lesiones traumÁticas en crÁneos visigodos: mecanismo de ... · mecanismo de acciÓn y evoluciÓn...
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LESIONES TRAUMÁTICAS EN CRÁNEOS VISIGODOS:MECANISMO DE ACCIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS LESIONES
Feucht M M, Negre M C, Puchalt F y Villalaín J D
Laboratorio de Antropología de la Unidad Docente de Medicina LegalFacultad de Medicina y Odontología, Valencia
Resumen
Se describen lesiones traumáticas que afectan a la tabla externa de diversos huesos cranealesen cráneos de época visigoda.
Introducción
En la presente comunicación se realiza unestudio de unos cráneos procedentes de unaexcavación de urgencia de una necrópolisvisigoda o tardio-romana sita en la poblaciónde Vall de Uxó (Castellón). Centramos nuestro estudio en los caracteres osteopatológicosde los cráneos, haciendo especial hincapié enseis lesiones de tipo traumático y otras cincoinjurias craneales. Asimismo, analizamos losdiferentes mecanismos de acción o agentesetiológicos, como también los signos queimpliquen una supervivencia a estas agresiones: signos regenerativos óseos visiblesmacroscópicamente.
Descripción
Los traumatismos craneales constituyenun conjunto de seis lesiones, las cuales presentan como elementos característicos, queson bastante profundas, afectando a la tablaexterna, e incluso a diploe. En casi todasestas injurias se han evidenciado signos deregeneración ósea, lo que confirma su pro-
ducción en vida y que hubo una supervivencia tras estas agresiones.
En primer lugar, se describen cuatro injurias localizadas todas ellas en parietalesizquierdos de dos cráneos diferentes. Estas cuatro lesiones presentan una morfología redondeada y su diámetro oscila entre los 20 y 30 mm. Cabe mencionar queestos cuatro traumatismos craneales realizan una discreta «abolladura» en tablaexterna (Fotografía n° 1). En segundo lugar, se analiza una lesión de morfologíatriangular (Fotografía n° 2) localizada enparietal izquierdo. En dicha injuria se puede observar que los bordes, bien definidos, son redondeados y que deja el huesoesponjoso al descubierto. Asimismo sepueden apreciar fragmentos de la corticaladheridos en el fondo de la lesión. El sexto traumatismo craneal, también enparietal izquierdo, presenta una morfología elipsoide, algo triangular, siendo elángulo posterior más abierto. Sus bordesson redondeados y bien delimitados. Lalesión deja el hueso trabecular o esponjoso al descubierto.
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Figura 1. Lesiones en la tabla externa del cráneo
Discusión
Los traumatismos craneales constituyenun conjunto de lesiones que se caracterizanpor afectar a tabla externa e incluso a diploe(D. Campillo, L. Burkhardt, P.l Pérez). Enestas agresiones llama la atención la brutalidad de las injurias, que según algunos autores (E. Aguirre, P. Jansens) pueden atribuirse en la mayoría de los casos a la accióninstrumental, aunque también se pueden dis-
tinguir otras variedades etiológicas (D.Brothwell, D. Campillo), como: presión,acción térmica, causa indirecta.
Dentro de las lesiones instrumentalesdestacan aquellos traumatismos producidospor armas de guerra, bien punzantes (flechas,pilum, etc), bien cortantes o corto-contundentes (espada, hacha, etc). En nuestro estudio se evidenciaron fundamentalmente signos por lesión corto-contundente.
Así pues, las cuatro primera lesionescraneales, que realizan una discreta «abolladura» sobre tabla externa (Figura 1), fueron producidas seguramente por un instrumento contundente, dirigido de forma perpendicular al cráneo, y estando el agresor delante y manejando el arma con su manoderecha. Ello explica la localización de lasinjurias (parietal izquierdo), así como el número de lesiones, dos en cada cráneo.
El hecho, que el hueso cortical de loscuatro traumatismos craneales esté completamente regenerado, implica según algunosautores una supervivencia a estas agresiones.de algunos meses. La peculiar mOl'fología de la lesión triangular (Figura 2), cuyosbordes están bien definidos y con su vérticeposterior más deprimido que el resto de la
Figura 2. Lesión triangular con bordes definidos
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Figura 3. Lesiones en parietal izquierdo
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injuria, delimita el agente etiológico a uninstrumento contundente de sección triangular o cuadrado (J.M. Reverte, S. Berg, L.Burkhardt). La lesión fue producida de unsólo golpe dirigido perpendicularmente y, aligual que en los casos anteriores, estando elagresor delante y manejando el arma con sumano derecha. Esto explica la existencia defragmentos de hueso cortical incrustados enel fondo de la lesión.
En cuanto a la supervivencia, cabe mencionar que ésta en este traumatismo cranealfue menor, dado que en la inspección visualse pueden apreciar que las celdi lIas estánparcialmente cerradas y ocultas. Dicha situación, según algunos autores comoLacroix, tiene lugar algunas semanas después de la agresión, por lo que podemos concluir de forma provisional la existencia deuna supervivencia de pocas semanas.
Por último, la sexta lesión de morfologíafusiforme, fue producida con bastante probabilidad, por un instrumento corto-contundente, de un sólo golpe dirigido de formaoblicua, bastante tangencial, produciendouna imagen de lascado de morfologíaovoidal, algo triangular. La posición delagresor sería estando delante de la víctima y
con el arma en la mano derecha (D.Brothwell, L. Burkhardt, D. Campillo). Estojustifica que la lesión adopte esta mOl'fología triangular, algo ovoidal, en la cual elborde anterior es más anguloso y estrechoque el posterior, más ancho y circular.
En lo referente a la evolución de la lesión,cabe mencionar que la supervivencia a estaagresión fue bastante limitada en el tiempo,dado que macroscópicamente se aprecian quesolamente unas pocas celdillas están cerradas,estando la mayoría de ellas aun abierta.
Otras lesiones
Asimismo, en otros cuatro cráneos de lamisma necrópolis pudimos evidenciar cinco lesiones craneales, cuya etiología no estábien clara. Por ello, y a falta de un estudioradiográfico que no se pudo realinr sobreestas piezas óseas, sólo se exponen las características descriptivas de estas injurias, sinllegar a profundizar en la evolución y elmecanismo de acción. En primer lugar, seexpone un cráneo (Figura 3), el cual presenta dos lesiones, ambas localizadas a nivel delparietal izquierdo. Una de estas injurias sesitúa en la parte superior del parietal izquier-
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do, está algo deprimida o incrustada en hueso cortical y tiene una morfología redondeada (Figura n° 3). El estudio de inspecciónmuestra que las celdillas diploicas estáncompletamente cerradas, lo que podríatraducirse en una supervivencia de unos pocos meses. En caso de tratarse de una lesiónde origen o producción antemortem, la etiología sería posiblemente una trepanacióncompleta con supervivencia, aunque tampoco se puede descartar un agente instrumental (arma de guerra). No obstante, ambosextremos no se pueden confirmar a falta deun estudio radiográfico. La segunda lesiónde este parietal se localiza en la parte inferior de este hueso craneal (Figura n° 3) yafecta tanto a tabla externa como interna, porlo que traspasa todo el hueso. Tiene unamorfología redondeada y con un diámetrode 8 mm. Esta injuria presenta lapeculiariedad de afectar en el recorrido dela arteria meníngea, por lo que en el caso detratarse de un traumatismo craneal de origen antemortem, conllevaría a un desenlacefatal en poco tiempo.
En otro cráneo la injuria se localiza a nivel del parietal izquierdo, en la parte superior, a escasos milímetros de la sutura sagital.Presenta una morfología alargada, siendo sulongitud de 12 mm. La inspección visual noaporta nuevos datos de interés acerca del mecanismo de acción así como de la evoluciónde la lesión, por lo que sin el estudioradiográfico no se puede llegar a conclusiones más precisas.
En un tercer cráneo se observaba una lesión en forma de «v» invertida y que se localizaba a nivel posterior del parietal derecho. En caso de tratarse de un traumatismocraneal de origen o producción antemortem,debido a sus características morfológicas, asícomo a su localización, podría tratarse deuna injuria por instrumento punzante (pilum,flechas, etc) y situándose el agresor en la
parte posterior de la víctima, siempre y cuando ésta estuviera en bipedestación. El hechoque las celdillas diploicas estén completamente cerradas y ocultas, traduciría unasupervivencia de unos pocos meses.
y por último, en un fragmento de huesofrontal se observaba una lesión de bordesbien definidos y delimitados y de mOt'fología ovoidal, algo triangular. La inspecciónvisual pone en evidencia que las celdi Hasóseas están parcialmente cerradas, lo quepodría implicar una supervivencia bastantelimitada en el tiempo.
Addentum
En una discusión posterior a la lecturade esta comunicación, se apuntó que la lesión de morfología triangular (Figura 2) podría tener su origen en una trepanación.
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