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Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Iztapalapa
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
Licenciatura en Geografía Humana
La reconfiguración de los imaginarios suburbanos en los conjuntos
habitacionales:
El caso de los habitantes San Buenaventura, 12 años después.
Tesina para obtener el grado de Licenciada en Geografía Humana
Presenta:
Irina Yetlanezi Ortiz Valdenegro
Asesora: Lector:
_______________________________ ____________________________
Dra. María Teresa Esquivel Hernández Dr. Miguel Ángel Aguilar Díaz
2
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer profundamente a mi madre Clara quien nunca ha perdido la fe en mí,
quien me motivó a siempre seguir adelante en cualquier proyecto que me propusiera, por
muy difícil que pareciera, y me enseñó que somos capaces de hacer más de lo que
pensamos si nunca dejamos de trabajar en ello y derramamos hasta la última gota de
esfuerzo.
A mi hermano Inti y mi familia materna por alentarme a realizar este trabajo de tesis.
A la Doctora María Teresa Esquivel Hernández por su paciencia, por guiarme en este
proceso y compartir su sabiduría y su valioso tiempo conmigo. Gracias por ser una
persona maravillosa.
Al Doctor Miguel Ángel Aguilar Díaz por su amabilidad, su apoyo, sus valiosos consejos
y su interés y entusiasmo por este trabajo.
A Armando por ser mi compañero y apoyo, desde mucho antes del comienzo de este
trabajo hasta su culminación. Te agradezco tu ayuda tanto para esta tesis como para mi
vida.
Gracias a todos y cada uno de mis profesores de la Licenciatura en Geografía Humana
que me transmitieron sus conocimientos y sabiduría y así poder llegar a este punto tan
importante que es el término de mi Licenciatura.
Por último, y no menos importante, a las familias que accedieron a formar parte de este
proyecto de tesis ya que sin su valiosa ayuda no hubiera podido ser posible.
3
Índice de contenidos
Introducción……………………………………………………………………………………... 5
Justificación ……………………………………..............……………………………………...9
Preguntas de investigación……………………………………………………………………10
Hipótesis………………………………………………………………………………………...11
Estrategia metodológica……………………………………………………………………….12
Capítulo 1. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Dinámica urbana y habitacional. …………………………………………………………………………………..16
1.1 La vivienda en México en la década de 1970 …………………………………............16
1.2 La intervención de los organismos de vivienda ………………………………………..17
1.2.1 El INFONAVIT.……………………………………………………………………..………17
1.2.2 El FOVISSSTE…………………...................................................................18
1.3 Crecimiento de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México……………………...20
1.3.1 La política habitacional en la década de 1990….……………………………21
1.4 La Zona Metropolitana de la Ciudad de México: el Estado de México….…………..23
1.5 Crecimiento poblacional en Ixtapaluca ………………………………….……………..26
Capítulo 2. Los conjuntos habitacionales y conjuntos urbanos.
2.1 Conjunto habitacional: definiciones…………………………………………..…. ……...32
2.2 ¿Conjunto urbano o unidad habitacional? …………………………………..…………34
2.3 La normatividad en los conjuntos habitacionales: el gobierno federal, estatal y municipal. ……………………………………………………………………………..………..35
2.3.1 Los desarrolladores inmobiliarios……………………………………………...37 2.3.2 Los servicios urbanos…………………………………………………………...37
2.4 Primeros megaproyectos en la periferia………………………………………………...38 Capítulo 3. Primeras formas colectivas de vida en México: los Multifamiliares…………………………………………………………………………………41
3.1 Los conjuntos urbanos periféricos……………………………………………..………..45
3.1.1 El conjunto habitacional San Buenaventura………………………....……....47
3.1.2 Propuesta habitacional y diseño de San Buenaventura……..…………………….48
4
3.1.2.1 Prototipos de vivienda………………………. …………….…………………50
3.1.2.2 Cerradas y calles abiertas…………….......……………..……………….....51
Calle abierta………...………………………………………...………………………..51
Cerradas …………………………………………………………..…………………...52
3.1.2.3 Espacios públicos……………………………………………………………..53
Capítulo 4. Los imaginarios suburbanos:
San Buenaventura………………………………...……………………..…………………...55
4.1 La espacialidad y el territorio ……………………………………...………………….....55
4.2 Los imaginarios suburbanos. Significados, lenguaje y representaciones…………...57
4.2.1 El imaginario social…………………..………..…………………………………….58
4.2.2 Imaginarios urbanos…………………………….....………………………………..60
4.2.3 El imaginario suburbano……………………………………………………………..61
Capítulo 5. La reconfiguración de los imaginarios suburbanos: San Buenaventura…………………………………………………………………………………69
5.1 Antes de San Buenaventura……………………………………………………………..71
5.2 Primer acercamiento a San Buenaventura……………………………………………..74
5.3 Primeros años en San Buenaventura……………………………………………………77
5.4 El presente y expectativas………………………………………………………………..81
Conclusiones y comentarios finales ………………………………………………………...85
Bibliografía ……………………………………………………………………………………..91
Anexo 1. Cuadros sintetizados. Relatos de vida……… ………………………………….94
Anexo 2. Ejemplo de Relato de vida……...………………………………………………….98
5
Introducción
La unidad habitacional San Buenaventura, está ubicada en el municipio de Ixtapaluca al
sur-oriente de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Ixtapaluca, es uno de los 125 municipios del Estado de México. Se ubicada en la zona
oriental de dicho estado, situado entre las carreteras nacionales de México-Puebla y
México-Cuautla que pasan dentro de su territorio bifurcándose frente a lo que fuera en
otra época, la gran finca ganadera llamada Santa Bárbara propiedad del general Plutarco
Elías Calles. Sus límites territoriales con otros municipios y estados son: al norte con los
municipios de Texcoco y Chimalhuacán, al noroeste con La Paz, al este con Valle de
Chalco Solidaridad, al sur con Chalco, al sureste con Tlalmanalco y al este con el estado
de Puebla.
Mapa 1 Ubicación del Municipio de Ixtapaluca, Estado de México.
Fuente: ixtapalucadigital.blogspot.com
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San Buenaventura fue construida en el año 2000 para satisfacer la demanda de vivienda
por parte de habitantes provenientes principalmente de la Ciudad de México. Cuenta con
20,000 viviendas y con un número aproximado de 92,000 habitantes. En su momento fue
la Unidad habitacional más grande de América Latina.
En comparación con el municipio próximo de Chalco, en el cual se ofrecían terrenos y
surgieron viviendas autoconstruidas, en San Buenaventura se ofrecieron viviendas ya
construidas y además homogeneizadas. La unidad habitacional tiene seis secciones de
las cuales cada una está conformada por “cerradas” y unas pocas calles abiertas para
tránsito local.
Esta unidad ofreció para la demanda el imaginario suburbano, de la “vivienda ideal”
urbana: vivienda propia, acercamiento con la naturaleza, jardines públicos, privacidad,
servicio de vigilancia, etc. Uno de los elementos que contribuyó de manera importante a
este imaginario fueron las llamadas “casas muestra”. Al momento de acudir a las oficinas
de la unidad, se ofrecía un pequeño recorrido a los distintos modelos disponibles de
vivienda. Entonces lo que veían los interesados eran pequeñas casas perfectamente
amuebladas, decoradas y hasta cierto punto, espaciosas. Se mostraban los mismos
modelos, pero con cuartos extras que significaba la oportunidad de ampliación. Al
terminar el recorrido con base en lo que observaron, las personas probablemente
visualizaron sus vidas dentro de aquellas “casitas”.
Ya adquirida la vivienda, a cada usuario se le proporcionó un reglamento del condómino
que propone todo tipo de normas con el fin de mantener, y cito, “un hogar feliz y sin
problemas”.1
Las dimensiones de las casas fueron de 45 hasta 65m2, lo que representó la necesidad
de adaptación a estos espacios reducidos por parte de familias, las cuales estaban
conformadas de dos a cuatro integrantes.
1 “El cuidado y mantenimiento de nuestro nuevo hogar”, Reglamento del Condominio. Consorcio ARA.
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En un principio se podía observar la falta de servicios básicos tales como hospitales,
escuelas (nivel medio superior y superior), centros recreativos, centros comerciales y
transporte público por mencionar algunos. Además, uno de los principales problemas de
esta unidad habitacional era la lejanía respecto a la Ciudad de México principalmente
para realizar actividades de trabajo y/o estudio. Nos encontramos entonces con
desplazamientos pendulares de hasta tres horas de viaje en promedio. Estos
desplazamientos eran también necesarios para poder adquirir artículos de despensa,
ropa y calzado y para realizar actividades recreativas. Lo anterior es resultado del hecho
de vivir en la periferia.
Aunque las carencias de servicios y equipamientos eran evidentes, en los primeros años
del surgimiento del conjunto se veía un ambiente de conformidad ya que el poder adquirir
y poseer una propiedad significó un futuro patrimonio y un bien con el que sueña toda
familia. Además, la mayoría de las personas que se mudaron a la gran unidad
conformaban hogares jóvenes y con niños pequeños. Así, la necesidad de tener escuelas
de nivel medio superior y superior no era evidente aún.
Doce años después, los habitantes han tenido que adaptarse al nuevo estilo de vida
periurbano. Hay ahora una mayor oferta de servicios, por ejemplo, en Ixtapaluca se han
construido centros comerciales y recreativos, escuelas de todos los niveles educativos,
incluyendo nivel superior para abastecer no sólo a San Buenaventura sino a otras ocho
unidades habitacionales que hay en el municipio. Además, en San Buenaventura, el gran
incremento de la informalidad ha dado diversas soluciones locales tales como evitar los
largos traslados ya mencionados en busca de servicios. El fenómeno que se puede
observar es la adaptación del espacio habitacional (modificaciones a las viviendas) para
uso comercial. Ahora podemos encontrar ferreterías, papelerías, cremerías, tiendas de
abarrotes, cafeterías e incluso veterinarias que se reprodujeron día a día en los espacios
interiores de las casitas y que ahora abastecen a la gran mayoría de esta unidad
habitacional. Estas adaptaciones a las viviendas para cambiar el uso de habitacional a
comercial e incluso servicios, surgieron por la evidente carencia (y necesidad) de
servicios y equipamiento en la unidad. Estas modificaciones se dan a pesar de que el
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reglamento de condominio que el consorcio Ara le proporcionó a cada vecino de la
unidad, establece que las viviendas no se podrán utilizar para otros fines diferentes al de
casa habitación.
Así lo cita el reglamento del condominio en el apartado de “Disposiciones Generales”:
“Las viviendas, ya sean casas o departamentos, así como áreas comunes y
estacionamientos no se podrán utilizar para abrir comercios fijos o semifijos ni puestos
ambulantes, oficinas, escuelas o utilizarlos con cualquier otro fin diferente al de casa
habitación o al uso dispuesto por la autoridad en las áreas comunes, jardines vecinales,
andadores y estacionamientos que afecte el buen funcionamiento o apariencia del
desarrollo” (“El cuidado y mantenimiento de nuestro nuevo hogar”. Reglamento del
Condominio. Consorcio ARA).
Ahora bien, así como ha aumentado considerablemente la oferta de servicios, también
encontramos problemáticas. Dentro de las más comunes están el aumento de la
inseguridad y la delincuencia. En un principio y cuando aún la unidad habitacional se
encontraba en proceso de ser habitada, el servicio de vigilancia, a través de una caseta
con plumilla estaba activo y éstas llegaron a jugar un papel notable sobre el control de
acceso a la unidad. Cuando la unidad se vio casi en su totalidad ocupada, los servicios
de vigilancia disminuyeron, así que la entrada de ajenos al conjunto habitacional se volvió
más frecuente. Se habla entonces de vecinos de otras unidades que llegan a realizar sus
compras en el centro comercial Aurrerá, usan el servicio de hospital de maternidad,
visitan a los vecinos y además han proliferado una gran cantidad de bandas juveniles que
se apropian del territorio. El paisaje ahora es de plumillas abandonadas, diversas bardas
y casas con grafitis, parques deteriorados, etc.
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Justificación
Existen diversos trabajos por parte de urbanistas y sociólogos que muestran el comienzo,
y los retos, que implica para los residentes el habitar los llamados conjuntos
habitacionales de interés social (principalmente en la Ciudad de México). Aparecen
igualmente, textos que nos hablan de otro estilo de vida que se incluye en los estudios
urbanos de los años setenta: la periferia2.
En la mayoría de los textos realizados, las unidades habitacionales en general solo se
enfocan en las nuevas formas de habitar estas unidades habitacionales, es decir, como
se sienten con las nuevas reglas que les exige el vivir en un conjunto habitacional. O por
otro lado existen estudios socioeconómicos de los habitantes, y de más estudios
demográficos.
El interés en la presente investigación es la oportunidad de aterrizar y analizar el llamado
imaginario suburbano en la Unidad Habitacional San Buenaventura desde la mirada de
la Geografía Humana. Aunque lo analizamos a fondo en los siguientes capítulos, lo que
caracteriza a dicho imaginario es una alusión a una forma de vida en las afueras de las
ciudades, que en esencia se puede comprender como una promesa de felicidad (Lindón,
2008).
Pretendemos mostrar la amplitud y riqueza que puede arrojar la investigación cualitativa
y hay aspectos que considero vale la pena mencionar:
En los nuevos estudios urbanos entra además un nuevo punto de vista: el del ciudadano,
sus experiencias y narrativas del territorio en el que habita.
2 María Teresa Esquivel Hernández, Claudia, Puebla, Alicia Lindón, Maya, E. y Cervantes, J, entre otros autores.
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Como geógrafos humanos podemos plasmar y exponer aspectos de la vida diaria que
para la mayoría (incluso de los actores y nosotros mismos) son invisibles a pesar de
practicarlos día con día.
Bien dicen Aguilar, Hiernaux y Lindón: “La geografía humana ha redescubierto que el
individuo es un agente esencial para comprender la transformación del territorio. Así esta
disciplina llegó a la paradoja de que, a pesar de su nombre (geografía <<humana>>,
recién en las últimas dos décadas se percata de la <<condición humana>>, del sujeto,
del actor (aunque los clásicos decimonónicos siempre lo incluyeron) (Aguilar et. Al.,
2006:16).
Así pues, reiteramos que el tema de los imaginarios suburbanos además de ser
interesante por adentrarse en la subjetividad, es un fenómeno cambiante en cuanto a la
interpretación de éstos, y como veremos más adelante, toma en cuenta experiencias del
sujeto con otros sujetos y no uno sino varios lugares. Así mismo, atrapó nuestro interés
este tipo de imaginario ya que por una parte, si bien los seis miembros de las familias que
entrevistamos llegaron con el mismo imaginario y se fue deteriorando con el tiempo, éste
no deja de existir simplemente sino que “reconfigura algunos de sus núcleos” (Lindón,
2008).
Preguntas de investigación
Con lo hasta entonces mencionado, planteamos las siguientes preguntas de
investigación:
1. ¿Cómo era el imaginario que los sujetos tenían antes y al comenzar a habitar su
nueva vivienda?
2. ¿Qué ha pasado con aquellos imaginarios que los habitantes tenían al momento
de comenzar a habitar la vivienda?
3. ¿Cómo se reconfiguró el imaginario suburbano, a raíz de las nuevas problemáticas
que aquejan el conjunto urbano?
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4. ¿Qué tan diversificado se encuentra el imaginario suburbano colectivo inicial?
Así, el objetivo general de la presente tesina fue analizar la reconfiguración del
imaginario suburbano que seis habitantes del conjunto San Buenaventura
experimentan hoy en día en su espacio habitacional,3 explorando pasado y para así poder
actualizar el imaginario suburbano de la vivienda ideal, que tenían los sujetos al llegar a
esta unidad habitacional ubicada en la periferia de la Ciudad de México.
Hipótesis
El imaginario suburbano de los residentes variará en función de la edad, y el tiempo de
residencia, conformando diferentes perspectivas que con el tiempo se van a reconfigurar.
Entonces, tenemos:
Habitantes que han salido de aquel ideal debido a la lenta pero inevitable degradación
del conjunto habitacional. Sin embargo, estos sujetos continúan viviendo en el conjunto,
aunque experimentan el habitar atópico.4
Planteamos que las perspectivas anteriores surgirán y, seguramente dependerán de la
ubicación en la que se encuentre su vivienda: ya sea una calle cerrada o abierta. Lo
anterior tiene un gran peso en las perspectivas ya que se trata de qué tan seguro se
siente el sujeto. Además, consideramos que la edad, el género, el tipo de espacio y el
tiempo de habitar el conjunto, son factores que impactan la manera como los residentes
construyen su imaginario, ya que influyen en la percepción que las personas tienen de su
vivienda y de su espacio habitacional.
3 El espacio habitacional implica áreas para que el usuario realice actividades privadas y sociales. Incluye no sólo la vivienda, sino el ámbito cotidiano que rodea a ésta, es decir, el barrio, el equipamiento y los servicios con los que cuenta. 4 Al sujeto no le interesa establecer un vínculo con ese territorio, ni proyectar un futuro allí (Lindón,2005)
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Estrategia metodológica
Para comprobar o refutar las hipótesis, necesitamos estar en constante contacto con seis
habitantes del conjunto habitacional San Buenaventura, esto con el objetivo de que los
sujetos no sólo describieran el lugar sino, que recordaran sus experiencias agradables-
desagradables vividas ahí.
Alicia Lindón propone para estudiar los imaginarios urbanos los denominados
hologramas espaciales: “nuestro holograma espacial tiene la aspiración de constituirse
en un recurso metodológico de ese constructivismo geográfico en ciernes, pero también
en notorio avance. Agregando entonces que “El holograma espacial sería un escenario
situado en un lugar concreto y en un tiempo igualmente demarcado, con la peculiaridad
de que en él están presentes otros lugares que actúan como constituyentes de ese lugar.
(Lindón,2007)
Además, estos lugares traerán consigo otros lugares que actúan como constituyentes de
ese lugar.
Lo anterior encaja con nuestro lugar de estudio, las viviendas de las familias participantes,
que a su vez traerán recuerdos y experiencias en lugares de su pasado.
Ahora bien ¿cómo identificamos dichos hologramas? De acuerdo a A. Lindón (2007) hay
diversas propuestas de las cuales ella propone identificar y demarcar los hologramas en
relatos de vida de habitantes o transeúntes en fragmentos de la ciudad.
Por ello realizamos entrevistas para obtener relatos de vida ya que “Los relatos de vida
vendrían a constituir para el investigador un corpus extenso y materia de interpretación.
(Lindón,2007).
Buscamos realizar las entrevistas (relatos de vida) dentro de los espacios habitacionales.
Decidimos escoger para las entrevistas a dos familias con tres miembros cada una:
madre, padre e hijo adolescente-adulto joven es decir, en total obtuvimos un total de seis
entrevistas (una por cada miembro familiar). Una familia reside en calle abierta y la otra
en una calle cerrada o privada. Como ya señalamos, la razón es que los imaginarios que
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los residentes le otorgan a su espacio habitacional varía en función de la edad, el sexo y
el tiempo de residencia, conformando diferentes perspectivas espaciales.
A partir de los relatos de vida pudimos explicar cómo los habitantes llegan a construir un
imaginario de felicidad y/o tranquilidad hacia el conjunto habitacional y la vivienda que se
transformó en su espacio habitacional. Además nos permitió descubrir qué vinculo se
construye hacia “la casa“, y así pudimos saber si este imaginario persiste, o se ha
transformado y cuáles han sido los factores que han incidido en esta transformación.
La observación flotante fue también importante, ya que nos permitió apreciar las prácticas
cotidianas de los habitantes del conjunto y recaudar información relacionada con el
vínculo que tiene la persona con su vivienda y espacio habitacional.
Realizamos, asimismo, pequeñas caminatas dentro del conjunto habitacional en los
espacios que se consideraron importantes o significativos para los actores para observar
la forma en que las personas usan y se apropian de estos ámbitos.
Fue necesario establecer un contrato verbal con los sujetos de estudio en la investigación.
La relación con ambas familias se consiguió con pequeños pero constantes encuentros
y más adelante se planteó el contrato verbal. Realizamos seis entrevistas asumiendo
que serían dos familias. Una que habita en una de las mencionadas calles abiertas y otra
la cual resida en una cerrada. La justificación para esta estrategia fue, por un lado, saber
qué perspectivas tienen los diferentes miembros de la familia de un mismo espacio.
Hacer la comparación de imaginarios de familias en cerrada-calle abierta se debe a que,
como se sugirió en la hipótesis, es posible observar que se tiene cierta “ventaja” habitar
en uno de los dos lugares (cerrada) por la sensación de seguridad que brinda el habitar
en ella. Este aspecto está explicado a detalle más adelante.
Una vez establecido el contrato verbal se necesitó acordar con el sujeto el horario y lapso
de tiempo en el cual se realizarían las entrevistas y la observación flotante. Utilizamos
(con previo consentimiento de los participantes) una grabadora para mejor retención de
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la información. Las entrevistas y relatos de vida finalizaron cuando consideramos que se
arrojó información suficiente para contestar las hipótesis del presente trabajo.
Una vez obtenida la información empírica, comenzamos a ordenar y transcribir las
entrevistas y los relatos de vida.
La presente tesina está dividida en 5 capítulos, en el capítulo 1 explicamos un panorama
general de la vivienda en México a partir de la década de los años 1970, ya que es cuando
la cuestión habitacional se vuelve primordial debido al crecimiento acelerado de población
en la Ciudad de México. Es entonces cuando la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México comienza a jugar un papel importante en el tema habitacional a raíz de la creación
de instituciones de vivienda como el INFONAVIT y el FOVISSSTE.
En el capítulo 2 definimos y caracterizamos a los conjuntos habitacionales y a los
conjuntos urbanos ya que, aunque parecen referirse a lo mismo, existen ciertos aspectos
que los diferencian. Algunos de ellos se encuentran por ejemplo en la normatividad de la
que dependen para funcionar, la etapa en que surgen e incluso el espacio en donde se
insertan (dentro de la ciudad o en las periferias).
hablamos de los primeros habitacionales en México como una nueva forma de vivienda
y habitar la ciudad. Lo anterior nos lleva a explicar el funcionamiento de los conjuntos
urbanos, que son posteriores a los conjuntos habitacionales, ya que nuestro espacio de
estudio (San Buenaventura) fue uno de los primeros y, en su momento, de los más
ambiciosos.
En el capítulo 3 explicamos el panorama de la vida en los conjuntos habitacionales y
urbanos, ya que estas nuevas formas de vivienda implican cambios visibles en el espacio
con determinadas reglas para los habitantes de los condominios o casas habitación, y
que, como consecuencia, surgen nuevas formas de percibir el espacio habitacional, así
como un cambio en el modo de vida de las personas. Además de explicar cuál es el
objetivo de su diseño.
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En el capítulo 4 desarrollamos los conceptos de imaginario que son necesarios para
poder abordar los imaginarios suburbanos ya que éste deriva del imaginario social y el
imaginario urbano.
En el capítulo 5 se muestra el análisis de la reconfiguración del imaginario con la
información obtenida de las experiencias (a lo largo de 12 años habitando la unidad
habitacional San Buenaventura) de los seis sujetos de investigación que participaron
Finalmente, presentamos conclusiones y comentarios finales que surgen de la presente
investigación.
En el Anexo 1 se muestran los cuadros (2y 3) en donde se encuentra información
sintetizada de los relatos de vida de los seis participantes. Ambos cuadros, aunque
extensos, contienen claves en colores para un mejor entendimiento.
En el anexo 2 se encuentra un ejemplo de relato de vida aplicados el cual nos gustó
mostrar ya que fue de los más extensos y detallados de los seis entrevistados.
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Capítulo 1. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Dinámica urbana y habitacional.
En este capítulo mostramos los antecedentes de la política habitacional en México
partiendo de los años 1970 que es cuando el Estado interviene en dicha política como
respuesta a una gran demanda de vivienda en la Ciudad de México. Además de mostrar
algunos de los primeros organismos de vivienda, explicamos la dinámica de crecimiento
de la Ciudad de México hasta su conformación como ZMCM.
1.1 La vivienda en México en la década de 1970
Desde siempre, en la Ciudad de México se ha observado una preocupación política por
la vivienda, principalmente en la producción y el abastecimiento de la misma. En este
trabajo retomaremos la situación habitacional de la Ciudad de México a partir de la
década de los años 70 ya que es cuando la ciudad comienza a expandirse
aceleradamente hacia las áreas y municipios periféricos.
Desde los años 50 y 60, la ciudad crece por la migración de población que viene a trabajar
en la industria que se estaba creando en las ciudades principales del país,
particularmente en la ciudad de México. Al arribar tanta población, los problemas
habitacionales crecen. Es entonces cuanto el Estado ve necesaria la intervención a partir
de la política habitacional.
En los años setenta se crea el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (INFONAVIT) y el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (FOVISSSTE) que facilitaron a
trabajadores la posibilidad de adquirir una casa propia. Dichas instituciones nacen en el
periodo de gobierno de Luis Echeverría Álvarez con el fin de apoyar la política
habitacional en México.
México se encontraba entonces en una etapa de urbanización y de desarrollo industrial
avanzada entonces se crean los principales organismos nacionales de vivienda. En 1963,
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el Gobierno Federal constituye en el Banco de México, el Fondo de Operación y
Financiamiento Bancario a la Vivienda (FOVI), como una institución promotora de la
construcción y de mejora de la vivienda de interés social, para otorgar créditos a través
de la banca privada.
1.2 La intervención de los organismos de vivienda
Como comentamos al principio de este capítulo, la política de vivienda tuvo grandes
transformaciones. La autora Claudia Puebla (2002) nos menciona que hubo cambios en
cuanto a que el Estado deja de ser productor de vivienda. Bajo ciertas condiciones por
parte del Banco Mundial de Vivienda, quien otorgaba créditos para programas
habitacionales a países subdesarrollados, ahora se convierte en facilitador de vivienda
otorgando créditos para la población a través de instituciones como el INFONAVIT y
FOVISSSTE
1.2.1 El INFONAVIT (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores)
“El 21 de abril de 1972 se promulga la Ley del INFONAVIT, con la que se da
cumplimiento al derecho a la vivienda de los trabajadores establecido en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos el 5 de febrero de 1917, fecha de su
promulgación. La forma consistió en reunir en un fondo nacional las aportaciones
patronales del 5% del salario de cada uno de los trabajadores que tuvieran contratados
para darles la oportunidad de obtener un crédito de vivienda o el derecho a que sus
ahorros les sean devueltos.
El 1o. de mayo, Jesús Silva-Herzog asume el cargo de director general del INFONAVIT.
Se diseña una estructura organizacional, se recluta y selecciona al personal idóneo; se
elaboran reglamentos, manuales, normas, políticas, proyectos, programas y todo lo
necesario para responder al enorme reto de otorgar créditos para vivienda.
Durante esa administración, el INFONAVIT otorga 88 mil créditos y construye igual
número de viviendas, lo que requirió la selección y adquisición de los terrenos, los
estudios preliminares y los diseños de las viviendas, hasta la búsqueda y selección de
constructoras, y el presupuesto, ejecución y supervisión de las obras.” (Página web
INFONAVIT)
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Entonces, este instituto fue creado para resolver la demanda de vivienda de los
trabajadores asalariados del sector privado, con ingresos desde 1 salario mínimo
(VSM)” (Sánchez, 2012)
“El plazo de pago es de 30 años y la afectación salarial es del 25%. El ahorro previo es
una subcuenta de vivienda y la tasa de interés va del 4% al 10% indizada en VSM.”
(Sánchez, 2012:27)
1.2.2 FOVISSSTE (Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales
de los Trabajadores al servicio del Estado)
“Se integró en 1972 como un órgano desconcentrado del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Cada empleado público
tiene una subcuenta de vivienda que administra el Fondo de la Vivienda del ISSSTE.
El FOVISSSTE administra las aportaciones de las dependencias y entidades públicas
afiliadas al ISSSTE, destinadas al otorgamiento de créditos para la adquisición,
reparación, ampliación o mejoramiento de las viviendas de los trabajadores del Estado.
Además, otorga créditos a los trabajadores al servicio del Estado que coordina y
financia programas de vivienda con recursos propios y con la participación de entidades
públicas y privadas. El Fondo está destinado a trabajadores públicos federales y a
algunos gobiernos y dependencias estatales y municipales, así como los de la mayoría
de las universidades públicas del país, con ingresos desde 1 vsm.” (Sánchez, 2012:27)
Entre los lineamientos en los que entró en acción el FOVISSSTE dentro de la
Constitución se encuentran los siguientes puntos:
“…El Estado, mediante las aportaciones que haga, establecerá un fondo nacional
de la vivienda a fin de constituir depósitos en favor de dichos trabajadores y
establecer un sistema de financiamiento que permita otorgar a éstos, crédito barato
y suficiente para que adquieran en propiedad, habitaciones cómodas e higiénicas,
o bien para construirlas, repararlas, o mejorarlas o pagar pasivos adquiridos por
estos conceptos.” (Página web FOVISSSTE)
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Artículo 38.- Sólo podrán hacerse retenciones, descuentos o deducciones al salario de
los trabajadores cuando se trate:
… VI.- Del pago de abonos para cubrir préstamos provenientes del fondo de la vivienda
destinados a la adquisición, construcción, reparación o mejoras de casas habitación o el
pago de pasivos adquiridos por estos conceptos. Estos descuentos deberán haber sido
aceptados libremente por el trabajador y no podrán exceder del 20% del salario. (Página
web FOVISSSTE)
Tanto el FOVISSSTE como el INFONAVIT se consolidan como facilitadores de créditos
para vivienda y por otro lado la vivienda es edificada por constructoras privadas.
La producción y adquisición de vivienda requiere (para la población) un recorrido de
varios pasos antes de poder habitar la vivienda. En el Diagrama 1 mostramos algunas de
las instituciones que intervienen en dicho proceso, además de mostrar perfiles generales
de la población que se encuentra interesada en adquirir vivienda.
Entonces tenemos que el Gobierno de la República coordina con CONAVI y SEDESOL
diversos organismos creados para la adquisición, construcción y mejora de la vivienda.
Son dirigidos a distintos sectores de la población:
INFONAVIT. Trabajadores asalariados del sector privado.
ISSSTE. Trabajadores del Estado.
FONHAPO (Fideicomiso del Fondo Nacional de Habitantes Populares) Atiende a
la población en situación de pobreza patrimonial (personas en zonas urbanas y
para hogares rurales e indígenas)
SHN (Sociedad Hipotecaria Nacional) dirigido preferentemente a la población de
ingresos medios y bajos. (Sánchez, 2012)
Como se puede observar en el diagrama las constructoras/inmobiliarias privadas
intervienen en el proceso habitacional como opciones relativamente baratas para adquirir
vivienda. En el caso de las personas de menores recursos, organismos como FONHAPO
y algunas ONG´S (Organizaciones No Gubernamentales) son opciones para tener
20
vivienda. Claro está que en este último caso, muchas veces se recurre a la vivienda
autoconstruida ilegal (paracaidistas/invasores) no controlada.
Diagrama 1. Organismos que gestionan la producción de vivienda.
Fuente: Vivienda social en México. Pasado-presente-futuro. 2012
1.3 Crecimiento de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
Pese a los apoyos y organismos de vivienda mencionados en el apartado anterior, el
crecimiento urbano careció de dirección y planeación. Uno de los principales problemas
21
fue la construcción de viviendas irregulares en colonias populares con carencia de
servicios.
En ésta década de 1970 fue cuando se dio la mayor expansión de la mancha urbana
metropolitana.
La socióloga Claudia Carpinteyro menciona un acontecimiento que contribuyó a la
expansión de la Ciudad de México. Para el año 1985 el terremoto que azotó la Ciudad de
México causó daños en miles de viviendas y por lo menos el derrumbe de decenas de
edificios habitacionales. El gobierno mexicano trató de actuar rápidamente con el
Programa de Renovación Habitacional Popular (RHP) con el cual se ayudaba a la
población a la reconstrucción, reparación e incluso creación de nuevas viviendas para los
afectados.
“No obstante, parte de la población de las delegaciones no lograron
incorporarse a los programas de atención a la vivienda y migraron hacia otras
entidades tanto del DF como del Estado de México (Xochimilco, Tláhuac, Milpa
Alta, Cuajimalpa de Morelos, Magdalena Contreras y Tlalpan, con suelo de
conservación) contribuyendo a la expansión de la ciudad y por lo general a
través de asentamientos irregulares. Ya para ese entonces la superficie
ocupada en la ZMVM era de 73,753.48 hectáreas ocupadas. Entre 1980 y 1990
algunas entidades aumentaros un 50% otros duplicaron o triplicaron su
inventario habitacional, ejemplo de esto es el municipio de Chalco con 13,007
viviendas en 1980 y 54,155 para 1990; y Tultepec con 2,681 viviendas en 1980
a 9,019 para 1990. Cuautitlán Izcalli que se proyecta a principios de la década
de los 70 ya para los 80, contenía 2,345 viviendas y para 1990, 68,019
viviendas.” (Carpinteyro, 2013:21).
1.3.1 La política habitacional en la década de 1990
De acuerdo con Esquivel y Castro (2012), el precursor de los cambios que vendrían en
la ZMCM e incluirían formas masivas de construcción de vivienda (y por lo tanto nuevas
22
maneras de habitar las periferias), es el “Programa para el Fomento y Desregulación de
la Vivienda”, el cual deja de participar en la mejora, producción y financiamiento de
vivienda, para voltear hacia la rentabilidad del mercado inmobiliario. Los autores
mencionan:
“Para ello los organismos públicos habitacionales se convierten progresivamente en
instancias netamente financieras, dando paso a una mayor intervención de los agentes
privados en el financiamiento, promoción y construcción de vivienda social.” (Esquivel
y Castro, 2012:4)
Esta política entra en acción en el año 2000 aproximadamente y como consecuencia se
incrementa el desarrollo de conjuntos habitacionales en la zona metropolitana. Esto fue
posible gracias a los bajos costos a los que los desarrolladores privados adquirieron el
suelo (suelos rurales, con poca productividad y ubicados en municipios cada vez más
lejanos de la Ciudad de México).
Como se ve en el Mapa 2, en donde se muestra el crecimiento de la mancha urbana de
la ZMCM de los años 1980-2000, el periodo en el que se hace visible un “arranque” en la
expansión de la Ciudad de México a la ZMCM es a partir de las décadas 1960 y 1970, y
se observa hacia la zona norte de la ciudad. Para 1973, el crecimiento del área urbana
rebasa los límites de la Ciudad de México, abriéndose paso hacia los municipios de
Ecatepec, Tlalnepantla, Tultitlán Naucalpan y Nezahualcóyotl en el Estado de México
En 1993, la mancha urbana continuó creciendo hacia municipios del norte de la ciudad y
hacia las zonas este y oeste, hacia municipios como: La paz, Ixtapaluca, Chalco,
Chimalhuacán (zona oriente) y Huixquilucan, (zona poniente). De 2000 al 2010, el
crecimiento de la ciudad tiene un alcance descomunal que recorre desde municipios al
norte como Huehuetoca hasta el sur como Amecameca.
23
Mapa 2
Crecimiento del Área Urbana de la Zona Metropolitana del Valle de México,
1900-2010
1.4 La Zona Metropolitana de la Ciudad de México: el Estado de México
Tal como comentan Esquivel y Castro (2012), desde hace varias décadas, la porción
oriente de la ZMVM5 ha sido un territorio que ha recibido muchos migrantes y además
fundamental para el crecimiento urbano. Una de sus características es cercanía a la
Ciudad de México, y como ya hemos comentado, las constructoras han encontrado un
5 Los autores Castro y Esquivel (2012) consideran a la ZMVM como un territorio integrado por las 16 delegaciones del Distrito Federal, 59 municipios del Estado de México y 1 de Hidalgo.
24
mercado de suelo comparativamente barato para la población de sectores de ingresos
medios y bajos.
Los precios bajos que las constructoras se han encontrado en la periferia se deben al
aprovechamiento, si así lo podemos decir, de las crisis agrícolas o poca productividad de
los suelos en los municipios metropolitanos. En el apartado siguiente hablaremos un poco
más a detalle de dicha crisis en el municipio de Ixtapaluca.
Además:
El Plan de Desarrollo Urbano del Estado de México ha identificado esta zona como una
subregión integrada por 6 municipios: Chalco, Chimalhuacán, Chicoloapan, Ixtapaluca,
La Paz y Valle de Chalco Solidaridad, la cual para el 2010 albergaba una población de
2’178,487 personas, que corresponde al 19.5% de los municipios conurbados y al
10.8% de la población de toda la ZMVM (Esquivel y Castro, 2012:1)
Como podemos ver en la gráfica 1, casi la mitad de la población de la subregión se
encuentra en los municipios de Ixtapaluca y Chimalhuacán, teniendo (hasta 2010) a
Chicoloapan como el menor contenedor de población.
Gráfica 1
Fuente: Inegi. Censo General de Población y Vivienda, 2010 en: Esquivel y Casto (2012).
Chalco , 15%
Chicoloapan , 10%
Chimalhuacán , 25%
Ixtapaluca , 24%
La Paz , 11%
Valle de Chalco Solidaridad
, 15%
Distribución porcentual de la población en la Subregión, 2010
25
Así, de 1990 a 2000, la ZMCM sufre un importante crecimiento en cuanto a vivienda
terminada ya que los asentamientos irregulares, si bien continuaron formándose, se abre
paso a la vivienda de interés social, con la construcción de los conjuntos habitacionales.
“En cuanto a la vivienda regulada o reglamenta en la ZMVM, en el periodo de 1991-
2000, se construyeron aproximadamente 37,512 viviendas en 17 conjuntos
habitacionales, principalmente de vivienda de interés social por inmobiliarias como
Promotora SADASI, Inmobiliaria Rosch, URBI, Casas Ara, entre algunas otras. También
se incorporan las viviendas tipo ´social progresivo´. Las constructoras han encontrado
un mercado clave para la construcción masiva de viviendas, la mayor parte de la
actividad inmobiliaria es encabezada por SADASI (Geo), Homex, Urbi, ARA, Sare,
Hogar” (Carpinteyro, 2013:25).
De acuerdo con Maya, Cervantes y Carrillo:
En las previsiones del Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de
México de 1998, ya se contemplaba la necesidad de contar con 16,500 hectáreas de
suelo para responder a la demanda prevista de 880 mil viviendas en el D.F. y de un
millón 300 mil en los municipios metropolitanos en el Estado de México, por lo que entre
el año 2000 y 2020 se deberán edificar un promedio anual de 35 mil viviendas en el
D.F. y de 52 mil en la ZMVM (Maya, et. Al., 2005:27)
Hasta el 2003 la Dirección Técnica para Autorizaciones Urbanas del Estado de México
fueron contemplados y autorizados 48 conjuntos urbanos. En el plano 1 se observan los
municipios que sufrieron mayor impacto con la construcción de conjuntos urbanos:
Toluca, Ecatepec, Ixtapaluca, Chalco, entre otros. Los factores que intervinieron en el
crecimiento (desenfrenado) de la ZMCM fueron por una parte la demanda de vivienda
proveniente de la Ciudad de México y por otra una forma de poder controlar el
crecimiento anárquico urbano (vivienda autoconstruida) que padecen los municipios
antes mencionados (Maya, 2005).
26
Plano 1. Municipios con mayor actividad de construcción de vivienda en el Área Metropolitana del Estado de México
El levantamiento de desarrollos urbanos en los municipios en la Imagen 1, sumó
aproximadamente 16’926,686. 55 m2 con 85,156 viviendas y con una población estimada
de más de cuatrocientos mil habitantes (Maya, 2005).
1.5 Crecimiento poblacional en Ixtapaluca
Como todo pueblo de origen prehispánico su nombre proviene del idioma náhuatl, se
forma de Iztatl, sal, pallotl o Pallutl, mojadura, y Can lugar, lo que se traduce como
“Lugar donde se moja la sal” (sitio web del municipio de Ixtapaluca: www.ixtapaluca.gob)
En Ixtapaluca predominaba la actividad económica de la agricultura y en menor cantidad
la ganadería.
27
Su población era mayoritariamente tradicional y el paisaje era caracterizado por
existencia de pueblos, trazas irregulares del territorio y en general pobreza por falta de
infraestructura necesaria para la población.
Los principales asentamientos tradicionales son Tlalpizahuac, Ayotla, Tlapacoya,
Tejolote, Ixtapaluca -cabecera municipal-, Coatepec, San Francisco Acuautla, Río Frío y
Manuel Ávila Camacho (Esquivel y Castro, 2012)
En 1995 se registra una crisis en la actividad agrícola en Ixtapaluca, es entonces cuando
el municipio, con sus suelos a precios bajos, se torna atractivo para el comienzo de un
uso habitacional. La cercanía del municipio de Ixtapaluca con la Ciudad de México y los
bajos precios del suelo, fueron factores fundamentales de atracción a las inmobiliarias
administradas por empresas privadas.
“En Ixtapaluca, los Conjuntos Urbanos se han asentado en los ranchos de producción
lechera que circundaban, en su momento, a la cabecera municipal. Los primeros
conjuntos que se asentaron en el territorio municipal fueron de dimensiones reducidas.
Así, en 1989 el Infonavit promovió la unidad habitacional San José de la Palma, con
1,148 viviendas y una población, para el 2008 de 5,223 almas. Los Héroes fue
realmente el primer gran Conjunto Urbano, construido por SADASI en el rancho de
Jesús María, alcanzó un total de 16,912 viviendas (en 6 etapas, la última se autorizó en
el 2010 con 348 viviendas)” (Esquivel y Castro, 2012:11)
Entre los años 1992 y 2002 se pueden distinguir ocho conjuntos habitacionales
aprobados por el municipio: Rancho el Carmen, Villas de Ayotla, Los Héroes, Geovillas
de San Jacinto, San Buenaventura, Geovillas de Jesús María, Geovillas de Santa
Bárbara y Ciudad Cuatro Vientos. Para el año 1995 Los héroes Ixtapaluca se destacaban
como el conjunto habitacional más grande de Latinoamérica con un total de 20,000
viviendas aproximadamente. Para el año 2000 es sustituido por el conjunto San
Buenaventura contando con 23,000 viviendas aproximadamente.
En la tabla 1 podemos apreciar mejor los conjuntos urbanos autorizados del año 1999 al
año 2011
28
Tabla 1. Ixtapaluca: Conjuntos Urbanos autorizados, 1999-2011
Nombre del Conjunto Empresa/ Promotor
Tipo de vivienda
Número de
viviendas
Población beneficiaria
Fecha de autorización
Ciudad Cuatro Vientos (incremento)
Cresem Social progresivo 1,081 4,865 Noviembre 28 de 2001
José Guadalupe Posada Unión José Guadalupe Posada, A.C
Social Progresivo
352 1.584 Diciembre 3 de 2003
Las Palmas Hacienda (Primera Etapa: 3591)
Geo Edificaciones, S.A. de C.V.
Mixto: interés social, comercial y servicios
4,124 18,558 Junio 22 de 2004
Lomas De Ixtapaluca" (Primera Etapa: 501)
Syser De Ixtapaluca, S.A. de C.V.
Popular 1,774 7,983 Julio 21 de 2004
Las Palmas Hacienda" (Segunda Etapa 533)
Geo Edificaciones, S.A. de C.V.
Mixto: interés social, comercial y servicios
----- ----- Febrero 24 de 2006
Lomas de Ixtapaluca" (Segunda Etapa: 1,273)
Syser De Ixtapaluca, S.A. de C.V.
Popular (1,774) ----- ----- Agosto 2 de 2006
(Segunda y última etapa de Las Palmas 3a. Etapa
Geo Edificaciones , S.A. de C.V.
Interés social (581)
----- ----- Julio 24 de 2007
Ampliación Los Héroes Ixtapaluca
Promotora Sadasi, S.A. de C.V.
Tipo Habitacional de interés social
438 1,971 Mayo 26 de 2010
Fuente: Con base en los acuerdos de autorización de Conjuntos Urbanos, publicados en la Gaceta del Gobierno del Estado de México, durante el periodo 1999-2011 http://www.edomex.gob.mx/sedur.En: Esquivel y Castro (2012).
Con el incremento de viviendas nuevas en el municipio, a partir de la década de 1990 la población se disparó. Para el año 2005 ya había en Ixtapaluca 429,033 habitantes.
En la Gráfica 2 se observa el número de hogares en el municipio de Ixtapaluca por cada
cinco años transcurridos. Del año 1995 al 2000 se generó un aumento de
aproximadamente 10,902 viviendas. Del año 2000 al 2010 se pasa de un número de
63,106 viviendas a 117,619 lo que significa el número de éstas casi se duplicó en diez
años.
29
Gráfica 2
Fuente: INEGI, 2014
Gráfica 3
Fuente: INEGI, 2014
La Gráfica 3 muestra el número aproximado de habitantes por vivienda en Ixtapaluca. En
1995 se registraron 4.7 ocupantes por vivienda particular. Desde entonces el número de
ocupantes fue disminuyendo hasta llegar a los “3.9” ocupantes por vivienda en el año
2010.
En la Gráfica 4 tenemos la población total del municipio de Ixtapaluca de 1995 a 2010. Si
relacionamos los datos de las Gráficas 2 y 3 se puede ver la concordancia en los
30
resultados de la población en el municipio, es decir, si tenemos que hasta el año 2010 se
registró un promedio de 117,619 viviendas con aproximadamente 3.9 ocupantes en cada
una de ellas nos arroja que hay aproximadamente 458,714 habitantes en el municipio de
Ixtapaluca.
Gráfica 4
Fuente: INEGI, 2014
En el plano 2 podemos observar la topografía de Ixtapaluca. Hasta el año 2010, al oeste
del municipio se aprecia el área urbana vinculada con el resto de la ZMCM.
Las unidades habitacionales se concentran principalmente a los alrededores de la
cabecera municipal de Ixtapaluca.
La gran cantidad de viviendas construidas y las miles de personas que han llegado a los
desarrollos se ven reflejadas en la topografía municipal convirtiendo ese fragmento del
municipio en zona urbana. A pesar de ello gran parte del territorio aún cuenta con
localidades (consideradas por INEGI como asentamientos con 2500 habitantes o menos)
dispersas y usos de suelo agrícolas.
31
Como vimos en este capítulo el proceso de crecimiento de la Ciudad de México hasta su
conformación como ZMCM al día de hoy, partió con diversos procesos legales y muchos
actores e instituciones que intervinieron para su conformación como el FOVISSSTE y el
INFONAVIT.
Como resultado tenemos una población que debió adaptarse a la forma de vida periférica
y en muchos casos a una nueva forma de habitar la ciudad en los nuevos conjuntos
urbanos y habitacionales como lo vemos en el siguiente capítulo.
Plano 2
32
Capítulo 2. Los conjuntos habitacionales y conjuntos urbanos.
En este capítulo definimos y caracterizamos a los conjuntos habitacionales y a los
conjuntos urbanos ya que, aunque parecen referirse a lo mismo, existen ciertos aspectos
que los diferencian. Algunos de ellos se encuentran por ejemplo en la normatividad de la
que dependen para funcionar, la etapa en que surgen e incluso el espacio en donde se
insertan (dentro de la ciudad o en las periferias).
2.1 Conjunto habitacional: definiciones
Históricamente, los conjuntos habitacionales comenzaron a ser pensados en los años
treinta, pero, después de la Segunda Guerra Mundial es cuando comienza el auge de su
construcción. En un principio, estos conjuntos surgieron en ciudades de países
principalmente desarrollados como Francia.
La idea principal consistía en albergar a un mayor número de población en un espacio
más reducido, pero además esta unidad habitacional contaría con todos los servicios y
equipamientos necesarios para satisfacer las necesidades de los residentes.
Cabe mencionar que el diseño arquitectónico de vivienda en un principio fue la “vivienda
de altura” el cual se refiere al levantamiento de edificios que albergaban cientos de
departamentos. En el caso específico de Francia, estas viviendas eran propiedad estatal,
por lo tanto, sólo se alquilaban principalmente, a familias de ingresos medios-bajos.
Paulatinamente se fueron expandiendo estos conjuntos los cuales se relacionaban con
la modernidad y fueron formando parte de la configuración del paisaje urbano.
En el caso de México, en el año de 1947 con la creciente migración del campo a la ciudad,
y por lo tanto el aumento demográfico, surge una gran demanda de vivienda. Así se crea
el conocido multifamiliar Miguel Alemán que en ese entonces se convierte en el primer
multifamiliar de América Latina. Este conjunto sería el arranque de la construcción masiva
de unidades habitacionales. Cada una se distinguirá por tener dos tipos de espacios:
espacios privados (vivienda) y espacios públicos o colectivos tales como escaleras,
pasillos y jardines.
33
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Urbano del Estado de México los conjuntos
urbanos son definidos como:
(…) una modalidad en la ejecución del desarrollo urbano, que tiene por objeto
estructurar, ordenar o reordenar, como una unidad especial integral, el trazo de la
infraestructura vial, la división del suelo, la zonificación y normas de usos y destinos del
suelo, la ubicación de edificios y la imagen urbana de un sector territorial de un centro
de población o de una región” (www.edomex.gob.mx, en: Cruz, 2012:137)
En “Conjuntos y unidades habitacionales en la Ciudad de México” Villavicencio, Esquivel
y Durán mencionan que la definición y las características de un conjunto habitacional van
a variar dependiendo de la época y el contexto en el que fueron construidos, pero existe
una, la de Emilio Duhau que parece ser acertada:
“(…) los conjuntos habitacionales en general, son un diseño urbano arquitectónico
preconcebido, en donde la producción del espacio urbano y de la vivienda guarda
características particulares: a) son espacios que delimitados o no a través de barreras
físicas, se diferencian de los espacios continuos puesto que la imagen urbana que
proyectan es homogénea en su interior y mantiene rasgos diferentes con respecto a su
entorno; b)contiene un grupo de viviendas cuyo número de viviendas es preconcebido
o inalterable en el sentido cuantitativo mas no cualitativo, porque permiten en algunos
casos transformaciones físicas y expresiones que dan sentido a las individualidades
que encierran y a la heterogeneidad de la gente que los ocupa; c) ofrecen una o varias
tipologías de vivienda que se repiten para uno u otro grupo doméstico y d) cuentan con
espacios colectivos con un uso definido” (Duhau, citado por Esquivel et al.,2006:27)
De acuerdo con María Teresa Esquivel, otra característica de estos conjuntos,
especialmente los que se encuentran ubicados en la periferia, es que “…en su
construcción, las empresas utilizan tecnología de punta y edifican casas monolíticas
empleando moldes para abatir costos, repitiendo miles de veces unos cuantos prototipos,
el resultado, un paisaje monótono y redundante” (Esquivel, 2005:54).
Como he mencionado, para los años setenta se crea el Instituto del Fondo Nacional de
la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) y el Fondo de la Vivienda del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (FOVISSSTE) que
facilitan a trabajadores la posibilidad de adquirir una casa propia. Sin embargo, no toda
34
la población podía acceder a un crédito de estos organismos públicos recién creados en
los años 70, así que recurría (y lo sigue haciendo) a la autoproducción de vivienda, ésta
generalmente se ubica en suelos no aptos para el desarrollo urbano por sus pendientes
o por ser inundables o por encontrarse en laderas de cerros. Es así que la población
encuentra en la periferia de las ciudades, suelo para autoconstruir.
2.2 ¿Conjunto urbano o unidad habitacional?
Los grandes conjuntos habitacionales en el Estado de México mencionados en el
apartado anterior, surgen en el contexto del cambio en la política habitacional a finales
de la década de los ochenta. En los años noventa con el gobernador en turno Arturo
Montiel Rojas, se hace evidente el crecimiento de los llamados “conjuntos urbanos”.
En Modificación al Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Ixtapaluca, 2008 (Esquivel y
Castro, 2012)
El conjunto urbano es una figura jurídica que permite la división de terreno para la
edificación de vivienda, comercio y servicio e industria. A través de la autorización se
obtiene suelo urbanizado de forma regular, ordenada, con todos los servicios para que
los habitantes de estos desarrollos tengan la seguridad de contar con un documento
que los acredite como propietarios de sus viviendas. (Esquivel y Castro,2012:3)
Además de que:
Los Conjuntos Urbanos son grandes unidades habitacionales en cuya construcción,
desarrollo, financiamiento y promoción, el sector inmobiliario privado se convierte en el
eje articulador de la producción de vivienda media y popular. (Esquivel y Castro,
2012:3)
Como hemos mencionado en apartados anteriores, los organismos de vivienda
INFONAVIT y FOVISSSTE modificaron su forma de actuar jugando un papel muy
importante como agente financiero ayudando a la población a tener fácil acceso a las
viviendas de interés social. En segundo lugar, hubo un cambio notable en la
infraestructura de los conjuntos urbanos. Recordemos que antes de los años noventa la
35
forma más popular y común de producción de vivienda eran los fraccionamientos cuya
característica principal eran las viviendas, que en conjunto, formaban parte de un edificio
vertical. Además, el Estado tenía la obligación de equipar al fraccionamiento con drenaje,
servicios públicos y supervisar el correcto funcionamiento y mantenimiento de los
fraccionamientos.
¿Cuál es la diferencia entonces entre fraccionamiento y los nuevos conjuntos urbanos
del Estado de México antes mencionados? Los autores Jorge Neri y María Teresa
Esquivel explican:
“El reemplazo del fraccionamiento como modalidad legal de urbanización por la de
conjunto urbano puede explicarse por la incapacidad del Estado para generar y dotar
de infraestructura, equipamientos y servicios necesarios a estos crecimientos urbanos,
facilitando y promoviendo la intervención de los agentes privados, y dejar en ellos la
responsabilidad de producir (y “hacer”) la ciudad “(Esquivel y Neri, 2012:134)
Estas modificaciones en las políticas de vivienda afectan directamente en la calidad de
vida de los habitantes de los conjuntos e influyen, en algún momento, en los sentidos del
lugar de los habitantes. Qué mejor manera de ejemplificarlo que como lo describe Alfonso
Rivas (citado por Esquivel y Neri, 2012):
“La normativa urbana referente a los conjuntos urbanos se constituye bajo la visión de
hacer solamente vivienda, por ejemplo, Tecámac o Ixtapaluca, donde se construyen
sólo islas de ciudades pero no se dota a estos espacios de los lugares necesarios para
que los habitantes logren desarrollar una calidad de vida integral” (Esquivel, Neri,
2012:147)
2.3 La normatividad en los conjuntos habitacionales: el gobierno federal, estatal y
municipal.
El surgimiento y/o aprobación de un conjunto habitacional requiere de la intervención de
diversas dependencias del gobierno tanto federal como estatal, ya que se trata de un
importante cambio de uso de suelo. La intervención de los municipios en los conjuntos
36
urbanos es a través de diversas dependencias como el Ayuntamiento municipal o Luz y
Fuerza del centro entre otras.
El papel de dichas dependencias, aunque limitado, es de suma importancia ya que va a
ayudar a la configuración de los conjuntos habitacionales con el municipio. Hablamos
entonces de los trámites para la construcción de vialidades, drenaje, alcantarillado, agua
potable, entre otros.
En general, existen diversas dependencias a nivel municipal que intervienen en la
aprobación de un conjunto urbano como se muestra en la tabla 2.
Tabla 2
Fuente: Esquivel y Neri (2012)
Podemos decir que las dependencias mostradas son las que ayudan a “preparar” un
espacio determinado para un nuevo conjunto habitacional.
Aun así, en cada estado e incluso municipio, las tareas de planeación varían e implican
otros aspectos como los acuerdos entre los desarrolladores inmobiliarios y la autoridad
municipal (Esquivel y Neri, 2012)
37
2.3.1 Los desarrolladores inmobiliarios.
Como se menciona en el apartado anterior, el estado y el municipio juegan determinados
papeles en la planeación del proceso de urbanización con estos conjuntos habitacionales.
Sin embargo, los desarrolladores inmobiliarios tienen a su vez que realizar trámites para
el posible “levantamiento” de éstos desarrollos.
Ante la Comisión Estatal de Desarrollo y Vivienda se llevan a cabo licencias y
autorizaciones para la aprobación de un conjunto urbano. Después estos desarrolladores
deben incluir una clara descripción específica de dicho desarrollo entre las cuales incluye:
Número y tipo de lotes
Número de secciones
Número de viviendas
Medidas y superficies
Usos de suelo
Estructura vial interna
Obras de urbanización al interior del desarrollo, entre otras (Hernández y Neri,
2012)
2.3.2 Los servicios urbanos
Con la construcción de conjuntos urbanos tenemos entonces que llegarán miles de
nuevos habitantes y con ello se deberán cubrir nuevas demandas de bienes y servicios.
El municipio a corto plazo encuentra las primeras problemáticas y presiones por parte de
los nuevos habitantes. Lo explicaré en tres puntos:
1) En primera instancia al terminar de vender la última vivienda se municipaliza el
conjunto es decir éste pasa a manos del municipio el cual deberá asegurarse de
cumplir sus tareas a través de las dependencias antes mencionadas (dotación de
agua potable, luz, etc.) Aun así, quedan pendientes equipamientos básicos como
38
escuelas, parques, mercados, etc. los cuales de pronto se convierten en tarea de
nadie.
2) Legalmente los desarrolladores tienen que dotar a los conjuntos con
infraestructura urbana. Sin embargo, en la mayoría de los conjuntos en municipios
llega a ser muy pobre.
3) Las actividades ilícitas como la corrupción intervienen en la planeación urbana (en
todos los niveles de gobierno), lo que hace que la planeación urbana se entorpezca
y limite dicha actividad. En otras palabras, y agregando además los miles de
nuevos habitantes por las unidades habitacionales, el municipio no cuenta con los
recursos para financiar suficiente equipamiento urbano.
2.4 Primeros megaproyectos en la periferia.
Como se señaló, la demanda por la vivienda y el ideal por la adquisición de la “casa
propia” hace posible el crecimiento de la mancha urbana hacia la periferia, a municipios
cada vez más alejados. Azucena Arango explica que en el Estado de México los
municipios del oriente: Los reyes la Paz, Chimalhuacán, Valle de Chalco e Ixtapaluca
tuvieron un impacto importante con la construcción de más de 50 proyectos
habitacionales juntos.
De ellos Ixtapaluca fue el más afectado por este crecimiento periférico, ya que se suman
aproximadamente 20 conjuntos en dicho territorio. Hasta hace un par de décadas
Ixtapaluca era de un paisaje rural y hasta los años 70 sus habitantes sumaban
aproximadamente 39,603.
Arango menciona un aspecto histórico importante de Ixtapaluca:
“Históricamente, Ixtapaluca siempre ha estado relacionado con la cercana Ciudad de
México. En la época del Porfiriato se instalaron haciendas agrícolas importantes… Las
antiguas haciendas y ranchos de Ixtapaluca se han transformado en las actuales
conjuntos habitacionales, como la Ex-Hacienda de Santa Bárbara, donde se
encuentran las Geovillas de Santa Bárbara, en el Rancho San Jerónimo, el Conjunto
39
Cuatro Vientos, el primer conjunto se construyó en el Rancho de San José de la Palma
y lleva el mismo nombre, el Rancho Jesús María es el actual conjunto Los Héroes y en
año 2000 el Rancho el Canutillo se convirtió en el conjunto Habitacional San
Buenaventura.” (Arango, 2013:11)
En el cuadro 1 se muestran algunos de los principales conjuntos habitacionales en el
municipio de Ixtapaluca entre 1992 y 2002. Como se puede ver, y gracias a las políticas
de vivienda a nivel nacional antes mencionadas, en Ixtapaluca fue siendo ocupada por
empresas privadas como Geo Edificaciones, Consorcio Ara o Promotora SADASI que
son responsables de la mayoría de los conjuntos habitacionales.
Es importante mencionar que con el surgimiento de los nuevos conjuntos creció al mismo
tiempo la demanda de consumo por parte de los nuevos habitantes. Para el año 2006
son construidas dos importantes plazas comerciales en Ixtapaluca:
Plaza Sendero y Plaza Cortijo. Ambas cuentan con servicios como restaurantes
(principalmente de comida rápida), cafeterías, cines, locales con ropa, zapatos, etc.
Además, contienen bodegas de abasto como Soriana y Walt Mart.
Arango dice que estas plazas (con otras más pequeñas dispersas en el municipio) vienen
dos aspectos más: por un lado, no sólo los consumidores en estos centros comerciales
son los nuevos habitantes provenientes de la ciudad, sino que también invita a los
pobladores locales (nativos) a un estilo de consumo urbano. Además, no sólo atrae a los
habitantes de Ixtapaluca sino a los vecinos en Chalco, Valle de Chalco, Tlalmanalco y
Amecameca. A pesar de ser muy atractivo esto genera el segundo aspecto, que es la
afectación al comercio tradicional.
Aunque la expansión de la mancha urbana a este municipio ha sido veloz, ha traído
además (y a otros municipios vecinos) grandes problemas. El aspecto legislativo es
diferente al de la Ciudad de México por supuesto y muchos aspectos como la dotación
de servicios de salud, transporte, infraestructura en general, vías de acceso al municipio
e incluso la falta de empleo están, aún hoy, inconclusos o sin resolver.
40
Ester Maya comenta:
“Esta sub-urbanización ha conformado una amorfa y muy negativa estructura urbana
al permitir una expansión física indiscriminada y deficientemente planificada, que ha
traído consecuencias positivas y negativas (Maya, 2005:32)”
Cuadro 1. Relación de conjuntos habitacionales aprobados en el municipio de Ixtapaluca entre 1992 y 2002
41
Capítulo 3. Primeras formas colectivas de vida en México: Los multifamiliares
En el caso de la Ciudad de México como ya se mencionó, desde finales de la década de
los cuarenta los conjuntos habitacionales se constituyeron como una solución de vivienda
por el gran incremento de la población y constituyeron también una nueva y moderna
forma de vida urbana (Esquivel 2008). La construcción de edificios para uso habitacional
trajo consigo no sólo un notable cambio en el paisaje urbano sino también nuevos modos
de vida familiar.
Existen diversos trabajos de urbanistas y sociólogos que han analizado San
Buenaventura (y otros conjuntos urbanos) y descubierto las nuevas formas de habitar y
apropiarse de estos espacios en los últimos diez años. Llámese las nuevas implicaciones
por parte de los vecinos para adaptarse a la nueva forma de vivir “en conjunto” o el hecho
de tener que respetar un reglamento que tal vez no se tenía en la antigua vivienda.
El Arquitecto Mario Pani, encargado de diseñar algunos de los primeros y más
importantes conjuntos habitacionales en México, trabajó con la influencia de Charles
Edouard Jeanneret-Gris, “Le Corbusier”. Pero ¿qué objetivo tiene esta nueva forma de
vivienda? Las nuevas formas de producción habitacional de edificios altos de Le
Corbusier tienen una justificación a las cuales él se refería como “componentes básicos
o felicidades” que a su manera de ver, son necesarias para que el humano pueda
desarrollarse en un lugar: la luz, el espacio y lo verde (Esquivel, 2008).
Multifamiliar Presidente Miguel Alemán
Debido al crecimiento acelerado de la población, para los años 1945 aproximadamente
se ve necesario una solución a los problemas de vivienda. Aunque hoy en día existen
unas mil 700 unidades habitacionales en el Distrito Federal existen cinco que marcaron
una nueva forma de habitar y vida cotidiana en México (Periódico el Universal. Balboa,
2011) Mencionaremos dos de las más destacadas ambas obras del Arquitecto Mario
Pani.
42
Para el año 1947 se ve aprobado un proyecto que pareciera que respondería a las
necesidades de los nuevos ocupantes: el llamado multifamiliar Presidente Miguel
Alemán. La posibilidad de aprovechar al máximo un terreno (en los terrenos de lo que
antiguamente era el Rancho de Santa Rosa, en la esquina de Avenida Coyoacán y Félix
Cuevas, en la colonia Del Valle) y una mayor capacidad de ocupantes fue uno de los
principales aspectos de este proyecto. Además de ello, con influencia del arquitecto
francés Le Corbusier, se observa el diseño arquitectónico de “rascacielos habitacional” o
viviendas verticales fenómeno que más tarde veríamos cientos de veces reproducido.
Al final de su construcción en el año 1949 el conjunto contaba con un poco más de mil
departamentos distribuidos en seis edificios bajos y seis bajos. Además, este primer
multifamiliar incluyó espacios destinados para jardines, locales para el comercio y
auditorio, entre otros.
Imagen 1 Multifamiliar Miguel Alemán. 1949 aproximadamente
Fuente: www.elfanzine.tv
Imagen 2 Multifamiliar Miguel Alemán. 1949 aproximadamente
43
Multifamiliar Tlatelolco
Aunque el multifamiliar Alemán marcó un fuerte cambio en el modo de habitar en México
fue “El Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco” uno de los más impresionantes desarrollos
en México en la década de 1960. De acuerdo con el arquitecto Mario Pani, la idea era
que los ocupantes dependieran lo menos posible del entorno (Álvarez, 2014. En
www.elfanzine.tv). El inmenso desarrollo cuenta con aproximadamente 11,916
departamentos distribuidos en 102 edificios. Cuenta con escuelas, áreas verdes y
hospitales, entre otros servicios.
De acuerdo con Le Corbusier estas “felicidades” podían ser logradas con el diseño de
edificios altos. En primer lugar, la construcción vertical ayudaría a ahorrar varias
hectáreas de áreas verdes y permitiría a los habitantes disfrutar de éstas agregando
además que se podría apreciar a través de la ventana estos espacios verdes en lugar de
las viviendas de los vecinos (Le Corbusier, 1922,1929; citados en Esquivel, 2008). Claro
que se plantea que este tipo de vivienda contará con áreas de uso común como escuelas,
servicios de salud y recreativas entre otras.
44
Imagen 3. Conjunto urbano Nonoalco-Tlatelolco. Año 1970 aproximadamente.
La cuestión quizás más importante es que con esta forma de habitar “se percibe el
supuesto de que automáticamente a través del diseño va a surgir una vida en
colectividad” (Esquivel, 2008:121). Podríamos suponer que con el uso de las áreas
comunes se desarrollará entonces cierta vecindad o convivencia con otros habitantes del
conjunto habitacional.
Sin embargo, Esquivel señala:
Uno de los problemas que ha enfrentado este hábitat colectivo fue el olvido, por parte de
sus promotores, de la complejidad social de la población que alberga, y sus distintas
condiciones y requerimientos de habitabilidad. La producción de vivienda en serie dio
como resultado, conjuntos habitacionales monótonos y uniformes, los que, al poco tiempo
de ser habitados, empezaron a generar fuertes tensiones sociales y, por ende, su paulatino
deterioro, desprestigio y rechazo social. En algunos países desarrollados, particularmente
Francia, Canadá y Estados Unidos, fue necesario realizar audaces proyectos de rediseño
y reconstrucción de conjuntos enteros, algunos de los cuales fueron recortados y otros
incluso demolidos (Esquivel, 2008:122).
45
La misma autora (2008) comenta que en México los conjuntos habitacionales sufren
una similar situación debido al descuido general de los edificios-viviendas,
apropiación de espacios comunes (por ejemplo, instalar un puesto de comida en
los estacionamientos) pero sobre todo una total falta de administración ya sea por
parte de una instancia oficial o los mismos habitantes.
En el caso de las áreas comunes:
Cuando Mario Pani diseñó los primeros conjuntos contempló su funcionamiento con
base en el sistema de condominio, lo que suponía que los residente se hicieran cargo
de la administración y gestión de los espacios comunes; pero, como señalan
Villavicencio et al. (2006), los primeros conjuntos que se construyeron en la Ciudad de
México (los del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos) quedaron bajo la
responsabilidad de empresas filiales del banco: las administradoras inmobiliarias, las
cuales atendían el mantenimiento y la administración durante el periodo en que se
amortizaba el crédito, cobrando por ello entre 15 y 20 por ciento de las mensualidades
que debían pagar los beneficiarios. (Villavicencio et al., 2006, citados en Esquivel,
2008)
Para mediados de los años ochenta, los organismos de vivienda se encuentran en una
crisis económica. Lo anterior y sumando el desinterés y deslinde de la responsabilidad
de los espacios colectivos, hace que dichas tareas queden totalmente en manos de los
vecinos cosa que a la larga han causado infinidad de conflictos y problemáticas entre los
habitantes.
3.1 Los conjuntos urbanos periféricos
A diferencia de los conjuntos habitacionales en edificio o verticales, los nuevos conjuntos
urbanos de la periferia metropolitana cuentan con viviendas unifamiliares (condominio
horizontal) y en algunos casos viviendas dúplex y cuádruplex. Estas viviendas se pueden
encontrar ubicadas en calles abiertas o en “cerradas” o privadas que son grupos de casas
con una reja y sólo se puede accesar siendo vecino de dicha cerrada.
46
Aunque existen diferencias claras con los edificios habitacionales hay algunas
características que pueden coincidir para ambos estilos de vivienda. En primer lugar
tenemos la adaptación. Los residentes de los conjuntos habitacional y urbano se ven en
la casi obligación de cumplir con un reglamento proporcionado por las inmobiliarias. Entre
las nuevas obligaciones se encuentran tolerancia y respeto hacia los otros vecinos, y el
respeto hacia las áreas comunes.
Como mencionamos antes, en un principio en los conjuntos habitacionales se cobraba
determinada cantidad a los vecinos para el mantenimiento de las áreas comunes. A
diferencia de éstos, en los conjuntos urbanos (propios de la periferia de la Ciudad de
México) los desarrolladores dejaron desde un principio en manos de los habitantes el
mantenimiento de dichas áreas. Sin embargo, para ambos estilos de vivienda la
responsabilidad que implica el cuidado de los espacios públicos ha sido fuertemente
evitada por parte de los residentes, y las autoridades locales no se han encargado de
ello, lo cual nos deja a la vista paisajes que a la larga se han convertido en un panorama
descuidado e incluso con otros usos (comercio, actividades ilícitas)
Dentro de las características que implica esta forma de producción habitacional también
se encuentran:
Lejanía con respecto a la ciudad. Viajes que implican más de una hora de traslado
hacia dicho lugar.
Dimensiones reducidas en la vivienda. Las casitas miden de 45 hasta 65 m2
La evidente carencia de equipamiento y servicios como lo son escuelas de nivel
medio y medio superior, hospitales, espacios recreativos, centros de abasto, etc.
Lo anterior representa sólo algunas de las principales problemáticas con las que
los vecinos se han venido encontrando a lo largo de los años.
Pero en un principio, como menciona Esquivel (2006), los desarrolladores y arquitectos
supieron “cristalizar” un ideal de vivienda de clase media, diseñando las casas con un
pequeño jardín que en realidad es lugar para un automóvil, colores llamativos, etc. Todo
47
ello generando en la población un imaginario: tener una mejor calidad de vida pero sobre
todo una vida en su propiedad.
3.1.1 El conjunto habitacional San Buenaventura
Este desarrollo va a ser el más importante del consorcio Ara y es conocido simplemente
como San Buenaventura. Su localización ya fue mencionada anteriormente pero con el
plano 3 podemos apreciar mejor su ubicación y además en la imagen 4 apreciamos una
vista del trazado del conjunto.
Plano 3
Como menciona Emilio Duhau (apartado 2.1 en este trabajo) los conjuntos habitacionales
pueden ser definidos con ayuda de ciertas características como por ejemplo las diversas
tipologías de viviendas que hay en ellos, imagen homogénea proyectada y la presencia
de espacios colectivos. Sin embargo y como menciona Maya Pérez, las definiciones
48
dadas por diversos investigadores como Duhau no le da importancia que debería al
número de viviendas que debería comprender un conjunto urbano. La autora entonces
dice que debido a las enormes dimensiones (hablando del número de viviendas) San
Buenaventura ha de ser visto no sólo como un conjunto urbano más sino como un “centro
de población estratégico”. Es decir:
(…) a medida que se empieza a habitar, se inicia su transformación, cambiando
progresivamente su estructura y fisionomía rígida, por una nueva conformación en la
que los espacios planificados para una función se aprovechan de otra, se habilitan
espacios públicos diferentes (…) emergen ligas sociales y segregaciones que en otro
tipo de fraccionamiento difícilmente se formarían y mucho menos coexistirían, en fin,
toda una serie de fenómenos que no se encuentran en un fraccionamiento y sí en
cambio, son parte de la caracterización de una ciudad. (Maya, 2005:46)”
Imagen 3 Conjunto urbano San Buenaventura.
Fuente: Google maps, 2014.
3.1.2 Propuesta habitacional y diseño de San Buenaventura.
Hasta el año 2013 este conjunto urbano contaba con 7 secciones y se diferenciaban con
determinado color. Es decir, las viviendas de cada sección se encuentran pintadas (las
fachadas) de un color determinado. En la imagen 4 dividimos y mostramos lo más exacto
49
posible, la unidad con sus secciones correspondientes. Los colores de las delimitaciones
tratan de mostrar colores semejantes (no iguales) a los predominantes en las viviendas
de cada sección.
Plano 4. Conjunto urbano San Buenaventura. Secciones.
Fuente: Elaboración propia en base a un “Planos de equipamiento urbano” del consorcio ARA, 1999.
Es importante mencionar los diseños que se ofrecieron en el conjunto ya que como se
muestra en este trabajo y diversos autores lo han señalado, el tamaño de la vivienda y la
proximidad con las otras viviendas (vecinos) influye en los modos de vida de los
habitantes.
50
3.1.2.1 Prototipos de vivienda
Vivienda CX-12-2RM o tipo cuádruplex. De acuerdo al “Manual del propietario ARA.
San Buenaventura” este prototipo se encuentra en un lote de 12 m. y con una superficie
total de 180 m2
Imagen 6. Prototipo de vivienda cuádruplex.
Fuente: Manual del propietario ARA. San Buenaventura
Este prototipo cuenta con dos viviendas construidas en la parte baja y dos en la parte alta
con una escalera tipo caracol o semicircular al frente para acceder a las viviendas
superiores. Además, cuenta con cajones de estacionamiento al frente para cada vivienda.
Vivienda DX-9X12-2R o tipo dúplex. De acuerdo al “Manual del propietario ARA. San
Buenaventura” este prototipo se encuentra en un lote tipo dúplex de 9 m. y con una
superficie total de 108 m2.
Imagen 7. Prototipo de vivienda dúplex.
Fuente: Manual del propietario ARA. San Buenaventura
51
Aparentemente este prototipo de vivienda de acuerdo con la imagen será un lote con dos
viviendas solamente. Ciertamente es que la mayoría de las viviendas (de todos los
modelos) están en un diseño y producción en masa en el que se encuentran todas
“pegadas” como se muestra en la siguiente imagen 8.
Imagen 8. Tipo de vivienda dúplex. San Buenaventura, Ixtapaluca.
Fuente: Google maps. 2014
3.1.2.2 Cerradas y calles abiertas
En el conjunto urbano está conformado de dos tipos de calle: calles abiertas y cerradas
o “privadas”.
Calle abierta
Las calles abiertas son en su mayoría avenidas principales de tránsito en el conjunto
como se ve por ejemplo en la imagen 9 cuyas viviendas se encuentran en la calle Paseo
de los Chopos la cual es una de las principales calles de acceso a la unidad y además
de las más largas. Es importante mencionar que la imagen muestra una de las pocas
zonas en donde la calle y las viviendas han sufrido un cambio mínimo de su diseño
52
original. Con el paso del tiempo los propietarios optaron por levantar una barda alrededor
de su vivienda con el fin de sufrir algún tipo de robo o vandalismo.
Calle cerrada o privada.
En este tipo de calles cerradas hay desde 20 hasta 48 viviendas. Estas calles estaban
dotadas de un enrejado sencillo con puerta peatonal y una entrada para vehículos como
lo muestra la imagen 10 a continuación. Tal como mencionamos en el apartado anterior,
la imagen muestra una de las pocas privadas en donde han sufrido un cambio mínimo de
su diseño original.
Las cerradas fueron “entregadas” con una reja sencilla y después muchos vecinos
optaron por reforzarlas y hasta automatizarlas; incluso con el aumento de la inseguridad
fueron reemplazadas por bardas. Este diseño en algún momento fomentó el contacto
entre vecinos para asuntos como mantenimiento y acuerdos sobre modificaciones.
Imagen 9. Calle abierta. Conjunto habitacional San Buenaventura.
Fuente: Google maps. 2014
53
Imagen 10. Calle cerrada o privada. Conjunto habitacional San Buenaventura.
Fuente: Google maps. 2014.
3.1.2.3 Espacios públicos
Los espacios públicos en San Buenaventura se encuentran distribuidos en las diferentes
secciones de la unidad. La mayoría son pequeños espacios con unas pocas bancas para
sentarse, distribuidos por toda a unidad. En el siguiente plano (5) hemos identificado 7
áreas grandes que son conocidas por los habitantes simplemente como “las canchas” o
“el parquecito” (sin importar la sección) ya que están dotadas con canchas de básquet
bolibol y futbol.
Los polígonos que se encuentran en verde representan las 7 áreas antes mencionadas
como espacios públicos. Como se puede ver, la primera y cuarta sección están dotadas
con dos de estos espacios, los cuales, en el caso de la primera sección, correspondería
a un gran parque si no fuera por la calle que pasa por en medio y lo “parte” en dos. De
ahí en fuera, las secciones segunda, quinta y séptima cuentan sólo con un espacio de
éstos. Los parques tienen juegos infantiles, bancas distribuidas y canchas tanto para
practicar futbol como basquetbol.
54
Plano 5. Espacios públicos. San Buenaventura.
Fuente: Elaboración propia en base al trabajo de campo. Imagen: Google maps. 2014.
Además, en las secciones uno, dos y cuatro, cuentan con un espacio cerrado o módulos
que aunque estuvieron sin funcionar los primeros años, hoy en día se llevan a cabo
diversas actividades como karate y zumba. Inclusive se utilizan como lugar de reunión de
grupos religiosos o partidos políticos.
La tercera y sexta secciones, además de espacios vacíos (suponemos que en un principio
eran espacios con pasto) para uso de paso peatonal, no cuentan con equipamiento como
bancas, por lo que no se consideran parques. Es importante señalar que aunque las
personas que habitan en la tercera y sexta secciones decidieran trasladarse a los demás
parques, estos 7 espacios no son suficientes para albergar a los aproximadamente
92,000 habitantes.
55
Capítulo 4. Los imaginarios suburbanos: San Buenaventura
Para poder entender y adentrarnos al análisis de los imaginarios debemos tener en
consideración algunos aspectos que nos ayudarán a entrar en contexto con este tema de
urbanismo.
4.1 La espacialidad y el territorio.
El tema de los imaginarios urbanos no sólo implica saber que es “lo que los sujetos
imaginan” o piensan del espacio urbano en el que habitan es necesario puntualizar de
qué manera podemos empezar a abordar este tema.
Comenzaremos con la espacialidad que lejos de ser un concepto que deba ser tomado
a la ligera nos referimos al espacio como una dimensión compleja y subjetiva que implica
significados, vivencias y relaciones sociales entre otras.
A lo largo del tiempo las ciencias que han utilizado el término “espacio” tales como las
matemáticas, lingüística o arquitectura, entre otras, las cuales en la mayoría de los casos
no tienen, aparentemente, ninguna similitud. Sin embargo, es posible que mantengan
algo en común: la experiencia humana es necesariamente espacial. (Aguilar, et. A.l,
2006). El espacio ha sido a lo largo del tiempo descrito de diversas maneras, desde el
espacio natural6, absoluto-relativo7, material8, hasta el que nos interesa que es el espacio
vivido9 (Aguilar, et. A.l, 2006:11)
Sobre éste último dice Chevalier
6 El espacio meramente físico-natural que nos rodea. 7 Contempla al espacio como un plano que contiene elementos los cuales los lugares, distancias, zonas, etc, son equivalentes a puntos, líneas y áreas. 8 Se entiende el espacio como un producto material de las sociedades el cual produce en función de necesidades, tecnológico, etc. 9 Este espacio contempla la vida cotidiana y se le atribuyen perspectivas subjetivas, construcción de significados y experiencias espaciales.
56
“La propuesta del espacio vivido no se limita a reconocer lugares frecuentados, definir itinerarios,
situar al hombre-habitante en su cuadro familiar de existencia (...) sino focalizar la mirada en la
relación con las representaciones (...), es decir superar el espacio extensión (o espacio-soporte),
para abordar la noción de representación (imagen) del espacio, planteando una nueva pregunta:
¿cómo ven los hombres el espacio? (...) El espacio vivido es reivindicado como un espacio
cargado de valores (Chevalier, 1974,en Lindón, 2007)".
Tal como mencionan Lindón, Hiernaux y Aguilar, “la espacialidad es problematizada y
considerada una compleja dimensión de la vida social, y urbana en particular, y por lo
tanto es mucho más que un recorte-soporte en el cual se ubican los fenómenos
sociales…” (Aguilar, et. al, 2006:9).
Territorio.
Citando a Armando Silva: “Desde finales del siglo XX (Cfr. Silva, 2005) la noción de
territorio urbano ha sufrido Importantes cambios como consecuencia de la conciencia de
desterritorialización de la ciudad por vía de la nueva sociedad digital. El territorio
corresponde a una noción desarrollada en los estudios sobre conducta animal, por parte
de etólogos, pero también es una categoría que usan los geógrafos y antropólogos en
sus consideraciones sobre uso de espacios. En relación con la ciudad podría decirse que
existe esta noción de manera implícita desde los orígenes de la misma, aun cuando
nuestro propósito es explicitar su razón de ser en un nuevo concepto histórico de la
ciudad contemporánea…” (Silva, 2006:26)
En esencia el autor nos dice que aunque el territorio siempre ha existido, para la geografía
como para tras ciencias, se manifiestan en él nuevos fenómenos sociales de acuerdo a
distintos contextos históricos.
Así como también:
57
“Territorio fue y sigue siendo un espacio, así sea imaginario, donde habitamos con los
nuestros, donde el recuerdo del antepasado y la evocación del futuro permiten
referenciarlo como un lugar que nombró con ciertos límites geográficas y simbólicos.
Nombrar el territorio es asumirlo en una extensión lingüística e imaginaria: en tanto que
recorrerlo, pisándolo, marcándolo en una u otra forma es darle entidad física que se
conjuga, por supuesto, con el acto denominativo” (Silva, 2006:27).
Además, como mencionamos en capítulos anteriores, las prácticas espaciales de los
sujetos juegan un papel importante en los estudios contemporáneos sobre construcción
del espacio urbano.
En síntesis podemos decir que el espacio y la sociedad como conceptos separados no
son de nuestro interés sino juntos y problematizándolos como elementos para la
construcción de la imagen de una ciudad.
Como diría Silva:
“…urbanismo sin ciudades. Esto querría decir que el nuevo énfasis se pone en la cultura
y no en la arquitectura y que pasamos de una ciudad de los edificios a un urbanismo de
los ciudadanos. Es acá donde los imaginarios urbanos expresan su potencia estética y
política” (Silva, 2006:27).
4.2 Los imaginarios suburbanos. Significados, lenguaje y representaciones.
Como ya mencionamos, durante mucho tiempo en los estudios urbanos, la dimensión
subjetiva no se contemplaba y los estudios urbanos consistían en temas como: análisis
sobre migraciones, la modernización económica o meros estudios demográficos; de este
modo contábamos con una amplia recopilación de estudios sobre lo urbano desde la
economía, arquitectura, demografía y un poco de sociología; entonces se hacía poca o
nula mención de un sujeto o subjetividad (Aguilar, et. Al, 2006). Corregido, no se entendía
la idea de este párrafo.
58
Lo cierto es que para poder interpretar la complejidad de fenómenos sociales en las
metrópolis es muy limitante la información que se tenía con los estudios antes
mencionados y que forman parte de los estudios de décadas de los setenta y ochenta.
Sin embargo, autores contemporáneos argumentan la necesidad de estudiar las
metrópolis de una manera diferente (y subjetiva) y poco a poco han salido a la luz
proyectos urbanos innovadores que tratan de descifrar los fenómenos sociales actuales.
Así nuestra disciplina la Geografía Humana ha redescubierto que el individuo es un
agente esencial para comprender la transformación del territorio (Aguilar, et, Al.,2006:16)
Para llegar a entender los imaginarios suburbanos nos parece prudente desglosar su
origen en tres partes, es decir, (como lo expone Alicia Lindón, 2008): partimos de lo que
es el imaginario, seguimos con el imaginario urbano y aterrizamos con los imaginarios
suburbanos.
4.2.1 El imaginario social
Sobre los imaginarios los autores Alicia Lindón y Daniel Hiernaux citan a Bernard
Debarbieux: “El imaginario geográfico es un conjunto de imágenes mentales relacionadas
entre sí, que confieren -sea para un individuo o grupo- un significado y una coherencia
relativa a una localización, una distribución o la interacción de fenómenos en el espacio”
(Debarbieux, 2003).
Dicho concepto se complementa con el comentario de Armando Silva respecto a que
“Los estudios sobre imaginarios se dedicarán a entender cómo construimos, desde
nuestros deseos, modos grupales de vivir, de habitar y deshabitar nuestras ciudades”.
(Silva, 2001; citado en Hiernaux y Lindón, 2007:161).
Además, Silva (2001) dice que estos imaginarios se verán plasmados en las prácticas
espaciales llevadas a cabo en la ciudad y no necesariamente en espacios exteriores sino
también en lugares más privados como el lugar de vivienda. Esto se puede ver reflejado
59
en apartados anteriores donde mencionábamos las ampliaciones y modificaciones a las
viviendas, a estilos totalmente diferentes al diseño del conjunto urbano, cuyos
propietarios probablemente querían mostrar y habitar en un espacio adaptado a sus
gustos, expectativas y sueños.
Ahora bien ¿cuál es el lenguaje de los imaginarios? No podemos ir por ahí preguntando
a las personas cuál es su imaginario urbano ya que probablemente no asocien el término
con nada. Sin embargo, al preguntar sobre las experiencias en su entorno es posible
descubrir que el entrevistado asocie experiencias con símbolos o términos.
Armando Silva en su apartado “Las formaciones simbólicas” nos menciona que "La
conciencia dispone de dos maneras de representar el mundo. Una directa, en la cual la
cosa misma parece presentarse ante el espíritu, como en la percepción o la simple
sensación. Otra indirecta, cuando por una u otra razón la cosa no puede presentarse en
‘carne y hueso’ a la sensibilidad…” (Silva, 2006:49). Así pues, al imaginar por ejemplo un
paisaje de un país al que nunca hemos visitado o simplemente una parte de la ciudad
desconocida se nos presenta (conciencia indirecta) como una imagen literalmente
hablando. Entonces dice Silva, se llega a la imaginación simbólica que es cuando no se
puede representar una cosa en específico, con una palabra o describirla en específico y
un sentido o muchos pueden abarcar la expresión simbólica.
Cassier acuñó un término para referirse a la impotencia que “condena al pensamiento al
no poder intuir algo sin dejar de relacionarlo con uno o muchos sentidos. Esta pregnancia
es la consecuencia de que: "en la conciencia humana nada sea simplemente presentado,
sino representado" (Silva, 2006:50).
Lindón menciona que un imaginario social puede ser comprendido como un patrimonio
de ideas de imágenes mentales acumuladas y recreadas del individuo en el curso de su
socialización, es decir, a lo largo de toda su vida (Lindón,2008:41). Lo anterior es la clave
para entender los imaginarios ya que, aunque el imaginario esté presente en el individuo,
surgen del encuentro de unos individuos con otros (en la cotidiana interacción) y nunca
60
podrán ser propiedad exclusiva de alguien. Agreguemos entonces, que un imaginario es
cambiante y se puede ir transformando en paralelo a las vivencias diarias del individuo.
Por último, los imaginarios sociales buscan abordar la realidad de manera compleja al
incluir lo material con lo ideal, es decir, el sujeto puede concebir su mundo interior como
una copia del exterior, pero se encuentra deformada y configurada por lo ya anterior
mencionado (vivencias).
4.2.2 Imaginarios Urbanos
Los imaginarios urbanos forman parte de los temas innovadores en la Geografía Humana
como ya lo habíamos mencionado. Dicen Aguilar, Hiernaux y Lindón (2006) que los
imaginarios intentan interpretaciones de cuestiones como la construcción de imágenes
de la ciudad (y además cambiantes), y cómo estas imágenes de la ciudad se proyectan
o se movilizan en la vida práctica y cobran “realidad”.
Lindón (2008) señala que si bien en América Latina se ha tomado un fuerte impulso sobre
imaginarios urbanos, no se ha hecho un análisis profundo de la ciudad misma y lo urbano,
entonces se asume al imaginario urbano a “toda construcción subjetiva respecto a
cualquier fenómeno de la ciudad, precisamente a condición de que se trate de la
elaboración de un grupo social habitante de una ciudad”. En este camino, “resulta
necesario subrayar que no es equivalente el concepto de imaginarios sociales presente
s en una ciudad, al de imaginarios urbanos. Mientras los primeros construyen lo social en
sentido amplio, los segundos construyen la ciudad, su espacio y la vida urbana”
(Lindón,2008:46) Corregido. No se entendía la diferencia entre imaginario social y
urbano.
61
4.2.3 Imaginarios Suburbanos
Este concepto se refiere al modo de vida suburbano de cuño americano. Lindón (2008)
nos menciona que los suburbios americanos como formas espaciales y como modo de
vida anclado, ha sido objeto de una fuerte narrativización, en los que en parte influyen los
medios de comunicación, es decir que lo “que se cuenta” o “narra” sobre la vida fuera de
las ciudades ha sido decisivo en su difusión más allá de las ciudades estadounidenses.
Lindón y Hiernaux (2007) manejan igualmente un concepto sobre imaginarios
suburbanos:
“…imaginario suburbano, es decir, aquel que concibe las periferias y los suburbios como
espacios en los cuales sus habitantes pueden llevar una vida tranquila y en un medio
próximo a la naturaleza” (Hiernaux, Lindón, 2007:163)
Así pues:
“El imaginario suburbano promete la felicidad y la tranquilidad por la cercanía con la naturaleza,
pero habitando en la ciudad; por la multiplicidad y diversidad de lo urbano, pero entre
semejantes; viviendo en comunidad, pero con distancias físicas para preservar las
individualidades; con vecindario, pero sin vecinos detrás de un frágil muro; con un punto nodal
que es la casa; con grandes extensiones por delante del campo visual, pero con un vehículo
propio para recorrerlas (Lindón,2008:49).
Este imaginario evidentemente se ha adoptado en versión latinoamericana y entonces
pudo ser apropiado por habitantes de distintos niveles socioeconómicos y ciudades como
lo es la Ciudad de México.
Entonces puede ser utilizado por los habitantes de la periferia aun cuando su modo de
vida y sus condiciones materiales de vida sólo compartan mínimas o nulas semejanzas
con los suburbios estadounidenses.
62
Como mencionamos, con el imaginario se orientan ciertas prácticas que configuran los
espacios como lo es: la evidente relocalización en la periferia ya sea la edificación de una
vivienda o adquirir una ya construida.
Esta última es de sumo interés para nosotros ya que, aunque se habla de “sueño y futura
vida en la periferia” por académicos, como Alicia Lindón y Daniel Hiernaux, no se enfatiza
en la adquisición una vivienda ya construida pero homogeneizada, y construida en serie.
Es así como “entran a escena” los residentes de la unidad habitacional quienes poco a
poco y de acuerdo a sus necesidades, van materializando sus ideales, sus necesidades y
sus sueños de vida familiar como lo vemos a continuación, a su vez citaremos algunas
partes del Reglamento del Condominio en caso de haber una regla para las
transformaciones que podemos ver hoy en día.
Si bien el imaginario suburbano alimenta la idea de tener una casa propia, nuestros sujetos
de estudio (y muchos otros vecinos de la unidad habitacional) no habían contemplado que
su casa iba a ser prácticamente igual a la de los vecinos de al lado y aquí comienza un
proceso creativo de cada familia para transformar la vivienda a su gusto. Es muy
interesante observar cómo en esta propuesta de unidad habitacional se presta para la
modificación de la vivienda a diferencia de los multifamiliares en la ciudad que al ser
departamentos se puede hacer prácticamente poco o ningún cambio físico de ampliación
por ejemplo.
Las imágenes 11,12, y 13 corresponden a viviendas en secciones al azar de San
Buenaventura ya que es un fenómeno que se encuentra presente en todas y cada una de
ellas.
La imagen 14 es un ejemplo de cómo la familia de calle abierta de nuestro estudio optó
por poner una barda a su propiedad por su creciente preocupación de la inseguridad. La
familia prefirió que su vivienda no apareciera en este trabajo, pero el tipo de calle y la casa
son muy similares a su actual vivienda.
63
La imagen 15 corresponde a la cerrada real en donde habita la familia de la calle cerrada
que, como enfatizaremos adelante, se modificó con barda e incluso reja reforzada.
En esta parte podemos hacer una diferenciación con las calles de la página 53 de este
trabajo en donde aún se aprecian algunas cerradas y casas en calle abierta con su diseño
original de entrega.
Podemos atribuir cambios en las viviendas con base en los siguientes aspectos:
a) Ampliaciones por el crecimiento de las familias.
Los primeros habitantes del conjunto eran familias jóvenes sin hijos o con hijos pequeños.
Doce años después los ahora adolescentes o adultos expresan la necesidad de tener un
espacio propio e íntimo. De acuerdo al Manual del Propietario ARA la “propuesta máxima
de crecimiento” para todos los modelos de vivienda es de ampliar la planta baja y agregar
un primer piso como se muestra en la imagen 11. Como se puede observar el propietario
de dicha vivienda actuó de acuerdo a lo que el manual dicta ya que la parte delimitada
en negro muestra el modelo original de la parte trasera de la vivienda y las franjas rojas
indican la ampliación realizada a la vivienda.
Imagen 11. Vivienda ampliada de acuerdo a la propuesta máxima de crecimiento:
Manual del propietario ARA.
Fuente: Elaboración propia. Imagen Google maps, 2014.
64
b) Ampliaciones por carencia de equipamiento
La falta de mercados y tiendas de productos básicos ha hecho que paulatinamente
muchos habitantes adaptaran o transformaran por completo sus viviendas en comercios
como: tiendas de abarrotes (en su mayoría), papelerías, café internet, estéticas, centros
de activación física (en los últimos años) como zumba o aerobics, entre los que más
destacan. En la imagen 12 se puede observar una ampliación que evidentemente rompe
con la regla antes mencionada de la opción de ampliar sólo en la parte trasera de la
vivienda y sólo llegar a ampliar planta baja y primer piso. Como vemos, esta vivienda ya
no se parece en nada al diseño original, y se puede comparar con la casa blanca que
tiene a sus espaldas.
Imagen 12. Vivienda ampliada para uso doméstico y comercial.
Fuente: Elaboración propia. Imagen Google maps, 2014.
Sobre comercios y ampliaciones de estas dimensiones, el Manual del Propietario ARA
menciona:
“No podrás llevar a cabo ningún tipo de construcción ni ampliación en la parte del frente
de tu vivienda ya que es exclusivamente para estacionamiento, tampoco levantar
bardas ni muros. Esto a fin de respetar el diseño arquitectónico y las áreas verdes del
Conjunto Urbano. De hacerlo, el administrador, apoyado por la asamblea, te solicitará
quitarlas y el gasto generado por hacerlo estará a tu cargo” (“El cuidado y
mantenimiento de nuestro nuevo hogar”. Reglamento del Condominio. Consorcio ARA)
Además, y como ya mencionamos en la primera parte de este trabajo:
65
“Las viviendas, ya sean casas o departamentos, así como áreas comunes y
estacionamientos no se podrán utilizar para abrir comercios fijos o semifijos ni puestos
ambulantes, oficinas, escuelas o utilizarlos con cualquier otro fin diferente al de casa
habitación o al uso dispuesto por la autoridad en las áreas comunes, jardines vecinales,
andadores y estacionamientos que afecte el buen funcionamiento o apariencia del
desarrollo.” (“El cuidado y mantenimiento de nuestro nuevo hogar”. Reglamento del
Condominio. Consorcio ARA)
Evidentemente todos los comercios que se encuentran en viviendas como en el caso de
la vivienda en la imagen 12, no han sido multadas ni se les ha ordenado quitar los
comercios ni las bardas y pisos de más que poseen.
c) Personalización de la vivienda.
El gusto de muchos residentes o la idea de “no ser igual a los demás” se ve reflejado en
las viviendas como: pintarla de color diferente al de la sección a la que pertenece, hacer
las ventanas más grandes o pequeñas de lo que originalmente eran, poner cemento en
lo que en un principio era pasto. Como observamos en la imagen 13, el diseño original
de la vivienda se ha perdido, agregándole un espacio en la parte frontal así como un
nuevo piso con un balcón. Agregada a las anteriores reglas, se menciona una acerca del
diseño:
“No se pueden abrir claros o ventanas en ningún muro o losa, ni pintar de color diferente
o decorar las fachadas o paredes exteriores; ya que esto perjudicaría el diseño
arquitectónico general de la casa y el condominio”
Además de que:
“Si un condominio modifica la estructura en forma diferente a los lineamientos
autorizados, cambia el estilo, textura y color de la fachada […] deberá pagar los gastos
generados para el restablecimiento de la vivienda” (“El cuidado y mantenimiento de
nuestro nuevo hogar”. Reglamento del Condominio. Consorcio ARA)
66
Imagen 13. Ampliación y cambio de estilo de vivienda.
Fuente: Google maps, 2014.
Modificaciones de viviendas en calles abiertas (avenidas primarias) y privadas (cerradas)
Las modificaciones en las viviendas de las calles abiertas o avenidas lo podemos atribuir
a dos posibles razones (de acuerdo a vecinos entrevistados y entrevistas en textos de
otros autores): la creciente inseguridad en el conjunto urbano y los problemas con los
vecinos. Como lo veremos en la imagen 14, varios de los vecinos de la calle Eucaliptos
decidieron bardear o cerrar sus viviendas de manera individual aunque, existen muchos
otros vecinos que han puesto una barda o reja que “protege” desde una hasta 4 viviendas.
Para la posibilidad de proteger la vivienda con pórticos el Manual del Propietario Ara
menciona:
“Solamente podrás construir pórticos agrupándote con tus vecinos en caso de lotes
dúplex o cuádruplex que se localicen en una avenida primaria y no en una calle cerrada
con retorno, en donde la protección estará en la entrada general de la vialidad” (Manual
del Propietario ARA. San Buenaventura)
67
Imagen 14. Bardeados en calle abierta
Fuente: Google maps 2014.
En el caso de las cerradas, la gran mayoría de los vecinos ha sustituido la herrería sencilla
original. En muchos casos se ha sustituido con materiales más resistentes y en muchos
otros los vecinos optaron por hacer una entrada híbrida, es decir, construyeron una barda
pero la complementaron con un enrejado como muestra la imagen 15. Además de
muchos otros agregados, como rejas automáticas. Como éste, hay muchos otros caso.
Imagen 15. Modificación de fachadas en cerradas o privadas
Fuente: Google maps, 2014.
Como vemos la inmobiliaria propuso (y esperaba) que los habitantes vivieran “felices” de
acuerdo a lo que norma el Reglamento del Propietario. Sin embargo, muchos de los
habitantes, al parecer no se sintieron cómodos en habitar en un espacio monocromático
68
y sin variación de diseños. Por ello, la necesidad de modificar las viviendas ya sea para
uso comercial o gusto personal se hicieron presentes.
Como mencionamos, las imágenes 13 y 14 corresponden a las calles en donde nuestros
entrevistados residen y son el resultado de modificaciones hechas a lo largo de 12 años.
Revisando las imágenes (complementadas por los relatos de vida) nos llama mucho la
atención que las transformaciones realizadas en el exterior sean en su gran mayoría para
obtener una mayor seguridad. Ya que si en un principio la gran mayoría de los residentes
puso enrejado a las ventanas y puerta de sus viviendas al paso del tiempo muchos
decidieron que debido al incremento de la inseguridad, no era suficiente. Se expresa
entonces una espacialidad del miedo, de inseguridad.
Es por ello que Alicia Lindón pone en cuestionamiento la existencia del este imaginario
dominante del “suburbio como paraíso”, imaginario que vincula la periferia de las ciudades
con la libertad, lo natural, lo extenso y abierto y que tiene que ver con ese otro imaginario
americano de progreso y movilidad social ascendente. (Aguilar, et. Al.,2006)
69
Capítulo 5. La reconfiguración de los imaginarios suburbanos, San Buenaventura.
Con una frase del texto de Silva “el símbolo llama a ser interpretado” presentamos en los
siguientes apartados el resultado de las pláticas con los seis entrevistados de las dos
familias del conjunto habitacional San Buenaventura.
La construcción de este último capítulo se basó en el trabajo de campo realizado con dos
familias que residen en San Buenaventura. De acuerdo con el Manual del Propietario
ARA, si se cumplían todas las reglas ahí mencionadas, se les garantizaba y cito “un hogar
feliz y sin problemas”. En este capítulo mostraremos las diferentes etapas por las que los
seis sujetos (dos familias de tres miembros cada una) objeto de nuestro estudio, han
vivido y dado sentido durante los últimos 13 años a su espacio habitacional, centrándonos
en las transformaciones que sus sentidos de lugar han tenido.
Para el análisis de los imaginarios que han construido habitantes del conjunto urbano hoy
en día, fue necesario que en las entrevistas se abordaran dos momentos:
1. La experiencia habitacional anterior a San Buenaventura ligado con el imaginario
que tenían antes y los primeros años de habitar en el conjunto, y
2. La experiencia habitacional actual, así como las expectativas a futuro.
Los entrevistados fueron dos familias con tres miembros: madre, padre e hijo obteniendo
un total de seis relatos de vida a profundidad. La idea de entrevistar dos familias con un
número de miembros similar o igual, era poder ver qué tan diferenciado es el sentido del
lugar de un mismo espacio, visto por los diferentes miembros que habitan ahí, los cuales
varían en función del sexo, la edad y el rol familiar. Además, encontrar qué tanto se
diferencia un espacio habitacional en una calle abierta respecto a una privada.
70
La información para definir los dos momentos antes señalados se obtuvo a partir de la
herramienta de investigación cualitativa de relatos de vida contados por los entrevistado,
los cuales registramos en cuadros para un mejor manejo de la información10
Se les pidió a los entrevistados que nos compartieran experiencias en lugares anteriores
de residencia y después su experiencia cuando llegaron al conjunto urbano. Se intervino
lo menos posible en los relatos de vida, dejando que la persona echara mano de sus
recuerdos y construyera su propio relato. Las narrativas versaron alrededor de los
siguientes temas clave:
1. ¿Cómo ha sido el tiempo en que ha residido en San Buenaventura?
2. ¿Cómo era el lugar de residencia antes de llegar al conjunto habitacional?
3. ¿Cuáles son sus recuerdos y experiencias de su primera visita a San
Buenaventura?
4. ¿Cuáles sus recuerdos acerca de lo que la inmobiliaria les ofrecía al adquirir la
vivienda?
5. Primeras experiencias de adaptación al conjunto urbano.
6. Comparación de itinerarios entre su anterior casa y un día cualquiera en San
Buenaventura.
7. ¿Qué les ha parecido su vida en esta cerrada/calle abierta de esta unidad
habitacional?
8. ¿Si tuviera la oportunidad se cambiaría de casa? ¿regresaría a donde vivían antes,
o se iría a otro lugar?
Debemos mencionar que, aunque se finalizaron con éxito las entrevistas, hubo algunos
inconvenientes al pedir a una familia (de calle abierta) que participara, ya que aunque
eran personas relativamente conocidas, hubo cierto momento de desconfianza al
mencionarles que su participación era para un trabajo final. La familia de la calle cerrada
son personas conocidas y aceptaron casi de inmediato a colaborar en este trabajo,
10 Ver Anexo 1.
71
aunque varias veces se tuvieron que posponer los relatos de vida ya que mencionaron
falta de tiempo.
En ambos casos hubo momentos en los que claramente deseaban terminar la sesión,
porque les costaba trabajo que su testimonio fuera capturado por una grabadora. Les
costó al menos una sesión completa acostumbrarse a dicho aparato. En el caso del padre
de la familia de la calle abierta, estuvimos a punto de optar por entrevistar a otra familia,
ya que la persona pospuso hasta por tres semanas las sesiones, pero finalmente pudimos
concluir el relato de vida.
Aunque algunos de los participantes no tuvieron problema con que se mencionara su
nombre en el trabajo todos los nombres de los participantes han sido cambiados.
5.1 Antes de San Buenaventura.
David Seamon (1979) menciona que la apropiación de un espacio, en este caso de la
vivienda, implica emociones tanto negativas como positivas, que se expresan en
sentimientos como apego o añoranza.
A su vez, los imaginarios pueden ser construidos con base en el agrado que las personas
tengan por cierto lugar de una ciudad, es decir, de tipo topofílico. El término topofilia lo
propone Yi Fu Tuan y Seamon lo cita así en su trabajo:
“Tuan (1974) llama topofilia a las emociones positivas hacia un lugar, término que
define como ´todos los lazos afectivos del ser humano con el ambiente material´ (p.
93), propiciada por experiencias tan diversas como la apreciación artística, el
contactofísico, la salud, el patriotismo, la familiaridad y el apego (pp. 92-102) (Seamon,
1979: 17).
Con esta base, podemos ver las experiencias de algunos de los entrevistados:
72
“Ahí [en su breve estancia en Tijuana] estaba más padre (sic) porque pues nada más
estaba el hermano de mi papá, que luego los fines de semana nos íbamos a Estados
Unidos, o si no, a las playas que estaban ahí cerca” (Ricardo, 26 años, C.C11)
“En Tlatelolco, esa muy grande del parque, precisamente esa de las Tres Culturas, se
prestaba mucho para salir los domingos porque pues nos quedaba todo muy cerca,
cosa que ahora ya pasan meses para que vayamos a la Ciudad de México” (Rosa, 61,
C.C).
Como podemos ver, las anteriores expresiones pueden ser asociadas a un imaginario
topofílico. Aunque se trata de dos lugares diferentes (Tlatelolco y Tijuana) ambos se
centran en el imaginario de cierta libertad o gusto por actividades que implicaban salir de
la vivienda. Como vemos, Silva propone un imaginario topofílico que podría ser sinónimo
de felicidad y posiblemente cierta satisfacción de que el lugar cumple con sus
expectativas. Ahora bien, la Topofilia propuesta por Tuan se refiere a emociones positivas
hacia un lugar, de acuerdo con las experiencias ahí experimentadas.
En su defecto, existen también imaginarios construidos en torno a la negación y rechazo
de un lugar, e inclusive a sus habitantes, es decir, topofóbico:
En relación a la antigua vivienda en la Ciudad de México, se menciona:
“La desventaja es que [el conjunto habitacional Tlatelolco] está rodeado por un cinturón
habitacional golpeado, pauperizado de zonas como Tepito y Vallejo, y el gobierno con
su mala administración, han propiciado la delincuencia hacia la clase media. Tlatelolco
era uno de los puntos críticos. Teníamos que salir con nuestro hijo, que se encontraba
en la etapa de casi adolescencia, para que no le robaran la bicicleta” (Manuel, 62 años,
C.C).
“Quería que mi hijo pudiera salir a jugar en algo más bonito que el patio (descuidado)
de nuestra vecindad” (Isabel, 45 años, C.A12).
11 Calle cerrada 12 Calle abierta
73
“No me gustaba que mi hijo en un futuro no tuviera posibilidad de tener un lugar donde
jugar” (Víctor, 48 años, C.A)
En los casos anteriores, vemos cómo los imaginarios que las personas entrevistadas
construyen del lugar en donde vivían, tienen un carácter topofobico y los argumentos
giran en torno al deseo de buscar un lugar menos peligroso en donde poder llevar a cabo
actividades recreativas. Para ellos, San Buenaventura eso representaba.
Edward Relph acuña el término Topofobia y refiere a otro tipo de emociones y lugares:
Es “toda aquella experiencia de espacios, lugares y paisajes que de algún modo son
desagradables o producen ansiedad y depresión” (Seamon, 1979:17)
Aclaro que, aunque los entrevistados mencionaron ventajas y desventajas en su anterior
lugar de residencia en la Ciudad de México, el imaginario dominante fue el de tipo
topofóbico. Los argumentos principales fueron la inseguridad, los costos altos de las
rentas e incluso la mala o nula relación con los vecinos.
“Mi hijo no podía salir, no tenía amigos porque cada quién vive también en su mundo
y no conviven con los vecinos ni con nadie” (Rosa, 61, C.C)
Es de suma importancia mencionar que los que comienzan a ver/sentir esta necesidad
de un nuevo hogar son los padres de familia. Ya han habitado en casas rentadas o de
familiares y la necesidad y deseo de tener su propia casa comienza a formar parte de sus
planes. Un aspecto que influye de manera importante son sus hijos y la idea de ofrecerles
“una mejor vida”, un ambiente que consideraron el mejor para disfrutar (en ese entonces)
su infancia. Otros factores en juego son sus lugares de trabajo que incluyen
facilidad/dificultad para trasladarse; acceso a lugares de recreación; acceso a servicios
de salud, educativos. De acuerdo a los relatos de los adultos siempre hubo contrastantes
de su estancia en la ciudad, pero aun así parece ser que los contras ayudaron a que la
balanza se inclinara a favor de la búsqueda de un nuevo lugar para vivir:
- “Vivía cerca de mi familia, pero las rentas eran muy caras y las casas muy viejas”
- “Me trasladaba rápido de casa-trabajo /no me gustaba que mi hijo no tuviera un
espacio amplio para jugar.”
74
- “Teníamos todos los servicios en Tlatelolco /era una zona un poco peligrosa”
Los hijos por otra parte narran sus experiencias desde su punto de vista: por un lado, uno
aún era muy pequeño y por ende no podía describir, ni expresar si su lugar de residencia
era el ideal para él. Por otra parte, el otro sujeto ya había experimentado vivir en dos
lugares completamente diferentes (Tijuana y Tlatelolco) y aunque quizás aún no tenía un
ideal o imagen de su vivienda, a largo plazo podemos ver que su preferencia se inclinó
hacia los espacios recreativos y de convivencia social.
5.2 Primer acercamiento a San Buenaventura.
Los cuatro adultos (padres) entrevistados mencionan que adquirieron una vivienda en el
conjunto urbano gracias al crédito que obtuvieron a través de INFONAVIT. Ambas
familias coinciden, y como mencionamos en apartados anteriores, que en el discurso (al
parecer convincente) de los vendedores inmobiliarios, se les ofreció infinidad de servicios
aparte de las ventajas de estar ubicados en un terreno rodeado de áreas verdes.
“Estaba hermoso, [se] parecían como las casas que salían en la tele con jardín y todo”
(Isabel, 45 años, C.A).
“En la oficina de ventas vimos la maqueta y sí me gustó porque estaba muy bonito, las
casas muy bonitas, sobre todo se veían los volcanes ahí preciosos, era un día muy
despejado y eso fue lo que nos gustó mucho.” (Rosa, 61, C.C)
“Eso de voltear y ver el ambiente del cielo azul, del sol, de no tener edificios como con
tantos años en Guadalajara o en la ciudad que tapaban a uno los paisajes externos era
una maravilla” (Manuel, 62 años, C.C).
Los argumentos anteriores pueden ser explicados con base en lo que Hiernaux y Lindón
dicen sobre este imaginario de agrado y atracción, gracias a la naturaleza de un lugar:
“Es posible que este gusto [hacia el lugar] se ancle en diferentes rasgos del lugar, reales
o fantasiosos, por ejemplo, la presencia de rasgos naturales. El imaginario topofílico de
lo ‘verde’, como expresión de la naturaleza es bastante difundido. En ocasiones los
75
estudios sobre imaginarios urbanos se preguntan por el color con el cual los habitantes
identifican a una ciudad (Hiernaux, Lindón, 2007:163)”
Una de las razones, de las principales se puede decir, que influyeron en la adquisición
de una vivienda en San Buenaventura, fue el del paisaje que se les ofrecía: sin edificios
altos, la posibilidad de tener un “jardincito” en el patio trasero de la vivienda y los
elementos naturales que dominaban el paisaje, es decir los volcanes Popocatépetl e
Iztacíhuatl. Los imaginarios de las familias se cumplían hasta cierto punto ya que el gusto
por paisajes “verde” y la sensación de tranquilidad los encontraron en San Buenaventura.
Encontramos el nacimiento de este encanto por parte de los padres, de poder hacer su
vida en un lugar (aparentemente) más tranquilo e imaginar nuevos planes con y para su
familia en lo laboral, el ocio, la nueva vida vecinal, lo educativo y ¿por qué no? en
proyectos individuales. Como mencionan los padres de las familias, al observar las
maquetas mostrando los modelos de las casas con todos los elementos que le agregaron
(un jardín, coche, amueblado, posibilidad de ampliación de la vivienda e incluso una
persona paseando a su mascota) imaginaron su vida en familia lo más parecido a aquella
representación. Después, tenemos los llamados recorridos a las casas muestra
amuebladas les ofrecían una agradable imagen de lo que podría ser su hogar.
A pesar de lo ilusionados que podrían estar antes de adquirir una vivienda en San
Buenaventura, en ambos casos los futuros propietarios repararon en uno de los primeros
problemas que se les presentarían: la lejanía con respecto a la ciudad. Se percataron que
en un principio les fue difícil llegar a la unidad habitacional y que en esos momentos el
conjunto urbano no contaba con el equipamiento básico para abastecer a los habitantes
como escuelas, mercados, centros recreativos.
Como comenta Lindón:
“Las utopías y quimeras que orientan a las personas a establecer su residencia en un
lugar marginal y carente de todo en un inicio, son parte de un imaginario colectivo, de
una subjetividad compartida que emerge en decisiones y acciones concretas, como la
compra de un lote irregular en la zona, como la decisión de dejar una vivienda
76
compartida con familiares en una zona más céntrica de la ciudad y mejor equipada”
(Lindón,2005)
En este caso la autora se refería más al caso en Valle de Chalco y la vivienda
autoconstruida en un lugar con aún menos equipamiento que San Buenaventura. Aún así
compartimos la idea de que los padres de familia de nuestro caso estaban conscientes
de que dejaban una ciudad más conectada y la cercanía a sus familiares. Sin embargo,
no sabían a qué grado les iba a afectar en un futuro. Por lo pronto (en su momento) a
cada familia se le prometió que la unidad sería equipada con todo lo necesario para estar
cómodos y agusto en su nuevo hogar, en una casa propia.
En esta parte de la narrativa de los padres de familia entrevistados, podemos entrelazar
el imaginario suburbano con un concepto trabajado por Lindón (2005) y que define como
“el mito de la casa propia”. Como mencionamos líneas atrás, aunque la autora se refiera
en el caso de la vivienda autoconstruida en Valle de Chalco en ambos casos hay una
motivación por la búsqueda de una vida mejor, están movidos por utopías que
representan un “proyecto optimista” (el de vivir mejor). Ahora bien, estas utopías
imaginadas por nuestros sujetos de estudio están enfocadas en un “espacio”, en donde
van a empezar una nueva vida. Recordemos que el imaginario suburbano toma fuerza
con la narrativa y puede ser complementado con el mito al que hace referencia Lindón y
que refiere a la “extraordinaria estima de una persona o cosa”, aunque también reconoce
al mito como un tipo de “relato que desfigura y así da una apariencia más valiosa”.
Filosóficamente, hay otro sentido propio de la palabra mito que es oportuno recordar en
esta ocasión: al mito no se le niega el carácter de verdad, pero se reconoce que es una
verdad diferente a la verdad intelectual, es una verdad poética o fantasiosa. El sustrato del
mito no es el pensamiento sino el sentimiento. No es una verdad construida desde la razón
pura (Lindón, 2005). Así pues, nuestros futuros propietarios iban en busca de esta felicidad
de la casa propia, aún irrealizable pero presente en su imaginario.
77
5.3 Primeros años en San Buenaventura.
En esta parte de las narrativas por parte de los padres de ambas familias viene el
cumplimiento de un ideal muy fuerte que ha experimentado el imaginario suburbano en
las ciudades en Latinoamérica y México: la propiedad. En nuestra sociedad, la propiedad
va a ser asociado con “poseer” algo, un patrimonio, socio-culturalmente “tener” puede
adquirir un estatus a su poseedor: “soy propietario de una casa”.
Aunado a lo anterior, los seis entrevistados en este punto parecían haber encontrado por
lo menos algo de lo que estaban buscando: la sociabilidad con los vecinos y nuevos
amigos para los hijos.
Hasta el año 2008 aproximadamente, ambas familias concuerdan en que la vida en la
unidad era muy agradable. En esta segunda etapa sobresale la relación cordial e incluso
de amistad con los vecinos.
“De no tener amigos ni nada y llegar aquí, de repente empezar a hacer amigos ya fue
más padre. De los otros [vecinos] en Tlatelolco a éstos [de San Buena] prefiero a éstos.
Allá sólo era saludarse pero hasta ahí.” (Ricardo, 26 años, C.C)
“Una actitud amable que compartes con los vecinos fue algo que siempre busqué y no
encontré, algo tan simple como saludar a los vecinos amablemente. Y de repente llego
aquí y se dio.” (Manuel, 62 años. C.C)
“Aquí siempre tienes un vecino, una vecina que sabes que te van a echar la mano que
te van a ayudar” (Rosa, 61 años. C.C)
Los comentarios anteriores curiosamente son de los entrevistados que habitan en calle
cerrada, mientras que los de calle abierta se limitan a lo siguiente:
“La escuela me quedaba cerca de mi casa y pues las casas de mis amigos también”
(Alberto, 17 años, C.A)
“El jardín nos queda casi enfrente y mi hijo creció allí. Los niños de esta calle no salían
a jugar porque por aquí pasan los carros y se iban al parque y ahí conocían a sus
amiguitos. No tanto de nuestra calle sino de otras calles.” (Isabel, 45 años, C.A)
78
“La relación con mis vecinos era cordial pero no convivíamos demasiado.” (Víctor, 48
años, C.A)
De acuerdo a los seis comentarios anteriores, los habitantes de calles cerradas
encuentran que este tipo de calle de alguna manera ayudó a que las relaciones vecinales
se dieran y además se reforzaran a lo largo del tiempo. De acuerdo a estos entrevistados
la necesaria organización de la cerrada como pago de cuotas para mantenimiento de
ésta fue lo primero que comenzó a acercarlos como vecinos.
“Al principio era muy bonito precisamente porque había cuando llegamos, muchas
familias que también pues casi la mayoría tenían un año, dos años antes que yo habían
llegado” (Rosa, 61 años. C.C)
“Aunque yo no viví la primera etapa porque yo era más que nada un visitante de entrada
por salida, pero sí me platicaba mi esposa y mi hijo, como él disfrutó y jugó con los
niños de aquella época, o los vecinos que hacían reuniones que para la Navidad, que
para las fiestas patrias o alguna reunión familiar y nos invitaban. Claro aparte en las
juntas vecinales fue que nos fuimos frecuentando” (Manuel, 62 años. C.C)
En el caso de la calle abierta, los participantes mencionan apenas una relación
respetuosa con los vecinos, con lo que el joven de la familia llega a decir que convivía
con sus compañeros de escuela en casa pero, nunca menciona alguna persona con la
que haya entablado alguna relación de su misma calle.
Para personas de calle cerrada, la convivencia con otras familias hizo que su imaginario
permaneciera , es decir, esa sensación de tranquilidad y (hasta entonces) una relación
agradable con sus vecinos.
Aunque los comentarios de la familia en calle abierta fueron de satisfacción con su nueva
vida (tranquila), la comunicación con sus vecinos apenas prosperó. Al paso del tiempo,
ante la partida de algunos de los vecinos “originales” y la desconfianza que surgió hacia
los nuevos vecinos, ellos comenzaron a aislarse como mostraremos a fondo en el
siguiente apartado.
79
Continuando con esta etapa, tal como dice Seamon, la apropiación de un espacio implica
situaciones y emociones tanto positivas como negativas. Los vecinos mencionan que
experimentan felicidad por la vida tranquila que aparentemente están viviendo, además
de la satisfacción que las dos familias tienen al haberse hecho de una casa propia:
“Me gustó por lo menos pues que ya teníamos casa propia, después de departamentos
que habíamos rentado” (Ricardo 26 años, C.C)
Como pudimos analizar, la sociabilidad fue una de las cosas que más complacieron a las
familias (tanto a los adultos como a los hijos) cosa que en sus anteriores viviendas fue
poca o nula y el único contacto que tenían era con sus familias. Como lo menciona la
familia que vivó en Tlatelolco, a pesar de vivir en un edificio repleto de familias hubo un
contacto mínimo que se limitaba al saludo. En el caso de la familia que vivía en una
vecindad, los vecinos sólo se hablaban “para asuntos de mantenimiento”. Ahora en el
caso de los habitantes residentes en calle cerrada se alcanzó a un nivel de confianza
con sus vecinos que se llegó incluso a organizar y celebrar festividades juntos, situación
que en su estancia en la ciudad realizaban sólo en familia. Curiosamente los
entrevistados de calle abierta tienen una relación cordial con sus vecinos, pero el mismo
espacio en el que se encuentran no se prestó para organizarse y relacionarse de manera
sólida como en el caso de los residentes en las cerradas.
Lo anterior, como mencionamos al principio de este trabajo, es algo que despertó nuestra
curiosidad ya que a pesar de que ambas familias ya están instaladas en su nueva casa,
la vida en una cerrada y en una calle abierta provocaron que en las familias fueran
despertando diferentes inquietudes que quizás no habían contemplado.
El segundo aspecto que resaltan es el contacto de las personas con un medio más rural
y “verde” ya que estando en un municipio con proximidad a Amecameca o Chalco que
tienen estas características, comienzan a incorporar en sus prácticas, las visitas
familiares a estos lugares que entraran en su memoria espacial creando nuevas
experiencias de su nuevo modo de vida.
80
Cuando los miembros más jóvenes de las dos familias eran niños, sus rutinas eran
aparentemente más tranquilas, aunque comienzan a experimentar algunas
problemáticas:
“El tráfico para ir a mi trabajo no era tan pesado como ahora, pero sí me tuve que salir
una hora antes de la que solía salir en el DF.” (Víctor, 48 años, C.A)
“No había nada con qué entretenernos hasta que por fin pusieron las plazas y nos
íbamos ahí a pasar un rato juntos.” (Alberto, 17 años. C.A)
“[Cuando vivía en Tijuana] prácticamente así de lunes a viernes y los sábados, era pues
vernos con mis tíos para ir a E.U., a San Diego y eso a pasear. Cosa que aquí no había
nada interesante hasta que medio uno se entretiene en las nuevas plazas.” (Ricardo
26 años, C.C)
Las necesidades de los vecinos se experimentan también según la edad: los habitantes
más jóvenes comenzaron buscan espacios de entretenimiento y convivencia, mientras
que las necesidades de las personas adultas se enfocan en un rápido traslado a sus
lugares de trabajo, en la ciudad, la cual en ambos casos tanto como la ubicación del
conjunto y el municipio no ofrecen ni hacen posible ambas actividades. Es hasta el año
2006 cuando (y como mencionan ambos jóvenes) se levantan las plazas comerciales de
“Sendero” y “El Cortijo” que aunque ofrecen muchos servicios y mercancías, no impulsan
relaciones sociales ni ofrecen actividades para todos los gustos y edades:
“Sin duda, la deformación del urbanismo funcionalista combinando zonificación y
privatización es la caricatura perversa del movimiento moderno, crea una nueva imagen
de la ‘ciudad emergente’ en la que las piezas, los ‘productos’, la arquitectura de los
objetos-mercadería, sustituyen la ciudad del intercambio y de la diversidad. La ciudad
fragmentada tiene tendencia a ser una ciudad físicamente despilfarradora, socialmente
segregada, económicamente poco productiva, culturalmente miserable” (Borja,
2000:15)
Aunque no profundizaremos en los espacios públicos, Borja hace una buena referencia
de lo que actualmente se puede confundir con espacio público: centros comerciales. Así
81
pues, hasta el año 2008, las dos familias seguían en espera de espacios públicos. Las
plazas comerciales ayudaron a salir un poco de la monotonía. Aun así:
“Se prestaba mucho para salir los domingos [en el D.F] porque pues nos quedaba todo
muy cerca cosa que ahora ya pasan meses para que vayamos a la Ciudad de México”
(Rosa, 61 años. C.C).
Ahora bien, aunque la Ciudad de México queda relativamente cerca las vías de
comunicación, éstas son escasas, lo que hace que los traslados hacia la ciudad lleguen
a demorar desde una hasta tres horas. El transporte público desde el inicio hasta el día
de hoy, resulta ser ineficiente y escaso.
“Para mí el problema del transporte es tremendo porque aquí es un transporte muy malo
son unas combis viejas, destartaladas, horrorosas, carísimo además”. (Rosa, 61 años.
C.C).
“Muy en particular a mí lo que me erizaba emocionalmente era el problema gravísimo,
brutal del servicio de transporte que tiene el EDOMEX. Eso es lo que no soporto del
EDOMEX y de vivir aquí. Los medios de comunicación no existen, ¡no hay! No hay
líneas de comunicación” (Manuel, 62 años, C.C).
5.4 El presente y las expectativas.
Trece años después de la llegada al conjunto urbano San Buenaventura, las dos familias
comparten preocupaciones similares como el aumento de la inseguridad y la falta de
servicios:
“El problema con las personas que ya se han ido [es que] y les rentan a cualquier gente.
Como no es de ellos la casa, pues no les interesa cuidarla, ni conservarla en buen
estado ni mucho menos, sino que, pues empieza a cometer desmanes, descuidar las
propiedades” (Rosa, 61 años. C.C).
“Tuve que ‘encerrarme’ y hacer barda a mi casa porque hay ‘rateros’ que viven por
aquí”. (Isabel, 45 años. C.A).
82
“La unidad se volvió un desastre, hay demasiados maleantes y vagos por donde pases”
(Víctor, 48 años. C.A).
Los jóvenes y los adultos de cada familia tienen diferentes objetivos a futuro. Pareciera
que los adultos, aunque son conscientes de los problemas que aquejan al conjunto, están
dispuestos a seguir adaptándose a las situaciones buenas y malas. Mientras que los
jóvenes, si bien comentan haber tenido una vida placentera en el conjunto durante su
niñez y adolescencia, ahora que comienzan o están en la adultez, sus planes a futuro
están lejos de seguir su vida en Ixtapaluca y el conjunto.
Veamos algunos testimonios de adultos:
“Esperemos que sigamos viviendo en paz y en armonía.” (Rosa, 61 años. C.C).
“Espero desarrollar cosas interesantes aquí en San Buenaventura. Pero si se da la
oportunidad, pensaremos ubicarnos en otro lugar, aunque sigo con la inquietud de vivir
en condiciones más amables, alguna ciudad como la de México podría ser una
alternativa” (Manuel, 62 años. C.C).
“Pues yo estoy bien en mi casa porque estoy segura ya con mi barda, y pues ya no me
imagino viviendo en otro lado. Está feo ya, pero yo vivo tranquila, aunque como mi
esposo casi no está y mi hijo está en la escuela, sí me siento un poco sola” (Isabel, 45
años. C.A).
“La verdad cuando me jubile estaré en general cómodo con mi esposa en mi casa, pero
mi hijo probablemente elija irse a vivir al DF. Me gustaría tomarme el tiempo para
‘explorar’ los alrededores de Ixtapaluca porque en sí, hemos salido pocas veces a ver
qué hay a nuestro alrededor” (Víctor, 48 años. C.A).
Estos testimonios contrastan con los de los jóvenes:
“Quisiera ir a la Universidad al D.F. y yo creo que a mi mamá no le gusta porque voy a
estar lejos de aquí. A lo mejor me gustaría vivir por el centro porque ahí tienes muchos
sitios a dónde ir, pero si no se puede que me vaya pronto, pues a ver si mejoran las
cosas aquí para poder pasar el tiempo libre en muchas actividades” (Ricardo, 26 años.
C.C.).
83
“Por lo menos hice amigos y tuve una rutina diferente [pero] me gustaría por Coyoacán
[me gustaría vivir] o si no, por la Zona Rosa. Pues a lo mejor también Santa Fe, pero
pues está bien caro (…) pues a lo mejor y sí, como por ejemplo a lo mejor otra vez
[vivir] en Tijuana o si no, en el D.F. Pero pues allá por Coyoacán según dicen que está
chido (sic) y [hay] todo para vivir” (Alberto, 17 años. C.A).
Como podemos ver, los seis miembros de las familias comentaron en un principio haber
vivido a gusto en San Buenaventura, especialmente cuando los ahora jóvenes eran niños
y el conjunto ofrecía infraestructura en general suficiente para ellos y sus padres. A la
larga, todos los miembros de las dos familias comenzaron a tener más necesidades,
como por ejemplo, escuelas.
Es importante decir que, aunque la familia que habita en una calle cerrada tuvo menos
dificultades con la violencia “externa” como los que lo hacen en una calle abierta, los
problemas tarde o temprano llegaron a afectar también la vida de los habitantes de la
cerrada por la llegada de nuevos vecinos, que generalmente perciben como conflictivos.
La inseguridad sin lugar a dudas, representa un problema grave que aqueja hoy en día
al conjunto urbano, y las familias lo tienen entre una de las principales preocupaciones.
Los entrevistados señalaron que muchos de los vecinos/propietarios “originales”
vendieron o rentaron sus propiedades e incluso hubo propiedades que nunca se
habitaron y permanecen vacías. Por un lado, los sujetos de calle abierta describieron a
las personas que llegaron a rentar como “puro maleante” y llevaron a construir una barda
alrededor de su propiedad. Comentan que “la unidad se volvió un desastre” por la
violencia e inseguridad que está en aumento.
Los entrevistados de calle cerrada experimentaron una inseguridad similar ya que,
aunque viven bajo cierta “protección” al ser calle cerrada, los vecinos que llegan son
desconocidos y han experimentado robos dentro de las mismas cerradas. Esto se une
con otra problemática: muchos de sus vecinos ya no están y la mayoría ya son nuevos,
lo que causa conflictos con el mantenimiento de la cerrada ya que como se comentó en
capítulos anteriores, la inmobiliaria no dio continuidad y entonces, aquellas relaciones
vecinales que se tuvieron en un principio se volvieron más problemáticas porque los
84
vecinos nuevos no están de acuerdo en pagar cuotas que estaban establecidas ya que
ellos acaban de llegar y les da igual si la cerrada tiene buen aspecto mientras ellos estén
en su casa “seguros”
85
Conclusiones y comentarios finales
Si bien el conjunto habitacional San Buenaventura ya no es el más grande de
Latinoamérica, sigue albergando un número importante de población la cual asciende a
48,037 personas aproximadamente (PueblosAmérica.com), es decir 43,963 menos
habitantes que cuando el conjunto se encontraba en su auge. El paisaje que reina en
San Buenaventura se conforma de decenas de casas abandonadas y muchos muros con
grafitis como lo son los espacios que en un principio fueron destinados como recreativos
y deportivos que igualmente están deteriorados y abandonados.
Puedo argumentar que aunque los imaginarios suburbanos por parte de las familias
entrevistadas no es el mismo que tenían a su llegada a la unidad, no se puede decir que
las familias tengan simplemente un sentido de lugar topofílico13 o topofóbico14 en su
totalidad pero el topofílico sin lugar a dudas es dominante (por el sentimiento de
inseguridad y desagrado al entorno) . Las experiencias tenidas a lo largo de 12 años han
sido tanto positivas como negativas y el imaginario actual varió por edad y por ubicación
(calle cerrada o abierta).
Es muy importante recalcar que aquel imaginario suburbano e ilusiones utópicas fueron
compartidas por los adultos ya que como los hijos eran jóvenes no puede ser aplicable
de la misma forma y la ilusión de “adquirir” una nueva casa en los suburbios no nació en
ellos. Como lo veremos a continuación, ellos tienen en mente otros proyectos, un
imaginario urbano propio, que se desarrolla en la ciudad.Como planteamos en la
hipótesis, se esperaba encontrar que el imaginario suburbano variaría en función de la
edad, y el tiempo de residencia, conformando diferentes perspectivas que con el tiempo
se iban a reconfigurar.
13 Yi Fu “Tuan (1974) llama topofilia a las emociones positivas hacia un lugar, término que define como ´todos los lazos afectivos del ser humano con el ambiente material´ (p. 93), propiciada por experiencias tan diversas como la apreciación artística, el contacto físico, la salud, el patriotismo, la familiaridad y el apego (pp. 92-102) (Seamon, 1979: 17). 14 “Toda aquella experiencia de espacios, lugares y paisajes que de algún modo son desagradables o producen ansiedad y depresión” (Seamon, 1979:17).
86
Alicia Lindón comenta:
“...A pesar de todas las promesas incumplidas del imaginario suburbano y los avatares
de la historicidad que minan la posibilidad de la vida feliz en el suburbio tranquilo, o que
la siguen dejando en el campo de lo posible pero no alcanzado, el imaginario suburbano
perdura, se mantiene vigente, aunque reconfigura algunos de sus núcleos.
(Lindón,2008:51)
Tal como en nuestro caso, si bien quizás ya no se tiene aquella idea de felicidad y
tranquilidad total que se esperaba (¿por siempre?), las familias que conocí no pueden
simplemente amar-odiar su entorno ya que al final de sus historias, se encuentran en su
propiedad y patrimonio en donde los padres vieron crecer a sus hijos y los hijos pasaron
su infancia-adolescencia.
No hay que olvidar que los seis entrevistados construyeron nuevas experiencias no sólo
en su casa sino con todo lo que implica el espacio habitacional, en sus trayectos a la
escuela, trabajo, áreas de esparcimiento, centros comerciales; es decir espacios en donde
transcurría su vida diaria. Como ya mencionamos, el mito de la casa propia forma parte
del imaginario urbano y Lindón analiza dos formas de habitar en relación con dicho mito:
El habitar del rechazo atópico y El habitar utópico replegado en un micro-lugar.
Aclaramos primero que una atopia es entendida como una crisis en el territorio que se
deriva de la movilidad hogar-trabajo (Lindón 2005), la cual se le relaciona con los estudios
de las periferias dormitorio que sostiene que la lejanía de la casa con el trabajo llevaba a
los sujetos a hacer uso de su casa básicamente sólo para dormir, debilitando el vínculo
con el lugar.
Para Lindón, el habitar del rechazo atópico es una manera más compleja de esta atopía
ya que en este caso no se pierde el vínculo con la casa por traslados sino por la vida
vecinal y barrial, pero luego se transfiere a la casa misma; es así como se tiene atopía
estando en la casa:
87
Cuando se ha construido este tipo de habitar, al sujeto no le interesa establecer un vínculo
con ese territorio, ni proyectar un futuro allí. Su espacio de vida es concebido como una
mera “localización”, un sitio en el cual solo se está en un presente, aunque ese presente
se prolongue en el tiempo, siempre se vive como un ahora (Lindón,2005).
Además, incluye la posibilidad de que los sujetos quieran relocalizarse o trasladarse a otro
lugar, colonizar otros territorios, mover su “casa” a otro lugar. Recordemos que “la casa”
va más allá de solo lo material, la conforman experiencias y sentimientos dentro de un
espacio (lo material, la vivienda).
El habitar utópico replegado en un micro-lugar se diferencia del anterior en que existe
también un rechazo al entorno, pero se le da un valor a la propiedad y aunque en este tipo
de habitar no se desarrolla un vínculo de arraigo,15 no se debilitó el mito de la casa propia
ya que al final de cuentas se logró tener una propiedad.
Llegamos a la conclusión de que los jóvenes reconfiguraron un imaginario suburbano que
en principio fue alentado por sus padres, y aunque comentan haber disfrutado una vida
en general satisfactoria, este imaginario funcionó hasta su entrada en la
adolescencia/adultez y sus necesidades e imaginarios fueron cambiando. Muchos de sus
intereses y prácticas socio espaciales se llevan a cabo fuera de la vivienda, expresando
cierto aburrimiento por estar dentro de ella y prefieren salir a pasar su tiempo ya sea en
la ciudad o en los pocos espacios públicos en Ixtapaluca.
Los jóvenes entrevistados argumentan su deseo de querer hacer sus estudios, trabajos
y vidas fuera del conjunto urbano y no expresan ningún vínculo fuerte o de arraigo hacia
su espacio habitacional lo que nos lleva a relacionar su experiencia habitacional con el
habitar del rechazo atópico que plantea Lindón.
Tanto los adultos como sus hijos jóvenes, (niños cuando llegaron a San Buenaventura)
comenzaron una vida diferente a la de la ciudad (que es el lugar de habitación previo al
15 “El arraigo constituye la fuerza del hogar para organizar el estrato corporal, habitual, del espacio vital de una persona. Literalmente, el hogar da raíces en términos espaciales a una persona, proporcionándole un centro físico de partida y retorno” (Seamon, 1979:9).
88
conjunto). Poco a poco comenzaron a relacionarse con personas básicamente en su
misma situación (la mayoría de los habitantes del conjunto venían de la ciudad),
adaptándose a nuevas reglas que a la larga fueron difíciles de seguir. Aun así, estas
personas comenzaron a adaptar sus actividades cotidianas en el conjunto y, como ya
mencioné, sus sentidos de lugar regularmente eran contrastantes nivelando situaciones
placenteras con problemáticas inevitables. Ahora bien, podemos decir que con el paso
del tiempo, el sentimiento fue de arraigo hacia su espacio habitacional no fue tan fuerte
ya que en sus relatos comentan la posibilidad de regresar con sus familiares a la ciudad
(en un caso, una madre de familia mencionó el deseo de ir a Guadalajara), poder
ubicarse en otro lugar e incluso tratar aún de esperar que su vida en San Buenaventura
mejore, pero sin descartar poder encontrar otro lugar.
Así, aunque el sentido de lugar no sea de arraigo, los padres de familia reaccionan a
cualquier posible amenaza hacia su vivienda ya que sigue siendo su propiedad y
patrimonio. En este caso el imaginario suburbano se reconfigura a El habitar utópico
replegado en un micro-lugar que como ya lo comentamos, aunque se tenga una
propiedad no se descarta la posibilidad de poder moverse a otro lugar.
Como observación destacamos que la madre de familia de la calle abierta fue la única en
hacer énfasis en que “ya no se imagina viviendo en otro lado” y que a pesar de la
inseguridad ella dice estar conforme ya con su barda.
Las molestias en los utópicos en adultos y jóvenes antes mencionadas se reflejan en
diversos aspectos de los relatos de vida: pareciera que mientras los miembros no salgan
de ese espacio, su vida estará relativamente bien, mientras que salir a la ciudad o más
allá de Ixtapaluca, comienza a provocar molestias con todos los factores que influyen
como el mal servicio de transporte, el tráfico, los costos altos y la incomodidad. Lo anterior
con base en los comentarios de los adultos, los que señalan que es muy difícil moverse
fuera del conjunto (con o sin automóvil propio) por falta de más vías para “salir” de éste,
hacia los municipios vecinos o hacia la Ciudad de México. Además, mencionan que
89
contribuye el hecho de que el costo del transporte público es alto en comparación con las
tarifas de la ciudad y las camionetas para transporte son en extremo incómodas.
La transformación sobre el imaginario en “vecindad”, la relación con “los otros” también
cambió a través del tiempo. Si bien en un principio la relación con los vecinos originales
era cordial o, en el caso de la cerrada, muy cooperativo, amigable, agradable; los
conflictos emergentes y la desconfianza entre la mayoría de ellos y hacia los nuevos
vecinos representan recelo, desconfianza e inseguridad. Entonces el sentido del vivir en
común cambia y se vuelve casi como su vida antes del conjunto en donde ambas familias
argumentaron poca o nula comunicación con sus vecinos, sólo que en este caso fue
decisión (implícita) por ambas partes estar en contacto sólo en caso necesario
(mantenimiento, por ejemplo)
La finalidad de esta tesina fue llegar a conocer experiencias personales de algunos de
sus habitantes y descubrir los cambios en el imaginario de dichas personas.
Consideramos que esta información aporta elementos de análisis a la Geografía Humana
y a los estudios urbanos, ya que pudimos encontrar de qué manera se modificó un
imaginario (a lo largo de doce años) de cuatro personas que en un principio buscaba una
vida feliz para sus hijos y se pasó a seis personas que buscan aún ese lugar que llene
sus necesidades y sueños.
San Buenaventura en particular nos parece un fallido intento por dar vivienda a miles de
personas, ya que los agentes privados sólo tomaron en cuenta “meter” a personas a una
casa sin pensar la enorme demanda por los espacios públicos, infraestructura que
satisfaga a todos los grupos de edad y género, y su vinculación con la ciudad (ya que la
mayoría sigue estudiando/trabajando en el D.F).
Hablando con las dos familias, pareciera que este conjunto habitacional es “de paso” es
decir, es ideal y cumple con las necesidades de una población joven (niños) pero no
responde a necesidades mayores, entonces cuando estos jóvenes están entre la
adolescencia y juventud, sienten la inquietud de migrar ya que no hay opciones
90
educativas, ni diversidad de espacios públicos, y menos, oportunidades de trabajo para
los jóvenes.
Como metáfora las dos viviendas que tomamos en cuenta en el trabajo parecieran una
especie de nido y al momento de crecer los hijos, se van en busca de un nuevo lugar
para habitar mientras que los padres se quedan y tratan de continuar con sus vidas.
Es muy importante repetir que estos imaginarios y experiencias de las familias que conocí
no son permanentes y sus ideales se irán transformando mientras la dinámica
socioespacial siga su curso.
Las preguntas finales que me surgieron son ¿qué será de este conjunto urbano en otros
diez años? ¿será por fin dotado con equipamiento necesario para toda la población? ¿se
romperá algún día con las atopías en la periferia?
91
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94
Anexo 1
Cuadro 1. Relatos de vida. Habitantes de calle abierta.
Fuente: Elaboración propia en base a los relatos de vida obtenidos en el año 2014.
Nota: Los residentes de calle cerrada para el punto 1.0 relatan sus experiencias socio espaciales en tres lugares: Conjunto habitacional Tlatelolco México D.F., Tijuana y San Luis Potosí. Para mayor comodidad del lector, el color amarillo representa Tlatelolco, el color verde Tijuana y el color azul San Luis Potosí.
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Anexo 2
Ejemplo de Relato de vida. Calle cerrada
-¿Cuánto lleva viviendo aquí en San Buenaventura?
Pues desde el dos mil uno para acá son… ¿qué?… ¿doce años? Ajá, desde el dos mil
nueve en enero
-¿En dónde residía antes de llegar a esta unidad habitacional?
“Uh pues vivimos en varios lugares: en Guadalajara, luego de ahí un año en Tijuana y
regresamos a la ciudad de México en 1998 y ya ahí rentamos en Tlatelolco. Ahí estuvimos
un tiempo hasta que nos entregaron la casa aquí.”
-Entonces ¿La última vivienda antes de llegar aquí fue en Tlatelolco?
“En Tlatelolco, si”
-Me podría dibujar aquí (le extiendo una hoja en blanco) los lugares en donde llevaba a
cabo sus actividades cotidianas en Tlatelolco?
“¿O sea hacer un croquis o cómo?”
-Ajá. Podría por ejemplo que me señale su casa, en donde iba a comprar sus víveres, su
lugar de trabajo.
“Bueno pues aquí, (1) aquí estaba la estación del metro. Es el metro Tlatelolco en donde
nosotros…pues era muy fácil porque teníamos el transporte del metro y de ahí nos
movíamos para todas partes cosa que aquí es más difícil, tener transporte. Entonces
caminábamos así nada más un tramo (2), dábamos vuelta y aquí en este anda…son
andadores, aquí hay un edificio (3). En este edificio, en el primer piso ahí rentábamos un
departamento. Un departamento pequeño de dos recámaras nada más, y luego en todas
99
estas partes de aquí (4) hay comercios entonces aquí abajo nada más bajando aquí (5)
pues comprábamos la verdura, la fruta, el pollo este…también vendían carne y saliendo
aquí de esta parte de aquí (6) en este local había una tienda de abarrotes donde pues
comprábamos todo lo necesario y todas estas tiendas había este…aquí para arreglar los
zapatos (7) de este lado estaba la estética para (ríe) irnos a cortar el cabello. ¿Y qué otra
cosa? Pues todo esto así había varios restaurancitos o aquí había otro edificio (8) y aquí
había una fonda, una comida económica.
Entonces en esa época yo trabajaba, tenía que salir aquí hacia esta avenida (9) que se
llama Manuel González y aquí en la parada tomaba yo el autobús (10) y yo trabajaba este
pues…no muy cerca pero llegaba yo aquí a una colonia que se llama Morelos y ahí estaba
la escuela primaria donde yo trabajaba (11). En esa época trabajaba yo dos turnos
entonces en la mañana iba yo a una escuela y en la tarde a esta, entonces cuando yo
salía de trabajar pues nada más tomaba cualquier camión que se fuera aquí derecho y
me dejaba aquí enfrente (12) y ya nada más cruzaba yo para acá (13) estaba muy fácil.
Aquí había un hospital muy grande del ISSSTE, hay un hospital del ISSSTE, entonces
pues si necesitábamos consulta pues teníamos muy cerca el hospital. Todo esto son
zonas verdes (13), tenía muchos, muchos árboles, de éste lado también había otra zona,
otra área de árboles y plantas…estaba bonito y muy tranquilo porque aunque Tlatelolco
tiene luego mala fama pero…son determinados lugares. Pero en general en esta zona
donde estábamos nosotros nunca tuvimos ningún problema estaba muy tranquilo, muy
seguro; pero la renta pues si estaba elevada y en ese momento tuve la oportunidad de
que me dieran un crédito de FOVISSSTE y ya fue cuando anduve buscando por todas
partes. En la ciudad de México era muy caro, carísimo comprar algo, entonces una amiga
que trabajaba aquí en la escuela conmigo fue la que me dijo que, que ella había comprado
aquí en Valle de México. Y fue la que me dijo como llegar aquí, y este… ya fue como
llegamos aquí, a conocer aquí. Yo ni idea por dónde era así que pues como ella me dijo,
fue llegué. Y ya luego empecé a ir al sindicato y ya este las personas que estaban ahí en
vivienda pues me ayudaron a hacer mi trámite. Y realmente fue fácil y rápido, y sin
embargo mi amiga nunca se vino a vivir aquí. Compro su casa, pero nunca la habitó, ya
100
no sé si la rente si la vendió. Nunca más volví a ver a esa amiga. Y así fue como, pues
como llegamos aquí.
Que pues si es muy bonito, nos gustó mucho este lugar porque estaba muy bonito, por
las casas. Y sobre todo porque ya no era un departamento sino ya era una casa. Y ya
pues, tenía el patio, tenía el patio grande, tenía el estacionamiento y el hecho de estar en
una cerrada pues también nos daba seguridad ¿no? y que los niños tenían espacio donde
jugar, afuera sin estar realmente en la calle ¿no? Sino que estaban en un lugar más
cerrado.
-Y dígame ¿cómo eran los fines de semana en Tlatelolco?
“Pues… teníamos el cine aquí había un cine (14), estaba el cine Tlatelolco que ahora ya
está deshabitado, ya está abandonado, pero nos gustaba mucho ir al cine, inclusive en
el mes de mayo nos daban entrada libre a los maestros. Nada más con tu credencial de
maestra pues dos personas este…ya no me acuerdo cómo era pero el caso es que no
nos costaba nada ir al cine en aquella época. Entonces nos íbamos a este cine y también
la avenida de Reforma nos quedaba muy cerca y siempre nos ha gustado mucho el cine
pero pues ya últimamente como que es más difícil. Esa era una de nuestras salidas al
cine, también nos gustaba mucho ir al museo a Chapultepec, a MI HIJO le gustaba mucho
ir al zoológico de Chapultepec que estaba muy bonito lo habían remodelado en esa época
y o tenían muy bien cuidado muy bien conservado. Entonces con la facilidad de moverse
en el metro…no teníamos coche así que todos nos movíamos en transporte público. Y
ya pues íbamos al museo, a los museos que hay ahí al Museo de Antropología nos
gustaba mucho ir y visitábamos con frecuencia el museo de Historia natural. Esos eran
nuestros fines de semana, por la cercanía y lo céntrico que era el lugar de la ciudad de
México y la facilidad del metro y todo eso pues podíamos ir a varios lugares. Íbamos al
teatro y así estábamos los fines de semana como que podíamos salir un poco más dentro
de lo céntrico ¿no? de la ciudad”
-En la ciudad digamos ¿no?
101
“Si pues vivimos muy cerca de lo que es el…la zona de las tres culturas, también íbamos
a la iglesia que está ahí en Tlatelolco esa muy grande del parque, precisamente esa de
las tres culturas. Se prestaba mucho para salir los domingos porque pues nos quedaba
todo muy cerca cosa que ahora ya pasan meses para que vayamos a la ciudad de México
¿no?”
-¡Así es! Y dígame ¿qué recuerda de su primera visita a San Buenaventura?
Pues primero la vi lejisisisisimos (sic) porque llegué al metro Santa Martha, yo nunca en
la vida había venido por estos rumbos entonces tomé un combi y pasaron horas y se me
hizo eterno para llegar aquí, más que no sabía dónde era. Yo iba preguntando y la gente
que iba en la combi o los choferes me explicaron cómo llegar aquí. Y así fue como
llegamos a conocer la zona donde estaba la oficina de ventas, ahí vimos la maqueta y ya
este pues si me gustó porque estaba muy bonito las casas muy bonitas sobre todo se
veían los volcanes ahí preciosos, era un día muy despejado y eso fue lo que nos gustó
mucho ¿no? También que había mucho verde, había unos ranchos donde está ahora el
city club y en frente del city club donde esta walt mart ahí había antes unos ranchos que
tenían avestruces y muchos lugares donde todavía se veían vacas y borregos y áreas así
cultivadas había de maíz…A mí era lo que me… venía yo buscando un lugar que fuera
más bien este pues sin estar muy lejos de la ciudad de México pero que se viera más
verde ¿no? que no hubiera tanta aglomeración. Nada más que nunca supe que esta
unidad es una de las unidades más grandes de Latinoamérica, eso nunca supe ni nunca
me dijeron (ríe) que resulta que venimos a dar a una unidad habitacional pues mucho
más grande que Tlatelolco inclusive y pues con tal vez más problemas aunque ahorita
todavía creo yo que vivimos relativamente tranquilos. Pero quién sabe hasta cuándo
vayamos a estar tranquilos en esta zona. Eso es lo que me dio muy buena impresión,
después anduve buscando en varios lugares en la ciudad de México para no venirnos tan
lejos porque pues estas si se me hicieron mucho muy lejos y no teníamos coche en esa
época entonces se nos hacía muy complicado para venir hasta acá. Pero busqué y
busqué allá y todo carísimo no, no encontraba y Tlatelolco, nunca pensé en Tlatelolco
porque ya eran edificios muy viejos según esto, tenían más de treinta años. Y nunca supe
102
que si se podía comprar en Tlatelolco porque como estaban remodelados entonces ya
no se consideraba que tenían treinta años sino que tenían menos y FOVISSSTE sí me
hubiera autorizado un…una compra en Tlatelolco y hubiera podido comprar ahí pero pues
ya son por azares del destino (ríe). Y ya después vine con una de mis cuñadas y este ya
a ella también le gustó mucho y dijo “no sí, vente para acá”. También fui a ver a Ecatepec,
había unas casas igualitas a éstas también de la misma inmobiliaria igualitas, y el mismo
costo y todo. Pero aquella zona estaba fea toda árida este… desértica, seca, se veía la
tierra seca los cerros secos secos. Y no me gustó dije no pues si me voy para allá que
está tan lejos [Ecatepec] también, pues mejor acá [San Buenaventura] que por lo menos
está verde, se ven los volcanes y está bonito ¿no? está agradable. Y luego aparte
también por mi trabajo yo voy mucho para la zona de Amecameca que es una zona
boscosa este…donde va la gente los fines de semana a montar a caballo, a comer carne
de conejo, de venado es una zona muy bonita y el lugar me gustó mucho entonces he
conocido mucho hacia este lado. Casi al D.F pues ya no vamos porque más bien
preferimos pues ahora pasear por esta parte de acá de Amecameca, Tlalmanalco y
muchos pueblos que tienen pues costumbres y tradiciones muy bonitas fiestas…Esta la
feria de la nuez, la feria del conejo y así todo el tiempo están en fiestas ahí en los pueblos”
-¿Qué le parece una vez que llega a vivir aquí?
“Pues muy bonito, al principio era muy bonito precisamente porque había cuando
llegamos muchas familias que también pues casi la mayoría tenían un año, dos años
antes que yo habían llegado. Y me gustó porque pues mi hijo podía salir a jugar, había
muchos niños entonces que daban guerra por toda la tarde pero había con quién jugara
cosa que en Tlatelolco nunca pudo salir. No podía salir, no tenía amigos porque cada
quién vive también en su mundo y no conviven con los vecinos ni con nadie ¿no? Y aquí
en ese momento pues había muchos niños, no de su edad porque él era más grande
pero se adaptó a la edad de ellos y podían jugar toda la tarde sin peligro de que pasaran
carros ni nada entonces aunque a algunos vecinos no les gustaba pero pues ni modo
era siempre aceptar que donde hay niños pues tiene uno que tener pues cierta paciencia.
Porque pues tienen que salir a jugar ni modo que estén encerrados y precisamente fue
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lo que me gustó aquí ¿no? que los niños podían salir a jugar cosa que en los depar…en
las ciudades ya no se puede. Los niños están encerrados en un departamento viendo la
televisión porque no pueden salir a jugar. Y aquí sí. Realmente su infancia la pasaron
pues ahí afuera contentos y jugando toda la tarde con los amiguitos de los vecinos. Y
pues había una convivencia también. Creo yo que de todas las cerradas que tenemos
por aquí eh, somos una de las cerradas que tiene, tenemos una vida más tranquila que
no tenemos este…pues gente mala o que tenga malas este…intenciones o cosas así.
Somos en general familias que tratamos de vivir en paz y respetándonos aunque no nos
llevemos así de uña y mugre no pero siempre con respeto nos conocemos ya de muchos
años y cada quién en su casa se respeta ¿no? Cuando hay algún problema creo que nos
unimos todos para resolverlo y así a estirones y jalones pero ahí vamos somos una de
las cerradas que se ha podido mantener pues unida, más o menos limpia, cuidada.
Entonces pues sí, si estoy estamos a gusto aquí. Aunque si tienen las casas por ejemplo
pues tienen muchos detallitos: humedad, tiene uno que estar dándoles mantenimiento
todo el tiempo. En esa cuestión pues como todas las casas y todas las propiedades si no
se les está dando mantenimiento pues se descuidan. Aquí los problemas vienen a ser no
por los que compramos, los que somos dueños. Creo que los que somos dueños de las
casas pues nos preocupamos mucho por conservarlas bien. El problema es con las
personas que ya se han ido y les rentan a cualquier gente ¿no? y esas personas pues ya
pues como no es de ellos la casa pues no les interesa cuidarla, ni conservarla en buen
estado ni mucho menos sino que pues empiezan a cometer este… pues desmanes,
descuidar las propiedades y todo pero en eso es donde vemos que estamos unidos todos
los demás.”
-¿Recuerda algo de lo que le ofreció la persona que le ofreció la casa? Así como, qué
características tendría su nueva casa o qué tipo de vida le ofrecían.
“Pues sí, te prometen miles de cosas. Sobre todo aquí la inmobiliaria me acuerdo que
nos habían dicho que aquí atrás en la parte de… que mi casa…y yo decía ¿entonces voy
a vivir hasta el final? Dice [el promotor] “pues si lo ve entrando por acá de acá por la
carretera” (o sea de la entrada que ahora tenemos) [entrada principal a la unidad
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habitacional] pues si sería su casa de las últimas pero si considera que entrando por acá
por la carretera federal sus casas serían de las primeras y van a tener este vigilancia, van
a tener una caseta de vigilancia con una pluma para que nada más entren las personas
que habitan aquí y no entren extraños ” Cosa que para nada no. Aquí lo toman como
atajo los tráiler, todos los que van a la carretera federal toman por aquí para salir más
rápido, para cortar camino. Y así también nos dijeron que iba a haber una tienda en esta
parte de aquí que era un terreno baldío, que duró muchos años ahí abandonado y
realmente pues pensamos que nunca iba a haber ahí una tienda pero sí afortunadamente
después de mucho tiempo la tienda, el Aurrerá que pues ha sido una gran ventaja. Porque
antes teníamos que ir a comprar hasta Santa Bárbara, hacer compras de Aurrerá digamos
en un súper grande solo nos quedaba el de Santa Bárbara. Ahora pues es una ventaja
tener ya ahora aquí una tienda.
Y otra desventaja pues ha sido que los pequeños comerciantes, como teníamos un
carnicero que vendía muy buena carne, de plano tuvo que cerrar porque ya era mucha
competencia la bodega y ya no pudo continuar con su negocio. Y así tiene sus pros y sus
contras. Pero realmente está bien porque no nos queda lejos pero tampoco nos queda
tan cerquita como para tener el tráfico y inconvenientes. Esa fue una de las cosas que
me acuerdo que nos prometieron cuando llegamos.
Y que las casas bueno que estaban muy bien y resulta que tienen problemas de
construcción, de plomería. Yo tengo la tubería de mi baño está como entrelazada con la
tubería de la del vecino entonces yo tuve una fuga que tuve que mandarla arreglar y todo
vino el plomero y cuando empezó a cortar el tubo casi se nos inundó aquí porque resulta
que el tubo ése no era de nosotros, era del vecino y está en mi baño. Entonces fue un
tiradero de agua tuvimos que limpiar toda la casa y resulta que se arregló más o menos
la tubería pero nunca ha quedado bien porque los vecinos ellos dicen que pues no está
en su baño, no les preocupa y la tubería de ellos está en mi baño. Entonces cositas así,
detallitos. La humedad por más que impermeabiliza pues no queda bien hay que hacer
no se…meterle mucho dinero para poder techar bien y que ya no se nos meta el agua
cuando llueve y así un montón de detallitos que han ido saliendo poco a poco con el
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tiempo. Y que pues cuando compra uno la casa pues no se da uno cuenta que hay que
después que estar arreglando para que más o menos funcione.”
-¿Cómo podríamos hacer una comparación de itinerarios entre su anterior casa y un día
ahora?
“¿De mi trabajo por ejemplo?”
-Sí, un día normal con su familia
“Bueno pues para mí el problema del transporte es tremendo porque aquí es un
transporte muy malo son unas combis viejas, destartaladas, horrorosas, carísimo el
transporte y por ejemplo para yo poder llegar a la universidad donde trabajo en
Amecameca tengo que tomar hasta cuatro combis con todo lo que implica: las molestias,
el estar esperando que se llene, poder llegar a la otra combi y esperar nuevamente otra
vez que se llene la combi para poder salir. O sea, que yo tengo que salir casi dos horas
antes de la hora que yo tengo que llegar a mi trabajo y eso sin contar las obras que
tenemos que están los distribuidores éstos que están construyendo que ya tienen un año
o no sé cuánto y todavía creo que van para largo. Entonces sí es muy complicado aquí
moverse si no tienes un coche, aún con el coche tienes que salir con tiempo y nunca falta
que te atores en algún lado pero todavía sin coche es peor. Y cosa que allá donde vivía
antes pues en el metro íbamos y veníamos. También el metro tiene sus horas pico donde
no entrabas pero ni por las ventanas, hasta era peligroso. Yo sentí una vez muy feo
porque se llenó el andén completamente y no llegaba el tren y seguía entrando y entrando
gente y a los que estábamos hasta adelante…yo sentía que en cualquier momento me
tiraban a la vía. Y ya me dio miedo y dejé de usar un tiempo prefería salir y tomar un
autobús porque ya era tanto el congestionamiento en el metro que era muy peligroso yo
siento que mucha gente que dicen que se suicida no es cierto, sino que es porque se cae
o la tiran de tanta gente que hay. Entonces pues en todos lados hay problemas de
transporte yo creo en todas partes llega a haber ¿no? está mal organizado el transporte
y le suben el precio cuando quieren y como quieren, cobran lo que quieren. Yo creo todos
los que lo hemos usado el trasporte público pues padecemos esa situación.
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En cuanto a las ventajas que tiene trabajar donde yo trabajo es que el camino es muy
bonito, parece que va uno de paseo realmente y vas disfrutando del paisaje y vas
disfrutando los cambios que tiene el campo. A mí me gusta mucho, ahorita está lleno de
flores silvestres pero parece dan ganas de poder, saber pintar porque van cambiando las
flores según la época del año están diferentes flores silvestres. Y así aprendes a conocer.
Hay ardillas, de repente vez a las ardillas corriendo en los bosques está muy bonito. Pero
pues esa es una gran ventaja que en la ciudad no tienes, la cuidad vas en el metro y en
la calle y viendo gente nada más y aquí vas viendo este…los bosques y los campos y
eso lo que pues yo valoro mucho aquí de esta zona.
-Entonces supongo que sus fines de semana también cambiaron
“Pues sí, realmente si aunque ahorita nos gustaba mucho ir a Chalco el fin de semana y
llegamos a ir a Amecameca a comer o este… a pasear simplemente en fin de semana a
popopark hay un lugar que se llama el castillo de los venados acariciables y puedes
incluso acercarte y acariciar a los venados. O sea hay muchas cosas que antes nunca
hubiéramos podido vivir. Íbamos mucho [a Amecameca y Chalco] nada más que ahora
por el problema del tráfico, en fin de semana procuramos no ir. Si nos invita alguna
persona el fin de semana, vamos pero sí hay que irse muy temprano para evitarse el
problema porque luego viene por ejemplo ahorita la Navidad; empieza para diciembre…
primero los peregrinos. Entonces toda la carretera viene así con peregrinos, hay que tener
cuidado porque van y vienen los peregrinos a ver a la virgen de Guadalupe y luego en
diciembre viene más la gente a cortar sus árboles, sus pinos. Entonces también tienes
que ir muy temprano porque si no te va a tocar todo el tráfico de los que van por sus
árboles. Entonces pues es bonito pero también hay que saber hay que conocer las horas
en que puedes salir para evitarte congestionamiento y estarte ahí estacionada muchas
horas.”
-Dígame ¿se animaría usted a regresar a donde vivía, si tuviera a oportunidad o a
cualquier otro lugar?
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“Mmm sí, a mí me gustaría regresarme a Guadalajara. Bueno porque me gusta mucho la
ciudad y porque allá tengo a mi familia tengo a unas hermanas, sobrinas que viven por
allá, entonces por ese motivo más que nada me gustaría pues estar más cerca de la
familia por eso me gustaría Guadalajara. A Tijuana no regresaría porque está muy lejos,
porque es bonito siempre y cuando vayas a Estados Unidos a cada rato pero realmente
en Tijuana no hay mucho que ver, no hay mucho a donde ir. Bueno puedes ir a Mexicali
ahí hay pueblos y lugares así que puedes visitar pero es más complicado casi todo. Allá
las rentas son en dólares y los sueldos no son en dólares y los restaurantes, en muchos
lugares te cobran en dólares entonces allá pues no, no conviene. Aunque la gente es
muy hospitalaria en Tijuana, dejé muchas amigas en la escuela donde yo trabajé porque
la gente es muy afectuosa muy hospitalaria sobre todo cosa que en Guadalajara no. En
Guadalajara es muy difícil hacer amigos, la gente es más más difícil. Y aquí en el Estado
de México es pues la gente es tranquila, hay de todo, hay gente buena y hay gente que
pues tiene fama ahorita [el Estado de México] de inseguridad y gente que nada más anda
haciendo perjuicios y sí yo he notado que en Amecameca, en Chalco ha habido muchos
delitos que antes no se veían cuando llegamos aquí. Eran lugares muy tranquilos a cada
rato podías ir a Chalco. Los viernes que había tianguis se iba uno a Chalco al tianguis,
ahora ya es muy complicado para ir y venir así rápido ya no. Necesita uno su tiempo
pero… pues sí, yo creo que si…si pudiera me iría a Guadalajara. Al D.F no, para nada
no regresaría, casi ni vamos ya por lo mismo tiene cosas atractivas como en Chapultepec
el zoológico los museos te digo todo eso que nos gustaba, los cines pero ya muchos
lugares que nos gustaba visitar ya desaparecieron. En la Zona Rosa nos gustaba mucho
ir a la Zona Rosa hace muchos años. Ahora que fuimos hace poco está horrible, está feo,
ya todas las tiendas…era muy bonita la Zona Rosa había muchas tiendas, muchas
boutiques todo eso que nos gustaba ver sobre todo cafeterías. Ahorita ya no, ya todo son
como cafeterías pero así para jóvenes con mucho ruido, mucho escándalo como antros
o no sé qué hicieron y mucho homosexual también todo el tiempo por todos lados.
Entonces pues sí, ya ha cambiado mucho la ciudad de México ¿no? entonces creo que
no. que ahí para vivir ya no. Nos gusta de repente ir a dar una vuelta pero ya no para
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vivir ahí ya no ya salimos de ahí. Al contrario a mí me gusta más los lugares más de
campo, de lugares más tranquilos.”
-Entonces desde que se cambió a vivir aquí hasta el día de hoy definitivamente ha notado
cambios tanto para bien tanto para mal.
“¿Aquí? Sí como no. La inseguridad sobre todo, bueno… siempre. Yo me acuerdo que
cuando llegamos cuando me iba a venir a vivir aquí me decían gente que ya conocía “no,
no te vayas a ahí porque ahí hay muchos robos, se meten a robar a las casas” Por eso
yo busqué que dentro de la cerrada estuviera mi casa en medio, que no estuviera muy a
la calle ni en las orillas porque yo decía no pues se meten a las casas que dan a la calle.
A las casas que estamos en el centro no tanto y sí, me daba así como ese temor que
había mucho ratero. Pero no, yo creo que realmente ahorita sí hay mucho pues muchacho
sobre todo que cometen atropellos y que se drogan y que roban pero eso es en todas
partes, no se puede decir que nada más aquí. Aquí pues hay de todo hay muchachos
también muy buenos que trabajan, que estudian y que no se meten en problemas con
nadie. Creo que aquí en la cerrada realmente no teníamos ningún problema con los
muchachos hasta últimamente ha habido dos o tres problemas pero no son muchachos
de aquí, son muchachos de aquí que han invitado amigos, pues ya tienen malas
costumbres ¿no? Pero pues no, no podemos decir que es de aquí de San Buenaventura
los problemas es la sociedad en general en todo México, en todo el país que pues ya
está llegando a todas partes. Me dicen mis alumnos que viven en Chalco, en Amecameca
hay gente que ha tenido que cerrar sus negocios porque los amenazan, porque narcos
que les están pidiendo dinero para dejarlos trabajar. O con amenazas los de las combis
me han platicado que los secuestran para sacarles dinero pues así eso lo estamos
viviendo en todo el país, no nada más aquí en San Buenaventura. Y eso es lo que ha
cambiado digamos para mal, los graffitis que tienen pues toda la unidad graffiteada,
pintarrajeada porque pues se los hemos permitido no hay quien se los pueda prohibir, no
hay una vigilancia así que nos pudiera evitar eso. Policías y agentes de tránsito también
muy corruptos también tenemos y así pero pues te digo que no podemos decir que es de
aquí sino que ya es un problema social en todo el país de los corrupción delitos y de las
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mismas autoridades que les permiten hacer pues todo lo que quieren, a la gente
muchachos y adultos.”
-Ya para terminar ¿cómo le ha parecido su vida en esta cerrada de esta unidad
habitacional?
“Pues bien creo que hemos vivido bien aquí. Te decía trece años ya vamos a cumplir y
pues nunca habíamos vivido tanto tiempo en un lugar nosotros acostumbramos pues de
Tijuana a Guadalajara, México. Siempre cambiamos mucho de residencia, como
rentábamos nos íbamos dos tres años y nos cambiamos de casa entonces nunca
habíamos permanecido tanto tiempo en un solo lugar. Y creo que ahorita pues estamos
bien MI HIJO tiene su trabajo, tiene aquí sus amigos entonces, yo por mí, sí me hubiera
cambiado ya, porque me gusta andar de aquí para allá pero MI HIJO no, él quiere estar
aquí con sus amigos, tener su trabajo y todo, entonces pues ya no podemos andar
cambiando. Si realmente ponemos en una balanza pues yo creo que ha sido más positivo
que negativo nuestra vida en este lugar, en esta residencia, pues ha sido más positivo
¿no? para todos. Aunque pues… a mí en lo personal sí me gustaría estar más cerca de
mis hermanas, pero a MI HIJO no, no le gustaría irse de este rumbo.”
-Muy bien pues, creo que por ahora estuvo muy bien…
“(ríe) ¿Ajá?”
-Este…gracias. Si necesitara uno que otro datito pues si le pediría su ayuda…
“Claro que sí”
-Pero pues, me gustó mucho su relato. Pues sí es más o menos lo que podemos escuchar
con la mayoría de los vecinos…
“Sí, yo pienso que sí ha sido bueno sobre todo para pues…yo escucho a personas que
que hablan de su cerrada de gente muy mala que hay gente que se pelean y que se gritan
y que se hacen maldades y cosas así. Y yo pienso que aquí habrá gente que no nos
caiga muy bien que es más ni siquiera la tratemos. Pero los que nos tratamos ya de varios
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años sabe uno que cuenta con alguien aquí si algo se nos atora a uno. Aquí si algo se
nos atora por ejemplo a mí que he estado sola algunas temporadas siempre tuve al
señor…el señor…siempre hubo alguien que me viniera a echar la mano a ayudar algo
que se me…el fusible que se quemaba cosas así. Siempre sientes el apoyo de que no
estás solo mientras que si tú rentaras o compraras una casa por ahí sola en algún lugar
a mí me daría hasta miedo estar ahí sola, quedarme sola porque no tienes ni a quién
recurrir. Aquí siempre tienes un vecino, una vecina que sabes que te van a echar la mano
que te van a ayudar. Por decir, a MI HIJO le digo que si por algo no estamos o no tienes
dinero y nosotros no hemos llegado o lo que sea pues vas con el maestro… o con la
maestra…les dices que tus papás no han llegado, [le digo a MI HIJO] si te quedas sin
llaves pues te vas a ver a …Y él dice no cómo voy a ir si estoy todo mugroso con el overol
del mecánico le digo pues nada más no te sientas o te sientas en un banquito para que
no ensucies pero dice “no, como crees”. Un día le dejamos puesta la llave y no tenía él
el duplicado y se nos olvidó, fue un ratito nada más lo encontramos aquí afuera y le
dijimos “pues te hubieras ido a la casa de …” dice “cómo crees si estoy todo mugroso” le
digo “bueno pues ahí en el suelo te sentabas” Pero sí yo creo que es más lo bueno que
lo…porque vivimos de veras en muchos, muchos lugares y nunca casi hemos…hicimos
amistades nunca hemos sido personas conflictivas, ni problemáticas procuramos siempre
llevarnos en paz con la gente y bien pero nunca así de tener amistades no porque luego
también hay problemas. Y aparte, pues no había niños de la edad de MI HIJO, pues no
se prestaba y aquí afortunadamente pues todos con los que convivimos aunque no
hubiera una gran amistad pero tampoco hubo problemas. Y pues con ”…” con los que
más hizo amistad MI HIJO pues por lo menos vivimos en paz. Ahorita ya todos crecieron,
ya todos están haciendo su vida ¿no? terminando su carrera. Pero pues sí es bonito ver.
Esperemos que sigamos viviendo en paz y en armonía.
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