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Malvinas, testimonios e historia CRÓNICAS / POR HANS SCHULZ
Hans Schulz partició de las primeras jornadas-taller sobre Malvinas organizadas por el Centro de ex
soldados Combatientes de Malvinas en Bariloche y el Centro regional Universitario Bariloche y escribe
una crónica al respecto.
Malvinas, testimonios e historia Crónica de las jornadas-taller de julio 2015 (1º Parte)
Por Hans Schulz para B2000
“¿Qué van a decir cuando no estemos más?”
Islas re-escritas
Eran las cinco y media de la tarde del 29 de julio 2015 y en el Aula Magna del CRUB se realizaban los
preparativos para las Primeras Jornadas sobre Malvinas organizadas por el Centro de ex soldados
Combatientes de Malvinas de Bariloche y el Centro regional Universitario Bariloche (Carrera de
Historia y Proyecto “Memoria, verdad y justicia”). Mientras que los organizadores iban y venían, en la
pantalla, una serie de diapositivas desplegaba frente a los asistentes una curiosa cartografía de islas
renombradas: “península tuvimos hambre y frio”, “tierra quiero que me mimen”, “mar que te
llora”, “Isla me vuelvo a casa, isla me quedo”, “cabo de los cuentos no contados”; “Isla de las madres”;
“Isla de la novia que espera”; “Bahía de las esperanzas perdidas”; “tierra del club de barrio”; “península
soldado valiente”, “bahía de los niños hombres”; “hogar para soldado que quería vivir”, “tierra de los
sueños por cumplir”; “isla soldado argentino sólo conocido por Dios”. (1)
Tal vez todos los argentinos llevemos en nuestro interior un archipiélago propio, disímil al real. Lo
fuimos armando con los años, articulado por vivencias, percepciones y relatos que fuimos seleccionando
y acumulando en algún lugar de nuestras almas. En esa configuración íntima nadie puede excluir los
testimonios de los protagonistas y nadie que quiera reconstruir con rigurosidad lo que sucedió a lo largo
de más de un siglo y medio en esas islas lejanas del Atlántico sur puede prescindir de la historia, y por
ende de los historiadores Sobre todo esto versaron las jornadas.
1º Día
29 de julio 2015
Bienvenida, agradecimientos y propuestas
Al comenzar las actividades la narradora Patricia Gaglioti (CRUB) narró el micro relato “Juan López y
John Ward” del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicado en agosto del año 1982 a sólo unos
pocos meses de haber terminado la Guerra de Malvinas, el 14 de junio del mismo año.
Luego, Rubén Pablos, ex soldado combatiente y director de la Dirección de Veteranos de Guerra de
Malvinas de la provincia de Río Negro, tomó la palabra para dar inicio a las jornadas. Dio la bienvenida
a los presentes y presentó a sus compañeros ex combatientes de Bariloche que participaron en todas las
actividades a lo largo de las tres jornadas siguientes: José Carriqueo, Luis Rojas, Luis Seroni, Marcelo
Herrera, Víctor Olivera, Eresmildo Riquelme. Destacó que el Centro de ex Combatientes de Bariloche
fue creado hace más de veinte años y agradeció también la presencia de Hugo Escobar, ex soldado
Combatiente de la localidad de Cipolletti, con el cual se encuentran desarrollando actividades junto a la
Dirección de Veteranos de Guerra de Malvinas. Lamentó la ausencia del ex soldado combatiente José
María Rodríguez que por razones familiares no se encontraba en Bariloche y agradeció la presencia de
las historiadoras Dra. Laura Méndez y licenciada Fabiana Ertola, integrantes del equipo organizativo.
Por intermedio de ellas agradeció al CRUB por haber cedido un espacio para las jornadas-taller.
También reconoció el aporte del Sindicato de Luz y Fuerza de la CEB en la provisión de los refrigerios
para los tres días y a la artista Moma Mozetich por la serie de diapositivas reflexivas proyectada al
comienzo de la jornada.
Finalmente la licenciada Fabiana Ertola (CRUB) agradeció al Centro de ex soldados Combatientes en el
nombre suyo y en el de la Dra. Laura Mendez por haber podido construir juntos un espacio de reflexión
para debatir y discutir esta temática tan trascendente para la Argentina. Detalló luego el contenido de las
jornadas aclarando que la primera estaría dedicada a comprender lo que los historiadores denominan la
larga duración, es decir la etapa que comienza con el avistaje de las Islas hasta la primera década del
siglo XX. La segunda se dedicará al análisis de los acontecimientos vinculados a las islas en el siglo XX
y a la guerra del año 1982 y la tercera, a cargo de Rubén Pablos, trabajará sobre la posguerra y se
propondrá construir un taller de memorias a través de un trabajo conjunto de escucha e intercambio entre
los asistentes a las jornadas y los ex soldados combatientes presentes en las mismas.
Un día significativo
Rubén Pablos (Textual)
“Para nosotros es un día muy importante. Desde siempre hemos tenido como objetivo la educación y la
divulgación de nuestras vivencias y de la causa Malvinas y con estas jornadas queremos empezar a
plasmar en un plan educativo provincial todo lo que venimos trabajando hace varios años. Después de
tanto tiempo sentimos que éste es el momento para poder ponerlo en marcha. Por eso este día es tan
significativo. Esto se debe fundamentalmente a dos factores. Por un lado el acompañamiento de la
provincia ya que es la primera vez que sentimos que tenemos un acompañamiento con compromiso,
respeto y hasta pasión, tanto del gobernador como del vicegobernador y su equipo, que nos han dejado
trabajar como nosotros consideramos que tenemos que trabajar la gesta de Malvinas, dentro de todo su
contexto histórico. Hoy están dadas las condiciones en la provincia para poder soñar esto en el plano
educativo. El otro factor invalorable es poder contar con mis dos compañeras de trabajo que han puesto
su compromiso y conocimiento en estas jornadas y también con algunas de las docentes presentes acá
que han estado trabajando con nosotros hace un tiempo. Esto recién empieza y seguramente algunos de
los que están sentados aquí puedan sumarse a trabajar con nosotros.
Ingresando en las jornadas y a modo de presentación de nuestro posicionamiento con respecto a esta
temática quiero aclarar que desde un inicio y sin dejar lugar para el error declaramos que todas las
guerras son injustas. Sostenemos que la guerra es la peor idiotez humana y que deberíamos resolver
nuestros conflictos mediante el dialogo. Como saben los que nos conocen hace más de veinte años, no
levantamos la bandera de la guerra. Pero si tenemos que hablar de la guerra que existió y que es una
gesta histórica que está dentro de un contexto histórico. También podemos sostener y discutir que la
guerra de Malvinas es injusta pero su causa es justa como intentaremos ir develando y profundizando en
estos días de trabajo.
Para nosotros, los que volvimos, desde un inicio la guerra tiene sentimientos y pensamientos
encontrados. Hay una dicotomía desde siempre. Nosotros decimos que los soldados sentimos alegría
desde el primer momento por volver, por estar con nuestras familias y por estar vivos, pero sentimos una
tristeza enorme por los compañeros que no volvieron. Y es desde ahí que hay una dicotomía
permanente. Y eso se fue extendiendo con los años. Y por eso queremos mencionar algunos puntos que
iremos trabajando en estos días: ¿Son los ex combatientes héroes de la Patria o víctimas de la Dictadura?
¿Es la guerra de Malvinas una gesta histórica o una aventura militar? ¿Representó realmente los
intereses de la Patria o los intereses de esa Junta Militar? También queremos cuestionar si Inglaterra y
los Estados Unidos son amigos o enemigos de la Patria. En este sentido la Guerra de Malvinas y la
actual situación de usurpación de una parte de nuestro territorio nos muestran bien de cerca que el
colonialismo sigue vigente en el siglo XXI. Que tanto el imperio como su aliado siguen sirviéndose de
su poder para obtener beneficios sin importar las causas ni las matanzas que siguen generando. Y por
último podemos sostener también que no existe soberanía territorial si no existe la soberanía política.
Pensamos que estas jornadas nos permitirán profundizar estos y otros temas sabiendo de antemano que
la mayoría será a manera de enunciados y disparadores para que en el futuro podamos tener jornadas con
temas específicos para poder trabajarlos más en profundidad. Estas jornadas ayudarán también a
entender nuestro posicionamiento con respecto al tema Malvinas abarcando no sólo a la guerra sino todo
su contexto.
Esperemos que muchos de los aquí presentes se conviertan en multiplicadores para llevar adelante esta
agenda.”
La larga duración
Dra. Laura Méndez
La propuesta de la Dra. Laura Méndez se organizó en torno a diez preguntas: 1. ¿Quiénes descubrieron
Malvinas y como las llamaron?; 2. ¿Quiénes las usurparon y por qué? 3. ¿Qué hizo España en las islas –
1774-1811?; 4. ¿Qué valor tenían las islas? 5. ¿Qué hizo la Argentina independiente – 1820-1829?; 6.
¿Cómo fue la usurpación de las islas, 1833?; 7. ¿Cuáles fueron los argumentos de ambos países?; 8.
¿Qué hicieron los ingleses con las islas?; 9. ¿Cuál fue la primera batalla de Malvinas?; 10. ¿Cuál fue la
constante de todo este período?
Recordando la célebre frase por todos conocida de “tras un manto de neblina no las hemos de olvidar”,
comentó que en general el conocimiento histórico que se tiene sobre las islas Malvinas radica en dos
momentos de su historia: la usurpación por parte de los ingleses en 1833 y la guerra de 1982. El desafío
radica, comentó, en transformar esas dos fotografías en una película, dándole vida a una historia que ya
tiene más de quinientos años. “No trataré de contar sólo las cosas que pasaron, sino que las contaré bajo
la mirada intencionada de la historia, descubriendo proyectos, intereses, disputas y motivos que hicieron
que las cosas fueran de determinada manera y no de otra”. Refirió que siendo la historia una
reconstrucción intencional del pasado que analiza múltiples miradas, una parte de las respuestas a sus
preguntas son a medias y contradictorias.
Con respecto a la primera pregunta comentó que hay explicaciones divergentes en cuanto a quienes
descubrieron las islas comenzando con la imprecisa referencia de Pigafetta, cronista de la expedición de
Magallanes de 1520, pasando luego por otros marinos españoles (1540) e ingleses (1592) hasta terminar
en el año 1600 con un marino holandés que descubre las islas y deja constancia para su gobierno del
descubrimiento. “Todos estos avistajes y descubrimientos”, refirió, “tienen que ser pensados bajo la
óptica de la expansión ultramarina europea que se produce bajo la influencia de un conjunto
de innovaciones científicas y técnicas junto a las ansias de descubrir para poseer, poseer para dominar y
de dominar para extraer, lo que finalmente va a dar origen a los grandes imperios coloniales en donde la
economía trae la política y la política trae la dominación”. Luego se refirió al origen de los diferentes
nombres de las islas: “Recién en 1690 las islas son reconocidas en la cartografía como islas Falkland,
nombre inglés que aún conserva para Gran Bretaña y que se refiere al conde de Falkland que
administraba los bienes de la corona y quien autorizaba el financiamiento de las expediciones
ultramarinas. Otro de los nombres en disputa de las islas es el de Malouines, nombre dado a las islas por
la expedición francesa de Bougainville en 1764. Con el tiempo y por una cuestión de uso este nombre se
transformará luego en Malvinas”. Con respecto a los primeros asentamientos relató que “este marino
francés se instalará en las islas en Puerto Louis en lo que hoy es la isla Soledad. Dos años después, en
1766, se instalarán los ingleses en Puerto Egmont, en lo que hoy es la isla Gran Malvina. España que
desde el tratado de Tordesillas en 1494 se adjudicaba la posesión de las islas, inició un reclamo
pertinente. Los franceses se retiran de las islas en 1767 dándoles España una indemnización por las
mejoras realizadas. El caso de los ingleses fue diferente ya que se resistieron a abandonarla, lo que
produce la primera escaramuza y posterior primera expulsión de los ingleses de la isla en 1770. Por un
acuerdo secreto (“promesa secreta”) entre ambos reinos, que en esos años eran aliados, los españoles
autorizan a los ingleses a regresar en 1771. Esta presencia se mantendrá hasta el año 1774 en que
Inglaterra tiene que concentrar todo su poder en la incipiente rebelión de las colonias norteamericanas y
la posterior guerra de la independencia de las mismas. Entre este año y el comienzo de los procesos
independentistas de América, España fue la única administradora de las islas alternando en ella un
importante número de gobernadores, tanto peninsulares como criollos, que gobernaban sobre una
población diversa de gauchos, marinos, presidiarios y funcionarios de gobierno de no más de doscientas
personas. A la lejanía del continente y la falta de mujeres se le sumaban problemas de recursos como la
falta de leña para la calefacción”. Continuando con las preguntas y con respecto al valor de las islas y al
esfuerzo político por mantenerlas hizo hincapié en su valor estratégico interoceánico a lo largo de los
siglos XVII, XVIII y XIX como puerto de recalada de aprovisionamiento y mantenimiento de los
barcos, además de punto de acceso a la riqueza faunística de los mares del sur. “Esta riqueza”,
comentó, “tenía que ver con la obtención de pieles, guano y aceite de pingüinos, lobos marinos y
ballenas que se utilizaba como combustible para el mundo que se estaba industrializando. También se
utilizaban las barbas de las ballenas que fueron el plástico del siglo XIX. Las islas en sí mismas no
parecían tener mucho valor”. Remarcó que las descripciones de las matanzas de pingüinos de aquella
época son terribles. En cuanto al tráfico marítimo en las islas detalló una estadística de fines del siglo
XVIII que registra un promedio de 70 buques por año que recalaban en las islas. Recordó que eran los
siglos anteriores a la inauguración del Canal de Panamá en 1914. ¿Y qué sucede con las islas en
Argentina cuando nos libramos del yugo colonial español en 1810? se preguntó. “Entre 1810 y 1820 no
hay presencia del gobierno independiente en las islas. En 1820 el gobierno de las Provincias Unidas del
Río de la Plata envía un comisionado a las islas que junto a los gobernadores que lo sucederán comienza
con el poblamiento efectivo con concesiones de tierras y con la intención de atraer colonos y sus
familias.
En 1829 se decreta una Comandancia Militar en Malvinas a cargo de gobernadores militares. El primero
de ellos será Luis Vernet que ya había tenido concesiones de pesca y caza en las islas. Vernet decreta el
control de los recursos de la isla, lo que en 1831 produce incidentes con barcos norteamericanos que se
encuentran pescando y cazando en el archipiélago y que deriva en un conflicto diplomático entre ambos
países. En 1832 es asesinado el Comandante Militar de las islas, Mestivier, al que sucede Pinedo que no
llega a controlar las confusas y anárquicas condiciones que reinan en la comandancia de puerto Soledad
en esos meses. En esta situación y entre ciencia y violencia -Darwin también andaba por ahí-, Inglaterra
interviene en las islas usurpándolas en el año 1833, bajo la filosofía de que hay que conocer, clasificar,
nombrar y estudiar para poder poseer.” También se refirió a la rebelión del Gaucho Rivero que se
produce en ese contexto. “Luego de la rebelión Rivero resiste por algunos meses hasta que es apresado
por los ingleses que toman las islas definitivamente en enero de 1834. Con respecto a este tema debo
puntualizar que como la historia nunca es una y se construye con verdades que se entrecruzan existen
dos versiones de los hechos que por un lado ven a Rivero como un héroe que resistió frente al imperio
colonial británico y otra que ve la revuelta como una rebelión de clase en contra de las terribles
condiciones de trabajo a que eran sometidos los sectores subalternos –obreros, gauchos, indígenas- en
las islas durante la gobernación de Vernet.
De hecho, de las cinco personas que son asesinadas en la rebelión, todas propietarias, sólo una es
inglesa. Durante el juicio en Inglaterra se produce un hecho curioso ya que el tribunal declara su
incompetencia debido a que los hechos se han producido fuera de su jurisdicción.”
Otra cuestión controversial a que hizo referencia en la charla es la de la supuesta propuesta de Rosas,
gobernador de la provincia de Buenos Aires, al gobierno inglés de canjear las Islas Malvinas por la
deuda que mantenían las Provincias Unidas desde el año 1820 con la Banca inglesa Bahring Brothers.
También hizo una alusión a las oscilantes relaciones entre las elites argentinas –tanto latifundistas como
comerciales- y los intereses ingleses a lo largo de toda nuestra historia.
“Una vez que las islas estuvieron en manos inglesas éstas se convirtieron en un muy buen negocio y a la
caza y a la pesca se le fue sumando el ganado ovino y la lana. Para administrar esta nueva producción
crearon importantes compañías como la Falkland Island Company. A este valor económico se le suma
en el siglo XIX el valor estratégico de la Antártica con su reservorio de alimento, agua y vida para la
humanidad. Con ayuda de los habitantes de las islas y a partir de ciertos grupos económicos también se
poblaron las estancias costeras de la Patagonia y nacieron importantes empresas ganaderas como La
Southern Land Company. El propio Moyano, gobernador de Santa Cruz a fines del siglo XIX, se casa
con una malvinense estrechando los lazos comerciales entre Tierra firme y las islas.”
Según la disertante y en cuanto a los argumentos de base para sostener sus respectivas posiciones “la
Argentina sostiene el principio de Uti possidetis juris, en castellano: “poseerás lo que ya poseías”, es
decir que si las islas eran propiedad de España, Argentina, que es heredera natural del Virreinato del Río
de la Plata, también heredará las islas. A esto se le suma la cuestión histórica ya que hasta su usurpación
en 1833 las Provincias Unidas fueron los únicos habitantes permanentes de las islas sin haber existido
nunca un reclamo histórico por parte de Inglaterra. Este silencio da lugar a la Doctrina de los actos
propios, el principio que dice que al no existir reclamos por parte de la otra nación se afirman los
argumentos propios. A esto se le suma también el argumento geográfico histórico de la plataforma
continental y la integridad territorial. Y finalmente queda el argumento diplomático, ya que la
Argentina nunca puso en duda su soberanía ni nunca dejó de reclamar lo que siempre ha considerado un
territorio propio.
Por otro lado Gran Bretaña sostiene el principio de Terra nullius, es decir él de la “tierra de nadie”. Acá
no había nadie y llegamos nosotros. Usa también el principio del primer habitante cuando sabemos en
realidad que no fueron los primeros en habitarlas. Sostienen también que cuando España reintegra las
islas en 1771 lo hace porque reconoce que son inglesas y si España lo hizo Argentina tiene que hacer lo
mismo. Y el principio que está utilizando en la actualidad es el de la autodeterminación, es decir la idea
de que son los habitantes de las islas quienes tienen que elegir y que no quisieran optar por imposición la
forma de vida argentina, su lenguaje, su historia ni su idiosincrasia.” Con respecto a esto último agregó
que “en la historia, pocos países han sido más respetuosos de la diversidad que la Argentina, siendo los
galeses de la Patagonia un claro ejemplo de ello, ya que sostuvieron su religión, su idioma y sus
costumbres por más de ciento cincuenta años. Numerosos ejemplos históricos contradicen esta idea de
una posible asimilación forzosa.” También aclaró que “en términos generales el principio de
autodeterminación tiene vigencia cuando un pueblo es diferente al pueblo que lo emite. Si los ingleses
sostienen que las Malvinas son inglesas, no puede haber autodeterminación por parte de los propios
ingleses, si son parte de lo mismo. El principio de la autodeterminación rige cuando hay un pueblo, un
grupo, una etnia que está sometida por un poder que desposee para controlar.
Al finalizar la charla expresó que es imposible comprender este período de la historia de Malvinas sin
tomar en cuenta la dinámica del capitalismo y la de los imperios coloniales. A finales del siglo XIX y
principios del siglo XX el 32 % de la superficie terrestre estaba bajo dominio inglés y una quinta parte
de la población del mundo se encontraba bajo la jurisdicción del gobierno británico desde diferentes
modalidades, entre ellas las islas Malvinas.
Actividad
Al finalizar la conferencia los organizadores plantearon una actividad en grupos con dos consignas. La
primera para analizar textos sobre Malvinas en manuales escolares que circulan en las escuelas en la
actualidad y la segunda para examinar textos del cancionero popular de diversas épocas históricas del
país que versan sobre el tema. En ambos casos se debatieron las conclusiones de la construcción
grupal. Entre las falencias observadas en los cuatro manuales analizados se señaló la escasez de
cartografía, la falta de de contextos históricos de larga duración, una falencia en el análisis social y
humano de la guerra y sus consecuencias, la falta de un examen más profundo del proceso de la
Desmalvinización y el papel que cumplió cada gobierno al respecto, la escasa atención dada a la
importancia geoestratégica de las islas, las pocas referencias sobre la situación actual del tema, la poca
importancia dada a la utilización de la prensa para manipular a la opinión pública durante el conflicto de
1982 y la relación entre la dictadura y la guerra, el énfasis puesto en las causas de la guerra y no en sus
efectos, La falta de información de la mirada inglesa sobre la guerra en cuanto a sus causas y sus efectos
y en términos generales la escasez de explicaciones multicausales.
Una reflexión final
Hugo Escobar
Al finalizar el día el ex soldado combatiente Hugo Escobar dirigió unas palabras a los alumnos y
docentes presentes en la jornada preguntándose: ¿Qué van a decir de nosotros cuando no estemos
más? Afirmó que es un orgullo para ellos estar ante la presencia de alumnos y docentes de historia que
le contarán a sus hijos y nietos que es lo que sucedió. “La historia va a seguir y no va a ser en vano que
estuviéramos allí. Muchos de nosotros no sabíamos a dónde íbamos y nos encontramos de pronto con
una guerra. Nosotros somos veteranos, hacemos políticas malvineras sobre lo que nos pasó. Y qué bueno
que nos hayan abierto las puertas porque ustedes van a ser los encargados y encargadas de comentarles a
nuestros hijos, a nuestros nietos, sobre que sucedió. Quizás no vayamos a saber nunca la verdadera
historia porque cada uno de nosotros tiene un relato distinto o una historia distinta de acuerdo a cada
lugar en que estuvimos. Pero qué importante ha sido el día de hoy. Que importante saber que por
Malvinas se ha venido luchando hace mucho, personas distintas que estuvieron allí donde nosotros
estuvimos luchando.”
Hans Schulz
Notas:
(1) Las primeras jornadas-taller sobre Malvinas del 29, 30 y 31 de julio 2015 fueron organizadas por el
Centro de ex soldados Combatientes de Malvinas en Bariloche y el Centro regional Universitario
Bariloche (Carrera de Historia y Proyecto “Memoria, verdad y justicia”). Las acompañó la Dirección de
Veteranos de Guerra de la provincia de Río Negro, la Legislatura del pueblo de la provincia de Río
Negro y el Ministerio del Interior. Fueron avaladas además por el Concejo Directivo del CRUB y el
CPE del Ministerio de Educación y DDHH de la provincia de Río Negro.
(2) La obra proyectada en diapositivas al iniciar la jornada pertenecía a la artista contemporánea
Moma Mozetich, http://www.momamozetich.com.ar/resena.php
(3) Patricia Gaglioti forma parte del Grupo de narración oral las Tías de Mileva
https://www.facebook.com/lastiasdemileva /
El "Problema" Malvinas CRÓNICAS / POR HANS SCHULZ
Escribe Hans Schulz la segunda parte de su crónica sobre las primeras jornadas-taller sobre Malvinas
organizadas por el Centro de ex soldados Combatientes de Malvinas en Bariloche y el Centro regional
Universitario Bariloche.
Malvinas, testimonios e historia
Crónica de las jornadas-taller de julio 2015 (IIº Parte)
Por Hans Schulz para B2000
El “problema” Malvinas
Esta nota corresponde al segundo día de las Primeras Jornadas sobre Malvinas organizadas por el Centro
de ex-soldados combatientes de Malvinas (Bariloche) y el Centro Regional Universitario Bariloche -
Carrera de Historia y Proyecto “Memoria, verdad y justicia”- los días 29, 30 y 31 de julio de 2015. Al
igual que en la crónica de la primera jornada a cargo de la Dra. Laura Méndez ya publicada y debido a
la extensión de su desarrollo me he limitado en este caso a compartir con los lectores el contenido de la
charla de la Lic. Fabiana Ertola junto a las intervenciones del ex soldado combatiente y Director de
Veteranos de Guerra de Malvinas de la provincia de Río Negro, Rubén Pablos.
A modo de introducción a estas transcripciones me parece importante ubicar al lector en torno al período
histórico que abarcó la disertación: aquel que va desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la guerra de
Malvinas de 1982. La etapa posterior en torno a la vuelta a la democracia y el proceso de
Desmalvinización correspondió a Rubén Pablos y está publicada en una tercera nota.
Como el principal propósito de las jornadas fue el de “pensar y discutir el pasado, el presente y el futuro
de Malvinas” la charla de la historiadora versó sobre algunas de las aristas más difíciles del tema como
las relaciones entre isleños y argentinos con particularidad en la población patagónica, el problema de
los derechos humanos y la ilegitimidad del poder dictatorial en el marco de la guerra, la posición de la
sociedad civil argentina -pero básicamente portocéntrica- en el momento de la ocupación, las
contradicciones que expresa una causa nacional en manos de un poder ilegitimo, La importancia de
tomar en cuenta los tipos de gobiernos que negocian o se enfrentan, los diversos modos de construir
soberanía hoy, el papel de las alianzas ideológicas en el marco de la Guerra Fría, el lugar de la
geoestrategia desde Latinoamérica y sus posibilidades y otras más.
Al final de la charla y en cuanto al futuro de la disputa la historiadora invitó a los asistentes a
preguntarse y trabajar en la construcción de consensos y disensos sobre otra serie de núcleos a discutir
en pequeños grupos: ¿Cómo avanzar en términos de relaciones civiles, intereses y relaciones político-
diplomáticas? ¿De qué manera resolver un litigio de 182 años tras una guerra que ha dejado profundas
heridas? ¿Podremos finalmente construir una “causa sudamericana”? ¿Basta con la convicción en la
razón? ¿Qué haremos con la población civil que vive en las islas hace generaciones y hoy son
ciudadanos ingleses? ¿Cómo posicionarnos frente a una base militar instalada a 600 km del continente?
En el marco de un grupo que se expresó en contra de toda guerra propuso entonces complejizar la
mirada y empezar a pensar en Malvinas “como un problema a resolver”.
Las Islas Malvinas hacia el siglo XX y en la historia reciente
Fabiana Ertola
(Textual)
“La idea es empezar a trabajar hoy los temas que tienen que ver con el reclamo de la soberanía sobre las
islas que nuestro país fue haciendo desde la mitad del siglo XIX y el siglo XX hasta desembocar en la
Guerra de 1982durante la etapa de la dictadura cívico-militar. Veremos qué hizo el Estado argentino a
partir de su consolidación a mitad del silgo XIX en cuanto a lo que tiene que ver con las relaciones
diplomáticas y cómo fue litigando durante ese siglo y medio para luego enfocarnos en la Guerra y su
contexto y ver tanto sus causas como su desarrollo y sus consecuencias. Y vamos a incorporar también
la perspectiva regional. Una de las posturas que sostenemos a partir de la bibliografía que fuimos
consultando es que la guerra no fue vivida de la misma manera desde Buenos Aires que desde la
Patagonia. Aquí esta vivencia está más cerca incluso por el conflicto que hemos tenido con Chile en
1978. Los patagónicos hemos tenido otras experiencias con respecto a posibles amenazas bélicas. Lo
que rezaba nuestro programa era pensar el pasado, presente y futuro de las isla por lo tanto hacia el final
también la idea es pensar hacia el futuro de Malvinas. Y en ese sentido todos nos tenemos que
involucrar y pensar de dónde venimos y hacia dónde vamos con la realidad actual de las islas y los
planteos en el plano internacional que estamos haciendo actualmente desde nuestro país.”
La cuestión diplomática
(1820-1880)
“Vamos retomando lo que dijo la Dra. Laura Méndez ayer. Entre1810 y 1820, pleno proceso
revolucionario, fue dificultoso plantear el tema Malvinas. Es recién en 1820 -cuando todavía éramos Las
Provincias Unidas del Río de la Plata- que se sube por primera vez nuestra bandera. Entre 1820 y 1849,
que es un largo período, una persona muy importante que es Manuel Moreno, médico y diplomático,
hermano menor de Mariano Moreno, empieza a litigar de manera internacional en el marco de las
relaciones diplomáticas la cuestión de la pertenencia. Los escritos de Manuel Moreno son muy
importantes. Este libro de 1966, cuyo autor es J. L. Muñoz Aspiri, me lo facilitó Rubén y conserva en
forma completa “el Memorial de Manuel Moreno” que son todas las cartas –reclamos de las Provincias
Unidas y respuestas inglesas- que iban y venían en torno a Malvinas. (1)El Memorial describe en forma
pormenorizada y con minuciosidad como fue la llegada de la corbeta inglesa Clío y qué sucedió en todos
esos años. Es el primer documento escrito importante que tenemos y que se va tener en cuenta para lo
que luego sería la construcción de la causa Malvinas que tiene que ver con la documentación histórica y
geográfica que respaldaba nuestra posición. En esos años la delegación de la potestad para litigar en
problemas internacionales era de las provincias a un representante, ya que no éramos todavía un Estado
nacional constituido. Esto es muy importante para pensar los intercambios diplomáticos que hemos
tenido y los períodos y los contextos en que hemos podido realizar esa defensa. Él es el primero que
organiza la argumentación en torno al tema de Malvinas.
Después de esta etapa de actuación de Manuel Moreno -1820-1849- viene otro período que vamos a
llamar el “del silencio” y que se da dentro del proceso de construcción del Estado argentino. Se iba
avanzando sobre la frontera interior del indio y definiendo las nuevas fronteras externas sobre la base del
desgraciado etnocidio de las culturas originarias y la mal llamada “Conquista del Desierto”. Es en ese
período en el que la Argentina se queda casi sin ninguna presentación en el plano internacional o de
modo bilateral con Inglaterra. Esto lo van a usar en su favor los ingleses como argumentación.
Por otro lado la Corona inglesa considera a las Malvinas como parte de su imperio a partir del año 1840
en que las declara colonia. A partir de ese momento también comienzan a promover la colonización de
las Islas, el comercio en la zona y la ocupación permanente. La Corona hace un contrato con Lafon, que
será luego uno de los socios de la Falkland Island Company fundada en 1851 y le da en concesión ni
más ni menos que la mitad sur de la isla Soledad, lo que se conoce como Lafonia.
La cuestión diplomática
(1880-1933)
Ya al finalizar este período y una vez constituida nuestra organización territorial fue muy importante a
partir de 1884 la presencia del primer gobernador del Territorio nacional de Santa Cruz, Carlos María
Moyano. El comenzó a establecer relaciones con los pobladores de Malvinas para poblar arrendar o
comprar tierra en la Patagonia continental en plena etapa de incentivo de la inmigración. Es interesante
entonces remarcar que muchos propietarios de las Islas Malvinas son propietarios también en Santa
Cruz. ¿Por qué Moyano busca isleños para que se instalen? Porque era una población que estaba
acostumbrada al frio y a las rigurosidades de zonas tan inhóspitas y porque también tenían experiencia
con el ganado ovino. Además, y esto sirve como una verdadera metáfora de la época, Carlos Moyano se
va a casar Ethel Turner, sobrina de un terrateniente de las islas Malvinas. Los lazos familiares y
humanos eran realmente existentes en esos años y eso se promovía. Algunos nombres de esas 80
personas pertenecientes a 16 familias provenientes de las Islas Malvinas que se asentarán en el
Continente son por ejemplo: Halliday, Paterson, Scott, Watson, Pitaluga, Cameron, Miller, Felton,
Biggs, etc.
El período en que el gobernador Carlos Moyano promueve la colonización y en el que existe un cierto
silencio con respecto a los reclamos forma parte de los años 80 del siglo XIX en que el Estado nacional
y la generación del 80 está ingresando en el mercado internacional con su modelo agro exportador y
todos sabemos lo que eso significa en la relación con Inglaterra. En este período aparecen dos conflictos
denominados de “los mapas” y de “las estampillas”.
El conflicto de los mapas tuvo que ver con el fomento de la inmigración por parte de la Argentina.
Todos sabemos de la importancia de los mapas y de la cartografía en general en la conformación de la
identidad territorial de una nación. Lo mismo sucede con el correo y las estampillas que tiene que ver
con el intercambio entre los países. Entre los años 1882 y 1884 Argentina saca un primer mapa sin las
Islas Malvinas y unos años después uno con las Islas Malvinas. Cuando este mapa se publica,
obviamente, el embajador británico en Buenos Aires se queja sosteniendo que el litigio ya estaba
terminado por el silencio del período anterior y que además, a partir del año 1840, la Corona británica
ya las había declarado colonia. En 1887 el gobierno de Juárez Celman hace una presentación y abre la
causa. En 1888 Inglaterra rechaza la presentación y Juárez Celman declara que ésta no pierde su valor
por el rechazo británico. En este caso el historiador Federico Lorenz se pregunta si la publicación del
mapa por parte de Argentina no fue una forma de volver a poner el tema en discusión.
¿Y qué pasa con las estampillas? En 1933, año del centenario de la ocupación de las islas por parte de
los ingleses, Inglaterra emite una serie de estampillas alusivas. Como protesta el correo argentino
rechaza todas las cartas que vienen franqueadas con esa estampilla inglesa del aniversario. (5) En este
sentido me gustaría resaltar la importancia que los aniversarios tienen en la historia en general y en ésta
historia en particular.
Los argumentos argentinos
El aporte de los intelectuales 1869-1938
“Hasta acá hemos visto someramente que ha ocurrido en el campo diplomático entre los dos países en el
siglo XIX y hasta principios del siglo XX. ¿Pero que fue sucediendo con la construcción del argumento
argentino en torno a la soberanía, es decir lo que nosotros llamamos la causa nacional? Esta causa
nacional se construyó con argumentos históricos y geográficos. ¿Y de que intelectuales vinieron estos
argumentos? ¿Quiénes los nutrieron? El primero fue el periodista y escritor José Hernández que durante
la presidencia de Sarmiento (1868-1874) y desde su diario comienza a escribir notas periodísticas
referidas al tema. Una de ellas con el título de “Malvinas, una cuestión urgente” publica una descripción
de las Islas que le brindo un marino amigo y a partir de ahí sostiene que es de suma importancia
recuperar la cuestión. El segundo de los intelectuales, diría el más importante de ellos, fue Paul
Groussac, que la Dra. Laura Méndez también nombró ayer. Groussac fue director de la Biblioteca
Nacional durante muchos años y se lo puede considerar el verdadero creador de la causa nacional porque
él la pensó en función de la causa jurídica. Cuando uno litiga diplomáticamente debe pensar en la
documentación que sostiene los argumentos. Él va armando las partes desde el Memorial de Manuel
Moreno, al que nos referimos anteriormente, y de otros documentos más que estaban dispersos hasta ese
momento. En 1910 publica un libro bajo el título: “Isla Malvinas, nueva exposición de un viejo litigio”
que va a tener una inmensa repercusión. Alfredo Palacios pedirá posteriormente que esto se edite y
empiece a circular en todas las escuelas y sus bibliotecas. Por lo tanto la construcción de la “causa
nacional” y el concepto de que la escuela empiece a trabajar el tema Malvinas tienen que ver con Paul
Groussac.
Los otros intelectuales que han contribuido con esta construcción son los historiadores de la corriente
del revisionismo histórico que ha intentado revisar y reescribir la historia nacional desde otros lugares,
contrastando con la historiografía de corte liberal. La historiografía revisionista leerá la historia nacional
desde otros lugares e intentará establecer otros vínculos para re-narrar nuestra historia. En esto tendrán
un papel muy importante los hermanos Irazusta que lo hicieron desde un lugar más conservador y el
historiador Scalabrini Ortiz que, siendo miembro de la "Fuerza de Orientación Radical de la Joven
Argentina" (Forja), lo haría desde un lugar más nacional y popular. Esto último fue un componente muy
importante que se suma a la construcción de la causa nacional.
Y por último vamos a nombrar al profesor Juan Carlos Moreno que luego de un viaje a las islas en el
año 1937 publica en 1938 el libro “Nuestras Malvinas” y crea, junto a otros intelectuales argentinos, la
Junta por la recuperación de Malvinas. (2) La documentación completa con fotografías inéditas fue
encontrada recientemente (2012) en un museo de la localidad de Ituzaingó en la provincia de Buenos
Aires. Esta información también aportó mucha correspondencia de Moreno con habitantes de las Islas ya
que además del viaje de 1937 realizó otro en 1970 viviendo en las islas por varios meses y estableciendo
vínculos personales con sus habitantes. Muñoz Azpiri lo llamó “el Gagarin de las Islas”, en referencia al
astronauta ruso. A mí me parece una figura interesante dentro de esta historia de nuestras relaciones con
los isleños por las acciones que realizó.”
Una visión integral
Malvinas, la Antártida y una visión latinoamericana
“En 1946, a partir del primer gobierno peronista, va a cambiar la visión sobre las islas. ¿Por qué? Porque
hasta esos años se veía esta relación solamente como una cuestión bilateral y recortada sobre las Islas
Malvinas. A partir de este momento se comienza a pensar en un sentido más regional, es decir
incluyendo las Islas Georgias y Sandwich del sur y la Antártida. Comienza a privar entonces una mirada
más geopolítica o geoestratégica y el tema comienza a colocarse en otro lugar. Este territorio se disputa
entre Chile, Argentina y Gran Bretaña. Desde 1904 la Argentina tuvo presencia permanente en la
Antártida y durante 40 años fue el único ocupante permanente del Continente Antártico, hecho que
constituye el más sólido argumento de soberanía en el área. Argentina inaugura también bases
científicas en la Antártida como la Base San Martín en el año 1951 e instala un observatorio. Se hacen
también presentaciones en la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1947 que fueron muy
importantes y en 1950 el Congreso nacional declara formalmente que las islas Malvinas son argentinas.
Esto se hace bajo un gobierno democrático y en relación a ello quiero aprovechar para mencionar el
tema de los diferentes tipos de gobierno y la disputa por las islas, ya que a lo largo de la historia reciente
nosotros hemos tenido una sucesión de regímenes democráticos y militares de facto. En el plano
internacional no es lo mismo disputar a partir de un gobierno democrático que a partir de una dictadura.
Fue la creación de las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial en el año 1945 la que
había modificado el escenario internacional. Ustedes saben que el siglo XX fue el siglo de las guerras y
en ese marco se crearon diversos organismos internacionales para impedir futuras guerras y mediar.
Después de la Primera Guerra Mundial se crea la Sociedad de las Naciones y después de la Segunda
Guerra Mundial la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A partir de un colonialismo e
imperialismo realmente existente se amplía en las décadas del 50, 60 y 70 la posibilidad de un proceso
de descolonización. En este marco se crea un comité que iba a trabajar este proceso. En 1947 la
Argentina presenta entonces su posición en ese organismo internacional con argumentación construida.
¿Qué hace este organismo? En el año 1960 emite la Resolución 1514 de autodeterminación de los
pueblos e integridad territorial que establece la posibilidad de que los pueblos sojuzgados y sometidos a
los poderes coloniales puedan elegir su destino. (6) Y en el año 1965, como organismo mediador
internacional, emite la Resolución 2065 que reconocía el conflicto por las islas e invitaba a negociar
pacíficamente entre las dos partes. Es en este tiempo en que la Argentina e Inglaterra estuvieron más
cerca de un avance importante en las negociaciones diplomáticas. En 1968 se aprueba un
memorándum de entendimiento con pasos prácticos para dinamizar la resolución definitiva de la disputa
que prosperó en ninguno de los dos países. En 1971 se pone la soberanía “bajo un paraguas” (no se
discutía) pero a pesar de esto se comienza a avanzar en las relaciones y los intercambios entre los
isleños y la Argentina. Los residentes de Malvinas reciben del gobierno argentino un documento de viaje
sin identificación de nacionalidad. La Argentina comienza a prestar un servicio aéreo semanal de
pasajeros (LADE) y construye un aeródromo. Desde la Argentina, comienzan a llegar alimentos frescos
como fruta y verdura, llega Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) que instala una planta, se inaugura
el correo y llegan las primeras maestras de español enviadas por el gobierno argentino. Se profundizan
así los lazos entre la población civil y los servicios de educación y de salud. Se vislumbra la posibilidad
de un cambio. El máximo punto al que llega la Argentina es una propuesta que le hace en 1974 el
gobierno británico para compartir la soberanía con gobernadores designados alternativamente. El mismo
año muere Perón y la opción no prospera.
Con respecto a esta época tan particular de la década del 60 y primera parte de los 70 me gustaría
recomendarles la película documental “Nuestras Islas Malvinas” que fue realizada por Raymundo
Gleyzer en 1966 para el programa de televisión argentina Telenoche. (3) Gleyzer fue uno de los
primeros periodistas que filma en forma detallada su viaje a las islas en el “Darwin” y su estadía entre
los isleños. Esta película que está en internet y dura 30 minutos trasmite y refleja las expectativas de la
época en cuanto al posible traspaso de la soberanía de las islas. (4) También detalla que en ese momento
los números de la población isleña iban en descenso. Vale la pena mirarla.
Los años 70
¿Qué pasó y cómo comienza a cambiar la situación a partir de los años 70? Aquí hay un giro paulatino
en un montón de aspectos. En 1973 y a escala mundial empieza la crisis del petróleo y muchos países
comienzan a buscar nuevos recursos. En el contexto de la crisis del petróleo en 1975 Gran Bretaña envía
la misión Shackleton a indagar lo que sucede en las Islas y en la plataforma marítima que las rodea. En
ese momento la economía de las islas estaba organizada por la Falkland Island Company en base al
ganado ovino. Ayer la Dra. Laura Méndez describió muy bien la explotación de los recursos marítimos
en los siglos XVIII y XIX y el advenimiento de la producción lanar. Ahora además del petróleo se
retoma la prospección de la riqueza marítima y la producción de los recursos ictícolas. Con respecto a
los objetivos de la misión Shakleton que llega a las islas el 3 de enero 1976 hay diferentes versiones.
Algunos sostienen que además de las sugerencias hacía un cambio en la tenencia de la tierra el informe
orientó hacía modificaciones económicas que contemplen la explotación del potencial ictícola. De todas
maneras la misión cambia de nuevo las perspectivas sobre las islas y se convierte en un punto de
inflexión en cuanto a cómo mirar la riqueza de las Islas y toda la región circundante.
Entre los años 1977 y 1980 todavía se intenta lograr algún acuerdo. Aquí debemos distinguir también
entre las políticas internas y las políticas externas de cada país ya que no es lo mismo un gobierno inglés
laborista que uno conservador y no es lo mismo un gobierno democrático que una dictadura. Este es otro
factor a tener en cuenta ya que estas alternancias en el signo de los gobiernos favorecían o alejaban los
acercamientos entre los países. Incluso dentro del gobierno conservador de Margaret Thatcher había
sectores laboristas que insistían en algún acuerdo. En 1977 se propone un leaseback, un contrato de
arriendo con título nominal de soberanía para Argentina y un compromiso de explotación conjunto de la
región. Estipulaba una transición con respecto al traspaso de la soberanía que se iba a aplazar en el
tiempo. A eso se la llamaba soberanía nominal. Esto no funcionó. ¿Por qué? Esencialmente por el grupo
económico de presión de las Falklands vinculado a la Falkland Island Company. En ese momento los
isleños no eran ciudadanos ingleses y el Gobernador era impuesto por la corona. De allí que canalizaban
sus demandas a través de grupos de presión. La propuesta es rechazada por los isleños y vetada en el
Parlamento inglés. Fue rechazada también por el presidente de facto Roberto Viola en Argentina.”
La guerra y sus prefacios
“Ustedes saben que durante la Dictadura militar argentina hubo cuatro juntas. La más conocida –Videla,
Massera y Agosti- fue la primera (1976-1981) por su papel en la represión brutal y las desapariciones.
Pero fue la tercera junta (1981-1982) –Galtieri, Anaya y Lami Dozo- que se reorganizó en torno al
Teniente General Leopoldo Galtieri con la idea de recuperar las islas Malvinas, aún si el objetivo
implicara la alternativa militar. Entre los militares existían en ese momento dos sectores: el de “las
palomas” y el de “los halcones”. Este último que era el más duro y entre los cuales se encontraban los
almirantes Massera y Anaya de la Marina y los generales del ejército Menéndez y Suárez Mason
comienza a apoyar la opción bélica pensando en el 150 aniversario de la usurpación inglesa que se
cumplía el 3 de enero de 1983. Por eso yo insistía al principio de la charla en cómo operan las fechas
aniversario en el plano de las decisiones políticas. Acá hubo un aceleramiento en cuanto a esa aspiración
que según el historiador Lorenz ya tenían los militares desde la década del 60.
En septiembre de 1981, unos meses después de asumir, Galtieri ordena endurecer las actividades
diplomáticas en torno a Malvinas y nombra a Nicanor Costa Méndez como Ministro de Relaciones
Exteriores para ejercer esta presión en el plano internacional. Lo elije porque Costa Méndez había estado
en las negociaciones de 1966. En paralelo y en secreto se planifica una acción militar sobre las Islas. Lo
sabía sólo un círculo muy reducido. A principios del año 1982 y a través del periodista Iglesias Rouco
comienzan a aparecer algunos artículos en un diario que toman el tema y hablan de que la imposibilidad
de resolver el litigio en el corto plazo tal vez lleve a una guerra. No se sabe si esto se filtró o si el
periodista tenía una buena fuente ligada a la dictadura. Algunas versiones también sostienen que los
británicos estuvieron al tanto de las intenciones argentinas por medio de su inteligencia. Es cierto
también, en cuanto a Inglaterra, que las islas estaban lejos, que no eran su preocupación fundamental y
que en el Parlamento inglés se estaba discutiendo una reducción en el presupuesto militar. El grupo de
presión de las Malvinas va al Congreso inglés y se queja y comienzan a haber diferentes posturas en
cuanto a las islas. En algunos sectores, especialmente en el interior del Laborismo, el tema se encontraba
en discusión.
Mientras tanto las delegaciones de ambos países siguen negociando. En ese momento la Junta Militar
obliga al canciller Costa Méndez a sacar un comunicado unilateral que deshace por completo los
tiempos pautados de la negociación y pone plazos perentorios.
El 16 de marzo de 1982 se produce la crisis de las islas Georgias, un incidente en Puerto Leith con el
empresario argentino Davidoff que es contratado por una empresa inglesa para desarmar algunas
instalaciones balleneras del puerto. A partir de ese momento comienzan una serie de situaciones
confusas entre los obreros de la empresa y los funcionarios británicos de la isla que, entre izamientos de
banderas argentinas, denuncias y otras situaciones de hecho, provocará una escalada diplomática y se
prolongará hasta finales de marzo cuando la Junta Militar pone en marcha la “Operación Rosario” con el
objetivo de ocupar las Islas Malvinas.
Con respecto a la crisis de las Georgias que incluye la operación comercial del desguace de las
instalaciones balleneras y la operación naval “Alfa”, también existen diferentes versiones que sostienen
que esta última se infiltró en la operación comercial con cierta intencionalidad.
En el año 2003 el general Martín Balza publicó su libro “Malvinas, Gesta e Incompetencia” en el cual
dice, entre otras cosas, que es increíble que los mandos militares argentinos elaboraran un plan de
ocupación y no un plan de defensa.”
Versiones
Rubén Pablos (textual)
Con respecto a este tema el ex soldado Combatiente Rubén Pablos agregó “que una de las versiones
conocidas respecto a la ocupación era que la idea inicial de los militares era ocupar las islas sin derramar
sangre británica un poco más entrado el invierno y no en abril, izar la bandera argentina y dejar
apostados unos 50 hombres para comenzar a negociar internacionalmente. Pensaban que en los tres
meses de invierno era difícil contar con un desembarco inglés y se podía negociar con cierta
tranquilidad. Por ello las tropas argentinas no contaban con una estrategia de defensa de las Islas. ¿Y qué
pasó el 2 de abril? La plaza se llenó con gente vitoreando, lo aplaudieron a Galtieri con los cánticos de
“Las Malvinas son argentinas” y ahí los militares argentinos cambiaron su idea inicial sin tener una
estrategia de defensa. Por eso fuimos como fuimos. No hubo una estrategia de guerra. La otra versión
que existe es que los ingleses junto a sus aliados norteamericanos ya tenían la idea de la instalación de
una base militar y provocaron a la Junta Militar con el incidente de Davidoff para una intervención. No
quiero quitarles responsabilidad a los militares pero no nos podemos olvidar que los ingleses son
colonialistas y estratégicamente muy sabios y lo han demostrado a lo largo de la historia.”
El conflicto armado
Entre la diplomacia y el combate 1982
“El desembarco argentino en las islas se produce el 2 de abril 1982 y la guerra durará hasta el 14 de
junio. Tardamos muchos años en poder pensar y elaborar los años de la dictadura y lo mismo pasa con la
Guerra de Malvinas, la única guerra del siglo XX en que participó la Argentina. Existen muchas
memorias escritas con respecto a la guerra pero no existen una historiografía profusa sobre la misma. Y
esto creo que no sucede solamente en Argentina sino también en Inglaterra. Y cuando hablo de
historiografía hablo de análisis profundos con uso sistemático de fuentes y archivos. Uno de los libros
que tomé para estudiar el tema de las relaciones internacionales es este: “Señales de Guerra. El conflicto
de las Islas Malvinas 1982” del historiador inglés Laurence Freedman y la licenciada argentina Virginia
Gamba -premio Nobel de la Paz como miembro del Programa de Paz y Desarme de la ONU- en su
edición revisada del año 2012. Este es uno de los pocos libros que hay para analizar las versiones, los
detalles y las aristas del proceso diplomático ya que paralelamente a la cuestión bélica se dan las
negociaciones en el plano internacional.
Quiero recordar que en el plano interior de sus países los dos gobiernos tenían problemas, tanto la
dictadura argentina como el gobierno conservador de Thatcher que en ese momento contaba con escasa
aprobación pública. Por otro lado en Argentina, ante el apoyo masivo de la ciudadanía, la “causa
nacional” se pone por encima de la ilegitimidad del poder dictatorial, algo que seguramente deberemos
repensar. A todo esto se le sumaba en ambos países la cercanía del aniversario de los 150 años de la
usurpación británica de las Islas.
El 4 de abril, dos días después de la ocupación, Naciones Unidas saca la Resolución 502 que exige el
retiro inmediato de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas y exhorta a los gobiernos de
Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias. Por otro
lado Argentina solicita apoyo a América Latina. Consigue los apoyos verbales de Brasil, Venezuela y
Perú. EEUU primero toma postura de neutralidad y encomienda a Alexander Haig ser mediador en el
conflicto. Los norteamericanos estaban divididos entre sus intereses en América Latina y aquellos que
los vinculaban a sus aliados europeos. Esta primera parte de actuaciones diplomáticas en donde actúa
Haig como mediador tiene muchas idas y venidas y hay que ponerla bajo este aspecto, él de la doble
mirada norteamericana. También hay que tomar en consideración el cambio de gobierno en los EEUU
desde que del presidente Carter había presionado a la Argentina para recibir la Comisión de los
Derechos Humanos en el año 1979. En 1981 de Carter se pasa a Ronald Reagan que una vez que asume
comienza a tejer lazos con las dictaduras latinoamericanas. En el caso específico de la Junta Militar
argentina ésta había dado su apoyo clandestino a las dictaduras del Salvador y Nicaragua a partir del año
1979 por intermedio de los mismos EEUU. Los miembros de la Junta suponen entonces que en razón de
los buenos vínculos con los norteamericanos, estos iban a permanecer neutrales y no iban a apoyar la
postura inglesa. Este era otro factor que estaba interviniendo. Mientras todo esto sucede y las
negociaciones no avanzan Gran Bretaña comienza a enviar tropas para retomar el control de las Islas.
Finalmente el 30 de abril la mediación que llevaba adelante Haig se cae ya que los militares argentinos
solicitaban el traspaso de la soberanía como condición para cualquier posible negociación. Entonces
interviene el presidente del Perú, Bellaunde Terry, que intenta mediar con nuevas propuestas. Aquí los
tiempos se aceleran ya que el 1º de mayo comienza la ofensiva inglesa con los bombardeos aéreos
ingleses a las Islas. Entre el 1 de mayo y el 14 de junio se desarrolla el enfrentamiento armado
propiamente dicho y el 2 de mayo un submarino inglés hunde al crucero ARA Gral. Belgrano. Este
hundimiento es un punto de inflexión en el transcurso de la guerra. Los ingleses, a partir del comienzo
de las hostilidades y a medida que avanzó el conflicto fueron cambiando las reglas en cuanto a las zonas
de exclusión alrededor de las islas. Cuando sucede el hundimiento Inglaterra ya había declarado una
zona de exclusión y el crucero se encontraba fuera de ésta navegando hacía el continente seguido por el
submarino nuclear inglés Conqueror. El hundimiento del Belgrano es uno de los capítulos más
controversiales de la guerra, no sólo en el plano militar sino también en el diplomático. Sucede en el
momento en que está mediando en el conflicto el presidente de Perú Belahunde Terry. Una de las
versiones sobre el hundimiento -que vamos a ver ahora- está tomada del documental “Hundan al
Belgrano” del director Federico Urioste del año 1996. Esta versión afirma que con la idea de recuperar
las islas y para profundizar el conflicto e impedir cualquier tipo de acuerdo, M. Thatcher ya había
decidido el hundimiento del crucero junto a la presencia de tres asistentes cercanos. La otra versión
afirma que la propuesta de Belaunde Terry llegó posteriormente a la decisión del hundimiento o que
sucedió en forma simultánea. Estas versiones, sobre las cuales discrepan los dos autores, están también
presentes en el libro de Freedman y Gamba.
A partir de los bombardeos aéreos y el hundimiento del crucero se desata la guerra. No voy a entrar en
todos los detalles porque no nos queda suficiente tiempo. El 21 de mayo los ingleses desembarcan en la
Isla Soledad en Puerto San Carlos con 4000 hombres y desde allí comienzan la marcha hacía Puerto
Argentino. Toman Darwin y Pradera del Ganso en una batalla difícil y sangrienta y a partir de allí
comienzan su avance en forma de pinza hacia el oeste por adentro del territorio. La estrategia defensiva
se concentra en los montes que rodean Puerto Argentino y es allí donde se producen las batallas más
violentas, en el Monte Longdon, en el Monte Dos Hermanas y en el Monte Enriqueta (Harriet).
Finalmente los ingleses lograr quebrar la defensa argentina alrededor de Puerto Argentino y entran a la
ciudad. Le piden la rendición al general Menéndez mientras que el general Galtieri le dice que deben
resistir hasta morir. Previo a la rendición existe una discusión entre los ingleses y los argentinos en
cuanto a si la rendición debía ser incondicional o no. Finalmente el comandante inglés cede y el 14 de
junio se firma una rendición de las tropas argentinas en todas las islas del Archipiélago. .
Una guerra difícil
Rubén Pablos (textual)
“Nosotros no fuimos preparados para esta guerra por el equipamiento. A esto se le sumaron los errores
estratégicos de los militares argentinos. Sin embargo -y esto lo dicen los mismos ingleses- fue muy duro
para ellos tomar las islas. Tan duro que ellos solos no pudieron y necesitaron la ayuda del gobierno de
los EEUU, de los miembros del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y del gobierno de Chile. Y aquí no
hablo de los pueblos sino de los gobiernos que a veces son dictaduras o actúan bajo estrategias
geopolíticas sin consultar a sus pueblos. Inglaterra gana la guerra con el armamento militar que le
suministra la OTAN y con la ayuda de los satélites norteamericanos. Eso lo dicen los mismos ingleses.
Era imposible además que el establishment mundial dejara que Argentina le ganara una guerra a
Inglaterra. Tal vez podría haber surgido una nueva guerra con otros países más. Existían versiones de
que los ingleses atacarían la costa argentina e incluso la fábrica militar de Córdoba. Si eso hubiera
avanzado ninguno de nosotros estaríamos hoy acá. Además quería recordar un hecho significativo. El 1º
de mayo a las 4.40 de la mañana se produce el primer bombardeo al aeropuerto de Puerto Argentino y
eso nos quedó grabado a todos los que estuvimos allí. Pero el aeropuerto quedó operable hasta el último
día de la guerra. Y eso fue por una estrategia muy simple, la de llenar la pista con escombros y basura y
dejar libre la otra. Entonces los ingleses bombardeaban la equivocada. Cuando llegaban los Hércules,
que volaban a ras del agua, se limpiaba la pista para que aterricen y los aviones la utilizaban sin siquiera
parar y volvían a remontar. Luego la pista se volvía a cubrir con escombros. Con esto quiero resaltar que
hubo muchas estrategias locales y originales frente a toda la improvisación. También quiero destacar
que en el último día y antes de la rendición los soldados ingleses apostados en las alturas de Puerto
Argentino dejaron de atacar sabiendo que en caso contrario iban a crear una masacre. También quería
comentar que una vez finalizada la guerra los habitantes de las islas logran la ciudadanía plena y Gran
Bretaña obtiene lo que quería e instala una base militar que es una amenaza para Argentina y América
Latina. Una base militar que en la actualidad alberga unos 3000 soldados ingleses.”
Las consecuencias de la guerra
“Lo primero que tenemos que recordar son los 649 soldados argentinos caídos en acción además de los
aproximadamente más de 400 suicidios posteriores a la guerra que sabemos que hubo. De los que
murieron en la guerra, 323 murieron durante el ataque al Crucero General Belgrano. Argentina quedó
en una situación de gran debilidad en términos generales. La contracara de todo esto es que la situación
precipita la caída de la Dictadura cívico militar. El 17 de junio Galtieri renuncia y en un período muy
breve se comienza a abrir el período democrático. También aumentan los movimientos de resistencia
civil que ya venían enfrentando a la dictadura. En Inglaterra el proceso fue directamente al revés ya que
Margaret Thatcher fortaleció su poder interno y el Reino Unido ocupó un nuevo lugar de protagonismo
dentro de su alianza con los EEUU. La victoria militar le dio la potestad necesaria como para avanzar
con los planes neoliberales en su país, ganar la elección de 1983 y seguir en el poder hasta 1990. Para la
alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido uno de los resultados más importantes de la guerra de
Malvinas fue haber obtenido las condiciones para instalar en las Islas un poderoso enclave militar. Esta
instalación militar consta de tres bases en la zona de Bahía Agradable sobre la Isla Soledad, a unos 70
km al suroeste de Puerto Argentino.
La Patagonia y la guerra
Para finalizar quería hablar un poco de cómo se vivió la guerra en nuestra región, la Patagonia. En el
capítulo que le dimos como bibliografía el historiador Federico Lorenz afirma que no hubo una sola
guerra sino muchas. No es lo mismo pensar la guerra de Malvinas desde la mirada de los soldados del
norte de Argentina, Correntinos por ejemplo, o desde la Patagonia, que fue el teatro de operaciones de la
guerra. Los habitantes de las ciudades de la costa patagónica estaban viendo todos los días como salían
los aviones a las Islas o como iban y venían los soldados. También existía aquí el antecedente de la
posible guerra con Chile en el año 1978 con los simulacros, oscurecimientos, jefes de manzanas y la
militarización. Lorenz también nos habla de la relación entre la población argentina y la chilena de la
región patagónica que se carga de xenofobia, miedo y desconfianza. En su libro él trabaja el caso de Río
Grande en la isla de Tierra del Fuego. Desde Buenos Aires se vivió de otra manera y básicamente a
través de la censura y de la manipulación de los medios de comunicación, es decir en forma
indirecta. En ambas regiones las memorias locales y regionales son diferentes. En la Patagonia la
sociedad civil manifestó preocupación, no había algarabía con la guerra. Existe una brecha experiencial.
Los cuatro relatos
El mismo Lorenz plantea que lo que hay que volver a pensar son los relatos que hemos construido sobre
la guerra. Él sostiene que hay cuatro modelos de relatos, cuatro formas de pensar las narrativas sobre la
guerra de Malvinas. Uno es el relato patriótico que se construye en base a los relatos clásicos del siglo
XIX y es impulsado por las Fuerzas Armadas. Otro es el relato victimizador que es básicamente el relato
de los soldados, de los “chicos de la guerra”. Otro de los relatos es el impulsado por las organizaciones
de ex soldados combatientes y está instalado en el lugar de la lucha antiimperialista y latinoamericanista
y finalmente queda el relato técnico o militar despojado de cuestiones políticas. Lorenz dice que en todo
lo que leemos sobre Malvinas se pueden apreciar estos cuatro tipos de relatos y que lo que debemos
hacer es lograr construir un análisis mucho más crítico y complejo que todavía no existe.
Y hacia el futuro…Malvinas ¿Cómo?
En cuanto al futuro creo que nuestros títulos y antecedentes históricos, geográficos y jurídicos nos dan
convicciones y razones muy importantes. Los ingleses tendrán las suyas. La pregunta ahora es: ¿cómo
vamos a avanzar en términos de las relaciones civiles y en términos diplomáticos? ¿Qué haremos con
esta población que vive en las islas? ¿Qué haremos con una base instalada? Yo creo que a futuro
tenemos que empezar a pensar, además de la causa Malvinas, en el “problema” Malvinas, pues todos
sabemos el peligro que representa un conflicto nunca resuelto.
Crónicas, B2000
Desgrabación: Hans Schulz
Notas:
1. El libro de J. L. Muñoz Aspiri (Tomo II-1966) recopila toda la correspondencia oficial entre Manuel
Moreno, plenipotenciario de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y los representantes del gobierno
de su Majestad Británica, entre ellos el vizconde Palmerston y el Conde de Aberdeen. Esta
correspondencia oficial abarca desde el año 1833 hasta 1849 y es una prueba irrevocable para
documentar la existencia de los reclamos y respuestas de la época. (N del T)
2. http://tiempo.infonews.com/nota/102364 (N. del T.)
3. Raymundo Gleyzer, periodista y director de cine, nació en Buenos Aires en 1941 y fue detenido y
desaparecido durante la última dictadura militar argentina el 27 de mayo de 1976. En su corta carrera
como director realizó documentales de gran compromiso político y social (“México, la revolución
congelada”) Creó el grupo "Cine de la Base" junto a otros militantes, para denunciar injusticias sociales.
El documental “Malvinas, historia de traiciones” de Jorge Denti del año 1983 recupera escenas del
documental de Gleyzer. (N. del T.)
4. https://youtu.be/ywR9X6taVXQ
5. “El conflicto de los sellos postales” es un capítulo aparte y se prolongará en el tiempo ya que en 1936
Argentina emite un sello que incluye a las Malvinas como argentinas y en la década del 40 ambos países
comenzarán a emitir sellos que incluirán como suyas no sólo las Islas del Atlántico Sur sino también el
sector de la Antártida que reclaman. (N. del T.)
6. Las “Falkland Islands” habían sido incluidas como “Territorio Británico de Ultramar” (British
Overseas Territories) ante la ONU en el año 1948 y fueron incluidas también en la lista de territorios a
descolonizar del Comité de Descolonización de la ONU del año 1961. (N. del T.)
Bibliografía
Freedman, Lawrence, Gamba, Virginia; “Señales de Guerra. El conflicto de las Islas Malvinas 1982”,
Buenos Aires, El Ateneo, 2002; (Ed. Original 1982)
Muñoz Aspiri, José Luis, “Historia completa de las Malvinas, Tomo II, Buenos Aires, Editorial Oriente,
1966
Balza, Martín, “Malvinas. Gesta e incompetencia”; Buenos Aires, Ed. Atlántida, 2003
Lorenz, Federico, “Unas islas demasiado famosas. Malvinas, historia y política; Buenos Aires, Capital
Intelectual, 2013
La posguerra CRÓNICAS / POR HANS SCHULZ
Escribe Hans Schulz la tercera parte de su crónica sobre las primeras jornadas-taller sobre Malvinas
organizadas por el Centro de ex soldados Combatientes de Malvinas en Bariloche y el Centro regional
Universitario Bariloche.
}
La posguerra
Tercera Jornada por Malvinas
En el tercer día de las Primeras Jornadas sobre Malvinas organizadas por el Centro de ex soldados
Combatientes de Malvinas de Bariloche y el Centro regional Universitario Bariloche -Carrera de
Historia y Proyecto “Memoria, verdad y justicia”- los días 29,30 y 31 de julio 2015 en la Universidad
del Comahue hablaron los ex soldados combatientes que viven con nosotros en Bariloche. Nadie de los
que estuvieron presentes puede negar que fue la jornada más conmovedora de todas. Como dijo uno de
los ex combatientes: “fueron tan sólo 74 días pero cambiaron nuestras vidas para siempre.” Esa tarde
sus historias, anécdotas, vivencias y recuerdos cerraron la brecha entre la memoria y la historia, porque
los que recordaban habían sido sus protagonistas, habían estado allí. Con la escucha de los testimonios
y el taller subsiguiente concluyeron las jornadas. La historia, que además de ser una escritura es una
práctica, no podrá prescindir de estos testimonios, fuentes imprescindibles para construir futuras
interpretaciones.
Esta es también la última de tres crónicas publicadas. Tal vez estas transcripciones -extensas pero
necesarias- puedan contribuir al conocimiento de lo ocurrido brindando una mirada amplia a las
complejidades de la historia. Lo que sucedió debe ser relatado y “a la historia”, como observó Hugo
Escobar al finalizar la charla, “no hay que abandonarla”.
La conferencia de Rubén Pablos que transcribimos a continuación en forma textual es una sentida
exploración introspectiva de una etapa poco analizada y menos aún estudiada por los pocos historiadores
que se han dedicado al tema: la de la posguerra desde el punto de vista argentino. Ya lleva 33 años y es
en sí misma una parte imprescindible de la historia reciente de las islas Malvinas. Para los interesados en
el tema será de lectura ineludible, a los indiferentes tal vez los conmueva como nos conmovió a los que
asistimos a las jornadas.
Cuando fueron a la guerra los ex soldados combatientes tenían entre 18 y 20 años. Ahora ya tienen más
de cincuenta, una edad en que, con hijos, todos comenzamos a mirar hacia atrás. Por ello, al iniciar su
alocución, Rubén volvió a recordar uno de los objetivos del encuentro: “Que nuestros nietos y los hijos
de nuestros nietos puedan contar con los relatos de las vivencias nuestras.”
Jornada del 31 de julio 2015 Charla del ex soldado combatiente Rubén Pablos (Textual)
La Desmalvinización
La Posguerra, tanto o más dura que la misma guerra
“Vamos a sintetizar en este poco tiempo que nos queda el tema de la posguerra que es tan complejo
como los otros tiempos históricos que fuimos viendo estos días.
Nuevamente pueden leer acá la frase inicial de la canción de Ciro, “puede más la indiferencia de tu
gente que la bala más voraz del enemigo”, canción que para nosotros se convirtió casi en un himno.
Dice mucho y bien con pocas palabras. A la mayoría de nosotros nos costó mucho insertarnos en la vida
social, laboral o de estudio. No teníamos posibilidades de desarrollarnos. Los que tuvimos más suerte de
contar con un acompañamiento familiar y de amigos o tuvimos en suerte nuestra fortaleza interna
pudimos llevar adelante una vida un poco más acomodada que otros. Aunque igualmente la mayoría
vivimos ese proceso de olvido que fueron 10, 12 o 15 años. Decimos también de que vivíamos casi en la
marginalidad, estando obligados a esconder lo que sentíamos con orgullo que era el haber ido a defender
a la Patria.
Los mismos militares nos habían dicho que no hablemos de lo que habíamos vivido ahí. Con ellos
empezó el proceso de Desmalvinización y después siguió con los gobiernos democráticos. Con los años
sufrimos el estar escondidos, el no poder hablar, y disculpen si voy y vengo en el tiempo en este relato
porque mucho de lo digo es lo que fuimos aprendiendo con los años. Con 18, 19 o 20 años la mayoría de
nosotros no teníamos esta claridad de conceptos de lo que estaba pasando. Lo que si sentíamos es que no
encajábamos, que cuando queríamos hacer algo no podíamos. Que cuando íbamos a pedir trabajo no nos
daban porque habíamos ido a la guerra. En aquel momento la conscripción era obligatoria y en el DNI
nuestro aparecía que habíamos ido a la guerra y por eso la mayoría no conseguía trabajo. A los que
queríamos seguir estudiando -yo había dado el examen de ingreso antes de ingresar en la colimba- nos
fue difícil hacerlo después. Yo era “soldado viejo”, porque soy clase 62 e hice la colimba todo el año
1981, y cuando estaba por ir de baja en el 82 me envían a la guerra. De la guerra volví el 14 de julio
porque cuando terminó el 14 de junio me quedé un mes prisionero en las islas con los ingleses. Si ya el
14 de junio se estaba olvidando la guerra, julio fue mucho peor. Tuvimos que atravesar todas esas
vicisitudes, algunos con más suertes que otros, y luego hablaremos de los suicidios. El tema fue que los
militares no querían que contemos nuestra historia y los civiles no nos querían escuchar, esa fue la
realidad.
Cuando hablamos de civiles tampoco generalizábamos. Nosotros siempre sentimos el acompañamiento
y los afectos de la gente, hasta se podría decir del pueblo con nosotros. Pero en los puntos concretos
donde necesitábamos ayuda desaparecía esa contención. Estaba muy bien el hablarnos, palmearnos la
espalda y demás pero cuando íbamos a pedir trabajo no había, cuando pedíamos que se nos haga el
famoso examen psicofísico -hoy a los 33 años todavía no lo han hecho- tampoco lo hacian. Nos
enteramos después de veinte años que hay un proceso que se llama stress post traumático que puede
seguir provocando situaciones conflictivas de salud pasados los 20, 30 o 40 años de pasado el evento,
tensiones que pueden estar dormidas y despertarse en cualquier momento. Esta fue la dura realidad que
nos tocó atravesar en los primeros 12 a 15 años.
Y vuelvo a decir que nosotros fuimos orgullosos a defender a la Patria. Teníamos 19 años y ni nos lo
cuestionamos. Era lo que nos tocó, con más miedo o menos miedo, pero eso es lo que nos tocó vivir. Y
esto es algo que aprendí después, que nosotros fuimos a defender a la Patria pensando en San Martín, en
lo glorioso de los ejércitos patrios, no pensando en Galtieri y en las atrocidades que habían cometido.
Porque también de eso nos dimos cuenta después. Con 18 años sabíamos lo que estaba pasando en la
Dictadura básicamente, podríamos vislumbrar algo, puede ser, pero la verdad es que no lo sabíamos con
toda claridad.
Por todo esto que les contaba, nosotros decimos que la posguerra fue tanto o más dura que la guerra en
sí. Quedamos escondidos en el proceso de Desmalvinización.”
Respuestas del Estado argentino.
Falta de contención y políticas erróneas
“Para muchos éramos parte de la Dictadura. De hecho Alfonsín, en 1983, durante el primer gobierno
democrático, dijo que Malvinas era el carro atmosférico de la Dictadura. Y viene un filósofo francés que
acuñó la palabra Desmalvinización y le aconsejó a la nueva democracia que tenían que borrar del mapa
todo lo que los militares habían hecho con poco o mucho reconocimiento popular. Y como Malvinas era
una causa nacional que estaba muy arraigada en el pueblo, como hemos visto estos tres días, había que
hacerla desaparecer. Esto se puso en práctica entonces y ya en el año 1984 sacaron del calendario la
fecha del 2 de abril y pusieron la del 10 de junio, el día de la reafirmación de los derechos argentinos
sobre las islas Malvinas. Eso iba a significar que con el tiempo nadie iba a hablar más del 2 de abril y de
la guerra ni de nosotros. Y nosotros quedamos en el medio de todo eso. Imagínense con la edad que
teníamos. Esa guerra nos partió la cabeza y la vida en un antes y un después muy marcado. El proceso
de Desmalvinización comenzado por los militares fue seguido por el gobierno de Alfonsín y continuó
por muchos años más. Hasta el día de hoy todavía hay algunos vestigios de Desmalvinización.
El siguiente gobierno democrático de Menem también fue de falta de contención y políticas erróneas.
Hicieron algunos avances y quisieron enmascarar con una pequeña demostración y una primera ley
nacional que contemplaba beneficios para veteranos de guerra que fue presentada en 1989 y salió con el
gobierno de Menem en 1891. Nosotros nos dimos cuenta ahora de grandes pero eso era una manera de
expresar lástima porque hubo que darla casi a regañadientes. Nosotros no sentíamos que eso era por
convicción. Tuvieron que ir entre 3500 y 4000 soldados ex combatientes de guerra a rodear el Congreso
de la Nación en Buenos Aires y presionar ahí para que el Congreso vote esa ley. A partir de ahí todos
los avances que hemos conseguido en materia de beneficios o de defensas sobre la gesta de Malvinas se
fueron dando de esa manera. Básicamente por presión permanente de los soldados civiles y militares que
al volver de Malvinas se retiraron de la fuerza y trabajaron junto a nosotros. No los militares de carrera
que continuaron en las Fuerzas Armadas. Así también hacemos una diferenciación. Nosotros sentimos
eso, que lo que se daba era por presión y no por la convicción de que habíamos ido a defender la Patria o
porque la Constitución o las leyes internacionales reglamentaban eso. En esa época de principios de los
90 hay otro acontecimiento que marca el tema de Malvinas que fue el levantamiento Carapintada. Allí
se acuño el término de veteranos de guerra. Antes éramos todos ex combatientes o ex soldados
combatientes y la ley estaba contemplada para los soldados y civiles. A partir de ahí, Rico y su gente,
presionó y hostigó al gobierno y amenazó de que si no dejaban tranquilos a los militares que habían ido
a Malvinas para juzgarlos por lo apremios que se habían cometido en Malvinas ellos no iban a ceder con
el levantamiento de las armas que habían hecho. Y allí acuñaron el término veteranos de guerra y a
partir de ahí empezaron a manchar más todavía lo que consideramos la causa Malvinas. Y acá no
estamos hablando de un gobierno militar, sino civil. Nosotros decimos que los Militares, entre todas
las atrocidades que sabemos que cometieron, en el tema Malvinas mancharon una causa noble y pura
que tenía una bandera y que casi sin condicionamientos y sin discusiones unía a todos los ciudadanos
argentinos, sabiendo que las Malvinas son argentinas. Una cosa más que hicieron los militares fue
manchar esa causa y ahora con el tema de los veteranos de guerra mucho más.”
Acuerdos de Madrid. Menem, Cavallo 1989-1990
“En ese mismo momento y como ejemplo de lo que vienen haciendo y entregando, entre Menem y
Cavallo firmaron con Gran Bretaña el mal llamado acuerdo de Madrid, que en realidad es una
declaración, ya que no pasó por los congresos. (1) Y es ahí en donde se terminó de perder la guerra y
donde se comenzó a pagar al Reino Unido por habernos osado tomar las armas y haberse levantado
contra ellos. Hay terminamos de entregar parte del mar argentino y parte de los recursos de la Antártida
y todo lo demás. Podríamos profundizar cada uno de estos temas mucho más pero no tenemos suficiente
tiempo.
Pero es a partir de este momento en que Inglaterra comienza con la explotación intensiva de los mares
del sur, los recursos pesqueros. Y a partir de este momento – básicamente con la venta de los permisos
de pesca- los habitantes de las islas comienzan a tener uno de los estándares de vida más elevados del
mundo. La paradoja es que uno de los puntos que acordaron es que la Argentina iba a patrullar el mar
del sur para impedir la llegada de pesqueros ilegales. Argentina patrulla y ellos venden los permisos de
pesca. Esto me hace acordar al acuerdo Roca-Runciman del año 1933. Estamos hablando entonces de
gobiernos democráticos entre los cuales hay personajes que defienden más los intereses extranjeros
que los nacionales.”
Los efectos de la guerra. Suicidios
“El tema de los suicidios lo anticipa esta filmina que dice: “Suicidios. Hubo menos héroes muertos en el
frente que en el campo de batalla del olvido”. Debo decir que hay más suicidios en la posguerra que
soldados caídos en las Malvinas. Si consideramos que de los 649 caídos en la guerra 323 son las
víctimas del hundimiento del crucero Belgrano, entonces 326 son los caídos en combate. Cifras extra
oficiales dicen que la cifra de los que se han quitado la vida está cercana a los 1000 por todas estas
circunstancias que vengo relatando desde el principio, la de la Desmalvinización, la de no poder
reinsertarse, de no poder encontrar contención, no poder encontrar trabajo. Al día de hoy no hemos
conseguido que ninguno de los gobiernos democráticos de 1982 hasta esta parte se haya hecho cargo de
esta temática de investigar y evaluar la cantidad de muertes y suicidios de ex soldados que hubo
provocados en forma directa o indirecta por la guerra. Porque también sabemos que muchos murieron en
forma indirecta a causa de enfermedades directamente relacionadas con la guerra. En la misma ley del
año 1991 que les mencioné antes estaba la obligación por parte del Estado de hacer estos estudios
psicofísicos a todos nosotros para evaluar el estado de cada uno y realizar las prevenciones. Si bien la
Argentina no tiene cultura bélica hay muchos países que se han prestado para ofrecer conocimientos de
salud como para poder contener este tipo de situaciones.”
La organización de los ex soldados
“Ante toda esta realidad e inmediatamente después de la guerra, en el mismo año 1983, comenzaron a
crearse las distintas organizaciones de ex soldados en distintos puntos del país, contrarrestando esto que
nos decían de que no nos juntemos y que no digamos nada. Sin acompañamiento, ninguneados,
comenzamos entonces a reunirnos y a crear centros. Veíamos que muchas veces paraba cerca de
nosotros algún Ford Falcon para ver lo que veníamos haciendo, cual era nuestro trabajo, nos sacaban
fotos. Nos íbamos dando cuenta. Y el Estado no aparecía. Sentíamos esa desazón de preguntarnos quien
nos iba a acompañar y respaldar en todo esto. Se creó la Coordinadora Nacional, la Federación de
Veteranos de Guerra, los centros de La Plata, Mar del Plata y de distintas
localidades. Lamentablemente empezó a entrar la política partidaria dentro de algunos de estos grupos.
La Federación de Veteranos de Guerra fue una de las primeras grandes organizaciones que nucleó en su
momento a más de 150 centros de todo el país. Hacíamos congresos dos veces al año en donde
definíamos los pasos a seguir y demás. Pero con el tiempo nos dimos cuenta que fueron cooptados por el
Estado y que la Federación seguía los lineamientos que les fijaba el gobierno de Menem en ese
momento. Muchos soldados de Malvinas dejaron allí sus banderas por otro tipo de banderas e intereses.
Ahí nos empezamos a dar cuenta también que había distintos posicionamientos entre los soldados.
Aquellos que tenían una fuerte representatividad con los militares y otros que no. Cuando hablamos de
los militares siempre tenemos que hacer la salvedad de que las tres fuerzas tuvieron distintas acciones
con los soldados. En líneas generales Fuerza Aérea trató bien a los soldados, con buen equipamiento y
respecto, un poco menos Marina y muchísimo menos el Ejército en donde éramos casi los esclavos de
ellos en los cuarteles a lo largo de un año, año y medio. Y eso se repitió en las islas. “Tagarna” nos
decían, que es un gusano verde. Colimba quiere decir: “corre, limpia y barre”.
Y en ese momento, con toda esa disputa, hubo muchos compañeros con valentía que empezaron a hacer
denuncias de maltratos contra sus superiores en la guerra y otra vez, políticamente, el Estado no accedió
a poder profundizar y lograr esa transparencia que se necesitaba y la realidad es que al día de hoy
seguimos con las denuncias de soldados. Hace dos meses atrás la Corte Suprema de Justicia dictaminó
“no ha lugar” de que los soldados puedan siquiera declarar en los tribunales. En Ushuaia un grupo de
soldados luego de una investigación a pulmón y con mucho esfuerzo en toda la isla presentó 149
denuncias de maltratos, vejaciones y estaqueos por parte de sus superiores sólo pidiendo la posibilidad
de declaración en los tribunales de estos soldados. Y esto es lo que les negó la Corte Suprema. Los
soldados no están pidiendo que juzguen a los militares que están denunciando, simplemente quieren que
los dejen declarar ante los tribunales, que llamen a los militares denunciados para que expresen su
posición y poder así llegar a la verdad. Ni siquiera eso y estamos en el 2015, a 33 años de la guerra.
Con el tiempo y con gran trabajo las organizaciones fueron creciendo y creando mucho compañerismo
en ese “ir salvándonos entre nosotros”. Hace ya algún tiempo, en el año de los incendios forestales, yo
recuerdo que vino a la Argentina una sicóloga que trabajaba el Stress Post Traumático entre los
bomberos de Canadá en donde, debido a los grandes incendios, estos eran reconocidos como los más
profesionales. La invitamos a una de nuestras reuniones y lo que nos dijo es que nosotros sin saberlo
habíamos ido haciendo terapia de grupo salvándonos entre nosotros porque sólo entre nosotros
podíamos contarnos estas vivencias. Esto nos afirmó esta idea de que el Estado sigue ausente. Esa es la
sensación permanente, triste, y que no se ve. Pero es la realidad y la tenemos que contar. Como ejemplo
cuento esta anécdota de que cada tanto y en cualquier momento del año venía algún ex soldado veterano
a Bariloche, mal, desnutrido, con frio y hambre y harapos de ropa, medio ido, y se presentaba en la
Municipalidad. ¿Y qué hacía la Municipalidad? Nos llamaba a nosotros. Llamaba a la casa de José
María, la de Luis o la mía y nos decían: “muchachos, acá hay un veterano, vengan”. Y entonces íbamos
nosotros y hacíamos una vaquita, le comprábamos comida, lo llevábamos a bañar y después le
comprábamos un pasaje para que pueda llegar a su casa y al otro día se iba. Si ya teníamos bastante
responsabilidad y culpa por los compañeros que habían caído allá y habíamos perdido la guerra, encima,
en el día a día, nos seguían tirando encima toda esta responsabilidad. El Estado, de nuevo ausente. Y
quiero aclarar aquí que la mayoría de los soldados y nuestro grupo en particular nunca nos pusimos en
víctimas. Siempre pensamos en ir hacia adelante, en hacer, nunca cuestionamos que debíamos ayudar a
un compañero que estuvo allí con nosotros. Después con el tiempo uno va analizando todo esto. Los
primeros años nosotros no hablamos de esto. Yo pasé diez años antes de ir a una radio acá en Bariloche
a hablar del tema. Esa fue nuestra realidad.”
Cambios en la política del Estado. 2003
“En el año 2003, en el gobierno de Néstor Kirchner y bajo la consigna de luchar por “Memoria, Verdad
y Justicia” realmente hubo un cambio y mayor acompañamiento. Comenzó una mayor visibilización de
los soldados y de la causa Malvinas y allí comenzamos separar lo que tanto nos costaba que era separar
a los soldados que habíamos ido a Malvinas de la Dictadura. Porque nuestro mayor esfuerzo era intentar
explicar que nosotros nada teníamos que ver con la Dictadura. Fuimos con la idea de que íbamos a
defender a la Patria y nada más que eso. A partir de ese año hubo también un reconocimiento económico
ya que se legisló una pensión para los veteranos de guerra que fue significativa. Hubo un punto de
inflexión y vimos que éramos tomados en cuenta y más reconocidos. Igualmente fue a medias gotas.
Hay indicios y podemos decir que en los últimos años se ha avanzado pero no en la necesidad que
entendemos amerita la causa. Podemos dar un ejemplo. Ustedes han oído hablar del informe Rattenbach
que hicieron los mismos militares sobre la guerra. Lo llevó a cabo un militar que tenía el consentimiento
de todos los militares por ser un ejemplo de ética dentro de la Fuerza. Porque convengamos también que
dentro de la Dictadura hubo militares que se alejaron de los militares que hicieron las atrocidades, que
estuvieron al margen y que también estuvieron escondidos y fueron desechados. Es un informe muy
profundo en el que entre otras cosas dice que le cabe la pena de muerte a Galtieri. Detalla la cantidad de
vejaciones y maltratos de los oficiales y suboficiales con sus subalternos. Da un pantallazo amplio y
profundo de lo que fue la guerra. ¿Y qué hicieron los militares? Obviamente lo escondieron porque no
les convenía. ¿Y qué hicieron los gobiernos democráticos sucesivos? Lo siguieron escondiendo. Hace
tres años, treinta años de finalizada la guerra, la presidenta dijo públicamente que iba a desclasificar el
informe Rattenbach y otros documentos. Nosotros lo celebramos. La realidad es que tres años después
no se hizo nada con eso. Y la verdad es que yo hace 10 años lo encontré y ahí está.”
Falta de investigación y análisis
“Y también pensamos, como han expresado tanto Laura Méndez como Fabiana Ertola, que todavía hay
que escribir una parte de la historia con todos estos criterios. Nosotros creemos que ningún gobierno
democrático ha tomado el tema con la profundidad que se merece. Hay una falta de análisis de lo que
pasó y pasa por Malvinas. ¿Y cuál es nuestra postura al respecto? Que se hable del tema de la guerra en
profundidad, que reconozcamos las responsabilidades y las culpas y a lo mejor sin siquiera castigo
algunos para los responsables. Pero por lo menos que lo hablemos y que se detalle la realidad de lo que
pasó en la guerra y también para separar a quienes actuaron bien de los que actuaron mal. Y esto incluye
el tema de los ex soldados y los veteranos militares, algunos de los cuales tal vez cometieron apremios
ilegales en la Dictadura o dentro de los 74 días que duró la guerra de Malvinas y están catalogados como
héroes sin que nosotros tengamos nada que ver con ellos. Nosotros también exigimos que tendría que
haber una diferenciación en todo esto. Ahí es donde nosotros nos paramos y decimos si a los soldados
civiles y si a aquellos militares que tenían 20 o 21 años en la guerra y luego se retiraron, en
contraposición con los militares que siguieron dentro de la carrera y su esquema de la fuerza.
Yo pienso que la contracara de esto podría ser el informe “Nunca más”. Sin querer comparar Malvinas
todos conocemos la cantidad de libros e investigaciones y juicios con respecto a la Dictadura que hay y
la cantidad de políticos y funcionarios que permanentemente vuelven a retomar el tema. Y pienso que
está bien. Pero no pasa lo mismo con la causa Malvinas. Los juicios por el Nunca más permitieron
declarar a los que sobrevivieron y en el caso de Malvinas no permiten declarar a los soldados. Con
respecto a esto último una de las intuiciones es que los militares todavía siguen teniendo mucho poder
dentro de los altos estratos y fue también lo que ellos arreglaron con Menem durante el levantamiento
Carapintada: No me juzgas más a un militar que estuvo en la guerra. Ellos son héroes, son veteranos de
guerra como todos los otros, que el manto de olvido quede ahí. Y lo siguieron de 1992 hasta esta parte.
Esa puede ser una de las explicaciones, pero habría que profundizar más.
Otro tema que nos dolió muchísimo, y esto pasó hace unos 7 u 8 años, es el tema de los soldados
continentales o movilizados que estaban haciendo la colimba en algún lugar y fueron trasladados a otro,
de Esquel a Rawson por ejemplo, o de Bahía Blanca a Rio Gallegos. Eso fue un soldado movilizado
durante la gesta de Malvinas. Hubo unos políticos inescrupulosos que sabían que eran mucho más que
nosotros –Unos 200.000 frente a 11000- y pensaron que esos serían buenos votos para ellos. Los que
llevaron adelante toda esta patraña fueron Picheto y Capitanich, aunque después dijeron que se
arrepintieron, pero fueron ellos dos. Y ahí otra vez embarraron la cancha. Y eso fue lo más triste para
nosotros.
Fue justo cuando con las organizaciones empezábamos a recuperar toda nuestra historia, nuestro sentido,
nuestro sentimiento, allá por el 2006 y 2007, y con más de cuarenta años de edad cada uno de
nosotros. Sintiendo ese orgullo de ser veteranos, desfilando el 2 de abril u otro día patrio, estábamos
reconocidos como los que habíamos ido a Malvinas. Y de golpe aparecen un montón de personajes que
también se querían llamar veteranos de guerra. Y no habían ido a la guerra. Y nuevamente nos
embarraron la cancha. Gobiernos democráticos. Nosotros con los de acá tuvimos fuertes discusiones y
los tratamos de mentirosos porque llevaban un distintivo que decía “veteranos de guerra no
reconocidos”. Eran los que cortaban la 9 de Julio o la Avenida de Mayo en Buenos Aires. ¿Y que
publicaban los diarios? Veteranos de guerra cortan las calles. Nos costó años para que la prensa entienda
la diferencia. Le pedíamos por favor que no digan que eran veteranos, que digan soldados movilizados.
Hace diez años que hay una carpa en la Plaza de Mayo de veteranos de guerra no reconocidos que les
siguen mintiendo a los turistas de que el pueblo ni la nación los reconoce ni los apoya. Incluso en
Bariloche discutimos con el ex intendente Goye que se considera veterano cuando estuvo 15 días
acuartelado acá en Bariloche. Nosotros no tenemos nada en contra de ellos pero nos oponemos que se
los incluya en la misma ley que la de los veteranos de guerra de Malvinas. Que armen otra ley y que el
Estado les dé un subsidio pero que no estén con nosotros, los que estuvimos en Malvinas. El que fue a la
guerra fue a la guerra. Son cosas claras. Fíjense como van y vienen las cosas y nosotros con nuestros
sentimientos en el medio.
También a los concejales con los que siempre dialogamos y nos quieren declarar ciudadanos ilustres les
decimos que actúen de corazón. Ya no queremos más una medallita o un diploma. Si lo hacen de
corazón deberían actuar en consecuencia. ¿Qué pasa si en algún acto patrio algún funcionario osa hablar
mal de los desparecidos o de las Madres de Plaza de Mayo? Lo más probable es que al otro día lo
defenestren en todos los medios. Ahora acá cualquiera puede venir y decir que es veterano de guerra sin
siquiera haber ido a la guerra y nadie de los concejales salió a decir algo.
Por eso nosotros, después de 33 años, seguimos con este sentimiento. Esta bueno lo del 2 de abril, los
reconocimientos, el futuro monumento, pero seguimos viendo que es para la foto.”
Malvinas hoy
“Hay cosas que se están haciendo como el Museo Nacional que es significativo porque además de la
historia toca también la geografía, aunque talla más la política que la parte Malvinas. En cuanto a los
organismos, después de la Federación de Veteranos de Guerra de la época de Menem se creó la
Comisión Nacional de Veteranos de Guerra dentro del Ministerio del Interior. Es llevado adelante por
veteranos de guerra y al Director lo pone presidencia. Lo mismo sucede ahora. Y como están
enfrentados los que estuvieron en los 90 con los que están hoy siguen haciendo lo mismo, sin debatir la
causa Malvinas en profundidad y sin apoyo institucional, ya que es la única oficina del Estado nacional.
Es política partidaria que llevan adelante tres veteranos de guerra. De nuevo me comparo con las Madres
de Plaza de Mayo que tienen acompañamiento, que tienen oficina y que tienen apoyo del Estado para
llevar adelante su política. Nosotros nunca tuvimos eso. La Federación que hoy sigue es con una cuota
que ponemos cada uno de nosotros. Nunca hubo del Estado, ni siquiera hoy, una oficina representativa
de los soldados ex combatientes para llevar adelante esta causa de la que estamos hablando. Hoy es la
primera vez que tenemos algo así y es a nivel provincial. Hablo de la Dirección de Veteranos de Guerra
que estaba gestada hace casi 20 años pero que nunca fue puesta en marcha por los gobiernos
provinciales anteriores. La puso en marcha el gobernador Alberto Wereltineck y la llevamos adelante
con Hugo Escobar. A nosotros nos eligen los veteranos. Tenemos congresos anuales y cada dos años se
elige una terna de los más votados y el Gobernador pone en funciones al veterano que fue elegido por
sus compañeros. El poder del mandato se lo dan ellos no el poder político. Tenemos una oficina en
Bariloche y otra en Cipolletti y somos aproximadamente unos 160 veteranos en toda la provincia. Y
hacemos esto, política malvinera. Tenemos un proyecto de educación y vamos a hacer algo con el tema
de las leyes y el tema de la salud. Tenemos un pequeño presupuesto pero el gobierno no mete su política
partidaria dentro de nuestra agenda. Y así debería ser también en el nivel nacional.
Nuevo país limítrofe
Y con respecto a esta última filmina que dice: “Nuevo país limítrofe. Acompañamiento
latinoamericano” quería agregar que la posguerra también nos trajo toda la temática del avance del
imperio con el Acuerdo de Madrid y demás. Por eso hoy tenemos que entender que en el este tenemos
un nuevo país limítrofe que es Inglaterra que se está llevando todos los recursos y que nos digita que es
lo que podemos y no podemos hacer y que por otro lado no nos permite volar más allá de los límites que
establecieron como territorio de ellos, que están usufructuando el tema la Antártida también. Es un
nuevo país. Incluso el mapa bicontinental que ustedes tienen en la carpeta muestra el mar argentino
como un territorio y no como un espacio de paso. Argentina tiene un poco más de 10 millones de km2 y
3 millones están usurpados por el Imperio Británico. Ese es el contexto de Malvinas y vuelvo a recordar
lo que mencionaron del gobierno de Perón que afirmaba que no son sólo las islas Malvinas lo que está
en juego sino todo lo que hay alrededor. Y también quería mencionar que Malvinas dejó ya de ser una
causa nacional para convertirse en una causa latinoamericana. Se sabe también lo que representa la base
militar que está allí y que es una amenaza para toda Latinoamérica. Varios países latinoamericanos
también han implementado la ley del Gaucho Rivero que impide el amarre de embarcaciones con
bandera de Malvinas en sus puertos.”
Propuestas
“Y volvemos al principio: ¿Qué es esto, una gesta histórica o una aventura militar? ¿Somos héroes de la
patria o víctima de las circunstancias? ¿Esto representó los intereses de la patria o sólo los de los
militares? En estas jornadas intentamos analizar todas estas cuestiones y nos queda aún mucho por
estudiar. La idea nuestra, aquí en Bariloche, paralelamente a todo lo que salga en la provincia, es ir
haciendo varias jornadas y seminarios profundizando cada tema e incluso temas que ustedes
propongan.”
B2000 / Crónicas
Transcripción: Hans Schulz
Notas:
1. Los Acuerdos de Madrid se firmaron entre 1989 y 1990 y sus principales medidas fueron el cese
formal de las hostilidades, el restablecimiento de las relaciones consulares, la creación de un grupo de
trabajo para promover la cooperación mutua y el restablecimiento de las relaciones comerciales y
financieras, reanudándose también las comunicaciones aéreas y marítimas. La negociación no cambió el
statu quo de la soberanía fue puesta bajo un paraguas. Los dos aspectos conflictivos siguieron siendo la
explotación de los recursos ictícolas y la exploración y explotación de los recursos petroleros en las
aguas circundantes.
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