modelo de propp

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El relato

• La narración y con ella el relato es un tipo particular de texto que siempre significa relatar o contar algo.

• Mediante tres elementos básicos: personajes, acciones y situaciones, se crean las historias o relatos que atraen por su fantasía

• Mediante personajes acciones y situaciones se ponen en juego profundas reflexiones sobre la vida humana y su destino, o se reflejan o fijan estereotipos sociales.

• Desde los lejanos tiempos de Aristóteles el relato, en la forma del teatro y la poesía épica es objeto de la crítica literaria, del folklore, de la estética, la semiótica y el análisis del discurso.

Los relatos y su importancia histórica

• Los relatos hablaban de los dioses, de los héroes y con ellos se llevaban noticias de un punto a otro.

• Los relatos eran populares y su forma de transmisión era la oral.

• El teatro griego representaba historias sobre dioses, reyes, héroes y también sobre hombres comunes.

• Si el tratamiento era serio, sublime, se reconocían como tragedias.

• El desenlace en una obra de teatro como la tragedia, el personaje principal es destruido física o moralmente, independientemente de la elección que haga para resolver el conflicto; en el drama, el final está en función de lo que elija el personaje; en la comedia siempre encontraremos un final feliz.

• El conocimiento y relativa difusión de la escritura hizo que muchos relatos se escribieran: antiguos poemas épicos, leyendas y mitos, las vidas de santos.

• Con el correr de los años y la modificación de las relaciones sociales, empieza a considerarse literatura a los relatos que se escribieran y tradición oral a los que no. Los primeros reconocían a sus autores, los segundos corrían libres.

• Durante el siglo XIX la forma de muchos relatos masivos entronca con el folletín –novela por entrega- y el melodrama teatral.

• Ambos, caracterizados por las tramas complicadas, el suspenso, la intriga, las intervenciones mágicas, se reconocen genéricamente como melodramas.

• La expansión del melodrama coincidió con el proceso de masificación que comenzaba en la ciudades al parejo con el desarrollo industrial.

• El cine halla su gran veta comercial al contar historias, representadas mediante imágenes móviles: se reconoce en él la gran influencia de la novela y el teatro del siglo XIX, hasta alcanzar su propio lenguaje.

• La radio en la década de 1930 y principios de la del 40 entronca con la tradición oral todavía muy viva en el pueblo por las narraciones, y el radioteatro alcanza gran audiencia.

• La TV prolonga y mejora, por la incorporación de las imágenes, la actualización narrativa de la radio con las telenovelas, pero también se hace gran difusor del cine de ficción, las series de ficción y los dibujos animados (caricaturas).

• Los relatos de mayor circulación y consumo desde hace varias décadas se ubican entre los que combinan imágenes fijas y escritura (caricatura, fotonovela, historietas) e imágenes en movimiento y oralidad (TV y Cine).

Estructura global del relato

Todo relato o narración cuenta una historia de ficción o realidad, en la cual se desarrollan acciones entres personas o personajes y fuerzas naturales o sobrenaturales, en torno a una situación.

El texto del relato cumple con ciertas reglas que determinan su forma de organización.

Para que haya una historia que contar es necesario que se encuentre algo interesante en el conjunto de acciones y sucesos posibles, en función de los destinatarios a los que se dirija.

El criterio de interés supone el desvío de normas, de expectativas o costumbres respecto de acciones y sucesos, de modo que algo valga la pena ser contado por alguien.

El criterio de lo interesante dista de ser universal y cambia según las culturas, las clases sociales, las clases de edad y de sexo.

Una historia arranca en el punto en que ocurre algún acontecimiento que viene a quebrar la normalidad y encadena una o varias acciones que conducen al restablecimiento del estado inicial.

• Desde el punto inicial hasta su término consta de dos partes: la complicación o nudo y la resolución o desenlace.

• Si una historia se construye con base en un único suceso carece de trama.

• Si son varios sucesos los que se entrelazan –uno principal y varios secundarios, o varios principales- el relato tiene trama.

• El desenlace puede ser feliz o desdichado, pero también hay historias cuya resolución, entre las varias posibles, queda a cargo del sujeto que interpreta (receptor).

• Se presenta una introducción, que se reconoce como marco o condiciones preparatorias de la historia. En él se comienza a hablar de los personajes principales, de su ambiente y su relaciones normales.

• “Había una vez una linda princesita que vivía en un gran castillo con su papá y su mamá, el rey y la reina …” Así comienzan muchos cuentos de hadas infantiles.

• La historia puede rematar o no con el epílogo o moraleja (enseñanza moral, consejos, advertencias) que no debe confundirse con la resolución.

• Muchos relatos hacen uso del epílogo de manera explícita como las fábulas, la comedia de situación del cine y la TV. En otros, es fácilmente deducible porque está implícita en el castigo recibido o en la recompensa.

• Por lo general los relatos se construyen formalmente sin la intervención del sujeto que narra.

• En la telenovela, por ejemplo, las acciones entre los personajes, las situaciones en las que se ven involucrados transcurren “por sí solas”.

• En el radioteatro, las historietas, la literatura tiene un lugar destacado el narrador.

• En cierto tipo de cuentos o novelas el narrador es impersonal, aquél que todo lo sabe y no sabemos cómo. También se le conoce como narrador omnisciente.

• El narrador omnisciente, es aquél que no participa dentro de la historia y más bien toma distancia de los personajes del relato: “Hugo se levantó temprano, se duchó y por primera vez después de más de 8 meses tomó la navaja de afeitar…”.

• O bien, un narrador interno, quien sí participa dentro de la historia como un personaje más dentro del relato.

• Los relatos con uso de narrador interno se caracterizan por ciertas marcas o huellas de la enunciación que podemos identificar del personaje que cuenta la historia: uso de pronombres personales, posesivos, verbos en primera persona del plural. A continuación se ofrece un ejemplo tomado del cuento La cautiva de José Emilio Pacheco:

• “Pasó el tiempo. Los niños de 1934 nos hicimos adultos y nos dispersamos. Mi vida en el pueblo se acabó para siempre. Jamás regresé ni volví a ver a Sergio y ni a Guillermo. Pero cada temblor me llena de pánico…”.

• Cuanto más rígido y unívoco sea un relato en los sentidos de lectura que pretende imponer respecto de valores morales y conductas, más explícita será la intervención del sujeto de la enunciación en epílogo y valoraciones acerca de personajes y situaciones como de la trama misma.

El modelo de funciones de Vladimir Propp

Propp llamó funciones a las acciones de los personajes y éstas se definirán entonces por lo que los personajes hacen.

La función, unidad significativa del relato, constituye el elemento invariante o fijo que resume cada acto desde el punto de vista de su significado en el desarrollo de la acción de conjunto.

La regularidad de funciones y la de su combinatoria dan cuenta del esquema o estructura de cualquier cuento maravilloso.

• Por lo general, la función estará dividida por un sustantivo de acción (prohibición, infracción, etc.) o por un verbo (dar, partir, auxiliar, etc.). Esto indica lo que los personajes hacen y estas constantes son las que importan.

• Propp observó que existe también una regularidad en los tipos de personajes: no cualquier personaje lleva acabo cualquier función.

• Dicho autor determinó que el cuento popular fantástico se hallaba conformado por treinta y una funciones presentadas en un encadenamiento lineal.

• Sin embargo, cada cuento particular puede no presentarlas todas pero las que presente se sucederán en el mismo orden.

Reutilización del modelo de funciones

• El modelo de Propp puede ser aplicado a cualquier clase de relato, tanto leyendas y cuentos populares como obras literarias, cinematográficas y relatos massmediáticos. Todos ellos exhiben una gran regularidad en sus esquemas de composición.

• El modelo además de su aplicación formal puede vincularse con significados sociales relativos a sistemas de valores ideológicos.

• Así hay relatos que se inscriben en el orden dominante y otros que lo hacen discutiendo y buscando la transformación de ese orden.

El modelo de Propp ha sido retrabajado y ha presentado algunos ajustes y correcciones, a saber:

Se reduce el número de funciones.

La mayor parte guarda relaciones por parejas: (daño-reparación del daño).

El orden de aparición no es fijo.

Algunos relatos repetirán las mismas funciones.

¿Qué hacen los personajes?

• Algunos personajes desobedecen una prohibición (de matar, de apropiarse de lo ajeno, de tener relaciones sexuales antes del matrimonio, y muchas otras que la sociedad en la que vive considere reprobable).

• Otros personajes o los mismos sufren daños provocados por el que cometió la desobediencia o por ellos mismos al cometerla (por ejemplo, la mujer que tiene relaciones sexuales y queda embarazada, sufre como daño el rechazo familiar y social; otras veces, la mujer ha sido violada, no ha cometido desobediencia y, sin embargo, igualmente sufre daño).

• En los relatos masivos otras historias se deben por otras causas, por ejemplo, una carencia, de dinero, de afecto, de seguridad.

• Próximo al desenlace el o los daños cometidos deben repararse (vg. el delincuente es apresado y condenado); es la acción de reparación del daño.

• Pero antes de que esto ocurra, por lo general, varios personajes entran en lucha; uno se va con la victoria y el otros con la derrota. A veces el “bueno” es derrotado varias veces y sólo triunfa al final.

• En otros casos el personaje que ha desobedecido quiere redimirse y él mismo, la sociedad o el destino lo someten a prueba; prueba que podrá cumplir satisfactoriamente (cumplimiento de la prueba) o en las que ¡pobrecillo!, fracasará (fracaso). En este último caso sólo le quedará la posibilidad de reparar el daño que cometió y no recibirá ninguna recompensa.

• La trama siempre tiene la posibilidad de complicarse un poco más haciendo que algunos personajes se alejen (partida) y otros, o los mismos regresen (regreso), ¡justo para salvar a la chica que corría peligro!

• Con frecuencia tanto los personajes “buenos” como los “malos” cuentan con algún elemento auxiliar que les ayuda en sus luchas y pruebas para salvarse y triunfar o, por el contrario, para realizar más acabadamente sus fechorías. Ese elemento puede estar representado por un ser humano (un amigo, los padres con sus consejos u otras acciones) o por algo mágico o religioso (el diablo, el destino, la lotería).

• Hay personajes a los que se les brinda el elemento auxiliar y no lo usan; hay por consiguiente, quienes emplean el elemento auxiliar y quienes no lo emplean.

• A continuación se presenta un corrido mexicano cantado por Eulalio González, alias “el piporro”. El propósito es identificar las acciones de la canción popular.

Aplicación del modelo de Propp a una canción popular. Corrido de Rosita Alvírez

• Año de mil novecientos • presente lo tengo yo • en un barrio de Saltillo • Rosita Alvírez murió. • • Su mamá se lo decía: • -Rosa, esta noche no sales • -Mamá no tengo la culpa • que a mí me gusten los bailes. • • Hipólito llegó al baile • y a Rosa se dirigió • como era la más bonita • Rosita lo desairó. • • -Rosita no me desaires • la gente lo va a notar • -Pues que digan lo que quieran • contigo no he de bailar.

• Echó mano a la cintura • y una pistola sacó • y a la pobre de Rosita • nomás tres tiros le dio. • • Rosita le dijo a Irene: • -No te olvides de mi nombre • cuando vayas a los bailes • no desprecies a los hombres • • La noche que la mataron • Rosita estaba de suerte: • de tres tiros que le dieron • nomás uno era de muerte. • • Rosita ya está en el cielo • dándole cuenta al Creador • Hipólito está en la cárcel • dando su declaración. •

Sintagmas de acción y Funciones

• La madre de Rosita Alvírez le dijo que no fuera al baile. (Prohibición).

• Rosita fue al baile. (Desobediencia).

• Rosita no acepta bailar con un hombre. (Desobediencia a ciertas normas de sociedades machistas).

• El hombre se siente herido en su honor. (Daño ocasionado por Rosita).

• El hombre le dispara varios tiros. (Reparación del daño cometido por Rosita).

• Rosita muere. (Daño a Rosita y desobediencia del hombre a la regla social “no matarás”).

• El hombre es apresado. (Reparación del daño cometido).

• Bibliografía: Poloniato, Alicia (1998). La lectura de los mensajes. Introducción al Análisis semiótico de Mensajes. Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), México.

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