contenidos informativos se
extienden desde la dimensión y trayectoria histórica de la Ribagorza hasta sus
reivindicaciones y demandas más actuales. Una temática que comparte espacio con
informaciones de actualidad, reportajes, entrevistas y retratos de personajes, siempre
con el sello comarcal y un cierto influjo costista.
De manera especial está presente en dos números que marcan muy significativamente
esta época. El 26, publicado el 13 de septiembre de 2004 (PP-112) con el que El
Ribagorzano celebra un siglo de vida y en el que se recoge la historia de esta aventura
periodística. Pero el número que va a quedar como uno de sus referentes es el último
aparecido hasta ahora, correspondiente al cuarto trimestre de 2011, (PP-113) año en que
se celebra el centenario de la muerte de Costa con interesantes aportaciones -algunas
desconocidas hasta ahora- contando con una larga nómina de especialistas.
Un ejemplar, este número 48, adecuado para cerrar un ciclo histórico, expectante de
reiniciar otra andadura cuando las circunstancias lo demanden y exista un grupo de
personas con la ilusión, el esfuerzo y la entrega que una iniciativa de esta índole exige.
Unos valores que en estos tiempos cotizan a la baja y que no es bueno forzarlos si no
están debidamente asentados. Si el número 1 en 1904 aparece en un momento de
eclosión de la prensa impresa y el papel, quizás la siguiente reedición de esta cabecera
llegue ya en soporte digital, como expresión de un cambio de época o de era, y marque
el inicio de una nueva andadura virtual que sea tan fructífera como la del papel.
La prensa comarcal y local
Durante los últimos 35 años se multiplican las publicaciones de ámbito comarcal y
local, muchas de ellas producto de un periodismo amateur y del esfuerzo, vocación e
ilusión de una o varias personas que nos dejan interesantes datos de aquella actualidad
más próxima para los ciudadanos a los que se dirige. Junto a estas iniciativas, proliferan
una serie de publicaciones gratuitas, editadas y distribuidas por las instituciones, cuyo
contenido llega con el sesgo partidista del grupo que gobierna la administración en
cuestión: ya sea autonómica, provincial, comarcal o municipal. En los últimos años su
descenso es evidente, producto tanto de la crisis económica, como por la aparición de
un nuevo y universal soporte como es Internet, lo que permite una comunicación más
rápida, completa y universal.
La manifestación mas frecuente es la de los Boletines Municipales (PP- 114) –el
Ayuntamiento de Graus es uno más entre los que informan o han informado a sus
ciudadanos a través de este medio- o aquellos otros de ámbito intracomarcal o
supracomarcal (PP-115) como son los casos de la Mancomunidad de la Baja
Ribagorza, o el de la Ribagorza central, publicado bajo el título de “Turbón”, o el
Centro de Desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza con el de “CEDESOR”. (PP-116)
Compartiendo los dos soportes, el papel y la red, el Ayuntamiento de Graus edita
“Clarión”, boletín mensual de cultura que ha superado los sesenta números al que
acompaña la dirección electrónica www.espaciopirineos.com., este complejo
15
museístico, centro de cultura, investigación, divulgación y ocio, en el que nos
encontramos (PP-117).
Vinculadas al Ayuntamiento –en colaboración con otras instituciones o entidades- se
editan durante estos años varios libros, (PP-118) siete pertenecientes a la colección Lux
Ripacurtiae, dedicados al arte sacro, la escultura, indumentaria, la fiesta y personajes
ribagorzanos y “Septembris”, historia y vida cotidiana en Graus entre los siglos XI y
XV, escrita por el historiador grausino Jorge Mur Laencuentra. Asimismo es reseñable
una completa y documentada “Semblanza de Graus”, procedente de la Asociación de
Amigos de Sobrarbe y Ribagorza.
Dentro de este marco institucional, aunque en el ámbito de la docencia se publican en
Graus diversos boletines como “El Tintero”, “La Voz del Estudiante”, “Tiza libre”
o “a cep ciones” (PP-119).
Otra iniciativa grausina es la de El Boletín Informativo del Centro Deportivo
Recreativo Gradense que, con destino a sus socios, publica varios números en la
década de los noventa (PP-120)
Asimismo destacan algunos boletines adscritos a eventos, fiestas o ferias, como es el
caso de ExpoRibagorza o El Mogigangano que nos anuncia todos los años para las
fiestas la representación de “la mojiganga”. (PP-121)
Continúa fiel a su cita Finungradus, (PP-122) un Boletín informativo social, cuyo
último número publicado es el 80, correspondiente al pasado mes de abril. Editado por
el Club Filatélico y numismático Gradus, acaba de trasladar su sede al Museo Casa
Paco, un destino que hizo posible el trabajo, la ilusión y entrega de Vicente Turmo,
“Pallasón” (PP-123)
También editado por este museo y gracias al encomiable trabajo que realiza José
Antonio Betato y su equipo, sale a la calle cada trimestre –desde el primero del año
2007, “El Fogaril” (PP-124) bajo el subtítulo de historia-folclore-leyendas-cuentos y
recuerdos, que constituye una especie de plataforma etnológica y antropológica de
Graus. El precedente de esta colección son los dos o tres números sueltos aparecidos
anteriormente para promover y difundir el grausino editados por Baldirón del Rac y
Luis Aguilar “Luisón de Fierro. Una forma de expresión que este último conserva
desde su niñez (PP-125) acumulando una serie de escritos, que no sólo recogen los
lugares, costumbres, tradiciones o personajes de Graus, sino el estilo, enfoque y
filosofía de una cultura que nos permite una especie de estudio antropológico de esta
zona. Conserva su extensa producción en diez repletas carpetas bajo la denominación
de “Cosas de Graus”
Fuera de Graus, aunque en este caso dentro del municipio hay que destacar “El Gallet”,
Boletín de la asociación de amigos, vecinos y residentes de Torres del Obispo, de
carácter trimestral, aparecido en octubre de 1993, defensor de los intereses del pueblo y
su entorno, especialmente los amenazados por la línea de Alta tensión Aragón-Isona.
(PP-126)
Pero la publicación más importante y de más larga vida en La Ribagorza es
“Guayente”, un boletín que nace como medio de expresión de la asociación creada en
el valle de Benasque en 1980 en torno a este Santuario y que acaba de publicar su
número 92. Desde el primero (PP-127) ha mantenido un buen nivel informativo
acompañado tanto por la temática abordada como por su desarrollo. Desde abril del
2004, publica también “El Remosé”, como órgano de expresión del centro de
discapacitados “El Remós”, dependiente de Guayente. (PP-128). Relacionado con la
16
prensa, esta Asociación edita durante las décadas del 80 y 90, unos dossiers que
recogen el material publicado sobre el valle del Esera, primero con periodicidad anual y
posteriormente trimestral, constatándose el incremento progresivo de esta zona en las
páginas de la prensa provincial y regional. (PP-129)
De fugaz puede calificarse el paso de “Comarca 2.000” Boletín de la Asociación anti-
pantano de Comunet que saca a la calle su primer –y creo que único número- en mayo
de 1990. Si la regulación del Esera es seguramente el tema más polémico y conflictivo
de esta etapa democrática para la comarca, la alternativa de Comunet supuso el mayor
nivel de confrontación política y social en el municipio de Graus. (PP-131).
Editado por Comunicación y Medios de Aragón S.L., la agencia 134 Comunicación de
Barbastro, dirigida por José Antonio Almunia inicia en 1.998 una serie de publicaciones
comarcales, en su mayor parte del Alto Aragón, bajo la cabecera genérica de “Vivir
en…” y a partir del 2000 de “La Crónica”. - (PP-132) La de Ribagorza aparece en
octubre de ese año, con 16 páginas de extensión, anunciando una tirada -que se
distribuye gratuitamente- de 4.600 ejemplares. Con un formato tabloide y en color
recoge las principales noticias acaecidas a lo largo del mes en la comarca, junto a
entrevistas y reportajes con un alto porcentaje de ocupación publicitaria.. Desde el
pasado marzo –además de reducir el formato- se ha fusionado con la edición de
Sobrarbe bajo la cabecera “Vivir en Pirineos” Ribagorza-Sobrarbe, con una tirada de
8.562 ejemplares, sumándose un mes después el Alto Gállego, Todos los contenidos
son reproducidos en Internet, en un afán de modernización y adaptación a los nuevos
tiempos.
Con vocación y contenido ribagorzano, promovida por los responsables de La Clamor
de Monzón y dirigida por Jorge Ballarín, nace en diciembre de 2006 “L´aigüeta de
Ribagorza” –magacín ociocultural gratuito- una revista semanal de pequeño formato,
con la pretensión de ser la nueva voz de la Ribagorza. (PP-133) Anuncia siete mil
ejemplares de tirada que se distribuyen gratuitamente por todo el territorio,
compartiendo casi a partes iguales información y publicidad, Dos años más tarde,
publica su último número, el 99, bajo el titular de portada “Gracias… y adiós”
Como última y reciente experiencia queremos traer la acometida por tres personas
afincadas en Graus, andaluces aunque procedentes de Cataluña de donde trasladan la
iniciativa, que bajo la intencionada cabecera de “Coralé”, Crónicas Ribagorzanas, (PP-
134) publican mensualmente una revista como un contenido mas de su oferta
informática. De muy pequeño formato y con una elaboración en la que se mezcla lo
manual con las nuevas tecnologías, en sus páginas cabe todo tipo de informaciones,
colaboraciones y propuestas, con especial preferencia para el ocio y entretenimiento.
“El Llibré”
Pero no se puede dar el adiós, sin citar a la que es una publicación simbólica y singular
para esta villa de Graus, centenario junto a “El Ribagorzano”. De periodicidad anual
pocas revistas son tan esperadas, leídas y conservadas como “El Llibré”, el órgano de
expresión de los grausinos. Aunque el primer programa que se conserva data de las
fiestas del 1.910, el formato y carácter de librito -según explica María Luisa Arnal que
ha realizado un completo estudio sobre el mismo- aparece en las de 1.921,
convirtiéndose en uno de los primeros municipios de la Península donde tiene lugar
este tipo de publicaciones. (PP-135)
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Desde entonces se ha publicado sin interrupción salvo el paréntesis de la guerra civil y
el año 1942 que no se celebraron fiestas. (PP-136) Ha ido incrementando las páginas y
las colaboraciones que, unidas a la siempre importante presencia de anuncios locales, se
ha convertido en el más importante documento anual con sello grausino.
Toda la colección del Llibré, los pregones con que se inician las fiestas desde el año
1965 (PP137) y las monografías pormenorizadas que han escrito, entre otros, –además
de la mencionada de Arnal- Francisco Castillón, Eduardo Palacio Nacenta o Aurora
Gabarre y Carmen Lanao, junto a otros muchos escritos y material fotográfico y
videográfico sobre las mismas, acumulan un archivo documental exhaustivo (PP-138),
un importante bagaje con el que estas fiestas pretenden incorporarse al selecto club de
Patrimonio de la humanidad.
Desde el año 1978 que se recupera la tradición de la Mojiganga, una nueva publicación
se ha unido al Llibré. (PP-139) La recopilación de textos y guión de la representación
se edita cada año por el grupo encargado de escribir y escenificar esta singular obra.
Con el Llibré como buque insignia, el habla local –el grausino- siempre ha contado con
multitud de defensores y exponentes, entre quienes se encuentran Francisco Castillón;
a Tonón de Baldomera. (PP-140) animador insustituible de las fiesta y cuya obra
literaria se conserva en el libro ”Prosa y Verso de Tonón de Baldomera” y a Vicente
Turmo “Pallasón” (PP-141) quien nos ha dejado una completa obra en grausino sobre
las “Tradizións y Cosas de Graus”, –con vocabulario incluido- además del mencionado
museo que lleva su sello y autoría.
Un legado que con seguridad hubiera llenado un importante hueco en este museo –y que
todavía no puede descartarse en su totalidad- es el del desaparecido Juan José Arenas
Gambón. Sí nos deja un texto, escrito a máquina, bajo el título de “Breves apuntes
históricos sobre la villa de Graus” (PP-142). Una interesante aportación sobre esta
población, su historia, sus casas, iglesias, colegios y monumentos, así como sus
manifestaciones comerciales, culturales y festivas, unido a las efemérides y personajes
que han jalonado su devenir histórico.
Unos apuntes que ha ordenado y realizado una edición resumida de 10 ejemplares, Julio
Salamero (PP-143) de casa Capucho, fallecido recientemente, quien además de sus
colaboraciones en el Llibré cuenta con una interesante bibliografía particular –
compartida con su familia y amigos- con temática grausina.
Aunque son muchos los textos a la espera de su posible edición o divulgación, valga
citar “La leyenda de Rodrigo y Marica, con más de quinientas estrofas, de Miguel
Clavería; un escrito entrañable de Santiago Plana sobre una persona tan popular para
quienes pasan de los cincuenta como Mosqueta (PP-144) una documentada historia
sobre la casa Alifonso de Graus, de Venancio Díaz Castán; una especie de guión en
tres actos de una comedia sobre Furtaperas de su hermano José María y –hablando de
guiones- el hasta ahora frustrado –que no inexistente- de Angel Aventin (PP-145) sobre
Ramiro I y la batalla de Graus.
Y cómo no el interesante trabajo realizado por dos de mis predecesores en estas
jornadas Justo Broto y Carlos Bravo que como han demostrado en este foro son dos
de los representantes más cualificados para investigar, estudiar y dar a conocer el
patrimonio de Graus y su zona en todos los aspectos: natural, histórico, artístico
monumental, demográfico y económico social. En el caso de Justo la historia de
Graus –a pesar de las importantes aportaciones realizadas en los últimos años-
sigue incompleta a la espera de que se incorporen sus descubrimientos, fruto de un
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trabajo concienzudo y riguroso que además transmite con su sello de humanidad y
amenidad.
Las imprentas
Las imprentas –aunque sin el protagonismo que alcanzan a principios de siglo, juegan
también un importante papel en estos últimos tiempos. La desaparición a finales de los
ochenta de La Gutemberg, de Vicente Lacambra, ya había llevado a uno de sus
operarios, Luis Lozano (PP-146) a instalar sus propios talleres en la antigua casa de
Torquemada, en El Barrichós. Aparte de su trabajo profesional, Luis nos deja cinco
libritos de su autoría, en ediciones limitadas en número pero no en calidad, en los que
recoge un importante material literario y gráfico de recuerdos, leyendas y vivencias de
Graus, acompañado de un vocabulario grausino.
En la actualidad la impresión en Graus –tras un paso fugaz de Beatriz Betato por la
profesión- está representada desde marzo de 1986 por Francisco Parra (PP-147) cuya
imprenta ubicada en la plaza mayor contribuye a revalorizar este histórico marco, sobre
todo por el importante material que aquí y en otros lugares conserva. Francisco Parra
cuenta seguramente con el mejor archivo fotográfico de Graus así como con una gran
cantidad de libros, revistas y periódicos que lo convierten en un gran y desconocido
centro de documentación no sólo de Graus sino de Ribagorza. Esperemos que en su
próxima y merecida jubilación ponga orden en tan prolija obra, que seguro aportará
aspectos nuevos y desconocidos para los estudiosos y para los ciudadanos en general.
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Epílogo: Radio y televisión en Graus
Aunque la charla está circunscrita a la prensa y las publicaciones locales en general,
solo tres datos para indicar que la radio y la televisión locales, aunque con un recorrido
más corto, también tienen su historia en Ribagorza.
En 1971 inicia su actividad de forma esporádica una corresponsalía de Radio Huesca,
en Graus, de la que se haría cargo doce años mas tarde Radio Barbastro, el segundo de
los centros instalados en la provincia por la emisora decana del Alto Aragón.
En marzo de 2010 abre sus estudios SER Graus con las periodistas Mariam González
y Marta Ruiz al frente.
La primera emisora que funciona en Ribagorza es Radio Benasque, promovida por la
sociedad Antena del Pirineo que comienza su andadura el 16 de julio de 1983. En la
actualidad se encuentra integrada en la Cadena COPE –Cope Pirineos- con la figura y la
voz permanente de Aurelio Mora Barrabés.
En 1990 se presenta ante sus oyentes Radio Benabarre, una emisora municipal con el
omnipresente José Luis Brualla al frente, secundado por Pilar Borruel, quienes en
1998 reciben por parte del Gobierno de Aragón la concesión de una frecuencia,
asociándose posteriormente a Cadena Dial –Dial Ribagorza- de la SER en la que
permanece.
La actual emisora municipal, Radio Ribagorza-Graus, procede de una iniciativa de la
Mancomunidad de la Baja Ribagorza que el año 2000 decide conceder su explotación a
la Sociedad Antena del Pirineo, haciéndose cargo posteriormente el Ayuntamiento de
Graus, mediante unos convenios suscritos entre ambas entidades. La información está a
cargo del periodista grausino Angel Gayúbar.
Además, funciona en Castejón de Sos Onda Cero Ribagorza, fruto de una concesión
administrativa del Gobierno de Aragón.
Tambien la televisión local, aunque sin frecuencia propia, cuenta con varios años en
Graus, desde que en el inicio de los noventa iniciara su actividad con más ilusión que
medios Antonio López, Baldomera fillo. El año 2005, el Ayuntamiento suscribe un
acuerdo municipal con Antena del Pirineo que materializa informativamente con su
voz y su presencia Elena Fortuño, a través del canal 21, a lo largo de dos programas
diarios, uno al mediodía y otro por la noche, junto a un servicio de teletexto con
contenidos de servicio público tanto de ámbito local como comarcal.
Este trabajo pretende ser un homenaje al papel y a quienes han ejercido el periodismo
escrito, sobre todo a quienes lo han hecho desde la proximidad que ofrece la prensa
local contando con la inmediatez del lector –lo que obliga al informador a ofrecer mayor
rigor, cuidado y humanidad en la información.
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