micropolitica en la escuela
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Cultura y micropolítica de las organizaciones educativas
GRUPO 11:
JOSE JAVIER ARROYO CHOLBI
CARLOS BECERRA RIVERO
MARIA GIL ANAYA
LINA MARIA GONZALEZ FRANCO
AMANDA ROBLES MATA
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Índice
Introducción
1. La cultura colaborativa primer paso para la consecución de Instituciones Educativas
de Calidad…………………………………………………………………………...3
2. Valores y calidad educativa…………………………………………………………7
3. La micropolítica de la escuela
3.1. Ortodoxia y alternativa……………………………………………………….10
3.2. Hacia una concepción alternativa…………………………………………….10
3.3. Control………………………………………………………………………..11
3.4. Diversidad de metas………………………………………………………….12
3.5. Ideología……………………………………………………………………...12
3.6. Los conflictos………………………………………………………………...13
4. La organización escolar como organización política……………………………...13
5. Algunos modelos micropolíticos………………………………………………….14
6. Elementos de la micropolítica
6.1. El contenido de la micropolítica……………………………………………...17
6.2. Los sujetos de la micropolítica……………………………………………….18
6.3. Como se lucha………………………………………………………………..18
7. Participación en el ámbito escolar, una mejora para el profesorado, alumnado y
padres………………………………………………………………………………19
7.1. Estilo de dirección del equipo directivo, centro escolar y estrategia
micropolítica………………………………………………………………...21
8. Dimensión institucional, cultural y micropolítica: claves para entender las
organizaciones educativas
8.1. Dimensión institucional de la organización…………………………………..22
8.2. Estructura formal y vida cotidiana en la escuela……………………………...22
8.3. Dimensión cultural……………………………………………………………23
8.4. Dimensión micropolítica……………………………………………………...24
Conclusiones
Anexo
Bibliografía
3
Introducción
El tema de nuestro trabajo cultura y micropolitica en las organizaciones educativas
se centrará en diversos subtemas completamente relacionados con ese importante ápice
de la educación.
Iniciaremos nuestro trabajo con la conceptualización de la cultura colaborativa. A
continuación seguiremos con la contemplación de la micropolítica en la escuela, los
modelos de la misma y sus elementos primordiales, lo cual conlleva a un mayor
entendimiento de los temas a tratar en la consecución del trabajo.
Seguiremos hablando sobre la organización escolar y la necesaria participación de
la comunidad educativa con el enfoque más positivo y facilitador para favorecer el
proceso de educativo.
Por último hablaremos sobre las distintas dimensiones; institucional, cultural y
sociopolítica que engloban esta constante búsqueda de hacer de la educación la
herramienta primordial del crecimiento humano.
1. Cultura Colaborativa
La cultura colaborativa es el primer paso que se debe dar para que las instituciones
educativas contengan como consecuencia la verdadera Calidad.
A lo largo de los años el funcionamiento de las organizaciones se ha desarrollado
mediante la aplicación de diversos modelos, que han sido consecuencia de diversas
estructuras científicas o de conocimiento, a los enfoques mecanicistas de base
Taylorista, se ha ido añadiendo después de la II guerra mundial, la preocupación por la
relaciones humanas que hacen una visión más cualitativa y humanizada de las
instituciones, necesarias obviamente para mejorar la calidad integral del proceso
educativo.
En los años ochenta se habla ya de cultura como un nuevo intento de humanizar las
organizaciones y de introducir el discurso humanista: valores, creencias, etc.; además de
reconocer el papel activo de las personas, se plantea el carácter instrumental de las
organizaciones, definiéndolas como: estructuras sociales que deben de vincular el
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entorno y que se deben implicar en su transformación,, logrando así que el cambio no
sea solo un cambio personal, sino también un cambio social mediante el compromiso
con los valores democráticos que nos deberán llevar al final a una convivencia exitosa
entre los ciudadanos.
Con el pasar de los años se ha ido intentando pasar de un modelo centralista, igualitario,
rígido y homogeneizador que ve al docente como pieza de iguales de una única máquina
a un modelo donde el profesor es visto como agente de desarrollo, a la vez se aboga para
que los centros tengan mayor autonomía y puedan dar respuesta a los retos que le
corresponda de acuerdo al entorno social más próximo que este a su alcance; como bien
decía Tyler (1991), “ no tiene sentido concebir a la escuela como una colmena,
compuesta por aulas separadas y coordinadas por un aparato administrativo, ya no se
puede considerar al profesor como un mero trasmisor del currículum, encerrado dentro
de su aula y sin ninguna relación, implicación en la vida del centro”, puesto que esto ya
no tiene sentido en la sociedad actual que va dando cambios a pasos agigantados.
Es obvio que no se podrían implantar retos que propone el actual sistema educativo, sino
se da una colaboración y participación de toda la comunidad educativa y no se entienden
los centros como entidades con personalidad propia.
Es absolutamente necesario entonces, colocar a la cultura colaborativa como base para
lograr los objetivos propuestos.
Nombraremos por ejemplo algunas de las tereas que debe cumplir el profesor que se
considere parte de esta visión organizacional:
1. Conocer el entorno para poder adecuar los objetivos del medio.
2. Llegar a acuerdos a largo plazo sobre la secuenciación de los contenidos.
3. Elaborar criterios de evaluación conjuntamente con criterios de promoción entre
ciclos y etapas.
4. Tomar decisiones conjuntas con respecto a la organización del espacio temporal,
sobre el agrupamiento de los alumnos, la distribución de espacios, el
establecimiento de horarios, entre otras, pero todo ello a través de
argumentaciones y justificaciones de carácter pedagógico, y no por
conveniencias personales, supuestos derechos adquiridos o tradiciones no
siempre plausibles.
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5. Evaluar el trabajo colectivo sin miedo y rompiendo la vieja tradición de no
inferir en el trabajo de los colegas.
6. Tolerancia a la diversidad en primer lugar por los profesores, para que así den
ejemplo con convicción y acción ante los educandos, además de hacer las
adaptaciones curriculares correspondientes para favoreces a aquellos alumnos
con necesidades educativas especiales.
7. Criterios objetivos y siempre vinculado al desarrollo emocional de los alumnos,
esto al momento de seleccionar y elaborar los materiales curriculares y los
recursos didácticos que se vayan a utilizar, teniendo siempre en cuenta que han
de ser continuos y congruentes.
Los docentes tienen la misión de capacitar a sus alumnos para que sepan trabajar de
forma colaborativa, por lo tanto, si los profesores no dan ejemplo de trabajo
cooperativo, a través de la coordinación y la ayuda mutua, difícilmente calara este
mensaje y estilo de vida en los alumnos.
¿Cómo lograr una cultura colaborativa?
Se debe fomentar el interés de los participantes por las relaciones de las personas y de
los grupo, más que una coincidencia en los planteamientos pedagógicos y didácticos.
Es decir se aboga por una preocupación simultanea por potenciar las diferencias
individuales y promover la unidad del grupo que estimule discusiones abiertas pero
constructivas y críticas que sean capaces de llegar a acuerdos y comprometerse con
ellos, esto no nace ni se hace a través de creencias compartidas sobre la naturaleza u
organización del contenido del currículum o de las metodologías de enseñanza;
proviene de un amplio consenso pedagógico y curricular que es tolerante con la
diferencia y la divergencia.
Impedimentos que se dan sistemáticamente en nuestros centros que impiden que se
desarrolle el trabajo colaborativo entre el profesorado
Según el profesor Antúnez (1999):
1. Las prácticas educativas individualistas realizadas en muchos centros y entre los
docentes producen atrofia profesional y dificulta la coordinación en una
organización que este ya de por si articulada de forma débil.
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2. El dispositivo de las unidades que los establecimientos escolares crean para
desarrolla sus prácticas educativas acostumbra a ser muy fragmentada,
permanente y rígida, lo cual no da fácil cabida a la innovación.
3. Los hábitos, las tradiciones y las prácticas en las relaciones entre los docentes
dificulta la colaboración, ya que; se identifica la tarea profesional únicamente
con la función docente.
4. La convicción que pueden tener los docentes de que a pesar de que su trabajo no
se desarrolle en equipo nadie les pedirá explicaciones ni constituirá ningún
prejuicio en su futuro profesional.
5. La tendencia a atribuir en los horarios profesionales de los docentes una
dedicación muy elevada a las tareas de aula que no siempre comporta la
razonable y proporcionada estabilidad de horas para el desarrollo de las tareas de
preparación, coordinación y revisión del trabajo entre docentes.
6. Los establecimientos escolares de grandes dimensiones, en los cuales existen
claustros masificados y una excesiva departamentalización dificultan sin lugar a
dudas las relaciones interpersonales, por lo que la comunicación resulta muy
escasa y debido a ello resulta complicado desarrollar dispositivos y medidas
adecuadas para la mejoría de muchos aspectos.
Debido a estos anteriores factores expuestos, resulta evidente pues que no se trasmite a
los dicentes unas bases sólidas para que sean miembros eficaces en una organización y
menos aún para que la colaboración mutua sea una parte intrínseca de su actuar.
¿Qué condiciones deben darse para lograr la cultura colaborativa?
El trabajo en equipo se da de forma casi natural cuando un individuo conoce otros
individuos que han aprendido muy parecido a él, que responden fácilmente y
naturalmente y hablan y piensan de formas no iguales, pero parecidas a él, se siente
cómodos con ellos y siente que existe un vínculo profundo entre él y los otros. Lo
aceptan a él y a sus acciones porque saben cómo piensa, con una base, con los indicios
más sencillos, podrán entender lo que en realidad les quiere decir o desea. La cultura,
es decir, las formas de pensar, las normas, los marcos de referencia unen a la gente en
una forma natural y espontánea que Durkheim denominó: solidaridad mecánica.
Aunque el desarrollo de esta colaboración deseada no es fácil. Para conseguirlo se debe
tener presente prácticamente todos los elementos que conforman la organización de una
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institución; pero básicamente debemos de partir de la siguiente premisa: conseguir la
participación activa de todos los miembros del centro, ya que la participación es la
mejor herramienta para fortalecer la cultura organizacional
Decálogo que ayudaría a conformar una cultura colaborativa
1. Normas y valores democráticos ampliamente compartidos
2. Comunicación y coordinación entre el profesorado y las unidades de
organización
3. Implicación activa de los miembros que integran la organización
4. Predisposición positiva hacia los cambios y las innovaciones
5. Autonomía en la Gestión
6. Grupos que mantienen estructuras con el punto óptimo de relación entre el nivel
de la tarea y el nivel emocional o socio afectivo
7. Formación de equipos directivos que puedas liderar el centro
8. El centro como espacio para el desarrollo profesional del docente
9. La colaboración interinstitucional. Abrir los centros a otras instituciones sociales
próximas
10. Estabilidad del equipo de profesores del centro y adecuación del profesorado al
proyecto del centro y no al revés
2. Valores y Calidad Educativa
Es un deber como profesionales en la educación, plantearnos una educación desde una
perspectiva integral, donde se tenga en cuenta la formación del alumno como persona,
los conocimientos que pueda llegar a poseer y la forma de enfocarlos, la manera de
relacionarse consigo mismo y con la vida, donde nuestra contribución a la formación de
estos esquemas mentales serán imprescindibles ; generalmente la trasmisión de estos
esquemas, la realizamos la mayoría de las veces de forma inconsciente, sin embargo si
analizáramos y comprendiésemos la importancia tan relevante que tiene esta relación en
la calidad educativa, entonces se plantearían como objeto de estudio y parte
fundamental para la formación por parte de los educadores, visionando los excelentes
resultados que esto conllevaría en la sociedad en general.
Es obvio que la Escuela no es el único, ni el más importante lugar de formación, ya que
se encuentra en primer lugar la familia, además de la gran influencia que los medios de
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comunicación en la actualidad pueden trasmitir a los educandos a través de los mensajes
y programas que de ellos se deriven, además es lógico que la escuela y la familia tienen
una íntima relación en cuanto a los valores culturales que trasmiten, de acuerdo al
entorno sociocultural al cual pertenezcan ambas.
En la actualidad hay una preocupación común en cuanto al modo de vida que estamos
adoptando, donde se resaltan los siguientes factores:
Falta de comunicación
Escasa tranquilidad
Esquemas demasiado competitivos, poco solidarios e incluso frívolos
Adicción al trabajo o rechazo total al mismo, o sea extremos nada sanos
Ausencia de contacto con la naturaleza
Ocio demasiado comercializado
Falta de creatividad
Y como conclusión personas cada vez menos felices y satisfechas con sus vidas.
Los educadores tenemos la misión y el deber de contrarrestar todos estos aspectos tan
negativos con otros propósitos, tales como:
Personas con autoestima, calidad en la comunicación, en la expresión de los
sentimientos, en la participación, en el compromiso y en la responsabilidad
Personas con capacidad para resolver sus conflictos
Personas con capacidad de disfrutar el ocio de manera creativa, que este
humanizado y genere actitudes solidarias, que respete la diversidad como fuente
de riqueza
Personas que se sientan parte de la naturaleza y por tanto respeten el medio
ambiente y todos los recursos que nos brinda
Personas que se hagan responsables de un estilo de vida sano
Como conclusión, personas felices, basadas en el ser y no el obtener.
Los valores se trasmiten a través del modelo que damos a nuestros alumnos, a través de
las reflexiones que les hacemos cuando se enfrentan a distintas situaciones, a través de
la relación que establecemos nosotros con los educandos y del tipo de relación que
promovemos entre ellos, a través de la información que les proporcionamos y de las
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lecturas, películas, entre otras herramientas que les suministramos constantemente, todo
es una cadena y cada parte es un eslabón de la misma.
Si los educadores:
Manifestamos aceptación incondicional al niño, él aprenderá a aceptarse
Les enseñamos a aceptar retos razonables y le animamos a conseguirlos, aunque
sea en varios intentos, le ayudamos a ser persistente en las tareas
Les escuchamos con atención y reforzamos sus trabajos, le enseñamos a sentirse
útil
Animarle a superar la frustración, le enseñamos a aprender de los fracasos
Dar la oportunidad de plantear su punto de vista, le enseñamos a ser
participativos, a resolver conflictos, a superar obstáculos
Si les planteamos actividades complementarias no competitivas, le enseñamos
colaboración y solidaridad
Le pedimos pequeñas responsabilidades, le enseñamos a sentirse satisfecho de su
contribución
Le enseñamos a contemplar posibilidades desde varios puntos de vista y le
pedimos que contribuya a ofrecerlos, le enseñamos creatividad
Le enseñamos a aprender a prender de lo improvisado, de lo nuevo, le
enseñamos flexibilidad
Le damos ocasión de tener contacto constante con la naturaleza, le enseñaremos
a amarla
Le proporcionamos modelos de vida sana, se hará responsable de su salud
En resumen todos los anteriores aspectos y la toma de decisiones cobre los mismos,
supone “Educar en Valores”; lo cual supone obviamente que los educadores tengamos
muy interiorizados los valores que pretendemos transmitir.
El reto de educar en valores supone un replanteamiento constante de la formación
personal, una actitud de continuo crecimiento.
La Educación en Valores se puede llevar a cabo desde las primeras etapas educativas,
sobre todo con el modelo y la calidad de relación que ofrecemos al niño, hasta la edad
adulta, usando estrategias que inviten a tomar posición frente a la información ofrecida
y a la experiencia.
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Hay una serie de valores que son muy importantes destacar como prioridad para
fortalecer como adultos y trasmitir a los educandos, estos son:
1. AUTOESTIMA 6. PARTICIPACIÓN
2. CONVIVENCIA 7. TOLERANCIA
3. COMUNICACIÓN 8. EDUCACIÓN DEL MEDIO
4. NORMA 9. EDUCACIÓN EN EL CONSUMO
5. SOLIDARIDAD 10. EDUCACIÓN PARA LA SALUD
3. La micropolítica de la escuela
3.1. Ortodoxia y alternativa
Según Ball J. (1989) podemos hacer el siguiente resumen de ideas acerca del concepto
micropolítica: ortodoxia
Los sociólogos de la educación han concentrado su atención en los aspectos técnicos de
la enseñanza: agrupaciones de los alumnos, el pastoral care (atención tutorial), el
currículum. O también se han concentrado en el conflicto entre alumnos y profesores en
el aula.
Para Ball J. (1989) los aspectos organizativos de la escuela se fraccionan en puntos
centrados en el delito del trabajo y la determinación de la política. Los teóricos de la
organización no han logrado ofrecer ningún análisis amplio de las escuelas, su labor ha
sido perjudicada por apoyarse en modelos teóricos e intuiciones empíricas derivadas de
estudios de empresas industriales y comerciales.
Las teorías actuales de la organización son ideologías de ciertas formas de organización.
Exponen argumentos relacionados con la racionalidad y eficiencias para lograr el
control. Los límites que se imponen a las organizaciones descartan la posibilidad de
considerar formas alternativas de organización.
3.2. Hacia una concepción alternativa, el cambio
Ball J. (1989) dice que existen dos problemas básicos a la hora de elaborar una
sociología coherente de la organización escolar. Primero, el fracaso de reconocer la
naturaleza de las escuelas como organizaciones. Segundo, existe una carencia de
investigaciones básicas sobre los aspectos organizativos de la vida escolar.
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La organización escolar, como bien hemos mencionado antes, se basa en la suposición
de que es posible adecuar las escuelas a un esquema conceptual derivado de estudios de
fábricas o burocracias formales.
Para Ball J. (1989) el futuro del análisis organizativo de las escuelas está en el ámbito
de lo que no se sabe sobre las escuelas, concretamente de la comprensión de la
micropolítica de la vida escolar. El análisis de datos ha atraído la atención sobre un
conjunto de conceptos que pueden ser contrapuestos a los de la ciencia de la
organización:
Perspectiva micropolítica Ciencia de la organización
Poder Autoridad
Diversidad de metas Coherencia de metas
Disputa ideológica Neutralidad ideológica
Conflicto Consenso
Intereses Motivación
Actividad política Toma de decisiones
Control
3.3. Control
Como bien dice Ball J. (1989) “Uno de los problemas implicados en tratar de adaptar
las escuelas a las categorías existentes de tipo organizativo es que las escuelas albergan
estrategias de control diversas y contradictorias”
Para Collins (1975) existen tres tipos de organización: las organizaciones jerárquicas
(burocracias, comerciales), las organizaciones controladas por sus miembros (partidos
políticos y sindicatos), y las comunidades profesionales. Para Collins, las escuelas
sostienen elementos de los tres tipos de organizaciones. El profesorado conserva algún
control sobre la organización y dirección de su labor en la escuela.
Para Ball, J. (1989) las escuelas pueden ser a veces democráticas, existiendo reuniones
del personal, comités en los que se invita al profesorado a tomar decisiones sobre la
política a seguir en un futuro; también pueden ser las escuelas burocráticas y
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oligárquicas, y las decisiones se toman pon escasa o nula participación del profesorado,
dirigiéndolo así el director o equipo de administración superior.
Como bien dice Ball, J. (1989) “Los límites de control se modifican continuamente y su
trazado es diferente en las diferentes escuelas. A menudo son el resultado de la lucha
ente los directores y su personal, los jefes de departamento y sus miembros, los
especialistas en tareas tutoriales y los especialistas en las asignaturas.”
Los modelos de control para Ball, J. (1989) surgen de los enfrentamientos de los
individuos y grupos de la organización.
3.4. Diversidad de metas
Para Bell (1980) la organización interna de la escuela ha empezado a asemejarse a la
llamada organización anárquica, que es una organización con estructura propia que está
determinada por presiones externas y es un producto de la organización misma.
Ball, J. (1989) explica que las escuelas contienen miembros que aspiran a alcanzar
metas muy diferentes, y por otra parte, contienen un conjunto de exigencias y
expectativas contradictorias de públicos y organismos externos. Todo esto conlleva
dificultades para llegar a la formulación de metas con algún valor y permanencia.
3.5. Ideología
Ball, J. (1989) dice que no hay que prestar solamente atención al control y estructura de
las cuestiones organizativas en las escuelas, sino también al contenido de la elaboración
de políticas y toma de decisiones en ellas, ya que gran parte del contenido es ideológico.
El debate y la discusión se llevan a cabo en términos de principios como la igualdad,
juego limpio y la justicia.
Para Sharp y Green (1985) una ideología de la enseñanza incluye aspectos cognitivos y
valorativos, ideas generales y supuestos sobre la naturaleza del conocimiento y
naturaleza humana, la cual ésta última implica creencias sobre la motivación,
aprendizaje y educabilidad.
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Ball J. (1989) expone que los profesores están dedicados a promover sus intereses,
creados personales y de grupo, tanto como sus adhesiones ideológicas. Los intereses de
los profesores son de tres tipos básicos:
Intereses creados, conciernen las preocupaciones materiales de los profesores
relacionadas con las condiciones de trabajo.
Perspectivas de promoción limitada. Los intereses ideológicos conciernen a
cuestiones valorativas y de adhesión filosófica: ideas sobre la práctica y la
organización preferidas.
Interés personal. Se refiere al sentido del yo o identidad a la que aspira el
profesor.
3.6. Los conflictos
Para Ball, J. (1989) las escuelas son campos de lucha constante, en el que destacan una
serie de puntos:
Mucho de lo que ocurre de manera cotidiana en las escuelas no se caracteriza
por la disputa o disensiones entre los profesores. La conversación e interacción
diaria se centra en la conducción rutinaria, terrenal y no controvertida de la
institución.
El conflicto no siempre es destructivo, el conflicto puede revitalizar un sistema.
Balldridge (1971) distingue cuatro tipos de factores dentro de la micropolítica
educativa:
Los funcionarios, con la tarea de dirigir la organización.
Los activistas, personas muy implicadas en la política de las universidades.
Las personas alertas, observadores colaterales interesados en las actividades del
sistema formal.
Los apáticos, nunca aparecen en comités, reuniones de las facultades y si ningún
interés en general.
4. La organización escolar como organización política
Una visión política de la organización escolar concibe que esta es un área de luchas y
conflictos, en las que convive una amplia variedad de individuos y grupos de interés que
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están inmersos en dinámicas conflictivas, de negociación, de luchas… (González,
1998). La concepción de la organización escolar como una organización política
conlleva metas, estructuras, conflictos, procesos de toma de decisión en los centros
escolares…
En el ámbito de las organizaciones escolares se desarrollan luchas para decidir acerca de
los fines que se pretenden lograr y con cuales medios se van a alcanzar, a veces se
fusiona con los objetivos y en ocasiones contradictorios (González, 1998).
Una visión política afirma que la estructura formal de la organización, sus reglas,
regulaciones y procedimientos no es un instrumento para organizar la actividad y lograr
metas si no un reflejo de la lucha del control (González, 1998).
Otro elemento importante de la concepción política de la organización es la visión
presente del conflicto como algo natural y necesario de la vida organizativa en vez de
una visión negativa.
Los procesos de toma de decisión es un tema también importante en las perspectivas
políticas de la organización. El proceso de toma de decisión se considera una fuente de
poder ya que el individuo o grupo puede ejercer más poder en las dinámicas de toma de
decisión. Esto puede influir seriamente en los acontecimientos ocurridos en la
organización (González, 1998).
5. Algunos modelos micropolíticos
La micropolítica de las organizaciones escolares es reciente. No obstante en los últimos
años se han hecho algunas contribuciones:
Hoyle
Según González (1998) para Hoyle la micropolítica es un submundo organizativo
que todos reconocemos y todos participamos. Lo reconocemos cuando hablamos de
mafias organizativas, agendas ocultas, hacer política y maquiavelismo.
Hoyle trata de establecer una distinción entre micropolítica y administración. Como
afirma están relacionada, una no funciona sin la otra y una acción particular
realizada por un miembro de la organización podría ser descrita como un acto de
gestión.
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Las estrategias desarrolladas en el ámbito de lo formal mientras que las estrategias
micropolíticas cuando nos referimos a aquellas utilizadas en el plano informal u
oculto de la vida organizativa.
En el ámbito de la micropolítica para Hoyle, está configurada por cuatro elementos:
- Intereses: Lo poseen los individuos de la organización y no quedan
reflejados en las metas organizativas.
- Grupo de interés: Conjunto de personas que comparten un interés común y
se pueden combinar en coaliciones.
- Poder: Contiene dos dimensiones clave: La autoridad (poder formal) e
influencia (poder informal).
- Estrategias: Lo utilizan los grupos para conseguir sus fines.
En conclusión los componentes de la micropolítica son dados por las estrategias
que en la organización desarrollan para la persecución de intereses, ya sean
personales o profesionales, formales o informales, que pueden formar coaliciones,
utilizando los recursos de poder que dispongan, ya sea autoridad o influencia.
Ball
Según González (1998) otra aportación importante fue dada por Ball, el cual
desarrolla su planteamiento a partir de datos recogidos en escuelas inglesas. Afirma
también que los centros escolares son organizaciones en las que los ámbitos de
control están sujetos a la disputas entre los miembros de la organización, la
negociación… por lo que están abiertos a modificaciones.
El contenido ideológico está presente en los procesos de elaboración de la política
de la organización. A causa de esto, de la diversidad de ideológicas y preferencias
en el centro escolar causan conflictos y luchas por el control de la organización.
La micropolítica acota en el concepto de micropolitica en tres esferas de la actividad
organizativa:
- Los intereses: Pueden ser de diferentes tipos.
- El mantenimiento del control
- Los conflictos presentes en la escuela
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Al igual que las organizaciones, las escuelas tienen conflictos interiores entre los
miembros. El conflicto constituye un foco de atención básico para comprender la
naturaleza organizativa de la escuela. Es importante decir también que Ball
defiende el consenso en la organización.
Bacharach y Mundell
Según González (1998) otra aportación importante es dada por Bacharach y
Mundell que consideran la micropolitica centra su atención en el poder y las
políticas que ocurren dentro de las organizaciones. Ocupan un ámbito de análisis y
estudio.
Afirman que la micropolitica constituye un ámbito escolar donde se negocian
lógicas de acción mantenidas por los diferentes grupos de interés. Los conflictos
entre los grupos son consecuencia de que cada uno intenta mantener su lógica de
acción.
Bacharach y Mundell tratan cinco cuestiones justificando su poco estudio por las
otras aportaciones dadas. Las cinco cuestiones son las siguientes:
- El contenido de la lucha micropolitica: Defienden que las dinámicas
micropoliticas se desarrollan en torno a las lógicas de acción. Son presentes
diferentes lógicas de acción que compiten para imponer la suya en la
organización.
- La unidad de análisis micropolitico: Pueden ser la organización, el individuo
o el grupo de interés. Afirman que el análisis micropolitico debe centrarse en
el grupo de interés que está presente en la organización.
- Las dimensiones del poder puesto en juego en la actividad micropolitica:
Hablan de autoridad y la influencia. Sugieren la necesidad de especificar
quien tiene la autoridad, quien la influencia…
- Los actores micropoliticos relevantes: Se debe identificar los grupos de
interés en la organización y las distintas lógicas de acción.
- Las estrategias usadas por los actores: Saber las circunstancias y cuando los
grupos de interés forman coaliciones, negocian y tienen conflictos con otros
grupos.
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6. Los elementos de la micropolítica
6.1. El contenido de la micropolítica
El contenido viene dado por los intereses que se están defendiendo en la organización.
Los intereses abarcan el complejo equipo de predisposiciones que abarca ambiciones,
valores, deseos, expectativas y otras orientaciones e inclinaciones, que conducen a una
persona a actuar en una dirección (González, 1998).
Estos intereses están reflejados en las declaraciones formales de los propósitos
organizativos pueden ser de distintos tipo. Como Afirma Hoyle pueden distinguirse en
personales (status, territorio, recompensas…), profesionales (curriculum, organización,
modo de agrupamiento…) y políticos abarcando ideologías sociales y políticas
(González, 1998)
Ball también aporta tipos de intereses como son los intereses creados, que abarcan las
preocupaciones materiales de los profesores como son el acceso de recursos,
disponibilidad de materiales… También habla de intereses ideológicos que abarcan
cuestiones de adhesión a las filosofías determinadas que hacen presencia por ejemplo en
debates de modo de enseñar. También aparecen intereses personales, a lo que aspira el
yo (González, 1998).
Según González (1998) Hoyle defiende que son presentes algunos intereses que son de
un carácter político y personal pero en cambio se disfracen de profesionales, ya que
estos aparecen en los sistemas escolares son dotados de mayor grado de respetabilidad.
Según González (1998) los intereses como hemos expuesto anteriormente para
Bacharach y Mundell son lógicas de acción para estos. Las lógicas de acción adquieren
un sentido propio en el seno de las organizaciones escolares. Las lógicas de acción son
un constructo que designa formas de coherencia entre objetivos, que luego se convierten
en criterios que se pueden utilizar para evaluar las decisiones. Las lógicas de acción
constan de ideas, creencias y planteamientos
Las lógicas de acción se manifiestan de distintas formas ya sea como ideologías
amplias, que defienden ciertas metas ideológicas y se proponen para su logro, y como
políticas específicas, las cuales se traducen en metas o medios políticos (González,
1998)
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En definitiva, las metas, los intereses, las lógicas de acción, constituye la sustancia de la
micropolítica.
6.2. Los sujetos de la micropolítica
Con respecto de la cuestión que hace referencia a quienes están implicados en la
actividad micropolíticas, son individuos que en la organización poseen un determinado
interés que no están reflejados en las metas organizativas.
Los intereses presentes en los centros escolares habitualmente no son perseguidos por
miembros individuales, si no con la colaboración de otros miembros de la organización
con lo que comparten algún motivo común. En estos centros coexisten varios grupos
que se unen, de forma permanente o esporádicamente para luchar sobre cualquier tema
para promover sus metas (González, 1998).
En las organizaciones escolares pueden existir grupos de interés independientes a los
formales. Algunos de ellos coinciden con los grupos formales, por lo que estarán
formados por personas que desempeñan unas funciones determinadas en la
organización. Estos pueden formales como grupos de interés por funciones específicas
(ej. Equipo directivo). Otros inclusos pueden formarse más allá de los límites formales
para conseguir algún interés común (González, 1998).
Los grupos de interés en las organizaciones no siempre son palpables ni localizados, a
veces están ocultos. No todos son conocidos por todos los miembros de la organización
pero ejercen influencia (González, 1998).
6.3. Como se lucha
Los grupos de interés presentes en la organización utilizan diferentes estrategias para
lograr sus fines. Estas estrategias pueden ser formales o informales, implícitas o
explicitas.
Según González (1998) los grupos de interés pueden movilizarse de diferentes modos:
Pueden actuar por si solos, pueden formas coaliciones con otros grupos de interés
común, negociar donde los intereses son muy diferentes, enfrentarse, competir entre
ellos…
Como hemos expuesto antes los miembros de la organización no actúan de manera
individual, por lo que por lo general hacen coalición entre grupos. Esto sucede ya que
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en grupo hacen mayor influencia que individualmente. Estas coaliciones se desarrollan
bajo algunas condiciones. Los grupos se movilizan para negociar o competir dependerá
de dos grandes aspectos. Por un lado el poder que posee cada grupo y el otro la
compatibilidad de los planteamientos de cada uno de ellos.
También los grupos actúan haciendo coalición con otros grupos permitiendo así más
capacidad de imponer en la organización sus intereses o lógicas de acción. Los
individuos formaran coalición cuando consideren que no tienen capacidad de influencia
en la organización para conseguir sus intereses. Por lo que podemos decir que la
coalición constituye el mecanismo a través del cual tales grupos adquieren y mantienen
y usan un nivel de influencia mayor (González, 1998).
7. Participación en el ámbito escolar, una mejora para profesorado, alumnado y
padres.
En la actualidad se deben diseñar estrategias que ayuden a que el ámbito formal y el
ámbito informal puedan participar de igual manera en la situación escolar, este deber
corre a cuenta de los docentes que deben cambiar las estructuras hasta ahora creadas las
cuales planifican una participación que solo existe en el ámbito formal (Gutiérrez, M,
2005).
Este artículo se basa en una serie de encuestas y entrevista realizadas sobre todos los
componente del ámbito escolar en cuarenta y tres centros escolares. La participación en
educación es verdaderamente una expectativa frustrada. Con la democratización escolar
parece abrirse a un nuevo horizonte a las posiciones de poder en los centro ya que
teóricamente iguala el poder entre directores y docentes e incorpora más participación
por parte de padre y alumnos. Todo esto suma importancia a la idea de ver la educación
como un preciado bien público y común. Quitándole importancia a este tema y visto lo
visto en la realidad educativa, se le suma mayor importancia a la idea de “expectativas
frustradas” (Gutiérrez, M, 2005).
El objetivo es entre otras cosas no establecer la idea de la participación solo y
únicamente en los actos formales, reuniones, comités o votaciones sino llevarlo a cabo
en la vida escolar (Gutiérrez, M, 2005).
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El gran debate pasa por saber a qué nos referimos exactamente al habla de participación,
cuentan con diversos enfoques, por un lado Edelma, M (1964), decía que la
participación era capaz de albergar emociones muy distintas algunas contradictorias
entre sí. Gutiérrez, M (2005) dice que siempre se intenta establecer categorías de
participación por parte de los centros educativos. Arnstein, S (1969) ideo un modelo que
diferencia la participación que genera procesos de poder (Control, delegación,
colaboración) = y aquellos que no (terapia, manipulación).
Algunas investigaciones realizadas demuestran que las decisiones en los centros se
relacionan más con el poder que con la racionalidad y la técnica (Ball, S. 1989). El
poder se reparte de forma desigual dentro y fuera de los centros e incluso dentro del
mismo profesorado. Esto provoca tensiones internas, nos habla de la “vida de pasillo”
que entraña un sinfín de discriminaciones así como estrategia par aganar poder es decir
“juego sucio”.
La micropolítica tiene como función la resolución de conflictos internos así como las
claves para el correcto funcionamiento moral que estas instituciones educativas deben
llevar a cabo (Ball, S .1997).
Gutiérrez, M (2005) dice que el profesorado parece huir del poder por el miedo al recelo
y a las tensiones internas; esto produce una descomposición interna influenciada por el
propio poder, como solución propone un ámbito de actuación con distintas visiones y
formas de hacer las cosas.
Al parecer los claustros y reuniones no parecen solucionar esta situación, lo que provoca
que la idea de cambio en el trabajo cotidiano de los centros, haya de llevarse a cabo
cuanto antes (Terrén, E, 2004).
Teóricamente, Gutiérrez, M (2004) señala que el actual modelo de participación que se
apoya en los consejos escolares y en el claustro de profesores resulta muy eficiente,
pero en la práctica real no se lleva a cabo y termina corrompiéndose por las relaciones
de poder que hace que se discriminen en primera instancia padres y alumnos que al no
estar buen informados sobre la situación educativa no sabe cuáles son sus verdaderos
intereses; por otra parte los numerosos sinsabores que los profesores experimentan al no
hacer vales sus posiciones. Se pretende que el profesorado participe en su labor de una
manera más flexible sin tener que ajustarse rígidamente a las leyes ortodoxas y poco
transparente que cada centro desarrolla dentro de sus peculiaridades.
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Por otra parte dentro del día a día se le exige al alumnado un interés por participar y que
se haga entender la importancia de la educación en relación a otros ámbitos como la
sanidad o la justicia. El objetivo es encontrar una estabilidad de relaciones, en definitiva
crear grupos heterogéneos en alumnado y profesorado que contengan unos mismo
interés y objetivos lo que ayudaría a una mejor convivencia y una mayor carga de
responsabilidad propia y colectiva a la hora de adoptar algún cargo de poder (Gutiérrez,
M, 2004).
7.1. Estilos de equipos directivos, centros educativos y estrategia micropolítica
No hay que olvidar que las instituciones escolares son centros burocratizados que
requieren de una jerarquización y un reparto de la autoridad. Cada centro distribuye este
poder de manera muy distinta dependiendo de su historia, principios etc… (Gutiérrez,
M, 2004).
Existen distintos modelos, según Ruiz B (2001), el interpersonal, autoritario,
antagónico y administrativo. Únicamente el modelo interpersonal y antagónico presenta
su estructuración y gestión en torno a los principios participativos. El modelo
absolutamente burocrático no ha triunfado en su aplicación debido al alto grado de
libertad que este contiene y el descontrol que este supone por parte de los de “arriba”.
Los modelos antagónicos e interpersonales se diferencian en la manera de producir sus
modelos de micropolitica en la participación. El modelo interpersonal facilita la
participación apoyándose en las relaciones de confianza o desconfianza que se
establecen entre la dirección y los grupos. Se intuye un sistema de gestión en el que se
subrayan los límites de lo público y de lo burocrático mientras se enfatizan las
posibilidades de la esfera interpersonal y privada. La lejanía de modelos como el
autoritario, burocrático o institucional produce una dispersión de responsabilidades. En
definitiva la burocracia a de encargarse de los procesos más formales de los centros
educativos y al mismo tiempo de crear un sistema establecido que permita una mayor
participación en los formal e informal por parte de alumnos, padre y profesores que
ayude a solucionar conflictos y las situaciones de tensión que se producen a diario en
los centros escolares. (Gutiérrez, M, 2004)
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8. Dimensión institucional, cultural y micropolítica: claves para entender las
organizaciones educativas
8.1. Dimensión institucional de la organización
Según González (2003), la dimensión estructural es aquella que hace referencia a la
manera en que están articulados formalmente los elementos de la organización y que
“configura el armazón en que se llevará a cabo la actividad organizativa”.
Según Beltrán Llavador (2000), la dimensión institucional comprende un sistema de
reglas que introduce un orden en el propio conjunto social de referencia en el que se
construyen las organizaciones escolares, traduciendo en el interior de las el orden social
existente, como pueden ser la obligatoriedad en la asistencia, tipos de agrupamientos
homogeneizados, calendario escolar, etc.
La escuela, como institución social, se encuentra marcada por la política educativa,
donde se elaboran unas normativas adaptadas.
8.2. Dimensión cultural
Como dice Cardona (2001), “en cualquier acontecimiento organizativo, lo más
importante no es lo que ocurre, sino su significado”.
La institución escolar obliga a los docentes a llevar a cabo un seguimiento de sus clases,
elaborando unos documentos que dan respuesta a los niveles mínimos de aprendizaje,
dificultades para aprender, etc., con el fin de clasificar a los alumnos y alumnas.
Este sistema clasificatorio necesita apoyarse en unas estructuras organizativas que le
otorguen seguridad y lo hagan visible en la práctica, justificando y normalizando las
pretendidas relaciones de causa – efecto. Para ello los profesores/as llevan a cabo una
serie de actividades más secuenciadas, con contenidos más sencillos (Plan anual), unos
cuadernos de ampliación y refuerzo (Proyecto curricular), y la constitución de las aulas
de apoyo y/o refuerzo educativo según el grado de desviación.
Por lo que podemos decir que es esta la dimensión cultural que puede dar apariencia
diferencial, única e irrepetible a cada organización, generándose en un espacio y tiempo
concreto, determinando cada contexto escolar y, por tanto, no transferible a otros
escenarios poblados por diferentes personas.
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La cultura en esta organización conduce a afrontar las situaciones cotidianas o a
interpretar las disposiciones normativas de una u otra forma, entrando en conflicto por
intereses e ideas, creándose subculturas que intentan imponerse sobre otras.
8.3. Dimensión Micropolítica
La cultura de la organización podemos entenderla como algo que se construye y
desarrollan en interacción social por sus miembros, abriendo caminos para comprender
que en el hueco de las mismas se producen conflictos ideológicos, subgrupos con
intereses determinados…, en definitiva, luchas y conflictos internos por mantener el
control político de la organización.
Según Bates (1989), la escuela se encuentra en un lugar de lucha entre interés en
competición a través de los que se negocia continuamente la realidad, significados y
valores de la vida escolar.
Por tanto, podemos decir que existe una dinámica política donde los conflictos entre las
personas y/o subgrupos pugnan por el poder y el control, por mantener un orden
determinado que confirme sus expectativas, ya sea a través de la acción o la pasividad,
es decir, querer hacer prevaler sus creencias, actitudes y expectativas por encima de
otras.
8.4. Aspectos importantes en la construcción de la organización, que los profesores
no toman en cuenta.
Cuestionar los aspectos organizativos del centro.
Intervenir en el conocimiento de las características del mundo social, por
dónde y hacia dónde camina la sociedad actual.
Cuestionar la vida rutinaria de la escuela, lo que se hace porque siempre se
ha hecho así.
Reclamar el cambio y la mejora de la Escuela
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Conclusión
A través de nuestro trabajo hemos intentado profundizar sobre la cultura
colaborativa, la micropolítica de la escuela, la organización educativa, la participación
activa y positiva de toda la comunidad educativa y las distintas dimensiones culturales,
sociopolíticas e institucionales que enmarcan todo el proceso educativo; esto nos ha
exigido documentarnos con diversas bibliografías de diferentes autores e incluso
documentos digitales como artículos, para finalmente lograr visualizar la importancia
de esta temática, a tal punto que podemos afirmar a día de hoy que es clave fundamental
de la mejora en el ámbito educativo, entendiendo este como “el conjunto procesos
enseñanza-aprendizaje que nos enseña a vivir, a convivir y a compartir, donde enseñar
en valores democráticos será primordial para alcanzar la felicidad”.
Anexo
Párrafos a destacar
“La colaboración constituye la expresión más clara de la cultura colegiada que trata de
generar e institucionalizar el desarrollo escolar. La colaboración ha de ser la expresión
del diálogo en términos freirianos de la participación, implicación, compromiso mutuo,
apoyo, crítica y reflexión conjunta, elevación de los problemas individuales a categorías
institucionales que han de estar presentes como el norte y contenido de las diferentes
acciones escolares.” (Escudero, 1990:212)
“Contra más involucrados personalmente estén los protagonistas de la organización,
más probable es que deseen influir en su política y en su ethos, para cambiar la
organización y convertirla en el tipo de lugar donde quieren continuar trabajando y
poder enorgullecerse” (Ball, 1998:80)
“Los límites de control se modifican continuamente y su trazado es diferente en las
diferentes escuelas. A menudo son el resultado de la lucha entre los directores y su
personal, los jefes de departamento y sus miembros, los especialistas en tareas tutoriales
y los especialistas en las asignaturas” (Ball, 1989).
“El proceso de toma de decisión se considera una fuente de poder ya que el individuo o
grupo puede ejercer más poder en las dinámicas de toma de decisión. Esto puede influir
seriamente en los acontecimientos ocurridos en la organización” (González, 1998).
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“En el ámbito de las organizaciones escolares se desarrollan luchas para decidir acerca
de los fines que se pretenden lograr y con cuales medios se van a alcanzar, a veces se
fusiona con los objetivos y en ocasiones contradictorios” (González, 1998).
“La micropolítica tiene como función la resolución de conflictos internos así como las
claves para el correcto funcionamiento moral que estas instituciones educativas deben
llevar a cabo” (Ball, 1997).
“Existen distintos modelos, según Ruiz (2001), el interpersonal, autoritario, antagónico
y administrativo. Únicamente el modelo interpersonal y antagónico presenta su
estructuración y gestión en torno a los principios participativos”.
“En cualquier acontecimiento organizativo, lo más importante no es lo que ocurre, sino
su significado” (Cardona, 2011: 76).
“Una de las cuestiones fundamentales que es menester plantear en todo análisis
micropolítico es el grado en que la dinámica interna de una organización depende de, o
está condicionada o determinada por fuerzas externas” (Ball, 1993: 10).
Preguntas cortas
1. ¿Cuántos tipos de organización existen según Collins (1975)?
2. ¿Cómo se puede lograr una cultura colaborativa?
3. ¿Qué tareas debe cumplir un profesor que se sienta parte de la visión
organizacional?
4. ¿Cuáles son los elementos de la micropolítica?
5. Di algún aspecto importante en la construcción de la organización, que los
profesores no toman en cuenta.
6. Di alguna mejora de participación en el ámbito escolar para profesorado,
alumnado y padres.
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Preguntas verdaderas o falsas
1. Según Durkheim, se denominó: solidaridad mecánica a “La cultura, es decir, las
formas de pensar, las normas, los marcos de referencia unen a la gente en una
forma natural y espontánea”.
Verdadera
2. La educación en valores no tiene relevancia en las primeras etapas escolares del
alumno(a).
Falsa
3. Balldridge (1971) distingue 5 tipos de factores en la micropolítica educativa:
Funcionarios, activistas, personas alertas, apáticos, y becarios.
Falsa
4. Para Collins (1975) existen tres tipos de organización: las organizaciones
jerárquicas, las organizaciones controladas por sus miembros, y las comunidades
profesionales.
Verdadera
5. Los autores más relevantes en cuanto a las aportaciones de la micropolitica son
Ball, Bacharach y Mundell y Hoyle.
Verdadera
6. Los grupos de interés actúan haciendo coalición con otros grupos para imponer
en la organización sus intereses
Verdadera
7. La importancia de los padres en la participación escolar es insignificante.
Falsa
8. Los claustros de los profesores sirven como una herramienta para mejorar la
participación.
Verdadera
9. Intervenir en el conocimiento de las características del mundo social, ¿es un
aspecto importante en la construcción de la organización, que los profesores no
toman en cuenta?
Verdadera
10. ¿La dimensión institucional es aquella que hace referencia a la manera en que
están articulados formalmente los elementos de la organización y que “configura
el armazón en que se llevará a cabo la actividad organizativa”?
Falsa
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Bibliografías
Ball, J. (1989). La micropolítica de la escuela. Hacia una teoría de la organización
escolar. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
González, M. (1998). La micropolítica de las organizaciones escolares. Revista de
educación (nº 316) p. 215-239
Gutiérrez, M. (2005). Estrategias de poder en la escuela: El uso de la participación
docente como herramienta micropolítica. Participación educativa (nº 3) p.75-82
Martín, M. (coords). (2001). La calidad educativa en un mundo globalizado:
Intercambio de experiencias y perspectivas. Madrid: Universidad de Alcalá
Rodríguez, D. (2006). Dimensión institucional, cultural y micropolítica: claves para
entender las organizaciones educativas. REJFOP, 7 (1) (Enlace web:
http://www.aufop.com/aufopo/home/ -Consultada en fecha (29/09/15))
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